Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RESUMEN
Este artículo recoge la opinión de 48 escritores ecuatorianos en torno a dos
preguntas: ¿Qué significa para usted la lectura? y ¿Por qué es bueno leer? En
ambas preguntas se destaca a la lectura como fuente de conocimiento, como
fuente de placer, para ser axiológicamente más humano, para conocer la lengua,
para ampliar el vocabulario, para saber escribir y para comunicarnos en orden a
manifestar nuestra mejor expresión humana.
Palabras clave: lectura, placer, humano, opinión, texto.
1. ¿Qué significa para usted la lectura?
distancia.
Entendemos que esta pregunta, y las que luego serán analizadas, de conformidad
con la opinión que cada escritor dio, solo pueden ser respondidas por alguien que
lee ya con frecuencia. Por eso se creyó conveniente entrevistar solo a escritores.
Pues, es difícil concebir que alguien sea escritor sin previamente ser un buen
lector.
autor. Y es allí, en toda esa actividad fantasmática, en ese trabajo psíquico, donde
El acceso a la lectura que este grupo de escritores tiene es evidente. Cada opinión
por el que alcanzamos alguna comprensión de quiénes y qué somos, de por qué
también, para informarnos, dice otro entrevistado. Muy bien cabe aquí el criterio de
Littau: “En lugar de dar cuenta de las emociones y sensaciones del lector, hace de
casos, como podrían hacer los historiadores. Hago una narración elevada y
abarcadora, con plena conciencia de los riesgos que entraña” (ibid, p. 32).
Otro elemento, quizá el más esencial para este grupo de escritores, y para todo
“adicción”, elementos todos placenteros que forman parte del deseo de leer: “Si
leemos con ganas, esperando obtener placer, es muy probable que lo disfrutemos”
(Chambers, 2007a, p. 26). En este caso, se trata de un placer con disposición, con
circunstancia” (ibid, p.26); disposición, ganas de leer porque “el placer en un libro
para realizarse, para vivir, no al estilo de lo que señala Manguel: “Hoy en día, el
libro, (…) se ha convertido para nuestra sociedad (en la que, por cierto, seguimos
y se vende, con fecha de caducidad incluida” (2004, p. 73). Si así fuera, este grupo
Rosemblatt, recogida por Beatriz Elena Robledo: “En la postura estética, el lector
pone la atención en las vivencias que afloran durante el acto de lectura. „El lector
imágenes, ideas y escenas a medida que van presentándose‟” (2010, p. 22), como
pan del día, y como la sensación de vivir varias vidas; o como la potenciación de la
formarse como seres humanos, listos para saber pensar y analizar el mundo,
ejemplo de desarrollo de nuestra civilización, y por ende como una ventana hacia
cultural para sentirnos cada vez más realizados, y evitar así, lo que muy bien
sostiene Marina Colasanti: “Vivimos hoy una intensa crisis ética acelerada por el
fragrante predominio de los valores económicos sobre los valores del espíritu”
(2004, p. 91), opinión, por su valía, citada en el primer capítulo de este trabajo.
Harold Blom corrobora la enorme importancia que representa en el lector el
usar para sopesar y reflexionar, y que nos llene de la convicción de compartir una
humano lo que sostiene José Antonio Marina: “La palabra sirve, sobre todo, para
p. 17).
Desde esta óptica, por lo tanto, la lectura nos vuelve resistentes a todo acto de
deshumanización. Lo dice Fernando Savater: “Hay que leer para abrirse al mundo,
nuestro espíritu crítico, para no dejarnos entontecer por la televisión, para mejor
distinguirnos de los chimpancés, que tanto se nos parecen” (citado por Argüelles,
2009, p. 16). Y, ante todo, como sostiene uno de los entrevistados, leer para ser
con más precisión: “Un lector autónomo (al que nadie obliga a leer) que llegase a
declararse falto de placer en lo que lee, es alguien que está reconociendo alguna
penosa anomalía: frigidez, anorexia, impotencia” (ibid, p. 32). Pessoa siente muy
sintiendo la múltiple realidad, siendo las páginas tan solo un humilde pretexto para
reflexionar y emocionarnos no por los libros sino por la vida: por la libertad de vivir.
(…) Leo y soy liberado. Adquiero objetividad. Y lo que leo, en vez de ser un traje
mío que apenas veo y a veces me pesa, es la gran claridad del mundo exterior, el
sol que ve a todos, la luna que mancha de sombras al suelo quieto, los espacios
anchos que terminan en el mar, la solidez negra de los árboles que hacen señas
verdes arriba, la paz sólida en los estanques de las quintas, los caminos cubiertos
por las viñas en los declives de las cuestas” (citado por Argüelles, 2009, pp. 23-
24).
