Está en la página 1de 3

La terminación de los tratados en el Derecho Internacional

El principio de Derecho Internacional pacta sunt servanda, locución de origen latino que se traduce
como “lo pactado obliga”, implica que el consentimiento que un Estado otorga para obligarse a
cumplir las condiciones previstas en un tratado internacional exige también que éste las cumpla de
buena fe, disposición que recoge el artículo 26 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados de 1969.

Esta obligación de cumplir los compromisos sirve de base para reafirmar la fuerza obligatoria e
intangibilidad de los tratados, lo que contribuye a la seguridad jurídica del derecho internacional,
motivo por el cual las condiciones para impugnar la validez de un tratado y darle término son
restringidas (Vargas Carreño, 2007: 166). Al respecto, la Convención de Viena establece en el
número 2 del artículo 42.

No obstante, lo anterior, para que el término de un tratado, o bien el retiro de éste en caso de ser
un acuerdo multilateral pueda tener efecto, se requiere que la condición esté prevista en las
disposiciones del propio texto o por el consentimiento entre las partes (Convención de Viena de
1969, art. 54).

Sin embargo, si estas condiciones no se cumplen, se procede a la denuncia de un tratado según se


encuentra establecido en el artículo 56 de la Convención de Viena: Denuncia o retiro en el caso de
que el tratado no contenga disposiciones sobre la terminación, la denuncia o el retiro:

1.- Un tratado que no contenga disposiciones sobre su terminación ni prevea la denuncia o el retiro
del mismo no podrá ser objeto de denuncia o de retiro a menos: a) que conste que fue intención
de las partes admitir la posibilidad de denuncia o de retiro; o b) que el derecho de denuncia o de
retiro pueda inferirse de la naturaleza del tratado. 2.- Una parte deberá notificar con doce meses
por lo menos de antelación su intención de denunciar un tratado o de retirarse del él conforme al
párrafo 1. Convención de Viena de 1969, art. 56)

En esta materia la doctrina debate acerca del límite al que un Estado puede ser visto obligado a
cumplir un tratado, y en este sentido, cuando las condiciones de terminación de un tratado no han
sido establecidas existe una cláusula de excepcionalidad para cesarlo y que puede ser aplicada por
el Estado en forma unilateral al momento que exista un cambio fundamental de las circunstancias
que motivaron la celebración del acuerdo. Se trata de la cláusula rebus sic stantibus, aforismo que
en su sentido literal significa “estando así las cosas”, y que generalmente se utiliza para justificar “el
incumplimiento de una promesa que se tiene la intención de cumplir, cuando han cambiado las
circunstancias.

La Convención de Viena positiviza el sentido del cambio fundamental en las circunstancias en su


artículo 62, según sigue: 1.- Un Cambio fundamental en las circunstancias ocurrido con respecto a
las existentes en el momento de la celebración de un tratado y que no fue previsto por las partes
no podrá alegarse como causa para dar por terminado el tratado o retirarse de él, a menos que: a)
la existencia de esas circunstancias constituyera una base esencial del consentimiento de las partes
en obligarse por el tratado; y b) ese cambio tenga por efecto modificar radicalmente el alcance de
las obligaciones que todavía deban cumplirse en virtud del tratado.
2.- Un cambio fundamental en las circunstancias no podrá alegarse como causa para dar por
terminado un tratado o retirarse de él: a) si el tratado establece una frontera; o b) si el cambio
fundamental resulta de una violación, por la parte que lo alega, de una obligación nacida del
tratado o de toda otra obligación internacional con respecto a cualquier otra parte en el tratado.

3.- Cuando con arreglo a lo dispuesto en los párrafos precedentes, una de las partes pueda alegar
un cambio fundamental en las circunstancias como causa para dar por terminado un tratado o
para retirarse de él, podrá también alegar ese cambio como causa para suspender la aplicación del
tratado. (Convención de Viena de 1969, art. 62).

Sin embargo, la jurisprudencia internacional sobre la aplicación del cambio fundamental en las
circunstancias en base a la cláusula rebus sic stantibus no es muy numerosa y las decisiones de la
Corte Internacional de Justicia al respecto no permitirían determinar plenamente el sentido de su
alcance.

