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Apuntes audio seminario 2

Pasamos de hablar del síntoma a conversar sobre una manifestación psíquica común, cotidiana. El
recuerdo. Importancia del recuerdo. El recuerdo en tanto reprimido tiene eficacia en la formación de
síntomas. A causa de su condición inconsciente posee la fuerza o la idoneidad de producir síntomas.
Recuerdos de infancia o recuerdos encubridores. Novedad entre diferencias de salud y enfermedad.
Psicopatología de la vida cotidiana. Freud encuentra mecanismos psíquicos comunes al síntoma y al
recuerdo. Freud pudo demostrar la naturaleza tendenciosa de nuestro recordar. Lo esperable es que
los recuerdos se desgasten por el paso del tiempo y sucumban al olvido. Freud señala que la
memoria practica una selección y ésta no es sin razones. Los recuerdos pueden no ser accesibles
pero no por eso están despotenciados.
Freud adjudica el mismo mecanismo a dos manifestaciones psíquicas que parecen oponerse. El
recuerdo y el olvido (también síntoma). Mecanismo psíquico, no fisiológico, no mecánico, no
neurológico. Y hecho de palabras, de pensamientos, lo que da cuenta del efecto del lenguaje que
nos constituye como seres hablantes.
Entre los recuerdos más tempranos de la infancia conservamos muchos que son accesorios,
indiferentes. Y que sin embargo en la memoria del adulto no se encuentre huella alguna de
impresiones importantes, llenas de afecto.
No se puede decir que la falta de recuerdo consciente tiene que ver con el paso del tiempo o déficit
de funciones cognitivas por edad muy temprana.
Tesis válida sin excepción: los recuerdos indiferentes de la infancia deben su existencia a un
proceso de desplazamiento, descentramiento. Son el sustituto en la reproducción mnémica, en la
memoria consciente de otras impresiones sustantivas que han devenido inconscientes.
El recuerdo de ellas puede hacerse consciente si dejamos desarrollar estos recuerdos indiferentes
mediante análisis psíquico. El acceso a la conciencia está frenado por una resistencia.
La conservación en la memoria del recuerdo indiferente depende no se du contenido propio sino de
su vínculo asociativo con otro reprimido, desalojado de la conciencia. Freud les llama recuerdo
encubridor. Hacer consciente lo inconsciente.
Relación temporal entre el encubridor y el encubierto. El encubridor anterior: atrasador. Posterior:
adelantador o avanzado. O se enlazan por contigüidad o simultaneidad.
Lo importante es que siempre hay una relación entre dos recuerdos, hay una relación temporal.
Entre ellos media un tiempo.
El síntoma tiene el mismo mecanismo. Es perturbador de la homeostasis de las funciones psíquicas.
Produce un displacer para el yo. Es inconciliable para el yo. Se produce un conflicto psíquico que
llama a que intervenga la defensa, la represión de modo que el recuerdo, la representación
desalojada de la conciencia hace que retorne en su lugar un sustituto por desplazamiento.
La importancia no es el contenido del recuerdo encubridor sino su vínculo a otro que devino
reprimido.
Freud señala la homogeneidad entre el olvido por ejemplo de nombres propios y la formación del
recuerdo encubridor. El olvido y el recuerdo parecen opuestos.
Ejemplo no recordamos un nombre pero en la memoria aparecen nombres similares, o que
comparten sílabas. Freud dice que son olvidos con recordar fallidos. Es un fracaso de la función
mnémica. Y nos percatamos de que se entrometió una perturbación momentánea en nuestras
funciones psíquicas. Quizás dentro de un rato ese nombre propio advenga a nuestra memoria.
Recuerdo de infancia, nos sorprende haber retenido el detalle, parece un logro de la memoria.
Desacierto del recordad. La memoria no reproduce lo genuino, sino un sustituto. En el caso del
olvido aparece el recuerdo de nombres sustitutivos. Y en el caso del recuerdo hay olvido de lo
importante.
La formación sustitutiva se produce de la misma manera. Sustituto por desplazamiento a lo largo de
una asociación superficial. Esos vínculos pueden estar dados por lo que Freud llama una asociación
extrínseca, por fuera del sentido, vínculo no de contenido, superficial. Generalmente hecho de
palabras o fragmento de palabras que establecen puentes entre lo olvidado y lo recordado.
Qué se desplaza? Freud propone la hipótesis de dos fuerzas psíquicas, las que provienen de los
recuerdos inconscientes que pugnan por ingresar a la conciencia y las fuerzas de la defensa, de la
represión que lo impiden. No se anulan una a la otra. Realizan una transacción, un compromiso.
Se produce un corrimiento del acento psíquico de lo importante a lo no importante. Desplazamiento
asociativo en el cual el contenido reprimido queda asociado al contenido recordado
conscientemente aparentemente irrelevante.
Freud comenta que se hicieron varios estudios del recuerdo pero lo que le interesa es que para saber
algo de los recuerdos reprimidos es preciso que participe la persona encuestada, lo mismo para el
síntoma, lo mismo para el olvido. Y para los sueños. Es necesario hacer hablar a la persona en
cuestión. No hay un sentido previo. Para producir algún saber debe dejarse hablar a la persona que
padece el síntoma, que tiene el recuerdo, que tiene el olvido o que tuvo un sueño.
Freud encuentra que existe una amnesia infantil. Lo tenemos en cuenta lo elevadas que pueden ser
las operaciones intelectuales y lo complejo de los sentimientos del niño. Muchas situaciones
olvidadas de la infancia no han pasado por el desarrollo de la persona sin dejar huella, quizá más
bien tuvieron una gran influencia posteriormente y sin embargo fueron olvidadas.
