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AGENDA DE

POLÍTICA EXTERIOR
2017 - 2021
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www.cancilleria.gob.ec
Lenín Moreno Garcés
Presidente Constitucional de la República del Ecuador

María Fernanda Espinosa Garcés


Ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana

Byron Rolando Suárez


Viceministro de Relaciones Exteriores, Integración Política y Cooperación Internacional

José Luis Jácome


Viceministro de Movilidad Humana

Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana


Quito - Ecuador
Enero 2018

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ÍNDICE
Presentación 5

1. Escenario Internacional 9

2. Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021 – Toda una Vida 29

3. Principios de las Relaciones Internacionales 33



4. Ejes transversales 37

5. Objetivos de la Política Exterior 43

Objetivo 1: Defender las soberanías y la construcción de la paz. 46


Objetivo 2: Defender los derechos humanos y los derechos
de la naturaleza. 48
Objetivo 3: Impulsar la inserción estratégica del Ecuador y la
diversificación de nuestras relaciones internacionales en
función de los intereses del país. 52

Objetivo 4: Promover la consolidación de los mecanismos


de integración bilateral, regional y el fortalecimiento
del multilateralismo. 54

Objetivo 5: Promover el ejercicio de los derechos de las


personas en movilidad humana en todas sus dimensiones. 58

Objetivo 6: Coordinar la Cooperación Internacional para


el cumplimiento de las prioridades y objetivos definidos
por el gobierno. 62
Objetivo 7: Fortalecer la gestión y la profesionalización
del servicio exterior y la diplomacia ciudadana. 65

Anexo: Mesas de diálogo sobre política exterior 69

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4
Presentación
La Agenda de Política Exterior define los objetivos y
políticas que orientarán el trabajo del Ministerio de
Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, durante el
período 2017-2021, en los ámbitos de la coordinación del
Consejo Sectorial de la Política Exterior y Promoción, las
relaciones exteriores, la movilidad humana y la cooperación
internacional.

Desde el 24 de mayo de 2017, día en que inició el mandato


del Presidente de la República, Lenín Moreno Garcés, se
decidió que la definición de la política exterior del Ecuador
sea también parte de un proceso amplio e incluyente
de elaboración colectiva. Así se logró la más amplia
participación de los distintos sectores de la sociedad
ecuatoriana, más allá del lugar físico donde sus ciudadanos
se encuentren, a fin de posicionar estratégicamente a
nuestro país en el mundo.

En este marco, la elaboración de la Agenda de Política


Exterior 2017-2021 se fundamentó en los principios de las
relaciones internacionales establecidos en la Constitución
de Montecristi. Por lo tanto, la Agenda responde a los
intereses del pueblo ecuatoriano, la defensa de las
soberanías, la convivencia pacífica, la promoción de la
paz, la autodeterminación de los pueblos, la promoción de
la ciudadanía universal y la libre movilidad humana. Para
ello, exige la defensa de los derechos humanos y de la
naturaleza, pero sobre todo, promueve su pleno ejercicio
durante toda la vida.

De igual modo, la Agenda se articula a los Objetivos de


Desarrollo Sostenible y al Plan Nacional de Desarrollo
2017-2021 “Toda una Vida”. Si bien el Objetivo 9 de este
último, “Garantizar la soberanía y la paz, y posicionar
estratégicamente el país en la región y el mundo”, es aquel
que está relacionado directamente con las competencias
del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad
Humana, cada uno de sus objetivos también guarda
estrecha relación con los que contiene la Agenda.

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La elaboración participativa de la Agenda de Política un amplio conjunto de políticas, estrategias y lineamientos
Exterior 2017-2021, permitió un amplio debate sobre para su cumplimiento, con su correlato en la planificación
el escenario internacional y la realidad nacional, en un estratégica. Es, igualmente, una hoja de ruta que permitirá
proceso asociado al Diálogo Nacional impulsado por fortalecer las Misiones Diplomáticas y Oficinas Comerciales
el Presidente Lenín Moreno, bajo el lema “Nada para del Ecuador en el exterior, con políticas y actividades de
ustedes, sin ustedes”. En este marco, desde la Cancillería promoción cultural, turística y de comercio exterior.
organizamos 10 mesas temáticas en Quito, Guayaquil,
Cuenca, Esmeraldas y Montecristi. Para cumplir con sus objetivos, la Agenda se estructura
en cinco secciones. La primera aborda el Escenario
De manera paralela, se llevaron a cabo 32 mesas de Internacional con las grandes tendencias geopolíticas y
trabajo en el exterior, con nuestras comunidades migrantes económicas a nivel global, y se focaliza en las relaciones
en todo el mundo. Las mesas temáticas contaron con del Ecuador con las distintas regiones y continentes,
la intervención de redes de migrantes, productores resaltando en todos los casos los puntos centrales de las
agropecuarios y agroecológicos, asociaciones de mujeres, relaciones internacionales de nuestro país con el mundo.
organizaciones y colectivos de pueblos y nacionalidades
indígenas, afrodescendientes y montubios, asociaciones En la siguiente sección se presentan los aspectos más
de campesinos, empresarios, embajadas y consulados importantes del Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021
acreditados en el Ecuador, organismos internacionales, “Toda una Vida”, y se vinculan todos los puntos del Plan
instituciones públicas y privadas, universidades, entre directamente con la labor y las políticas públicas que
otros. Desde cada rincón, aportaron a la construcción de lleva adelante la Cancillería. La tercera sección se centra
esta Agenda con sus reflexiones, discusiones y debates. en los Principios de las Relaciones Internacionales, en
donde se detallan los principios definidos en el artículo
La Agenda de Política Exterior constituye, por tanto, 416 de la Constitución de la República, así como
una herramienta de enorme importancia, porque así también disposiciones sobre la negociación de tratados
como establece un conjunto de temáticas centrales e instrumentos internacionales. La cuarta sección está
para la política pública de este Ministerio en la gestión centrada en un conjunto de Ejes Transversales para la
de gobierno 2017-2021, precisa, además, una serie de acción de la Cancillería: el Enfoque de Igualdad, la Igualdad
elementos de particular relevancia para el Ecuador a nivel de Género, la Movilidad Humana, la Interculturalidad, la
internacional, como la defensa de los derechos humanos, Cultura de Paz, los Derechos Humanos y los Derechos
la justicia fiscal, la defensa de la naturaleza, el enfoque de de la Naturaleza. Finalmente, en la quinta sección, se
igualdad, la igualdad de género, la movilidad humana, la establecen los siete objetivos que guiarán la política
promoción de la interculturalidad y la cultura de paz, entre exterior durante el período 2017 – 2021.
otros temas.
El primer objetivo, “Defender las soberanías y la
En este sentido, nuestra Agenda es el marco que sustenta construcción de la paz”, fortalece el principio de la defensa
la toma de decisiones relacionadas con la política de las soberanías y la autodeterminación de los pueblos,
exterior por parte de la Cancillería, pero también para los y, al mismo tiempo, ratifica el compromiso de nuestro país
ministerios del Consejo Sectorial de la Política Exterior con la paz.
y Promoción, integrado por los Ministerios de Turismo,
Comercio Exterior y Cultura y Patrimonio, y el Ministerio de El segundo objetivo, “Defender los derechos humanos
Ambiente como entidad asociada. La Agenda establece y los derechos de la naturaleza”, afirma que la defensa

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de los derechos es uno de los elementos de principal Finalmente, el séptimo objetivo, “Fortalecer la gestión y
interés nacional por lo que se continuará impulsando la profesionalización del servicio exterior y la diplomacia
su reconocimiento a nivel internacional, sobre todo, ciudadana”, promueve una Cancillería de puertas abiertas
en lo que involucra a la naturaleza y a las mujeres, y destaca la importancia que tiene la formación permanente
las personas en situación de movilidad humana, los y la especialización de nuestro servicio exterior, con el fin
pueblos y nacionalidades indígenas y afrodescendientes, de garantizar una gestión eficiente y de calidad, tanto
las personas con discapacidad, las niñas, niños y en el territorio nacional como en nuestras Embajadas y
adolescentes. Consulados.

El tercer objetivo, “Impulsar la inserción estratégica La Agenda de Política Exterior 2017-2021 constituye,
del Ecuador y la diversificación de nuestras relaciones por tanto, un instrumento fundamental para el trabajo
internacionales en función de los intereses del país”, articulado del sector externo, así como para la formulación
articula el accionar del sector externo y promueve la e implementación de la política exterior del Estado
inserción inteligente del Ecuador en el mundo, como ecuatoriano. Su elaboración fue posible gracias a todos los
potencia turística y cultural, así como también en su rol de aportes realizados por la ciudadanía, a quien va dirigido
exportador de bienes y servicios de alta calidad. nuestro trabajo, con la convicción de que juntos podemos
continuar la construcción de un país y un mundo más justo,
El cuarto objetivo, “Promover la consolidación de equitativo, sustentable y solidario.
los mecanismos de integración bilateral, regional
y el fortalecimiento del multilateralismo”, ratifica
nuestro compromiso con los procesos de integración
latinoamericana y nuestro interés por construir un
multilateralismo más eficaz y democrático entre los
Estados, en el marco de un orden global multipolar.
María Fernanda Espinosa Garcés
El quinto objetivo, “Promover el ejercicio de los derechos
de las personas en movilidad humana en todas sus Ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
dimensiones”, reafirma la garantía de derechos para
nuestros migrantes en el exterior, aquellos compatriotas
que han retornado, así como de los refugiados y
ciudadanos de otros países que viven en Ecuador.

El sexto objetivo, “Coordinar la Cooperación Internacional


para el cumplimiento de las prioridades y objetivos
definidos por el gobierno nacional”, busca profundizar y
diversificar la cooperación y la obtención de recursos para
el cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo, así como
proyectar al Ecuador como oferente de cooperación Sur-
Sur.

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1 ESCENARIO
INTERNACIONAL

www.cancilleria.gob.ec
9
Sede de UNASUR - Quito

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1. ESCENARIO INTERNACIONAL 1.1. Panorama económico y político global

La geopolítica global y el actual contexto de las relaciones El panorama económico global de la segunda década del
internacionales viven un momento crítico: sus innegables siglo XXI se ha esbozado como altamente complejo por las
repercusiones en el marco regional y nacional han vuelto débiles expectativas y por el pesimismo generalizado, que
imprescindibles su lectura y comprensión frente a la no permitieron que la sombra del “estancamiento secular”
política exterior que Ecuador desarrollará durante los en las economías desarrolladas y emergentes se disipe
próximos años. completamente. De esa manera, se ha corroborado una
disminución tendencial de la tasa de crecimiento del PIB,
El mundo se encuentra en una de las etapas más una débil demanda agregada y una consecuente caída de
complejas de toda su historia. Vivimos en un contexto los niveles de comercio a nivel mundial.
de paradojas y contradicciones. Por una parte, somos
conscientes del enorme desarrollo tecnológico ocurrido en Sin embargo, la Comisión Económica para América Lati-
las últimas décadas, con un crecimiento exponencial de la na y el Caribe (CEPAL) y el Fondo Monetario Internacional
comunicación, expresada en nuevos medios, plataformas (FMI), coinciden en que existe un optimismo moderado
y redes sociales. Por otra parte, dichos avances han para 2017 y 2018, aún en línea con la tendencia de bajo
contribuido muy poco a resolver las grandes problemáticas crecimiento predominante desde la Gran Recesión 2008-
de nuestro tiempo, como la pobreza, la desigualdad, el 2009. Así, la economía mundial en 2016 creció en un 3,2%
hambre y la guerra. Adicionalmente, el mundo acepta la y, según el World Economic Outlook del FMI de julio 2017,
transferencia de recursos financieros de un país a otro se estima un crecimiento global entre el 3,5% y el 3,6%
sin mayores restricciones, pero limita el derecho a la para 2018, evidenciando que existen renovadas expecta-
movilidad de las personas. tivas de crecimiento, aunque todavía débiles, del volumen
del comercio mundial y de los precios de las materias pri-
A ello se suman otros problemas, como los efectos del mas.
cambio climático, el deterioro ambiental a causa de la
contaminación, la desaparición de bosques y selvas, las Este crecimiento no es homogéneo: para 2017, las econo-
inundaciones y las sequías cada vez más extremas y más mías avanzadas y emergentes crecerían entre 2% y 4,6%,
prolongadas. Se mantienen los conflictos, el repunte del respectivamente, mientras que para 2018 sería de entre
ultranacionalismo, las crisis que provocan fenómenos 1,8% y 4,8%.
migratorios forzados, los genocidios y las situaciones de
violencia extrema contra grupos poblacionales específicos, • La actividad económica se empieza a recuperar en las
siempre bajo la sombra de un terrorismo cada vez más economías desarrolladas como consecuencia de la imple-
difícil de rastrear, como de definir. mentación sin precedentes de políticas fiscales y moneta-
rias expansivas. No obstante, los pronósticos para Esta-
Esta realidad también puede ser analizada desde la dos Unidos han sido revisados a la baja, ante la previsión
actual política internacional, caracterizada, desde hace de que las políticas fiscales probablemente moderen su
un tiempo, por dinámicos cambios que van configurando carácter expansivo (2,1% para 2017). Para los países de
a futuro un mundo crecientemente influenciado por la la zona euro, se evidencia un comportamiento algo más
multipolaridad y por el ascenso de diversas economías dinámico, impulsado por una recuperación leve de la de-
emergentes. manda doméstica, pero con riesgos por delante con rela-
ción al proceso del Brexit.

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• Para las economías emergentes, en transición y en vías Evidentemente, los procesos económicos no están diso-
de desarrollo, se percibe un crecimiento sostenido, refleja- ciados de lo que ocurre en lo político y lo social. Por un
do en la revisión al alza de un 4,6% para 2017. Se ha esta- lado, debemos considerar el aumento en las tasas de mo-
bilizado relativamente el crecimiento de China, proyectado vilidad humana en el mundo, tomando en cuenta que en
en 6,7% para 2017 y en 6,4% para 2018. India muestra el año 2015 aproximadamente 244 millones de personas
una importante actividad económica que apuntala su cre- cruzaron una frontera internacional, lo que representa el
cimiento, para 2017, en 7,1%, consolidándose así como el 3,3 % de la población mundial, según la Organización In-
más destacado de los mercados emergentes. Igualmente, ternacional de las Migraciones. Dicha migración busca un
hay leves mejorías en Rusia, Brasil, y un notable dinamis- mercado laboral que le permita alcanzar una vida mejor,
mo en Irán. debido a las desigualdades que viven los migrantes en
sus sociedades de origen y que son cada vez mayores a
Por supuesto, dichos indicadores económicos optimistas nivel global.
reflejan únicamente las expectativas de los mercados,
mas no evidencian el creciente descontento hacia lo que Por otro lado, se evidencia una creciente insatisfacción
algunos analistas e investigadores han denominado hi- con los regímenes internacionales vigentes, una pugna
perglobalización –con indicios de fragmentación-, que ha por la democratización del sistema multilateral que incluye
exacerbado y consolidado problemas estructurales como: límites en el poder de veto y la necesidad de reafirmar el
principio de “un país un voto”, tanto para países desarro-
• La inequidad y la concentración desigual de la riqueza: llados como países en desarrollo. Se requiere crear es-
8 personas poseen la misma riqueza que la mitad más po- pacios nuevos para los actores emergentes y en vías de
bre de la población mundial (3.600 millones). Además, se desarrollo, y aumentar el acceso y la democratización del
estima que los ingresos de entre el 65% y el 70% de los ho- desarrollo tecnológico y de las plataformas de información.
gares de las 25 economías avanzadas, se han estancado
o han caído en el año 2014 comparado con 2005. De manera más específica, se ha evidenciado el cambio
de las ecuaciones políticas en las distintas regiones. Se
• La desmedida financiarización de la economía por sobre constata que el auge de consignas políticas de corte na-
la economía real, con la consecuente capacidad limitada cionalista y conservador y la ralentización de esquemas
de financiamiento para actividades productivas. de regionalismo, tanto de integración regional como de
cooperación intergubernamental, ocasionan, entre otros
• El poder del capital transnacional frente a los Estados; efectos, la exacerbación de las crisis migratorias con pre-
los obstáculos existentes frente a la capacidad regulatoria ocupantes consecuencias humanitarias.
de los Estados y de su margen de acción para plantear
políticas públicas que favorezcan el desarrollo y la redistri-
bución; y, la subsistencia de paraísos fiscales.

• El vertiginoso desarrollo tecnológico, que mayoritaria-


mente beneficia a las élites y al capital, por la monopoli-
zación del sistema de protección de propiedad intelectual,
ha contribuido poco a mitigar problemas como el cambio
climático o el acceso a alimentos y medicinas; sin embar-
go, ha favorecido el deterioro del empleo y la precariza-
ción de los sectores medios y bajos.

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La región actualmente asiste a un período de disputas
políticas que, no obstante, no corresponde a lo que los
medios de comunicación han buscado posicionar como
un “agotamiento de la izquierda” o un “viraje hacia la de-
recha”. La década y media de presencia de proyectos po-
líticos populares de izquierda, así como la aplicación de
políticas redistributivas, de integración y de reivindicación
de la soberanía, han permitido no sólo la disminución de
la pobreza y de la desigualdad, sino también transforma-
ciones económicas, sociales, productivas y de infraestruc-
tura notables. Sin embargo, un neoliberalismo renovado
ha buscado deslegitimar estos proyectos, para recuperar
el poder en función de sus propios intereses. También se
Anuncio del cese al fuego bilateral y temporal
entre el Gobierno de Colombia y el ELN observa la existencia de interpelaciones y nuevas expec-
tativas frente a los modelos progresistas, lo que coloca en
1.2. Panorama de América Latina disputa los espacios de poder entre éstos y las propuestas
neoliberales.
Latinoamérica vive actualmente una época de tensiones, e
incluso de contradicciones, en la cual se evidencia la exis- Política Regional
tencia de dos modelos en pugna. Por un lado, la defensa
y profundización de un modelo de corte neoliberal y, por • En Argentina y Brasil la política exterior está orientada,
el otro, un escenario progresista de inclusión y desarrollo principalmente, por el acercamiento a Estados Unidos, la
social, en el cual el Estado y las políticas públicas tienen priorización de la agenda comercial con la Unión Europea
un rol fundamental en la redistribución del ingreso y en la y la proyección internacional hacia el Asia–Pacífico.
creación de empleo.
• Las relaciones entre Chile y Bolivia han registrado una
Estas diferencias se evidencian también en los proyec- serie de tensiones diplomáticas por el litigio ante la Corte
tos de índole regional, en organismos como la Unión de Internacional de Justicia de La Haya, que actualmente se
Naciones Suramericanas (UNASUR), y la Comunidad de encuentra en fase de presentación de contramemorias. Se
Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en los espera que para 2018 la Corte emita su decisión.
que Ecuador cumple un rol importante en su construcción
y sostenimiento. Estos han favorecido la articulación de • La situación en Venezuela está marcada por el
políticas públicas en áreas tan diversas como la salud, la establecimiento del diálogo entre el Gobierno y la
educación, la seguridad social, la defensa, la promoción oposición. El proceso de una Asamblea Nacional
cultural y la construcción y concertación del concepto de Constituyente ha profundizado los cuestionamientos de la
la ciudadanía sudamericana. Por otro lado, la Alianza del oposición venezolana y de los medios de comunicación,
Pacífico, marcada fundamentalmente por su impronta co- mientras que la Organización de Estados Americanos,
mercial y en defensa del libre mercado, también tiene una OEA, ha asumido una postura controversial, al transgredir
connotación política representativa del modelo neoliberal, el principio de no intervención en asuntos internos de un
en defensa del status quo. Estado y el respeto a su soberanía.

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los distintos ámbitos de acción regional.
• En Colombia, la implementación de los Acuerdos de Paz • Existe una configuración política favorable hacia una
entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias agenda económica neoliberal, que ha volcado su atención
de Colombia, y el actual proceso de negociación con el hacia iniciativas de índole aperturista como la Alianza del
Ejército de Liberación Nacional, que se llevan adelante Pacífico, coadyuvando a la ralentización de los procesos
en Ecuador, suponen los dos principales desafíos para el en UNASUR y CELAC.
país. Tienen directa incidencia en el proceso electoral de
2018 y en las relaciones fronterizas de ese país con Ecua- • MERCOSUR, luego de la reconfiguración política del
dor y Venezuela. Cono Sur, apunta hacia una convergencia con los obje-
tivos de la Alianza del Pacífico, y pretende impulsar una
• La creciente movilidad humana intrarregional obliga a es- agenda comercial más ambiciosa con socios externos
tablecer políticas públicas de equiparación de derechos, como la Unión Europea y China, relegando a la agenda
de acceso a servicios y facilitación de ingreso migratorio. regional. Sin embargo, hay que resaltar el impulso de in-
Para ello es fundamental el fortalecimiento de las instan- tegración muy importante con el Acuerdo de Residencia
Migratoria.

• La OEA no logra constituirse en un espacios de diálogo


que garantice el consenso en las posturas frente a temas
políticos trascendentales de la coyuntura.

• CELAC es un foro político fundamental para la región,


que busca consensos sobre temas de interés común,
como la construcción de la región como una zona de paz.
Continúa siendo un organismo importante de relación con
otros bloques regionales y países, en el cual Ecuador es
integrante del Cuarteto.

• La CAN ha logrado llegar a determinados acuerdos, bajo


la presidencia pro témpore de Ecuador en 2017. En este
ámbito subregional se está negociando la interconexión
cias regionales y de las relaciones bilaterales. eléctrica, el roaming internacional, la dinamización del co-
Organismos regionales mercio y el Estatuto Andino Migratorio que pretende facili-

• Los recientes esquemas de integración y diálogo político


(UNASUR y CELAC) son reflejo de la necesidad de con-
tar con espacios más democráticos para todos los países.
Luego de importantes avances, la coyuntura política y los
déficits institucionales han dado lugar a una ralentización
en su avance que, no obstante, no significa su estanca-
miento o mucho menos su desaparición. Como ejemplo,
los Consejos de UNASUR han continuado funcionando en

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tar la migración laboral entre sus Estados miembros. ten varios factores de riesgo como la intención de China
Economía de volcar su modelo hacia el consumo interno, medidas
proteccionistas de Estados Unidos, el comportamiento de
• En lo concerniente a América Latina, la CEPAL, en su las tasas de interés estadounidenses y las incertidumbres
más reciente revisión de perspectivas de la situación eco- vigentes en el mercado de las materias primas.
nómica (agosto 2017), también se ha referido a un con-
texto moderado pero de crecimiento sostenido, donde el • América Latina continuará fortaleciendo los vínculos eco-
PIB regional vería un alza de 1,1%, dejando atrás 5 años nómicos con la Cuenca del Pacífico y especialmente con
de desaceleración económica y dos años de contracción. China.
Incidirán en ello una recuperación leve de los volúmenes
del comercio internacional asociado a un aumento modes- Seguridad
to de la demanda agregada, así como una proyección de
crecimiento de los términos de intercambio del 3% para • En América Central, los desafíos de seguridad influyen en
2017, luego de dos años de deterioro en los precios de los las acciones de sus Gobiernos. Aspectos como el tráfico de
sectores de energía y alimentos. drogas ilícitas han generado una dependencia estratégica
hacia los Estados Unidos, cuyas políticas de asistencia y
• Evidentemente existen diferencias a nivel subregional, cooperación inciden en las agendas de dichos gobiernos
donde Sudamérica es la más rezagada por su composi- y promueven dificultades en la articulación política de la
ción mayoritaria de economías especializadas en bienes región. En ese contexto, la presencia de Donald Trump en
primarios, con un crecimiento esperado de 0,6%. En con- el poder ha reforzado aún más la visión securitista de la
traste, Centroamérica y México proyectan un crecimiento política estadounidense, y su desinterés hacia los temas
de 2,7%, basado en la demanda interna, en tanto que para hemisféricos.
el Caribe se contempla un 1,2%.
• En lo concerniente al tema de las drogas, de acuerdo a
• Aún se aprecia una recuperación limitada, ya que exis- la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(UNODC, por sus siglas en inglés), la mayor producción de
cocaína a nivel mundial se concentra en Perú y Colombia,
lo que es un tema crítico para Ecuador, por su posición
estratégica para la logística de esos flujos. Es importante
en este ámbito dimensionar también el rol del consumo
problemático de drogas ilícitas en el mundo, que evidente-
mente ocasiona presión para aumentar la producción y el
tráfico ilícito de estupefacientes. En todo caso, cabe des-
tacar el éxito que ha tenido la política ecuatoriana para el
control e incautación de drogas, desde una perspectiva
soberana y sustentada en recursos y acciones propias.

• Las redes transnacionales de trata de personas se han


convertido en una de las principales problemáticas de los
Estados, que consiste en una nueva forma de esclavitud
del siglo XXI. En el Ecuador, desde el año 2012 a la fecha,

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se han registrado 6.000 víctimas de trata, lo que pone a que se ha incrementado significativamente en países como
prueba todos los efuerzos nacionales e internacionales, Bolivia, Cuba, Nicaragua, México y Ecuador, aunque los
para luchar contra dicho flagelo. roles y la política continúan siendo predominantemente

Desigualdad y políticas de género

• Un aspecto común en la región es la persistencia de la


discriminación, la desigualdad y la violencia que enfrentan
las mujeres, así como la falta de acceso y cumplimiento de
sus derechos en igualdad de condiciones. A pesar de los
progresos realizados, las mujeres y niñas latinoamerica-
nas continúan enfrentando desventajas en el acceso a la
escolaridad, mientras que en el mercado laboral la mayor
parte mantiene empleos informales, perciben salarios más
bajos que los hombres por igual trabajo y cuentan con un
limitado acceso a cargos directivos, en el sector público
y privado, así como de elección popular. A ello se suma,
la falta de reconocimiento del trabajo no remunerado del
hogar como aporte a la sociedad y la economía, que con-
Feria por el Día Internacional del Migrante 2017
tribuye a la marginalización de las mujeres del sistema
económico. dominados por patrones masculinos.
Movilidad humana
• Por otro lado la violencia contra mujeres, niñas y ado-
lescentes, tanto física como sexual, psicológica emocional • Otro de los grupos de atención prioritaria son las perso-
y laboral, resulta endémica. La incidencia de femicidios nas en movilidad, pues América Latina se mantiene como
en varios países latinoamericanos es alarmante y por lo la región de mayor incidencia en emigración que en in-
general va acompañada de impunidad y falta de acceso migración. Los flujos interregionales son significativos,
efectivo a la justicia. La violencia estructural y la feminiza- aunque Estados Unidos sigue siendo el principal destino
ción de la pobreza han contribuido a la profundización de (según la Organización Internacional para las Migracio-
las condiciones de violencia. Adicionalmente, las mujeres, nes, OIM, cercana al 70% del total de los flujos de emigra-
niñas y adolescentes en situación de movilidad y las refu- ción regional), seguido de España y de otros países de la
giadas se encuentran en condiciones de una vulnerabili- Unión Europea, UE. En este contexto, el endurecimiento
dad todavía mayor. de las políticas de acogida a la inmigración en Estados
Unidos y el aumento de deportaciones –inclusive antes de
• Si bien la región es de las únicas en el mundo en la Administración Trump- ha dado paso al incremento de
congregar a los Estados con el objetivo de establecer la migración riesgosa, ya sea por medio del uso de rutas
compromisos políticos para erradicar las desigualdades de no convencionales y peligrosas, así como del uso de trafi-
género, la violencia y la discriminación hacia las mujeres, cantes de personas.
persiste en cambio la lucha por la incorporación de un
enfoque transversal de género. En estas condiciones, es • Además, a nivel interregional se ha evidenciado el
fundamental la participación política activa de las mujeres, incremento del flujo de personas en necesidad de

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protección internacional, siendo la violencia en sus países
de origen la principal causa. Ecuador es el mayor receptor
de refugiados en América Latina. No obstante, no se debe
dejar de lado la incidencia de personas cuyo motivo de
expulsión son los impactos del cambio climático, tal como
ha ocurrido en Haití o en Puerto Rico. Estas situaciones
particulares que enfrentan los desplazados climáticos
deben ser consideradas en las discusiones sobre la
responsabilidad que tiene la comunidad internacional en
procura de soluciones duraderas para este grupo humano.

• Por último, la migración irregular continúa siendo aborda-


da por la mayoría de los gobiernos latinoamericanos como
un “problema” de seguridad, hecho que ha dado origen a
tensiones bilaterales o a la potencial criminalización de la
inmigración.

Ecuador y su postura frente a América Latina

Ecuador ha sido uno de los principales referentes regionales en la defensa de la soberanía de los Estados, en la apli-
cación del principio de no intervención en asuntos internos de los Estados, la libre movilidad, la no criminalización de
la migración, la ciudadanía universal, el impulso del concepto inclusivo de la movilidad humana y, en la preservación
de América Latina y el Caribe como zona de paz.

De igual forma, ha sido un actor importante en el fortalecimiento de la institucionalidad de los mecanismos políticos
de integración regional, tales como UNASUR, CELAC y ALBA. En este sentido, Ecuador mantiene una relación amis-
tosa y de cooperación con los países de la región, en particular con Colombia y Perú, mediante la instauración del
exitoso mecanismo de los gabinetes binacionales. Además, Ecuador ha actuado en la región mediante el esquema
de Cooperación Sur-Sur, tanto como agente como receptor.

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1.3. Panorama de América del Norte y Europa imperfecto, se planteaba como un compromiso global
por detener los efectos nocivos de ese flagelo. En ese
Estados Unidos sentido, Washington generó el rechazo generalizado de
la comunidad internacional, promoviendo un frente más
• A nivel global, desde hace varios años, se percibe a homogéneo de los países que sostienen compromisos
Estados Unidos como una potencia hegemónica con una para luchar contra el cambio climático y, además, dejando
creciente pérdida de poder en el escenario internacional. espacios para nuevos liderazgos internacionales en la
El triunfo de Donald Trump constituye un claro giro y materia, como Francia o China.
un distanciamiento de la política de su predecesor, no
sólo a nivel interno, sino también en el relacionamiento • En su política exterior, Estados Unidos prioriza las
con el resto del mundo. Aunque Estados Unidos sigue necesidades internas de su país: seguridad y defensa. Así,
manteniendo un rol preponderante en el tablero mundial, realizó sustanciales recortes de los fondos de cooperación
el principio de la Administración Trump “América primero” y ayuda al exterior en un 32%. Para América Latina, ello
representa un giro en la proyección de su política exterior. representaría un 36% de recorte en las asignaciones. A la
par, ha dado lugar a un retroceso político al modificar la
• A nivel comercial, Estados Unidos ha optado por el posición de su predecesor con relación a Cuba. También
proteccionismo comercial, mediante el abandono del destaca su posición respecto a la situación de Venezuela,
Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), donde incluso ha señalado “no descartar la opción militar”,
de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la hecho que motivó el rechazo generalizado en la región.
Inversión (TTIP) y la renegociación del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN). El que otrora fuera • Estados Unidos mantiene una posición crítica frente
el principal país promotor de los megacuerdos comerciales, al sistema multilateral, se retira de la Organización de
ahora se enfoca en un bilateralismo proteccionista. En lo las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
concerniente a la cuestión hemisférica, la renegociación Cultura, UNESCO, conjuntamente con Israel, cuestionando
del TLCAN, que incluye a México y Canadá, está prevista un supuesto sesgo a favor de Palestina por parte de
en 7 rondas comprendidas entre agosto de 2017 y enero la organización. De igual modo, se distancia y da un
de 2018. Ese acuerdo sería el referencial para otras preocupante giro sobre el Acuerdo Nuclear con Irán, lo
negociaciones comerciales con Washington. cual puede tener grandes consecuencias. Finalmente, su
anuncio a principios de diciembre de 2017 de trasladar
• En el ámbito migratorio, si bien Barack Obama fue uno la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, con
de los presidentes que más personas ha deportado (más el reconocimiento explícito de esta ciudad como capital
de 2 millones en 8 años), la retórica del nuevo gobierno de Israel, contravino acuerdos establecidos en el marco
se caracteriza por ser marcadamente opuesta a la de las Naciones Unidad y motivó un amplio rechazo en
migración. Esto se ha traducido en políticas securitistas prácticamente todo el mundo y, particularmente, en el
y prohibicionistas para los extranjeros, para inmigrantes Medio Oriente.
irregulares, e inclusive para migrantes regularizados en
suelo estadounidense. • Asimismo, se destacan los acercamientos políticos bi-
laterales con aliados tradicionales, tales como Chile, Co-
• En lo ambiental, Trump y su gabinete minimizan los lombia y Perú, miembros de la Alianza del Pacífico. Con
efectos del cambio climático, lo que les ha llevado a México, a pesar de ser un tradicional socio estratégico en
notificar su retiro del Acuerdo de París que, aunque ámbitos como el comercial y la seguridad, las relaciones

18
han estado marcadas por los desencuentros que parten regional. Esto ha sentado las bases para el surgimiento de
de la postura de la Administración Trump, en especial, de- una retórica nacionalista que ve en la UE una limitación en
bido al anuncio de la construcción de un muro en la fronte- la soberanía de cada Estado. La ola euroescéptica se vio
ra común, y su posición en torno a los asuntos migratorios. fortalecida por el Brexit y por la consolidación de candida-
turas de extrema derecha en varios países.

• No obstante, los últimos resultados electorales han bene-


ficiado a líderes pro UE en Austria, Holanda y Francia. Se
podría esperar así un resurgimiento de una política de re-
forzamiento de las instituciones de la UE, particularmente
de la Eurozona, incluida la posibilidad de una reforma del
bloque liderada por Alemania y Francia.

Presidente Lenín Moreno en diálogo con el Primer


Ministro de Canadá, Justin Trudeau

Unión Europea
• Hoy la UE se sitúa en un escenario de incertidumbre,
lejos de las expectativas favorables que se crearon sobre
esta misma organización hace un par de décadas. Esto
se evidencia en la crisis en su propia arquitectura regio- Reunión bilateral del Presidente Lenín Moreno con
Charles Michel, Primer Ministro de Bélgica
nal, agudizada por crecientes tensiones entre sus países
miembros en cuanto a una dinámica económica de fuertes
contrastes, la problemática generada por la desocupación Rusia y el espacio ex soviético
y la precarización laboral, la vocación separatista impul-
• Pese a las tensiones con Occidente y al deterioro de su
sada en distintos escenarios y que ha cobrado inusitada
economía por la crisis global, Rusia se mantiene como
vigencia a causa del Brexit, y la crisis migratoria causada
uno de los principales proveedores de gas natural para la
por millones de personas expulsadas de Asia y África.
Unión Europea. En total proveyó cerca de 190.800 millo-
nes de metros cúbicos de gas a nivel global, de los cuales
• En este sentido, la UE ha evidenciado contradicciones
87% se destinaron a países de Europa, principalmente, de
internas por desacuerdos en torno a la crisis migratoria.
la UE. Además, evidenció un incremento del 2,2% en su
La creciente amenaza terrorista (explotada mediática y po-
producción petrolera, lo que representa el 13,2% del total
líticamente en la lucha contra el islamismo radical) es otro
del comercio mundial (según el Reporte Estadístico de
de los temas que genera tensión. A nivel interno, existe
Energía Mundial de 2017). La dependencia energética de
un claro deterioro del Estado de Bienestar, y desconfian-
los europeos respecto a Rusia ha generado críticas hacia
za en el andamiaje institucional de la propia organización,
las sanciones impuestas por Estados Unidos, señalando
lo que se traduce en el fortalecimiento de partidos y lide-
a las medidas de Washington como formas desleales de
razgos con un claro sentido cuestionador hacia el bloque
influenciar el comportamiento del mercado.

19
• Europa depende en gran medida de estas exportacio-
nes; no obstante, ha ratificado las sanciones en contra de
Rusia por el conflicto en Ucrania –cuyas tensiones sufren
recurrentes altibajos. La postura de Occidente se ha rea-
firmado con las sanciones del Senado estadounidense a
Moscú.

• En contrapeso, Rusia ha incrementado la cooperación


con actores como China, India, América Latina y África y,
además, es un actor clave en la Unión Económica Euroa-
siática, establecida en enero de 2015 junto con Kazajistán
y Belarús. Moscú ha liderado la lucha contra grupos extre-
mistas como el Estado Islámico, en Medio Oriente, como
se evidencia en su protagonismo en Siria, donde cuenta Reunión de trabajo de la Canciller Espinosa con Serguéi Lavrov,
Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia
con la única base naval fuera de su territorio, en Tartús.

Ecuador y su postura frente a América del Norte y Europa


Para nuestra región, y específicamente para Ecuador, la Unión Europea continúa siendo un actor crucial a nivel
estratégico, en lo político, en lo migratorio y también en lo comercial; prueba de ello es la entrada en vigencia del
Acuerdo Comercial Multipartes con el bloque. Además de ser el principal destino de las exportaciones ecuatorianas
no petroleras, la UE se constituye como un aliado estratégico para la cooperación e inversiones. Asimismo, no se
debe dejar de lado la importancia de países como España e Italia que concentran en altos números la presencia de
inmigrantes ecuatorianos.

Por su parte, las relaciones con Estados Unidos, a pesar de las divergencias y puntos de oposición, han mantenido
una fluidez que no ha descuidado los mutuos intereses en materia comercial y de cooperación. Para Ecuador, los
temas más importantes en esta relación bilateral son las relaciones de cooperación, la situación de los migrantes, y
las relaciones comerciales, habida cuenta de que Estados Unidos es el principal destino de ciudadanos ecuatorianos
y de sus exportaciones.

En cuanto a Rusia, Ecuador ha estrechado las relaciones estratégicas basadas en el diálogo político, la cooperación
y la correlación a nivel comercial. Es importante notar que mientras Estados Unidos ha establecido un cambio en su
política exterior en cuanto a la relevancia de América Latina y el Caribe, Rusia ha abierto nuevos frentes de interacción
no sólo con otros miembros de los BRICS (grupo de países emergentes conformado por Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica), sino con América Latina en general. En este espacio de entendimiento, Rusia mantiene importantes lazos
de cooperación con Ecuador en temas de educación superior, comercio (con una balanza comercial superavitaria
para Ecuador) y en asuntos de inversión y transferencia de tecnología.

20
1.4. Panorama de Asia y África • La Iniciativa “Un Cinturón-Una Ruta” es un camino que
refleja la estrategia geoeconómica de crear un nuevo or-
Asia den donde se constituya en un actor central.

• La irrupción de China en la geopolítica global, y parti- • El auge de China como potencia está generando una
cularmente en la economía regional, ha constituido uno reconfiguración del equilibrio de poder en Asia Oriental,
de los elementos más importantes en la definición de la que disputa con Estados Unidos. La salida de Washington
escena internacional de estos años y de la que se irá con- del TPP demostró el interés por cambiar su estrategia
figurando en las próximas décadas. El enorme potencial comercial de mega-acuerdos hacia el bilateralismo, como
económico chino actualmente opera como contrapeso de principal herramienta para la consolidación de su poderío
la hegemonía estadounidense, y esta presencia ha posibi- en la región.
litado una ampliación e incluso un redireccionamiento de
las alianzas estratégicas tradicionales conformadas por • El vínculo vigente de Estados Unidos con Asia Oriental
los países latinoamericanos. es, sobre todo, militar. El país está capitalizando las ten-
siones limítrofes de China en el mar de China Oriental y
• Por su parte, la riqueza y la diversidad de recursos na- en el mar de China Meridional, así como las tensiones en
turales y materias primas de creciente valor para la eco- la península de Corea y los movimientos independentistas
nomía global han contribuido a colocar a nuestra región en Hong Kong y Taiwán. Sin duda, la seguridad juega un
como un actor de importancia para China y para otros paí- rol clave en China y es un asunto de índole regional. En
ses con una influencia global cada vez más alta. Por ello, este sentido, la Organización de Cooperación de Shan-
nuestra región se constituye en una arena de disputa entre ghái cumple con el imperativo de fortalecer la seguridad y
las potencias emergentes y las potencias tradicionales, fomentar la estabilidad en los países miembros.
como los Estados Unidos.
• India, por su parte, se perfila como uno de los emergen-
• Los procesos demográficos de urbanización y de indus- tes que mejor ha capeado los efectos de la Gran Recesión,
trialización están generando las condiciones para que el posicionándose con una fuerte tasa de crecimiento de la
siglo XXI se caracterice por un peso preponderante de economía que superaría en 2017 al 7%. La proyección de
Asia. Desde que Xi Jinping está en el poder, China ha de- superar a China como el país más poblado y su desempe-
mostrado su interés por convertirse en una superpotencia, ño económico, colocan a India ante el desafío de asumir
y tiene las condiciones necesarias (internas y regionales) retos como potencial actor de índole regional. India es un
para hacerlo, si cumple con las “Dos Metas Centenarias”: aliado militar y diplomático de Estado Unidos en la región,
duplicar el PIB per cápita a USD $10.000 para 2021 y con- pero ello le supone también un condicionante a la hora de
vertirse en un país rico y poderoso para 2049. resolver puntos de tensión con China y Pakistán.

• A pesar de experimentar afectaciones, la resiliencia de • El Gobierno indio sigue la tradición de mantener una po-
China a la Gran Recesión probó que es un actor clave en lítica exterior independiente, al implementar una estrategia
la economía mundial. de alineamientos múltiples, fortaleciendo así sus lazos di-
plomáticos con el sudeste asiático y con Asia occidental
• Sin embargo, enfrenta tres grandes obstáculos: el des- con el fin de hacer contrapeso al ascenso de China. Pese
gaste del modelo de crecimiento basado en la inversión y a la ambiciosa política exterior de India, este país ha des-
las exportaciones, el envejecimiento de su población y los cuidado casi por completo a América Latina y el Caribe.
elevados niveles de deuda.

21
Ello implica un reto para nuestra región, que no ha colo- Potencias emergentes
cado a India en su lista de prioridades, pero que podría
hacerlo en el mediano plazo. • Además de Estados Unidos, China y la Unión Europea,
una serie de países desempeñan un papel de creciente
• En Asia Central vemos que los crecientes intereses de importancia para América Latina, sobre todo en el terreno
China, Turquía, la Unión Europea y los Estados Unidos en comercial. Estos son los casos de algunas de las denomi-
fortalecer la infraestructura de países como Kazajistán, Uz- nadas “potencias emergentes”, como Rusia, Irán y Corea
bekistán y Tayikistán, le ofrecen a la región las condiciones del Sur, entre otros. Más allá de las diferencias entre es-
necesarias para reducir su dependencia de Rusia. En los tos actores, todos ellos tienen en común su gran potencial
últimos años, el crecimiento económico y la acumulación económico, así como también su necesidad por tender la-
de riqueza le han otorgado a China la capacidad de usar zos con los países latinoamericanos, ya sea por su propio
su poder para promover fines geoeconómicos. ímpetu comercial, como así también por la necesidad de
recrear un nuevo escenario de relaciones internacionales,
• La región del Sudeste Asiático, debido a las tensiones ya no dominado exclusivamente por Estados Unidos.
en el mar de China Meridional y a la importancia que to-
marán los océanos Pacífico e Índico en el siglo XXI, está • El protagonismo de los BRICS en conjunto ha decaído en
fortaleciendo sus relaciones diplomáticas con Japón, India los últimos años. De las cinco economías, cuatro se han
y Estados Unidos, como mecanismo para contener el as- ralentizado y sólo India ha sostenido sus altas tasas de
censo de China. crecimiento tras la Gran Recesión. Además, a pesar de
mantener mecanismos de diálogo temático en varios ám-
• El Cinturón Económico de la Nueva Ruta de la Seda y bitos, por momentos, las relaciones se ven distanciadas
la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, conocido tam- por sus objetivos políticos distintos y por disputas y roces
bién como la Iniciativa La Franja y La Ruta (OBOR, por sus entre sí, especialmente en el ámbito comercial.
siglas en inglés) son proyectos estratégicos para China,
pero también para aquellos países asiáticos que obten- • Sin embargo, no se puede descartar por ello la subsis-
drían beneficios en caso de que finalmente estos planes tencia del grupo. Por ejemplo, se subraya la creación y
logren concretarse. puesta en marcha del Nuevo Banco de Desarrollo, NBD,
con sede en Shanghái, y el planteamiento del Acuerdo
Contingente de Reservas, CRA. El grupo se posiciona así
como un bloque preeminente que apunta a establecer es-
quemas complementarios a la arquitectura financiera, que
retan los esquemas de gobernanza y cuestionan la baja
representación de los países emergentes en las institu-
ciones de la vieja arquitectura financiera global: el Ban-
co Mundial, BM, y el Fondo Monetario Internacional, FMI.
Respecto del NBD, la entidad aprobó en 2016 su primer
paquete de préstamos y financió su primer proyecto al go-
bierno municipal de Shanghái.

Canciller Espinosa en reunión con Wang Yi, Ministro de Relaciones


Exteriores de la República Popular China.

22
África • El potencial regional se ha opacado por los efectos de
los conflictos, muchos de ellos relativamente recientes,
• Es un actor estratégico global al tratarse de la región de y otros de larga data, como el palestino-israelí que ha
más rápido crecimiento en términos de Inversión Extranjera sobrepasado seis décadas de vigencia, y que requiere
Directa. Ademas de poseer grandes reservas de petróleo renovadas estrategias y una mayor voluntad política para
y otros recursos naturales, en este continente se concentra alcanzar la paz. Están caracterizados por enfrentamientos
cerca del 30% de los recursos minerales restantes del pla- internos entre el poder político y sectores de resistencia,
neta, de vital importancia para las industrias tecnológicas, intervenciones militares, negociaciones infructuosas, el
por lo que ha adquirido gran relevancia geopolítica para auge del extremismo religioso y crisis humanitarias de
las potencias tradicionales y emergentes. En África subsa- grandes magnitudes. Por otra parte, y como se mencionó
hariana se encuentren seis de las diez economías de más anteriormente, la situación de la región se ha agravado con
rápido crecimiento del mundo. el anuncio del Presidente Trump de reconocer a Jerusalén
como capital del Estado de Israel.
• Pese a ese potencial, el continente debe enfrentar gran-
des desafíos, como la reciente crisis migratoria, que se ha
traducido en más de un millón de solicitantes de refugio
en Europa, tanto en 2015 como en 2016, provenientes de
África. La cifra de muertos en estos años ha crecido: 2015
con 3.771 y 2016 con 5.022. Cifras preliminares de 2017
indican que unas 3.000 personas han perdido la vida in-
tentando cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa. En
ese contexto, la persistencia de crisis humanitarias, pobre-
za, corrupción y complejas transiciones políticas permite
que la región sea permeada por las agendas políticas de
actores externos.
Encuentro con líderes políticas y sociales en

Medio Oriente Palestina

• Se plantean varios desafíos a nivel político, económi- • La guerra en Siria es uno de los casos emblemáticos. De
co y humanitario, derivados en su mayoría del fenómeno una población estimada de 18’800.000, la ONU considera
social conocido como Primavera Árabe. Particularmente, que 13,5 millones requieren asistencia humanitaria, más
destaca que para varios países dicho fenómeno fue coop- de 6 millones son desplazados internos y más de 5 millo-
tado por los intereses de otros actores, transformándolo nes son refugiados fuera del país, según datos de junio de
en experiencias fallidas de la denominada “transición de- 2017 de la Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
mocrática”. Por ejemplo, en el caso de Libia, quedó de los Refugiados, ACNUR.
manifiesto la existencia de una agenda de intereses de
Occidente que incluso llegó a generar condiciones para • En este escenario convulso, conviven otros bloques de
el resquebrajamiento del tejido social y un legado de ingo- países que han reconfigurado sus estrategias geopolíticas
bernabilidad que abrió espacios de vulnerabilidad para la con el objetivo de no perder influencia en la zona y, de
proliferación de grupos radicalizados. ese modo, poder cumplir sus objetivos nacionales y
regionales. Un bloque relevante es el conformado por

23
las monarquías del Golfo, socios de peso en el plano por diversos intereses externos para proyectar su poder
energético y económico que, a pesar de constituir un en la región. El reingreso de Irán al escenario internacional
frente común contra Irán, experimentan en determinados tras la firma del Acuerdo Nuclear pareció otorgarle nuevas
momentos desacuerdos que amenazan la frágil calma capacidades para inclinar la balanza a su favor, si bien el
en sus zonas de influencia. Por supuesto, ese bloque no actual distanciamiento con los Estados Unidos ha afecta-
escapa a las tensiones que crea la agenda de Arabia do esta posibilidad.
Saudita en el ámbito geopolítico.

• En este contexto, Irán hace el contrapeso por el lideraz-


go regional frente a las monarquías del Golfo. La conflictiva
divergencia religiosa entre un Irán mayoritariamente chií y
un Golfo mayoritariamente suní es un mecanismo utilizado

Ecuador y su postura frente a Asia y África


Las proyecciones de crecimiento económico y de urbanización en Asia están convirtiendo a este continente en el
centro de gravedad de la economía en el siglo XXI. En un contexto de ralentización económica en Occidente, Asia
tiene el potencial para asumir el liderazgo de la economía global. Las iniciativas impulsadas por China, a través de
la Iniciativa de la Franja y la Ruta, sumado al dinamismo del Sudeste asiático, constituyen una oportunidad para una
inserción estratégica de América Latina y Ecuador en esta región. En ese sentido, destacan acciones de Ecuador
para proyectarse hacia ese espacio como el reconocimiento del más alto nivel de relación bilateral con China
(mediante una asociación estratégica integral), el inicio de un proceso de negociaciones de un acuerdo comercial
con Corea, y la solicitud de membresía de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) a nivel de
Development Partner, entre otras.

Medio Oriente tiene gran relevancia para Ecuador, por lo que en los últimos años ha estrechado lazos con varios
países de esta región, con los que comparte algunas posturas internacionales, como los intereses en el marco de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Se destaca la relación con Irán, con el que se han firmado
acuerdos en áreas estratégicas y se han concretado mecanismos de cooperación. Además, existe un mecanismo
de diálogo y negociación con el potencial de reunir a países suramericanos y árabes: la Cumbre América del Sur-
Países Árabes (ASPA). Ecuador ha procurado aprovechar su presencia diplomática en algunos países de la región
y sus respectivas concurrencias para afianzar sus relaciones positivas con estos países del Sur Global.

En cuanto a África, Ecuador considera al continente como una contraparte importante dentro del Sur Global, por lo
que su estrategia ha sido incrementar su presencia en términos políticos, económicos, comerciales y de cooperación.
Sus mejoras en cuanto a su estabilidad política, demografía creciente y abundantes riquezas naturales hacen de
África un espacio de potencialidades para fomentar relaciones políticas y comerciales.

24
Ecuador propone la reforma integral del sistema de
Naciones Unidas y del Sistema Interamericano, mediante
una mayor democratización, la universalización de los
mecanismos y la erradicación del uso político y geopolítico
de las instancias multilaterales.

Con relación al Sistema Interamericano, Ecuador exhorta


a que los Estados asuman la responsabilidad de una re-
forma de diversos aspectos como la sede de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el finan-
ciamiento apropiado de las relatorías, y la ratificación de
todos los miembros, de los instrumentos interamericanos
y universales de derechos humanos para su plena aplica-
ción y exigibilidad.

En cuanto al Sistema de Naciones Unidas, Ecuador tiene


Sala de los Derechos Humanos y la Alianza de
por delante la responsabilidad en el actual ejercicio de la
Civilizaciones en la sede de Naciones Unidas - Ginebra Presidencia del G77 + China en 2017 y de la membresía en
el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hasta 2018.
Desde esos espacios, posee la oportunidad de continuar
1.5. Ecuador en el ámbito multilateral
actuando como una de las voces más activas del Sur Glo-
bal, abanderando propuestas significativas en beneficio
El contexto mundial en la actualidad ha evidenciado una
de los países en desarrollo y menos desarrollados. Entre
crisis y un debilitamiento del multilateralismo, que se refle-
las principales iniciativas, se encuentran las siguientes:
ja en la proliferación de demandas de países emergentes
y de menor desarrollo por una participación más demo-
• Ecuador propone la creación de un órgano interguber-
crática, donde desaparezca el derecho a veto y prime el
namental de cooperación tributario en el seno de las Na-
principio de un miembro-un voto. Ecuador ha adoptado
ciones Unidas. Se trata de una lucha que el país lidera
una postura crítica respecto del estado de situación del
por la justicia fiscal, el control a las prácticas de evasión
sistema multilateral y defiende una reforma democrática
de impuestos y los flujos financieros ilícitos del crimen or-
que permita un accionar más eficaz y menos supeditado
ganizado, de la corrupción y del lavado de dinero, como
a la agenda de los países hegemónicos, como el caso de
imperativo para que nuestras naciones tengan los recur-
los miembros permanentes del Consejo de Seguridad –o
sos necesarios para alcanzar el desarrollo y cumplir los
G5- que dominan al sistema multilateral con su derecho
Objetivos de Desarrollo Sostenible.
de veto.
• Ecuador preside el grupo de trabajo intergubernamental
Ello no ha supuesto que Ecuador haya abandonado su
de composición abierta que tiene a su cargo la elabora-
compromiso con el multilateralismo, sino que considera
ción de un instrumento internacional jurídicamente vincu-
que su reforma debe realizarse desde adentro y con una
lante sobre empresas transnacionales con respecto a los
participación activa, propositiva, crítica y ejemplar, tanto
derechos humanos. El objetivo es prevenir la violación de
en los espacios hemisférico y regional, como en los de ca-
derechos humanos y poner fin a la impunidad de dichos
rácter global y en aquellos que atañen al Sur Global.

25
actores cuando su actividad deriva en violaciones de los
derechos humanos y del ambiente. Presidente del Ecuador Lenín Moreno con Secretario
General de ONU António Guterres - Nueva York

• Mediante la inclusión en el ordenamiento jurídico interno


de los derechos de la naturaleza, Ecuador se ha converti-
do en vocero activo en cuanto a la protección del ambiente
y la necesidad de establecer el reconocimiento de esos
derechos en el ámbito internacional, lo que coadyuvará,
entre otras cosas, en el combate al cambio climático.

• Ecuador es un importante actor en el proceso de cons-


trucción tanto del Pacto Global para una Migración Segu-
ra, Ordenada y Regular y del Pacto Global sobre Refugia-
dos. Las prácticas instauradas por el Estado ecuatoriano
en la integración y tratamiento de las cuatro dimensiones
de las personas en movilidad humana (emigrantes, ecua-
torianos retornados, inmigrantes y personas en protección
internacional -con énfasis en la protección de los grupos
de atención prioritaria-) así como su reciente promulgación
de la Ley Orgánica de Movilidad Humana y su Reglamen-
to, han sido reconocidos en el ámbito internacional como
un ejemplo a seguir en la materia y serán un gran aporte
para la construcción de ambos Pactos.

Presidente del Ecuador Lenín Moreno en visita oficial


al Vaticano

26
1.6 Un nuevo modelo de Política Exterior • En el contexto global, se llevó a cabo la inserción
estratégica del Ecuador, estrechando relaciones con
Desde el inicio de la Revolución Ciudadana se impulsó un países del Sur Global, con los emergentes (BRICS) y con
nuevo modelo de política exterior, a partir de la adopción los de África.
de una agenda en defensa de las soberanías y en con-
sonancia con los cambios que estaban ocurriendo en el • En las relaciones bilaterales incentivamos una diploma-
Ecuador, en la región y en el mundo. cia soberana e independiente.

A partir de 2008 la gestión desarrollada por el Ministerio • En nuestra región, se afianzó la relación especialmente
de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana se orientó con los países vecinos, en tanto que se promovió una ma-
sobre la base de los principios de las relaciones interna- yor vinculación con todo el bloque sudamericano, más allá
cionales definidos en la Constitución de Montecristi. de las diferencias ideológicas y de las divergencias en la
estrategia de inserción internacional.
Se centró así en las siguientes líneas rectoras:
• Se puso en marcha el Acuerdo Comercial con la UE y,
1. Defensa de la soberanía y de la dignidad nacio- de igual manera, se estrechó la relación con Rusia en el
nal para la paz y los derechos humanos y de la na- campo de la cooperación.
turaleza.
• En materia de integración regional, se fortalecieron pro-
2. Diversificación de nuestras relaciones internacio- cesos como UNASUR, CELAC y la Alianza Bolivariana para
nales en función de los intereses del país. los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de
los Pueblos, ALBA-TCP. Se impulsó, además, la Nueva Ar-
3. Impulso a los nuevos modelos de integración re- quitectura Financiera Regional.
gional.
• Con relación a las empresas transnacionales, Ecuador
4. Defensa de los ciudadanos ecuatorianos en con- recuperó su soberanía a partir de la denuncia del conve-
dición de movilidad, defensa de la libre movilidad nio con el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
humana, el impulso a la ciudadanía universal. Relativas a Inversiones (CIADI), denunció los Tratados Bi-
laterales de Inversión que eran lesivos para el país, y llevó
5. Creación de una diplomacia ciudadana e inclu- adelante una dura defensa frente a las demandas de la
yente a partir del fortalecimiento institucional, que petrolera Chevron-Texaco contra el Estado ecuatoriano,
incluye políticas de igualdad y de género, así como presentadas por la empresa para intentar evadir su res-
la provisión de servicios eficaces, eficientes, de ca- ponsabilidad ante la justicia por la contaminación ambien-
lidad, transparentes, planificados, participativos y tal en la Amazonía.
en constante evaluación.
• Se apoyó de manera permanente a las personas en mo-
La exitosa aplicación de estas líneas rectoras posibilitó un vilidad humana, se aprobó la Ley Orgánica de Movilidad
cambio de enormes proporciones para la política exterior Humana y su Reglamento y se comenzaron a generar ac-
del Ecuador, lo que se evidencia en los siguientes aspec- ciones tendientes a la transversalización progresiva de su
tos: aplicación, mediante el fortalecimiento intersectorial en di-
cho ámbito.

27
• Se contribuyó en la elaboración de la Ley Orgánica Inte- a la par de sostener una línea de política exterior que
gral contra la violencia de Género, la que prevé la protec- permita salvaguardar los principios de no injerencia en
ción de las mujeres cualquiera sea su nacionalidad, inde- asuntos internos, respeto a las soberanías, la resolución
pendientemente de su condición de movilidad en el país. pacífica de conflictos, la libre movilidad humana, la ciuda-
danía universal, la no criminalización de la migración y la
• La lucha por la justicia ambiental con propuestas como protección de los Derechos Humanos, siempre en función
el mecanismo de Emisiones Netas Evitadas a partir de la del interés nacional.
Iniciativa Yasuní-ITT y el impuesto Daly-Correa sobre las
exportaciones de petróleo para financiar la mitigación y Para un país como Ecuador, cuya fuerza se multiplica con
adaptación del cambio climático la unión, la integración constituirá siempre un imperativo
histórico. Esta no es un fin, sino una herramienta para co-
• La Corte Internacional de Justicia Ambiental. adyuvar al desarrollo del país; incrementar su capacidad
negociadora en los foros internacionales; articular una
• La Declaración Universal de los Derechos de la Natura- visión comprensiva ante las políticas de otros países y
leza. grupos de países; fortalecer el consenso integracionista,
fomentando la infraestructura, la integración productiva y
• Un nuevo sistema de resolución de controversias en ma- el comercio ante las prácticas proteccionistas del Norte; y,
teria de inversiones, en el marco de UNASUR. promover su visión del mundo susceptible de ser respal-
dada por los demás miembros del proceso integrador al
• La creación del Observatorio del Sur sobre Transnacio- margen de la orientación política que les inspire.
nales, Desarrollo e Inversiones.
De esta manera, Ecuador promueve la conformación de
• La realización de la auditoría a los Tratados de Protec-
un orden global multipolar con la participación activa de
ción Recíproca de Inversiones (TBI).
bloques económicos y políticos regionales, y el fortaleci-
• La presidencia de Ecuador del Grupo de Trabajo de la miento de las relaciones horizontales para la construcción
ONU para la elaboración de un instrumento vinculante en de un mundo justo, democrático, solidario, diverso e inter-
materia de transnacionales y derechos humanos. cultural.

• La lucha por la justicia tributaria.

• La Presidencia del G-77 + China.

• La Declaración Presidencial sobre Migración y Desarro-


llo en la V Cumbre de la CELAC, que constituye el docu-
mento más completo de principios sobre migración de los
países de la región.

• La conceptualización de la ciudadanía sudamericana.

En el panorama internacional descrito, Ecuador debe man-


tener e incrementar su inserción estratégica en el mundo,

28
2 PLAN NACIONAL
DE DESARROLLO
2017 - 2021
TODA UNA VIDA

www.cancilleria.gob.ec
29
30
2. PLAN NACIONAL DE DESARROLLO Ecuador hacia el mundo. Esto supone una inserción es-
tratégica e inteligente en la economía mundial, con más y
2017 – 2021 – TODA UNA VIDA mejores exportaciones, incluyendo la cultura y el turismo, y
mayores inversiones, para mejorar las condiciones de vida
A partir del 24 de mayo de 2017, cuando asumió el gobier- de todas las personas que viven en el en Ecuador y de los
no el Presidente Lenín Moreno, se comenzó a trabajar en el ecuatorianos que residen en el exterior.
Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021 – Toda una Vida.
El Presidente Moreno propuso el “Diálogo Nacional”, que El Plan abarca lineamientos de planificación territorial y de
contó con la participación de instituciones, organizaciones inversión pública. Dentro de ello, se hace hincapié en tres
y actores sociales de todos los sectores, incluyendo a los criterios para direccionar la inversión pública: la transpa-
ecuatorianos residentes en el extranjero, con el cual se rencia, la austeridad y las prioridades.
construyó el mencionado plan.
En conjunto, este Plan refleja el compromiso del Gobier-
no para garantizar una vida digna para todos y todas; ga-
El Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021 – Toda una
rantizar los derechos de la naturaleza para las actuales y
Vida, que se lanzó a fines de noviembre de 2017, como la
las futuras generaciones; y, afirmar la interculturalidad y la
guía central para la planificación nacional en estos cuatro
plurinacionalidad, revalorizando y celebrando las identida-
años de gobierno, tiene dos pilares fundamentales: el De-
des diversas.
sarrollo Territorial y la Sustentabilidad Ambiental. A su vez,
el PND se ha construido sobre tres ejes: El Plan Nacional de Desarrollo se relaciona con los Obje-
tivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 que los
1. Derechos para todos durante toda la vida. países miembros adoptaron en el marco de las Naciones
En este eje se encuentran los derechos de las personas Unidas. Es allí donde se traducen los compromisos para
como derechos elementales del Buen Vivir: la salud, la los próximos cuatro años que llevará adelante el país.
educación, la vivienda, la seguridad social, el agua, etc.
También están incorporados los derechos colectivos de En el marco del “Diálogo Nacional”, el Ministerio de Rela-
pueblos, nacionalidades, las diferentes culturas urbanas ciones Exteriores y Movilidad Humana, realizó 10 mesas
y las personas en situación de movilidad. Y, por supuesto, de diálogo en el país y 32 talleres en el exterior. Las mesas
también se incluyen aquí los derechos de la naturaleza. de diálogo en el Ecuador se realizaron en las ciudades de
Quito, Guayaquil, Cuenca, Esmeraldas y Montecristi. Estas
2. Economía al servicio de la sociedad. mesas contaron con la participación de representantes de
En esta nueva etapa de su desenvolvimiento histórico, el organizaciones sociales, comunitarias, la academia, or-
Ecuador se asume como una sociedad con mercado, y no ganizaciones internacionales, representantes de pueblos
de mercado. Esto significa que la economía debe estar li- y nacionalidades indígenas, afrodescendientes y montu-
gada a los objetivos nacionales de desarrollo. Este eje está bios, asociaciones de migrantes retornados, entre otros.
conformado por la productividad, lo que implica producir Los insumos surgidos de estos espacios de diálogo contri-
más y mejor, así como la transformación de la estructura buyeron a la construcción de las principales políticas de la
productiva y el desarrollo rural integral. Agenda de Política Exterior 2017 - 2021.

3. Más sociedad, Mejor Estado. Los objetivos y las políticas de la Agenda de Política Exte-
Con este eje se busca contar con una sociedad más ac- rior se insertan en el Objetivo 9 del PND “Garantizar la so-
tiva; afianzar la lucha contra la corrupción, y promover al beranía y la paz, y posicionar estratégicamente al país en

31
la región y el mundo”. Sin embargo, la labor que desarrolla
el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
se relaciona con los demás objetivos del PND:

• Objetivo 1: Garantizar una vida digna con iguales opor-


tunidades para todas las personas.

• Objetivo 2: Afirmar la interculturalidad y plurinacionali-


dad, revalorizando las identidades diversas.

• Objetivo 3: Garantizar los derechos de la naturaleza


para las actuales y futuras generaciones.

• Objetivo 4: Consolidar la sostenibilidad del sistema eco-


nómico social y solidario, y afianzar la dolarización.

• Objetivo 5: Impulsar la productividad y competitividad


para el crecimiento económico sostenible de manera re-
distributiva y solidaria.

• Objetivo 6: Desarrollar las capacidades productivas y


del entorno para lograr la soberanía alimentaria y el desa-
rrollo rural integral.

• Objetivo 7: Incentivar una sociedad participativa con un


Estado cercano al servicio de la ciudadanía.

• Objetivo 8: Promover la transparencia y la corresponsa-


bilidad de una nueva ética social.

Celebración con niños y niñas en la


Cancillería de puertas abiertas

32
3 PRINCIPIOS DE
LAS RELACIONES
INTERNACIONALES

www.cancilleria.gob.ec
33
Ciudad Alfaro - Sede de la Asamblea
Nacional Constituyente de 2008
34
3. PRINCIPIOS DE LAS RELACIONES 7. Exige el respeto de los derechos humanos, en particular
de los derechos de las personas migrantes, y propicia su
INTERNACIONALES pleno ejercicio mediante el cumplimiento de las obligacio-
nes asumidas con la suscripción de instrumentos interna-
El Artículo 416 de la Constitución de la República esta- cionales de derechos humanos.
blece que las relaciones del Ecuador con la comunidad
internacional responderán a los intereses del pueblo ecua- 8. Condena toda forma de imperialismo, colonialismo, neo-
toriano, al que le rendirán cuenta sus responsables y eje- colonialismo, y reconoce el derecho de los pueblos a la
cutores, y en consecuencia se regirán por los siguientes resistencia y liberación de toda forma de opresión.
principios:
9. Reconoce al derecho internacional como norma de con-
1. Proclama la independencia e igualdad jurídica de los ducta, y demanda la democratización de los organismos
Estados, la convivencia pacífica y la autodeterminación de internacionales y la equitativa participación de los Estados
los pueblos, así como la cooperación, la integración y la al interior de éstos.
solidaridad.
10. Promueve la conformación de un orden global multi-
2. Propugna la solución pacífica de las controversias y los polar con la participación activa de bloques económicos y
conflictos internacionales, y rechaza la amenaza o el uso políticos regionales, y el fortalecimiento de las relaciones
de la fuerza para resolverlos. horizontales para la construcción de un mundo justo, de-
mocrático, solidario, diverso e intercultural.
3. Condena la injerencia de los Estados en los asuntos in-
ternos de otros Estados, y cualquier forma de intervención, 11. Impulsa prioritariamente la integración política, cultural
sea incursión armada, agresión, ocupación o bloqueo eco- y económica de la región andina, de América del Sur y de
nómico o militar. Latinoamérica.

4. Promueve la paz, el desarme universal; condena el de- 12. Fomenta un nuevo sistema de comercio e inversión en-
sarrollo y uso de armas de destrucción masiva y la imposi- tre los Estados que se sustente en la justicia, la solidaridad,
ción de bases o instalaciones con propósitos militares de la complementariedad, la creación de mecanismos de
unos Estados en el territorio de otros. control internacional a las corporaciones multinacionales y
el establecimiento de un sistema financiero internacional,
5. Reconoce los derechos de los distintos pueblos que co- justo, transparente y equitativo. Rechaza que controver-
existen dentro de los Estados, en especial el de promover sias con empresas privadas extranjeras se conviertan en
mecanismos que expresen, preserven y protejan el carác- conflictos entre Estados.
ter diverso de sus sociedades, y rechaza el racismo, la
xenofobia y toda forma de discriminación. 13. Impulsa la creación, ratificación y vigencia de instru-
mentos internacionales para la conservación y regenera-
6. Propugna el principio de ciudadanía universal, la libre ción de los ciclos vitales del planeta y la biosfera.
movilidad de todos los habitantes del planeta y el progre-
sivo fin de la condición de extranjero como elemento trans-
formador de las relaciones desiguales entre los países,
especialmente Norte-Sur.

35
Como complemento de los principios, la Constitución
también establece disposiciones sobre la negociación de
tratados e instrumentos internacionales:

1. Los tratados internacionales ratificados por el Ecuador


se sujetarán a lo establecido en la Constitución. En el caso
de los tratados y otros instrumentos internacionales de de-
rechos humanos se aplicarán los principios pro ser huma-
no, de no restricción de derechos, de aplicabilidad directa
y de cláusula abierta establecidos en la Constitución. (Art.
417)

2. La aplicación de los instrumentos comerciales interna-


cionales no menoscabará, directa o indirectamente, el de-
recho a la salud, el acceso a medicamentos, insumos, ser-
vicios, ni los avances científicos y tecnológicos. (Art. 421)

3. No se podrán celebrar instrumentos internacionales en


los que el Estado ecuatoriano ceda jurisdicción soberana
a instancias de arbitraje internacional. (Art. 422)

Encuentro Presidencial y XI Gabinete


Binacional Perú - Ecuador

36
4 EJES
TRANSVERSALES

www.cancilleria.gob.ec
37
38
4. EJES TRANSVERSALES Se han realizado avances hacia la igualdad de género,
por ejemplo, a través de la implantación de un sistema
Enfoque de Igualdad de cuotas paritario que permitió que en las dos últimas
promociones de diplomáticos se incorpore igual número
La Constitución reconoce el derecho a la igualdad formal, de hombres y mujeres. Otro avance importante se logró a
a la igualdad material y a la no discriminación, lo cual im- través del Acuerdo Ministerial 501 emitido por la Canciller
plica no solamente la generación de normativa sino tam- María Fernanda Espinosa en 2007, por el que se dispone
bién el desarrollo e implementación de políticas públicas que los funcionarios del Servicio Exterior casados entre sí
para garantizar efectivamente este derecho. puedan desempeñar funciones en misiones diplomáticas
distintas, pero en el mismo lugar geográfico.
El Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021 – Toda una
Vida establece la necesidad de transversalizar los enfo- Ahora la Cancillería busca consolidar propuestas para la
ques inclusivos y de igualdad en la diversidad, así como agenda internacional que permitan alcanzar la igualdad
el respeto de los diferentes sujetos de derecho, en todos formal y material de las mujeres, así como políticas para su
los ámbitos de la política pública ecuatoriana. Por ello se cumplimiento en el servicio exterior y en la gestión integral
plantean acciones para la reafirmación y el ejercicio pleno de la institución. La política de género que se implementa
de derechos. en la Cancillería prioriza la promoción y el fortalecimiento
de la igualdad de oportunidades profesionales; potencia
Los enfoques de igualdad son transversalizados en todos
el desarrollo profesional y personal de hombres y mujeres;
los ámbitos de la política exterior ecuatoriana y dentro del
previene todos los hechos discriminatorios y violentos con-
Ministerio. En primer lugar, al interior de la institución, se
tra las mujeres en el lugar de trabajo; propicia una cultura
practica un enfoque inclusivo de respeto a los derechos,
institucional en la que se aplica la igualdad de género en
de manera integral y permanente, que se efectiviza en el
las políticas, programas, proyectos y servicios; establece
ingreso y permanencia en la entidad (con especial énfasis
atención prioritaria para mujeres migrantes y refugiadas;
en el enfoque de género e interculturalidad). En segun-
y, coordina y promueve una agenda estratégica y de coo-
do lugar, se desarrolla la equiparación de derechos entre
peración internacional para avanzar hacia la igualdad de
ecuatorianos y extranjeros y, entre ecuatorianos residen-
género.
tes en el Ecuador y ecuatorianos residentes el exterior. En
tercer lugar, la política exterior del Ecuador materializa los
enfoques de igualdad a través de la defensa de las agen-
Movilidad Humana
das y posiciones en el ámbito bilateral y multilateral. En
cuarto lugar, los servicios brindados se caracterizan por el
Tomando en cuenta las diferentes perspectivas de los paí-
respeto a la igualdad, con énfasis en los grupos de aten-
ses y las regiones frente a los crecientes flujos migratorios,
ción prioritaria.
y al tratamiento que se otorgaba a la migración en el es-
Igualdad de Género cenario mundial y nacional, en el año 2008, a partir de la
Constitución de Montecristi, Ecuador comenzó a defender
Durante los últimos años, la Cancillería ha mantenido una los derechos de las personas en situación de movilidad
voz propositiva en los foros internacionales para impulsar humana impulsando, para ello, la apertura de las fronte-
la igualdad de género, que constituye un elemento central ras, la ciudadanía universal, la no criminalización de la mi-
de los compromisos del Ecuador en materia de Derechos gración, la igualdad ante la ley y la no discriminación, la
Humanos y con respecto a la Agenda 2030 (ODS 5). protección de los ciudadanos ecuatorianos en el exterior,

39
el principio pro persona en movilidad humana, el interés Interculturalidad
superior en la niña, el niño y el adolescente migrante, y la
no devolución y la integración regional en materia de polí- A nivel multilateral y bilateral, Ecuador no sólo promueve
ticas de movilidad humana. la interculturalidad, sino que además enfatiza el reconoci-
miento de los derechos de los pueblos y nacionalidades
La Ley Orgánica de Movilidad Humana, promulgada en indígenas y afroecuatorianos. El país se ha configurado en
el mes de febrero de 2017, en su artículo 167, estable- un actor internacional transcendental en el impulso y pro-
ce la transversalización del enfoque de movilidad humana moción de iniciativas como la Declaración de las Nacio-
en el sector público, para lo cual todos los niveles de go- nes Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
bierno deben incluir en sus políticas, planes, programas, (2007), y logró que el 2019 sea declarado como el Año
proyectos y servicios con dicho enfoque. A fin de lograr la Internacional de las Lenguas Indígenas, en el marco de la
transversalización de derechos y obligaciones de las per- Organización de las Naciones Unidas.
sonas en movilidad humana, el Ministerio de Relaciones
Exteriores y Movilidad Humana, en su calidad de rector en Ecuador también continuará con la promoción de políticas
este ámbito, ha iniciado un proceso de concertación inte- públicas a favor del pueblo afrodescendiente, traduciendo
rinstitucional que prioriza acciones tendientes a la plena así los compromisos internacionales del Decenio Interna-
aplicación de la normativa vigente. cional para los Afrodescendientes (2015-2024).

En lo institucional, la Cancillería consolidará el enfoque in-


El nuevo marco jurídico sobre movilidad humana gira
tercultural en el ingreso y la promoción de la carrera del
en torno a ejes tales como la supremacía del ser huma-
servicio exterior, lo que permitirá reflejar de mejor manera
no como sujeto de derechos, el buen vivir y la seguridad
la plurinacionalidad e interculturalidad del Estado ecuato-
humana. El instrumento normativo considera a la movili-
riano.
dad humana “como los movimientos migratorios que rea-
liza una persona, familia o grupo humano para transitar o
establecerse temporal o permanentemente en un Estado
diferente al de su origen o en el que haya residido previa-
mente, que genera derechos y obligaciones”.

En este período se continuará con el desarrollo de políticas


públicas proactivas, basadas en los objetivos del PND y
en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Con esta fina-
lidad, se ha realizado una planificación que va desde la
institucionalización del concepto de movilidad humana y
la ampliación y el fortalecimiento de derechos como el ac-
ceso a planes, programas y proyectos en el exterior, hasta
la creación de una plataforma encargada de coordinar, im-
plementar y evaluar la aplicación de la Ley, su Reglamento
y de la normativa secundaria, así como coordinar el trabajo
del Consejo de Igualdad de Movilidad Humana.
Mesa de diálogo sobre Interculturalidad
y Derechos Humanos - Esmeraldas

40
Cultura de Paz los derechos de las personas en protección internacional
en todos los niveles del Estado propiciando la plena
Para Ecuador, la construcción de la paz no es sólo la inclusión en las comunidades de acogida y, en especial,
ausencia de conflictos, sino la generación de condiciones implementando campañas contra la discriminación y la
económicas, sociales y políticas que permitan y aseguren xenofobia.
el pleno desarrollo de las personas, en armonía con la
naturaleza, a través de la garantía efectiva de sus derechos Derechos Humanos
humanos, con un enfoque inclusivo e intercultural, y sobre
la base de un rechazo expreso a toda forma de violencia. El Ecuador se ha posicionado como un referente interna-
cional en la promoción y protección de los derechos hu-
La cultura de paz es una de las líneas conductoras de manos. Por ello fue electo al Consejo de Derechos Huma-
nuestra política exterior, que preserva elementos como la nos de las Naciones Unidas (2016-2018), y sus expertos
interculturalidad y los derechos humanos. La Constitución nacionales han sido designados en los Comités creados
define a Ecuador como un territorio de paz en el que no se en el marco de los sistemas universal e interamericano.
permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras Como se plantea en el PND, el objetivo es posicionar el
ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se respeto de los derechos humanos durante todo el ciclo de
prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas arma- vida, con énfasis en la especial protección que requieren
das o de seguridad extranjeras. (Artículo 5) las personas y los grupos que se encuentran en situación
de atención prioritaria o en vulnerabilidad, en particular de
La Constitución también establece claramente el mandato las personas con discapacidad.
para impulsar la resolución pacífica de las controversias
internacionales, así como la prohibición del uso de la fuer- En un mundo multipolar, la corresponsabilidad de todos
za en las relaciones internacionales, en línea con la Carta los actores en la protección de los derechos humanos es
de las Naciones Unidas. El Ecuador apoya decididamente fundamental. Por ello, el Ecuador fomenta el desarrollo de
el desarme y la eliminación de armas nucleares, tal como iniciativas en materia de derechos humanos en el marco
lo señaló el señor Presidente Lenín Moreno, en su inter- de los acuerdos internacionales correspondientes. Para
vención en la Asamblea General de Naciones Unidas en nuestro país resulta fundamental promover la responsabi-
septiembre de 2017. lidad de las empresas transnacionales en el cumplimiento
de los derechos humanos, así como la justicia tributaria y
En dicha oportunidad, el Presidente Moreno resaltó la lucha contra la corrupción. La defensa y promoción de
que la industria militar es un gran negocio y que así los derechos humanos es un factor indispensable para el
como se condena y persigue a los traficantes, también cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y
se debe proceder frente a los productores de armas. para la construcción de sociedades justas, inclusivas, pa-
Señaló que no es posible que los recursos que pueden cíficas y sin discriminación.
ser destinados para financiar el cumplimiento de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible, sean desperdiciados Derechos de la Naturaleza
en el absurdo de la guerra. En función de lo anterior, y
como un firme promotor de la Cultura de Paz, nuestro país La Constitución de Montecristi fue la primera en el mundo
también defiende el fortalecimiento de la normativa, los en reconocer los derechos de la naturaleza, el manteni-
mecanismos, la implementación y la difusión del Derecho miento y regeneración de sus ciclos vitales, así como su
Internacional Humanitario. Esto ha permitido transversalizar estructura, funciones y procesos evolutivos. El Ecuador

41
propone un cambio en la relación entre el ser humano y la en las manos de las y los ecuatorianos hacer respetar los
naturaleza, a través de la convivencia en diversidad y en derechos de la naturaleza y que eventualmente, ésta sea
armonía con la naturaleza para alcanzar el Buen Vivir. Por restaurada tomando en cuenta la responsabilidad del Es-
ello, busca dejar atrás el paradigma antropocéntrico que tado para su actuación oportuna y diligente.
considera al ser humano como centro de la naturaleza, por
el paradigma biocéntrico que lo incluye como parte de la A la Cancillería le corresponde continuar con el impulso
naturaleza. a la Declaración Universal de los Derechos de la Natura-
leza, que ya se ha incluido en documentos como el de la
En concordancia con el Objetivo 3 del PND, en donde se Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Soste-
plantea la necesidad de “garantizar los derechos de la na- nible (Río+20). Por otra parte, en la Agenda 2030 para el
turaleza para las actuales y futuras generaciones”, el ac- Desarrollo Sostenible, se reconoce el principio de armonía
cionar del Ecuador en su política exterior también se fun- con la naturaleza, en tanto que en el Acuerdo de París se
damenta en la defensa de los derechos de la naturaleza. observa la importancia de garantizar la integridad de to-
Como se encuentra previsto en nuestra Constitución, está dos los ecosistemas y la protección de la biodiversidad o
Madre Tierra.

Islas Galápagos - Patrimonio Natural de la


Humanidad

42
5 OBJETIVOS DE LA
POLÍTICA EXTERIOR
2017-2021

www.cancilleria.gob.ec
43
44
5. OBJETIVOS DE LA POLÍTICA EXTERIOR 2017-2021

Los siete objetivos de la política exterior para el período 2017-2021, que se alinean a la Constitución
de la República y al Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021 - Toda una Vida, y que permiten al país
avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030 y en el derecho al desarrollo, son los siguientes:

1. Defender las soberanías y la construcción de la paz.

2. Defender los derechos humanos y los derechos de la naturaleza.

3. Impulsar la inserción estratégica del Ecuador y la diversificación de nuestras relaciones


internacionales en función de los intereses del país.

4. Promover la consolidación de los mecanismos de integración bilateral, regional y el fortalecimiento


del multilateralismo.

5. Promover el ejercicio de los derechos de las personas en movilidad humana en todas sus
dimensiones.

6. Coordinar la Cooperación Internacional para el cumplimiento de las prioridades y objetivos


definidos por el gobierno nacional.

7. Fortalecer la gestión y la profesionalización del servicio exterior y la diplomacia ciudadana.

45
Objetivo 1: Defender las soberanías y en procura de lograr el progresivo fin de la condición de
la construcción de la paz. extranjero como elemento transformador de las relaciones
desiguales entre los países, así como la efectiva coopera-
Este objetivo se sustenta en los principios constitucionales ción internacional.
sobre relaciones internacionales y en el Objetivo 9 del Plan
Nacional de Desarrollo 2017-2021 -Toda una Vida: “Garan- A partir de esa perspectiva, la paz, la libre movilidad, el
tizar la soberanía y la paz, y posicionar estratégicamente al comercio y la seguridad son propósitos vitales, pero igual-
país en la región y el mundo”. Se relaciona también con el mente lo son desplegar iniciativas sobre el cambio climá-
Objetivo 6: “Desarrollar las capacidades productivas y del tico, el reconocimiento de derechos de las personas en
entorno para lograr la soberanía alimentaria y el desarrollo movilidad humana, el derecho a la alimentación o la in-
rural integral”. terculturalidad. El enfoque de soberanías nacionales, no
limitado a lo político y a la seguridad, revela en cambio
a. Defender las soberanías y la autodeterminación de que estos ámbitos se hallan vinculados a los económicos,
los pueblos sociales y ambientales, entre otros.
Como república soberana, Ecuador se gobierna con au-
tonomía y tiene derecho a proteger su territorio y a rela- Defender las soberanías de los Estados es defender el de-
cionarse en términos de igualdad con otras naciones. La recho a su autodeterminación. Detrás de reclamos por el
Constitución proclama que la soberanía nacional radica reconocimiento de saberes ancestrales y la protección de
en el pueblo, “cuya voluntad es la base de la autoridad” la biodiversidad o por la adopción de normas vinculantes
(Art. 1.2). que exijan a las empresas transnacionales el respeto a los
derechos humanos, reside el principio de la soberanía na-
La Constitución suscita una nueva perspectiva de la sobe- cional sobre un territorio y el derecho de los pueblos para
ranía nacional cuando define a nuestro país como un Esta- autodeterminarse, dentro del mismo, de manera efectiva.
do de derechos (Art. 1.1), noción que extiende el alcance Esa visión de las relaciones internacionales ha impulsado
de soberanía y configura innovadoras “soberanías” del Es- a Ecuador a respaldar los procesos de descolonización en
tado, a partir de las cuales se comprende la protección de la ONU. Por lo expuesto, Ecuador continuará impulsando
intereses claves de nuestra sociedad. Así, Ecuador tiene en su política exterior la autodeterminación de los pueblos
como objetivo de su accionar internacional, la defensa y y la no injerencia en los asuntos de otros Estados.
promoción de la soberanía nacional y conjuntamente de
las soberanías que emanan de preceptos constitucionales Por otro lado, la adhesión del Ecuador a la Convención
como la soberanía alimentaria, la soberanía económica, la de las Nacionales Unidas sobre el Derecho del Mar
soberanía ambiental, la soberanía cultural o la soberanía de 1982 (CONVEMAR) permite la definición del límite
energética. exterior de la plataforma continental más allá de las 200
millas náuticas. Con esto se logra la unidad geográfica
La realización de las nuevas soberanías solo se puede del territorio marítimo insular con el continental mediante
concretar a través de la convivencia pacífica de las na- el suelo y subsuelo marino, lo cual entraña un incremento
ciones, la eliminación del racismo, la xenofobia y toda for- aproximado de 266.300 kilómetros cuadrados. Ecuador
ma de discriminación, el respeto por la independencia de tendrá derechos de soberanía sobre los recursos existentes
cada Estado, la renuncia al uso o a la amenaza de uso de en esta área. La Cancillería ha puesto en consideración
la fuerza en las relaciones entre los Estados, el reconoci- de la Presidencia de la República la creación del Comité
miento y la inclusión de las personas en movilidad humana para el establecimiento del límite exterior de la plataforma

46
continental ecuatoriana, instancia encargada de construir 1.3 Reivindicar y ejercer los derechos del Ecuador a su
una propuesta para determinar y definir el límite exterior de plataforma continental, en el marco del Derecho Interna-
la plataforma continental del Ecuador. cional, y promover el uso de sus recursos a favor del desa-
rrollo sostenible del país.
b. Construir la paz y la solución pacífica de las
controversias 1.4 Defender la libre movilidad humana y el progresivo fin
Ecuador está comprometido con la construcción de la paz, de la condición de extranjero.
el diálogo para resolver conflictos y la convivencia pacífi-
ca de los pueblos. Apoya en los foros internacionales el Política 2: Promover iniciativas que propicien la
desarme y la eliminación de armas nucleares. Evita que paz, la solución pacífica de las controversias y el
los recursos que pueden financiar el derecho al desarrollo, desarme universal.
sean desperdiciados en guerras y actos de agresión.
2.1 Promover una cultura de paz.
Ecuador seguirá trabajando por el desarrollo del derecho
internacional y de las instituciones multilaterales, y promo- 2.2 Apoyar, en el marco del derecho internacional y con-
viendo con hechos la paz en nuestra región y en el mundo. juntamente con otros Estados, el diálogo y la solución pa-
Así, nuestro país continuará aportando a la construcción cífica y negociada de conflictos internacionales.
de un entendimiento entre el Gobierno de Colombia y el
Ejército de Liberación Nacional (ELN); al desarme univer- 2.3 Impulsar, dentro del sistema multilateral, el desarme
sal y el control de armamentos (en particular de las armas universal y la eliminación de las armas de destrucción ma-
de destrucción masiva); a la limitación de ensayos nuclea- siva.
res y la extensión de las zonas libres de armas atómicas; a
la solución de conflictos internacionales, en colaboración 2.4 Facilitar el diálogo de paz entre el gobierno colombia-
con otros Estados; y a la reducción de los gastos militares no y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
a favor de programas de desarrollo sostenible, así como
el respeto a los instrumentos sobre Derecho Humanitario y 2.5 Impulsar, en el marco del Derecho Internacional,
sobre Movilidad Humana. el respeto y fortalecimiento al Derecho Internacional
Humanitario.
Objetivo 1: Defender las soberanías y la construcción
de la paz.

Política 1: Defender las soberanías, la autodetermi-


nación de los pueblos y los principios de política
exterior.

1.1 Defender las soberanías, la autodeterminación y la so-


lidaridad de los pueblos.

1.2 Mantener el respaldo del Ecuador a los procesos de


descolonización.
Desminado humanitario en frontera con Perú

47
Objetivo 2: Defender los derechos entre los derechos económicos, sociales y culturales, así
humanos y los derechos de la como los civiles y políticos. Los lineamientos de política
exterior en materia de derechos humanos se conjugan con
naturaleza. los principios de independencia, igualdad soberana, no
injerencia, libre autodeterminación, cooperación interna-
Este objetivo se relaciona con los siguientes Objetivos del
cional, ciudadanía universal, libre movilidad, integración y
Plan Nacional de Desarrollo: Objetivo 1: “Garantizar una
solución pacífica de las controversias.
vida digna con iguales oportunidades para todas las per-
sonas”; Objetivo 2: “Afirmar la interculturalidad y plurina-
Ecuador continuará impulsando las posiciones nacionales
cionalidad, revalorizando las identidades diversas”; Obje-
sobre derechos humanos que cuentan con el reconoci-
tivo 3: “Garantizar los derechos de la naturaleza para las
miento de la comunidad internacional y que han determi-
actuales y futuras generaciones”; y Objetivo 8: “Promover
nado su elección como miembro de las principales instan-
la transparencia y la corresponsabilidad para una nueva
cias de coordinación intergubernamental sobre derechos
ética social”.
humanos, tanto a nivel regional como mundial.
La efectiva protección de los derechos humanos y de los
Nuestro país fomentará la protección universal de los de-
derechos de la naturaleza es una tarea que debe ser asu-
rechos humanos, dando prioridad a los pueblos y nacio-
mida por todos los Estados, en el marco del desarrollo de
nalidades indígenas y afrodescendientes, de las mujeres,
sus relaciones soberanas y de la cooperación internacio-
las personas con discapacidad y las niñas, niños y ado-
nal. En consecuencia, es imprescindible impulsar iniciati-
lescentes, la juventud así como también los adultos ma-
vas para alcanzar acuerdos internacionales que promue-
yores y las personas en movilidad humana, en línea con la
van el reconocimiento universal de estos derechos. En
Constitución y los instrumentos internacionales. En espe-
consonancia con su visión de fortalecimiento de la inte-
cial, nuestro país promoverá las iniciativas internacionales
gración regional, Ecuador seguirá aportando para que la
que reconozcan el carácter diverso e intercultural de los
región latinoamericana y caribeña consoliden su agenda
Estados y sus sociedades. Posicionará en los foros mul-
propia en materia de derechos humanos y de protección
tilaterales su visión acerca de la necesidad de garantizar
de los derechos de la naturaleza, impulsando debates en
los derechos de cada persona durante todo el ciclo de
ámbitos como Comunidad Andina, CELAC, UNASUR o
vida, proyectando así en la esfera internacional los valores
Mercosur.
y enfoques de Plan Nacional de Desarrollo Toda una Vida.
a. Derechos para todas y todos
Seguiremos implementando políticas integrales para cum-
La promoción del respeto a los Derechos Humanos es un
plir las obligaciones adquiridas en el marco de los siste-
elemento central del posicionamiento del Ecuador a nivel
mas universal e interamericano de derechos humanos, y
internacional, vinculado al cumplimiento de los Objetivos
continuaremos cumpliendo con la presentación periódica
de Desarrollo Sostenible de la ONU. Este compromiso se
de informes y la incorporación progresiva de sus recomen-
ha materializado en la práctica, más allá de la ratificación
daciones, en especial, en el marco del Examen Periódico
de todos los instrumentos internacionales del Sistema Uni-
Universal que conduce el Consejo de Derechos Humanos,
versal y del Sistema Interamericano.
del cual nuestro país forma parte hasta 2018.
El Ecuador defiende el carácter universal, indivisible, in-
Ecuador apoyará iniciativas tendientes al respeto, difusión,
terdependiente e interrelacionado de los derechos huma-
aplicación y fortalecimiento del Derecho Internacional
nos, lo cual supera el paradigma tradicional de la división

48
Humanitario, favoreciendo además la aplicación de la responsabilidades de las transnacionales en eventuales
jurisdicción universal en los delitos en que este resulte violaciones a los derechos fundamentales de las personas.
afectado. De manera prioritaria, se propugna proteger
los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas Por otro lado, Ecuador continuará impulsando la justicia
y afrodescendientes, de las personas con discapacidad, fiscal, que permitiría asegurar el financiamiento necesario
de los niños, niñas y adolescentes y de las mujeres, así para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Soste-
como erradicar todas las formas de discriminación y de nible de la ONU. Nuestro país ha alertado sobre el grave y
violencia, particularmente hacia aquellos grupos que se urgente problema de la evasión y la elusión fiscal a esca-
encuentren en movilidad humana y requieran atención por la mundial, uno de los más grandes actos de corrupción
encontrarse en situación de vulnerabilidad. que afectan a nuestros pueblos. En esta línea, y mediante
consulta popular, Ecuador adoptó el Pacto Ético que pro-
híbe a funcionarios y dignatarios electos tener recursos en
paraísos fiscales.

La evasión tributaria afecta a todos los países, por lo que


se requiere la acción internacional para lograr una amplia
cooperación a todo nivel. El Grupo de los 77+China se ha
pronunciado sobre la necesidad de crear en la ONU un ór-
gano intergubernamental de cooperación fiscal. Ecuador
ha promovido este tema durante la Presidencia del G77
ejercida desde 2017. Continuaremos con nuestros esfuer-
Ecuador entrega la presidencia del G77 a Egipto zos para lograr la cooperación internacional tributaria, con
un enfoque y un alcance universal que deben tomar plena-
b. Justicia fiscal, derechos humanos y transnacionales mente en cuenta las distintas necesidades y capacidades
Gracias al impulso de Ecuador y de Sudáfrica, y para cum- de los países.
plir el mandato constitucional de fomentar la creación de
Para reforzar la lucha global, Ecuador firmó un acuerdo
mecanismos de control internacional a las transnaciona-
con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el De-
les, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó
lito (UNODC, por sus siglas en inglés) para la cooperación
en 2014 la Resolución 26/09. Con ella se creó el Grupo de
en la lucha contra la corrupción y por la transparencia, que
Trabajo Intergubernamental de Composición Abierta sobre
incluye el intercambio de experiencias, la elaboración de
Empresas Transnacionales y otras Empresas con respecto
estándares e indicadores de transparencia para todos los
a los Derechos Humanos, el que tiene como mandato ela-
países, y mecanismos de educación y prevención de la
borar el instrumento vinculante sobre la materia.
corrupción.
El propósito del instrumento es prevenir la violación de los
c. Diplomacia verde y derechos de la naturaleza
derechos humanos por parte de las empresas transnacio-
A partir del reconocimiento de los derechos de la natu-
nales y, en caso de que esto ocurra, establecer mecanis-
raleza en la Constitución, Ecuador ha impulsado la De-
mos que impidan la impunidad y aseguren la remediación
claración Universal de los Derechos de la Naturaleza e
a las víctimas. Esta iniciativa, prioritaria para el Ecuador,
iniciativas para combatir el cambio climático. Todo esto
intenta llenar un vacío legal por cuanto en la actualidad no
configura la diplomacia verde, un eje fundamental de la
existen controles efectivos y vinculantes que regulen las
política exterior ecuatoriana.

49
En materia de cambio climático, una cuestión vital para (Reducción de Emisiones de Deforestación y Degradación
nuestro país y para el planeta, Ecuador defiende el prin- de los Bosques y la función de conservación de las
cipio de equidad y de responsabilidades comunes pero reservas de carbono, manejo sostenible e incremento de
diferenciadas, y ha llamado la atención sobre la existencia contenidos de carbono de los bosques).
de una “deuda climática” que debe ser saldada por los
países desarrollados a través de la provisión de financia- Objetivo 2: Defender los derechos humanos y los
miento, la transferencia de tecnología y el desarrollo de derechos de la naturaleza.
capacidades a los países en desarrollo.
Política 1: Fomentar la defensa de los derechos hu-
Continuaremos trabajando en el marco del Acuerdo de manos, en especial de los pueblos y nacionalidades
París (ratificado por el Ecuador en 2017), para contribuir indígenas y afrodescendientes, de las mujeres, las
al combate al cambio climático a través de la implementa- personas con discapacidad, niñas, niños y adoles-
ción de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional centes, juventud y adultos mayores, personas en si-
(NDCs por sus siglas en inglés) y la búsqueda del desarro- tuación de movilidad humana, en línea con la Cons-
llo sostenible. Asimismo, Ecuador seguirá impulsando el titución y los instrumentos internacionales.
mecanismo de Emisiones Netas Evitadas, para que sean
recompensados aquellos países en desarrollo que evitan 1.1 Promover iniciativas y propuestas para la defensa de
emitir dióxido de carbono. los derechos humanos en espacios multilaterales, con
especial énfasis en grupos vulnerables.
Por otra parte, fortaleceremos la propuesta de inclusión y
transparencia en la participación efectiva de los actores no 1.2 Fortalecer canales permanentes de coordinación
estatales en los procesos y acciones bajo la Convención con entidades públicas, organizaciones internacionales
Marco de la ONU sobre Cambio Climático. Buscamos in- y la ciudadanía para articular el cumplimiento de los
cluir medidas de diferenciación entre los tipos de actores compromisos internacionales del Ecuador en materia de
no estatales y el manejo de potenciales conflictos de inte- derechos humanos.
rés. Por ello, será una prioridad impulsar el Plan de Acción
de Género, así como la Plataforma Indígena, un espacio
en el cual los pueblos indígenas puedan intercambiar ex-
periencias y recibir el reconocimiento que merecen por su
contribución a proteger la biodiversidad y el planeta.

d. Iniciativa Amazónica - Amazonía Sostenible al 2030


Ecuador, uno de los 8 países amazónicos, está
comprometido con la protección de la mayor cuenca
hidrográfica del mundo. La Iniciativa Amazónica busca
frenar la deforestación, combatir el cambio climático y
proteger a los pueblos y nacionalidades indígenas. La
iniciativa se impulsa en el marco de la Organización del
Tratado de Cooperación Amazónica. Como muestra de su
compromiso, Ecuador es actualmente el segundo país en el
mundo en finalizar el proceso de preparación para REDD+ XIII Reunión de Cancilleres de OTCA en Tena

50
1.3 Fomentar los espacios de diálogo con la sociedad civil, de adaptación, mitigación, impulsar la justicia ambiental
en especial con los pueblos y nacionalidades indígenas, y la protección de la víctimas de desastres naturales o
los migrantes, los afrodescendientes y las mujeres, en ambientales por razones humanitarias.
organismos multilaterales.
3.3 Promover iniciativas para combatir el cambio climático,
1.4 Garantizar la preservación de las lenguas indígenas, incluyendo el concepto de Emisiones Netas Evitadas, el
incluyendo una activa participación del país en el Año fortalecimiento de la Plataforma Indígena y el Plan de Ac-
Internacional de las Lenguas Indígenas 2019, en el marco ción de Género, en el marco de la Convención de Cambio
de las Naciones Unidas. Climático de Naciones Unidas.

Política 2: Impulsar a nivel internacional la justicia 3.4 Incrementar la cooperación internacional para cana-
tributaria, la transparencia y el respeto a los dere- lizar recursos a programas de conservación ambiental y
chos humanos por parte de las empresas transna- lucha contra el cambio climático, desde fuentes multilate-
cionales. rales y bilaterales.

2.1 Promover la cooperación bilateral y multilateral para Política 4: Promover la Iniciativa Amazónica -
contrarrestar los efectos negativos de los paraísos fiscales Amazonía Sostenible al 2030.
en el derecho al desarrollo, la consecución de los Objeti-
vos de Desarrollo Sostenible de la ONU y la lucha contra 4.1 Impulsar la Iniciativa Amazónica en el marco de la
la corrupción. Organización del Tratado de Cooperación Amazónica,
OTCA, para proteger a la mayor cuenca hidrográfica del
2.2 Impulsar la creación de un órgano intergubernmental mundo, combatir el cambio climático y alcanzar la defores-
de cooperación tributaria en la ONU. tación neta cero al 2030.

2.3 Mantener el liderazgo en la elaboración del instrumen- 4.2 Fortalecer la Organización del Tratado de Cooperación
to vinculante sobre transnacionales y derechos humanos. Amazónica.

2.4 Impulsar iniciativas internacionales para la transparen-


cia y la lucha contra la corrupción.

Política 3: Desarrollar la diplomacia verde, la jus-


ticia ambiental y la defensa de los derechos de la
naturaleza.

3.1 Impulsar la iniciativa de elaborar una Declaración Uni-


versal de los Derechos de la Naturaleza.

3.2 Gestionar la acción concertada de los países, en


especial del Sur Global, que tienen intereses similares
a los del Ecuador en materia de cambio climático, con
miras a defender sus posiciones comunes en materia

51
Objetivo 3: Impulsar la inserción importación y exportación, con énfasis en el desarrollo
estratégica del Ecuador y la de la economía popular y solidaria. Se han alcanzado así
importantes avances en las relaciones con China, la Unión
diversificación de nuestras relaciones Europea, Irán, Catar e India, entre otros. En la actualidad
internacionales en función de los se diversifican las exportaciones así como los actores
intereses del país. involucrados en los procesos comerciales. Para fortalecer
el comercio como herramienta para el desarrollo social y
Este objetivo se relaciona con el Objetivo 4 del Plan Nacio- económico del país, se impulsará una política comercial
nal de Desarrollo: Consolidar la sostenibilidad del sistema estratégica que busque lograr acuerdos simétricos, así
económico social y solidario, y afianzar la dolarización; como la promoción de bienes y servicios innovadores con
con el Objetivo 5: Impulsar la productividad y competitivi- valor agregado, y la atracción de inversiones productivas.
dad para el crecimiento económico sostenible de manera
redistributiva y solidaria; y con el Objetivo 9: Garantizar la Ecuador ha trabajado en acuerdos comerciales que mejo-
soberanía y la paz, y posicionar estratégicamente al país ran las condiciones de acceso al mercado de productos
en la región y el mundo. ecuatorianos. El Acuerdo Comercial con la Unión Europea
permite establecer condiciones de mercado estables y
A la Cancillería le corresponde impulsar la inserción estra- previsibles. De manera similar, se han suscrito acuerdos
tégica a través de la coordinación del Consejo Sectorial de con Nicaragua y El Salvador, que generarán oportunida-
Política Exterior y Promoción. El Consejo tiene una agenda des para varias industrias ecuatorianas que incorporan
de promoción del Ecuador que incluye aspectos cultura- valor agregado. Nuestro país buscará la implementación
les, patrimoniales, turísticos, de comercio e inversión, en cabal de los referidos entendimientos, en línea con el Plan
coordinación con los ministerios del sector. La Cancille- Nacional de Desarrollo.
ría participa también desde julio de 2017 como miembro
pleno, con voz y voto, del Comité de Comercio Exterior Además, está por concluir la discusión interinstitucional del
(COMEX), organismo que aprueba las políticas públicas nuevo modelo de Convenio Bilateral de Inversiones prepa-
nacionales en materia de política comercial. rado por la Cancillería que permitirá al Ecuador precaute-
lar adecuadamente la capacidad reguladora del Estado
Para promocionar al Ecuador, se aprovechará la red de en beneficio del interés público, a la par de promover la
misiones diplomáticas y consulares en el exterior, y se im- atracción de inversiones productivas, de manera compati-
plementarán herramientas y protocolos de procesos y ges- ble con la legislación nacional, los objetivos nacionales de
tión que permitirán a todas las oficinas contar con informa- desarrollo sostenible y la evolución del derecho internacio-
ción completa para la promoción del país. Se establecerán nal en materia de inversiones. La Cancillería se encuentra
procedimientos claros y estandarizados de colaboración en permanente coordinación con la SENPLADES a efectos
interinstitucional, manejo de marca país y definición de de pulir el nuevo tratado para su posterior aprobación por
prioridades estratégicas. Con los indicadores de gestión parte de las autoridades nacionales.
correspondientes, se podrá medir los resultados, corregir
posibles falencias y potenciar el trabajo en función de los De igual modo, el Ecuador logró la asignación por parte
intereses nacionales. de la Organización de Aviación Civil Internacional, OACI,
de la aerovía Ecuador-Tahití que facilitará la conexión con
a. Promoción del comercio exterior e inversiones
Australia y otros destinos en el Asia que tienen alto valor
En los últimos años se han realizado esfuerzos para
estratégico en términos geopolíticos y geoeconómicos.
diversificar los socios estratégicos y los mercados de
Asimismo, se busca establecer el control aéreo en

52
una extensa área ubicada al oeste del archipiélago de c. Difundir nuestra cultura y patrimonio
Galápagos en el Pacífico sur, a través de la asignación de Un eje de gestión fundamental de la política exterior con-
la “región de información de vuelo” (FIR, por sus siglas en siste en la construcción de una Cancillería de puertas
inglés) en las Galápagos. Esto generará beneficios para la abiertas, vinculada con las demandas y necesidades de
seguridad del país, el desarrollo de la conectividad aérea, las ciudadanas y ciudadanos. Se trata de una Cancille-
el turismo, el intercambio cultural y el comercio exterior. ría que incorpore, como ejes transversales, la intercultu-
ralidad, la igualdad de género, así como la defensa y la
b. Potenciar el turismo promoción de las culturas y los patrimonios.
Uno de los principales objetivos de la política exterior ecua-
toriana consiste en potenciar el turismo receptivo como En este sentido, se apoyará la adopción de una agenda
fuente generadora de divisas y empleo. Para lograrlo, se de política pública para la promoción de nuestras identi-
ha definido una política de turismo 2017- 2021 basada en dades, de las culturas, los patrimonios y el turismo ecuato-
tres pilares: inversión, fomento y mejora de la capacidad riano en el mundo. Para ello, se contará con un manual de
instalada; desarrollo de destinos y seguridad turística; y, procesos para las misiones diplomáticas del Ecuador en el
servicios y productos turísticos. exterior, y se generarán, en conjunto con las instituciones
del gabinete sectorial, diversos productos que garanticen
La inversión, fomento y mejora de la capacidad instala- una promoción cultural efectiva.
da permitirá promocionar al Ecuador como destino de
inversión turística a través de proyectos turísticos estra-
tégicos. Para lograrlo, es necesario generar información
estratégica para nuevas inversiones e instrumentos para
su difusión, simplificar trámites para la inversión y empleo,
fomentar nuevos incentivos y mejorar las condiciones de
financiamiento para potenciar la capacidad instalada y la
generación de nuevos productos financieros.

Es importante también desarrollar los destinos y la segu-


ridad turística a través de un plan de desarrollo sectorial,
con el cual se identifiquen zonas especiales de desarrollo
económico para la inversión. Además, se trabajará articu-
ladamente con los Gobiernos Autónomos Descentraliza-
dos para potenciar el desarrollo de infraestructura turística
y se implementará un proceso de Certificación de Destinos
Sostenibles, seguros y accesibles. Se potenciará el turis-
mo comunitario, accesible e inclusivo. Adicionalmente, se
trabajará en la diversificación y articulación de la oferta de
los servicios y productos turísticos mediante la generación
de nuevos productos y el empaquetamiento de servicios.
La Cancillería promocionará los diversos atractivos del
país desde las misiones diplomáticas, con indicadores
claros de promoción y resultados concretos.

53
Objetivo 3: Impulsar la inserción estratégica del Política 3: Difundir la riqueza y diversidad de nuestra
Ecuador y la diversificación de nuestras relaciones cultura y patrimonio.
internacionales en función de los intereses del país.
3.1 Promocionar las identidades y las culturas ecuatorianas
Política 1: Consolidar una política internacional en en el exterior con la oferta de bienes, objetos y servicios
materia de comercio exterior e inversiones. culturales.

1.1 Identificar los principios rectores de los acuerdos bila- 3.2 Incorporar las funciones de promoción y defensa de las
terales y entendimientos sobre inversiones, que respeten culturas y los patrimonios, en las misiones diplomáticas.
la soberanía nacional y preserven nuestros intereses en
materia de desarrollo sostenible, protección ambiental, 3.3 Promover la participación del Ecuador en ferias,
responsabilidad tributaria y generación de empleo. festivales y mercados del arte.

1.2 Delinear, en coordinación con las instancias públicas 3.4 Establecer alianzas estratégicas, redes internacionales
y privadas pertinentes, una estrategia de negociaciones y facilitar el acceso a mecanismos de fomento y promoción
comerciales donde se aliente un crecimiento del comercio de las culturas y los patrimonios.
exterior acorde con la defensa de las soberanías y de los
intereses nacionales, brindando especial atención a las
empresas de la economía popular y solidaria. Objetivo 4: Promover la consolidación
de los mecanismos de integración
1.3 Fomentar estrategias de promoción de las exportacio- bilateral, regional y el fortalecimiento
nes e inversiones hacia el Ecuador, a través de las misio- del multilateralismo.
nes diplomáticas y consulares, y en coordinación con las
entidades públicas y el sector privado. El fortalecimiento de los procesos de integración
latinoamericanos y la democratización del multilateralismo
Política 2: Potenciar el turismo receptivo como constituyen para el Ecuador intereses estratégicos de su
fuente generadora de divisas y empleo. política exterior, e imperativos que se proclaman en la
Constitución. En esta línea, nuestra acción internacional se
2.1 Coordinar en conjunto con las instituciones competentes orienta a tres objetivos: estrechar la relación bilateral con los
un plan estratégico de promoción turística en el exterior. países vecinos y con otros países del mundo, fortalecer la
integración latinoamericana y defender el multilateralismo,
2.2 Incrementar la promoción turística desde las misiones democratizando sus procedimientos a tono con el principio
en el exterior. de que los Estados son jurídicamente iguales en el marco
del derecho internacional. Ecuador, como un Estado
2.3 Fomentar un turismo accesible e inclusivo. de derechos y territorio de paz (Constitución, Art. 5),
materializa a través de ese triple enfoque la cooperación,
2.4 Promocionar el turismo con base patrimonial: natural integración y solidaridad con todas las naciones. Los
y cultural. resultados de la gestión diplomática en este campo deben
ser efectivos y extender beneficios a toda la sociedad, al
2.5 Promover el turismo comunitario en la promoción atender las necesidades de las poblaciones fronterizas y
turística nacional. de los sectores vulnerables.

54
La integración latinoamericana con UNASUR, CELAC, terrestre, en cumplimiento con los Acuerdos de Paz.
CAN, OTCA, ALBA-TCP, el Banco del Sur, consolida la Se acordó conformar un grupo de trabajo binacional
acción coordinada con los países hermanos con los que para lograr el acceso del Ecuador al río Amazonas, por
compartimos intereses comunes. Por otro lado, fortalece vía terrestre. Se han encontrado también alternativas
la presencia de Latinoamérica en el mundo y el peso es- mutuamente aceptables para las obras al borde del Canal
pecífico de la región en su relación con otros países o blo- de Zarumilla, en el cual se construye un parque lineal, para
ques de Estados. Ecuador insistirá en que la integración evaluar los efectos de las inundaciones en la zona y tomar
comprenda no sólo aspectos económicos y comerciales, las acciones pertinentes, así como nuevas obras para
sino también temas del ámbito cultural, turístico, de movili- fomentar la integración.
dad humana y ambiental, entre otros. Así se reflejarán, en
la esfera de la integración regional, las soberanías que el Las poblaciones fronterizas participarán en las acciones
Estado ecuatoriano quiere promover en su gestión inter- de política exterior para su protección y bienestar. Así, se
nacional. han establecido Zonas de Integración Fronteriza (ZIF) con
Colombia y Perú, en las que se impulsará el desarrollo de
En cuanto a la defensa del multilateralismo y la democra- las regiones fronterizas de manera conjunta, compartida
tización de las distintas instancias, Ecuador mantendrá su y coordinada. De igual modo, es importante el Plan Bina-
posición en la construcción de un sistema multilateral más cional de Integración Fronteriza con Colombia y el Plan
eficiente, justo para todos los Estados y que responda a Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza con el
la realidad contemporánea. De este modo, se guardará Perú. Se destaca también el Comité Técnico Binacional
armonía con los principios que rigen nuestras relaciones (CTB) en temas vinculados con los pueblos indígenas y
internacionales (Constitución, Art. 416, inciso 9), coordi- afrodescendientes con Colombia, para generar proyectos
nando nuestro accionar con países que tienen similares binacionales participativos. Al efecto, se continuará alen-
enfoques, en especial del Sur Global, promoviendo así un tando la participación de las comunidades locales en los
mundo multipolar. programas binacionales orientados a mejorar la calidad
de vida de aquellas poblaciones situadas en las fronteras
a. Fortalecer la integración bilateral
ecuatorianas.
El Ecuador y sus países vecinos han logrado instituciona-
lizar los mecanismos de concertación política y coordina-
Además del relacionamiento con los países vecinos, Ecua-
ción, denominados Encuentros Presidenciales y Gabine-
dor también da impulso a la integración bilateral con otros
tes Binacionales. Por esa vía, con Colombia y Perú se han
países, lo cual ha permitido mejorar la situación de las po-
acordado y se cumplen compromisos en beneficio común,
blaciones, fortaleciendo la cooperación bilateral en dife-
priorizando la situación de las poblaciones fronterizas.
rentes ámbitos. Se aborda la movilidad humana desde una
Nuestro país promueve una relación e integración veci-
perspectiva integral, con mecanismos de seguimiento y la
nales en lo comercial, económico, social y de movilidad
formulación de políticas coordinadas en materia de trata
humana, a través del desarrollo de ejes temáticos tales
de personas, inclusión de población refugiada, personas
como seguridad y defensa, infraestructura y conectividad,
privadas de la libertad y su reinserción social, y flujos mi-
asuntos fronterizos, asuntos ambientales, asuntos sociales
gratorios, entre otros.
y culturales, y asuntos económicos y comerciales.
b. Profundizar la integración regional
En el caso específico del Perú, en el Encuentro
Para el Ecuador, la integración regional es un proceso
Presidencial de Trujillo en 2017, luego de 19 años, dicho
multidimensional en el que convergen dinámicas de
país reconoció que el Eje Vial Nro. 5 debe ser una vía

55
coordinación, cooperación, convergencia e integración cooperación internacional, integración en infraestructura,
profunda, y cuyo alcance abarca temáticas económicas, educación superior, migración, combate al crimen
comerciales, políticas, sociales, culturales y ambientales, organizado y a la trata de personas.
que representan las soberanías que nuestro país debe
promover en su gestión internacional. El Ecuador ejerce actualmente la Presidencia Pro Témpore
de la CAN. Desde esa posición y como miembro pleno de
Una tarea fundamental en materia de integración consis- la Comunidad, apoyará la aplicación del Plan de Trabajo
te en consolidar espacios como UNASUR, CELAC, CAN, que se enfoca al fortalecimiento del esquema de integra-
OTCA y ALBA-TCP. ción subregional.

UNASUR es la instancia más idónea para desarrollar las En la OTCA, Ecuador continuará promoviendo la Iniciati-
acciones de concertación política y económica de Sud- va Amazónica, que apunta a la preservación de la mayor
américa frente a la agenda internacional, así como para cuenca hidrográfica del mundo. Así, se llevarán a la prác-
atender los múltiples asuntos del relacionamiento externo tica los postulados constitucionales sobre los derechos de
entre los países de la región. Esta visión del país está ín- la naturaleza, y se materializará la soberanía ambiental,
timamente relacionado con su proyección como Estado y con la protección de los intereses ambientales comunes
en plena coincidencia con lo que dispone la Constitución en la región amazónica.
de 2008 (art. 423).
c. Democratizar los foros multilaterales
Actualmente el Ecuador impulsa en UNASUR la creación Creemos fundamental fortalecer el multilateralismo, no sólo
del Centro de Solución de Controversias en Materia de In- por oposición a la respuesta unilateral de ciertos Estados,
versiones, por la necesidad imperiosa de contar con tri- que han sido fuente de graves conflictos, sino también
bunales imparciales en esta material; ha propiciado que para robustecer el rol del multilateralismo en la gobernan-
UNASUR brinde soporte en los procesos de paz entre el za global. Se busca así garantizar el debate transparente
gobierno de Colombia, las FARC y el ELN; y ha promovido y democrático de los conflictos que aquejan a la humani-
los Foros de Participación Ciudadana. En esa misma línea, dad, lo cual implica reforzar las competencias actuales de
el Ecuador promueve la consolidación de la Ciudadanía la Asamblea General e impulsar un rol de mayor trascen-
Sudamericana, entre cuyos componentes se destacan la dencia en el ámbito de la paz y la seguridad.
movilidad humana, la identidad, la cultura, la salud, la edu-
cación y el trabajo. Ecuador reitera su firme compromiso con el proceso de
reforma del Sistema de las Naciones Unidas con miras a
Por otra parte, y para lograr el desarrollo en la región, Ecua-
democratizarlo y a adecuarlo a la nueva realidad interna-
dor considera relevante promover una convergencia entre
cional. Es indispensable que la ONU refleje los cambios
CAN, UNASUR y Mercosur, mediante la identificación de
políticos producidos por la llegada de nuevos actores in-
elementos comunes, de complementariedad y diferencias
ternacionales que representan a países del Sur Global, y
entre los tres procesos.
que adapte sus métodos de trabajo para incorporar los
Junto con los países de la región, el Ecuador impulsará puntos de vista y las necesidades de estos países en te-
la integración en interconexión energética, telefonía móvil, mas de paz, movilidad humana, seguridad, desarrollo y
derechos laborales, integración satelital, integración física, Derechos Humanos, entre otros.
desarrollo fronterizo, movilidad humana, participación
social, ciudadanía andina y suramericana, salud,

56
Es necesario reducir significativamente los privilegios que Política 2: Profundizar la integración regional.
fueron acordados a un pequeño grupo de países en base
a la realidad de 1948, para adaptar a la ONU al presente 2.1 Posicionar nuestros objetivos e intereses en la agenda
y fortalecer así el rol de la Asamblea General como órgano de los organismos regionales.
principal de este organismo. Se debe respetar de manera
estricta las competencias y atribuciones de la Asamblea 2.2 Aportar a la consolidación de la institucionalidad de
General, en especial de la Quinta Comisión, único foro con CELAC, UNASUR, CAN, Banco del Sur.
capacidad de adoptar decisiones relativas al manejo pre-
supuestario y administrativo de la ONU. 2.3 Promover que los beneficios de la integración lleguen
de manera efectiva a las poblaciones, las regiones fronte-
Objetivo 4: Promover la consolidación de los rizas, a sectores económicamente vulnerables, a pueblos
mecanismos de integración bilateral, regional y el y nacionalidades indígenas y afrodescendientes, mujeres
fortalecimiento del multilateralismo. y personas en movilidad humana.

Política 1: Fortalecer la integración bilateral. 2.4 Consolidar la Nueva Arquitectura Financiera regional
para disminuir el riesgo sistémico, geopolítico y geo mo-
1.1 Profundizar la integración con Perú y Colombia en lo netario e incrementar la soberanía y seguridad en las tran-
comercial, económico y social, y en materia de movilidad sacciones internacionales.
humana.
2.5 Fortalecer la participación ciudadana, de mujeres, or-
1.2 Activar la integración binacional en la frontera sur so- ganizaciones sociales y de pueblos y nacionalidades in-
bre la base de los Acuerdos de Paz y los subsiguientes dígenas, afrodescendientes, montubios y las personas en
compromisos. situación de movilidad.

1.3 Mantener y profundizar los Encuentros Presidenciales Política 3: Democratizar los foros multilaterales
y los gabinetes binacionales.
3.1 Impulsar la democratización y reforma de Naciones
1.4 Promover la adopción de agendas bilaterales para de- Unidas que asegure una mayor participación al Sur Global.
sarrollar intercambios en materia comercial, cultural, turís-
tica, movilidad humana, entre otros 3.2 Fomentar la reforma y modernización del Sistema
Interamericano.
1.5 Promover el desarrollo de la interculturalidad y el enfo-
que de género en los programas binacionales que se con- 3.3 Democratizar la gobernabilidad y la participación en
cierten tanto en las zonas fronterizas como en la relación los organismos financieros mundiales.
con otros países.

1.6 Alentar la participación de las comunidades locales


en el accionar público en las regiones fronterizas y con
otros países, incluyendo a los pueblos y nacionalidades
indígenas.

57
Objetivo 5: Promover el ejercicio migrantes e inmigrantes a través del seguimiento, protec-
de los derechos de las personas ción y acompañamiento de los individuos que, voluntaria
o involuntariamente, se ven sujetos a procesos de movi-
en movilidad humana en todas sus lidad humana tanto en el Ecuador como en el exterior. La
dimensiones. Cancillería busca la implementación de la ley a través de
los siguientes ejes: Transversalización, Intersectorialidad,
Este objetivo se relaciona con el Objetivo 1 del Plan Nacio-
Corresponsabilidad, Progresividad y Universalidad. Para
nal de Desarrollo: Garantizar una vida digna con iguales
esto cuenta con el Plan Nacional de Movilidad Humana.
oportunidades para todas las personas. La Constitución
garantiza los derechos para todos los ciudadanos y ciu-
La ciudadanía universal y las políticas vanguardistas de
dadanas y, además, en el caso de la movilidad humana,
movilidad humana son principios de la política exterior del
evoluciona desde un enfoque convencional migratorio a
Ecuador y, por su calidad innovadora y garantista, posicio-
un posicionamiento que coloca de modo efectivo al ser
nan al país como referente en el manejo de poblaciones
humano en el centro del accionar estatal.
migrantes a nivel internacional. Nuestro país continuará
promoviendo el concepto de ciudadanía universal y afian-
El Objetivo 5 también comprende los conceptos de ciu-
zará su liderazgo en materia migratoria, en espacios regio-
dadanía universal y libre movilidad de las personas, los
nales e internacionales.
cuales pasan a ser ejes de la política y se les otorga el
carácter de derechos constitucionales. Su principal propó-
sito es borrar la línea divisoria normativa entre nacionales
y extranjeros, reconociendo la libertad de movimiento, la
igualdad de trato y de oportunidades para los migrantes,
la no discriminación y el ejercicio de una ciudadanía am-
pliada en el mundo.

Ecuador protege los derechos de los ecuatorianos en el


exterior, de los compatriotas que retornan al país, así como
de los refugiados y ciudadanos de otros países que viven
en Ecuador. Actualmente tenemos el mayor número de re- José Luis Jácome,Viceministro de Movilidad Humana,
en la mesa de Movilidad Humana y Ciudadanía Universal
fugiados reconocidos en la región. Para ellos y para todas
las personas inmigrantes, el gobierno ha definido políticas a. Política Exterior y Cooperación Internacional
públicas, planes y programas que norman y regulan su Con miras a la construcción del Pacto Mundial para una
ingreso, estadía y adaptación dentro del el país. Migración Segura, Ordenada y Regular y del Pacto Global
para Refugiados, el Ecuador busca posicionar a nivel in-
En febrero de 2017 se aprobó la Ley Orgánica de Movi- ternacional su visión de ciudadanía universal y difundir sus
lidad Humana (LOMH), que dota de institucionalidad a avances en materia de políticas públicas y de atención a
la movilidad humana y dispone el desarrollo de políticas la población migrante y refugiada, así como también de-
públicas que garanticen, defiendan y preserven los dere- sea alcanzar una migración segura, regular y ordenada.
chos de los colectivos migrantes. En atención a la LOMH, Ecuador continuará promoviendo gestiones para lograr
el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, que los Pactos se basen en propuestas sustentadas en
en su calidad de ente rector y de autoridad nacional en la buenas prácticas, como las implementadas por el país
materia, busca salvaguardar y promover los derechos de en el ámbito de la movilidad humana. De la misma forma,

58
procurará incluir en los Pactos lineamientos de su políti- acompañamiento jurídico gratuito, el apoyo en los casos
ca de movilidad humana, como la no criminalización de la de la ejecución de hipotecas en España e Italia, la aseso-
migración, el reconocimiento de los aportes positivos de ría y acompañamiento de los casos de menores de edad
los migrantes a las sociedades de origen y de destino, la en Italia, y la asistencia a personas sin documentación en
inclusión de las personas en movilidad humana, la equi- regla en Estados Unidos.
paración de derechos, el establecimiento de soluciones
duraderas para las personas en protección internacional, Con la Constitución y la Ley, se perfeccionarán los servi-
el reconocimiento de protección por razones humanitarias cios que se otorgan a la comunidad ecuatoriana migrante.
de víctimas de desastres naturales y ambientales y el com- El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
bate a la xenofobia y la discriminación. facilitará los procedimientos para la afiliación voluntaria al
IESS, el acceso a créditos, la educación a distancia, y el
Para todo ello, el Gobierno Nacional propenderá a la con- acceso a servicios bancarios para los ecuatorianos en el
secución de sus objetivos en materia de movilidad humana exterior. En su relación con otros Estados, Ecuador busca-
acompañado de la cooperación internacional en términos rá establecer acuerdos que garanticen los derechos de los
dignos y soberanos a fin de desarrollar, bajo un concepto ecuatorianos en los países donde éstos residan.
de corresponsabilidad, los programas y acciones que per-
mitan la inclusión de las personas en movilidad humana en La Cancillería coordinará e impulsará la implementación
el país de destino y de acogida. de programas sociales, laborales, educativos, entre otros,
para migrantes retornados. A tal efecto se tomarán en
De este modo, se busca reforzar a nivel internacional el cuenta varios ejes que garanticen la atención a los de-
concepto de movilidad humana como agente integrador rechos de los migrantes retornados. Estos ejes van des-
de principios tales como la ciudadanía universal, el pro- de los laboral y la acreditación de competencias, hasta
gresivo fin de la condición de extranjero, la libre movilidad, planes de mediación cultural para generaciones que han
la no criminalización de la migración, la igualdad ante la nacido en el exterior y que requieren aprender español y
ley y la no discriminación, la protección de las personas en reconectarse con la cultura nacional. En última instancia,
movilidad humana, el principio pro persona en movilidad el país podrá aprovechar mejor las capacidades y conoci-
humana, y el interés superior del niño, niña y adolescente, mientos adquiridos por los migrantes en el exterior una vez
entre otros principios que Ecuador aspira que sean incor- que éstos retornen al país.
porados en la agenda internacional.
Ecuador es signatario de instrumentos regionales e inter-
b. Derechos de la población en situación de movilidad nacionales que reconocen y protegen los derechos de las
humana personas en materia de movilidad humana. Al propio tiem-
A partir del feriado bancario de 1999 miles de ecuatoria- po, nuestro país cuenta con protocolos especiales para
nos se vieron forzados a dejar el país en búsqueda de el tratamiento de menores no acompañados, refugiados,
trabajo. Esta diáspora es el origen de uno de los grupos y personas víctimas de trata y tráfico ilícito de migrantes.
prioritarios de atención en movilidad humana. Las políti- Ecuador aplicará dichos tratados internacionales en armo-
cas, los planes y los programas que se han implementado nía con la legislación nacional ofreciendo asistencia espe-
y que continuarán desarrollándose responden a los intere- cializada a los grupos de atención prioritaria y teniendo en
ses y necesidades específicas de las comunidades ecua- cuenta el enfoque de género, la perspectiva generacional
torianas residentes en el exterior. Estas demandas se han y la interculturalidad. Además de promover los derechos
traducido en iniciativas como los consulados virtuales, el de movilidad humana en las esferas bilateral y multilateral,

59
Ecuador continuará gestionando a nivel regional e interna- a favor de los ciudadanos extranjeros que son residentes
cional la adopción de mecanismos que faciliten una migra- temporales y permanentes, o que están en situación de
ción segura y ordenada. protección internacional.

c. Migración ordenada y segura Ecuador es un país plurinacional e intercultural, que


Para precautelar la seguridad e integridad de las personas reconoce la riqueza de la diversidad, que respeta los
en condición de movilidad humana, el Estado ecuatoriano Derechos Humanos, y que acoge sin discriminación a
promueve la defensa de las víctimas de la trata y el tráfico personas de otros países, sin hacer diferencias por su
de migrantes, así como la lucha contra las redes trans- origen étnico, cultural, de género, o de otro tipo.
nacionales de delincuencia organizada, enfatizando en la
permanente atención a los grupos vulnerables. Objetivo 5: Promover el ejercicio de los derechos
de las personas en movilidad humana en todas sus
Se requiere una planificación intersectorial para que los dimensiones.
ecuatorianos no arriesguen su vida en procura de emigrar
a través de rutas controladas por el crimen internacional Política 1: Promover la ciudadanía universal y la
organizado. Una estrategia generacional de educación; libre movilidad en el ámbito internacional.
acceso a fuentes de empleo; información sobre las opcio-
nes para migrar de manera regular; así como el reconoci- 1.1 Posicionar el concepto de ciudadanía universal y la
miento de la responsabilidad de los países de destino de libre movilidad humana en espacios regionales e interna-
facilitar la reunificación familiar, forman parte de la visión cionales
estratégica del Gobierno Nacional para prevenir la migra-
ción riesgosa, donde las mujeres, niñas, niños y adoles- 1.2 Impulsar iniciativas de defensa de los derechos de los
centes son un grupo de atención prioritaria. ciudadanos, en particular de los migrantes, en los espa-
cios internacionales.
Es necesario generar políticas públicas para prevenir y mi-
tigar la utilización de los ciudadanos ecuatorianos como 1.3 Implementar estrategias de cooperación y apoyo mu-
instrumentos del crimen transnacional organizado como tuo con países emisores de migrantes que tengan necesi-
narcotráfico y trata de personas, entre otros flagelos. dad de protección internacional.

d. Diversidad, integración y convivencia 1.4 Generar relaciones con los organismos internacionales
En virtud de los principios constitucionales, Ecuador pro- especializados en materia de movilidad humana, sobre la
moverá iniciativas para erradicar toda forma de discrimi- base de los principios que guían nuestras políticas para la
nación a las personas en situación de movilidad humana, cooperación internacional.
a través de campañas de sensibilización. Se alentará la
inclusión a la comunidad extranjera establecida en el 1.5 Promover la gestión de recursos de organizaciones
Ecuador, con el propósito de lograr un efectivo acceso a internacionales que contribuyan a programas, proyectos
derechos en condiciones de igualdad con los ciudadanos e iniciativas que faciliten la integración de ecuatorianos
ecuatorianos. retornados.

En este ámbito, una de las principales acciones del Estado 1.6 Promover la implementación de mecanismos regiona-
ecuatoriano es el otorgamiento del documento de identidad les y bilaterales de migración fronteriza segura.

60
1.7 Impulsar intercambios de experiencias exitosas res- 2.9 Implementar servicios consulares y ciudadanos efica-
pecto a políticas de protección de derechos de personas ces, eficientes, transparentes, de calidad, y en constante
en movilidad humana. evaluación.

1.8 Cooperar con entidades nacionales e internacionales 2.10 Incluir a los ecuatorianos residentes en el exterior
en campañas contra la xenofobia y la discriminación hacia dentro de las estrategias de promoción comercial, turística
las personas en movilidad humana. y cultural del Ecuador.

2.11 Fomentar la inclusión cultural y valores ciudadanos


Política 2: Fortalecer la protección de los derechos en el exterior, con especial atención a niñas, niños y ado-
de la población en situación de movilidad humana. lescentes.

2.1 Promocionar y aprovechar las buenas prácticas a par- 2.12 Fortalecer los mecanismos participación democrática
tir de nuestra condición de país con mayor número de re- en el exterior.
fugiados en la región.
2.13 Facilitar el acceso a oportunidades laborales en el
2.2 Facilitar los procedimientos para que los ecuatorianos Ecuador, desde el lugar de residencia de los ecuatorianos
migrantes puedan acceder a los servicios de salud públi- en el exterior.
ca del Ecuador, incentivando la afiliación en el exterior al
sistema de salud, jubilatorio y previsional del IESS. Política 3: Generar condiciones para fomentar una
migración ordenada y segura.
2.3 Implementar un sistema de envío de remesas accesi-
ble y seguro para los migrantes así como una efectiva in- 3.1 Promover la defensa de los derechos de las víctimas
clusión en el sistema financiero nacional, desde el exterior. de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes.

2.4 Promocionar programas de emprendimiento y peque- 3.2 Promover la implementación de mecanismos regiona-
ñas y medianas empresas de migrantes retornados. les y bilaterales para prevenir la migración riesgosa.

2.5 Aprovechar las competencias y habilidades adquiridas 3.3 Acordar acciones nacionales e internacionales para la
por los migrantes retornados. lucha contra la delincuencia organizada.

2.6 Implementar el Plan Toda una Vida en el Ecuador y en 3.4 Fomentar en las zonas de mayor vulnerabilidad el ac-
el Exterior, con enfoque hacia la movilidad humana. ceso a la educación y a competencias laborales, en todos
los niveles, y el estudio de idiomas como herramienta de
2.7 Adoptar estrategias multisectoriales con enfoque de prevención frente a la migración riesgosa.
movilidad humana.

2.8 Incentivar la intersectorialidad, bajo una óptica de


transversalización en la implementación de las políticas
públicas de movilidad humana.

61
Política 4: Defender la diversidad, integración Un eje prioritario es la Cooperación Sur-Sur, por lo cual se
y convivencia de las personas en situación de busca ampliar y profundizar las relaciones de cooperación
movilidad. con países de la región y de otras regiones del Sur Global
que sean estratégicas para nuestra nación. Buscamos de
4.1 Gestionar la concertación de mecanismos de recipro- este modo promover el intercambio de experiencias y un
cidad con los países receptores de migrantes ecuatoria- mayor relacionamiento con el Sur Global, bajo los princi-
nos, para que tengan mejores garantías para el respeto de pios de soberanía, no condicionalidad, complementarie-
sus derechos. dad, transparencia y mutuo beneficio.