No obstante, en forma explícita la jurisprudencia de la Corte ha reconocido que su utilización tiene


carácter excepcional (Abello, 2006). En definitiva, la consecuencia principal de la terminación de un
tratado según el artículo 70 de la Convención de Viena es que las partes quedan liberadas de la
obligación de seguir cumpliendo los términos del acuerdo. Asimismo, ningún derecho, obligación o
situación jurídica creada por la ejecución de ese tratado en forma anterior a su término podrá
verse afectada por la terminación de éste (Convención de Viena de 1969, art. 70).

A partir de lo señalado anteriormente se ha determinado que el reconocimiento constitucional de


la participación del Poder Legislativo en la aprobación del mecanismo de denuncia de tratados está
consagrado solo en algunos ordenamientos jurídicos y principalmente respecto de tratados de
naturaleza específica.

En el Derecho Internacional Público los Estados pueden elegir a qué quieren obligarse, los Estados
eligen si se quieren obligar a cumplir un tratado y si no quieren, no forman parte del tratado, no lo
ratifican y listo no están obligados a cumplirlo.

Entonces siendo la voluntad de los Estados tan importante en el derecho internacional, es lógico
que un Estado pueda decidir en un punto ya no querer estar obligado a cumplir con un tratado es
esto se le conoce como denuncia, ahora la libertad que tienen los Estados de denunciar un tratado
no es tan amplia como la libertad inicial que tienen los Estados de obligarse a cumplir un tratado o
no, los Estados tienen toda la libertad de decidir no obligarse a cumplir con un tratado, pero si
deciden obligarse a cumplirlo, la posibilidad de salirse de esa obligación de denunciar el tratado si
tiene restricciones, porque de lo contrario no sería posible.

Cuando un Estado ratificó un tratado y si se complica poder cumplirlo, esto traería inseguridad
jurídica la denuncia de los tratados está restringida y regulada por la Convención de Viena sobre el
derecho de los Tratados. De acuerdo con la Convención de Viena Los Estados pueden llegar a
tratados donde se incluya de forma expresa la posibilidad de denunciar el tratado y las condiciones
de cómo va ser efectiva la denuncia, la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece
que: “Los Estados pueden denunciar la Convención siempre y cuando hayan pasado cinco años
desde que entró en vigor, y una vez notificada la denuncia, esta empieza a surtir efectos 12 meses
después de realizada la Convención Americana establece de forma expresa que una denuncia no
tiene ninguna consecuencia sobre aquellas violaciones de Derechos Humanos ocurridas antes de la
fecha en que empezó a surtir efectos la denuncia.

Entonces un Estado puede denunciar la Convención Americana, pero va seguir respondiendo ante
la comisión y la Corte Interamericana por las violaciones de Derechos Humanos ocurridas con
anterioridad a que la denuncia empezara a surtir efectos. La Convención de Viena establece que si
el tratado no séala de forma expresa la posibilidad de denunciarlo, se debe entender que no se
puede denunciar el tratado a menos que conste que fue intensión de las partes en admitir la
posibilidad de denuncia o de retiro, o que el derecho de denuncia o de retiro pueda inferirse de la
naturaleza del tratado, o sea, de algún lugar. Se debe entender que los Estados pueden denunciar
este tratado, si no, no se puede.

Un claro ejemplo sería: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos no establece la


posibilidad de denunciar el pacto, Corea del Norte denunció en 1997 ante esta situación, se tenía
entonces que revisar si el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de alguna manera
daba a entender que se tenían que permitir las denuncias. Y esto fue lo que hizo el Comité de
Derechos Humanos, que es el órgano encargado de supervisar el cumplimiento del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, El Comité de Derechos Humanos interpretó que las
denuncias al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos no son válidas, y que no consta que
hubiese una intención de las partes de permitir una denuncia y tampoco puede inferirse la
naturaleza del pacto que se tengan que permitir estas denuncias. Si no todo lo contrario Al ser un
tratado de derechos humanos se puede inferir justamente que no se pueden permitir las
denuncias. Para otro tipo de tratado donde sí se puede inferir de la voluntad de las partes, la
posibilidad de que los Estados denuncien.

También podría gustarte