Es muy posible que el olvido de la infancia pueda darnos algunas claves para entender la amnesia
que está en la base de los síntomas neuróticos.
No hay garantía que los recuerdos sean fidedignos. Algunas imágenes mnémicas fueron falseadas, o
desplazadas.
Dos personas que hayan participado de una vivencia común no tienen idéntico recuerdo.
No es una simple infidelidad de la memoria. Freud sostiene que los recuerdos posteriores han
modelado la capacidad de recordar las vivencias infantiles. No es para todos los adultos idéntica la
manera de recordad. Olfativos, imágenes visuales, auditivos, motores. A diferencia del sueño que
prevalecen las imágenes visuales.
Freud dice los recuerdos de la infancia involucionan el desarrollo, en general son de plasticidad
visual. Tipo de recordar infantil.
Los adultos incluso visuales ya no ven a su persona propia en los recuerdos de vivencia más
adultos.
Freud: De los recuerdos más tempranos no tenemos la huella mnémica real y efectiva sino una
elaboración posterior de ella, influida por escenas posteriores. Los recuerdos de infancia, casi es una
tesis, adquieren el significado de recuerdos encubridores.
Todos los recuerdos son una elaboración, ya no es una vivencia en sí.
Comunicar los recuerdos se vuelve difícil, porque los recuerdos de infancia tienen lazo con los
recuerdos posteriores y haría falta exponer una biografía entera de la persona. Rara vez es posible
tener la anécdota separada de un recuerdo.
Freud se sirve de sí mismo para estudiar y analizar.
Antes de la elaboración analítica ese recuerdo de la infancia no parecía tener relevancia.
Recuerdo de Freud: 3 años. “Me veía berrinchando, pataleando de pie ante una canasta cuya tapa
mantenía abierto un hermanastro 20 años mayor que él”. Particularidad “me veía” – visual. Luego
entra la madre, bella y fina silueta que vuelve de la calle.
Freud analiza, descompone los elementos.
Al principio quiso explicar la situación de forma lógica, “mi madre corta una situación de burla”.
Uno se acuerda una situación pero no sabe sobre qué elemento de ella hay que poner el acento
psíquico.
El empeño analítico lo condujo a una idea que no esperaba de ese recuerdo. Lo que asocia Freud
(hacer hablar hace que una representación se enlace con otra – asociación libre, que uno se entregue
en los pensamientos adonde el pensamiento lo lleve): “seguramente yo extrañara a mi madre y
pensara que estaba dentro de la canasta”. El hermano abre la canasta, la madre no está y él patalea.
Ése es el aspecto que el recuerdo retuvo, al que siguió luego con la aparición de la madre que calmó
su añoranza.
Cómo se le ocurrió al niño buscar en la canasta a la madre?
Juego de palabras: en la canasta, encanastada, encerrada (en alemán)
Freud evoca unos sueños de la época del análisis del recuerdo. Esos sueños le traían el elemento
onírico de una niñera que Freud recordaba que le pedía una moneditas que A Freud le daban de
regalo – lo considera otro recuerdo encubridor.
Freud tenía a su madre viva, decide ir a contrastar ese recuerdo con si había una situación real que
la madre recordara. La madre le cuenta que en ese momento esa niñera era una persona que ella
confiaba pero durante el puerperio había tenido situaciones de hurtos en la casa y que a instancias
del hermano mayor fue llevada ante el tribunal.
Esa noticia le hizo entender que la desaparición repentina de esa persona que lo cuidaba no le había
sido indiferente y que Freud había acudido para preguntarle dónde estaba la niñera. Quizás Freud le
otorgó al hermano alguna participación de que haya desaparecido su niñera y que el hermano de
manera esquiva (juego de palabras) le respondió a Freud que estaba encanastada (en alemán alude a
encerrada).
Freud cuando era niño dejó de preguntar, no hay nada más que averiguar. Un tiempo después la
madre se ausentó, seguramente tuvo el pensamiento de que ese hermano malo había hecho con su
madre lo mismo que con la niñera y lo obliga a abrir la canasta…
Detalle trascendente: Freud: “Ahora comprendo por qué en esta escena visual infantil se destaca la
fina silueta de mi madre, que tiene que haber llamado la atención como recuperada, es decir, (Freud
es 2 años y medio mayor que su hermana, la que nació, causa de que la madre se ausentó) Cuando
tenía 3 años dejó de vivir con su hermano mayor y pasó a vivir con esta hermanita.
Encanastada en alemán también es embarazada.
Suele suceder que no se recuerden los embarazos de las madres. Algunos sí, otros no.
Freud señala que la vigencia, la permanencia de un recuerdo infantil intrascendente se debe a su
nexo asociativo con otro que ha devenido, sustraído de la conciencia, más significativo, más
esencial. Misma lógica que el síntoma.
Mecanismo común, donde la defensa desaloja aquello perturbador que bien puede ser un recuerdo
infantil y accede a la conciencia un sustituto desfigurado, que tiene unos nexos lógicos o asociativos
con el reprimido.
Al hacer hablar al sustituto intenta aparecer a lo reprimido.
Punto importante: no tenemos de la infancia la huella real o efectiva. Los recuerdos son
elaboraciones de la infancia que están moldeados por recuerdos posteriores. No hay una percepción
pura. Tenemos fragmentos, algunos acceden a la conciencia.

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