4.2 Fomentar la asociatividad de las personas en movi- El Ecuador promoverá en los espacios regionales e inter-
lidad humana y mecanismos para el acceso a recursos nacionales la concertación de reglas y mecanismos de
para el desarrollo de proyectos culturales, deportivos, em- cooperación internacional que consideren los plantea-
prendimientos y de fortalecimiento institucional. mientos del Sur para promover el diseño de un sistema
más justo, equitativo y no condicionado de cooperación
4.3 Fortalecer el desarrollo de redes de solidaridad y ayu- internacional.
da mutua en el Ecuador y en el exterior, en el que se vin-
culen a personas en movilidad humana a las acciones del a. Ampliar el horizonte de cooperación internacional
Plan Toda una Vida. del Ecuador
El Ecuador desarrollará estrategias para ampliar y diversi-
Objetivo 6: Coordinar la Cooperación ficar las fuentes de cooperación internacional, tanto bilate-
rales como multilaterales, así como también para enfrentar
Internacional para el cumplimiento de la disminución progresiva de recursos de cooperación de
las prioridades y objetivos definidos los últimos años.
por el gobierno.
A través de procesos de negociación y en articulación con
El Ecuador, como país de renta media, debe ajustar su es- los actores del Sistema Ecuatoriano de Cooperación Inter-
trategia a fin de fortalecer los mecanismos y fuentes tradi- nacional, se promoverá con los organismos de coopera-
cionales de cooperación internacional como complemento ción internacional intervenciones estratégicas que aporten
a la planificación del gobierno para promover el desarrollo. a la realización de los objetivos del Plan Nacional de De-
Es importante diversificar fuentes, identificar y acceder a sarrollo y a los ODS.
nuevos mecanismos para ampliar las oportunidades de
cooperación y construir alianzas con nuevos socios para b. Obtener recursos para el Plan Nacional de Desarrollo
el desarrollo. 2017 – 2021 – Toda una Vida.
Los recursos de cooperación que el país recibe deben ca-
El país promoverá el aporte de la cooperación interna-
nalizarse de forma eficiente, a través de programas y pro-
cional no reembolsable a la consecución de los objetivos
yectos que permitan alcanzar los objetivos de desarrollo
nacionales, a través de la coordinación efectiva del Sis-
que se establecen en el Plan Nacional de Desarrollo 2017
tema Ecuatoriano de Cooperación Internacional, a cargo
– 2021 – Toda una Vida. La cooperación internacional tie-
de la Cancillería. El objetivo es mejorar el ciclo de gestión,
ne un rol destacado, tanto por los recursos financieros no
desde la negociación, hasta la evaluación de las interven-
reembolsables que permiten complementar los esfuerzos
ciones de cooperación internacional, asegurando su com-
nacionales, como por las capacidades y el soporte técnico
plementariedad con las políticas y objetivos de desarrollo
que pueden proveer al país.
del Estado.

62
Dentro de los diferentes sectores y necesidades identifica- d. Canalizar cooperación internacional para pueblos y
dos en el Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021 – Toda nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y mujeres
una Vida, la igualdad de género y la erradicación de la vio- La gestión de la cooperación internacional atenderá las
lencia contra la mujer son prioritarios. No es posible el de- necesidades de desarrollo del país, con énfasis en progra-
sarrollo si se conservan formas de inequidad, desigualdad mas y proyectos que beneficien a grupos históricamente
y violencia hacia las mujeres. Por lo tanto, la gestión de excluidos y discriminados como los pueblos y nacionalida-
cooperación internacional contemplará el enfoque de gé- des indígenas, afroecuatorianos y mujeres. En esta línea,
nero y también deben canalizarse recursos propios para y dentro de todos los proyectos y programas de coopera-
programas que busquen promover la igualdad de género ción internacional que sea posible, se buscará la existen-
y erradicar la violencia contra las mujeres. cia de beneficios diferenciados hacia estos sectores.

c. Proyectar al Ecuador como oferente de Cooperación e. Recursos para conservar la naturaleza


Sur-Sur Un eje fundamental para el desarrollo sostenible es el
Ecuador prioriza y promueve la Cooperación Sur-Sur como ambiental, por lo que actualmente se canalizan recursos
un mecanismo de fortalecimiento de capacidades, pero hacia programas y proyectos que promuevan la conser-
también como una estrategia de integración regional. En vación de la naturaleza y su biodiversidad. Al efecto, se
los últimos años se ha fortalecido la gestión de Coopera- buscará que los programas ambientales apoyados por
ción Sur-Sur: sin embargo, el país continúa teniendo un la cooperación internacional adopten un enfoque integral
rol preponderante como receptor de experiencias, pese que contemple las relaciones socioambientales, y promue-
a tener políticas y prácticas exitosas que le permitirían va el desarrollo sostenible y la defensa de los derechos de
fortalecer su presencia como oferente en la región. Para la naturaleza.
ofrecer la cooperación del Ecuador se articularán y forta-
lecerán las capacidades nacionales a fin de identificar y
difundir buenas prácticas en el contexto de una Coope-
ración Sur-Sur que alentará un relacionamiento horizontal,
soberano, sin condiciones y de mutuo beneficio para el
país, incluyendo mecanismos de colaboración triangular
e intrarregional.

Ecuador promoverá la creación de un Fondo de Coopera-


ción Sur-Sur como mecanismo que facilitará la ejecución
de programas y proyectos con países de la región, y per-
mitirá que esta cooperación se centre en el fortalecimiento
de sus relaciones internacionales por medio de las expe-
riencias y los desafíos de su desarrollo, y que no se res-
trinja a las limitaciones económicas que suelen impedir su
ejecución.

Reconstrucción luego del terremoto de 2016


con apoyo de la cooperación internacional

63
El ambiental es uno sectores que recibe más recursos Ecuatoriano de Cooperación Internacional, con la parti-
provenientes de la cooperación internacional. Es necesa- cipación de los diversos actores y organizaciones de la
rio fomentar una distribución equitativa de los mismos así sociedad civil.
como la armonización en la participación de los cooperan-
tes, con el fin de complementar esfuerzos y evitar la dupli- 2.3 Promover el enfoque de género y el fortalecimiento del
cación de acciones. Por ende, se continuará trabajando rol protagónico de las mujeres a través de programas y
en los foros ambientales y en otros ámbitos para acceder proyectos de desarrollo, y una cooperación de doble vía
a fondos globales de cooperación, a fin de atender a los que responda a los principios de la cooperación tradicio-
requerimientos del sector ambiental del país. nal y de la Cooperación Sur-Sur.

Objetivo 6: Coordinar la Cooperación Internacional Política 3: Proyectar al Ecuador como oferente de


para el cumplimiento de las prioridades y objetivos Cooperación Sur-Sur.
definidos por el gobierno
3.1 Posicionar al país como oferente de Cooperación Téc-
Política 1: Ampliar y fortalecer la cooperación nica mediante la promoción del Catálogo de Asistencia
internacional de acuerdo a las prioridades Técnica Ecuatoriana.
nacionales, en diálogo con la sociedad civil.
3.2 Fortalecer el intercambio de experiencias con países
1.1 Ampliar la cooperación internacional según las priori- de América Latina y el Caribe, bajo los principios de
dades definidas por el Ecuador para el Plan Nacional de horizontalidad, consenso, equidad y complementariedad,
Desarrollo 2017 – 2021 - Toda Una Vida y la Gran Minga que rigen a la Cooperación Sur-Sur.
Agropecuaria, entre otros ámbitos.

1.2 Promocionar y aprovechar las oportunidades de coo-


peración ofertadas a través de los mecanismos tradicio-
nales y de las nuevas modalidades, como becas y fondos
concursables a nivel global, regional, birregional, blen-
ding, etc.

1.3 Implementar estrategias de identificación y de acerca-


miento a nuevos países y/u organismos de cooperación no
reembolsable.

Política 2: Coordinar la cooperación para cumplir el


Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021 – Toda una
Vida.

2.1 Alinear la cooperación internacional no reembolsable


a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021.

2.2 Mejorar la coordinación entre actores del Sistema

64
3.3 Fortalecer a las instituciones nacionales para la identi- 5.4 Destinar recursos de la cooperación internacional ha-
ficación, promoción y oferta de buenas prácticas y expe- cia estrategias que promuevan el bioconocimiento, en el
riencias gestionadas desde la Cooperación Sur-Sur, Trian- marco de los objetivos y prioridades del Plan Nacional de
gular y de espacios regionales como la Secretaría General Desarrollo 2017-2021-Toda una Vida.
Iberoamericana (SEGIB), CELAC, UNASUR, CAN.
Objetivo 7: Fortalecer la gestión y
Política 4: Canalizar recursos de la cooperación la profesionalización del servicio
internacional para pueblos y nacionalidades exterior y la diplomacia ciudadana.
indígenas, afroecuatorianos, montubios, y mujeres.
Este objetivo tiene relación con el Objetivo 7 del Plan
4.1 Gestionar recursos de cooperación no reembolsable Nacional de Desarrollo 2017-2021 –Toda una Vida, que
que contribuyan a programas, proyectos e iniciativas que promueve una sociedad participativa, con un Estado
beneficien a poblaciones históricamente excluidas y a gru- cercano y al servicio de la ciudadanía; y con el Objetivo
pos de atención prioritaria. 8: Promover la transparencia y la corresponsabilidad en
la nueva ética social.
4.2 Impulsar el intercambio de experiencias respecto a
políticas inclusivas, con enfoque intercultural y de género, La diplomacia ciudadana es la principal guía del accionar
con países de la región. de la Cancillería, tanto en su labor específica cuanto en
la Promoción del Sector Externo, por medio de la coordi-
4.3 Promocionar los conocimientos ancestrales de las po- nación de los Ministerios de Comercio Exterior, Turismo,
blaciones históricamente aisladas para intercambiar cono- Cultura y Patrimonio, y como asociado Ambiente. La di-
cimientos con países de la región. plomacia ciudadana promoverá una Cancillería de puertas
abiertas, en la que participen la ciudadanía y las organiza-
Política 5: Gestionar recursos para la conservación ciones sociales en la toma de decisiones sobre la política
de la naturaleza y la biodiversidad del país. exterior. De esta manera se robustecerán la transparencia
y la rendición de cuentas, y el ejercicio de los derechos de
5.1 Mediante programas impulsados por la cooperación las ecuatorianas y los ecuatorianos.
internacional, promover al Ecuador como un país mega-
La Cancillería ofrecerá su espacio físico a instituciones,
diverso, intercultural y multiétnico, desarrollando y fortale-
colectivos y grupos ciudadanos que deseen organizar
ciendo la oferta turística nacional y las industrias cultura-
actividades académicas y culturales, mesas de diálogo
les, y fomentando el turismo receptivo, en un marco de
y debates, así como presentaciones de libros, recitales y
protección del patrimonio natural y cultural.
conciertos. De igual manera, a través de este objetivo se
5.2 Fomentar la división del trabajo y la articulación de fomentarán actividades artísticas y culturales en las misio-
actores de la cooperación internacional para optimizar y nes diplomáticas y consulados en el exterior. Se facilitarán,
aprovechar eficientemente los recursos de cooperación de modo especial, espacios para las mujeres, los pueblos
transfronteriza. indígenas y los afrodescendientes, las comunidades mar-
ginales de la frontera y los migrantes.
5.3 Identificar, difundir y apoyar la obtención de fondos
orientados a la conservación de la naturaleza y de la bio-
diversidad del país.

65
a. Fortalecer la formación de los funcionarios del Adicionalmente, se determinó la Plantilla Óptima de
MREMH Personal para las oficinas en el exterior, documento que
En materia de fortalecimiento del servicio exterior ecuato- toma en consideración la importancia de las misiones,
riano, con la reforma integral al Estatuto Orgánico de Ges- su tamaño, las funciones asignadas a los servidores, el
tión Organizacional por Procesos del Ministerio de Rela- número de funcionarios y sus categorías, a fin de optimizar
ciones Exteriores y Movilidad Humana, de mayo de 2017, los recursos disponibles para la defensa de los intereses
se creó la Dirección de Desarrollo Profesional del Servicio nacionales.
Exterior (DDPSE) que tiene como misión fortalecer el desa-
rrollo de los funcionarios. Mediante la formación continua, Asimismo, se realizó una categorización de las Misiones
se elevará la calidad de su desempeño y se incidirá de Diplomáticas y Oficinas Consulares en razón de su
manera significativa en el cumplimiento de los objetivos de importancia estratégica para el país. Esta clasificación
la política exterior. permitirá una distribución eficiente de personal y recursos.

La Cancillería contará con un Plan de Capacitación a partir b. Actualización de la normativa en materia de política
del año 2018 que considere como uno de sus ejes priorita- exterior
rios la profesionalización de las carreras del servicio exte- En la última década, la política exterior del Ecuador
rior, diplomática y auxiliar, y la especialización temática en ha ido evolucionando y readecuando su normativa e
diferentes áreas de la política exterior y movilidad humana. institucionalidad, en función de las cambiantes relaciones
Esta capacitación tendrá un enfoque de género e intercul- sociales, la concepción del rol del Estado, la dinámica
turalidad. De igual modo, se propiciará una cultura institu- política y, en especial, el posicionamiento del país en su
cional en la que se garantice la participación democrática relacionamiento internacional. En ese mismo lapso se
y libre de toda clase de discriminación, del personal del produjo una renovación de la carrera diplomática, gracias
servicio exterior en las políticas, programas, proyectos y a una política abierta e inclusiva que alentó a que todos
servicios. los ciudadanos y ciudadanas formen parte de ella. Con
esta finalidad, se introdujeron reformas a la normativa
Por otro lado, los funcionarios y funcionarias que atienden secundaria que regula el ingreso, formación, capacitación,
grupos de atención especial, tendrán una capacitación especialización, ascenso, rotación, evaluación y término
específica que permita garantizar la optimización de los de funciones en la carrera diplomática.
servicios que brinda la Cancillería.

Para el fortalecimiento del servicio exterior, se ha elabora-


do un catálogo de indicadores de gestión para las Emba-
jadas, Representaciones Permanentes y Consulados del
Ecuador, en materia de relaciones exteriores, movilidad
humana, comercio exterior, turismo y cultura. La imple-
mentación de los indicadores permitirá medir el nivel de
gestión e impacto de dependencias del Ministerio y funcio-
narios en la promoción e inserción estratégica del Ecuador
en el contexto mundial. Se garantizará de ese modo una
gestión institucional con metas claras y resultados medi-
bles, para fortalecer el rol de las misiones en el exterior. Rolando Suárez, Viceministro de Relaciones Exteriores, Integración
Política y Cooperación Internacional inaugura Mesa de Justicia Fiscal

66
Sin perjuicio de los avances alcanzados, sigue siendo un La Cancillería y los ministerios que coordina en el Consejo
reto impostergable la actualización integral del marco legal Sectorial de Política Exterior y Promoción, establecerán,
de las relaciones internacionales del Estado ecuatoriano y, de modo sistemático y permanente, mecanismos de diálo-
en ese contexto, del servicio exterior, a fin de alinearlo con go, consulta y rendición de cuentas. El Ministerio también
la Constitución de 2008 y, sobre todo, con los desafíos de cumplirá las disposiciones legales que garantizan una
la política exterior en los próximos años. Para ello, es indis- ética de transparencia, acceso a la información pública,
pensable jerarquizar y armonizar su normativa, empezan- y efectivos canales de interacción a los usuarios de sus
do por la expedición de un nuevo cuerpo legal que, con servicios.
base a los aciertos de lo hasta ahora vigente y los aportes
de los sectores involucrados, reemplace a la Ley Orgánica Objetivo 7: Fortalecer la gestión y la profesionalización
del Servicio Exterior, expedida en el año 1964. del servicio exterior y la diplomacia ciudadana.

El nuevo marco legal profundizará la profesionalización Política 1: Fortalecer la profesionalización del


del servicio exterior y la concepción de una diplomacia servicio exterior y la capacitación del personal del
ciudadana, es decir, una gestión en estrecha articulación MREMH para el cumplimiento de sus funciones.
con las demandas ciudadanas, que garantice la participa-
ción con equidad de género e inclusión de personas con 1.1 Consolidar el funcionamiento de un órgano de capaci-
discapacidades, así como de las comunidades, pueblos tación y especialización profesional, adscrito a la Cancille-
y nacionalidades ancestrales. Además, fortalecerá el en- ría, para fortalecer el ingreso y la preparación permanente
foque de derechos en el relacionamiento internacional, el del personal del servicio exterior y de la Institución.
rol del Ecuador en el mundo globalizado con estrategias
para la paz, la integración de los Estados y la cooperación 1.2 Fortalecer la capacitación institucional para
internacional. formar nuevos funcionarios, actualizar y especializar
conocimientos del personal, realizar intercambios de
c. Cancillería de puertas abiertas experiencias, y promover debates académicos y proyectos
La diplomacia ciudadana requiere trabajar con sectores de de investigación sobre política exterior.
la sociedad civil a los que concierne la gestión diplomática
de la Cancillería, así como la coordinación del Consejo
Sectorial de la Política Exterior y Promoción del Ecuador
en materia de cultura, turismo y comercio exterior.

Un ejemplo de diplomacia ciudadana constituye la cons-


trucción de la Agenda de la Política Exterior 2017-2021.
A través de 10 mesas de diálogo en el país y de 32 ta-
lleres en el exterior, el MREMH promovió el debate entre
autoridades y ciudadanos sobre temas como movilidad
humana, la construcción de la paz, derechos humanos e
interculturalidad, integración regional, comercio exterior e
inversiones, ambiente y diplomacia verde, turismo, cultura
y patrimonio, y la acción multilateral sobre paraísos fisca-
les, transnacionales y derechos humanos.
Diálogo sobre igualdad de género con
diplomáticas acreditadas en Ecuador

67
1.3 Implementar el Plan de Capacitación que asegure Política 3: Mantener una Cancillería de puertas
el cumplimiento de los objetivos de la política exterior y abiertas a todos los sectores.
movilidad humana.
3.1 Establecer mecanismos de diálogo, consulta y
1.4 Incorporar el enfoque de género en la capacitación rendición de cuentas sobre temas de la Agenda de Política
para potenciar el desarrollo profesional y personal de Exterior que conciernan a sectores de la sociedad civil o a
hombres y mujeres, y propiciar una cultura institucional en gobiernos locales.
la que se aplique la igualdad de género en las políticas,
programas, proyectos y servicios. 3.2 Reforzar y difundir canales permanentes de
comunicación entre el MREMH y la sociedad civil, en
1.5 Aplicar el Catálogo de Indicadores de Gestión del Mi- particular para atender los pedidos de usuarios de los
nisterio para monitorear y evaluar el cumplimiento de los servicios que brinda la Cancillería a los ciudadanos.
resultados obtenidos y la gestión del personal de la Can-
cillería. 3.3 Promover la participación de la sociedad civil en
reuniones y actividades internacionales donde se
Política 2: Impulsar la actualización de la normativa debatan asuntos de su interés, con especial atención
en materia de política exterior. a las organizaciones de mujeres, pueblos indígenas y
afroamericanos, personas con discapacidades, colectivos
2.1 Actualizar y jerarquizar el marco legal de las relaciones que viven en zonas de frontera y ecuatorianos migrantes.
internacionales del Estado y del servicio exterior como su
instrumento estratégico, en línea con las disposiciones de
la Constitución de 2008.

2.2 Articular en el nuevo marco legal propuesto, la ges-


tión que realiza el Estado en los procesos de negociación,
adopción, ratificación, implementación y denuncia de tra-
tados e instrumentos internacionales, y en ese contexto
fortalecer la rectoría y coordinación del Ministerio de Re-
laciones Exteriores y Movilidad Humana en la celebración
y seguimiento de los instrumentos interinstitucionales que
adoptan las entidades y organismos del Estado a nivel in-
ternacional.

2.3 Establecer un sistema permanente de consulta y


gestión sobre asuntos jurídicos que atañen a la política
exterior.

68
Panorama de América
ANEXO
del Norte y Europa
MESAS DE DIÁLOGO
Estados Unidos

www.cancilleria.gob.ec
69
70
MESAS DE DIÁLOGO PARA LA del Ministerio del Ambiente que también forma parte como
entidad asociada.
CONSTRUCCIÓN DE LA AGENDA DE
POLÍTICA EXTERIOR 2017 – 2021 Inauguración y primeras actividades del ciclo de mesas
de diálogo
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
organizó un ciclo de mesas redondas enmarcadas dentro El ciclo de mesas redondas se realizó entre junio y agosto
del espíritu de la política pública de “Diálogo Nacional” del 2017. Inició con dos mesas denominados “Hacia la
impulsado por el gobierno, con el objetivo de debatir construcción de una agenda de política exterior para la
planteamientos y reunir opiniones para la construcción de promoción cultural, patrimonial y turística del Ecuador”,
la Agenda de Política Exterior 2017 – 2021, que guiará la que se realizaron el 26 y 27 de junio del mismo año.
política exterior del país durante este periodo.
La ceremonia de inauguración contó con la presencia de
Las diez mesas temáticas se realizaron en diferentes la Ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana,
ciudades del Ecuador (Quito, Guayaquil, Cuenca, María Fernanda Espinosa; del Ministro de Cultura y
Esmeraldas y Montecristi) y fueron abiertas al público en Patrimonio, Raúl Pérez Torres; del Ministro de Turismo,
general. En ellas participaron académicos, empresarios, Enrique Ponce de León; y del Ministro de Comercio Exterior,
representantes de organizaciones sociales, de organismos Pablo Campana Sáenz. Participaron también especialistas
internacionales y del cuerpo diplomático, de instituciones en los temas de cultura, patrimonio y turismo, así como
públicas y de la sociedad civil en general. En este sentido, delegados de la SENPLADES y de la SNGP.
este ejercicio se constituyó en un proceso que congregó
voces de diferentes sectores, al tiempo de tender puentes Dinámica de las mesas
y promover nuevos acercamientos sociales en el análisis Cada mesa se desarrolló en dos partes: la primera incluyó
de temas de relevancia para la política exterior del país. la exposición del representante de SENPLADES y de los
distintos panelistas; en tanto que la segunda sección se
Es importante destacar que para la realización de todo convirtió en un foro amplio, abierto y participativo en el que
el ciclo de mesas se coordinó con la Secretaría Nacional los asistentes plantearon preguntas y propuestas. Cada
de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), la Secretaría una de ellas contó con un moderador perteneciente al
Nacional de Gestión de la Política (SNGP) y la Secretaría Ministerio, especialista en la temática correspondiente.
de Comunicación (SECOM). Cada mesa contó con
una primera exposición a cargo de un delegado de
SENPLADES, quien explicó las características generales
del Plan Nacional de Desarrollo (PND), vinculando el tema
tratado en cada mesa con el PND.

En la construcción de la Agenda de Política Exterior


2017-2021, y en el desarrollo de las mesas de diálogo, el
Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
lideró y trabajó con el Consejo Sectorial de la Política
Exterior y Promoción, integrado por los Ministerios de
Turismo, Comercio Exterior y Cultura y Patrimonio, además

71
PONENTES Y PROPUESTAS CIUDADANAS DE LAS 3. Movilidad Humana y Ciudadanía Universal (Quito, 11
DIEZ MESAS DE DIÁLOGO de julio)

1. Cultura y Patrimonio (Quito, 26 de junio) Ponentes


• José Luis Jácome, Viceministro de Movilidad Humana,
Ponentes Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
• Adriana Gutiérrez, PROCOLOMBIA • Damien Thuriaux, Jefe de Misión de la Organización
• Joaquín Moscoso, Director del Instituto Nacional de Internacional para las Migraciones (OIM)
Patrimonio Cultural • José Sosa, Consejo de Igualdad para la Movilidad
• Gabriela Montalvo, experta en economía de la cultura Humana
• María Clara Martín, Representante del Alto Comisionado
Propuestas ciudadanas de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en
• Elaborar políticas y estrategias claras para visibilizar las Ecuador
manifestaciones culturales dentro y fuera del país.
• Facilitar el acceso a mecanismos de fomento cultural, Propuestas ciudadanas
tanto nacionales como internacionales. • Transversalizar el principio de corresponsabilidad en
• Crear un pasaporte cultural que facilite la movilidad de todas las instancias de la construcción de la política y en
los actores culturales en Latinoamérica. todos los actores involucrados con la movilidad humana.
• Formar a los sectores e industrias culturales para ser • Proyectar a Ecuador como referente en políticas
competitivos en el mercado internacional. migratorias exitosas y buenas prácticas en la cuestión del
trato a los refugiados.
• Inclusión integral de los diferentes actores de la Movilidad
2. Turismo (Quito, 27 de junio) Humana con la educación, a nivel intergeneracional, y como
punto de partida de la política pública para la integración,
Ponentes para de ese modo incidir en problemas complejos como
• Silvana Vallejo, Directora de ProEcuador la xenofobia, la discriminación, y el desconocimiento y el
• Andrea Rey, Subsecretaria de Promoción Turística, rechazo a lo diferente.
Ministerio de Turismo

Propuestas ciudadanas 4. Construcción de paz (Quito, 18 de julio)


• Elaborar un plan estratégico de promoción turística con
la participación de todos los actores competentes. Ponentes
• Implementar las funciones de promoción turística en las • Juan Meriguet, Embajador Itinerante de Ecuador para
misiones en el exterior. Misiones Especiales de Paz
• Diseñar una campaña de promoción turística que • Nelsy Lizarazo, PRESSENZA, Agencia Internacional de
refleje la imagen del Ecuador con base identitaria y que Noticias
esté acompañada por un mecanismo de evaluación con • José Eduardo Proaño, Ministerio de Relaciones Exteriores
resultados cuantitativos. y Movilidad Humana
• Formar al ciudadano para ser un embajador turístico con • Pavel Egüez, Artista
énfasis en la identidad.

72
Propuestas ciudadanas 6. Comercio exterior, inversiones y desarrollo
• Construir la paz a nivel interno, considerando temas como (Guayaquil, 1 de agosto)
la corrupción y la concentración inmoral de la riqueza, en
un contexto donde las grandes mayorías y los segmentos Ponentes
vulnerables tienen poco espacio de incidencia en la • Rolando Suárez, Viceministro de Relaciones Exteriores,
alteración de estas estructuras económicas y sociales. Integración Política y Cooperación Internacional, Ministerio
• Enriquecer la construcción de la paz, con énfasis de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
particular en la educación, la cultura y la comunicación, • Iván Ortiz, Subsecretario de Defensa y Normatividad
como fundamento y como vía de expresión. Comercial, Ministerio de Comercio Exterior
• Construir la paz a nivel regional: promover a través de la • Andrés Ycaza, Profesor de la carrera de Derecho de la
UNASUR, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Universidad Católica Santiago de Guayaquil
Caribeños (CELAC) y el G77 una agenda que pueda incidir • Eduardo Ledesma, Presidente de la Asociación de
positivamente en la resolución de conflictos y constantes Exportadores de Banano del Ecuador
amenazas a la paz. • Elvia Estupiñan, Presidenta de la Asociación ADONAY y
Presidenta de la Red Global

5. Integración regional (Quito, 25 de julio) Propuestas ciudadanas


• Mayor vinculación y corresponsabilidad entre el Estado
Ponentes (como generador de condiciones), el sector privado (como
• Diego Ribadeneira, Director de Integración Regional, inversionista y generador de productividad y empleo
Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana digno) y la academia (como incentivador de propuestas).
• Katalina Barreiro, Vicerrectora del Instituto de Altos • Insertar estratégicamente al Ecuador en el mundo,
Estudios Nacionales mediante una creciente diversificación de los mercados
• Emilio Izquierdo, Coordinador de Unión de Naciones de destino de las exportaciones pero también con un
Suramericanas (UNASUR), Ministerio de Relaciones aumento en la diversidad y la diferenciación de la oferta
Exteriores y Movilidad Humana exportable, aprovechando para ello las potencialidades
• Adrián Bonilla, Subsecretario General de Educación del sector productivo pero con una mayor incorporación
Superior, Secretaría de Educación Superior, Ciencia y de valor agregado.
Tecnología (SENESCYT) • Atraer inversiones con términos justos y beneficiosos
para el desarrollo productivo del Ecuador.
Propuestas ciudadanas • Aprovechar las potencialidades de la Economía Popular
• Promover la participación e inclusión de la ciudadanía y Solidaria (EPS) a través del acompañamiento estatal en
y de las organizaciones sociales en los procesos de el aspecto de capacitación y formación técnica para que
integración. estos actores de la EPS sean capaces de participar como
• Fomentar la educación política como instancia para la dinamizadores de distintos sectores de la economía.
creación de líderes comprometidos con la región.
• Involucramiento de la sociedad civil en los beneficios
de la integración, con seguimiento público en torno al
cumplimiento de acuerdos y convenios.
• Generar institucionalidad jurídica para garantizar la
supervivencia de iniciativas regionales.

73
7. Diplomacia verde (Cuenca, 8 de agosto) las actividades de las empresas transnacionales y su
afectación a los derechos humanos.
Ponentes • Construir una postura en bloque por la lucha contra los
• Pamela Rocha, Directora de Ambiente y Desarrollo paraísos fiscales; para impulsar con más efectividad una
Sostenible, Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad propuesta integral de un órgano intergubernamental en el
Humana marco de la ONU.
• Alfredo López, Asesor del Ministro del Ambiente • Fortalecer iniciativas en el marco de la Nueva
• Juan Carlos Jintiach, Coordinadora de las Organizaciones Arquitectura Financiera (NAFR), como el Observatorio
Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) regional de Transnacionales, o el mecanismo de solución
• Antonio Malo, Universidad del Azuay de controversias en materia de inversiones en UNASUR–
para seguir observando los efectos de los TBI.
Propuestas ciudadanas • Luchar contra la impunidad de las empresas
• Las relaciones con la comunidad internacional deben transnacionales.
respetar los intereses del Ecuador: se debe impulsar la • Generar iniciativas que no sean influenciadas por grupos
ratificación y vigencia de los instrumentos internacionales de cabildeo de grandes empresas y de guaridas fiscales.
en materia medioambiental. Lo ideal es que estas iniciativas encuentren acogida en
• Aprovechar la Presidencia del G77+China para facilitar foros multilaterales, donde puedan asumir un carácter más
los medios de implementación de políticas ambientales en democrático.
los países en desarrollo.
• Ecuador debe consolidar todo lo abordado y desarrollado
9. Interculturalidad y derechos humanos (Esmeraldas,
en materia de buen vivir y de justicia ambiental.
17 de agosto)
• Ecuador debe avanzar en la construcción de una
economía posdesarrollista y poscapitalista.
Ponentes
• Martín Tamayo, Director de Derechos Humanos y Paz,
Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
8. Justicia fiscal, transnacionales y derechos humanos
• María Luisa Hurtado, Coordinadora Nacional de Mujeres
(Quito, 15 de agosto)
Negras
• Olindo Nastacuaz, Profesor de la Escuela Moisés
Ponentes
Cantincuz
• Leonardo Orlando, Director Nacional del Servicio de
• Lindberg Valencia, Licenciado en Pedagogía Musical
Rentas Internas
• Carola Íñiguez, Subsecretaria de Asuntos Multilaterales,
Propuestas ciudadanas
Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana
• Retomar las mesas de diálogo en organismos regionales y
• Adoración Guamán, Académica
multilaterales involucrando a los pueblos y nacionalidades.
• Jorge Coronado, Presidente de la Red Latinoamericana
• Contemplar la interculturalidad como elemento
sobre Deuda, Desarrollo y Derechos
transversal en las relaciones internacionales y no solo en
la convivencia nacional.
Propuestas ciudadanas
• Viabilizar la adecuada canalización y asignación de
• Consolidar el trabajo realizado en los en diferentes foros
recursos de la cooperación internacional, para lograr que
internacionales para posicionarse como referente en el
lleguen a las comunidades beneficiarias, en particular
tratamiento de la problemática sobre la justicia fiscal y
para los pueblos y nacionalidades.

74
• Evaluar a las instituciones nacionales para ver qué han • Combatir los delitos financieros.
hecho con los recursos asignados para las organizaciones • Regular las actividades de las empresas transnacionales
de los pueblos y nacionalidades. frente a los derechos humanos.
• Dentro del proceso de interculturalidad se deben hacer • Fortalecer la integración multidimensional de nuestros
ferias culturales y promover mayor intercambio y eventos países en educación, salud, infraestructura, seguridad
en otros países. social, producción conjunta de ciencia y tecnología,
• Fortalecer la atención a los pueblos y nacionalidades mecanismos propios de financiamiento e inversión, con
para representarlos en el sector externo. visión social.
• Promocionar los saberes de los pueblos y nacionalidades
al exterior.
• Transmitir la necesidad para cooperación en áreas como Participación
formación, desarrollo tecnológico, educación. En promedio, en cada mesa participaron 120 personas.
• Fortalecer la atención a mujeres víctimas de violencia o En la mesa de cierre “Ecuador en un mundo multipolar”
en situación de vulnerabilidad. asistieron 325 personas. Además de participar de manera
presencial, los interesados visualizaron en vivo la mesa a
través de la plataforma webinar, enviaron sus aportaciones
10. Ecuador en un mundo multipolar (Montecristi, 30 por el chat habilitado durante la transmisión; o enviaron
de agosto) sus aportes a través de correo electrónico.

Ponentes Sectores que participaron


• María Fernanda Espinosa, Ministra de Relaciones • Representantes de cerca de treinta embajadas y
Exteriores y Movilidad Humana, Ministerio de Relaciones consulados acreditados en el Ecuador.
Exteriores y Movilidad Humana
• Andres Mideros, Secretario Nacional de Planificación • Instituciones Públicas: Asamblea Nacional, Secretaría
y Desarrollo, Secretaría Nacional de Planificación y de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación
Desarrollo (SENESCYT), Consorcio de Gobiernos Autónomos
• Daniel Filmus, Parlamentario de Mercosur por Argentina Provinciales del Ecuador (CONGOPE), GADPichincha,
• Jaime Estay, Académico de la Universidad de Puebla Defensoría Pública, Secretaría Nacional de Planificación
y Desarrollo, Ministerio de Educación, Ministerio de
Propuestas ciudadanas Comercio Exterior, Proecuador, Ministerio de Defensa
• Sostener principios de soberanía, dignidad y equidad. Nacional, Consejo de la Judicatura, Consejo de Movilidad
• Respetar la soberanía y la autodeterminación de los Humana, Secretaría Nacional de Gestión Política (SNGP),
pueblos, por lo cual se rechaza toda forma de intervención Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Transporte y
o bloqueo a un país. Obras Públicas, Ministerio de Hidrocarburos, Ministerio
• Propugnar un mundo multipolar con instituciones que de Turismo, Ministerio de Cultura y Patrimonio, Ministerio
representen de manera efectiva los intereses de todos y de Industrias y Productividad, Ministerio de Electricidad
todas. y Energía Renovable, Corporación Eléctrica del Ecuador-
• Rechazar un orden que considere la pobreza como parte Hidropaute, Instituto Nacional de Estadísticas y Censos,
inevitable del orden mundial. Consejo Sectorial Campesino-Ministerio de Agricultura
• Priorizar la cooperación internacional para alcanzar la y Ganadería (MAGAP), Banco Central del Ecuador,
justicia fiscal. Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, Defensoría del

75
Pueblo, Municipio de Colta, CORPEI, Instituto Nacional de • Organismos internacionales: Organización de Estados
Economía Popular y Solidaria, Municipio de Esmeraldas, Americanos (OEA), Unión Europea (UE), Unión de Naciones
Superintendencia de Control del Poder de Mercado, Servicio Suramericanas (UNASUR) Organización Internacional para
de Rentas Internas, Servicio Ecuatoriano de Capacitación las Migraciones (OIM), Alto Comisionado de las Naciones
Profesional, Centro Cívico Ciudad Alfaro, Gobernación de Unidas para los Refugiados (ACNUR), Fondo de las
Manabí, Gobierno Autónomo Descentralizado Montecristi, Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Organización
Institutos Superiores Pedagógicos, Ministerio del Interior, de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Servicio de Gestión Inmobiliaria del Sector Público Cultura (UNESCO), Misión Scalabriniana, Asylum Access,
INMOBILIAR, BanEcuador. Instituto Iberoamericano del Patrimonio Natural y Cultural,
Parlamento Andino (IPANC), ONU Mujeres, Consejo
• Universidades: Facultad Latinoamericana de Ciencias Noruego para Refugiados, Red Latinoamericana sobre
Sociales (FLACSO), Universidad San Francisco de Quito, Deuda, Desarrollo y Derechos (LATINDADD), Parlamento
Universidad de las Américas (UDLA), Instituto de Altos Andino, Comisión Permanente del Pacífico Sur.
Estudios Nacionales (IAEN), Universidad Católica de
Guayaquil, Universidad de Guayaquil, Universidad Espíritu Mesas de diálogo sobre Movilidad Humana
Santo, Universidad del Azuay, Universidad de Cuenca,
Universidad del Azuay, Universidad Católica de Cuenca, Dentro del ciclo “Mesas de Diálogo para la Construcción de
Universidad Estatal del Sur de Manabí, Universidad Laica la Agenda de Política Exterior 2017-2021”, el Viceministerio
Eloy Alfaro de Manabí, Universidad San Gregorio de de Movilidad Humana organizó el ciclo “Nada para la
Portoviejo, Universidad Técnica de Manabí. ciudadanía sin la ciudadanía”, mediante la realización de
una serie de mesas en el exterior. El propósito de convocar
• Organizaciones de la sociedad civil: Federación Nacional
estas mesas a través de los Consulados del Ecuador, se
de Migrantes Retornados (FENAMIRE), Confederación de
justifica en la necesidad de conocer los requerimientos
Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana
particulares de las comunidades de migrantes en los
(CONFENIAE), redes y asociaciones de migrantes
países de acogida.
retornados, Pueblo Salasaca, Fundación Futuro
Latinoamericano, Instituto Interamericano de Cooperación
De esta manera, se respondió al proyecto que venía
para la Agricultura, Grupo Arrollo, Comisión Nacional
ejecutándose con la Organización Internacional de las
de Préstamos para Educación, Yasunidos, Cámara de
Migraciones (OIM) denominado “Transversalización de
Industrias y Producción (CIP), Asociación de Migrantes
la Movilidad Humana en las Estrategias Nacionales de
Emprendedores Retornados del Austro (AMERA),
Desarrollo”, cuyo objetivo es aportar en la transversalización
Asociación de productores agropecuarios y agroecológicos
en todo nivel del Estado de las políticas públicas en el
Reina de las Nieves (ASOPROARN), Asociación Apicultor,
ámbito de Movilidad Humana, conforme a lo establecido
Confederación Kichwa del Ecuador (ECUARUNARI),
en el artículo 167 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana.
Pueblo Awá, Asociación de Mujeres Solidarias Apoyando
Mujeres, Red de Mujeres Afrolatinoamericana, Grupo
Ochún, afrocaribeña y de la Diáspora, Movimiento
Pachakutik, Centro de Apoyo al Desarrollo Metalmecánica
(CADME), Comisión Nacional de los Derechos Humanos,
Asociación Centro de Atención al Migrante, Jubileo 2000,
Fundación Altropico, exportadores e importadores de
diferentes sectores.

76
Mesas organizadas en el exterior en 2017

1. Arizona: 24-28 de julio. 17. Israel: 27 de julio.


2. Bogotá: 27 de julio. 18. Nicaragua: No reporta fecha
3. La Haya: 27 de julio. 19. Palestina: 28 de julio.
4. México: 27 de julio. 20. Panamá: No reporta fecha
5. Miami: 27 de julio. 21. Paraguay: 28 de julio.
6. Minneapolis: 18 de julio. 22. Sudáfrica: 27 y 28 de julio.
7. Murcia: 28 de julio. 23. Suecia: 28 de julio.
8. Roma: 27 de julio. 24. Francia: 26 de julio.
9. Tumbes: No reporta fecha 25. Chicago: 26 de julio.
10. Viena: No reporta fecha 26. Hamburgo: 18 de julio.
11. Egipto: 26 de julio. 27. New Haven: 10 de agosto.
12. Argentina: 25 de julio. 28. Valencia Venezuela: 25 de julio.
13. Australia: 26 de julio. 29. Madrid: 22-28 de julio.
14. Corea: 24 de julio. 30. Chile: 24-28 julio.
15. El Salvador: 22 de julio. 31. Italia: 11 de julio.
16. Gran Bretaña: 22 de julio. 32. Venezuela: 24-28 de julio.

77
78
79
Carrión E1-76 y Av. 10 de Agosto
Código Postal: 170526 / Quito - Ecuador
Teléfono: 593-2 299-3200
80
www.cancilleria.gob.ec
ARTÍCULOS
R E V I S T A
Publicando
ISSN 1390-9304

Reflexiones sobre la política exterior


ecuatoriana en el marco de la globalización
Reflections on Ecuadorian foreign policy in the framework
of globalization

Mgtr. Juan C. Muyulema-Allaica 1*, Mgtr. Paola M. Pucha Medina2, Mgtr. Christopher G. Espinosa Ruiz3,
Ing. Bolívar Urquizo Tenesaca4
1.* Universidad de Cantabria, Santander. Email: juanca327@hotmail.com. ORCID: http://orcid.org/0000‐0002‐9663‐8935
2. Universidad de Cantabria, Santander. Email: pumepm@hotmail.com . ORCID: http://orcid.org/0000‐0002‐4712‐7661
3. Universidad Estatal de Bolívar, Guaranda. Email: cgabrieler89@gmail.com . ORCID: https://orcid.org/0000‐0002‐0785‐109X
4. Embajada del Ecuador en Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Londres. Email: bolivarurquizo@gmail.com .
ORCID: http://orcid.org/0000‐0002‐6320‐5850

Recibido: 7/04/2019
Aceptado: 4/06/2019

Resumen: En el presente artículo se desarrolla un análisis Abstract: In the present article, it is developed analysis from
desde un enfoque cualitativo y deductivo. Tomando como a qualitative and deductive approach. Taking as a basic
fundamento base que la política exterior de un Estado es foundation that the foreign policy of a State is that part of
aquella parte de la política general formada por el conjunto the general policy formed by the set of decisions and actions
de decisiones y actuaciones mediante las cuales se definen through which the objectives are defined, and the means of
los objetivos y se utilizan los medios de un Estado para a State are used to generate, modify or suspend its relations
generar, modificar o suspender sus relaciones con otros with other actors of the international society. Starting from
actores de la sociedad internacional. Partiendo de esto, el this, the report is divided into three sections. The first
informe se divide en tres apartados. El primero intenta attempts to elucidate the importance of globalization,
elucidar la importancia de la globalización, la expansión del expansion of the "new capitalism" and securitization.
“nuevo capitalismo” y la securitización. Posteriormente se Subsequently, reflections on Ecuadorian foreign policy in
postulan reflexiones sobre la política exterior ecuatoriana en the framework of globalization and international reality
el marco de la globalización y la realidad internacional framing two approaches to understanding; the first deals
enmarcando dos acercamientos al entendimiento. El with an approach to foreign policy and the second an
primero, trata sobre una aproximación a la política exterior analysis of the Ecuadorian political system and the process
y el segundo un análisis al sistema político ecuatoriano y el of conformation of foreign policy. Finally, the conclusions of
proceso de conformación de la política exterior. Por último, the study take up the aspects of the analysis to outline a
las conclusiones del estudio retoman los aspectos del reflective positional panorama.
análisis para esbozar un panorama posicional reflexivo.
Keywords: Ecuador, foreign policy, international relations,
Palabras clave: Ecuador, política exterior, relaciones international politics, globalization
internacionales, política internacional, globalización

Muyulema-Allaica, J., Pucha, P., Espinosa, Ch. & Urquizo, B. (2019). Reflexiones sobre la política exterior 8
ecuatoriana en el marco de la globalización. Revista Publicando, 6 (21), pp. 8-22.
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Publicando Revista Publicando · 2019, 6 (21): 8-22
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propiamente endógeno condición que caracteriza al Estado


INTRODUCCIÓN
en este nuevo contexto.

L
a política exterior es entendida, esencialmente, como el
Por lo tanto, el objetivo de esta contribución es caracterizar y
conjunto de las decisiones públicas que toma el gobierno de
dar cuenta de la política exterior ecuatoriana en el marco de
un Estado en función de los intereses nacionales y en relación
la globalización, para cuyo cumplimiento, el estudio parte de
con los demás actores del sistema internacional de un país,
dos dimensiones:
con el fin de promover o transformar condiciones que hagan
posible la seguridad y el bienestar económico; y en el caso de
1) A nivel macro, se pretende llevar a cabo un análisis
países como Ecuador, facilitar las políticas de desarrollo. En
que interrelacione las cuestiones que tienen que ver
la opinión de Tomassini (1987); Russel (1992); Bernal-Meza
con la globalización y la seguridad; ello, a partir de los
(2016) la política exterior se sostiene con elementos
efectos producidos por el llamado “nuevo
valorativos, históricos, intereses e imágenes que manifiestan
capitalismo” a nivel mundial. Para su realización, se
las ideas que sobre un conjunto de conductas, medidas,
retoma, por un lado, el enfoque del desarrollo
acciones, decisiones y posiciones que un ente social tiene con
geográfico desigual y del nuevo imperialismo
el propósito de resolver un asunto específico.
propuestos por Harvey (2004) y, por el otro, el
enfoque neorrealista de las relaciones internacionales,
Sin embargo, la ideología de los gobernantes, los enfoques
con el fin de caracterizar la realidad internacional en
incluso a veces radicales sobre el orden internacional, y la
la que se desenvuelve Ecuador y que, inevitablemente,
disposición o colaboración en alianzas o ejes quedaban a
repercute en el proceso de toma de decisiones en
menudo sometidas a las lógicas del sistema político y de las
materia de política exterior.
necesidades de la propia política económica nacional y el
2) A nivel micro, para entender y comprender el proceso
modelo de inserción internacional (Paradiso, 1993).
de conformación de la política exterior de Ecuador, es
Autores como Muñoz (1986); Velázquez (2007); Bernal- necesario un análisis general que permita identificar
Meza (2013; 2016); Cervo (2013) han puesto de relevancia la las notas esenciales del sistema político ecuatoriano
importancia que las ideas poseen en la formulación de la que participan en el mismo y que poseen una
política exterior de los países latinoamericanos. Ante ese influencia decisiva en el proceso de toma de
escenario Velázquez (2017) alude que la política exterior es decisiones.
entendida como el conjunto de las decisiones públicas que
A partir de una revisión bibliográfica exhaustiva de discursos
toma el gobierno de un Estado en función de los intereses
y registros oficiales, así como de obras de autores
nacionales y en relación con los demás actores del sistema
especializados, este análisis se desarrolla desde un enfoque
internacional de un país. En este sentido también puede
ARTÍCULOS

cualitativo y deductivo. Además de la presente


definirse como un área de actividad gubernamental que es
“Introducción”, el artículo se divide en tres apartados en que
concebida entre relaciones del Estado con otros factores.
se presenta la estructura del análisis por realizarse. El primero
En este contexto la hipótesis principal de trabajo consiste en intenta elucidar la importancia de globalización, expansión
suponer que los motivos para el desarrollo de la política del “nuevo capitalismo” y securitización. El segundo postula
exterior ecuatoriana y su evolución como actor internacional, reflexiones sobre la política exterior ecuatoriana en el marco
no responden en mayor medida a la ambición de dar una de la globalización y la realidad internacional enmarcando
respuesta a los cambios en el marco de la globalización, dos acercamientos al entendimiento; el primero trata sobre
motivadas por circunstancias endógenas del proceso. una aproximación a la política exterior y el segundo un
análisis al sistema político ecuatoriano y el proceso de
En este sentido, las acciones de Ecuador no pueden ser conformación de la política exterior. Por último, las
analizadas independientemente de la complejidad de las conclusiones del estudio retoman los aspectos del análisis
cuestiones y de las situaciones a las que hacen frente, así para esbozar un panorama axiomático de los momentos de la
como no pueden comprenderse sin remitir a un proceso transición.

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pública, a la sanidad, a la huelga, al bienestar, a la educación,


DESARROLLO
entre otros, lo que ha dado lugar a incomparables formas de
resistencia y resentimiento donde quiera que se efectúen. Lo
GLOBALIZACIÓN, EXPANSIÓN DEL “NUEVO CAPITALISMO”
cual, según Cobos (2012) ha generado un movimiento
Y SECURITIZACIÓN
antiglobalización mundial y, sobre todo, que el Estado, con
su monopolio sobre la violencia y las ilustraciones de
El proceso de la globalización es quizá uno de los fenómenos
legalidad, jueguen un papel crucial en apoyo y promoción de
más estudiados en la actualidad por las Ciencias Sociales. Su
dicho proceso.
estudio ha partido de todas las disciplinas desde perspectivas
teóricas y metodológicas diferentes. Entre las causas del fenómeno y del proceso de la
globalización cabe señalar: la nueva reestructuración

ARTÍCULOS
Harvey (2004) establece que la supervivencia del capitalismo,
geopolítica del mundo surgido después del término de la
a pesar de las múltiples crisis y restauraciones, custodiadas
guerra fría; la celeridad de los ritmos de apertura económica
siempre de fatídicas predicciones de su amenazadora
y de intercambios de mercancías, bienes y servicios; la
extinción, es un misterio que requiere ser estudiado. Por ello,
liberalización de mercados de capitales que satisfacen plazas
se da a la tarea de hacerlo a partir de una metodología
financieras y Bolsas de Valores de todo el mundo; y, la
espaciotemporal, cuya tesis trascendental descansa en la idea
revolución de la información y la comunicación, que ha
de que la sobreacumulación de mano de obra y el excedente
interconectado el tiempo real con el espacio tras la similitud
de capital en un determinado territorio es lo que concibe que
de tecnologías avanzadas.
el capitalismo busque otros espacios geográficos para
continuar reproduciéndose. En su reflexión, parte de la La globalización es, por así decirlo, tanto una manera de ver
premisa de que la acumulación de capital siempre ha sido una el mundo como el mundo mismo (Moloeznik & Solís, 2015).
cuestión profundamente geográfica y, por ende, el Sin aspirar ser exhaustivos, se puede diferenciar, por lo
capitalismo como sistema político y económico habría menos, las siguientes características de ese fenómeno: un “sin
dejado de funcionar sin las contingencias inherentes a la fronterismo” de principio en los intercambios comerciales; la
expansión geográfica, la reorganización espacial y el difusión, a nivel mundial, de los modos de producción y de
desarrollo geográfico desigual. consumo capitalistas; una liberalización de los intercambios,
las inversiones y los flujos de capitales; una baja del margen
De acuerdo con la explicación de Harvey (2004), dicho
de maniobra de los Estados en ámbitos que antes caían
excedente de mano de obra y de capital se manifiesta “en un
rigurosamente bajo su soberanía: ciencia e investigación,
mercado inundado de bienes de consumo, a los que no se
defensa (debido a la dependencia de los adelantos
puede dar salida sin pérdidas, en una alta improductividad,
tecnológicos), sistema de contribuciones, gestión de las crisis
y/o en excedentes de capital líquido carente de posibilidades
económicas, política monetaria; una generalización de la red
de inversión productiva” (p.2). Razón por la cual el capital
Internet, de las redes mediáticas, del marketing y de la
crea ambientes físicos a su imagen y semejanza,
publicidad en el plano mundial (que transmiten los valores
exclusivamente para destruirlos más adelante, cuando busca
del mercado); en el mismo sentido, una supremacía
expansiones geográficas y desubicaciones temporales, en un
progresiva del inglés como lengua de comunicación en el
intento de solucionar las crisis de sobreacumulación que lo
plano internacional; innovaciones tecnológicas que conciben
afectan cíclicamente (Cobos, 2012). Es decir, este reajuste
más interacciones y una mayor densidad en la comunicación
espaciotemporal es una de las soluciones a las crisis
entre sociedades (Blondel, 2004; Carrión, 2010; Cervo, 2013).
capitalistas mediante aplazamientos temporales y
expansiones geográficas y es lo que presentemente se llama De este modo, los derechos económicos comenzaron a
globalización. dominar y definir las agendas y las políticas entre los Estados-
nación y demás actores internacionales. Se trata de una lógica
Una de las más evidentes políticas de desposesión aplicadas
que está lejos de hacer referencia a los derechos económicos
en nombre de la ortodoxia neoliberal, de acuerdo con Harvey
de todos los ciudadanos que conforman las diversas
(2004), es la “reprivatización de derechos comunes ganados
sociedades en el mundo, sino que jerarquiza los intereses de
en luchas pasadas” (p.3), tales como el derecho a una pensión

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ecuatoriana en el marco de la globalización. Revista Publicando, 6 (21), pp. 8-22.
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las grandes agrupaciones transnacionales y a las élites que las certifiquen a sus ciudadanos los elementos básicos de
encabezan o dirigen (Blondel, 2004; Harvey, 2004; Bonilla, supervivencia, dignidad y medios de subsistencia (Bonilla,
2006; Carrión, 2010). En este contexto, la gran mayoría de los 2006). Siendo así, los Estados deberían considerar como una
ministerios, secretarías o departamentos de Economía, del nueva forma de amenazas a todos aquellos elementos que
Tesoro, Comercio y Hacienda, así como los bancos centrales atenten directamente contra las libertades, la dignidad y los
han ido sometiendo las prioridades de las políticas derechos fundamentales de todas las personas.
económicas, comerciales, fiscales, monetarias e incluso
sociales y de desarrollo, de sus países a los dictados del capital Sin embargo, según Moloeznik & Solís (2015) han surgido los
financiero; lo que permite considerar que el capitalismo se ha siguientes dilemas modernos para su implementación:
sustraído casi por completo del control de la política. Y si bien
son claras y graves las consecuencias, en especial el 1) La securitización, que involucra poner en práctica
desmantelamiento del Estado de bienestar (EB), lo cierto es acciones que van más allá de las reglas del juego, ya que
que ante nuestros ojos se presenta la incapacidad o el se sitúa en riesgo la propia supervivencia del Estado, por
acentuado inmovilismo de los gobiernos para corregir el lo que los gobiernos concurren a medidas de emergencia
rumbo. que exceden el tratamiento político de los conflictos
para garantizar la defensa ante una amenaza no
 Ante tales condiciones, la parte de la sociedad que está imperiosamente militar e interestatal;
siendo desposeída se ha manifestado de diversas 2) La militarización de cuestiones que no se resuelven por
formas contra los gobiernos. No obstante, si bien es medio de instituciones administradoras de la seguridad
cierto que en el contexto actual que se vive necesita y la defensa;
reconfigurarse, se estima por poco imposible que el 3) La brecha entre la capacidad operativa de los gobiernos
cambio se produzca exclusivamente a partir de las y los adeudos asumidos, debido a las debilidades
movilizaciones o manifestaciones sociales de institucionales para su cumplimiento; y,
descontento que se han venido desarrollando. Esto es 4) El rol de Estados Unidos para fijar su propia agenda en
así por la forma en cómo han venido concibiendo los la materia.
Estados la noción de seguridad en la última década. Sin
duda, el argumento de la definición está impidiendo Así, si bien es cierto que ha surgido una oleada de revolución
que muchos de estos movimientos emancipadores intelectual y cultural mundial de tipo antiautoritario,
logren sus objetivos y que, en su lugar, sean reprimidos antindividualista y subversivo en contra de los efectos de la
por considerárseles factores de riesgo, cuando no globalización, del mismo modo es irrefutable que la norma
amenazas a la seguridad nacional. constante por parte de los gobiernos ha coexistido en utilizar
la violencia legítima de los medios militares y/o policiales
ARTÍCULOS

Por otra parte, debe reconocerse que la percepción y la para reprimirlos, contenerlos e, incluso, destruirlos (Harvey,
práctica de la seguridad han experimentado cambios 2007). La regla general ha sido que éstos sirvan más a las élites
sustanciales que se han convertido en la evolución de una económicas (nacionales e internacionales) que a su propia
visión y una construcción novedosa, pero que no está exenta población.
de problemas. La seguridad multidimensional, por ejemplo,
parte del entendido de que “cada Estado tiene el derecho Y, para ello, en este argumento interpretativo la
soberano de identificar sus propias prioridades nacionales de securitización ha sido clave, entendiéndose como una
seguridad y definir las estrategias, planes y acciones para interpretación más extrema del carácter político que se le
hacer frente a las amenazas a su seguridad, conforme a su confiere a las amenazas que vulneran la supervivencia de los
ordenamiento jurídico, y con el pleno respeto del derecho actores implicados (Treviño, 2016). Lo antepuesto produce
internacional” (OEA, 2003, p.2). una identificación de medidas de emergencia y acciones
justificadas por encima del tratamiento político, lo que le
Desde esta visión, la seguridad de las personas demanda que consiente al Estado recurrir a medios “extraordinarios”, en
los gobiernos den respuesta en diversos ámbitos, creando un marco de “legitimidad”, y garantizar la protección y
sistemas políticos, económicos, sociales y culturales que

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defensa de los ciudadanos frente a la amenaza identificada llevado a que los militares se consideren por encima de la
(Revelo, 2018). sociedad. Y si bien es cierto que, hoy en día, en gran parte de
los casos, los uniformados aceptan la subordinación al poder
En este marco y en los últimos años, tal parece que los Estados civil, de modo que la intervención o el control militar en la
están más interesados en eludir las causas que producen la política es mucho menos previsible, aún persiste una clara y
conflictividad, los movimientos la protesta social, que en a veces progresiva participación de las fuerzas armadas en
combatirlas. De esta forma y manejando diversos medios, los ámbitos de la administración y servicios públicos junto a una
gobiernos se enfocan en criminalizar las protestas incuestionable autonomía (Romano & Delgado, 2012).
perpetradas por los movimientos indígenas, sindicales,
campesinos, de desplazados, universitarios, entre otros. Por otra parte, y tocando reiteradamente las nociones de
Dicha criminalización se forja en medio de campañas de Harvey (2004), parece ser que el estado de guerra permanente

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opinión pública con las que se injuria a los sujetos que se que parece vivirse en la actualidad en la región también tiene
quiere reprimir, justificando así el uso de medidas de mano su causa en la determinación de los Estados Unidos de
dura. En conclusión, los gobiernos, violando incluso el imponer un orden planetario en el que va estampada su
Estado de Derecho, reprimen a aquellos actores anti- hegemonía, respondiendo a su insuficiencia de mantener el
sistémicos que se ponen en pie de lucha (Moloeznik & Solís, control de un mundo como mercado abierto para las
2015). Como consecuencia según Revelo (2018), a pesar de corporaciones multinacionales y los grupos financieros.
que la conjeturas de securitización busca ampliar la agenda Como se ha señalado, este mundo despliega elementos
de los estudios de seguridad, no profundiza los objetos de crecientes de una desestabilización excitada por el enorme
referencia y termina concentrando su análisis en el nivel crecimiento de las desigualdades y la pobreza, la ruina
estatal, empoderando así el rol de las élites. irremediable de países usurpados inclementemente por la
deuda, y la creciente movilización política de las multitudes
Tratándose de América Latina, la militarización (entendida condenadas irremisiblemente a la miseria (Sanglard & Lopes,
como el proceso en el cual las instituciones militares someten 2018). Y, en este contexto, son los excluidos los principales
parcial o completamente la organización de la violencia enemigos. Tal como soporta una investigación donde se
estatal) es ya una realidad visible en muchos países (Cervo, explica que la insubordinación de los excluidos, de la
2013). Los gobiernos latinoamericanos han pretendido multitud, de los pueblos en resistencia es hoy una amenaza
responder al reto que representan los efectos de la real, no sólo a la hegemonía estadounidense sino, a través de
globalización, delegándoles a las fuerzas armadas diferentes ella, a la hegemonía capitalista en el sentido más amplio
roles y más misiones y permitiendo que éstas conserven una (Guevara, 2018). Asimismo, de acuerdo con Rascón-Gómez
clara autonomía en disímiles ámbitos de su accionar (Zepeda (2017); Gené (2018) este proceso consiente construir un
& Egas, 2011). Ello es alarmante si se considera que los imaginario social sustentado en la existencia de un enemigo
estudiosos de las relaciones civiles-militares establecen que el siempre acechante para que, de este modo, se puedan
éxito de los procesos de tránsito y consolidación democrática legitimar las políticas que la acompañan. En sociedades que
aumentan en la medida en que se concreta un verdadero se mueven tanto, que se insubordinan en gran medida, que
control civil sobre lo militar y se implanta un pacto civil de no permiten que el mercado las discipline, los gobiernos se
adhesión a las reglas democráticas, tanto por civiles como por han visto obligados a utilizar sus instrumentos coercitivos.
militares, lo cual dista mucho de estar concretándose
(Moloeznik & Solís, 2015). REFLEXIONES SOBRE LA POLÍTICA EXTERIOR
ECUATORIANA EN EL MARCO DE LA GLOBALIZACIÓN Y
Adicionalmente, no debe soslayarse el hecho de que los
LA REALIDAD INTERNACIONAL
ejércitos latinoamericanos han sido educados para defender
a sus países, conteniendo la noción del enemigo interno, así
como la consideración de que son ellos los receptores de los Aproximación a la política exterior
valores nacionales y “guardianes de los intereses nacionales y Cuando dirimimos al nivel del análisis micro internacional,
de la patria” (Kruijt, 2012). Esta actitud de auto-investidura la experiencia directa y la literatura especializada nos
como garante fundamental de los valores esenciales ha estimulan a abordar el estudio de la política exterior de los

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Estados, por ser ésta el eje principal de conexión entre la vida debemos reconocer que la política exterior debe incardinarse
nacional y la realidad internacional. No obstante, adquirir como un término singular de la política general de cada
una definición precisa de la expresión política exterior, no Estado, tal y como afirma Calduch (1993) “la política exterior
resulta tarea sencilla. Tres confusiones suelen apreciarse en de un Estado es aquella parte de la política general formada
las numerosas definiciones que han ejecutado los por el conjunto de decisiones y actuaciones mediante las
internacionalistas: cuales se definen los objetivos y se utilizan los medios de un
Estado para generar, modificar o suspender sus relaciones
1) La primera, y más frecuente, es la que identifica la con otros actores de la sociedad internacional”. (p.35)
política exterior de un Estado con la política exterior
floreciente por su Gobierno. Resulta obvio que, a estas A partir de esta definición de la política exterior, se puede
alturas, una asimilación de la realidad estatal con el señalar sus principales elementos:
primordial órgano del poder ejecutivo resulta
abusivamente simplista y errónea (Velázquez, 1995). • En primer término, su carácter estatal. En efecto, aunque
2) Una segunda confusión no menos frecuente, se en sentido figurativo se puede hablar de la política
promueve cuando al referirse a la política exterior del exterior de otros actores internacionales (Movimientos
Estado, los autores contemplan únicamente su acción Populares; Organizaciones Gubernamentales; etc.), lo
exterior (Calduch, 1993). Consecuentemente que la cierto es que la política exterior sólo puede predicarse de
actividad estatal desarrollada en el contexto los Estados ya que son los sublimes actores que reúnen
internacional constituye una parte nuclear de la política los dos requisitos necesarios para poder desarrollarla
exterior, pero junto a ella no se puede excluir la plenamente: capacidad jurídica reconocida
importancia de la toma de decisiones previas a la acción internacionalmente y capacidad política plena,
exterior, ni tampoco de la evaluación o control de los autónoma y eficaz.
resultados alcanzados con ella (Velázquez, 1995). En el • En segundo lugar, la política exterior no puede
seno de esta corriente, coexiste todavía una concepción disociarse de la política interior del Estado. Uno y otro
más limitada de la política exterior que la asocia con la se interfieren mutuamente ya que, en último extremo,
actividad diplomática y/o armada. Desde luego la ambas no son más que dos facetas de una misma
diplomacia y la guerra constituyen parte de la armadura realidad política, la del Estado, tanto en su dimensión
de actuaciones exteriores de los Estados, pero basta con institucional como en su base social. Es así como
dar un repaso a la agenda de actividades llevadas a cabo mientras la política interior se dirige a los individuos y
por el gobierno de un país para percatarse de grupos de una misma sociedad estatal, la política
operaciones (informativas; económicas; etc.) que no exterior está orientada a permitir la vinculación entre
pueden ajustar en el estricto esquema de la diplomacia o Estados.
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la guerra. • Por último, la política exterior circunscribe la


3) Finalmente, un tercer error cometido por los autores determinación de los fines u objetivos que aspira a
que, favorablemente, cada vez es menos frecuente, alcanzar cada Estado, pero debe también añadir la
reside en plantear el análisis de la política exterior como especificación y manejo de los medios más adecuados
un ámbito teórico desconectado de la política interna de para el logro de esos objetivos. Si el país carece de una
los Estados. La tarea de este error se aprecia más en los determinación de sus fines u objetivos, el Estado
trabajos realizados sobre políticas exteriores simplemente operará en el contexto internacional
particulares. En muchos de ellos es fácil evidenciar la reaccionando a los acontecimientos coyunturales, sin
falta de cualquier referencia rigurosa a la estructura y que pueda hablarse de una política exterior.
dinámica de la política interior, como parte necesaria de Análogamente, si escasea de los medios necesarios o son
la descripción y explicación de la política exterior del visiblemente insuficientes para alcanzar los fines que se
Estado que se investiga (Calduch, 1993). ha trazado, el Estado evidenciará una escasa proyección
internacional, fruto, en parte, de la impotencia para dar
Como podemos apreciar, el concepto de la política exterior respuesta a los retos que el contexto internacional o las
no es obvio y demanda una cierta escrupulosidad. Ante todo, aspiraciones internas le plantean.

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Sistema político ecuatoriano y el proceso de económico y tecnológico gozará de una mayor


conformación de la política exterior autonomía en sus relaciones externas.
• Las particularidades geográficas resultan determinantes
en materia de política exterior. Un país de grandes
Sistema político ecuatoriano
proporciones territoriales, con ríos y lagos, y con
Entendida la política exterior, y cualquier otra política, como comunicaciones eficientes tendrá una mayor capacidad
un proceso en el que se sobrevienen las decisiones y las de negociación internacional. La conducta de un Estado
actuaciones, conviene establecer una distinción teórica entre con salida al mar. Asimismo, la posesión de recursos
los diversos momentos o etapas en que podemos dividirla. naturales estratégicos orientará el lugar y el papel de un
país en las relaciones internacionales.
En este sentido según Velázquez (2004) en el proceso de • En política exterior, uno de los factores más definitivos

ARTÍCULOS
formulación de política exterior, el nivel estatal contempla es el militar. La actitud hacia los otros actores obedecerá
tres grupos de elementos. El primero incluye los factores en gran medida de la posesión o no de un gran ejército,
políticos, ideológicos, económicos, tecnológicos, geográficos, de armas poderosas, de una tecnología militar efectiva,
militares, sociales y culturales del Estado. El segundo entre otros. El poder de un Estado, en la mayoría de los
comprende los actores subnacionales gubernamentales y no casos, está determinado por su fuerza militar. El riesgo
gubernamentales. El tercero considera el interés, los es que un país con gran influencia militar se verá tentado
objetivos, el proyecto y la identidad nacionales, así como la a usarlo en cierto momento. Un país con escaso
capacidad de negociación internacional: influencia militar tendrá un papel secundario en la
estructura internacional.
• El factor político es una de las variables que afecta • El factor social y cultural del mismo modo define el
directamente el proceso de formulación y ejecución de rumbo de la política exterior. Las características
la política exterior. Aquí hay que razonar los tipos de demográficas de un país también inciden
gobierno, la estabilidad política y la cohesión social. significativamente en su conducta externa: un país con
Dependiendo del ejercicio de su sistema político, los una sociedad educada y con una tasa baja de desempleo
estados modulan el proceso de política exterior y, por tendrá diferentes objetivos y planteará distintas
ende, de la política adoptada. La estabilidad política estrategias de política exterior en comparación con otras
beneficia significativamente a alcanzar los objetivos de naciones con distintos rasgos demográficos. Por lo
política exterior. Un país inestable es más vulnerable tanto, un gobierno estará condicionado a tomar ciertas
ante las presiones y amenazas externas. decisiones si su población está caracterizada por un alto
• La ideología del Estado es del mismo modo un factor flujo de movimientos migratorios. Por otro lado, las
importante para la política exterior. Ésta puede definirse costumbres de una sociedad, su religión, sus valores
como un conjunto de representaciones que implican socioculturales, su historia y hasta su lenguaje,
una visión coherente de la realidad y que anhelan a contrastarán la conducta a seguir en el escenario
ofrecer una explicación de la totalidad de los fenómenos internacional.
y la adhesión a un sistema de valores que constituyen
una justificación de la acción política. Dependiendo de Por lo tanto, el éxito de la política exterior yace en
su ubicación ideológica, el Estado asumirá una posición circunstancias coyunturales tanto internas como externas
frente al exterior, y del mismo modo será tratado por los que configuran dicha capacidad:
otros actores.
• El factor económico y tecnológico establece también el • Los actores subnacionales contenidos en el nivel estatal
tipo de comportamiento de los estados. El grado de y encargados del proceso de formulación y ejecución de
desarrollo, la producción industrial y agrícola, el nivel de la política exterior son diversos. El gobierno, por medio
inversión extranjera, la realidad de la balanza comercial, de sus poderes fundamentales: Ejecutivo, Legislativo y
el desarrollo tecnológico y el contexto financiero en Judicial, es el encargado de establecer la política exterior.
general establecen en gran medida la política exterior de Al delinearla, debe estar abierto a las demandas de la
los estados. Un país con un valioso desarrollo sociedad civil y tomar en cuenta los diferentes grupos

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sociales y organizaciones no gubernamentales que candidaturas; la volatilidad en las encuestas; la indecisión


conforman al Estado. Por lo regular, el Ejecutivo posee ciudadana, y la presencia de candidatos presidenciales con un
la función de tomar las decisiones de política exterior y marcado discurso antisistema, los ecuatorianos concurrieron
el Legislativo debe sancionarlas. Sin embargo, en el a las urnas el 15 de octubre del año 2006 para elegir
proceso de formulación los actores no gubernamentales Presidente y Vicepresidente de la República, 100 legisladores,
consiguen ejercer cierta influencia. Tales agentes no 5 parlamentarios andinos, 67 consejeros provinciales, 674
estatales son la opinión pública, los partidos políticos, consejeros municipales y 10 Juntas Parroquiales. Destaca la
las estructuras empresariales, la Iglesia, los sindicatos, expansión de la campaña allende fronteras por la novedad del
los grupos étnicos y los centros educativos, entre otros. voto de los migrantes ecuatorianos en la contienda
Una política exterior que no toma en cuenta las presidencial.
necesidades de la población y no escucha a la sociedad
civil es una política elitista con rasgos antidemocráticos. Paralelamente, las elecciones fueron enturbiadas por
denuncias de fraude entre los candidatos presidenciales; las
El nivel estatal es el más completo puesto que las decisiones: anomalías en la contratación de la firma encargada del conteo
rápido de votos y su fracaso en la entrega acertada de
• Responden a los intereses y objetivos nacionales; resultados, y las crecientes críticas respecto a la falta de
• Son producto de un proyecto y aprobación nacional; imparcialidad por parte del jefe de la Misión Observadora de
• Están intervenidas por actores gubernamentales y no la OEA (Machado, 2007; Resina, 2011; Basabe-Serrano &
gubernamentales que buscan respuesta a sus demandas; Martínez, 2014; De la Torre, 2015). Los resultados marcaron
• Están basadas en los diferentes factores que determinan el triunfo electoral de los nuevos partidos y el debilitamiento
al Estado; y de la llamada “partidocracia”, término peyorativo
• Son tomadas según las habilidades de negociación exitosamente manejado por el candidato outsider Rafael
internacional de los estados. Correa para referirse a los partidos tradicionales. Sin ganador
en la primera vuelta presidencial, el 26 de noviembre del año
En el caso particular de Ecuador, la naturaleza del régimen 2007 tuvo lugar la segunda que enfrentó al magnate bananero
político que ha prevalecido tras recuperar la democracia en el Álvaro Noboa, líder del populista PRIAN, y el izquierdista
año de 1978, luego de 10 años de dictaduras civiles y Rafael Correa, del recientemente creado Movimiento Alianza
militares, que dio el paso para la instauración de la País. A la postre, ella sellaría la tercera derrota electoral
democracia, hecho que tendría un efecto dominó en consecutiva del mencionado magnate bananero.
Sudamérica, pues posteriormente seguirían el ejemplo Perú,
Honduras, Bolivia, Argentina (Martínez & Olucha, 2018; En el año 2009 debía concluir el proceso de reforma política
Urquizo & Muyulema, 2019). Sin embargo, su historia se ha iniciado por dos años antes. En su discurso de posesión, en
ARTÍCULOS

caracterizado por la inestabilidad política. En el país desde enero de 2007, el presidente Rafael Correa reiteró su decisión
1996 hasta el 2006, se presenció el juramento de nueve de convocar a una Asamblea Constituyente para realizar una
presidentes y ninguno de estos gobernó por el periodo profunda reforma del sistema político ecuatoriano. En
presidencial de cuatro años establecidos en la Constitución. noviembre de 2008 se aprobó, mediante referéndum, la
Constitución elaborada por la Asamblea Constituyente que
Es así como la contienda electoral del año 2006 se dio en un previamente fue convocada por medio de otro referéndum.
contexto caracterizado por la erosión de las instituciones La conclusión de ese proceso debía materializarse en tres
democráticas, calificado por muchos analistas como el peor hitos: a) vigencia plena de la nueva Constitución; b)
momento del proceso político ecuatoriano desde la realización de las elecciones presidenciales, legislativas y de
transición de la dolarización. organismos subnacionales; c) expedición de un conjunto de
leyes que daría forma final al diseño institucional. Antes de
Las elecciones se dieron bajo un escenario de profundo los cambios a la Carta Magna a Correa le correspondía
descontento popular frente a la democracia y en especial entregar su cargo el 2011, pero fue reelecto hasta 2013.
hacia los partidos políticos tradicionales; el manoseo a las Gobernó de forma continuada por 10 años, 4 meses y 9 días:
reglas electorales desde la misma inscripción de desde el 15 de enero de 2007 hasta el 24 de mayo de 2017.

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El 24 de mayo del año 2017, luego de una década de Gobierno donde 13,2 millones de ecuatorianos escogieron, entre un
de Rafael Correa, emerge la figura de Lenín Moreno “Alianza universo de 81 278 candidatos: 23 prefectos, 23 viceprefectos,
País”, quien logró imponerse con tres puntos de diferencia 221 alcaldes, 867 concejales urbanos, 438 concejales rurales,
con respecto a su principal contrincante de la derecha 4 089 vocales principales de las juntas parroquiales y siete
Guillermo Lasso (Alianza por el Cambio). En un inicio consejeros del Consejo de Participación Ciudadana y Control
presidente Moreno se abrazó con las causas del socialismo, y Social (CPCCS). En total se eligieron 11 069 autoridades
en su afán de reconciliar al país convocó a un dialogo entre principales y suplentes (en el caso de concejales, vocales
nacional con todos los sectores, acercándose incluso a los de juntas y consejeros del CPCCS). El presupuesto destinado
más antagónicos, pero abriendo una brecha irreconciliable para organizar el proceso según CNE (2018) ascendió a 99
con su movimiento y su antecesor Rafael Correa. 330 637 dólares inferior en un 17% de su monto inicial,
resultante de los procesos de optimización de los recursos y

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Paralelamente, el presidente de la República, Lenín Moreno, en cumplimiento del Decreto Ejecutivo de austeridad. Las
mediante decreto ejecutivo número 100, quita todas las organizaciones políticas aprobadas, según la actualización al
atribuciones y delegaciones al vicepresidente de la República, 17 de diciembre del año 2018, son 279 (Ver Tabla 1). Un total
Jorge Glas, declarado culpable el 13 de diciembre de 2017 del de 13 261 994 electores conforman el padrón de ciudadanos
delito de asociación ilícita en la mega trama de corrupción de habilitados para sufragar en los comicios del año 2019.
la constructora brasileña Odebrecht y condenado a seis años
de prisión por el Tribunal Penal de la Corte Nacional de La importancia de estas elecciones radica en que fueron las
Justicia. Por esa sentencia, el hoy exvicepresidente Glas primeras seccionales competitivas, desde 2009, que se
estuvo obligado a dimitir como vicepresidente, un cargo que realizan sin la presencia de Rafael Correa (presidente del
siguió ostentando incluso cuando entró en prisión preventiva Ecuador entre 2007-2017) . Adicionalmente estas lecciones
a principios de octubre 2017. produjeron un nuevo mapa del poder local en el Ecuador. Los
actores más importantes que habían controlado el poder local
Posteriormente María Alejandra Vicuña tomó posesión de su de gran parte del territorio, Alianza País y Avanza,
cargo como vicepresidenta de la República de Ecuador el 6 de retrocedieron, y nuevas fuerzas ahora ocupan su espacio
enero del 2018 en la Asamblea Nacional, luego de lograr (Rodríguez, 2019).
mayoría en la votación legislativa con 70 votos afirmativos,
17 negativos y 19 abstenciones, quien renunció a su cargo el Por falta de datos al respecto, por ahora imposible saber qué
4 de diciembre del 2018 en medio de una investigación por porción de los electores entendían con claridad antes de las
presuntos cobros irregulares a excolaboradores. Es así como elecciones que el correísmo original, aquel de la Revolución
el pleno de la Asamblea no tardó en aceptar la renuncia con Ciudadana, estaba ahora con la Lista 5 y no con la 35 (Alianza
94 votos a favor y 33 ausencias. País). Por esta razón, no es enteramente justo considerar la
votación alcanzada por Fuerza Compromiso Social (FCS)
Frente a los acontecimientos el empresario, radiodifusor y como un indicador válido del apoyo con el que cuenta el
catedrático de economía guayaquileño Otto Ramón correísmo en la actualidad. Sin embargo, es sensato mirar el
Sonnenholzner Sper fue designado vicepresidente de rendimiento electoral del movimiento como un indicador
Ecuador por la Asamblea Nacional, la mañana del martes 11 indirecto.
de diciembre de 2018. El Segundo Mandatario fue escogido
con 94 votos de entre una rápida terna de candidatos enviada En términos generales se observa que el correísmo no está tan
por el Ejecutivo. presente ahora como estaba el año pasado, cuando se hablaba
de que el voto duro correísta estaba alrededor del 25-30%,
El 21 de noviembre 2018 el Consejo Nacional Electoral del hora cuenta con el 6% de apoyo a nivel nacional. Su
Ecuador (CNE) convoco oficialmente a Elecciones desempeño electoral fue moderado: compitió en apenas 49
Seccionales, para elegir a las nuevas autoridades a cargo de la cantones (por tanto, no se puede comparar este 6% con el
administración de los gobiernos locales de todo el país para porcentaje de otros partidos que compitieron en más
el período 2019-2023. Tras una intensa campaña política, la contiendas locales). Su conquista más importante fue la
jornada electoral se llevó a cabo el 24 de marzo del año 2019, prefectura de Pichincha y se desempeñó particularmente

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bien en 7 cantones, incluyendo, más notablemente, el cantón en 1998 entre Ecuador y Perú trajo consigo la paz y por
Quito, donde Luisa Maldonado quedó segunda (18% del consiguiente el Ecuador tuvo que rediseñar su política
apoyo) en la competencia por la alcaldía. La victoria de Paola exterior (Ordóñez & Hinojosa, 2014). En este sentido con la
Pabón fue estrecha (23% del apoyo) y el resultado podía suscripción de los acuerdos de paz de Brasilia, desapareció un
virarse en cualquier dirección, pero, al mirar los datos, se factor distorsionador histórico en la declaración y ejecución
observa que la mayor ventaja que explica coyunturalmente su de la política exterior del Ecuador y este hecho facilitó la
victoria se produjo, precisamente, en Quito (Rodríguez, formulación de una nueva política y liberó al país de ataduras
2019). y de condicionamientos externos, como lo era el diferendo
limítrofe (Carrión, 2010). Por ello, al manifestar que con la
La derecha, representada por el Movimiento Creo, Creando firma llegó la paz, pero la diplomacia ecuatoriana quedó
Oportunidades (CREO), el Partido Social Cristiano (PSC) y desorientada; habitaba poco preparada a los nuevos desafíos
el Movimiento Sociedad Unida Más Acción (SUMA), fueron por su alta especialización en el derecho territorial que había
la fuerza que más conquistas locales registró en la jornada adquirido durante el conflicto con el vecino país del Perú. La
electoral. En segundo lugar, pero muy cerca, están las fuerzas agenda exterior estaba dominada principalmente por las
de centroizquierda, que ampliaron su participación relaciones bilaterales con los Estados Unidos, Colombia y
notablemente, ante el vacío dejado, sobre todo, por Alianza Perú (Zepeda & Egas, 2011).
País.
En efecto, los últimos años del siglo XX y los primeros años
El PSC, en las elecciones de 2019, vuelve a confirmar que su del XXI fueron escenario de una serie de sucesos de enorme
bastión está en la provincia de Guayas. Para aventurarse al relevancia para Ecuador y por ende su política exterior. Por
resto del territorio, el PSC debe aliarse con otros, muchas una parte, el conflicto interno en Colombia, el otro país
veces por fuera de su tendencia, en alianzas más o menos limítrofe con Ecuador experimentó un serio recrudecimiento
frágiles. a raíz de la entrada en vigor del Plan Colombia en el año 2000
y la estrategia de internacionalización del conflicto adoptada
El panorama es indudablemente de fragmentación. Las por el gobierno del presidente Álvaro Uribe. Estas iniciativas
representaciones electorales se multiplicaron provocaron una ola de migración de población colombiana a
significativamente en el año 2019 en comparación con años Ecuador, incursiones armadas de actores del conflicto
anteriores. No es correcto, sin embargo, señalar que la colombiano a territorio ecuatoriano.
fragmentación conlleva dispersión del voto. A pesar de la
fragmentación visible de opciones políticas, el voto de los Por otra parte, la profunda crisis financiera que azotó al
electores no se dispersa: el 95% de votos, en promedio, van a Ecuador entre 1999 y 2000 y la subsecuente dolarización
los primeros 5 lugares en cada cantón (Rodríguez, 2019). La dieron origen a una oleada migratoria de dimensiones
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fragmentación, más bien, muestra el surgimiento de nuevos desconocidas hasta entonces. Sólo durante el año 2000, 175
actores, de los cuales, la mayoría son movimientos pequeños, 000 ciudadanos ecuatorianos emigraron y se calcula que en
de influencia puramente local. un periodo de ocho años (2000-2008), un millón y medio
dejó el país.
Es así como para entender el contexto político en Ecuador, se
debe analizar una serie de características únicas y distintivas A la par del inicio de ese gran movimiento migratorio,
que hacen de este país un caso de estudio muy peculiar en la Ecuador empezó a convertirse, del mismo modo, en un
región. importante país de acogida de migrantes provenientes de
toda América Latina, sobre todo, de países limítrofes como
El proceso de conformación de la política exterior Colombia y Perú, quienes, huyendo de la escalada de
violencia, en el caso de los colombianos, o atraídos por la
En cuanto al proceso de conformación de la política exterior
economía dolarizada, en el caso de los peruanos, buscaron en
ecuatoriana se refiere, es importante iniciar apuntando que
Ecuador una mejor alternativa para su subsistencia. A esto
esta partió entre 1942 y 1998, y estuvieron centradas en
debe añadirse que Ecuador ha sido tradicionalmente un lugar
resolver el conflicto territorial con el vecino país Perú
de tránsito de migrantes sudamericanos hacia Estados
(Zepeda & Egas, 2011). Con la firma del acuerdo de Brasilia

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Unidos, con lo que, desde inicios del siglo XXI, el país ha sino que sus planteamientos de política interna como las
librado un triple papel de lugar de origen, tránsito y destino relaciones exteriores se nutrían de los postulados del
de migración transnacional. “socialismo del siglo XXI”.

El fin de siglo trajo potencialmente consigo un nuevo factor En este sentido con nuevo régimen institucional nos
en la relación entre Ecuador y Estados Unidos. Al término de referimos a las nuevas instituciones, normas como
la Segunda Guerra Mundial, este último se había convertido consecuencia de la Asamblea Nacional Constituyente del
en el socio comercial más importante y en referente 2007-2008 y en particular a lo establecido en la Constitución
ineludible de la política exterior de Ecuador. La suscripción, de 2008, Plan Nacional del Buen Vivir y el Plan Estratégico
en 1999 hasta 2009, del convenio bilateral que proporcionaba 2013-2017. Actualmente Plan Nacional de Desarrollo 2017-
al ejército de Estados Unidos, por un periodo de 10 años, el 2021: Toda una Vida es el principal instrumento del Sistema

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uso de una base militar en Manta, como parte de la estrategia Nacional Descentralizado de Planificación Participativa
estadunidense encaminada a reforzar el combate al (SNDPP), y su objetivo es contribuir al cumplimiento
narcotráfico en el Pacífico, si bien trajo consigo un progresivo de: 1. Los derechos constitucionales; 2. Los
acercamiento entre ambos Estados, también generó un objetivos del régimen de desarrollo y disposiciones del
enérgico repudio por parte de varios sectores sociales, que régimen de desarrollo (a través de la implementación de
denunciaron el convenio como una inadmisible renuncia de políticas públicas); 3. Los programas, proyectos e
soberanía, al tiempo que advirtieron sobre el peligro de que intervenciones que de allí se desprenden.
Estados Unidos utilizara la base, no sólo en su lucha
antinarcóticos, sino para ejecutar operaciones vinculadas con Se fundamenta en vicisitudes pasadas y pone en evidencia la
el Plan Colombia. existencia de nuevos retos por alcanzar, en torno a tres ejes
principales: 1) Derechos para todos durante toda la vida; 2)
De manera que, la política exterior ecuatoriana al periodo Economía al servicio de la sociedad; 3) Más sociedad, mejor
(1998-2006), según Bonilla (2006), se sometía a las del orden Estado, que contienen a su vez tres objetivos nacionales de
político; por cuanto, el régimen presidencialista desarrollo que rompen con la lógica sectorial y dan cuenta de
fundamentado en relaciones tradicionales de dominación las prioridades que tiene el país. Esta visión se enmarca,
que se articulan en patrimonialismo, clientelismo o liderazgo también, en los compromisos internacionales de desarrollo
caudillista las dominaba. Ecuador era un Estado débil en el global, como la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo
orden internacional, y sus agendas influenciadas por el orden Sostenible.
privado.
Adicionalmente, es importante señalar que, en la
Pero esta noción, en el estricto sentido, hace también Constitución de 2008, el presidente es el encargado de
referencia a las actuaciones que se dieron a partir del 15 de “definir la política exterior, dirigir las relaciones
enero de 2007, cuando el Dr. Rafael Correa, es posesionado internacionales, celebrar y ratificar los tratados y convenios
por el Congreso Nacional. Este hecho marcará un antes y un internacionales, previa aprobación de la Asamblea Nacional,
después de la política interna del Ecuador y en particular en cuando la Constitución lo exija” (Art. 171.12), así como de
su política exterior. En su discurso de posesión en el quinto “velar por el mantenimiento de la soberanía nacional y por la
eje de su gobierno estableció lo que sería la política exterior: defensa de la integridad e independencia del Estado” (Art.
“rescate de la dignidad, soberanía y búsqueda de la 171.13).
integración latinoamericana; pero vinculado al desarrollo
nacional, es decir al objetivo nacional del Sumak Kawsay o el Por ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad
Buen Vivir”. Humana, elaboró con la participación de la sociedad civil
(asociaciones de mujeres, de migrantes, organizaciones y
Es así como la “diplomacia ciudadana”; es decir, la política colectivos de pueblos y nacionalidades indígenas,
exterior del expresidente antes mencionado no solo que se afrodescendientes, montubios, entre otras), la Agenda de
halló formulada en el Programa de Gobierno 2007-2011 que Política Exterior que marca los objetivos y las políticas en el
fue presentado durante la campaña de las elecciones del 2006, sector hasta 2021, con una apuesta decidida por la

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ecuatoriana en el marco de la globalización. Revista Publicando, 6 (21), pp. 8-22.
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Publicando Revista Publicando · 2019, 6 (21): 8-22
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constitución de un mundo multipolar, bajo la dirección de la las fuerzas armadas de los Estados. La colaboración de éstas
Canciller María Fernanda Espinosa Garcés, quien desde el 5 en asuntos fuera de su competencia da lugar a un cambio en
de junio 2018 fue elegida presidenta de la Asamblea General la naturaleza de las relaciones civiles-militares que, a la larga,
de las Naciones Unidas. produce que el control civil se vea debilitado y la autonomía
militar se incremente; lo cual tiene un impacto negativo en
La antes mencionada Agenda de Política Exterior 2017-2021, los regímenes políticos que, como el ecuatoriano, apenas
fue presentada el pasado 18 de enero por la Canciller María transitan del autoritarismo a la democracia.
Fernanda Espinosa Garcés, y consta de siete objetivos en
Política Exterior; la primera de ellas: defender las soberanías A la política exterior del Ecuador se puede establecer tres
y la construcción de la paz, la segunda: defender los derechos periodos: 1) fase donde ha privilegiado la seguridad
humanos y de la naturaleza, la tercera: impulsar la inserción territorial (1830,1942-1998); 2) las agendas
estratégica del Ecuador y la diversificación de las relaciones transnacionalizadas han determinado la política
internacionales en función de los intereses del país, la cuarta: internacional ecuatoriana (1998-2006); y 3) en los últimos
promover la consolidación de los mecanismos de integración años, la política exterior del Ecuador denominada de
bilateral, regional y el fortalecimiento del multilateralismo, la “diplomacia ciudadana” (2007-2016) ha dado un nuevo
quinta: promover el ejercicio de los derechos de las personas impulso en las relaciones internacionales del Ecuador,
en movilidad humana en todas sus dimensiones, la sexta anclado en las nociones del Socialismo del siglo XXI.
coordinar la cooperación internacional para el cumplimiento
de las prioridades y objetivos definidos por el Gobierno y la La producción de textos sobre política exterior en Ecuador es
séptima: fortalecer la gestión y profesionalización del limitada. Por ello, la producción de investigaciones que
Servicio Exterior y la diplomacia ciudadana. Objetivos recojan los trabajos de los diplomáticos ecuatorianos es de
estratégicos claramente, alineados a la Constitución, a los gran importancia ya que es una síntesis valiosa que expresa
Objetivos de Desarrollo Sostenible y al Plan Nacional de un conjunto de percepciones, que dan cuenta de la imagen de
Desarrollo 2017-2021 “Toda Una Vida”. la política internacional. En este contexto, se recomienda
potenciar el séptimo objetivo de la Agenda de Política
Exterior 2017-2021, el cual direcciona a fortalecer la gestión
CONCLUSIONES
y profesionalización del Servicio Exterior y la diplomacia
Recapitulando, en materia de política exterior, el presente ciudadana. Considerando que la opinión pública y la
texto ha puesto en manifiesto una amplia evidencia de que los sociedad civil organizada le proporcionan a la política
factores externos (fin de la Guerra Fría y globalización) y los exterior de Estado una representación integral y democrática.
internos (apertura democrática y cambio del modelo de Un amplio espacio de consulta e intercambio de ideas con la
desarrollo económico) son los elementos que explican el sociedad civil es fundamental. La interlocución, sin embargo,
ARTÍCULOS

interés de Ecuador por plantear una política exterior es poco frecuente, se reduce la mayoría de las veces a dar
favorable a los derechos humanos. Sin embargo, también es información, y la apertura es insuficiente cuando se trata de
justo reconocer que los presidentes ecuatorianos (Correa y considerar las opiniones de sectores sociales o académicos
Moreno) desempeñaron un papel destacado en el asunto, que muchas veces hacen contribuciones esenciales con una
aunque en algunos casos no se cumplieron a cabalidad las perspectiva distinta a la de los gobiernos.
declaraciones o resoluciones de organismos Internacionales
de Derechos humanos, ya que esta no convenía a su gobierno.

Harvey (2004) en su libro Nuevo Imperialismo, adelanta, que


es un hecho el “uso” y los “abusos” que se han dispuesto del
concepto de seguridad, para tratar de justificar políticas
públicas que tienden a reprimir las manifestaciones de
insatisfacción social. De la mano de la militarización, las élites
de los gobiernos securitizan asuntos que no deberían ser
tratados en el ámbito de la defensa, es decir, involucrando a

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ISSN 1390-9304
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ANEXOS
TABLA 1. ORGANIZACIONES POLÍTICAS PARTICIPANTES EN LAS ELECCIONES SECCIONALES

N° Organizaciones Políticas Frecuencia Porcentaje


1 Partidos políticos 8 3%
2 Movimientos nacionales 15 5%

ARTÍCULOS
3 Movimientos provinciales 71 25%
4 Movimientos cantonales 164 59%
5 Movimientos parroquiales 21 8%
Total 279 100%

Fuente: Los autores basados en (CNE, 2018)

Muyulema-Allaica, J., Pucha, P., Espinosa, Ch. & Urquizo, B. (2019). Reflexiones sobre la política exterior 22
ecuatoriana en el marco de la globalización. Revista Publicando, 6 (21), pp. 8-22.
DOCUMENTO DE TRABAJO No. // .
//

LA FUNCION D IPLO M A TICA

Eduardo Jara Roncati

900010573

900010573 - BIBLIOTECA CEPAL

Octubre 1989

PNUD - CEPAL
Proyecto de Cooperación
con los Servicios Exteriores
de América Latina

Casilla 179-D Santiago, Chile Teléfono: 485051


Télex 240079 FAX 480252
A Cecilia Arnal Velasco,
mi esposa

A mis hijos

la memoria de mis padres


Presentación 5

PR ESEN TA C IO N

El Proyecto de C ooperación con los Servicios E xteriores de


A m érica L atina del PN U D y la C E PA L tiene la satisfacción de
in clu ir en su colección de D ocum entos de T rab ajo esta obra de
E duardo Ja ra que responde a una necesidad profundam ente
sentida p o r dichos m inisterios.
G randes son los desafíos im puestos du ran te el últim o
decenio a la política internacional de los países latinoam erica­
nos y, por lo tanto, a sus servicios exteriores. Ellos provienen,
p o r una parte, de la p ro fu n d a transform ación experim entada po r
su escenario externo y, por la otra, de la creciente integración
internacional de esos países. Esos desafíos dieron lugar al
proyecto anteriorm ente m encionado.
A la necesidad de resolver los problem as de orden técnico
planteados por un m undo cam biante, interd ep en d ien te y m uy
com plejo se une la de refin ar y rem ozar los procedim ientos y
prácticas a través de los cuales se eje rce , en sus variadas
dim ensiones, la fu n ció n diplom ática. El fortalecim iento de la
capacidad de los servicios exteriores latinoam ericanos para
ab o rd ar nuevas tareas cada vez más com plejas debe ir acom pa­
ñado de u n constante m ejoram iento de la fu n ció n diplom ática,
en sus aspectos antiguos y nuevos, siendo am bos aspectos no
sólo inseparables sino que igualm ente im portantes. Se dice que
un rey inglés perdió una batalla decisiva a causa de una
h e rra d u ra flo ja y N apoleón acicateaba a su ejército asegurando
que cada soldado llevaba un bastón de m ariscal en su m ochila.
No es válida hoy la distinción en tre u n a "alta" y una "baja"
diplom acia ni entre la solución exitosa de negociaciones com pli­
cadas y el cum plim iento eficiente y m oderno de las rutinas
necesarias. De allí la im portancia de este libro sobre la función
diplom ática.
A dem ás de su calidad y envergadura esta obra presenta
varias características destacables. U n a es no haber puesto
tanto énfasis en el papel que debe desem peñar el diplom ático,
com o es usual en obras de este género, sino en la función
diplom ática propiam ente dicha, enten d id a fundam entalm ente
com o aquella a través de la cual, de m últiples m aneras, se
desarrollan las relaciones entre los estados. O tra se refiere a
6 Eduardo Jara Roncati
hab er ido a la sustancia m ism a de la función diplom ática, sus
procedim ientos y sus prácticas, sin circunscribirse a las form as
en que está reglam entada en un país determ inado, lo cual da un
valor general a este trabajo. O tra, en fin , consiste en la
inclusión de u n a serie de anexos de carácter práctico, como
m odelos de correspondencia oficial y un glosario de térm inos
diplom áticos.
E l au to r, que ha tenido una rica tray ecto ria en el servicio
e x te rio r de su país, fu e Subdirector de la A cadem ia D iplom ática
A ndrés Bello del M inisterio de R elaciones E xteriores de Chile.

Luciano Tom assini


INDICE

1. P re fa c io ........................................................................... 13

C A PITU LO I
Las relaciones diplom áticas

1. La d ip lo m a c ia ............................. 15

2. Las relaciones d ip lo m á tic a s ............................................. 19

3. El derecho de l e g a c i ó n ..................................................... 20

4. Los órganos de las relaciones d ip lo m á tic a s ................ 21


a) E l Je fe del Estado o de G obierno ...................... 21
b) E l M inisterio de R elaciones E xteriores . . . . 21
c) El Servicio E x t e r i o r ................................................... 22

5. E stablecim iento de las relaciones diplom áticas . . . 23

6. T érm ino de las relaciones d i p l o m á t i c a s .................... 28


a) L a ru p tu ra y suspensión de las relaciones
diplom áticas .............................................................. 28
b) L a declaración de g u e r r a .......................................... 29

C A PITU LO II
L a m isión diplom ática

1. C oncepto de M i s i ó n ......................................................... 31

2. T ipos de M i s i ó n ................................................ 31
a) E m b ajad a ................................................................... 31
b) N u n c i a t u r a ................................................................... 32
c) A lto C om isariato o A lta C o m i s i ó n ...................... 33
d ) R epresentación Perm anente ante una
O rganización I n te r n a c io n a l...................................... 35
e) M isión perm anente de una O rganización
I n t e r n a c i o n a l .............................................................. 35
8 Eduardo Jara Roncati

3. A pertura de la M isión d i p l o m á t i c a ............................... 36

4. E stru c tu ra de la M is ió n ........................................................ 38
4.1 Misión diplomática bilateral o Embajada . . . 38
a) Sección p o l í t i c a ................................................. 39
b) Sección económ ica y c o m e r c ia l.................... 42
c) Sección prensa y d i f u s i ó n ............................ 47
d) Sección c u l t u r a l ................................................. 51
e) Sección d e f e n s a ................................................. 52
f) Sección c o n s u la r ................................................. 55
g) Sección adm inistrativa y c o n ta b le ................ 57
h) Sección cerem onial y P ro to c o lo .................... 58
4.2 Misión acreditada ante una Organización
Intern acion al......................................................... 59

5. Las C o m u n ic a c io n e s ............................................................ 62

6. Seguridad y violencia i n t e r n a c i o n a l ............................... 64

7. S e d e ............................................................................................. 67

8. Deberes de la misión diplomática ............................ 68

C A PITU LO I II
Los m iem bros de la m isión diplom ática

1. Introducción .................................................................... 75

2. Los jefe s de m is ió n ................................................................ 75


2.1 Clasificaciones de los jefes de misión
diplom ática........................................................ . 76
2.2 E m b a ja d o res......................................................... 78
2.2.1 D esignación, aceptación, y
nom bram iento .................................. 79
2.2.2 A ctuaciones previas ................................... 84
2.2.3 Presentación de las Cartas
C r e d e n c ia le s .................................................. 89
2.2.4 A ctuaciones p o s te r io r e s ............................... 93
2.2.5 R ecepción y entrega de la m isión . . . 97
Indice 9

2.3 E m bajadores c o n c u r r e n te s ....................................... 99


2.4 R epresentantes p e r m a n e n t e s ........................................101
2.5 Encargados de N e g o c i o s ................................................102
2.6 Encargados de Negocios in terino o
ad i n t e r i m ........................................................................103

3. Los miembros del personal de la m is ió n ...................... 106


3.1 Miembros del personal diplom ático........................ 107
a) M inistro C o n s e j e r o ................................................111
b) C o n s e je ro .................................................................... 112
c) S e c re ta rio .................................................................... 113
d) A gregado de las Fuerzas A rm adas . . . . 114
e) A gregados Civiles ................................... 114
3.2 Miembros del personal administrativo y
técnico ................................................................. 115
3.3 Miembros del personal de s e r v ic i o ........................ 116
3.4 Otros miembros del person a l....................................117
a) Los m iem bros de la f a m i l i a ............................... 117
b) los criados p a rtic u la re s ........................................... 118

4. Representación p e rm a n en te............................................. 118

5. El diplomático ................................................................ 120


5.1 La formación d ip lo m á tic a ....................................... 120
5.2 Cualidades que debe poseer un diplomático . . 124
5.2.1 C ualidades i n n a t a s ...........................................125
5.2.2 C ualidades a d q u irid a s ...................................... 131
5.2.3 C onclusión de los tipos de cualidades . 142

6. La mujer y la diplom acia.................................................143


6.1 La esposa del d iplom ático........................................143
6.2 La mujer d ip lo m á tica ............................................... 149

7. El matrimonio ................................................................150

8. Etica d ip lo m á tic a ............................................................ 151

9. El cuerpo d ip lo m á tic o .....................................................152


9.1 Concepto ..................................................................152
9.2 Funciones ..................................................................152
10 Eduardo Jara Roncati

9.3 E stru c tu ra ........................................................................... 153


9.3.1 La lista d ip lo m á tic a ................................... 155
9.3.2 Las cédulas de identidad oficial. . . . 156
9.3.3 Las asociaciones de funcionarios
diplom áticos.................................................. 157

C A PIT U L O IV
L a acción diplom ática

1. Funciones de la M isión diplom ática


1.1 M isión diplom ática b i l a t e r a l ......................................159
a) Representación d ip lo m á tic a ........................... 160
b) Protección diplom ática...................................... 161
c) Negociación diplom ática...................................164
d) Observación e inform ación...............................167
e) Fomento de las relaciones amistosas y
desarrollo de las relaciones económicas,
culturales y científicas entre el Estado
acreditante y el Estado r e c e p t o r .................... 169
f) D i f u s ió n .............................................................169
g) Cumplimiento de las instrucciones. . . . 170
1.2 M isión diplom ática ante una O rganización
I n te r n a c io n a l....................................................................171
a) R e p rese n tac ió n ................................................. 171
b) Negociación.........................................................171
c) Observación e inform ación.............................. 172
d) Participación en las tareas de la
O rg a n iz a c ió n ...................................................... 173
e) Cumplimiento de las instrucciones. . . . 173
1.3 L a diplom acia e s p e c ia liz a d a ..................................... 174
1.4 L a s m isiones e s p e c i a l e s ............................. .. 175

2. Los m edios de acción d i p l o m á t i c o s .................................. 177


2.1 Correspondencia d ip lo m á tic a ..................................... 177
2.1.1 Con el gobierno lo c a l............................ 178
a) Nota diplomática o N o t a ............ 178
b) Nota V e r b a l................................... 180
c) Memorándum y pro-memoria . . . 181
d) Notas reversales ............................... 182
e) Nota c o le c tiv a ............................... 183
f) U ltim átu m .......................................183
2.1.2 Con el cuerpo diplomático residente . . 184
Indice 11
2.1.3 C on el propio g o b i e r n o ..................................184
a) Despachos u o f i c i o s ..............................185
b) C om unicaciones breves o
a e ro g ra m a s ................................................... 190
c) T é l e x ...........................................................191
d) T e l e f a x ...................................................... 191
2.1.4 C on las otras m isiones del propio
p a í s ........................................................................192
2.1.5 C irculación de los docum entos . . . . 192
2.1.6 R echazo de u n a n o t a ...................................... 194
2.1.7 El conducto d i p l o m á t i c o ..............................194
2.1.8 El estilo d i p lo m á t i c o ...................................... 195
2.1.9 R egistro de la correspondencia . . . . 198
2.1.10 C orrespondencia entre Jefes de
E s t a d o ................................................................... 200
2.1.11 El idiom a d i p l o m á t i c o ..................................201
2.1.12 L a v a lija d ip lo m á tic a ......................................202
2.1.13 El correo d ip lo m á tic o ......................................203
2.2 La diplomacia o r a l ................................................... 204
2.2.1 R especto del país de d e s t i n o ..................... 204
a) L a e n tr e v is ta .............................................. 204
b) E l d is c u rs o .................................................. 206
c) O t r o s .......................................................... 207
2.2.2 R especto del propio p a í s ............................. 207
a) El te lé fo n o .................................................. 207
b) El llam ado a consultas o a
in f o r m a r .......................................................208
2.3 Actividades y situaciones especiales........................ 209
2.3.1 A niversario N a c i o n a l ......................................209
2.3.2 V isitas de autoridades nacionales . . . 211
2.3.3 C o n d e c o ra c io n e s ..............................................213
2.3.4 M anifestaciones públicas fre n te a
u n a m isión d ip lo m á tic a .................................. 214
2.3.5 A silo d ip lo m á tic o ..............................................216
2.4 Símbolos nacionales...................................................218
2.4.1 L a bandera n a c i o n a l ..................................... 218
2.4.2 El escudo de a r m a s ..........................................220
2.4.3 El him no n a c i o n a l ..........................................220
2.4.4 O t r o s .................................................................. 221
2.5 Archivo ..................................................... 221
2.6 B iblioteca......................................................................222
12 Eduardo Jara Roncati

3. L a función diplom ática a n te las organizaciones


in te r n a c io n a le s ...........................................................................223

4. Las conferencias i n t e r n a c i o n a l e s ......................................225

C A PIT U L O V
T érm ino de función diplom ática

1. L a m isión b i l a t e r a l ....................... 231


1.1 Retiro n orm al............................................................. 231
1.2 Expulsión y declaración de persona
non g r a ta .....................................................................233
1.3 Ruptura y suspensión de relaciones
d ip lo m á tic a s ............................................................. 236
1.4 La guerra .................................................................239
1.5 Extinción de las credenciales....................................240

2. L a representación p e rm a n e n te ............................................. 240


2.1 Término de la actividad de losmiembros . . . 240
2.2 Término de la actividad de la m isió n ...................... 241
2.3 Cierre de la m is ió n ...................................................241

C A PIT U L O VI
T erm inología diplom ática usual

1. T erm inología diplom ática u s u a l ......................................... 245

C A PITU LO V II
M odelos de correspondencia diplom ática

1. M odelos de correspondencia d ip lo m á tic a ........................ 287

C A PITU LO V III
R elación de los anexos

1. R elación de los a n e x o s .....................................................366

B IB L IO G R A FIA .......................................................................383
Prefacio 13

PREFACIO

L a diplom acia constituye el m edio tradicional a través del cual


los Estados se relacionan en tre sí, ya sea directam ente o
m ediante las organizaciones internacionales. E n consecuencia,
debe ser orientada hacia la búsqueda de la paz entre las nacio­
nes, en sus dim ensiones regional y m undial. Su ejecución re ­
quiere una cierta reserva, no en cuanto a sus resultados ya que
los acuerdos internacionales están abiertos al público, sino que
du ran te el proceso que conduce a su adopción. Por tal m otivo,
se tra ta de una actividad desconocida que adem ás está envuelta
por una cierta m istificación que d ificu lta adicionalm ente su
conocim iento.
E n efecto, cualquier profesional relata públicam ente sus
experiencias, trabajos, m étodos, planes. El diplom ático, en
cam bio, debe soslayar sus preocupaciones diarias y re c u rrir a
los tem as m undanos o frívolos, lo que crea la im agen equivoca­
da de que se trata de una profesión que reviste esas caracte­
rísticas. La reserva facilita los buenos resultados y éstos ayu­
dan a la causa de la paz.
Los m edios a través de los cuales se desarrollan las
relaciones interestatales son, sin em bargo, de una enorm e
am plitud. La función diplom ática, a pesar de ser sólo uno de
ellos, es variada y diversa. Su ejecución está in flu id a por el
estado objetivo de las relaciones entre los respectivos Estados,
su historia, su geografía, su cercanía o distancia, su m ayor o
m enor afinidad política, la personalidad o vinculación de sus
gobernantes entre sí. De ahí entonces que no puede existir una
estricta pauta de acción diplom ática sino que sólo norm as de
uso más o m enos com ún, que perm itan al agente diplom ático
desem peñar correctam ente su función.
M ucho se ha escrito acerca de la diplom acia, de la a n ti­
gua, la m oderna, la contem poránea. E n este cam po queda por
escrib ir y po r hablar no sólo po r el m odo com o está cam biando
en sus m edios y en sus form as por la actual revolución tecno­
lógica, sino porque es la prim era en d etectar las tensiones
políticas internacionales. Pero no ha sido m i propósito agregar
m i opinión a aquellas más versadas que se han explayado acer­
ca de ese tem a.
14 Eduardo Jara Roncati
E n efecto, he podido observar que cuando se escribe de la
diplom acia, se hace orientado a los grandes problem as in te r­
nacionales, al cerem onial y al protocolo, a las inm unidades y
privilegios de que gozan los diplom áticos, a su historia; o
m ediante m em orias, con experiencias personales vividas por sus
autores a través de su carrera. Esas vías p erm iten conocer
aspectos relevantes de la vida diplom ática, tanto teórica como
práctica, pero no la form a como se hace la diplom acia, día a
día.
De ahí entonces que he p referid o orien tar esta obra hacia
otro aspecto: cómo surgen las relaciones entre los Estados,
cómo se concretan y se desarrollan, dónde, quiénes y cómo
desem peñan la función diplom ática , y cóm o term ina. Es decir,
pen etrar en la M isión diplom ática bilateral y m ultilateral,
observar detenidam ente su e stru ctu ra, su personal, sus a c ti­
vidades, sus m edios de acción.
Por considerarlo un adecuado com plem ento, se ha e fe c ­
tuado una recopilación de los térm inos diplom áticos más usados
du ran te el ejercicio de esta función y, tratándose de una
actividad que se desarrolla básicam ente por escrito, se incluyen
m odelos de correspondencia destinados a m aterializar la m ayor
parte de las situaciones descritas.
Por últim o se m encionan los textos de las convenciones
internacionales de uso diplom ático más frecu en te, así como
algunos gráficos, destinados a sistem atizar determ inados aspec­
tos o aclarar ciertos procedim ientos, los que se recopilarán en
una próxim a publicación.
He creído útil referirm e a la función diplom ática en
general, sin lim itaciones nacionales provenientes de reglam enta­
ciones internas, sino que considerándola como un m edio de
vinculación entre diferentes Estados y regida por norm as de
validez internacional.
El propósito ha sido, en sum a, elaborar un texto lo más
sistem atizado posible, que perm ita com prender y poner en
p ráctica los principales aspectos que abarca una actividad tan
am plia y tan variada.
E sta obra no hab ría podido concluirse sin la valiosa
colaboración que me han prestado diversas personas e in stitu ­
ciones, para todos los cuales van mis más profundos agradeci­
m ientos. Pero m uy en especial, m i reconocim iento es hacia el
M inisterio de Relaciones E xteriores de Chile, al que debo desde
1965 m i form ación diplom ática.
CAPITULO I

Las relaciones diplomáticas

1. L a diplom acia

L a diplom acia ha sido d e fin id a como la ciencia de las relaciones


exteriores, el arte de negociar, el m anejo de las relaciones
internacionales, la ciencia de las relaciones que existen entre
los diversos E stados, la fo rm a de concretar u n a política in te r­
nacional determ inada.
De cualquier m anera com o se la d e fin a , la diplom acia lleva
im plícita la idea de relaciones de Estados entre sí con la
com unidad internacional, la de negociar y la de o rien tar los
intereses de sus gobiernos en su vida de relación.
No puede haber en la diplom acia, entonces, otro propósito
que el de u n ir a los pueblos, acercando a sus gobernantes y a
sus políticas, atenuando las dificultades que su rjan entre ellos.
La actitu d de quienes p articip en en ella debe ser, entonces, tan
constructiva como los principios que guían el arte que profesan.
Sim ultáneam ente, la diplom acia contiene elem entos de
política in tern a, al estar vinculada estrecham ente a los o b je ­
tivos perseguidos por u n gobierno, constituyéndose así en la
m anera de obtener apoyo para una determ inada política en el
m undo internacional, a través de la acción organizada de espe­
cialistas llam ados diplom áticos. E n este sentido, se habla de
diplom acia de un determ inado país en un cierto m om ento histó ­
rico.
El fin últin.o de la diplom acia es la búsqueda de la paz en
sus dim ensiones regional y m undial. L a representación de un
Estado ante otro, el servicio de sus intereses, la negociación,
deben ser realizados con m iras a alcanzar ese gran objetivo,
donde se fu n d en en uno sólo todo los esfuerzos de la diplom a­
cia m undial.
¿Es la diplom acia u n a ciencia o un arte? E n verd ad , tiene
algo de am bos, ya que em plea reglas y preceptos básicos que en
alguna fo rm a están organizados en fo rm a m etódica y pueden ser
aplicados sistem áticam ente. Sin em bargo, al no existir norm as
16 Eduardo Jara Roncati
fija s de carácter general y estar fuertem en te in flu id a por
costum bres regionales y locales, así com o por habilidades
personales, el concepto de arte parece prevalecer sobre el de
ciencia. Si la diplom acia fuese una ciencia, han dicho algunos
autores que se inclinan por tal alternativa, sería en todo caso
u na ciencia inexacta. De ese carácter se derivan im portantes
consecuencias respecto de las cualidades que deben reu n ir
quienes la profesan.
Si bien la diplom acia en su acepción más sim ple de form a
de negociar es tan antigua como el hom bre m ism o, pueden
distinguirse cuatro etapas históricas, con características bien
determ inadas.

a) A ntigüedad. D esarrolló una diplom acia episódica, con


em isarios enviados a cum plir negocios específicos, espe­
cialm ente en m aterias com erciales y de form ación de
alianzas políticas, incluso para organizar m atrim onios y
que, u n a vez cum plida su com isión, regresaban a su lugar
de origen. Se consideraba que tal em isario representaba
exclusivam ente a la persona de su Soberano.
Como los extranjeros eran considerados portadores de
influencias perniciosas, fue necesario dotarlos de ciertos
privilegios especiales que les perm itieran cum plir con sus
funciones. Surgió así el " heraldo ", ya sea de la ciudad o
de la trib u , que gozaba de una au to rid ad sem i religiosa.
Tales tradiciones pasaron, a través de los griegos, a los
rom anos.
D urante la E dad M edia, los pueblos germ ánicos, el
Im perio B izantino y el Islam , desarrollaron una form a
especial de diplom acia, que se debe resaltar.

b) R enacim iento. E n O ccidente, fue en Italia en dónde surgió


una nueva fo rm a de diplom acia, debido a la creatividad
natu ral del hom bre italiano y a la p articu lar estru ctu ra
política de la península, en esa época div id id a en pequeños
Estados independientes, lo que exigía una situación de
equilibrio político.
E specialm ente en L om bardía, Saboya y V enecia, va
surgiendo la revolucionaria idea de designar M isiones de
c arácter perm anente las que, adem ás de una función
negociadora, cum plan una tarea inform ativa. N acen así los
"oradores", com o respuesta a los requerim ientos e im p era­
tivos de m antenerse inform ado, especialm ente en lo econó­
I Las relaciones diplomáticas 17
m ico, acerca de los sucesos que se desarrollaban en las
otras repúblicas.
Los Estados italianos com ienzan acreditando tales
m isiones entre sí. A com ienzos del siglo X V I las habían
establecido, así m ism o, en L ondres, París y ante la corte
de Carlos V. Luego fu ero n estos países los que las crearon
y aceptaron.
Cuando Carlos V III de F ran cia cruzó los A lpes en
1494, el equilibrio político logrado en la península se
destruye, pero los m étodos, los procedim ientos y las reglas
de la diplom acia italiana se salvan, p ara pasar a co n stitu ir
el p atrón básico de las relaciones entre los estados. Es en
esa época cuando el ju rista holandés Hugo G rocio expresa
que esos vínculos se deben m antenerse "a través de la
ju sticia y de la recta razón".
E n 1626, el C ardenal R ichelieu obtiene de Luis X III
la creación de un M inisterio de A suntos E xteriores, d e sti­
nado a centralizar el m anejo de tales m aterias, lo que fue
im itado posteriorm ente por toda E uropa. E n su "Testam ent
politique", se convierte en el gran im pulsor de la negocia­
ción perm anente.
Surgió así una diplom acia estru ctu rad a, reconocida en
los T ratados de W estafalia de 1648.

c) Congreso de V iena de 1815. Este Congreso constituye un


hito histórico en la evolución de la diplom acia y las
relaciones diplom áticas, y significa el p rim er esfuerzo
internacional -a u n cuando fu e efectuado sólo po r algunas
potencias, entre ellas las principales de la época- para
reglam entar el régim en y el funcionam iento de las relacio­
nes entre los Estados.
L a diplom acia pasó a constituir, desde entonces, una
p arte del servicio público de los países. Así surgió una
profesión especial, la del diplom ático, la cual em erge com o
una actividad m uy distinguida, cuyos m iem bros p ertenecen
a las elites sociales y económ icas de sus países.
Sin em bargo, es preciso tener presente que cuando el
Congreso de V iena acordó norm as p ara la diplom acia,
estaba legislando para ratifica r prácticas existentes más
que para elaborar disposiciones nuevas.
Este período duró hasta la p rim era g u erra m undial y
se caracterizó, a pesar de algunos conflictos regionales
-com o la guerra fra n c o -p ru sia n a - po r su tranquilidad y paz
18 Eduardo Jara Roncati

relativas. Ello se debió, en parte im p o rtan te, a los acu er­


dos adoptados en este Congreso, que reglam entó la vida de
relación de los más im portantes países de esa época. No
hay que olvidar que el objetivo central era la estabilidad
europea, y ello se cum plió casi plenam ente.
Sus norm as entraron en crisis a com ienzos del s i­
glo X X , período cuando com enzaron dos cruentas guerras
que involucraron directa o indirectam ente a casi todo el
planeta.
E n efecto, la Prim era G u e rra M undial term inó con el
equilibrio de poderes existente en E uropa. Sim ultáneam en­
te, fu ero n surgiendo nuevas ideas y nuevos Estados, los
que encontraron en la Sociedad de las N aciones un foro
de encuentros e intercam bios. El P residente W oodrow
Wilson se m anifestó por la libre y pública negociación de
los tratados internacionales, pero luego fue el prim ero en
no aplicarlo. El clim a no era propicio para la negociación
que perseguía encontrar las soluciones a las graves d ife ­
rencias a través de m edios pacíficos y equitativos.
Los gobiernos com ienzan a delegar m uchos de sus
asuntos políticos exteriores a entidades internacionales de
carácter cu ltu ral, adm inistrativo o hum anitario, que se van
alterando la participación de la diplom acia tradicional.
Estas entidades concentran la atención de los problem as,
en cuyos trabajos particip an especialistas de diverso tipo,
pero extraños a los servicios diplom áticos de los países.

d) Convención de V iena de 1961. A l term in ar la segunda


g u erra m undial, la com unidad internacional com enzó a
com prender la necesidad de reglam entar más sistem ática­
m ente la vida internacional. Así había sido planteado a la
Sociedad de las N aciones, pero la ten tativa fracasó a pesar
de haberse alcanzado a d iscutir el tem a y lograr conocerse
el acuerdo unánim e de los países por desechar el hasta
entonces sacrosanto p rincipio de la extraterrito rialid ad ,
para que sirv iera de fundam ento de los privilegios e
inm unidades diplom áticas.
E n el ám bito regional latinoam ericano, sin em bargo,
debe recordarse el éxito obtenido por la Sexta C onferencia
Internacional aplicable a los jefe s de m isión, los deberes
de los agentes diplom áticos, sus inm unidades y el fin de la
m isión diplom ática. Este C onvenio fue ratificad o por 15
países latinoam ericanos: Brasil, Colom bia, Costa R ica,
I Las relaciones diplomáticas 19
C uba, C hile, E cuador, H aití, M éxico, N icaragua, Panam á,
P erú, R epública D om inicana, El Salvador, U ruguay y
V enezuela.1
D esde el año 1949, las Naciones U nidas com enzaron a
su vez a preocuparse del tem a, a través de la C om isión de
D erecho Internacional. Sin em bargo, no fu e sino hasta
1961 cuando pudo concretarse tal preocupación, du ran te
una conferencia especial que tuvo lugar en V iena, d e sti­
nada al estudio del tem a. El 18 de ab ril de ese año logró
suscribirse un acuerdo internacional, denom inado C onven­
ción de V iena sobre R elaciones D iplom áticas, que consti­
tuye actualm ente la base ju ríd ic a de la actividad diplom á­
tica bilateral. La necesidad de convocarla y de que alcan­
zara acuerdos concretos surgió como una necesidad de
adecuar antiguas norm as a la problem ática política del
m undo m oderno. Al ratificarla, los países han conferido a
sus disposiciones el carácter de ley in te rn a obligatoria que
tiene, dado el alto núm ero de países que lo han hecho, un
carácter casi universal.2

2. Las relaciones diplomáticas.

Las relaciones diplom áticas son los vínculos form ales que
m antienen en tre sí los Estados y otros sujetos de derecho
internacional, que se autorizan recíprocam ente la existencia de
M isiones perm anentes destinadas a cum plir funciones dip lo m áti­
cas. Este concepto conlleva las ideas de establecim iento, m an te­
nim iento y térm ino de las relaciones diplom áticas, de perm an en ­
cia y de sujetos de las mismas.
Los Estados, al igual que otros entes legalm ente reconoci­
dos por la C om unidad Internacional, com o la Santa Sede, la
O rden Soberana y M ilitar de M alta, y las O rganizaciones In te r­
nacionales, no están solos; sino que form an parte de u n a com u­
nidad que les exige llevar una vida de relación, que deriva de
la in terd ep en d en cia en que se desarrollan los asuntos m undiales.
E sta vinculación, para que revista un carácter perm anente, se

X. Convención rela tiv a a los funcionarios diplom áticos a d o p ta d a p o r la S exta


Conferencia Intern acio n al A m ericana. L a H abana, 20 de febrero de 1928. V er
anexo núm ero 4.
2. H asta el afto 1987, h a sido ratificad a p o r 149 países.
20 Eduardo Jara Roncati

concreta a través de las relaciones diplom áticas, por lo que la


ausencia de éstas im plica una situación anóm ala y perju d icial,
que debe ser siem pre corregida.
El ideal es que un país tenga relaciones diplom áticas con
todos los dem ás estados, ya que es m ejor que éstas sean malas
a que no las haya, por cuanto en este caso se m antiene abierto
un canal perm anente de com unicación y de eventual e n te n d i­
m iento p ara resolver desacuerdos o malos entendidos.

3. El derecho de legación.

De acuerdo con los principios tradicionales del derecho in te rn a ­


cional, tanto el establecim iento de relaciones diplom áticas como
la a p e rtu ra de m isiones perm anentes tiene lugar po r consenti­
m iento m utuo. C ada estado independiente tiene el derecho de
enviar diplom áticos para d e fe n d e r sus intereses en otros E sta­
dos y, recíprocam ente, la obligación de recib ir ese mism o tipo
de agentes. E sta capacidad tom a el nom bre de derecho de
legación. T al derecho es activo respecto del Estado acreditante
y pasivo, cuando tales agentes son recibidos.
Este derecho de legación de que gozan tales entidades,
proviene de su propia personalidad ju ríd ic a internacional. Todo
Estado soberano tiene pleno derecho, por ser un sujeto de
derecho internacional, a esa facultad. Sin em bargo, se trata de
un derecho cuyo ejercicio no es im perativo ni obligatorio y que
constituye una p rerrogativa que puede ser utilizada o no, de
acuerdo con los intereses de cada cual.
G ozan igualm ente de este derecho los organism os y otros
sujetos de derecho internacional. R especto de la Santa Sede, los
poderes espiritual y tem poral del Papa han dado lugar a d iv e r­
sas interpretaciones. G ran B retaña estuvo representada en el
V aticano por un M inistro y la Santa Sede tuvo un D elegado
A postólico en L ondres, sin status diplom ático, cargo que ahora
se ha convertido en P ro-N uncio. El gobierno norteam ericano
designó en 1977 un representante especial ante la Santa Sede,
que luego pasó a ser E m bajador. La Santa Sede, por su parte es
en general m uy creativa respecto a sus enviados, m anejando
variados e inteligentes m atices diplom áticos para crear y desa­
rrollar vínculos diplom áticos con la com unidad internacional.
A ctualm ente tiene un N uncio acreditado ante el gobierno am e­
ricano, en W ashington, y otro a cargo de la M isión O bservadora
ante las N aciones U nidas, en N ueva York.
I Las relaciones diplomáticas 21

4. Los órganos de las relaciones diplom áticas.

Se entiende po r tales las personas o entidades a través de las


cuales se desarrollan las relaciones diplom áticas entre los
Estados. Estas son tres:

a) El J e fe del Estado: R epresenta al estado en sus vínculos


con los dem ás estados. E n algunos regím enes el Jefe de
Estado tiene m ayores atribuciones y en otros, sólo reviste
un carácter protocolar.
E n los regím enes presidenciales, corresponde al Jefe
del Estado conducir las relaciones de su país con otras
potencias y con las organizaciones internacionales; nego­
c iar, firm a r y ra tific a r los tratados internacionales, desig­
n ar sus E m bajadores o representantes perm anentes ante
las organizaciones y, en caso necesario, declarar el estado
de guerra.
L a m ayor facilidad de las com unicaciones p erm ite una
progresiva participación de los jefe s de estado en el
escenario internacional y éstos perm anentem ente se des­
plazan a través del m undo, creando vínculos de toda
especie o explicando los principales objetivos de su p o líti­
ca exterior. E sta nueva realidad está dando origen a un
nuevo tipo de diplom acia, más d irecta, ágil y responsable.
La política exterior de un país está constituida por
los m edios a través de los cuales se inten ta ob ten er la
aceptación de la com unidad internacional respecto de los
objetivos de política in tern a de su gobierno. De ahí la
im portancia que el Jefe de Estado particip e personalm ente
de las relaciones de su país con los dem ás, ya que así
podrá transm itirles los verdaderos objetivos que persigue
internam ente.
E n las m onarquías existe el Jefe de G obierno, en
quién radica la adm inistración del Estado. Es él quien
tiene las m ayores responsabilidades respecto de las rela­
ciones de su país con el exterior, así com o de o rien tar al
M onarca en las actuaciones que en tal m ateria le corres­
ponden.

b) El M inistro de R elaciones Exteriores: es el principal


colaborador del Jefe de Estado o del G obierno para la
22 Eduardo Jara Roncati
elaboración de la política exterior, el encargado de p o n er­
la en ejecución y de conducir las relaciones diplom áticas
con las dem ás potencias amigas. Es quien hace el papel de
nexo entre aquel y el Servicio E xterior del país.
El M inistro de Relaciones E xteriores debe m antenerse
en estrecho contacto con el C uerpo D iplom ático residente
y con sus propias M isiones diplom áticas y consulares en el
exterior e inform arlos regularm ente, -así com o a la o p i­
nión pública nacional e in te rn ac io n al-, acerca de los
fundam entos de las políticas que se ejecutan.
E n m uchos países el M inistro de Relaciones E x te­
riores o como se le llame (Secretario de E stado, M inistro
de A suntos E xteriores, etc.) ve en el hecho lim itadas sus
atribuciones, las que debe com partir con los asesores
presidenciales, los dirigentes del o de los partidos p o líti­
cos de gobierno, los jefes de las diferentes ram as de la
D efensa N acional y los dem ás sectores de la ad m inistra­
ción nacional que tengan alguna dim ensión internacional.
Sin em bargo, la voz de quién está encargado de la e je c u ­
ción de las relaciones diplom áticas con los dem ás países
siem pre pesará en form a im portante en el seno del g obier­
no.
Los países tienen la más com pleta lib ertad para
e stru c tu rar sus M inisterios de R elaciones E xteriores, pero
en general todos poseen una organización relativam ente
sim ilar, destinada a aten d er los diferentes asuntos e n tre ­
gados a su consideración. Por lo general, hay dos tipos de
estru ctu ra que prevalecen, por tem as o por áreas geográ­
ficas. La prim era alternativa tiende a una m ayor especiali-
zación, m ientras que la segunda entrega a los encargados
del área o del país respectivo el conocim iento de la
totalidad de las m aterias de carácter diplom ático con esa
área o país. R especto de la política m ultilateral, la d iv i­
sión se hace atendiendo a cada organización en particular.

c) El Servicio E xterior: Se trata del con ju n to de funcionarios


diplom áticos con que cuenta un estado para desarrollar su
actividad con los otros estados u organizaciones in te rn a ­
cionales.
Paulatinam ente se ha ido abriendo paso la necesidad
de crear un servicio especial, reclutado cuidadosam ente,
con una form ación especializada determ inada y p e rfe c ­
I Las relaciones diplomáticas 23

cionada regularm ente, que form e parte de una m anera


estable de un M inisterio de R elaciones E xteriores.
C ada país d a rá a tal servicio las características que
desee, pero m ientras más d ifícil sea el acceso al m ism o y
m ejo r sea su form ación in tern a, m ejores serán los resul­
tados y u tilidad que prestará a su país.
Este servicio tiene por objeto cum plir dos funciones
específicas, la diplom ática y la consular, que se com ple­
m enten entre sí y cuya labor co n ju n ta perm ite a un
estado p articiparle la problem ática m undial, proteger
adecuadam ente sus intereses y los de sus nacionales y
desarrollar sus relaciones con los dem ás estados y con las
organizaciones internacionales.

J E F E D EL ESTA D O O JE F E D EL G O BIERN O

M IN ISTER IO D E RELACIONES EX T E R IO R E S

SERV ICIO E X T E R IO R

El gráfico an terio r constituye la norm a je rá rq u ic a básica,


que no debe ser violada, a riesgo de crear dificultades en una
profesión que, en beneficio del buen funcionam iento general,
debe ser m uy jerarquizada.