Al respecto, Harold Bloom nos dice que es bueno leer porque “la lectura sirve para
siempre nos demos cuenta, leemos en busca de una mente más original que la
la segunda.
Es bueno leer “porque un libro es más que una estructura verbal, o que una serie
por el texto que por la manera de ser leída”. (Cavallo y Chartier, 2011, pp. 16-17).
todas las disciplinas del saber humano: ciencia, humanidades, técnica, filosofía,
idiosincrasia de los pueblos; se puede vivir más plenamente. De ahí, “la inquietud
para entender una mutación que lanza un profundo desafío tanto a las categorías
que solemos manejar para describir la cultura escrita como a la identificación entre
el libro entendido como una obra y como un objetivo cuya existencia empezó
durante los primeros siglos de la era cristiana” (ibid, p. 20), y que seguirá
robusteciendo su andar por la vida en miles y miles de personas, que sin importar
el formato para leer, lo seguirán haciendo para fortalecer el talento humano desde
una lectura concienzudamente elaborada para poder tener acceso a todo tipo de
investigación, desde la más alta creatividad, y desde la fantasía, que no solo nutre
acceso a ese conocimiento hoy y siempre, y no solo desde el libro físico, sino
pensamiento universal.
nos dice Daniel Goldin- “los libros tienen el valor que el lector les dé en el
para conocer, nos dicen más del sesenta por ciento de los entrevistados. Leer
para conocer es estudiar. Por lo tanto, “en el estudio, la lectura y la escritura tienen
palabras de otros. (…) Tienes que llevar tus preguntas cada vez más lejos. Tienes
que darles densidad, espesor. Tienes que hacerlas cada vez más inocentes, más
elementales. Y también más complejas, con más matices, con más caras. Y más
entrevistados.
axiología de lo humano. Es importante leer porque nos hace más humanos, han
dicho. Aquí, el papel formativo de la lectura es evidente. Larrosa lo dice con vigor:
“Pensar la lectura como formación implica pensarla como una actividad que tiene
que ver con la subjetividad del lector: no solo con lo que el lector sabe sino con lo
que es. Se trata de pensar la lectura como algo que nos forma (o nos de-forma o
nos transforma), como algo que nos constituye o nos pone en cuestión en aquello
que somos” (ibid, pp. 25-26). Desde esta perspectiva nos han dicho que es bueno
leer porque se enriquece nuestro espíritu; leer da vida; nos anima el alma; nos
robustece el intelecto; nos desarrolla la memoria; nos hace valorar lo que tenemos
de la sociedad.
ser reflexivo, para entender y conocer a los demás. Se lee por purificación interna.
Han dicho que la lectura es nuestro sicoanalista más profundo, nos da disciplina,
estimula la imaginación, nos educa, nos actualiza, nos relaja, nos ayuda a pensar
sentirnos más solidarios, más libres, más pensantes, más actuantes, más
define Erich Fromm: “Se puede afirmar que el hombre está capacitado para el
amor y la razón porque existe, pero también, y a la inversa, que existe porque es
perdido, quiere decir que he encontrado una forma distinta de poseerlo para
siempre” (2009, p. 127). Y esto, por supuesto, es muy humano, muy formativo. En
otro apartado nos señala: “La lectura y la vida están tan estrechamente mezcladas
Es bueno leer también, nos han dicho los entrevistados, para disfrutar, para ser
felices, para tener el corazón contento, para entretenerme y para utilizar bien el
tiempo libre. Se lee por placer, por gozo espiritual, por relajamiento y para que la
y el hijo (si nace) será solo la consecuencia. Leemos por placer y la consecuencia
es que ampliamos nuestro conocimiento, moderamos ignorancias, obtenemos un
que los demás existen a través del diálogo, de la escritura, de los símbolos
los escritores escriben porque saben que en este absurdo universo la escritura es
la única cosa cuerda que pueden hacer para no perderse; (…) la escritura es el
único sitio sano y seguro, incluso si algunos de ellos debe enloquecer para
escribiente o al escritor en relación con el hecho lector: “Escribes lo que has leído,
lo que, al leer, te ha hecho escribir. Lees palabras de otros y mantienes con ellas
texto dice ni lo que tú seas capaz de decir sobre el texto. El texto solo dice lo que
conocimiento, para ser axiológicamente más humano, para disfrutar, para conocer