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1.1 El clima
Este factor, sobre todo las precipitaciones, →mayor influencia en el caudal de los
ríos y en los regímenes fluviales, y marca los períodos de crecidas y estiajes.
Sin embargo,los ríos españoles presentan una gran diversidad: se pasa, de ríos de
tipo «europeo» (caudalosos, bastante regulares y moderados) hasta llegar a ríos de
tipo «africano» (con caudales mínimos o inexistentes y una irregularidad extrema).
DEFINICIONES
● caudal: es el volumen o cantidad de agua de un río. Se distingue entre
caudal absoluto y caudal relativo
● Crecida: episodio puntual de aumento del caudal de un río.
● estiaje: nivel más bajo o caudal mínimo que tienen las aguas de un río en
ciertas épocas del año.
1.2 El relieve
Este factor ejerce una influencia determinante sobre el trazado de los ríos. En el
caso peninsular, los elementos del relieve con una mayor predominancia son la
formación de la Meseta, la disposición periférica de las principales unidades del
relieve y la topografía.
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-Formación de la Meseta
La evolución geológica de la Meseta ha provocado gran disimetría entre la vertiente
atlántica y la mediterránea. Por este motivo, los ríos que vierten sus aguas al
Atlántico son más largos y drenan cuencas hidrográficas mucho más extensas que
los que vierten sus aguas al Mediterráneo, con la excepción del Ebro. Así, dos
terceras partes de las aguas de la superficie peninsular desembocan en el océano
Atlántico, mientras que el resto lo hace en el mar Mediterráneo.
tienen poca pendiente, debido a que son más cortos que los de la atlántica
están más lejos del mar y nacen en (a excepción del Ebro) y tienen
áreas montañosas poco elevadas sobre pendientes mucho más pronunciadas,
la Meseta. Además, reciben numerosos ya que sus aguas deben salvar el
afluentes que aumentan notablemente mismo desnivel respecto del mar pero
su caudal. en menores distancias
-La topografía
1.3 La vegetación
Puede influir en el caudal de los ríos, en función de la capacidad de la vegetación de
ribera para retener mayor o menor cantidad de humedad. Además, cuanta más
vegetación hay en sus orillas, más disminuye la capacidad erosiva de un río.
1.4 La litología
Las propiedades del roquedo por el que discurre un río pueden influir en que se
produzca una mayor o menor pérdida de agua, según se trate de rocas permeables
o impermeables.
Las rocas arcillosas favorecen la escorrentía superficial, mientras que las calizas
pueden dar lugar a la formación de acuíferos debido a las infiltraciones.
Son poco caudalosos, porque la mayoría no nacen a gran altura y, sobre todo,
porque discurren por zonas de escasas precipitaciones.
Tienen una gran irregularidad, debida al clima, a las grandes crecidas en épocas
de lluvias torrenciales (principalmente durante el otoño) y prolongados estiajes
por la falta de lluvias y a la gran aridez estival.
Sus caudales están muy regulados, por la gran explotación a la que son
sometidos para el abastecimiento de áreas muy pobladas y para los regadíos
agrícolas.
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Los ríos importantes de esta vertiente son el Ter, el Llobregat, el Turia, el Júcar y el
Segura.
El Guadiana lleva un caudal mucho menor que el Duero o el Tajo, pese a tener
una longitud considerable. La causa es que no nace en montañas y drena áreas
muy áridas y con escasas lluvias, por lo que su caudal está muy influenciado por
los escasos caudales de los afluentes que recibe.
Los ríos de esta vertiente poseen un gran poder erosivo, por nacer cerca del mar y
en áreas de montaña y por lo abundante de su caudal.
Los ríos más importantes de esta vertiente son el Eo, Narcea, Nalón, Sella, Deva,
Pas, Nervión y Bidasoa.
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Los recursos hídricos están muy desigualmente repartidos ya que hay zonas
donde llueve mucho y la evaporación es mínima, y otras en las que sucede justo lo
contrario.
Dado que el agua es un recurso cada vez más escaso en nuestro país, la política de
planificación hidrológica se dirige hacia una gestión integral del agua desde el
punto de vista de la sostenibilidad del medioambiente.
Esto implica el desarrollo de una política del agua, porque hay que combinar
medidas destinadas al aumento de agua embalsada con otras que permitan la
mejora de la calidad de las aguas de los ríos o la recuperación de las riberas. Esto se
debe completar con el fomento de una cultura del ahorro de agua,
fundamentalmente en el ámbito doméstico.
-Los embalses
Los embalses recogen una cantidad de agua de los ríos que se puede utilizar. Por
tanto, la proporción de agua que se puede emplear de forma natural, sin construir
infraestructuras hidráulicas de almacenamiento, es insignificante porque los ríos
tienen grandes diferencias de caudal entre unas estaciones y otras, además de su
gran irregularidad, que hace muy difícil su aprovechamiento.
Los principales embalses españoles son: Alcántara (río Tajo, en Cáceres) y la Serena
(río Zújar, en Badajoz).
Beneficios Inconvenientes
Regulan el flujo del agua reduciendo las inundación grandes áreas territorio que
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forman nuevos ecosistemas muy Retienen los sedimentos que los ríos
apropiados para aves acuáticas, peces arrastrarían en condiciones normales
-Los pozos
Son para uso de las aguas subterráneas porque suponen la cuarta parte del total
de los recursos hidráulicos empleados en España, especialmente para usos
agrícolas.
Por este motivo para evaluar su incidencia real se requiere el desarrollo de otros
conceptos, (sequía hidrológica, edáfica o agrícola) porque puede haber sequía para
determinadas actividades y no para otras.
Resulta crucial la influencia del factor humano: el riesgo de sequía está más
relacionado con la actividad humana a un medio en el que los períodos secos son
frecuentes ; tiene mucho más que ver con un excesivo consumo de agua que con la
disponibilidad que existe de la misma.
A ello hay que añadir que las precipitaciones torrenciales agravan el problema de
las sequías, porque la mayor parte de las lluvias recibidas en estas regiones secas se
concentran en muy pocos días, especialmente durante el otoño.
-¿Qué sería necesario para una correcta política y gestión del agua?