5. E stablecim iento de relaciones diplom áticas.

E sta m ateria está estrecham ente relacionada con los reconoci­


m ientos de Estado y de gobierno.
24 Eduardo Jara Roncati
Puede o c u rrir, en efecto, que el carácter de un Estado
su fra transform aciones fundam entales, cam bie su territo rio o
sim plem ente desaparezca, o puede aparecer un nuevo E stado, o
Estados, como efecto de una cesión, federación, fusión, sece­
sión, subdivisión. H ay distintas escuelas al respecto, una que
señala que es el reconocim iento el que hace al estado, o tra que
in d ica que sólo acepta un hecho consum ado. En general, tal
reconocim iento obedece a una decisión política, pero se exige
que tal Estado tenga un territo rio defin id o , una población
perm anente y un gobierno soberano que ejerza u n a autoridad
que le perm ita e n tra r en relaciones con los dem ás Estados de la
com unidad internacional.
El reconocim iento de E stado es, un acto unilateral por el
cual uno o más Estados declaran o adm iten tácitam ente como
uno de ellos a una entidad política que existe de hecho, con
los derechos y obligaciones que em anan de tal condición.
Los gobiernos, por su p arte, son tam bién susceptibles de
su frir cam bios radicales e inconstitucionales, y su reconocim ien­
to podrá o c u rrir sólo cuando el nuevo gobierno tenga un con­
trol efectivo sobre la m ayor parte del territo rio del respectivo
estado, sea obedecido y presente signos inequívocos de perm a­
nencia.
E l reconocim iento de gobierno tiene lugar cuando un
nuevo gobierno se instala en el poder de una m anera irregular,
ya sea a través de un golpe de estado, una sublevación, in su ­
rrección u otro m edio que im plique el uso de la fuerza. Se
trata, en consecuencia de un acto de carácter discrecional, que
debe ser solicitado expresam ente por el nuevo gobierno.
N inguno de ellos obliga a tener relaciones diplom áticas y,
en consecuencia, tam poco los afecta su ru p tu ra. Sólo indica el
deseo de m antener con ese Estado o con el respectivo gobierno
un trato norm al. Sin em bargo, la solicitud de reconocim iento de
un gobierno y las respectivas respuestas afirm ativas suelen
in cluir el propósito de continuar con las relaciones diplom áticas
existentes.
E n la práctica, entonces, es necesario que exista un
acuerdo entre dos Estados para establecer relaciones d iplom áti­
cas, que se produzca una m utua m anifestación de voluntad
favorable a ello, ya que exige el consentim iento de las partes
interesadas.
La existencia de relaciones diplom áticas presupone e n to n ­
ces el reconocim iento de los respectivos gobiernos; sin em bargo,
excepcionalm ente dos gobiernos pueden reconocerse recíp ro ca­
I Las relaciones diplomáticas 25
m ente pero tener sus relaciones diplom áticas suspendidas o
interrum pidas. Así ocurre, por ejem plo, entre A ustralia y Corea
del N orte. Este últim o país retiró de hecho a sus agentes
diplom áticos en 1975, pocos meses después de que éstos h u b ie­
sen asum ido sus funciones, sin dar razones de ninguna especie,
y solicitó a A ustralia re tira r a sus diplom áticos de ese país
H ay diversas form as de establecer relaciones diplom áticas
entre dos países. Estos han ido surgiendo de distinta m anera a
la vida independiente y ello influye directam ente respecto de la
form a como se vincularán con la com unidad internacional.
Algunos fu ero n form ándose paulatinam ente, y existen desde
tiem pos m uy rem otos. Algunos nacieron a través de negociacio­
nes, otros son creación de sus antiguas m etrópolis, otros m e­
diante guerras de liberación o de independencia.
H istóricam ente los países han recurrido a m edios de
aproxim ación no políticos antes de iniciar las respectivas nego­
ciaciones, como una m anera de ir sondeando el terreno y
p rep arar a las respectivas opiniones públicas. A sí, pueden usarse
delegaciones deportivas o culturales, que perm iten conocer la
receptividad del otro país y de sus ciudadanos ante tales p re ­
sentaciones. H abría que recordar a este respecto la denom inada
"diplom acia del ping pong", utilizada tan exitosam ente en tre la
R epública Popular C hina y los Estados U nidos en 1971. La
cu ltu ra puede prestar al respecto una enorm e utilidad si es
m anejada sutilm ente con fines políticos.
A sim ism o, puede avanzarse paulatinam ente, por ejem plo,
desarrollando corrientes com erciales, para luego establecer
vínculos consulares de carácter honorario; después relaciones
consulares form ales a través de Consulados de profesión, para
culm inar con el establecim iento de relaciones diplom áticas.
Para restablecer las relaciones que han sido cortadas,
puede recurrirse tam bién a la vía de aceptar los buenos oficios
que ofrezca en tal sentido un tercer país. Este, luego de haber
efectuado los respectivos sondeos y en co n trar una acogida
favorable, podría oficializar su ofrecim iento a través de sendas
notas despachadas por el M inistro de Relaciones E xteriores a
los E m bajadores de los países involucrados acreditados en su
país. Para d ar ese paso, el tercer país debe contar con la
certeza que los respectivos gobiernos están de acuerdo con
aceptar su proposición. Estos responderán entonces favorable­
m ente a sus planteam ientos, agradeciendo las gestiones. Del
acuerdo debe dejarse constancia en un acta, que firm arán los
representantes de los tres países. U n ejem plo histórico al
26 Eduardo Jara Roncati

respecto lo constituye el restablecim iento de relaciones d ip lo ­


m áticas entre Chile y V enezuela en 1951, al aceptar ambos
países los buenos oficios que para regularizar sus relaciones
diplom áticas les ofreció el gobierno del P erú, presidido por el
general M anuel A. O dría.
Cuando no existan relaciones diplom áticas entre dos
estados, teóricam ente puede hablarse de que un Estado no
existe para el otro. Sin em bargo, previam ente h ab rá que consi­
d e ra r si ha habido reconocim iento de Estados o de gobiernos.
Y, aunque nada de ello hubiera, este planteam iento resulta en
la práctica absurdo, ya que de una u o tra form a en la vida
internacional se encontrarán nacionales, diplom áticos, fu n cio ­
narios y hasta autoridades de los dos países. U na situación de
este carácter se presenta, de hecho, con las R epresentaciones
Perm anentes ante las O rganizaciones Internacionales, donde los
diplom áticos de países que no tienen relaciones deben llegar a
establecer contactos y hasta tra b a ja r ju n to s du ran te las respec­
tivas reuniones, especialm ente las de carácter técnico.
D istinto es cuando han habido relaciones diplom áticas y
éstas se han cortado. En tal caso, los representantes de los dos
países involucrados tienen m otivos para sentirse agraviados.
U nos, por los sucesos que llevaron a su gobierno a tom ar tal
decisión; los otros, por la iniciativa de la ru p tu ra. A nte esa
situación, los respectivos agentes diplom áticos deben evitar
p rudentem ente el contacto. Si a pesar de tales esfuerzos éste
se produce, es preferib le m antener las norm as de una fría
cortesía, especialm ente si tal encuentro tiene lugar, como
ocurre más frecuentem ente, ante una an fitrió n que sea amigo
com ún, al que se deben ev itar situaciones incóm odas. M uy
especialm ente hay que reh u ir entablar conversaciones directas
ante la posibilidad de que, con objetivos políticos pequeños,
pueda usarse tal coyuntura p ara inventar expresiones o declara­
ciones del in terlocutor que term inarán siendo perjudiciales para
su país y para su representante.
Sin em bargo, si durante una reunión social hay d iplom áti­
cos de países con los cuales no se m antienen relaciones d ip lo ­
m áticas, a m enos que existan elem entos m uy agraviantes para
los vínculos bilaterales, debe actuarse con norm alidad pero
cautelosam ente, para evitar un eventual desaire. Si tal situación
no se presenta, nada im pide saludarse y m antener conversacio­
nes sobre tem as triviales, pero evitando siem pre caer en temas
políticos o de fondo, a m enos de contar con instrucciones
especiales al respecto.
I Las relaciones diplomáticas 27
E n general, siem pre es m ejo r actu ar por reacción,salvo que
existan instrucciones precisas del gobierno sobre el particular.
Estas son especialm ente necesarias cuando se trata de reuniones
sociales en las sedes de las E m bajadas de países con los cuales
no se tienen relaciones diplom áticas, para las que podrían
recibirse invitaciones com o resultado de am istades o de contac­
tos creados con an terio rid ad a la ru p tu ra.
Para negociar el establecim iento de las relaciones existen
varias alternativas:

a) R e c u rrir a las M isiones diplom áticas de los Estados in te re ­


sados acreditados ante un tercer país. Este país sede debe
c um plir con diversos requisitos, tanto en cuanto al estado
de las relaciones con los otros, como respecto a los
m edios hum anos y m ateriales de que estén dotadas las
respectivas m isiones.
Las negociaciones se llevan a cabo frecuentem ente en
u n terreno n eu tral, como podría ser un hotel, a pesar de
que nada se opone a que las partes acuerden que se
realicen en una de las sedes diplom áticas de los países
involucrados.
b) N egociar a través de sus M isiones ante un Organism o
Internacional. Se tra ta de un m edio m uy utilizado, en
especial las N aciones U nidas, en N ueva Y ork, donde exis­
ten acreditadas m isiones con personal adecuado y con
respaldo político de sus gobiernos, de prácticam ente todos
los países del m undo.
c) H acerlo a través de M isiones especiales. Se designa una
delegación, presidida por un diplom ático o excepcionalm en­
te por alguna alta autoridad nacional, para que efectú e las
negociaciones respectivas.
d) E fectu ar las respectivas negociaciones a un nivel más alto,
por interm edio de los M inistros de R elaciones E xteriores.
E sta vía es m uy excepcional, y sólo puede usarse cuando
exista la más absoluta certeza sobre un resultado positivo.

N ada obsta, sin em bargo, a que las negociaciones puedan


realizarse en algunos de los países interesados. Pero ello no es
frecu en te n i aconsejable, debido a que tales negociaciones
d eben ser llevadas siem pre con discreción, por el efecto nega­
tivo que provocaría su eventual fracaso. Al concluir positiva­
m ente las respectivas negociaciones, am bos gobiernos suelen
28 Eduardo Jara Roncati

em itir com unicados de prensa, para anunciarlo a la opinión


pública.
A hora, respecto a la fo rm a de concretarlas, pueden usarse
distintas fórm ulas pero las más frecuentes son la declaración
co n ju n ta, el cam bio de notas o la suscripción de un acta, que
indiquen expresam ente el deseo de las partes involucradas de
establecer relaciones diplom áticas, pero sin que estén obligadas
a in tercam b iar M isiones diplom áticas perm anentes. Puede d e te r­
m inarse, por ejem plo, que ello se hará más adelante cuando
am bas partes lo consideren oportuno, o que cada uno lo hará
librem ente cuando así lo decida de acuerdo con sus propios
intereses. C ualquiera que sea la vía que se utilice, hay que
elaborar un com unicado co n ju n to , que tiene por objeto in fo rm ar
oficialm ente a la opinión pública de los dos países el que, por
cortesía, se da a conocer en fo rm a sim ultánea en las dos
capitales y, eventualm ente, en el país dónde se hayan d esarro­
llado las respectivas negociaciones.

6. T érm ino de las relaciones diplom áticas.

Hem os visto que el establecim iento de relaciones entre dos


estados responde a un acuerdo entre am bos. Sin em bargo, éstos
pueden poner térm ino a las mismas en form a unilateral.
E sta situación provoca efectos negativos que debieran
evitarse salvo situaciones extrem as, porque en d e fin itiv a no sólo
afecta a los países directam ente involucrados, sino que a la
com unidad internacional, que es la ben eficiaría final cuando
existe una sana convivencia entre todos los países. Por lo
dem ás, la satisfacción que a veces provoca la ru p tu ra de rela­
ciones, se ve a m enudo neutralizada por los hechos negativos
que de ella provienen para quienes tom an esa iniciativa, que
pueden ir incluso más allá del estricto cam po político.
A pesar de todo ello, se presentan situaciones ante las
cuales no existe o tra alternativa, lo que se produce de dos
m aneras diferentes:

a) L a ru p tu ra o suspensión de relaciones diplom áticas: C o­


rresponde a sucesos excepcionalm ente graves para las
relaciones bilaterales, que pueden deberse a conflictos de
I Las relaciones diplomáticas 29

gran im portancia, o agravios inferidos al país o a su


gobernante.®
Puede optarse tam bién por la altern ativ a de la sus­
pensión de tales relaciones, que es una m edida que si bien
provoca los mism os efectos que la a n terio r, produce una
sensación de transitoriedad y d e ja en trev er la posibilidad
de un cam bio de actitu d ante la m odificación de las
circunstancias que la m otivaron. Sin em bargo am bas p u e­
den ten er la m ism a duración en el tiem po.
N o obstante lo a n terio r, la ru p tu ra es una fórm ula
m ás severa, que debe aplicarse en los casos extrem os
antes m encionados. La suspensión, en cam bio, es una
form a aplicada más corrientem ente cuando llega al poder
u n gobierno abiertam ente enem igo o cuando en el estado
recep to r se producen dem ostraciones de enem istad que
im posibilitan el funcionam iento norm al de la representación
diplom ática nacional.
La ru p tu ra y la suspensión de relaciones diplom ática
constituyen un acto de la com petencia discrecional de cada
Estado y ju ríd icam en te lícito. Salvo expresa disposición en
contrario, no se opone al cum plim iento de las obligaciones
internacionales del estado que adopta tal m edida respecto
del otro. T am poco afecta la validez de los tratados vigen­
tes ni im porta restricciones a los ciudadanos de cada país
en el territo rio del otro.4

b) L a declaración de guerra: Este hecho pone igualm ente


térm ino a las relaciones diplom áticas en tre los respectivos
países. Los agentes diplom áticos de los estados beligeran­
tes deben ser repatriados, para los cual los respectivos
Estados deben concederles facilidades adecuadas, y m an tie­
nen su carácter de tales hasta su salida d efin itiv a del
estado receptor. Estos procedim ientos se rigen por la
reciprocidad y pueden d ar origen a su intercam bio en
territo rio neutral.
E n consecuencia, la m ejor fórm ula p ara asegurar una
salida sin problem as de sus agentes del territo rio del otro
país es que los Estados concedan las m ayores facilidades

3. V er capitulo qu in to , térm ino de la función diplom ática.


4. V er la C onvención de V iena sobre el derecho de los tra ta d o s, articu lo 6S.
Anexo 18.
30 Eduardo Jara Roncati
para que los agentes del otro Estado puedan abandonar su
territorio.
CAPITULO II

La Misión Diplomática

1. Concepto de Misión

H em os tenido ocasión de observar com o, a través de la historia,


los Estados han ido tendiendo a m an ten er M isiones cerca de
otros estados a las que, a su vez, se les ha conferido p au lati­
nam ente el carácter de perm anentes. Su existencia proviene de
u n acuerdo entre las dos partes, m otivo por el cual su a p e rtu ra
debe ser objeto de una negociación previa entre am bas. Poste­
riorm ente tal situación se ha am pliado a las organizaciones
internacionales.
Se entien d e por M isión diplom ática a una representación
de carácter perm anente que un E stado acred ita ante otro
E stado, ante una organización internacional u otros sujetos de
derecho internacional.
E n v irtu d de una ficción legal, se reconoce a todas las
m isiones diplom áticas el mism o nivel cualquiera que sea la
im portancia relativa del Estado que representan. E sta decisión
puso fin a innum erables problem as derivados de la apreciación
su b jetiv a que cada estado tenía respecto de su propio grado de
im portancia relativa dentro del concierto internacional.

2. Tipos de Misión

E xisten diversos tipos de m isiones diplom áticas, que han surgido


para ajustarse a los nuevos im perativos del derecho in te rn a ­
cional y de las relaciones internacionales.

a) E m bajada. Es la m isión diplom ática de rango más elevado,


al fre n te de la cual se halla un em bajador.
L a palabra em bajada ha sido objeto en la práctica de
otras interpretaciones; se entiende por tal, por vía de
ejem plo, al co n ju n to de funcionarios que tra b a ja n en una
determ inada m isión; o bien la cancillería, o sea a la sede
adm inistrativa de la m isión; o a la residencia del E m ba­
jad o r. Todos estos conceptos, sin em bargo, son equivoca­
dos y no corresponden a la acepción técnica del térm ino.
32 Eduardo Jara Roncati
adm inistrativa de la misión; o a la residencia del E m ba­
jad o r. Todos estos conceptos, sin em bargo, son equivoca­
dos y no corresponden a la acepción técnica del térm ino,
b) N unciatura. Se trata de la M isión diplom ática o rdinaria de
la Santa Sede, que está acreditada ante otros sujetos de
derecho internacional, con el objeto de m antener las
relaciones exteriores de aquella. E stá a cargo de un
N uncio A postólico o de un P ro - N uncio, según si el estado
receptor les reconoce o no, por tratarse de un país cató ­
lico, el decanato del cuerpo diplom ático. Su función, de
acuerdo con el derecho canónico, consiste en fom entar las
relaciones entre la Santa Sede y el Estado ante el cual
están acreditados, hacer cada vez más estrechos y operan­
tes los vínculos que ligan a la Sede A postólica y la Iglesia
local e in fo rm ar de todo ello al R om ano P o n tífice.1
Los N uncios y P ro - N uncios tienen una dualidad de
funciones, esto es, no sólo son jefes de una m isión d iplo­
m ática, sino que sus funciones se refieren asim ism o a la
Iglesia Local. G eneralm ente son Arzobispos T itulares,
tienen "derecho de preferencia" sobre todas las jerarquías
de la Iglesia C atólica local excepto sobre los Cardenales,
poseen carácter episcopal, o sea, pueden cum plir todas las
cerem onias religiosas sin necesidad de contar con una
autorización especial de la autoridad eclesiástica local y
derecho a honores religiosos en todas las iglesias del
territo rio donde ejerza sus funciones. T ienen atribuciones
m uy im portantes respecto del nom bram iento de Obispos de
ese país.
La Santa Sede puede designar Delegados Apostólicos
Enviados o, cuando se trate de representaciones estables
pero supletorias, R egentes o Encargados de Negocios con
Cartas ("Incarigato d ’a ffa r i con lettere"), todos los cuales
pueden ser sustituidos, por falta o ausencia tem poral del
je fe de m isión, po r encargados de negocios ad interim .
A nte los Estados con los cuales la Santa Sede no
m antiene relaciones diplom áticas, puede designar Delegados
A postólicos y E nviados, caso en el cual su función se
ejerce ante la Iglesia local, tiene exclusivam ente religioso

X. L a legislación canónica respectiva vigente está co ntenida e n l a C a r t a A pos­


tólica "M otu propio circa l’Ufficio dei ra p p re se n tan ti del R o m a n o P o n t i f i c e " ,
de S.S. P aulo VI, de 24 de jun io de 1969. V er bibliografia.
II La Misión Diplomática 33
y eclesial y no un carácter diplom ático. Ellos representan
a la Santa Sede ante las autoridades eclesiásticas de su
país de residencia.
Los N uncios, P ro-N uncios, Internuncios (hoy desapa­
recidos), los Delegados A postólicos y Enviados tom an el
nom bre genérico de R epresentantes P ontificios y la legis­
lación canónica los defin e com o "los eclesiásticos, o rd i­
nariam ente investidos de la dignidad episcopal, que reciben
del R om ano Pontífice el encargo de representarlo de modo
perm anente en las diversas naciones o regiones del
m undo".
Sim ultáneam ente, la Santa Sede tiene el derecho de
designar delegados u O bservadores Perm anentes ante las
O rganizaciones Internacionales, los que deben desarrollar
su m isión de inform ación y de vinculación con ese orga­
nism o así como las organizaciones internacionales católicas
"de acuerdo con el R epresentante P ontificio en la nación
en que se encuentra",
c) A lto C om isariato o A lta Com isión. Las relaciones diplom á­
ticas entre los estados m iem bros de la com unidad B ritánica
de N aciones (C om m onw ealth) se desarrollan a través de los
Altos C om isariatos o Altas Com isiones. En consecuencia,
son las M isiones diplom áticas que un Estado m iem bro de
esa com unidad acred ita ante otro E stado m iem bro de esa
organización y están a cargo de un A lto C om isario, tam ­
bién llam ado A lto Com isionado.
O riginalm ente este título era concedido a los re p re ­
sentantes intercam biados entre L ondres y los D om inios
Ingleses, los que eran acreditados a través de las Cartas
de Com isión ("L etters o f Com mision"), dirigidas de Prim er
M inistro a P rim er M inistro. Esta situación se consagró
cuando el E statuto de W estm inster2 reconoció a estos
dom inios el derecho de legación activo y pasivo y el
m onarca inglés no podía dirigirse a sí mism o cartas acre­
ditándose em bajadores.
Sin em bargo, a p a rtir del térm ino de la segunda
guerra m undial num erosos territorios del Im perio británico
alcanzaron su independencia. Algunos continúan recono­
ciendo a la R eina de G ran B retaña com o su je fe de esta­
do, com o C anadá, A ustralia, N ueva Z elandia, Jam aica,

2. El e sta tu to de W estm inster está vigente desde 1931.


34 Eduardo Jara Roncati

Trinidad y Tobago, etc. Otros pasaron a ser completamente


independientes, pero continuaron en el Commonwealth,
como India, Pakistán, Ghana, Malasia, Chipre, Tanzania,
etc.
Los Altos Comisarios de países que reconocen a la
Reina como Jefe de estado representan a sus respectivos
gobiernos y no a la Reina. No son acreditados por o ante
la Reina, y su designación no requiere la autorización de
ésta. Están provistos de una carta de presentación ("Letter
of Introduction") de Primer Ministro a Primer Ministro.
Cuando son intercambiados entre países que recono­
cen y no reconocen a la Reina como Jefe de estado, son
acreditados por ella y el respectivo jefe de estado ante el
otro. El nombre de Alto Comisario de un país monárquico
del Commonwealth es sometido a la aprobación de la Reina
y luego se le conceden Cartas de Comisión firmadas por
ésta, que son similares a las cartas credenciales de un
Embajador.
Prácticamente no existen diferencias de ninguna
índole entre los Altos Comisariatos (High Commision) y las
Embajadas, ni entre Altos Comisarios y Embajadores. Por
lo demás, la legislación británica los tiene expresamente
asimilados a estos últimos.3 Sin embargo en Londres, el
interlocutor de los Altos Comisariatos fue siempre el
Ministerio encargado de los asuntos del Commonwealth
hasta que éste se integrara con el Foreign Office, creán­
dose el "Foreign and Commonwealth Office". El protocolo
inglés les confiere una cierta precedencia sobre los emba­
jadores, cualquiera que sea su antigüedad en la sede, aun
cuando no pueden ser decanos del Cuerpo Diplomático. Sin
embargo, en Australia, Canadá, Ceilán, India y Pakistán,
los Altos Comisarios pueden llegar a serlo.
Desde la vigencia de la Constitución de 1958 y hasta
1962, Francia tuvo Altos Representantes ante sus ex
colonias africanas, recientemente independizadas, los que
gozaban de las mismas prerrogativas de un embajador. En
tal caso se trataba más bien de conceder a sus misiones
un status especial, revelador de la existencia de relaciones
de carácter privilegiado.

3. "D iplom atic Im m unities Com m onw ealth countries and R epublic o f Irland A ct",
de 1952.
II La Misión Diplomática 35
d) R epresentación perm anente a n te una O rganización In te rn a ­
cional. Son las M isiones diplom áticas que u n E stado a c re ­
d ita de una m anera perm anente ante una O rganización
Internacional de la que es m iem bro. E stá d irig id a por un
R epresentante P erm anente, que en determ inados casos,
tom a el nom bre de Delegado Perm anente.
Estas M isiones tienen características propias, que
serán analizadas oportunam ente.
e) M isión perm anente de una O rganización In tern acio n al.
N um erosos O rganism os Internacionales, m antienen una
m isión de carácter perm anente ante sus Estados m iem bros.
E stán a cargo de un funcionario cuya denom inación cam bia
de acuerdo al E statuto O rgánico de cada uno de ellos. En
todo caso no representan, cualquiera que sea su nacionali­
dad legal, sino que al respectivo O rganism o Internacional.
E n tre estos fig u ran la O rganización de las N aciones U n i­
das p ara la A g ricultura y la A lim entación (FA O ), la O rga­
nización de Estados A m ericanos (O EA ), el Fondo de las
N aciones U nidas para la Infancia (U N IC E F), la O rganiza­
ción de las Naciones U nidas para la E ducación, la C iencia
y la C ultura (UN ESCO ), la O rganización Internacional del
T ratado del A tlántico N orte (O TA N ), el Banco In te ram e ri-
cano de D esarrollo (BID), el A lto Com isionado de las
N aciones U nidas para los R efugiados (A C N U R ), el P rogra­
m a de las Naciones U nidas para el D esarrollo (PN U D ).
Las características de esta M isión, así com o los
derechos de que gozan tanto ella com o sus m iem bros en el
Estado respectivo, son objeto de un acuerdo bilateral
denom inado acuerdo de sede. Tales M isiones pueden ser
específicas para un país o bien tener un carácter regional.
E n v irtu d de tales acuerdos de sede, los organism os
que tienen sus oficinas centrales en un país tien en el
derecho a fig u ra r en su lista diplom ática. E n L ondres, por
ejem plo, se encuentran en tal situación aun cuando en un
anexo especial entidades como la O rganización In te rn a ­
cional del Cacao, la O rganización Internacional del C afé,
la O rganización Internacional del A zúcar, el Consejo
Internacional del Estaño y la Com isión Internacional de la
Ballena.
C onviene indicar que la C om unidad Económ ica E u ­
ropea (C EE), m antiene m isiones perm anentes en varios
países del m undo, en m uchos de los cuales se le reconoce
el derecho de fig u ra r al final de la relación correspon-
36 Eduardo Jara Roncati
diente a los Estados y no com o una O rganización In te rn a ­
cional. De ahí com ienza a desprenderse un p rincipio de
reconocim iento político de ésta com o entidad d ife ren te de
los países que la com ponen.

3. A pertura de la M isión diplom ática

La C onvención de V iena de 1961 confirm ó la fórm ula tradicional


en el sentido de que cada Estado tiene el derecho de nom brar
M isiones diplom áticas perm anentes, pero p ara enviarlas requiere
la aceptación del E stado recep to r.4 O sea, en la práctica, el
establecim iento de una M isión responde a un acuerdo entre dos
partes, que son los respectivos Estados. Este acuerdo se obtiene
a través de negociaciones diplom áticas directas y puede estar
fu n d ad o o no, de acuerdo con los intereses de cada p arte, en la
reciprocidad. Lo norm al, sin em bargo, es que así o cu rra, d e te r­
m inándose en el respectivo acuerdo el nivel que ésta ten d rá así
com o, eventualm ente, el núm ero de funcionarios de cada una de
ellas.
Igual procedim iento existe respecto de las N unciaturas,
con las especiales características que éstas presentan y a las
que ya hem os hecho referencia. Los Altos C om isariatos, sin
em bargo, se establecen fácilm ente, debido a que poseen un Jefe
de estado com ún o a los estrechos vínculos que tienen en tre sí
los respectivos países.
Las representaciones perm anentes, en cam bio, se estable­
cen po r una sim ple decisión del respectivo país m iem bro y se
rigen po r las norm as establecidas en los respectivos reglam en­
tos; las disposiciones del derecho internacional consuetudinario,
las convenciones entre los estados o entre los Estados y las
respectivas organizaciones internacionales. M ás adelante, cuando
en tre en vigencia la C onvención de V iena, suscrita en 1975,
sobre las representación de los estados en sus relaciones con
las organizaciones internacionales de carácter universal, tales
entidades regirán su actividad po r este estatu to .5

4. C onvención de V iena sobre relaciones diplom áticas, a rt. 2. V er anexo 2.


5. P a ra e n tra r en vigencia, e sta convención requiere ser ratificad a o que se
adhieran a ella 35 estados, y h a sta 1987 sólo lo han hecho 23. Ver
anexo 12, segunda p arte.
II La Misión Diplomática 37

Para proceder m aterialm ente a la a p ertu ra de la M isión


existen varias alternativas, pero la más utilizada es la designa­
ción de un encargado de negocios in terin o , el que es destinado
al país respectivo a fin de que efectúe los trám ites correspon­
dientes. E n consecuencia, su función consiste en preocuparse
prio ritariam en te de la búsqueda de un local adecuado para
ubicación de la cancillería de la m isión, así com o eventualm ente
de una residencia para el je fe de la misma.
Esta tarea suele ser bastante com pleja, para lo cual es
posible asesorarse con las autoridades locales, colegas de otras
m isiones diplom áticas y de connacionales que residan en el
estado receptor, aprovechando su experiencia respecto del país
sede. E n los países socialistas, tales gestiones deben hacerse a
través del respectivo gobierno.
En general, los locales de la m isión deben estar ubicados
en un barrio adecuado, no m uy alejado de las zonas donde
tengan asiento los M inisterios u otras entidades con las cuales
d eba trab ajarse, y que en lo posible sea considerado localm ente
aceptable para ese fin. La cancillería debe tener un acceso fácil
respecto del M inisterio de Relaciones E xteriores y las entidades
gubernam entales en general, m ientras que la residencia no debe
estar dem asiado alejada, para que pueda servir efectivam ente
para recib ir con facilidad y agrado a los invitados. A un cuando
la parte fin an ciera es m uy im portante, ésta no debería prev ale­
cer sobre la necesidad de establecer una m isión diplom ática
digna y que p erm ita representar adecuadam ente a un país.
A ntes de adoptar las decisiones finales sobre esta m ateria,
debe consultarse a su M inisterio de R elaciones E xteriores, el
que resolverá de acuerdo con los antecedentes que le p ro p o r­
cione la m isión y luego de estudiar los aspectos ju ríd ico s de la
m ateria. Este últim o aspecto reviste una gran im portancia, a fin
de que los intereses nacionales estén adecuadam ente cautelados.
Sólo entonces, cuando se cuente con la autorización gu b ern a­
m ental, puede procederse a la suscripción de los respectivos
contratos, ya sea de com pra o de alquiler.
Los próxim os pasos deben ser la contratación del personal
local de secretaría que sea necesario, de acuerdo con la im p o r­
tancia de la m isión, así como el alhajam iento de la m ism a, con
el m obiliario destinado a la C ancillería y a la residencia. Sólo
entonces quedará la m isión en condiciones de o perar n orm al­
m ente.
38 Eduardo Jara Roncati

4. Estructura de la Misión

Para analizar adecuadam ente este tem a, hay que distin g u ir entre
la m isión bilateral y la m isión acreditada ante u n a organización
internacional.

4.1 Misión bilateral o Embajada

La E m bajada es la m isión diplom ática, representativa y perm a­


nente que un estado acredita ante otro estado y que está a
cargo de un em bajador. La acción de ésta, en consecuencia,
está lim itada al territo rio del estado receptor.
H asta ahora, la E m bajada ha servido de útil interm ediario
p ara los asuntos de toda índole que se presentan entre los dos
países. Sin em bargo, la facilidad actual de los viajes y las
com unicaciones facilita el contacto directo entre los jefes de
estado, de gobierno, de sus m inistros de relaciones exteriores y
de otras autoridades nacionales, m ientras que la diversidad y
m odernización de los m edios de com unicación hablados y escri­
tos perm ite conocer casi inm ediatam ente los más im portantes
sucesos que ocurren en el resto del m undo. Todo ello ha ex i­
gido, en los últim os tiem pos, m odificar la estru ctu ra y el f u n ­
cionam iento de las em bajadas.
C ada estado tiene el derecho de estru ctu rar u n ilateral­
m ente su em bajada ante otro estado, lo que hará atendiendo al
grado e intensidad de las relaciones bilaterales, los aspectos
relevantes de las mismas así como el rango y características
del personal que en ella presta servicios. Sin em bargo, suelen
negociarse bilateralm ente determ inados aspectos, com o el nivel
del je fe de m isión, el núm ero de funcionarios, sus desplaza­
m ientos por el país, etc.
La actividad de la m isión se desarrolla en la denom inada
cancillería, órgano principal de la m ism a, que es la oficina
donde se elaboran los distintos trabajos y se m antienen los
registros, docum entos, archivos y claves. La cancillería está
adm inistrativam ente a cargo del denom inado Jefe de C ancillería,
que es el fu ncionario diplom ático de más alto rango después del
Jefe de M isión.
Si bien cada estado organiza librem ente sus E m bajadas en
el ex terio r, éstas suelen contar con una estru ctu ra tipo, d e te r­
II La Misión Diplomática 39
m inadas po r las áreas de interés p rioritario diplom ático6 que
aceptan prácticam ente todos los estados, y que bajo la d ire c ­
ción del Jefe de C ancillería está dividida en secciones o d e p a r­
tam entos.7

a) Sección política:

Es la parte más tradicional de una E m b ajad a y, que en


estrecho contacto con las m áxim as autoridades de la
m isión, se encarga de la observación, análisis e in fo rm a ­
ción de los aspectos relacionados con la política in te rn a y
ex tern a del estado receptor así com o de las relaciones
políticas bilaterales. Sin em bargo, la im portancia relativa
de tales asuntos ha dism inuido debido a la preocupación
progresiva por los tem as técnicos y por o tra p arte, por el
desarrollo de la diplom acia d irecta, a nivel m inistros de
relaciones exteriores, jefes de estado o jefes de gobierno,
todo lo cual se ha hecho en d etrim ento de la funciones
políticas que históricam ente han correspondido a una
em bajada.
Los funcionarios que prestan servicios en esta sec­
ción deben cum plir ciertas tareas fundam entales, tales
como:

Interiorizarse en p ro fu n d id ad de la política in tern a y


exterior del país, según sean sus funciones, in te n ta n ­
do adem ás conocer su historia.
V incularse con las principales autoridades locales,
altos funcionarios, dirigentes de partidos políticos,
m iem bros del Congreso, personalidades influyentes en
el país, organizaciones patronales, sindicatos, iglesias,
etc.
C ontactarse con los funcionarios del M inisterio de
Relaciones E xteriores local, tanto en el área corres­
pondiente a su país, com o de los otros sectores. No
hay que olvidar que toda inform ación im portante, aun
cuando no se refiera directam ente al país, puede

6. V er anexo 2
7. V er anexo 7.
40 Eduardo Jara Roncati
resultar de u tilidad para elaborar la política exterior
del propio país.
L eer cuidadosam ente la prensa local y las revistas
políticas especializadas.
V incularse con periodistas locales o representantes de
agencias internacionales, los que constituyen un
sector m uy bien inform ado acerca del acontecer local.
M antener perm anentem ente actualizada una relación
porm enorizada y docum entada de los principales
tem as de interés en el país sede.
M antenerse inform ado del desarrollo de la política
exterior del país, especialm ente de sus vínculos con
sus vecinos, con las grandes o m edianas potencias y
con los países lim ítrofes del estado acreditante,
siguiendo sus orientaciones, objetivos y pasos concre­
tos.
A nalizar durante las reuniones colectivas de la
E m bajada los principales acontecim ientos del área
política, a fin de conocer otras inform aciones y las
opiniones de los integrantes de la m ism a que operan
en otras secciones, para poder com pararlas.
In fo rm ar a su gobierno sistem ática y regularm ente
del acontecer local, evitando hacer predicciones que
pudieran entorpecer, en caso de no cum plirse, la
orientación de la política exterior de su país fren te
al país sede.
P resentar diariam ente a las autoridades de la E m ba­
ja d a su respectiva interpretación acerca de los
sucesos políticos que se están verificando en el país
en el área de su com petencia y proponer los respec­
tivos cursos de acción.
P reparar análisis trim estrales, sem estrales y anuales
de su área, con el objeto de poder considerar sus
elem entos principales con una m ayor perspectiva.

Los funcionarios de la Sección política deben atender


adem ás los tem as técnicos, que son aquellos que exigen de
parte de aquellos una m ayor espécialización. Podríam os
m encionar, a título de ejem plo, desarm e y arm am entism o,
política nuclear, asuntos aeronáuticos, m edio am biente,
derechos hum anos, etc., que son objeto de una reglam en­
tación y negociaciones internacionales particulares. Esta
especialización puede surgir, adem ás, respecto a d eterm i­
II La Misión Diplomática 41
nadas áreas geográficas, como Medio Oriente, Africa o
países en particular.
La Sección política debe trabajar sobre la base de un
permanente intercambio de informaciones y de opiniones
entre sus miembros. Estos deben comunicarse entre sí toda
noticia que llegue a sus oídos, con miras a confirmarla y
a compartirla, para tener una visión global generalizada de
cuanto ocurre en el país sede. El jefe de esta sección
debe evaluar estas informaciones, compararlas con las que
él tiene y traspasarlas debidamente procesadas y en los
posible confirmadas a sus superiores, a través del Ministro
Consejero, para su transmisión al propio Ministerio de
Relaciones Exteriores. Este trabajo debe realizarse median­
te reuniones periódicas de coordinación e intercambio de
informaciones que en lo posible deben ocurrir diariamente,
después de la lectura de la prensa matinal.
No habrá que olvidar que esta información constituye
un elemento básico para la elaboración de la política de
su país respecto de aquel donde se está acreditado, de tal
manera que un error de hecho o de apreciación puede
provocar consecuencias graves para la relación bilateral.
Ese es el motivo por el cual esta información no puede
ser subjetiva, ni fundarse solamente en lo que haya escu­
chado alguno de sus miembros, por muy activo que éste
sea. Ella debe responder a conclusiones derivadas de
situaciones debidamente ponderadas, donde habrá que
escuchar la opinión del Jefe de Misión quien, durante las
reuniones sociales a las que periódicamente debe asistir,
siempre tiene ocasiones para escuchar novedades o comen­
tarios que pueden ser de una extremada utilidad para
determinar el marco donde se sitúan las diferentes infor­
maciones parciales.
Los funcionarios de esta sección, en consecuencia,
deben analizar estos temas y convertirse en expertos en
los mismos, pero evitar conversarlos con nacionales del
país donde están acreditados, a menos que se tenga con
ellos un alto grado de confianza. Pueden hacer preguntas
sobre temas, o bien hacer comentarios de carácter general,
pero jamás correr el riesgo de que alguien pudiese indicar,
de buena o mala fe, que se está participando en los
asuntos políticos internos del país. Este es un límite que
los funcionarios de la sección política deben considerar
cuidadosamente. Ser observadores de cuanto ocurre en el
42 Eduardo Jara Roncad

país, desde afuera, evitando una vinculación concreta con


los mismos, cualquiera que sea su grado de afecto o de
desafecto con el país donde prestan sus servicios.
La lectura diaria de la prensa, así como atender
regularmente los principales programas noticiosos de la
radio y la televisión, son indispensables para conocer
todos los hechos que tienen lugar en el país. Sin embargo,
estas noticias obviamente sirven de base para utilizar, con
cierto fundamentos, los propios canales de obtención de
informaciones. La prensa tiene, en consecuencia, sólo el
valor de guía pero en ningún caso de fuente única para
mantener informado a su país acerca del desarrollo de los
acontecimientos locales.
Al igual que para otras áreas de la Misión, la vida
social reviste acá una importancia muy particular. No hay
que desaprovechar las ocasiones y si el embajador o el
ministro no pueden atender ciertas actividades oficiales del
país sede o de otras misiones, deben delegar sus invitacio­
nes a otros funcionarios de la misión para que los repre­
sente, permitiendo así la posibilidad de alternarse y de
crear más vínculos. Sólo de esta manera podrán compa­
rarse informaciones, contactar autoridades y representan­
tes de sectores políticos y del Cuerpo Diplomático. Una
inmensa utilidad reportan para tal fin las iniciativas que
tenga el respectivo funcionario en el plano social, ya que
permiten crear relaciones amistosas aún más estrechas.
Cuando un diplomático ha tenido ocasión de recibir en su
casa a alguna persona, del país sede o del cuerpo diplomá­
tico, la actitud general de ésta cambia positivamente en el
futuro respecto del agente, de su familia y de la misión
en general.

b) Sección económica y comercial

Se trata de uno de los sectores más importantes de una


embajada, cuyo origen se encuentra en el creciente desa­
rrollo de los vínculos comerciales internacionales y la
progresiva interdependencia de los distintos estados entre
sí. Incluso cuando las relaciones políticas entre dos países
están frías o afectadas por problemas de importancia, para
ambos resulta útil mantener los vínculos comerciales, no
sólo por su importancia objetiva, sino que por su inter-
II La Misión Diplomática 43

m edio pueden m ejorarse aquellas, a través del desarrollo


de intereses en am bos países que im pulsen a sus respecti­
vos gobiernos a aten u ar las divergencias políticas.
E n la práctica, la actividad de esta sección da origen
a u n tipo de funciones m uy especializadas, que pu d iera
denom inarse diplom acia económ ica o diplom acia com ercial,
con norm as "sui generis” de negociación, d iferentes in te r­
locutores y objetivos m uy particulares.
Los países tienden a crear oficinas com erciales, pero
m ientras ello no ocurre son las em bajadas las que deben
asum ir tales responsabilidades. Si optan por la prim era de
las soluciones, hab ría que estudiar seriam ente su u b ica ­
ción, instalarla y dotarla de equipos y una in fraestru ctu ra
adecuada, contratando el personal más idóneo, ojalá local­
m ente, a fin de que pueda facilitar vínculos y conocim ien­
tos respecto del país sede,
E n caso contrario, o sea, que sea la m isión la que
deba asum ir tales responsabilidades, puede recu rrirse al
personal diplom ático tradicional o bien a personal especia­
lizado que provenga de otras instituciones del país en c ar­
gadas de estas m aterias. C ualquiera que sea la solución
que al respecto se adopte, debe existir un tra b a jo en
co n ju n to entre ambos sectores, ya que tanto el diplom ático
com o el técnico están en condiciones de p restar aportes
útiles para los fines que en esta m ateria se persiguen, que
son el desarrollo de los vínculos económ icos y financieros,
y el im pulso al com ercio bilateral.
Las principales áreas de preocupación de esta sección
son las siguientes:

Inform arse regularm ente acerca de cuanto ocurra en


las áreas económ ica, financiera, po lítico - económ ica y
com ercial del país sede, para transm itirlo sistem atiza-
dam ente al propio país.
A sesorar adecuadam ente al je fe de m isión en estas
m aterias, m uy especialm ente respecto del com ercio
bilateral, colaborándo en las negociaciones de ac u er­
dos económ icos y financieros que deba sostener.
R ealizar prom oción com ercial, creando vínculos en el
estado receptor y con los diversos sectores del
m ism o, a fin de darles a conocer las posibilidades del
propio país en m ateria de exportaciones e im p o rta­
ciones.
44 Eduardo Jara Roncati

La diplomacia económica y comercial debe ser perma­


nente, ordenada, sistemática y coordinada con los demás
sectores de la misión. Permanente, porque obliga a un
trabajo arduo y sin interrupciones; ordenada, porque exige
buenos archivos y material de consulta, para saber exacta­
mente que posibilidades reales y concretas existen en cada
área; sistemática, porque la información debe ser previa­
mente estudiada y no transmitir hechos sueltos que con­
fundan a las autoridades respectivas del país sede; y por
últimos coordinada, ya que la sensibilidad de este sector
exige un conocimiento pleno de la coyuntura política de
las relaciones bilaterales, la que a su vez está muy influi­
da por las relaciones económico-comerciales entre los
respectivos países.
Especial importancia tiene la búsqueda de las posibi­
lidades comerciales. Todo país desea vender, pero para
hacerlo simultáneamente debe comprar; de otra manera, no
hay posibilidades de desarrollar las propias ventas. Será
necesario entonces detectar las posibilidades que existan
en ambos sentidos, para crear el interés necesario. Este
interés, al concretarse, creará vínculos comerciales y para
protegerlos obligará a los interesados a impulsar a sus
autoridades para mejorar las relaciones políticas respecti­
vas.
No todos los productos de un país son exportables ni
todos los productos exportables lo son a todos los merca­
dos extranjeros en la misma forma y especificaciones. Hay
principios básicos, como el mantenimiento de niveles
uniformes de calidad, de presentación y el respeto de las
normas sanitarias, pero hay otros aplicables a cada país,
que es donde la misión puede prestar una útil asesoría.
Obviamente, el precio juega un rol decisivo, pero incluso
en ese aspecto el agente comercial puede ayudar.
Una vez finalizado el acuerdo, habrá que obtener el
más estricto cumplimiento del contrato, ya que de otra
manera será la imagen exportadora del país la que sufrirá
en su prestigio. Habrá que hacer ver la importancia de las
características del embalaje y del transporte, a través de
un contacto directo o indirecto con el exportador, aseso­
rando adecuadamente al organismo exportador respecto de
las mejores técnicas, medios de transporte y compañías de
seguro.
II La Misión Diplomática 45
La diplomacia comercial exige un trabajo completo y
amplio. Este debe comenzar por participar en la determi­
nación de la oferta exportable, las empresas exportadoras
y, luego de estudiar la evolución de la demanda mundial y
la del país sede por el respectivo producto a través de
estadísticas internacionales objetivas, efectuar el estudio
de mercado adecuado, a través de la participación en las
ferias nacionales o internacionales que tengan lugar en el
país, las ferias y los salones especializados, los viajes de
negocios, la distribución de muestras, estudio de estadís­
ticas, contactos con autoridades comerciales.
La oferta del producto por su parte, debe realizarse
a través de técnicas adecuadas, que incluyan el uso de una
correspondencia clara, precisa, veraz y rápida, que permita
poner de acuerdo a las partes sin necesidad de que se
contacten personalmente, atenuando las diferencias de
costumbres y, en la mayoría de los casos, de idioma.
Para detectar las posibilidades comerciales, será
necesario estudiar la estructura comercial del país; contac­
tar a quienes dirigen cada sector; sugerir la preparación
de misiones comerciales de su país en aquel donde se está
acreditado y apoyar a las que éste resuelva enviar al
propio; participar en ferias y exposiciones; preparar estu­
dios de mercado para informarse de las necesidades de
importación del país sede y compararlas con la oferta
exportable del propio, etc. Simultáneamente, deberá distri­
buirse material informativo, (revistas, documentales, catá­
logos) de excelente calidad, acerca de los productos de
exportación de su país, en lo posible con sus respectivos
precios y una descripción detallada de sus características,
todo ello en el idioma local.
Resulta de fundamental importancia asimismo que el
encargado de los asuntos económicos y comerciales parti­
cipe en foros y discusiones sobre el tema, con el objeto
de difundir su país y sus posibilidades, incluyendo áreas
para invertir en el exterior, o para atraer inversión
extranjera hacia el propio. Para tal fin de difusión, debe
salir de la capital, viajar por el país, crear o contactar
Cámaras de Comercio nacionales o binacionales o las
oficinas de las empresas del Estado, según sea el respecti­
vo régimen económico, efectuar campañas publicitarias a
nivel regional o nacional, etc.
46 Eduardo Jara Roncad
Su labor no puede lim itarse a poner en contacto a
los presuntos com pradores o vendedores, sino que debe
co n tin u ar su relación con am bos, prestando la colaboración
que considere necesaria, de uno y otro lado, hasta que la
operación com ercial se concrete. Paralelam ente deberá
establecer buenas relaciones con todos los sectores v in cu ­
lados al com ercio internacional, en tre otros con las em ­
presas de em balaje y transporte m arítim o internacional,
bancos que operen en los dos países involucrados, agentes
de seguros, líneas aéreas, agentes de aduana, e(c.
R esulta necesario m arcar el acento en el orden y los
m étodos que deben ser puestos en práctica. Q uién m ejor
trab aje su inform ación, tenga m ejores y más claras nóm i­
nas de im portadores, y procese de una m anera más orgá­
nica la inform ación recogida, ten d rá más éxito que quien
no lo haga. Si hay un sector en una E m bajada donde el
orden es fundam ental, es en el económ ico- com ercial.
El sistem a económ ico de un Estado tiene una in flu e n ­
cia d irecta sobre la estru ctu ra de esta sección. En las
E m bajadas de países de econom ía de m ercado, la Sección
E conóm ica debe servir básicam ente de fu en te de in fo rm a­
ción y de consejera del sector privado, ayudándole a
establecer contactos útiles para sus proyectos. En cam bio,
en la M isiones de los países de econom ía socialista, debe
in te rv en ir directam ente en las transacciones com erciales
con las em presas del Estado receptor. Esta división, sin
em bargo, es m uy general y la m ayor parte de los países
de econom ía de m ercado tienen un sector público que
puede ser m uy im portante, caso en el cual las m aterias
que dicen relación con las entidades de ese sector recaen
tam bién en las funciones propias de la M isión D iplom ática.
El personal encargado de tales m aterias puede p e rte ­
necer al M inisterio de Relaciones E xteriores o bien, como
tam bién ocurre frecuentem ente, a los M inisterios de
Econom ía o de Finanzas o a organism os especializados. En
el prim er caso, estará a cargo de un agente diplom ático,
con un rango específico d entro de su respectivo escalafón,
que pu d iera ser M inistro C onsejero o Consejero; en los
dem ás, generalm ente se tratará de un especialista que
puede ser acreditado con cualquier rango, sea A gregado.
Secretario, C onsejero o M inistro C onsejero, con el apela­
tivo "Comercial" o "Encargado de los asuntos comerciales".
La URSS tiene representantes com erciales y representantes
II La Misión Diplomática 47
com erciales adjuntos. El R eino U nido y los dem ás países
del Com m onwealth "Trade Commisioner" (Com isario C om er­
cial).
Adem ás de los asuntos económ icos y com erciales, esta
sección debe preocuparse de otros dos aspectos: los asun­
tos financieros, entre los cuales sobresalen la inversión de
capitales y los asuntos bancarios y de crédito; y los
aspectos técnicos, relativos a m aterias industriales, agríco­
las, cooperación y asistencia técnica.

c) Sección prensa y difusión

Desde sus com ienzos, una E m b ajad a ha tenido po r objeto


d ar a conocer a su país. Sin em bargo, la orientación
m oderna de este sector es altam ente técnica y proviene de
la evolución en el cam po de la inform ación que ha in cu ­
rrid o este últim o tiem po.
En prim er térm ino, esa sección debe desenvolver sus
funciones en una doble dirección: persigue dar a conocer
en el país lo que a su gobierno interesa que se sepa del
suyo o aten d er las consultas que se form ulen sobre su
país, y sim ultáneam ente, inform arle acerca de lo que se
dice de su país en el Estado receptor.
H acia el exterior, debe estar al corriente de lo que
ocurra en los m edios de com unicación para m antener
inform ado al je fe de la m isión y en casos extrem os, que
deben ser estudiados acuciosam ente, proceder a la re c tifi­
cación pública de inform aciones locales equivocadas o
tendenciosas. No habrá que olvidar al respecto que al
rectificar, una M isión se encuentra siem pre en desventaja
en un país e x tran jero y se expone a riesgos todavía
m ayores. R esulta d ifícil im aginar que un m edio de prensa
va a aceptar ser objeto de un desm entido público sin
reaccionar.
T am bién en esta área hay quienes se inclinan porque
estas funciones sean desem peñadas por un diplom ático
generalista, y otros que p refieren la especialización,
encargándolas a periodistas de profesión. Los partidarios
de la prim era solución sostienen que resulta más fácil
enseñar a un diplom ático las técnicas de la inform ación
que a un experto en inform ación las artes de la diplom a­
cia.
48 Eduardo Jara Roncad
A pesar de esto, lo ideal parece ser entregar los
asuntos de prensa a un periodista, quien estará más cerca
de sus colegas de profesión, com prenderá m ejor sus nece­
sidades y ad ap tará m ejor la actividad de la M isión a tales
requerim ientos. Tal experto debe ser un nacional del
E stado que envía, que puede hacerse asesorar po r colabo­
radores locales, contratados en el propio país. N ada obsta,
en cam bio, a que la difusión esté encargada a un diplom á­
tico.
L a tarea de la E m bajada en esta m ateria es obtener
la colaboración de la prensa a través de la creación de
relaciones personales inteligentes. Ellas deben establecerse
con los grupos que influyen sobre la prensa, ya sea el
gobierno, los partidos políticos, los m edios financieros del
com ercio o de la industria, los sindicatos, los in telectua­
les, los m edios religiosos, etc. La prensa está estrecha­
m ente vinculada a los sectores vivos de la nación y de
ellos depende la orientación que se quiera dar a sus
inform aciones y no sólo de los encargados de la sim ple
adm inistración de tales m edios. De ahí que tal actividad
no pueda corresponder solam ente al encargado de esa
sección, sino que a la M isión toda.
El encargado deberá, en cam bio, desarrollar los
contactos con los periodistas. U n a M isión debe establecer
buenos vínculos con la prensa, la radio y la televisión
locales, ya que en caso contrario será d ifícil que pueda
alcanzar los objetivos que su gobierno espera de ella. E sta
labor debe ser cum plida asim ism o por el propio Jefe de
M isión, quien puede colaborar creando relaciones con los
altos directivos de los m edios de com unicación y tom ando
iniciativas de reuniones sociales, que son m uy útiles en
este sector y las que, para el agrado com ún, están exentas
de form alidades. A m bos, el Jefe de M isión y el encargado
de la sección, deben in cluir entre sus visitas de cortesía,
a su llegada al país, a los m iem bros más representativos
de la prensa, radio y televisión a nivel nacional.
L a M isión diplom ática requiere dar a conocer n o ti­
cias, m ientras que el periodista justam ente está a la
búsqueda de ellas. Existe así una unidad de objetivos entre
uno y otro, y hay que d escubrir la form a en que una
representación diplom ática puede proveer a la prensa de
noticias con las características que esta requiere.
II La Misión Diplomática 49
L a Sección Inform ación y Prensa puede, p ara tal fin ,
re c u rrir a diversos medios:

El com unicado de prensa. D ebe p resentar un interés


periodístico real, a fin de que sea leído p o r el
periodista y luego reproducido o al m enos utilizado
por éste. A dem ás, debe referirse a un tem a actual
porque si no es así, por su escasa im portancia o por
ser extem poráneo, no será objeto de ninguna a te n ­
ción. Por últim o, en cuanto a la form a, debe ser
claro, conciso y redactado en un estilo periodístico
sim ple, y distrib u id o con celeridad a sus destin ata­
rios.
L a co nferencia de prensa. Es un recurso excepcional,
al cual habrá que rec u rrir en circunstancias m uy
especiales. A ntes de in iciar su organización, habrá
que d eterm in ar si el tem a es de actualidad suficiente
para a tra er la atención de la prensa, si es conocido a
fondo, ya que los periodistas tienen m uchas fuentes
de inform ación propias y por últim o, si la M isión
está autorizada para referirse a todos los aspectos
del tem a central. A sim ism o, los invitados deben ser
de un m ism o nivel, esto es, no m ezclar directores de
periódicos con reporteros. La citación debe ser hecha
con tiem po, por escrito y eventualm ente ratificad a
por teléfono, a una hora práctica para la prensa y
generalm ente en la sede de la C ancillería o en la
residencia del Jefe de M isión. D eben estar presentes
el E m bajador o el A gregado de Prensa, para lo cual
requieren tener un conocim iento adecuado del idiom a
local. L a reunión puede contener u n a declaración
inicial, leída por algún funcionario, y luego preguntas
y respuestas. P rever una acogida grata, ev entual­
m ente un cocktails, y autorizar un intercam bio de
im presiones privado, inform al, al térm ino de la
m ism a. Al finalizar la reunión, es útil refo rzar lo
dicho distribuyendo a cada asistente u n a relación
escrita de los tem as tratados -p re p a ra d a con a n tic i­
pación- y de m aterial adicional al tem a.
R euniones con periodistas. Ya sea en los salones de
la M isión o bien du ran te un alm uerzo o com ida
privados, el E m bajador o el A gregado de Prensa
pueden reunirse, periódicam ente, con pequeños grupos
50 Eduardo Jara Roncad

de periodistas seleccionados para intercam biar ideas y


eventualm ente aclarar y aportar algunas precisiones
sobre hechos vinculados al país. Incluso pueden
entregarse inform aciones reservadas cuya trascenden­
cia sea ú til en el entendido de que sus interlocutores
lo harán sin re fe rir la fuente.
E n trega de docum entación. Para ev itar que estos
docum entos vayan directam ente al canastillo de los
papeles del periodistas, debe seleccionarse m aterial
actualizado, atractivo en su presentación, con cifras
m odernas, inédito y verdadero. A nte un pedido de un
periodista, hab rá que seleccionar el m aterial con
rapidez y hacérselo llegar al poco tiem po, por cuanto
de o tra m anera perd erá totalm ente su utilidad.
Invitación a periodistas a visitar el país. Este proce­
dim iento es em pleado cada vez más y se aplica con
utilid ad a todos los sectores de la prensa. Para ello
será necesario p rep arar un program a atractivo, que
incluya entrevistas con personalidades interesantes y
visitas a lugares de actualidad. P resenta la ventaja
de crear contactos, perm ite un buen conocim iento del
país y la certeza de que a su regreso el periodista
plasm ará sus observaciones en reportajes, los que
hab rán sido preparados po r un testigo presencial de
ese país. El problem a más serio que se presenta al
respecto es el de la acogida en el país de destino, ya
que de ella dependerá la buena o m ala im presión que
el periodista se lleve de su visita. A su regreso, la
E m b ajad a deberá tom ar contacto con el periodista,
conocer sus im presiones, obtener experiencias de las
m ism as y m antenerse relacionado con él. H ay que
ten er presente que en este procedim iento existe el
riesgo de no saber que inclu irá el visitante en sus
artículos, los que estarán avalados por su presencia
personal en el país.
P reparación de un boletín noticioso regular. Este
m edio perm ite d ar a conocer regularm ente noticias
acerca de su país, pero tiene el inconveniente que
generalm ente éstas no son m uy nuevas. Sin em bargo,
puede ser útil para rec tific a r inform aciones o colo­
carlas en su verdadera perspectiva. E sta labor puede
ir acom pañada con la preparación de m aterial de
d ifusión perm anente, en el idiom a local, que sirva de
II La Misión Diplomática 51

fu en te de consulta perm anente p ara los interesados


en inform arse sobre el E stado acreditante. Este
m aterial debe ser de buena calidad y su distribución
debe ser hecha a nivel nacional, no lim itándose
solam ente a la capital del Estado R eceptor.
E ntrevistas con carácter de exclusivas. Puede aco r­
darse con sus propias autoridades el otorgam iento de
entrevistas exclusivas a ciertos m edios de com unica­
ción, a cam bio de determ inadas ventajas.

d) Sección cultural

Para algunos países, el área cultural no es sino una parte


de la sección anterior. Se considera que el encargado de
aquella está en condiciones de desem peñar paralelam ente
una labor de difu sió n cultural. Así o cu rre, por ejem plo, en
los Estados U nidos, donde el USIS constituye una unidad
adm inistrativa general para esas tres áreas.
O tros, sin em bargo, consideran p referib le despolitizar
la difusión cu ltu ral, separándola de la inform ación a la que
m uchos com paran in fundadam ente con propaganda política.
El A gregado C ultural, en este caso, es autónom o y se
dedica a una labor de inform ación y de vinculación exclu­
sivam ente dentro del cam po cultural. Este sistem a ha sido
adoptado por F rancia, donde los Servicios C ulturales de
sus E m bajadas son casi autónom os de la m ism a y se
preocupan específicam ente de la expansión del idiom a y de
la civilización francesa, lo que constituye un objetivo
especial de la política exterior de ese país.
Existe un tercer sistem a, que tiende a separar to tal­
m ente la cu ltu ra no sólo de la inform ación, sino que del
aparato adm inistrativo general del Estado. La actividad
cultural está entregada en tal caso a una entidad au tó n o ­
m a, m otivo por el cual las M isiones diplom áticas nada
tienen que ver al respecto. Es el caso del R eino U nido,
donde cum ple tales funciones, desde 1934, el B ritish
C ouncil, aun cuando sus m iem bros en el ex terio r form an
parte, a veces, del personal diplom ático de una E m bajada
británica. O tros países cuentan con entidades subsidiarias
de la labor cultural de sus E m bajadas, como la A lianza
Francesa, el Instituto D ante A lighieri, P ro -H elv etia, el
G oethe Institu í, etc.
52 Eduardo Jara Roncati
C ualquiera que sea el sistem a que se siga, no hay
d u d a de que la cu ltu ra debe co n stitu ir un aspecto relevan­
te de la actividad diplom ática de un Estado. L a cultura
une a los pueblos por encim a de sus intereses políticos y
sus Estados, separados po r barreras ideológicas insoslaya­
bles, pueden encontrar en la cu ltu ra el puente p ara com ­
prenderse y respetarse. Sim ultáneam ente, a través de los
intercam bios culturales, pueden atenuarse diferencias
derivadas de la falta de conocim iento de los cim ientos
históricos de un país.
E sta Sección debe encargarse de d ifu n d ir la cultura
nacional a través de las más diversas vías, como la sus­
cripción de convenios culturales, acuerdos culturales sobre
aspectos específicos, la prom oción de intercam bios escola­
res y estudiantiles, apoyando exposiciones oficiales o de
artistas nacionales privados, concediendo becas de estudio
en su país, incentivando la m aterialización de m isiones
culturales y viajes de artistas de un país al o tro, d esarro­
llando intercam bios culturales, prom ocionando libros nacio­
nales culturales y científicos, etc.
No sólo hay que lim itarse a d ifu n d ir lo nacional en
el ex terio r, sino que tam bién debe actuarse com o puente
p ara d ifu n d ir lo foráneo en su propio país, lo que sim ultá­
neam ente favorece el desarrollo de la cu ltu ra nacional,
siem pre que no exista una oposición violenta entre esos
valores y los fundam entales del propio.
E sta área se caracteriza por su gran variedad, ya que
se desarrolla en los más diversos sectores. Paralelam ente,
goza en la p ráctica de una gran independencia y de au to ­
nom ía para o rien tar su actividad.
Por últim o, hay que tener presente que a través de
la cu ltu ra se pueden ganar valiosos vínculos para el país
ayudando así a la labor general de la M isión. Bien o rien ­
tada, la actividad cultural en el ex terio r puede p restar una
ayuda m uy útil al plano político. Por lo dem ás, son m u ­
chos los países que em plean inteligente y exitosam ente a
la cu ltu ra con objetivos políticos.

e) Sección defensa

E sta área de la M isión está a cargo de personal m ilitar,


perteneciente a las Fuerzas A rm adas de su país. D ependen
II La Misión Diplomática 53
de su respectivo M inisterio de D efensa N acional, a través
del respectivo Estado M ayor de la D efensa N acional, con
el cual se com unican directam ente, ya sea por télex, con
un sistem a de cifrado especial, o bien en fo rm a separada,
dentro de la valija diplom ática de la M isión.
Sus m iem bros tom an el nom bre del A gregado de
D efensa M ilitar, N aval o A érea, según si representan a
todas las ram as de las Fuerzas A rm adas o bien a una de
ellas en especial, y son secundados eventualm ente por
A gregados adjuntos y personal adm inistrativo, que p e rte ­
necen casi siem pre al m ism o servicio.
Estos Agregados form an parte del personal diplom á­
tico de la M isión, aun cuando eventualm ente tengan una
sede separada de la m ism a, no pertenezcan al M inisterio
de Relaciones E xteriores, ni sean rem unerados po r éste.
G ozan de los m ism os privilegios e inm unidades reservados
a los agentes diplom áticos, dependen del Jefe de la M isión
y están som etidos a la disciplina in tern a de la m ism a.
Su designación proviene de los M inisterios de D efen ­
sa, la que es com unicada al M inisterio de Relaciones
E xteriores a fin que, por la vía diplom ática, solicite el
respectivo "placet" o aceptación del M inisterio de D efensa
del Estado receptor, en caso que el país de destino así lo
exija. Se trata de una gestión parecida a la de petición
del agreem ent para un E m bajador, y se debe a que las
m aterias sensibles de que se ocupan los Agregados de
D efensa requieren que cuenten con una aprobación perso­
nalizada del Estado donde deberán desem peñarse. En
general los países exigen contar con un curriculum vitae
del oficial designado que incluya el desarrollo de su
carre ra m ilitar, sus cursos de especialización, u n a fo to g ra­
fía y una relación de su fam ilia más cercana. U n a vez
obtenido tal "placet" puede procederse a su nom bram iento
por parte del respectivo M inisterio de D efensa.
E n tre sus prim eras obligaciones luego de presentarse
al je fe de m isión figuran las de efectu ar visitas de saludo
a la totalidad de las autoridades m ilitares del respectivo
país, así como a sus colegas de otros países.
El A gregado M ilitar desem peña varias im portantes
funciones, la p rincipal de las cuales es la de observación.
El ám bito de interés de los A dictos de D efensa ha ido
am pliándose progresivam ente, desde el área puram ente
castrense, al industrial, económ ico, cien tífico , diplom ático,
54 Eduardo Jara Roncad

es decir a todos los elem entos de im portancia dentro de


un país y que constituyen la preocupación prim ordial de
sus Fuerzas A rm adas.
El interés profesional de éstos se c en tra en todo
cuanto pu eda ser de im portancia para las Fuerzas A rm adas
de su país o de su respectiva institución. A sí, po r e je m ­
plo, en un país fronterizo, los aspectos geopolíticos te n ­
d rán un carácter prioritario.
E sta observación se alim enta en las fu en tes abiertas
del Estado receptor, esto es, aquellas que están al alcance
de todos.
Su labor se concreta a través de la inform ación, la
que realizan directam ente p ara su respectiva in stitución, lo
cual determ ina en la práctica la existencia de un doble
canal de inform ación desde la M isión diplom ática al país.
Los antecedentes que cada una de esas dos áreas envían a
sus respectivos destinatarios deben ser el objeto de una
consideración com ún por esas partes, a fin de que en lo
posible no tengan interpretaciones d iferen tes, por falta de
antecedentes y de una adecuada coordinación, respecto de
los mism os hechos.
Por su com petencia en m aterias m ilitares, los A dictos
de D efensa deben ser, adem ás, los directos colaboradores
del E m bajador en éstas áreas, así como en los aspectos
vinculados con la defensa en general.
C orresponde asim ism o a estos A dictos la rep resen ta­
ción de las Fuerzas A rm adas de su país o de la respectiva
institución a la que pertenecen, ante el sim ilar del Estado
receptor. Tal función significa que ellos constituyen el
elem ento de vinculación entre am bas con el objeto de
refo rzar los respectivos contactos y su confianza m utua, a
través de su presencia en actividades m ilitares, sean
cerem onias o m aniobras, el establecim iento de vinculacio­
nes con la com unidad m ilitar local, visitas a autoridades, a
los buques de guerra, escuelas de form ación m ilitar, o fre ­
cim iento de becas, intercam bios m ilitares.etc.
Sin p erju icio de estas cuatro funciones básicas,
observación, inform ación, asesoría y representación, co­
rresponde a los A dictos de D efensa otras secundarias, pero
siem pre encam inadas a servir de vinculación en su área
en tre los dos países y de observador especializado, en la
m ejor situación, de todo el sistem a de defensa de un país,
para así colaborar con la protección de los intereses de su
II La Misión Diplomática 55
propio país. Así, por ejem plo, p articip ar en la com pra o
v enta de m aterial de guerra po r parte de un país.
Su reclutam iento es hecho cuidadosam ente en sus
respectivos países, atendidos su grado, su antigüedad, su
experiencia profesional en m ando, estado m ayor y técnicas
diversas, así como su conocim iento de idiom as. Perm anece
en sus funciones entre un año y m edio y tres años, siendo
p referib le que lo hagan du ran te un tiem po relativam ente
largo, a fin de que puedan com penetrarse del m edio local
y com prenderlo adecuadam ente.
Los A dictos de D efensa acreditados en un m ism o país
crean entre sí, incluidas sus esposas y los m iem bros de
sus fam ilias, cordiales y estrechas relaciones de am istad,
lo que les perm ite estar m uy bien inform ados acerca del
país sede, m otivo por el cual sus opiniones deben ser
objeto de una consideración especial en los trabajos de la
M isión.
La función del A dicto de D efensa es m al conocida y
m uchas veces d eform ada hacia otras áreas más c o n flicti­
vas. Sin em bargo, tal im agen va cediendo paulatinam ente
fre n te a una más real, la de ser los consejeros técnicos de
sus E m bajadores, observadores profesionales y calificados
de las m aterias de defensa de un país y de elem entos de
contacto irrem plazables entre las Fuerzas A rm adas de los
países respectivos.
Para aten d er las necesidades de los A dictos de
D efensa, las respectivas ram as de las Fuerzas A rm adas
designan oficiales de enlace, cuyas funciones son las de
servir de vínculo, para todos los fines necesarios, entre
aquellos, las Fuerzas A rm adas y el M inisterio de D efensa
local.
Por últim o, hay países que suelen enviar Agregados
de Policía, que están encargados de la relación entre las
respectivas instituciones policiales.

f) Sección consular

Cuando no existe una representación consular en la capital


del Estado receptor, el Estado que envía tiene el derecho
a que en su M isión diplom ática se pueda desem peñar
sim ultáneam ente funciones consulares. E sta posibilidad que
contem pla el artículo 7 de la C onvención d é V iena sobre
56 Eduardo Jara Roncati
Relaciones D iplom áticas, proviene del derecho de un
Estado de proteger a sus nacionales, donde quiera que
residan y de la parad o ja que se presentaría en caso de
que ello no pu d iera cum plirse justam ente donde tiene su
sede una M isión diplom ática.
Si un Estado resuelve a b rir una Sección C onsular en
una de sus M isiones en el exterior, ésta debe no tificar al
M inisterio de Relaciones E xteriores el nom bre del o de los
m iem bros del personal diplom ático de la m ism a que desem ­
peñarán las funciones consulares. Estas tareas serán
independientes de las que le correspondan dentro de la
m isión, y en su ejercicio deberá atenerse a los reglam en­
tos consulares vigentes en su país y a la legislación
consular internacional respectiva.8
R especto de estas m aterias, el superior jerárq u ico del
E ncargado de la Sección C onsular -q u e es su nom bre
técn ico - depende jerárquicam ente del je fe de m isión y no
del Cónsul G eneral, ya que se tra ta de un funcionario
diplom ático de esa m isión a cargo, adicionalm ente, de
funciones de carácter consular. En consecuencia, las
actividades de esa Sección se transm iten a su M inisterio a
través del je fe de M isión. El Cónsul, en cam bio, tiene
derecho a hacerlo directam ente y con su firm a.
El nom bram iento de este funcionario es resuelto por
el M inisterio, y com unicado por el respectivo Jefe de
M isión. E n esa nota, deberá indicarse exactam ente el
carácter de que está investido y que no se tra ta de un
Cónsul, ya que en este últim o caso su nom bram iento se
regirá por otras norm as, incluyendo el otorgam iento de
L etras Patentes y del Exequátur.
E n caso de ausencia o im posibilidad de aquel, el Jefe
de M isión puede designar librem ente a su reem plazante,
com unicándolo al E stado receptor a través de u n a nota e
inform ando a su M inisterio de R elaciones E xteriores.
El E ncargado de la Sección C onsular puede tener su
sede en la m ism a E m bajada y conserva su condición de
agente diplom ático, gozando de los mismos derechos y
prerrogativas de éstos. Las funciones consulares de estos
agentes son en general m uy elem entales, com o ser otorga­
m iento de visas, legalizaciones, asistencia a nacionales, ya

8. Convención de Viena sobre relaciones consulares, de 24 de abril de 1963.


II La Misión Diplomática 57

que si fu eran m ayores en cantidad y diversidad c ie rta ­


m ente el país hab ría resuelto a b rir u n C onsulado. Por este
m otivo, de hecho estas tareas son cum plidas por personal
adm inistrativo y técnico, lim itándose el encargado de la
Sección a firm a r los docum entos necesarios y a una su p e r-
vigilancia general de las actividades de la misma.
Independientem ente de que exista o no esta sección,
corresponde desem peñar en una m isión diversas tareas
diplom ático-consulares, como son el otorgam iento de
pasaportes diplom áticos y oficiales, la prórroga de su
vigencia, conceder visas diplom áticas y oficiales, etc.

g) Sección adm inistrativa y contable

El funcionam iento de una E m bajada exige una p reo cu p a­


ción especial por los asuntos adm inistrativos y contables
de la misma. E n efecto, para cum plir con los objetivos
previstos, los Estados deben dotar a sus m isiones de un
presupuesto determ inado, destinado a c u b rir las distintas
áreas de acción de la m ism a. Si no hay una buena adm i­
nistración de los fondos fiscales respecto del Estado
receptor, o éstos no son adecuadam ente justificad o s ante
el Estado que acredita, el funcionam iento de la m ism a
puede verse afectado seriam ente.
De ahí entonces que la reglam entación vigente en
casi todos los países entrega al propio Jefe de M isión la
responsabilidad personal sobre estas m aterias, la que es
juríd icam en te indelegable. Por falta de tiem po, general­
m ente se exim e de la preocupación m aterial por ésta al
Jefe de M isión, quedando entonces entregada al Jefe de
Cancillería.
R esulta conveniente, sin em bargo, por diversos m o ti­
vos, que esta función sea desem peñada m aterialm ente por
un funcionario subalterno de la m ism a, bajo el control
directo de aquel, ya que así habrá una doble atención de
esta im portante m ateria.
Las M isiones cuentan con fondos para asum ir su
funcionam iento norm al, para pagar el personal local, para
gastos de representación, para sus com prom isos culturales,
de difusión u otros específicos. La adm inistración de estos
fondos debe ser hecha con gran atención, en especial en
cuanto se refiera a la justificació n del respectivo gasto,
58 Eduardo Jara Roncati
así como a los pagos. De todo ello debe llevarse una
cuenta exacta y al día, a fin de ev itar errores por equivo­
caciones u olvidos. Todos los países deben contar con una
reglam entación estricta de esta m ateria.
E sta Sección perm ite conocer en p ro fu n d id ad la
form a de o perar de una E m bajada. Perm ite constatar, así,
la im portancia que reviste el m anejo de fondos fiscales,
cuyo uso anti-reg lam en tario puede provocar serios tra sto r­
nos a los funcionarios involucrados, de carácter adm inis­
trativo, civil e incluso penal.
En el área adm inistrativa propiam ente tal, esta
Sección debe aten d er todo lo relacionado con el personal
contratado localm ente, la preparación de m aterial in fo r­
m ativo para todo el personal de la M isión respecto del
país sede (m édicos, dentistas, facilidades para viajes y
práctica de deportes, clim a, habitación, ayuda dom éstica,
colegios, iglesias, etc), con los bienes fiscales tanto in ­
m uebles como m uebles de la M isión, los inventarios y sus
m odificaciones, con los m edios de transporte oficial y
m uchos otros aspectos sim ilares, incluyendo los relativos a
la residencia oficial de la E m bajada.

h) Sección cerem onial y Protocolo

U na M isión debe aten d er innum erables com prom isos de


carácter oficial, com o condecoraciones, conm em oraciones,
celebraciones, etc., o bien sociales. Estas funciones deben
ser atendidas por personal diplom ático el que, sin perju icio
de sus dem ás responsabilidades, debe ser afectado a tal
fin. Sólo así puede darse cum plim iento cabal a este tipo
de actividades, donde está en juego la im agen de la M isión
fre n te al país y el correcto desarrollo de actividades
m uchas veces de una im portancia trascendental para las
buenas relaciones en tre los Estados.
Este funcionario, con criterio político y teniendo
siem pre presente la necesidad de no ver afectadas las
relaciones con el Estado sede o con la respectiva O rga­
nización Internacional, deberá preocuparse de todos los
detalles inherentes a tales actividades. Estas se rigen por
las norm as de protocolo del propio país y no del país
sede, aunque con las inflexiones que sea necesario para
aten d er ciertas costum bres locales que no debieran olvi­
II La Misión Diplomática 59

darse si se quiere ten er gratos a los invitados nacionales


del E stado receptor.
Para cum plir adecuadam ente con tales funciones, será
necesario contar con los m edios hum anos y m ateriales.
D eberá asignarse algún funcionario adm inistrativo para
colaborar con las m ism as, así como el Jefe de M isión debe
in clu ir en sus gastos por concepto de representación todo
el m aterial que sea necesario para que tales actividades
resulten útiles p ara los objetivos propuestos, cuales son
los de realzar la presencia del propio país y desarrollar
los vínculos en tre su Estado y aquel donde está ac re d ita ­
do, o su im portancia dentro de la respectiva O rganización
Internacional.
Especial atención exige la celebración del D ía N acio­
nal, cuyos preparativos hab rá que aten d er con la a n tic i­
pación y dedicación que esta efem érides hace necesario.
Este acontecim iento debe atra er a las más altas a u to rid a ­
des del país sede, del C uerpo diplom ático acreditado y del
con ju n to de las actividades de una nación. Todos ellos
deben ser invitados en la form a y tiem po adecuados y
luego atendidos com o su rango lo exige. E l lugar debe ser
previam ente seleccionado, contratados los servicios y
m aterial necesarios y el personal de la M isión debe d istri­
buirse adecuadam ente para atender a los agasajados. El
resultado final sólo puede ser el de d e ja r en el más alto
nivel posible a su país y a sus autoridades en el Estado
receptor.

4.2 M isión acreditada ante una O rganización


Internacional

L a M isión diplom ática ante las O rganizaciones Internacionales,


que tom a el nom bre de R epresentación Perm anente, presenta
características propias no sólo respecto de su estru ctu ra, sino
que por la orientación m ism a de la función que les corresponde
desem peñar. Sin em bargo, tiene una sim ilitud básica con la
M isión bilateral, atendiendo a los funcionarios que la integran y
los m edios de acción que utilizan.
No obstante lo an terio r, esta M isión presenta ciertas
características específicas, las principales de las cuales señala­
rem os a continuación:
60 Eduardo Jara Roncati

a) O rientación de la actividad diplom ática. Esta M isión desa­


rrolla sus funciones, en form a sim ultánea, ante la entidad
ante la cual está acreditada así como respecto de las
R epresentaciones Perm anentes, de los dem ás Estados
m iem bros de la O rganización respectiva. Esto es, se actúa
ante ésta y todas las dem ás R epresentaciones Perm anentes,
a d iferen cia de lo que ocurre en la E m bajada, que tiene
siem pre un solo interlocutor. De ahí surge entonces el
nom bre de diplom acia m ultilateral, con el que se denom ina
a la función que se desem peña ante las O rganizaciones
Internacionales o en las conferencias internacionales. La
acción diplom ática se desenvuelve en este caso más hacia
las R epresentaciones Perm anentes, o sea los dem ás Estados
m iem bros, que ante la propia organización.
b) R eglam entación Internacional. L a actividad de estas M isio­
nes carece hasta ahora de una reglam entación in tern acio ­
nal im perativa, com o ocurre con la diplom acia bilateral. En
1975 se suscribió un acuerdo internacional, denom inado
C onvención de V iena sobre la R epresentación de los
Estados ante las O rganizaciones Internacionales de carác­
ter universal, pero aún no ha entrado en vigor po r no
contar con el núm ero de ratificaciones exigido por la
m ism a p ara ese fin . Sin em bargo, las norm as de esta
C onvención constituyen un valioso elem ento doctrinario
por haber sido elaborada por ju ristas internacionales de
alto nivel.9
A nte tal situación, el funcionam iento de estas M isio­
nes, así com o las características de su acción, se rigen
por diversos tipos de norm as, en tre las cuales fig u ran la
legislación in tern a de cada E stado, los T ratados In te rn a ­
cionales que reglam entan la estructura de las respectivas
O rganizaciones Internacionales, los acuerdos de sede, la
costum bre internacional. Esto significa que en la práctica,
no hay unifo rm id ad respecto de esta m ateria, com o ocurre
en la diplom acia bilateral.
c) E stablecim iento. Los Estados m iem bros de una determ inada
organización internacional tienen el derecho de establecer
ante ella una R epresentación Perm anente. A nte tal d eci­
sión no pueden oponerse ni los dem ás Estados m iem bros ni
la O rganización. Este derecho se fu n d a en el principio de

9. Ver anexo 12
II La Misión Diplomática 61
la Igualdad ju ríd ic a de los Estados. El establecim iento de
una R epresentación Perm anente proviene entonces, de un
acto unilateral del respectivo E stado, lo que constituye
una nueva d ife ren c ia con lo que ocurre en esta m ateria
con una M isión diplom ática bilateral.
Los Estados m iem bros, po r su p arte, pueden tam bién
establecer ante las O rganizaciones Internacionales, M isio­
nes O bservadoras o de observación,a través de las cuales
se enteran de las actividades de ella, m antienen vínculos y
negociaciones con las O rganizaciones y eventualm ente
salvaguardar sus intereses respecto de ella. Para hacerlo
se requiere que el reglam ento de tal entidad lo perm ita, lo
que hace que en d e fin itiv a la decisión corresponda a los
Estados m iem bros. En la práctica, resulta d ifícil que se
rechace un pedido de tal especie, aun cuando ju ríd ic a ­
m ente p odría hacerse, ya que es de beneficio com ún que
sea el m ayor núm ero de Estados los que p articip en de los
objetivos perseguidos por la O rganización,
d) E structura. C ualquiera sea el rango del Jefe de la M isión
y su núm ero, las M isiones son iguales entre sí y no hay
entre ellas diferencias de categoría. E sta situación provie­
ne tam bién del principio de la igualdad ju ríd ic a de los
Estados.

Al igual que la M isión diplom ática bilateral, la R epresenta­


ción Perm anente está dividida en secciones especializadas, pero
en este caso, de acuerdo con las m aterias de la com petencia de
la respectiva O rganización, así como de los aspectos adm inis­
trativos de apoyo. Estas secciones pueden estar estructuradas
atendiendo entre otros a los siguientes tres aspectos básicos:

Por m aterias, en asuntos políticos, económ icos, etc. Así


hab rán secciones a cargo norm alm ente de funcionarios con
el grado de C onsejeros, que se encargarán de todas las
actividades relativas a la respectiva m ateria. Esto puede
o c u rrir en representaciones ante la FA O , U N ESC O , las
N aciones U nidas, etc.
E n función de los órganos de la entidad. E n el caso de
por ejem plo, atendiendo a las m aterias entregadas al
conocim iento de la A sam blea G eneral, Consejo de Seguri­
dad, Consejo Económ ico y Social, Consejo de A d m in istra­
ción F iduciaria, C orte Internacional de Justicia.
62 Eduardo Jara Roncati

Por com isiones de tra b a jo , asuntos políticos, sociales,


hum anitarios, económ icos, adm inistrativos, ju ríd ico s, etc.
A sí suele o c u rrir en la m ayor parte de las R epresenta­
ciones Perm anentes acreditadas ante la O rganización de
las N aciones U n id as.10

Por su p arte, las M isiones que están acreditadas ante


organizaciones d iferen tes, com o es el caso de las que tienen su
sede en G inebra, d istribuyen sus actividades por organism os,
cada uno de los cuales son atendidos por determ inados grupos
de funcionarios de una M isión.11

5. Las Com unicaciones

La M isión diplom ática debe estar en contacto perm anente con


su M inisterio de Relaciones E xteriores. Es im perativo para ella
hacerlo, desde el m om ento que la inform ación constituye una de
sus principales funciones y no podría cum plir con ella si no
contara al respecto con los m edios necesarios.
L a C onvención de V iena consagra tal prin cip io , al esta­
blecer que los Estados deben "perm itir y proteger la libre
com unicación de la M isión para todos los fines oficiales",
garantizándole el uso, para este fin de "todos los m edios de
com unicación adecuados". (A rtículo 27)
Los m edios que requiere una M isión para contactarse con
su país son m uy variadas, y dependen de diversos factores como
son la urgencia, la eficacia, la seguridad y el valor, así como
de los m edios técnicos de que esté dotada. H ay conciencia
internacional actualm ente en el sentido de d otar a sus M isiones
de los más avanzados m edios de com unicación los que, a te n ­
diendo la m ultiplicidad de funciones que ellas desem peñan, se
han convertido en indispensables.
E n térm inos generales, los m edios de com unicación de que
puede valerse una M isión diplom ática pueden ser orales, como
el teléfono, las em isoras de radio, los llam ados a consultas o a
in fo rm ar, y escritos, com o el télex, el telégrafo, los telefascím il
y la correspondencia diplom ática en todas sus form as. A esta
últim a nos referirem os más adelante de una m anera especial.

10. Ver anexo 13


11. Ver anexo 14.
II La Misión Diplomática 63
Para aten d er las com unicaciones a través de radio, tele­
facsím il y télex, abiertos o cifrados, debe existir una sección
especial de la M isión. Estas com unicaciones pueden hacerse
directam en te, de país a país, o a través de centrales regionales
distribuidoras.
El teléfono exige todavía, en la m ayor parte de los países,
un largo tiem po de espera y tiene un m áxim o grado de inse­
guridad. Los llam ados o consultas, com o lo verem os o p o rtu n a­
m ente, no pueden hacerse en form a perm anente. El télex,
co njuntam ente con el equipo criptográfico, constituyen todavía
un rápido y seguro m edio de com unicación. Perm ite una res­
puesta casi inm ediata, lo que le d e ja en un nivel parecido al
teléfono y la radio y tiene m ucho más alto grado de seguridad,
aun cuando hay que tener siem pre presente que la seguridad
com pleta en esta m ateria no existe, ya que los m ensajes son
siem pre susceptibles de ser interceptados y descifrados con
elem entos m odernos altam ente sofisticados. Exige, sin em bargo,
un control estricto para su funcionam iento debido a su alto
costo, para lo cual será necesario ponderar juiciosam ente qué
m aterias exigen el uso de este m edio de com unicación inm e­
diato.
El telefacsím il, por su parte, perm ite el envío inm ediato
de copias de docum entos de un lugar a otro a través del sis­
tem a telefónico. Este m ecanism o, sin em bargo, es público, lo
que im pide su uso para tran sm itir m aterial reservado pero puede
servir para aclarar o am pliar una inform ación ya que po r su
interm edio se pueden enviar docum entos m anuscritos o firm ados.
Su costo no es alto, porque está vinculado al precio de la
com unicación telefónica y tiene tendencia a b a ja r con la m o­
dernización de sus elem entos, que facilitan un contacto cada
vez más breve.
Estas funciones pueden estar a cargo del personal d ip lo ­
m ático o especializado (llamados cifradores), de acuerdo al
régim en de cada país. E xigen, sin em bargo, un alto grado de
responsabilidad y una preocupación prácticam ente perm anente,
de día y de noche, debido a la urgencia de los tem as y a las
diferencias de horas entre los países. La labor de c ifra r, enviar,
recib ir y d escifrar m ensajes intercam biados con el M inisterio de
Relaciones E xteriores requiere, adem ás, una m áxim a reserva y
discreción, ya que la sola m ención de ciertos tem as puede dar
indicios acerca de las preocupaciones actuales de una M isión.
La instalación de una em isora de radio requiere de una
autorización especial del Estado receptor, lo que en la práctica
64 Eduardo Jara Roncati
debe hacerse a través de un intercam bio de notas. Así lo
establece la C onvención de V iena, en su artículo 27, párrafo 1,
final.
Las nuevas aplicaciones de la in form ática están p e rm itien ­
do el uso de un correo electrónico para que la inform ación
llegue con un m áxim o de rapidez a su destinatario. Los sistem as
de télex están com enzando a ser m anejados por com putadoras,
organizando su d istribución hacia las autoridades o el área
respectiva. La seguridad de tales com unicaciones es técnica­
m ente m uy elevada y presenta la v en taja inigualable de poder
u tilizar sim ultáneam ente otros m edios como el cifrad o , el disca-
do directo internacional, el telefacsím il, etc. Sin em bargo su
instalación podría d ar origen a dificultades de orden diplom áti­
co entre los respectivos países, debido a que no fu e m encionada
po r la C onvención de V iena y pudiera req u e rir algún tipo de
acuerdo bilateral o m ultilateral.

6. S eguridad y violencia in tern acio n al

La violación de los locales de una M isión diplom ática y de la


inm unidad no es nada nuevo. H a ocurrido a través de los siglos
y ciertam ente continuará ocurriendo. Sin em bargo, a p artir de
fines de la década de los 60, hechos de esta naturaleza han
tenido un notorio repunte en cantidad. E n efecto los sucesos
relativos a asaltos de E m bajadas, tom a de rehenes y asesinatos
de diplom áticos han pasado a convertirse en algo casi cotidiano.
¿Por qué hay tantas Em bajadas y diplom áticos han pasado
a convertirse en blancos de tales actividades? E n prim er térm i­
no, se trata de una fórm ula segura de atraer publicidad hacia
una causa política o religiosa; pero hay tam bién otros m otivos,
com o obtener la liberación de presos políticos o incluso com u­
nes, salvoconductos o asilos para los autores de esos hechos, la
adopción de ciertas m edidas por parte de sus gobiernos, o la
sim ple búsqueda de un rescate en dinero para obtener fondos
para co n tin u ar con sus actividades.
Es verdad que puede o c u rrir que las actividades terroristas
provengan de las propias E m bajadas, que han abusado de sus
privilegios, convirtiendo a sus C ancillerías en centros para la
subversión o el espionaje, o incluso am bas cosas a la vez. Pero
aun así, ello no ju stific a al país a n fitrió n a violar sus propias
responsabilidades. Los rem edios, en tal caso, son otros, como
pedir el retiro de la inm unidad de sus diplom áticos, declararlos
II La Misión Diplomática 65
personas no gratas o incluso suspender las relaciones dip lo m áti­
cas.
A través de los tiem pos, y en especial luego de la C on­
vención de V iena de 1961, la com unidad internacional ha ido
determ inando sus derechos y responsabilidades en el ám bito
diplom ático. El gobierno local debe p roteger los locales de la
M isión, los m iem bros del personal diplom ático y los m iem bros
de su fam ilia; sus residencias particulares y sus vehículos
particu lares.12 Los diplom áticos acreditados en un país, po r su
p arte, deben respetar las leyes internas del país a n fitrió n y
abstenerse de in te rv en ir en sus asuntos internos. Se trata,
entonces, de un ju sto equilibrio.
E n consecuencia, el Estado an fitrió n es responsable de la
seguridad fu era de las puertas de las C ancillerías y las residen­
cias, pero para ingresar a éstas sus agentes deben ser invitados
a hacerlo. Cada E m b ajad a sin em bargo, debe velar por sí m ism a
al in terio r de ella. Esto conduce a las M isiones a ten er que
preocuparse de esta m ateria, organizando una sección especial
integrada por funcionarios especializados, que debe contar con
medios m odernos, encargada de la seguridad del personal, de los
edificios y de las instalaciones.
E n general, las Em bajadas adoptan un m ecanism o de
seguridad constituido por una serie de anillos concéntricos. En
el prim ero están los contactos que se crean con las autoridades
locales con el objeto de lograr su apoyo ante problem as de esta
naturaleza. Luego, establecer buenos vínculos con los más
diversos sectores, a fin de saber exactam ente qué puede estar
ocurriendo en el país en relación con su E m bajada o su propio
país. E n seguida, hay que tener un conocim iento exacto del
vecindario y, luego, del grado de vulnerabilidad del edificio
donde funciona la M isión y las residencias de los funcionarios,
pero m uy especialm ente de la prim era. H asta este p u nto, todo
es de responsabilidad del Estado receptor pero se le puede
prestar una ayuda útil adoptando al respecto iniciativas in te li­
gentes.
La próxim a etapa pueden ser los equipos, más o menos
sofisticados, que se instalen en el propio edificio. C ircuitos
cerrados de televisión, alarm as electrónicas, vidrios antibalas o
antibazookas, puertas blindadas, separaciones seguras entre las
secciones abiertas o no al público, agentes de seguridad p ro ­

12. Artículos 22, 29 y 30. Ver anexo 5


66 Eduardo Jara Roncati

pios, y tantos otros elem entos utilizados para tal efecto. La


instalación de este m aterial, así como su m antenim iento y
utilización son en cam bio de responsabilidad total de la respec­
tiva M isión.
F u e ra de ésta, los diplom áticos deben ev itar, a través de
la adopción de técnicas desarrolladas para tal fin , ser blancos
fáciles de esta violencia internacional, a través de m edidas de
seguridad en sus casas y en sus desplazam ientos, cam biando
perm anentem ente de rutas, horarios y actividades. Los diplom á­
ticos pueden cargar arm as y em plear guardaespaldas arm ados,
pero sim ultáneam ente tienen la obligación de respetar las leyes
locales, lo que en general les obliga a protegerse, fu era de sus
casas y autom óviles, m ediante la policía del E stado receptor.
V elando po r su seguridad y la de sus fam iliares, el d ip lo ­
m ático se evita dificultades a sí mism o y a su gobierno. Para
tal fin , debe ten er plena y perm anente conciencia de los ev en ­
tuales problem as de seguridad que podrían afectarle ju n to con
su grupo fam iliar y adoptar las m edidas que considere adecuadas
o que le sugieren los especialistas, atendiendo a las caracterís­
ticas del país sede y del propio, a fin de poder al m enos
aten u ar los riesgos.
Si todos estos principios y m ecanism os fallan, y una
E m b ajad a es asaltada y sus diplom áticos tom ados en calidad de
rehenes, reviste una gran urgencia poder d eterm in ar los o b je ­
tivos perseguidos por los asaltantes. A veces, sólo buscan
publicidad para sus actividades, y una buena resonancia en la
prensa local satisfacerá sus apetitos. Igualm ente fundam ental es
m antener la calm a y tra tar de tranquilizar a los terroristas, que
suelen encontrarse en un estado m áxim o de nerviosism o, que
podría llevarles a com eter errores irreparables y a lo m ejor ni
siquiera perseguidos. Según los expertos, la m ejor fórm ula para
sobrevivir es creando algún tipo de vínculos hum anos con los
captores (sin llegar al síndrom e de Estocolm o), haciendo el
esfuerzo por com prender sus objetivos. Si falla, sólo queda la
altern ativ a del rescate por la fuerza, con todos los riesgos que
ello significa.
El diplom ático sabe que los gobiernos no están dispuestos
a tran sar políticas o acciones por la vida de un rehén. En
consecuencia, deben adoptar perm anentem ente las m edidas
adecuadas para im pedir verse involucrados en este tipo de
hechos. La preocupación diaria por estos riesgos, tanto personal
com o co n ju n ta con los m iem bros de su fam ilia, constituyen la
m ejor form a de evitarlos.
II La Misión Diplomática 67

7. Sede

L a sede de una M isión puede estar d eterm inada en el acuerdo


m ediante el cual se establecen las relaciones diplom áticas entre
dos Estados y se autorizan la a p e rtu ra de las respectivas M isio­
nes. Si nada se dice al respecto se entiende que es la sede del
gobierno del Estado receptor, para facilitar así los contactos
oficiales.
Puede o c u rrir, sin em bargo, que un país tenga su capital
en una ciudad d iferen te de la sede de gobierno. E n este caso,
se actuará de acuerdo con las sugerencias de las autoridades
locales y la coyuntura política internacional. Puede o cu rrir
tam bién que existan capitales rotativas, por razones de clim a u
otras, caso en el cual habrá que actuar de acuerdo con los
dem ás países y teniendo siem pre en vista el m antenim iento de
contactos expeditos con el gobierno del Estado receptor.
D istinto es cuando determ inados países exigen, por razones
de política in terna, que las Em bajadas tengan necesariam ente su
sede en una determ inada localidad. A nte tal situación, habrá
que actuar cautelosam ente, analizando todos los elem entos que
están envueltos en el caso y con instrucciones de su gobierno.
La sede de la M isión determ ina el lugar donde deben
fu n cio n ar las C ancillería, la residencia del Jefe de M isión y las
del personal de la m ism a. E n general, los países exigen que sus
diplom áticos tengan su residencia en la m ism a ciudad donde
tiene su sede la M isión, ya que en caso contrario se crean
dificultades innecesarias, derivadas de los problem as de su
transporte diario a la m ism a. A ntes de resolver acerca del lugar
donde desean residir, los funcionarios deben consultar a las
autoridades de su M isión, a fin de tom ar una decisión que no
provoque problem as para su funcionam iento expedito y norm al.
Cuando un funcionario está acreditado ante más de un
E stado, deberá fija r su residencia en la capital del país que su
gobierno resuelva.
U na vez establecida la sede de una M isión, esta no puede
ser cam biada unilateralm ente. Igualm ente, la C onvención de
V iena establece que los Estados no pueden establecer oficinas
que form en parte de la M isión en localidades distintas de
aquella en que radique la propia M isión, sin el consentim iento
previo y expreso del Estado R eceptor, (artículo 12).
68 Eduardo Jara Roncati

El Jefe de la M isión puede en principio v iaja r dentro del


país donde está acreditado sin necesidad de solicitar au to riza­
ción de las autoridades locales. Sin em bargo, a fin de tom ar
contacto con autoridades provinciales o cuando la reglam enta­
ción in tern a así lo exige, debe com unicar el itinerario al P roto­
colo local.
Si el Jefe de M isión tuviera que salir transitoriam ente del
país, debe com unicar la fech a de salida y el térm ino aproxim ado
de su ausencia al respectivo M inisterio de Relaciones E xteriores
y a todos los Jefes de M isión diplom áticas residentes, con
indicación del nom bre del funcionario que asum irá en su ausen­
cia com o E ncargado de Negocios Interino. A l regresar a su
sede, deberá com unicarlo a las mismas autoridades a las que
avisó su ausencia. A sim ism o, debe in fo rm a r oportunam ente a su
propio M inisterio de Relaciones E xteriores y, en caso de ser
reglam entariam ente necesario, solicitar la respectiva autoriza­
ción.
A l designar un E ncargado de Negocios Interino, el Jefe de
M isión debe atenerse estrictam ente al orden jerárq u ico del
personal diplom ático de ésta, teniendo presente que los A grega­
dos civiles y m ilitares, C ancilleres o personal adm inistrativo y
de servicio están colocados para tal efecto, por debajo del
T ercer Secretario. Algunos países, sin em bargo, lim itan la
designación com o Encargados de Negocios a d interim a d eterm i­
nados niveles jerárquicos.
Suele confundirse la sede de la M isión con los locales de
la m ism a. T écnicam ente, sin em bargo, son dos cosas diferen tes,
ya que éstos son los "edificios o las partes de estos edificios,
sea cual fuere su p ropietario, utilizados para los objetivos de la
M isión, incluyendo a la residencia del Jefe de M isión, así como
el terreno destinado al servicio de esos edificios o de parte de
ellos". Así lo establece el artículo 1, letra i, de la C onvención
de V iena.

8. Deberes de la M isión D iplom ática

L a M isión diplom ática y sus m iem bros tienen ciertos deberes


fundam entales que cum plir con respecto al Estado receptor,
respetar las leyes y reglam entos, no in terv en ir en sus asuntos
internos, así com o abstenerse de desém peñar actividades p ro fe ­
sionales y com erciales.
II La Misión Diplomática 69

a) R espetar la legislación in tern a del Estado receptor.

El diplom ático no está som etido a la ju risd icció n del


Estado R eceptor, pero ello no significa que no deba respe­
tar sus leyes y reglam entos. M uy po r el contrario, está
obligado a som eterse a su legislación in tern a, tanto en sus
actividades oficiales como en su vida privada. Igual cosa
ocurre con la M isión D iplom ática misma.
En efecto, tanto ésta como sus m iem bros están
obligados a resp etar las norm as del país en todos sus
aspectos, a m enos que la m ism a ley les dispense expresa­
m ente de tal obligación. Ello es válido para todo tipo de
norm as, desde las más im portantes hasta las m enos. U n
diplom ático no puede estacionar su autom óvil en un lugar
p rohibido, a m enos que el respectivo reglam ento de trá n ­
sito lo autorice. Igual cosa ocurre con los pagos de sus
rentas, el pago por las com pras de artículos para el
funcionam iento de la m isión, el pago de sueldos y cotiza­
ciones previsionales, el respeto por la legislación crim inal,
etc.
A l respecto, la C onvención de V iena, en su artículo
41, dispone: "Sin preju icio de sus privilegios e inm u n id a­
des, todas las personas que gocen de esos privilegios e
inm unidades deberán respetar las leyes y reglam entos del
E stado receptor".
Dem ás está señalar que si esta obligación rige res­
pecto de quienes tienen privilegios e inm unidades diplom á­
ticas, con m ayor razón es aplicable respecto de aquellos
m iem bros del personal de la m isión que no tienen tales
privilegios e inm unidades. Igual obligación existe respecto
de los m iem bros de sus respectivas fam ilias.
A hora bien, si un agente diplom ático no cum ple con
tal obligación no puede ser procesado en el Estado rec e p ­
tor. Pero su falta será atentam ente analizada por éste y
en su propio Estado y, atendiendo al grado de la m ism a o
a las negociaciones entre am bos, el Estado acreditante
puede ren u n ciar a los privilegios de que gozaba su agente,
perm itiendo su enjuiciam iento, o bien proceder a sancio­
narlo o procesarlo en su propio país.
Sólo el E stado puede ren u n ciar a tal privilegio y no
el respectivo agente, ya que si esto estuviese perm itido,
esos privilegios podrían llegar a convertirse en sim ple­
70 Eduardo Jara Roncati
m ente teóricos. A dem ás la renuncia deberá ser siem pre
expresa.13
El E stado receptor tiene asim ism o una serie de otras
alternativas, que van desde un llam ado de atención verbal
personal al Jefe de M isión, o eventualm ente por escrito,
su declaración com o persona non grata o su expulsión del
país.
E n consecuencia, la actuación del diplom ático está
som etida a la supervigilancia de su propio Estado y del
E stado recep to r, cada uno de los cuales puede, a su
m anera, sancionar una violación que se produzca respecto
de esta obligación.

b) No in terv en ir en los asuntos internos del Estado receptor.

El principio universalm ente aceptado y reconocido po r la


com unidad internacional es que la M isión diplom ática y sus
agentes no pueden in terv en ir en los asuntos privativos del
Estado donde están acreditados. Así lo sostuvo la doctrina,
la práctica y lo consagró ju ríd icam en te la com unidad
internacional en diversos tex to s,14 entre los cuales la
C onvención de V iena de 1961 en su artículo 41: "Tam bién
están obligadas (las personas que gocen de privilegios e
inm unidades) a no inm iscuirse en los asuntos internos de
ese Estado".
E sta obligación fluye claram ente del p rincipio de la
soberanía de un E stado sobre su territo rio y constituye
u na com pensación respecto de los privilegios de que gozan
los agentes diplom áticos en el Estado receptor. Por lo
dem ás, no sería lógico que un agente e x tran jero p a rti­
cip ara en asuntos propios de un E stado d ife ren te al suyo,
ju stam en te donde está desem peñando funciones oficiales
para cuyo m ejo r cum plim iento se le otorgan diversas
prerrogativas.

13. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, articulo 32.


14. Liga de las Naciones, resolución del 1 de Octubre de 1936; C arta de la
ONU, articulo 2, párrafo 7; C arta de la OEA, articulo 15. En 1936 los
paises americanos adoptaron un Protocolo de No Intervención durante la
Conferencia para la Consolidación de la P ar, celebrada en Buenos Aires.
II La Misión Diplomática 71

Sin em bargo, tal claridad se pierde cuando se trata


de d eterm in ar cuándo se interviene en los asuntos de un
E stado, esto es, hasta qué punto se puede llegar y cuándo
com ienza la in jeren cia o la intervención. El Jefe de M isión
y todo el personal de la M isión debe seguir atentam ente el
desarrollo de la vida de un Estado receptor, para lo cual
deben establecer la m ayor cantidad de vínculos posibles,
con todos los sectores nacionales. Del hipernacionalism o
existente en esta m ateria hasta hace algunos años, se está
pasando suavem ente a una etapa más am plia, donde se
reconoce el derecho a opinar en m uchas m aterias de
carácter interno. M ás aún, m uchas veces son los mismos
agentes de un país los que invitan a la contraparte a
o p in ar acerca de los sucesos de ese tipo. L a sim ple o p i­
nión parece no co n trad ecir este principio.
A hora, al otro extrem o, tam bién parece estar claro
que la am enaza con sanciones, con el uso de la fuerza,
con la participación m aterial de un país en el o tro, el
ejercicio de algún tipo de presión o am enazas de tales,
por ejem plo, constituyen una intervención en los asuntos
internos de un Estado. L a d ific u ltad se plantea entonces
en el sector interm edio, el que se en cu en tra entre uno y
otro extrem o.
El diplom ático, en general, debiera abstenerse de
abanderizarse con determ inadas corrientes políticas, p a rti­
cipando en reuniones que no sean aquellas a las cuales sea
invitado todo el cuerpo diplom ático. E n E uropa O ccidental,
los partidos políticos invitan a sus convenciones anuales a
los diplom áticos, los que asisten regularm ente sin que ello
sea o b jeto de ningún tipo de objeciones gubernam entales.
A dem ás, debe abstenerse de critic a r públicam ente a las
autoridades locales, sus políticas, fom entar inestabilidad,así
com o hacerlo respecto de la política ex terio r del país, ya
sea a través de sim ples críticas o intentando a fectar sus
relaciones con otros países.
Es cierto que los Estados están aceptando cada vez
más la intervención de los diplom áticos ex tranjeros en sus
propios asuntos. Los países socialistas han reconocido
últim am ente, po r ejem plo, que opinar acerca de los d e re ­
chos hum anos en un país inclusive respecto de ellos
m ism os, no constituye una in jeren cia en tales asuntos.
Todo parece co n firm ar entonces que la sim ple opinión es
aceptada, pero lo que se rechaza es la opinión seguida de
72 Eduardo Jara Roncati

una acción determ inada. No obstante lo an terio r, el d iplo­


m ático debe ser m uy cuidadoso al respecto, p o r cuanto se
tra ta de un asunto entregado plenam ente a la d eterm i­
nación del Estado receptor, que puede provocar serios
problem as personales o internacionales.
Para velar por el cum plim iento de estas obligaciones,
los países exigen que todas las com unicaciones y solicitu­
des de una M isión diplom ática a las d iferentes autoridades
nacionales sean tram itadas por interm edio del M inisterio
de Relaciones E xteriores, evitando el contacto directo en
ellas. Así lo enuncia, por lo dem ás, el artículo 41 de la
C onvención de Viena: "Todos los asuntos oficiales de que
la m isión está encargada por el E stado acreditante han de
ser tratados con el M inisterio de R elaciones E xteriores del
E stado receptor o por conducto de él o con el M inisterio
que se haya convenido". E sta últim a frase am plía el con­
cepto, pero de todos m odos exige un cierto grado de
coordinación previa que lim ita la libre relación entre una
m isión y los distintos servicios o entidades de un país.
En caso de que en una M isión se violen tales n o r­
m as, el Estado receptor tiene las m ism as alternativas antes
m encionadas, que pueden culm inar con la expulsión del
respectivo agente del territo rio de ese Estado. La califica­
ción del hecho está entregada al Estado receptor.
Sin em bargo, la violación de tal deber resulta en la
práctica m uchas veces d ifícil de d eterm in ar y sancionar.
Influyen elem entos políticos, como son el m ayor o m enor
poder relativo de los Estados involucrados, e incluso hay
ciertas actividades diplom áticas perfectam ente legítim as,
com o la protección de un nacional o el otorgam iento de
asilo diplom ático, que podrían in terp retarse com o una
intervención en los asuntos internos de un Estado.
Por últim o, en térm inos prácticos, la M isión debe ser
leal con las autoridades y nacionales del Estado receptor,
dem ostrarse cortés, facilitar los vínculos y abstenerse de
critic a r a ese país.

c) A bstenerse de desem peñar actividades profesionales


o com erciales.

Para que pueda cum plir adecuadam ente con sus funciones,
el agente diplom ático goza de ciertos derechos e in m u n i-
II La Misión Diplomática 73

dades, que le colocan en una situación de privilegio en el


Estado receptor. Sim ultáneam ente, el Estado acreditante
exige de él el cum plim iento cabal de esas funciones, lo
que constituye el m otivo de su perm anencia en el Estado
receptor. De ahí entonces que se espere de él una d ed ica­
ción com pleta, exclusiva y profesional a esas tareas.
Para ese fin , la C onvención de V iena determ ina que
"el agente diplom ático no ejercerá en el Estado receptor
ninguna actividad profesional o com ercial en provecho
propio", (artículo 42) Esta prohibición se aplica adem ás,
por extensión, a los m iem bros de la fam ilia del agente
diplom ático, ya que todos gozan en el país del status
diplom ático, y residen en él con visación diplom ática. Si
alguna de ellos quisiera tra b a ja r donde residen, debiera
ren u n ciar a tal status y solicitar el otorgam iento de una
visación que le p erm ita legalm ente hacerlo.
E n v irtu d de esa norm a, el agente debe abstenerse de
desarrollar actividades de cualquier índole que le sig n ifi­
quen ingresos económ icos, ya que de esa fo rm a obtendría
beneficios sobre los cuales gozaría de una exención del
pago de los respectivos im puestos. Esto es, debe dedicarse
única y exclusivam ente al desem peño de las tareas para las
cuales se encuentra en ese país.
E n general, está prohibido al agente diplom ático
obtener en el país donde se en cuentra acreditado cualquier
tipo de beneficios económ icos adicionales a los de rem u n e­
ración oficial. T anto el Estado acreditante como el Estado
receptor tienen al respecto una supervigilancia especial.
CAPITULO III

Los miembros de la Misión Diplomática

1. In tro d u cció n

H asta ahora se ha visto la estru ctu ra de u n a m isión dip lo m áti­


ca, tanto bilateral com o m ultilateral. V erem os a continuación el
personal que tra b a ja en ellas.
Este personal está integrado, por una p arte, por el Jefe de
M isión, y por otra, por los m iem bros del personal de la m ism a.
E ste últim o está integrado a su vez, de acuerdo cón lo esta­
blecido por la C onvención de V iena sobre relaciones dip lo m áti­
cas, por "los m iem bros del personal diplom ático, del personal
adm inistrativo y técnico y del personal de servicio de la M i­
sión.1
E n su co n ju n to , el personal debe cum plir con la totalidad
de la funciones previstas o im previstas, que le corresponde
desarrollar a una M isión diplom ática, desde las más im portantes
hasta las de m enor trascendencia, de las más genéricas hasta
las más especializadas, sean de carácter diplom ático, técnico,
adm inistrativo o de servicio.
Para obtener un buen funcionam iento de la M isión se
requiere entonces, organizaría adecuadam ente, d eterm in ar clara
y técnicam ente las funciones, p resentar los objetivos que se
persiguen y crear un espíritu de tra b a jo com ún, solidario y
entusiasta. Sólo así puede desarrollarse una labor exitosa para
un país en otro Estado o ante una O rganización Internacional.

2. L os J e f e s de M isión

Según la citada C onvención, se entiende por Jefe de M isión a


"la persona encargada por el Estado acreditante para actu ar con
el carácter de tal", (artículo 1, letra a)
Se tra ta entonces de la persona que dirige una M isión
diplom ática y es el superior jerárq u ico de los dem ás fu n cio n a ­
rios así com o de todas las oficinas con que cuenta el Estado

1. Articulo 1, letras b) y c).


76 Eduardo Jara Roncati
que los acred ita en el E stado R eceptor. Paralelam ente, es el
responsables de todos los asuntos relacionados con la M isión;
puede delegar varias de sus funciones en su personal, pero no
su responsabilidad final tanto respecto de su país com o del
Estado donde se en cuentra acreditado.

2.1 C lasificaciones de los je f e s de m isión diplom ática

Los grandes conflictos que afectaban la vida de relación de las


potencias europeas, deseosas de que sus representantes gozaran
de precedencia respecto de las dem ás, exigieron la adopción de
acuerdos sobre la m ateria.
El Congreso reunido en V iena en 1815, p ara solucionar los
problem as territoriales provocados po r las guerras napoleónicas,
elaboró el denom inado R eglam ento de V iena, que constituye la
prim era gran clasificación de los Jefes de M isión diplom ática.
E ste reglam ento distingue tres clases en tre los que d en o ­
m inó "em pleados diplom áticos".

P rim e ra clase: E m bajadores, Legados o N uncios.


Segunda clase: E nviados, M inistros u otros acreditados ante
los soberanos.
T e rce ra clase: E ncargados de N egocios acreditados ante
M inistros de Relaciones E xteriores.

El protocolo de A quisgrán (A ix -la C hapelle en francés y


Aachen en alem án), acordado el 21 de noviem bre de 1818,
in tro d u jo com o tercera clase a los M inistros residentes, pasando
los Encargados de Negocios a la c u arta clase.
E n térm inos generales, los agentes de p rim era clase re p re ­
sentaban al soberano en persona, m ientras que los de segunda y
tercera clase (creada en este últim o protocolo) lo hacían sólo
respecto de los intereses que éstos le encom endaban.
L a Sociedad de las N aciones intentó posteriorm ente re v i­
sar, con el objeto de actualizarla, esa clasificación, pero no
tuvo éxito. Los países am ericanos suscribieron por su p arte, en
1928, una C onvención de carácter regional, relativa a los d e re ­
chos y deberes de los agentes diplom áticos, que distingue entre
Jefes de M isión ordinarios, los de carácter perm anente y e x tra ­
III Los miembros de la Misión Diplomática 77
ordinarios, los encargados de una M isión especial o acreditados
en conferencias, congresos u O rganism os Internacionales.2
Sin em bargo, sólo en 1961 pudo adoptarse, igualm ente en
la capital austríaca, una nueva reglam entación internacional
respecto de la clasificación de los Jefes de M isión, en la deno­
m inada C onvención de V iena sobre relaciones diplom áticas.
De acuerdo con estas norm as, los Jefes de M isión se
div id en en tres categorías:

a) E m bajadores o N uncios acreditados ante Jefes de Estado y


otros Jefes de M isión (como los Altos C om isarios de la
C om m onw ealth) de rango equivalente.
b) E nviados, M inistros e Internuncios acreditados ante Jefes
de Estado.
c) E ncargados de Negocios acreditados ante M inistros de
R elaciones E xteriores, (artículo 14)

Sim ultáneam ente, cada país d eterm in a una clasificación de


sus propios Jefes de M isión, atendiendo a su legislación interna.
•Pero internacionalm ente, la C onvención de V iena constituye el
docum ento básico el que, por ser un tratado internacional, tiene
el valor de ley para los países que la han ratificad o .3
Las instrucciones de los Estados a sus Servicios E xteriores
señalan, po r su p arte, otras divisiones de sus Jefes de M isión,
tanto perm anentes como transitorios, distinguiendo tres clases:

a) E m bajadores E xtraordinarios y Plenipotenciarios ac re d ita ­


dos ante Jefes de Estado y R epresentantes Perm anentes
acreditados ante O rganizaciones Internacionales; N uncios y
P ro-N uncios.
b) Encargados de Negocios con C artas de G abinete ac re d ita ­
dos ante M inistros de R elaciones E xteriores, en el caso de
países que reconozcan a tales agentes.
c) Encargados de Negocios interinos, acreditados ante el
gobierno del Estado R eceptor o ante O rganizaciones
Internacionales.

2. Convención de la Habana, de 1928, articulo 1. Ver anexo 5.


3. Ver anexo 5, segunda parte.
78 Eduardo Jara Roncati

2.2 E m bajadores

Se tra ta de un funcionario diplom ático del más alto nivel, a


cargo de una M isión diplom ática, que puede o no p ertenecer al
Servicio E x terio r de su país. Sin em bargo, cuando estos E m ba­
jadores son de carrera pueden desem peñarse adem ás en fu n ­
ciones internas en su propio país, com o altos funcionarios de
sus M inisterios de R elaciones E xteriores o com o asesoras en
otros servicios, atendiendo a su experiencia diplom ática. E n éste
últim o caso, sin em bargo, no son plenipotenciarios.
E xisten varias categorías de Em bajadores:

a) E m bajador E x trao rd in ario y P lenipotenciario. Significa que


tiene plenos poderes para negociar y suscribir acuerdos o
tratados internacionales a nom bre de su gobierno. E n el
hecho, es sinónim o de E m bajador, desde el m om ento que
todos los E m bajadores tienen plenipotencia. Sin em bargo,
esta plenipotencia está lim itada a la suscripción del conve­
nio, el que p ara en trar en vigor p ara el respectivo país
debe cum plir con todos los requisitos que para tal fin
e x ija la legislación interna.
b) E m b ajad o r E xtrao rd in ario en M isión E special. Es un alto
funcionario de un E stado, que es designado para rep resen ­
tar a su país en un acto determ inado de una especial
im portancia y solem nidad.
c) E m bajador en M isión Especial. Se trata de un agente
diplom ático de carrera, o sea un m iem bro del Servicio
E x terio r de un país, que es designado por su M inistro de
R elaciones E xteriores para cum plir funciones específicas
en el exterior. N o tiene que ten er necesariam ente el grado
de E m b ajad o r, sino que puede ser cualquier funcionario al
que se con fiera el rango de tal, a fin de facilitarle sus
contactos oficiales.
d) E m bajador en M isión E x trao rd in aria. Es una personalidad
de alto nivel en su país, nom brada E m bajador, pero sin
estar acreditado ante un Estado o una O rganización In te r­
nacional, p ara desem peñar m isiones específicas que le
confíe su gobierno. Se le conoce con el nom bre de "Em ba­
ja d o r a t-la rg e". E n caso de que deba cum plir la m ism a
m isión ante dos o más países se habla de E m bajador
itinerante.
III Los miembros de la Misión Diplomática 79
e) E m b ajad o r político. Se trata de un E m b ajad o r que no
pertenece al Servicio E x terio r de su país. E n tal caso se
habla de un nom bram iento político. ("political appoint-
ment").
f) E m b ajad o r de carre ra . Es un em bajador que pertenece al
Servicio E xterior de su país.
g) Nuncio. Es el Jefe de M isión de más alto rango de la
Santa Sede, equivalente al de E m bajador. En los países
católicos desem peña, por cortesía, la función de D ecano
del C uerpo D iplom ático acreditado.
h) P ronuncio. Es un Jefe de M isión de la Santa Sede del
m ism o nivel que el N uncio y que tam bién corresponde a un
E m b ajad o r, pero que se desem peña en un país que no
reconoce al representante de la Santa Sede el rango de
Decano del C uerpo D iplom ático. C ualquiera que sea su
antigüedad en el país, jam ás llegará, en consecuencia, a
ser Decano.
i) Alto Com isario. Es el Jefe de M isión, equivalente al E m ba­
ja d o r, de un país m iem bro del C om m onw ealth acreditado
ante otro país m iem bro de esa O rganización. E n este caso,
el Estado que envía y el Estado receptor pueden o no
ten er el m ism o Jefe de E stado, la R eina de Inglaterra.
Suele tam bién llam arse A lto Com isionado.

2.2.1 D esignación, aceptación y nom bram iento

El principio universalm ente aceptado es que cada E stado Sobe­


rano tiene plena libertad y autonom ía para designar a sus Jefes
de M isión en el exterior. Se tra ta de un acto de la com petencia
in tern a de cada Estado y así está reconocido por la reglam en­
tación internacional. Sin em bargo, tal elección debe ser hecha
cuidadosam ente y hay que estudiar sus características, su vida
personal y profesional, en función del país donde será a c re d ita ­
do. Igual cosa debe o c u rrir respecto de su cónyuge.
No obstante el p rincipio a n terio r, el país acreditante debe
considerar el hecho de que ese Jefe de M isión va a desem pe­
ñarse en un país ex tranjero. Por tal m otivo, será necesario que
sea aceptable o grato para el E stado R eceptor, ya que éste, a
su vez, no está obligado a aceptar cualquier persona; en conse­
cuencia, el proceso se convierte de hecho en una especie de
acuerdo entre dos Estados. E sta situación no se presenta res­
80 Eduardo Jara Roncati
pecto de las O rganizaciones Internacionales donde no se req u ie­
re tal aceptación previa.
Este acuerdo del Estado receptor se m anifiesta a través
del otorgam iento de un "beneplácito" (plácem e), tam bién llam ado
"placet", lo que significa que el E stado receptor considera al
Jefe de M isión propuesto como una persona grata.
Se debe d ife ren c iar claram ente, entonces, la designación
del nom bram iento de un E m bajador .La designación opera cuando
un E stado resuelve nom inar a una persona como Jefe de M isión
en un país determ inado. C uando este país acepta tal designa­
ción, otorgando el respectivo beneplácito, sólo entonces puede
el E stado acreditante proceder a su nom bram iento.
L a petición del agreem ent es entonces, el acto por el cual
un Estado consulta a otro acerca de si la persona designada
para desem peñarse com o E m bajador en este últim o le resulta
grata.
Para fo rm u lar tal petición, pueden usarse tres vías: la
prim era y más frecu en te, es a través de la M isión diplom ática
del país para el que se solicita el agreem ent. E n tal caso, el
D irector del Protocolo del Estado solicitante cita rá al Jefe de
M isión de ese país y le pedirá que haga tal gestión ante su
gobierno.
El segundo m edio es a través de la propia M isión diplom á­
tica. Así, el Jefe de M isión recibirá instrucciones para solicitar
el respectivo agreem ent al M inisterio de R elaciones E xteriores
local para quien lo sucederá en el cargo. E sta vía, a d iferen cia
de la a n terio r, no es m uy usual, pues no constituye una tarea
grata para quién abandona el cargo.
Por últim o, en caso de tratarse de países que no tienen
m isiones residentes ni concurrentes, puede hacerse a través de
un tercer E stado, quien en tal caso actu ará como interm ediario
para gestionar tal petición, o a través de las respectivas M isio­
nes ante una O rganización Internacional.
Este trám ite nunca se efectú a por escrito sino que verbal­
m ente, a fin de evitar un eventual rechazo por ese m ism o
m edio. A sim ism o, la gestión debe m antenerse en reserva, ya que
en caso de producirse una negativa, tanto el interesado como
su país quedarían en una situación inconfortable. D urante la
respectiva entrevista debe hacerse entrega de una biografía
(icurriculum vitae) escrita del E m bajador propuesto.
En caso de que el trám ite se haga a través de la m isión
del otro país, siem pre es necesario m antener inform ada, a su
propia M isión acerca de la gestión, ya que sería casi vejatorio
III Los miembros de la Misión Diplomática 81

que ésta se in fo rm ara en fo rm a extraoficial a través del M inis­


terio de R elaciones E xteriores local. E l ideal sería in fo rm arla
po r vía cablegráfica el mism o día de la petición del agreem ent,
de tal fo rm a que p u d iera im pulsar el más pronto otorgam iento
del beneplácito, aportando antecedentes positivos respecto del
E m b ajad o r propuesto y sus m erecim ientos personales para
desem peñar esa función.
C ualquiera que sea el cam ino que se utilice, la solicitud
debe hacerse lo más pronto posible al M inisterio de R elaciones
E xteriores del Estado receptor, evitando dem oras que p odrían
provocar incluso efectos políticos negativos para la relación
bilateral.
Por su p arte, las autoridades del gobierno del Estado
recep to r tienen varias alternativas:

a) C ontestar positivam ente la petición de agreem ent piara lo


cual utilizará la m ism a vía em pleada para fo rm u lar la
solicitud y la respuesta puede ser igualm ente verbal. E n
tal caso, se d eterm in a de com ún acuerdo el lugar y fecha
en que se dará a la publicidad. Sin em bargo, po r cortesía,
se acostum bra confirm arlo por escrito.
b) C ontestar negativam ente, para lo cual no tiene necesidad
de d ar razones. La negativa puede obedecer a los más
variados m otivos, será siem pre verbal y, en beneficio de
todas las partes involucradas, se m an ten d rá en reserva. La
respuesta negativa es, sin em bargo, bastante excepcional,
ya que en tal caso se prefiere optar po r no contestar.
c) No reaccionar, en cuyo caso el Estado acreditante deberá
analizar adecuadam ente si se tra ta de un país norm alm ente
lento para reaccionar, o si el plazo tran scu rrid o ha ido
más allá de lo habitual. En el p rim er caso, d eb erá espe­
rarse el tiem po pru d en te y en caso de que éste se vencie­
ra sin que haya respuesta alguna, será necesario re tira r la
petición, para lo cual se u tilizará la m ism a vía por la que
ésta se form ulara.
d) E n v iar ciertos indicios diplom áticos, que induzcan al
Estado acreditante a re tira r la respectiva petición. Podría
hacerse saber, por ejem plo, ciertas dudas acerca de las
cualidades personales del candidato, ciertas inquietudes
acerca de sus calificaciones para desenvolverse en ese
país, o cualquiera o tra que, sin e n tra r al fondo del p ro ­
blem a, insinúen que el E m bajador propuesto no resulta
82 Eduardo Jara Roncati

plenam ente satisfactorio, po r razones personales, políticas,


p ara el gobierno del Estado receptor.

Estas tres últim as alternativas dan origen a u n a situación


in g rata, pero que suele o cu rrir. El país afectado deberá e n to n ­
ces e fe c tu a r una evaluación p ro fu n d a de los hechos y de la
relación b ilateral, p ara decid ir si será necesario p roponer otro
nom bre o bien d e ja r su M isión, por un tiem po más o m enos
largo, a cargo de un E ncargado de Negocios.
¿Qué m otivos pueden im pulsar a un país a no otorgar un
beneplácito? E n general, pueden ser de dos tipos, generales o
personales. E n p rim er térm ino, puede tratarse de aspectos de
carácter político, ajenos a la persona del candidato propuesto,
com o p odrían ser no q u erer elevar el rango de la M isión d ip lo ­
m ática al nivel de E m b ajad o r, la existencia de relaciones d ip lo ­
m áticas norm ales pero no óptim as en cuanto a su estado, u
otras sim ilares. Los m otivos personales pueden deberse a consi­
d e ra r que no se tra ta de la persona más adecuada, o que ha
dem ostrado una disposición negativa hacia ese país, o tiene una
posición política incom patible con los principios sustentados por
el otro gobierno, etc.
E n el prim er caso, cuando se tra ta de u n rechazo por un
elem ento e x tra-p erso n al, hab rá que suspender cualquier otra
petición de agreem ent hasta que no se solucionen los problem as
que le dan origen. Si se ha tratado, en cam bio, de un rechazo
respecto de la persona del E m bajador propuesto, puede presen­
tarse rápidam ente una nueva petición.
Puede o c u rrir, adem ás que un E m bajador que cuenta con
el beneplácito no pueda ser nom brado, com o sucede, por e je m ­
plo, si el C ongreso N acional, en uso de sus facultades consti­
tucionales, no ap ru eb a el nom bram iento hecho por el gobierno.
E n cuanto dice relación con la etapa de petición de
agreem ent, hay que ten er presente ciertas norm as básicas:

a) N o hay que presionar al Estado receptor a fin de que


conceda el beneplácito. Se podrá hacer ver las virtudes del
candidato propuesto, sus habilidades para el cargo, pero
jam ás im pulsar excesivam ente el otorgam iento del m ism o,
porque se tra ta de un acto soberano de aquel, para lo cual
no existe un plazo determ inado.
b) N o hay que ofenderse por una eventual negativa de un
E stado, por el m ism o m otivo antes m encionado.
III Los miembros de la Misión Diplomática 83

c) N o hay que exigir que se den razones para la negativa, ya


que la práctica internacional d eterm in a que se tra ta de
una respuesta sin m otivos, sea ésta positiva o negativa.
d) E l rechazo de una petición de agreem ent no tiene po r qué
a fectar las relaciones políticas entre los dos países, y el
Estado acreditante debe superar rápidam ente este rechazo
en beneficio de las mismas.

Sólo una vez que un E m bajador ha recibido el respectivo


beneplácito del Estado recep to r, puede procederse a su n om bra­
m iento. Este se m aterializa a través de dos medios: in tern am en ­
te, a través de un decreto suscrito por el Je fe de E stado, y
respecto del Estado recep to r a través de un docum ento solem ne
denom inado C artas C redenciales. E ste últim o docum ento acredita
oficialm ente la calidad de un Jefe de M isión y dem uestra que
está facultado po r su G obierno para e je rce r la fu n ció n de
E m bajador.
Las C artas C redenciales pueden definirse com o "el d o cu ­
m ento form al que el Je fe de Estado acreditante dirige al Jefe
de Estado receptor com unicándole el nom bram iento de una
determ inada persona com o E m bajador ante él y asegurándole su
aprobación personal p ara cuanto diga y haga en nom bre de su
país." Como no hay reglas internacionalm ente aceptadas acerca
de la fo rm a que deben revestir estas C artas, cada país las
redacta en un lenguaje form alm ente d ife ren te pero relativam en­
te un ifo rm e, que incluye el nom bre, título y calidad del agente,
él propósito de estrechar los vínculos bilaterales solicitando que
se preste fe a lo que éste pueda decir en nom bre de su g o b ier­
no, y haciendo votos por la prosperidad del país y la ven tu ra
personal de sus gobernantes.
E stán encabezadas com o "G rande y buen amigo" cuando
son dirigidas a los Presidentes de R epúblicas, o de "M ajestad" a
los Soberanos, y firm adas por los respectivos Jefes de Estado.
E n tre Soberanos, el tratam iento es de "Señor, m i H erm ano".
No hay que c o n fu n d ir estas C artas C redenciales con los
Plenos Poderes, que son las facultades que se otorgan a los
Jefes de M isión (pero que podrían eventualm ente conferirse a
cualquier agente diplom ático) para negociar y suscribir acuerdos
o tratados internacionales en representación de su gobierno.4

A. Ver además la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, a r­


ticulo 2c, Id, letra c, anexo 17.
84 Eduardo Jara Roncati

Se tra ta de una especie de m andato, que debe constar por


escrito y precisar el objeto y los lím ites del m ism o. A ntig u a­
m ente debía procederse al cotejo de las m ism as con sus o rig i­
nales y eran aceptados una vez que eran hallados en "buena y
d eb id a form a". H oy sólo se exigen en las conferencias in te rn a ­
cionales, por p arte de las com isiones revisoras o verificadoras
de poderes al com enzar las reuniones o antes de suscribir el
acta fin al o eventualm ente un convenio internacional.

2.2.2 A ctuaciones previas

A ntes de p a rtir del Estado acreditante, el E m bajador recien te­


m ente nom brado debe realizar ciertas diligencias, que son
indispensables para el m ejor cum plim iento de sus funciones.
E n tre ellas figuran las siguientes:

a) E ntrevistarse con el d irecto r del Protocolo del M inisterio


de R elaciones E xteriores, consultarle acerca de las a c ti­
vidades que debiera realizar antes de v iaja r y solicitarle
u n a audiencia de despedida con el Jefe de E stado, así
com o los pasaportes diplom áticos p ara él y los m iem bros
de su fam ilia.
b) E n trev ista con el M inistro de R elaciones E xteriores, para
solicitarle las instrucciones verbales que aquel quisiera
im p artirle, ya que las escritas definitivas generalm ente
llegan directam ente a su destino. E ste contacto personal
con el M inistro es de la m ayor im portancia y no sólo una
sim ple cortesía, ya que du ran te su m isión ten d rá num ero­
sas ocasiones de req u e rir instrucciones de éste, o bien
solicitarle, po r escrito o po r teléfono, sus consejos acerca
de ciertas m aterias.
c) E ntrevista form al con el Jefe de E stado, a fin de despe­
dirse, agradecer el nom bram iento y solicitarle igualm ente
las instrucciones que personalm ente quisiera im partirle.
Puede o c u rrir asim ism o que el Jefe de E stado desee e n ­
viarle algún tipo de m ensajes al Jefe del E stado receptor,
ya sea oral o escrito, y ésta podría ser una buena ocasión
p ara recib ir ciertas directivas sobre este particular.
d) E n trev ista con el E m bajador del país ante el cual ha sido
acreditado, a quién hará ver el agrado con que ha recibido
el nom bram iento, sus propósitos de desarrollar las relacio­
III Los miembros de la Misión Diplomática 85

nes bilaterales de toda índole y le consultará acerca de


los aspectos prácticos de la vida diaria en su país.
Paralelam ente, para este últim o fin , es conveniente
que la esposa del E m bajador nom brado tom e contacto con
la del E m bajador del otro país.
e) E ntrevistas con altas autoridades de su país, especialm ente
M inistros de Estado y Jefes de Servicios que puedan serle
de utilid ad , de acuerdo con las características del país de
destino y a la estru ctu ra y orientación de la relación
bilateral.
f) R euniones de tra b a jo con autoridades y funcionarios del
M inisterio de R elaciones E xteriores, a fin de inform arse
acerca de todos los aspectos de las relaciones e n tre su
país y aquel donde cum plirá sus funciones. Ello le p e rm i­
tirá establecer contactos personales e interiorizarse de los
problem as de fondo. Igualm ente puede solicitar tener
acceso, a través de éstos, a los archivos con las in fo rm a ­
ciones recibidas y enviadas a esa M isión, para enterarse
de los asuntos pendientes así com o de los últim os hechos
que están acaeciendo en su país de destino.
g) Visitas a E x -E m b ajad o res en el país donde ha sido a c red i­
tado, así como a otros agentes diplom áticos nacionales que
hayan prestado servicios en ese país, a fin de rec ib ir sus
experiencias personales.

Por otra p arte, al m om ento de v iaja r al e x tra n je ro , el


E m b ajad o r recientem ente nom brado debe llevar consigo los
siguientes docum entos: las Cartas C redenciales, las C artas de
R etiro de su antecesor, las Instrucciones (si estuviesen p rep a ra ­
das), las copias de estilo de las Cartas C redenciales, las copias
de las C artas de R etiro , los pasaportes diplom áticos de él y de
los m iem bros de su fam ilia con las visaciones correspondientes,
los pasajes y los fondos que le correspondan, de acuerdo con su
respectiva reglam entación.
Las instrucciones que se p rep aran para cada E m bajador
revisten una especial im portancia. Se tra ta de un docum ento
orientador de la M isión que debe cum plir, así com o de los
objetivos perseguidos po r su país en aquel donde está ac re d ita ­
do, y que norm alm ente lleva la firm a del propio M inistro de
Relaciones E xteriores. E n su preparación participan todas las
secciones del M inisterio, ya que incluyen la totalidad de las
m aterias relativas a su m isión. C onstituyen el m arco d en tro del
cual se desarrollará su acción diplom ática y tiene el carácter de
86 Eduardo Jara Roncati
obligatoria. Estas instrucciones se com plem entan con las que el
Jefe de M isión recib irá verbalm ente de su Jefe de E stado y de
su M inistro de R elaciones E xteriores al m om ento de despedirse,
de las que se le im partan ante situaciones determ inadas y cada
vez que sea llam ado a in fo rm ar a su país de origen.
Las C artas de R etiro , de Cese o de L lam ada, por su p arte,
son un docum ento form al que dirige el Jefe de E stado a c red i­
tante al Je fe de Estado receptor, com unicándole el térm ino en
sus funciones de un determ inado E m bajador, cualquiera que sea
el m otivo de que se trate. A ntiguam ente, estas cartas eran
entregadas personalm ente por el E m bajador antes de poner
térm ino a sus funciones, d u ran te el curso de una audiencia de
despedida con el Jefe de E stado. E n la actualidad, tal audiencia
de despedida, en m uchos países no siem pre es posible y las
C artas de R etiro son entregadas por el nuevo E m b ajad o r, ju n to
con sus propia C artas Credenciales.
E l E m bajador nom brado lleva consigo asim ism o una copia
de sus C artas C redenciales, llam adas tam bién copias de estilo,
que deben ser entregadas por el E m b ajad o r personalm ente al
M inistro de R elaciones E xteriores del Estado receptor, durante
el curso de una entrevista form al que tenga lugar con ese
preciso objetivo.
A ntes de que el nuevo Jefe de M isión p a rta a su destino,
el M inisterio de R elaciones E xteriores com unicará a su respec­
tiva E m bajada, por la vía más rápida y segura, el día y la hora
de su llegada, el m edio de transporte utilizado y los m iem bros
de su fam ilia que lo acom pañarán, a fin de que desde su in g re ­
so al país pueda gozar de los derechos y prerrogativas in h ere n ­
tes a su rango.5 Q uién está encargado interinam ente de ello
deberá apresurarse a retransm itirlo a la D irección de Protocolo
del E stado recep to r, con el objeto de que se adopten, con la
su ficiente anticipación, las m edidas adecuadas. Ello se hará por
escrito, sin perju icio de lo que se converse d u ran te la en trev is­
ta que se solicite p ara en treg ar ese docum ento de m anera de
d e ja r constancia de tal notificación. Sim ultáneam ente in ten tará
saber cuando será recibido por p rim era vez por el M inistro de
R elaciones E xteriores.

5. Loa agentes diplomáticos gozan de sus privilegios e inmunidades desde que


ingresen al territorio del Estado receptor, o tengan en él su residencia
permanente, como expresa el articulo 39, número 1 de la Convención de
Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
III Los miembros de la Misión Diplomática 87
A p a rtir de ese m om ento, quién desem peñe la je fa tu ra
in terin a de la M isión deberá preocuparse de todos los detalles
relacionados con la inm inente llegada del nuevo E m b ajad o r, en
cuanto se refiera al funcionam iento de la C ancillería o de su
residencia. Ello facilitará el inicio de funciones del recién
llegado.
Suele ser conveniente, poco antes de la llegada del nuevo
Jefe de M isión, d ifu n d ir su nom bram iento a través de la prensa
local, a fin de que la opinión pública está inform ada de las
características personales del nuevo rep resentante diplom ático.
El día de su arrib o , éste será recibido por todo el perso­
nal diplom ático de la M isión y con sus cónyuges si éste viaja
con su cónyuge. Ello es igualm ente obligatorio para los A dictos
M ilitares o C iviles, así como para los Cónsules G enerales y
Cónsules de profesión u honorarios que tengan sede en la
capital. D eberá gestionarse una presencia al más alto nivel
posible de la D irección de Protocolo local, para que facilite los
trám ites de internación de su equipaje, con Policía In tern acio ­
nal y A duanas.
Desde el punto de vista de su propio país, el E m b ajad o r
que llega a una Sede pasa a ser Jefe de la m ism a desde el
instante en que se desem barca del avión o tren que lo tra jo a
destino. A sí, ocupará el lugar de honor en el salón del aero­
puerto y en el autom óvil que lo lleve a su residencia.
R especto del país sede, sin em bargo, el E m bajador no
asum e como tal hasta cuando lo determ ine la reglam entación
local, lo que si bien podría o c u rrir desde la entrega de las
Copias de sus Cartas Credenciales al M inistro de Relaciones
E xteriores, la m ayor parte de los países lo establece el día y
hora de la presentación de sus Cartas C redenciales al Jefe de
E stado receptor. La única exigencia internacional que existe al
respecto es que cualquiera que sea la altern ativ a que se p re fie ­
ra debe aplicarse de una m anera uniform e para todos los p aí­
ses.6
La única actuación personal que le corresponde realizar al
nuevo E m bajador es d irig ir una nota diplom ática al M inistro de
Relaciones E xteriores, que debe ser entregada a la D irección de
Protocolo local, m ediante la cual le anuncia oficialm ente su
llegada al país y le solicita la determ inación de una audiencia
para hacerle entrega de las copias de estilo de sus Cartas

6 . Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. Articulo 13.


88 Eduardo Jara Roncati

C redenciales, así com o de las copias de las de retiro de su


antecesor. E n esa m ism a nota, puede solicitarle req u e rir del
Jefe de Estado el otorgam iento de la audiencia destinada a
hacerle entrega de los originales de estos docum entos. Puede
tam bién hacerse tal trám ite a través de dos notas separadas,
dirigidas siem pre al mism o destinatario.
E sta nota puede ser redactada en el idiom a del nuevo
E m b ajad o r, pero en tal caso, d eb erá acom pañarse de una tra ­
ducción al idiom a local. Al despedirse debe usarse la fórm ula
"presenta o expresa las seguridades de su más alta y distinguida
consideración", ya que se tra ta de la p rim era com unicación
enviada por él al M inistro desde su llegada al país.
E sta nota p odría ser entregada d u ran te el curso de la
entrev ista con el D irector del Protocolo local, que debe consti­
tu ir la p rim era del nuevo Je fe de M isión con autoridades del
M inisterio de R elaciones E xteriores. Si las circunstancias lo
perm iten , podría hacerle en ese m om ento entrega personal de
esa no ta, si la entrevista h a tenido lugar relativam ente pronto
después de su llegada. E sta es una excelente ocasión para
conocer los usos, costum bres y reglam entación locales en m ate­
rias de cerem onial y protocolo e in tercam b iar ideas acerca de
su relación con la M isión que él representa. Se tra ta asim ism o
de u n a buena o portunidad para inform arse acerca del desarrollo
de las audiencias de estilo con el M inistro y el Jefe de Estado.
El d ire c to r de Protocolo le in fo rm ará acerca de las actividades
que en el in te rta n to puede realizar, de acuerdo a las costum ­
bres locales, así com o de las visitas que debe efe c tu a r tanto
respecto de las autoridades nacionales com o del cuerpo diplom á­
tico acreditado.
Es necesario pun tu alizar que, hasta que no se produzca la
entrega de las C artas C redenciales, que es la ocasión que
tradicionalm ente contem plan los países p a ra que un Jefe de
M isión asum a oficialm ente sus funciones respecto del Estado
recep to r, el E ncargado de Negocios in terin o de la m ism a c o n ti­
núa siendo la m áxim a je ra rq u ía para todos los contactos o fic ia ­
les con las autoridades locales. E sta situación puede d ar origen
a algunas dificu ltad es prácticas en tre éste y el E m b ajad o r
nom brado, pero éste últim o debe aceptarlo. Por lo dem ás, hay
países que perm iten que com ience a realizar las visitas p rotoco­
lares d en tro del C uerpo D iplom ático antes de presentar las
C artas C redenciales, con lo cual el problem a tiende a suavizar­
se. Sin em bargo, todas las notas dirigidas al M inisterio de
R elaciones E xteriores deben ser suscritas po r el E ncargado de
III Los miembros de la Misión Diplomática 89

Negocios interino y será éste quien deba co n cu rrir a las a c ti­


vidades sociales oficiales y a las reuniones de tra b a jo con las
autoridades locales.
H ay países, cada vez más num erosos, donde los E m b ajad o ­
res asum en sus funciones desde que com unican su llegada al
país. Así ocurre, por ejem plo, en el R eino U nid o , donde la
presentación de las Cartas C redenciales a la R eina, debido a sus
num erosos desplazam ientos y actividades, puede tener lugar
bastante tiem po después.

2.2.3 Presentación de las C artas C redenciales

E n la opo rtu n id ad que las autoridades del Estado receptor


d eterm inen, que se in fo rm ará a través de u n a nota d irig id a a la
respectiva E m bajada, tiene lugar la entrevista del nuevo Je fe de
M isión con el M inistro de Relaciones E xteriores. E sta reu n ió n ,
a la que corrientem ente el Jefe de M isión concurre solo, tiene
po r objeto hacerle entrega de las copias de estilo de las C artas
C redenciales y de las copias de las C artas de R etiro de su
antecesor. Sin em bargo, si la reglam entación local no lo im pide,
es siem pre útil hacerse acom pañar por algún fu ncionario de la
M isión, eventualm ente alguno de los secretarios diplom áticos,
que pu d iera ayudarlo d u ran te la reunión así com o para recons­
tru ir en co n ju n to la conversación sostenida, a fin de tran sm i­
tirla a su país en una fo rm a fidedigna.
E n efecto, esta ocasión norm alm ente es la p rim era reunión
del Jefe de M isión con el M inistro y constituye una óptim a
ocasión para considerar conjuntam ente los aspectos relevantes
de la relación bilateral. A dem ás, el M inisterio de Relaciones
E xteriores del Estado que acredita espera conocer las opiniones
personales del M inistro local sobre ése y otros tem as de in te ­
rés, para lo cual será necesario p rep arar en fo rm a cuidadosa y
u rgente una inform ación cablegráfica detallada sobre el p a rti­
cular.
El M inistro conversará probablem ente acerca de la p resen­
tación de las C artas C redenciales. No obstante, los detalles
prácticos de esa cerem onia, com o el núm ero de funcionarios
diplom áticos que lo acom pañarán, honores m ilitares, ropas a
usar, procedencia o no de leer los respectivos discursos, etc, se
obtendrán directam ente del protocolo local. Para tal fin , c o n ­
viene organizar una reunión especial entre funcionarios de la
M isión y de la D irección del Protocolo. A lgunos países, sin
90 Eduardo Jara Roncati
em bargo, cuentan con u n In tro d u cto r diplom ático, que es el
encargado de organizar y p a rticip a r en esa cerem onia.
L a entrega m aterial de las C artas C redenciales tiene lugar
d u ran te el curso de una cerem onia solem ne y form al, que está
regida com pletam ente po r el protocolo local. E l directo r del
Protocolo, o alguno de los Subdirectores según sea el caso, va
a recoger al nuevo Jefe de M isión a su residencia con la a n ti­
cipación p re-estab lecid a y lo acom paña a la sede de gobierno.
El nuevo E m b ajad o r no podrá ocupar todavía el lugar de honor
en el vehículo utilizado, pero puede llevar la ban d era de su
país. Facilidades sim ilares se prestan a los dem ás funcionarios
de la M isión que estarán presentes en la cerem onia.
E l D irector de Protocolo recibe al nuevo Jefe de M isión y
lo acom paña personalm ente al salón donde se desarrollará la
cerem onia en el cual esperará al Jefe de E stado, o bien lo
recib irá ju n to a éste. Si hay más de un Jefe de M isión que
presente sus C artas C redenciales el m ism o día, lo que suele
o c u rrir, las cerem onias ten d rán lugar sucesivam ente, pero en tal
caso todo estará organizado de form a que ninguno de ellos deba
esperar, sino que vayan llegando a la sede de gobierno y luego
al salón respectivo de acuerdo a un horario perfectam ente
organizado.
En general existen tres tipos de cerem onias:

a) Acto de presentación de las C a rta s C redenciales, donde el


nuevo Jefe de M isión se lim ita a entregar los respectivos
docum entos, que incluyen las C artas de R etiro del a n te ­
cesor, seguido de una breve conversación privada con el
Je fe de Estado. E sta conversación debe versar sobre tem as
genéricos, y en lo posible referirse a aspectos gratos de
las relaciones entre los dos países, sin in ten tar tocar
tem as de fondo de carácter conflictivo. Se suele conversar
acerca de m utuas experiencias en los dos países, o sobre
las características de los mismos. E n todo caso, el nuevo
E m bajador debe estar preparado en los tem as relevantes
de las relaciones bilaterales, por si acaso el Jefe de
Estado quisiera referirse a algún aspecto más concreto de
las mism as. E n caso de existir dudas sobre el grado de
conocim iento del idiom a local, el Jefe de M isión debe
p e d ir oportunam ente un in térp rete a través de la D irección
del Protocolo.
III Los miembros de la Misión Diplomática 91
b) P resentación de las C artas C redenciales y las de R etiro, e
intercam bio de discursos. Si la costum bre local exigiese
este intercam bio de discursos, la respectiva E m b ajad a hará
llegar al M inisterio de R elaciones E xteriores local, a
través de la D irección de Protocolo, el texto del discurso
que el nuevo Jefe de M isión tiene intención de leer el día
de la cerem onia ante el Jefe de Estado. Con el conoci­
m iento de tal discurso, se p rep ara la respectiva respuesta,
que se pone en conocim iento del Jefe de Estado para la
consideración de sus asesores personales y su aprobación
final. El je fe de Estado conoce entonces el discurso que
p ronunciará el E m bajador, pero éste no estará en la m ism a
situación respecto del discurso que pro n u n ciará aquel, lo
que le coloca en una posición com parativam ente d iferen te.
Puede o cu rrir que el gobierno del Estado receptor
solicite alguna m odificación en el texto del discurso que el
E m bajador proyecta leer. En tal caso, lo más p ru d en te es
e fectu ar las m odificaciones sugeridas, a m enos que digan
relación con aspectos im portantes del país o de la relación
bilateral. E n todo caso, habrá que p ed ir instrucciones a su
gobierno, que será el que decid irá en d e fin itiv a, p ara lo
cual habrá que ap o rta r todos los antecedentes del caso. Se
trata, sin em bargo, de una situación de m uy rara o c u rre n ­
cia. Es conveniente que en la preparación de este discurso
participe no sólo el nuevo E m bajador, sino que tam bién
algunos funcionarios de la M isión, por su m ayor e x p e rien ­
cia práctica en las relaciones de los dos países y sobre el
m edio local.
Este discurso d eb iera co ntener, en térm inos g en era­
les, los siguientes elementos: un saludo del Jefe de Estado
acreditante y sus deseos de prosperidad para el pueblo, el
gobierno y el Jefe del Estado receptor; una m anifestación
acerca del agrado y la com placencia personal con que
recibió el nom bram iento; una m ención genérica de los
aspectos históricos relevantes de las relaciones en tre los
dos países; recuerdo de los principales elem entos com unes
de la política ex te rio r de los mismos; m ención a algunos
aspectos im portantes de la situación actual del país; y
solicitud de apoyo del gobierno del Estado receptor y del
propio Jefe de E stado para cum plir con su m isión de
estrechar los vínculos entre los dos países.
N aturalm ente que hay casos en que el estado de las
relaciones no es bueno, y h ab rá que a d ap tar co n stru ctiv a­
92 Eduardo Jara Roncati

m ente estos elem entos a la situación coyuntural. Pero,


incluso en tales circunstancias, debiera m encionarse todo
cuanto sea positivo p ara aten u ar los aspectos negativos.
U n a vez leído su discurso, el Jefe de M isión debe
m encionar sus C artas C redenciales y las de R etiro en su
caso y extenderlas hacia el Jefe de Estado. Este las
recib irá y , sin leerlas, las entregará a su M inistro de
Relaciones E xteriores quien, al igual que el D irector de
Protocolo, estará presente du ran te todo el desarrollo del
acto. Inm ediatam ente después es usual que el Jefe de
M isión proceda a presentarle al Jefe de E stado, uno por
uno, a los m iem bros de la M isión que le acom pañaron
du ran te la cerem onia,
c) P resentación de las C artas C redenciales, sin lectu ra de
discursos. A l igual que en caso an terio r, el E m bajador
envía su proyectado discurso al Protocolo local, el Jefe de
Estado hace p rep arar el suyo y du ran te la cerem onia luego
que el nuevo Jefe de M isión ingresa y saluda, le hace
entrega de su discurso y recibe el del Je fe de Estado
an fitrió n , sin más trám ites. Así ocurre en la Casa Blanca
y en la C orte de Saint James. D espués de la presentación
de los funcionarios de la E m bajada presentes o del in te r­
cam bio m aterial de los discursos, en su caso, am bos dig n a­
tarios sostendrán una conversación privada, por un tiem po
que ha sido previam ente com unicado al Jefe de M isión en
los mism os térm inos que ya han sido indicados. En esta
ocasión puede o no estar presente el respectivo M inistro
de R elaciones E xteriores. H ay países, sin em bargo, que
excepcionalm ente no contem plan la conversación privada
con el Jefe de Estado.
Al térm ino de la cerem onia, el D irector del Protocolo
o quién éste designe, acom pañarán al nuevo E m bajador,
quién a p a rtir de ese instante ha asum ido oficialm ente sus
funciones, y ocupará ahora el lugar de honor en el res­
pectivo vehículo, m ientras que los dem ás funcionarios
tom arán el mism o lugar que a la ida en los autom óviles
que se les designen. Se acostum bra que el Jefe de M isión
ofrezca entonces una copa de cham paña a los funcionarios
de los países que p articiparon en la cerem onia. Esta
reu n ió n , que tiene el carácter de p rivada, debe ser breve
e íntim a y puede in clu ir a funcionarios de carácter subal­
tern o , incluyendo los de todos los servicios involucrados
en la m ism a y no sólo a los del Protocolo local.
III Los miembros de la Misión Diplomática 93

R especto de la esposa del E m b ajad o r, ésta debe


abstenerse de p a rticip a r d u ran te todas estas actividades, y
es posible que sea in v itad a posteriorm ente a v isitar a la
esposa del Jefe de E stado, en una fec h a que se com unicará
oportunam ente. E n el Japón, po r ejem plo, hasta hace pocos
años, el nuevo E m bajador y su esposa recibían una in v i­
tación p ara tom ar el té con el E m perador y la E m peratriz.
La noche de ese m ism o día suele acostum brarse que
el nuevo E m b ajad o r invite a u n a cena a todo el personal
de la M isión, p ara celebrar el acontecim iento así como
para re trib u ir la colaboración recib id a y m arcar o fic ial­
m ente el inicio de su M isión diplom ática en el país.
Es necesario recordar que la precedencia en tre los
Jefes de M isión, que puede llevarles a desem peñar la
función de D ecano, se determ ina en la m ayor parte de los
países po r el día y la hora de la presentación de sus
Cartas C redenciales. E n otros, ésta se fija po r la fech a de
la com unicación oficial de su llegada; pero esta últim a
situación, si bien se presenta en la práctica, tiene el
carácter de excepcional.
La m ayor parte de las veces esta cerem onia es una
de las raras ocasiones en que un Je fe de M isión tiene la
ocasión de entrevistarse a solas con el Jefe de Estado; de
ahí la necesidad de p rep arar tal entrevista lo más acaba­
dam ente posible. E n caso de que haya el cam bio de un
Jefe de E stado d u ran te la perm anencia de u n E m b ajad o r
en el país, obviam ente no es necesario p resentar nuevas
C artas Credenciales.

2.2.4 A ctuaciones posteriores

A p a rtir del día siguiente, el Jefe de M isión debe in iciar un


co n ju n to de actividades, que incluyen entrevistas, visitas con
autoridades y personalidades nacionales y contactos con los
m edios de com unicación social, de conform idad con los usos y
costum bres locales. Su esposa, po r su p arte, deberá realizar
determ inadas visitas de saludo.
Respecto de las prim eras conviene recordar las siguientes:

a) E ntrevista con el D ecano del Cuerpo D iplom ático. En


aquellos países que im piden cualquier actuación del Jefe de
M isión hasta que no haya presentado sus C artas C red en ­
94 Eduardo Jara Roncati
ciales, corresponde que su p rim era visita sea el D ecano del
C uerpo D iplom ático. N ada obsta, sin em bargo, que le
efectú e una visita privada después de h ab er entregado las
copias de sus C artas al M inistro. E sta entrevista tiene una
extrao rd in aria im portancia, debido a la utilid ad de la
m ism a y a la im portancia que éste ju eg a d en tro del cuerpo
diplom ático, así com o fre n te al gobierno local. U n m al
entendido o una om isión al respecto puede crear al nuevo
Jefe de M isión problem as graves y a veces posteriorm ente
insubsanables. E n p rim er térm ino, tal audiencia debe ser
solicitada aun cuando no existan relaciones diplom áticas
en tre el país que éste representa y el D ecano, desde el
m om ento en que éste actú a com o Je fe del cuerpo diplom á­
tico más que com o representante de un sólo país. Podría
o c u rrir que el D ecano no desee recibirlo y delegue tal
entrevista en el Vice D ecano. Por lo dem ás, un eventual
rechazo de parte del D ecano es de rara ocurrencia.
Luego, esta entrevista p erm ite conocer las costum bres
locales, diplom áticas o no, con m ucha m ayor ob jetiv id ad
que a través de D irector del Protocolo, desde el m om ento
que el D ecano es un observador ob jetiv o del país no
com prom etido con sus autoridades ni con la nación m ism a.
P odrá entonces ilustrar al recién llegado acerca de cuanto
d eb iera h acer o no hacer, naturalm ente entregado a la
decisión fin al del nuevo Jefe de M isión. Este debiera
co n cu rrir solo a esta entrevista, sin su cónyuge, ni f u n ­
cionarios de la M isión; para p e rm itir al D ecano explayarse
más librem ente. Su esposa podrá posteriorm ente solicitar
una entrev ista sim ilar con la señora del D ecano, para
considerar tem as de interés m utuo.
Según sea la acogida que el D ecano le dispense, es
aconsejable com unicarle su deseo de ofrecer una cena en
honor suyo, la que debería ten er lugar m ás adelante, una
vez que haya conocido y visitado a suficientes Jefes de
M isión y autoridades nacionales que aseguren una buena
asistencia. Por lo dem ás, siem pre tal recepción social es
exitosa, desde el m om ento que pocos Jefes de M isión se
excusarán de asistir a un acto en honor de su D ecano. Es
ésta una bu en a fo rm a de com enzar una m isión.
b) E ntrevista con el Vice Decano. N o hay que olvidar que
éste reem plaza al D ecano en sus ausencias.
c) V isita a los dem ás J e fe s de M isión (Mtournée diplom ática").
E n los países donde el cuerpo diplom ático es poco nu m e­
III Los miembros de la Misión Diplomática 95
roso, ello es fácil. E n las grandes capitales, sim plem ente
habrá que realizar la m ayor parte de las visitas posibles.
Estas reuniones son m uy im portantes, ya que perm iten
interiorizarse del país, conocer sus costum bres y las
características de sus autoridades, crear nuevos vínculos y
conversar acerca de las relaciones en tre los países que
representan, que tam bién son im portantes para sus respec­
tivos de M inisterios E xteriores, ya que constituyen una
form a de v e rific a r inform aciones recibidas desde otras
fuentes.
Sólo debe visitarse a aquellos Jefes de M isión, co­
m enzando po r los E m bajadores, con los cuales el país que
se representa tiene relaciones diplom áticas, y que hayan
asum ido sus funciones con an terioridad. E n caso de no
haber físicam ente tiem po para visitarlos a todos, h a b rá
que hacerlo siem pre con los representantes de los países
vecinos del suyo y del país sede, ya que estos son una
buena fu en te de inform aciones y sus diplom áticos general­
m ente han sido especialm ente seleccionados por d e te rm i­
nados m éritos que los hacen interesantes; los países del
área geográfica al que se pertenezca (los E m bajadores de
países de ASEAN visitarán a sus consocios en tal organis­
m o, los de la C EE reaccionarán idénticam ente, los países
de A m érica L atina de la m ism a m anera, etc.); los re p re ­
sentantes de los países donde un diplom ático de carre ra
ha estado acreditado en el pasado; y po r últim o a los de
las naciones de m ayor peso en la com unidad internacional,
sin que falten los que son m iem bros perm anentes del
Consejo de Seguridad de la N aciones U nidas. A un cuando
lo más beneficioso es visitarlos a todos, en caso de im po­
sibilidad m aterial de hacerlo, a los dem ás debe visitárseles
por tarjeta.
d) Sim ultáneam ente el nuevo E m bajador debe visitar a otros
M inistros de Estado del país sede, com o el M inistro del
In terio r o de G obierno -q u e suele ser el Jefe de G ab in ete-
y en A m érica L atin a los vinculados con la defensa nacio­
nal. Los M inistros técnicos, com o los de H acienda, F in a n ­
zas o Econom ía, son im portantes no sólo protocolarm ente
sino por las inform aciones que pueden proporcionar. No
hay que olvidar al A lcalde de la C apital, los jefe s de
entidades públicas im portantes, así como del sector p riv a ­
do, universitario y representantes del sector cultural. Con
96 Eduardo Jara Roncati

ellos podrá considerarse el presente y el fu tu ro de las


relaciones bilaterales en el área respectiva.
e) E special im portancia reviste vincularse adecuadam ente con
los directores y principales redactores de los m edios de
com unicación social. U n a visita a los directores de p e rió ­
dicos es siem pre útil, para darse a conocer e intercam biar
inform aciones, asi com o para que la opinión pública cons­
tate los propósitos de vinculación que se persiguen. A si­
m ism o, ad optará iniciativas sociales al respecto, po r e je m ­
plo, organizar una recepción en la residencia en honor de
la prensa, incluyendo en ésta a los directores visitados. En
m uchos países los periodistas constituyen la m ejo r fu en te
p ara saber lo que realm ente está ocurriendo.
f) V isitas a autoridades de los dem ás poderes del E stado, las
que revisten igualm ente im portancia.
Estas visitas tom an m ucho tiem po y exigen una gran
labor de coordinación, lo que obliga al recién llegado a
destinarles parte im portante de su actividad inicial.

L a esposa del nuevo Jefe de M isión, por su p arte, tiene


derecho a los honores, precedencia y privilegios de su m arido.
Le corresponde, a su vez, e fectu ar visitas sim ilares, algunas
co njuntam ente con su esposo o bien separadam ente, de acuerdo
a las costum bres locales. Establecerá así valiosos contactos, que
le serán útiles p ara su actividad oficial así com o para su vida
fam iliar, ocupaciones o estudios especiales a los que ella o los
m iem bros de su fam ilia p u d ieran dedicarse posteriorm ente en su
país.
L a p rim era recepción social que el nuevo Jefe de M isión
ofrezca en su casa debiera ser una com ida en honor al M inistro
de R elaciones E xteriores local. E n caso de que éste estuviese
fu e ra del país o atado por num erosos com prom isos pendientes, o
si po r tratarse de un país im portante, ello no resulta tan fácil,
será siem pre necesario hacer saber al Protocolo Local esa
in tención, a fin que tal reunión se concrete en algún m om ento.
N aturalm ente que m ientras ella no se realice el recién llegado
puede ofrecer otras m anifestaciones sociales, con otros o b je ­
tivos, com o la o frecid a al D ecano del cuerpo diplom ático.
D ebido a la im portancia que revisten las iniciativas socia­
les, habrá que preocuparse desde un principio de contar en la
M isión con los m edios adecuados para o frecer m anifestaciones
lucidas y periódicas, entendiendo por tales el personal así como
los m edios m ateriales indispensables. A todo ello deben o cu p ar­
III Los miembros de la Misión Diplomática 97

se, desde un prim er m om ento, tanto la esposa como el propio


Jefe de M isión.
Paralelam ente con estas visitas, hay u n a serie de a c tiv i­
dades que debe realizar, desde el día siguiente de la presen ta­
ción de las C artas C redenciales. Por de p ro n to , el m ism o d ía es
necesario enviar un télex a la respectiva C ancillería, dando
cuenta del desarrollo de la C erem onia y relatando los hechos
relevantes, los que serán am pliados a la brevedad posible a
través de un com pleto inform e que incluirá los porm enores de
la m ism a y al que se acom pañarán los textos de los discursos
pronunciados, los com unicados oficiales difun d id o s en el país y
las inform aciones de prensa que hubiesen aparecido sobre el
tem a.
Igualm ente, será necesario que la E m b ajad a despache
algunas notas a las E m bajadas y R epresentaciones Perm anentes
del país representado por el nuevo Jefe de M isión, com unicán­
doles la presentación de las Cartas C redenciales y expresándoles
sus deseos personales y los de la M isión a su cargo por m an te­
n er y desarrollar las m ejores relaciones oficiales y personales; a
las M isiones diplom áticas acreditadas en el país recep to r con
las cuales su país m antiene relaciones diplom áticas, co m unicán­
doles la presentación de las C artas C redenciales y form ulando
los deseos personales del nuevo Jefe de M isión y de la M isión a
su cargo po r m antener y estrechar las relaciones existentes
en tre las dos M isiones, com o reflejo de los buenos vínculos que
felizm ente m antienen sus dos pueblos y gobiernos; a los C onsu­
lados G enerales y particulares de p rofesión, así como a los
Consulados G enerales y particulares honorarios de su d ep en d en ­
cia, que se desem peñan en las diversas ciudades del Estado
receptor, inform ándoles acerca del hecho de h ab er asum ido
como Jefe de m isión es ese país; al D ecano del C uerpo D iplo­
m ático, como una deferen cia especial hacia su investidura.

2.2.5 R ecepción y entrega de la M isión

Se trata de un acto form al y delicado, para el cual el E ncarga­


do de Negocios In terin o , debe ad o p tar con anticipación las
m edidas adecuadas. Lo usual es que el E m b ajad o r saliente y el
recién llegado no se hayan encontrado, m otivo por el cual será
aquel quien deberá actu ar com o in term ediario. Para ese efecto,
podrá utilizar los preparativos adoptados con el o b jeto de
recibirse de la M isión al m om ento de la p artid a del predecesor.
98 Eduardo Jara Roncati
C ada país reglam enta detalladam ente, de acuerdo con su legisla­
ción in te rn a, este procedim iento, y hab rá que cum plirlo cabal­
m ente, ya que cualquier e rro r puede provocar serios problem as
fu tu ro s, adm inistrativos e incluso responsabilidades civiles o
penales, desde el m om ento que existen bienes y fondos fiscales
involucrados.
L a en treg a de la M isión D iplom ática consiste en el trasp a­
so de la totalidad de las responsabilidades inherentes a la
m ism a, en aspectos de fondo y de form a. R especto de los
prim eros, debe in cluir una relación de todos los tem as políticos,
económ icos, ju ríd ico s, culturales y de o tra índole que se e n ­
cu en tren pendientes, con indicación de sus aspectos relevantes,
a fin de ilustrar adecuadam ente al sucesor. L uego debe dejarse
constancia de los aspectos adm inistrativos y de personal, p o ­
niendo especial cuidado en las m ateria contables, así com o con
los bienes de propiedad del Estado.
Para cum plir adecuadam ente con tales objetivos, así como
p ara evitar dificultades posteriores, las partes involucradas
deben e fectu ar una revisión acuciosa de todos los sectores
indicados, preparando los docum entos que sean necesarios a fin
de que todo conste de una m anera clara y form al.
L a entrega m aterial de una M isión debe atenerse e stric ta ­
m ente a la legislación nacional, m otivo po r el cual será necesa­
rio ten e r a la vista las norm as del país de origen respecto de
este tipo de m aterias, las que tienen plena validez ju ríd ic a , aun
cuando este acto se esté celebrando en un país extranjero.
De hecho, la entrega constará en una o m ás actas que
firm arán las tres partes que participan en la m ism a, el fu n cio ­
nario que entrega (que será un Jefe de M isión saliente o un
E ncargado de Negocios a.i. que term ina su m isión in terin a), el
que recibe (que será un Je fe de M isión que asum e sus funciones
o bien un E ncargado de Negocios con C artas de gabinete o
in terin o ) y el interventor. E n efecto, la participación de un
tercero en esta delicada m ateria es m uy útil.
Esa acta constituye la certificación del traspaso no sólo
de la M isión m ism a, sino que de las responsabilidades legales
que correspondían al funcionario que entrega al que se recibe
de la M isión, quien las asum e en v irtu d del nom bram iento
oficial de que ha sido investido.
Es necesario ten er presente que en una M isión diplom ática
hay aspectos públicos, otros reservados y otros de carácter
secreto. Por tal m otivo, habrá que hacer entrega separada de
esos tres sectores, de tal m anera que estos últim os tengan una
III Los miembros de la Misión Diplomática 99

circulación, especialm ente d entro de la adm inistración nacional,


más restringida que la de los dos prim eros.
Si bien el detalle de este procedim iento form alm ente
depende de las respectivas reglam entaciones nacionales, hay que
re itera r enfáticam ente la im portancia de toda índole que ella
reviste p ara el adecuado funcionam iento de la M isión y para
cada una de las partes involucradas.

2.3 E m bajadores Concurrentes

Suele o c u rrir que un país, por razones económ icas, de falta de


personal o cualquiera otra, no pueda ten e r Jefes de M isión
residentes en todos los Estados y Organism os Internacionales
con los cuales tiene relaciones diplom áticas. E n tal caso, puede
re c u rrir a un Jefe de M isión concurrente, cuya designación debe
estar en conocim iento de todos los países involucrados.7
E m bajador concurrente es un Jefe de M isión acreditado
ante un Estado y residente en la capital de ese país, que está
acreditado sim ultáneam ente ante un terc er o más países. Por
u na ficción ju ríd ic a se le considera una persona diversa en
cada uno de los Estados donde está acreditado. Por cortesía, es
necesario in fo rm ar al país sede cuando se desee designar a un
E m b ajad o r acreditado com o concurrente ante otro. A dem ás, un
E m b ajad o r acreditado ante un Estado puede estar acreditado
tam bién ante una O rganización Internacional. Por ejem plo, un
E m b ajad o r ante el gobierno italiano puede ser sim ultáneam ente
R epresentante Perm anente ante la FA O y un E m b ajad o r en
F rancia, puede serlo ante la UNESCO.
Es posible que se m antenga una oficin a a b ierta en el país
donde el E m bajador es sólo co ncurrente, que puede estar a
cargo de un Encargado de Negocios a.i. o un E ncargado de los
A rchivos. T am bién que por distintos m otivos no haya ninguna
presencia perm anente.
Para designar un E m bajador co n cu rren te, se debe efectu ar
un cuidadoso estudio de diversos elem entos, entre otros de los
siguientes:

a) Estado de las relaciones entre el país sede y aquel o

7. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, articulo 5.


100 Eduardo Jara Roncati
aquellos Estados donde se desea acreditarlo en el carácter
de tal;
b) Q ue no existan rivalidades históricas en tre los paises;
c) L a existencia o no de relaciones de dependencia de cual­
q u iera especie. N o sería lógico que la sede de la E m bajada
estuviese en una capital de un país recientem ente in d e ­
pendizado y la concurrencia en su ex -m etró p o li. E n térm i­
nos generales, la sede debe estar en el país objetivam ente
más im portante en térm inos internacionales y la concu­
rre n c ia en el m enos.
d) F acilidad de com unicaciones entre am bos, p ara los despla­
zam ientos periódicos del Jefe de M isión o para el contacto
telefónico y telegráfico.

E n caso de no h ab er una oficin a abierta en el Estado de


la concurrencia, el Jefe de M isión debe asignar al in terio r de
su E m b ajad a algún funcionario o grupo de funcionarios que se
encarguen de los problem as relevantes del otro país u organis­
mo. Estos deben estar al corriente de los principales hechos
que ocu rran en aquel, para lo cual debe recib ir inform ación
acerca del m ism o la que, com parada con la de otras fuentes,
debe ser regularm ente enviada al M inisterio. P or su p arte, el
E m b ajad o r co n currente debe v iaja r periódicam ente al otro país
y, en caso de no poder hacerlo con frecuencia, por lo menos
con m otivo de su día N acional, de otras festividades especiales
para su gobierno, o cuando su presencia sea im portante para los
intereses de su propio país.
Del m ism o m odo, está perm itido que dos Estados puedan
a cre d ita r un E m bajador com ún ante un tercer E stado, para lo
cual se requiere la autorización del m ism o. E n la práctica, si
bien hay precedentes históricos (durante los años 60 N iger, Alto
V olta, Costa de M arfil y D ahom ey estuvieron representados en
Israel por el m ism o Jefe de M isión), se trata de un caso m uy
excepcional.8
Para acreditarlo ante un tercer E stado, en v irtu d del
p rincipio denom inado de acreditación m últiple, hay que tener
presente que respecto de este últim o h ab rá de cum plirse todas
las form alidades exigidas para el nom bram iento de un E m ba­
jador; esto es, será necesario solicitar el respectivo agreement,

8. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, articulo 6.


Ver anexo 5.
III Los miembros de la Misión Diplomática 101
obtener el beneplácito, otorgarle las respectivas C artas C reden­
c ia le s y presen tar ante el Jefe de E stado estos docum entos
du ran te una cerem onia en la capital de este tercer país, que
ten d rá lugar cuando se le fije . Para tal fin , el nuevo Je fe de
M isión d eb erá v iaja r acom pañado de algún funcionario de su
M isión lo cual dem uestra, aun cuando la C onvención de V iena
no lo establece expresam ente, que se tra ta de toda la M isión
que está acreditada ante el tercer país y no sólo el Jefe de la
m ism a. Es útil, para ev itar equívocos, hacer llegar o p o rtu n a­
m ente una nota al M inisterio de R elaciones E xteriores de ese
país procediendo a acred itar a toda la M isión, o po r lo menos
un determ inado núm ero de funcionarios, com o la nóm ina de la
M isión co n cu rren te, lo que será de especial utilidad en caso de
ten er que nom brarse un Jefe de M isión interino.
D ependerá de cada E m bajador que su designación como
concurrente tenga una utilidad práctica para su país o sea una
representación sim plem ente sim bólica.

2.4 Representantes Permanentes

Estos Jefes de M isión, al igual que los E m bajadores, son nom ­


brados librem ente por cada Estado y sus C artas C redenciales
son presentadas por los R epresentantes Perm anentes al Secreta­
rio G eneral de la respectiva O rganización o quien lo represente
du ran te una cerem onia especial que tiene lugar después de su
llegada a la ciudad donde el organism o tiene su sede. Para este
efecto no se requiere solicitar agreem ent, desde el m om ento
que todos los Estados m iem bros son partes de ese organism o y
sería ilógico que debieran solicitar una autorización para poder
acred itar a sus respectivos representantes de parte de quienes
sim plem ente adm inistran esa O rganización.
D entro del actual sistem a de N aciones U nidas, los R e p re ­
sentantes Perm anentes acreditados ante la O N U en N ueva Y ork
presentan sus C artas C redenciales al propio Secretario G eneral,
m ientras que aquellos acreditados ante las O rganizaciones
Internacionales con sede en G in eb ra entregan al representante
del Secretario G eneral en ésa capital las copias de estilo de sus
Cartas C redenciales, cuyos originales le son enviados a aquel a
su sede central.
Los R epresentantes Perm anentes, tam bién llam ados en
ciertos casos Delegados Perm anentes, están al fre n te de las
denom inadas R epresentaciones Perm anentes, que es el nom bre
102 Eduardo Jara Roncati
con que se designa a la M isión diplom ática que un Estado
a cred ita ante una O rganización Internacional de la que es
m iem bro.

2 .5 E n c a rg a d o s d e N e g o c io s

E n algunos casos, entre dos países existen circunstancias que


im piden el pleno y norm al desenvolvim iento de las relaciones
diplom áticas. A nte tal situación, algunos países proceden a la
designación de un E ncargado de Negocios. Se entiende por tal a
un Je fe de M isión diplom ática acreditado por un M inistro de
R elaciones E xteriores ante el M inistro de R elaciones E xteriores
de otro E stado, por m edio de las denom inadas C artas de G a b i­
nete.
Hem os visto que los E m bajadores son acreditados por los
Jefes de Estado ante otros Jefes de E stado, pero los E ncargados
de Negocios con Cartas del G abinete tiene, al igual que aq u e­
llos, u n carácter perm anente. Salvo en cuanto respecta a la
precedencia y a la etiqueta -establece el artículo 14 núm ero 2
de la C onvención de V ien a- no se hará ninguna d iferen cia entre
los Jefes de M isión por razón de su clase.
Las C artas de G abinete son, en consecuencia, un docum en­
to form al que em ite el M inistro de R elaciones E xteriores del
Estado que acredita y dirigido al M inistro de R elaciones E x te ­
riores del Estado receptor, por m edio del cual le com unica el
nom bram iento de un Jefe de M isión con el carácter de E n c a r­
gado de Negocios. Esto es, las Cartas de G abinete constituyen
el equivalente, para el E ncargado de Negocios, de lo que son
las C artas C redenciales para un E m bajador.
Este docum ento es entregado personalm ente por el E n c a r­
gado de Negocios al respectivo M inistro de R elaciones E x terio ­
res, du ran te el curso de una reunión relativam ente form al, que
debe ser solicitada previa y oportunam ente por escrito a través
de la D irección del Protocolo local. Esa reunión constituye una
especie de acreditación y perm ite m an ten er u n a entrevista
privada con el M inistro de R elaciones E xteriores, acerca de
cuyo contenido es necesario in fo rm ar detalladam ente a su
propio M inisterio.
Son pocos los países, sin em bargo, que reconocen esta
categoría de agentes. Ello se debe a que la acreditación ante el
M inistro de R elaciones E xteriores local a que se refiere al
artículo 14, núm ero 1, letra c, de la C onvención de V iena
III Los miembros de la Misión Diplomática 103
podría hacerse sim plem ente por m edio de una nota de la M i­
sión, sin necesidad de Cartas de G abinete, lo que les d e ja en la
m ism a condición de los E ncargados de Negocios interinos. Por
los dem ás, esta C onvención no hace m ención alguna a las
Cartas de G abinete. A nte tal situación, h ab rá que considerar la
costum bre local antes de designar un E ncargado de N egocios, a
fin de que se le reconozca el status que se preveía para él.
E n tre los países que reconocen su existencia fig u ran , por
ejem plo, el R eino U nido ("Chargés d ' a ffa ir e s ”), F rancia ("Char-
gés d ’ af fa ir s en titre”) y la Santa Sede ("Incarigato d'aff ar i
con lettere").

2.6 Encargados de Negocios interino o ad interim

Es el funcionario diplom ático de u n a M isión diplom ática o de


una R epresentación Perm anente que sigue en jera rq u ía al titu lar
y que ocupa tem poralm ente la je fa tu ra de la m ism a, po r estar
vacante el cargo o porque aquel, por diferen tes m otivos, no
puede desem peñar sus funciones. E n consecuencia, la existencia
de un Encargado de Negocios interino presupone la de un Jefe
de M isión titu la r que está ausente, ya sea un E m b ajad o r, un
R epresentante Perm anente o un E ncargado de Negocios con
Cartas de G abinete reconocido como tal o sim plem ente como
interino. Sin em bargo, ese carácter transitorio no significa que
su duración como tal sea breve, ya que en la p ráctica un
agente podría perm anecer por largos años en tal carácter.
Cuando un Jefe de M isión titu la r tiene que ausentarse de
su sede, debe com unicarlo oficialm ente, con la anticipación
adecuada y por m edio de una nota, al M inistro de R elaciones
E xteriores local, sin perju icio de hacerlo telegráficam ente a su
propia C ancillería. Si el tiem po lo perm ite, debe despedirse
personalm ente del M inistro de R elaciones E xteriores lo que
ádem ás de ser cortés, perm ite conversar acerca del estado de
las relaciones entre los dos países. A través de esta nota, sin
necesidad de e n tra r en detalles acerca del lugar donde perm a­
necerá du ran te su ausencia, deberá designar expresam ente a la
persona que le reem plazará en el carácter de E ncargado de
Negocios ad interim, pudiendo o no d eterm in ar la fech a del
interinato. Esta nota será o no respondida por el M inistro de
Relaciones E xteriores respectivo, y el funcionario asum irá
autom áticam ente desde la fecha d eterm inada en ella. Sim ultá­
neam ente, tal designación debe darse a conocer, a través de
104 Eduardo Jara Roncati

una nota circu lar, a todas las M isiones diplom áticas acreditadas
de los países con los cuales se m antienen relaciones d iplom áti­
cas. E n caso de fallecim iento del Jefe de M isión, se reconoce
de oficio el carácter de E ncargado de Negocios interino el
fu ncionario de más alto grado de la respectiva M isión.
E n sum a, un Encargado de Negocios in terino puede acre­
ditarse por tres medios: por nota del Jefe de M isión que pone
térm ino a sus funciones o se ausenta transitoriam ente del
Estado receptor; p o r nota del respectivo M inistro de Relaciones
Exteriores; por cable del M inistro de R elaciones E xteriores
acreditante.
El E ncargado de Negocios ad interim tiene, en teoría, los
m ism os derechos y prerrogativas que el titu la r y de hecho la
única diferen cia entre ellos sería su d ife ren te ubicación dentro
de la precedencia diplom ática local. E n la respectiva lista
diplom ática, cualquiera que sea su antigüedad, fig u ra rá siem pre
después de los Jefes de M isión titulares y en tre sus pares. Su
precedencia proviene de la fecha en que ha asum ido sus f u n ­
ciones transitorias. En los países que reconocen a los E n car­
gados de Negocios con C artas, jam ás podrá ten er el m ism o
rango de éstos, desde el m om ento que su nom bram iento no
proviene de una C arta de G abinete firm ad a por el M inistro,
sino que de una sim ple com unicación de la respectiva E m bajada
al M inisterio de R elaciones E xteriores del Estado receptor.
A pesar de lo a n terio r, en la práctica éste debe actuar
siem pre con plena conciencia de su transitoriedad. N o puede
hacer variaciones esenciales en la orientación política ni en el
funcionam iento de la m isión. Debe evitar tom ar decisiones sobre
m aterias de im portancia y en lo posible tran sm itir los p rin c i­
pales problem as a sus autoridades, solicitando instrucciones
respecto de asuntos que m uy probablem ente el Je fe de M isión
titu la r hab ría podido resolver por sí mismo.
E n sus gestiones fre n te a las autoridades locales, si bien
debe subir el nivel habitual de sus interlocutores atendiendo a
su carácter de Jefe de M isión, no debe olvidar m antener in fo r­
m ados sim ultáneam ente a los de su rango, a fin de evitar
susceptibilidades por parte de éstos que le afecten a fu tu ro . No
debe olvidar que concluida sus funciones transitorias volverá a
su nivel norm al y necesitará nuevam ente de su apoyo para el
cum plim iento de las tareas correspondientes a su nivel.
Sin em bargo, a pesar de estas lim itaciones, un funcionario
diplom ático puede obtener un gran provecho profesional a
través de estos interinatos. En su carácter de Jefe de M isión,
III Los miembros de la Misión Diplomática 105

será invitado a diversas actividades oficiales del país sede y de


las dem ás M isiones, en las cuales ten d rá ocasión de establecer
vínculos con autoridades y funcionarios de alta jerarq u ía.
D ebiera tom ar iniciativas en el plano social, para afian zar tales
contactos, a través de cócteles y recepciones, pero sin p erd er
de vista su carácter de interino y buscando siem pre la u tilidad
que estos contactos rep o rtan a la M isión y a su país.
N aturalm ente que no está vedado a un E ncargado de
Negocios interino tom ar iniciativas, pero es aconsejable consul­
tarlas previam ente con sus autoridades a fin de evitar d a r pasos
en falso. Igual p rudencia debe ten er con sus colegas de rangos
inferiores dentro de la M isión, evitando exagerar con una
a utoridad que, recordém oslo una vez más, tiene sólo el carácter
de transitoria.
Si por razones de servicio o por im portantes m otivos
fam iliares, que deben tener el carácter de excepcionales, un
E ncargado de Negocios interino debiera, a su vez, ausentarse de
su sede, éste no puede nom brar en su reem plazo un nuevo
E ncargado de Negocios interino. E n tal caso, d eb erá enviar una
com unicación a su propio M inisterio de R elaciones E xteriores
expresando los m otivos de su ausencia, inform ando las resp ecti­
vas fechas de la m ism a, solicitando la autorización respectiva y
requiriendo la designación de otro funcionario de esa M isión, en
calidad de E ncargado de Negocios ad interim .
R ecibida esta com unicación, cuyo destinatario es la D irec­
ción de Protocolo, se procederá a enviar un télex directam ente
al M inisterio de R elaciones E xteriores del Estado receptor,
acreditando al nuevo Jefe interino de la m ism a, e indicando, si
fu era posible, las fechas durante las cuales se desem peñará en
tal carácter. Esta com unicación d irecta de Estado a Estado
reviste un carácter excepcional, porque norm alm ente los contac­
tos entre los mism os se realizan a través de las respectivas
M isiones diplom áticas.
Podría o c u rrir, sin em bargo, que el E m bajador al ausen­
tarse sepa que el funcionario designado interinam ente deberá
ausentarse a su vez. En tal caso, si consultadas las autoridades
locales no tienen objeciones, podría en su nota indicar que
actuarán dos E ncargados de Negocios sucesivos, indicando las
fechas respectivas. A lgunos países aceptan tal procedim iento y
otros no. En todo caso, resulta m uy práctico.
Si un Jefe de M isión titu la r debe ausentarse, o bien un
E ncargado de Negocios interino debe hacerlo, y no hay en la
M isión otro funcionario diplom ático, se puede nom brar excep­
106 Eduardo Jara Roncati
cionalm ente a cargo de la m ism a un m iem bro del personal
adm inistrativo y técnico, quién asum irá esas funciones con el
nom bre de E ncargado de los A rchivos. El funcionario designado
en tal carácter se hará cargo "de los asuntos adm inistrativos
corrien te de la M isión" (artículo 19, núm ero 2 de la C onvención
de V iena). Para hacerlo, deberá solicitarse el consentim iento del
E stado receptor, lo que resulta lógico porque de hecho tal
fun cio n ario gozará de un cierto estatuto diplom ático, que el
Estado receptor no preveía al m om ento de autorizar su n om bra­
m iento.
O tro caso en que se requiere tam bién el consentim iento
del E stado receptor se produce si un Estado desea en v iar como
E ncargado de Negocios in terino a un funcionario diplom ático
que no está acreditado en esa sede. Este caso suele producirse
y para concretarlo hay que e fectu ar una consulta adicional a su
sim ple acreditación, la que tam bién ten d rá carácter transitorio,
ya que sólo d u rará hasta el regreso del titular.
Suele o c u rrir asim ism o que un país decida n om brar un
E ncargado de Negocios interino a fin de que proceda a ab rir
una M isión diplom ática después del establecim iento de relacio­
nes o po r haber sido cerrada en alguna época anterior. En tal
caso, puede recu rrirse al envío de un cablegram a de ac re d ita ­
ción dirigido por un M inistro de R elaciones E xteriores a otro, o
bien dotarlo de una nota, firm ad a por su M inistro, donde se le
con fiera tal carácter. U n a vez que este fu ncionario haya a b ie r­
to la C ancillería y obtenido una residencia adecuada, su g obier­
no puede proceder a la designación de un E m bajador, quién está
aliviado de estas tareas adm inistrativas y podrá asum ir sus
funciones con más tranquilidad y dedicación.

3. L os m iem b ros d el p erso n a l de la M isión

Al igual que respecto de los Jefes de M isión, el nom bram iento


del personal de sus M isiones diplom áticas es de la com petencia
de los respectivos Estados. Sin em bargo, a d iferen cia de aque­
llos, los m iem bros del personal son nom brados directam ente por
cada Estado sin necesidad de req u erir la aprobación del Estado
recep to r, es decir, sin necesidad de que éste los considere como
personas gratas, y tam poco requieren de C artas C redenciales.
Este p rincipio está consagrado en el artículo 7 de la
C onvención de V iena de 1961, al establecer que "el Estado
a creditante n om brará librem ente al personal de la M isión". Sin
III Los miembros de la Misión Diplomática 107
em bargo, la m ism a C onvención, en su artículo 9 d eterm in a que
podrá ser declarado persona non grata.
En la práctica, cada vez que se nom bra a un m iem bro del
personal de una M isión, esto es com unicado a la m ism a, la que
debe proceder a enviar una nota al m inisterio de R elaciones
E xteriores local para ponerlo en conocim iento de la nueva
nom inación. Así lo establece enfáticam ente el artículo 10 de la
m ism a C onvención, tanto respecto del m iem bro de la M isión,
com o de los de su fam ilia, de los que en tren o cesen de fo rm ar
parte en la m ism a y de sus criados particulares.
En todo caso, puede sostenerse que respecto de estas
personas, los nom bram ientos se efectúan sin consulta previa y,
una vez que el E stado receptor ha sido oficialm ente notificado
de su nom bram iento, se entienden tácitam ente aprobados. Sin
em bargo, los Estados tienen el derecho de negarse a aceptar la
designación de ciertos funcionarios, cuando el núm ero de m iem ­
bros de una M isión sea excesivo en relación a las cara c te rísti­
cas del E stado acreditante y las necesidades de la M isión.9
H ay tres clases de personal en una M isión diplom ática: el
personal diplom ático, el personal adm inistrativo y técnico y el
personal de servicio. Estos tres grupos de personas cum plen con
las distintas funciones que les corresponde desem peñar a una
representación diplom ática acreditada en un determ inado país,
según tendrem os ocasión de analizar oportunam ente.

3.1 M iem bros d el personal diplom ático

De acuerdo con la C onvención de V iena, el personal diplom ático


de una M isión está constituido por los m iem bros de ésta que
posean la calidad de diplom ático. Es d ecir, aquel que es a cred i­
tado como tal ante otro Estado o un O rganism o Internacional.
Este personal diplom ático, generalm ente form a parte del
Servicio E x terio r de cada E stado, los que determ inan diversos
procedim ientos para ingresar a él. Tales exigencias se ju stifica n
plenam ente por la enorm e responsabilidad que recae sobre
quienes deben representar a su país en los m edios más diversos
a través de su carrera. Su ingreso al respectivo Servicio E x te­
rio r debe ser, si se desea contar con buenos diplom áticos,

9. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, articulo 11.


Ver anexo 5.
108 Eduardo Jara Roncati

objeto de una estricta selección, y sólo serán destinados a


p restar servicios en el ex tran jero una vez que hayan concluido
su form ación académ ica especializada y que hayan trab ajad o en
el respectivo M inisterio de R elaciones E xteriores po r algún
tiem po. Sólo así estarán en condiciones de e n fre n ta r tan altas
responsabilidades, que se m anifiestan no sólo d entro de la
respectiva E m bajada sino fu era de ella, con los funcionarios
locales y du ran te las reuniones oficiales e incluso en la vida
privada..
C onjuntam ente con los conocim ientos teóricos y prácticos
del diplom ático, resulta igualm ente im portante la determ inación
del E stado u O rganism o ante el cual se le designe, así como las
funciones que d eb a desem peñar ante él. No necesariam ente un
buen diplom ático ante un país puede serlo ante otro, o ante
una O rganización Internacional, o viceversa. P ueden in flu ir,
para ello, innum erables elem entos, objetivos o subjetivos, para
que pueda ser útil en una sede y no en otras. Por tal m otivo,
se debe contar con u n a seria y tecn ificad a política de personal,
adecuada a los requerim ientos de esta profesión, que esté en
condiciones de a ten d er problem as especializados.
Por otra p arte, antes de ser enviado al ex terio r, un
diplom ático debe p restar servicios en diversas dependencias del
M inisterio de R elaciones E xteriores p ara que pueda com pene­
trarse, aun cuando sea en fo rm a general, del funcionam iento del
m ism o, así como de sus principales preocupaciones y centros de
atención. De este modo podía estar en condiciones de conocer,
una vez destinado en el exterior, los tem as que realm ente
interesan al M inisterio, los objetivos de su gobierno y los
postulados perm anentes de su política exterior.
Como requisito básico el personal diplom ático ha de contar
con una adecuada form ación académ ica, que incluya aspectos
especializados pero tam bién una vasta cu ltu ra general. El d iplo­
m ático será respetado en el exterior por su grado y po r sus
valores personales, pero tam bién po r su curriculum vitae acadé­
m ico, que incluye sus estudios de toda índole y los títulos
recibidos. Ello le a b rirá las puertas hacia el sector universitario
y el intelectual, que constituyen áreas de un gran interés
profesional y le convertirá en un in terlo cu to r atractivo.
T an pronto sea nom brado al ex terio r, el funcionario
diplom ático, cualquiera que sea su rango, deberá solicitar una
visita de cortesía al Jefe de M isión del país correspondiente, el
que puede recibirlo personalm ente o a través de algún fu n cio ­
nario de su representación. Ello le p e rm itirá un p rim er contacto
III Los miembros de la Misión Diplomática 109

con ese país, y posibilitará a su interlocutor poder informar


adecuadamente a sus autoridades acerca de él, para lo cual será
indispensable hacer saber su agrado ante la destinación y los
deseos personales por estrechar vínculos de toda especie.
Simultáneamente, resulta necesario compenetrarse de los
aspectos básicos de la historia y la situación actual del mismo,
así como profundizar en los conocimientos del idioma local, si
fuera necesario.
Junto con estos conocimientos teóricos, el agente diplomá­
tico debe interiorizarse plenamente de la relación bilateral con
el Estado receptor o con la respectiva Organización Interna­
cional. Para tal fin debe estudiar acuciosamente los diversos
temas, entrevistarse con los funcionarios encargados de ese país
en su Ministerio de Relaciones Exteriores, así como en las
demás entidades que tengan algún tipo de vinculaciones con tal
Estado u Organización.
Siempre será útil, asimismo, practicar o actualizar el
conocimiento de las técnicas criptográficas respectivas, a fin de
colaborar con la Misión, ya sea porque corresponda reglamenta­
riamente o sólo para casos de urgencia.
Tan pronto conozca su nombramiento, el agente debe
ponerse en contacto con su futuro Jefe de Misión, comunicán­
dole su designación y manifestándole su buena disposición para
trabajar a sus órdenes. Es costumbre que éste último responda
tal comunicación, para expresarle a su vez el agrado por su
nombramiento. Esta relación epistolar previa constituye un
elemento positivo para la futura relación profesional entre dos
personas que, generalmente, no se han conocido con anteriori­
dad.
En síntesis, un agente diplomático debe prepararse adecua­
damente para su misión, motivo por el cual siempre es útil ser
notificado con anticipación acerca del país adonde le corresp­
onderá desempeñar sus funciones. La misma preparación debe
extenderse a los miembros de su familia, a fin de facilitar su
integración al nuevo medio. Esto último es especialmente válido
en materia de costumbres, forma de vida, cultura, situación
actual, historia e idioma del nuevo país.
El Ministerio deberá avisar a su respectiva Misión acerca
del día y hora de la llegada del nuevo funcionario a su sede,
así como del medio de transporte utilizado. Esta deberá, hacerlo
saber a la brevedad posible al Ministerio o a la Organización
Internacional, con la indicación de los miembros de su familia
que lo acompañan. Esa comunicación es indispensable para que
110 Eduardo Jara Roncati
sus nombres aparezcan en la lista diplomática, lo cual le permi­
tirá a su vez gozar de los privilegios e inmunidades a que
tienen derecho, recibir una cédula de identidad diplomática y
contar, por cortesía, con una placa diplomática para su automó­
vil particular.
El día y hora anunciado el nuevo funcionario deberá ser
esperado en el lugar de su llegada por personal de su Misión,
determinado de acuerdo a su nivel jerárquico. Debe estar pre­
sente alguno de sus inferiores, para atender sus necesidades
administrativas, y eventualmente un superior. Si se trata de una
dama, llegue o no acompañada de su marido, es necesario que
sus colegas lo hagan con sus esposas. Los agentes diplomáticos
tienen derecho, desde su llegada, a una atención particular de
parte de las autoridades de policía y aduanas, que los miembros
de su Misión deben ayudar a que le les reconozca.
Algunos funcionarios prefieren viajar solos y adoptar así
libremente y sin mayores compromisos económicos las medidas
necesarias para organizar su vida en el país de destino. Otros
prefieren hacerlo con toda la familia, o bien enviarla anticipa­
damente. Cualquiera que sea la actitud que se adopte al respec­
to, el funcionario debe tomar lo más rápidamente posible las
decisiones correspondientes, tratando de hacerlo en forma
juiciosa y escuchando las opiniones de quienes tienen más
experiencia en el Servicio y en el respectivo país. Así estará
en situación de integrarse rápidamente al cumplimiento de sus
funciones, si ese es el motivo de su destinación. De esa manera
el margen de error será menor, lo que redundará positivamente
en beneficio suyo y de la Misión en general.
El Jefe de Misión debe presentar oficialmente al agente
diplomático recién llegado ante el Director o Subdirector del
Protocolo local, de acuerdo con su grado y posteriormente éste
deberá efectuar las visitas que se acostumbre realizar en el
país, personalmente o por tarjeta. En este último caso, el
agente diplomático recién llegado envía al destinatario una
tarjeta suya acompañada de una tarjeta del Jefe de Misión, con
indicaciones de su grado y escrito a mano, en la parte inferior
izquierda las letras p.p (abreviatura francesa de ”pour présen-
ter", para presentar). Las respuestas deben dirigirse en este
caso al nuevo funcionario y no al Jefe de la Misión. La presen­
tación por tarjeta, a pesar de su utilidad, está cayendo en
desuso.
El personal diplomático de la Misión está compuesto por
los siguientes funcionarios:
III Los miembros de la Misión Diplomática 111

a) Ministro Consejero: Es el funcionario diplomático que


ocupa en una Misión el lugar inmediatamente inferior al
de Jefe de Misión y que lo reemplaza, en calidad de
Encargado de Negocios interino en caso necesario. Este
cargo sólo existe en las Embajadas o Representaciones
Permanentes más importantes, por el número de personal o
por la importancia de la relación con el país sede o con
la respectiva Organización Internacional.
Algunos países tienen el cargo de Ministro o de
Ministro Plenipotenciario, quienes poseen un más alto nivel
jerárquico y cuentan con plenos poderes generales y
permanentes. Otros cuentan con los Consejeros de Primera
Clase. Pero la mayor parte de los países se inclinan por la
terminología de Ministro Consejero.
Corresponde a este funcionario la coordinación
general de los trabajos de la Embajada, la asesoría del
Jefe de Misión, la dirección de la parte administrati-
va-contable de la misma, así como la preparación de
informes sobre materias de una especial importancia.
También colabora con el Jefe de Misión para la asignación
de funciones al personal de la Misión.
En su carácter de Jefe de Cancillería, debe distribuir
las tareas del personal de acuerdo a las funciones asigna­
das, determinar los turnos, velar por el cumplimiento de
los horarios, el orden, la seguridad, la disciplina interna y,
en general, preocuparse del funcionamiento integral de la
Misión. El personal de ésta, por su parte, cualquiera que
sea su jerarquía está obligado a acatar sus indicaciones.
El Ministro Consejero debe mantener reuniones de
trabajo diarias con los distintos sectores de la Misión,
conjuntamente o por separado, de manera de poder cumplir
adecuadamente sus funciones, impartir las directivas de
rigor, e informar fundadamente al Jefe de la misma acerca
de su funcionamiento. Los funcionarios deben entenderse
entonces, para todos los efectos de trabajo, directamente
con el Ministro Consejero.
Este funcionario debe mantener a su vez una relación
permanente con el Jefe de Misión, a través de reuniones
oficiales o extraoficiales o cuando aquel lo solicite o las
circunstancias lo aconsejen. Sin perjuicio de lo cual
debieran existir periódicamente reuniones de coordinación
general, con asistencia del personal diplomático, los Adic­
112 Eduardo Jara Roncati

tos de defensa y civiles, y los Cónsules acreditados en la


Capital. Así existirá una adecuada coordinación para la
orientación de los trabajos de la Misión, lo que repercu­
tirá en su buen funcionamiento.
La buena relación personal entre un Jefe de Misión y
el Ministro Consejero es un elemento prácticamente deci­
sivo para el cumplimiento cabal de los objetivos perse­
guidos por una Misión diplomática.
En caso de haber dos Ministros Consejeros en una
Sede, debe ser Jefe de Cancillería el más antiguo en la
misma.
b) Consejero: Es un funcionario de un nivel intermedio aun
cuando normalmente con varios años de experiencia profe­
sional. Generalmente le corresponde dirigir alguna de las
secciones o departamentos en que está dividido el trabajo
de una Misión. En caso de no existir un Ministro Conse­
jero, será el Jefe de Cancillería, con todas las atribucio­
nes inherentes a este cargo. Si hay varios Consejeros, se
nivelan por antigüedad, de acuerdo a las pautas que al
respecto determine el país respectivo.
El Consejero debe dedicarse a las funciones que le
han asignado y convertirse en el especialista de su respec­
tiva área. El Jefe de Misión y el Ministro Consejero,
atendiendo tal especialización lo consultarán permanente­
mente, por lo cual debe mantenerse al día con sus infor­
maciones, desarrollando por diversos medios el nivel de
conocimientos suficientes con el fin de prestar una útil
labor de asesoría. Será, en todo caso, el Jefe de Misión
quien finalmente tome las decisiones, escuchando al Minis­
tro Consejero y a los demás funcionarios, pero básicamen­
te atendiendo a la visión más amplia que aquel tiene sobre
la relación entre su país y aquel donde está acreditado o
la situación que se vive dentro de la respectiva Organiza­
ción Internacional.
A contar del grado de Consejero, el diplomático está
en situación de contactarse con facilidad con autoridades
locales y agentes de otros países, de acuerdo con su nivel.
Cualquiera que sea el sector de la misión donde se desen­
vuelva, debe utilizar tales contactos para crear buenas
fuentes de información y poder así desempeñar las impor­
tantes tareas básicamente de asesoría que se esperan de
él.
III Los miembros de la Misión Diplomática 113
c) Secretario: Es el funcionario de categoría inmediatamente
inferior a la de Consejero y está encargado de ejecutar
las tareas correspondientes al sector que se le ha señala­
do, debiendo hacer las proposiciones que considere adecua­
das dentro de la misma.
Se distingue entre Primer Secretario o Secretario de
Primera Clase, Segundo Secretario o Secretario de Segunda
Clase y Tercer Secretario o Secretario de Tercera Clase,
siendo los primeros los de mayor nivel jerárquico. La
distribución de las respectivas tareas se efectuará, en
consecuencia, atendiendo a su respectivo grado, y es
frecuente que al interior de un Departamento o Sección
trabajen Secretarios de distinto grado.
En términos generales, un Primer Secretario está
preparado para asumir funciones delicadas y de importan­
cia, por los años de servicio que se exige para llegar a tal
grado. Los Segundos y Terceros Secretarios, siendo menos
experimentados, deben encargarse de tareas de menor
importancia, básicamente la información al país -que debe
ser corregida previamente por las instancias superiores-
ios aspectos administrativos y contables, las comunicacio­
nes criptográficas, protocolo, etc.
El Secretario debe tener muy desarrollado su espíritu
de colaboración, y el sentido común y una adecuada
ponderación de su situación le permitirá determinar los
límites de su función.
Una Misión diplomática está formada por personas de
muy diversas características, por lo cual no resulta fácil
lograr una inmediata compenetración e integración. Tanto
los funcionarios como sus esposas y familiares pueden
tener distintos orígenes, religión, costumbres, hábitos,
objetivos en la vida. Por tal motivo, todos y cada uno de
ellos deben hacer un esfuerzo personal para buscar una
convivencia que les permita encontrar un grato pasar al
interior de la Misión, así como para que puedan cumplirse
sin tropiezos provenientes de problemas de ese origen los
objetivos que sus autoridades han tenido en vista al
destinarlos al país donde su encuentran residiendo.
No deben olvidar tampoco que su presencia en el
país se debe a la función que desempeñan, a la cual deben
supeditar cualquier otro tipo de actividades o aspiraciones.
Esta función abarca diversas obligaciones, entre las cuales
figura en forma muy especial la asistencia a actividades
114 Eduardo Jara Roncati
oficiales o sociales, tanto del país sede como organizadas
por las demás Misiones Residentes y por la propia. Los
funcionarios deben cumplir con tales responsabilidades,
asistiendo a todos los actos a los cuales son invitados,
obligación que también recae sobre su cónyuge, quien debe
hacerlo en su calidad de tal. La carrera diplomática irroga
numerosas obligaciones y ésta, la de participar personal­
mente en lo que las autoridades de su Misión estimen de
utilidad para los fines perseguidos, es una de ellas.
El personal diplomático de una Misión está integrado,
además, por otros dos tipos de funcionarios:
d) Agregados de las Fuerzas Armadas. Son los representantes
de una rama o de todas las Fuerzas Armadas de su país
ante la rama especial o la totalidad de las Fuerzas Arma­
das de otro país. Cuando representan a todas las institu­
ciones de la defensa nacional de un país, suelen tomar
asimismo el nombre de Agregados de Defensa; en caso
contrario, toman el nombre específico de Agregado Militar,
Agregado Naval o Agregado Aéreo. Suelen contar con
Asistentes o Adjuntos.
e) Agregados Civiles, o simplemente Agregados. Desempeñan
una función específica. Pueden o no ser funcionarios del
respectivo Ministerio de Relaciones Exteriores, pero no
pertenecen al Servicio Exterior de su país. Están a cargo,
por lo general, de asuntos de prensa, culturales, laborales,
técnicos, científicos, agrícolas, industriales, etc. Algunos
países contemplan los Agregados Civiles Adjuntos.

Existen por último en algunos casos, los Agregados Hono­


rarios los que, sin ser funcionarios diplomáticos de carrera, ni
pertenecer a ningún otro cuerpo de funcionarios del Estado
Acreditante, han sido acreditados, a modo excepcional y sin ser
retribuidos pecuniariamente, en calidad de diplomáticos. Este
Agregado Honorario puede, incluso, tener la nacionalidad del
Estado receptor, pero en tal caso habrá de contar con el
consentimiento de este Estado (artículo 8 de la Convención de
Viena). Estas designaciones deben ser hechas en forma extre­
madamente cuidadosa, ya que pueden crear problemas entre los
países y respecto del interesado debido a las dificultades que
puedan surgir en materia de residencia, de pago de impuestos
internos, así como de goce de privilegios aduaneros.
III Los miembros de la Misión Diplomática 115

3.2 Miembros del personal administrativo y técnico


Las funciones diplomáticas de una Misión requieren el cumpli­
miento de ciertas tareas de apoyo, ya sean administrativas o
técnicas. Estas funciones son desempeñadas por un personal
especial, que puede o no, ser nacional del Estado que envía y
goza de ciertos derechos siempre que no sea nacional del
Estado receptor ni tenga en él su residencia habitual.
En efecto, las innumerables funciones de una Misión
exigen un cierto tipo de personal especial, que no esté necesa­
riamente sujeto a una rotativa permanente, sino que se especia­
licen en el conocimiento acerca de determinados países u
organismos para cumplir tareas específicas. Esta mayor perma­
nencia en una sede les confiere una mejor perspectiva en las
materias de su competencia que las que pudiera alcanzar un
agente diplomático cuya permanencia tiene una mayor transi­
toriedad.
Este personal puede provenir de los respectivos Ministerios
de Relaciones Exteriores o bien ser contratados localmente, con
la autorización del Ministerio, y se le asignarán sus funciones
de acuerdo a su vinculación con el país y el mayor o menor
grado de confiabilidad de que puedan disfrutar.
Corresponde al personal técnico tareas más especializadas,
mientras que el personal administrativo tendrá a su cargo
labores más simples, pero no por eso de menor responsabilidad.
Sin embargo, en la práctica resulta difícil resolver a qué clase
de personal corresponden determinadas funciones. La de intér­
prete, ¿es una función técnica o administrativa? Igual duda
subsiste prácticamente en todos los demás casos, sean taquígra­
fos, dactilógrafos, archiveros, operadores de télex, etc. La
definición de la Convención de Viena al respecto es lamentable,
al calificar de tales al personal que se encuentra empleado en
el servicio administrativo y técnico de la Misión, (artículo 1,
letra f).
En la práctica este personal puede definirse en forma
negativa, señalando que está integrado por quienes no figuran
en las Lista diplomática, no forman parte del Cuerpo diplomáti­
co, pero que desempeñan funciones especializadas y de apoyo de
una gran importancia para las actividades de la Misión.
La Convención de Viena, sin embargo, autoriza que tales
miembros del personal de una Misión puedan quedar transitoria­
mente al frente de la misma, en calidad de Encargado de los
Archivos. En caso de ser necesario proceder a tal designación,
116 Eduardo Jara Roncati

se requiere como hemos visto, contar con el consentimiento del


Estado receptor (artículo 19 de la Convención de Viena). En tal
caso, este funcionario debe limitarse al cumplimiento de las
funciones administrativas corrientes, evitando absolutamente
tomar decisiones políticas de ningún tipo.
El personal, cuando es contratado localmente, no forma
parte ni goza de los derechos previsionales del Estado al que
pertenece la Misión, y su vinculación con la imisma está limita­
da a los términos del respectivo contrato. En términos previsio­
nales, suele estar acogido al régimen vigente en el país sede,
para lo cual deben hacerlo en forma voluntaria, o bien inte­
grarse a algún sistema previsional de carácter privado. Estos
contratos, como hemos visto, deben ser puestos en conocimiento
del Estado que acredita, para su aprobación.
Los Encargados de Negocios interinos deben ser especial­
mente cuidadosos de no alterar, por decisiones personales, la
estabilidad de tal personal, a menos que exista una causal grave
la que, en todo caso, debe ser evaluada por su respectivo
Ministerio. Este personal, sin embargo no debiera tener acceso
a asuntos de carácter reservado, a menos que haya sido nom­
brado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Estado
acreditante y forme parte de su personal permanente.
El personal administrativo y técnico está subordinado
jerárquicamente al personal diplomático de la Misión y no tiene
derecho a pasaporte diplomático.

3.3 Miembros del personal de servicio

Este personal está constituido por todos aquellos que, dentro de


una Misión diplomática, pertenecen al servicio doméstico de la
misma. Esto es, sus funciones deben ser desempeñadas para la
Misión pero no para sus miembros. En tal caso se encuentran
los porteros, jardineros, cocineros, aseadores, mensajeros, etc.
No tienen ningún tipo de derechos especiales, y en su
mayor parte son nacionales del Estado receptor y reclutados
localmente. Su contratación debe ser comunicada oportunamente
al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado acreditante
como al del Estado receptor, por motivos de buen control
administrativo y de seguridad.
III Los miembros de la Misión Diplomática 117

3.4 Otros miembros del personal

En una Misión diplomática existen además otros dos grupos de


personas:

a) Los miembros de la familia de los agentes diplomáticos,


incluyendo las del Jefe de Misión, como del personal
diplomático de la misma. Esta categoría de personas posee
el mismo status que el agente diplomático a cuya familia
pertenecen y goza de sus mismos derechos y prerrogativas.
Las Misiones deben comunicar sus nombres al respectivo
Ministerio de Relaciones Exteriores tan pronto ingresen al
país dónde aquel presta sus funciones o cuando salgan del
mismo, así como cuando alguna persona entre o cese de
formar parte de la misma. Esto último significa que habrá
de comunicar el nombre de el o la cónyuge de una agente
diplomático cuyo matrimonio ha sido celebrado, o bien el
hecho de haberse producido un divorcio.
La esposa de un funcionario diplomático desempeña
un papel definitivamente importante, no sólo a través de
su participación en actividades sociales, sino que mediante
su presencia personal en los lugares en que debe desen­
volverse su cónyuge, lo que ayuda a la creación de vincu­
laciones personales. Su trabajo conlleva un gran sacrificio
y desprendimiento, desde el momento en que sus servicios
son gratuitos y la mueve solamente su espíritu de solida­
ridad hacia su cónyuge y de amor al país de éste, que no
siempre es el propio.
Los hijos, por su parte, exigen una gran atención y
cuidado. El tipo de vida a que deben habituarse, cambian­
do permanentemente de costumbres, idiomas, valores,
puede provocarles una cierta desorientación. Además,
suelen ir olvidando a su propio país y reemplazarlo por
otro, utópico, donde se encuentren conjugadas todas las
culturas que han ido adquiriendo a través de la carrera de
sus padres. Habrá que esforzarse por proporcionarles la
mayor estabilidad emocional posible, compensando así sus
constantes cambios de colegios y de amistades, tan impor­
tantes en la niñez y en la adolescencia. Sin embargo la
enorme adaptabilidad y sociabilidad que normalmente
desarrollan les ayuda para compensar aquellas deficiencias.
118 Eduardo Jara Roncati
Generalmente los miembros de la familia de los
agentes diplomáticos tienen pasaportes diplomáticos, pero
hay países como Gran Bretaña, que no les concede tal tipo
de documentos.
b) Los criados particulares. Se entiende por tales las perso­
nas nacionales o extranjeras, que están al servicio domés­
tico de un miembro de la Misión, que no sea empleada del
Estado acreditante10 y cualquiera que sean las funciones
que desempeñe. Respecto de este personal,sólo cabe la
obligación de comunicar su ingreso y salida del país,
mencionando el nombre de la persona a cuyo servicio
doméstico se desempeñan. En general, los Estados pueden
expulsar libremente del país a tales personas, como si se
tratase de un extranjero cualquiera. Tienen pasaporte
ordinario o corriente del Estado que envía y, por cortesía,
se les confiere una vez que se encuentren en el país de
destino, una visación que les permita residir en el país
mientras trabajen al servicio de la persona que se indica.
En caso de tratarse de personal nacional, debe comunicar­
se el comienzo de sus funciones así como el término de
las mismas.11
Al llevarlos desde su país de origen, el personal
diplomático, técnico o administrativo de una Misión debe
poner un especial cuidado en la selección de sus criados
particulares, a fin de evitar problemas para sí como para
su respectiva Embajada.

4. Representación Permanente

Se reconoce el derecho de los Estados para nombrar libremente


a los miembros de sus Representaciones Permanentes, las que
están integradas por personal diplomático, administrativo,
técnico y de servicio. No existe, como hemos visto, la petición
de agreement para sus Jefes de Misión, ni tampoco ningún tipo
de consentimiento para la designación del resto del personal.
Del mismo modo, la Organización carece de facultades para
expulsar a algún miembro de una Representación Permanente,
los que permanecen en sus funciones de acuerdo con la decisión

10. Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, articulo 1, letra h.


11. Idem, articulo 10, número 1, letras c y d.
III Los miembros de la Misión Diplomática 119

de sus respectivos gobiernos. Sin embargo, en los acuerdos de


sede suele establecerse algún tipo de derechos sobre este
particular por parte del Estado Huésped, que consignarán los
reglamentos de cada Organización.
Las Representaciones Permanentes están obligadas, no
obstante tal libertad, a comunicar a la respectiva Organización
la llegada y salida de toda persona que pertenezca a la Repre­
sentación, el nombre y las condiciones del Jefe de la Misión y
los cargos y precedencias del personal de la misma. A través de
ese medio, la Organización tiene una especie de control acerca
de la totalidad de personal de las Representaciones de los
países miembros.
Respecto de la precedencia, ésta se determina entre los
distintos países miembros por el orden alfabético de los nom­
bres de los Estados en el idioma acordado en la respectiva
Organización. Esta cláusula, de aplicación normal, está relacio­
nada con los idiomas de trabajo de la respectiva entidad, lo que
determinará en consecuencia la ubicación de los Jefes de Misión
y de la respectiva Representación Permanente.
El número de miembros de cada Representación no está
determinado con exactitud, pero se considera que éste no debe
exceder lo razonable y normal, de acuerdo con las funciones de
la Organización, las necesidades de la Misión de que se trate y
las circunstancias y condiciones en el Estado huésped.12 Esta
disposición, de carácter general, aspira a que los distintos
países limiten el número de funcionarios a sus reales funciones
respecto de una Organización Internacional.
El personal de estas Misiones termina sus funciones gene­
ralmente mediante una notificación hecha por el Estado que
envía a la respectiva Organización, a través de la Representa­
ción Permanente, en el sentido de que ha puesto término a las
mismas. Excepcionalmente, se pone también término a las
funciones en caso de que la Representación sea retirada tempo­
ral o definitivamente, o bien por haberse solicitado su expulsión
por el Estado Sede, de acuerdo con las facultades que al res­
pecto otorgan los acuerdos de sede.

12. Convención de Viena sobre la representación de los Estados ante las O rga­
nizaciones Internacionales de carácter universa], articulo 14. Ver anexo 12.
120 Eduardo Jara Roncati

5. El Diplomático

5.1 La formación diplomática

¿El diplomático debe ser formado o solamente reclutado? ¿Es


necesario atraer hacia los Ministerios de Relaciones Exteriores
a jóvenes con inquietudes o a profesionales formados en las
aulas universitarias? ¿Deben ser adiestrados en la vida diplomá­
tica, aprendiendo de cometer errores o ser objeto de una
formación académica teórica? ¿O bien solamente habrá que
hacer grandes concursos nacionales, haciendo ingresar a quienes
resulten seleccionados a las oficinas de los Ministerios? Estas y
muchas otras alternativas se ofrecen para que un país cuente
con buenos diplomáticos, que defiendan con inteligencia sus
intereses permanentes, que apoyen lealmente a su gobierno y
ejecuten con habilidad su política exterior.
Poco a poco la unanimidad respecto del hecho que, tratán­
dose de una profesión que exige ser desarrollada con conoci­
mientos adecuados, piensa que el postulante debe ser técnica­
mente formado. Esta formación puede impartirse en Escuelas de
carácter universitario, desde donde pasarían a los Ministerios
después de ser aprobados en exámenes públicos de ingreso o
bien al interior de éstos, en academias especializadas. La mayor
parte de los países se están orientando hacia alguna de estas
dos alternativas.
Ambas tienen ventajas y desventajas. Ninguna de las dos
cumple plenamente con el objetivo, ya que la primera no forma
diplomáticos, sino que solamente profesionales especializados en
determinadas materias; y la segunda significa mantener a profe­
sionales universitarios durante un período adicional de tiempo
estudiando nuevas asignaturas, dilatando así su extenso período
previo de estudio. Sin embargo, a pesar de esta última dificul­
tad, que significa que el comienzo real de la carrera sea casi
cerca de la treintena, el mejor resultado parece provenir de la
enseñanza especializada de licenciados universitarios en Acade­
mias o Institutos diplomáticos. Es cierto que países de diploma­
cia muy respetables, como lo es Francia, tienen el sistema de
concursos públicos que permite el ingreso directo a la carrera,
pero el alto nivel de los estudios previos de los concursantes
así como la posibilidad de que estén previamente especializados
en materias afines, convierten a este caso en algo muy excep­
cional.
III Los miembros de la Misión Diplomática 121

Parece ser entonces mejor formar Academias dentro de los


Ministerios de Relaciones Exteriores, dirigidas por diplomáticos
y con profesores extraídos de los ámbitos diplomático activo y
pasivo o universitario, así como de otros sectores de importan­
cia nacional, que se dediquen a impartir a estos profesionales
una formación diplomática común, que vaya más allá de sus
respectivos conocimientos previos.
El origen de estos universitarios no puede ser muy amplio
sino que circunscrito a determinados profesionales que tengan
algún tipo de afinidades con la diplomacia. Entre éstas pueden
mencionarse, sin que ello constituya una limitante absoluta, el
derecho, la economía, las ciencias políticas, la sociología. Se
trata de profesiones que comparten muchos de sus fundamentos
con la diplomacia y que proveen una formación de carácter
básico no sólo compatible sino que útil para el perfeccionamien­
to posterior.
La enseñanza al interior de estos institutos debiera estar
centrada en ciertas áreas muy bien determinadas: las relaciones
internacionales, el derecho internacional, el derecho diplomáti­
co, la geopolítica, la economía, tanto en sus dimensiones nacio­
nal como internacional; los conocimientos diplomáticos especia­
lizados como la historia diplomática, la práctica diplomática, la
política exterior del país, la diplomacia en sus dimensiones
multilateral, bilateral y la teoría y práctica consular; el conoci­
miento del propio país, a través de su historia, su geografía, su
idioma, su cultura; idiomas orientados especialmente a aquellos
que son los de trabajo de las Naciones Unidas; y por último,
ciertas técnicas necesarias como la computación, la dactilogra­
fía, las comunicaciones, etc. Este conjunto de asignaturas,
relativamente armónico, permite al estudiante, a través de un
período que puede ser de un año y medio a dos años, alcanzar
un nivel de conocimientos especializados suficientes como para
que, acompañados de la práctica ministerial, que debe ser un
paso indispensable antes de ser destinados al exterior, les
permita contar con los conocimientos para emprender exitosa­
mente esta profesión.
Este mecanismo presenta una serie de otras ventajas. En
primer lugar, los diplomáticos tienen una formación similar, lo
que permite contar con cuadros homogéneos, con valores seme­
jantes. Luego, su nivel de conocimientos obviamente tiene que
ser superior a sus compañeros de estudios universitarios, desde
el momento que han debido seguir cursos de especialización
durante un tiempo adicional. Por último, hay tiempo para im­
122 Eduardo Jara Roncati
pulsarles valores diplomáticos básicos, como el patriotismo, la
lealtad hacia su gobierno y el Estado, el orgullo de representar
a su país, todo ello unido a una sólida formación intelectual.
Resulta fundamental crear en los jóvenes estudiantes la
verdadera orientación de la diplomacia: la de unir pueblos,
buscar la paz, el entendimiento y la concordia. Los demás
países no son enemigos sino que deben ser comprendidos,
respetadas sus costumbres y sus valores, intentando llegar con
todos ellos a acuerdos en las áreas más diversas. Hay que
promover valores de unidad y de respeto por el extranjero.
La enseñanza debe abarcar otros dos aspectos básicos, el
conocimiento y la comprensión de su país, así como el contacto
con extranjeros. Debe aprender a escuchar otras opiniones
divergentes de las propias, y muy especialmente a saber respe­
tarlas aun cuando sea necesario refutarlas. Deben adquirir una
cierta dimensión internacional, sin por ello perder sus valores
nacionales, en el sentido de salirse del ámbito estrictamente
local y colocarse en una perspectiva más amplia, donde pase a
tener una importancia objetiva desprovista de pasiones.
En esos institutos se les deberá impartir las cualidades
que un diplomático debe adquirir durante su vida, para poder
representar adecuadamente a su país. A través de las asigna­
turas respectivas, hay que traspasarles los valores tradicionales
de la profesión, para lo cual deben escuchar y dialogar con
diplomáticos de su país y de otras naciones, para conocer su
experiencia práctica, sus vivencias personales, sus anécdotas,
con el objeto de extraer de ellas no sólo enseñanzas sino que
abrir su espíritu hacia situaciones o hechos que no pueden
estar en la mente de quienes todavía no han tenido una expe­
riencia diplomática práctica.
Esta enseñanza ha de abarcar a sus cónyuges, proporcio­
nándoles conocimientos teóricos básicos de la función que
deberá corresponder a su marido o mujer, y respecto de lo que
debiera ser su propia actividad al interior de una Misión diplo­
mática o consular. Ambos, marido y mujer, tienen importantes
responsabilidades cuando están destinados en el exterior, y
deben evitarse los riesgos provenientes del hecho de que uno
de ellos no conozca cuanto debiera hacer o no, en beneficio de
la Misión que cumplen y de su país en general.
El conocimiento real de su propio país resulta fundamen­
tal. Conocerlo no es sólo mirarlo geográficamente, sino que
comprenderlo, a través del estudio de su pasado, presente y
reflexionando acerca de sus alternativas futuras. Observarlo a
III Los miembros de la Misión Diplomática 123
través de los ojos de personas de diversas especialidades, de tal
manera de llegar a tener una visión amplia del mismo, para así
poder separar sus valores esenciales -que deben ser defendidos
sin transacciones- de los secundarios, respecto de los cuales se
pueden aceptar opiniones divergentes, oposiciones rígidas o
eventualmente acuerdos mutuamente ventajosos. Además, mien­
tras más conoce a su país, mejor será la labor que cumpla el
diplomático en defensa suya, observándolo en forma integral y
no limitado a la realidad de ciertas regiones o áreas geográfi­
cas.
La estructura de estos estudios, su nivel académico, la
categoría de los profesores, deben corresponder a cursos de
especialización post universitarios, permitiendo así a sus licen­
ciados tener un nivel de conocimientos similar a quienes hayan
cursado estudios de ese carácter en universidades nacionales o
extranjeras. Estos institutos debieran otorgar, al término de los
respectivos estudios, no sólo un diploma, sino que una licencia­
tura, con equivalencia a un curso de perfeccionamiento univer­
sitario superior.
La formación del diplomático, sin embargo, no debe finali­
zar con el término de sus estudios. Muy por el contrario, en
ese momento debiera solamente comenzar. Esta enseñanza debe
complementarse en forma permanente con ciclos de charlas de
carácter obligatorio, conferencias a cargo de expositores nacio­
nales o extranjeros, cursos en el país y en el extranjero. Esto
es, tiene que continuar a través de toda la carrera, especial­
mente durante los períodos de permanencia en la sede del
Ministerio de Relaciones Exteriores. Los conocimientos adqui­
ridos deben ser permanentemente reactualizados, adaptados a las
nuevas coyunturas nacional e internacional, y a los cambios de
orientación que se vayan produciendo en su propio país. El
diplomático debe estar al día en sus conocimientos no sólo
respecto del país donde presta sus servicios sino que, muy
especialmente, respecto de su propio país.
Estos estudios, la profundidad de los mismos, su seriedad,
crean en el diplomático una seguridad en sí mismo que se
trasluce en su actividad diaria. Contar con buenos conocimien­
tos generales y específicos permite negociar con mayor soltura,
más confianza, menos dudas y sobresaltos. Simultáneamente
proporciona firmeza para refutar planteamientos adversos a los
intereses nacionales y, los medios intelectuales para hacerlo. En
la labor ante las Organizaciones Internacionales, que constituye
un área especialmente sensible de la diplomacia moderna, una
124 Eduardo Jara Roncati
buena formación permite incluso compensar insuficiencias deri­
vadas de la diferente importancia política relativa de los distin­
tos países, haciéndose respetar y, a través de ello, lograr el
respeto de su país. En la diplomacia bilateral, convertirse en
una contraparte seria y firme, que pueda negociar con gracia y
solidez los intereses de su país.
Por último, el postulante debe ser vinculado con las más
altas tradiciones diplomáticas del país, mantener plenamente
vigente el cordón umbilical que lo liga a los hombres que han
entregado su vida al servicio exterior, creando sus principios
fundamentales o representándolo en las circunstancias más
difíciles de su historia. Ello desarrollará el orgullo de perte­
necer a un silencioso grupo humano al que corresponden, a
todos los niveles de su carrera, grandes y delicadas responsa­
bilidades.

5.2 Cualidades que debe poseer un diplomático

Hemos visto la necesidad de los Estados de reclutar, formar y


perfeccionar acuciosamente a su personal diplomático, porque
será éste quien lo represente en el exterior pero simultánea­
mente por el variado tipo de funciones que debe desempeñar se
le exige cumplir con determinadas características.
Los atributos personales de los actores continúan siendo
muy importantes en diplomacia. Por muy acertadas que sean las
instrucciones que se les impartan y por muy avanzados los
medios materiales y tecnológicos que se pongan a su alcance,
quien debe actuar sigue siendo determinante para el resultado
final. Sin embargo, no hay que olvidar que el diplomático se ve
enfrentado a trabajar con conflictos entre Estados y no entre
sus representantes, motivo por el cual el poder relativo de los
respectivos Estados juega un papel esencial, que a veces supera
habilidades y capacidades.
Mucho se ha escrito sobre el tema a través de la historia,
y cada autor ha adornado a su diplomático ideal de más y más
cualidades, hasta el extremo que parece dudoso poder encontrar
en la realidad a seres humanos plagados de tal cúmulo de
virtudes. Lo que ocurría es que se veía a cada persona en
función de una Corte o un Estado en particular, donde el
designado se desempeñaba, señalándose entonces las virtudes
que tal diplomático debía reunir para agradar a sus autoridades
III Los miembros de la Misión Diplomática 125
y poder, de esa manera, alcanzar acuerdos provechosos para su
país.
Los tratadistas, antiguos y modernos, se han explayado
sobre el particular. No se trata ahora de hacer literatura sobre
el tema, que ha sido hecha con prolijidad, sino que presentar
las cualidades que debe tener un buen diplomático, en una doble
dimensión: primero, aquellas que deben ser innatas, formar
parte de sus condiciones personales, y cuya existencia debe ser
determinada al momento de seleccionar al candidato para ingre­
sar al Servicio Exterior de su país y, luego, las que deben ser
adquiridas a través de enseñanzas técnicas y especializadas, o
de ejercicios prácticos.

5.2.1 Cualidades innatas

a) Patriotismo. El diplomático ha de amar a su país por sobre


todas las cosas y sentirse consustancialmente vinculado a
él, deseando verlo progresar incesantemente dentro de la
comunidad de naciones. Para amarlo realmente, debe
conocerlo y comprenderlo, lo cual logrará a través de los
viajes y de la lectura de su historia y acerca de quienes
la han protagonizado.
Sin embargo, al hablar de su país, hay que hacerlo
con prudencia. El diplomático no es el propagandista de su
país, sino que su representante. Si todos los diplomáticos
se dedicaran a hablar acerca de las virtudes de sus pro­
pios países no sólo no habría diálogos, sino que se provo­
carían enfrentamientos muchas veces por asuntos intras­
cendentes. Especialmente hay que evitar que los nacionales
puedan verse empequeñecidos por los valores que pudieran
adornar a los países que los diplomáticos presenten en una
reunión.
Respecto de su país, hay que aceptar las opiniones
de los demás, y reservarse para defender o aclarar lo que
sea de real importancia. Jamás hay que defender lo inde­
fendible. Lo bueno es bueno, pero lo malo debe ser malo.
Es cierto que el corazón está más inclinado hacia un lado,
que es el del propio país, pero es preferible mantener al
respecto la mayor objetividad que sea posible. Sin embar­
go, el afecto por su país se debe mantener en lo bueno y
en lo malo, porque sólo lo que realmente se quiere se
protege con la firmeza y decisión con que un diplomático
126 Eduardo Jara Roncati

debe defender los intereses permanentes del Estado que


representa y los valores de su gobierno.
El afán de compararlo con otros países es, entonces,
una deformación del verdadero patriotismo. También lo es
el "chauvinismo", palabra que se identifica con la exalta­
ción exagerada de sus virtudes. Más que atraer adeptos,
tales características provocan reacciones contrarias de
parte de auditores y contertulios.
El patriotismo debe ser sutilmente dosificado y
utilizado oportuna y adecuadamente cuando la ocasión
realmente lo requiera.
b) Franqueza. Tanto en la diplomacia bilateral como en los
foros internacionales, hay que saber ganarse la confianza
de los demás, sobre la base de decir la verdad. Jamás hay
que engañar, es posible callar ciertas cosas o algunas
partes de algún suceso, incluso a veces es conveniente e
indispensable hacerlo, pero no se puede ni se debe mentir.
La diplomacia ha pasado a convertirse en franca y directa
y son razones de índole política y no sólo moral, las que
conducen a hablar con franqueza.
Un diplomático recién llegado a una sede es observa­
do cuidadosamente por sus interlocutores, sean éstos del
país o de otras naciones. Si miente, y nunca hay que
olvidar que otro diplomático tiene variados medios para
verificar la verdad o no de un dicho o de un pretendido
hecho, corre el riesgo de no poder lograr la credibilidad
que es indispensable para que se convierta en un interlo­
cutor respetado.
El gran diplomático francés Choiseul13 solía decir:
"La verdadera forma de hacer las cosas es mediante la
verdad, dicha algunas veces con fuerza, pero siempre con
gracia". Tallegrand por su parte decía: "Hay un arma más
terrible que la calumnia, la verdad".
El éxito que se obtiene faltando a la verdad es
siempre precario. Además, la sospecha de subterfugios o
estratagemas provoca una inmediata desconfianza en el
interlocutor.
c) Dedicación. La función diplomática no tiene una determi­
nación material en el tiempo y se desarrolla a través de

13. Etienne Franeóla duque de Choiseul, Secretario de Estado para los asuntos
exteriores bajo el reinado de Luis XV, entre 1758 y 1770.
III Los miembros de la Misión Diplomática 127
las veinticuatro horas del día o los trecientos sesenta y
cinco días del año, pudiendo presentarse los problemas
más graves en los momentos más inesperados. El diplomá­
tico debe cumplir rigurosamente con su horario de trabajo,
que puede desarrollarse dentro o fuera de la sede de la
Embajada, pero estar alerta para atender con el mismo
entusiasmo las situaciones imprevistas que se susciten
fuera de él.
Esa colaboración debe ser prestada de la forma más
profesional y escrupulosa y en la práctica exige contar
con la debida comprensión familiar, cuyos miembros deben
estar plenamente informados de las exigencias que en esta
materia presenta la función diplomática.
d) Vocación. El diplomático debe sentirse grato con sus
funciones, aceptando de buen grado las características de
su profesión y comprender que se trata de representar a
su país y de cumplir con las demás funciones que están
claramente determinadas. Las facilidades que se conceden
a los diplomáticos, tanto en su país de origen como, muy
especialmente, donde ejerce sus funciones, tienen por
objeto facilitarle el cumplimiento de su misión.
No es un diplomático quien no siente una emoción
profunda, en una mesa de negociaciones o detrás de un
letrero con el nombre de su país en un Organismo Inter­
nacional, al defender orgullosa y desinteresadamente los
intereses nacionales.
e) Modestia. No hay mayor peligro para un diplomático que la
vanidad, la suficiencia y la presunción, que puede impul­
sarle a desoír consejos convirtiéndolo en vulnerable a la
adulación. Tal diplomático tendrá una actitud personalista
y se irá aislando progresivamente; al jactarse de sus
eventuales triunfos, irá creando rencores y odios para sí y
para su país y desarrollando el amor propio en su adver­
sario. Además, su altanería puede impedirle reconocer sus
errores o inexactitudes, incluso ante su propio gobierno, o
bien ocultar sus insuficiencias, evitando por ejemplo,
hacerse acompañar de un intérprete cuando debiera ser
necesario, afectando así negativamente el fondo de una
negociación. Por último, puede llevarlo a cometer errores
diplomáticos básicos, uno de los cuales es la ironía.
La modestia implica no ser agresivo, evitar esa
especie de prepotencia formal o intelectual de que, por
desgracia, suelen rodearse algunos diplomáticos a medida
128 Eduardo Jara Roncati
que transcurre su carrera. Esa característica no se advier­
te, sin embargo, en los pueblos orientales, ni mucho menos
en sus representantes. Jamás hay que demostrar el más
leve gesto de superioridad frente al débil, así como tam­
poco hay que revelar inferioridad respecto del poderoso.
Los gobiernos aprecian mucho la modestia de sus agentes
diplomáticos, que saben ocultarse dejando el primer plano
para sus autoridades.
f) Sobriedad. La moderación, en su vida pública y privada,
debe acompañar siempre a un diplomático. No debe caer en
la exageración, ni en sus juicios, ni en sus distracciones,
ni en el actuar o el vestir. Al hablar, debe hacer un uso
limitado del adjetivo; al escribir, ser prudente y mesurado
en sus interpretaciones, y al momento de organizar su
residencia, buscar que sea ajustada a su rango y a su
situación económica actual.
Ser sobrio no significa ser mediocre o no buscar
sobresalir, sólo hay que saber hacerlo, a través de los
verdaderos valores de la profesión y no mediante formas
equívocas.
g) Criterio. La capacidad de discernir adecuadamente se tiene
o no se tiene. No hay escuelas, por desgracia, donde se
aprenda a actuar juiciosamente. Un diplomático sin crite­
rio, es un peligro latente para su país. Ahora, si éste
habla varios idiomas, es más peligroso todavía. En cual­
quier momento puede ejecutar algún acto o efectuar una
declaración errónea, que provoquen dificultades irrepara­
bles o que pongan en problemas a su país.
Para actuar con buen juicio, se requiere reflexionar
calmadamente acerca de los efectos que podrían provocar
las decisiones que se vayan adoptando, particularmente
respecto de las más importantes. Si un diplomático decide
economizar dinero, vivir en un barrio inadecuado y amo­
blar su casa modestamente, al poco tiempo se dará cuenta
que no se siente grato invitando a quienes vaya conocien­
do durante su trabajo, y que éstos y sus colegas de la
Misión se resienten a aceptar sus invitaciones. El criterio
debe acompañar a las decisiones y cuando se tiene dudas
respecto de sí mismo, hay que consultar a los más experi­
mentados. El apresuramiento sólo es fuente de problemas.
Por último, hay que considerar las características del
medio local, evitando trasplantar realidades. La decisión
adoptada con éxito en un país puede no ser igualmente
III Los miembros de la Misión Diplomática 129
acertada en otro. La capacidad para discernir adecuada­
mente está influenciada por elementos locales de cada
país, que hay que tener siempre presentes.
La persuasión y la disuasión son dos herramientas de
la diplomacia, que deben ser muy juiciosamente empleadas,
ya que a través de ellas pueden alcanzarse objetivos
difíciles.
h) Dignidad. Es la consideración que un diplomático debe
tener de su propia persona, el respeto que debe tener por
sí mismo y obtener hacia su país, la Misión y los miem­
bros de su propia familia. En primer término, debe evitar
por todos los medios lograr ciertas metas, por importante
que ellas sean, a través de medios que después el mismo
pueda reprocharse, que le puedan ser criticados o que
pugnen con los valores suyos o los de su país.
Esta característica implica opinar fundado exclusiva­
mente en sus convicciones y con independencia del efecto
que ésto podría provocar en sus autoridades.
Este respeto por sí mismo jamás debe llegar a la
susceptibilidad, esto es, sentirse molesto o ingrato por
cualquier acto u omisión que en su concepto se tenga
respecto de sí. Esto constituye una característica muy
negativa y que afecta severamente las posibilidades de
vinculación social de un diplomático tanto internamente
como frente a los demás diplomáticos.
Para que un país tenga dignidad internacional, es
preciso que sus representantes también la tengan. Sólo así
serán respetados ambos, el diplomático y el país que éste
representa.
i) Discreción. El diplomático debe saber guardar reserva
acerca de las materias de que conoce o llegan a su cono­
cimiento en virtud del cargo que desempeña. Se desenvol­
verá de manera de obtener la mayor información posible,
proporcionando a cambio la menor posible. Naturalmente
que un diplomático no debe permanecer siempre silencioso
e impasible, intentando sólo captar informaciones de su
interlocutor eventual, ya que a tales personas se las evita.
Pero sabrá discernir entre lo que es importante y lo que
no lo es, evitando sólo transmitir esto último, pero sin
limitaciones para compartir cuanto sepa acerca de lo
primero. Es preferible tener la imagen de ser transparente
que de ser reservado porque éstos últimos crean, a su vez,
reservas mentales en quienes los rodean, y un diplomático
130 Eduardo Jara Roncati
no puede correr el riesgo de que esto ocurra a su alrede­
dor.
Este mismo tacto debe tenerse al interior de la
Misión, en el sentido de evitar llevar sus problemas perso­
nales o los de sus familiares a la consideración pública. De
igual forma, antes de llevar una información hasta sus
colegas o superiores, ésta debe ser fundada y cierta, para
así evitar que la orientación de la Misón se guíe por
hechos falsos, incompletos o inexactos.
La dignidad conlleva asimismo la abstención del
halago gratuito e infundado hacia sus superiores, mante­
niendo respecto de ellos una actitud de respeto y profe­
sionalismo y de asesoría cordial y objetiva,
j) Paciencia. Hay que saber esperar y no apresurar innecesa­
riamente las cosas, hasta que el acuerdo se produzca casi
espontáneamente. A través de la paciencia, se resiste
mucho mejor las dificultades y hay más posibilidades de
alcanzar los objetivos. No hay que apurar declaraciones,
hechos, acuerdos. Hay que ir avanzando lentamente y si
los resultados no se dan favorablemente seguir esperando
hasta que cambien los hombres y la coyuntura que consti­
tuyeron los elementos negativos para alcanzar el éxito
esperado.
Más importante que ver personalmente los resultados,
ser homenajeado por lo dicho o por lo hecho, son los
resultados mismos. El tiempo no debe importar. En Asia se
tiene una dimensión diferente del tiempo, que va incluso
más allá de una generación y que se integra con los
objetivos permanentes de una Nación. No importa que pase
el tiempo, siempre que éste avance en la dirección correc­
ta.
Se ha convertido en casi una regla que cuando los
hechos son apresurados artificialmente, nunca los efectos
son favorables. Si logran cumplirse, casi ciertamente serán
incompletos y muchas veces sólo darán origen a nuevos
puntos de fricción. No hay que apresurarse, sino que
esperar, con sosiego pero con perseverancia, hasta alcan­
zar lo que se persigue.
En diplomacia multilateral, los discursos suelen ser
largos, tediosos y no necesariamente inteligentes. En
diplomacia bilateral los sondeos, las conversaciones ex­
tra-oficiales, las oficiales, las negociaciones, se alargan
muchas veces innecesariamente. Sin embargo, hay que
III Los miembros de la Misión Diplomática 131
escuchar todo, seguir de cerca declaraciones, discursos y
comunicados públicos, tomar nota, informar tranquila y
adecuadamente. Pero, por sobre todo, hay que saber
esperar para que en algún momento se alcancen los resul­
tados perseguidos. No es importante quién y cuándo se
alcancen tales propósitos, lo que sí es trascendental es
trabajar en la dirección correcta que permita que el país
pueda alguna vez lograrlos.

5.2.2 Cualidades adquiridas

a) Lealtad. Esta característica, que incluye la fidelidad, el


honor, la gratitud, debe analizarse cuidadosamente. El
diplomático tiene que mantener una serie de lealtades,
algunas de las cuales son o pueden ser contradictorias
entre sí. Debe lealtad a su país, a su Jefe de Estado, a su
gobierno, a su Ministro, a su Ministerio; debe lealtad a
sus compañeros de profesión y a aquellos con quienes
trabaja al interior de la Misión. Pero también debe lealtad
a las autoridades del país donde está acreditado, a los
funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores local,
a los miembros del Cuerpo Diplomático y a sus connacio­
nales que viven en el país.
De este conjunto de fidelidades, la primera debe ser
hacia su país y hacia su gobierno. El papel del diplomático
no es el de enjuiciar las bondades o defectos de su go­
bierno, sino el de cumplir con los que se le pide. Si
alguna vez tuviera un conflicto con sus autoridades, un
conflicto ideológico fundamental, el único camino que le
queda es el de renunciar, pero jamás incurrir en un acto
de deslealtad.
Desde el exterior, un diplomático podría eventual­
mente cometer actos de deslealtad pasiva, informando
voluntariamente en forma errónea, no diciendo la verdad,
callando toda la verdad o bien expresando lo que sus
autoridades quisieran escuchar en lugar de lo que debieran
saber. Todo diplomático sabe que un informe tranquilizador
es mejor recibido que uno que provoque tensiones; que
transmitir un aplauso puede significarle más provechos que
una crítica. Sin embargo, a riesgo de provocar efectos
negativos para sí y para su carrera, debe informar la
verdad, porque así orienta correctamente a sus autorida­
132 Eduardo Jara Roncati
des, las que sólo de esta manera elaborarán una política
exterior justa y adecuada.
No hay delito más repudiable, que más empequeñezca
a su autor, que vender a su país a otra potencia. De ahí
entonces que las diversas legislaciones nacionales condenan
tal delito con las más altas penas,
b) Sociabilidad. Si esta habilidad no existe en forma innata,
hay que desarrollarla a la brevedad posible. Habrá que
impulsarse a sí mismo, a su cónyuge y a la familia, porque
todos juegan un papel importante al respecto, para crear
rápidamente vínculos con quienes radican en su sede,
dentro y fuera de la Embajada. Los mayores esfuerzos,
naturalmente, deben ser hechos hacia el país dónde se
está acreditado y de quienes actúan en su respectivo
sector de trabajo. Luego vendrán los demás miembros del
cuerpo diplomático, los que constituyen una fuente inago­
table de informaciones respecto del país sede, desde el
momento en que se trata de observadores profesionales del
mismo.14
Para tal fin, la vida social constituye una actividad
indispensable. Un diplomático necesariamente ha de vincu­
larse, para así tener acceso a las fuentes de información
del país y saber lo que está ocurriendo y lo que podría
ocurrir. Conversaciones aparentemente frívolas ayudarán
más para tal fin que serias y profundas discusiones.
Hay que asistir a recepciones, ofrecerlas a las auto­
ridades locales, colegas y amistades y durante las mismas
desarrollar una gran actividad aprovechándolas al máximo
para consolidar los vínculos ya creados y establecer
nuevos. Desde el punto de vista diplomático, una reunión
social es un acto de servicio y no una diversión.
Con el objeto de cumplir adecuadamente con las
obligaciones que emanan de la vida social, el diplomático
debe vivir ( decorosamente, en barrios adecuados, en resi­
dencias convenientes debidamente alhajadas, sin que sean
necesariamente lujosas y disponer de ingresos que le
permitan cumplir con tales fines. Simultáneamente con
vivir en una casa diplomáticamente presentable, debe
esmerarse porque ésta tenga las características de un
hogar, grato para sus familiares y para sí, de tal manera

14. Ver anexo 8


III Los miembros de la Misión Diplomática 133
que los cambios de país no repercutan significativamente
al interior de su vida familiar. Esta síntesis de residencia
diplomática y hogar ha de constituir el ideal humano y
funcionario.
El diplomático se desenvolverá en forma adecuada
tanto si es anfitrión como si es visita. Presentará oportu­
namente a sus invitados entre sí, a fin de cada uno sepa
exactamente quiénes son los demás y así orientar adecua­
damente su conversación. Los invitados corresponderán a
sectores compatibles, para que así todos se sientan cómo­
dos, y el anfitrión deberá preocuparse personalmente de
todos ellos, ya sea a través de una pequeña atención, una
conversación o escuchándoles con atención y respeto. Debe
darse tiempo para todos, desde el comienzo hasta el fin de
la reunión, evitando por todos los medios que las atencio­
nes estén exclusivamente a cargo de un servicio domés­
tico, despersonalizado y frío.
Preocupación especial será la de integrar a los
invitados entre sí, buscándoles temas de interés mutuo,
haciendo ver las características de cada uno de ellos, sus
éxitos, sus virtudes, convirtiéndolos en personas de interés
para los demás.
Aun cuando la reunión tenga un carácter informal, el
anfitrión también debe preocuparse de sus invitados,
sentándolos adecuadamente, haciéndoles servir con forma­
lidad, ya que ésta no es incompatible con la sencillez y
departiendo con todos y cada uno de ellos.
Como invitado, hay que llegar a tiempo y hacerlo con
ese mismo cuidado, sociabilizar con los dueños de casa y
todos los invitados, lo que permitirá además crearse
nuevos vínculos. Al día siguiente, siempre es grato para
un anfitrión recibir un llamado por teléfono, o una nota
personal y afectuosa, para agradecer las atenciones recibi­
das y por las personas a quienes se tuvo el agrado de
conocer.
No hay que olvidar que se invita a su casa para que
quienes asistan, tengan un momento grato y guarden
buenos recuerdos de la forma como se desarrolló la reu­
nión y de las personas conocidas y de las conversaciones
que se sostuvieron. El anfitrión y los invitados intentarán
que ese objetivo se cumpla plenamente.
El arte de la conversación juega al respecto un papel
esencial. Hay que alimentarla inteligentemente, para que se
134 Eduardo Jara Roncati
desplace en forma suave a través de los distintos temas
hasta alcanzar alguno que se considere de un interés
especial. Hay que ser muy cuidadoso con las bromas, las
que jamás alcanzarán los asuntos de Estado y de religión,
las autoridades propias y del pais donde se reside, los
grandes hombres, los asuntos serios, las personas presentes
o las desgracias ajenas. Hay que hacerse una distinción
muy precisa entre una broma graciosa y una sátira, al
igual que entre una frase brillante y un sarcasmo. Cada
uno debe hablar a su vez, evitando interrupciones que
impidan desarrollar clara y tranquilamente sus ideas, pero
impidiendo que alguien se apropie de la palabra por más
tiempo y en más ocasiones de lo adecuado. Como anfitrión,
hay que interrumpir elegantemente a esas personas, usual­
mente mediante una pregunta relativa al tema dirigida a
otro de los invitados, en lo posible alguien de mayor
respeto. Agotado ese tema, habrá de continuar buscando el
próximo.
Es preciso hablar poco de uno mismo e intentar más
bien conocer a los demás. Es tan equivocado alabarse a sí
mismo como hacerlo con excesiva modestia. En este último
caso, los interlocutores pueden pensar que se sabe mucho
más de lo que se dice o que realmente se conoce, y
considerarlo un ser peligroso. Además, no es bueno demos­
trar muchos conocimientos sobre cosas o sobre las perso­
nas, ya que ello provoca suspicacias y temores.
En general, una conversación debe constituir un
paseo grato por un campo plano, sin escollos, donde todos
puedan participar con agrado, entusiasmo e interés, ya sea
por conocer los temas o simplemente porque éstos revisten
un atractivo general. No hay que entrar en las intimidades
de nadie, presentes o ausentes, sino que intercambiar ideas
acerca de temas seleccionados por novedosos y actuales.
La discreción, por último, vale más que la elocuencia, pero
ambas reunidas dan origen a un conversador atractivo y
elegante.
Obviamente, el nivel de las invitaciones está de
acuerdo con la jerarquía de cada agente. El Embajador
está obligado a recibir elegante y decorosamente, para lo
cual generalmente recibe fondos especiales, denominados
gastos de representación, que no constituyen una asigna­
ción destinada a aumentar sus remuneraciones, sino que el
medio para invitar a su residencia y tener otros tipos de
III Los miembros de la Misión Diplomática 135
actividades destinadas a agasajar básicamente a personas
del país donde está acreditado. El Ministro Consejero
también debe hacerlo, más aún si para ello recibe también
alguna asignación especial. Igual ocurre con todos los
demás agentes, los cuales naturalmente atenderán de
acuerdo a sus medios económicos, sin preocuparse de que
sus invitaciones compitan en calidad con las de sus supe­
riores.
Pero lo que es importante es que todos, cualquiera
que sea su jerarquía administrativa, acostumbren a recibir
y acostumbren a sus familiares, de tal forma que una
invitación constituya un acto normal, fluido, sin nerviosis­
mos, que se manifieste como una actividad normal de su
vida diplomática,
c) Adaptabilidad. El diplomático efectuará un esfuerzo espe­
cial para adaptarse lo más rápidamente posible a las
diferencias de cultura, idioma, costumbres, religión, ali­
mentación y tantos otros aspectos que presentan los
distintos países donde le corresponde desempeñar su
actividad. Tal incorporación, y la rapidez con que lo haga,
le permitirá comprender más fácilmente al país sede y así
sus funciones serán más útiles por los buenos vínculos que
puedan crearse para la adecuada orientación de sus infor­
maciones.
El mundo no es indulgente con los recién llegados y
un diplomático que asume sus funciones es el centro de
atención de la sociedad donde debe penetrar. Debe evitar,
especialmente, menospreciar al país que lo acoge sólo
porque es diferente al propio o compararlo permanente­
mente con éste. No intentará exportar sus propias cos­
tumbres y debe, aceptar las del Estado receptor, ya que
estas siempre responden a algún motivo lógico que al
principio no se comprende y sólo se logra captar después
de haber vivido un tiempo en él. Por desgracia, tal com­
prensión a veces sólo se obtiene cuando se ha criticado al
país, públicamente y frente a sus propios nacionales,
olvidando que en el fondo a nadie le gusta que un extran­
jero critique su país, mucho menos infundadamente o por
falta de conocimientos acerca del mismo. Los errores que
se cometan al respecto pueden pagarse, en términos diplo­
máticos, muy caros.
Esta amplitud de criterio debe tenerla igualmente el
cónyuge del diplomático. La esposa y el esposo desempe­
136 Eduardo Jara Roncati

ñarán sus actividades propias pero colaboran conjuntamen­


te en las actividades sociales de la Misión con entusiasmo
e interés. Los hijos menores no deben criticar al país
donde viven, para lo cual sus propios padres evitarán
plantear delante de éstos sus divergencias con las costum­
bres locales. Una palabra ingrata respecto del país sede,
aun cuando provenga del cónyuge o de sus hijos, dicha en
un momento complejo o ante un auditorio complicado,
puede destruir una destinación diplomática y comprometer
seriamente la posición del propio país ante el gobierno
local. Y, por supuesto, afectar la carrera del diplomático.
Para facilitar su adaptación al medio, el diplomático
y su familia establecerán vínculos sociales, los que se
facilitan con el conocimiento de idiomas. Si desean lograr
tales vínculos, deben, sobre todo, evitar la confusión entre
representar un país y ser sus propagandistas. Nada resulta
menos atractivo que conversar con un diplomático extran­
jero para escuchar sólo largos y tediosos monólogos sobre
las virtudes de sus autoridades y de sus políticas de
gobierno. Hay que saber matizar adecuadamente todos
estos elementos, pero no arriesgarse a ser rechazado
socialmente, perjudicando a su Misión diplomática, por
interpretar erróneamente el papel de un diplomático. El
respeto y el interés por su país y su gobierno provienen,
en parte importante de la buena impresión que provoquen
sus representantes. Lo que ellos digan públicamente de
bueno acerca de su gobierno poco aporta, porque se espera
que así sea, por su carácter de funcionarios del respectivo
régimen. Sin embargo, una conversación sobre asuntos
triviales puede permitir traspasar sutilmente determinados
valores que realmente interesan a su país. Hay que saber
encontrar la oportunidad y el interlocutor adecuados para
referirse a los aspectos políticos de fondo.
Esta adaptabilidad supone, asimismo, la habilidad para
desempeñar, a través de la carrera, distintos tipos de
funciones, así como la buena disposición para cumplir con
los diversos requerimientos que exige la función diplomá­
tica.
d) Habilidad para negociar. Para ser un buen negociador, se
requiere ser un buen diplomático pero, además, tener otras
habilidades propias del difícil arte de negociar. Habrá que
ser dúctil para adaptar sus instrucciones a la situación
presente y sus argumentos a los de la contraparte, demos-
III Los miembros de la Misión Diplomática 137

trando además en los hechos el deseo por alcanzar real­


mente un acuerdo. Habrá que ser veraz, preciso en sus
planteamientos y claro al transmitir las ideas, verbalmente
o por escrito. La serenidad y el tacto, incluyendo el
respeto por las formas y las buenas maneras, son indis­
pensables, así como lo son la paciencia y la prudencia.
Debe intentar comprender la posición de la contraparte
para determinar lo que le es importante y lo que no lo es,
para así saber los límites de lo que puede aceptar. Ha de
buscar el éxito final y no los parciales, así como los
militares persiguen ganar las guerras y no solamente las
batallas. Una sonrisa, el buen humor, saber reconocer un
éxito del adversario, son elementos que pueden convertir
una negociación desfavorable en positiva.
La precipitación es una mala consejera, como lo es la
pérdida de la tranquilidad en situaciones peligrosas. Ade­
más, hay que desarrollar la capacidad de transar, o sea
aceptar algunos planteamientos de la contraparte para que
ésta, a su vez, acepte los propios. Cuando las dos parte
obtienen beneficios de una negociación y se sienten iden­
tificadas con el acuerdo final, éste tiene más posibilidades
de perdurar debido al interés mutuo por impulsar su
ejecución. Es erróneo intentar obtener un cien por ciento,
porque si ambas partes sólo se contentan con eso, no
existirían los acuerdos internacionales.
Hay que hacer proposiciones adaptadas a las circuns­
tancias generales y a la coyuntura del momento, pero muy
especialmente en la oportunidad adecuada. El negociador
no llegará a la mesa de negociaciones con planteamientos
fijos a imponer, sino que a dialogar. Pero simultáneamente
debe ser audaz. La audacia, sin embargo, es peligrosa al
momento de deliberar. Entonces se considerarán todos los
peligros, pero llegado el momento de la ejecución, hay que
intentar perderlos de vista.
Como negociador, el diplomático tiene mucho de
actor. Debe esconder sus sentimientos, revistiéndose de un
aparente desinterés, especialmente cuando están siendo
tratadas las materias que más le interesan. Debe ser
conciliador, tranquilo y saber escuchar. Hay quienes de­
sean llenarse pronto de éxitos y pretendidos honores, con
el fin de mostrarlos luego a sus gobiernos para justificar
su designación. Los éxitos demasiado rápidos, o son efíme­
ros en sus resultados, o asustan al interlocutor. O bien,
138 Eduardo Jara Roncati
como ocurre la mayor parte de las veces, simplemente no
lo son.
Por último, hay que prevenirse contra el engaño. No
porque el negociador deba decir siempre la verdad puede
tener la certeza de que su interlocutor use sólo esa arma.
Los tratadistas se han esmerado por encontrar las
características que ha de reunir el negociador diplomático.
En general, lo observan como un hombre modesto, seguro
de sí mismo, inteligente y reservado, sereno, que jamás
pierde la calma ni el control de sí mismo, estudioso y
conocedor de los temas a tratar, firme en los principio
básicos, prudente, intuitivo y cauteloso. Asimismo, debe
saber aprovechar el momento apropiado, demostrar siempre
buena fe y simpatía, franqueza con su contraparte, no ser
hostil con ella, no ceder ya que una cesión trae consigo
otra, tener criterio, tacto y paciencia, no dejarse impre­
sionar por la adulación. Y muy especialmente, demostrar
que cuenta con respaldo de su gobierno, aprovechar la
experiencia propia y saber aceptar la ajena,
e) Espíritu de observación. El diplomático informará acerca
del país donde ejerce sus funciones, sobre la conferencia
a la que ha asistido, sobre el desarrollo de las negociacio­
nes que condujeron a un tratado. Para ello, debe estar
permanentemente atento, evitar distracciones, concentrarse
en los hechos y en las reacciones humanas. Sin intervenir
en los asuntos internos del otro país, ha de estar con sus
ojos y oídos bien abiertos cuando los nacionales analicen,
aplaudan o critiquen los actos de sus gobernantes y de los
demás sectores nacionales.
Hay que saber observar. Distinguir lo útil de lo
inútil, lo principal de lo secundario, lo que es importante
para su país de lo que no lo es. Puede observarse directa­
mente, pero muchas veces resulta más prudente hacerlo a
través de terceros que le merezcan fe. Una conversación
tranquila, relajada, con un especialista de un tema, puede
valer mucho más que viajes o lecturas de textos profundos
y complicados.
Algo esencial es viajar por el país donde se está
acreditado y en este caso, siempre hay que observar. Así
se conocerán las costumbres más profundas, las caracterís­
ticas reales, sus avances, los sentimientos hacia el que se
representa, su cultura, su geografía y se comprenderá su
historia. Pero muy especialmente, se conocerá a su gente.
III Los miembros de la Misión Diplomática 139
En las capitales, los círculos sociales que rodean a los
diplomáticos responden más bien a un pensamiento o a
influencias internacionales, sean diplomáticos nacionales o
extranjeros, alta sociedad, elites políticas y universitarias,
autoridades militares y eclesiásticas y, naturalmente, las
autoridades nacionales. Por su mayor grado de sofistica­
ción, no permiten conocer el verdadero sentir y pensar del
país. Para conocerlo realmente, hay que viajar por su
territorio, llegar a sectores más transparentes y sólo así,
imbuido de un desarrollado espíritu de observación, se
podrá colaborar con eficacia en la elaboración de las
políticas adecuadas respecto de esa nación.
Al hacerlo, el diplomático tendrá el cuidado de
informarse previamente acerca de la respectiva región, sus
características, sus valores, sus motivos de orgullo, así
como respecto de sus autoridades. El protocolo regional
suele ser mucho más rígido que el nacional, ya que incluye
muchos aspectos subjetivos, y existe una menor amplitud
para aceptar situaciones no ortodoxas. Simultáneamente se
espera del agente diplomático que se acerque a la perfec­
ción y los menores errores son estimados como más graves
de lo que objetivamente son.
No hay que confundir una visita oficial a una región
con una forma de turismo. Muy por el contrario, exige
pronunciar discursos que deben ser bien preparados,
participar en recepciones sociales y en entrevistas muy
formales. Asimismo, habrá que ir preparado para las decla­
raciones a la prensa las que, no hay que olvidarlo, pueden
tener resonancia nacional o internacional.
A través de estos viajes se logra que la misión
diplomática de su país alcance una dimensión nacional y
no se limite exclusivamente a la capital del Estado ante el
cual se está acreditado,
f) Facilidad de redacción y de expresión oral. Las observa­
ciones que haga un diplomático, sus actuaciones durante el
desarrollo de una negociación, las entrevistas que conceda,
sólo son útiles para su país en la medida que sean cono­
cidas por su gobierno. Este conocimiento se produce a
través de los informes que periódicamente debe enviarle,
los que deben cumplir con ciertos requisitos básicos, como
ser claros, concisos, atractivos, objetivos y no especulati­
vos. Esto significa que un diplomático ha de tener la
capacidad de captar la información, procesarla adecuada­
140 Eduardo Jara Roncati

mente, en lo posible confirmarla a través de fuentes


confiables y luego transmitirla, cumpliendo con las carac­
terísticas antes descritas. Sólo así se obtendrá un real
provecho de su actividad.
Lo que los diplomáticos dicen y la forma como lo
dicen, es tan importante como lo que hacen. La diplomacia
moderna exige una atención especial por la selección de
las palabras. Esta preocupación debiera atraer más respeto
del que generalmente recibe, ya que vocablos mal usados u
omisiones pueden provocar efectos políticos muy ingratos.
Demóstenes ya lo decía: "Los Embajadores no tienen
buques a su disposición, ni una fuerte infantería, ni
fortalezas. Sus armas son las palabras y las oportunida­
des". Las palabras empleadas bien y oportunamente pueden
mover ejércitos, o detenerlos.
Un diplomático se reúne frecuentemente con autori­
dades del gobierno local, del Ministerio, de otras Misiones
o de su propio país con motivo de visitas oficiales o
inspectivas. En tales ocasiones, debe saber expresarse
verbalmente cumpliendo con esos mismos requisitos. Sin
ser afectado, debe ser claro y modular bien las palabras,
expresarse organizadamente con relación de causa y efecto
y, sobre todo, en forma breve y modesta. Su interlocutor
será el indicado para calificar su actuación como buena o
mala, no él mismo. Sólo así aquel podrá satisfacer adecua­
damente sus inquietudes.
Esto no constituye un llamado a la retórica, sino que
hacia la precisión en el uso del lenguaje, verbalmente o
por escrito.
g) Sensibilidad política. Hay que saber interpretar una infor­
mación o un silencio oficial respecto de un hecho concre­
to, con criterio político. Para ello se requiere inteligencia,
cultura y habilidad para dejar volar libremente su imagi­
nación, preguntándose el por qué de tal declaración o de
tal hecho, vinculándolo con acontecimientos anteriores o
coetáneos, nacionales o extranjeros. Esto es, intentar
descifrar esos hechos, los que en política nunca son
simples ni frutos del azar, sino que responden a objetivos
precisos y complejos perseguidos por alguien en beneficio
o perjuicio de otros. La sensibilidad política consiste en
poder desentrañar tales objetivos, sus destinatarios e
intentar preveer, de acuerdo con ellos, los próximos pasos
de unos y otros.
III Los miembros de la Misión Diplomática 141
h) Conocimiento de idiomas. En el mundo de hoy, tan in-
terrelacionado entre sí, tal exigencia es esencial. El cono­
cimiento perfecto del idioma propio, escrito y hablado,
exige un esfuerzo especial, como también son práctica­
mente obligatorios el inglés y el francés. Además, los
otros idiomas oficiales de Naciones Unidas como el ruso,
chino y el árabe presentan actualmente un gran interés
para los Ministerios de Relaciones Exteriores.
Comprender un idioma permite no sólo comunicar un
pensamiento o una idea sino que abre una puerta hacia la
comprensión de una nación y de su gente. De ahí que no
basta con entender palabras y poder establecer una comu­
nicación básica, sino que el diplomático debe convertirse
en un experto en otros idiomas, razonar en ellos y even­
tualmente estar en condiciones de negociar en los mismos.
Sólo así podrá cumplir cabalmente con sus funciones, en la
diplomacia bilateral, y muy especialmente en la multi­
lateral.
i) Inquietud intelectual. Supone el deseo permanente de
aprender y perfeccionarse, en todas las áreas, pero muy
especialmente acerca del medio en que el diplomático se
está desempeñando. No hay que olvidar tampoco que por
su actividad social, éste está en contacto con personalida­
des de todos los sectores y no sólo con diplomáticos. Con
todos ellos debe conversar demostrando conocimientos y si
por desgracia no los tiene, adquirirlos. Simultáneamente
debe aprovechar esos contactos en beneficio de su forma­
ción integral, para lo cual no debe desperdiciar las posibi­
lidades infinitas que la carrera diplomática pone en el
camino de quienes forman los Servicios Exteriores para
conocer personajes importantes o seres comunes, pero
plagados de conocimientos y de interés. Los ojos y la
mente de un diplomático deben estar abiertos, porque lo
atractivo y lo importante surgen no sólo en los medios
oficiales estimados como tales sino que en los más ines­
perados. El diplomático que tiene algo que decir, muy
pronto terminará por hacerse escuchar.
j) Puntualidad. No se trata de una simple manifestación de
buenas maneras, sino que de una exigencia diplomática.
Quien llega tarde a una recepción o a un coctel, ya no ve
a los dueños de casa al ingresar y los grupos ya están
formados y las conversaciones hilvanadas. Además la
puntualidad es una cortesía mínima hacia el anfitrión de
142 Eduardo Jara Roncati
una reunión social o la contraparte de una entrevista o
una negociación. Un atraso hace que el interlocutor no
esté en la misma actitud positiva, sino que su molestia
puede manifestarse de alguna manera durante el curso de
las conversaciones en un problema de fondo. Esa misma
virtud debe ser compartida por el cónyuge del diplomático.
No existe el atraso aceptable o permisible, todos son
igualmente inaceptables.
Paralelamente, no hay motivos para prolongar su
permanencia en un lugar más allá de la hora señalada en
la invitación, y si no hubiese, de lo adecuado. Hay que
retirarse, en consecuencia, a una hora prudente y siempre
el inferior jerárquico debe hacerlo después de su superior.
Hay países, sin embargo, donde la cortesía hacia los
anfitriones radica justamente en llegar cierto tiempo
después de lo señalado o retirarse a una hora avanzada.
En tal caso, hay que adaptarse en cierta forma a los usos
locales para no provocar trastornos ingratos. Pero no hay
que llevarse consigo esta costumbre a los países donde no
existe.

5.2.3 Conclusión de los tipos de cualidades

Pudiera decirse que resulta difícil encontrar en un mismo ser


humano tal conjunto de virtudes. Pero, analizándolas en su
conjunto, algunas son inherentes a ciertas personas, se tienen o
no se tienen. Las demás, pueden ser objeto de una enseñanza
especializada y perfeccionada regularmente a través de la
carrera. De ahí la importancia de la selección de quienes son
aptos para esta carrera y de su formación posterior.
Esto confirma que un diplomático no puede improvisarse.
Los Estados deben reglamentar estrictamente los requisitos que
es necesario cumplir para ingresar a través de un régimen
adecuado de exámenes que detecten los conocimientos y las
habilidades innatas de los postulantes. Luego, deben existir
institutos profesionales, al interior de los respectivos servicios,
que impartan la formación especializada y se preocupen de su
perfeccionamiento permanente, cada vez que regresen al país.
El decreto de nombramiento en un cargo diplomático no
confiere el carácter de diplomático; sólo faculta para desempe­
ñar una función. La diplomacia es una ciencia y un arte com­
plejos, que se va adquiriendo paso a paso, a través de los
III Los miembros de la Misión Diplomática 143
distintos grados y cargos, observando a sus superiores, dialo­
gando con agentes de otros países, viajando, leyendo, estudian­
do. Es una profesión que debe realizarse en diversos países y
que sólo compensa los sacrificios que exige para el diplomático
y para su familia al poder cautelar con dignidad los altos
intereses de su país. Allí está la retribución, en el honor y la
responsabilidad que eso significa, para lo cual hay que prepa­
rarse activa y permanentemente. No está ni en el dinero, ni en
los bienes materiales que eventualmente pudieran obtenerse.
Quienes no lo comprenden así no han captado el alma de la
diplomacia.

6. La mujer y la diplomacia

6.1 La esposa del diplomático

Al ingresar al Servicio Exterior de su país, el candidato lo hace


plenamente consciente de lo que está haciendo, luego de haber­
se informado acerca del significado de esa actividad, los dere­
chos de que gozará y los deberes que deberá asumir. Se trata
de una decisión razonada, aun cuando la vida diplomática sólo
se la conoce realmente desde adentro y nunca desde afuera.
Pero en todo caso ha podido hacer un análisis de sus propias
habilidades en relación con esa profesión.
No ocurre así con la esposa del diplomático. Al casarse
con éste, la mujer lo hace pensando básicamente en él y en la
familia que van a crear, sin saber que simultáneamente está
ingresando a un mundo que le hará cambiar radicalmente sus
costumbres, le impondrá grandes exigencias y sacrificios y en
definitiva, le exigirá pasar a considerar como propios los obje­
tivos de su cónyuge. Porque, si hay una profesión donde no
deben haber dualidades dentro de un matrimonio, esa es la
diplomacia.
El papel de la mujer, sin embargo, ha ido cambiando
rápidamente, y deberá cambiar en el futuro próximo aún mucho
más. Hasta el término de la última guerra mundial, los diplomá­
ticos provenían de las elites sociales y económicas de sus
respectivos países, y la función diplomática se desenvolvía
básicamente en medio de una vertiginosa vida social. La esposa
del diplomático tenía entonces en ese ámbito sus mayores
responsabilidades. Debía ser la perfecta anfitriona, elegante,
distinguida, experta gastrónoma, mundana, conocedora de idio­
144 Eduardo Jara Roncati
mas y a la vez la invitada ideal, entretenida, sencilla, halaga­
dora. La mujer debía especializarse en esas áreas y con eso
cumplía con creces cuanto se esperaba de ellas en grandes
capitales donde había servicio adecuado, buenos colegios para
los hijos, no existían problemas graves de salud, de integración
al medio local ni tampoco de idiomas extraños.
De esa época proviene la imagen que aún perdura de la
esposa ideal del diplomático. Aquella que durante un vals o en
una entretenida charla aparentemente trivial, lograba obtener
alguna información útil para su cónyuge. Una imagen frívola en
un mundo suntuoso, que correspondía más bien al de "consorte",
cum sorte, la que participaba de la misma suerte de su esposo,
a la cual estaba indefectiblemente ligada.
Al profesionalizarse, la carrera diplomática ha ido cam­
biando en todos los sentidos. Ahora se accede a ella mediante
concursos de ingreso, donde resultan elegidos los más capaces
intelectualmente sin consideración exclusiva de sus característi­
cas sociales y económicas. Las alternativas de destinación se
han abierto a todo el mundo y las que corresponden a países
en desarrollo superan ampliamente a los más avanzados y con
mejor nivel de vida. Las distancias, entonces, han aumentado, y
con ellas surgen nuevas costumbres, nuevos idiomas, nuevas
religiones. El diplomático ha pasado ahora a vivir de su sueldo
y no de su fortuna personal o familiar y su actividad se ha
convertido en más profesional, más compleja, más técnica, con
mayores exigencias intelectuales.
Estos cambios en las características de esta actividad han
repercutido dramáticamente en la mujer del diplomático. Han
aumentado notablemente sus exigencias y paralelamente, se han
incrementado sus problemas y sus dificultades. La esposa debe
ahora prepararse, no sólo materialmente sino que en términos
intelectuales para acompañar en su misión a su marido; debe
aprender idiomas, historia, geografía y cultura del país de
destino. Paralelamente, debe conocer mucho mejor el país que
representa desde el momento que en el extranjero las conversa­
ciones, si bien se mantienen dentro de un contexto social,
presentan innumerables exigencias para quién pretenda producir
una buena imagen de su país.
Simultáneamente, la vida se ha hecho más dura. La inse­
guridad y el terrorismo rondan alrededor de la casa, en la
mayor parte de los países hay serias insuficiencias para la
educación de los hijos y para la salud, hay costumbres más
diversas para aprender y que aceptar. Todo se ha hecho cada
III Los miembros de la Misión Diplomática 145
vez más competitivo para los adultos y para los niños, los
sueldos alcanzan apenas para vivir con una mínima holgura.
Como la función se ha convertido en más compleja, el marido
está obligado a atender con mayor seriedad sus responsabilida­
des y no está en condiciones de ayudarla, como ocurría antes,
personalmente o proporcionándole choferes, criados o cocineros.
Además de estas nuevas dificultades y mayores responsabi­
lidades, la esposa debe muchas veces renunciar a su profesión o
a una actividad que le agrada, para pasar a incorporarse a la
profesión del marido. Con los años comienza a observar que tal
renuncia no le ha reportado beneficios personales sino que sólo
a su cónyuge, desde el momento que el reconocimiento hacia
los éxitos de su pareja sólo pasan a formar parte de la biogra­
fía oficial del marido y es él quién recibe una remuneración
por tales desvelos. La mujer debe luchar asimismo contra la
pérdida de su propia individualidad, ya que suele producirse una
tendencia a considerarla más como una esposa que atendiendo a
sus propias características y cualidades.
Para paliar tales inconvenientes, que pueden afectar la
moral de quienes juegan un papel tan importante en la acti­
vidad diplomática, los países europeos y los Estados Unidos
están permitiendo a las esposa del diplomático desempeñar su
profesión o actividades particulares remuneradas. La mujer
comenzó aprovechando sus permanencias en el exterior estu­
diando y aprendiendo artes y ciencias; ahora desea poner en
práctica tales conocimientos. En la medida que ellas no entor­
pezcan de una manera importante la función del esposo, ello
debiera ser apoyado e incentivado, porque provoca un efecto
benéfico para la mujer y la familia del diplomático, con la
utilidad que ello presenta, además sobre éste y su vida profe­
sional.
No obstante tales exigencias, pocas actividades ofrecen a
la mujer tantas posibilidades para desarrollarse y para servir a
su país. Puede aprender otras costumbres, otros idiomas, cono­
cer países y personalidades internacionales, aprender diferentes
culturas, leer, convertir sueños en realidades, o bien satisfacer
sus inquietudes humanas a través de la ayuda al necesitado, en
el extranjero o a sus compatriotas, en obras de beneficencia
social.
La mujer puede servir igualmente a su país a través de su
esposo, dándole ideas para su trabajo o bien participando
personalmente en las funciones que le corresponden. Su imagen
146 Eduardo Jara Roncati
será muchas veces la que sea recordada como la de su propio
país.
La esposa del diplomático, al igual que su marido, debe
tener o adquirir, no siempre sin esfuerzo, determinadas caracte­
rísticas, las que pueden ayudar no sólo al mejor cumplimiento
de la función por parte de la pareja sino que de la Misión en
general. Se trata de características básicas, a las cuales podrían
unirse eventualmente muchas más, pero las que vamos a enume­
rar a continuación debieran encontrarse en lo posible siempre
presentes.

a) Discreción. Hay que escuchar antes de opinar, y muy en


especial no hacerlo cuando no se conoce bien el tema o
no se está muy segura de las implicancias de sus palabras.
Hay diplomáticos que intentan obtener, a través de las
esposas de sus colegas, lo que no pueden lograr directa­
mente de éstos, o sea, información. Lo que se escucha al
interior del hogar o en las reuniones sociales internas de
la Misión, debe mantener su reserva, a menos obviamente
que no haya inconvenientes en que trascienda.
b) Paciencia. La carrera es compleja, tiene agrados y desa­
grados, y exige aprender a sobreponerse a la parte nega­
tiva. Hay que aceptar muchas cosas, inconvenientes por los
traslados, dificultades en la ambientación, problemas de
comunicación y tantos otros. Además, no hay que tratar
de obtener los resultados demasiado pronto. La dimensión
del tiempo debe ser adecuadamente determinada, de tal
forma que los hechos esperados vayan ocurriendo natural­
mente, sin tener que impulsarlos artificialmente.
c) Sociabilidad. La vida diplomática requiere la habilidad y el
gusto por la relación social, el agrado por encontrarse en
medio de gente diversa, con otras tradiciones, raza, reli­
gión. Para esto hay que comprender que conocer otras
costumbres, escuchar ideas diversas, intercambiar opiniones
sobre valores diferentes, puede ser más atractivo que
confirmar los propios. Quien tiene la habilidad para ello,
con mayor razón la tendrá para convivir con personas
culturalmente más afines. La relación social permite inte­
grarse más fácilmente a un país y así se obtendrá un
mejor provecho, propio y para la Misión.
d) Adaptabilidad. Esto es, la facilidad para aceptar rápida­
mente costumbres diversas de las propias. Hay que tener
la mente abierta hacia lo novedoso, sin rechazarlo exclu­
III Los miembros de la Misión Diplomática 147
sivamente porque se trata de algo nuevo. No hay que
desechar lo desconocido; primero hay que probarlo y en
caso de que realmente sea difícil de aceptar, sólo entonces
puede mantenerse una posición negativa. Aun así, hay que
hacer el esfuerzo por evitar llegar a tal situación, ya que
la buena disposición espiritual hacia un país y sus costum­
bres es siempre una muy buena ayuda para aceptar sus
diferencias, que muchas veces terminan siendo adquiridas
para sí mismo.
e) Conocimiento de idiomas. En primer lugar, hay que hablar
con propiedad el propio idioma y hacia allá deben ir los
primeros esfuerzos. Hay que saber hablar con extranjeros,
sin usar expresiones locales, regionalismos, empleando un
lenguaje claro y un ritmo lento, para ser comprendido por
la mayor cantidad de gente. Luego, es necesario darse a
entender con la mayor claridad que sea posible en los
principales idiomas internacionales, como son, el inglés y
el francés. Obviamente hay muchos otros idiomas impor­
tantes, pero éstos constituyen dos buenos vínculos para
poder alternar con muchos núcleos humanos.
Hablar un idioma diferente del propio facilita aceptar
su cultura y abre puertas hacia el conocimiento de sus
habitantes. En países de idiomas estrictamente locales,
permite comunicarse cuando no se conoce aquel. Además,
comprender el idioma del Estado receptor es una demos­
tración de interés por el país que sus nacionales saben
reconocer y apreciar.
f) Dignidad. La esposa de un diplomático debe hacerse respe­
tar, tanto al interior de la Misión como fuera de ella. Al
interior de la misma, los grados y categorías de mando
rigen entre los funcionarios y no entre sus señoras, de tal
forma que cualquiera ayuda que una señora quiera prestar
a la de otro funcionario, aun cuando sea la esposa del
Embajador, constituye un acto voluntario y no obligatorio.
No hay que olvidar, sin embargo, que hay actividades de
carácter imperativo y otras que exigen una adecuada
coordinación.
Cualquiera que sea el grado de su cónyuge, la esposa
del diplomático debe matizar la suavidad con la firmeza,
pedir sólo lo que corresponda, colaborar cuando debe y
saber las peticiones improcedentes. Al respecto es siempre
bueno mantener una cierta independencia, con cortesía,
elegancia y espíritu de solidaridad, acerca de su vida
148 Eduardo Jara Roncati

privada, la que no tiene porqué llegar hasta la Misión. El


hogar de un diplomático no debe ser el objeto de análisis
y discusión públicos,
g) Puntualidad. Por último, debe ser puntual. Puntual en el
sentido diplomático, o sea, con el objeto de evitar llegar
tarde a actos o reuniones, lo que obliga a comenzar
presentando excusas que dejan en situación de desventaja
respecto de los demás. Asimismo, la puntualidad crea una
imagen de responsabilidad y de orden, que en esta activi­
dad es siempre bueno llegar a tener. Un matrimonio
puntual es acogido con afecto por superiores e inferiores
de su Misión, y en general por todos los anfitriones.
Las actividades sociales de la Misión, sin embargo,
revisten un carácter especial. La asistencia en este caso
no es voluntaria, sino que absolutamente obligatoria. Más
aún, no se trata de un simple esparcimiento o de una
ocasión para alternar con las esposas de los demás funcio­
narios. Es una actividad de trabajo, donde todos los
miembros de la Misión, funcionarios y esposas, deben
colaborar para que se cumpla el objetivo previsto, provo­
car un efecto positivo para su país. Cada cual debe aten­
der a los invitados de su área de trabajo o de su grado,
evitar las conversaciones con sus colegas, concentrarse en
el éxito integral de la reunión. Una especial atención
reviste a este respecto, como es obvio, la celebración del
día nacional de su país. En ésta y las demás oportunida­
des, la buena presentación, puntualidad, cordialidad y
máxima sobriedad en el comer y en el beber, deben cons­
tituir elementos fundamentales de la actuación diplomática.
La vida familiar puede llegar a ser, dentro de esta
profesión, muy completa. El aislamiento provoca una unión
más fuerte entre los cónyuges y su vida privada pasa
sutilmente a confundirse con su vida profesional. Al
anochecer, la conversación entre los cónyuges entremez­
clará temas familiares con horarios, compromisos, actos
oficiales, menús, listas de invitados. La unidad del matri­
monio se irá tornando entonces en esencial para que pueda
cumplirse adecuadamente con la función diplomática.
III Los miembros de la Misión Diplomática 149

6.2 La mujer diplomática

Esta función ya no es, desde hace más de cincuenta años,


privativa del hombre. Hasta entonces, para ingresar al mundo
diplomático, una mujer no tenía sino que una alternativa,
casarse con un diplomático. Desde entonces, se ha abierto otra
alternativa, menos romántica pero más práctica, la de preparar­
se para ingresar por sí misma al Servicio Exterior de su país.
Por lo demás, tienen habilidades especiales para ello: intuición,
diligencia, responsabilidad, organización, acuciosidad, perseve­
rancia, unidas a todas las demás cualidades exigidas por esa
profesión. Hay países donde el número de mujeres en su Servi­
cio Exterior casi iguala al de los hombres.
Hay áreas de una Misión donde una mujer puede desempe­
ñarse con especial habilidad, como son la cultura, la informa­
ción, la prensa. Igualmente puede cumplir adecuadamente todas
las demás con la excepción, hasta ahora, de la defensa. Las
mujeres obtienen óptimos resultados durante los estudios teóri­
cos especializados y luego, en los concursos de ingreso, ocupan
los primeros lugares. Lo mismo ocurre durante el curso de su
carrera.
Sin embargo, ésta presenta a la mujer un grave obstáculo,
la parte familiar. Al principio, no hay problema alguno y ello se
mantiene mientras permanezca soltera. Una vez casada, se
producen situaciones que rayan en la incompatibilidad entre el
matrimonio y la función. No es fácil encontrar al hombre que
esté en disposición y situación de acompañarla de una país a
otro; que muchas veces deba permanecer en la casa, porque no
le sea legalmente posible desempeñar un trabajo.
La personalidad del marido y la forma como enfoque la
posición de su esposa y su propia situación, serán determinantes
para el futuro profesional de ambos. Hay quienes dejan a sus
mujeres continuar libremente sus carreras, no interfieren para
nada y se retiran hacia sus propias actividades, permaneciendo
en su país de origen. Otros las acompañan a determinadas
destinaciones. Otros por último toman seriamente su función y
llegan hasta a participar en las actividades organizadas por las
esposas de los funcionarios. Dependerá entonces de cada cual,
pero se trata de un papel difícil de aceptar y luego de desem­
peñar.
Al interior de la Misión, la mujer presta una eficaz cola­
boración, no sólo por su preparación profesional y su trabajo,
150 Eduardo Jara Roncati
sino justamente por sus características femeninas. Crea alre­
dedor suyo un clima cálido, humano y acogedor. En funciones,
es normalmente hábil para discurrir, para desmenuzar un pro­
blema y para imaginar cursos de acción. Además es persuasiva y
provoca una reacción positiva hacia sus planteamientos, hacien­
do difícil al interlocutor rechazarlos de plano.
En muchos países, las mujeres han alcanzado la categoría
de Embajadores. Han cumplido bien tales funciones, y se han
hecho acreedores al respeto tanto del interior de la Misión
como de las autoridades locales. Crean problemas protocolares,
con la ubicación de sus maridos, pero es un reconocimiento
merecido para quienes han desempeñado con seriedad su profe­
sión.

7. El Matrimonio

A diferencia de otras profesiones, el matrimonio reviste mucha


importancia en diplomacia. Sin entrar en disquicisiones acerca
de la utilidad que presta el cónyuge para el desempeño integral
de la función así como para los difíciles períodos de instalación
y partida de una sede, la persona de éste debe ser conocida
previamente, y en la mayor parte de las legislaciones, aceptada
por el respectivo Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para casarse con un nacional, las reglamentaciones suelen
exigir que el nombre y demás antecedentes les sean informados
previamente, a fin de estar en conocimiento de quien es la
persona que va a integrarse a la familia del agente. Si se trata
de un extranjero, en cambio, los Ministerios se reservan el
derecho de autorizar el respectivo matrimonio, para lo cual
suelen exigir el envío de una solicitud en tal sentido la que,
después de efectuados los respectivos estudios, se acepta o se
rechaza libremente. Una decisión negativa puede acarrear serios
problemas para la carrera del solicitante.
Hay países muy estrictos en esta materia, que sin duda
constituye un paso importante en la vida de un diplomático
dada la connotación del papel del cónyuge dentro de la activi­
dad de la Misión Diplomática en general. Los árabes, por ejem­
plo, prohiben a sus diplomáticos casarse con extranjeros y
excepcionalmente con otros árabes, previa autorización de sus
respectivos gobiernos. En ciertos casos, el matrimonio con
extranjeros ha dado origen a difíciles problemas de índole
político o diplomático, derivado de los conflictos de legislación
III Los miembros de la Misión Diplomática 151
que suelen provocar. Otros países, por último, exigen la nacio­
nalización del extranjero que acepte casarse con uno de sus
agentes diplomáticos.

8. Etica diplomática

Hemos visto las características que debe reunir un diplomático,


habiendo podido constatar a través de ellas que éste debe
conducir su actuación en forma profesional y atendiendo a un
conjunto de valores irreprochables en su país, en aquel donde
se está acreditado y ante sí mismo. Este conjunto de principios,
que representan las obligaciones morales a que está afecto un
diplomático, toma el nombre de ética diplomática.
Simultáneamente con representar a su Estado y a su
Gobierno, lo que bastaría por sí sólo para que un ser humano
se preocupe de mantener el mayor cuidado sobre su conducta
oficial y privada, el diplomático, en cada Misión y a través de
su carrera, se crea una imagen propia que puede o no conver­
tirlo en un profesional respetable y confiable.
Desde los inicios de su carrera, cada cual debe preocupar­
se de ser estricto consigo mismo, en su función y en su vida
particular, para evitar sufrir presiones o tener puntos débiles
provenientes justamente de la falta de férreos principios.
Podrían indicarse al respecto las siguientes pautas básicas:

a) No perder la credibilidad ante los extranjeros o colegas de


su propio Ministerio.
b) Mantener una máxima honestidad, en especial en materia
de administración de fondos públicos puestos a su dispo­
sición.
c) Ser leal con su país y con su gobierno, y asumir correcta­
mente los compromisos que al respecto hemos tenido
ocasión de considerar extensamente.
d) Ser respetuoso con sus colegas, nacionales y extranjeros,
y hacerse respetar por éstos, ya sean superiores o subal­
ternos.
e) Actuar correctamente con las autoridades y funcionarios
de los países u organismos internacionales ante los cuales
se está acreditado.
f) Controlar las ambiciones, no buscando medios ilícitos para
satisfacerlas.
152 Eduardo Jara Roncati

g) Informar objetiva y responsablemente a los agentes del


Estado ante el cual se está acreditado y a su propio
gobierno.
h) Mantener una estricta reserva respecto de los asuntos
oficiales.

Estos principios no deben ser confundidos con los deberes


de la función diplomática, que constituyen imperativos que el
diplomático está legalmente obligado a cumplir.

9. El cuerpo diplomático

9.1 Concepto

Este concepto tiene dos acepciones, una de alcance restringido


y otra más amplia.
En sentido estricto, se entiende por tal el conjunto de
Jefes de Misión de todas las categorías acreditadas ante un
mismo Estado. O sea incluye los Jefes de Misión, permanentes y
transitorios.
En un sentido más amplio, comprende a todos los miem­
bros del personal de las Misiones acreditadas ante un Estado.
En consecuencia, se amplía el concepto más allá de los Jefes de
Misión, incluyendo a todo el personal de su Misión, es decir a
todos los que figuran en la lista diplomática.
Es necesario puntualizar que esta expresión suele confun­
dirse con el conjunto de funcionarios diplomáticos de un país,
lo que es un error, ya que éste es el Servicio Exterior del
mismo y no su Cuerpo diplomático.

9.2 Funciones

Los Estados reconocen al Cuerpo diplomático el carácter de un


cuerpo autónomo independiente de las Embajadas que lo compo­
nen, correspondiéndole en tal carácter determinadas funciones:

a) Asistir a determinadas ceremonias públicas del Estado


Receptor. Si fuere del caso, asisten todos los Jefes de
Misión y en caso de que las características del acto o del
lugar no permitan la presencia de todos, éste suele hacer­
se representar por su Decano.
III Los miembros de la Misión Diplomática 153

b) Proteger los intereses colectivos del Cuerpo diplomático y


defender los derechos de sus miembros, básicamente res­
pecto de sus privilegios e inmunidades. La historia recoge
ejemplos de importantes actuaciones del Cuerpo diplomáti­
co como tal, en representación de las respectivas Emba­
jadas.
Suele presentarse el caso de que el Cuerpo diplomá­
tico pueda presentar una protesta ante el Estado receptor
por determinadas actitudes consideradas atentatorias del
mismo en su conjunto. Se trata de situaciones serias, que
hay que considerar muy cuidadosamente. En general, un
Jefe de Misión no debiera participar ni promover tales
reclamaciones, a menos que cuente con instrucciones
expresas de su gobierno. En caso de que esto llegase a
concretarse, se materializa a través de una nota del
Decano a nombre del Cuerpo diplomático, o de una nota
conjunta.
c) Contactar directamente a las autoridades locales o recibir
comunicaciones de éstas. Es posible que un gobierno desee
transmitir a través de su Ministerio de Relaciones Exte­
riores algún asunto de interés general para todas las
Misiones. En tal caso, podría hacerlo por medio de una
Nota Circular o bien a través de una comunicación dirigida
al Decano del Cuerpo diplomático. Igual procedimiento
puede utilizarse, a la inversa, si el Cuerpo diplomático
desea participar al respectivo Ministerio de una asunto que
reviste igualmente interés general mediante una nota
firmada por el respectivo Decano, a quien se le reconoce
tradicionalmente la capacidad para representar oficialmente
al Cuerpo diplomático en su conjunto.
Puede afirmarse, en consecuencia, que el Cuerpo
diplomático es una especie de órgano común de las Misio­
nes Diplomáticas que lo componen y que expresa, en
consecuencia, la voluntad general respecto de determinadas
materias de las cuales ha existido una aceptación indivi­
dualmente previa.

9.3 Estructura

El Cuerpo diplomático es presidido por el Decano, que es el


intermediario entre éste y el Estado ante el cual está acredita­
do. Sus funciones son las de representar oficialmente a esa
154 Eduardo Jara Roncati
institución, presidirla en sus actuaciones y reuniones internas y
servir de portavoz del mismo en determinádas ceremonias del
Estado receptor. Estas funciones tienen lugar generalmente
cuando no es posible invitar a todos los integrantes del mismo.
Hemos visto que los Jefes de Misión deben visitar al
Decano desde su llegada y despedirse de él a su partida. Por
una ficción, se entiende que están saludando al Cuerpo diplomá­
tico en su conjunto. Asimismo, siendo depositario y conocedor
de los usos y costumbres locales, está en condiciones de infor­
mar adecuadamente a sus colegas acerca del país sede en
cuanto se refiere al mejor cumplimiento de sus funciones.
Este mayor conocimiento del país proviene del hecho de
que normalmente es Decano el Jefe de Misión más antiguo, o
sea aquel que tiene el mayor tiempo en la sede de acuerdo a la
fecha en que asumió sus funciones. Excepcionalmente, en los
países católicos, se reconoce al Nuncio, por cortesía, cualquiera
que sea su antigüedad en la sede, la calidad de Decano.
Demás está en insistir en las responsabilidades que conlle­
va la calidad de Decano. A sus mayores obligaciones sociales, se
agrega la preparación de numerosos discursos cuando deba
representar a sus colegas y la información permanente y actua­
lizada de la legislación local con proyección internacional, para
responder clara y adecuadamente a las consultas que estos
frecuentemente le formulen acerca del particular.
El Decano está obligado a organizar reuniones periódicas
del Cuerpo diplomático, a la cual podría eventualmente invitar a
autoridades locales para informarles de determinadas materias
específicas de interés común. En tales reuniones normalmente
se consideran materias de utilidad práctica para las distintas
Misiones, se atienden consultas y se analizan las fuentes de
preocupación de determinadas Misiones derivadas de hechos
originados por las autoridades locales.
El Decano debe esmerarse en mantener buenas relaciones
con el Estado receptor y con todas sus autoridades, evitando
traspasar sus dificultades como tal a la relación bilateral de
aquel con su propio país. Para ello, más que un defensor del
Cuerpo diplomático, debe actuar en el carácter de amigable
componedor de sus eventuales dificultades, intentando aplacarlas
y ayudando a encontrar fórmulas aceptables para las partes en
conflicto.
La esposa del Decano, cuando éste es casado, se llama
"señora del Decano" y no "Decana", tiene ciertas responsabilida­
des adicionales derivadas de la función de su cónyuge. De igual
III Los miembros de la Misión Diplomática 155
manera, la esposa del Embajador se llama "señora del Embaja­
dor" y no "embajadora". Esta última acepción se usa cuando
quien desempeña efectivamente la jefatura de una Misión es una
mujer. Si el Decano es soltero, será la esposa del Jefe de
Misión ubicado inmediatamente después de éste en la Lista
diplomático la que asumirá tales obligaciones.
El Cuerpo diplomático mantiene entre sí un espíritu de
solidaridad y desarrolla entre sus miembros una especie de
camaradería. En efecto, sus miembros pertenecen simultánea­
mente a una gran familia, que vive la mayor parte de sus vidas
en países extranjeros, lejos de su hogar materno y de sus
familiares, en medios culturales diversos. Tienen un tipo de vida
similar, aventuras parecidas en diferentes países y experiencias
comunes gratas e ingratas, que resulta ameno intercambiar y
que constituyen la vida diplomática. Esto pudiera sorprender a
muchos, que podrían pensar que los diplomáticos se ven como
representantes de intereses diversos y antagónicos, pero en
general no ocurre así y tienen entre sí muchas cosas en común
que contradictorias.

9.3.1 La lista diplomática

La lista diplomática o Lista del Cuerpo diplomático es un


documento oficial elaborado por la Dirección de Protocolo de
un Ministerio de Relaciones Exteriores, donde constan los
nombres y la individualización de todos los Jefes de Misión
acreditados ante el respectivo Estado en un momento determi­
nado, de todos los miembros del personal diplomático de cada
Misión y de las demás instituciones o individuos a quienes el
Estado receptor reconoce la condición de diplomáticos.
Esta lista normalmente está dividida en varias partes: la
primera, contiene una nómina de todos los Jefes de Misión de
acuerdo con su precedencia en conformidad con las normas
locales, la que, como hemos visto, proviene generalmente de la
fecha de la presentación de las respectivas cartas Credenciales;
en algunos casos contiene una relación idéntica de los Jefes de
las Misiones de las Organizaciones Internacionales residentes;
más adelante, una nómina completa por orden alfabético corres­
pondiente al nombre del país respectivo en el idioma local, de
todas las Embajadas y de los miembros de su personal diplomá­
tico, después de la cual se incluye la misma relación respecto
de las oficinas de las Organizaciones Internacionales que tienen
156 Eduardo Jara Roncati
su sede en el país; por último, la lista contiene una relación
cronológica de los Días Nacionales, también llamados Aniversa­
rios Nacionales o Fiestas Nacionales, de todos los países con
los cuales el Estado receptor mantiene relaciones diplomáticas.
La lista puede contener, además, los nombres de otras entidades
a las cuales el Estado sede reconoce una cierta condición
diplomática. China incluye, por ejemplo, en un capítulo separado
de las Embajadas, la Misión de la Organización de Liberación
Palestina.
Respecto de los miembros del personal diplomático, la lista
diplomática incluye generalmente su nombre completo y even­
tualmente el de su cónyuge, su cargo, su dirección oficial, su
domicilio particular y los números de teléfono de su oficina y
de su residencia. A pesar de tratarse de un documento que
normalmente sólo tiene una circulación interna dentro del
Cuerpo diplomático, las Misiones solicitan progresivamente no
incluir las direcciones particulares e incluso los números de
teléfonos privados de sus miembros, por razones de seguridad.
Esta lista es impresa y distribuida gratuitamente a las
Misiones diplomáticas una o dos veces al año. Para su confec­
ción, y de acuerdo con sus obligaciones emanadas de la Con­
vención de Viena, éstas deben mantener informada regular y
oportunamente a la Dirección del Protocolo Local acerca de
todo cambio ocurrido con su personal diplomático, acerca de
llegadas y partidas, de sus familiares, de eventuales traslados
de oficinas y otras modificaciones respecto de la edición ante­
rior.
Los países editan, generalmente, una Lista Consular Sepa­
rada.
Las Organizaciones Internacionales, por su parte, preparan un
documento similar con las misiones diplomáticas acreditadas por
los respectivos Estados miembros.

9.3.2 Las cédulas de identidad oficial

Los Ministerios de Relaciones Exteriores, a través de la Direc­


ción del Protocolo, otorgan una credencial especial a los miem­
bros del Cuerpo diplomático, así como al personal administrati­
vo y técnico y de servicio de las misiones diplomáticas existen­
tes en el país. Esta credencial se otorga, asimismo, a los
respectivos cónyuges y puede otorgarse a los hijos, especial­
III Los miembros de la Misión Diplomática 157

mente a las hijas de cualquier edad que vivan permanentemente


con el funcionario, y a la madre viuda.
Esta credencial constituye en la práctica una cédula de
identidad que certifica que su titular forma parte de una Misión
diplomática o de su vinculación familiar con el funcionario
respectivo, y tiene por objeto servirle de medio de identifica­
ción para todos los efectos legales internos y facilitarle así un
tratamiento deferente de parte de las autoridades civiles,
militares y de policía del país. Las Misiones diplomáticas deben
solicitar expresamente el otorgamiento de esta credencial,
proporcionando las necesarias fotografías del interesado a la
Dirección del Protocolo.
Además, por cortesía, los Estados receptores suelen pro­
porcionar placas o patentes para los automóviles particulares de
los miembros del personal diplomático ingresados al país en uso
de las franquicias aduaneras respectivas. En este caso, se trata
de una facilidad que otorgan los países, pero que no constituye
un imperativo internacional, ya que ningún acuerdo les obliga a
ello.

9.3.3 Las asociaciones de funcionarios diplomáticos

La más importante asociación la constituye el Cuerpo diplomá­


tico que sostiene reuniones periódicas, con o sin participación
de invitados del Estado receptor, para actividades especiales,
escuchar charlas o simplemente desarrollar actividades sociales,
como celebrar efemérides, despedir Jefes de Misión o con
cualquier otro objeto similar.
Pero existen otras entidades que reúnen a los agentes
diplomáticos acreditados en un mismo Estado. Los Agregados
Militares, navales o aéreos tienen una especie de Cuerpo Diplo­
mático propio, reconocido oficialmente por el Estado receptor,
cuyo Decano es el de grado más alto o el más antiguo en sus
funciones de tal. Este grupo es normalmente muy activo, reci­
biendo a sus colegas a la llegada al país, organizando reuniones
oficiales o sociales y despidiéndoles al partir de regreso a sus
países, al término de sus funciones.
En ciertas capitales existen organizaciones de otro tipo.
En Wellington, la Asociación de Jefes de Misión alternos
("Deputy Head of Missions”), en Washington, la "Júnior's diplo-
mat association", reservada a Segundos y Terceros Secretarios
de Embajada; en París la "Associaton diplomatique”, para fun­
158 Eduardo Jara Roncati
cionarios que no sean Jefes de Misión, etc. En otros países,
hay asociaciones que agrupan determinadas categorías de diplo­
máticos, como los encargados de asuntos económicos y comer­
ciales en Londres, París, Ottawa. Incluso hay algunas que
reúnen a Adictos de prensa. Asimismo, hay entidades que agru­
pan a los cónyuges de los agentes diplomáticos, las que orga­
nizan actividades sociales generalmente con objetivos de bene­
ficencia nacional e internacional.
Estas asociaciones revisten una gran utilidad y es intere­
sante adherirse a ellas. A través de sus reuniones sociales,
permite conocerse, lo que no es fácil en las grandes capitales
donde el número de diplomáticos asciende a varios miles. Luego,
es una forma barata de vincularse, pagando las cuotas periódi­
cas que son siempre muy bajas. Facilitan el conocimiento del
país a través de charlas o bien de viajes en grupos, así como
de otros países, cuando alguno de sus miembros invita a activi­
dades culturales, como exposiciones, proyección de películas, en
sus respectivas Embajadas. Normalmente sus reuniones tienen
lugar en almuerzos o comidas durante las cuales se escucha a
conferencistas de los distintos sectores de la vida nacional.
Sin embargo, para incorporarse a tales asociaciones, es
necesario consultar la opinión del Jefe de Misión y actuar de
acuerdo con sus directivas. Podría tratarse de una asociación
con determinadas orientaciones políticas, o que sus miembros no
sean fiables y difundan las opiniones escuchadas. Sin embargo,
a pesar de tales riesgos, es conveniente que, una vez estudiados
atentamente, los funcionarios de la Misión se incorporen a
ellas.
CAPITULO IV

La acción diplomática

La acción diplomática debe ser analizada desde un doble punto


de vista. En primer término, respecto de las funciones que le
corresponde desempeñar a la Misión diplomática, ante un Estado
u Organización Internacional y luego, en relación con los
medios que utilizan los diplomáticos para el cumplimiento de sus
funciones.

1. Funciones de la Misión diplomática

Las funciones que debe desarrollar una Misión son diferentes,


según si se trate de la diplomacia bilateral o multilateral. Las
analizaremos, en consecuencia separadamente.1

1.1 Misión diplomática bilateral

Los Estados mantienen Misiones en el exterior para el cumpli­


miento de determinadas tareas. Simultáneamente, los Estados
receptores están obligados a permitir su funcionamiento para
que puedan cumplir con esas tareas, reconociendo a sus miem­
bros una serie de privilegios e inmunidades en la medida que
ajusten su actividad al cumplimiento de las mismas.
De ahí entonces que surja la importancia de analizar
detalladamente tales funciones, por cuanto ellas constituyen el
marco dentro del cual las Misiones pueden actuar libremente y
sin dificultades de ninguna especie, basadas no sólo en la
reciprocidad sino que en el cumplimiento de una legislación
internacional, que tiene actualmente el carácter de imperativa
para la comunidad internacional.
En efecto, la Convención de Viena de 1961, que tiene el
carácter de ley interna en todos los países que la han ratifica­
do o adherido a ella, reglamentó extensamente el tema y anali­
zaremos en detalle sus disposiciones. Según el artículo 3 de ese

1. Ver anexo S.
160 Eduardo Jara Roncati
estatuto, las funciones de una Misión diplomática "consisten
principalmente" en las siguientes:

a) Representación diplomática

Corresponde a la Misión diplomática, en primer término, la


representación del Estado ante el Estado receptor, función
que es ejercida por todos los miembros y, muy especial­
mente, por el Jefe de la Misión.
La Misión sustituye entonces a su Estado, y en
virtud de una ficción se estima que es éste el que parti­
cipa en cada una de las actividades donde están presentes
los miembros de la misma.
En consecuencia, la Misión representa todo el Estado
y no sólo a su gobierno. Hubo una época en que esto fue
discutido, porque en el pasado una Misión no era sino la
prolongación del Soberano en otro país, quien mantenía un
control casi total sobre sus miembros. Hoy ya no caben
dudas, y la Convención de Viena de 1961, después de una
extensa discusión del tema, resolvió consignar como la
primera de las funciones de la Misión "representar al
Estado acreditante ante el Estado receptor". (Art. 3 le­
tra a). Sin embargo, los agentes son nombrados por los
respectivos gobiernos y son responsables ante él.
Esta representación tiene una característica muy
especial, en el sentido de que el Estado acreditante facul­
ta a uno de sus propios órganos, la Misión diplomática,
para ejercer determinados actos frente a otro Estado. Al
no tratarse de un ente jurídico diverso, los efectos de los
actos de la Misión diplomática no se radican en ésta, aun
cuando se extralimite en sus instrucciones. Posteriormente
sus miembros podrían ser objeto de sanciones administra­
tivas, civiles o incluso penales, pero los efectos de sus
acciones se radican en el Estado acreditante.
Al no representar solamente a una persona determi­
nada, la Misión diplomática continúa en actividad a pesar
de que quien designó a sus miembros haya concluido sus
funciones. El Jefe de Misión, que ocupa un cargo de la
confianza de un gobierno, deberá renunciar cuando éste
concluya, pero nada obsta a que continúe en funciones en
el período intermedio hasta que se resuelva su situación o
incluso más allá. O sea, que su acción no se agota por el
IV La acción diplomática 161
hecho de concluir un gobierno o por el término del perío­
do de un Jefe de Estado.
Esta representación se desarrolla en todo momento,
de día o de noche, y durante las vacaciones, en lo impor­
tante y en los menos importante, en la oficina o durante
las reuniones sociales. Lo que exige, es que sea bien
orientada, esto es destinada a crear y desarrollar las
mejores relaciones entre los dos Estados, formando una
atmósfera de confianza mutua que permita comprenderse y
alcanzar acuerdos de utilidad para ambos.
Simultáneamente, la representación constituye la
presencia del Estado acreditante en el Estado receptor. En
tal sentido, los agentes diplomáticos deben esforzarse por
estar presentes en todas las ocasiones en que se les invite
y tener iniciativa para organizar actividades oficiales y
sociales. La actividad social es una parte importante de la
función diplomática y no una forma de diversión ni de
distracción.
Para representar socialmente a su país no se requiere
contar con grandes residencias, ni con una pléyade de
empleados o cuantiosas sumas de dinero. Se requiere más
bien tener el espíritu de hacerlo y la suficiente disciplina
para que ello ocurra en forma regular. Es cierto que
representar exige medios económicos, pero éstos no reem­
plazarán jamás la falta de costumbre y de interés por
recibir y atender con distinción y afecto a las amistades
que se van haciendo a través del mundo.
Quizás al representar a su país el diplomático en­
cuentra la mayor retribución a su función. Su presencia en
un acto, su firma, sentarse en una reunión internacional
detrás del letrero con el nombre de su país, provoca una
suerte de emoción y de nuevas energías, que constituyen
la esencia misma de esta delicada función.

b) Protección diplomática

Los Estados tienen el derecho de defender los intereses


que puedan tener en otro Estado, así como los de sus
nacionales. Este último derecho surge del "endoso" que con
tal objeto podría hacerse en favor suyo quien se sienta
afectado, pasando así el Estado a hacerse cargo de la
reclamación por plantear.
162 Eduardo Jara Roncati
El ejercicio de ese derecho se denomina protección
diplomática, el que puede ejercitarse mediante gestiones
diplomáticas ante el mismo Estado donde tuvieron lugar
los hechos o ante un tribunal internacional.
En el pasado, este derecho se prestó a muchos
abusos por parte de los Estados más poderosos frente a
los más débiles. De ahí, entonces, que al aceptarlo, la
Convención de Viena lo hiciera en términos limitados. La
disposición respectiva, señala que a la Misión diplomática
le corresponde: "Proteger en el Estado receptor los intere­
ses del Estado acreditante y los de sus nacionales dentro
de los límites permitidos por el derecho internacional".
(Art. 3 letra b)
Esta última frase se refiere al cumplimiento en cada
caso de ciertos requisitos para que un Estado pueda
ejercer tal protección, que la doctrina ha resumido de la
siguiente manera:

Existencia de un vínculo jurídico o político entre el


individuo perjudicado y el Estado reclamante, vínculo
que proviene de la nacionalidad.
Agotamiento de los recursos legales internos por
parte del reclamante (denominada regla del agota­
miento de los recursos internos o de los remedios
locales).
Conducta correcta del reclamante (teoría de las
manos limpias), o sea que no le sea imputable una
conducta ilegal, como haber participado en una
insurrección contra el gobierno local o actos contra­
rios al Derecho Internacional, como la trata de
esclavos.

Si se cumplen tales requisitos, un Estado tiene la


facultad de ejercer la protección de los intereses de un
nacional suyo, para lo cual su gobierno deberá hacer un
análisis profundo de las relaciones políticas bilaterales con
el país sede y su deseo o no de provocarles alguna forma
de daño. Igualmente tiene facultades discrecionales respec­
to de la época y la manera de plantear sus demandas para
acogerlas integralmente o sólo en parte, pudiendo abando­
narlas o transarlas cómo y cuando le parezca oportuno. En
caso de llegar a recibir una indemnización, el Estado
puede hacer con ella lo que le plazca.
IV La acción diplomática 163

En caso de ruptura de las relaciones diplomáticas


entre dos Estados, o de poner término a una Misión
diplomática definitiva o transitoriamente,"el Estado acredi­
tante tiene el derecho de confiar la protección de sus
intereses y los intereses de sus nacionales a un tercer
Estado, el que debe ser aceptable para el Estado recep­
tor". (art. 45, letra c). De esta disposición fluye que el
Estado receptor no puede oponerse a tal situación, sino
que lo único que puede hacer es manifestar su rechazo a
que se confíen tales intereses a un determinado Estado,
pero no puede hacer una oposición de carácter general.
La Convención de Viena se coloca asimismo en otro
caso, expresando: "Con el consentimiento previo del Estado
receptor y a petición de un tercer Estado no representado
en él, el Estado acreditante podrá asumir la protección
temporal de los intereses del tercer Estado y de sus
nacionales." (art. 46). Esta dispoción confirma el derecho
de protección respecto de Estados que aun no hayan
tenido relaciones diplomáticas entre sí. En tal caso, el
consentimiento del Estado receptor se requiere no sólo
para la determinación del tercer Estado, sino que respecto
del fundamento mismo de ese derecho.
Por último, la Convención de Viena establece que en
caso de ruptura de relaciones diplomáticas entre dos
Estados o de poner término a una Misión de modo defini­
tivo o temporal, "el Estado acreditante podrá confiar la
custodia de los locales de la Misión, así como de sus
bienes y archivos, a un tercer Estado aceptable para el
Estado receptor" (art. 45, letra b). En este caso, el Estado
receptor puede oponerse a la designación de un Estado
determinado, pero no al principio mismo.
Tratándose de un derecho reconocido plenamente por
la comunidad internacional, ningún Estado puede interpre­
tar como inamistoso el ejercicio del derecho de protección
diplomática por parte de otro Estado.
En la práctica, la Misión diplomática tendrá una
enorme responsabilidad al respecto. En primer término,
informando a su país adecuada y objetivamente acerca de
los hechos, recogiendo todos los antecedentes que pudieran
ser de utilidad para adoptar una decisión y emitiendo su
parecer acerca de si, en el caso concreto, corresponde o
no otorgar la protección solicitada. Más adelante, para el
caso de que así se resuelva y se prefiera actuar ante el
164 Eduardo Jara Roncati
mismo Estado, se deberá encargar de ejercitar tal derecho
y seguir cuidadosamente el desarrollo de los respectivos
procedimientos. Sin duda que en tal caso requerirá la
asesoría de juristas locales especializados en Derecho
Internacional y ampliamente conocedores de la legislación
interna del Estado receptor.

c) Negociación diplomática

La negociación constituye la esencia misma de la diploma­


cia, aun cuando éste es un concepto muy amplio que no es
privativo de ella. Salvo que viva completamente aislado del
mundo, todo ser está permanentemente negociando, tratan­
do algún problema con otro.
Por negociación diplomática se entiende, sin embargo,
el arte de aproximar posiciones con miras a la adopción de
algún acuerdo. Existen innumerables otras definiciones,
pero todas concuerdan en sus métodos persuasivos y
pacíficos así como en la búsqueda de soluciones aceptables
para todas las partes.
En cuanto a la forma, una Misión diplomática está
negociando permanentemente, desde los aspectos más
simples hasta los más complejos, desde las gestiones
sencillas hasta las discusiones del más alto nivel, bilatera­
les o multilaterales. La negociación constituye de esta
manera la principal actividad de la misión y de su perso­
nal.
Respecto del fondo, no existen técnicas predetermi­
nadas para negociar. Todo dependerá de factores externos,
como el marco político en que se desarrollan las mismas,
positivo, neutro o negativo, el poder relativo de cada una
de las partes, los objetivos que se persigan, del deseo real
de alcanzar acuerdos o simplemente de postergar su solu­
ción para una ocasión más favorable para sus intereses.
A la gran variedad de temas susceptibles de ser
negociados, deben agregarse las innumerables técnicas para
llevar las discusiones. Ambos elementos, conjugados, son
reveladores del grado de complejidad de la negociación
diplomática.
En efecto, la negociación comienza mucho antes del
inicio de las respectivas conversaciones, al determinarse la
mejor oportunidad para las mismas, la persona de los
IV La acción diplomática 165

negociadores, sus asesores, el lugar, la época. Esta etapa


preliminar, que se desarrolla separada o conjuntamente y
es completamente desconocida para la opinión pública,
reviste una importancia trascendental para sus resultados.
La labor de la Misión diplomática durante esta etapa es
decisiva, ya que está observando en el terreno los prepa­
rativos de la contraparte, sus puntos fuertes y débiles, sus
eventuales ventajas y desventajas comparativas.
Luego, será necesario preparar la atmósfera adecuada,
creando el ambiente que resulte psicológicamente más
favorable para cumplir con los objetivos perseguidos.
También en esta parte la labor de la misión resulta tras­
cendental, haciendo proposiciones o bien materializando las
decisiones adoptadas.
Durante la negociación misma, sin embargo, la impor­
tancia de la Misión ha decaído, por cuanto aquella suele
estar entregada a expertos enviados desde el país de
origen, o a técnicos en las materias sobre las que versan,
sean ellas financieras, de desarme, o de tantas otras áreas
que exijan en sus actores conocimientos especializados. No
es que la negociación haya disminuido su importancia,
como creen algunos, sino que está siendo desviada desde
la Misión diplomática a un tipo de personal capaz de
desenvolverse mejor en el respectivo tema especializado
sobre el que en cada caso versan las respectivas discu­
siones.
El negociador, cualquiera que sea, debe prepararse
profundamente en el tema. En primer lugar, respecto del
fondo de la materia; luego, respecto del interlocutor, sus
características, intentando determinar sus objetivos y el
radio de acción que se le ha concedido; conocer exacta­
mente sus propias instrucciones, para tener claramente
determinado su grado de movilidad durante las conversa­
ciones; y por último, saber lograr el apoyo de sus gober­
nantes hacia su acción, para evitar eventuales desautoriza­
ciones y contar con el respaldo político necesario. Esto
último reviste una particular importancia, ya que muchas
veces el negociador no estaría de acuerdo con las instruc­
ciones recibidas y en tal caso deberá representarlo res­
ponsablemente, para lo cual necesita contar con la com­
prensión de sus autoridades.
Si bien no existen reglas universales sobre como
negociar, la experiencia ha retenido ciertas pautas que
166 Eduardo Jara Roncati

deben ser consideradas. Entre estas se pueden citar las


siguientes:

Se deben determinar primero las coincidencias antes


de llegar a las divergencias;
Deben alcanzarse acuerdos que reporten ventajas para
las dos partes, lo que los hará más estables y perma­
nentes;
No hay que apurar excesivamente una negociación;
No hay que demostrar debilidad ni ceder fácilmente
ante las presiones de la contraparte, ya que ello
haría que éstas aumenten;
Hay que ser sincero, razonable y conciliador, siempre
que la contraparte actúe de la misma manera;
Hay que mostrar consistencia en los principios, pero
flexibilidad en las tácticas;
Es preciso evitar muy especialmente la ruptura de las
conversaciones, porque podría ser difícil reanudarlas
posteriormente; y
Las negociaciones deben ser conducidas con la mayor
reserva.

Resulta necesario extenderse acerca de la reserva de


las negociaciones. Hay quienes están en contra de ello,
porque la opinión pública nacional, o sea, los habitantes
de un país, no estarían siendo informados adecuadamente
del manejo que de sus intereses por parte de sus autorida­
des. Sin embargo, el secreto de las conversaciones es
indispensable para el éxito de las mismas. La negociación
exige lentas aproximaciones de posiciones, compatibiliza-
ción de intereses, transar respecto de las pretensiones
máximas, aceptar planteamientos ajenos, avanzar y retro­
ceder. Ello no podría lograrse sin una reserva acerca del
desarrollo de las conversaciones. Sólo al término de las
negociaciones debe levantarse plenamente el secreto y
conocerse los términos del acuerdo alcanzado. No pueden
haber acuerdos o tratados que afecten a un país y que
sean desconocidos para sus habitantes. Los rumores acerca
de la existencia de acuerdos desconocidos pueden provocar
más daños que un tratado defectuoso o transaccional.
IV La acción diplomática 167

d) Observación e información

La función de observación es una tarea esencial de una


Misión diplomática. A través de ella podrá orientar a su
gobierno y simultáneamente regir su propia conducta en el
país de destino.
En efecto, la actitud del Estado acreditante respecto
del Estado receptor depende básicamente de la forma cómo
se desarrollan los acontecimientos en ese país. Paralela­
mente, para poder actuar en la dirección correcta, una
Misión requiere conocer exactamente la situación local y
la forma como van evolucionando tales acontecimientos.
Para cumplir adecuadamente con esa tarea, la Misión
debe estudiar atentamente la situación local en todos sus
aspectos político, económico, financiero, cultural, univer­
sitario, sindical, etc. Luego, observar la política exterior
de dicho país tanto en sus implicancias respecto de otros
Estados como de la situación interna. En seguida, debe
poner especial atención al desarrollo de los distintos
hechos que ocurren en el conjunto de las relaciones
bilaterales. Cada sección de la Misión deberá cumplir con
esas tareas dentro de la esfera de su respectiva competen­
cia.
La observación tiene por objeto informarse en forma
adecuada, lo que exige en primer término contar con
fuentes ciertas, la primera de las cuales son las propias
autoridades del Estado receptor; luego, la prensa escrita,
oral o audiovisual y por último toda una enorme gama
integrada por las otras Misiones, personalidades nacionales
de los diversos sectores nacionales, amigos, representantes
de partidos políticos de y en general, todos los que pue­
den aportar informaciones acerca del país, incluyendo a
los ciudadanos corrientes.
Para obtener estas informaciones, hay que recurrir a
medios lícitos. Una Misión persigue desarrollar sus relacio­
nes con el Estado receptor, y debe evitar crear condi­
ciones que afecten su normal desenvolvimiento. Por medios
lícitos, se entiende fuentes abiertas, esto es, que estén al
alcance de todos. Al respecto, la Convención de Viena
expresa que la Misión debe "enterarse por todos los
medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los
acontecimientos del Estado receptor", (artículo 3, letra b).
168 Eduardo Jara Roncati
Si bien la Convención no lo expresa, la utilización de
fuentes ilícitas podría dar origen en un país al procedi­
miento para declarar a un agente diplomático como perso­
na non grata y proceder a su expulsión.
Para informarse, el diplomática debe actuar con tino,
conversando acerca de los temas que le interesan pero no
planteando a sus interlocutores verdaderos interrogatorios
que sólo les provocarían desazón y les impulsarían a
callarse. Exige además saber escuchar, dejando que las
personas hablen libremente, limitándose a escucharlas y
comentar de cuando en cuando sus planteamientos.
Las noticias que se obtengan deben ser enmarcadas
dentro del acontecer general del país, para lo cual es
necesario conocer su historia. Es indispensable, asimismo,
viajar por su territorio, de manera de poder conocer el
marco geográfico, humano y cultural en que ellas se
producen. La vida social constituye una valiosa fuente de
noticias.
En la búsqueda de la información, el agente diplomá­
tico debe recurrir a menudo a entrevistas con funcionarios
oficiales del Estado receptor, que la mayor parte de las
veces son diplomáticos igual que él. Tales gestiones deben
aparecer ante los ojos de éstos como el deseo sincero por
conocer un determinado problema en su exacta dimensión,
sin alteraciones, exageraciones ni censuras, a fin de que
su gobierno, debidamente orientado, pueda tener una
actitud objetiva y sin prejuicios que permita desarrollar
armoniosamente las relaciones bilaterales. Las respectivas
entrevistas han de ser adecuadamente utilizadas, de mane­
ra de poder conversar con tranquilidad acerca de todos los
temas necesarios.
Las informaciones que se recojan serán debidamente
analizadas al interior de la Misión, cotejadas con otras y,
en lo posible, confirmadas en el mismo país a través de
otras fuentes. Para lograrlo, es necesario crear y mantener
un clima de confianza en sus interlocutores, a fin de
entregarles confiadamente sus propias informaciones para
confrontarlas con las suyas, de tal manera que ellos se
vean impulsados a compartir juicios personales acerca de
su propio país con un diplomático que representa a un
país extranjero.
Esta tarea de observación persigue la de informar a
su propio gobierno. El gobierno no ha sido enviado a otro
IV La acción diplomática 169
Estado para informarse a si mismo, sino que para que
transmita cuanto sepa a su gobierno con la sola limitación
de su utilidad e interés real para el destinatario. Ya
hemos tenido ocasión de conocer la forma como se con­
creta esta labor de información.

e) Fomento de las relaciones amistosas y desarrollo de las


relaciones económicas, culturales y científicas entre el
Estado acreditante y el Estado receptor.

Esta disposición de la Convención de Viena (art. 3,


letra e) distingue nítidamente entre relaciones políticas y
no políticas. Respecto de las primeras, la Misión diplomá­
tica no está en condiciones de crear las buenas relaciones
entre las partes, desde el momento en que aquellas se
plantean a nivel de sus respectivos gobiernos, de acuerdo
con las políticas que los orientan y las medidas con que
éstos vayan administrando a su respectivo país. Las Misio­
nes no podrán, al respecto, sino que "fomentar" las rela­
ciones amistosas; impulsarlas, apoyarlas, promoverlas o
protegerlas, evitando cometer actos que las afecten nega­
tivamente. De ahí que, a menos que cometan errores
graves, no puede responsabilizarse a las Misiones diplomá­
ticas por el mal Estado de las relaciones diplomáticas
entre dos países.
En cuanto a las relaciones no políticas, la Misión
debe y puede velar por su desarrollo, lo que está dentro
de su orientación general de promover las buenas relacio­
nes bilaterales. Por lo demás, los buenos vínculos interna­
cionales de un país en materia económicas, comerciales,
culturales, científicas y otras, no pueden sino que actuar
en su propio beneficio.

f) Difusión

Si bien la Convención de Viena no la menciona expresa­


mente, la difusión del país constituye en la práctica otra
importante función de la Misión diplomática. Difundir, en
términos diplomáticos, significa dar a conocer su país,
promover su conocimiento, revelar su pasado, presente y
170 Eduardo Jara Roncati

futuro, y promover sus valores, pero no significa hacer


propaganda política.
En general la propaganda es mal recibida e interpre­
tada, con razón, como una tarea que no corresponde a una
Misión y generalmente es objeto de controversias en el
Estado receptor. Los países pueden utilizar, si lo desean,
otras vías oficiosas para tal fin las que, en definitiva, al
no constituir una entidad oficial de los gobiernos, podría
incluso tener un mayor grado de credibilidad.
La difusión puede ser activa o pasiva, esto es, desa­
rrollarse a través de iniciativas propias o bien atendiendo
consultas verbales o por escrito. Esta actividad presupone
tener un conocimiento adecuado de su país, pero puede
apoyarse en peticiones de información hechas a su propio
Ministerio. Interesa especialmente impulsar la presencia de
su país en el exterior, resaltando los valores más relevan­
tes. Para tal fin puede usarse todo tipo de medidas, desde
el simple envío de documentación, hasta conferencias,
proyección de videos, fotografías, proyección de películas
especializadas.
Esta difusión puede ser muy útil, inteligentemente
utilizada, para promover el interés por su país y en
consecuencia el turismo.

Cumplimiento de las Instrucciones

Los Jefes de Misión, luego de su nombramiento, son


provistos de instrucciones que elabora el respectivo Minis­
terio de Relaciones Exteriores, teniendo en consideración
las orientaciones de su Gobierno respecto del país ante el
cual corresponderá desempeñarse. Estas instrucciones
constituyen el marco de referencia dentro del cual se
deberá dar cumplimiento a la misión diplomática en los
diversos aspectos políticos, económicos, cultural, etc.
Con tal diversidad, este documento es elaborado con
la participación de todas las principales dependencias del
Ministerio, los que consideran los aspectos relevantes de
la relación bilateral o con la respectiva organización
internacional. Este documento tiene un carácter reservado,
porque muchas veces contiene apreciaciones acerca del
Estado receptor, de sus características, y revela los
objetivos que son perseguidos por el Estado acreditante. El
_________________________IV La acción diplomática, 171-

cum plim iento d a „Jqdas las* in stru c c io n e s. no constituye un


hecho im perativo sino más bien son el m edio a través del
cual el nuevQ;J$£f¡,-,|je .J ^ ió i^ q p iQ p p e n ,s u integridad los
objetivos de ?.y „pajá r e s p e c to d e l Estado receptor para
poder así enm arcar ¡

1.2 M isión d ip ¿ p m 0 c a ante una Orgqnizacifln


Internación^,,^,

Si bien las funciones, ¡deteste. ti^ o (JeM isiones tienen denom ina­
ciones relativam ente sjjnijai: # ; ¡Iffcs’i d é las J i j o n e s i diplom áticas
ente un E stado, d ifie re n fundam entalm ente ep las caracterís­
ticas que adquieren ,pp;;es,te. ca$ o ,. así, com o ;en Ja .im portancia
relativa de las m ism a s2 Justó se, d e b e a la especificidad en los
m edios y en la orientación de las actividades que deben desa­
rrollar las R epresentaciones Perm anentes ante las O rganizacio­
nes Internacionales.

a) R epresentación

La R epresentación Perm anente representa a un Estado


m iem bro ante una determ inada O rganización Internacional
y asegura las relaciones entre ese E stado y el respectivo
organism o.. De ahí surgió justam ente su nom bre, que
conlleva la idea de representatividad. Sin em bargo, esta
función en sí m ism a no adquiere en este caso una especial
relevancia.

b) N egociación

Se tra ta, de la función más im portante. La R epresentación


Perm anente debe negociar con la respectiva O rganización,
pero m uy especialm ente con las dem ás R epresentaciones
Perm anentes. Esto es, a través de aquellas los Estados
negocian entre sí, dentro del m arco de la respectiva
O rganización Internacional. Se tra ta, entonces, de una
negociación m ultilateral al estilo de las que tienen lugar

2. Ver anexo S
172 Eduardo Jara Roncati

d u ran te una co nferencia internacional, pero con el carác­


te r de perm anente.
L a negociación tiene lugar oralm ente de m anera más
inform al a través de entrevistas e n tre m iem bros de d istin ­
to nivel de las respectivas M isiones.
Se van intercam biando ideas respecto de m aterias
m uy diversificadas, o bien se obtienen o se conceden
apoyos p ara las pretensiones que los distintos Estados
desean p lan tear ante el organism o con el o b jeto de o b te ­
n er p ara el m ism o un apoyo internacional. L a actividad
escrita se lim ita a la preparación de proyectos de resolu­
ciones, declaraciones o de enm iendas, pero prevalecen las
gestiones verbales.
Los resultados de estas negociaciones se van concre­
tando en "non papar", papeles de tra b a jo , proyectos de
resolución, los cuales son objeto de u n análisis bilateral y
m ultilateral con m iras a alcanzar resoluciones que cuenten
con el voto favorable de todas las partes. Las diferentes
delegaciones consultan el contenido de tales proyectos con
sus gobiernos, los negocian en tre si y luego efectú an un
últim o análisis en co n ju n to para d eterm in ar si es posible
alcanzar un acuerdo que sea aceptable para todos. Este
lento y delicado proceso exige una gran habilidad diplom á­
tica.

c) O bservación e inform ación

E n sus inform es, este tipo de M isión d eb erá actu ar de una


fo rm a sim ilar, en el sentido de preocuparse de las a c ti­
vidades del organism o, los acuerdos que se adoptan, y los
nuevos objetivos que surjan. Pero, sim ultáneam ente, acerca
de la acción de los dem ás Estados dentro del m ism o, y de
las conversaciones que se hayan sostenido bilateralm ente
con ellos, o de otros Estados en tre si.
Sim ultáneam ente, una O rganización Internacional es
u n excelente observatorio de la situación internacional así
com o d e los sucesos q u e o curren en los distintos países
m iem bros. E l observador in quieto puede u tilizar tal coyun­
tu ra p ara in fo rm a r de diversos acontecim ientos, sean
d irectam ente relacionados con la organización internacional
o no. Igualm ente, existe la posibilidad de intercam biar
ideas con otros delegados acerca de los acontecim ientos
IV La acción diplomática 173

que ocurren en sus respectivos países, inform aciones, que


transm itidas al país de origen, pueden serv ir para com ple­
m entar o co n firm ar las que se hayan recibido directam ente
desde ese país a través de la respectiva M isión dip lo m áti­
ca. De esta m anera, puede prestarse adem ás una útil
inform ación acerca de la situación in te rn a y la actividad
internacional de todos los países m iem bros. Estas in fo rm a ­
ciones son particularm ente útiles respecto de países donde
no se m antenga una M isión diplom ática acreditada.

d) Participación en las tareas de la O rganización

La O rganización persigue determ inados objetivos y la labor


de las R epresentaciones Perm anentes es colaborar en el
cum plim iento de los m ism os, lo que, en d e fin itiv a, re p e r­
cute positivam ente en los intereses de los propios Estados
m iem bros.
Para tal fin , la orientación general de las actividades
debe dirigirse po r la C arta co n stitutiva o los estatutos de
la respectiva organización, a cuyos trabajos la M isión debe
destinar sus m áxim os esfuerzos.

e) C um plim iento de las instrucciones

Los Jefes de M isión ante este tipo de entidades reciben


determ inadas instrucciones acerca de cóm o cum plir con las
tareas que le corresponden para el m ejor aprovecham iento
de la O rganización en beneficio de su país. Esto significa,
en la práctica, que los M inisterios determ in an en estos
docum entos la m ejor form a de ob ten er utilidades para su
país del respectivo organism o, y acerca de cóm o colaborar
más adecuadam ente para el cum plim iento de los objetivos
perseguidos por la com unidad internacional a través de las
mismas.
La M isión debe atenerse a estas instrucciones para
así cum plir en fo rm a adecuada con los objetivos p erse­
guidos por su país en el área de com petencia de la orga­
nización.
174 Eduardo Jara Roncati

1.3 L a diplom acia especializada

H em os tenido ocasión de ver como una M isión diplom ática debe


preocuparse de áreas m uy diversas en tre sí y cuya labor debe
ser coordinada internam ente con conocim ientos acerca de sus
tem as, los que abarcan todos los sectores de un país. Sim ultá­
neam ente, la com unidad internacional ha creado organizaciones
internacionales que atienden áreas específicas de las relaciones
ante sus m iem bros. Por últim o, los Estados negocian bilateral o
m ultilateralm ente acuerdos o tratados que se refieren a m aterias
de m uy distinto orden.
Todos esos requerim ientos deben ser atendidos por los
Estados, lo que les exige contar con personal que esté en
condiciones, por sus conocim ientos específicos respecto de tales
tem as, de p a rticip a r ventajosam ente en las negociaciones. Ello
está creando una diplom acia especializada.
Estas nuevas exigencias han dado origen a discusiones
internas acerca de la form a de cómo e n fre n ta r esas necesida­
des, ante lo cual los Estados han reaccionado de diversa m ane­
ra. A lgunos, com o Brasil, en fre n ta n todos esos requerim ientos
con diplom áticos profesionales, quienes estudian las respectivas
m aterias y se hacen asesorar en el m om ento de las conversa­
ciones por técnicos o expertos. Los prim eros conocen las artes
de la negociación y los segundos son especialistas en el tem a.
El resultado es m uy coherente y positivo.
Esta dualidad proviene de que los Estados consideran como
más fácil, que un especialista aprenda de diplom acia o que un
diplom ático, el tem a objeto de la discusión. Los diplom áticos
están, ante tal alternativa, en la necesidad de estudiar tales
tem as técnicos para poder p articip ar en las respectivas negocia­
ciones.
C ualquiera que sea la política de su gobierno al respecto,
lo cierto es que los diplom áticos están profesionalm ente e n fre n ­
tados a problem as cada vez más com plejos, que les exigen
contar con conocim ientos especializados. Ello ocurre tanto en
una M isión ante un Estado com o, en las R epresentaciones
Perm anentes ante las O rganizaciones Internacionales. Sin em ­
bargo, el grado de com plejidad es m ucho m ayor en éstas, donde
es ilim itada la cantidad de tem as acerca de los cuales hay o
habrán en el fu tu ro negociaciones de carácter internacional.
L a función diplom ática bilateral o m ultilateral im plica
igualm ente p a rticip a r en reuniones nacionales o internacionales
IV La acción diplomática 175
con entidades especializadas, a fin de d eterm in ar políticas sobre
esos temas; sostener entrevistas preparatorias de reuniones
internacionales, tran sm itir m ensajes de entidades técnicas,
p articip ar en coloquios o sem inarios especializados, etc. Para
todo ello, se requiere conocer las respectivas m aterias las que,
adem ás, están en constante perfeccionam iento y evolución.
El diplom ático generalista es siem pre indispensable, aquel
hábil para negociar, asesorado en las m aterias más técnicas por
expertos en el tem a, pero sim ultáneam ente surge la necesidad
de que los M inisterios de R elaciones E xteriores especialicen a
funcionarios en determ inadas m aterias, que por diferentes
m otivos tengan una relevancia especial para sus propios in te re ­
ses o concentren la atención progresiva de la com unidad in te r­
nacional. Sólo así, a través de diplom áticos generalistas y
especialistas, puede enfrentarse m ejor el desafío de la p a rti­
cipación cabal en la construcción de relaciones bilaterales
sólidas y una acción internacional respetable y útil.

1.4 Las M isiones Especiales

Este tipo especial de diplom acia, aunque es no m oderna, ha sido


reglam entado sólo recientem ente3. Como hem os visto, las M isio­
nes perm anentes constituyeron una fo rm a más avanzada respec­
to de la situación que ya existía, cuando los países enviaban
diplom áticos a negociar determ inadas m aterias y regresaban
inm ediatam ente después a su país de origen. A quella situación,
paradojalm ente, es la que se en cuentra reglam entada en una
convención m oderna y que entró en vigor sólo en 1985.
De acuerdo con los térm inos de esa C onvención, una
M isión especial es la que un Estado envía a otro con su co n ­
sentim iento para tra ta r con él determ inados asuntos o para
realizar un com etido específico. Tales objetivos pueden ser
m últiples, tal vez ilim itados, como la tom a de posesión de un
gobierno recientem ente elegido, negociar aspectos diversos, y
tantos otros.
El carácter de estas M isiones es representativo, tem poral
y, ciertam ente, no perm anente. Esto es, representan a su res­
pectivo Estado y d u ran hasta que se cum pla el o bjetivo que se
tuvo en vista con su designación. Por o tra p arte, constituyen

3. Ver anexo 18
176 Eduardo Jara Roncati
un valioso m edio de contacto entre dos países, desde el m om en­
to que no requieren la existencia de relaciones diplom áticas o
consulares entre los Estados involucrados (artículo 7).
D esde ese punto de vista, las M isiones especiales com ple­
m entan la labor de las M isiones perm anentes, por cuanto p u e ­
den utilizarse para actividades respecto de las cuales éstas no
están en condiciones de colaborar adecuadam ente. Así, pueden
acreditarse respecto de cualquier tipo de m aterias, sean m era­
m ente form ales o protocolares, como de fondo. Asim ism o,
pueden estar integradas por cualquier persona, diplom áticos,
políticos, técnicos, etc, sin o tra lim itación que com unicar con
antelación sus nom bres al Estado recep to r, el que goza, al
respecto, del derecho de oponerse a determ inados nom bres, o
bien, a posteriori, solicitar su expulsión del país a través del
procedim iento de declararlo persona non grata. Sin em bargo, es
necesario insistir en que los Estados no son libres para el
envío de tales M isiones a otro Estado receptor. Su envío exige,
entonces, un acuerdo previo entre las partes y no se trata de
un acto sim plem ente unilateral.
La M isión especial no sólo puede afectar positiva o nega­
tivam ente la im agen de un país, a través de su actuación en el
Estado receptor, sino que m uchas veces in fluye sobre sus
propios intereses nacionales. De ahí entonces que sus m iem bros
deben ser cuidadosam ente seleccionados, tom ándose en consi­
deración las habilidades requeridas para desem peñarse en una
M isión de carácter perm anente. Por lo dem ás, su carácter
especial no significa transitoriedad ni lim itación en el tiem po,
por lo cual debe ser objeto de una m áxim a atención. Más aún,
los intereses nacionales que una M isión especial deba atender
pueden ser - y en la práctica suelen se r- prioritarios para un
país, respecto de los servidos por una M isión diplom ática
tradicional.
L a C onvención de N ueva Y ork de 1969, que reglam enta
este tipo de diplom acia, constituye un docum ento internacional
donde se relatan sus características, requisitos de sus m iem bros,
sus derechos, la sede y las responsabilidades de la M isión, así
como los privilegios e inm unidades de que gozan sus m iem bros
los que, adaptados a las circunstancias especiales de este tipo
de M isiones, son m uy sim ilares a los de los diplom áticos acre­
ditados ante un E stado en form a perm anente. Se trata de un
tipo de diplom acia ágil y útil, páralelam ente antiguo y m oderno,
y progresivam ente usado por la com unidad internacional.
IV La acción diplomática 177

2. Los m edios de acción diplom áticos

L a diplom acia, al igual que cualquier o tra actividad, tiene una


form a especial de m aterializarse y de cum plir con sus objetivos.
E sta fo rm a especial de desarrollarse a través de los años en
fo rm a co n ju n ta po r todos los países m ediante su perm anente
vinculación, está constituida po r ciertas tradiciones in tern acio ­
nales, elaboradas ju stam en te para que los Estados puedan
entenderse con más facilidad, d irecta o indirectam ente entre sí,
evitando conflictos o ayudando a solucionar sus diferendos.
En efecto, una fo rm a de actu ar relativam ente sim ilar, que
use m edios conocidos por todas las partes, en lo posible u n ifo r­
m es, ay u d a al entendim iento internacional. L a diplom acia debe
perseguir v incular a su país con la com unidad de naciones,
m otivo por el cual los M inisterios de R elaciones E xteriores
d eben gu ard ar una c ie rta estru ctu ra y actividad orien tad a hacia
su com prensión por los dem ás países, lo que m uchas veces
significa que han de ten er una cierta individualidad y caracte­
rísticas propias al in te rio r del respectivo país, d ife ren te de las
otras entidades públicas nacionales.
Se en tiende po r m edios de acción diplom áticos la fo rm a a
través de la cual los órganos de las relaciones diplom áticas
cum plen con sus funciones.

2.1 Correspondencia diplom ática.

La diplom acia progresivam ente varió desde una ciencia que se


desarrollaba verbalm ente a una actividad básicam ente escrita.
E n efecto, en un p rin cip io , la negociación era lo fundam ental;
pero luego surgió la necesidad de in fo rm a r regularm ente a su
gobierno. De ahí entonces la im portancia que reviste para el
presente y p ara el fu tu ro la correspondencia diplom ática.
Se entiende po r tal el m edio epistolar, postal y teleg ráfi­
co, a través del cual una M isión diplom ática bilateral se com u­
nica con el Estado sede, con el Estado acred itan te, con el
C uerpo diplom ático residente o con las M isiones de su propio
país acreditadas en el ex tran jero . L a diplom acia m ultilateral
recu rre prácticam ente a los mism os m edios, adaptados n a tu ra l­
m ente a la naturaleza de su función.
De acuerdo con la C onvención de V iena, el Estado recep ­
to r debe p e rm itir y proteger la libre com unicación de la M isión
178 Eduardo Jara Roncati

p ara todos los fines oficiales pudiendo em plear, para com uni­
carse con el gobierno y con las dem ás M isiones y consulados
del Estado acred itan te, "todos los m edios de com unicación
adecuados", (art, 27) Este mism o derecho lo tienen las R e p re ­
sentaciones Perm anentes acreditadas ante O rganizaciones In te r­
nacionales respecto de su propio país.
L a correspondencia es, entonces, la fo rm a más frecu en te a
través de la cual se desarrolla la actividad diplom ática. R esulta
obvia la im portancia que ésta reviste, desde el m om ento en que
a través de ella se desarrollan las relaciones y las negociacio­
nes entre los países y se info rm a a su propio país de cuanto
o curra en aquel donde la M isión está acreditada. A través de
esta correspondencia puede un país recib ir parte im portante de
la inform ación que le perm itirá elaborar su política exterior. En
consecuencia, su preparación debe ser objeto de un especial
cuidado para que se ajuste estrictam ente a las norm as naciona­
les e internacionales sobre la m ateria y p erm ita cum plir plena­
m ente con el o bjetivo previsto, cuidando tanto los aspectos de
fondo como los form ales.

2.1.1 C on el gobierno local

a) N ota diplom ática o N ota

Es la form a más solem ne de correspondencia entre una


E m b ajad a y un M inisterio de R elaciones E xteriores, o
viceversa.
La nota diplom ática, conocida tam bién sim plem ente
p or N ota o por N ota firm ad a, es una com unicación escrita,
redactada en p rim era persona, y firm a d a po r el Jefe de
u na M isión diplom ática, un M inistro de R elaciones E x te­
riores o por o tra alta autoridad de esa repartición.
Las partes principales de esta nota son las siguientes:

L ugar y fecha, que en este caso se coloca al com ien­


zo.
E ncabezam iento o vocativo inicial, se hace con el
nom bre de "Señor;,, agregándole el cargo del d esti­
natario; Señor M inistro, Señor E m bajador, Señor
E ncargado de Negocios". Para el N uncio A postólico se
usa "Excelencia Reverendísim a"
IV La acción diplomática 179
T ratam iento, que es el título con el cual se designa
al destinatario en el cuerpo de la com unicación y que
corresponde a su rango. G eneralm ente se usa la
tercera persona, y la concordancia debe hacerse en
fem enino. "Excelencia", está reservado para los
Presidentes y Vice Presidentes de la R epública,
E m bajadores y M inistros de Relaciones E xteriores. El
N uncio es "Em inencia R everendísim a", los Encargados
de Negocios, "Señoría".
M ateria, explicando claram ente el contenido de la
m ism a. L a fo rm a del relato debe tener las mismas
características de la N ota V erbal, usando un tono
más enfático.
C ortesía fin al o cierre de la nota, que es la fó rm u la
con que term ina la N ota diplom ática, y que varía de
acuerdo con el rango de rem itente y destinatario. En
efecto, el trato entre un M inistro y un E m bajador,
po r ejem plo, será distinto al de aquel con un E n car­
gado de Negocios. La fórm ula más com ún es la
siguiente: "A provecho esta o portunidad para reitera r
a V uestra E xcelencia las seguridades de m i más alta
y distinguida consideración".
E n térm inos generales, la gradación es la si­
guiente: cuando se escribe a una persona de rango
superior, hay que poner "mi más alta y distinguida
consideración"; si el rango es igual, "mi alta y d istin ­
guida consideración"; y de rango in fe rio r, "mi más
distinguida consideración"; y de rango m uy in ferio r,
"mi distinguida consideración". E n caso de existir
algún tipo de relación personal prev ia, puede ag re­
garse excepcionalm ente "y personal estima".
Sin em bargo, en la práctica los E m bajadores,
cuando se com unican entre sí, a pesar de ser de
igual rango, suelen usar la fórm ula correspondiente al
rango superior.
F irm a com pleta del rem itente.
D estinatario, que debe ser claram ente individualizado
en la parte in fe rio r izquierda de la p rim era página de
la N ota, con indicación de su nom bre com pleto, su
rango y su cargo, evitando absolutam ente el uso de
a b reviatura, con indicación clara de la ciudad. En el
respectivo sobre se agregará, adem ás, su dirección
com pleta en el idiom a local.
180 Eduardo Jara Roncati

Com o la N ota D iplom ática está firm ad a, no requiere


sello autentificador.

b) N ota V erbal

Se tra ta de una com unicación escrita, no necesariam ente


firm ad a, redactada en tercera persona y que em ana de una
M isión diplom ática o de un M inistro de R elaciones E x te­
riores. G eneralm ente tiene por o b jeto expresar algo que
podría haberse dicho verbalm ente, de ahí su nom bre, pero
que se p refiere hacer constar por escrito para que perdure
y los conceptos puedan así ser más claram ente expresados
y entendidos.
L a nota verbal es el m edio de com unicación diplom á­
tica entre el M inisterio y una M isión diplom ática o vice­
versa, y de u n a M isión a o tra M isión.
L a nota verbal consta de varias p arte, a saber:

Saludo inicial, "El M inisterio de Relaciones E xteriores


(o la R epresentación P erm anente de...) saluda m uy
atentam ente a... y tiene le honor de ..." A través de
una N ota verbal, siem pre se tiene el honor de com u­
nicar algo, se tra ta de un convencionalism o cualquie­
ra que sea su contenido, y esta palabra nunca puede
ser sustituida p o r ninguna otra.
T ratam iento, donde se hará m ención al H onorable
M inisterio o E m bajada, o sim plem ente M inisterio o
E m bajada de...
R elato de los hechos, lo que se debe hacer como si
fu era una conversación, esto en form a sencilla, clara
y precisa, sin extenderse innecesariam ente ni d e ja r
de consignar los hechos más im portantes.
C ortesía final o C ierre de la N ota, que contiene una
form alidad igualm ente de estilo: "El M inisterio de
R elaciones E xteriores (o la E m b ajad a de...) aprovecha
la oportunidad para expresar a .... las seguridades de
su más alta y distinguida consideración". Para la
p rim era N ota intercam biada en tre dos partes, deben
usarse las palabras "expresar" o "presentar" y a
p a rtir de entonces debe cam biarse por "reiterar".
IV La acción diplomática 181

D estinatario, indicándose claram ente el organism o al


cual va dirig id a, generalm ente un M inisterio o una
E m bajada.

Adem ás la N ota V erbal com ienza con un núm ero y


term ina con el lugar y la fecha de expedición. N o debiera
ir firm ad a, pero en la práctica se acostum bra a colocar la
rú b rica de algún funcionario, de acuerdo a la im portancia
de la m ism a, así como el sello de la M isión, esto últim o
m uy im portante ya que le da au ten ticid ad a la N ota. La
rú b rica suele colocarse al térm ino de la lectura o sobre el
sello, pero lo prim ero es más elegante.
En cuanto al uso de am bas notas, no existe una
delim itación f ija que determ ine para qué m aterias debe
usarse una u otra. Sin em bargo, si bien am bas se destinan
a m aterias oficiales, se usa la N ota diplom ática cuando se
desea darle m ayor form alidad o en fatizar alguna com uni­
cación, debido a que ésta debe ir firm ad a po r alguna alta
au toridad, lo que com prom ete así su palabra al contenido
de la m ism a. L a N ota V erbal queda lim itada, en conse­
cuencia, a m aterias de m enor im portancia relativa.
Sin em bargo, la ausencia de reglas fijas al respecto,
hace que no exista necesariam ente reciprocidad entre
ambos tipos de notas. A sí, una nota verbal puede ser
contestada por una N ota diplom ática, aun cuando lo n o r­
mal es que sea respondida por una del m ism o carácter a
m enos que, por algún m otivo especial, se desee conferirle
m ayor realce a la respuesta.
Por otra p arte, suele recurrirse a la N ota diplom ática
cuando se desea plantear oficialm ente una m ateria, respec­
to de la cual se ha alcanzado algún p rincipio de acuerdo
verbal con la co n trap arte, de tal fo rm a que esas notas
constituirán el m edio para solem nizar tal acuerdo.

c) M em orándum y A ide-M ém oire

D urante el curso de una negociación, suele ser convenien­


te d e ja r constancia por escrito de la posición de una de
las partes acerca de una m ateria d eterm inada, de algún
planteam iento especial, o bien acerca de cóm o entiende la
evolución de los acontecim ientos. Para tal fin , se recurre
al M em orándum , que es una form a de presentación de un
182 Eduardo Jara Roncati
asunto de m anera im personal, sin firm a , preparado en
térm inos sim ples y claros, sin fórm ulas de cortesía, que no
requiere sello pero si fech a y que contiene los hechos y
argum entos que apoyan una determ inada tésis.
E ste docum ento puede ser entregado por una E m b a ja ­
da a un M inisterio de R elaciones E xteriores o viceversa; o
bien puede ser elaborado dentro de u n M inisterio, y en
éste últim o caso una rep artició n tran sm itirá a otra, a
través de u n M em orándum , su posición respecto de una
m ateria específica.
E l P ro-M em oria, A y u d a-M em o ria o A ide-M ém oire, en
cam bio, es un docum ento sim ilar pero que va siem pre
unido a u n a gestión diplom ática verbal. E n efecto, por su
interm edio, com o su nom bre lo indica, se persigue fija r en
la m em oria del in terlocutor los distintos aspectos del tem a
que son o b jeto de una entrevista para ev itar m alentendi­
dos. Puede incluso utilizarse para reem plazar una conver­
sación desagradable, p ara lo cual bastará con hacer e n tre ­
ga, siem pre personalm ente del respectivo A ide-M ém oire a
la o tra parte. Si bien tiene las m ism as características
m ateriales del M em orándum , por tratarse de un docum ento
destinado sim plem ente a refo rzar el entendim iento de ideas
expuestas d u ran te una conversación, puede ir redactado en
un papel sin m em brete. D ebe ser igualm ente fechado al
fin a l del texto, el d ía de la entrevista sobre la cual versa.
E n varios países suelen confundirse am bos docum en­
tos a pesar de que técnicam ente son distintos, debido a
que la term inología diplom ática internacional al respecto
no es uniform e.
A m bos docum entos deben llevar, al centro de la
página en letras m ayúsculas, la palabra "M em orándum " o
"Pro-M em oria", (o A ide-M ém oire, A yuda M em oria) sin
núm ero. No incluyen la individualización de un destinatario
ni dirección.

d) N otas R eversales

Son dos notas sim ilares, que versan sobre un m ism o conte­
nido y que, de com ún acuerdo, son intercam biadas entre
una E m b ajad a y un M inisterio de R elaciones E xteriores,
dando así origen a un acuerdo en tre las dos partes. Esta
IV La acción diplomática 183
fig u ra diplom ática se denom ina Intercam bio de N otas o
C anje de Notas.
Este m ecanism o opera cuando dos partes han alcan­
zado un acuerdo y desean constar hacerlo por escrito. En
tal caso, se debe acordar el tenor de las notas y d e te rm i­
nar la fecha del ca n je , con o sin solem nidades adicionales.
Las respectivas notas pueden ser N otas D iplom áticas
o Notas V erbales, según sean las características de la
m ateria sobre la cual verse el C am bio de Notas. En la
práctica, una parte debe enviar una N ota, que la co n tra­
parte debe contestar afirm ativam ente, haciendo referen cia
a aquella y transcribiéndola íntegram ente. O sea, siem pre
alguna parte deb erá tom ar la iniciativa y o tra deberá
acusar recibo, transcribiendo el texto de la o riginaria y
dando su conform idad con su contenido. La p rim era nota
constituirá la proposición y la segunda la aceptación; en
su co njunto, dan origen a un acuerdo en tre dos Estados,
que puede o no estar som etido a ratificación.

e) N ota C olectiva

Es una N ota dirig id a por representantes diplom áticos de


varios Estados al gobierno del Estado sede, con el objeto
de h acer un planteam iento com ún en m aterias respecto de
las cuales tienen instrucciones específicas de sus respecti­
vos M inisterios de Relaciones E xteriores.
Se trata de una nota diplom ática que está firm ada
por los diversos Jefes de M isión y que debe ser entregada
personalm ente por éstos al M inistro de R elaciones E x te­
riores del país sede. La N ota C olectiva es m uy excep­
cional, y debe originarse en asuntos de gran im portancia,
que han sido previam ente sopesados por los respectivos
gobiernos que han autorizado su envío.

f) U ltim átum

Es una nota oficial, form al e igualm ente excepcional, que


un Estado dirige a otro exigiéndole adoptar una d e te rm i­
nada conducta y am enazándole con la adopción de d e te r­
m inadas m edidas (que podrían llegar incluso a la declara­
184 Eduardo Jara Roncati

ción de guerra) si su dem anda no es atendida, generalm en­


te d en tro de un plazo determ inado.
E sta nota puede estar redactada en térm inos elegan­
tes, pero su tono será siem pre perentorio.

2.1.2 C on el C uerpo diplom ático residente

Estas com unicaciones deben ser reservadas para las M isiones


diplom áticas de países con los cuales se m antienen relaciones
diplom áticas.
Para tal fin , se recu rre básicam ente a la N ota V erbal y
excepcionalm ente a la N ota diplom ática. G eneralm ente se d esti­
nan a in fo rm ar acerca de hechos tales como la p a rtid a de un
E m b ajad o r, la congratulación con m otivo de un D ía N acional, la
llegada al país o la p artid a de un m iem bro del personal d iplo­
m ático de la M isión, etc.
Los Jefes de M isión pueden em plear tam bién las cartas
personales, a fin de hacerse llegar inform aciones de utilidad
m utua o para p a rticip a r algún hecho relevante.
E n general es m uy útil m antener correspondencia con las
dem ás M isiones, ya que ello increm enta la presencia in te r­
nacional de un país.

2.1.3 C on el propio gobierno

L a M isión diplom ática debe dar cuenta regularm ente a su M i­


nisterio de R elaciones E xteriores acerca de la fo rm a como se
desenvuelven las relaciones bilaterales, en todos los ám bitos,
así com o de los principales acontecim ientos que se produzcan
en el Estado receptor. E sta tarea se realiza a través de los
inform es diplom áticos.
Estos inform es pueden ser regulares o extraordinarios,
secretos o abiertos, telegráficos o aéreos y escritos u orales.
Los inform es regulares se refieren a los que deben ser
enviados periódicam ente por cada M isión, de acuerdo con
instrucciones de su M inisterio. Los extraordinarios se refieren a
acontecim ientos excepcionales, ya sea de las relaciones b ilatera­
les o que ocurran en el E stado recep to r, y que hacen necesario
p articip ar con cierto detalle y urgéifcia a su M inisterio.
Los inform es secretos pueden referirse a m aterias que
req u ieren un alto grado de reserva y que exigen la adopción de
IV La acción diplomática 185

precauciones especiales en su transporte y su circulación en el


país de origen. Los abiertos se refieren a m aterias de conoci­
m iento público y que no contienen apreciaciones personales del
Jefe de M isión.
Los telegráficos son enviados por télex y los aéreos están
contenidos en la valija diplom ática, que es tran sportada por vía
aérea.
Por últim o, los escritos engloban a todos los m encionados
a nteriorm ente, m ientras que los orales son los que prestan el
Jefe de M isión o cualquiera de los m iem bros del personal
diplom ático de la m ism a, cuando son llam ados a su país para
consultar o para in fo rm ar con m ayor detalle acerca de ciertas
m aterias especiales.
Cada país debe ten er estructurado un régim en ad m in istra­
tivo especial para reglam entar esta m ateria. E n prim er térm ino,
hay países que exigen que todos los inform es sean dirigidos al
M inisterio de R elaciones E xteriores, m ientras que otros aceptan
que se envíen directam ente a los M inisterios técnicos respecti­
vos, facilitando una copia de los mismos al M inisterio de R ela­
ciones E xteriores. Sin em bargo, aun en aquellos países que
centralizan en tales M inisterios la inform ación, se acepta que
ciertas áreas de la M isión, como el sector defensa o el com er­
cial, puedan d irig ir sus inform es directam ente a su respectivo
M inisterio.

a) Despachos u oficios

Las distintas secciones de la E m bajada deben cum plir su


deber de inform ación a través de estos despachos u o fi­
cios, que pueden referirse a las relaciones bilaterales o a
las distintas actividades que ocurren en el país sede.
C ada inform e debe considerar una m ateria especial,
ya que ello facilita la distribución y procesam iento en la
respectiva C ancillería. Pueden referirse a política in te rn a ­
cional, finanzas, com ercio, agricultura, educación, defensa
nacional, ciencias, m inería, transporte, industrias, pobla­
ción, actividad política, social y universitaria y en general
a todos aquellos hechos que ocurran en el país sede y
cuyo conocim iento pueda ser de u tilidad al Estado a cred i­
tante para d eterm in ar su política respecto del país rec e p ­
tor.
186 Eduardo Jara Roncati
L a facilidad actual de las com unicaciones in te rn a ­
cionales exige que estos inform es no sean repetitivos de
hechos que los M inisterios puedan conocer a través de las
agencias inform ativas internacionales. D eben contener,
entonces, la visión personal del respectivo agente diplom á­
tico, quién debe ex tra cta r de tales hechos lo que reviste
un especial interés para su país, m arcando el acento en
los efectos que eventualm ente p odrían ten er respecto de él
o para la elaboración de sus políticas.
Las m aterias sobre que versan estos inform es deben
ser consideradas por las autoridades de la M isión, de tal
fo rm a que se aju sten a los requerim ientos inform ativos del
M inisterio. M ás bien , deben ubicarse dentro de un m arco
pre-estab lecid o de inform ación, evitando el envío de una
inform ación adicional in ú til y descoordinada en tre sí.
U n inform e diplom ático debe estar dividido en tres
partes: la introducción al tem a, a fin de que el destin ata­
rio pueda situ ar esta inform ación dentro del m arco en que
se ha producido; el desarrollo de los hechos y; finalm ente,
las conclusiones o proposiciones que pu d ieran em anar de
los mismos.
Las instrucciones que se im p arten a un Jefe de
M isión suelen contener los principales tem as de in fo rm a ­
ción que el respectivo M inisterio solicita de su M isión. E n
lo posible, hab ría que atenerse a tales instrucciones,
m anteniéndose naturalm ente alertas a los nuevos sucesos
de im portancia que pudieran o c u rrir respecto del país o de
las relaciones bilaterales.
En la. elaboración de un inform e diplom ático, sea éste
ob jeto de un despacho aéreo o de un télex, será necesario
preocuparse de diversos aspectos, entre otros de los
siguientes.

L a M ateria. A ntes de iniciar la preparación de un


inform e, la M isión debe asegurarse de que la m ateria
sea de interés real para su gobierno. H ay que rech a­
zar la tentación a in fo rm ar de cualquier tem a, sólo
porque se tienen suficientes antecedentes sobre el
mismo. El exceso de inform ación, en lugar de ayudar
a los trabajos de un M inisterio, lo co n fu n d e y le
d ificu lta su actividad, sin considerar los problem as de
tiem po y m aterial que significa procesar y absorber
tanto m aterial. Para la M isión, asim ism o, crea una
IV La acción diplomática 187
carga burocrática in ú til, que exige u n tra b a jo enorm e
pero innecesario y que generalm ente culm ina con la
necesidad de contar cada vez más con personal.
Para evitarlo, conviene d eterm in ar a cada M isión
concretam ente los tem as de interés para c e n trar su
deb er de inform ación. Sim ultáneam ente, ésta deberá
seleccionar en fo rm a cuidadosa los que revistan tal
carácter, teniendo presente la necesidad de lim itarlos
a los de m ayor im portancia y u tilidad para su g o b ier­
no y para las relaciones bilaterales entre los países
involucrados.
Cada tem a debiera ser ob jeto de u n inform e
separado. E sta regla debe aplicarse estrictam ente en
los casos de télex, pero no es tan rígida en los
despachos escritos, donde resulta inevitable incluir
diversas m aterias conjuntam ente, ya que generalm ente
están entrelazadas en tre sí en la vida real y resulta
im posible separarlas sin a fectar seriam ente la cabal
com prensión del mismo.
Las Fuentes. U na M isión debe saber crearse fuentes
útiles p ara cum plir adecuadam ente con su obligación
de m antener inform ado a su gobierno. Estas fuentes
pueden ser de varios tipos: oficiales, oficiosas, a b ie r­
tas, de p rim era clase, pero siem pre seguras. U n
inform e sólo puede fundarse en hechos ciertos, ya
que de o tra m anera podría engañar, aun cuando de
buena fe, a sus autoridades.
Los m iem bros de la M isión deben desarrollar una
incesante actividad po r ten er sus propias fuentes de
inform ación y ello debe ser im pulsado po r quienes la
dirigen. A sí, cada uno podrá llegar con noticias útiles
a las periódicas reuniones de coordinación in te rn a, a
fin de que puedan ser cotejadas con las dem ás.
Sim ultáneam ente, un M isión debe rec ib ir toda la
inform ación abierta, proveniente de periódicos, rev is­
tas inform ativas o especializadas, publicaciones
económ icas, culturales o de defensa, estadísticas,
inform aciones políticas de gobierno o de oposición.
H ay países donde tales inform aciones ab undan y
habrá que e fectu ar una gran labor de síntesis de las
mism as. E n otros, prácticam ente no existen, y será
necesario re c u rrir a otras fuentes, entre las cuales
deben incluirse a los corresponsales de agencias
188 Eduardo Jara Roncati

inform ativas o de la prensa internacional, que siem ­


pre están bien inform ados acerca de los hechos
relevantes que están ocurriendo en el país. E n estos
últim os países h ab rá que desarrollar una especial
habilidad para inform arse. P rim ero, saber leer la
prensa, cuidadosam ente, poniendo especial interés en
saber porqué se publican las inform aciones que
aparecen, cuál es el propósito y de qué m anera
agotan o no lo ocurrido realm ente. Luego, en co n tran ­
do los m edios para confirm arlas, desm entirlas y m uy
especialm ente, saber los m otivos que llevaron a que
tales hechos se publicitaran.
Estas inform aciones deben ser am pliadas y cote­
jadas con las que se reciban de los vínculos que
logren establecerse en el país, los cuales han de
estar lógicam ente tanto en los círculos de gobierno
como de oposición. Sólo así podrá tenerse u n a visión
clara y ob jetiv a del acontecer nacional. El dip lo m áti­
co que se guía únicam ente por fuentes gubernam enta­
les puede in d u cir a erro r a su gobierno, lo mismo
que puede provocar tam bién aquel que, por sim patías,
se fu n d e básicam ente en juicios provenientes de la
oposición al mismo.
A ntes de iniciar la preparación del inform e, los
hechos a que se refiere deben ser verificados. Será
necesario com pararlos entre sí y con los que em anen
de otras fuentes, con diplom áticos de otros países o
al in terio r de la M isión. Los hechos que reproduce la
prensa y que com entan las revistas servirán de base
inicial y luego deben ser conversados y analizados no
sólo du ran te las reuniones internas, sino que en las
actividades sociales, que tienen lugar casi diariam ente
y hacia las cuales hay que saber abrirse paso.
El contenido. El inform e debe relatar los hechos tal
cual han ocurrido, sin aten u ar, elim inar ni agregar
nada. No hay que evitar la transm isión de los hechos
im portantes aun cuando puedan ser ingratos para el
propio gobierno, o incluso para su au to r, n i tam poco
exagerar ciertos aspectos, com o p odría ser la even­
tual participación personal del autor en los mismos.
Los hechos deben ser rigurosam ente respetados, en
cuanto a precisión y exactitud y no hay que a rries­
gar que su veracidad pueda ser puesta a prueba.
IV La acción diplomática 189
Ju n to con relatar los hechos, el diplom ático debe
o rien tar con prudencia a su gobierno, p ara lo cual
estos serán analizados adecuadam ente, extrayendo
conclusiones de los m ism os y destacando las ev entua­
les repercusiones que podrían ten er para su propio
país. N adie está en m ejor situación para hacerlo, ya
que el diplom ático vive donde estos hechos se han
producido. Será necesario, entonces, in clu ir una
apreciación personal sobre los m ism os, la que ju s ta ­
m ente por ello debe ser previam ente m uy bien m edi­
tada.
P odría o c u rrir que un inform e e x ija form ular
recom endaciones. En tal caso, será necesario estu ­
diarlas pro fu n d am en te, de tal m anera que tengan una
relación lógica con los hechos relatados y no in d u z­
can a su gobierno a dar pasos en el sentido equivo­
cado. Paralelam ente, habrá que intercam biar ideas con
otros m iem bros de la M isión antes de form ularlas, de
tal m anera de poder d eterm in ar todos los elem entos
que están en ju ego, así como auscultar los efectos de
los mismos sobre las diversas áreas del país y de las
relaciones diplom áticas bilaterales.
U n inform e ha de ev itar en lo posible hacer
predicciones, sean éstas políticas, económ icas, fin a n ­
cieras, m ilitares o de cualquier índole. E n prim er
lugar, un gobierno no podrá adoptar m edidas fundado
solam ente en las predicciones de una M isión, po r lo
cual pasan a ser inútiles. Luego, si ellas se cum plen,
poco se h ab rá aportado desde el m om ento que parece
lógico que un inform e diplom ático sea acertado. Pero
en caso de que tales predicciones no se cum plan, el
au to r, quien firm a el inform e y en d efin itiv a la
M isión entera, podrían verse en una d ifícil posición
respecto de su credibilidad presente y fu tu ra.
Form a. La presentación de un inform e, tanto en sus
aspectos gram aticales com o propiam ente form ales,
debe ser objeto de una m áxim a atención.
Las palabras serán cuidadosam ente elegidas, y las
frases escogidas con claridad, para que reflejen
exactam ente los hechos ocurridos y las ideas que se
quiere transm itir, para lo cual deben ser afinadas
tantas veces com o sea necesario, con gran rigurosi­
dad.
190 Eduardo Jara Roncati

L a presentación m aterial del m ism o será im peca­


ble. Los dactilógrafos deben ser igualm ente estrictos
consigo mismos y los inform es se presentarán a la
firm a de la respectiva autoridad cuando no tengan
fallas ni de fondo ni de form a. M ás vale dem orarse
un tiem po adicional rehaciendo un docum ento que
contiene fallas form ales a p e rm itir que circule con
tales errores, ya que éstos pueden h acer perder
interés en sus lectores hacia un tem a que o b jetiv a ­
m ente es im portante, o incluso provocar problem as de
interpretación. £1 com putador, usado com o procesador
de texto, está prestando una valiosa ayuda al respec­
to.
C aracterísticas. Estos inform es deben cum plir adem ás
con cuatro requisitos esenciales:

+ fácilm ente determ inables, para lo cual tienen que


llevar núm ero, fech a y destinatario;
+ oportunos, ya que si son extem poráneo, pierden
com pletam ente su utilidad,
+ com pletos, o sea, deben proporcionar una visión
cabal del tem a sobre el que versan, y
+ verídicos, ya que es grave cuando los diplom áti­
cos no reflejan la verdad en sus inform es, p o r­
que ello podría llevar a su gobierno a tom ar
decisiones y d eterm in ar cursos de acción co n tra ­
rios a sus intereses. U n diplom ático no debe
co n fu n d ir jam ás los hechos reales tal como se
han producido con sus deseos personales.

b) C om unicaciones breves o aerogram as

Este tipo de notas está destinado a in fo rm a r acerca de


determ inados hechos puntuales que serán llevados escueta­
m ente sin m ayores explicaciones al conocim iento de sus
autoridades. Se refieren a m aterias im portantes de distinta
índole, aún cuando no urgentes, y que pueden req u erir
atención más tranquila de parte de las mismas. Su ex ten ­
sión es red u cid a y son útiles para tran sm itir solicitudes de
m aterial o inform aciones precisas.
IV La acción diplomática 191

c) Télex

Se tra ta de u n a inform ación breve y m uy precisa acerca


de una m ateria im portante de carácter u rgente, que debe
ser conocida con p ro n titu d por su destinatario. Se red a c ­
tan com o telegram as, concisos y exentos de preciosism os
lingüísticos, aun cuando exigen una gran atención para
seleccionar las palabras. Pueden usarse asim ism o para
o frecer un panoram a diario del acontecer en el país de
destino, a fin de que las respectivas autoridades estén en
condiciones de conocer con rapidez los hechos relevantes
de la actividad diaria de los países más im portantes para
el suyo. La m ayor parte de estos inform es telegráficos son
cifrados, o sea, no pueden ser leídos sino po r quienes
cuentan co n la técnica adecuada p ara descifrarlos. Sin
em bargo, hay que ser m uy cuidadoso al respecto, porque
no existen los m ecanism os de cifrado perfectos. Otros
países podrían in tercep tar este tipo de m ensajes, m otivo
por el cual los tem as más sensibles serán objeto de una
inform ación oral, viajando expresam ente para tal fin al
país de origen y proporcionando esta inform ación perso­
nalm ente a las autoridades nacionales respectivas.

d) T elefax

Se trata de un m edio de com unicación con pocos años de


uso pero d ifu n d id o rápidam ente en todo el m undo, que
p erm ite el envío inm ediato de copias de docum entos a
través del sistem a telefónico. Este m ecanism o es de carác­
ter público, lo que im pide su uso para tran sm itir m ensajes
reservados, pero puede co n stitu ir un m edio de enviar
m aterial, como por ejem plo d ib u jo s, m apas o planos,
destinado a aclarar o am pliar una inform ación privada.
A dem ás, posibilita el envío de docum entos oficiales, desde
el m om ento que puede tratarse de docum entos firm ados
por sus autores. Su costo no es m uy alto, y el valor de la
com unicación está vinculada al del precio de una com uni­
cación telefónica nacional o internacional. A través de
este m edio, las m isiones diplom áticas pueden com unicarse
entre sí, o con sus respectivos M inisterios de Relaciones
192 Eduardo Jara Roncati

E xteriores, o con quien se desee en la m edida que el


destinatario cuente con un aparato sim ilar

2.1.4 C on las otras M isiones del propio país

Se tra ta de com unicaciones escasas en cuanto a su núm ero, ya


que en general toda la inform ación que se p a rticip a a otra
M isión debiera ser conocida por el M inisterio y, por lo tanto,
enviada a través de éste.
Sin em bargo, existen com unicaciones que necesariam ente
deben ser enviadas directam ente por ejem plo, com o la in fo rm a ­
ción acerca de la presentación de credenciales. En tal caso, es
preciso utilizar la nota diplom ática, donde el tratam iento será
de "usted" y al cerrarla, agregar después de "distinguida consi­
deración" la frase "y personal afecto" o "personal estima".

2.1.5 C irculación de los docum entos

E n tre una M isión diplom ática y un M inisterio de Relaciones


E xteriores, una O rganización Internacional o una R epresentación
perm anente, la form a tradicional es la entrega personal de un
docum ento por parte de un m iem bro del personal diplom ático de
la m ism a, atendiendo a la im portancia de la gestión. A sí, un
docum ento de gran interés para el país d eb iera ser entregado
por el propio Jefe de M isión. Sin em bargo, en ciertos casos, y
atendiendo el increm ento de tales com unicaciones así como el
crecim iento de las ciudades, ha hecho que se acepten, para
asuntos de m enor relevancia, otras vías, como el m ensajero o el
correo.
En todo caso, debe ponerse una atención m uy especial a la
form a de hacer llegar una com unicación hasta su destinatario,
po r cuanto un procedim iento equivocado pu d iera provocar
problem as de fondo o crear susceptibilidades innecesarias.
E n principio, sólo se envían por correo o a través de un
m ensajero, aquellas com unicaciones de una im portancia secunda­
ria; en general, las relativas a asuntos adm inistrativos de
rutina. Por ejem plo, pudiera utilizarse esa vía para anunciar la
llegada de un m iem bro del personal de la M isión, una petición
de visación, una invitación social que no vaya d irig id a a alguna
alta autoridad.
IV La acción diplomática 193
Las de m ayor im portancia, en cam bio, que sim ultáneam ente
son las m enores en núm ero serán entregadas en form a personal.
H abrá que determ inar en tal caso, cuidadosam ente, el nivel del
m iem bro de la M isión que deberá encargarse de ello, debiendo
lim itarse el Jefe de M isión a entregar personalm ente las notas
de m ayor im portancia o relativas a gestiones p rio ritarias, y
estén dirigidas al M inistro de R elaciones E xteriores, o a través
suyo al Jefe de E stado, o a alguna o tra alta autoridad de ese
M inisterio o del país.
La entrega personal de una com unicación trae consigo la
posibilidad de dialogar sobre su contenido; de ahí entonces que,
cuando esto no es considerado útil o necesario, podría re c u rrir­
se -sin violar las norm as antes m encionadas- a un funcionario
subalterno.
H ay com unicaciones que deben ser entregadas personal­
m ente, como el A ide-M ém oire, desde el m om ento en que es el
corolario de una entrevista. H ay otras, que por su carácter casi
personal, pueden incluso transm itirse por el telégrafo, como
son, por ejem plo, las felicitaciones y los agradecim ientos.
R especto del Estado acreditante, las M isiones envían sus
inform es a través de la valija y los correos diplom áticos.
La correspondencia con el C uerpo diplom ático residente,
por su p arte, se hace llegar a través del correo local o de los
m ensajeros de la M isión, sin que sea necesario en tal caso -a
menos que se presenten casos m uy excepcionales- re c u rrir a su
entrega personal.
Por últim o, para rem itir la correspondencia a las demás
M isiones del propio país en el exterior, se recurre al correo
internacional y eventualm ente, cuando razones lo ex ijan , a
valijas diplom áticas especiales.
Las notas que se dirigen los Jefes de E stado entre sí son
enviadas a través de la respectiva M isión diplom ática, la que
debe hacerla llegar hasta su alto destinatario, dependiendo de
las características del Estado sede, a través de una nota d iplo­
m ática d irigida al M inisterio de Relaciones E xteriores (D irección
de Protocolo) o personalm ente, pero en este últim o caso in fo r­
m ando previam ente al M inisterio local a través del cual será
necesario solicitar la respectiva audiencia.
194 Eduardo Jara Roncati

2.1.6 Rechazo de una nota

La p ráctica diplom ática internacional reconoce el derecho de un


M inisterio de Relaciones E xteriores o de una E m bajada para
rechazar una nota que le ha sido dirig id a, por considerarla
ofensiva en cualquier sentido. Se trata, obviam ente, de un
procedim iento excepcional, ya que provoca un clim a de cierta
tensión en las relaciones entre dos Estados.
E sta situación puede concretarse rechazando los térm inos
contenidos en u n a N ota o bien devolviéndola o no aceptándola,
debido a su contenido. Pueden existir casos com binados, cuando,
por ejem plo un Jefe de M isión rechace verbalm ente ciertas
partes de una nota que recibe y, luego de tran sm itirla a su
M inisterio, reciba instrucciones de devolverla.
E n general, el rechazo o la devolución de una nota se
origina en m otivos serios, como podrían ser una referen cia
desagradable hacia el país, su gobierno o sus autoridades, el
em pleo de un lenguaje form al considerado poco diplom ático,
protestas estim adas como in justificadas, intervenciones ostensi­
bles en los asuntos internos de un E stado, el em pleo de un
tono conm inatorio sim ilar al de un ultim átum . Puede, incluso,
obedecer al propósito de provocar una ofensa al otro país o de
actuar en reciprocidad ente el rechazo de una nota propia por
parte del otro gobierno.

2.1.7 El conducto diplom ático

U no de los aspectos im portantes de las relaciones diplom áticas


es usar el conducto adecuado. Como se sabe, p ara tra tar los
asuntos generales de las relaciones entre dos países hay dos
vías norm ales, que son las M isiones diplom áticas de los respec­
tivos Estados acreditadas ante el otro Estado. Para cada situ a­
ción en particu lar hay que estudiar acuciosam ente todos los
elem entos que están en juego para poder d eterm in ar, en cada
caso, que vía debe ser em pleada a fin de lograr un m ayor
provecho para su país. A sí, habrá que considerar el tem a, la
personalidad del respectivo Jefe de M isión, las características
de la m ism a, los objetivos que se persiguen a través suyo, etc.
E n general, los M inisterios suelen rec u rrir a su propia
M isión para tra tar los temas constructivos de la relación bilate­
ral con los demás países, de m anera que por interm edio de ellos
IV La acción diplomática 195
ésta pueda form arse u n a im agen grata y positiva fre n te a sus
interlocutores; en cam bio, los tem as de carácter conflictivo se
conversan directam ente con la E m bajada del otro país, fre n te a
la cual un M inisterio está siem pre en una situación de su p erio ­
ridad relativa, por el hecho de negociar en un m arco fam iliar y
colaborador.
Esta estrategia obliga a la E m b ajad a de la o tra parte a
tran sm itir a su M inisterio las m alas noticias, m ientras que las
positivas le llegarán a través de la M isión de la contraparte. Se
rec u rrirá , entonces, a su p ro p ia M isión cuando se tra ta de
an u n ciar ofrecim ientos (ya sea de cooperación o asistencia
técnica, donaciones de todo tipo, otorgam iento de becas de
perfeccionam iento técnico o un iv ersitario , etc), apoyo para
candidaturas de otro país ante O rganizaciones o conferencias
internacionales, cu rsar invitaciones a autoridades nacionales o
del M inisterio de R elaciones E xteriores y en general, en rela­
ción con todos los aspectos que sean bien recibidos.

2.1.8 El estilo diplom ático

A través de los tiem pos, la diplom acia ha ido elaborando una


m anera de escrib ir propia que tom a el nom bre de estilo d ip lo ­
m ático. Se tra ta de una peculiar m anera de expresarse, que
confiere a la actividad diplom ática escrita un carácter especial,
d iferen te de las demás.
Los M inisterios de R elaciones E xteriores tienen al in terio r
de sus respectivos países, un estilo propio, d ife ren te , pero que
presenta paradojalm ente grandes sem ejanzas con el de los
dem ás países. Esto se debe a que cada país in ten tará perseguir
hacerse com prender internacionalm ente, por encim a de las
d iferencias de culturas y valores.
Este estilo diplom ático tiene características bien
definidas:

a) Precisión. H ay que relatar los hechos rigurosa y fielm ente


en la m enor cantidad de palabras posibles, velando por no
alejarse del tem a central, evitando agregar ideas anexas
innecesarias o extendiéndose a hechos paralelos que nada
ap o rtan , que podrían distraer al lector e im pedirle com ­
p ren d er exactam ente el tem a tratado y d esprender las
conclusiones justas.
196 Eduardo Jara Roncati
Para ser preciso, se requiere conocer bien el tem a
del inform e, ya que sólo quién conoce una m ateria está
realm ente en condiciones de sintetizarla adecuadam ente,
separando lo im portante de lo que no lo es. A dem ás, hay
que cuidarse de repeticiones y de caer en una fraseología
innecesaria.
b) C laridad. El fondo y la fo rm a están estrecham ente ligados.
H ay que esm erarse porque las ideas puedan ser com p ren d i­
das fácilm ente po r el lector, quien puede encontrarse en
otro país, ten er una d iferen te m entalidad o form ación
cultural. M ientras más ráp id a y claram ente u n docum ento
sea com prendido, más fácilm ente podrán ser aceptadas las
ideas que contiene.
En lo posible deben em plearse palabras sencillas y en
su exacta significación; el uso del adjetivo debe ser lim i­
tado y cuidadoso, las frases cortas. H ay que abstenerse de
usar palabras com plicadas, juegos de palabras, am bigüeda­
des, localismos o regionalism os, exageraciones. Todo aq u e­
llo puede conducir a interpretaciones equivocadas.
El diplom ático debe velar por la propiedad en el uso
del lenguaje propio. O ralm ente, ello resulta necesario a fin
de ser com prendido claram ente, en especial por los e x ­
tranjeros. Por escrito es indispensable, ya que nada es más
grave que cuando sus inform es no son adecuadam ente
com prendidos, por oscuros, confusos o contradictorios.
c) E legancia. A la vez que sencillo, el estilo diplom ático debe
ser de buen gusto, cortés, gracioso y esm erado. El in terlo ­
c u to r siem pre debe ser tratado con respeto evitando
em plear expresiones ingratas, que afecten su fam a, la de
su país o su dignidad. La cortesía, el halago y la firm eza,
inteligentem ente com binados, pueden lograr más que un
insulto o una vulgaridad.
d) Em pleo adecuado de las expresiones de uso diplom ático
convencional. H ay ciertas expresiones que en térm inos
diplom áticos tienen un significado bien preciso y que
exigen ser utilizadas adecuadam ente. M encionarem os algu­
nas de ellas:

" M i país no puede perm anecer in d ife re n ­


te", significa que si las cosas continúan en
el estado que están, el país deberá in te r­
venir en algún m om ento.
IV La acción diplomática 197
H M i pais ve con grave preocupación",
indica que sobre esa m ateria el gobierno
está haciendo un estudio detenido para
adoptar una decisión im portante.

" M i gobierno va a considerar su posición",


im plica que el estado actual de am istad
en tre las dos partes es posible que cam bie.

" M i país tiene una fu erte reserva sobre


esa m ateria", significa que no se aceptará
la proposición de la contraparte.

" M i gobierno in te rp re ta estos actos como


de carácter inam istoso”, im plica una am e­
naza velada de ad o p tar una actitu d violen­
ta e incluso de hacer la guerra.

" M i gobierno declina toda responsabilidad


por las consecuencias que pudieran em a­
nar", indica casi la existencia de un u lti­
m átum .

" M i país se verá obligado a considerar sus


propios intereses", significa que éste no se
siente com prom etido y queda en libertad
para cam biar su posición.

e) T ratam ien to . E xisten al respecto ciertos convencionalism os


que deben ser respetados.
Los Reyes se tratan en tre sí de "Señor(a) m i H erm a-
no(a)"
A un R ey o R eina, un presidente de la R epública
encabeza su nota diciéndole "Señor", "Señora" o "M ajes­
tad", le tra ta de "V uestra M ajestad" y se despide de él
com o "V uestro Leal y Buen amigo". A sus herederos les
llam a "Alteza Real".
Por su p arte, un Soberano encabeza una N ota a un
P residente indicando después de su nom bre y cargo sim ­
plem ente "Salud", le tra ta de "N uestro buen amigo" o de
"Excelencia" y se despide de él calificándose a sí mismo
198 Eduardo Jara Roncati

de "Vuestro R eal y B uen amigo" o sim plem ente "Su buen


amigo".
U n P residente encabeza u n a nota o otro Presidente
"G rande y buen amigo" o "Q uerido amigo", lo tra ta de
"V uestra Excelencia" y se despide de él diciéndole "De
V uestra Excelencia, leal y buen amigo", o "Vuestro buen
amigo".
U n M inistro de Relaciones E xteriores se dirige a otro
com o "Señor M inistro", tratándolo de "V uestra Excelencia".
E n cam bio un M inistro a un E m bajador como "Señor
E m bajador", tratándole de "V uestra Excelencia". A un
E ncargado de Negocios le d irá "Señor E ncargado de N ego­
cios", tratándole de "Honorable Señor".
Por últim o un E m bajador se dirige a otro de "Exce­
lentísim o Señor" tratándolo de "V uestra Excelencia" y a un
E ncargado de Negocios de "Señor", refiriéndose a él de
"Su señoría".

f) C um plim iento del objetivo propuesto. A través de una


nota, el diplom ático persigue convencer a la otra parte de
la validez de su posición, lo cual exige argum entos sólidos
y un razonam iento fu erte para poder cum plir cabalm ente
con tal finalidad.
En cam bio, m ediante un inform e se persigue exponer
determ inados hechos o situaciones y o rien tar adecuada­
m ente a su gobierno respecto de ellos.
Serán distintos, entonces, el m étodo, la técnica y el
lenguaje utilizados para la preparación de unos y otros.
E n cualquier caso, el docum ento debe ser e stru c tu ra ­
do y fundam entado de tal form a de poder alcanzar los
fines propuestos a través suyo.

2.1.9 R egistro de la correspondencia.

L a correspondencia que una M isión expida o reciba debe ser


cuidadosam ente registrada, de m anera tal de poder contar en
todo m om ento con un m edio de control perm anente de la m ism a
y ubicarla rápidam ente.
R especto de la prim era, no debe salir ninguna com unica­
ción de la M isión sin haber sido previam ente anotada, num erada
y fechada en un registro especial, sea éste m anual o com puta-
rizado. Sólo de esta m anera podrá velarse adecuadam ente p o r­
IV La acción diplomática 199

que esas com unicaciones sean controladas y no haya c o n trad ic­


ciones o errores que lam entar.
Igual cosa o curre con las notas oficiales y oficiosas que
sean recibidas, debiendo en tal caso precisarse claram ente, paso
a paso, la circulación in tern a del docum ento hasta ser d e sti­
nada, después que su contenido sea procesado en las secciones
respectivas, al archivo. E n general, no debe circu lar in te rn a ­
m ente ningún docum ento que no tenga u n núm ero y una fecha
de ingreso a la M isión, así com o la m ención de las d ep en d en ­
cias internas por las cuales ha circulado.
El m ejo r control se obtiene con registros separados para
la correspondencia recib id a y para la correspondencia expedida.
Veam os un ejem plo,

1) C orrespondencia expedida: N úm ero 1078/67/87


+ 1078 núm ero correlativo general de la corres­
pondencia expedida p o r la M isión
+ 67 núm ero específico de inform e reservado.
+ 87 año.

2) C orrespondencia recibida: N úm ero 783/88


-i- 783 núm ero correlativo general de ingreso de
la correspondencia a la M isión.
+ 89 año.

En am bos casos, debe incluirse la fech a de ingreso y la de


expedición, de la cual debe dejarse constancia tanto en el
registro com o en el respectivo docum ento. En d e fin itiv a toda
nota tiene una doble individualización, en el lugar de origen y
en el de destino.
Este registro debe ten er el carácter de reservado y de
acuerdo a las disponibilidades y características del personal de
la M isión puede ser llevado por un m iem bro del personal d ip lo ­
m ático o adm inistrativo y técnico.
La correspondencia secreta, por su p arte, debe ser anotada
igualm ente, pero en un registro a cargo de u n m iem bro del
personal diplom ático de la m ism a. A dem ás, este tipo de d o c u ­
m entación debe ser m antenida en un lugar seguro, som etido a
m edidas de custodia y de circulación especiales.
200 Eduardo Jara Roncati

2.1.10 C orrespondencia entre Jefes de Estado.

Los contactos en tre las m áxim as autoridades de los diferentes


Estados generalm ente se realizan a través de sus respectivas
M isiones diplom áticas perm anentes, o en fo rm a d ire c ta durante
reuniones bilaterales con m otivo de visitas de E stado, aconteci­
m ientos internacionales relevantes como transm isiones de m ando
presidencial, coronaciones, funerales de estado, conferencias de
alto nivel o su eventual encuentro d u ran te las reuniones de los
m ás im portantes organism os internacionales.Sin em bargo, existen
ciertos tipos de correspondencia que se intercam bian entre sí,
la que p odría dividirse en tres tipos:

a) C a rta s de C an cillería, que son los docum entos m ás fo rm a ­


les y solem nes que un Je fe de E stado envía a otro en
ciertas circunstancias m uy calificadas, com o ocurre con las
C artas credenciales, las C artas de R e tiro , de cese o llam a­
da.
b) C a rta s de G ab in ete, m enos solem nes que las anteriores,
que suelen ser usadas entre los m onarcas y tienen una
relación relativam ente sim ilar a la de una N ota d iplom áti­
ca.
c) C a rta s p articu lares, ya que nada obsta a que u n Jefe de
E stado m antenga correspondencia con su congénere de
o tro país, y en tal caso la form a será la de una carta
corriente y el tratam iento dependerá sim plem ente del
grado de vinculación que m antengan en tre ellos. En la
p ráctica son m uy corrientes.

E xisten, adem ás otros tipos de docum entos que vinculan


entre sí a los Jefes de Estado. E n tre estos fig u ran las L etras
Patentes, a través de las cuales se solicita a su destinatario,
esto es el Jefe del Estado que recibe, que otorgue las necesa­
rias facilidades p ara que un C ónsul pueda cum plir con su fu n ­
ción. Suelen em plearse adem ás las denom inadas C artas A u tó g ra­
fos -an te s m anuscritas por el rem itente y actualm ente sólo
firm adas por éste- que se envían en determ inadas circu n stan ­
cias, com o m atrim onios, nacim ientos, duelos, catástrofes de la
naturaleza, etc. Por últim o, podría o c u rrir que los Jefes de
Estado recu rran al uso de un cablegram a, cuando el tem a
acerca del cual versa tenga un carácter más urgente.
IV La acción diplomática 201
Estas notas se hacen llegar a su destinatario a través de
la respectiva M isión diplom ática, la que debe hacerlo ya sea
entregándolas personalm ente al D irector del Protocolo, al
M inistro de R elaciones E xteriores o directam ente al Jefe de
E stado, o m ediante una N ota diplom ática. E n general, es p re fe ­
rible que el Jefe de M isión la entregue en fo rm a personal, ya
que ello no sólo dem uestra una atención especial, sino que
otorga una excelente ocasión p ara obtener una audiencia con
p ro n titu d , que puede p e rm itir desarrollar vínculos personales y
eventualm ente conversar acerca de alguna m ateria adicional de
im portancia.

2.1.11 E l idiom a diplom ático

H asta los T ratados de W estafalia, el latín era el idiom a d ip lo ­


m ático, oral y escrito. Desde entonces el francés, por obra del
C ardenal R ichelieu y el posterior reinado de Luis X IV , fue
paulatinam ente desplazándolo, lo que alcanzó su cim a en el
Congreso de V iena de 1815 que fue negociado en ese idiom a.
A dem ás el francés llegó a ser utilizado para negociaciones y
acuerdos en los cuales no participaban delegaciones francesas.
E sta situación se m antuvo hasta el térm ino de la Prim era
G u erra M undial, que señala el com ienzo de la decadencia de esa
lengua com o único idiom a diplom ático. El tratado de Versalles,
que le puso térm ino, fue redactado en dos idiom as, francés e
inglés. Desde entonces, el inglés h a hecho progresos pero
sim ultáneam ente han ido cobrando im portancia otro idiom as, de
uso en vastas regiones del m undo.
A ctualm ente no existe un idiom a diplom ático único. Más
aú n , la com unidad internacional ha consagrado la existencia de
ciertos idiom as com o de trab ajo de las N aciones U nidas, conce­
diéndoles así un cierto grado de reconocim iento internacional.
E n ese nivel se en cuentra el inglés, el francés, el español, el
ruso, el árabe y el chino.
E n la práctica, hay idiom as internacionales que dom inan
en determ inadas áreas geográficas y que exigen ser conocidos,
porque constituyen la fo rm a en que el diplom ático pueda darse
a en ten d er tanto en su vida oficial, com o privada. E n E uropa
O ccidental, el francés; en E uropa O riental, el ruso; en A sia y el
Pacífico, el inglés; en A frica, el francés y el inglés; en los
países árabes, su propio idiom a, el inglés y el francés de
acuerdo al país; en A m érica L atina, el español, el inglés, y en
202 Eduardo Jara Roncati
Brasil, obviam ente el portugués, seguido de los dem ás idiom as
internacionales.
T eóricam ente, cada diplom ático tiene el derecho de usar su
propio idiom a y hacerse tra d u c ir al otro. M ás aún, si no se
conoce adecuadam ente el idiom a local o internacional del área,
más vale hacerlo así a fin de evitar confusiones o errores. Las
M isiones diplom áticas pueden p rep arar sus notas en su propio
idiom a, acom pañando a los respectivos M inisterios de Relaciones
E x teriores una traducción, a la cual es conveniente calificar
expresam ente com o de "no oficial". E n caso de d u d a, el M inis­
terio d eb iera disponer su traducción po r parte de la repartición
respectiva.
Sin em bargo, el inglés y el francés son estim ados, incluso
actualm ente, com o los dos idiom as tradicionales de la diplom a­
cia, que todo diplom ático debe conocer suficientem ente, en
condiciones que les p erm ita hablarlos, leerlos y, en lo posible,
escribirlos.
A ntes de adoptar una decisión acerca del idiom a que será
utilizado en cada caso por una M isión, h ab rá que ten er siem pre
en cu en ta que lo más im portante es la necesidad de hacerse
com prender claram ente po r su interlocutor, ser cortés con éste
y, en d e fin itiv a, que ello perm ita crear y desarrollar perm anen­
tem ente el clim a de cordialidad que debe re in a r siem pre entre
una M isión diplom ática y un M inisterio de R elaciones E x te rio ­
res.

2.1.12 L a valija diplom ática

Es el m edio reconocido internacionalm ente para tran sp o rtar la


correspondencia diplom ática e n tre un E stado y sus M isiones
diplom áticas y R epresentaciones perm anentes en el exterior. En
la práctica, ella consiste en uno o más bultos o sacos, de
tam año variable, sellados y m arcados exteriorm ente con el
nom bre de tal, indicando claram ente su rem itente y su destina­
tario.
L a valija diplom ática es inviolable y no puede ser abierta
por las autoridades del Estado receptor. Así lo determ ina
enfáticam ente el artículo 27 núm ero 3 de la C onvención de
Viena: "la valija diplom ática no podrá ser abierta ni retenida".
C ada M isión debe velar celosam ente porque el Estado receptor
cum pla estrictam ente con am bas obligaciones, para lo cual
resulta p ru d en te que un m iem bro del personal de la M isión
IV La acción diplomática 203

espere la valija a la llegada del avión que la trae de destino,


haga personalm ente los trám ites aduaneros respectivos y la
traslade tam bién personalm ente, p ara proceder a su a p ertu ra, a
la M isión. Sólo así podrá garantizarse que la inviolabilidad de
la valija diplom ática sea absoluta.
Paralelam ente, los países están obligados, en v irtu d del
m ism o instrum ento internacional, a lim itarse a enviar por tal
m edio "docum entos diplom áticos u objetos de uso oficial" (a r­
tículo 27, núm ero 4). En consecuencia, las autoridades de los
M inisterios y de las M isiones deben velar con estrictez sobre el
m aterial que sea enviado por este m edio. A pesar de ello,
suelen observarse valijas diplom áticas que por sus dim ensiones y
sus pesos obviam ente contienen otro tipo de m aterial.
E n caso de que un Estado tenga presunciones fundadas de
que una valija diplom ática contiene objetos no autorizados, la
práctica internacional acepta que, po r excepción, pueda solicitar
y proceder a su a p ertu ra, en presencia de u n m iem bro de
personal de la respectiva M isión. Sin em bargo, tal situación
puede d a r origen a conflictos m uy serios y a m edidas de re ta ­
liación que pueden a fectar las relaciones entre los países
respectivos. Por lo dem ás, tal recurso no fue aceptado durante
las discusiones que precedieron la suscripción de la C onvención
de V iena de 1961. No obstante lo a n terio r, hay países que lo
hacen, com o el R eino U nido.
Por extensión, este m edio suele usarse, adem ás, para las
com unicaciones diplom áticas en tre las M isiones diplom áticas de
un Estado entre sí, práctica que es aceptada en todos los
países.
A un cuando la valija diplom ática d eb erá siem pre m an ten er­
se, especialm ente p ara el envío de objetos, está cam biando su
u tilidad com o m edio de com unicación. Los recientes avances
tecnológicos en esta área están desarrollando sistem as de
transm isión de datos a través de com putadoras, donde la in fo r­
m ación es inm ediata, igualm ente segura, pero perm ite in tercam ­
b iar ideas en el acto, m odificando así radicalm ente el tiem po
que actualm ente requiere la valija.

2.1.13 El correo diplom ático

Es la persona encargada de transportar y custodiar la valija


diplom ática, para .lo cual su gobierno le provee de un docum en­
to oficial, en el cual consta su condición de tal y del núm ero
204 Eduardo Jara Roncati

de bultos de que es portador. A un cuando generalm ente estas


personas no tien en el carácter de diplom áticos, suelen estar
provistos de un pasaporte diplom ático.
L a com unidad internacional reconoce a estos correos la
facilid ad de circu lar librem ente por los distintos países, ya sea
los de origen y destino así com o p o r los terceros Estados po r
los cuales deba necesariam ente tran sitar para cum plir su M isión.
P ara tal fin , la C onvención de V iena garantiza su inviolabilidad
personal, estableciendo que "no podrá ser objeto de ninguna
fo rm a de detención o arresto" (artículo 27, núm ero 5), "hasta el
m om ento de en treg ar a su destinatario la valija diplom ática que
se le haya encom endado" (artículo 27, núm ero 6)
Estos correos eran m uy num erosos en el pasado, pero los
Estados están confiando progresivam ente sus valijas d iplom áti­
cas a los servicios de C orreos o a las aerolíneas com erciales,
hasta el extrem o que ésta es en la actualidad la situación más
generalizada. A sí lo perm ite, por lo dem ás, la Convención de
V iena, al señalar: "la valija diplom ática podrá ser confiada al
com andante de u n a aeronave com ercial" (artículo 27, núm ero 7).
Sin em bargo, por este sólo hecho tal persona no goza de las
prerrogativas de u n correo diplom ático y ante una situación
co n flictiva, será necesario estudiar cada caso en particular.
E n algunos casos la valija diplom ática es ligada a uno de
los brazos del correo, quien debe v iaja r unido a ella y sólo
puede serle desprendida al llegar a su destino, ya que no
cuenta, po r razones de seguridad, con las respectivas llaves.

2.2 L a diplom acia oral

La actividad diplom ática, tanto en el país de destino como


respecto del propio, puede desarrollarse por escrito, pero
tam bién oralm ente. D ependerá del o bjetivo perseguido, de la
situación actual y de la co y u n tu ra política, usar uno u otro
m edio.

2.2.1 R especto del país de destino

a) La entrevista

L a actuación diplom ática oral se concreta en prim er


térm ino a través de las entrevistas que periódicam ente
IV La acción diplomática 205

tienen lugar entre el Jefe de la M isión y el M inistro de


R elaciones E xteriores u otro alto funcionario designado
com o su in terlocutor al efecto, o bien entre los m iem bros
del personal diplom ático de la m ism a y los funcionarios de
su área geográfica o responsables de la m ateria de que se
trate, de acuerdo con su respectivo rango.
Tales entrevistas deben ser solicitadas con la adecua­
da anticipación y preparadas convenientem ente, tanto en
cuanto a los tem as que serán tratados como en la form a
en que serán expuestos y considerados. Por lo general, al
solicitarla, hay que indicar los tem as que se desea tra tar,
lo que constituye una cortesía indispensable para que la
o tra parte se prepare en los m ism os. Incluso ello es útil,
porque puede p e rm itir que aquel tenga para entonces una
respuesta a los planteam ientos que le serán hechos. H abrá
que d eterm in ar, entre otras cosas, el orden en que los
distintos tem as debieran ser planteados, para que tengan
una ilación lógica y sean más provechosos para los o b je ­
tivos perseguidos. L a entrevista diplom ática jam ás debe ser
im provisada y una y o tra parte deben solicitar o p o rtu n a­
m ente los antecedentes que les p erm itan estar en condi­
ciones de com prender adecuadam ente los planteam ientos de
la otra, evitando hacer declaraciones o adoptar com pro­
misos contrarios con los respectivos fines que se p e rsi­
guen.
L a entrevista debe m atizar adecuadam ente la buena
relación personal con el fondo de los tem as tratados. Los
canales de com unicación siem pre perm anecerán abiertos
entre los dos países, para lo cual un diplom ático debe
separar nítidam ente los aspectos personales de los temas
de fondo considerados entre am bos, no debiendo estos, en
caso de ser ingratos, e n tu rb iar a aquellos. Las cortesías y
las buenas m aneras no deben faltar jam ás.
Para lograrlo, antes de e n tra r en m ateria hay que
destinar un breve tiem po para intercam biar ideas acerca
de tem as m undanos o de carácter personal. Igual cosa
p odría suceder después de haberse considerado los tem as
de fondo y antes de despedirse. Así se irán creando los
vínculos personales que necesariam ente deben existir entre
dos personas que, están trabajando por un mism o objetivo,
esto es, las relaciones entre sus respectivos países. No
hay que olvidar, sin em bargo, que el in terlo cu to r es
recibido con m ayor agrado cuando es conciso y no se
206 Eduardo Jara Roncati
extiende innecesariam ente en el tiem po para considerar los
tem as de la reunión.
E n caso de que se desee apoyar la entrevista con
u na nota o u n aide-m ém oire, ésta d eb iera ser entregada al
térm ino de la reunión como una m anera de ev itar que el
in terlo cu to r, ante la seguridad de contar con un docum en­
to escrito, no escuche con atención los argum entos que se
esgrim an y que pudieran apoyar útilm ente la gestión.

b) E l discurso

D urante el desarrollo de una M isión, desde la presentación


de las C artas C redenciales hasta los banquetes de despedi­
da, el agente diplom ático deberá p ronunciar num erosos
discursos. Ellos tienen lugar en diversas circunstancias,
favorables o negativas; ante diferentes auditorios, y en
distintas ciudades del país. Igual cosa ocurre en la d iplo­
m acia m ultilateral.
Estos discursos deben ser preparados m uy cuidadosa­
m ente, tanto en sus aspectos de fondo como form ales. Por
de pronto, hay que velar por el adecuado em pleo de los
vocativos, sin olvidar a ninguna de las autoridades presen­
tes; luego hay que saber escoger el tem a en fu n ció n de la
o portunidad y la concurrencia presente. Para am bas cosas,
se requiere evaluar los objetivos del acto y las personas
nacionales o extranjeras que estarán presentes.
Para elegir el tem a, a su vez, hay que contar con los
antecedentes adecuados y si no están procurarlos con la
o portunidad necesaria. H ay que in ten tar colocarse en la
óptica de los principales sectores que estarán presentes en
la reunión, con el objeto de no provocar reacciones in n e ­
cesarias contrarias. E n lo posible, debe haber preocupación
porque cada ocasión sirva para dar a conocer un aspecto
d iferen te de la política de su país en general o relativa a
aquel donde se encuentra acreditado
Los discursos que vaya pronunciando un Jefe de
M isión du ran te el cum plim iento de sus funciones deben ser
debidam ente clasificados, a fin de velar po r una total
coherencia e n tre todos ellos y no se repitan o contradigan
los tem as y evitar que se pierda la o portunidad de dar a
conocer otros aspectos im portantes pára su país.
IV La acción diplomática 207
El discurso constituye un valioso m edio de acción
diplom ática, pero hay que saberlo utilizar. Es más elegante
leer que im provisar, aun cuando se conozca p erfectam ente
el tem a de que se tra te, a m enos que deba hablarse ante
u n auditorio conocido, am istoso e inform al. E n las cerem o­
nias oficiales, debe siem pre leerse. Esto perm ite, asim ism o,
d ifu n d ir rápidam ente el discurso a través de m edios in fo r­
m ativos, si tal cosa fu era beneficiosa para los fines p erse­
guidos.
E n general no hay que desperdiciar oportunidades
para d ar a conocer a través de este m edio, en los más
diversos ám bitos locales, los principales postulados de su
gobierno, la situación que vive el país, los avances econó­
m icos, científicos o tecnológicos, con el objeto de d ifu n ­
dirlos así com o p ara enm endar errores.
H ay que aceptar todas las invitaciones que su rja n así
como prom overlas y hacerlo no sólo en la capital del país,
sino que viajando a otros lugares de im portancia

c) Otros

Paralelam ente, existen otros m edios de carácter más


inform al. E n tre éstos hay que consignar la conversación
d u ran te una recepción social, el alm uerzo de tra b a jo , y
otros sim ilares. Por esto es preciso m antenerse siem pre
preparado para tra tar tem as de interés en situaciones
inesperadas, así com o alerta para en co n trar al interlocutor
útil para cada m ateria en particular.

2.2.2 R especto del propio país

Estas actuaciones se desarrollan a través de las com unicaciones


telefónicas y los llam ados a consultas o a inform ar.

a) El teléfono

El teléfono presenta la v en taja de la rapidez del contacto


y para recib ir una respuesta. Sin em bargo, en m uchos
países obtener una com unicación telefónica resulta todavía
d ifícil y lento, adem ás de caro. A dm inistrativam ente,
208 Eduardo Jara Roncati
adem ás, resulta inadecuado, porque no queda nada escrito
y los tem as conversados pueden ser olvidados. Desde el
p u n to de vista de la seguridad, es inconcebible, ya que es
susceptible de ser in te rfe rid a y controlada fácilm ente como
o cu rre, po r lo dem ás, en num erosos países. E n consecuen­
cia, hay que ser m uy pru d en te al seleccionar los tem as
que puedan ser tratados po r este m edio, evitando usarlo
p a ra m aterias secretas o confidenciales. Esto es válido,
incluso, respecto de las com unicaciones telefónicas locales
en el país de destino.

b) E l llam ado a consultas o a in fo rm ar

E l llam ado a consultas o a in fo rm ar, en cam bio, si bien


resulta más oneroso, constituye el m ejo r m odo de p ro p o r­
cio n ar una inform ación o efe c tu a r un análisis, ya que da
la o p o rtu n id ad para conversar con tran q u ilid ad , fre n te a
fre n te , sin interferen cias y con u n m áxim o de seguridad.
Incluso puede, eventualm ente, p e rm itir tom ar decisiones
más rápidas y m ejo r fundadas. A pesar de tales ventajas,
este m edio se ve entorpecido porque se req u iere de una
autorización p rev ia del M inisterio, la que a veces resulta
d ifíc il de ob ten er especialm ente por la necesidad de evitar
su abuso. U n E m b ajad o r juicioso debe solicitar tal a u to ri­
zación solam ente cuando las circunstancias realm ente lo
exigen y no por el sim ple deseo de sostener una entrevista
con las autoridades de su M inisterio o por desgracia, como
tam bién suele o c u rrir, de v iaja r a su país.
Este m edio de com unicación se hace público por
p arte de los gobiernos, cuando han ocurrido sucesos que
a fectan las relaciones bilaterales y que, po r m otivos
diversos, se desea poner de m anifiesto. E n tal caso, la
p u b licid ad proviene del país que convoca a su Je fe de
M isión.
E sta fo rm a de com unicación oral presenta la v entaja
adicional de p e rm itir, si se desea, d e ja r una relación
e scrita de los tem as tratados du ran te las diversas e n tre ­
vistas y eventualm ente p o n e r en contacto a un Jefe de
M isión con todos los funcionarios que tra b a ja n vinculados
con el país donde desem peña sus funciones.
IV La acción diplomática 209

2.3 A ctividades y situaciones especiales

2.3.1 A niversario N acional

Todos los países tienen un Día N acional, que puede correspon­


der al aniversario de su independencia, al cum pleaños del R ey o
R eina, la fundación de la R epública, el día de la C onstitución o
la conm em oración de cualquier otro acontecim iento interno.
Ese día debe ser celebrado no sólo en el país, sino que en
todas sus M isiones diplom áticas y consulares en el exterior. Las
M isiones deben conceder a esa celebración un relieve especial,
por su significado nacional e internacional
En efecto, con la anticipación adecuada, deberá elaborarse
un program a de actividades, que incluya en lo posible actos de
diversa índole, que culm inen el mismo día aniversario con una
recepción social. E n consecuencia, puede organizarse un acto
cultural, recitales artísticos, actividades deportivas, un concurso
literario, de p in tu ra , conferencias sobre el país. U n a exposición
tam bién es una buena alternativa, o en general cualquier acto
destinado a crear un am biente especial.
El día del aniversario se izará la bandera nacional en la
sede de la M isión en presencia de todo el personal, a la hora
correspondiente. En algunos países hay honores m ilitares, pero
esto no es estrictam ente indispensable, ya que está entregado a
los usos locales. Luego, suele contem plarse la colocación de
ofrendas florales, ante los m onum entos del m áxim o héroe nacio­
nal y del propio si lo hubiere, acto al cual debe co n cu rrir el
Jefe de M isión y todo el personal de la m ism a. E n esta m ateria
hay que regirse por los usos y el protocolo local.
En algunos países se acostum bra, por cortesía, izar la
bandera nacional como un hom enaje al país que se en cuentra de
aniversario en alguna dependencia oficial o enviar una nota
especial de saludo, a través de la D irección del Protocolo. Igual
cosa pueden hacer las dem ás M isiones diplom áticas, las que
pueden izar sus banderas nacionales en la sede de su C ancille­
ría o enviar una nota de congratulación, o am bas cosas a la
vez. En caso de que exista una relación personal en tre los
respectivos Jefes de M isión puede hacerse una dem ostración
am istosa adicional, com o por ejem plo, enviar flores a la esposa
del Jefe de M isión. En las grandes capitales, sin em bargo, estas
costum bres se están sim plificando al m áximo.
210 Eduardo Jara Roncati

A l m ediodía o en la tarde, de acuerdo con la costum bre


del Estado recep tor, debe ofrecerse una recepción social, a la
cual se in v itará a las autoridades locales, cuerpo diplom ático
acreditado en el país, las personalidades más relevantes de
todas las esferas nacionales así, como a quienes tengan v in cu ­
lación con el respectivo país. Los nacionales, según sea su
núm ero pueden ser invitados a esta recepción o bien a una de
carácter especial, destinada exclusivam ente a ese im portante
sector.
E sta recepción social constituye un hito im portante de la
actividad de la M isión du ran te el año, ya que a través del nivel
y la can tid ad de la asistencia podrá m edirse el grado de recep ­
tiv id ad y de respuesta que se ha encontrado en el país para los
esfuerzos de vinculación de todo orden en que debe haberse
esm erado la M isión. Por tal m otivo, debe program arse adecuada­
m ente y con suficien te anticipación, determ inando los invitados,
preparando las respectivas nóm inas, enviando oportunam ente las
invitaciones y luego organizando una recepción que, siendo
sobria, refleje una disposición po r a ten d er adecuadam ente a los
asistentes. Esa recepción debiera ten er lugar en la residencia de
la M isión, pero en caso de que por cualquier m otivo ésta no
fu era apta para ello, lo que norm alm ente no debiera suceder,
hab rá que re c u rrir a un lugar público que reúna los requisitos
adecuados, en cuanto a características y nivel.
E n caso de que deba realizarse o tra recepción para los
nacionales, ella debe reu n ir idénticas características, ya que no
se tra ta en este caso de una reunión social secundaria, sino
sim plem ente es el resultado de que no pueda realizarse sólo una
recepción, por razones de espacio o de núm ero. E n tal caso,
esta reunión debe ser organizada y desarrollada con la m ism a
preocupación y esm ero que la anterior.
Esta actividad, más que ninguna otra, constituye una
preocupación im portante para el Jefe de M isión y el personal de
la m ism a. D urante su desarrollo, cada cual debe a ten d er a los
invitados de su respectivo sector, esto es, po r ejem plo, los del
sector económ ico por quien o quienes tra b a ja n en esa área, los
A dictos M ilitares por parte de su sim ilar de la M isión, los de
prensa po r los funcionarios de esa sección, etc. Sólo así el Jefe
de M isión quedará libre para preocuparse en fo rm a especial de
las autoridades presentes.
E n algunos casos suele ser conveniente in v itar a delega­
ciones civiles o m ilitares, o a determ inadas personalidades, para
v iaja r a su país con m otivo del aniversario nacional. Las res­
IV La acción diplomática 211
pectivas proposiciones deben ser hechas con m ucha anticipación,
a fin de que el gobierno pueda estudiarlas tranquilam ente y las
invitaciones respectivas se cursen con la opo rtu n id ad requerida.
Estas invitaciones suelen dar origen, a su vez, a invitaciones
hacia el otro país, lo que presta una excelente colaboración
p ara el desarrollo de las relaciones entre dos países.

2.3.2 V isitas de autoridades nacionales

C uando las relaciones entre dos países son norm ales, se van
creando vínculos entre las diversas áreas. E n caso de que estén
afectadas por problem as, éstos vínculos sectoriales, pueden
ben eficiar a las relaciones en general. C ualquiera que sea el
nivel y la intensidad de los respectivos nexos, cada vez es más
frecu en te el intercam bio de autoridades, altos funcionarios,
delegaciones técnicas y personalidades nacionales de los más
diversos sectores.
Sim ultáneam ente, en form a paralela a la diplom acia tra d i­
cional, se está desarrollando una form a m oderna, donde las
respectivas autoridades discuten directam ente entre sí. Esto da
origen a un progresivo intercam bio de visitas y, en casos
especiales pero cada vez más frecuentes, de Jefes de Estado.
El apoyo de la M isión es un elem ento fu n d am en tal para el
éxito de tales visitas. Por de p ronto, deb erá dar su opinión
oportunam ente acerca de la utilid ad de la m ism a, asesorando en
la determ inación de las fechas más adecuadas p ara los dos
países e incluso en la integración de la delegación. C uando se
acerque la respectiva fecha, deberá tra b a ja r directam ente con
las autoridades del respectivo país a fin de elaborar el p ro g ra­
m a y posteriorm ente la form a de llevarlo a cabo. De todos esos
trám ites debe irse dando cuenta regularm ente a su respectivo
M inisterio. Cuando todo esté debidam ente preparado, habrá que
inform arlo, a fin de que la autoridad visitante tenga la certeza
de que todos los preparativos han sido finiquitados.
U na vez en el país, los visitantes deben ser debidam ente
acom pañados y asesorados desde su llegada hasta su partida. De
acuerdo a su nivel deben ser esperados en el aeropuerto, para
lo cual hab rá que avisar previam ente a través del Protocolo
local a todos los sectores involucrados, incluyendo su transporte
hasta su alojam iento, el que deberá haber sido adecuadam ente
seleccionado. Se le entregará un program a con sus actividades,
a fin de que la delegación visitante tenga ocasión de in tercam ­
212 Eduardo Jara Roncati

b iar ideas acerca de su desarrollo y pueda eventualm ente e fe c ­


tu ar con tiem po alguna alteración, lo que po r lo dem ás debiera
ser de m uy rara ocurrencia.
Para el éxito de los objetivos de estas visitas, resulta
siem pre útil organizar en su honor alguna reunión social, que
les p erm ita disponer de la sede de la M isión para recib ir digna­
m ente a sus interlocutores. Los visitantes deberán decidir si
necesitan algún otro apoyo.
De acuerdo al nivel y a los objetivos de la delegación, el
je fe de M isión o alguno de los m iem bros del personal diplom á­
tico d eb iera asistir a las reuniones, pero ello está entregado a
las características de cada visita en particular. E n todo caso,
deben ser debidam ente acom pañados hasta la sede de reuniones.
R esulta d ifícil im aginar, sin em bargo, que el je fe de m isión sea
m arginado de una reunión que se refiera a algún tem a relacio­
nado en su m isión diplom ática.
T am bién sucede que llegan hasta el país autoridades
nacionales en visitas privadas. Incluso en este caso, deben ser
objeto de una atención especial, a fin de perm itirles cum plir
adecuadam ente con sus program as, los que eventualm ente po­
d rían incluir entrevistas con determ inadas personas, lo cual
debe hacerse con la reserva necesaria para no alterar el o b je ­
tivo perseguido. A un cuando se trate de turism o o de descanso,
siem pre hay que preocuparse de su perm anencia en el país.
P ara la atención de una delegación, no hay que olvidar
que todos sus m iem bros son im portantes, desde el prim ero hasta
el últim o. Suele o c u rrir que los desvelos se d irija n sólo a quién
la presida, pero hay que preocuparse especialm ente de todos,
por cuanto han sido seleccionados por algún m otivo para cum ­
p lir determ inadas funciones, y requieren para ese fin del apoyo
de la M isión.
Si fu era necesario p u b licitar la visita, hab rá que p reo cu ­
parse especialm ente de la cobertura que le otorgue la prensa,
p ara lo cual la respectiva sección de la M isión deberá haber
adoptado las m edidas adecuadas, así com o organizado la in fo r­
m ación regular de los m edios de prensa acerca de las activ id a­
des diarias de la m ism a. En caso contrario, si se trata de una
M isión que se p refiere m antener en reserva, habrá que preocu­
parse de la fo rm a de lograrlo.
E sta preocupación especial no debe interrum pirse hasta la
p artid a de la delegación, no olvidando agradecer posteriorm ente,
en su nom bre y en el de la M isión, por las atenciones recib i­
das, p o r escrito o solicitando para tal fin una audiencia espe­
IV La acción diplomática 213

cial con el D irector del Protocolo y con las autoridades p a rti­


cipantes.

2.3.3 C ondecoraciones

Las condecoraciones constituyen un m edio diplom ático casi


universal a través del cual un Estado reconoce oficial y p ú b li­
cam ente servicios relevantes prestados al país o m éritos espe­
ciales de ciudadanos nacionales o ex tran jero s, civiles o m ilita­
res. Sin em bargo, hay países que no condecoran, otros que no
lo hacen respecto de sus nacionales, otros que no las aceptan
para sus nacionales.
Junto con servir p ara distin g u ir tales m éritos y virtudes,
la condecoración perm ite crear vínculos perdurables entre un
país y una persona determ inada, ya que los condecorados
m antendrán para siem pre una relación afectiv a con ese E stado,
com o un reconocim iento natural por la distinción de que fu era
objeto.
E n el e x terio r, los Jefes de M isión deben p roponer a sus
M inisterios de Relaciones E xteriores los nom bres de personas
que en su concepto debieran ser acreedoras a una condecora­
ción, en las diversas categorías en que éstas están divididas. En
térm inos generales, a pesar de la diversidad de O rdenes y
reglam entaciones nacionales, se distingue entre G ran C ruz, G ran
O ficial o E ncom ienda con Placa, C om endador o Encom ienda,
O ficial y C aballero. Algunos Países tienen una distinción espe­
cial, el Collar, para los Jefes de Estado. O tros otorgan a las
m ujeres el Lazo de D am a, sin grados.
En algunos casos, antes de c o n fe rir una condecoración
debe solicitarse la autorización del gobierno al que pertenece el
eventual hom enajeado. Así ocurre, por ejem plo, con las m onar­
quías y con algunos países de E uropa O ccidental, com o F rancia,
la R epública Federal A lem ana, A ustria. En el caso de G ran
B retaña, ésta generalm ente se opone a que sus ciudadanos
acepten condecoraciones extranjeras. Suiza, por su p arte,
in te rp re ta que se condecora al Estado y obliga a sus fu n cio n a ­
rios a entregarlas.
E n el caso de que la cerem onia de condecoración tenga
lugar en el exterior, ésta debe realizarse en la residencia
oficial de la M isión diplom ática, y p reparada acuciosam ente por
el funcionario encargado de los asuntos del cerem onial y del
protocolo, ateniéndose estrictam ente al reglam ento dictado para
214 Eduardo Jara Roncati
ese fin por su país. En general, las M isiones condecoran a
extranjeros que reúnan m éritos especiales y eventualm ente a
diplom áticos que han cum plido una destinación po r un d e te rm i­
nado núm ero de años en su país, m ientras que en los M inis­
terios de Relaciones E xteriores se distingue a personalidades
visitantes y a los Jefes de M isión al m om ento de poner térm ino
a sus funciones.
E n general, la condecoración debe ser im puesta, después
de pronunciar un discurso, por el propio Jefe de M isión, ayuda­
do po r un funcionario y en presencia de todo el personal de la
m ism a, así com o de invitados especiales y del propio hom ena­
jeado. E sta condecoración puede ser otorgada antes de un
banquete, o durante un acto especial, seguido de un coctel o
una recepción.
Los A dictos de las Fuerzas A rm adas suelen ser condecora­
dos al poner térm ino a sus funciones en un país, du ran te un
acto especial, que puede ser colectivo para varios A dictos, por
p arte del M inisterio de D efensa N acional respectivo o de la
institución local sim ilar a la que ellos pertenecen.

2.3.4 M anifestaciones públicas fre n te a una


M isión diplom ática.

En u n a época como la actual, de agitación política, las M isiones


diplom áticas suelen verse enfrentadas a m anifestaciones p ú b li­
cas, por políticas de sus gobiernos, acontecim ientos históricos o
situaciones de o tra naturaleza, ya sean pacíficas, organizadas,
autorizadas o no, e incluso violentas.
U n grupo de personas, pertenecientes a un determ inado
sector del E stado receptor, puede acercarse, por ejem plo, a una
M isión, pacíficam ente, para solicitar una entrevista con el
E m bajador, el R epresentante Perm anente o algún funcionario de
la m ism a, a fin de plantear determ inados problem as entregar
una petición por escrito d irigida a sus autoridades o bien
solam ente para protestar pacíficam ente por algún m otivo v in cu ­
lado con aquel país.
A nte tal situación, la M isión tiene varias alternativas:

M antener las puertas cerradas, haciendo caso omiso


de la misma;
A ceptar la petición a través del conducto norm al del
IV La acción diplomática 215

correo ordinario que llega a la M isión, pero sin


pronunciarse sobre el fondo de las misma;
Invitar al portavoz del grupo a ingresar a la C anci­
llería, aten d er su petición y explicarle la posición de
su gobierno al respecto.

E n tre estas tres alternativas, la m ayor parte de los países


se inclinan po r la tercera, ya que perm ite dism inuir la tensión
de los m anifestantes desde el m om ento en que lograron su
objetivo de hacerse escuchar, intercam biar ideas y ev entual­
m ente ob ten er una respuesta para sus planteam ientos. Si el
propósito es sólo d e ja r una carta, parece ser más conveniente
recibirla a través de un funcionario diplom ático, pero evitando
e n tra r en debate acerca del contenido de la m ism a. E sta debiera
lim itarse a asegurar que ella será entregada al respectivo Jefe
de M isión.
Sin em bargo, si tales m anifestaciones adquiriesen un
carácter m enos pacífico, o incluso am enazador para personas o
instalaciones, hay que re c u rrir sin dem ora a la D irección del
Protocolo local, desde el m om ento que la legislación in te rn a ­
cional determ ine que "el Estado receptor tiene la obligación
especial de adoptar todas las m edidas adecuadas para proteger
los locales de la M isión contra toda intrusión o daño y evitar
que se tu rb e la tranquilidad de la M isión o se atente co n tra su
dignidad".4
Si las circunstancias lo aconsejan puede solicitarse ayuda
directam ente a la repartición respectiva de la policía nacional,
la que sólo puede ingresar a los locales de la M isión con la
autorización de ésta.
E n m uchos países se exige que estas m anifestaciones sean
autorizadas previam ente por las autoridades locales, la que
anuncian a la M isión, con anticipación, que ten d rá lugar una
m anifestación fre n te a su sede, indicando el día y la hora, así
com o colocando los efectivos policiales adecuados. Al conceder
esta autorización, el gobierno local asum e una responsabilidad
fre n te a la M isión y al país al que ésta represente ya que si
llegan a producirse incidentes, éste puede encontrarse, entre
otras situaciones, en la d ifícil obligación de p resentar excusas o
de d ar una adecuada satisfacción por las ofensas provocadas.

4. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, articulo 22, párrafo 2.


216 Eduardo Jara Roncati
Las autoridades de la M isión tienen asim ism o el deber de
estu d iar con serenidad el tipo de m anifestación de que se trata
y los riesgos concretos que ella presenta, evitando c o n fu n d ir
una dem ostración tranquila con un acto violento o potencial­
m ente d ifíc il y re c u rrir así, incorrectam ente, a la policía o al
M inisterio de R elaciones E xteriores local. E n cualquier caso,
hay que ev itar po r todos los m edios el uso de la violencia, a
m enos que se trate de actos que m anifiestam ente revisten ese
m ism o carácter en u n grado alto de peligrosidad y que afecten
de u n a m anera d irecta la seguridad de la M isión o la de alguno
de sus m iem bros.

2.3.5 A silo diplom ático

Suele o c u rrir, incluso en fo rm a m ás frecu en te de lo que pudiera


pensarse, que nacionales del Estado recep to r o extranjeros
ingresan a una M isión diplom ática con el propósito de solicitar
asilo.
L a p ráctica del asilo es originaria de A m érica L atina, pero
m uchos otros países la reconocen de hecho. Se tra ta de una
institu ció n de derecho internacional regional am ericano que está
debidam ente reglam entada.5
Sin p erju icio de las cláusulas reglam entarias que existen al
respecto, quien ingresa a los locales de una M isión diplom ática
debe tratarse de un perseguido político y no de un delincuente
com ún, hacerlo sin arm as o en caso de portarlas, entregarlas de
inm ediato. L a calificación corresponde al Estado que presta
asilo. El asilado no tiene derecho, en p rincipio, a com unicarse
con el exterior, está som etido a la legislación del E stado res­
pectivo y a las instrucciones de toda índole que se le im parten.
Por últim o, debe tratarse de una situación de urgencia, esto es,
que exista un peligro real y concreto de la vida del peticionario
y que d u re el tiem po estrictam ente necesario para que éste,
saliendo del país o a través de o tra fórm ula, pueda recuperar
su seguridad personal. Lo prim ero que debe hacerse en tal caso
es in fo rm a r al Jefe de M isión, quien d eb iera asignar el proble­
m a a uno de los m iem bros del personal diplom ático de la m ism a,

5. Convención de la H abana de 20 de febrero de 1928, de Montevideo de 26 de


diciembre de 1933 y de Caracas de 28 de mareo de 1954. Ver anexos 99, 10
y 11, respectivamente.
IV La acción diplomática 217
con el objeto de qu ed ar con una m ayor lib ertad de acción.
C onviene intentarse conocer en detalle las razones de la d e c i­
sión, de q u ien se tra ta, y cuáles son los problem as de que es
objeto , intentando m uy particularm ente d etectar la veracidad de
los dichos.
E n caso de que se trate de un problem a que presente una
cierta veracidad, debe consultarse a su M inisterio de R elaciones
E xteriores, a fin de solicitar instrucciones, para lo cual será
necesario proporcionar todos los elem entos conocidos y aportar
su propia opinión. E sta consulta debe ser hecha con u n m áxim o
de rapidez, a fin de que no alcancen, en lo posible, a crearse
problem as con el Estado receptor.
H ay que consignar expresam ente que no cabe el asilo sino
que en los locales de la M isión, y en ningún caso procede en la
residencia de los m iem bros del personal diplom ático de una
M isión, de los representantes perm anentes ante O rganizaciones
Internacionales u otro sitio sim ilar. En general se tra ta de una
situación m uy d ifícil en térm inos políticos, ju ríd ico s y hum anos,
que debe ser resuelta con tino y reserva, de tal m anera de
prestar el apoyo que sea ju sto sin a fectar las relaciones entre
los países involucrados. Es d ifíc il rechazar un asilo a p rio ri u
otorgarlo en fo rm a condicional, porque en am bos casos las
instrucciones podrían ser diferentes y la M isión encontrarse en
una situación com pleja. La fig u ra de considerar el presunto
asilado com o u n huésped de la M isión, po r su p arte, puede dar
origen a situaciones que se prolonguen indefinidam ente en el
tiem po, ya que puede ser interpretado com o un subterfugio por
las autoridades locales creando roces y dificultades en tre los
respectivos países.
En caso de que se resuelva, por cualquier m otivo, rechazar
tal solicitud, debe hacerse con la m ayor reserva posible, in te n ­
tando no crear al peticionario, por razones hum anitarias, d ifi­
cultades adicionales.
C uando la decisión es favorable, hay que com unicarlo de
inm ediato al M inisterio de Relaciones E xteriores local, solici­
tando sim ultáneam ente el otorgam iento de un salvoconducto,
que no es un docum ento ju ríd ic o sino sim plem ente a d m in istra ti­
vo, y que está destinado sólo a p e rm itir la libre salida del
afectado de la sede de la M isión, así com o del territo rio nacio­
nal. Con la autorización respectiva, algún m iem bro del personal
de la M isión debe acom pañar al asilado en su p artid a hasta el
m ism o m edio de transporte que lo sacará del país, sea al Estado
acreditante o a un tercero.
218 Eduardo Jara Roncati

El otorgam iento de un asilo no debiera, en principio,


a fectar en m odo alguno las relaciones en tre los países invo­
lucrados. No debe ser in terpretado ni com o una intervención en
los asuntos internos ni como un cuestionam iento de la situación
política im perante en el Estado receptor. Más bien como una
decisión su b jetiv a, de carácter hum anitaria, que sólo envuelve
la solución de u n problem a personal. Sin em bargo, las M isiones
diplom áticas deben ser m uy cuidadosas de actuar siem pre en
esta m ateria atendiendo peticiones, por cuanto el Estado recep ­
tor podría considerar como un acto poco amistoso el hecho de
que u n a M isión ofrezca el otorgam iento presente o fu tu ro de un
asilo diplom ático al gobierno local.
El Estado receptor sin em bargo, no está obligado, a con­
ceder tal salvoconducto ni tiene un plazo para hacerlo, lo cual
puede significar que el asilado deba perm anecer por un tiem po
indeterm inado en la sede de la m isión.
F u era de A m érica L atina, la práctica del asilo ha sido
aceptada en varias ocasiones, com o du ran te las segunda guerra
m undial, la guerra civil española, etc. E specialm ente interesante
resulta al respecto el caso de la E m bajada de C hile en España,
entre ju n io y agosto de 1939.6

2.4 Sím bolos nacionales

Los símbolos o em blem as nacionales representan a un Estado


determ inado y sim ultáneam ente constituyen la m anifestación de
la nacionalidad. En tal carácter, deben ser presentados en la
form a más apropiada y ser objeto del m áxim o respeto.
C ada Estado tiene reglam entados sus sím bolos nacionales,
sus características, su diseño y su uso. En general, se recono­
cen com o tales la bandera nacional, el escudo de arm as, el
him no nacional, la escarapela o cucarda y la bandera p residen­
cial.

2.4.1 La bandera nacional

L a bandera constituye el más relevante sím bolo de un país, y


debe ser respetada por nacionales y extranjeros.

6. Citado por Charles Rosseau, ob cit. página 342.


IV La acción diplomática 219
Sin perju icio de los respectivos reglam entos nacionales, los
países tienen derecho a que sus M isiones diplom áticas en el
ex terio r y los Jefes de éstas puedan colocar la bandera nacional
en el edificio de la M isión, en la residencia del Jefe de la
M isión cuando éste está ubicado en otro edificio y en sus
m edios de transporte. Así lo determ ina el artículo 20 de la
Convención de V iena sobre Relaciones diplom áticas.
Su izam iento debe ser hecho ateniéndose a las respectivas
reglam entaciones nacionales, así com o a los usos y costum bres
locales, teniendo siem pre presente que la bandera nacional
constituye la más relevante insignia del país, m ediante la cual
pueden rendirse honores así com o reacciones fre n te a otras
situaciones, com o duelos, efem érides o celebraciones, tanto del
propio país, com o del país sede y de otros países amigos.
Sim ultáneam ente con atender las norm as locales, debe ser
usada de acuerdo con las norm as nacionales, esto es, proceder a
su izam iento total o a m edia asta cuando instrucciones perm a­
nentes o específicas así lo determ inen.
En consecuencia, la bandera debe ser izada cuando el país
receptor así lo disponga, cuando el E stado acreditante lo d e te r­
m ine, y m uy especialm ente los d ía nacionales de am bos. Puede
izarse asim ism o, y es recom endable hacerlo, los día nacionales
de otros Estados con M isiones acreditadas ante el Estado
receptor y con los cuales se m antengan relaciones diplom áticas.
Com o una cortesía especial, puede izarse asim ism o el pabellón
del Estado receptor m ientras su Jefe de Estado esté de visita
en la C ancillería de la M isión o en la residencia del Jefe de la
m ism a, y retirado luego que éste se haya ido.
El izam iento de la ban d era nacional debe ser hecho entre
las 8 de la m añana y el atardecer, lo que suele concretarse a
las 18 horas. Si es necesario que ella perm anezca izada en
fo rm a perm anente du ran te varios días, debe ser b ajada al
finalizar cada día e izada nuevam ente a la hora correspondiente
del siguiente.
R especto de los m edios de transporte del Jefe de la M i­
sión, la bandera debe ser colocada en sus desplazam ientos
oficiales y m ientras él se encuentre en el vehículo, debiendo
ser retirad a tan pronto éste se haya salido, aun cuando perm a­
nezcan en su in terio r su cónyuge o m iem bros de su fam ilia.
Los dem ás m iem bros del personal de la M isión no tienen
derecho a usar la bandera nacional, excepto el E ncargado de
Negocios interino en sus m edios de transporte du ran te sus
desplazam ientos oficiales.
220 Eduardo Jara Roncati

H ay que evitar el uso indiscrim inado de banderas o ban d e­


rines nacionales al in terio r de las C ancillerías y en las residen­
cias de los m iem bros de la M isión, debiendo lim itarse estricta­
m ente a los lugares y oportunidades en que lo indique un uso
respetuoso y equilibrado de la m ism a.
R esulta casi innecesario agregar que la bandera nacional
debe ajustarse estrictam ente a la legislación nacional, en cuanto
dice relación con diseño, colorido y m edidas, que han de estar
en excelente estado y debe ser siem pre izada en una asta de
tam año proporcional al de la bandera.
C uando po r exceso de uso una bandera ya no puede seguir
utilizándose, debe ser enviada al país de origen a fin de que
sea d estru id a siguiendo los reglam entos respectivos. T am bién
p o d ría destruirse localm ente, con autorización previa y cum ­
pliendo tales reglam entos

2.4.2 E l escudo de arm as

L a M isión y el Jefe de M isión tienen asim ism o el derecho de


colocar el escudo de arm as del país al que representan en la
parte exterior de la C ancillería y de su residencia. E n caso de
tratarse de un edificio de departam entos, debe ser colocado en
el piso respectivo, hacia la calle.
El escudo debe corresponder exactam ente a lo establecido
po r la ley, m otivo por el cual resulta necesario solicitarlo
directam ente al M inisterio de R elaciones E xteriores. Sólo así se
respetará exactam ente su diseño y colorido.
Su colocación debe ser hecha de tal m anera que quede
adosado firm em ente al m uro, evitando que pueda ser sustraído o
dañado.

2.4.3 El him no nacional

T oda M isión diplom ática debe contar con ejem plares de la letra
y la m úsica del H im no N acional y con grabaciones del mismo.
Este debe ser usado solam ente para solem nizar las a c tiv i­
dades oficiales relevantes que tengan lugar en la M isión.
E xcepcionalm ente puede ser facilitado p ara su uso por parte de
otras entidades en cerem onias relativas al país, pero en tal
caso habrá que adoptar las providencias necesarias para g aran ­
IV La acción diplomática 221
tizar su utilización respetuosa y digna y asegurar su o portuna
devolución.
E n general, el H im no N acional debe ser em pleado cuando
las disposiciones del país así lo ex ijan o en actos especialm ente
solem nes a los que se desea realzar de una m anera m uy espe­
cial, evitando su uso indiscrim inado. Es útil m antener ejem p la­
res adicionales de éste con el o b jeto de facilitarlo a entidades
del país sede que deseen ejecutarlo en ocasiones especiales.

2.4.4 Otros

Por últim o, algunos países reconocen tam bién como em blem as


nacionales la escarapela o cucarda y el estandarte o bandera
presidencial, éste últim o para el uso exclusivo del Jefe del
Estado.

2.5 Archivo

El archivo de una M isión diplom ática está com puesto po r la


correspondencia recibida y expedida por ella que se en cuentra
en poder de la m ism a M isión. Su propósito es conservar, d e b i­
dam ente catalogada, registrada y ordenada toda la correspon­
dencia, a fin de poder utilizarla com o antecedente p ara los
trabajos de la M isión, (archivo vivo) o para la investigación
diplom ática fu tu ra (archivo histórico).
Para cum plir con tal finalidad, el archivo debe ser m an te­
nido absolutam ente actualizado incorporando a él, día a día,
todas las piezas correspondientes. Debe ser objeto de una
m áxim a atención y cuidado, y encontrarse en un lugar seguro
pero de fácil acceso, a fin de garantizar su consulta cóm oda y
ordenada.
L a docum entación que se e n cu en tra en el archivo de la
M isión es propiedad del Estado y ningún m iem bro del personal
de la m ism a debe estar autorizado para re tira r piezas o hacer
fotocopias, sin que se cum pla con la reglam entación respectiva
que le p erm ita ser autorizado especialm ente al efecto. A dem ás,
ninguna persona ex trañ a a la M isión, cualquiera que sea su
carácter o investidura, debe tener acceso al archivo, aún a las
secciones no confidenciales del m ism o, sin contar con una
autorización sim ilar. En este caso, resulta prudente tom ar nota
de la persona autorizada, de la fecha de la consulta, de los
222 Eduardo Jara Roncati

m otivos que se tuvieron en vista para otorgar la autorización y


de quién la concedió.
E n efecto, el procesam iento y alm acenam iento de la in fo r­
m ación se están viendo revolucionados estos últim os años con el
desarrollo de la inform ática. H asta ahora la fragilidad y vulne­
rabilidad de la m ente hum ana, así como la rotación del personal
diplom ático en tre el M inisterio y el exterior, hacía perderse
m ucha valiosa inform ación. El com putador, en cam bio, perm ite
registrar electrónicam ente una gran can tid ad y diversidad de
datos los que, adem ás, están disponibles cuando se necesitan y
tal com o fu ero n enviados, sin alteraciones ni errores.
L a inform ática perm ite contar entonces, con un gran
archivo central ya sea en el M inisterio o en las M isiones en el
ex terio r, del cual es posible servirse rápidam ente y con un
m áxim o de fidelidad. Para prep arar una entrevista o adoptar
una decisión, es posible conocer el estado de las relaciones
bilaterales, los principales tem as pendientes o, en el ám bito de
las O rganizaciones Internacionales, las resoluciones relativas al
tem a. Para una negociación, puede alcanzarse un inm ediato
conocim iento de los factores de negociación, o de los elem entos
respecto de los cuales el país tiene ventajas com parativas. Y
así sucesivam ente.
Estos elem entos com putacionales p erm iten entonces contar
con más inform ación, en form a rápida y en el m om ento req u e­
rido. Ello está m odificando la función diplom ática, p a rticu la r­
m ente respecto de la m anera de alm acenar y utilizar el corazón
m ism o de esta actividad, la inform ación.
L a custodia del archivo debe ser encom endada a un m iem ­
bro determ inado del personal de la M isión, quien es responsable
en fo rm a personal de su m antenim iento, utilización y seguridad.

2.6 Biblioteca

Para atender adecuadam ente las tareas de difusión de la M isión,


ésta debe contar con una biblioteca que incluya libros de
inform ación general acerca del país así como aquellos que
p erm itan conocer su desarrollo cultural y económ ico.
La organización de tal biblioteca debiera p erm itir la
consulta fácil de los libros en el mism o lugar, así como su
préstam o, ya que sólo así podrá cum plirse cabalm ente con tal
objetivo.
IV La acción diplomática 223

La biblioteca de una M isión diplom ática debe contar con


libros de historia del país, su geografía, m apas, colección de
tratados suscritos po r el país, legislación nacional, derecho
internacional, estadísticas económ icas y financieras, productos
de exportación, im portación, turism o, literatu ra nacional, etc.
Para los trabajos de la M isión resultaría útil que se
contase con una sección especial destinada a obras y pu b lica­
ciones del Estado receptor, para lo cual todos los m iem bros del
personal de la M isión pueden p restar una ú til ayuda, indicando
los libros adecuados d entro de su sección respectiva.
El Jefe de C ancillería debiera conceder una especial
im portancia a la existencia, conservación y buen funcionam iento
de la biblioteca, por la im portancia que ésta reviste p ara los
dos objetivos que hem os reseñado.
Com o un anexo de la m ism a debiera existir una videoteca,
en la cual se conserven películas p ara video, fácilm ente proyec­
ta b a s , relativas a distintos aspectos del país que se representa,
con el objeto de que puedan ser vistas en la m ism a sede de la
M isión o facilitarlas a los interesados. Igualm ente, hab ría que
contar con m apas políticos, físicos, económ icos e históricos,
p ara ilustrar adecuadam ente conferencias sobre el país.
Sería m uy útil poder contar al mism o tiem po con una
biblioteca básica y una videoteca acerca del país sede, para
conocer asi aspectos im portantes de ésta que coayudeñ al
trab ajo diplom ático interno.

3. L a fu n c ió n d ip lo m á tic a a n te la s O rg a n iza c io n es
I n te r n a c io n a le s.

L a función diplom ática m ultilateral reviste características m uy


específicas, derivadas del hecho de que se realiza no sólo en
relación al respectivo organism o, sino que sim ultáneam ente con
cada uno de los Estados m iem bros del m ism o. Los trabajos con
el organism o se conducen a través de los denom inados fu n cio ­
narios internacionales, que son nacionales de Estados m iem bros
de esa en tid ad que trab ajan exclusivam ente para ella.
Este hecho confiere a esta función una dinám ica y m u lti­
plicidad, debido a la rapidez con que debe actuarse a fin de
cum plir efectivam ente con los propósitos perseguidos por el país
así como por la gran cantidad de personas con las que debe
negociarse, con distin ta m entalidad, idiom a y características. El
trab ajo no tiene lím ites en el tiem po, exige enorm es sacrificios
224 Eduardo Jara Roncati
y u n a gran versatilidad p ara actuar en m aterias y coyunturas
siem pre diversas.
M ientras la diplom acia bilateral puede desarrollarse tra n ­
quilam ente, la m ultilateral exige gran rapidez, lo que significa
en la práctica, estar som etido a una gran tensión en térm inos
de tiem po y fo rm a de actuar.
Las R epresentaciones Perm anentes constituyen la v in cu ­
lación entre un Estado y la respectiva O rganización. Para
c um plir con tal fun ció n , deben m antenerse en contacto regular
con am bos cum pliendo las instrucciones que se le im parten
desde el país de origen así como transm itiendo al respectivo
E stado, inform ación acerca de los trabajos presentes y futuros
de la entidad. La organización, por su p arte, no se com unica
directam ente con los Estados m iem bros, sino que debe hacerlo a
través de las R epresentaciones Perm anentes de los m ism os, aun
cuando teóricam ente tiene el derecho de hacerlo.
L a acción de la M isión está determ inada por los estatutos
del respectivo organism o, así como por los térm inos del acuerdo
de sede. A m bos contienen un conjunto de disposiciones a las
cuales deben atenerse estrictam ente.
Las R epresentaciones Perm anentes tienen la obligación de
respetar las leyes locales del Estado sede y no inm iscuirse en
sus asuntos internos. Ello no podría sino que ser así, desde el
m om ento que su función nada tiene que ver con el Estado
donde deben desarrollar sus funciones. L a violación de tales
disposiciones puede provocar la expulsión de un m iem bro de una
R epresentación, por parte de las autoridades del E stado sede.
Este E stado, por su parte, está obligado a facilitar el
tra b a jo de las representaciones y de los m iem bros de su perso­
nal, concediéndoles la com unicación expedita con sus gobiernos,
perm itiéndoles el uso de la valija y los correos diplom áticos y
el envío de m ensajes cifrados. Sin em bargo, no es indispensable
que les conceda la libre circulación por su territo rio , desde el
m om ento que no les corresponde interiorizarse de los aconte­
cim ientos que o curran en el país sede.
E n cuanto a los m edios de acción de que deben valerse las
R epresentaciones Perm anentes, son prácticam ente los mismos
que hemos tenido ocasión de considerar detalladam ente para la
M isión bilateral. N aturalm ente que hab rá que aten d er a las
diferencias derivadas de que en este caso se está actuando con
otros Estados d en tro del m arco determ inado po r el objetivo
perseguido por la respectiva O rganización. Sin em bargo, nada
obsta que estas M isiones puedan ser utilizadas para cum plir
IV La acción diplomática 225

funciones de carácter diplom ático bilateral, encom endándoseles


el cum plim iento de determ inadas actividades com o negociar el
establecim iento de relaciones diplom áticas, la a p e rtu ra de
M isiones, peticiones de agreem ent en casos excepcionales, etc.
E sto es, tales R epresentaciones pueden valerse de todos los
m edios indicados, de acuerdo con la naturaleza de la función.

4. Las conferencias internacionales

Las conferencias internacionales constituyen la fo rm a com o se


desarrolla la diplom acia m ultilateral. E n efecto, hemos visto que
ante las O rganizaciones Internacionales la actividad sigue siendo
básicam ente bilateral, por cuanto las relaciones se centran
entre las delegaciones de los Estados m iem bros. D urante las
conferencias internacionales, sin em bargo, a pesar de que el
contacto bilateral existe y es d efinitivam ente im portante, se
produce en cie rta fo rm a una negociación colectiva, de un
Estado con todos los dem ás representados en la reunión.
Estas conferencias están dando origen a una fo rm a espe­
cial de diplom acia, que ciertos tratadistas están com enzando a
denom inar la diplom acia de las conferencias, para concederles
así características y rasgos propios y especializados. Con el
desarrollo incesante de nuevos tem as que deben ser atendidos
por la com unidad internacional, su núm ero crece progresiva­
m ente y exigen una atención cada vez más seria.
Este tipo de reuniones pueden tener varios objetos, pero
en general persiguen en co n trar la solución a algún tipo de
problem as internacionales o determ inar la reglam entación de
determ inadas m aterias a nivel internacional. Pueden ser de
ob jeto único o m últiple, ad hoc o regulares, con secretariado
perm anente o no. R especto de sus objetivos, pueden constituir
un foro para la discusión de determ inados tem as, para efectu ar
recom endaciones a gobiernos o a O rganizaciones In tern acio n a­
les, para tom ar decisiones que la m ayor parte de las veces son
a d referendum , para negociar inform es o políticas respecto de
determ inados tem as, etc.
E n una ccn feren cia hay que d istinguir dos fases m uy
determ inadas, como son su preparación y su desarrollo.7 La
prim era de esas etapas incluye la iniciativa, las negociaciones

7. Ver anexo 15
226 Eduardo Jara Roncati
prelim inares, la elaboración de un proyecto de agenda, las
invitaciones, la convocatoria y por últim o la designación de
delegaciones. La segunda fase está integrada por una serie de
etapas que se inician el día de su a p e rtu ra y concluyen con la
adopción de los respectivos acuerdos ó recom endaciones.
U no o más países pueden considerar necesario reunirse
entre sí o en fo rm a más am plia para considerar alguna d e te r­
m inada m ateria, para lo cual inform an a la com unidad in te rn a ­
cional en general o a los que estim an más adecuados. C om ienza
así una etapa de negociaciones donde los diferen tes países
efectú an una serie de negociaciones tendientes a echar las
bases de la fu tu ra conferencia. Así determ inan la fecha, la
sede, d iscutirán el tem ario, idearán un proyecto de reglam ento
y, por últim o, cursarán las respectivas invitaciones oficiales.
El tem ario de la reunión debe in te n ta r in clu ir todos los
aspectos relevantes de la m ateria, desde sus diversos ángulos, y
cada parte debe proporcionar los elem entos que considere
adecuados para un tratam iento integral de los m ism os. La sede
se designa en form a convencional, lo que constituye un hecho
más reciente, po r cuanto anteriorm ente casi siem pre la co n fe ­
rencia tenía lugar en el país que había tenido la iniciativa. Más
aún, hoy día existen centros de reuniones de ese carácter, que
reúnen las cualidades requeridas, com o facilidad de com unica­
ciones, equidistancia de las distintas áreas geográficas, seg u ri­
dad, a los que se recurre con una cierta frecuencia.
Luego está la invitación, que es hecha por uno o más
países a los dem ás, o la convocatoria, que proviene de una
en tid ad internacional tanto a sus m iem bros como a los que no
lo son, según lo determ inan los respectivos reglam entos. En
general, debe in v itar el país en cuyo territo rio ten d rá lugar la
reunión. Los Estados son libres para d eterm in ar su aceptación o
no a la invitación o a la convocatoria, para lo cual sus M inis­
terios de R elaciones E xteriores estudiarán, ju n to a las entidades
técnicas correspondientes, la utilidad que les rep o rta su p resen­
cia o ausencia en esa conferencia. A dem ás, su participación
puede ser plena, a través de plenipotenciarios, o solam ente a
través de observadores, que se lim itarán a seguir el desarrollo
de los debates, eventualm ente particip ar en ellos, pero no en
las respectivas votaciones.
U n a vez resuelta su participación, los Estados deben
proceder a designar sus delegaciones a la conferencia. En
general, los países las integran con diplom áticos, que están
asesorados por expertos en las m aterias que serán tratadas, de
IV La acción diplomática 227
tal form a que se logra alcanzar un adecuado nivel en cuanto a
técnicas de negociación y conocim iento de fondo de los respec­
tivos problem as. Sin em bargo, hay que resaltar que los g obier­
nos son soberanos para designar a sus representantes, sin estar
obligados a in teg rar sus delegaciones de tal o cual m anera.
Los países tienen la tendencia a designar delegaciones
cada vez más num erosas, lo que en cu en tra su origen en la
diversidad de m aterias que deben ser objeto del análisis in te r­
nacional. E n general es necesario estar bien asesorado en los
nuevos tem as que surgen a la consideración de la com unidad y,
por otra p arte, las conferencias suelen tra b a ja r a nivel de
com isiones, que sesionan sim ultáneam ente, lo que exige una
presencia en todas ellas a través de personal idóneo. A menos
que el reglam ento respectivo establezca lo contrario, no hay
lím ites respecto del núm ero de delegados que pueden enviar a
una conferencia.
La delegación debe ser provista de plenipotencia, o sea de
poderes que la acredite en tal carácter y que perm ita a sus
integrantes particip ar en las negociaciones respectivas hasta
firm a r las eventuales resoluciones o declaraciones que em anen
de la reunión. Estos poderes serán observados por u n a com isión
especial, denom inada Com isión v erificad o ra de poderes o de
C redenciales, la que debe constatar si están en orden y han
sido em itidos por sus autoridades respectivas. Sim ultáneam ente,
su nom bre debe ser com unicado al país a n fitrió n o al respectivo
organism o internacional, para los fines adm inistrativos p e rtin e n ­
tes.
La consideración de la agenda tiene lugar a dos niveles
distintos, en form a de plenario, con la asistencia de todas las
delegaciones, o en com isiones o Sub Com isiones, donde p a rti­
cipan las delegaciones elegidas en cada caso aun cuando están
abiertas, generalm ente, a la participación de todas las demás.
Paralelam ente, los m iem bros de las delegaciones tom an contacto
entre sí, en oportunidades diversas, form ales o inform ales, para
ir conociendo las respectivas posiciones, obteniendo apoyo para
sus proposiciones o negociando su propio apoyo a los proyectos
de las demás.
E sta actividad tiene una invalorable im portancia y exige
del diplom ático un conocim iento adecuado de los tem as, así
como habilidad para contactarse rápida y eficientem ente con
nacionales de países diversos, con costum bres, idiom as o valores
diferentes. Este trab ajo denom inado "de pasillo", aun cuando no
se realice m aterialm ente allí, proporciona los elem entos adecúa-
228 Eduardo Jara Roncati

dos p ara que la delegación pueda ir avanzando adecuadam ente,


esto es, con apoyo y dentro de la orientación de la m ayoría,
evitando un eventual aislam iento que sólo conduce a errores de
apreciación y casi siem pre a un fracaso p ara de sus proposicio­
nes.
Las sesiones plenarias tienen lugar al com ienzo de la
reu n ió n , al térm ino y cuantas veces sea necesario a juicio de
los participantes. E n la sesión de a p ertu ra, éstos se ponen de
acuerdo acerca de la agenda fin al, el reglam ento de la reunión,
las precedencias, y se crea la Com isión v erificadora de poderes.
L a elección de la M esa D irectiva, po r su p arte, reviste una
gran im portancia; si bien en ciertos casos se elige al Presidente
de la delegación del E stado sede, en reuniones de m ayor im p o r­
tancia política habrá que nom brar una persona de cualidades
especiales, que por un lado tenga prestigio internacional y sea
respetable, pero adem ás otorgue garantías de ecuanim idad y
o b jetiv id ad a todos los Estados participantes. La m ayor parte de
las veces los Estados negocian las candidaturas con bastante
antelación al inicio de la reunión, y las partes deben estudiar
acuciosam ente la u tilidad o no de p resentar candidatos naciona­
les para tal fin , estudiando m uy especialm ente las posibilidades
concretas que tenga su candidato para resultar elegido. En esta
m ateria, es m uchas veces m ejor no presentar candidato, que ser
d errotado en una votación por las rivalidades que ellas provo­
can y las enem istades a que puede dar origen.
Las sesiones plenarias de trab ajo perm iten la aprobación
de la agenda d efin itiv a, la aceptación de las delegaciones de
acuerdo con el info rm e de la Com isión encargada del estudio de
los respectivos poderes, organizar los trabajos de la reunión y,
dentro de este contexto, proceder a la designación de las
com isiones o subcom isiones de trab ajo que considere conve­
nientes para avanzar en el desarrollo de la agenda. U na espe­
cial im portancia tiene al respecto el denom inado debate general,
que está constituido por la intervención de todos los Jefes de
delegación, quienes dan lectura a docum entos preparados por
sus M inisterios donde se consignan los puntos de vista genera­
les de los respectivos gobiernos acerca de los d iferentes temas
que serán tratados du ran te el curso de la reunión. Este debate
perm ite conocer la posición general de cada país participante
en la reunión, m otivo por el cual debe ser seguido con especial
atención po r las diversas delegaciones. Las diferentes exposicio­
nes se van a desarrollando de acuerdo con el turn o que les
corresponda a cada una de ellas, para lo cual hay que proceder
IV La acción diplomática 229
previam ente e inscribirse para tal fin. Este debate puede a b a r­
car varias acciones.
D urante las sesiones plenarias de tra b a jo pueden crearse
asim ism o las com isiones que se estim e necesario p ara cum plir
con los objetivos de la reunión, y en tal caso, la actividad se
traslada a éstas, suspendiéndose las reuniones plenarias. Adem ás
de la com isión de credenciales, suelen existir la com isión de
estilo y tantas com isiones de trab ajo como sean los tem as por
considerarse. Estas com isiones están integradas por los m iem ­
bros de las d iferentes delegaciones, eligen sus autoridades,
efectú an debates acerca de las m aterias entregadas a su cono­
cim iento, elaboran proyectos de resolución que son som etidos a
votación y, po r últim o, elevan un inform e al plenario con el
objeto de d ar cuenta del desarrollo de sus trabajos así como de
los acuerdos alcanzados los que quedan entregados a su consi­
deración.
Para cum plir con sus funciones, estas com isiones pueden
crear sub com isiones o grupos de tra b a jo , a los que se encarga
el estudio de determ inadas m aterias acerca de lo cual deben
in fo rm ar oportunam ente a la respectiva Com isión.
D urante el curso de una conferencia, pueden tener lugar
distintos tipos de reuniones form ales o inform ales, donde las
distintas delegaciones intercam bian ideas o adoptan posiciones
com unes. Pueden reunirse, po r ejem plo, las delegaciones de
países que pertenecen a acuerdos especiales, com o ASEA N , la
C E E o grupos regionales como A frica, A m érica L atina, o e n ti­
dades tales com o los N o A lineados.
La integración de la delegación debe ser com unicada por
nota diplom ática o una nota verbal d irigida al P residente de la
conferencia o al M inisterio de Relaciones E xteriores del país
a n fitrió n po r el M inistro de Relaciones E xteriores o el E m ba­
ja d o r acreditado en ese país, según lo establezcan los respecti­
vos reglam entos.
Las respectivas delegaciones deben in fo rm a r a sus M inis­
terios acerca del desarrollo de la reunión y m uy especialm ente
acerca de los proyectos de resolución, m otivo por el cual
pueden surgir instrucciones gubernam entales en cada una de las
instancias que hicieran a una delegación v ariar sus posiciones,
lo que pu d iera o c u rrir, por ejem plo, entre lo acordado en una
Com isión y la consideración de esos acuerdos po r el plenario
L a conferencia concluye con la sesión plenaria de clausu­
ra, donde el con ju n to de las delegaciones debe considerar los
inform es que le han sido elevados po r las d iferen tes com isiones
230 Eduardo Jara Roncati
de tra b a jo , en los cuales constan los respectivos proyectos de
resolución así com o eventualm ente las proposiciones acerca de
recom endaciones y declaraciones que debieran em anar de la
reunión.
D urante esta reunión, las diferentes delegaciones tienen el
derecho de exponer sus puntos de vista acerca del contenido de
las m aterias som etidas a su consideración, de votar los respec­
tivos proyectos los que, una vez aprobados, pasan a tener un
carácter definitivo. Los acuerdos alcanzados du ran te la reunión,
la fo rm a como se desarrolló la m ism a, la nóm ina de los in te ­
grantes de las delegaciones y, en general, todos los aspectos de
interés, deben constar en un A cta F inal cuya aprobación debe
ser hecha en la sesión plenaria de clausura. El proyecto de
A cta F inal debe ser cuidadosam ente estudiado por las delegacio­
nes, ya que cuanto conste en él tiene un carácter oficial.
L a función que se desarrolla en una conferencia in tern a­
cional exige u n a form a especial de técnica diplom ática, que
debe aten d er a intereses diversos y contradictorios, m uchas
veces de gran im portancia para sus países, exige una gran
habilidad para conciliarios en lo sustantivo y un gran equilibrio
de acción, que p erm ita a su país ser aceptado y respetado por
la com unidad internacional a través de u n a actividad que sea
particip ativ a y proporcione su experiencia y sus conocim ientos
para la elaboración de la legislación internacional. No se tra ta
de hacer prevalecer planteam ientos po r m otivos de orgullo
nacional, sino que colaborar con la com unidad internacional,
con conocim ientos, estudio y elem entos adecuados, para que el
resultado final incluya los planteam ientos de su país. La buena
actuación internacional de los agentes diplom áticos de un país,
la calidad de sus delegados a las conferencias, constituyen un
elem ento im portante para el prestigio y el respeto de una
nación en la com unidad internacional.
CAPITULO V

Término de la Función Diplomática

1. L a M isió n b ila te r a l

Com o se ha visto, para establecer u n a M isión diplom ática de un


Estado en otro Estado se requiere de la voluntad diplom ática de
las dos partes, las que deben convenir expresam ente en ello.
Sin em bargo, para ponerle térm ino, la situación es d istin ta pues
en tal caso se requiere exclusivam ente la decisión unilateral de
uno de los dos E stados, sea el acreditante o el receptor.
Sim ultáneam ente, la función de un agente diplom ático,
cualquiera que sea su grado o categoría, no tiene plazo d e te r­
m inado, aun cuando los países m ejor organizados suelen ten er
reglam entados los períodos m áxim os de perm anencia de sus
funcionarios en el e x terio r, regla que, en todo caso, general­
m ente no rige para sus Jefes de M isión ni im pide un traslado
en el ex terio r d u ran te ese período. De ahí entonces que se le
pueda poner térm ino en cualquier m om ento, sin m ás trám ite que
una com unicación en tal sentido al E stado receptor.
E n consecuencia, existen causales que ponen térm ino a las
funciones de u n agente determ inado, com o el retiro y la ex p u l­
sión, y otras que significan el fin al de la actividad de la M i­
sión, com o son la ru p tu ra o suspensión de relaciones dip lo m áti­
cas, la guerra y la extinción de las credenciales. N inguna de
ellas, requiere del acuerdo de la contraparte.

1.1 R etiro norm al

El Jefe de M isión o cualquiera de los agentes que se desem pe­


ñan en una M isión diplom ática, pueden ser llam ados po r sus
respectivos gobiernos en cualquier m om ento a poner térm ino a
sus funciones en el Estado ante el cual se en cu en tran ac re d ita ­
dos, por situaciones de norm al o currencia, de carácter fu n cio ­
nario o personal, que nada tiene que ver con las relaciones
en tre los dos Estados. Puede ser el caso de un traslado a o tra
sede, la adscripción al país, la ju b ilació n , la renuncia, etc.
Esta fo rm a de term in ar las funciones diplom áticas se
m aterializa respecto de los Jefes de M isión a través de las
232 Eduardo Jara Roncati
C artas de R etiro o de Cese. Se trata de un docum ento form al,
por m edio del cual el Jefe del Estado acreditante se dirige
directam ente al Jefe del receptor com unicándole el térm ino de
las funciones del E m bajador, sin in d icar razones. T ratándose de
los R epresentantes Perm anentes, esa nota se dirige a los Secre­
tarios G enerales del respectivo Organism o y para los E ncarga­
dos de N egocios, la com unidad respectiva se hace a nivel de
M inistros de R elaciones E xteriores o de la respectiva m isión
diplom ática.
O riginalm ente, estas Cartas de R etiro se presentaban
personalm ente por el Jefe de M isión saliente al Jefe del Estado
en la audiencia de despedida. Sin em bargo, en la actualidad tal
com o lo hem os visto, no siem pre existe esa audiencia, y los
Jefes de M isión se despiden solam ente de los M inistros de
R elaciones E xteriores y del D irector del Protocolo, por lo cual
las C artas de R etiro son generalm ente entregadas al Jefe del
Estado por su sucesor du ran te la audiencia de presentación de
sus Cartas Credenciales.
A l retirarse, el Jefe de M isión tiene que cum plir con
determ inadas form alidades. E n prim er térm ino, debe efectu ar
ciertas visitas obligatorias: al M inistro de Relaciones local; al
D irector del Protocolo; y al Decano del C uerpo diplom ático. Si
fu era posible y tuviera el tiem po su ficien te, debe hacerlo de
otras altas autoridades locales y los dem ás Jefes de M isión,
acreditados en el país, de acuerdo a los usos y costum bres del
Estado receptor. Estas entrevistas no sólo revisten propósitos
personales, sino que están destinadas a e n fatizar el deseo de su
país po r m antener y desarrollar sus vinculaciones perm anentes
con el otro, así como con los dem ás Estados que m antienen
M isiones perm anentes y con los cuales su país tiene relaciones
diplom áticas.
El térm ino de las funciones de u n agente diplom ático, así
com o su salida d e fin itiv a del país deben ser com unicados por
una nota verbal al Estado receptor, a través de la D irección del
Protocolo, ju n to con requerirse el otorgam iento de las facilid a­
des respectivas. C uando se trata de un Je fe de M isión éste
trám ite debiera hacerse por m edio de una nota diplom ática.1
T anto el Jefe de M isión como los dem ás m iem bros del
personal diplom ático de la m ism a que term inan en fo rm a norm al

1. Convención de Viena sobre relaciones diplom&ticas, articulo 9 número 1,


parte final.
V Término de la Función Diplomática 233
sus funciones debieran despedirse con una recepción social de
sus am istades y de quienes hayan tenido gentilezas para con él
o su fam ilia, hayan tenido relaciones con él o le hayan fac ilita ­
do sus funciones. L a opo rtu n id ad le p e rm itirá d e p a rtir con ellos
y agradecerles, esto provocará un efecto positivo para el país
que representa y para sí mismo.
A ntiguam ente existía la institución de la entrega de
pasaportes. U na vez en el Estado receptor, los agentes diplom á­
ticos debían depositar sus pasaportes en el M inisterio de R ela­
ciones E xteriores local, el que se los devolvía cuando deseaban
salir del territo rio nacional. C uando un país deseaba expulsar
un diplom ático, le hacía entrega de sus pasaportes. C uando se
deseaba retirarlo , la E m bajada, por nota, solicitaba sus pasapor­
tes. A ctualm ente, esta institución no existe y la M isión d ip lo ­
m ática debe lim itarse a enviar el pasaporte del agente ju n to a
los de los m iem bros de su fam ilia y eventualm ente sus criados
p articulares, inm ediatam ente después de su llegada p ara que se
les estam pe una visa diplom ática perm anente, que les perm ita
resid ir en el país hasta el térm ino de sus funciones. L a partid a
del agente diplom ático está exenta de form alidades especiales y
sólo debe com unicarle por nota verbal al m inisterio de R elacio­
nes E xteriores local.

1.2 E xpulsión y declaración de persona non grata


El m antenim iento de la presencia de un agente diplom ático
en un país depende, asim ism o, de las autoridades del Estado
receptor. Así como éste es libre para aceptarlo o no en su
territo rio , tam bién goza de igual lib ertad p ara decid ir acerca de
su perm anencia en el mismo.
El retiro obligado de un Jefe de M isión o cualquiera de
los m iem bros del personal diplom ático de las m ism a, norm al­
m ente se hace efectivo a través de un procedim iento denom ina­
do declaración de persona non grata. En v irtu d de este el
Estado receptor hace saber al Estado acreditante que un Jefe
de M isión, o a éste respecto de un m iem bro de la m ism a, que
ha dejado de serle persona grata y solicita le ponga térm ino a
sus funciones. E sta com unicación se hace norm alm ente en form a
c o nfidencial, a m enos que su publicidad convenga a los in te re ­
ses nacionales, lo que ocurre básicam ente en los casos de
acciones por reciprocidad. G eneralm ente se confiere un plazo
p ara su salida del país, pero esto d ependerá exclusivam ente del
Estado receptor y de los objetivos que éste persiga con tal
234 Eduardo Jara Roncati

m edida. H ay que d e ja r constancia que esta m edida puede d e b e r­


se a faltas com etidas por el agente diplom ático, su esposa o
m iem bros de su fam ilia, pero puede fundarse tam bién en razones
m eram ente políticas, que nada tengan que ver con el afectado y
que se vinculen con la coyuntura bilateral.
E sta p ráctica internacional está reconocida en la C onven­
ción de V iena, cuyo artículo 9 expresa: "El Estado receptor
podrá, en cualquier m om ento y sin ten er que exponer los
m otivos de su decisión, com unicar al Estado acreditante que el
Je fe u otro m iem bro del personal diplom ático de la M isión es
persona non grata, o que cualquier otro m iem bro del personal
de la M isión no es aceptable. El Estado acreditante retirará
entonces a esa persona o pondrá térm ino a sus funciones en la
M isión, según proceda".
D el contexto de esa disposición así como de la práctica
internacional surgen al respecto ciertas pautas básicas:

a) E sta fig u ra ju ríd ic a se refiere exlusivam ente a personal


diplom ático.
b) L a declaración debe hacerse de u n a m anera pacífica
evitando causar violencias o vejám enes innecesarios al
diplom ático afectado.
c) E l Estado receptor no tiene necesidad de indicar los
m otivos que ha tenido en vista p ara decidir la expulsión.
Sin em bargo, en la práctica, el Estado receptor d ifu n d irá
las causas de la m ism a si son ju stificad as, a fin de evitar
que sea aplicada una m edida sim ilar a uno de sus agentes
acreditados en el otro país. Pero bien pu d iera tam bién no
hacerlo a fin de evitar polém icas, p ara lo cual habrá que
sopesar adecuadam ente los efectos políticos de una u otra
alternativa.
d) N orm alm ente tal m edida tiene lugar cuando un agente
diplom ático viola las reglas exigidas al respecto por la
com unidad internacional, como la introm isión en los asun­
tos internos del E stado receptor o la violación de su
legislación in terna, o bien por causales graves, como el
espionaje, la participación en actividades políticas contra
el gobierno local u otras sim ilares, pero que constituyan
actos hostiles para la seguridad o los intereses de este
país.
e) A ntes de decid ir tal m edida, se buscará que no afecte las
relaciones en tre los dos países, a m enos que justam ente a
través de ella se persiga tal fin. E n todo caso, la m edida
V Término de la Función Diplomática 235
debe ser estudiada y resuelta en función de las relaciones
políticas bilaterales,
f) E sta declaración puede ser hecha antes de la llegada del
agente diplom ático al Estado recep to r.2

E n tal caso, el E stado acred itan te deberá proceder sin más


trám ite a re tira r o abstenerse de nom brar al agente diplom ático
respectivo. E n caso de que éste se oponga a ello, la C onvención
de V iena, en el p á rrafo 2 del artículo citado precedentem ente,
dispone: "Si el Estado acreditante se niega a eje c u ta r o no
eje c u ta en un plazo razonable las obligaciones que le incum ben
al tenor de lo dispuesto en el p á rra fo 1, el Estado receptor
podrá negarse a reconocer com o m iem bro de la M isión a la
persona de que se trate"
Se entiende p o r plazo razonable, para estos efectos, el que
haya sido dispuesto por el E stado receptor, y en caso de no
haber sido h ech a u n a m ención exacta, el que ocuparía en d e ja r
el país quien debiera hacerlo con urgencia, o sea el suficiente
para arreglar sus asuntos particulares y tra n sfe rir sus asuntos
oficiales a su reem plazante.
P udiera o c u rrir, po r últim o que un agente diplom ático sea
declarado persona non grata com o una m edida de retorsión,
caso ante el cual no cabe sino que cum plirla en los térm inos
dispuestos, que generalm ente serán los mismos que los decididos
por el E stado acreditante respecto del agente del E stado recep ­
tor.
Sin em bargo, teóricam ente, expulsión y declaración de
persona non grata son instituciones diferentes.
E n efecto, a través de la p rim era el Estado receptor
decide unilateralm ente la salida de su territo rio de un d eterm i­
nado m iem bro del personal diplom ático de u n a M isión e x tra n je ­
ra. Se tra ta de un caso de extrem a gravedad, que se presenta
m uy raram ente. E sta m edida no está expresam ente contem plada
por la C onvención de V iena, pero teóricam ente existe.
E n cam bio, la declaración de persona non grata constituye
una petición form al al Estado acreditante p ara que retire a uno
de sus agentes y, en consecuencia, es este últim o el que debe
poner térm ino a su función. Si el Estado acreditante no cum ple
con tal petición, el Estado receptor tiene el derecho -com o se

2. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, articulo 9 número 1,


parte final.
236 Eduardo Jara Roncati
h a v isto - de "negarse a reconocerlo com o m iem bro de la M i­
sión" lo que significa que al desconocerle privilegios e in m u n i­
dades, le hace p e rd e r su calidad de diplom ático. E n tal caso,
éste pasa a convertirse ju ríd icam en te en un ciudadano e x tra n je ­
ro com ún, som etido plenam ente a la legislación nacional y que
puede, en caso de que la autoridad local así lo resuelva, ser
expulsado del país.
A m bas alternativas term inan así, en la práctica, co n fu n ­
diéndose en una sola.

1.3 Ruptura o suspensión d e relaciones diplom áticas

Se tra ta del acto unilateral de un E stado p o r el cual decide


poner térm ino a las relaciones diplom áticas que m antiene con
otro E stado. E sta m edida pone fin no sólo a las actividades de
la M isión y de su personal, sino que a la M isión m ism a.
Así com o un Estado tiene el derecho de establecer rela­
ciones diplom áticas con o tro, lo tiene tam bién para rom perlas
cuando lo considere conveniente. E sta decisión puede provenir
asim ism o de un acuerdo adoptado en alguna O rganización In te r­
nacional o puede ser una m edida tom ada com o solidaridad con
un país o un grupo de países aliados. L a d o ctrin a internacional
reconoce el derecho de los Estados p ara adoptar al respecto las
decisiones que consideren más convenientes p ara sus propios
intereses, sin que pu ed a invocarse que violan la paz o la segu­
ridad nacional.
C ualquiera que sea el m otivo indicado, la ru p tu ra de
relaciones diplom áticas corresponde a una situación excepcio­
nalm ente grave p ara los Estados afectados, al que debe re c u -
rrirse en casos extrem os, ya sea de conflictos políticos o
agravios im portantes en tre los países o de violentos cam bios de
gobierno. Suele aplicarse tam bién con objetivos de política
in te rn a, com o po r ejem plo, aplacar planteam ientos de la oposi­
ción, pero en tal caso debe actuarse con sum o cuidado para no
afectar indebidam ente las relaciones perm anentes en tre los dos
Estados.
L a ru p tu ra de las relaciones diplom áticas, com o hemos
visto, no afecta el fiel cum plim iento de los tratados bilaterales
n i las relaciones consulares -a m enos que así se establezca
exp resam en te-, n i el com ercio bilateral. T am poco debe significar
restricciones ni lim itaciones de ninguna especie para los ciu d a ­
danos de los respectivos países en el territo rio del otro.
V Término de la Función Diplomática 237

Los Estados suelen rec u rrir tam bién a la denom inada


suspensión de las relaciones diplom áticas, la que provoca, como
hem os visto, los mismos efectos. Esas m edidas pueden an u n c ia r­
se de varios m odos, los que varían desde la m ayor descortesía
hasta la m áxim a gentileza. P odría haber, po r ejem plo, una
sim ple declaración pública del gobierno que tom a la iniciativa,
sin siquiera com unicarla a la otra parte. Puede ser hecho a
través de una nota entregada po r la vía diplom ática a diversos
niveles, o m ediante una com unicación verbal, citando al re p re ­
sentante diplom ático del otro m edio, com unicar el nom bre del
Estado que asumirá la representación de sus intereses, el que
norm alm ente es aceptado por el E stado receptor. U n a negativa
en tal sentido provocaría u n agravio al tercer Estado.
Sin em bargo, lo usual es que la ru p tu ra o la suspensión se
com uniquen a través de una nota de su M isión diplom ática en
el respectivo país cuya redacción indicará que se está actuando
en cum plim iento de instrucciones recibidas por su gobierno.
El je fe de M isión debe dirigirse en tal caso, al M inisterio
de R elaciones E xteriores local a fin de solicitar la respectiva
visa de salida para él, para todos los m iem bros del personal de
la M isión y de sus fam ilias y los salvoconductos respectivos en
caso de que fu era necesario atravesar parte del territo rio del
Estado receptor antes de cruzar la frontera.
D ebe procederse de inm ediato a la destrucción de todo el
m aterial confidencial de la M isión, los elem entos criptográficos,
los archivos, los sellos y todo cuanto pueda ser objeto de un
uso perju d icial para su país. Por últim o, a fin de d e ja r a su
gobierno con la m ayor libertad de m ovim ientos, debe procederse
a abandonar el territo rio del Estado receptor a la brevedad
posible. Los agentes diplom áticos tienen el derecho, en este
caso, de exigir el respeto y las garantías que corresponden a su
je ra rq u ía e inm unidades hasta el m om ento de abandonar el
territo rio , lo cual debe ser adecuadam ente negociado con las
autoridades locales, fundándose en la reciprocidad respecto de
los agentes de ese país en el territo rio del propio.
Por lo dem ás, los gobiernos siem pre se esm eran en p ro ­
porcionar tales facilidades debido a que podrían a fe c ta r su
prestigio internacional.
Al respecto, el artículo 39 núm ero 2 de la C onvención de
V iena d eterm in a que "cuando term inen las funciones de una
persona que goce de privilegios e inm unidades, tales privilegios
e inm unidades cesarán norm alm ente en el m om ento en que esa
persona salga del país o en el que expire el plazo razonable
238 Eduardo Jara Roncati
que le haya sido concedido p ara p erm itirle salir de él". Tales
privilegios e inm unidades, entonces, d u ran hasta que el fu n cio ­
nario salga del territo rio del país donde ha sido acreditado.
Los agentes diplom áticos deben in ten tar explicar lo más
claram ente posible la posición de su gobierno al C uerpo d ip lo ­
m ático acreditado, de tal fo rm a de ev itar que un problem a
bilateral pueda convertirse en una situación más general. Es
conveniente m antener el más estrecho vínculo con el D ecano
del m ism o, quien podría eventualm ente servir de interm ediario
para tal fin . L a tarea no resulta fácil, en todo caso, debido a
los vínculos de diverso orden que existen entre los m iem bros
del C uerpo diplom ático y el gobierno del país ante el cual están
acreditados.
E n caso de ru p tu ra de relaciones diplom áticas, los Estados
tienen la facultad de co n fiar la protección de sus intereses y
de los de sus nacionales a un tercer Estado que sea aceptable
para el E stado receptor. Esto significa que la M isión d iplom áti­
ca deberá consultar previam ente la opinión de éste respecto del
país al cual se desea en treg ar la protección de sus intereses.
E sta gestión podría tener el carácter de un sondeo verbal ante
las autoridades del M inisterio de Relaciones E xteriores local,
pero es indispensable confirm arlo posteriorm ente po r escrito.
Es posible, sin em bargo, que al rom per sus relaciones
diplom áticas los países involucrados p refieran , po r razones de
protección de sus intereses, de sus nacionales, de com ercio u
otras, seguir m anteniendo alguna fo rm a de relación directa. Con
la autorización del Estado receptor, un país con el cual se han
cortado las relaciones diplom áticas puede a b rir una "O ficina de
intereses", la que estará integrada po r uno o más de sus d ip lo ­
m áticos, pero en ningún caso por el Jefe de M isión, por el
carácter sim bólico que éste tiene como representante oficial del
E stado. E sta oficina suele actu ar bajo el am paro de o tra M isión
diplom ática y tiene la posibilidad de contactarse con las a u to ri­
dades del Estado receptor, ya sea directam ente o a través del
respectivo Jefe de M isión.
P udiera o c u rrir que un E stado resuelva expulsar o re tira r
a todos los agentes diplom áticos de otro E stado o acreditados
ante otro Estado. E n tal caso, se suspenderán de hecho las
relaciones diplom áticas, pero ello no significa su ru p tu ra , a
pesar de que provoca efectos prácticos sim ilares. Sin em bargo,
los efectos políticos son de una d iferen te m agnitud.
V Término de la Función Diplomática 239

1.4 L a guerra.

L a declaración de g u erra o el inicio de las hostilidades in te ­


rrum pe de inm ediato las relaciones diplom áticas en tre dos
E stados, ya que am bas son situaciones absolutam ente incom pati­
bles.
L a g uerra es un conflicto en tre Estados determ inados,
pero que provoca efectos tanto para los Estados beligerantes
com o para los neutrales. El recurso a la guerra revela la d eci­
sión de un Estado de poner térm ino a su voluntad de m antener
con el otro relaciones de cualquier otra índole incluyendo
obviam ente las diplom áticas.
A unque la guerra está som etida a una reglam entación
ju ríd ic a , la situación de los diplom áticos en tal caso es m uy
aleatoria. N o obstante, la posibilidad de aplicación de m edidas
de retorsión im pulsa a los Estados a garantizar la salida sin
contratiem pos de los agentes diplom áticos de la o tra p arte, para
lo cual suele ser necesario, en el caso de desplazam ientos por
tie rra , el otorgam iento de salvoconductos a fin de garantizarles
la colaboración de las autoridades políticas regionales, de
policía y aduaneras.
L a convención de V iena establece al respecto, en su
artículo 44, que "en caso de conflicto arm ado, el E stado rec e p ­
to r d eb erá dar facilidades para que las personas que gozan de
privilegios e inm unidades y no sean nacionales del Estado
receptor, así com o los m iem bros de sus fam ilias, sea cual fuere
su nacionalidad, pueden salir de su territo rio lo más pronto
posible. E n especial deberá poner a su disposición, si fuere
necesario, los m edios de transporte indispensable para tales
personas y sus bienes",
En consecuencia, u n a vez iniciadas las hostilidades, y no
antes, la M isión debe solicitar tales beneficios al E stado sede,
inform ando de inm ediato acerca de los resultados de sus gestio­
nes al E stado acreditante, a fin de que sean adoptadas m edidas
sim ilares respecto de sus propios agentes diplom áticos. H ay que
insistir en que tienen derecho a tales prerrogativas solam ente
quienes gozan de privilegios e inm unidades diplom áticos y no
todos los m iem bros del personal de la M isión. Es conveniente,
en todo caso, si las circunstancias lo p erm iten, hacer estas
gestiones personalm ente pero apoyados m ediante notas a fin de
contar con respuestas escritas.
240 Eduardo Jara Roncati

E n caso de guerra, los Estados deben proceder igualm ente


a la repatriación del personal de sus M isiones diplom áticas y
consulares, poniéndoles a su disposición los respectivos m edios
de transporte. Pi ede o c u rrir tam bién que los Estados resuelvan
proceder al can je de los m ism os, a fin de asegurarse que sus
diplom áticos serán tratados de acuerdo con las disposiciones
internacionales respectivas.

1.5 E xtinción de las credenciales.

Se tra ta de una situación m uy excepcional, que se presenta en


los casos de p érd id a de soberanía del E stado del que em anaban
las credenciales del Jefe de M isión o del Estado receptor.

2. L a R epresentación P erm anente.

R especto de las R epresentaciones Perm anentes acreditadas ante


una O rganización Internacional, sus características especiales
llevan a que su térm ino se presente a través de form as d ife re n ­
tes.

2.1 Térm ino de la actividad de los m iem bros.

Las causas son k.s m ism as que respecto de los m iem bros de una
M isión diplom ática, esto es, el traslado, la adscripción, el
fallecim iento, la renuncia, etc.
Procede en este caso asim ism o la expulsión, a través del
procedim iento de declaración de persona non grata pero no
originada en la respectiva organización, sino que por iniciativa
del E stado huésped.3 Los acuerdos dé sede consignan general­
m ente la atrib u ció n de éste para expulsar de su territo rio a
quienes vulneren su legislación o se inm iscuyan en sus asuntos
internos, aun cuando estén acreditados exclusivam ente ante una
O rganización Internacional. E sta decisión se tom a a ju icio de

3. Internacionalme te se denomina Estado huésped a aquel donde tiene su sede


una Organizad« ,i Internacional o donde se desarrolla una conferencia. Ver
la Convención ce Viena sobre Representación de les Estados ante las Orga­
nizaciones Inten ccionales, artículo 1, número 15, anexo 12.
V Término de la Función Diplomática 241

las autoridades del Estado sede, pero el respectivo organism o


debe ser adecuadam ente inform ado de la decisión y de los
m otivos en que se funda. M ás aún, suele o c u rrir que se reco­
nozca el derecho de estos organism os para apelar de la decisión
adoptada cuando sus fundam entos no les parezcan suficientes,
pero la decisión final le corresponde siem pre al E stado huésped.
El Estado huésped tiene tam bién el derecho de hacer
llegar advertencias en tal sentido a determ inados m iem bros de
una R epresentación Perm anente, para lo cual tom ará contacto
con la Secretaría G eneral de la respectiva O rganización la que,
a su vez, transm itirá tal preocupación a la M isión respectiva.
T eóricam ente ningún funcionario d eb iera preocuparse de ser
grato para el Estado sede, sino que sólo p ara la O rganización
ante la cual está acreditado, pero en la p ráctica deben escuchar
tales advertencias, ante la posibilidad de que pueda ser seguida
por una m edida de expulsión.
El térm ino de las funciones de un m iem bro del personal de
la respectiva M isión debe ser com unicado a través de una nota
verbal d irigida por la respectiva M isión a la Secretaría de la
O rganización.

2.2 Térm ino de la actividad de la misión.

Esta situación puede deberse a distintos m otivos. U n Estado


puede decid ir por ejem plo, que la existencia de una M isión ante
una determ inada O rganización ha d ejad o de ju stifica rse, y
resuelve retirarla, lo que naturalm ente no significa el retiro de
la O rganización. Por otra parte, un Estado m iem bro puede ser
expulsado de una O rganización por haber transgredido sus
norm as o sus propósitos, m ediante un acuerdo de los Estados
m iem bros y siem pre que lo perm itan sus estatutos.
Estas causales, a las cuales podría eventualm ente agregar­
se otras, provocan el térm ino de la actividad de una R ep resen ­
tación Perm anente y, como consecuencia de ello, la de sus
m iem bros.

2.3 Cierre de la M isión

C ualquiera que sean los m otivos que hubieran llevado a poner


térm ino a las actividades de una M isión diplom ática, será
necesario proceder al cierre m aterial de la m ism a. Los M iniste­
242 Eduardo Jara Roncati
rios de R elaciones E xteriores deben ten e r estudiada y d eb id a­
m ente reglam entada esta eventualidad. H ay ocasiones en que
ello debe hacerse en form a más rápida, o casos en que existe el
tiem po suficien te para actu ar con tran quilidad, pero en cu al­
q u ier fo rm a de saberse con antelación como actu ar en tales
circunstancias.
Los centros de preocupación son, en este caso, los bienes
inm uebles de la M isión, los bienes m uebles, el m aterial diplom á­
tico, la docum entación y el personal local. Los prim eros, hemos
visto, pueden ser colocados bajo la protección de o tra potencia
am iga, los m uebles pueden tener un destino sim ilar, a fin de
que sean m antenidos en depósito po r un tiem po in d efin id o o
bien despacharlos al exterior, a alguna otra M isión diplom ática
del país, que tenga su sede en una capital geográficam ente
cercana. La docum entación, como lo hemos visto, debe ser
d estru id a conjuntam ente con el m aterial criptográfico y, por
últim o, el personal local -e n caso de h aberlo- debe ser d eb id a­
m ente licenciado e indem nizado, cuidándose de velar al respecto
por el más estricto cum plim iento de la legislación nacional.
Para cum plir con tales tareas, suele dejarse a uno o dos
funcionarios de la M isión, quienes se encargarán de hacerlo con
la m ayor p ro n titu d , a m enos que el E stado sede, com o puede
o c u rrir en algunos casos, haya fija d o un plazo perentorio para
ello. Los dem ás deben d e ja r el país a la brevedad posible,
cum pliendo con las tareas que les correspondan en tales c ir­
cunstancias. Estos funcionarios deben m antenerse en estrecho
contacto con la M isión del país que eventualm ente estará a
cargo de la custodia de sus locales, bienes y archivos, o de la
protección de los intereses del Estado acreditante y de los de
sus nacionales, según sea el caso,4 así com o con los encargados
de esa m ateria en el M inisterio de R elaciones E xteriores local.
El E stado receptor está obligado en caso de térm ino de las
relaciones diplom áticas, aun en el evento de una guerra, a
"respetar y proteger los locales de la M isión así como sus
bienes y archivos",5 pero es posible que en la p ráctica ello no
p ueda lograrse plenam ente.

4. Convención de Viena sobre Relaciones diplomáticas, articulo 44 y 45. Ver


anexo 5.
5. Convención de Viena sobre Relaciones diplomáticas, articulo 45, letra a).
Ver anexo 5.
V Término de la Función Diplomática 243
E n diplom acia, lo ideal es no d e ja r nada entregado al
azar. De ahí entonces que, en este caso, sea preferib le in ten tar
d e ja r todo en orden; los problem as solucionados, las propiedades
a cargo del Estado encargado de su custodia, el personal licen­
ciado de acuerdo con la legislación local, los bienes m uebles
con su destino claro y los archivos destruidos. De esta m anera
se evitan problem as ulteriores y su país en el Estado donde,
hasta entonces, ha funcionado la M isión diplom ática. Sim ultá­
neam ente hay que m antener inform ado a su gobierno del desa­
rrollo de los acontecim ientos y solicitar las instrucciones que
sean necesarias.
L a situación que se presenta en tal caso respecto de las
M isiones acreditadas ante O rganizaciones Internacionales es más
sim ple. Su in terlocutor es, en este caso, la respectiva O rganiza­
ción, y será con los funcionarios de la S ecretaría de la m ism a
con los cuales deberán estudiarse los problem as a fondo. En los
otros aspectos, personal, contratos, destino de los bienes in ­
m uebles y m uebles, h a b rá que atenerse a la legislación del
Estado donde tiene su sede esa entidad.
CAPITULO VI

Terminología diplomática usual

Ab Inittio: Desde el com ienzo

A brogación: extinción de un tratado por la voluntad com ún


de las partes, ya sea que provenga de un tratado especial
o de una cláusula especial del mism o tratado.

Abstención: fo rm a de voto du ran te una conferencia o en


una organización internacional en v irtu d del cual se
m anifiesta expresam ente la voluntad de no pronunciarse ni
a fav o r ni en contra de la m ateria en discusión.

Accesión: cláusula que se inserta en un tratado en v irtu d


de la cual las potencias que no estuvieron representadas
en las negociaciones y que no firm aro n el tratado pueden
adherirse a él en una fech a posterior. A dhesión de un
E stado a un tratado m ultilateral abierto.

A ceptación: cualquier m edio po r el cual un E stado c o n ­


siente voluntariam ente a obligarse po r un tratado in te rn a ­
cional. D enom inación que se considera sinónim o de a p ro b a­
ción, ratificación y adhesión.1 Algunos autores, sin em b a r­
go, la asim ilan a la aprobación, excluyendo la adhesión.

A creditación: acto a p a rtir del cual un je fe de m isión


q ueda form alm ente nom brado en un cargo determ inado, lo
que norm alm ente ocurre m ediante la presentación de sus
C artas C redenciales al Jefe de E stado receptor o de sus
C artas de G abinete al M inistro de R elaciones E xteriores,
en el caso de los Encargados de Negocios. Los dem ás
agentes diplom áticos se acreditan po r una N ota de la
m isión respectiva. R especto de las organizaciones in te rn a ­
cionales, ésta se produce a p a rtir del m om ento en que los
R epresentantes Perm anentes entreguen personalm ente sus

1. Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, Art. 2, No. 1,


letra b. Ver anexo 17.
246 Eduardo Jara Roncati

C artas C redenciales al Je fe de la S ecretaría de la o rg an i­


zación. Para los dem ás funcionarios de la m isión, m ediante
el envío de la respectiva nota a la Secretaría.

A creditación m últiple: acreditación ante dos o más E sta­


dos, o ante dos o más organizaciones internacionales, o
ante Estados y organizaciones, al m ism o tiem po.

A cta final: docum ento oficial suscrito al térm ino de una


conferencia, reunión o congreso que resum e lo sucedido,
tratado y acordado durante la m ism a. E n la O N U se utiliza
tam bién para denom inar el resum en de los trabajos de las
com isiones sobre las tareas que les fu ero n encom endadas.

Acuerdo de caballeros (gentlem en's agreem ent): tipo espe­


cífico de acuerdo internacional que no ha sido convenido
po r escrito sino verbalm ente y que a pesar de ello las
partes involucradas le reconocen una plena validez.

A cuerdo de sede: tratado en v irtu d del cual una organiza­


ción internacional conviene con un Estado el estableci­
m iento de su sede en el territo rio de ese Estado y d e te r­
m ina su estatuto ju ríd ico .

A d-hoc: conveniente a tal caso. L iteralm ente, para ese fin.


R elativo a una m ateria específica.

Ad hom inen: de una fo rm a individual.

Ad interim : in terin o , nom bram iento de carácter transitorio


m ientras d u ra la ausencia o im posibilidad del titular.
L iteralm ente, "durante ese tiempo".

Ad referendum : declaración hecha al térm ino de una


negociación diplom ática en v irtu d de la cual la adopción
de un acuerdo queda som etido a la aprobación posterior
que preste el respectivo gobierno.2

Adhesión: acto por el cual un Estado resuelve hacerse


p arte de un tratado suscrito por otros Estados cuando su

2. Convención de Viena sobre derecho de los tratados, Arts. 10 y 12.


VI Terminología diplomática usual 247

texto perm ite expresam ente tal posibilidad sin lim itaciones
en cuanto al núm ero o al cum plim iento de form alidades
especiales.

Admisión: aceptación de un Estado po r parte de los E sta­


dos m iem bros de una organización internacional para que
form e parte de ella.

Adscripción: traslado de un agente diplom ático desde su


destinación en una m isión diplom ática en el ex terio r a
p restar servicios en su M inisterio de Relaciones E x terio ­
res.

A gente diplom ático: expresión genérica con la que se


denom ina a todas las personas acreditadas ante Estados u
organism os internacionales para desem peñar funciones
diplom áticas.

Agresión: uso de la fu erza arm ada por un E stado co n tra la


soberanía, la integridad territo ria l o la independencia
política de otro E stado, o en cualquiera otra form a incom ­
patible con la C arta de las N aciones U nidas tal com o se
anuncia en la presente d efinición.3 El tem a fue objeto de
más de 40 años de discusiones, en la Sociedad de las
N aciones y la O N U .

A gregado H onorario: persona generalm ente residente en el


Estado receptor pero casi siem pre nacional del E stado que
envía, que presta determ inadas funciones en una M isión
diplom ática sin que reciba una rem uneración.

A grém ent (en francés) o agreem ent (en inglés): solicitud


confidencial som etida por un Estado a otro requiriendo su
aceptación para el nom bram iento de u n a persona d e te rm i­
nada com o E m bajador ante él. El otorgam iento de ese
agrém ent o agreem ent se llam a beneplácito o placet.

Aide memoire: (del francés, ayuda m em oria) docum ento


entregado o enviado después de una entrevista con el fin

3. Resolución 3314 (XXIX) de la Asamblea General de la ONU, 14 de diciembre


de 1974.
248 Eduardo Jara Roncati
de p e rm itir al in terlocutor recordar lo conversado du ran te
ella y así ev itar malos entendidos.

A lternado: cortesía internacional por la cual se hace


v ariar el orden en que se enum eran los distintos Estados
signatarios de un tratado de m odo que todos ellos aparez­
can en p rim e r lugar en alguno de los ejem plares a u té n ti­
cos que se firm a n , perm aneciendo cada E stado con aquel
ejem p lar en el cual su nom bre aparece en p rim er lugar.

A lto Com isario: E m bajador de un E stado m iem bro del


C om m onw ealth en otro E stado m iem bro de la m ism a C om u­
nidad de N aciones. T am bién son llam ados Altos C om isiona­
dos (en inglés H igh C om m issioner).

Anexión: adquisición de parte o todo el territo rio de un


E stado po r parte de otro Estado a través de la fuerza.

A nteproyecto: trab ajo de carácter p relim in ar preparado po r


un M inisterio de R elaciones E xteriores, una m isión d ip lo ­
m ática o u n a delegación a una conferencia que está d e sti­
nado a elaborar posteriorm ente en fo rm a individual o en
co n ju n to con otro u otros países un acuerdo, un proyecto
de resolución o de declaración.

A pátrida: individuo que carece de una nacionalidad.

Aporte: contribución voluntaria que pagan los Estados para


el funcionam iento de una organización internacional de la
que son m iem bros y que norm alm ente se refiere a e n ti­
dades que persiguen fines benéficos (U N IC E F , C ruz R o ja,
etc.).

A rb itraje: procedim iento legal p ara la solución pacífica de


las controversias internacionales por el cual los Estados
interesados som eten voluntariam ente y po r escrito el
asunto a uno o varios jueces (árbitros) que ellos mismos
designan y cuya decisión se com prom eten a respetar de
b u en a fe.

A rm isticio: acuerdo en tre Estados beligerantes por el cual


cesan las hostilidades sin que term ine el estado de guerra,
VI Terminología diplomática usual 249

hecho este últim o que sólo se produce con la firm a de un


tratado de paz.

Ascenso: prom oción de un diplom ático desde u n a categoría


in fe rio r a una superior en su Servicio.

Asilo diplom ático: principio de derecho internacional


latinoam ericano por el cual se reconoce a las m isiones
diplom áticas el derecho a albergar y proteger a cualquier
persona perseguida por razones políticas po r las a u to rid a ­
des del Estado receptor. No lo reconocen los Estados
U nidos, la URSS ni la O N U . En los dem ás países, la
inviolabilidad de los locales de la m isión im pedirá que las
autoridades del Estado receptor se apoderen por la fuerza
de una persona que se haya refugiado en los m ism os.4

Asilo político: autorización excepcional de un E stado para


dar refugio en su territo rio a un e x tran jero que está
expuesto o es objeto de una persecución por razones
ideológicas en su país de origen.

A utenticación: procedim iento determ inado p ara que el


texto de un tratado tenga el carácter de auténtico y
d efinitivo.

A utodeterm inación (locución de origen griego y latino):


derecho de los pueblos para decid ir librem ente su propio
destino, sin in terferencias extrañas. D ecisión del estatuto
político de un país por sus propios habitantes. Se le
denom ina asim ism o principio de la autodeterm inación de
los pueblos.6

A ttaché: expresión francesa con que se continúa denom i­


nando a los A gregados a las E m bajadas; técnico que se
desem peña en una E m bajada en un área especial, com o el
com ercial, laboral, cultural, agrícola, etc. de acuerdo a los
intereses p rioritarios del respectivo país por conocer o
actuar en esa área con una cierta p ro fundidad.

4. Ver anexos 9, 10 y 11.


5. Ver resoluciones 545 (1952), 637 (1952), 742 (1953) y muy especialmente 1514
1960) y 1541 (1960) y el A rt. 1 de la C arta de las Naciones Unidas.
250 Eduardo Jara Roncati

Averiguación: determ inación oficial e im parcial, no im p era­


tiva, a cargo de una com isión investigadora de los hechos
po r las partes contendientes o po r u n a organización
internacional. E sta com isión em ite un inform e final de sus
observaciones, que es entregada a las partes o a la e n ti­
dad internacional, pero las partes involucradas están en
lib ertad para d eterm in ar cóm o utilizarán esos resultados.6

B alanza de pagos: relación entre los pagos de toda clase


que un país hace al resto del m undo y lo que recibe desde
los dem ás países.

B alanza com ercial: relación entre las m ercaderías que un


país im porta y las m ercaderías que un país exporta.
Incluye los pagos corrientes y lo que se recibe por con­
cepto de servicios y capitales.

B andera de conveniencia: bandera de un E stado cuya


legislación es am plia respecto de la propiedad de los
barcos y en cuya virtu d los barcos registrados en ese país
tienen el derecho de usar su bandera y su tripulación está
som etida a su legislación.

B eligerante: Estado que se encuentra en g u erra con otro u


otros Estados. Se dice tam bién de cada uno de los Estados
im plicados en una guerra.

B eneplácito: autorización otorgada por el Estado receptor


p ara el nom bram iento de un Jefe de M isión cuya designa­
ción le ha sido consultada.

B ilateral: relativo exclusivam ente a dos Estados.

Bloqueo: m edida por la cual un beligerante prohíbe toda


com unicación entre alta m ar y el litoral enem igo, bajo la
am enaza de detener y cap tu rar a los barcos que la co n tra­
vengan.

6. Ver Convención de La Haya para el arreglo pacifico de la* disputas


internacionales (1899), Pacto de la Liga de las Naciones, C arta de las
Naciones Unidas
VI Terminología diplomática usual 251

B oicot (internacional): del inglés "boycott", por el nom bre


del prim ero en ser o b jeto de esta m edida.7 Boicoteo: p ro ­
hibición, bloqueo m aterial o m oral adoptado respecto de un
país, privándolo de toda relación com ercial o de otra
índole para perju d icarlo y así obligarlo a ceder en lo que
se le exige.

Buenos oficios: intervención am istosa de un terc er Estado


con el propósito de d irim ir disputas o conflictos en tre dos
o más Estados, o para facilitarles las negociaciones de
paz. E l tercer Estado no hace ninguna propuesta esp ecífi­
ca, sino que se lim ita a in te n ta r el acercam iento de los
países.

C anciller: en A m érica L atina, el M inistro de R elaciones


E xteriores. E n la R epública F ederal A lem ana, el Je fe del
G obierno Federal. En un C onsulado, es el Jefe del personal
adm inistrativo, po r lo general contratado localm ente y
encargado de la atención de funciones consulares.

C ancillería: local donde funcionan las oficinas de la M isión


diplom ática. En A m érica L atina, nom bre que se da a los
M inisterios de R elaciones E xteriores.

C anje de Notas: fo rm a de concluir un tratado que consiste


en intercam biar notas sim ilares entre dos Estados con el
o bjetivo de que constituyan un acuerdo entre ellos. Notas
reversales.

C apacidad: facu ltad de un Estado o de una organización


internacional p ara poder concluir válidam ente tratados
internacionales.

Cargo: función que desem peña un determ inado agente


diplom ático.

C a rre ra diplom ática: estru ctu ra legal organizada en catego­


rías o grados a los cuales un funcionario diplom ático va

7. El Capitán C.C.Boycott (1832-1897), propietario irlandés, quien fue objeto de


tal medida por oponerse a reducir las rentas.
252 Eduardo Jara Roncati
siendo prom ovido a través de un sistem a de ascensos
du ran te su vida activa en el Servicio E x terio r de su país.

C arta: denom inación que se da a determ inados tratados


internacionales generalm ente constitutivos de organizacio­
nes internacionales (C arta de la O N U , C arta de la O EA ,
etc.).

C a rta s autógrafas: cartas inform ales intercam biadas entre


Jefes de Estado.

C a rta s de C ancillería: tipo de correspondencia usada en


circunstancias m uy solem nes por los Jefes de Estado para
dirigirse a otros Jefes de Estado. L levan el gran título de
quien las firm a , el sello del Estado y son refrendadas por
el M inistro de R elaciones E xteriores. Se usan básicam ente
en las M onarquías.

C a rta s de Com isión: nom bre que se daba antiguam ente al


docum ento que acreditaba a los Altos Com isarios y que
estaba firm ado y dirigido por el P rim er M inistro de un
Estado m iem bro del C om m onw ealth a otro.8

C a rta de C orreo de G abinete: docum ento que acred ita que


una determ inada persona actúa com o correo diplom ático y
le confiere el derecho de inviolabilidad personal en v irtu d
del cual no puede ser detenido ni arrestado.9

C a rta s credenciales: docum ento que el Je fe de Estado


acreditante dirige al Jefe de E stado receptor com unicán­
dole el nom bram iento de una d eterm inada persona, a la
cual éste ha otorgado su beneplácito, com o E m bajador
an te él.

C a rta s de G abinete: tipo de correspondencia form al pero


m enos solem ne que las C artas de C ancillería usada por los
Jefes de E stado en tre sí y que no están refrendadas por
el M inistro de R elaciones E xteriores. E n algunos países se

8. Terminología reconocida por el E statuto de W estminster de 1931.


9. Convención de Yiena sobre relaciones diplomáticas, Art. 27 N * 5.
Ver anexo 5.
VI Terminología diplomática usual 253
usa tam bién para designar el docum ento que el M inistro de
R elaciones E xteriores del Estado acreditante dirige al
M inistro de Relaciones E xteriores del E stado receptor
com unicándole el nom bram iento de una determ inada perso­
na com o E ncargado de Negocios. No son reconocidas por
todos los países y no fig u ran en la C onvención de V iena
sobre relaciones diplom áticas.

C a rta de R etiro, de Cese: docum ento que dirige el Jefe del


Estado acreditante al Jefe del Estado recep to r com unicán­
dole el térm ino de las funciones de un determ inado E m ba­
jador.

C artas R ecredenciales: se designaba con este nom bre la


respuesta que el Jefe del Estado recep to r d ab a a las
C artas de R etiro o de Cese. Esta práctica ha caído en
desuso.

Casus Belli: del latín, "casus" y "bellum ", caso de guerra.


A ntiguam ente, situación que en concepto de un E stado le
autoriza para declarar una guerra. Suele utilizarse actu al­
m ente en el sentido de situación susceptible de provocar
una guerra.

Casus foederis: del latín, "casus” y "foederis", aconteci­


m iento que obliga a los aliados. H echo, suceso o situación
especificada en un tratado de alianza y que obliga a las
dem ás partes contratantes a cum plir con sus com prom isos.
Por e j., en el caso de un ataque a cualesquiera de los
Estados partes en un tratado de alianza, cada u n a de las
partes está facu ltad a para p ed ir a las otras que acudan en
su ayuda, lo que las dem ás están obligadas a hacer.

C ategoría: cada uno de los grados en que están je ra rq u i­


zadas las carreras diplom áticas en los distintos países.

Cesión de territorio: acto ju ríd ic o po r el cual un E stado


ren u n cia a su soberanía sobre un determ inado territo rio en
b eneficio de otro Estado. G eneralm ente se hace a través
de un tratado de paz.

C ifra: sistem a de conversión de un m ensaje abierto a una


clave o cifrado. A cción de cifrar.
254 Eduardo Jara Roncati

C ircular: nota in tern a cuyos destinatarios son todas o


varias de las m isiones diplom áticas o consulares de un país
en el exterior. E n E spaña se denom ina O rden C ircular.

Coalición: alianza entre varios países.

C oexistencia pacifica: principio de convivencia entre


Estados de d iferentes características políticas, socio-eco­
nóm icas y jurídicas.

Com isión: generalm ente, órgano de o creado por una


organización internacional o du ran te una conferencia
internacional.

Com isión ad hoc: com isión de carácter tem poral designada


ocasionalm ente por una organización internacional para
cum plir con u n determ inado objetivo.

C om itas G entium : C ortesía internacional

Com promiso: acuerdo entre Estados litigantes en que se


especifica la m ateria y procedim iento de un ju ic io arbitral.
Puede tam bién tener el sentido de transacción.

Com unicado: declaración pública del M inisterio de R elacio­


nes E xteriores de un país que consigna la posición oficial
de su gobierno respecto de una m ateria determ inada.

Com unicado conjunto: declaración oficial, previam ente


negociada, que realizan dos Estados con m otivo de algún
acto internacional de relevancia para am bos y destinada al
conocim iento público, com o por ejem plo visitas de alto
nivel, establecim iento de relaciones diplom áticas, firm a de
un tratado, etc.

C onciliación: procedim iento de solución pacífica de las


controversias internacionales en v irtu d del cual los re p re ­
sentantes de un grupo de países estudian los hechos de la
d isputa con el o b jeto de utilizarlos para recom endar una
solución. Se tra ta de una especie de m ediación colectiva.
Las com isiones de conciliación pueden crearse para un
determ inado caso concreto o incluirse entre las cláusulas
VI Terminología diplomática usual 255

de un tratado internacional, como ocurre en el Pacto de


Bogotá de la O rganización de Estados A m ericanos (1948).

Concordato: tratado internacional suscrito entre el Papa,


actuando como je fe espiritual de la Iglesia C atólica y un
Jefe de Estado para regular los derechos, deberes y p riv i­
legios recíprocos de la Iglesia C atólica y el respectivo
E stado.10

C láusula de la nación m ás favorecida: com prom iso ju ríd ic o


adoptado entre Estados para concederse m utuam ente las
m ejores condiciones que hayan otorgado a otros Estados,
personas o cosas que se hallan en la m ism a situación.

C erem onial: precedencias, orden de colocación en las


cerem onias, estru ctu ra de las cerem onias diplom áticas,
fo rm a de contacto entre diplom áticos y autoridades, n o r­
mas que rigen la form a de relacionarse de los rep resen ­
tantes de los Estados con el Estado receptor.

Condecoración: distinción honorífica creada por los go­


biernos para recom pensar oficialm ente servicios relevantes
prestados al país o m éritos especiales de ciudadanos
nacionales o extranjeros.

C onducto diplom ático: vía diplom ática, canal diplom ático.


M odo regular, norm al y habitual para relacionarse de los
Estados entre sí, que es a través de las respectivas m isio­
nes diplom áticas.

C onferencia: reunión de representantes de Estados convo­


cada directam ente o por u n a organización internacional.

C onflicto internacional: desacuerdo sobre puntos de hecho


o de derecho, contradicción o divergencia de tesis ju r íd i­
cas o de intereses en tre Estados.

Congreso: conferencia internacional de alto nivel.

10. Kemmel, "Etude sur le concordat", Lille, 1021.


256 Eduardo Jara Roncati
Consenso: del latín, "consensus", acuerdo. C oincidencia de
posiciones en tre Estados antes de iniciar la preparación de
un acuerdo, de conform idad con la expresión latina ”con-
sensus fa c it legem " (el consenso hace la ley). La negocia­
ción d u ra hasta que se alcanza un texto que no despierta
ninguna oposición. Si bien a veces tal m étodo lleva a
pe rd e r precisión adoptando fórm ulas generales, perm ite
adoptar resoluciones en m aterias fundam entales para el
derecho internacional. "El principio de consenso se defin e
com o la ausencia de toda oposición que constituya un
obstáculo p ara la adopción de la decisión en estudio".11
P ráctica en v irtu d de la cual la m inoría de las delega­
ciones que no ap ru eb a enteram ente un texto se lim ita a
fo rm u lar sus observaciones con fines de constancia en
actas sin insistir en el voto en contra. N o se entiende
necesariam ente por consenso una regla de unanim idad que
req u iera el apoyo afirm ativo de todos los participantes,
porque equivaldría a d ar a cada uno de ellos un derecho a
veto. La práctica del consenso es sencillam ente un sistem a
de procedim iento que evita las objeciones form ales.

Consultas: sondeos que los Estados realizan entre sí, más


oficiales que extraoficiales, para conocer la posición de los
otros, a fin de f ija r su p ropia política respecto de una
m ateria determ inada. Solicitar consejos a otros Estados.

C ontencioso internacional: conflicto internacional. D esa­


cuerdo serio entre dos Estados.

C ontroversia: conflicto, diversidad de pareceres respecto


de m aterias im portantes.

Convención internacional: tratado internacional suscrito


po r un elevado núm ero de países. Puede referirse al
instrum ento ju ríd ic o en sí mism o o a la norm a ju ríd ic a
establecida en dicho instrum ento.

Convención de Nueva York sobre M isiones Especiales: tra ­


tado internacional suscrito el 16 de diciem bre de 1969, que

11. Conferencia de Helsinki de 1972 para ia preparación de la Conferencia de


Seguridad y Cooperación en Europa.
VI Terminología diplomática usual 257
reglam enta las m isiones tem porales que un E stado envía a
otro Estado para tra tar asuntos determ inados o cum plir
com etidos igualm ente específicos. E n tró en vigor el 21 de
ju n io de 1985.

Convención de V iena sobre R elaciones D iplom áticas: tra ta ­


do internacional suscrito en V iena el 18 de abril de 1961,
al térm ino de la C onferencia de las N aciones U nidas sobre
esta m ateria, dentro de las funciones de codificación del
derecho internacional que le corresponden. Se tra ta, en
este caso, del derecho diplom ático bilateral, y ha p e rm i­
tido evitar m uchos conflictos internacionales por falta de
norm as expresas. Los pocos Estados que aún no son parte
de esta C onvención, continúan regulando sus relaciones
diplom áticas bilaterales por la costum bre internacional.
E ntró en vigor el 24 de abril de 1964.

Convención de V iena sobre representación de los Estados


en sus relaciones con las organizaciones in te rn a c io n a ­
les: tratado internacional suscrito en V iena el 14 de m arzo
de 1975, al térm ino de la C onferencia de las N aciones
U nidas en la m ateria. T iene por objeto co d ificar el d e re ­
cho diplom ático m ultilateral, tanto en sus aspectos p erm a­
nentes como tem poral, con alcance universal. H asta ahora
son pocos los Estados que han ratificado esta convención
que aún no ha entrado en vigencia, m otivo po r el cual
esta m ateria se continúa rigiendo por los estatutos orgá­
nicos de las organizaciones internacionales, la legislación
in tern a de los diferentes países, la costum bre internacional
y los acuerdos de sede.

Convención de V iena sobre el derecho de los tratados:


tratado internacional suscrito en V iena el 23 de m ayo de
1969 relativo a los tratados en tre E stados, al térm ino de
la C onferencia de las N aciones U nidas destinada a c o d ifi­
car y a facilitar el desarrollo progresivo del derecho de
los tratados. E ntró en vigor el 27 de enero de 1980.

Conversaciones: intercam bio de opiniones a nivel diplom á­


tico entre gobiernos. Las conversaciones pueden e m p re n ­
derse a través de la inform ación recíproca o pueden llegar
a convertirse en negociaciones, en la m edida que ad q u ie­
ran una m ayor form alidad. T ienen un carácter exploratorio,
258 Eduardo Jara Roncati
no traen consigo ningún com prom iso oficial y tienen lugar
en fo rm a casi perm anente, tanto a nivel bilateral como
m ultilateral.

C orresponsal ex tran jero : periodista de prensa, radio, cine


o televisión de otro país que se desem peña en un país
ex tranjero.

C opias de estilo: copias de las C artas C redenciales, que el


E m b ajad o r recién llegado debe entregar al M inistro de
R elaciones E xteriores del Estado receptor.

C orreo diplom ático: funcionario al que se confía el tra n s­


porte y custodia de u n a valija diplom ática, dotándosele de
una C arta de C orreo de G abinete.

C ortesía internacional: norm as que sin ser obligatorias han


pasado a convertirse en una verdadera costum bre in te rn a ­
cional. (Saludo en alta m ar de los buques de guerra de
d istinto pabellón, m atrícula p referencial de los autom óviles
de la m isión y de los agentes diplom áticos, etc.)

Chauvinism o: térm ino francés del siglo X IX (1830), usado


por extensión para d e fin ir un tipo de patriotism o fanático
y belicoso, que adm ira únicam ente su propia nación des­
preciando a las dem is.

Costum bre internacional: práctica generalizada entre los


Estados que es aceptada com o derecho.

Cuerpo diplom ático: co n ju n to de jefe s de m isión o de


agentes diplom áticos en general acreditados ante un E sta­
do determ inado.

Cumbre: reunión de dos o más Jefes de Estado o de


gobierno.

Cuota: contribución obligatoria que debe pagar un Estado


a una organización internacional de la que es m iem bro y
que es d eterm inada previam ente para cada país de acuerdo
con el presupuesto anual de la entidad.
VI Terminología diplomática usual 259

C urriculum V itae: H oja de servicios de u n a persona. Bio­


grafía.

D ebate general: intervención ordenada de todos los jefe s


de delegaciones a una reunión de una organización in te r­
nacional o a una conferencia internacional d u ran te la
sesión plenaria de a p ertu ra, exponiendo en líneas generales
la posición de sus respectivos gobiernos sobre las m aterias
incluidas en la agenda de la reu n ió n o de com petencia de
la organización.

D ebellatio: del latín, ren d ir al enem igo con las arm as.
C onquista a través de la fuerza arm ada con ocupación
total del territo rio del país conquistado.

D ecano (del cuerpo diplom ático): es el je fe de m isión que


ocupa el p rim er lugar en precedencia de todas las E m ba­
jadas acreditadas ante un Estado determ inado.

Declaración: exposición de valor ju ríd ic o de un gobierno.


En las organizaciones internacionales, posición adoptada
unánim em ente y que en consecuencia re fle ja la opinión de
todos sus m iem bros respecto de una m ateria determ inada.

D eclaración conjunta: docum ento suscrito po r agentes


autorizados de dos Estados que versa sobre un tem a
específico respecto del cual se ha alcanzado algún ac u er­
do.

D eclaración de persona non grata: acto por el cual el


Estado receptor puede en cualquier m om ento expresar al
Estado acreditante, sin necesidad de señalar los m otivos,
que el je fe de m isión o cualquier otro m iem bro del perso­
nal diplom ático de la m isión ya no es considerado de su
agrado. En tal situación, el Estado acreditante debe re tira r
al fu ncionario de ese país y, en caso de que no lo haga,
el Estado receptor tiene el derecho de negarse a aceptarlo
en su territorio. E sta m edida puede deberse a razones de
carácter personal o ten er una m otivación estrictam ente
política, especialm ente cuando se adopta com o retorsión.12

12. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, Art. 9. Ver anexo 5.


260 Eduardo Jara Roncati

Delegación: co n ju n to de personas designadas por un Estado


para p a rticip a r en su nom bre en las deliberaciones de un
órgano o u n a conferencia.

D elegación perm anente: representación perm anente ante


una organización internacional.

D elegado apostólico: representante pontificio cuya función


se ejerce exclusivam ente ante la Iglesia de un país d e te r­
m inado.

D elegado observador: persona designada por un Estado


para asistir a las deliberaciones de un órgano o co n fe re n ­
cia, donde ten d rá derecho a voz pero no a voto, y que
debe contar con la autorización previa de los m iem bros o
de los participantes de la misma.

D eclaración u nilateral: declaración de principios hecha por


u na potencia respecto de una determ inada m ateria, que
pone en conocim iento de las dem ás para su adecuada y
op o rtu n a inform ación.

D enuncia de un tratado: declaración unilateral de un


Estado po r la cual se considera desvinculado de un tratado
internacional válidam ente suscrito con otro Estado.

D epositario: en tid ad o persona encargada por un tratado


para ten er la custodia del o de los textos oficiales del
mismo.

Depósito: acto por el cual un E stado entrega o envía al


depositario de un tratado el instrum ento de ratificación,
dando cuenta de su decisión de declararse obligado por el
mismo.

D erecho de gentes: expresión antigua para referirse al


derecho internacional.

D erecho de legación: d o ctrin a en que se fu n d a la capaci­


dad ju ríd ic a de los Estados para en v iar o rec ib ir m isiones
diplom áticas.
VI Terminología diplomática usual 261
D erechos hum anos: c o n ju n to de atributos inherentes a la
persona hum ana po r su condición de tal, sin distinción de
nacionalidad, raza, sexo, religión, estado civil, situación
social o económ ica, relativos al resguardo y p erfecciona­
m iento de su vida y el ejercicio de ciertas prerrogativas y
libertades básicas y que todos los Estados están obligados
a respetar y proteger.

Designación: decisión de nom brar a un E m bajador su je ta al


otorgam iento del beneplácito por parte del Estado recep ­
tor.

D etente: aflojam iento de la tensión.

Dignidad: apelativo que se concede a quien e jerce una


determ inada fun ció n , cargo honorífico o autoridad. R espeto
que un agente diplom ático debe hacer reconocer hacia su
país y sí mismo.

Diplom acia: ciencia o arte de resolver pacíficam ente los


problem as entre los estados. T érm ino al que generalm ente
se le hace p rovenir de "diploma", que subentiende las ideas
de pliego, duplicado, doble del m andante, escrito, carta,
oficio, donde quedan englobados los conceptos de m andato,
representación, "doble" de una autoridad o de una entidad
política, observación e inform ación. En un sentido re strin ­
gido, incluye los m ecanism os técnicos a través de los
cuales un Estado persigue e je c u ta r su política exterior.

D iplom acia Ad Hoc: A aquella a la cual pertenecen las


llam adas oficinas tem porales y perm anentes que los E sta­
dos crean para fines específicos, el envío de funcionarios
técnicos para la discusión de asuntos concretos y las
llam adas M isiones Especiales.

D iplom acia bilateral: form a especial de la diplom acia


relativa exclusivam ente a las relaciones en tre dos Estados.

D iplom acia de conferencia: negociaciones diplom áticas de


carácter m ultilateral que tienen lugar con m otivo de las
asam bleas internacionales. T iene su origen en el Congreso
de W estfalia (1642-1648) y se institucionalizó después de la
262 Eduardo Jara Roncati

P rim era G u e rra M undial, con la creación de la L iga de las


N aciones (1919).

D iplom acia del g arrote ("big stick diplom acy"): denom ina­
ción que se da a la política del intervencionism o n o rte ­
am ericano form ulada po r el ex Presidente R oosevelt en
1903 ju stifica n d o la intervención de los Estados U nidos en
V enezuela ("habla suave y prep ara el garrote").

D iplom acia directa: contacto personal entre Jefes de


Estado o de gobierno destinado a plantear o resolver
asuntos de interés relevante para sus respectivos países.

D iplom acia en la cum bre: diplom acia personal de los Jefes


de Estado o de gobierno, efectuada bilateral o m ultilate­
ralm ente.

D iplom acia m ultilateral: form a especial de la diplom acia


re fe rid a a las relaciones entre más de dos Estados, ya sea
en form a perm anente a través de las organizaciones in te r­
nacionales, o transitoria du ran te las conferencias in te r­
nacionales.

D iplom acia secreta: form a de diplom acia utilizada durante


el siglo X IX por la cual los convenios, acuerdos o pactos
suscritos en tre Estados no eran conocidos po r otros
Estados n i po r los nacionales de los propios Estados
involucrados. A ctualm ente en desuso.

D iplom ático: fu ncionario del Servicio E x terio r de un país,


toda persona que fig u ra en la lista diplom ática de un
Estado.
D ícese de quien conoce y practica el a rte de la d ip lo ­
m acia.

D iplom ático de carrera: agente diplom ático profesional que


se desem peña en form a perm anente en el Servicio E xterior
de un Estado.

D istensión: política orientada a la adopción de m edidas


para d ism inuir gradualm ente la tensión internacional.
VI Terminología diplomática usual 263

Disuasión: política seguida por un Estado que tiene por


o bjeto encontrar las fórm ulas adecuadas para obligar a los
dem ás Estados a desistirse de un eventual propósito de
provocarle algún daño m ayor.

D octrina E strada: política según la cual el reconocim iento


de los gobiernos debe ser un acto autom ático, que se
lim ite a tom ar conocim iento de la existencia de un nuevo
gobierno y que éste controla efectivam ente a su pueblo y
territo rio , pero que no debe constituir un ju icio acerca de
la aceptabilidad política del nuevo régim en. C reada en
1930, por el M inistro de R elaciones E xteriores de M éxico,
G enaro Estrada.

D octrina Tobar: principio según el cual a los gobiernos


que llegan al poder de una m anera que no sea constitucio­
nal y dem ocrática se les debe negar el reconocim iento
internacional en fo rm a colectiva. E laborada en 1907 por el
diplom ático ecuatoriano Carlos R . T obar.

Doméstico: asunto de carácter interno, por oposición a lo


internacional.

Edecán diplom ático: del francés "aide de camp", oficial de


ordenanza de un je fe m ilitar. M iem bro del Servicio E x te­
rio r, que presta funciones en el M inisterio de R elaciones
E xteriores, que es designado como acom pañante de una
im portante autoridad ex tran jera durante su visita oficial al
país. Sólo existe en algunos países.

E m bajada: m isión diplom ática de la m áxim a categoría de


un Estado acreditada ante otro Estado al fren te de la cual
se halla un E m bajador.

E m bajador: el más alto nivel de la je ra rq u ía diplom ática.


Jefe de m isión que se halla al fre n te de una E m bajada.

E m bajador de carrera: E m bajador profesional que pertenece


al Servicio E x terio r de su país y que ha ocupado p rev ia ­
m ente grados inferiores d entro de él.

E m bajador en m isión especial: funcionario diplom ático del


Servicio E xterior de un E stado, actualm ente prestando
264 Eduardo Jara Roncati
funciones en el M inisterio de R elaciones E xteriores, a
quien se le encom ienda una m isión específica con rango de
E m b ajad o r, de carácter tem poral, en el exterior.

E m bajador político: por oposición al E m bajador de carrera,


es aquel nom brado Je fe de m isión en el exterior sin
pertenecer al Servicio E x terio r de su país.

E ncargado de los Archivos: m iem bro del personal adm i­


nistrativo y técnico de la m isión que, en ausencia del Jefe
de la m isión y no estando presentes otros agentes d ip lo ­
m áticos, asum e tem poralm ente la je fa tu ra de la misma.

E ncargado de Negocios interino o ad interim : m iem bro del


personal diplom ático de la m isión que actúa tem poralm ente
como Jefe de la misma.

E ncargado de Negocios: Jefe de m isión acreditado ante el


M inistro de Relaciones E xteriores del Estado receptor.

Enm ienda: propuesta de reem plazo de un proyecto de


resolución o bien sólo de palabras, frases o determ inados
conceptos contenidos en él.

E ntente: sim ilaridad de opiniones e intereses entre d e te r­


m inados Estados. E stá a m edio cam ino entre alianza y
buenas relaciones.

Enviado: categoría de Jefe de m isión, que de hecho ha


caído en desuso, que se ubicaba en tre los E m bajadores y
los E ncargados de Negocios, y que se encontraba al fren te
de una Legación.

Enviado especial: representante de un Estado que viaja a


un país para tra tar algún asunto determ inado.

Enviado itin eran te: enviado especial que viaja sucesiva­


m ente a dos o más países para tra ta r un m ism o asunto.

Equidad: aplicación de la ju sticia n atural a un caso d e te r­


m inado.
VI Terminología diplomática usual 265
E scalafón: relación anual por calificaciones y antigüedad
de todos los funcionarios pertenecientes al Servicio E x te­
rio r de u n país que puede eventualm ente in cluir su d esti­
nación actual y años de servicio.

E stado co n tratan te: Estado que ha consentido en obligarse


por un tratado, haya éste entrado o no en vigor.

E stado huésped: Estado en cuyo territo rio una organiza­


ción internacional tiene su sede u o ficin a, o donde se
celebra una reunión de un órgano o una conferencia
internacional.

E stado que envía: Estado acreditante en el ám bito de las


relaciones consulares. Estado que designa una R ep resen ta­
ción perm anente ante una organización internacional, una
delegación ante un órgano o una co nferencia internacional
o una m isión especial.

E stado receptor: Estado ante el cual está acreditada una


m isión diplom ática, una oficina consular o que acepta
recib ir una m isión especial.

E stado signatario: E stado que ha firm ad o un tratado


internacional con independencia de que si lo obliga o no.

Excelencia: título honorífico que en ciertos países se usa


respecto de determ inadas personas, com o el M inistro de
R elaciones E xteriores, los E m bajadores, A rzobispos, etc.

Exequátur: del latín, que cum pla con su deber. A u to riza­


ción solem ne del Estado receptor de la proposición y
nom bram iento de un Cónsul de otro E stado que im plica la
aceptación para iniciar el ejercicio de sus funciones.

Exhorto: solicitud, petición, que dirige un ju e z o un


trib u n al de un país a un ju ez o a un tribunal de otro
país, por la vía diplom ática, para que realice determ inados
actos procesales. Su nom bre proviene de que el tribunal
exhorta, pide, pero no m anda. Se llam a tam bién com isión
rogatoria internacional.
266 Eduardo Jara Roncati
E x h o rto internacional: petición que d irige un ju ez o
trib u n al de un país a u n ju ez o trib u n al de otro país para
que realice determ inados actos procesales, la que trad icio ­
nalm ente se tram ita po r la vía diplom ática. Llám ase tam ­
bién com isión rogatoria internacional.

E xtradición: solicitud que hace un E stado a otro p ara que


le entregue a una determ inada persona sospechosa o
condenada po r com eter un delito en el territo rio del
prim ero, con el objeto de juzgarla o de que cum pla su
condena. T iene lugar a través del conducto diplom ático y
su éxito dem anda la existencia de un tratado bilateral de
extradición. Excepcionalm ente, los Estados suelen solicitar­
la ofreciendo al otro Estado la reciprocidad.

E x tra territo ria lid a d : tesis según la cual, a fin de ju stific a r


los privilegios e inm unidades diplom áticas, los agentes
diplom áticos y los locales de las m isiones diplom áticas no
se en cuentran bajo la soberanía del Estado receptor sino
que del Estado acreditante.

F a it accom pli: expresión francesa que significa literalm ente


hecho consum ado. A cción que lleva a cabo un E stado o
grupo de Estados, adelantándose a cualquier evento que
pu d iera dificu ltarlo o im pedirlo y que reduce las opciones
de la otra p arte a no hacer nada o a reaccionar de acu er­
do con la nueva situación. Sin em bargo, esa acción trae
consigo el riesgo de que coloca a la o tra parte en libertad
p ara reaccionar en form a unilateral.

F iesta nacional: aniversario nacional de un país conm em o­


rado solem ne y oficialm ente como día de fiesta (ej: fecha
de la independencia, cum pleaños del M onarca, etc.)

F ran q u icia de hotel: nom bre con el que históricam ente ha


sido conocida la inviolabilidad de los locales de la m isión,
incluyendo la C ancillería y la residencia del je fe de la
m isión.18

13. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, Art.22. Ver Anexo 5.


VI Terminología diplomática usual 267
Funcionario internacional: persona que tra b a ja en form a
perm anente en una organización internacional y que,
teniendo la nacionalidad de un Estado m iem bro de la
m ism a, no representa sus intereses sino los de la O rga­
nización y sólo puede recib ir instrucciones de ésta.

G estión oficiosa: diligencias que realiza un tercer Estado


por propia iniciativa a fin de e n co n trar una fórm ula
destinada a poner fin a un conflicto o controversia entre
otros Estados, sin que m edie una petición de ninguno de
éstos.

G uerra: lucha arm ada entre Estados que tiene po r objeto


hacer prevalecer un punto de vista político, utilizando
m edios reglam entados por el derecho internacional .

G u erra fría: grado de hostilidad entre Estados cuando los


intereses de su política exterior en tra n en conflicto con
los de otro. E tapa final en los m edios de agresión por
m edios no m ilitares.

Im pugnación: rechazo, generalm ente en una conferencia


internacional, a los poderes de los que está investida una
delegación.

Inm unidades: térm ino genérico relativo al contenido del


status diplom ático y que abarca hoy esencialm ente la
inviolabilidad de la m isión y del agente diplom ático y la
inm unidad de jurisdicción.

Inm unidad de jurisdicción: beneficio de que gozan los


agentes diplom áticos en v irtu d del cual no pueden ser
som etidos a los tribunales del Estado receptor. La in m u ­
n idad de ju risd icció n es total en m ateria penal, en cam bio
es lim itada en m ateria civil o adm inistrativa y desaparece
cuando se refiere a asuntos particu lares.14

In teralia: del latín , entre otras cosas.

14. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, Art. 31. Ver anexo 5.
268 Eduardo Jara Roncati

Interdependencia: dependencia recíproca de Estados o


regiones del m undo.

Intervención: form a a u to ritaria de uno o varios Estados,


con traria al derecho internacional, de m ezclarse en los
asuntos que pertenecen a la com petencia in tern a de otro
E stado con el fin de satisfacer sus propios intereses.

Instrucciones: norm as generales de carácter orien tad o r que


recibe el je fe de m isión de su M inisterio de Relaciones
E xteriores acerca de la conducta a seguir du ran te el
ejercicio de sus funciones, tanto respecto del Estado
receptor com o del Estado acreditante. P osteriorm ente,
d u ran te el curso de la m isión, pueden recibirse in stru c ­
ciones específicas respecto de determ inadas m aterias
cuando situaciones excepcionales así lo ex ijan o sean
solicitadas por el je fe de m isión.

Instru m en to de adhesión: docum ento solem ne que expide


una alta autoridad de un país, por el cual c e rtific a la
voluntad de su gobierno por a d h e rir a un determ inado
tratado internacional.

Instrum ento de ratificació n : docum ento solem ne que expide


u n a alta autoridad de un país por el cual c e rtific a la
voluntad de su gobierno de ra tific a r un determ inado
tratado que ha sido previam ente firm ado.

In tern u n ciatu ra: m isión diplom ática de la Santa Sede,


equivalente a una Legación de segunda clase. H a desapare­
cido totalm ente. E staba a cargo de un Internuncio.

In tro d u c to r de Em bajadores: denom inación antigua que aún


conservan ciertos M inisterios de R elaciones E xteriores,
para designar al funcionario encargado de recib ir a los
jefe s de m isión ex tran jero s, p rep a ra r la presentación de
sus Cartas C redenciales y acom pañarlos du ran te esta
cerem onia. Llám ase tam bién In tro d u cto r diplom ático.

Inviolabilidad (personal): inm unidad de que gozan los


agentes diplom áticos que im pide que puedan ser objeto de
cualquier clase de detención o arresto por parte del
Estado receptor.
VI Terminología diplomática usual 269

Inviolabilidad (de la misión): inm unidad de que gozan los


locales de la M isión diplom ática que im pide que cualquier
au to rid ad o agente del Estado receptor pueda p en etrar en
ellos sin el consentim iento del Jefe de m isión.15

Ius ad bellum: aceptación universal, existente hasta la


Prim era G u e rra M undial, del derecho a d irim ir los c o n flic­
tos entre los Estados por m edio de la fu erza, con sujeción
a las norm as im puestas por la costum bre o en m enor grado
por las prim eras convenciones internacionales de 1856 a
1907. Este derecho fue condenado por p rim era vez, en
cuanto a p rincipio, por el D ecreto de Paz de 1917.

J e fe de delegación: m iem bro de una delegación designada


p ara p articip ar en las deliberaciones de un órgano o en
una conferencia al cual el Estado que envía confiere la
dirección de la misma.

Je fe de misión: nom bre genérico con que se designa a los


varios tipos de titulares de la m áxim a au to rid ad de una
m isión diplom ática.

Laissez faire: política de no intervención de un E stado en


los asuntos económicos.

Laissez passer: del francés, d e ja r pasar. E xpresión que se


utiliza para designar cualquier clase especial de título de
viaje distinto del pasaporte, como el que expiden algunas
organizaciones internacionales a sus funcionarios y que
autoriza para ingresar, salir y circular por el territo rio de
los diferentes países.

Laudo: sentencia de un tribunal arbitral.

Legación: m isión diplom ática de rango in fe rio r a la E m ba­


jad a , al fren te de la cual no se halla un E m bajador sino
un M inistro residente. A ctualm ente está casi extinguida.

15. Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, Arts. 22, 24 y 30. Ver
Anexo 5 y 6.
270 Eduardo Jara Roncati
Legado pontificio: representante ex traordinario del Sumo
P ontífice p ara una m isión específica de carácter tem poral.

L egitim a defensa: acción realizada po r u n E stado que


en cu en tra su ju stificació n en la necesidad de prev en ir
daños fu tu ro s provocados por u n a agresión arm ada in ju sta
en contra suya de parte de otro Estado. Sin em bargo,
existen discrepancias respecto de si la legítim a defensa
puede aceptarse tam bién para p rev en ir una agresión de ese
m ism o carácter que está sólo en preparación.

L ista diplom ática: relación ordenada por países, que elabo­


ra un M inisterio de R elaciones E xteriores, en la que
fig u ra n todos los jefe s de m isión de acuerdo a la fecha en
que han asum ido sus funciones y el personal diplom ático
de cada una de las m isiones acreditadas ante el país, de
acuerdo al orden alfabético del nom bre de sus países en el
idiom a local.

Llam ado (a consultas o a inform ar): orden que envía el


M inisterio de R elaciones E xteriores del E stado acreditante
a uno de sus jefes de m isión u otros agentes diplom áticos
para que viaje a inform arle personalm ente acerca de un
determ inado asunto y reciba al respecto instrucciones
particulares.

M ediación: intervención am istosa de u n tercer E stado o de


una destacada personalidad internacional destinada a
o btener la solución de un conflicto en tre dos o más
Estados, a través de proposiciones no obligatorias.

M iembro: Estado que fo rm a parte de u n a organización


internacional y que, en tal carácter, debe aceptar las
obligaciones que determ in en sus E statutos, ya sea po r
haber suscrito el respectivo acuerdo o porque su solicitud
de ingreso ha sido aceptada con posterioridad por los
demás.

M inistro: categoría de je fe de m isión inm ediatam ente


in fe rio r a la de E m bajador, sim ilar a la del Internuncio en
la diplom acia vaticana. Se trata de una fig u ra contem plada
en la C onvención de V iena sobre relaciones diplom áticas
(A rt. 14), que ha caído casi com pletam ente en desuso. Sin
VI Terminología diplomática usual 271

em bargo, F rancia reconoció hasta 1989 al M inistro de la


R epública de San M arino.

M inistro C onsejero: agente diplom ático que en una m isión


ocupa el puesto inm ediatam ente siguiente al de E m bajador.
El puesto de M inistro C onsejero sólo existe en las m isio­
nes diplom áticas de m ayor im portancia para un país.

M inistro Plenipotenciario: categoría diplom ática especial


d en tro de algunos M inisterios de R elaciones E xteriores
cuyo titu lar está dotado, al igual que el Jefe de m isión, de
plenos poderes.

M inistro Residente: je fe de m isión de u n a Legación.

Misión: térm ino genérico para designar a todo tipo de


representación oficial que un Estado envía al ex tranjero.
De acuerdo a su duración, pueden ser perm anentes o
transitorias; y según su destino, bilaterales o m u ltilatera­
les. L a m isión bilateral perm anente tom a el nom bre de
E m bajada y la m isión bilateral tran sito ria el de m isión
especial.16 La m isión m ultilateral perm anente tom a el
nom bre de R epresentación Perm anente o, excepcionalm ente,
el de M isión Perm anente o D elegación Perm anente. La
m isión m ultilateral tem poral recibe el nom bre de delega­
ción.

M isión especial: m isión que envía un Estado a otro, con


carácter representativo y tem poral, p ara tra ta r asuntos
determ inados de cualquier clase o cum plir un com etido
específico (negociación de un acuerdo, asistencia a una
tom a de posesión presidencial, etc.), con el consentim iento
de éste últim o sin que sea necesario que existan relaciones
diplom áticas o consulares en tre los Estados en cuestión.
E stá constituida por uno o varios representantes del
Estado que envía y puede com prender personal dip lo m áti­
co, personal adm inistrativo y técnico así como personal de
servicio.17

16. Convención de Nueva York sobre misiones especiales.


17. Convención de Nueva York sobre las misiones especiales, Art. 1, letra a).
272 Eduardo Jara Roncati

M isión perm anente: hasta 1956 eran las representaciones


de los Estados ante la O N U . A p a rtir de entonces, se les
cam bió el nom bre por D elegaciones Perm anentes. L a C on­
vención de V iena de 1975 las denom ina R epresentaciones
Perm anentes.

M odus operandi: locución latina, m anera especial de actuar


o tra b a ja r p ara alcanzar el fin propuesto. M edio a través
del cual se espera obtener un determ inado o bjetivo d ip lo ­
m ático.18

M odus vivendi: expresión latina que significa literalm ente


"m anera de vivir". A cuerdo de hecho, provisional, lim itado
y casi insatisfactorio que perm ite m antener las relaciones
entre dos Estados m ientras se logra alcanzar un acuerdo
que determ ine la solución d e fin itiv a de un determ inado
problem a.

Nación: agrupación hum ana que ha logrado una personali­


dad propia, adquiriendo un p e rfil que la individualiza y
distingue de los demás.

N acionalidad: vínculo de carácter perm anente que une a


una persona con un Estado.

Ne varietur: expresión destinada a in d icar el propósito de


un Estado de m antener los principios que ha consagrado
internacionalm ente.

N eutral: E stado que no particip a en u n a g u erra, haya o no


hecho u n a declaración expresa de m antenerse en tal
calidad.

N eutralidad: situación en que se en cu en tra un Estado que


se ha com prom etido a no p articip ar en conflicto arm ado
alguno y que, como consecuencia de lo a n terio r, no sus­
cribe pactos o alianzas de ningún tipo. L a neutralidad
puede tam bién referirse a una guerra entre Estados d e te r­
m inados.

18. Diccionario de la Lengua Española.


VI Terminología diplomática usual 273

N eutralización: régim en ju ríd ic o aplicable a ciertos te rri­


torios o a ciertas partes del territo rio de un Estado po r el
cual se le p rohíbe adoptar en él m edidas m ilitares, como
construcción de fortificaciones o bases, m antenim iento de
tropas, etc.

No beligerante: Estado que si bien no particip a en un


determ inado conflicto arm ado tam poco renuncia a p restar
determ inado apoyo a alguno de los beligerantes.

No intervención: deber de un E stado de abstenerse de


inm iscuirse directa o indirectam ente en los asuntos in te r­
nos o externos de otro E stado, a m enos que ello esté
expresam ente facultado por algún organism o internacional.

Non paper: expresión inglesa m uy d ifu n d id a para referirse


a cualquier docum ento que aún cuando elaborado por un
organism o oficial de un E stado, no está dotado de carácter
oficial ni com prom ete al organism o em isor.

Non possumus: expresión latina a través de la cual se


rechaza una proposición en fo rm a term inante.

N ota colectiva: nota que dirigen al gobierno del Estado


receptor los Jefes de varias jn isio n e s diplom áticas a c re d i-—,
tadas ante él, que lleva ía firm a de todos ellos y que
tiene el propositó de dem ostrar una ac titu d com ún sobre
un m isn m ^fo b lp ín a.

N ota d ip lis w á ^ M ^ ^ ta firm ad a o N ota. Es la nota red acta­


da eq.. prímer£i p é rs o n a ^ in é s ^ ^ e m n e que la N ota V erbal y
qqe en p rincipio está destinada a m aterias de m ayor
im p o r ta n c ia ' o relevancia. Siem pre lleva la firm a del rem i-
/
tente. /

N otas idénticasy notas dirigidas al M inisterio de Relaciones


E xteriores p o r/d q s o m js. m isiones diplom áticas que, aún
cuando contenidas ‘en ’ docum entos distintos, tienen un
m ism o texto.

- ^ N o ta de protesta: nota por m edio de la cual un Estado


com unica a otro su disconform idad con una determ inada
conducta de éste.
274 Eduardo Jara Roncati

N otas reversales: fo rm a de concluir un tratado entre dos


Estados que consiste en intercam biar notas sim ilares con
el objeto de que constituyan un acuerdo entre ellos. En
E spaña tom a el nom bre de C anje de Notas.

N unciatura: m isión diplom ática del m áxim o nivel de la


Santa Sede ante los Estados con los que m antiene relacio­
nes diplom áticas, al fre n te de la cual se halla u n N uncio
A postólico o un P ro -N u n cio , según si se les reconozca o
no, por cortesía, el D ecanato del C uerpo D iplom ático.

O bjeción: declaración unilateral form ulada por un Estado


m ediante la cual no reconoce la reserva hecha po r otro
Estado respecto de determ inadas cláusulas de un tratado.

O bservador (de una organización internacional): delegado


de esa organización, enviado a territorios en g uerra o
donde existe la posibilidad de un conflicto arm ado, con el
objeto de que coadyuve a la búsqueda o al m antenim iento
de la paz.

O bservador (ante una organización internacional o una


conferencia): representación autorizada por los estatutos
de la O rganización o por los participantes en la co n fe re n ­
cia, con derecho a voz pero no a voto, y que persigue la
inform ación a su gobierno acerca de los trabajos de la
O rganización o la C onferencia.

O bservador perm anente: persona encargada por el Estado


que la envía para actuar com o je fe de la M isión P erm a­
nente de O bservación.19 Jefe de una m isión perm anente de
observación acreditada por un E stado ante una organiza­
ción internacional de la que no es m iem bro, con su a u to ­
rización.

O ficin a C onsular: térm ino genérico con el que se designan


las distintas clases de Consulados (Consulado G eneral,
Consulado P articular, Vice C onsulado, A gencia C onsular, de
profesión u honorarios).

19. Conferencia de Viena de 1975, Arts. 1, 1, No.19.


VI Terminología diplomática usual 275

O rden de M alta: nom bre con que generalm ente se designa


a la Soberana O rden M ilitar H ospitalaria de San Juan de
Jerusalem , R odas y M alta, cuyo origen se rem onta al año
1099 du ran te la Prim era C ruzada. Su últim a C arta C onsti­
tucional fue aprobada con el Breve A postólico de 24 de
ju n io de 1961, su Código prom ulgado en 1966 y sigue los
principios del derecho canónico. Es un sujeto de derecho
internacional soberano y que, a p a rtir del establecim iento
de relaciones diplom áticas form ales con la Santa Sede en
1930, m antiene vínculos de esa índole con casi 50 países
del m undo, así como está representada ante diversas
organizaciones internacionales (C ruz R o ja , A C N U R , OMS,
UN ESC O , etc.). Desde 1834 tiene su sede en Rom a.

O rganización Intern acio n al: asociación creada por varios


Estados en v irtu d de un tratado m ultilateral dotada de
ciertos órganos a través de los cuales cum ple con los
objetivos perseguidos con su creación. P ueden ten er carác­
ter universal (O N U ) o regional (O EA ), así com o com pe­
tencia especializada (FAO ).

Organo: en tid ad p rincipal o subsidiaria de u n a organización


internacional o cualquier com isión, com ité o subgrupo de
una de tales entidades en que Estados sean m iem bros.

P a c ta su n t servanda: expresión latina que significa "los


acuerdos deben ser respetados".20 La legislación in te rn a ­
cional m oderna la defin e de la siguiente m anera: "todo
tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cum plido
por ellas de buena fe".21

Pacto: tratado internacional. Existe una tendencia a d en o ­


m inar de esta m anera a un cierto tipo de alianza.

Pacto de contrahendo: acuerdo respecto de celeb rar otro


acuerdo.

20. Principio proclamado por la Conferencia de Londres de 13 de marzo de 1871.


21. Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, A rt. 26.
276 Eduardo Jara Roncati

Pasaporte: docum ento de viaje em itido por los Estados u


otros sujetos de derecho internacional.

P asap o rte diplom ático: pasaporte em itido p o r los M inis­


terios de R elaciones E xteriores en nom bre del Jefe de
Estado con el objeto de facilitar a su titu la r su id en ti­
ficación y tránsito po r las fro n teras de los distintos
países.

P asaporte de servicio: pasaporte que puede ser em itido po r


los M inisterios de R elaciones E xteriores para los m iem bros
del personal adm inistrativo, técnico y de servicio de sus
m isiones en el exterior.

Paso inocente: derecho de que gozan los buques para


navegar el m ar territo rial de otros Estados m ientras no
sea p erju d icial p ara la paz, el buen orden o la seguridad
del Estado ribereño.

P ersona grata: expresión que se usa para in d icar que una


determ inada persona es o continúa siendo aceptable com o
representante de un E stado ex tran jero . Se antepone a
persona non grata

P erso n a non grata: expulsión de u n agente diplom ático del


territo rio del Estado donde está acreditado, por cualquier
causa, dispuesto por el M inisterio de R elaciones E xteriores
local.

P lacet: beneplácito, m anifestación del Estado receptor a


raíz de una petición del Estado acreditante de que consi­
dere persona non grata a quien se le propone com o Je fe
de m isión ante él. E n algunos países, autorización que
conceden los M inisterios de D efensa a la designación de
un A gregado M ilitar, N aval, A éreo o de las Fuerzas A rm a­
das en su país.

P len ip o ten cia o plenos poderes: docum ento solem ne em itido


p or la autoridad com petente de un E stado -generalm ente
por el M inistro de R elaciones E x terio res- por el cual se
c onfiere la representación del Estado a una o varias
personas p ara llevar a cabo la negociación, la adopción o
VI Terminología diplomática usual 277
la suscripción de un tratado internacional, o para ejecu tar
cualquier otro acto con respecto a un tratad o .22

Portavoz: persona encargada de divulgar las inform aciones


oficiales de u n gobierno, m inisterio u otro organism o.

Potencia: Estado.

P o tencia protectora: Estado que se encarga de la p ro te c ­


ción de los bienes y de los ciudadanos de otros Estados,
en un tercer Estado. Por lo general se tra ta de un país
neutral en un litigio o conflicto que se hace cargo de la
protección de los edificios de una M isión después de ser
evacuado el personal diplom ático del Estado cuyos in te re ­
ses tiene que d efen d er, haciéndose cargo de personas
enferm as, heridos, prisioneros de guerra. D urante la II
G u erra M undial, fueron potencias protectoras C hile, E spa­
ña, Estados U nidos, Portugal, Suecia y Suiza.23

Precedencia: p referen cia en el orden y el rango entre


agentes diplom áticos de un Estado o de varios Estados,
acreditados ante un Estado o una organización in te rn a ­
cional. E n la diplom acia bilateral, se determ ina po r la
clase de je fe de m isión y, dentro de ella, por la fecha de
presentación de sus Cartas C redenciales o la com unicación
de su llegada al E stado receptor, de acuerdo al criterio
del Estado receptor pero aplicado con carácter uniform e
para todos los E stados.24 E n la diplom acia m ultilateral, se
establece por el nom bre del país de acuerdo al idiom a
usado en la respectiva organización. Las m isiones observa­
doras se rigen por la m ism a norm a, pero después de las
m isiones perm anentes.

Precedente: circunstancia an terio r que sirve para resolver

22. Ver la Convención de Viena »obre el derecho de lo» tratado», A rt. 2 No. 1,
letra c.
23. Ver Convención relativa a la protección de lo» civile» en tiempo» de guerra,
Ginebra, 12 de agoato de 1949, Art. 11.
24. Convención de Viena »obre relacione» diplomática», Arta. 14 No. 2 y 16. Ver
Anexo 5.
278 Eduardo Jara Roncad
o pronunciarse respecto de casos que se presenten poste­
riorm ente.

Prim us ín te r pares: expresión latina que indica que cuando


por algún m otivo especial se reconoce a un Estado una
autoridad tran sito ria sobre otros Estados, como la p resi­
dencia de una conferencia internacional u otra distinción
sim ilar. Ello no significa reconocer suprem acías o un nivel
superior de carácter perm anente de ese Estado sobre los
dem ás.

P ronunciam iento: térm ino internacional aparecido en


A m érica L atin a que en cuentra su origen en el alzam iento
del pueblo contra un gobierno colonial y posteriorm ente
usado para re fle ja r una rebelión m ilitar con apoyo popular
co n tra un gobierno.

P rotección diplom ática: actividad de un Estado que co n ­


siste en resguardar sus intereses y los de sus ciudadanos
en el ex tra n je ro , cum pliéndose determ inadas etapas y
requisitos im puestos por la doctrina y el derecho in te r­
nacional.

Privilegios: parte del status diplom ático relativo a las


exenciones fiscales y aduaneras de que d isfru ta n las
m isiones y los agentes diplom áticos en v irtu d de acuerdos
internacionales o por reciprocidad.

P ro testa: declaración term inante de un E stado en el se n ti­


do de no aceptar una determ inada conducta de otro E sta­
do, generalm ente po r considerarla con traria a sus in te re ­
ses.

Protocolo: conjunto de reglas que establece el tratam iento


que los Estados se conceden en tre sí, especialm ente a
través de sus representantes. D enom inación que se concede
a determ inados tratados internacionales, por ser anexos,
com plem entarios o m odificatorios de otros, o po r su
brevedad, o porque versan acerca de m aterias de m enor
im portancia relativa. T ienen el m ism o valor de un tratado.

Rango: categoría que se asigna a un agente diplom ático o


VI Terminología diplomática usual 279

a otra personalidad de un Estado para el cum plim iento de


una m isión en el exterior.

R approchem ent: del francés, acercam iento. A proxim ación de


E stados, después de un período de distanciam iento. En
lenguaje diplom ático se entiende po r tal una política que
llevan a cabo dos países para in ten tar el restablecim iento
de relaciones diplom áticas.

R atificación: m anifestación del consentim iento de los más


altos órganos de un Estado para obligarse por un tratado
que ha sido previam ente firm ado. Según la C onvención de
V iena sobre el derecho de los tratados es sinónim o de
aceptación, aprobación y adhesión.

Razón de Estado: teoría diplom ática y política según la


cual los intereses del E stado prevalecen sobre cualquier
otro.

Rebus sic stantibus: expresión latina que significa "si las


cosas perm anecen donde están", según la cual u n Estado
puede solicitar la term inación de un tratado "por un
cam bio fundam ental en las circunstancias". Es un principio
co ntrario al de "Pacta sunt servanda”. L a C onvención de
V iena sobre el derecho de los tratados lim ita esta cláusula
p ara ju stific a r el cam bio de fronteras internacionales.26

Reciprocidad: p rincipio en v irtu d del cual en ausencia de


norm as respecto de una m ateria o com o com plem ento a
una norm a existente, la conducta de un Estado se ajustará
exactam ente a la adoptada por el otro. Es u n a aplicación
de la fórm ula latina ”do ut d es” (te doy p ara que me des).

R ecom endación: sugerencia acordada po r una organización


internacional o una conferencia respecto de un Estado
m iem bro dentro de m aterias de su com petencia a fin de
que adopte una determ inada conducta o m edida pero sin el
propósito de obligar a su destinatario; esto es, sin que
tenga un carácter im perativo.

25. Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, A rt. 62.


280 Eduardo Jara Roncati
R econocim iento (de Estado): acto unilateral p o r el cual un
Estado constata la existencia internacional de un nuevo
Estado.

R econocim iento (de gobierno): acto unilateral por el cual


u n Estado acepta al gobierno que se ha im puesto de hecho
en otro E stado como el legitim o representante del mism o e
indica su disposición de e n tra r en relaciones form ales con
él. T iene un carácter em inentem ente transitorio y puede
concederse o retirarse con cada cam bio de régim en.

Regional: relativo a cierta región del m undo.

R epatriación: regreso a la patria de personas que residen


p o r propia voluntad o po r im posición en el ex tran jero
du ran te largo tiem po.

R epresalias: del latín, "medios de desquite". M edida que


adopta un Estado para responder a una determ inada con­
d u cta ilícita de otro Estado que p erju d ica sus intereses.
Se tra ta de un acto de carácter ilícito que en cu en tra su
fundam ento en otro acto ilícito an te rio r ( p o r ejem plo, el
bom bardeo naval, el bloqueo, la confiscación, el em bargo
de naves, fusilam iento de rehenes, etc). Después de la II
G u e rra M undial es considerado incom patible en el derecho
internacional.

R epresentación observadora: m isión de carácter perm anente


y representativa enviada ante una organización in te rn a ­
cional por un E stado que no es m iem bro de ella, para lo
cual ha sido previa y oportunam ente autorizada.

R epresentante Perm anente: je fe de m isión de una R e p re ­


sentación Perm anente de un E stado m iem bro ante una
organización internacional.

R epresentante del E stado que envía: m iem bro de una


m isión especial.

Res in te r alios acta: locución latina utilizada para designar


el principio en v irtu d del cual un tratado concluido entre
dos o más Estados no puede crear po r sí solo derechos u
obligaciones para un tercer Estado.
VI Terminología diplomática usual 281

Reserva: declaración unilateral form ulada po r un Estado al


m om ento de firm a r, ra tifica r, aceptar o aprobar un tratado
y m ediante la cual se desliga de d ar cum plim iento estricto
a algunas de las disposiciones de un tratado.26 Por analo­
gía aplícase a la abstención que hace un Estado de una
determ inada situación internacional por parecerle que en
p rincipio afecta a sus altos intereses.

Residencia: dom icilio oficial de un Jefe de M isión diplom á­


tica.

Resolución: decisión adoptada por una organización in te r­


nacional o po r una conferencia por la cual em ite su
opinión respecto de una d eterm inada m ateria, la que
corresponde en d e fin itiv a a la de la m ayoría de los E sta­
dos m iem bros o participantes, respectivam ente.

Retorsión: del latín ”retorio", desquite. R eacción de un


Estado contra una determ inada conducta de otro Estado
que le p e rju d ica sin que ninguna de ellas constituya una
violación del derecho internacional (por ej. la expulsión de
agentes diplom áticos o consulares).

R uptura: decisión unilateral de un E stado de poner térm ino


a las relaciones diplom áticas que m antiene con otro E sta­
do.

Salvaconducto: docum ento que un gobierno concede a una


persona para que circule sin dificultades a través de su
territo rio en situaciones conflictivas. D ocum ento expedido
por el gobierno del país donde una E m bajada residente ha
otorgado un asilo diplom ático, que p erm ite al asilado salir
librem ente de su territorio.

S atisfacción: com pensación m aterial o no m aterial de


p erjuicios en los litigios internacionales; en el segundo
caso, generalm ente se hace efectiva a través de una carta
de excusas o de una declaración oral de la parte culpable
del incidente.

26. Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, Art. 2, N o.l, letra d.
282 Eduardo Jara Roncati

S ecretario de Estado: en Estados U nidos, el M inistro de


R elaciones E xteriores. E n los países europeos, una especie
de V ice M inistro a cargó de determ inadas áreas dentro de
un M inisterio. En la Santa Sede tiene funciones com pa­
rables a las de un je fe de gobierno.

Servicio E xterior: co n ju n to de funcionarios diplom áticos y


consulares de un Estado.

Sesión plenaria: reunión de una co nferencia internacional


en la que particip an todas las delegaciones.

Sine qua non: algo esencial, sin lo cual u n a cosa no sería


posible.

Solución pacífica: arreglo de las disputas internacionales


sin re c u rrir al uso de la fuerza. Los tratadistas suelen
d istinguir entre m edios legales, com o el a rb itra je y la
a d ju dicación, y los m edios políticos, com o las negociacio­
nes diplom áticas, los buenos oficios, la m ediación, la
averiguación y la conciliación.

Sondeo: gestión cautelosa y m uchas veces disim ulada,


destinada a conocer la intención de un gobierno acerca de
una m ateria determ inada.

S ta tu quo: del latín "estado actual". Se em plea para desig­


nar al estado de cosas ju ríd ic o -p o lític o cuyo m antenim ien­
to es objeto de arreglos internacionales.

S tatus: Situación, condición, estado.

S tricto sensu: locución latina que significa sentido re s trin ­


gido, en oposición a ”lato sensu", que significa sentido
am plio.

Sub spe rati: E sta fó rm u la indica que una propuesta es


aceptable por un negociador, a reserva o con la esperanza
de su ratificación por el Estado m andante. No cabe co n ­
fu n d ir dicha posición con la de "ad referendum ”, pues
m ientras en ésta el diplom ático expresa no ten er in stru c ­
ciones suficientes o concretas para concluir determ inado
VI Terminología diplomática usual 283

asunto, en la sub spe rati existe una aceptación de p rin ­


cipio, aunque sea de tipo personal, de ese diplom ático.

S upra nacionalidad: entidad que cuenta con poderes y


com petencias transferidos desde los respectivos Estados
m iem bros.

T ercer Estado: E stado que no es parte de un determ inado


tratado o negociación.

T erritorio: totalidad de los espacios terrestres, m arítim os,


fluviales, lacustres, polares y aéreos de un Estado.

T ournée diplom ática: del francés, "recorrido, gira". C on­


ju n to de visitas que un je fe de m isión debe hacer a sus
colegas después de asum ir sus funciones en un país o ante
u n a organización internacional.

T a rje ta de visita: m edio de presentación, que sirve adem ás


para el envío de determ inados m ensajes, a través del uso
de ciertas letras convencionales en idiom a francés: p.p.
para presentar,; p.f. para felicitar; p.r. p ara agradecer; p.c.
para condolencias o pésame; y p.p.c. para despedirse.

Título: calificación que se otorga a la persona por sus


cualidades o sus acciones. D esignación que expresa una
distinción especial.

T ratado: acuerdo en tre dos o más Estados u otros sujetos


de derecho internacional que crea en tre ellos obligaciones
de carácter ju ríd ico . A cuerdo internacional celebrado por
escrito entre Estados y regido por el derecho in tern acio ­
nal27 A cuerdo en tre Estados destinado a p ro d u cir efectos
jurídico s.

T raslado: cam bio de un agente diplom ático de una d esti­


nación en un E stado o en una organización internacional a
otro E stado u otra organización internacional.

27. Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, A rt.2, 1, letra a).
284 Eduardo Jara Roncati

T re aty m aking power: expresión inglesa que se utiliza para


designar el órgano del E stado com petente en cada país
para celebrar tratados internacionales.

Tregua: cesación tem poral de las hostilidades entre dos


Estados beligerantes.

U ltim átum : ú ltim a palabra antes de rom per una negocia­


ción. C om unicación que un E stado dirige a otro exigién­
dole adoptar una conducta en un plazo determ inado y
am enazándolo con la adopción de ciertas m edidas en caso
de que así no ocurra.

U ti possidetls: locución latina, "uti possidetis, ita possi-


deatis", com o poseéis, seguiréis poseyendo. Principio
utilizado p ara la delim itación fro n teriza en v irtu d del cual
los países involucrados reconocen com o tal a los te rri­
torios que estaban poseyendo en el pasado, de hecho o de
derecho.

V a lija diplom ática: m edio a través del cual se transporta


la correspondencia oficial entre una m isión diplom ática y
el M inisterio de R elaciones E xteriores y que se encuentra
reglam entada por la C onvención de V iena sobre relaciones
diplom áticas.28

V erificación: control de la legalidad de los poderes de una


delegación a una reunión de una organización internacional
o a una conferencia, vigilando que se en cuentren "en
buena y debida form a".

Veto: derecho que asiste a los m iem bros perm anentes del
C onsejo de Seguridad de las N aciones U nidas en los
asuntos principales, que se en cu en tra establecido de
ju re .29

28. Convención de Viena, A rt. 27, Nos.8, 4 y 7. Ver Anexo 5.


Se está estudiando en la ONU un instrum ento jurídico sobre esta m ateria y
los correos diplomáticos.
29. C arta de la ONU, Art. 27.
VI Terminología diplomática usual 28S
V isitas de cortesía: serie de visitas que realizan los jefes
de m isión desde que inician el ejercicio de sus funciones
después de presen tar sus C artas C redenciales o sus Cartas
de G ab in ete, en su caso, a los dem ás jefe s de m isión de
su m ism a categoría. Las visitas de cortesía deben ser
devueltas. A unque sin carácter form al, es habitual que los
dem ás m iem bros del personal diplom ático de una m isión
visiten a sus colegas, especialm ente de aquellos países con
los cuales m antienen relaciones más estrechas. T om an
tam bién el nom bre de "tournée diplom ática".

V isación o visa: autorización concedida po r un E stado a


ciudadanos de otros Estados para que puedan ingresar a su
territorio.
CAPITULO VII

Modelos de correspondencia diplomáticas

1. Solicitud de reconocim iento de un nuevo


gobierno.

2. R econocim iento expreso de un nuevo gobierno a


través de u n a E m b ajad a residente o por el
M inisterio de Relaciones E xteriores, dos modelos.

3. E stablecim iento de relaciones diplom áticas, dos


modelos

4. R u p tu ra de relaciones diplom áticas.

5. Suspensión de relaciones diplom áticas.

6. D esignaciói del país que representará sus


intereses cuando se han roto relaciones
diplom áticas, dos modelos.

7. C om unicación del consentim iento de un Estado


para encargarse de los intereses a otro.

8. Acuse de recibo a la aceptación de un Estado


para hacerse cargo de los intereses de otro.

9. A cta de restablecim iento de relaciones


diplom áticas.

10. A creditación de un E ncargado de Negocios


in terin o para que se encargue de a b rir una
m isión diplom ática.

11. N ota verbal confirm ando el otorgam iento de un


beneplácito

12. C om unicada de prensa respecto del otorgam iento


de un bene tlácito.
288 Eduardo Jara Roncati

13. C artas C redenciales de un E m bajador de C hile a


un M onarca

14. C artas C redenciales de un E m bajador del Perú


ante un Presidente de la R epública

15. C artas C redenciales de un E m bajador de Panam á


y de u n E m b ajad o r de C olom bia ante un
P residente de la R epública, dos m odelos.

16. C artas C redenciales de un R epresentante


Perm anente ante la O rganización de los Estados
A m ericanos

17. C redenciales acreditando una delegación a una


co nferencia internacional.

18. C artas de R etiro de un E m b ajad o r de C hile ante


u n M onarca.

19. C artas de R e tiro de un E m b ajad o r del Perú ante


un Presidente de la R epública.

20. C artas de R etiro de un E m b ajad o r de Colom bia


ante un Presidente de la R epública.

21. C artas de R e tiro de un E m bajador de V enezuela


ante un Presidente de la R epública.

22. Copias de C artas C redenciales de u n E m bajador


de C olom bia ante un Presidente de la R epública.

23. Copias de las C artas C redenciales de un


E m b ajad o r de V enezuela ante un Presidente de la
R epública.

24. Copias de C artas de R e tiro de un E m b ajad o r de


V enezuela ante un P residente de la R epública.

25. Copias de as C artas de R etiro de u n E m bajador


de Colomb: i ante un P residente de la R epública.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 289

26. C om unicación acerca de la llegada de un Jefe de


m isión.

27. C om unicación del nuevo Jefe de m isión


solicitando audiencias con el M inistro de
R elaciones E xteriores y con el Jefe del Estado.

28. N ota solicitando audiencia a un Presidente de la


R epública para hacer entrega de las C artas
Credenciales.

29. N ota solicitando audiencia con el M inistro de


R elaciones E xteriores para hacerle entrega de las
copias de las C artas Credenciales.

30. N ota de un Jefe de m isión anunciando su llegada


y solicitando al D irector del Protocolo una
audiencia con el M inistro de R elaciones
E xteriores para el m ism o fin.

31. Solicitud de au diencia del M onarca del R eino


U nido para hacer entrega de las Cartas
Credenciales.

32. N ota anunciando a los Jefes de m isión


acreditados en el m ism o país la presentación de
las C artas Credenciales.

33. A nuncio de recepción de la com unicación de


presentación de las Cartas Credenciales.

34. N ota a los Jefes de m isión del propio país en el


exterior com unicando la presentación de las
C artas Credenciales.

35. R espuesta a un Jefe de m isión de su propio país


a la nota por m edio de la cual éste le anuncia la
presentación de sus C artas C redenciales,
2 m odelos.

36. C artas de G abinete para un E ncargado de


Negocios.
290 Eduardo Jara Roncad

37. N ota verbal anunciando la ausencia de un Jefe de


m isión y la designación de un E ncargado de
Negocios ad interim .

38. N ota verbal anunciando la ausencia de un Je fe de


m isión y la designación de E ncargados de
Negocios ad interim sucesivos.

39. N ota diplom ática de un M inisterio acusando


recibo a la com unicación acerca de la ausencia
tran sito ria de un Jefe de m isión.

40. N ota circu lar a las dem ás m isiones diplom áticas


acreditadas en el país anunciando la ausencia del
Je fe de m isión y la designación de un E ncargado
de Negocios ad interim .

41. N ota diplom ática anunciando el regreso de un


E m b ajad o r a su sede.

42. T élex de M inistro de R elaciones E xteriores a


M inistro de Relaciones E xteriores acreditando a
un E ncargado de Negocios ad interim por
ausencia del E ncargado de Negocios ad interim .

43. C ongratulación con m otivo del aniversario


nacional de un país, dos modelos.

44. A gradecim iento de un je fe de m isión por las


congratulaciones oficiales con m otivo del
aniversario nacional.

45. N ota circular al C uerpo D iplom ático com unicando


el nom bram iento de un M inistro de R elaciones
E xteriores.

46. N ota de u a M inistro de R elaciones E xteriores


anunciando su nom bram iento a u n je fe de m isión
diplom ática acreditada ante ese Estado.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 291

47. N ota de respuesta de un je fe de m isión acerca


del nom bram iento de un M inistro de Relaciones
E xteriores, 2 modelos.

48. N ota verbal acusando recibo de una com unicación


acerca de la ausencia de un M inistro de
R elaciones E xteriores.

49. N ota verbal com unicando la llegada y asunción de


funciones de un nuevo m iem bro de la m isión y de
su cónyuge.

50. N ota verbal solicitando cédulas de identidad


diplom ática p ara un fu ncionario de la m isión y de
su cónyuge.

51. N ota verbal solicitando placas de gracia para un


autom óvil.

52. N ota verbal solicitando autorización de


sobrevuelo y aterrizaje para un avión.

53. N ota verbal proporcionando inform aciones p ara la


confección de la lista diplom ática.

54. N ota solicitando el otorgam iento del placet para


el nom bram iento de un A gregado M ilitar.

55. N ota com unicando el otorgam iento del placet


para el nom bram iento de un A gregado Naval.

56. N ota verbal com unicando el otorgam iento de un


asilo diplom ático y solicitando el salvoconducto.

57. N ota verbal solicitando autorización p ara la


instalación de una em isora de radio en la
C ancillería de la m isión diplom ática.

58. N ota de protesta.

59. N ota colectiva.


292 Eduardo Jara Roncad

60. N ota v e rb d com unicando el térm ino de sus


funciones de un m iem bro del personal diplom ático
de la m isión y la llegada de su sucesor.

61. A cuse de recibo de una nota por la cual se


com unica el térm ino de funciones de un m iem bro
del personal diplom ático de una m isión y
solicitando la devolución de su cédula de
identidad diplom ática, de las de su cónyuge y de
sus hijos.

62. N ota verbal solicitando autorización para


en ajen ar un vehículo de propiedad de un m iem bro
del personal diplom ático de la m isión.

63. N ota diplom ática al M inistro de Relaciones


E xteriores inform ando el térm ino de las
funciones de un E m bajador y designando un
E ncargado de Negocios interino.

64. N ota diplom ática de un Jefe de m isión


anunciando a otro Jefe de m isión el térm ino de
sus funciones y la designación de un Encargado
de Negocios a.i.

65. N ota verbal solicitando el apoyo de un país para


un a c a n d id atu ra d entro de una organización
internacional, 3 modelos.

66. N ota relativa a la petición de apoyo de un país


para una can d id atu ra a una organización
internacional anunciando su estudio por p arte de
su gobierno y posterior respuesta, 2 m odelos.
67. N ota verbal de una R epresentación Perm anente
anunciando el apoyo de su país p ara una
candidatura.

68. N ota acom pañando el pago de la co ntribución de


un E stado m iem bro a una organización
internacional.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 293

69. C redenciales de la delegación de un Estado


m iem bro a u n Período O rdinario de Sesiones de
la A sam blea G eneral de las N aciones U nidas.

70. N ota de un Estado m iem bro de las N aciones


U nidas oponiéndose a la participación de
determ inados Estados com o observadores a una
co nferencia internacional.

71. N ota solicitando una reunión urgente del Consejo


de Seguridad.

72. N ota com unicando el térm ino de funciones como


R epresentante Perm anente de un Estado m iem bro
ante las N aciones U nidas.

73. Plenos poderes para suscribir una C onvención


Internacional.

74. Instrum ento de ratificació n de un convenio


internacional.

75. N ota diplom ática rem itiendo al depositario de un


tratado el respectivo instrum ento de ratificación.

76. A cta de C anje.

77. N ota de una A sociación de Funcionarios


D iplom áticos.
294 Eduardo Jara Roncati

1. S olicitud de reconocim iento de un nuevo


gobierno.

El M inisterio de R elaciones E xteriores saluda m uy


atentam ente a la E m bajada de ............. y tiene el honor de
poner en su conocim iento que con fecha ............. de .............
de ............. se h a hecho cargo del G obierno de .......... una
Ju n ta M ilitar, form ad a por .............

E sta Ju n ta ejerce absoluto control sobre todo el


territo rio nacional en el cual el orden público se m antiene
inalterado, co n tinuará la política ex terio r tradicional de
y, m uy especialm ente, respetará sus obligaciones
internacionales.

El M inisterio de R elaciones E xteriores ruega a la


E m b ajad a de ............. poner lo an terio r en conocim iento de su
G obierno, con el cual el de ............. desea m antener las
m ejores relaciones de am istad.

El M inisterio de R elaciones E xteriores aprovecha la


oportu n id ad para reitera r a la E m b ajad a de ............. las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

A la
E m b ajad a de

2. R econocim iento expreso de un nuevo gobierno


a través de una E m b ajad a residente o por el
M inisterio de R elaciones E xteriores, m odelo a.

L a E m bajada de saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y tiene el honor de
VII ‘ Modelos de correspondencia diplomáticas 295
referirse a su N ota de fecha .......... de en la que
info rm a que una Ju n ta M ilitar form ada por ............. se ha
hecho cargo del G obierno de la R epública.

L a E m b ajad a de se com place en acusar


form alm ente recibo de dicha N ota y expresa el recíproco deseo
que anim a al G obierno de ............. de m antener las m ejores
relaciones de am istad con el nuevo G obierno.

L a E m bajada de ............. aprovecha la o portunidad


para reitera r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L u g ar y fecha

Al
M inisterio de Relaciones E xteriores

2. R econocim iento expreso de un nuevo gobierno


a través de una E m b ajad a residente o por el
M inisterio de R elaciones E xteriores, m odelo b.

Señor E ncargado de Negocios;

Tengo el agrado de referirm e a la nota de esa


E m bajada ............. fechada el ............. de ............. recién
pasado, m ediante la cual V uestra Señoría se sirve com unicar
que una Ju n ta Cívico M ilitar ha asum ido los Poderes E jecutivo
y Legislativo en ............. hasta el m om ento en que se efectúen
nuevas elecciones.

M anifiesta, asim ism o, V uestra Señoría, que el nuevo


G obierno ha declarado enfáticam ente que cum plirá sus
com prom isos internacionales y respetará los D erechos Hum anos.

Cúm plem e expresar a V uestra Señoría que he tom ado


nota de dichas inform aciones y que el G obierno de ha
296 Eduardo Jara Roncati
resuelto co n tin u ar con el G obierno Provisional de esa N ación
las estrechas y cordiales relaciones de todo orden que siem pre
nos han unido a ese pais herm ano.

A provecho esta o portunidad p ara validar a V uestra


Señoría la seguridad de nuestra más alta y distinguida
consideración.

(firm ado)

3. E stablecim iento de relaciones diplom áticas,


m odelo a.

El gobierno de la R epública de ............. y el


G obierno de ............. deseosos de fo rtalecer los lazos de
am istad que unen a sus pueblos y dispuestos a desarrollar
am pliam ente la cooperación entre sus países, han decidido
establecer relaciones diplom áticas e intercam biar, a la brevedad
posible, las m isiones diplom áticas que co n trib u irán a hacer
realidad tales propósitos. El presente com unicado fu e publicado
sim ultáneam ente en y en el de
de a las horas

(firm ado) (firm ado)

3. E stablecim iento de relaciones diplom áticas,


m odelo b.

Los gobiernos de la R epública de ............. y de la


R epública de .............. guiados por las norm as enunciadas en la
C arta de las N aciones U nidas y deseosos de establecer lazos de
am istad y m utua cooperación beneficiosa para sus respectivos
pueblos, han decidido, sobre la base de los principios de
igualdad, no in te rfe re n c ia en los asuntos internos de otros
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 297
Estados y del respeto por la independencia y la integridad
territo ria l, establecer relaciones diplom áticas a nivel de
E m bajadores a contar de esta fecha.

Las dos capitales, la fecha.

(firm ado) (firm ado)

4. R u p tu ra de relaciones diplom áticas.

Señor E m bajador:

T engo el honor de poner e n conocim iento de V uestra


E xcelencia que el G obierno de ............... ha decidido poner
térm ino a sus relaciones diplom áticas con el G obierno de

Por tanto, V uestra E xcelencia d eb erá abandonar el


territo rio nacional en un plazo prudencial y contará, p ara ello,
con am plias facilidades, de acuerdo con lo dispuesto por la
C onvención de V iena sobre relaciones diplom áticas, suscrita en
V iena el 18 de abril de 1961.

Sírvase aceptar las seguridades de m i consideración


distinguida.

(firm ado)

A l Excelentísim o señor

E m b ajad o r de
Presente.
298 Eduardo Jara Roncati
5. Suspensión de relaciones diplom áticas.

L a E m bajada de la R epública de saluda m uy


atentam ente al H onorable M inisterio de R elaciones E xteriores y,
en cum plim iento de instrucciones recibidas de su G obierno,
tiene el honor de inform arle que (relato de los hechos).

E sta situación contraviene las norm as plenam ente


aceptadas por el derecho internacional y hacen im posible el
e jercicio norm al de las actividades de esta M isión. A dem ás, bajo
estas circunstancias, el G obierno de .............. considera que no
se en cuentran aseguradas las condiciones necesarias para el
funcionam iento de su E m bajada en este país.

Por tales m otivos, el G obierno de ............. ha


resuelto suspender sus relaciones diplom áticas con la R epública
de .............

Los funcionarios de esta E m b ajad a abandonarán


próxim am ente el país, po r lo cual se solicita al H onorable
M inisterio de R elaciones E xteriores ten er a bien disponer que
se les b rin d en las facilidades y garantías necesarias para
abandonar librem ente el territo rio de la R epública de ............. .
de acuerdo con las norm as del derecho internacional vigentes.

L a E m b ajad a de ............. com unica asim ism o por


instrucciones de su G obierno, que se ha solicitado al G obierno
de la R epública de ............. p ara que se haga cargo de los
intereses de su país en la R epública de .............

L a E m b ajad a de ............. , con la d eb id a autorización


de su G obierno, com unica asim ism o que éste asegura el libre
abandono de su territo rio de los ciudadanos residentes en
que expresen tales intenciones.

La E m b ajad a de ............. aprovecha la o portunidad


para expresar al H onorable M inisterio de R elaciones E xteriores
las seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 299

A l H onorable
M inisterio de Relaciones E xteriores
Presente.

6. D esignación del país que rep resen tará


sus intereses cuando se h an roto relaciones
d iplom áticas, m odelo a.

L a E m bajada de la R epública de saluda m uy


atentam ente al H onorable M inisterio de R elaciones E xteriores de
y com o com plem ento a su nota de fech a ............. .
tiene el agrado de inform arle que el G obierno de la R epública
aceptó el pedido del G obierno de la R epública de
y se encargará de d efe n d e r los intereses de en
la R epública de .............

L a E m bajada de la R epública de ............. hace


propicia la ocasión para reitera r al H onorable M inisterio de
R elaciones E xteriores de .............. las seguridades de su m ayor
consideración.

L u g ar y fecha.

Al H onorable
M inisterio de Relaciones
Presente.

6. D esignación del país que rep resen tará


sus intereses cuando se h an roto relaciones
d iplom áticas, m odelo b.

L a E m bajada de la R epública de saluda m uy


atentam ente al M inisterio de Relaciones E xteriores de la
R epública de ............. y tiene el honor de inform arle que la
E m bajada de la R epública de ............. representa a contar de la
300 Eduardo Jara Roncati
fecha, los intereses de la R epública de .............. en y
las propiedades de ésta incluso sus cuentas bancarias han sido
transferidas a la E m bajada de .......

L a E m b ajad a de la R epública de ............. hace


p ropicia esta o portunidad para reitera r al M inisterio de
R elaciones E xteriores de la R epública de el testim onio
de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

Al
M inisterio de R elaciones E xteriores
Presente

7. C om unicación del consentim iento de un E stado


p a ra en cargarse de los intereses a otro.

Señor M inistro,

Tengo el honor de in fo rm a r a V uestra E xcelencia que


el G obierno de m i país, accediendo a un pedido form ulado por
el G obierno de ............. ha resuelto asum ir la protección de
sus intereses.

A l llevar lo que antecede al conocim iento de V uestra


Excelencia, le solicito el debido consentim iento del G obierno de
y espero e n co n trar com o ha sido habitual toda la
cooperación p ara el desem peño de estas nuevas funciones.

A provecho la o portunidad p ara re itera r a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

(firm a)

A l E xcelentísim o señor

M inistro de Relaciones E xteriores


Presente.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 301

8. Acuse de recibo a la aceptación de un E stado


p a ra hacerse cargo de los intereses de otro.

L a E m b ajad a de saluda m uy atentam ente al


H onorable M inisterio de Relaciones E xteriores y tiene el honor
de acusar recibo de la atenta nota ............. de ............. de los
corrientes, en la que se sirve com unicarle que el G obierno de
acepta que esta E m bajada asum a la representación de
los intereses de la R epública de d u ran te la
in terru p ció n de las relaciones diplom áticas con ese país.

L a E m b ajad a de ............. agradece esta am able


com unicación, que ha transm itido al G obierno de y se
vale de la opo rtu n id ad para reitera r al H onorable M inisterio de
R elaciones E xteriores las seguridades de su más alta y
distinguida consideración.

Lugar y fecha.

A l H onorable
M inisterio de R elaciones E xteriores,
Presente.

9. Acta de restablecimiento de relaciones


diplomáticas.

ACTA

E n ............. a del mes de ............. de 19


, reunidos en el M inisterio de R elaciones E xteriores los
E xcelentísim o E m bajadores de ............. y de ............. señores
y ............. respectivam ente, y el señor ............. .
M inistro de R elaciones E xteriores de (país a n fitrió n ),
expresaron que la reunión había sido convocada por el M inistro
de R elaciones E xteriores señor ............. p ara considerar la
reanudación de relaciones diplom áticas en tre ............. y
en m érito de las notas dirigidas p o r dicho M inistro a
los Excelentísim o señores E m bajadores de ............. y .............
con fech a ............. de y de las respuestas de dichos
Excelentísim o Señores E m bajadores, en notas de fecha .............
302 Eduardo Jara Roncati
y .............. respectivam ente (o bien fechadas el del
m ism o mes).

Expuso el M inistro que, atendiendo el tenor


de las m encionadas notas, estim aba que el distanciam iento entre
esos dos países amigos había desaparecido y que, prácticam ente,
consideraba que las relaciones diplom áticas entre las R epúblicas
de y de quedaban reanudadas. A l respecto, los
Excelentísim o Señores E m bajadores de ............. y de.... .............
expresan su absoluta conform idad con lo expuesto por el
M inistro y acordaron:

Prim ero: D eclarar reanudadas, desde este m om ento, las


relaciones diplom áticas entre las R epúblicas de ............. y de

Segundo: Que los G obiernos de estos dos países, d entro del


plazo de contado a p a rtir de esta fecha, procederán a
n om brar, sim ultáneam ente, sus representantes diplom áticos.

A continuación, el señor M inistro, expresó a los


Excelentísim o Señores E m bajadores su agradecim iento po r haber
aceptado los buenos oficios del G obierno de ............. y su
p ro fu n d a satisfacción por haber contribuido a la am istad entre
y países unidos por estrechos vínculos de
tradición y afecto, con los cuales ............... (país a n fitrió n )
m antiene las m ás cordiales relaciones de am istad.

Los E xcelentísim os señores E m bajadores ............. y


expresaron su especial reconocim iento al G obierno de
que preside el E xcelentísim o señor por su
ofrecim iento de buenos oficios y sus calurosas felicitaciones al
Excelentísim o señor M inistro de R elaciones E xteriores .............
por su actuación tan acertada y constructiva.

Se procedió a ex tender, po r triplicado, la presente


A cta de la reunión y en su redacción se usó el orden alfabético
de las respectivas naciones, que los concurrentes firm an:

(país a n fitrió n )
(orden alfabético del país)
(orden alfabético del país)
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 303

10. A creditación de un E ncargado de Negocios


in terin o p a ra que se encargue de a b rir
u na m isión diplom ática.

Señor M inistro:

H asta la llegada del E m bajador de la R epública de


en ese país, tengo el honor de designar al señor
C onsejero (o Secretario) de la E m b ajad a de la
R epública de ............. en ............. en calidad de E ncargado de
Negocios interino p ara que se encargue de la a p e rtu ra de la
m isión.

Junto con presentar oficialm ente al señor ............. a


Su E xcelencia tengo el honor de expresarle las seguridades de
m i más alta y distinguida consideración.

F irm a
E l M inistro de R elaciones E xteriores de

A l E xcelentísim o señor

M inistro de R elaciones E xteriores de

11. N ota verbal confirm ando el otorgam iento


de un beneplácito.

L a E m bajada de saluda m uy atentam ente al


.

M inisterio de Relaciones E xteriores y tiene el honor de


inform arle que el G obierno de concedió el beneplácito
al E xcelentísim o señor para desem peñarse como
.

E m b ajad o r de en .............
304 Eduardo Jara Roncati

L a E m bajada de ............... aprovecha esta o portunidad


p ara re itera r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

Al M inisterio de Relaciones E xteriores


D irección del C erem onial y Protocolo

12. C om unicado de prensa respecto del otorgam iento


de un beneplácito.

CO M U N IC A D O DE PRENSA

El G obierno de la R epública de ha concedido


el beneplácito a la designación del señor p ara que se
desem peñe como E m bajador E xtraordinario y Plenipotenciario de
ante este país. El señor .............. reem plazará al señor
quien ha sido designado .............

El nuevo E m bajador nació en 19 y en su


carre ra ha desem peñado funciones diplom áticas en ............. y
así com o en el M inisterio de R elaciones E xteriores.
A ctualm ente se desem peña com o ............ .

El señor ............. viajará en breve a ............. para


asum ir sus funciones.

L ugar y fecha
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 305
13. C a rta s C redenciales de un E m bajador de C hile
a un M onarca

Presidente de la R epública de C hile

Su M ajestad
ISABEL II

Por la G racia de D ios, R eina del R eino


U nido de G ran B retaña e Irlanda del N orte
y de sus otros R einos y T errito rio s, Jefe
de la C om unidad B ritánica de N aciones y
D efensora de la Fe.

M A JE ST A D :

A nim ados del vivo deseo de m an ten er y


estrechar las cordiales relaciones que existen e n tre nuestros dos
países, hem os acordado designar E m b ajad o r E xtrao rd in ario y
Plenipotenciario de C hile cerca de V uestra M ajestad, al señor

Las excelentes cualidades que concurren en la


-p erso n a del señor ............. son segura garantía para
-e sp e rar que en el desem peño de su M isión logrará
-alcan zar V uestra benevolencia y en esta confianza
-rogam os a V uestra M ajestad que conceda entero crédito a
-c u a n to en nuestro nom bre os m anifieste y m uy
-p artic u la rm e n te al expresaros los sinceros votos que
-form ulam os po r V uestra v en tu ra personal y po r la
-crecien te prosperidad de G ran Bretaña.

V uestro Leal y Buen A m igo,

Palacio de La Moneda, a de de
306 Eduardo Jara Roncati

14. C a rta s C redenciales de un E m bajador del P erú


a n te un P residente de la R epública

P residente de la R epública del Perú

A su E xcelencia el Señor ......


P residente de la R epública de

G ran d e y Buen Amigo:

A nim ado del deseo de fortalecer y estrechar aún más


las relaciones de cordial am istad que felizm ente existen entre
nuestros respectivos países, he venido en designar al señor
para que ejerza cerca del G obierno de V uestra
E xcelencia las funciones de E m bajador E xtraordinario y
Plenipotenciario.

A brigo la seguridad de que el señor ............. dadas


las relevantes cualidades que lo distinguen, ha de hacerse grato
a V uestra E xcelencia en el ejercicio de la elevada M isión que
le he confiado.

R uego a V uestra E xcelencia se digne prestarle


benévola acogida dando en tera fe y crédito a cuanto d ije re en
nom bre del P erú y sobre todo cuando le exprese a V uestra
E xcelencia los fervientes votos que form ulo po r su ventura
personal y po r la prosperidad de .............

De V uestra Excelencia
L eal y Buen Am igo

D ada en la Casa de G obierno de L im a a las


días del mes de de
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 307

15. Cartas Credenciales de un Embajador de Panamá


y de un Embajador de Colombia ante
un Presidente de la República, modelo a.

Presidente de la R epública de Panam á

A l Excelentísim o Señor

Presidente de la R epública de

G rande y Buen Amigo:

A nim ado del buen deseo de no d e ja r interru m p id as y


estrechar cada vez mas las cordiales y francas relaciones de
am istad que felizm ente existen en tre nuestros dos países y con
el propósito de d a r en esta ocasión una p ru eb a más de los
sentim ientos de viva sim patía del G obierno y Pueblo de Panam á
hacia el G obierno y Pueblo de ............. he venido en a cred itar
y por las presentes acredito a Su E xcelencia ............. con el
carácter de E m b ajad o r E xtraordinario y P lenipotenciario de
Panam á ante el ilustrado G obierno de V uestra Excelencia.

Las relevantes cualidades que distinguen a Su


Excelencia ............. me hacen esperar que en el desem peño de
su elevada M isión logrará alcanzar y m antener el aprecio y la
consideración de V uestra E xcelencia, y en esta confianza os
ruego d ar en tera fe y crédito a cuanto él diga en nom bre de la
R epública de Panam á y de su G obierno, especialm ente cuando
asegure que form ulo mis más fervientes votos po r la creciente
p rosperidad de esa N ación am iga así com o por la ven tu ra
personal de V uestra E xcelencia de quien tengo a honra ser,

Leal y Buen Am igo,


308 Eduardo Jara Roncati

15. C a rta s C redenciales de un E m bajador de P an am á


y de un E m b ajad o r de C olom bia an te
un P residente de la R epública, m odelo b.

P residente de la R epública de Colom bia

Al E xcelentísim o Señor
Presidente de la R epública de

G rande y Buen Amigo:

Con el propósito de que las tradicionales relaciones


de am istad que felizm ente han existido en tre la R epública de
C olom bia y la R epública de sean cada día más firm es y
leales, he determ inado acred itar, com o por las presentes
acredito, con el carácter de E m bajador E xtraordinario y
Plenipotenciario de C olom bia ante el G obierno de V uestra
E xcelencia al señor ............. distinguido m iem bro del .............
quien ha servido a la R epública de altos cargos ............. .
diplom áticos y adm inistrativos y quien últim am ente fu e .............

Las relevantes prendas personales que adornan al


señor ............. , m e inspiran la confianza de que bien pronto
habrá de m erecer el aprecio de V uestra E xcelencia y de que
desem peñará cum plidam ente la honrosa y grata m isión que le
confío; por lo cual ruego a V uestra E xcelencia d a r en tera fe y
c rédito a cuanto él diga en nom bre de C olom bia y Su G obierno
y en especial cuando asegure que hago m uy fervientes votos
p o r la v en tu ra personal de V uestra E xcelencia de quien me
honro en ser

Leal jv Buen A m igo,

(firm a)
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 309

16. C artas C redenciales de un R epresentante


P erm anente a n te la O rganización de los Estados
A m ericanos.

Presidente de la R epública de
al
E xcelentísim o señor
P residente del Consejo Perm anente
de la O rganización de los Estados A m ericanos

A nim ados del vivo deseo de m antener e increm entar


la participación de ............. en la O rganización de los Estados
A m ericanos, tengo el honor de com unicar a V uestra E xcelencia
que he procedido a designar com o R epresentante Perm anente
ante esa O rganización Internacional al señor E m bajador

Las excelentes cualidades que concurren en la


persona del E m bajador ............. son segura garantía para
esperar que en el desem peño de su m isión logrará c o n trib u ir a
los altos propósitos que persigue la O rganización de los Estados
A m ericanos.

(Fdo.) El Presidente de la R epública

17. C redenciales acred itan d o una delegación


a una co nferencia in tern acio n al.

M inistro de R elaciones E xteriores

A C R E D IT O po r las Presentes, para que concurran


com o R epresentantes del G obierno de a la C onferencia
sobre ............... que ten d rá lugar en la ciudad de
entre los días ............. y ............. de de
, a las siguientes personas:
310 Eduardo Jara Roncati

EX C ELE N TISIM O SEÑ O R .............


E m b ajad o r .............
Presidente de la Delegación

C O N SEJER O SEÑ O R .............


Jefe D epartam ento .............
M inisterio de Relaciones E xteriores

SEG U N D O SE C R ET A R IO SEÑ O R .............


Com isión N acional .............

- SEÑ O R .............

E N FE DE LO C U A L he hecho ex tender estas


C R ED E N C IA L ES firm adas de m i m ano y selladas con el Sello de
A rm as de la R epública.

FIR M A D E L M IN ISTRO DE R ELA C IO N ES E X T E R IO R E S

18. C artas de R etiro de un E m bajador de C hile


a n te un M onarca.

P residente de la R epública de Chile


a
Su M ajestad
ISABEL II

Por la G racia de Dios, R eina del R eino


U nido de G ran B retaña e Irlanda del N orte
y de sus otros R einos y T erritorios, Jefe
de la C om unidad B ritánica de N aciones y
D efensora de la Fe.

M A JEST A D :

H abiendo juzgado necesario d estinar a otras


funciones al Señor ............. E m bajador E xtraordinario y
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 311
P lenipotenciario de ............. . hemos acordado poner térm ino a
la M isión que le había sido encom endada cerca de V uestra
M ajestad.

E n la confianza de que el señor ............. habrá


sabido ser fie l in te rp re te de los sentim ientos de n u estra N ación,
fom entando las buenas relaciones de am istad que felizm ente
existen en tre nuestros dos países, Os ruego aceptéis los
sinceros votos que form ulam os por el bienestar de V uestra
M ajestad y por la grandeza de V uestra N ación.

V uestro Leal y Buen Am igo.

(Fdo.) El P residente de la R epública

19. C a rta s de R etiro de un E m b ajad o r del Perú


an te un P residente de la R epública.

P residente de la R ep ú b lica del P erú


A Su E xcelencia el Señor

Presidente de la R epública de ........

G rande y Buen Amigo:

Tengo a honra h acer llegar a V uestra E xcelencia


la presente C a rta de R etiro del señor q u ien desem peñó
ante el G ob iern o de V uestra E xcelencia la representación del
P erú con carácter de E m b ajad o r E x trao rd in ario y
Plenipotenciario.

A brigo la seguridad de que el señor .............


h ab rá cum plido las instrucciones que recib iera en el sentido de
afianzar las cordiales relaciones de am istad que felizm ente
existen e n tre nuestros respectivos países.

R uego a V uestra E xcelencia acep tar los votos que


form ulo p o r la prosperidad y grandeza de .......... y p o r la
312 Eduardo Jara Roncati
v e n tu ra personal de V uestra Excelencia, de quien tengo a honra
ser

Leal y Buen Am igo

(Fdo.) El P residente de la R epública

D ada en la Casa de G obierno de L im a, a los


días del mes de de .............

20. C a rta s de R etiro de un E m bajador de Colom bia


a n te un P residente de la R epública.

P residente de la R epública de Colom bia


A l E xcelentísim o Señor

P residente de la R epública de

G ran d e y Buen Amigo:

Por h ab er presentado renuncia del alto cargo de


E m b ajad o r E x trao rd in ario y P lenipotenciario de C olom bia ante
el G obierno de V uestra E xcelencia el señor ............... le expido
las presentes L etras de R etiro que ponen térm ino a la honrosa
m isión que le había confiado la R epública.

Por este m otivo me honro al expresar a V uestra


E xcelencia m is sentim ientos de la más elevada consideración y
p ro fu n d o aprecio.

Leal y Buen Am igo

(Fdo.) El Presidente de la R epública


VII Modelos de correspondencia diplomáticas 313

21. C artas de R etiro de un E m bajador de V enezuela


an te un P residente de la R epública.

Presidente de la R epública de V enezuela


A l E xcelentísim o Señor

Presidente de la R epública de

G rande y Buen Amigo:

N ecesidades del Servicio D iplom ático m e m ueven


a poner térm ino a la M isión que venía desem peñando el señor
con el carácter de E m bajador E x trao rd in ario y
Plenipotenciario de la R epública de V enezuela ante el G obierno
de V uestra Excelencia.

Al haceros esta participación, me es satisfactorio


elevar cordiales votos por la prosperidad de la R ep ú b lica de
y por la ven tu ra personal de V uestra Excelencia.

V uestro Leal y Buen Am igo

(Fdo.) El P residente de la R epública

R efren d ad a
El M inistro de Relaciones E xteriores

Palacio de M iraflores en Caracas, a los días


del mes de de ............
314 Eduardo Jara Roncati

22. Copias de C a rta s C redenciales de un E m bajador


de Colom bia a n te un P residente de la R epública.

P residente de la R epública de Colom bia

A l Excelentísim o Señor
P residente de la R epública de .............

G rande y Buen Amigo:

C on el propósito de que las tradicionales relaciones


de am istad que felizm ente han existido en tre la R epública de
C olom bia y la R epública de sean cada d ía más firm es y
leales, he determ inado acreditar, com o po r las presentes
acredito, con el carácter de E m bajador E xtrao rd in ario y
P lenipotenciario de Colom bia ante el G obierno de V uestra
E xcelencia al señor ............. . distinguido m iem bro del ..............,
quien ha servido a la R epública en altos cargos diplom áticos y
adm inistrativos y quien últim am ente fu e .............

Las relevantes prendas personales que adornan al


señor ............. me inspiran la confianza de quien pronto habrá
de m erecer el aprecio de V uestra E xcelencia y de que
desem peñará cum plidam ente la honrosa y grata m isión que le
confío; por lo cual ruego a V uestra E xcelencia d ar en tera fe y
créd ito a cuanto él diga en nom bre de C olom bia y de Su
G obierno y en especial cuando asegure que hago m uy fervientes
votos p o r la ven tu ra personal de V uestra E xcelencia de Q uien
M e honro en ser

Leal y Buen A m igo,

(Fdo.) El P residente de la R epública

(Rfdo) El Ministro de Relaciones Exteriores


VII Modelos de correspondencia diplomáticas 315

23. Copias de las C a rta s C redenciales


de un E m bajador de V enezuela an te
un P residente de la R epública.

PR ESID EN TE D E LA R E PU B LIC A DE V E N E Z U E L A

A l Excelentísim o Señor

Presidente de la R epública de

G rande y Buen Amigo:

M e es grato p articip ar a V uestra E xcelencia que he


designado al señor ............. com o E m bajador E x trao rd in ario y
Plenipotenciario de la R epública de V enezuela ante V uestro
G obierno.

Las dotes de inteligencia y patriotism o que realzan la


persona del lo hacen m erecedor de m i confianza; y, en
tal v irtu d , ruego a V uestra E xcelencia se digne reconocerlo con
tal carácter y d ar entero crédito a todo lo que Os exprese en
m i nom bre y en el del G obierno de V enezuela, especialm ente
cuando Os transm ita los votos que form ulo po r la prosperidad
de esa N ación y por la ven tu ra personal de V uestra E xcelencia,
de quien soy

L eal y Buen Am igo,

(Fdo.) El Presidente de la R epública

R efrendada:
El M inistro de Relaciones E xteriores
(.L.S.) (Fdo.)

Palacio de M iraflores, en Caracas a los y días


del mes de .............
316 Eduardo Jara Roncati

24. Copias de C a rta s de R etiro de un E m bajador


de V enezuela a n te un P residente de la R epública.

PR ESID EN TE D E LA R E PU B LIC A D E V E N E Z U E L A

A l E xcelentísim o Señor
P residente de la R epública de

G ran d e y Buen Amigo:

N ecesidades del Servicio D iplom ático m e m ueven a


poner térm ino a la M isión que venía desem peñando el señor
con el carácter de E m bajador E xtraordinario y
P lenipotenciario de la R epública de V enezuela ante el G obierno
de V uestra Excelencia.

A l haceros esta participación, me es satisfactorio


elevar cordiales votos por la prosperidad de la R epública de

y por la ven tu ra personal de V uestra Excelencia.

V uestro Leal y Buen Am igo,

(L.S.) (Fdo.)
Presidente

R efrendada:
E l M inistro de R elaciones E xteriores

(L.S.) (Fdo.)
Palacio de M iraflores, en Caracas,
a los y días del mes de
de
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 317

25. Copias de las C a rta s de R etiro de un E m bajador


de Colom bia a n te un P residente de la R epública.

PR ESID EN TE D E L A R E PU B L IC A D E CO LOM BIA

A l Excelentísim o Señor .............


Presidente de la R epública de .............

G rande y Buen Amigo:

Por haber presentado ren u n cia del alto cargo de


E m bajador E x trao rd in ario y P lenipotenciario de Colom bia ante
el G obierno de V uestra E xcelencia el señor .............. le expido
las presentes L etras de R e tiro que ponen térm ino a la honrosa
m isión que le había confiado la R epública.

Por este m otivo M e honro al expresar a V uestra


E xcelencia M is sentim ientos de la más elevada consideración y
p ro fu n d o aprecio.

Leal y Buen A m igo,

(Fdo.) E l Presidente de la R epública

R efrendado:
El M inistro de R elaciones E xteriores
(Firm ado)

26. C om unicación acerca de la llegada de un J e fe


de m isión.

Señor M inistro:

Tengo el honor de poner en conocim iento de V uestra


Excelencia que el señor ............. nom brado po r el G obierno
318 Eduardo Jara Roncati

E m bajador E xtrao rd in ario y P lenipotenciario de ........ en


debe llegar a esta ciudad po r la vía ............. el día
a las acom pañado de .............

A gradecería a V uestra E xcelencia que se dignara


recom endar a las autoridades com petentes que se tom en las
m edidas que fu ere n del caso, en el sentido de p restar al nuevo
titu la r de esta m isión las facilidades acostum bradas para estas
ocasiones.

Q uiero aprovechar esta o portunidad para re ite ra r a


V uestra E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

(fdo.) E ncargado de Negocios a.i. de

A l señor

M inistro de R elaciones E xteriores de

27. C om unicación del nuevo J e fe de m isión


solicitando audiencias con el M inistro
de R elaciones E xteriores y con el J e fe
del E stado.

Señor M inistro:

Tengo el honor de poner en conocim iento de V uestra


E xcelencia que hoy he llegado a ............. p ara asum ir mis
funciones de E m bajador de en .............

C on este m otivo, vengo en solicitar de V uestra


E xcelencia tenga a bien fija rm e día y hora para la entrega de
las copias de m is C artas C redenciales y de las de R etiro de m i
antecesor. A l propio tiem po, m ucho agradeceré a V uestra
E xcelencia solicitar de (el Jefe del E stado) se sirva recibirm e
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 319

en audiencia, en la fech a y la hora que le convenga para


hacerle entrega de los originales de dichas Cartas.

A provecho esta oportu n id ad p ara expresar a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del E m bajador

E m bajador de .............

A l Excelentísim o señor

M inistro de Relaciones E xteriores de

28. N ota solicitando audiencia a un P residente


de la R epública p a ra h a c er en treg a
de las C artas C redenciales.

Señor M inistro:

Tengo el honor de poner en conocim iento de V uestra


E xcelencia que habiendo sido nom brado E m b ajad o r de .............
en la R epública de ............. he llegado a esta ciu d ad el día
con el objeto de iniciar la grata m isión que se m e ha
confiado. E n tal v irtu d ruego a V uestra E xcelencia que me
señale el d ía y la hora en que pu ed a recib irm e, p a ra p o n er en
sus m anos personalm ente la copia de estilo de las Cartas
C redenciales que m e acred itan en el refe rid o cargo, así como
las de retiro de m i antecesor, señor .............

Al expresar a V uestra E xcelencia la inm ensa


satisfacción que me produce venir a este país tan
estrecham ente unido a ............... po r tradicionales vínculos de
u n a sincera am istad, a cuyo servicio me será especialm ente
grato y honroso poner todos m is esfuerzos oficiales y
personales, quiero aprovechar esta p rim era opo rtu n id ad p ara
320 Eduardo Jara Roncati
p resen tar a V uestra E xcelencia las seguridades de m i más alta y
d istinguida consideración.

L ugar y F echa

F irm a del E m bajador

A l Excelentísim o señor

M inistro de R elaciones E xteriores

29. N ota solicitando audiencia con el M inistro


de R elaciones E xteriores p a ra h a c erle en treg a
de las copias de las C artas C redenciales.

Señor M inistro:

Tengo el honor de d irigirm e a V uestra E xcelencia


para solicitarle m uy atentam ente que se digne obtener del
E xcelentísim o señor P residente de la R epública la fija ció n del
día y la hora en que pueda recibirm e, para hacerle entrega de
las copias de las C artas C redenciales que m e acreditan como
E m b ajad o r E x trao rd in ario y Plenipotenciario de ante el
G obierno de .............

A provecho la opo rtu n id ad p ara reitera r a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del E m bajador

Al E xcelentísim o señor .............


M inistro de R elaciones E xteriores
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 321

30. N ota de un J e fe de m isión anunciando su llegada


y solicitando al D irector del Protocolo
u n a audiencia con el M inistro de R elaciones
E xteriores p a ra el mismo fin .

Señor D irector:

Tengo el h onor de d irigirm e a V uestra E xcelencia


p ara solicitarle m uy encarecidam ente ten e r a bien in terp o n er
sus buenos oficios p ara ser recibido, en audiencia especial, por
el Excelentísim o señor M inistro de R elaciones E xteriores, con el
ob jeto de hacerle entrega de las Copias de las Cartas
C redenciales que m e acreditan com o E m b ajad o r E xtrao rd in ario y
Plenipotenciario de ante el G obierno de .............

A gradeciendo de antem ano la bu en a disposición de


V uestra E xcelencia a m i solicitud, me valgo de la o portunidad
para testim oniarle las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del E m b ajad o r

A l E xcelentísim o señor .............


D irector del Protocolo,
M inisterio de R elaciones E xteriores

31. S olicitud de audiencia del M onarca del R eino


U nido p a ra h a c e r en treg a de las C artas
C redenciales.

L ondres .............

Señor,

Tengo el honor de inform arle m i llegada a


L ondres el día ............. con el objeto de asum ir mis funciones
com o E m b ajad o r de ante la C orte de Saint James.
322 Eduardo Jara Roncati

M ucho le agradeceré ten er la gentileza de


ad o p tar las m edidas necesarias para poder e fectu ar las visitas
de estilo a los M inistros y a los altos funcionarios del "Foreign
a n d C om m onw ealth O ffice" y, en su debida op o rtu n id ad , obtener
una audiencia de Su M ajestad la R eina para la presentación de
las C artas C redenciales, cuyas copias le incluyo a la presente (o
bien , ya he enviado hasta su despacho).

A provecho esta o portunidad para expresar a


V uestra E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del E m bajador

A l H onorable .............
Secretario de Estado para los A suntos E xteriores y
del C om m onw ealth
L ondres S1W

32. Nota anunciando a los Jefes de misión


acreditados en el mismo país la presentación
de las Cartas Credenciales.

Señor E m bajador:

Tengo el honor de com unicar a V uestra E xcelencia


que habiendo sido designado po r m i G obierno E m bajador
E xtrao rd in ario y P lenipotenciario de en ............. , en la
fecha de hoy he puesto en m anos del Excelentísim o señor
P residente de la R epública, las C artas C redenciales que
m e acreditan en ese carácter.

Al com unicarlo a V uestra Excelencia, m e es


especialm ente grato m anifestarle los propósitos que me anim an
de co n tin u a r las cordiales relaciones que han existido entre
esta m isión y la del digno cargo de V uestra E xcelencia, como
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 323
corresponde a la tradicional y sincera am istad que felizm ente
une a nuestros dos países.

A provecho esta o portunidad para p resentar a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del E m bajador

A l Excelentísim o señor

E m bajador E xtraordinario y Plenipotenciario de .............


Presente.

33. A nuncio de recepción de la com unicación


de presentación de las C artas C redenciales.

Señor E m bajador:

Tengo el honor de refe rirm e a su aten ta nota N


fechada ............. por la cual me in fo rm a que ha
presentado al señor P residente de la R epública de (o a
Su M ajestad el R ey de), sus Cartas C redenciales que le
acreditan en el carácter de E m bajador de la R epública de
en .............

C on tal m otivo, me es m uy grato hacerle llegar mis


más calurosas felicitaciones, así com o asegurarle m i propósito
por establecer con V uestra E xcelencia las m ejores relaciones,
tanto oficiales com o personales, con el objeto de fo rtalecer los
vínculos de todo orden que felizm ente m antienen nuestros dos
países.

A provecho esta oportu n id ad para expresar a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.
F irm a del je fe de m isión

A l E xcelentísim o señor

E m bajador E x trao rd in ario y P lenipotenciario de .............


Ciudad.
324 Eduardo Jara Roncati
34. N ota a los J e fe s de m isión del propio pafs
en ei exterior com unicando la presentación
de las C a rta s C redenciales.

Señor Em bajador-

Tengo el honor de com unicar a V uestra Excelencia


que en esta fech a he presentado al Excelentísim o señor
, P residente de la R epública de ............. las Cartas
C redenciales que me acreditan en el carácter de E m bajador
E xtraordinario y Plenipotenciario de en .............

Al p articiparle lo que antecede, me es m uy grato


m anifestarle que será para m i un m otivo de especial
satisfacción m antener con V uestra E xcelencia no sólo las
m ejores relaciones oficiales que dem ande el servicio del país,
sino que respecto de los asuntos particulares que se le puedan
ofrecer.

A provecho esta oportunidad para p resentar a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del E m bajador

Al Excelentísim o señor

E m b ajad o r E xtraordinario y Plenipotenciario de

35. R espuesta a un Je fe de m isión de su propio país


a la nota por m edio de la cual éste le an uncia
la presentación de sus C artas C redenciales, m odelo a.

Señor E m bajador,

Tengo el honor de referirm e a la nota de V uestra


E xcelencia N° ............. de ............. de ............... por m edio de
la cual tuvo a bien inform arm e que ha hecho entrega al
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 325

E xcelentísim o señor ............. Presidente de la R epública de


de las C artas C redenciales que lo acreditan como
E m bajador E xtraordinario y P lenipotenciario de .............

A l agradecer a V uestra E xcelencia la an terio r


inform ación, m e es grato expresarle, a m i vez, la disposición
que me anim a para co n tin u ar colaborando con la m isión a su
digno cargo en todo cuanto pueda b en eficiar a nuestro país así
com o en los asuntos personales que se le puedan ofrecer.

A provecho la o portunidad para p resentar a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del je fe de m isión

A l Excelentísim o señor

E m bajador E xtraordinario y P lenipotenciario de

35. R espuesta a un J e fe de m isión de su propio país


a la n o ta por m edio de la cual éste le an u n cia
la presentación de sus C artas C redenciales, m odelo b.

Señor E m bajador,

T engo el honor de acusar recibo de su nota N°


de de ............. . por la cual V uestra E xcelencia
tuvo a bien com unicarm e que hizo entrega al Excelentísim o
señor ............... P residente de la R ep ú b lica de .............. de las
C artas Credenciales que lo acreditan en calidad de E m bajador
E xtraordinario y Plenipotenciario de .............

M e es grato expresar a V uestra E xcelencia m is más


sinceras felicitaciones así como m i deseo de c o n tin u ar y
estrechar las cordiales relaciones tanto oficiales como
326 Eduardo Jara Roncati
personales que felizm ente existen entre nuestras dos m isiones,
fiel reflejo de las que unen a nuestros pueblos y gobiernos.

A provecho esta o portunidad para presentar a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del je fe de m isión

E xcelentísim o señor

E m b ajad o r E xtraordinario y P lenipotenciario de

36. C a rta s de G abinete p a ra un E ncargado de


Negocios.

Señor M inistro;

T engo el honor de com unicar a V uestra E xcelencia


que m i gobierno, anim ado del vivo deseo de fo rtalecer cada vez
m ás los vínculos de am istad que existen entre nuestros pueblos,
h a designado al señor ............. para que se desem peñe com o
E ncargado de Negocios cerca de V uestro G obierno.

R uego a V uestra E xcelencia se sirva reconocer al


señor ............. en el carácter de E ncargado de Negocios de
y d ar fe y crédito a cuanto expresaré de m i parte.

A provecho esta o portunidad p ara expresar a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i m ás alta y distinguida
consideración.

F irm a del M inistro

A l Excelentísim o Señor .............


M inistro de R elaciones E xteriores de
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 327

37. N ota verbal anunciando la ausencia de un Je fe


de m isión y la designación de un E ncargado
de Negocios ad in terim .

L a E m bajada de saluda m uy atentam ente al


H onorable M inisterio de Relaciones E xteriores y tiene el honor
de inform arle que con esta fech a el Excelentísim o señor
E m bajador se ausentará del país.

D urante su ausencia quedará a cargo de esta M isión


d iplom ática el señor com o E ncargado de Negocios
.

interino.

La E m bajada de se vale de esta opo rtu n id ad


p ara reitera r al H onorable M inisterio de R elaciones E xteriores
las seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

Sello oficial de la m isión

A l H onorable
M inisterio de Relaciones E xteriores
Presente.

38. N ota verbal anunciando la ausencia de un Je fe


de m isión y la designación de E ncargados
de Negocios ad interim sucesivos.

La E m bajada de la R epública de saluda m uy


atentam ente al M inisterio de R elaciones E xteriores y tiene el
h onor de inform arle que con esta fech a se ausentará del país el
Excelentísim o señor E m bajador ............. por un período de 30
días.

D urante su ausencia, quedará a cargo de esta M isión


diplom ática, el M inistro C onsejero señor en el carácter
de E ncargado de Negocios ad interim .
328 Eduardo Jara Roncati

El M inistro C onsejero señor ............. d eb erá


ausentarse a su yez del país entre los días ............. y .............
de ............. . período du ran te el cual lo reem plazará com o
E ncargado de Negocios ad interim el P rim er Secretario señor

L a E m bajada de la R epública de .......... aprovecha


la o portunidad para reitera r al M inisterio de R elaciones
E xteriores las seguridades de su más alta y distinguida
consideración.

L ugar y fecha.

Sello oficial de la m isión

Al
M inisterio de R elaciones E xteriores
Presente.

39. N ota diplom ática de un M inisterio acusando


recibo a la com unicación acerca de la ausencia
tra n sito ria de un J e fe de m isión.

Señor E ncargado de Negocios a.i.;

Tengo el honor de d irigirm e a V uestra Señoría con el


propósito de acusar recibo de la N ota N° .............. por m edio
de la cual el E xcelentísim o señor E m b ajad o r don ............. me
com unicó que se ausentará del país en uso de vacaciones.

H e tom ado nota que en tanto dure la ausencia del


E xcelentísim o señor E m bajador, V uestra Señoría quedará al
fre n te de esa R epresentación D iplom ática, en calidad de
E ncargado de Negocios a.i.

M e valgo de esta o portunidad para re ite ra r a V uestra


Señoría las seguridades de m i consideración más distinguida.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 329

F irm a del D irector de Protocolo

H onorable señor .............


E ncargado de Negocios a.i. de
Presente.

40. N ota circu lar a las dem ás m isiones diplom áticas


acred itad as en el país anunciando la ausencia
del Je fe de m isión y la designación
de un E ncargado de Negocios ad interim.

L a E m b ajad a de saluda m uy atentam ente a


las m isiones diplom áticas( y de las organizaciones
internacionales) acreditadas en ............. y tiene el honor de
inform arles que el Excelentísim o señor ............. . E m b ajad o r de
se ausentará del país el próxim o d u ran te algún
tiem po.

D urante su ausencia, el señor ............. que se


desem peña com o ............. de esta m isión, asum irá como
E ncargado de Negocios a.i.

L a E m b ajad a de ............. aprovecha la o portunidad


p ara reitera r a las m isiones diplom áticas y de organizaciones
internacionales acreditadas en ............. las seguridades de su
más alta y distinguida consideración .............

L ugar y fecha.

Sello oficial de la m isión

A las
M isiones diplom áticas (y de O rganizaciones Internacionales),
330 Eduardo Jara Roncati

41. N ota diplom ática anunciando el regreso


de un E m bajador a su sede.

Señor M inistro:

Tengo la honra de p articip ar a V uestra E xcelencia


que, con fecha de hoy, he regresado al país y acabo de
reasum ir m i puesto al fre n te de esta E m bajada.

Al agradecerle, Señor M inistro, las atenciones que ha


dispensado d u ran te m i ausencia al Señor E ncargado de Negocios
ad in terim , aprovecho la o portunidad para expresar a V uestra
Excelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del E m bajador

Excelentísim o Señor D on .............


M inistro de R elaciones E xteriores

42. T élex de M inistro de R elaciones E xteriores


a M inistro de R elaciones E xteriores acreditando
a un E ncargado de Negocios ad interim
p or ausencia del E ncargado de Negocios
a d interim .

Excelentísim o Señor

M inistro de R elaciones E xteriores de

Tengo el honor de d irigirm e a V uestra Excelencia


p ara com unicarle que el Suprem o G obierno ha decidido acred itar
com o E ncargado de Negocios ad interim de ............. ante el
Ilustre G obierno de ............. al señor ............. a p a rtir del
hasta el du ran te la ausencia del Encargado de
Negocios ad interim señor .............
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 331
R eciba V uestra E xcelencia el testim onio de m i más
alta y distinguida consideración.

M inistro de R elaciones E xteriores

43. C ongratulación con motivo del aniversario


nacional de un pafs, m odelo a.

Señor D ire c to r

Por especial encargo de Su E xcelencia el P residente


de la R epública .............. del M inistro de R elaciones E xteriores
Excelentísim o señor .............. y en m i propio nom bre, tengo el
honor de dirigirm e a V uestra E xcelencia con m otivo de
cum plirse el aniversario nacional (N atalicio de Su
.

M ajestad ............. ) a fin de hacerle llegar los votos por la


prosperidad y bienestar siem pre crecientes de vuestro noble
pueblo, y po r el estrecham iento cada vez m ayor de los
tradicionales lazos de am istad que felizm ente unen a nuestros
dos países.

Form ulo asim ism o, en esta ocasión, los m ejores


deseos por la ven tu ra personal de Su E xcelencia el Presidente
de la R epública ............. , del M inistro de R elaciones E xteriores
Excelentísim o señor y vuestra.

A provecho esta oportunidad p ara reitera r a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del je fe de m isión

A l Señor E m b ajad o r .............


D irector del C erem onial y Protocolo
M inisterio de R elaciones E xteriores,
Presente.

Nota: Esta nota podría ser dirigida asimismo al Ministro de


Relaciones Exteriores.
332 Eduardo Jara Roncati
43. C ongratulación con motivo del aniversario
nacional de un país, m odelo b.

Señor M inistro:

E n nom bre del G obierno de ............. y en el m ío


propio, me honro en hacer llegar a V uestra E xcelencia los
m ejores y más sinceros deseos de prosperidad y bienestar para
la N ación con ocasión de la próxim a fiesta N acional de

Las excelentes relaciones que tradicionalm ente


existen entre nuestros dos países y nuestros G obiernos, me
hacen p articularm ente grato form ular los m ejores votos por la
grandeza de .............

Le ruego, Señor M inistro, qu iera aceptar el


testim onio de m i más alta y distinguida consideración.

F irm a del je fe de m isión

E xcelentísim o Señor Don .............


M inistro de R elaciones E xteriores

44. A gradecim iento de un je fe de m isión por las c o n g ra­


tulaciones oficiales con motivo del aniversario nacional

E xcelentísim o Señor:

Tengo el honor de acusar recibo de la aten ta N ota


de V uestra Excelencia, por la que tiene a bien expresarm e a
nom bre de Su E xcelencia el P residente de la R epública,
del M inistro de R elaciones E xteriores y en el suyo
propio, las más cordiales felicitaciones y los m ejores votos por
la grandeza de ............. y la prosperidad de su pueblo, al
celebrarse su F iesta N acional.

Al agradecer p rofundam ente sus cordiales


felicitaciones, así como los buenos deseos que fo rm u la por m i
v e n tu ra personal, le ruego haga llegar a Su E xcelencia el
Presidente de la R epública y al Señor M inistro de Relaciones
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 333
E xteriores los fervientes votos que expreso po r la grandeza y
prosperidad de y por su ven tu ra personal.

A provecho la oportunidad para reitera r a V uestra


Excelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del je fe de m isión

Al E xcelentísim o Señor

D irector del Protocolo,


M inisterio de R elaciones E xteriores

45. N ota circu lar al Cuerpo D iplom ático com unicando


el nom bram iento de un M inistro de R elaciones
E xteriores.

NO TA C IR C U L A R

El M inisterio de R elaciones E xteriores -D irecció n del


P rotocolo- saluda m uy atentam ente a las M isiones diplom áticas
y O rganizaciones Internacionales acreditados en ............. y
tiene el honor de inform arles que con fec h a ............. de
ha asum ido el cargo de M inistro de R elaciones
E xteriores, el señor .............

El señor ....... es casado con la señora................

El M inisterio de R elaciones E xteriores -D irecció n del


P rotocolo- se vale de esta o portunidad p ara re ite ra r a las
M isiones diplom áticas y O rganizaciones Internacionales
acreditados en ............. las seguridades de su más alta y
distinguida consideración.

L ugar y fecha

A las
M isiones D iplom áticas y
O rganizaciones Internacionales R esidentes
Presente.
334 Eduardo Jara Roncati

46. N ota de un M inistro de R elaciones E xteriores


anunciando su nom bram iento a un je fe de m isión
d iplom ática acre d ita d a a n te ese E stado.

Señor E m bajador:

Tengo el honor de dirigirm e a V uestra E xcelencia


con el objeto de poner en su conocim iento que con esta fecha
he asum ido las funciones de M inistro de R elaciones E xteriores
con las que ha querido honrarm e Su E xcelencia el P residente de
la R epública.

Con tal m otivo, me es grato expresar a V uestra


E xcelencia m i propósito de m antener y en lo posible estrechar
aún m ás las cordiales relaciones que felizm ente unen a nuestros
dos países.

A provecho esta o portunidad para expresar a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a el M inistro de R elaciones E xteriores

Al Excelentísim o Señor

E m b ajad o r E xtrao rd in ario y P lenipotenciario de


Presente.

47. N ota de respuesta de un je fe de m isión acerca


del nom bram iento de un M inistro de R elaciones
E xteriores, m odelo a.

Señor M inistro:

Tengo el honor de referirm e a la aten ta nota N°


del por m edio de la cual V uestra E xcelencia se
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 335
ha dignado inform arm e que en esa fecha ha asum ido, po r
designación del Excelentísim o señor P residente de la R epública,
el alto cargo de M inistro de R elaciones E xteriores.

A l agradecer esta am able com unicación, deseo


expresar que será para m i m otivo de especial satisfacción poder
prestar a V uestra E xcelencia m i concurso en el propósito de
estrechar las relaciones que han unido tradicionalm ente a la
R epública de ......... y a .............

A provecho esta o portunidad para p resentar a V uestra


Excelencia las seguridades de m i m ás alta y distinguida
consideración.

F irm a del je fe de m isión

Al Excelentísim o Señor

M inistro de R elaciones E xteriores


Presente.

47. N ota de respuesta de un je fe de m isión acerca


del nom bram iento de un M inistro de R elaciones
E xteriores, m odelo b.

Señor D irector;

T engo el honor de dirigirm e a V uestra E xcelencia en


relación con la N ota N° .............. de po r m edio de la
cual tuvo a bien p o n er en conocim iento de esta M isión
d iplom ática el nom bram iento del Excelentísim o señor .............
com o M inistro de R elaciones E xteriores.

Ju n to con agradecer esta am able com unicación, m ucho


agradeceré a V uestra E xcelencia ten er a bien tra n sm itir al
Señor M inistro que será para m i un m otivo de especial
satisfacción poder prestarle m i concurso con el propósito de
estrechar las cordiales relaciones que tradicionalm ente han
unido a y a .............
336 Eduardo Jara Roncati

A provecho esta o portunidad para re itera r a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

firm a

A l E xcelentísim o señor

D irector del Protocolo


M inisterio de R elaciones E xteriores

48. N ota verbal acusando recibo de una com unicación


ac erc a de la ausencia de un M inistro
de R elaciones E xteriores.

L a E m b ajad a de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores, y tiene el honor de acusar
recibo de su C ircular N° ............. de .............. de los corrientes,
p o r la que tiene a bien inform arle que el Excm o. Señor
M inistro de R elaciones E xteriores Don se ausentará del
país desde el ............. de hasta el del mism o
mes y que, du ran te su ausencia, será subrogado por el Excm o.
Señor .............
en calidad de M inistro de R elaciones E xteriores Subrogante.

L a E m b ajad a de al agradecer dicha


.

inform ación, de la cual ha tom ado debida nota, aprovecha la


oportu n id ad para reitera r al M inisterio de R elaciones E xteriores
las seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha

Sello oficial de la m isión

Al Ministerio de Relaciones Exteriores


VII Modelos de correspondencia diplomáticas 337
49. N ota verbal com unicando la llegada y asunción
de funciones de un nuevo m iem bro de la m isión
y de su cónyuge.

L a E m b ajad a de saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores -D irecció n del C erem onial y
P rotocolo- y tiene el honor de inform arle que el señor .............
ha llegado recientem ente a esta ciudad y ha asum ido la función
de de esta M isión diplom ática.

El señor ............. llegó acom pañado de su esposa,


señora y de dos hijas m enores.

L a E m bajada de .............. aprovecha esta oportu n id ad


para reitera r al M inisterio de Relaciones E xteriores -D irecció n
del C erem onial y Protocolo- las seguridades de su más alta y
distinguida consideración.

L ugar y fecha

Sello de la m isión

A l M inisterio de R elaciones E xteriores


D irección del C erem onial y Protocolo
Presente.

50. N ota verbal solicitando cédulas de identidad


diplom ática p a ra un fun cio n ario de la m isión
y de su cónyuge.

La E m bajada de la R epública de saluda m uy


atentam ente al M inisterio de Relaciones E xteriores y tiene el
h onor de inform arle que el señor .............. p rim e r Secretario de
esta E m bajada, acom pañado de su esposa ........ y de dos
hijos m enores ha llegado recientem ente a este país. La
E m bajada se perm ite rem itirle sus pasaportes a fin de que ese
M inisterio tenga la gentileza de proceder a su registro y
posterior otorgam iento de la visación que les perm ita resid ir en
este pais para el cum plim iento de sus funciones diplom áticas.
338 Eduardo Jara Roncati
A l m ism o tiem po, la E m b ajad a de la R epública de
solicita el otorgam iento de las respectivas cédulas de
id en tid ad diplom ática para el señor ............. y la señora
para lo cual rem ite ............ fotografías de cada uno de
ellos.

L a E m bajada de la R epública aprovecha esta


o portu n id ad p ara re ite ra r al M inisterio de R elaciones E xteriores
las seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha

A l M inisterio de R elaciones E xteriores


Presente.

51. N ota verbal solicitando placas de g racia


p a ra un autom óvil.

L a E m bajada de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y tiene el honor de rem itir
a d ju n to los resp e c tiv o s fo rm u la rio s, d e b id a m en te
cum plim entados, para la obtención de las placas de gracia para
el autom óvil m arca .............., m odelo .............. año ............. .
núm ero de m otor ............. y núm ero de chassis ............. de
propiedad del señor , C onsejero de esta representación
diplom ática.

L a E m bajada de ............. aprovecha la oportunidad


p ara re itera r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha

A l M inisterio de R elaciones E xteriores


Presente.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 339

52. N ota verbal solicitando autorización


de sobrevuelo y a te rriz a je p a ra un avión.

L a E m b ajad a de saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y tiene el honor de
solicitarle tenga a bien gestionar urgentem ente cerca de las
autoridades com petentes, el perm iso de sobrevuelo y aterrizaje
para un avión del ............. cuyas características, plan de vuelo
y necesidades se especifican a continuación:

A V IO N TIPO:
INDICA TIVO :
MISION:
TR IPU LA C IO N :

IT IN E R A R IO /H O R A R IO

T R A M O 1.
T R A M O 2.
DIA:

A LTERN A TIV O S:
AEROVIAS:
PASOS FIR:
N IV E L DE VUELO:
VELOCIDAD:
A U TO N O M IA :
T R A M O 3.
DIA:
ETA:

A LTERN A TIV O S:
AEROVIAS:
PASOS FIR:
N IV E L DE VUELO:
V ELOCIDAD:
AU TO N O M IA :
T R A M O 4.

Los horarios son en T U (tiem po universal) y sus


necesidades en com bustible tipo ............. en ............. de
340 Eduardo Jara Roncati
serán de 50.000 libras de dicho com bustible. La
E m bajada de com unicará oportunam ente el aeropuerto
de a te rrizaje en .............

La E m bajada de aprovecha esta o portunidad


p ara reitera r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha

Sello oficial de la m isión

A l M inisterio de R elaciones E xteriores en

53. N ota verbal proporcionando inform aciones


p a ra la confección de la lista diplom ática.

L a E m b ajad a de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y con refe re n c ia a
la C ircular de ese D epartam ento N° de de los
c orrientes, tiene el honor de poner en su conocim iento la
inform ación solicitada en la m ism a para la confección de la
nueva edición de la Lista Diplom ática:

- C A N C ILL ER IA :

- CO N SU LA D O G E N E R A L EN:

- O FIC IN A CO M ERC IA L:

- O FIC IN A C U L T U R A L :

- O FIC IN A D E L A G R E G A D O DE DEFENSA:

- O FIC IN A D E L A G R E G A D O LA BORAL:

PER SO N A L D IPLO M A TICO


VII Modelos de correspondencia diplomáticas 341

Excm o. Señor Don


E m b ajad o r E xtraordinario y P lenipotenciario
Señora
Avda.
Teléfono:

Excm o. Señor Don


M inistro C onsejero
Señora
A vda.
Teléfono:

Señor C oronel de E jé rc ito Don


A gregado de D efensa
Señora
Teléfono:

Señor D on
C onsejero de E m bajada
E ncargado de la Sección C onsular
Teléfono:

lim o. Señor Don


C onsejero de E m bajada y C onsejero C ultural
Señora
A vda.
Teléfono:

Señor
C onsejero Económ ico y Com ercial
Teléfono:

Señor D on
P rim er Secretario
Teléfono:

Señor Don
T ercer Secretario
Señora
342 Eduardo Jara Roncati

Señor Don
A gregado L a b o rd
Teléfono:

Señor Don
A gregado Civil
Teléfono:

La E m bajada de aprovecha esta o portunidad


para reitera r al M inistro de Relaciones E xteriores de .............
las seguridades de su más alta y distinguida consideración.

54. N ota solicitando el otorgam iento del placet


p a ra el nom bram iento de un A gregado M ilitar.

La E m bajada de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y tiene el honor de poner
en su conocim iento que el gobierno de ............. se propone
nom brar A gregado M ilitar a esta E m b ajad a, en reem plazo del
C oronel de E jé rc ito señor ............. al C oronel de E jército ,
señor .............

La E m b ajad a de ............. se com place en rem itir


a d ju n to a la presente nota los datos biográficos del C oronel de
E jé rc ito señor ............. y solicita el correspondiente placet para
proceder a su nom bram iento.

L a E m b ajad a de ............. aprovecha la o portunidad


para reitera r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

Sello de la m isión.

A l M inisterio d e R elaciones E xteriores,


VII Modelos de correspondencia diplomáticas 343

55. N ota com unicando el otorgam iento del placel


p a ra el nom bram iento de un A gregado N aval.

E l M inisterio de R elaciones E xteriores saluda m uy


atentam ente a la E m bajada de ............. y tiene el h onor de
referirse a la N ota N° de de del año
en curso, m ediante la cual esa m isión diplom ática solicitó el
correspondiente placet para que el C apitán de N avio señor
se desem peñe com o A gregado N aval a esa E m bajada.

A l respecto, el M inisterio de R elaciones E xteriores


tiene el agrado de poner en conocim iento d e la E m b ajad a de
que el gobierno de ............. acepta com placido la
designación del señor oficial antes m encionado com o A gregado
N aval a esa m isión diplom ática.

El M inisterio de R elaciones E xteriores aprovecha esta


opo rtu n id ad para re ite ra r a la E m bajada de ............. las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

Sello oficial

A la E m bajada de
Presente.

56. N ota verbal com unicando el otorgam iento


de un asilo diplom ático y solicitando
el salvoconducto.

L a E m b ajad a de saluda m uy atentam ente al


H onorable M inisterio de R elaciones E xteriores de y se
perm ite inform arle que el G obierno d e ............. ha concedido
asilo de acuerdo con las convenciones internacionales vigentes
al señor de n a c io n a lid a d .............
344 Eduardo Jara Roncati
La E m b ajad a de ............. solicita m uy atentam ente a
ese H onorable M inisterio disponga las órdenes pertinentes para
que el citado señor pueda abandonar el país.

L a E m bajada de ............. agradece de antem ano al


H onorable M inisterio de Relaciones E xteriores de ............. la
atención que se sirva ofrecer a la presente solicitud y se vale
de la ocasión para reiterarle las seguridades de su m ás alta y
distinguida consideración.

L ugar y fecha.

Al H onorable
M inisterio de R elaciones E xteriores de

57. N ota verbal solicitando autorización p a ra la instalación de


u n a em isora de radio en la C an cillería de la m isión
diplom ática.

L a E m b ajad a de .............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores de ............. y tiene el
honor de solicitar su autorización a fin de proceder a la
instalación de una em isora de radio en la sede de su
C ancillería.

E n efecto, a fin de m ejorar las com unicaciones entre


esta M isión y su gobierno, que están garantizadas por el A rt.
27 de la C onvención de V iena de 1961 sobre Relaciones
D iplom áticas, s® ha estim ado indispensable proceder a la
instalación de ese m edio de com unicación que será destinado,
como todos los dem ás que están actualm ente en uso, a los fines
oficiales.

E n consecuencia, y de acuerdo con lo dispuesto en el


citado artículo de dicha C onvención internacional, que ha sido
ratifica d a por ............. y por ............. específicam ente en su
p á rra fo lo ., parte fin al, la E m bajada de ............... se perm ite
solicitar por la presente nota la autorización determ inada en
ese E statuto.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 345
Para los fines p ertinentes, se acom paña a la presente
nota el detalle de las especificaciones técnicas y de las
características de la em isora de radio de que se trata.

L a E m b ajad a de aprovecha esta opo rtu n id ad


p ara reitera r al M inisterio de R elaciones E xteriores de .............
las seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

A l M inisterio de R elaciones E xteriores


D irección del Protocolo

58. N ota de pro testa.

E l M inisterio de R elaciones E xteriores saluda a la


H onorable E m bajada de con el objeto de referirse a la
convocatoria para una m anifestación pública, a realizarse en
el día ............. de ............. próxim o, organizada por
colectividades políticas con participación de algunas altas
autoridades del G obierno de ese país, y que ten d rá lugar fren te
a la sede de nuestra E m bajada en .............

El M inisterio de R elaciones E xteriores, ju n to con


lam entar la ocurrencia de un hecho que con traría el buen
esp íritu que debe p residir las relaciones en tre países am igos,
tiene el d eb er de expresar a la E m b ajad a de ............. se
enérgica protesta por la actitu d asum ida po r personeros
gubernam entales ............. a través de la in iciativ a aludida, que
constituye una introm isión en los asuntos internos de .............

El M inisterio de R elaciones E xteriores se vale de


esta ocasión para reitera r a la H onorable E m bajada de .............
las seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

A la H onorable
E m bajada de .............
346 Eduardo Jara Roncati

59. N ota colectiva.

Señor M inistro:

Los E m bajadores de ............. . ............. , ............. .


abajo firm antes, tenem os el honor de dirigirnos a
V uestra E xcelencia po r especiales instrucciones de nuestros
respectivos gobiernos, con el o b jeto de .............

A provecham os la oportunidad p ara expresar a V uestra


E xcelencia las seguridades de nuestra más alta y distinguida
consideración.

(firm a de todos los E m bajadores)

A l Señor

M inistro de R elaciones E xteriores de

60. N ota verbal com unicando el térm ino


de sus funciones de un m iem bro dei personal
d iplom ático de la m isión y la llegada
de su sucesor.

L a E m b ajad a de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y tiene el honor de poner
en su conocim iento que el Segundo Secretario de esta m isión,
señor ............. ha puesto térm ino a sus funciones y viaja de
regreso al país el d ía de m añana, acom pañado de su fam ilia.

E n su reem plazo ha sido designado el Segundo


Secretario señor quien llegará al país en una fecha
que será com unicada oportunam ente.

L a E m bajada de aprovecha esta oportunidad


para re ite ra r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta consideración.

L ugar y fecha.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 347

A l M inisterio de R elaciones E xteriores


D irección de Protocolo
Presente.

Nota: Si se tra ta de una m isión diplom ática acreditada ante


un país que otorga condecoraciones y el funcionario
que pone térm ino a sus funciones cum ple con los
requisitos de perm anencia y otros p ara ser acreedor
a una condecoración, la n otificación del térm ino de
sus funciones debe ser hecha con la anticipación
adecuada.

61. Acuse de recibo de u n a n o ta por la cual


se com unica el térm ino de funciones
de un m iem bro del personal diplom ático
de u n a m isión y solicitando la devolución
de su cédula de identidad diplom ática,
de las de su cónyuge y de sus h ijo s.

El M inisterio de R elaciones E xteriores saluda m uy


atentam ente a la E m bajada de ............. y con relación a su
N ota V erbal N° ............. de de recién pasado,
tiene el honor de com unicarle que se ha tom ado d eb id a nota
que el señor ............. , A gregado L aboral de esa R epresentación
D iplom ática, cesará en sus funciones el de de
198 ............. Al respecto, se agradecerá la op o rtu n a devolución
de las Cédulas de Identidad D iplom ática otorgadas al señor
a su cónyuge y a sus hijos.

El M inisterio de Relaciones E xteriores, aprovecha


esta o portunidad para reitera r a la E m bajada de ............. las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

A la E m bajada de
348 Eduardo Jara Roncati

62. Nota verbal solicitando autorización


para enajenar un vehículo de propiedad
de un miembro del personal diplomático
de la misión.

La E m b ajad a de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores, y con refe re n c ia a la ley
N° publicada en el D iario O ficial N° ............... de fecha
de ............. de ............. . por la que se establecen
franquicias para los Funcionarios D iplom áticos acreditados ante
el G obierno de ............... tiene el honor de solicitar de ese
M inisterio de R elaciones E xteriores autorización para enajenar,
libre de derechos de A duana y de los im puestos y gravám enes
conexos, dado que en ............... se concede una reciprocidad
sim ilar, al autom óvil de propiedad del Excm o. Señor Don
de la E m b ajad a de en esta capital, quien
.

cesará en su cargo el día del próxim o mes de .............

Las características del autom óvil son las siguientes:

M ARCA:
M OTOR:
CHASIS:
COLOR:

Este vehículo fue internado al país con D ecreto de


L iberación N° ............. de de 19 de ese
M inisterio de R elaciones E xteriores, con R egistro de A duana N°
de fech a de de 1 9 .............

L a E m b ajad a de ............. aprovecha la oportunidad


para re ite ra r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

Al Ministerio de Relaciones Exteriores


VII Modelos de correspondencia diplomáticas 349

63. N ota diplom ática al M inistro de R elaciones


E xteriores inform ando el térm ino
de las funciones de un E m b ajad o r y designando
un E ncargado de Negocios in terin o .

Señor M inistro,

Tengo el honor de dirigirm e a V uestra E xcelencia a


fin de llevar hasta su conocim iento que he sido llam ado po r m i
gobierno p ara desem peñar otras funciones, de tal fo rm a que
pondré térm ino a m i m isión en este país el ............. de
de .............

C on tal m otivo, quiero expresar a V uestra E xcelencia


m i más profundo agradecim iento por las dem ostraciones de
cordialidad de que he sido objeto tanto de vuestra p arte, como
de Su Excelencia el P residente de la R epública, de las dem ás
autoridades del gobierno y del pueblo ............. en general, fiel
reflejo de los tradicionales y cordiales vínculos de am istad que
felizm ente ligan a nuestros dos países.

H asta la llegada de m i sucesor, qu ed ará al fre n te de


esta m isión diplom ática el señor ............. que se desem peña
com o ............. de la m ism a, en calidad de E ncargado de
Negocios a.i.

A provecho esta oportunidad para re itera r a V uestra


E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

firm a del E m bajador

A l Señor

Ministro de Relaciones Exteriores de


350 Eduardo Jara Roncati
64. N ota diplom ática de un J e fe de m isión
anunciando a otro J e fe de m isión el térm ino
de sus funciones y la designación
de un E ncargado de Negocios a .i.

Señor E m bajador:

Tengo el honor de poner en conocim iento de V uestra


Excelencia que habiendo sido llam ado po r m i G obierno para
desem peñar otras funciones, m e ausentaré de esta ciudad en el
día de hoy.

A p a rtir de esta fecha, hasta la llegada de mi


sucesor, esta E m b ajad a será d irigida por el señor ....... en
calidad de E ncargado de Negocios a.i.

Al presentar a V uestra E xcelencia m i cordial


despedida, quiero m anifestarle mis vivos agradecim ientos por
todas las atenciones, tanto oficiales com o personales, que m e ha
dispensado d u ran te el desem peño de m i m isión en este país, y
m is deseos porque continúen las excelentes relaciones que
siem pre han existido entre nuestras m isiones, com o corresponde
a la am istad que une a nuestros dos países.

Deseo aprovechar esta oportu n id ad para reitera r a


V uestra E xcelencia las seguridades de m i más alta y distinguida
consideración.

F irm a del E m bajador

A l E xcelentísim o señor

E m b ajad o r E x trao rd in ario y P lenipotenciario de

65. N ota verbal solicitando el apoyo de un país


p a ra una c a n d id a tu ra dentro de u n a organización
in te rn ac io n al, m odelo a. 1

La E m bajada de ............. saluda m uy atentam ente al


H onorable M inisterio de R elaciones E xteriores de ............. y
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 351

tiene el honor de poner en su conocim iento que el G obierno de


ha decidido presentar su can d id atu ra para ocupar uno
de los tres cargos que quedarán vacantes en el C om ité
E jecutivo de la O rganización Panam ericana de la Salud (O.P.S.)
en el mes de ............. de las elecciones para cu b rir
dichas vacantes tendrán lugar en ocasión de la .............
R eunión del C onsejo D irectivo de esa organización, que
com enzará en la ciudad de el de del
año en curso.

A l p resentar su can d id atu ra, el G obierno de .............


m anifiesta su total disposición a co n trib u ir al fortalecim iento de
este im portante organism o internacional y a im pulsar, por su
interm edio, la cooperación m ultinacional en el vital cam po de la
salud pública en beneficio de todos los pueblos de la región.

L a aspiración de ............. se fu n d am en ta en las


siguientes consideraciones:

1) No ha estado representada en el Com ité E jecutivo


de la O.P.S. desde ................ y fech a desde la cual se ha
producido una notable expansión de los servicios preventivos y
asistenciales en todo el país.

2) El interés dem ostrado por el gobierno de .............


en relación con las actividades del O rgano R egional de la
O rganización M undial de la Salud y la positiva valoración que
le parecen los trabajos que tanto en ............... com o a nivel
regional ha desarrollado la O.P.S.

3) L a m uy alta p rioridad concedida en todo m om ento


po r el G obierno de.................. a las actividades relacionadas con
la salud pública, así com o a la extensión de tales servicios a
todas las regiones y sectores poblacionales del país. La
im portancia de los recursos hum anos y m ateriales que se
destinan a la solución de problem as que resultan de singular
im portancia en condiciones de subdesarrollo -tales com o los
relacionados con la salud in fan til y la sanidad ru ra l- son buena
p ru eb a de la atención que se concede a los mismos. A lgunas de
las experiencias recogidas en ............. sobre el p articu lar en
años recientes, han m erecido el reconocim iento de las más
distinguidas personalidades m édicas de la com unidad
internacional.
352 Eduardo Jara Roncati

L a E m b ajad a de ............. agradece al M inisterio de


R elaciones E xteriores de el apoyo que po r su conducto
decida b rin d a r el G obierno de ............. M iem bro pleno de la
O.P.S. para la can didatura antes m encionada.

La E m bajada de ............. aprovecha la ocasión para


reitera r al ............. M inisterio de R elaciones E xteriores de
el testim onio de su más alta y distinguida
consideración.

L ugar y fecha.

A l H onorable M inisterio de R elaciones E xteriores

65. N ota verbal solicitando el apoyo de un pafs


p a ra una c a n d id a tu ra dentro de una organización
in te rn ac io n al, m odelo b.

L a E m bajada de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y tiene el honor de poner
en su conocim iento que el G obierno ............. ha decidido
p resen tar su can d id atu ra a la reelección del Consejo de la
O .A .C.I. (Parte II)....... ............. fue elegida m iem bro de dicho
C onsejo en 19 ............. Desde entonces, y tras las elecciones de
19 ........... 1 9 ............. 1 9 ................. 1 9 y 19 ha
form ado in in terru m p id am en te parte del m ism o, teniendo en
cu enta su posición en el ám bito de la A viación C ivil
Internacional.

Para inform ación de ese M inisterio, se rem ite ad ju n to


un M em orándum , que detalla los aspectos más im portantes de la
c ontribución en dicho cam po y el especial papel que viene
desarrollando en la cooperación aérea internacional.

El G obierno de ............. . dado los lazos especiales de


am istad y a las buenas relaciones que le unen con ............. .
agradecería al G obierno de la R epública de ............. tuviera a
bien apoyar la can d id atu ra española para su reelección a un
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 353
puesto en el Consejo de la O .A .C.I., en la sesión de la
A sam blea G eneral de la O rganización C ivil Internacional, que
ten d rá lugar en en el mes de de 1 9 .............

La E m bajada de aprovecha la oportunidad


p ara re ite ra r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

A l M inisterio de Relaciones E xteriores

65. Nota verbal solicitando el apoyo de un pafs


para una candidatura dentro de una organización
internacional, modelo b.

La E m bajada de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y tiene el honor de poner
en su conocim iento lo que sigue:

D urante los días ............. de ............. a ............. de


ten d rá lugar en la conferencia
M undial del T urism o, bajo la presidencia del M inistro de
Turism o de ............. L a parte de la O rden del D ía de la
C onferencia relativa a sus objetivos esenciales d eb erá ser
tratad a por dos Com isiones (Política y T écnica), así com o por
el Plenario tiene la intención de p resentar la
.

can d id atu ra del señor ............. Secretario N acional de T urism o,


para la presidencia de la Com isión Política. A l no existir, por
el m om ento, candidato alguno po r el grupo ............ para la
presidencia de la citada Com isión, parece posible co n tar con el
apoyo de la m ayoría de las delegaciones de dicho grupo y del
grupo .............

L a E m bajada de al solicitar el im portante


apoyo del G obierno ............. para la c a n d id atu ra indicada, tiene
el honor de destacar los siguientes argum entos que, en opinión
354 Eduardo Jara Roncati

del G obierno ............. . ju stifica n la petición objeto de la


presente Nota:

1 .............. es una de las m ayores potencias turísticas del


m undo, por lo que h a -desarrollado una am plia y fru c tífe ra
política tu rística en todos sus sectores, pudiendo ofrecer
los resultados positivos de su gran experiencia en este
grupo.

2 .............. es el Estado sede de la O rganización M undial del


Turism o.

3. L a personalidad relevante, en el cam po del turism o


m undial, del candidato a la presidencia de la Com isión
Política, señor ............. . cuyo "curriculum vitae" se rem ite
adjunto.
La E m bajada de .............. aprovecha esta oportunidad
p ara reitera r al M inisterio de R elaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

A l M inisterio de Relaciones E xteriores

66. N ota relativ a a la petición de apoyo de un país


p a ra u n a c a n d id a tu ra a u n a organización
in tern acio n al anunciando su estudio por p a rte
de su gobierno y posterior respuesta, m odelo a.

La R epresentación Perm anente de ............. ante las


O rganizaciones Internacionales con sede en G in eb ra saluda m uy
atentam ente a la R epresentación P erm anente de ............. y
tiene el honor de acusar recibo de su N ota N° ............. de
fech a ............. de de 19 por la cual se sirve
solicitar el voto del gobierno de ............. para ocupar el cargo
de m iem bro gubernam ental titu la r del Consejo de A dm inistración
de la O rganización Internacional del T rab ajo , du ran te las
elecciones que se llevarán a cabo du ran te el curso de la
reunión de la C onferencia G eneral de esta A gencia
Especializada de las Naciones U nidas.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 355

L a R epresentación P erm anente de ............. se


com place en m anifestar a la R epresentación P erm anente de
que ha transm itido dicha petición a su gobierno y que,
tan pronto tenga una respuesta sobre la m ateria, se apresurará
a ponerla en su conocim iento.

L a R epresentación Perm anente de aprovecha


esta o portunidad para re itera r a la R epresentación Perm anente
de ............. las seguridades de su más alta y distinguida
consideración.

G in eb ra, de de 1 9 .............

A la R epresentación Perm anente de .............


A nte las O rganizaciones Internacionales
G in eb ra

66 . Nota relativa a la petición de apoyo de un pafs


para una candidatura a una organización
internacional anunciando su estudio por parte
de su gobierno y posterior respuesta, modelo b.

L a R epresentación Perm anente de ante las


O rganizaciones Internacionales con sede en G in eb ra saluda m uy
atentam ente a la R epresentación P erm anente de ............. y
tiene el honor de referirse a la aten ta N ota N° ............. de
fech a ............. que confirm a la c a n d id atu ra del G obierno de
para ocupar un puesto de m iem bro titu la r del Consejo
de A dm inistración de la O ficina Internacional del T rabajo.

L a R epresentación Perm anente de ............. se ha


com placido tam bién de tom ar nota de las razones por las cuales
el G obierno de ............. espera que podrá apoyar la
citad a aspiración de ................ du ran te el curso de la
reunión de la C onferencia Internacional del T rabajo.

L a R epresentación Perm anente de ............. ha tenido


el agrado de tran sm itir con urgencia la solicitud de que se
trata a las autoridades de para su decisión.
356 Eduardo Jara Roncati

L a R epresentación P erm anente de aprovecha


la o portunidad p ara reitera r a la R epresentación P erm anente de
las seguridades de su más alta y distinguida
consideración.

G inebra, de de .............

A la R epresentación Perm anente de .............


ante las O rganizaciones Internacionales
G inebra.

67. N ota verbal de una R epresentación P erm anente


anunciando el apoyo de su país p a ra
u n a ca n d id a tu ra .

L a E m b ajad a de ............. saluda m uy atentam ente al


M inisterio de R elaciones E xteriores y, en respuesta a su N ota
N° ............. de tiene el honor de poner en su
conocim iento que el representante de en el C onsejo de
la O rganización de A viación C ivil Internacional (OACI) ha
recibido instrucciones de su G obierno en el sentido de apoyar
la can d id atu ra de para un puesto en la Com isión de
N avegación A érea de la re fe rid a O rganización, en el curso de la
reunión del C onsejo, que se celebrará en .............
d u ran te la segunda sem ana del mes en curso.

L a E m bajada de ............. aprovecha la oportunidad


para reitera r al M inisterio de Relaciones E xteriores las
seguridades de su más alta y distinguida consideración.

L ugar y fecha.

A l M inisterio de R elaciones E xteriores


G inebra, de de ........
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 357

68. Nota acompañando el pago de la contribución


de un Estado miembro a una organización
internacional.

Señor Director General;

Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Excelencia


con el objeto de hacerle llegar, como anexo, el cheque del
Banco ............. N" ............ por la suma de US$ ............ (
dólares americanos) correspondiente a la cuota de mi
país por el año en curso por su carácter de miembro de la
Organización Internacional del Trabajo.

Agradeceré a Vuestra Excelencia se sirva disponer


que se extienda y se me envíe el recibo respectivo para los
efectos de remitirlo a mi Gobierno.

Aprovecho la oportunidad para reiterar a Vuestra


Excelencia las seguridades de mi más alta y distinguida
consideración.

Firma del Representante Permanente


Representante Permanente de ............

Al señor

Director General de la
Oficina Internacional del Trabajo,
Ginebra.
358 Eduardo Jara Roncati

69. Credenciales de la delegación de un Estado


miembro a un Período Ordinario de Sesiones
de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES

Acredito por la Presente, para que concurran como


representantes a la Asamblea General de Naciones Unidas, que
se realizará en Nueva York a contar del ............ de ............
del año en curso, a las siguientes personas:

Señor ............ Ministro de Relaciones Exteriores,


quien presidirá la Delegación ex oficio.

DELEGADOS TITULARES

Señor ............
Embajador
Representante Permanente ante las Naciones Unidas.
Presidente de la Delegación
Presidente de la Delegación al ............
Período Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General:

Señor ............
Representante Permanente Alterno ante Naciones Unidas

Señor ............
Embajador
Ministerio de Relaciones Exteriores:

Señor ............
Embajador
Ministerio de Relaciones Exteriores

Señor ............
Ministro Consejero
Representación Permanente ante las Naciones Unidas.
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 359

DELEGADOS ALTERNOS

Señor ............
Consejero
Delegación Permanente de ante las Naciones Unidas;

Señor ............
Consejero
Ministerio de Relaciones Exteriores;

Señor ............
Consejero
Delegación Permanente de ante Naciones Unidas
Representante Permanente Alterno al Período Extraordinario de
Sesiones de la Asamblea General;

Señora ............
Consejero
Representación Permanente de ante Naciones Unidas;

Señor ............
Consejero
Representación Permanente de ante Naciones Unidas;
ASESORES

Señor
Consejero
Representación Permanente de ante Naciones Unidas;

Señor
Agregado de Prensa
Representación Permanente de ante Naciones Unidas.

EN FE DE LO CUAL he hecho extender esta


Credencial firmada por mi mano, y sellada con el Sello de
Armas de la República.

, a de de 19
360 Eduardo Jara Roncati

70. Nota de un Estado miembro de las Naciones


Unidas oponiéndose a la participación
de determinados Estados como observadores
a una conferencia internacional.

Señor Secretario General:

Por instrucciones de mi Gobierno, y en relación con


la Circular de la Organización N° ............ cúmpleme
comunicarle que ............ no acepta la participación, en calidad
de Observadores, en el ............ Congreso Internacional de
que tendrá lugar en el mes de ............ próximo, de los
siguientes países:

Aprovecho la oportunidad para reiterar al Señor


Secretario General mi más alta y distinguida consideración.

Firma
Representante Permanente de ............

Al Señor

Secretario General de
Ginebra.

71. Nota solicitando una reunión urgente del Consejo


de Seguridad.

Nueva York, de de ............

Señor Presidente,

Tengo el honor de dirigirme a usted, siguiendo


instrucciones de mi gobierno, con el objeto de solicitarle de
conformidad con el Art. 35 de la Carta de las Naciones Unidas
y el Art. 2 del reglamento provisional del Consejo de Seguridad,
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 361

tener a bien convocar a una reunión urgente del Consejo para


examinar la grave situación que se ha presentado en ............

Firma del Representante Permanente


de ante las Naciones Unidas.

Al Señor

Presidente del Consejo de Seguridad


de las Naciones Unidas.

72. Nota comunicando el término de funciones como


Representante Permanente de un Estado miembro
ante las Naciones Unidas.

Señor Secretario General:

Tengo el honor de informar a Vuestra Excelencia que


el ............ de ............ en curso dejaré el cargo de
Representante Permanente de ... ante las Naciones
Unidas, para desempeñar otras funciones en ............

Con tal motivo, deseo expresar a Vuestra Excelencia


los sentimientos de mi sincera gratitud por las repetidas
muestras de amistad que me ha proporcionado, tanto en el
plano personal como en el oficial, y por la gentil cooperación
que se sirvió prestarme durante el cumplimiento de mi misión.

Asimismo, me permito informarle que el señor


Ministro Consejero de esta Misión, quedará a cargo de
ella en carácter de Encargado de Negocios a.i., y abrigo la
seguridad de que Vuestra Excelencia le prestará la misma
cooperación con que tuvo a bien favorecerme.

Le ruego aceptar una vez más, señor Secretario


General, las seguridades de mi más alta y distinguida
consideración.

Firma del Representante Permanente


362 Eduardo Jara Roncati

Al Excelentísimo ............
Secretario General de las Naciones Unidas
Nueva York

73. Plenos poderes para suscribir una Convención


Internacional.

MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE

OTORGO PLENOS PODERES al Embajador y


Representante Permanente de ......... ante la Organización de
las Naciones Unidas ............ para que suscriba en nombre de
mi Gobierno la convención sobre adoptada en ............
el de ............

EN FE DE LO CUAL he hecho extender estos Plenos


Poderes, firmados de mi mano y sellados con el sello de Armas
de la República.

DADOS en ............ a los ............ días del mes de


de ............

firma

74. Instrumento de ratificación de un convenio


internacional.

PRESIDENTE DE LA REPUBLICA De

POR CUANTO, con fecha ........ en en el


se adoptó un Y POR CUANTO, dicho ............
se adoptó en conformidad a lo dispuesto en el artículo ............
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 363
POR TANTO y en uso de la facultad que me
confieren los artículos ............ he venido en aceptar el
teniendo como Ley de la República y comprometiendo
para su observancia el honor nacional.

EN FE DE LO CUAL, firmo el presente Instrumento


de Ratificación, sellado con el Sello de Armas de la República y
refrendado por el Ministro de Estado en el Departamento de
Relaciones Exteriores, a los días del mes de ............

Firma del Presidente de la República

(Refrendado)
MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES

75. Nota diplomática remitiendo al depositario


de un tratado el respectivo instrumento
de ratificación.

Señor Secretario General:

Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Excelencia


con el objeto de remitirle el Instrumento de Ratificación por
parte del Gobierno de la República de ............ del Convenio
(Tratado, Acuerdo, etc.) sobre ............ en cumplimiento de lo
dispuesto en el artículo de dicha Convención (Tratado,
Acuerdo, etc.)

Ruego a Vuestra Excelencia tener a bien otorgar un


certificado, una vez que se haya registrado el depósito del
Instrumento de Ratificación, en que se acredite este hecho y la
fecha, para el efecto de los trámites legales internos que debe
seguir este Convenio.

Aprovecho la oportunidad para reiterar a Vuestra


Excelencia las seguridades de mi más alta y distinguida
consideración.

Firma del Representante Permanente


364 Eduardo Jara Roncati

Al señor Secretario General de la

76. Acta de Canje.

ACTA DE CANJE

En la ciudad de .......... capital de a los


días del mes de ............ de ............ , se reiniciaron en
sede de ............ el señor...... ............. Ministro de
Relaciones Exteriores de y el Excelentísimo señor
Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de
para proceder al Canje de los Instrumentos de
Ratificación del Convenio sobre suscrito el de
en ............

Este Convenio ha sido aprobado por el Congreso de


a través de la ley N° de ............. de ............
de ............ y por el Congreso de ............. mediante la ley
N° ............ de ............ , de conformidad con lo dispuesto en el
artículo del citado Convenio.

Previo, el Canje de los Plenos Poderes de fecha


expedidos por el Excelentísimo señor Presidente de la
República de .............. fueron canjeados estos Instrumentos de
Ratificación después de haber sido encontrados en buena y
debida forma.

Hecho en dos originales, hoy día de la fecha


consignada en la presente Acta de Canje.

Por el Gobierno de ............ Por el Gobierno de ..........

Embajador Extraordinario y Ministro de Relaciones


Plenipotenciario de ............ Exteriores de ............
VII Modelos de correspondencia diplomáticas 365

77. Nota de una Asociación de Funcionarios


Diplomáticos.

ASOCIACION DE FUNCIONARIOS DIPLOMATICOS

Señor Embajador,

Tengo el honor de dirigirme a usted con el objeto de


confirmarle la petición que me permitiera formularle
verbalmente, durante la reciente visita de saludo con motivo de
mi elección como Presidente de la Asociación de Funcionarios
Diplomáticos, para que la nueva Directiva pueda ser recibida
por el señor Ministro de Relaciones Exteriores.

Es propósito de la Asociación presentar sus saludos


al señor Ministro, participarle de sus actividades y extenderle
una invitación para que, en calidad de invitado de honor, asista
y haga uso de la palabra, tal como lo hiciera en su oportunidad
su ilustre predecesor, al primer almuerzo con que nuestra
Asociación dará comienzo a sus actividadesoficiales de este
año. Dicho almuerzo se llevará a cabo el....... ......... fecha que,
sin embargo, podría adelantarse o retrasarse deacuerdo con el
calendario de actividades del señor Ministro.

Hago propicia esta oportunidad para reiterar a


Vuestra Excelencia las seguridades de mi más alta y distinguida
consideración.

Firma del Presidente

Al Excelentísimo señor Embajador

Director del Ceremonial y Protocolo,


Ministerio de Relaciones Exteriores.
CAPITULO VIII

Relación de ¡os anexos

Anexo 1 Vías de comunicación de un Estado con la


comunidad internacional.

Anexo 2 Areas de interés diplomático prioritario.

Anexo 3 Cuadro gráfico acerca de las funciones de


la Misión Diplomática.

Anexo 4 Cuadro gráfico acerca de los privilegios e


inmunidades diplomáticos.

Anexo 5 Organigrama de una misión diplomática


bilateral.

Anexo 6 Sectores de vinculación diplomática.

Anexo 7 Organigrama de una Representación Per­


manente ante la Organización de las
Naciones Unidas.

Anexo 8 Organigrama de una Representación Per­


manente ante las Organizaciones Inter­
nacionales con sede en Ginebra.

Anexo 9 Esquema acerca de la preparación y desa­


rrollo de una conferencia internacional.

Anexo 10 Estructura de una reunión de consulta de


Ministros de Relaciones Exteriores de la
Organización de Estados Americanos.

Anexo 11 Convenciones Internacionales relativas a la


función diplomática.
Visitas de Jefes de Estado Visitas de Jefes de Estado
Visitas Ministros Relaciones Visitas de Ministros de Relaciones u>
Exteriores Exteriores 0\
00
Reuniones Internacionales Intercambio de misiones
técnico-culturales t*í
54,
C
E
-»l
a.
0
n es V-,
O íft a's
B * a
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* «
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O OB §es
Resoluciones Misiones especiales 5
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Misiones de funcionarios
internacionales
Vinculaciones parlamentarias
Intercambio de visitas de
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autoridades S5 rt X
Vinculaciones técnicas 5: o
b íh
"1 '
s
Representaciones Permanentes ts sa
Resoluciones o
Visitas de Jefes de Estado, Ministros de Relaciones
o w
Exteriores, autoridades varias 55L “**
Contactos diversos
“ p.
©

(x) Nótese que el conducto diplomático es sólo una de las


diversas vías d e comunicaciones entre los Estados y
la comunidad internacional.
Anexo 2
Areas de interés diplomático prioritario
370 Eduardo Jara Roncati

Anexo 3
Cuadro gráfico acerca de las funciones
de la Misión Diplomática

EMBAJADA REPRESENTACION
PERMANENTE PERMANENTE

Representación Representación

Protección de los intereses Protección de los intereses


del Estado y de sus del Estado
nacionales

Negociación Negociación

Observación e información Observación e información

Fomento de las relaciones Fomento de las relaciones


amistosas y desarrollo de las entre el Estado y la
relaciones bilaterales Organización Internacional
económicas culturales y
científicas

Difusión Servir de medio de


vinculación entre el
respectivo Estado y la
Organización Internacional.

Cumplimiento de las Cumplimiento de las


instrucciones instrucciones

Según las Convenciones de V iena de 1961 y de 1976 respectivam ente.


A) DE LOS LOCALES DE LA MISION (ARTICULO 22)
1) INVIOLABILIDAD B) DE LOS ARCHIVOS Y DOCUMENTOS (ARTICULO 24)
2) EXENCION FISCAL Y ADUANERA (ARTICULO 23 Y 28)
A.- LA MISION 3) FACILIDADES PARA EL
DIPLOMATICA; DESEMPEÑO DE LAS FUNCIONES (ARTICULO 25)

Cuadro gráfico acerca de los privilegios


4) LIBERTAD DE COMUNICACION (ARTICULO 27)

A) QUE NO SEA NACIONAL DEL ESTADO RECEPTOR O TENGA EN EL RESIDENCIA PERMANENTE:

e inmunidades diplomáticos
B.- LOS AGENTES ■A) PERSONAL (ARTICULO 29)
DIPLOMATICOS 1) INVIOLABILIDAD ¡ • B) DE SU RESIDENCIA PARTICULAR (ARTICULO 30 N® 1)
■C) DE SUS DOCUMENTOS, CORRES­
PONDENCIA Y BIENES (ARTICULO 30 N" 2)
2) LIBERTAD DE CIRCULACION
Y DE TRANSITO (ARTICULO 26)
3) INMUNIDAD DE JURISDICCION (ARTICULO 31 Y 32)
4) EXENCION DE LAS DISPOSICIONES
DE SEGURIDAD SOCIAL (ARTICULO 33)
5) EXENCION FISCAL (ARTICULO 34)
6) EXENCION DE PRESTACIONES
PERSONALES (ARTICULO 35)
Ti EXENCION DE DERECHOS ADUANEROS (ARTICULO 36 N® 1)
8) EXENCION DE LA INSPECCION DEL
EQUIPAJE PERSONAL (ARTICULO 36 N® 2)

B) QUE SEA NACIONAL DEL ESTADO RECEPTOR O TENGA EN EL RESIDENCIA PERMANENTE:


X
O
Co
INMUNIDAD DE JURISDICCION POR LOS ACTOS OFICIALES REALIZADOS (ARTICULO 38 N® 1)

Ut
(x) De acuerdo con la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
C) LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA DEL AGENTE
DIPLOMATICO QUE FORMEN PARTE DE SU
CASA Y QUE NO SEAN NACIONALES DEL
ESTADO RECEPTOR

D) LOS MIEMBROS DEL PERSONAL ADMINIS­


TRATIVO Y TECNICO Y LOS MIEMBROS DE
SU FAMILIA QUE NO SEAN NACIONALES DEL
ESTADO RECEPTOR N I TENGAN EN EL RESI­
DENCIA PERMANENTE

E) LOS MIEMBROS DEL PERSONAL DE SERVICIO —


QUE NO SEAN NACIONALES DEL ESTADO
RECEPTOR NI TENGAN EN EL RESIDENCIA
PERMANENTE

F) LOS CRIADOS PARTICULARES QUE NO SEAN


NACIONALES DEL ESTADO RECEPTOR NI
TENGAN EN EL SU RESIDENCIA HABITUAL

G) LOS MIEMBROS DEL PERSONAL ADMINISTRA­


TIVO Y TECNICO, Y DE SERVICIO, Y CRIADOS
PARTICULARES QUE SEAN NACIONALES
DEL ESTADO RECEPTOR O TENGAN EN EL SU
RESIDENCIA PERMANENTE
372
TODOS LOS PRIVILEGIOS E INMUNIDADES (ARTICULO 37 N® 1)

Eduardo Jara Roncati


CONTEMPLADOS EN LOS ARTICULOS 29
AL 36 INCLUSIVE

TODOS LOS PRIVILEGIOS E INMUNIDADES (ARTICULO 37 N° 2)


CONTEMPLADOS EN LOS ARTICULOS 29
36 INCLUSIVE

- -INMUNIDAD POR ACTOS REALIZADOS (ARTICULO 37 N® 3)


DESEMPEÑO DE SUS FUNCIONES
-EXENCION DE IMPUESTOS Y GRAVA-
X MENES SOBRE SUS SALARIOS
-EXENCION DE DISPOSICIONES SOBRE
SEGURIDAD SOCIAL

EXENCION DE IMPUESTOS Y GRAVAMENES (ARTICULO 37 N= 4)


SOBRE LOS SALARIOS QUE PERCIBAN POR
SUS SERVICIOS

PRIVILEGIOS E INMUNIDADES QUE ACEPTE (ARTICULO 38 N® 2)


EL ESTADO RECEPTOR
(*) Eventual
374
Eduardo Jara Roncati
AGRECADURIAS
MILITARES
(con tango de
Coronel de Ejército
o Capitán de Nevio

SECCION SECCION
ADMINISTRATIVA PRENSA E
Y CONTABLE INFORMACION
Administración - prensa
Contabilidad • Información
Comunicaciones
Personal
VIII Anexos 375

Anexo 6
Sectores de vinculación diplomática

1. La Misión diplomática

2. £1 Estado receptor

3. El Cuerpo diplomático residente

4. Los nacionales del Estado receptor

5. Las visitas oficiales del Estado acreditante

6. Los nacionales del Estado acreditante


376 Eduardo Jara Roncati

Anexo 7
Organigrama de una Representación
Permanente ante la Organización
de las Naciones Unidas

Y CONTABILIDAD
REPRESENTANTE
PERMANENTE
Organigrama de una Representación
Internacionales con sede en Ginebra
Permanente ante las Organizaciones
ASUNTOS
ADMINISTRATIVOS
Y CONTABLES

ACNUR
CICR Desarme
CIM Com. Der. Interne.
OMPI Organismos y
UPOV materias especiales
378 Eduardo Jara Roncati

Anexo 9
Esquema acerca de la preparación
y desarrollo de una conferencia
internacional

I. PREPARACION

1. Iniciativa.

2. Negociaciones preliminares.
a) fecha
b) sede
c) proyecto de agenda
d) proyecto de reglamento

3. Invitaciones o convocatoria.

4. Designación de delegaciones participantes.


a) composición
b) otorgamiento de poderes

II. DESARROLLO DE LA REUNION

Sesión plenaria de apertura.


a) apertura de la sesión
b) establecimiento de la Comisión verificadora
de poderes
c) consideración de la agenda previsional
d) elección de Presidente y demás miembros
de la Mesa Directiva

Sesiones plenarias de trabajo.


a) aprobación de la agenda definitiva
b) organización de los trabajos de la reunión
c) creación de comisiones de trabajo
(protocolo, materias de fondo, redacción)
d) admisión de observadores
e) debate general
VIII Anexos 379

3. Reuniones de las comisiones de trabajo.


a) elección de autoridades
b) debatej
c) preparación de proyectos de resolución
d) votaciones
e) preparación de informes al plenario

4. Sesión plenaria de clausura


a) consideración de los informes de las comisiones
b) aprobación de resoluciones, recomendaciones
y declaraciones
c) eventual determinación de la sede de la próxima
reunión
d) aprobación del Acta final
e) homenajes y agradecimientos de la Mesa Directiva
y al Estado sede
380 Eduardo Jara Roncati

Anexo 10
Estructura de una reunión de consulta
de Ministros de Relaciones Exteriores de la
Organización de Estados Americanos

Antecedentes de la Reunión.
1.1 Solicitud de convocatoria.
1.2 Convocatoria.

2. Organización de la Reunión.

2.1 Sesión preliminar


a) Elección del Presidente.
b) Aprobación del Reglamento.
c) Elección del Vice Presidente.
d) Aprobación del temario.
e) Constitución de las Comisiones
- de Credenciales.
- de Coordinación y estilo.
f) Determinación de la fecha máxima para
la presentación de proposiciones.
g) Aprobación del calendario.

2.2 Sesión plenaria de apertura.


a) instalación.
b) Elección de Presidente Permanente.
c) Formalización de los acuerdos adoptados
en la sesión preliminar
(reglamento, temario, constitución
de comisiones, plazo para presentación
de proposiciones, calendario)
d) Elección de Vicepresidente.
e) Determinación del orden de precedencia.
f) Debate general.
VIII Anexos 381

2.3 Sesiones de Trabajo.


a) Constitución de la Comisión General.
b) Recepción de los informes de las Comisiones
y de los proyectos de resolución
de la Comisión General.
c) Deliberaciones.
d) Aprobación de resoluciones.
e) Declaraciones.
f) Aprobación del Acta Final de la reunión.

2.4 Sesión Plenaria de clausura.


Suscripción del Acta Final.
382 Eduardo Jara Roncati

Anexo 11
Convenciones Internacionales relativas
a la función diplomática

La comunidad internacional ha sido elaborando diversos docu­


mentos que constituyen la legislación que sirve de apoyo a la
función diplomática. Este proceso se ha ido acelerando progre­
sivamente durante el curso de este siglo y los organismos
internacionales, especialmente la Organización de las Naciones
Unidas, le han prestado una valiosa ayuda.
Estos documentos, considerados cronológicamente, son los
siguientes:

Convención de La Habana sobre funcionarios diplomáticos,


1928.
Convención sobre asilo, La Habana sobre funcionarios
diplomáticos, 1928.
Convención sobre asilo diplomático, Montevideo, 1933.
Convención sobre asilo diplomático, Caracas, 1954.
Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, 1961.
Convención de Viena sobre derecho de los tratados, 1965.
Convención de Nueva York sobre las misiones especiales,
1969.
Convención de Viena sobre la representación de los
Estados ante las Organizaciones Internacionales de
carácter universal, 1975 (aún no está vigente).

El agente diplomático tiene que contar necesariamente con


estos instrumentos internacionales para poder cumplir adecua­
damente con sus tareas. Ellos constituyen, incluso respecto de
aquellos países que no los hayan ratificado, las normas impe­
rativas o el espíritu general que actualmente guía las relaciones
entre los diferentes países ya sea directamente o a través de
las organizaciones internacionales.
BIBLIOGRAFIA

1. Andrés Saenz La crisis de la inviolabilidad de las


de Santa María, misiones diplomáticas" Revista de
María Paz Estudios Internacionales (abril-junio,
1981). Madrid, 1981.

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1955.

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Paris, 19267) Cocea, Aldo Armando
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1981). Madrid, 1989.

13. Farag, Maussa "Manuel de pratique diplomatique"


Braylant Bruxelles, 1972

14. Feltham, R. C. "Diplomatic Handbook" Longman, 4th


Edition. London, 1982.

15. Fisher, Roy y "Si, de acuerdo. Como negociar sin


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1985.

16. Granell, Fran­ "La exportación y los mercados


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17. M a 11i n g y , "Renaissance diplomacy". The Bedford


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19. Melo Lecaros, "Diplomacia contempóranea, teoría y


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Santiago, 1984.

20. Nicholson, "La diplomacia" Fondo de Cultura


Harold Económica (4 edición) México, 1967.
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3rd edition. London, 1957.

27. Serrés, Jean "Manuel practique de protocole".


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28. Seydoux de, "Le métier de diplómate" Editions


Clausonne France Empire Paris, 1980.

29. Vicioso Soto, "Diplomacia, ciencia y arte" Collec-


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30. Walheim, K urt "Un metier unique au monde". Secre­


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31. Watson, Adam "Diplomacy: the dialogue between
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1982.

32. Wood, John R. "Diplomatic ceremonial and protocol"


and Jean Serres The Mac Millan Press Ltd. London,
1979
S10-Un diplomático Independiente

Mi historia trata un poco sobre la guerra.


Se trata de desilusión.
Se trata de la muerte.
Y se trata de redescubrir el
idealismo
en todos esos escombros.
Y quizás también haya una lección
sobre cómo lidiar con
nuestro mundo [ __ ], fragmentado
y peligroso del siglo XXI.
No creo en narrativas sencillas.
No creo en una vida o una historia
escrita como una decisión "A" que llevó a la consecuencia "B" que
condujo a la consecuencia "C":
esas narraciones claras que se nos presentan
y que tal vez nos alentamos unos a otros.
Creo en la aleatoriedad,
y una de las razones por las que creo eso
es porque convertirme en diplomático fue una cuestión de azar.
Soy daltónico.
Nací incapaz de ver la mayoría de los colores.
Por eso uso gris y negro la mayor parte del tiempo
y tengo que llevar a mi esposa conmigo
para elegir la ropa.
Y siempre quise ser piloto de combate cuando era niño.
Me encantaba ver los aviones sobrevolar
nuestra casa de vacaciones en el campo.
Y mi sueño de infancia era ser piloto de combate.
E hice las pruebas en la Royal Air Force para convertirme en piloto
y, efectivamente, fallé.
No pude ver todas las diferentes luces parpadeantes
y no puedo distinguir el color.
Así que tuve que elegir otra carrera
y, de hecho, fue relativamente fácil para mí,
porque tuve una pasión constante durante toda mi infancia: las
relaciones internacionales.
Cuando era niño
leía el periódico detenidamente.
Me fascinaba la Guerra Fría,
las negociaciones INF
sobre misiles nucleares de alcance intermedio,
la guerra por poderes entre la Unión Soviética y Estados Unidos
en Angola o Afganistán.
Estas cosas realmente me interesaron.
Y entonces decidí a una edad muy temprana que
quería ser diplomático.
Y yo, un día, les anuncié esto a mis padres,
y mi padre niega esta historia hasta el día de hoy. Les
dije: "Papá, quiero ser diplomático".
Y se volvió hacia mí y me dijo:
"Carne, tienes que ser muy inteligente para ser diplomático".
(Risas)
Y mi ambición quedó sellada.
En 1989
entré en el Servicio Exterior Británico.
Ese año, 5.000 personas solicitaron ser diplomáticos
y 20 de nosotros lo conseguimos.
Y como sugieren esos números,
fui introducido en un
mundo de élite, fascinante y estimulante.
Ser diplomático, entonces y ahora,
es un trabajo increíble y disfruté cada minuto de él;
disfruté de su estatus.
Me compré un bonito traje, usé zapatos con suela de cuero
y me deleité con
este increíble acceso que tuve a los eventos mundiales.
Viajé a la Franja de Gaza.
Dirigí la sección del Proceso de Paz en Oriente Medio
en el Ministerio de Asuntos Exteriores británico.
Me convertí en redactor de discursos
del Ministro de Asuntos Exteriores británico.
Conocí a Yasser Arafat.
Negocié
con los diplomáticos de Saddam en la ONU.
Posteriormente viajé a Kabul
y serví en Afganistán después de la caída de los talibanes.
Y viajaría
en un transporte C-130
e iría a visitar a los señores de la guerra
en escondites en las montañas
y negociaría con ellos
cómo íbamos a erradicar a Al Qaeda de Afganistán,
rodeado por mi escolta de las Fuerzas Especiales,
quienes, a su vez, tenían que tener una escolta. de un pelotón de Royal
Marines,
porque era muy peligroso.
Y eso fue emocionante, fue divertido.
Fue realmente interesante.
Y es un gran grupo de personas, una
comunidad de personas increíblemente unida.
Y resultó que el pináculo de mi carrera
fue cuando me enviaron a Nueva York.
Ya había servido en Alemania, Noruega y
varios otros lugares,
pero me enviaron a Nueva York
para formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU para la delegación
británica.
Y mi responsabilidad era Oriente Medio,
que era mi especialidad.
Y allí me ocupé de cosas
como el proceso de paz en Oriente Medio,
la cuestión de Lockerbie (
podemos hablar de eso más tarde, si lo desea)
pero, sobre todo, mi responsabilidad era Irak
y sus armas de destrucción masiva
y las sanciones que impusimos. a Iraq
que le obligue a desarmarse de estas armas.
Yo era el principal negociador británico
sobre el tema
y estaba inmerso en el tema.
Y de todos modos,
mi gira fue un momento muy emocionante.
Quiero decir que fue una diplomacia muy dramática.
Pasamos por varias guerras
durante mi estancia en Nueva York.
Negocié para mi país
la resolución del Consejo de Seguridad
del 12 de septiembre de 2001
condenando los ataques del día anterior,
que, por supuesto, estaban profundamente presentes para nosotros que
vivíamos en Nueva York en ese momento.
Así que fue la mejor experiencia del peor de los tiempos
.
Viví la gran vida.
Aunque trabajaba muchas horas,
vivía en un ático en Union Square.
Yo era un diplomático británico soltero en la ciudad de Nueva York;
Puedes imaginar lo que eso podría haber significado.
(Risas)
Lo pasé bien.
Pero en 2002,
cuando terminó mi gira,
decidí que no iba a volver
al trabajo que me esperaba en Londres. De hecho,
decidí tomarme un año sabático
en la New School, Bruce.
De alguna manera incipiente e inarticulada
me di cuenta de que algo andaba mal
en mi trabajo, en mí.
Estaba exhausto
y también estaba desilusionado
de una manera que no podía identificar.
Y decidí tomarme un tiempo libre del trabajo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores fue muy generoso. Se
podían tomar esas licencias especiales no remuneradas, como las llamaban,
y aun así seguir siendo parte del servicio diplomático, pero en realidad
no hacer ningún trabajo.
Fue agradable.
Y finalmente decidí
aceptar una comisión de servicio para unirme a la ONU en Kosovo,
que entonces estaba bajo la administración de la ONU.
Y sucedieron dos cosas en Kosovo,
lo que, una vez más,
muestra la aleatoriedad de la vida,
porque estas cosas resultaron ser
dos de los ejes de mi vida
y me ayudaron a pasar a la siguiente etapa.
Pero fueron cosas aleatorias.
Una fue que, en el verano de 2004,
el gobierno británico, algo a regañadientes,
decidió realizar una investigación oficial
sobre el uso de inteligencia sobre armas de destrucción masiva
en el período previo a la guerra de Irak,
un tema muy limitado.
Y testifiqué sobre esa investigación en secreto.
Había estado inmerso en la inteligencia sobre Irak
y sus armas de destrucción masiva,
y mi testimonio en la investigación decía tres cosas:
que el gobierno exageró la inteligencia,
lo cual fue muy claro en todos los años que la leí.
Y, de hecho, nuestra propia evaluación interna fue muy clara en cuanto a
que las armas de destrucción masiva de Irak
no representaban una amenaza para sus vecinos, y mucho menos para
nosotros.
En segundo lugar, el gobierno había ignorado todas las alternativas
disponibles a la guerra,
lo que en cierto modo
era algo aún más deshonroso.
La tercera razón, no la abordaré.
Pero de todos modos di ese testimonio
y eso me presentó una crisis. ¿
Qué iba a hacer?
Este testimonio fue profundamente crítico con mis colegas,
con mis ministros, quienes, en mi opinión,
habían perpetrado una guerra contra una falsedad.
Y entonces estaba en crisis.
Y esto no fue nada bonito.
Me quejé, dudé,
seguí y seguí con mi sufrida esposa
y, finalmente, decidí renunciar al Servicio Exterior Británico.
Sentí... hay una escena en la película de Al Pacino "The Insider", que
tal vez conozcas,
en la que regresa a la CBS
después de que lo decepcionaron por lo del tabaquero,
y dice: "Sabes, simplemente "Ya no puedo hacer esto. Algo está roto".
Y fue así para mí. Me encanta esa película.
Sentí que algo se había roto.
En realidad, no puedo volver a sentarme con mi ministro de Asuntos
Exteriores
o mi primer ministro con una sonrisa en la cara
y hacer lo que solía hacer con gusto por ellos.
Entonces dio un salto corriendo
y saltó por el borde de un acantilado.
Y fue una sensación muy, muy incómoda y desagradable.
Y comencé a caer.
Y hoy, esa caída no se ha detenido;
Todavía estoy cayendo.
Pero, en cierto modo, me he acostumbrado a esa sensación.
Y en cierto modo, me gusta
mucho más esa sensación que
estar parado en la cima del acantilado,
preguntándome qué hacer.
Una segunda cosa sucedió en Kosovo
: necesito un trago rápido de agua, perdónenme.
Una segunda cosa sucedió en Kosovo,
que en cierto modo me dio la respuesta,
que realmente no pude responder:
"¿Qué hago con mi vida?"
Me encanta la diplomacia.
No tengo carrera.
Esperaba toda mi vida ser diplomático, servir a mi país.
Quería ser embajador,
y mis mentores, mis héroes,
personas que llegaron a la cima de mi profesión,
y aquí estaba yo tirando todo por la borda.
Muchos de mis amigos todavía estaban en esto.
Mi pensión estaba en ello.
Y lo dejé. ¿
Y qué iba a hacer?
Y ese año, en Kosovo,
sucedió algo terrible, terrible, que vi.
En marzo de 2004, hubo terribles disturbios
en toda la provincia (como era entonces) de Kosovo.
Murieron 18 personas.
Era anarquía.
Y es algo muy horrible ver la anarquía,
saber que la policía y el ejército (
había muchas tropas militares allí)
en realidad no pueden detener a esa turba furiosa
que viene por la calle.
Y la única manera de que la turba furiosa que viene por la calle se
detenga
es cuando decidan detenerse
y cuando ya hayan tenido suficiente quema y matanza.
Y ese no es un sentimiento muy agradable de ver, y lo vi.
Y pasé por eso. Pasé por esas turbas.
Y con mis amigos albaneses intentamos detenerlo, pero fracasamos.
Y ese motín me enseñó algo
que no es inmediatamente obvio y es una historia un tanto complicada.
Pero una de las razones por las que se produjeron disturbios (
esos disturbios, que se prolongaron durante varios días, se produjeron)
fue porque el pueblo de Kosovo
estaba privado de sus derechos sobre su propio futuro. En aquel entonces
se
estaban llevando a cabo negociaciones diplomáticas sobre el futuro de
Kosovo
,
y el gobierno de Kosovo, y mucho menos el pueblo de Kosovo, en
realidad no
participaba en esas conversaciones.
Existía todo este sofisticado sistema diplomático,
este proceso de negociación sobre el futuro de Kosovo,
y los kosovares no formaban parte de él.
Y, curiosamente, eso les frustró.
Esos disturbios fueron parte de la manifestación de esa frustración.
No fue la única razón,
y la vida no es simple, narrativas de una sola razón.
Fue algo complicado
y no pretendo que fuera más simple de lo que era.
Pero esa fue una de las razones.
Y eso me dio la inspiración,
o más bien, para ser precisos,
le dio la inspiración a mi esposa.
Ella dijo: "¿Por qué no asesoran a los kosovares? ¿
Por qué no asesoran a su gobierno sobre su diplomacia?".
Y a los kosovares no se les permitió un servicio diplomático.
No se les permitieron diplomáticos.
No se les permitió una oficina de asuntos exteriores
que les ayudara a afrontar este proceso inmensamente complicado,
que llegó a conocerse como el Proceso del Estatuto Final de Kosovo.
Y esa era la idea.
Ese fue el origen de lo que se convirtió en Independent Diplomat,
el primer grupo asesor diplomático del mundo
y, además, una organización sin fines de lucro.
Y comenzó cuando regresé de Londres
después de mi estancia en la ONU en Kosovo.
Volví de regreso y cené con el primer ministro de Kosovo y le dije:
"Mira, te propongo que venga y te asesore sobre la diplomacia. Sé
estas cosas. Es lo que hago. ¿Por qué no vengo y ¿ayudarte?"
Y levantó su vaso de raki hacia mí y dijo:
"Sí, Carne. Ven".
Y vine a Kosovo
y asesoré al gobierno de Kosovo. El
diplomático independiente acabó asesorando a tres primeros ministros
sucesivos de Kosovo
y al equipo de negociación multipartidista de Kosovo.
Y Kosovo se independizó. El
Diplomático Independiente ahora está establecido
en cinco centros diplomáticos alrededor del mundo,
y estamos asesorando a siete u ocho
países o grupos políticos diferentes,
dependiendo de cómo desee definirlos,
y no soy muy aficionado a las definiciones.
Estamos asesorando a los chipriotas del norte sobre cómo reunificar su
isla.
Estamos asesorando a la oposición birmana,
al gobierno de Sudán del Sur,
que (lo escucharon aquí primero)
será un nuevo país en los próximos años.
Estamos asesorando al Frente Polisario del Sáhara Occidental,
que lucha para recuperar su país
de la ocupación marroquí
después de 34 años de desposeimiento.
Asesoramos a varios Estados insulares en las negociaciones sobre el
cambio climático,
que se supone culminarán
en Copenhague.
Aquí también hay un poco de aleatoriedad
porque, cuando estaba empezando en Independent Diplomat,
fui a una fiesta en la Cámara de los Lores,
que es un lugar ridículo,
pero estaba sosteniendo mi bebida de esta manera y me topé con
un tipo que estaba parado detrás de mí.
Y comenzamos a hablar y él dijo: Le
conté lo que estaba haciendo
y le dije de manera bastante grandilocuente que
iba a establecer un Diplomático Independiente en Nueva York.
En ese momento solo estábamos yo,
y mi esposa y yo nos mudábamos de regreso a Nueva York.
Y él dijo: "¿Por qué no ves a mis colegas en Nueva York?"
Y resultó que
trabajaba para una empresa de innovación llamada ?What If!,
de la que probablemente algunos de vosotros habéis oído hablar.
Y una cosa llevó a la otra,
y terminé teniendo un escritorio
en 'What If!' en Nueva York,
cuando comencé Independent Diplomat. ¿
Y viendo ?¡Y si!
Desarrollar nuevos sabores de chicle para Wrigley
o nuevos sabores para Coca-Cola
en realidad me ayudó a innovar en
nuevas estrategias para los kosovares
y los saharauis del Sáhara Occidental.
Y comencé a darme cuenta de que hay diferentes maneras de hacer
diplomacia:
que la diplomacia, como los negocios,
consiste en resolver problemas
y, sin embargo, la palabra innovación no existe en diplomacia;
Son todos juegos de suma cero, realpolitik
e instituciones antiguas que han existido durante generaciones
y hacen las cosas de la misma manera que siempre las han hecho.
Y Independent Diplomat, hoy,
intenta incorporar algunas de las cosas que aprendí en "What If!".
Todos nos sentamos en una oficina y nos gritamos desde el otro lado de la
oficina.
Todos trabajamos en pequeñas computadoras portátiles e intentamos mover
escritorios para cambiar nuestra forma de pensar.
Y utilizamos expertos ingenuos
que tal vez no sepan nada sobre los países con los que estamos tratando,
pero pueden saber algo sobre otra cosa
para tratar de inyectar nuevas ideas
en los problemas
que intentamos abordar para nuestros clientes.
No es fácil, porque nuestros clientes, por definición,
están pasando por momentos difíciles diplomáticamente.
Hay, no sé,
algunas lecciones de todo esto,
personales y políticas,
y en cierto modo son la misma cosa. El hecho de que lo
personal se
esté cayendo por un precipicio
es realmente algo bueno y lo recomiendo.
Y es bueno hacerlo al menos una vez en la vida,
simplemente romper todo y saltar.
La segunda cosa es una lección más importante sobre el mundo actual.
Independent Diplomat es parte de una tendencia
que está surgiendo y siendo evidente en todo el mundo:
el mundo se está fragmentando. Los
estados significan menos que antes
y el poder del estado está disminuyendo.
Eso significa que el poder de otras cosas está aumentando.
Esas otras cosas se llaman actores no estatales.
Pueden ser corporaciones,
pueden ser mafiosos, pueden ser buenas ONG,
pueden ser cualquier cosa,
cualquier cantidad de cosas.
Vivimos en un mundo más complicado y fragmentado.
Si los gobiernos son menos capaces
de afectar los problemas
que nos afectan en el mundo,
entonces eso significa, ¿quién queda para lidiar con ellos,
quién tiene que asumir una mayor responsabilidad para lidiar con ellos?
A
nosotros.
Si no pueden hacerlo, ¿quién queda para ocuparse de ello?
No tenemos más remedio que aceptar esa realidad.
Lo que esto significa es que ya
no es suficiente
decir que las relaciones internacionales, o los asuntos globales,
o el caos en Somalia,
o lo que está pasando en Birmania no son de tu incumbencia,
y que puedes dejar que los gobiernos se ocupen de ello.
Puedo conectar a cualquiera de ustedes
mediante seis grados de separación
con la milicia Al-Shabaab en Somalia.
Pregúntame cómo después, sobre todo si comes pescado, curiosamente,
pero esa conexión existe.
Todos estamos íntimamente conectados.
Y esto no es sólo Tom Friedman, en
realidad es demostrable caso tras caso tras caso.
Lo que eso significa es que, en lugar de pedirles a sus políticos que
hagan cosas,
deben mirarse a sí mismos para hacer las cosas.
Y Independent Diplomat es una especie de ejemplo de esto
de una manera vaga.
No hay ejemplos claros, pero un ejemplo es este:
la forma en que el mundo está cambiando
se encarna en lo que está sucediendo en el lugar donde solía trabajar:
el Consejo de Seguridad de la ONU.
La ONU fue establecida en 1945.
Su estatuto está diseñado básicamente
para detener los conflictos entre estados,
conflictos interestatales.
Hoy en día, el 80 por ciento de la agenda
del Consejo de Seguridad de la ONU
trata sobre conflictos dentro de los Estados, que
involucran a partes no estatales:
guerrillas, separatistas,
terroristas, si se les quiere llamar así,
personas que no son gobiernos normales, que no son normales. estados.
Ése es el estado del mundo hoy.
Cuando me di cuenta de esto,
y cuando recuerdo mi tiempo en el Consejo de Seguridad
y lo que pasó con los kosovares,
me doy cuenta de que a menudo
las personas que se vieron más directamente afectadas
por lo que estábamos haciendo en el Consejo de Seguridad
no estaban realmente allí , en realidad no fueron invitados
a dar sus puntos de vista al Consejo de Seguridad,
pensé, esto está mal. Hay que
hacer algo al respecto.
Entonces comencé en un modo tradicional.
Mis colegas y yo de Independent Diplomat
recorrimos el Consejo de Seguridad de la ONU.
Recorrimos 70 estados miembros de la ONU (
los kazajos, los etíopes, los israelíes),
nombralos, fuimos a verlos,
al secretario general, a todos,
y dijimos: "Todo esto está mal.
Esto es terrible". "No consultes a estas personas que realmente están
afectadas.
Tienes que institucionalizar un sistema en el
que realmente invites a los kosovares
a venir y decirte lo que piensan.
Esto te permitirá decirme... puedes decirles lo que "Crees.
Será genial. Puedes tener un intercambio. De
hecho, puedes incorporar los puntos de vista de estas personas en tus
decisiones,
lo que significa que tus decisiones serán más efectivas y duraderas".
Superlógico, se podría pensar.
Quiero decir, increíblemente lógico. Es tan obvio que cualquiera podría
entenderlo.
Y por supuesto, todos lo entendieron. Todos dijeron: "Sí, por supuesto,
tienes toda la razón.
Vuelve con nosotros
en unos seis meses".
Y, por supuesto, no pasó nada, nadie hizo nada.
El Consejo de Seguridad hace su trabajo
hoy exactamente de la misma manera
que hace X años,
cuando yo estuve allí hace 10 años.
Así que analizamos esa observación
del fracaso
y pensamos: ¿qué podemos hacer al respecto?
Y pensé: "Estoy [ __ ]
si voy a pasar el resto de mi vida
presionando para que estos gobiernos de mala muerte
hagan lo que hay que hacer".
Entonces, lo que vamos a hacer
es organizar estas reuniones nosotros mismos.
Ahora, el Diplomático Independiente
está en el proceso de organizar reuniones
entre el Consejo de Seguridad de la ONU
y las partes en las disputas
que están en la agenda del Consejo de Seguridad.
Así que traeremos a los
grupos rebeldes darfuríes, a los
chipriotas del norte y al sur, a los
rebeldes de Aceh
y a una larga lista
de conflictos caóticos en todo el mundo.
Y trataremos de llevar a las partes a Nueva York para
que se sienten en una habitación tranquila,
en un ambiente privado, sin prensa,
y expliquen lo que quieren
a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU
y a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
para explicarles lo que quieren.
Así que en realidad hay una conversación
que nunca antes había ocurrido.
Y por supuesto, al describir todo esto,
cualquiera de ustedes que sepa de política pensará que esto es
increíblemente difícil,
y estoy totalmente de acuerdo con usted.
Las posibilidades de fracaso son muy altas,
pero ciertamente no sucederá
si no intentamos que suceda.
Y mi política ha cambiado fundamentalmente
desde que era diplomático hasta lo que soy hoy,
y creo que lo que importa son los resultados, no los procesos
ni la tecnología, francamente, tampoco.
Predique tecnología
a todos los miembros tuiteros de todas las manifestaciones iraníes
que ahora se encuentran en prisión política en Teherán,
donde Ahmadinejad permanece en el poder. La
tecnología no ha generado cambios políticos en Irán.
Tienes que mirar los resultados y decirte a ti mismo:
"¿Qué puedo hacer para producir ese resultado en particular?".
Esa es la política del siglo XXI
y, en cierto modo, Independent Diplomat
encarna esa fragmentación, ese cambio
que nos está sucediendo a todos.
Esa es mi historia. Gracias.
S11-Es el momento de abandonar la guerra

Traductora: Kathy Beckwith


Crítica: Tanya Cushman
Crecí en una granja de cerdos no lejos de aquí.
Tenía mi propio cerdo; ella era mi proyecto 4-H.
Pero era más divertido jugar en el bosque
con mis hermanos y hermanas
que entrenar a un cerdo,
así que nunca llegó a ser realmente manso. ¡
Ella se hizo grande!
Una vez, cuando intentábamos moverla,
mi trabajo era
sostener un trozo de madera contrachapada
para que fuera en la otra dirección.
En cambio, ella vino
justo encima de mí.
Cambié a coser 4-H.
(Risas)
Pero aun así coseché los beneficios
de crecer en esa granja de cerdos:
aprender a nadar en un estanque de riego,
comer basura recolectada para los cerdos. Es una
broma.
(Risas)
Bueno, más o menos.
Lo que comíamos eran restos
de las tiendas de comestibles:
productos desechados
que habían comenzado a descolorarse y
que mi padre recogía
como parte de su ruta por la ciudad
recogiendo sobras para alimentar a los cerdos.
Así que sí, comíamos alcachofas,
plátanos, naranjas, granadas...
cosas demasiado buenas para alimentar a los cerdos
que de otro modo no conseguiríamos.
Nunca me pregunté si esto era normal.
Pero no recuerdo haberle
contado nunca a otros niños en la escuela que
compartieran las guarniciones de los cerdos.
Tal vez no fuera del todo normal después de todo.
No he perdido ni dos minutos de sueño
por la cuestión
de si los recortes son normales.
Era una pequeña cosa de mi pasado.
Pero hay algo grande ahora
que tratamos como normal,
que a veces me hace llorar
por la crueldad
y otras veces, me hace clamar
contra la injusticia
y la horrible destrucción.
He estado aprendiendo más sobre
cómo se considera normal. ¿
Has oído hablar de la rana verde
en la olla de habas?
(Los frijoles suenan) La
Rana Verde salta a la olla
donde las habas
están en remojo durante la noche en agua fría.
Pero por la mañana, cuando se enciende el fuego
en la estufa debajo de la olla
y el agua comienza a calentarse,
Rana Verde también lo hace, sin darse cuenta,
porque es su naturaleza adaptar la
temperatura de su cuerpo a su entorno.
En algún momento antes de hervir,
hay que asustar a Green Frog para que
salte del peligro
o corra el riesgo de cocinarse.
Me parece que cuando pensamos en la guerra,
muchos de nosotros somos como la Rana Verde.
Nos hemos estado adaptando a nuestro entorno,
a una cultura que trata la guerra como algo normal,
y hace calor.
Propongo tres cosas
para su consideración: La
guerra no es normal.
Es hora de abandonar la guerra.
Y se puede hacer.
Sin embargo, nosotros mismos hacemos cosas
que normalizan la guerra.
Dejamos que las suposiciones se
arraiguen en nuestras mentes. ¿
Has oído estos?
"La guerra es inevitable".
"Es la naturaleza humana".
"Las cosas nunca cambiarán". ¿
Inevitable? El
conflicto es inevitable; La
guerra es una elección,
una decisión que se toma
sobre cómo responder al conflicto. ¿
Las cosas nunca cambiarán? ¡Los
duelos a muerte eran vistos
como una forma honorable para que los caballeros,
incluido un hombre
que se convirtió en presidente de los Estados Unidos,
aclararan un rumor!
Mujeres, ¿votar?
Las cosas cambian.
Hay otras razones por las que nos adaptamos
a la situación en la que la guerra es normal. El
miedo vende la guerra y a nosotros nos venden el miedo.
Palabras cuidadosamente elegidas
y campañas de relaciones públicas que comercializan la guerra:
"Trueno rodante", "
Conmoción y pavor",
"Operación Libertad Duradera".
Los niños ven las ceremonias y los desfiles
desde que son pequeños.
Juegan con juguetes de guerra que les compran
y, cuando son mayores, con videojuegos
diseñados para ellos por los militares,
simulando la guerra, normalizándola.
Y luego, ponemos la guerra en su propia categoría
y no la desafiamos
como lo haríamos con otras cosas.
Si los problemas vecinales
se abordaran con la violencia de la guerra,
lo llamaríamos trágico,
criminal, no heroico.
Si los desfiles locales
incluyeran equipos de ejecución
de prisiones pasadas y presentes (
sillas eléctricas, réplicas de cámaras de gas,
pelotones de fusilamiento, kits de inyección letal)
diríamos:
"¿En qué estaban pensando al
poner esas cosas
en un desfile que nuestros hijos ven?" ¿
Pero equipo de ejecución de guerra? ¡
Tanques! "¡Ahhh! ¡Guau!"
Si se escuchara a los adolescentes de la calle
gritar los cánticos
utilizados en el entrenamiento militar:
"¿Qué hace crecer la hierba? ¡La
sangre hace crecer la hierba! ¿
Quién hace que la sangre fluya? ¡
Nosotros lo hacemos! ¡Lo hacemos! ¡Sangre! ¡Sangre! ¡Sangre!"
y "¡Matar! ¡Matar!" -
Llamaríamos al 9-1-1 para pedir ayuda.
Nunca toleraríamos en nuestras comunidades
lo normal de la guerra.
Pero quizás lo más normalizador de todo
es la tendencia que tenemos
a decir: "Nadie quiere la guerra, por supuesto,
pero a veces es necesario
proteger los derechos humanos y nuestras libertades,
y que sin guerra
perderíamos nuestra libertad".
es decir,
rara vez terminamos la frase. ¿
Nuestra libertad para hacer qué exactamente? ¿
Qué libertades han
protegido realmente nuestras guerras? ¿
La libertad de apoderarnos de las tierras que queríamos? ¿
Para proteger las inversiones comerciales
en otros países? ¿
Para dejar de lado las alternativas
y optar por la guerra en lugar de una y otra vez? ¿Otra vez?
Nuestra historia es sombría y triste. ¿
Cuántos de nosotros crecemos
creyendo que las horrendas matanzas
y mutilaciones de la Guerra Civil
fueron necesarias para deshacernos de la esclavitud?
No aprendemos a preguntar: ¿
Por qué no nos unimos a la ¿El resto del mundo
en la eliminación de la esclavitud
mediante la persuasión legal y moral?
Cuanto más nos acostumbramos a alternativas
que eran posibles,
pero no adoptadas,
o cuanto más oímos hablar de esas cosas,
más difícil es creer en la guerra.
Pero, espera. ... ¿
Qué pasa con Hitler?
Me han hecho
esa pregunta tantas veces
y he oído que Hitler se utiliza como justificación
de los actos militares estadounidenses
tantas veces
que he empezado a preguntarme
si tal vez Hitler ganó la guerra después de todo. ¿
No fue él
quien creía que el poder
y la violencia debían combinarse
para alcanzar los objetivos?
Esa filosofía parece haberse popularizado.
Cuando hablamos de Hitler,
asegurémonos de preguntar y responder
porque las respuestas están aquí: ¿
Qué se podría haber hecho
antes y durante su ascenso al poder
que hubiera cambiado
el curso de esa historia? ¿
Qué se podría haber hecho para que
no se tolerara la brutalidad de Hitler?
Nunca, nunca debemos otorgarle a Hitler,
ni a nadie,
poder sobre nosotros
para impedirnos elegir alternativas
que sean sabias, efectivas, humanas
y que honren la vida
y nuestra preciosa tierra. ¿
Pero existen alternativas
que realmente funcionen? ¡
Esas son las buenas noticias!
Abundan las alternativas:
educación, diplomacia,
negociación, mediación, arbitraje,
justicia económica,
equipos de respuesta a crisis,
comisiones de paz:
todas ellas son alternativas eficaces a la guerra. Se podría utilizar
unas Naciones Unidas más democráticas
para asesorar sabiamente
en lugar de que nosotros regateemos
con sus miembros para hacer nuestra voluntad.
Las universidades de todo el mundo
tienen programas en
resolución de conflictos internacionales
y especialistas listos
para facilitar el establecimiento de la paz,
al igual que las organizaciones religiosas y seculares
y el Instituto de Paz de los Estados Unidos.
La gente encuentra maneras.
Mujeres de Liberia
atrincheraron a hombres dentro de un hotel,
impidiéndoles salir
hasta que se tomaran en serio la
negociación del fin de la guerra.
Hitler ordenó a Bulgaria
que enviara a los judíos del país
a los campos de exterminio por ferrocarril.
El primer grupo de 9.000 judíos
estaba reunido en la estación de tren,
entre alambradas de púas,
esperando las órdenes finales
para subir a los trenes.
Miembros del Parlamento, estudiantes y
otras personas de todos los sectores sociales
se unieron al clero allí, quien dijo:
"Nos tumbaremos en las vías. ¡
Estas personas no deben ser llevadas!".
Los que estaban dispuestos a dar órdenes
dijeron a los judíos
que recogieran sus maletas
y regresaran a casa.
El presidente Truman
y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos
respondieron al
bloqueo total de Berlín Occidental por parte de la Unión Soviética en
1948,
no con un regreso a la guerra
o la amenaza de guerra,
sino con un puente aéreo de suministros
lanzados a la ciudad durante meses
hasta que los soviéticos reconocieron
la inutilidad. de sus acciones.
La investigación de Maria Stephan
y Erica Chenoweth - TEDx Boulder -
nos presenta verdades dramáticas: la
resistencia civil noviolenta funciona.
Funciona mejor que la violencia
y más a menudo deja en pie los
sistemas democráticos
una vez terminada la resistencia.
No hay excusa
para decir que la guerra es necesaria.
Entonces, ¿qué podemos hacer personalmente
para ayudar a lograr el fin de la guerra?
Podemos cuestionar.
Podemos preguntarnos: En esta situación, ¿
qué alternativas son posibles?
Cuestione el papel que desempeñan las
bases militares estadounidenses en todo el mundo,
nuestras ventas de armas,
nuestro gasto militar, nuestra retórica:
qué papel desempeñan estas cosas
en la perpetuación de la guerra.
Podemos preguntarnos por qué el gobierno de Estados Unidos
insiste en gastar un billón de dólares
para modernizar armas nucleares
de destrucción inimaginable,
diseñadas para el asesinato en masa
de poblaciones,
cuando tantas naciones
piden su desmantelamiento.
Podemos cuestionarnos
y luego asignarnos
una lección de historia:
aprender sobre la guerra y las guerras
y lo que le hacen a la gente real,
incluidos los supervivientes,
porque gran parte de la guerra, para muchos de nosotros,
ocurre en otro lugar.
Podemos conocer las historias de alternativas,
incluida la resistencia civil no violenta,
y enseñar esa historia
a niños y adolescentes.
Podemos enseñar a los niños cómo mediar en conflictos
entre ellos en la escuela
y llevar esa capacitación a casa
y a sus vidas futuras.
Podemos realizar reuniones familiares
para que los niños crezcan
sabiendo cómo facilitar una reunión
y pensar en soluciones.
Podemos alentar a los jóvenes
a considerar servir en el Cuerpo de Paz
o tomar seis meses en algún lugar
para ser voluntarios en todo el mundo,
porque su trabajo marcará la diferencia. La
prevención cuesta una fracción
de la acción militar.
Y a medida que ayuden a los demás, seguramente
crecerán en compasión y comprensión.
Podemos dejar de sentirnos impotentes
y unirnos a otros
para compartir ideas y generar soluciones.
Y si lo deseamos,
podemos señalar cómo las mulas
cooperan para aplastar moscas.
(Risas)
Estaba caminando por nuestro camino
y miré hacia nuestro campo
donde nuestras mulas
estaban paradas con las grupas contra la cabeza,
agitando sus colas,
espantándose las moscas
de la cara unas a otras.
(Risas)
Corrí a casa, agarré mi cámara
y cuando mi esposo llegó a casa,
le dije: "¡Tus mulas son increíbles!".
(Risas)
"Sí, lo son", dijo,
"pero lo hacen todo el tiempo.
Es normal".
Bueno, si las mulas pueden normalizar la cooperación, ¡las
personas también pueden hacerlo!
En enero de 1929,
el Senado de los Estados Unidos recomendó la ratificación
y el presidente Coolidge promulgó
el Pacto Kellogg-Briand, que
prohibía el uso de la guerra
como medio para resolver conflictos.
Millones y millones de estadounidenses dijeron:
"¡Estamos listos para el fin de la guerra!"
Alzaron tal voz
que aquellos en el gobierno tuvieron que escuchar
y unirse al esfuerzo
y convertirlo en la ley del país -sigue siendo
la ley del país-
una ley que podemos reclamar si buscamos
y utilizamos alternativas a la guerra.
Tenemos suerte de tener dos nietos increíbles que
viven cerca de nosotros. ¡
Son sumamente divertidos!
Y tenemos un nieto nuevo, de
dos días.
(Público) Aww.
Ya lo amo.
Quiero lo mejor para estos preciosos niños.
En el fondo,
creo que sabemos que eso es lo normal:
lo que volvemos a casa,
el anhelo dentro de cada uno de nosotros
de hacer lo mejor que podemos para los niños.
No necesitan heredar nuestros desastres. La
guerra es un desastre monstruoso.
Se ha normalizado,
pero no es el camino
y no tenemos por qué aceptarlo. Se
puede abandonar la guerra;
hay alternativas.
Extiendo a cada uno de ustedes
una invitación personal
y permiso
para ayudar a que eso suceda.
(Aplausos)
Rev. secr. Trib. perm. revis. Año 7, Nº 13; Marzo 2019; pp. 120-136.
ISSN 2304-7887 (en línea)
ISSN 2307-5163 (impreso)
DOI: 10.16890/rstpr.a7.n13.p120

LA DIFERENCIA ENTRE UNA


“CONTROVERSIA” Y UN
“DESACUERDO” EN EL ESTATUTO
DE LA CORTE INTERNACIONAL DE
JUSTICIA
A DIFERENÇA ENTRE “CONTROVÉRSIA” E
“DESACORDO” NO ESTATUTO DA CORTE
INTERNACIONAL DA JUSTIÇA
Tomás Mariano Guisado Litterio*

Resumen: Mientras que el texto en inglés del Estatuto de la Corte


Internacional de Justicia utiliza genéricamente el término “dispute”,
la versión española reserva la palabra “desacuerdo” para los casos de
interpretación de fallos, utilizando el vocablo “controversia” en otras
oportunidades. Esta distinción puede implicar distintos estándares que la
Corte ha de emplear para determinar la existencia o no de una diferencia
de grado suficiente entre las partes como para encontrarse competente
frente a un caso. El presente artículo tendrá por objeto desentrañar
esta cuestión, guiándose por lo resuelto en la decisión de la CIJ sobre la
interpretación del fallo dictado en el caso “Avena”, y por otras resoluciones
de la Corte y de otros tribunales, a la luz de los principios generales sobre
interpretación de tratados.
Resumo: Embora o texto em inglês do Estatuto da Corte Internacional
de Justiça use o termo “disputa” genericamente, a versão em espanhol
reserva a palavra “desacordo” para os casos de interpretação de juízos,
usando a palavra “controvérsia” em outras oportunidades. Esta distinção
pode implicar padrões diferentes que a Corte deve usar para determinar
a existência ou não de uma diferença de grau suficiente entre as partes
competentes em um caso. O objetivo deste artigo é desvendar esta questão,
guiada pelo que foi resolvido na decisão da CIJ sobre a interpretação do
julgamento proferida no caso “Avena”, e por outras resoluções da Corte e de
outros tribunais, à luz dos princípios gerais de interpretação de tratados.

* Universidad de Buenos Aires, Argentina.


E-mail: tomas_guisado@hotmail.com
Recibido: 02/08/2018. Aceptado: 03/10/2018.

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Diferencia entre una “controversia” y un “desacuerdo” en el Estatuto de la CIJ. Tomás Guisado

Palabras clave: Corte Internacional de Justicia, controversia


internacional, Estatuto de la Corte Internacional de Justicia,
interpretación de tratados, solicitud de interpretación
Palavras-chave: Corte Internacional da Justiça, controversia
internacional, Estatuto da Corte Internacional da Justiça, interpretação
de tratados, pedido de interpretação

1. INTRODUCIÓN

Cualquier persona versada en más de una lengua debe reconocer


que no existe una traducción perfectamente fiel. Siempre que una
frase es convertida de un idioma a otro, parte del sentido se pierde, sin
importar la pericia del traductor. Hay palabras que no tienen un reflejo
exacto en otra lengua, por lo que debe emplearse un vocablo similar
pero cuyo significado puede diferir sustantivamente de lo que se quiso
decir en primer lugar.
Este problema reviste especial importancia en materia de derecho
de los tratados, cuando un tratado es autenticado en más de un idioma.
Recogiendo costumbre internacional generalmente tenida como
preexistente1, la Convención de Viena de 19692 (CVDT) contiene una
serie de previsiones útiles para estos casos en su Art. 39: salvo disposición
en contrario, todos los textos autenticados en distintos idiomas tienen
igual autoridad interpretativa. Por otra parte, debe presumirse que los
términos empleados en el tratado tienen el mismo sentido en cada texto
auténtico, y si la comparación de estos términos revela una diferencia de
sentido, entonces debe adoptarse el significado que mejor reconcilie los
textos, teniendo en vista el objeto y fin del tratado.
En su Art. 111, la Carta de las Naciones Unidas3 (CNU) dispone
que sus textos en chino, francés, ruso, inglés y español son igualmente
auténticos. El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia4 (ECIJ) no
contiene una disposición análoga acerca de sus idiomas, pero toda vez
que constituye parte integrante de la Carta (según el Art. 92 de ésta),
debe extenderse la misma regla a aquel instrumento, sin perjuicio de
que las lenguas oficiales de la Corte sean únicamente el francés y el
inglés (conforme el Art. 39 del ECIJ)5.
1 VILLIGER, Mark, E. Commentary on the 1969 Vienna Convention on the Law of Treaties.
Primera edición. Leiden: Martinus Nijhoff Publishers, 2009, p. 461.
2 Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados, firmada en Viena, República de Austria,
el 23 de mayo de 1969.
3 Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco, Estados Unidos de América, el 26
de junio de 1945.
4 Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, adoptado en San Francisco, Estados Unidos
de América, el 26 de junio de 1945 como parte integrante de la Carta de las Naciones Unidas.
5 KOHEN, Marcelo. “Article 39”. En: ZIMMERMANN, Andreas; OELLERS-FRAHM, Karin;
TOMUSCHAT, Christian & TAMS, Christian J. (Eds.), The Statute of the International Court

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Ahora, ingresando al tema que nos compete, el concepto de


“controversia” resulta crucial para el ejercicio de la función contenciosa
de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Como órgano jurisdiccional,
la función primaria de la Corte es resolver controversias con arreglo
al derecho internacional (según el Art. 38 del ECIJ). No obstante, la
existencia de una controversia puede ser controversial en sí misma,
partiendo de la semántica de la propia palabra. Cabe tener en cuenta
que no es poco frecuente que una parte en un litigio niegue que haya
una controversia en un caso concreto como estrategia para cuestionar la
competencia del tribunal para entender en el asunto6.
El texto español del Estatuto menciona la voz “controversia” tres
veces7: en los Arts. 36, 38 y 40. La versión francesa, por ejemplo, utiliza en su
lugar el término “différend” en esas oportunidades, mientras que la inglesa
emplea el vocablo “dispute”. No obstante, el texto inglés vuelve a utilizar
la palabra “dispute” en el Art. 60, en el que se habilita a las partes de un
litigio concluido a solicitarle a la Corte la interpretación de una decisión ya
dictada. La versión en español del artículo reza así: “El fallo será definitivo
e inapelable. En caso de desacuerdo sobre el sentido o el alcance del fallo, la
Corte lo interpretará a solicitud de cualquiera de las partes”.
Donde el texto inglés volvía a decir “dispute”, término que según
la presunción establecida por la CVDT debería tenerse por equivalente
a “controversia”, la versión española consigna “desacuerdo”. El texto
francés sigue el mismo criterio que el español, empleando un vocablo
distinto en el Art. 60 que aquél usado en los anteriores: “contestation” en
lugar de “différend”.
Estas pequeñas variaciones entre las distintas versiones lingüísticas
del tratado pueden implicar distintos estándares que la Corte ha de
emplear para determinar la existencia o no de una diferencia de grado
suficiente entre las partes como para encontrarse competente frente a
un caso. El presente trabajo tendrá por objeto desentrañar esta cuestión,
guiándose por lo resuelto en la decisión de la CIJ sobre la interpretación
del fallo dictado en el caso “Avena”, y por otras resoluciones de la Corte,
a la luz de los principios generales sobre interpretación de tratados.
2. EL SENTIDO CORRIENTE DE LOS VOCABLOS

Ante todo, debe tenerse en cuenta que, en materia de interpretación

of Justice. A Commentary. Londres: Oxford University Press, 2012, p. 915.


6 SCHREUER, Christoph. “What is a legal dispute?”. En: BUFFARD, Isabelle; CRAWFORD,
James; PELLAIT, Alain y WITTICH, Stephan (Eds.), International Law between Universalism
and Fragmentation, Festschrift in Honour of Gerhard Hafner. Londres: Brill Nijhoff Publishers,
2009, p. 959.
7 A los fines de este cómputo, decidí excluir el Art. 4, que menciona por su nombre a la
Convención de La Haya de 1907 sobre Arreglo Pacífico de las Controversias Internacionales,
debido a que no resultaba relevante para el análisis.

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Diferencia entre una “controversia” y un “desacuerdo” en el Estatuto de la CIJ. Tomás Guisado

de tratados, la CVDT privilegia en su Art. 31 el sentido corrientemente


atribuido a los términos empleados. Por lo tanto, “el sentido ordinario
es el punto de comienzo del proceso de interpretación”, y refiere al
“significado corriente y normal (regular, usual)”8. Para descubrir las
acepciones comunes de las palabras, es útil recurrir a los diccionarios
a los efectos de descifrar la semántica de los vocablos utilizados en las
versiones española, francesa e inglesa del ECIJ9.
El diccionario bilingüe inglés-español editado por la Universidad
de Cambridge define “dispute” como “un desacuerdo, especialmente
uno que dura un largo tiempo”10, y da como sinónimos en español las
palabras “disputa” y “conflicto”. Por lo que se ve, “dispute” no se refiere
a un mero desacuerdo, sino a uno calificado por su persistencia en el
tiempo.
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española
define a “controversia” como “discusión de opiniones contrapuestas
entre dos o más personas”11 y a “desacuerdo” como “discordia o
disconformidad en los dictámenes o acciones”12. De estas acepciones
podría concluirse que el elemento adicional de la “discusión” agrega a
la “controversia” una interacción que podría considerarse ausente en el
mero desacuerdo, que se limita a ser una simple diferencia de opiniones.
Por su parte, el diccionario francés-español editado por Larousse
traduce “différend” como “diferencia” o “desacuerdo”13. Aquel diccionario
no da una definición de “contestation” pertinente, pero el diccionario de
la Academia Francesa la define como “desacuerdo acerca de la exactitud
de un hecho, el basamento de un reclamo, de un derecho”14. Este
último diccionario, cabe destacar, emplea “contestation” como parte de
su definición de “différend”, y tiene a este término como sinónimo de
desacuerdo (“déssacord”)15.
Como puede apreciarse, el análisis del significado común de las
8 VILLIGER, Op. cit., p. 426 (traducción libre).
9 A los efectos de circunscribir el trabajo, decidí tener en cuenta sólo los textos en idiomas
español, francés e inglés, sin prejuicio de que las versiones en árabe, chino y ruso también
sean auténticas.
10 CAMBRIDGE UNIVERSITY. “Dispute”. En Diccionario de Cambridge Inglés-Español [en
línea]. [consulta 08/07/2018]. Disponible en <https://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/
ingles-espanol/dispute> (traducción libre).
11 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. “Controversia”. En Diccionario de la Lengua Española [en
línea]. [consulta 08/07/2018]. Disponible en <http://dle.rae.es/?id=AeeBUkL>
12 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. “Desacuerdo”. En Diccionario de la Lengua…, Op. cit. [en
línea]. [consulta 08/07/2018]. Disponible en <http://dle.rae.es/?id=CMHr3kg>
13 LAROUSSE. “Différend”. En Dictionnaire Français-Espagnol Larousse [en línea]. [consulta
08/07/2018]. Disponible en <https://www.larousse.fr/dictionnaires/francais-espagnol/
diff%c3%a9rend/25323>
14 ACADÉMIE FRANÇAISE. “Contestation” en Dictionnaire Électronique de l’Académie
Française [en línea]. [consulta 08/07/2018]. Disponible en <https://academie.atilf.fr/consulter/
contestation?page=1> (traducción libre).
15 ACADÉMIE FRANÇAISE. “Différend”. En Dictionnaire Électronique [consulta 08/07/2018].
Disponible en < https://academie.atilf.fr/consulter/diff%C3%A9rend?page=1>

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palabras no echa demasiadas luces sobre el asunto. Mientras que la


versión española del Estatuto utiliza una palabra con una carga más
fuerte para los Arts. 36, 38 y 40 que la empleada en el Art. 60, el texto en
inglés utiliza la misma palabra en todos los casos. La versión francesa,
lejos de colaborar al esfuerzo interpretativo, emplea palabras que no
difieren considerablemente en su significado. Por lo tanto, el sentido
corriente de las palabras no será de gran utilidad para zanjar la cuestión.
3. QUÉ ES UNA CONTROVERSIA INTERNACIONAL

Pese a que el término “controversia” sea mencionado varias veces


en la CNU y en el ECIJ, ninguno de los dos instrumentos esclarece su
significado, por lo que éste tuvo que ser construido pretorianamente
en los estrados del Palacio de la Paz de La Haya. Quizás la definición
más celebre de controversia internacional es aquella que fue dada
por la Corte Permanente de Justicia Internacional (CPJI) en el caso
“Mavrommatis”: “una controversia es un desacuerdo sobre un punto de
derecho o de hecho, un conflicto de opiniones jurídicas o intereses”16.
Esta enunciación, tan simple como lo es, provee una explicación clara
y sumamente útil, que aún hoy sigue siendo la base que la CIJ emplea
para los razonamientos sobre el tema, pese a no mantenerla incólume
en su totalidad17.
En pronunciamientos posteriores, la Corte tuvo la oportunidad
de ahondar un poco más en otros aspectos más complejos del concepto
de controversia. Por un lado, determinó que la existencia de una
controversia es una cuestión objetiva, de forma que ésta no dejaría
de presentarse simplemente porque una de las partes la negara18. Por
otra parte, tampoco aceptó como suficiente la mera afirmación de la
controversia por una de las partes, aún si ésta acreditara una colisión de
intereses, sino que debe demostrarse que el reclamo de una de las partes
fue positivamente opuesto por la otra19.
La conclusión que puede extraerse de las consideraciones
precedentes es que la existencia de la controversia se evidencia a
partir de la formulación por las partes de posiciones contrapuestas
e incompatibles20. Sin embargo, esta definición puede resultar
problemática en ciertas circunstancias: si la parte infractora reconoce
16 CORTE PERMANENTE DE JUSTICIA INTERNACIONAL. Caso concerniente a las
Concesiones Mavrommatis en Palestina (Grecia c. Gran Bretaña). Decisión del 30 de agosto de
1924, p. 11 (traducción libre).
17 TOMUSCHAT, Christian. “Article 36”. En: ZIMMERMANN, OELLERS-FRAHM,
TOMUSCHAT y TAMS, (eds.), Op. cit., p ​ . 646.
18 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Opinión Consultiva sobre la Interpretación de
los Tratados de Paz con Bulgaria, Hungría y Rumania. 18 de julio de 1950, p. 74.
19 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Casos concernientes al África Sudoccidental
(Etiopía c. Sudáfrica; Liberia c. Sudáfrica). Decisión del 21 de diciembre de 1962, p. 328.
20 SCHREUER, Op. cit., pp. 963-964.

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Diferencia entre una “controversia” y un “desacuerdo” en el Estatuto de la CIJ. Tomás Guisado

su responsabilidad, pero se niega a cesar en su incumplimiento o a


proveer un resarcimiento adecuado21, o si evita contestar o formular
una posición en respuesta a un reclamo22. Estas actitudes no pueden
tenerse como excluyentes de la controversia, puesto que abrirían una
puerta fácil para escapar de la competencia del tribunal.
Respecto del primer supuesto, la Corte tuvo la oportunidad de
expedirse en la opinión consultiva sobre el “Acuerdo de Sede de las
Naciones Unidas”. En aquél caso, ciertos funcionarios del gobierno
estadounidense habían llegado a avalar la postura de la Organización
de las Naciones Unidas en su reclamo contra los Estados Unidos por
el incumplimiento del Acuerdo de Sede23, sosteniendo que las medidas
violatorias se estaban tomando sin perjuicio de las obligaciones
internacionales del Estado. La Corte sostuvo:

Cuando una parte de un tratado protesta contra el comportamiento de


otra parte, y alega que ese comportamiento o decisión constituye una
violación del tratado, el mero hecho de que la parte acusada no invoque
ningún argumento para justificar su conducta de acuerdo al derecho
internacional no previene que las actitudes opuestas de las partes den
lugar a una controversia relativa a la interpretación o aplicación del
tratado24.

En cuanto a la segunda posibilidad, en el caso de los “Rehenes


en Teherán”, la República Islámica de Irán no se había presentado a
comparecer ante la CIJ frente al reclamo del gobierno de los Estados
Unidos. La Corte consideró que no era necesaria una respuesta por
parte del gobierno iraní a los argumentos estadounidenses para la
configuración de una controversia: “Irán, que no ha comparecido en
el proceso ante la Corte, había actuado de manera que […] estaba
cometiendo violaciones de las Convenciones pero, en la medida en que
la Corte fue informada, Irán en ningún momento alegó justificar sus
acciones mediante interpretaciones alternativas de las Convenciones,
sobre cuya base aquellas acciones no constituirían tales violaciones”25.
La actitud reticente iraní no excluía la existencia de una controversia.

21 Ibíd., p. 964.
22 Ibíd., pp. 965-966.
23 Acuerdo entre la Organización de las Naciones Unidas y los Estados Unidos de América
relativo a la sede de las Naciones Unidas, firmado en Nueva York, Estados Unidos de América,
el 26 de junio de 1947.
24 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Opinión consultiva sobre la Aplicabilidad de
la Obligación de someter una Controversia a Arbitraje con arreglo a la Sección 21 del Acuerdo
de 26 de junio de 1947 relativo a la Sede de las Naciones Unidas. 26 de abril de 1988, p. 28
(traducción libre).
25 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso relativo al Personal Diplomático y
Consular de los Estados Unidos en Teherán (Irán c. Estados Unidos). Decisión del 24 de mayo
de 1980, p. 24 (traducción libre).

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Por último, cabe mencionar que la Corte ha introducido


recientemente un requisito adicional para la configuración de una
controversia: que la parte reclamada tenga conocimiento del reclamo
esgrimido por el reclamante26. En el caso de las “Islas Marshall”, la Corte
ha sostenido que “una controversia existe cuando se demuestra, con base
en evidencia, que el demandado era consciente, o no podía desconocer,
que sus opiniones eran ‘positivamente opuestas’ por el actor”27.
Con base en todas las consideraciones precedentes, puede
concluirse que el criterio decisivo para verificar la existencia de la
controversia no parece ser, entonces, el desacuerdo originado por la
sustentación de posiciones contradictorias, sino la omisión de acceder al
reclamo planteado por la contraparte28. Se ha señalado, en consecuencia,
que es muy raro que tenga éxito una defensa sustentada en negar la
existencia de una controversia29.
En un mismo sentido, la Corte también ha rechazado
sistemáticamente el argumento de que una disputa en particular no es
de naturaleza jurídica, sino política30, lo que representa un intento de
trasposición de la doctrina de las cuestiones políticas no justiciables al
ámbito internacional. Por su propia naturaleza, las controversias entre
Estados se encuentran inevitablemente permeadas de condicionamientos
y repercusiones políticos31. En el caso “Nicaragua” la Corte se vanaglorió
de “nunca haber rehuido un caso que se le haya sometido simplemente
porque tenía implicancias políticas”32.
4. EL ART. 60 DEL ECIJ EN LA INTERPRETACIÓN DEL FALLO
“AVENA” Y OTROS PRECEDENTES

En 1927 la CPJI se dispuso a indagar qué debía entenderse por


el vocablo “dispute/contestation/desacuerdo” empleado en el Art. 60 de
su Estatuto33 (que utilizaba la misma terminología que reproduciría el

26 BONAFE, Beatrice I. “Establishing the Existence of a Dispute before the International


Court of Justice: Drawbacks and Implications” [en línea]. Questions of International Law,
Zoom Out 2017, nº 45, pp. 3-32 [consulta 10/07/2018]. Disponible en: <http://www.qil-qdi.org/
wp-content/uploads/2017/12/02_DISPUTE_Bonafe%CC%81_FIN.pdf>, pp. 4-8.
27 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso de las Obligaciones concernientes a las
Negociaciones relativas a la Cesación de la Carrera Armamentística Nuclear y al Desarme
Nuclear (Islas Marshall c. Reino Unido). Decisión del 5 de octubre de 2016, p. 21 (traducción
libre).
28 SCHREUER, Op. cit, pp. 966.
29 Ibíd., p. 979.
30 Ibíd., p. 970-971.
31 TOMUSCHAT, Op. cit, ​p. 644.
32 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso relativo a las Actividades Militares
y Paramilitares en y contra Nicaragua (Nicaragua c. Estados Unidos). Decisión del 26 de
noviembre de 1984, p. 436 (traducción libre).
33 Estatuto de la Corte Permanente de Justicia Internacional, adoptado en Ginebra,
Confederación Suiza, el 16 de diciembre de 1920.

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Diferencia entre una “controversia” y un “desacuerdo” en el Estatuto de la CIJ. Tomás Guisado

estatuto de su sucesora). En su fallo, consideró que se refería a “una


diferencia de opinión entre las Partes en cuanto a aquellos puntos de
la sentencia en cuestión que fueron decididos con fuerza vinculante”34.
Por lo tanto, la vara parecería ser otra que aquella prevista para las
controversias, en tanto que no se requiere de las partes ninguna actividad:
ni que sustenten posiciones contrarias, ni que se hagan reclamo alguno.
La mera existencia de opiniones diferenciadas bastaría, siempre que
su objeto apunte a la parte dispositiva de una sentencia dictada por el
tribunal.
En 1950 se le planteó a la flamante Corte Internacional de
Justicia el primer pedido de interpretación de uno de sus fallos. En esa
oportunidad, clarificó que, a los fines del Art. 60, no puede considerarse
como un “desacuerdo” “el mero hecho de que una Parte entienda a la
sentencia oscura cuando la otra la considere perfectamente clara. Un
desacuerdo requiere una divergencia de opiniones entre las Partes sobre
puntos definidos”35. En este pronunciamiento, la CIJ no innovó mucho
respecto del antecedente de su predecesora, limitándose a aclarar que
las opiniones disidentes deben versar sobre cuestiones determinadas de
la resolución bajo escrutinio.
En el caso “Avena” original, la Corte Internacional de Justicia había
ordenado a los Estados Unidos revisar y reconsiderar “por los medios de
su propia elección” las condenas y penas de los nacionales mexicanos a
los que se les había impedido el acceso a la asistencia consular durante
sus procesos36. Luego de que esta revisión no se produjera en todos los
casos, México demandó a los EEUU ante la CIJ sobre la base del Art. 60
del ECIJ, solicitando además el dictado de medidas provisionales que
ordenen la suspensión de las ejecuciones de los nacionales mexicanos
sujetos a pena de muerte.
El gobierno mexicano argumentaba la existencia de un desacuerdo
en cuanto a si la obligación mencionada era de resultado o de medios.
Mientras sostenía que, en su opinión, se trataba de una obligación de
resultado, alegaba que los Estados Unidos habían demostrado, por su
conducta, que tenían un entendimiento distinto del fallo de la Corte. En
efecto, si bien el Presidente había emitido un memorándum exhortando
a los tribunales estaduales a acatar lo resuelto por la CIJ, éstos y la
propia Corte Suprema federal doméstica habían descartado su fuerza
vinculante. En el razonamiento mexicano, el Poder Ejecutivo federal

34 CORTE PERMANENTE DE JUSTICIA INTERNACIONAL. Caso de la Fábrica de


Chórzow (interpretación de las sentencias nº 7 y 8) (Alemania c. Polonia). Decisión del 16 de
diciembre de 1927, p. 11 (traducción libre).
35 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso del Derecho de Asilo (solicitud de
interpretación de la sentencia del 20 de noviembre de 1950) (Colombia c. Perú). Decisión del
27 de noviembre de 1950, p. 12 (traducción libre).
36 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso relativo a Avena y otros Nacionales
Mexicanos (México c. Estados Unidos de América). Decisión del 31 de marzo de 2004, p. 64.

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Rev. secr. Trib. perm. revis. Año 7, Nº 13; Marzo 2019

estadounidense estaba actuando como si la obligación indicada por


la CIJ pudiese saldarse por el dictado del memorándum, sin perjuicio
de que la división de poderes y la organización federal le quitaren toda
eficacia37.
Frente a los argumentos vertidos por México, el gobierno
estadounidense afirmó estar “totalmente de acuerdo” con el
entendimiento mexicano de que lo resuelto por la Corte se trataba de
una obligación de resultado. Aunque lamentaba que hasta el momento
los esfuerzos del gobierno federal no habían conseguido persuadir
a las autoridades judiciales competentes, aseguró que continuaría
intentándolo, en el marco de los límites que su derecho doméstico le
imponía. Por otra parte, negó que las decisiones de sus órganos judiciales
estaduales y federales pudiesen generar un desacuerdo con México, toda
vez que la única autoridad legítima para expresar internacionalmente la
opinión del Estado eran el Presidente y su Secretario de Estado. Por estas
razones, Estados Unidos solicitó a la Corte desechar la presentación
mexicana toda vez que no existía desacuerdo entre ambos Estados,
dejando al tribunal carente de jurisdicción38.
En su decisión en cuanto a la petición sobre medidas provisionales,
la Corte se ocupó de aclarar que los textos en inglés y francés del
Estatuto “no están en total armonía”. Observó que el término francés
“contestation” es más amplio y flexible que “différend”, sin requerir
el mismo “grado de oposición”, pese a que el texto inglés utilice la
palabra “dispute” en ambas oportunidades. El tribunal entendió que
correspondía darles a los vocablos el sentido que mejor reconciliara
ambos textos, teniendo en cuenta el objeto y fin del Estatuto. Así,
consideró que cualquiera de los dos Estados podía presentarse ante la
Corte apenas se mostraran con opiniones contrarias sobre el sentido y
alcance de un fallo, sin necesidad de que el desacuerdo se manifieste
formalmente o de alguna manera específica. En cuanto al caso bajo
examen, se consideró preliminarmente competente debido a que, si
bien ambos Estados no estaban en desacuerdo en cuanto a la naturaleza
de la obligación, sí parecían tener diferencias en cuanto a su alcance,
en particular si ésta incumbía o no a todas las autoridades federales y
estaduales del gobierno estadounidense39.
En su decisión sobre la interpretación del fallo, la Corte volvió a
abocarse a la cuestión, ahora de forma definitiva, llegando a conclusiones
diferentes. Si bien siguió manteniendo la postura de que ambas partes
estaban de acuerdo en cuanto a que la obligación en cuestión era de
resultado, se distanció de lo resuelto anteriormente en lo relativo a su
37 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Solicitud de interpretación de la decisión del
31 de marzo de 2004 en el Caso concerniente a Avena y a otros nacionales mexicanos (México c.
Estados Unidos) (México c. Estados Unidos). Orden del 16 de julio de 2008, pp. 5-11.
38 Ibíd., pp.11-16.
39 Ibíd., pp. 16-19.

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Diferencia entre una “controversia” y un “desacuerdo” en el Estatuto de la CIJ. Tomás Guisado

alcance. Observó que el fallo original otorgaba a los Estados la libertad


de elección de medios para cumplir con la sentencia, sin prescribir ni
insinuar que los tribunales estadounidenses debían dar efecto directo a la
decisión de la Corte. Esa cuestión en particular, entonces, quedaba fuera
de lo originalmente resuelto por el tribunal, frustrando su competencia
a los efectos del Art. 60 del Estatuto. Así, consideró que no se había
planteado un desacuerdo entre las partes, al menos específicamente en
lo relativo a la interpretación del fallo “Avena” original40.
5. LA EXPERIENCIA DE OTROS TRIBUNALES

Por último, a fines de echar luces adicionales al tema, se realizará


en este acápite un análisis comparativo para entender cómo se ha lidiado
con esta cuestión en los casos de otros tribunales internacionales,
deteniéndonos en sus estatutos y jurisprudencia.
El Estatuto del Tribunal Internacional del Derecho del Mar41
sigue la misma lógica que su análogo de la CIJ. En la versión en español
del Art. 33 (relativo al carácter definitivo y vinculante del fallo), éste
contiene tres párrafos en los cuales se utilizan los términos “controversia”
y “desacuerdo” de forma claramente diferenciada. Mientras que los
primeros dos párrafos utilizan el vocablo “controversia” para referirse
al litigio original, el tercero utiliza idéntica fórmula que el Art. 60 del
ECIJ para referirse al caso de “desacuerdo” sobre la interpretación de
un fallo ya pronunciado. Previsiblemente, la versión inglesa utiliza el
término “dispute” en los tres párrafos. Sin embargo, la versión francesa
escapa a la simplicidad empleando un término distinto en cada uno
de los párrafos. Mientras que en el párrafo primero habla, como es
de esperar, de “différend”, y el tercero, de “contestation”, el segundo
dice “cas”, que puede traducirse como “caso”42. No parece que resulte
necesario detenerse en este último término, debido a que el contexto de
su utilización apunta claramente a que, por caso “caso”, se intenta referir
a la controversia que dio origen al proceso judicial.
Pese a que el Tribunal del Mar (TIDM) no ha tenido la oportunidad
de pronunciarse al respecto debido a que no se le ha presentado por
el momento ninguna solicitud de interpretación de uno de sus fallos,
cabe presumir que éste no se alejaría de las conclusiones de la CIJ. El
TIDM ha invocado consistentemente la jurisprudencia de la Corte
40 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Solicitud de interpretación de la decisión del
31 de marzo de 2004 en el Caso concerniente a Avena y a otros nacionales mexicanos (México
c. Estados Unidos) (México c. Estados Unidos). Decisión del 19 de enero de 2009, pp. 9-19.
41 Estatuto del Tribunal Internacional del Derecho del Mar. Adoptado como Anexo VI de
la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, firmada en Montego Bay,
Jamaica, el 10 de diciembre de 1982.
42 LAROUSSE. “Cas” en Dictionnaire Français-Espagnol Larousse [en línea]. [consulta
23/09/2018]. Disponible en: < https://www.larousse.fr/dictionnaires/francais-espagnol/
cas/13368>

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Internacional de Justicia para fundar sus decisiones, valiéndose del


extenso corpus iuris de precedentes de la CIJ y aprovechando que ésta
última, especialmente en el ámbito de las cuestiones de procedimiento,
se ha enfrentado en el pasado a cuestiones similares o idénticas a las
que se le plantean al Tribunal43. Esto se debe más que nada a la evidente
similitud entre los estatutos de ambos órganos judiciales y a la parcial
superposición de sus jurisdicciones.
De hecho, el TIDM ha seguido la línea de la CIJ para determinar
la existencia de una controversia, sin perjuicio de que ésta última está
facultada, en principio, para atender controversias sobre cualquier
norma de derecho internacional, mientras que el TIDM sólo puede
recibir controversias relativas a la interpretación y/o aplicación de la
CONVEMAR44, conforme su Art. 286. Si bien se ha considerado como
suficiente evidencia para confirmar la configuración de una controversia
el hecho de que ambas partes sostengan posiciones opuestas acerca de
los asuntos en litigio, el TIDM ha adoptado también, como la propia
CIJ, la doctrina de que la existencia de la controversia es una cuestión
objetiva45. Así, por ejemplo, en el caso del “M/V Louisa”, citando
lo resuelto por la CIJ en el caso de las “Plataformas Petrolíferas”46, el
Tribunal del Mar afirmó que sólo era necesario “establecer un vínculo
entre los hechos invocados” por una parte y “las disposiciones de la
Convención a los que ésta refiera”, y “mostrar que dichas disposiciones
pueden sustentar el reclamo” de esa misma parte47.
Pasando al ámbito regional, puede citarse el sistema de resolución
de controversias establecido para el MERCOSUR por el Protocolo de
Olivos de 200248. Podría decirse que lo que en el ECIJ se llama solicitud de
interpretación, en el Protocolo de Olivos es conocido como “recurso de
aclaratoria”, y se encuentra regulado en su Art. 28. Dicho recurso puede
ser presentado tanto frente a los laudos de los Tribunales Arbitrales Ad
Hoc como para los del Tribunal Permanente de Revisión (TPR), y sigue
una lógica bastante distinta a la solicitud de interpretación de la CIJ.

43 DE BRABANDERE, Eric. “The Use of Precedent and External Case-Law by the International
Court of Justice and the International Tribunal for the Law of the Sea”. The Law & Practice of
International Tribunals. 2016, vol. 15, nº 1, pp. 42-44.
44 Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, firmada en Montego Bay,
Jamaica, el 10 de diciembre de 1982.
45 LANDO, Massimo. “Establishing the existence of a ‘dispute’ under UNCLOS at the
provisional measures stage: the Enrica Lexie case” [en línea]. Questions of International Law,
Zoom In. 2015, nº 22, pp. 3-24 [consulta 23/09/2018]. Disponible en: <http://www.qil-qdi.org/
wp-content/uploads/2015/11/02_Enrica-Lexie-Case_LANDO_FIN.pdf>
46 TRIBUNAL INTERNACIONAL DE DERECHO DEL MAR. M/V Louisa (San Vicente y
las Granadinas c. Reino de España). Decisión del 28 de mayo de 2013, p. 34 (traducción libre).
47 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso relativo a las Plataformas Petrolíferas
(República Islámica del Irán c. Estados Unidos de América). Providencia del 12 de diciembre
de 1996, p. 11.
48 MERCOSUR. Protocolo de Olivos para la Solución de Controversias en el MERCOSUR,
firmado en Olivos, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, el 18 de febrero de 2002.

130
Diferencia entre una “controversia” y un “desacuerdo” en el Estatuto de la CIJ. Tomás Guisado

En efecto, no se requiere desacuerdo de ninguna especie entre las


partes del litigio. Basta con que una parte sienta unilateralmente dudas
acerca del contenido del laudo o de la forma en que éste deberá cumplirse
para que se encuentre habilitada para plantear el recurso pertinente en
el plazo de 15 días. Cabe destacar que las Reglas de Procedimiento49, a
diferencia de lo previsto para el recurso de revisión, no estipulan que se
dé traslado a la contraparte, reforzando la idea de que la aclaratoria no
es de índole contenciosa.
Solamente se ha resuelto un único recurso de aclaratoria en
procesos arbitrales conforme al Protocolo de Olivos. En el caso de la
“Prohibición de Importación de Neumáticos Remoldeados”, los árbitros
del TPR observaron que el objetivo de la aclaratoria puede ser corregir
errores materiales, aclarar expresiones oscuras o suplir omisiones en el
laudo50. En ningún momento en su laudo el Tribunal hace referencia a
la existencia de un desacuerdo entre las partes o a otro requisito alguno
más allá del plazo procesal y el objeto de la solicitud.
Interesantemente, el Protocolo de Olivos sí parecería distinguir
entre una controversia y una “divergencia”, reservando este último
vocablo para aquellas diferencias de criterio en cuanto a si un laudo
ha sido debidamente cumplido o no, según la terminología empleada
en el Art. 30. Hubo una única oportunidad en que se le planteó al
TPR una solicitud de este tipo, y también fue en el marco del caso de
la “Prohibición de Importación de Neumáticos Remoldeados”. Aquí
no se suscitó la pregunta de qué constituía una divergencia, debido a
que la Argentina expresamente rechazaba la alegación del Uruguay de
que la nueva ley que había promulgado no daba cumplimiento al laudo
dictado en 200551. Sin embargo, podría esperarse que el TPR adopte
eventualmente un entendimiento similar al arribado por la CIJ en su
jurisprudencia, considerando que una mera divergencia (así como
un desacuerdo) no requiere el mismo de grado de oposición que una
controversia.
El proceso de integración europeo no tiene mucho más que
agregar al tema que nos concierne. Mientras que las versiones inglesa
y francesa del Estatuto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea52
49 MERCOSUR. Decisión MERCOSUR/CMC/DEC. N° 37/03. Reglamento del Protocolo
de Olivos para la Solución de Controversias en el MERCOSUR, firmada en Montevideo,
República Oriental del Uruguay, el 15 de diciembre de 2003.
50 TRIBUNAL PERMANENTE DE REVISIÓN DEL MERCOSUR. Prohibición de Importación
de Neumáticos Remoldeados procedentes de Uruguay” Recurso de Aclaratoria interpuesto por
la República Argentina en relación al Laudo Arbitral dictado por éste entre el 20 de Diciembre
de 2005. Laudo N° 01/2006 del 13 de enero de 2006. [fecha de consulta: 23/09/2018]. Disponible
en: <http://www.tprmercosur.org/es/docum/laudos/Laudo_01_2006_es.pdf>.
51 TRIBUNAL PERMANENTE DE REVISIÓN DEL MERCOSUR. Divergencia sobre el
cumplimiento del Laudo N° 1/05, iniciada por la República Oriental del Uruguay (Art. 30
Protocolo de Olivos). Laudo N° 01/2008 del 25 de abril de 2008. [fecha de consulta: 23/09/2018].
Disponible en: <http://www.tprmercosur.org/es/docum/laudos/Laudo_01_2008_es.pdf>
52 UNIÓN EUROPEA. Protocolo (nº 3) sobre el Estatuto del Tribunal de Justicia de la Unión

131
Rev. secr. Trib. perm. revis. Año 7, Nº 13; Marzo 2019

(ETJUE) utilizan los términos “dispute” y “différend”, respectivamente,


el texto español emplea la palabra “litigio” como sustituto del más
común vocablo “controversia”, pero le otorga idéntico sentido. No se
utilizan, en las diferentes versiones lingüísticas del Estatuto, términos
que puedan aludir a diferendos más “suaves”, como “desacuerdo” o
“divergencia”. Por otra parte, el ETJUE permite en su Art. 43 que, ante
la irrupción de una duda acerca del sentido o alcance de una sentencia
del Tribunal, cualquiera de las partes pueda presentar una demanda
de interpretación. Dicha demanda puede ser incluso deducida por
cualquier institución de la Unión Europea que pueda demostrar un
interés en su resultado. Como se desprende claramente de la norma, no
resulta necesario desacuerdo alguno entre las partes como condición
para obtener un pronunciamiento del Tribunal.
REFLEXIONES FINALES

A primera vista, la diferencia deducida por la Corte Internacional


de Justicia entre una controversia y un desacuerdo es clara: se basa en
una cuestión de grado. El criterio empleado para la distinción efectuada
no resulta inconsistente con el sentido corriente de las palabras, según el
análisis realizado en el segundo acápite de este trabajo. Por otra parte, la
necesidad de demostrar un nivel de divergencia que no llegue al umbral
de “controversia” tampoco parece tan distante al criterio seguido en la
redacción de los estatutos de los tribunales de integración, en donde no
se ha pretendido requerir la acreditación de discrepancia de ningún tipo
entre las partes.
No obstante, cuando se repasa la ligereza con la que la Corte
ha determinado la existencia de una controversia a lo largo de su
jurisprudencia, resulta evidente que el tribunal no es nada exigente a la
hora de evaluar la intensidad de la oposición de opiniones. De hecho,
sus decisiones tomadas en casos como el del “Acuerdo de Sede de las
Naciones Unidas” o el de los “Rehenes en Teherán” dejan en evidencia
que la CIJ no ha considerado para nada importante que la controversia
se manifieste siquiera en términos explícitos. ¿De dónde viene entonces
este “grado de oposición” al que alude la Corte en la decisión sobre
la interpretación del caso “Avena”? Es difícil saberlo. Puede que un
“desacuerdo” sea más flexible y amplio que una “controversia”, pero la
vara ya está muy baja como para descender aún más.
El principal factor limitante de la jurisdicción presente en el
Art. 60 no parece ser el desacuerdo en sí mismo, sino su objeto. En su
decisión sobre la interpretación del caso “Avena”, la Corte no fue estricta
al analizar si las partes estaban o no de acuerdo, sino en cuanto a si el
desacuerdo versaba sobre cuestiones que estaban o no comprendidas
Europea, firmado en Bruselas, Reino de Bélgica, el 9 de mayo de 2008.

132
Diferencia entre una “controversia” y un “desacuerdo” en el Estatuto de la CIJ. Tomás Guisado

en el fallo original. De hecho, había llegado a la misma conclusión al


rechazar el pedido de interpretación sobre el caso del “Derecho de
Asilo”53. En ambos precedentes, los peticionantes requerían que la Corte
se expida sobre aspectos vinculados a la ejecución de las sentencias, no
a la interpretación de lo decidido en ellas.
Puede que, en teoría, la acepción de “desacuerdo” sea más amplia
que la de “controversia”, pero en la práctica el límite es difuso y apenas
perceptible. A la fecha, la Corte no ha rechazado nunca la existencia de
una controversia sobre la base de que el nivel de oposición de opiniones
no alcanzara un umbral determinado. De hecho, tal cotejo parecería
contradecirse con lo sostenido por el tribunal cada vez que se le planteó
el problema de verificar la configuración de una controversia; sobre todo
si se lo compara con los fallos más recientes, que fueron siendo cada vez
más flexibles en cuanto a la existencia de la controversia, admitiendo
incluso que las partes no tengan que formular posiciones contrapuestas.
En conclusión, la diferencia entre un desacuerdo y una controversia
es más teórica que práctica, y difícilmente pueda decirse que una
discrepancia entre dos partes llegue a ser un desacuerdo sin configurar
una controversia. Parecería que, después de todo, los redactores de la
versión inglesa del Estatuto no se equivocaron realmente al no buscar
otro vocablo que sustituya al término “dispute” en el Art. 60.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Unido). Decisión del 5 de octubre de 2016.
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso del Derecho de Asilo
(solicitud de interpretación de la sentencia del 20 de noviembre de 1950)
(Colombia c. Perú). Decisión del 27 de noviembre de 1950.

53 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso del Derecho de Asilo, Doc. cit., pp. 10-12.

133
Rev. secr. Trib. perm. revis. Año 7, Nº 13; Marzo 2019

CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso relativo a Avena y


otros Nacionales Mexicanos (México c. Estados Unidos de América).
Decisión del 31 de marzo de 2004.
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso relativo a las
Actividades Militares y Paramilitares en y contra Nicaragua (Nicaragua
c. Estados Unidos). Decisión del 26 de noviembre de 1984.
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso relativo a las
Plataformas Petrolíferas (República Islámica del Irán c. Estados Unidos
de América). Providencia del 12 de diciembre de 1996.
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Caso relativo al Personal
Diplomático y Consular de los Estados Unidos en Teherán (Irán c. Estados
Unidos). Decisión del 24 de mayo de 1980.
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Casos concernientes al
África Sudoccidental (Etiopía c. Sudáfrica; Liberia c. Sudáfrica). Decisión
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CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Opinión consultiva sobre la
Aplicabilidad de la Obligación de someter una Controversia a Arbitraje
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CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Opinión Consultiva sobre la
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de la decisión del 31 de marzo de 2004 en el Caso concerniente a Avena
y a otros nacionales mexicanos (México c. Estados Unidos) (México c.
Estados Unidos). Orden del 16 de julio de 2008.
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concerniente a las Concesiones Mavrommatis en Palestina (Grecia c.
Gran Bretaña). Decisión del 30 de agosto de 1924.
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Fábrica de Chórzow (interpretación de las sentencias nº 7 y 8) (Alemania
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134
Diferencia entre una “controversia” y un “desacuerdo” en el Estatuto de la CIJ. Tomás Guisado

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UNCLOS at the provisional measures stage: the Enrica Lexie case” [en
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Prohibición de Importación de Neumáticos Remoldeados procedentes de
Uruguay” Recurso de Aclaratoria interpuesto por la República Argentina

135
Rev. secr. Trib. perm. revis. Año 7, Nº 13; Marzo 2019

en relación al Laudo Arbitral dictado por éste entre el 20 de Diciembre


de 2005. Laudo N° 01/2006 del 13 de enero de 2006. [fecha de consulta:
23/09/2018]. Disponible en: <http://www.tprmercosur.org/es/docum/
laudos/Laudo_01_2006_es.pdf>
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Justicia de la Unión Europea, firmado en Bruselas, Reino de Bélgica, el 9
de mayo de 2008.
VILLIGER, Mark, E. Commentary on the 1969 Vienna Convention on
the Law of Treaties. Leiden: Martinus Nijhoff Publishers, 2009, p. 461.

•••••
THE DIFFERENCE BETWEEN A “CONTROVERSY”
AND A “DISAGREEMENT” IN THE STATUTE OF
THE INTERNATIONAL COURT OF JUSTICE

Abstract: While the English text of the Statute of the International Court
of Justice uses the term “dispute” generically, the Spanish version reserves
the word “disagreement” for cases of interpretation of judgments, using the
word “controversy” on other occasions. This distinction may imply different
standards that the Court must use to determine the existence or not of a
difference of sufficient degree among the parties to be competent in a case.
The purpose of this article will be to unravel this issue, guided by what was
resolved in the decision of the ICJ on the interpretation of the judgment
rendered in the “Avena” case, and by other rulings of the Court and other
courts, in the light of the general principles on treaty interpretation.
Keywords: International Court of Justice, International controversy,
Statute of the International Court of Justice, Interpretation of treaties,
Request for interpretation
RESUMEN BIOGRÁFICO
Tomás Mariano Guisado Litterio es Abogado y Maestrando en
Relaciones Internacionales por la Universidad de Buenos Aires. Docente
de Derecho Internacional Público e Investigador de la misma Casa de
Estudios. Asesor legal del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
de la República Argentina.

136
DERECHO INTERNACIONAL *
D iferencias teórico-prácticas entre Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario

Theoretical and practical


differences between Human
Diferencias teórico-
Rights and International
prácticas entre
Humanitarian Law
Derechos Humanos y
Derecho Internacional
Fecha de recepción: Noviembre 20 de 2009

Fecha de aceptación: Diciembre 20 de 2009


Humanitario*

Andrea Ramírez Lamy**

RESUMEN ABSTRACT

La violencia que ha marcado la historia de nuestro Colombian historic violence has impacted fighters and fre-
país ha afectado no solo a los combatientes, sino que quently hit civil society in a savage way. In the course of time,
ha tocado con frecuencia a la población civil de ma- society is empowering and recognizing itself as a legitimate
nera brutal. La sociedad se ha ido empoderando y player having to say in demanding respect of fundamental
reconociendo a sí misma como un actor con una voz rules that protect human dignity, calling to condemn con-
legítima para exigir el respeto por normas fundamen- crete actions instead of respecting abstract rules. However,
tales que protegen la dignidad humana, haciendo when they act as a group, as civil society, what specific body
más un llamado condenatorio a acciones concretas of rights they appeal to? Of course, they appeal to human
que al respeto de normas abstractas. Pero, cuando rights. But fighters do not have ever clarity about the nuan-
ellos actúan como colectivo, como sociedad civil, ¿a ces that Human Rights take in a situation of conflict.
qué cuerpo específico de derechos apelan? Por su-
puesto a los Derechos Humanos, pero no siempre It is important to consider International Humanitarian Law
con la claridad sobre las matizaciones que estos ad- involves its own principles and features. So they are seen as
quieren en situaciones de conflicto. different things, although they are complementary when a
situation of conflict exists, because they take a special status
Es clave tener en cuenta que el Derecho Internacio- that cannot be ignored during a state of emergency.
nal Humanitario y los Derechos Humanos contienen
principios y características propias, por lo que son
considerados como ordenamientos diferentes, pero
complementarios en caso de conflicto ya que los De-
rechos Humanos adquieren un amparo especial que Palabras clave
no puede ser desconocido en un estado de excepción. Derechos Humanos, Derecho
Internacional Humanitario, Conflicto
Armado, Dignidad Humana.

Key words
Human Rights, International
Humanitarian Law, Armed
* Artículo de revisión bibliográfica resultado de la pasantía en inves- Conflict, Human Dignity.
tigación dentro del proyecto de investigación “Representaciones
sociales de los derechos humanos protegidos por el Derecho In-
ternacional Humanitario en los estudiantes de derecho y comuni-
cación social de la Fundación Universitaria Los Libertadores”.
** Estudiante de último semestre del programa de Derecho, Cien-
cias Políticas y Relaciones Internacionales. Pasante Grupo de
Investigación en Estudios Internacionales.

I S S N 1 9 0 9 - 5 7 5 9 * N ú m e r o 8 * E n ero-Junio * 2010 * pp. 93-122 93


94 I S S N 1 9 0 9 - 5 7 5 9 * N ú m e r o 8 * E n e r o - Ju n i o * 2010 * pp. 93-122

INTRODUCCIÓN recho Internacional Humanitario y los Derechos Hu-


manos, a partir de sus antecedentes históricos, para
El Derecho Internacional Humanitario y los Derechos posteriormente precisar sus especificidades tanto en
Humanos son ordenamientos jurídicos diferentes que lo teórico como en lo normativo. Partiendo de esta
representan dos situaciones: la guerra y la paz. Sin diferencia, se desarrollan los puntos jurídicos y teóri-
embargo, dado que responden a necesidades y exi- cos en los que convergen estos dos derechos, los cua-
gencias humanas universales de respeto y protección, les se enmarcaran dentro del ordenamiento jurídico
y que comparten una finalidad en común –que es la colombiano. Por último, señalaré algunas ambigüe-
protección del individuo frente a actos arbitrarios que dades en el lenguaje, y en los conceptos de la pobla-
menoscaben sus derechos–, en tiempos de guerra, se ción civil colombiana, con base en los resultados de
aplican de forma complementaria. una investigación.

La historia de nuestro país ha estado acompañada en METODOLOGÍA


los últimos cincuenta años de un conflicto que se ha
recrudecido cíclicamente y ha involucrado, con el La presente investigación tiene como objetivo prin-
paso del tiempo, diferentes actores de orientaciones cipal establecer las diferencias fundamentales entre
políticas antagónicas. La violencia que ha producido los Derechos Humanos y el Derecho Internacional
este conflicto ha afectado no solo a los directamen- Humanitario, a fin de precisar y aclarar las diferencias
te combatientes, sino a la población civil de manera que enmarcan estos dos conceptos.
brutal, lo que ha generado el rechazo por una socie-
dad que se ha ido empoderando y reconociendo a Para ello, esta investigación se basó en un estudio de
sí misma como un actor con una voz legítima para corte documental, apoyándose principalmente en la
exigir el respeto por normas fundamentales que pro- información obtenida a través de fuentes bibliográficas
tegen la dignidad humana. basadas en la consultas de libros de tipo histórico y
teórico, en revistas científicas y en documentos oficia-
En efecto, la sociedad civil ha manifestando su re- les como son los tratados y declaraciones universales.
chazo por actos específicos de violación de derechos
humanos, exigiendo la cesación de atrocidades por En este proceso investigativo se desarrollaron una se-
los actores activos del conflicto, en que se apela más rie de etapas, las cuales se trabajaron de la siguien-
a un llamado condenatorio a acciones concretas que te manera: A partir de una inquietud que surge al
al respeto de normas abstractas. Sin embargo, existe encontrar imprecisiones de la comunidad en general
la convicción y el sentimiento de que, aun en tiem- respecto del tema de los Derechos Humanos y el De-
pos de conflicto armado, hay derechos mínimos que recho Internacional Humanitario, mana el interés de
deben respetarse. Estas normas de humanidad están crear un documento que precise los conceptos y apli-
en el espíritu de las sociedades modernas y desde allí caciones que se dan en torno a estos dos conceptos.
nutren la sensibilidad moral de sus ciudadanos. Pero, Como primera labor a realizar, procedí entonces a la
cuando ellos actúan como colectivo, como sociedad compilación de material bibliográfico y hemerográfi-
civil, ¿a qué cuerpo específico de derechos apelan? co más significativo sobre el tema, para lo cual realicé
Por supuesto a Derechos Humanos, pero no siempre una búsqueda en la bibliotecas más importantes de
con la claridad sobre las matizaciones que estos ad- la cuidad de Bogotá. Una vez recopilado este mate-
quieren en situaciones de conflicto. rial procedí a la elaboración de fichas bibliográficas,
en las cuales registré dicha información con el fin de
La sociedad civil no está familiarizada con la discu- organizarla. Como paso a seguir, realicé una lectu-
sión técnica del concepto de Derecho Internacional ra rápida del material, con el fin de ubicar las ideas
Humanitario y Derechos Humanos, dado que se ha principales y conocer la calidad del material. Una
integrado informalmente a las ideas de los ciudada- vez recaudado y leído rápidamente el material, pro-
nos, por tratarse de un conocimiento que está en la cedí a limitar el tema, enfocándome principalmen-
autocomprensión de la misma sociedad. Esto genera te a desarrollar el objetivo principal propuesto, para
una imprecisión en su distinción y en consecuencia posteriormente elaborar un esquema de trabajo. Una
una falta efectiva de exigibilidad. vez hecha esta estructura inicial, realicé una nueva
búsqueda del material con el fin de encontrar nueva
Por lo tanto, este artículo se desarrollará en torno a información que ligue directamente con el tema ya
establecer las diferencias fundamentales entre el De- limitado, realizando a la vez sus respectivas fichas bi-

Sonia Andrea Ramírez Lamy


DERECHO INTERNACIONAL *
D iferencias teórico-prácticas entre Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario

bliográficas respectiva lectura minuciosa del material c. “Las normas jurídicas que contienen los valores
para así resaltar las ideas principales que del tema superiores, antes mencionados, que empiezan
que se han desarrollado. a producirse con el advenimiento de la
modernidad”. Se generan reglas o normas con el
Una vez destacadas las ideas principales, procedí a fin de promover el orden social y la ordenación
elaborar unas fichas de contenido con las ideas más del comportamiento humano, y de esta forma
importantes del autor, reflexiones y comentarios per- se imponen deberes de conducta que a su vez
sonales. Por último procedí a la respectiva elabora- confieren derechos a cada ente social.
ción del documento final para así plasmar en el escri-
to los resultados de la investigación. Según Bobbio (1997) y Peces-Barba (1998, citados en
Ortiz, 2006), en el desarrollo histórico de los Dere-
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LOS chos Humanos (DDHH) se pueden distinguir cuatro
DERECHOS HUMANOS Y EL DERECHO estadios: postulación, generalización, internacionali-
INTERNACIONAL HUMANITARIO zación y especificación, aunque en la actualidad se ha
dado espacio a un quinto estadio denominado “ex-
De los Derechos Humanos (DDHH) pansión”, que pretende exponer y detallar el catálogo
y la incorporación de las diferentes generaciones de
La teoría de los Derechos Humanos tiene una tra- los DDHH, el cual es el sistema de análisis crítico de
dición en Occidente, desde los antiguos pensadores mayor aceptación entre los doctrinantes en este cam-
griegos hasta nuestros días. Los ideales del pensa- po y el que se toma como referencia en este artículo.
miento antiguo con respecto a la estructura social y
a la dignidad humana se estructuraron sobre la base Tradicionalmente se conocen cuatro generaciones
de democracia, libertad y ley, conceptos que poste- de derechos, en las cuales se configuran los con-
riormente se plasman en la Carta Magna de 1689, ceptos de libertad, igualdad y solidaridad, que son
hasta llegar a la Declaración Universal de 1948 y los considerados los valores primordiales de la vida y la
pactos civiles políticos, los de Derechos Económicos, dignidad humana en sociedad, y cada uno de estos
Sociales y Culturales de 1966, entre otros. términos surge como respuesta a las necesidades de
los pueblos en una época determinada. La primera
Aunque muchos fueron los factores que llevaron a la generación, en el desarrollo moderno de los DDHH,
lucha y el establecimiento de los derechos humanos, comienza a partir del siglo XVIII con la Revolución
Ortiz (2006) asigna mayor grado de importancia a los Francesa como rebelión contra el absolutismo. Esta
siguientes acontecimientos: primera generación está integrada por los denomi-
nados derechos civiles o autónomos, en que estos
a. “Las luchas sociales de la humanidad para reclamar aparecen como simples limitaciones al poder de la
lo que hoy conocemos como derechos humanos, autoridad pública. Por lo tanto, el Estado asume úni-
desde la antigüedad hasta nuestros días”. Estas camente obligaciones de carácter pasivo, esto es, la
manifestaciones de la población propendían al no interferencia en ciertos y determinados ámbitos y
bienestar colectivo y como muestra de rechazo. actividades de la vida y propiedad.
Se desprenden del malestar social y hacen parte
de la historia del hombre. Así mismo, estas luchas Esta generación tiene sus antecedentes en una serie
dan cuenta de las transformaciones sociales de de hechos históricos relevantes, que tuvieron lugar en
cada periodo histórico. Inglaterra en el siglo XVII:

b. “Las ideas filosóficas, políticas, morales, jurídicas, • La Petición de Derechos personales y patrimo-
religiosas, raciales o ecológicas que defienden la niales (1628), la cual constituye un antecedente
libertad, igualdad, solidaridad, equidad, dignidad, de esta generación, que protegía los derechos
justicia, paz, pluralismo, tolerancia, ambiente personales y patrimoniales.
sano”. La capacidad del hombre de contemplar
ideas de conservación general se suscita en au- • El Acta de Hábeas Corpus (1679), que prohibía
sencia de garantías que aseguren al hombre un las detenciones sin orden judicial.
mejor estilo y calidad de vida.

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• La Declaración de Derechos (1689), que esta- se fundan en el valor de la igualdad; representan la


blece por primera vez un verdadero contrato en- adopción de unos fines orientadores de la acción
tre los monarcas y el pueblo soberano. del Estado y suponen una cierta intervención de
este en la vida social y económica de la sociedad.
Las primeras grandes declaraciones de derechos se
produjeron en las colonias inglesas de Norteamérica, En esta generación el derecho al trabajo, a sus frutos y a
en 1776, y en Francia, en 1789. la seguridad social pasan a ser las nuevas exigencias y se
reclama su protección. Entre los derechos laborales es-
Los DDHH que pertenecen a esta primera generación tán: derecho a la libertad de trabajo, al salario mínimo,
son: derecho a la vida, a la libertad de desplazamiento, a una jornada de trabajo de ocho horas, al descanso se-
a la seguridad individual, a la inviolabilidad de domi- manal remunerado, a vacaciones anuales remuneradas,
cilio, de reunión y de asociación, que hacen parte de a la igualdad de salario para trabajos iguales (dentro de
la categoría de libertades físicas; derechos a la libertad la categoría de derechos individuales de los trabajado-
de prensa, a la libre manifestación del pensamiento, a res); derecho a la libertad sindical, derecho de huelga
la inviolabilidad de correspondencia, en la categoría (dentro de la categoría de derechos colectivos de los tra-
de las libertades de expresión; derecho de conciencia; bajadores). Otros derechos que aquí se contemplan son
derecho a la propiedad privada; derecho al principio los derechos relativos al consumidor, como el derecho a
de reserva legal, a la presunción de inocencia, al debi- la seguridad social, a la educación, a la vivienda.
do proceso legal, entre los derechos de la persona acu-
sada; derecho de petición, hábeas corpus, mandato Una cuarta generación habla de los derechos de so-
judicial de protección, como garantía de los derechos. lidaridad; es consecuencia de una fraternal respuesta
a factores discriminatorios (económicos, raciales, cul-
La segunda generación de DDHH, la de los Dere- turales, religiosos, etcétera) o necesidades futuras en
chos Políticos, tiene su origen a finales del siglo XIX. riesgo (ambiente sano) de grupos humanos universali-
Aquí se configuran los derechos, no ya como meros zados en tiempo y espacio motivados por una exigen-
límites al poder, sino como participación de los ciu- cia común: actuar impulsados por el valor solidaridad.
dadanos en la gestión y ejercicio del poder político,
esto es, en la discusión y adopción de las decisiones Surgen ante la necesidad de cooperación entre
colectivas o de gobierno. las naciones, así como de los distintos grupos so-
ciales que las conforman. Se consideran derechos
En suma, mientras los derechos de la primera ge- concernientes a la paz, al desarrollo y al ambiente
neración consistían en la protección de libertades (Bedin, 2000; Ortiz, 2006; Papacchini, 2003; Rey
individuales frente al poder del Estado, los derechos y Rodríguez, 2007).
de segunda generación demandan una cierta inter-
vención del Estado para garantizar bienes sociales Del Derecho Internacional Humanitario
básicos (educación, salud, trabajo). En razón a esto, (DIH)
los derechos civiles se han denominado derecho ne-
gativo o de protección frente al Estado, y los dere- En 1864 el Consejo Federal suizo reunió una Confe-
chos políticos, derecho positivo o de participación rencia Diplomática en la que participaron 10 países:
en el Estado. Estos surgen como consecuencia de Suiza, Baden, Bélgica, Dinamarca, Francia, Hesse,
las revoluciones obreras y de las teorías socialistas. Holanda, Italia, Prusia y España, con el fin de redactar
Entre los derechos que hacen parte de esta genera- un documento que, en tiempos de guerra, asegura-
ción están: derecho al sufragio universal, derecho a ra la protección de militares heridos, y que recibió
constituir partidos políticos, derechos de plebiscito, finalmente el título de “Convenio de Ginebra para
de referendo y de iniciativa popular. mejorar la suerte que corren los militares heridos de
los ejércitos en campaña”.
En la segunda mitad del siglo XX se empieza a hablar
de una tercera generación de DDHH, la generación Es en este documento donde se declaran y se codi-
de la consolidación de los derechos económicos, so- fican las primeras normas para la protección de los
ciales y culturales, o derechos de promoción. Estos heridos y los enfermos en el campo de batalla. Sin em-

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DERECHO INTERNACIONAL *
D iferencias teórico-prácticas entre Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario

bargo, la historia del derecho humanitario tiene raíces Especificidades teórico-


más antiguas1: normas no escritas que progresivamen- normativas de los DDHH y el DIH
te se fueron incorporando en tratados internacionales;
es decir, normas de un derecho consuetudinario que De los DDHH
mostraba la intención de delimitar los métodos para la
conducción de hostilidades y de proteger a las víctimas Definición
del conflicto armado (Swinarski, 1984).
En la actualidad existe un concepto del cual se pue-
Los años de 1859 y 1949 fueron muy importantes den apropiar todos los seres humanos porque cons-
para el desarrollo del Derecho Internacional Huma- tituye un patrimonio de la humanidad: es el de los
nitario. Es en 1859, después de la Batalla de Solferi- Derechos Humanos. En él se busca reafirmar la dig-
no2, cuando se inician las labores humanitarias de un nidad de la persona en todas sus relaciones sociales
hombre en favor de los heridos en la guerra, labores y frente al Estado, reconociéndole una serie de atri-
que conducen, en 1864, a la Convención de Ginebra. butos inherentes y consustanciales de todos los seres
humanos, sin distinción alguna (Benavides, 2003).
Por otra parte, también en tiempos de posguerra,
Fuentes, Quintero y Barbosa (2004) señalan que 1949 Su aparición formal es en 1946, con la constitución
representa para el Derecho Internacional Humani- de la Carta de las Naciones Unidas; sin embargo,
tario un logro sustancial con la firma de los cuatro desde antes se conocían “derechos humanos” y se
convenios de Ginebra. Para este año la comunidad procuraba su realización de manera genérica, bajo
internacional reacciona ante las consecuencias de la la denominación de “Derechos del Hombre o De-
primera y la segunda guerras mundiales, que dejaron rechos Naturales”, pero es solo hasta 1948 que se
millones de pérdidas humanas. Los adelantos tecno- reúnen todos los derechos considerados básicos en
lógicos impulsaron una masificación en la producción la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de recursos bélicos cada vez más poderosos y letales, (DUDH), adoptada por las Naciones Unidas. Rodrí-
como las armas químicas, utilizadas por primera vez guez (1989, p. 17) señala que
en la gran guerra de 1914, y los bombardeos aéreos
masivos y el lanzamiento de cohetes utilizados en la “partiendo de la Declaración Universal de los
Segunda Guerra Mundial, en la que murieron cerca Derechos Humanos podría afirmarse que en
de 70 millones de personas, en su mayoría población términos genéricos los derechos humanos son
civil. Esta reacción propició dos importantes hechos aquellos que permiten o deben hacer posible
que contribuyeron en gran medida al desarrollo y for- una vida racional entre las personas. Esta for-
talecimiento del derecho humanitario: la revisión de ma de vida supone la satisfacción de las nece-
los convenios vigentes y la aprobación de los cuatro sidades humanas básicas”.
convenios de Ginebra.
En esta declaración se señala que todos los seres hu-
manos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
y prohíbe la esclavitud, la servidumbre, las torturas y
los tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Los derechos son un límite al poder del Estado y, a


la vez, su preservación es una de sus tareas. Según
1 Como los textos antiguos que contenían normas que recomen- Nikken (1994), la sociedad contemporánea reco-
daban el respeto al adversario, como los diez mandamientos
de Moisés, el código de Manu, el Corán, o la actividad regla- noce que todo ser humano, por el hecho de serlo,
mentada de la guerra que aplicaban los Sumerios, como era tiene derechos frente al Estado, derechos que este,
la declaración de guerra, la inmunidad de parlamentarios y el o bien tiene el deber de respetar y garantizar o bien
armisticio.
2 La Batalla de Solferino tuvo lugar el 24 de junio de 1859 en está llamado a organizar su acción a fin de satisfacer
un pequeño pueblo de la provincia de Mantua, Lombardía, al su plena realización.
norte de Italia, que dejó, en el bando aliado, 2.492 muertos,
12.512 heridos y 2.922 capturados o desaparecidos. Más de
3.000 soldados austriacos murieron, 10.807 fueron heridos y La Organización de las Naciones Unidas define los
8.638 capturados o desaparecidos. DDHH como las condiciones de la existencia hu-

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mana que permiten al ser humano desenvolverse de los derechos humanos; inherentes, pues se asu-
y utilizar plenamente sus dotes de inteligencia y de me que nacemos con ellos y no dependen de un
conciencia en orden a la satisfacción de las exigencias reconocimiento por el Estado; absolutos, porque
fundamentales que le imponen su vida espiritual y su respeto se puede reclamar a cualquier persona
natural (citado en Del Solar, 2000). Los DDHH son, o autoridad; inalienables, ya que nadie puede ser
por lo tanto, el compilado de escenarios materiales despojado de ellos; inviolables, en el sentido de que
y espirituales inherentes al ser humano; como las ninguna persona o autoridad puede actuar en con-
necesidades que tienen los seres humanos para vivir tra de ellos, salvo las justas limitaciones que puedan
dignamente: alimentación, vestido, vivienda, educa- imponerse a algunos de ellos en determinadas cir-
ción, trabajo, salud; y también a la libertad de expre- cunstancias, no definidas arbitrariamente, sino con-
sión, de organización, de participación, de trascen- sideradas en tratados internacionales; irrenunciables
dencia, etc. (Mujica, 1999). e intransferibles, pues no se pueden enajenar y úni-
camente el propio titular puede valerse de ellos; im-
Ellos reúnen un conjunto de derechos naturales posi- prescriptibles, puesto que valen para toda la vida;
tivos y éticos destinados a proteger racional, jurídica indivisibles, ya que ningún derecho puede disfru-
y solidariamente al ser humano en lo civil, lo político, tarse a costa de otro; irreversibles, pues cuando un
lo económico, lo social y lo cultural, con el fin de derecho ha sido reconocido por una ley, un tratado
asegurar las condiciones que permitan su realización o por cualquier otro acto del poder público nacional
y su búsqueda de la felicidad (Del Solar, 2000). como “inherente a la persona humana”, la naturale-
za de dicho derecho se independiza del acto por el
Los derechos humanos constituyen una visión de una que fue reconocido, que es meramente declarativo;
humanidad que se alza en contra de la exclusión so- indisolubles, porque forman un conjunto insepara-
cial y la arbitrariedad; se propone la construcción de ble de derechos, donde todos deben ser ejercidos
estándares de comportamiento básicos sobre cómo de- en su contenido esencial; y progresivos: como los
bemos actuar entre nosotros y cómo el Estado debe tra- derechos humanos son inherentes a la persona y su
tar a los ciudadanos y a su población en general. En su existencia no depende del reconocimiento por un
perspectiva actual, los derechos humanos son derechos Estado, siempre es posible extender el ámbito de la
subjetivos que cubren la dimensión individual, social y protección a los derechos que anteriormente no go-
colectiva de las personas; su exigibilidad puede ejercer- zaban de esta. Transnacionalidad: los derechos hu-
se individual o colectivamente (Hitters, 1991). manos están por encima del Estado y su soberanía y
no puede considerarse que se violenta el principio
La comunidad internacional reconoce que todo de no intervención cuando se ponen en movimiento
ser humano tiene derechos frente al Estado y por los mecanismos organizados por la comunidad in-
consiguiente cada persona y sus respectivos derechos ternacional para su promoción y protección (Insti-
deben ser protegidos y respetados. Estos derechos tuto Interamericano de Derechos Humanos, 1997).
inherentes a la dignidad de toda persona son los que
hoy se conocen como derechos humanos. Los derechos humanos necesitan ser promovidos y
protegidos, y esto se logra, según Hitters (1991), a
Estos derechos no dependen del reconocimiento por través de los distintos organismos creados para tal fin.
el Estado y tampoco dependen de la nacionalidad,
origen o cultura de la persona. Son derechos Limitaciones de los derechos humanos
universales que se aplican a cualquier ser humano
(Peces-Barba et ál., 2003). Esto se resalta claramente La legislación de los DDHH contempla limitaciones
en el artículo 1 de la Declaración Universal de a los derechos protegidos en dos tipos de circuns-
Derechos Humanos: “Todos los seres humanos tancias. La primera está descrita en las denominadas
nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, limitaciones ordinarias a los DDHH que, sin embar-
dotados como están de razón y conciencia, deben go, en condiciones normales, no pueden exceder
comportarse fraternalmente los unos con los otros”. determinado alcance y deben expresarse dentro de
ciertas formalidades. La segunda limitación se aplica
Características a los DDHH bajo estados de excepción; aquí los de-
rechos garantizados pueden verse expuestos a limi-
Los DDHH son universales. Por ser inherentes a la taciones excepcionales frente a ciertas emergencias
condición humana, todas las personas son titulares que entrañen grave peligro público o amenaza a la

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D iferencias teórico-prácticas entre Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario

independencia o seguridad del Estado y en tales cir- encuentran primordialmente las vías judiciales como
cunstancias el gobierno puede suspender las garan- la acción de tutela, la cual se orienta a una protección
tías. Pero dicha suspensión está sujeta a ciertas con- rápida e inmediata de los derechos de la gente cuan-
diciones: la estricta necesidad, en que la suspensión do resulten desconocidos o estén real o potencial-
de las garantías debe ser indispensable para atender a mente amenazados por la acción o la negligencia de
la emergencia; la proporcionalidad, que implica que cualquier autoridad pública o de ciertos particulares;
solo cabe suspender las garantías que guarden rela- el derecho de petición, derecho fundamental que tie-
ción con las medidas excepcionales necesarias para ne todo ciudadano de hacer solicitudes respetuosas
atender la emergencia; en otros casos se puede recu- a las autoridades públicas o particulares que presten
rrir a la temporalidad, que suspende las garantías solo servicios públicos, para conocer asuntos que puedan
por el tiempo estrictamente necesario para superar ser de su incumbencia; la acción de cumplimiento,
la emergencia; y por último el respeto a la esencia por medio de la cual toda persona podrá acudir ante
de los DDHH, que representa el núcleo esencial de autoridad judicial para hacer efectivo el cumplimien-
derechos cuyas garantías no pueden ser suspendidas to de una ley o un acto administrativo; las acciones
bajo ninguna circunstancia (IIDH, 1997). populares, cuyo objetivo es garantizar la defensa y
protección de los derechos e intereses colectivos, así
Garantías jurídicas como los de un número plural de personas; el hábeas
corpus, el cual asegura a la persona la posibilidad de
Respetar, garantizar o satisfacer los derechos huma- que un juez evalúe en un corto plazo la situación ju-
nos es una obligación que responsabiliza directamen- rídica por la cual se encuentra privada de la libertad;
te al gobierno. La garantía asigna al Estado el deber el hábeas data, derecho que tienen todas las perso-
de usar todos los instrumentos a su alcance, con el fin nas a conocer, actualizar y rectificar las informaciones
de asegurar la efectividad de los derechos humanos; que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos
el respeto a estos resalta la importancia de los límites y en archivos de entidades públicas y privadas. Los
entre el Estado y dichos derechos, al predominar la tratados internacionales, que entran a formar parte
dignidad de las personas sobre el poder del mismo del derecho interno a través del bloque de consti-
Estado. Es así como se determina que ningún organis- tucionalidad; la legislación interna, cuyo propósito
mo o entidad del Estado podrá jamás traspasar estos es el de desarrollar o especificar los principios de la
límites. Así mismo este respeto impone la adecuación Constitución en lo referente a los DDHH; y el Dere-
del sistema jurídico para asegurar a las personas la cho Internacional de los Derechos Humanos, que se
certeza del goce de dichos derechos (Escobar, 2005). encuentra contenido dentro del Derecho de los De-
rechos Humanos, que se hace presente desde que el
Según un documento del IIDH (1997), el Estado exis- derecho internacional público ha incluido en su cam-
te para el bien común y su autoridad debe ejercerse po la cuestión de los derechos y libertades esenciales
con apego a la dignidad humana, de conformidad y fundamentales del hombre (Gómez Sierra, 2006).
con la ley. Este principio debe dominar la actividad
del poder público dirigida a afirmar el efectivo goce Instrumentos jurídicos internacionales
de los derechos humanos, así como el alcance de las de protección a los derechos humanos
limitaciones que ese mismo poder puede imponer lí-
citamente al ejercicio de dichos derechos. Varios instrumentos jurídicos acentúan esta tendencia,
evidente desde la Carta de las Naciones Unidas, cuan-
Existen unos medios o vías para exigir que la obliga- do el derecho internacional público establece, para el
ción se cumpla, así como para sancionar su incumpli- bien común internacional, la protección internacio-
miento, remediar o reparar la violación. Tales medios nal de los derechos del hombre, y comienza a darles
se deben encontrar bajo la disposición de los titulares cobertura mediante tratados, convenciones, pactos y
de derechos, o sea las personas humanas. organizaciones; entre los más significativos tenemos:

Entre las instituciones internas establecidas para la La Declaración Universal de los Derechos Hu-
protección de los derechos humanos en Colombia3 se manos (DUDH), que surge como respuesta a la
Segunda Guerra Mundial. La Asamblea General de
3 El Estado colombiano creó en la Constitución de 1991 un las Naciones Unidas adopta esta declaración en su
conjunto de instituciones y formas jurídicas para la protección
de los derechos humanos, como las Personerías Municipales, la
Defensoría del Pueblo, las Procuradurías de Derechos Humanos y las Oficinas Permanentes de Derechos Humanos.

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Resolución 217 (III), de 10 de diciembre de 1948, en El Consejo de Europa se abocó a la tarea de crear un
París, que recoge los derechos humanos considera- Sistema Regional de protección de los Derechos hu-
dos básicos. Esta se considera uno de los documentos manos y para ello elaboró una Convención Europea
más importantes del siglo XX, ya que hasta la fecha se para la Protección de los Derechos Humanos (CEDH)
ha traducido en su totalidad a 337 idiomas y ha sido y libertades fundamentales, la cual entró en vigencia
ratificada por todos los países. en 1953. Es uno de los convenios más importantes
del Consejo europeo. Su eje es el hombre como ti-
Además de ser la base de la Carta Internacional de tular de los derechos y libertades fundamentales que
Derechos y de otros acuerdos fundamentales de de- son oponibles a los Estados. El Tribunal Europeo de
rechos humanos, la DUDH se presenta como una Derechos Humanos es la institución principal que se
guía de las diligencias concernientes a la dignidad encarga de proteger los derechos humanos en Euro-
humana y un conjunto de herramientas para su cum- pa; surgió en esta convención de 1950.
plimiento en el ambiente natural de las personas. Del
mismo modo, se ha ratificado paulatinamente en las Inicialmente la CEDH se componía de 59 artículos,
funciones y planes de los gobiernos a nivel mundial. en los que se reconocen derechos humanos como
la vida, la libertad, la seguridad, a un proceso equi-
Este instrumento se compone de un preámbulo y tativo, respeto a la vida privada y familiar, a contraer
treinta artículos, que recogen derechos de carác- matrimonio, a un recurso efectivo; así mismo prohí-
ter civil, político, social, económico y cultural. Los be actos como la tortura, esclavitud, trabajo forzado,
artículos 1 y 2 contienen principios básicos en los discriminación, abuso de derecho (artículos 2 a 18).
que se sustentan los derechos: libertad, igualdad, El catálogo de derechos era más restringido (Escobar,
fraternidad y no discriminación; los artículos 3 a 11, 2005), pero se ha ido ampliando y complementando
derechos de carácter personal; los artículos 12 a 17, por diversos protocolos: Protocolo 1. Protección de
derechos del individuo en relación con la comuni- la propiedad, derecho a la educación y a elecciones
dad; los artículos 18 a 21, derechos de pensamiento, libres. Formulado en 6 artículos; Protocolo 4. Prohi-
de conciencia, de religión y libertades políticas; los bición de prisión por deudas, libertad de circulación,
artículos 22 a 27, derechos económicos, sociales y prohibición de expulsión de los nacionales y prohibi-
culturales; finalmente, los artículos 28 a 30 recogen ción de expulsión colectiva de extranjeros; Protocolo
las condiciones y límites con que estos derechos de- 6. Relativo a la abolición de la pena de muerte. For-
ben ejercerse (Peces-Barba et ál., 2003). mulado en 9 artículos; Protocolo 7. Garantías proce-
sales en la expulsión de extranjeros, doble instancia
Las garantías de los derechos más importantes en en materia penal, indemnización por error judicial y
el ámbito de Naciones Unidas pueden clasificarse non bis in idem; Protocolo 9. Derogado por el Proto-
como mecanismos no contenciosos, los cuales se ba- colo 11 (apartado 8 del art. 2); Protocolo 10. No ha
san en la información y la conciliación, inspirándose entrado en vigor; Protocolo 11. Reestructuración del
en las clásicas técnicas internacionales de arreglo de mecanismo de control. Propuesto en 7 artículos con
controversias. No llevan aparejada condena para el el fin de mantener y reforzar la eficacia de la protec-
Estado ni obligación de reparación para la víctima, ción de los derechos humanos y las libertades funda-
situándose por tanto en el ámbito de la promoción mentales prevista por el Convenio, a causa principal-
de los derechos humanos y de las actuaciones de mente del aumento de las demandas de protección
tipo preventivo; mecanismos cuasi-contenciosos, que y del número creciente de miembros del Consejo de
comprenden los procedimientos seguidos ante los Europa; Protocolo 12. Prohibición general de la dis-
Comités previstos por los Pactos en materia de dere- criminación. Formulado en 6 artículos con una me-
chos humanos. Este procedimiento concluye con un moria explicativa; Protocolo 14. No ha entrado en
dictamen en el que deberá determinarse si ha existi- vigor. Las modificaciones de los Protocolos 2, 3, 5 y 8
do violación del tratado, así como la reparación per- fueron sustituidas por las modificaciones introducidas
tinente; y mecanismos contenciosos o judiciales, los por el Protocolo 11.
cuales, conforme a las Naciones Unidas, le competen
a la Corte Internacional de Justicia. El sistema en este La Convención Americana sobre Derechos Huma-
caso faculta a los Estados solamente para recabar la nos (CADH) o Pacto de San José de Costa Rica.
protección de la Corte frente a una hipotética viola- En esta convención se estructura la protección de
ción por uno de sus nacionales (Hitters, 1991). DDHH en el continente americano. Su origen data

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de noviembre de 1969, cuando se celebró en San contra la tortura y el tratamiento cruel, inhumano o
José de Costa Rica la Conferencia Especializada In- degradante y la Convención contra la tortura y otros
teramericana sobre Derechos Humanos. En ella, los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. La
delegados de los Estados miembros de la Organiza- primera nace el 9 de diciembre de 1975 cuando la
ción de los Estados Americanos redactaron la Con- Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó
vención Americana sobre Derechos Humanos, que una Declaración en la que condenaba todo acto de
entró en vigor el 18 de julio de 1978. La CADH se tortura u otro trato o pena cruel, inhumano o degra-
compone de 82 artículos en los que se consagran los dante como “una ofensa a la dignidad humana”. De
deberes de los Estados así como los derechos protegi- conformidad con esta Declaración, ningún Estado
dos: derechos civiles y políticos, derechos económi- permitirá o tolerará la tortura u otros tratos o penas
cos, sociales y culturales. Se contemplan también los crueles, inhumanos o degradantes; la Asamblea se-
órganos internacionales que protegen los DDHH: la ñaló que la Declaración Universal de Derechos Hu-
Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la manos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles
Corte Interamericana de Derechos Humanos. y Políticos proclaman que nadie será sometido a tor-
turas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degra-
La CADH ha sido complementada con el Protocolo dantes. La Asamblea ha recomendado que la Decla-
Adicional a la Convención Americana sobre Dere- ración sirva como norma de orientación para todos
chos Humanos (Protocolo de San Salvador), de 1988, los Estados y demás entidades que ejerzan un poder
y el Protocolo a la Convención Americana sobre De- efectivo. Con la finalidad de dar fuerza coercitiva a
rechos Humanos, relativo a la abolición de la pena de esta declaración se puso en marcha un proyecto de
muerte, de 1990. Convención contra la tortura y otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes. En 1977 se creó
Con la finalidad de salvaguardar los derechos esen- un Comité de Expertos y siete años más tarde (6 de
ciales del hombre en el continente americano, la mayo de 1984). Consta de 12 artículos.
Convención instrumentó dos órganos competentes
para conocer de las violaciones a los derechos hu- Por su parte, la Convención contra la tortura y otros
manos: la Comisión Interamericana de Derechos Hu- tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes es
manos, encargada de la promoción de los derechos considerada como el principal tratado de la ONU re-
humanos, asesoramiento y protección. Así, la Comi- lativo a la tortura. Fue adoptada y abierta a la firma,
sión puede solicitar de los gobiernos informes relati- ratificación y adhesión por la Asamblea General de la
vos a las medidas adoptadas en materia de derechos ONU en su Resolución 39/46, de 10 de diciembre de
humanos, formular recomendaciones a los gobiernos 1984, y entró en vigor en junio de 1987. La tortura
aconsejando acciones internas que fomenten el res- es una violación seria a los derechos humanos y está
peto a estos derechos y recibir quejas interestatales o estrictamente prohibida por las leyes internacionales;
individuales sobre violaciones de derechos; y la Corte fue uno de los primeros temas tratados por la ONU
Interamericana de Derechos Humanos, encargada de en su desarrollo de estándares de derechos humanos.
ofrecer protección judicial en caso de violación de los Una de sus primeras medidas fue abolir el castigo
derechos recogidos en la Convención. Tiene atribui- corporal en los territorios coloniales en 1949.
das facultades contenciosas y consultivas. La Conven-
ción no permite a las víctimas o sus representantes El tratado creó un Comité contra la Tortura (artículo
acudir directamente a la Corte reclamando la tutela 17). Está compuesto por diez expertos elegidos por
de los derechos violados, si bien la Comisión consul- un periodo de cuatro años. Revisa informes perió-
tará a estas personas sobre la decisión de someter el dicos de los Estados miembros de la Convención y
asunto a la Corte. Del mismo modo, la víctima o sus tiene la capacidad de exhortar a las agencias de la
representantes pueden exponer ante la Corte “solici- ONU, organismos regionales y no gubernamentales
tudes, argumentos y pruebas”, en caso de ser admiti- a presentar información; el Comité también tiene
da la demanda (Quintero & Torres, 1994). poder para iniciar visitas a los Estados, siempre que
se obtenga el consentimiento del Estado en cuestión.
Para los fines académicos de este artículo es de im- Todos los procedimientos son confidenciales y todas
portancia hacer referencia a dos instrumentos jurídi- las acciones se llevan a cabo en cooperación con
cos dentro del sistema de Naciones Unidas: la De- el Estado en cuestión. El tratado permite presentar
claración sobre la protección de todas las personas quejas individuales al Comité a condición de que se

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hayan agotado todos los recursos domésticos. Esto re- tados, y se crea bajo la necesidad de encontrar un jus-
presentó en aquel momento un desarrollo importan- to equilibrio de intereses, de los cuales se encuentran,
te en la legislación internacional, puesto que permitió por un lado, las necesidades militares dadas por los
que un individuo pudiera establecer una demanda intereses político-militares de los Estados y, por el otro,
contra su propio gobierno ante un organismo inter- las necesidades de carácter humanitario de mantener
nacional (Quintero, 1994). la guerra dentro de los límites razonables, para así evi-
tar efectos desastrosos y humanizar el trato hacia los
Del DIH heridos o caídos en combate (Swinarski, 1991).

Para Swinarski (1990), el DIH puede entenderse como La doctrina tradicional ha observado el Derecho In-
ternacional Humanitario convencional desde dos óp-
“El conjunto de normas internacionales, de ticas diferentes, lo que históricamente ha generado
origen convencional o consuetudinario, es- que estos dos derechos sean vistos desde dos posi-
pecíficamente destinado a ser aplicado en los ciones contrastadas entre sí: el derecho de la guerra
conflictos armados internacionales o no inter- y el derecho humanitario. Sin embargo, esta división
nacionales y que limita, por razones humani- no es del todo cierta, pues, como bien lo ha dicho la
tarias, el derecho de las partes en conflicto a doctrina actual, el derecho de La Haya y el derecho
escoger libremente los métodos y los medios de Ginebra son dos ramas del derecho humanitario,
utilizados en la guerra (Derecho de La Haya), que no se deben ver de forma separada, y cuya ob-
o que protege a las personas y a los bienes servación se debe hacer bajo una misma denomina-
afectados (Derecho de Ginebra)”. ción (Hernández, 2000). Es lo que Swinarski (1991)
define, en apelación más técnica, como “derecho in-
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) lo de- ternacional aplicable en situaciones de conflictos ar-
fine como mados”. Esto en razón a que no existe ninguna línea
divisoria claramente definida entre esas dos norma-
“El conjunto de normas que, por razones hu- tivas, puesto que, en primer lugar, ambos derechos
manitarias, trata de limitar los efectos de los representan los dos lados de una misma situación (la
conflictos armados. Protege a las personas guerra) (Swinarski, 1991) y, en segundo lugar, ambos
que no participan o que ya no participan en derechos comparten una finalidad en común, cuyo
los combates y limita los medios y los méto- logro hace necesaria la aplicación de ambos dere-
dos de hacer la guerra”. chos, porque proteger a la población necesariamente
significa restringir la guerra y viceversa.
En efecto, el Derecho Internacional Humanitario
constituye una limitación a la soberanía de los Es- Según opinión consultiva de la CIJ, la distinción entre
tados respecto a situaciones de guerra, ya que este el derecho de Ginebra y el derecho de La Haya es
derecho somete una situación de conflicto a un cuer-
po de normas que tienen como finalidad u objetivo “esencialmente analítica, a la que no se puede
limitar los medios y métodos de guerra, así como pro- atribuir un alcance jurídico claramente defini-
teger a las víctimas del conflicto. do; muchas normas pertenecen tanto al dere-
cho de Ginebra como al derecho de La Haya,
Este derecho se conoce también como el derecho y ambas corrientes convergen en el marco de
de la guerra y se aplica solamente en situaciones de los protocolos adicionales a los convenios de
conflicto armado, del cual se distinguen dos tipos: el Ginebra, que actualizaron las normas del de-
conflicto armado internacional y el conflicto arma- recho de la conducción de las hostilidades,
do sin carácter internacional. La CICR diferencia que reafirmando y complementando las disposi-
el primero surge del enfrentamiento entre Estados, ciones de los convenios de Ginebra” (Corte
mientras que el segundo surge del enfrentamiento Internacional de Justicia, 1996, p. 34; citada
entre las fuerzas armadas regulares y grupos armados en Valencia Villa, 2007).
disidentes o grupos armados dentro del territorio de
un mismo Estado. Esta línea divisoria se vino desdibujando con la apro-
bación de los convenios de Ginebra de 1949 y sus
El Derecho Internacional Humanitario hace parte del protocolos adicionales, ya que con la entrada de estos
derecho internacional que regula la relación entre Es- convenios el derecho de Ginebra ha ido absorbiendo

Sonia Andrea Ramírez Lamy


DERECHO INTERNACIONAL *
D iferencias teórico-prácticas entre Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario

al derecho de La Haya, lo que ha hecho que prácti- zas armadas en el mar, aprobado el 12 de agosto
camente estos dos derechos se unan (François, 2001). de 1949; Convenio III relativo al trato debido a los
prisioneros de guerra, aprobado el 12 de agosto de
Ejemplo de esto: el convenio III de Ginebra de 1949, 1949; y Convenio IV relativo a la protección debida a
cuyo artículo 135 complementa el capítulo II del re- las personas civiles en tiempo de guerra, aprobado el
glamento de La Haya de 1907; el IV Convenio de 12 de agosto de 1949 (Organización de las Naciones
Ginebra de 1949, que completa las secciones II y III Unidas, 2007).
del reglamento de La Haya; los convenios de La Haya
sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre, El artículo 3º común a los cuatro convenios de Gine-
que fueron incorporados al derecho de Ginebra en el bra representa el primer documento que se aplica a
protocolo I; los dos protocolos adicionales a los con- los conflictos no internacionales, como consecuencia
venios de Ginebra de 1949, en los cuales se actuali- de un desarrollo evolutivo y extensivo de la categoría
zan normas relativas a la protección de las víctimas y personas protegidas en un conflicto armado, que se
conducción de hostilidades. debe aplicar también a los conflictos armados sin ca-
rácter internacional. Este artículo, aplicable a los cua-
Tradicionalmente el derecho de la guerra, como tam- tro convenios de Ginebra, se ha calificado como un
bién se suele llamar, se encuentra contenido en los convenio en miniatura, el cual garantiza las normas
convenios de La Haya de 1899 y 1907, con la prime- humanitarias reconocidas por los Estados, dando una
ra y segunda Conferencias Internacionales de la Paz, base legal a las intervenciones humanitarias de cual-
celebradas en La Haya. quier organismo humanitario, como la CICR (www.
icrc.org), en los asuntos internos de un Estado, res-
Entre la primera y la segunda conferencias, de 1899 pecto a situaciones de guerra (Pictet, 1998).
y 19074, se aprobaron 20 convenios y declaraciones
relativos a la conducción de las hostilidades. Entre los Los protocolos
más importantes están: convenio IV sobre las leyes y
costumbres de la guerra; convenio V sobre los dere- Los protocolos que adicionan los convenios de Gi-
chos y deberes de las potencias y personas neutrales nebra de 1949 se celebran durante una conferencia
en caso de guerra; convenio IX sobre el bombardeo diplomática convocada por el gobierno suizo y cele-
por las fuerzas navales en tiempos de guerra; conve- brada en esa misma ciudad. En estos se reafirman los
nio X referente a la adaptación de la guerra marítima principios y reglas consagrados en las convenciones
a los principios del convenio de Ginebra de 1906; de La Haya de 1899 y 1907, relativos a la conduc-
convenio XIII referente a los derechos y deberes de ción de hostilidades, que buscaban revivir y adicionar
las potencias neutrales en caso de guerra marítima lo relacionado con la protección de las víctimas de
(Valencia, 2007). la guerra, ya que las normas convencionales sobre la
conducción de las hostilidades no habían evoluciona-
El derecho humanitario propiamente dicho, como do desde los tratados de La Haya de 1907 (Valencia,
también se conoce, se encuentra conformado en los 2007, p. 47).
cuatro convenios de Ginebra de 1949, el artículo
3º en común y sus protocolos adicionales de 1977. Estos protocolos adicionales fueron ratificados por
Los cuatro convenios de 1949 tienen como objetivo Colombia mediante la Ley 171 de 1994 y están con-
principal proteger a las víctimas de la guerra y limi- tenidos de la siguiente manera: el protocolo adicional
tar esta. Fueron ratificados por Colombia mediante I sobre la protección de las víctimas de los conflic-
la Ley 5ª de 1960 y están contenidos de la siguiente tos armados internacionales; el protocolo adicional
manera: Convenio I para aliviar la suerte que corren II relativo a la protección debida a las víctimas de
los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en los conflictos armados internos, el cual perfeccionó
campaña, aprobado en Ginebra el 12 de agosto de el artículo tercero común a los convenios relativo a
1949; Convenio II para aliviar la suerte que corren los conflictos internos (Valencia, 2006). Asimismo,
los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuer- en 2005 se aprueba un tercer protocolo relativo a la
aprobación de un signo distintivo adicional.
4 En 1874 se aprobó, en un congreso en Bruselas, una declaración
sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre, pero esta no Sin embargo, son varios otros los instrumentos jurí-
se ratificó, por lo que debió actualizarse en la Convención de La
Haya de 1899; posteriormente la Convención de 1907 revisó dicos que históricamente han contenido el Derecho
esta convención y aprobó nuevos convenios. Internacional Humanitario. El derecho de La Haya

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ha estado contenido por los siguientes instrumentos: Estados, o la lucha de un pueblo contra dominación
declaración de San Petersburgo de 1868 que prohí- colonial, ocupación extranjera o régimen racista;
be el uso de determinados proyectiles en tiempo de mientras que, para el segundo caso, se enfrentan
guerra; los convenios de La Haya de 1899 y 1907; el dentro del mismo territorio de un Estado grupos que
protocolo de Ginebra de 1925 sobre la prohibición bien pueden ser las fuerzas armadas entre sí, o las
del empleo, en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos fuerzas armadas contra grupos armados disidentes, o
o similares y de medios bacteriológicos; la Conven- también entre grupos armados (Salmon, 2008).
ción para la protección de los bienes culturales en
caso de conflicto armado, aprobada en La Haya el 14 La jurisprudencia internacional ha señalado que exis-
de mayo de 1954, y sus dos protocolos5, y la Conven- te conflicto armado cuando
ción de 1972 sobre la prohibición del desarrollo, la
producción y el almacenamiento de armas bacterio- “se recurre a la fuerza entre Estados o hay una
lógicas (biológicas) y tóxicos y sobre su destrucción. situación de violencia armada prolongada
entre autoridades gubernamentales y grupos
Posteriormente se elaboran otras normas relativas a armados organizados o entre grupos dentro
la conducción de hostilidades: La Convención del 10 de un Estado” (opinión y sentencia, 1997, pa-
de octubre de 1980 sobre las prohibiciones o restric- rágrafo 628. Citada en Salmon).
ciones del empleo de ciertas armas convencionales
que puedan considerarse excesivamente nocivas o La doctrinante Salmon señala cuatro elementos esen-
de efectos indiscriminados; la Convención de 1993 ciales que se presentan en un conflicto armado:
sobre armas químicas; la Convención firmada en
Ottawa, 1997, relativa a la prohibición del empleo, “El elemento esencial que es la fuerza o vio-
almacenamiento, producción y transferencia de mi- lencia armada; un elemento temporal que es
nas antipersonal, y sobre su destrucción. El derecho la prolongación en el tiempo; el elemento de
de Ginebra tradicionalmente ha estado contenido organización respecto al grupo que participa
en: la Convención de Ginebra de 1864 para el mejo- en el conflicto; y un último elemento que es la
ramiento de la suerte que corren los militares heridos inclusión del conflicto armado entre grupos, a
en los ejércitos en campaña, revisada y actualizada la concepción tradicional que era entre Esta-
en 1906; dos convenciones de Ginebra de 1929 que dos (si es un conflicto armado internacional) o
revisan y actualizan el Convenio de Ginebra de 1906 entre la autoridad estatal y un grupo armado
y crean uno nuevo relativo al trato de los prisioneros (si es un conflicto armado no internacional)”.
de guerra (Quintero & Torres, 1994b)6.
El DIH tiene carácter imperativo, el cual se le otorga
Aplicación del DIH a través de los tratados o convenios que contienen su
normatividad. Estos tratados, como normas interna-
Solo en situaciones de conflicto armado se puede cionales, tienen por definición carácter obligatorio,
aplicar el Derecho Internacional Humanitario: el por lo tanto los Estados que son parte de los trata-
conflicto armado internacional y el conflicto armado dos del DIH deben cumplir con lo allí establecido,
sin carácter internacional. porque de lo contrario incurrirán en responsabilidad
internacional (Salmon, 2008).
El conflicto armado internacional y el conflicto arma-
do sin carácter internacional, contenidos en los pro- La obligación de ese cumplimiento se debe al princi-
tocolos I y II adicionales a los convenio de Ginebra, pio pacta sunt servanda7, al cual está sometida toda
respectivamente, son una situación de conflicto en norma convencional que obliga a las partes a su
la que, para el primer caso, se enfrentan dos o más cumplimiento. Sin embargo, no solo este principio le
otorga el carácter obligatorio al derecho humanitario,
5 El Reglamento para la aplicación de la Convención y el Protocolo pues este derecho no está basado únicamente en la
para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto reciprocidad, ni tampoco está condicionado al cum-
armado, fueron ratificados por el Estado colombiano mediante
la Ley 340 de 1996; entre tanto, el Segundo Protocolo (26 de plimiento entre las partes8, pues las obligaciones que
marzo de 1999) fue ratificado por Colombia mediante la Ley
899 de 2004. 7 Pacta sunt servanda: “los pactos son para cumplirse”, principio
6 Consultar también: Valencia (2007) y los principales tratados en internacional que guía el cumplimiento de los tratados entre
el orden cronológico de su aprobación en la página oficial del las partes.
CICR: http://www.icrc.org/web/spa/sitespa0.nsf/html/5TDLJA 8 La reciprocidad es un principio que rige los tratados, que

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D iferencias teórico-prácticas entre Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario

allí se generan también son obligaciones unilaterales infracciones: reclutamiento de menores, actos
erga omnes. de perfidia, pillaje, ataques al servicio sanitario
(Comisión Colombiana de Juristas, 1997).
La corte afirma que el cumplimiento por los Estados
no depende del cumplimiento que le den las otras En efecto, los derechos humanos, aplicados en tiem-
partes del conflicto (sentencia C-291 de 2007): pos de paz, no resultan ajenos al ámbito del conflicto
armado, porque es en una situación de conflicto don-
“La obligación de respetar y de hacer res- de esos derechos adquieren una protección especial
petar el Derecho Internacional Humanitario amparada por el Derecho Internacional Humanitario
no es de carácter sinalagmático o recíproco, como marco normativo revestido de un carácter de
es decir, su satisfacción por los Estados no lex specialis.
depende del cumplimiento que le otorguen,
a su vez, las otras partes enfrentadas en el Sujetos del Derecho Internacional Humanitario
conflicto. El carácter no recíproco de estas
obligaciones se deriva directamente de la na- Se basa en el principio de distinción que pretende
turaleza fundamental de las normas y princi- proteger tanto a quienes no participan en el conflicto
pios que mediante ellas se busca preservar, como los bienes que no constituyen objetivo militar y
así como del hecho de que dichas obligacio- a los contendientes para limitar los medios y métodos
nes son erga omnes y por ende se adquieren de combate.
frente a la comunidad internacional en su
conjunto –punto que se explicará más ade- El protocolo I en su artículo 48 contempla este prin-
lante–. El carácter no recíproco de la obliga- cipio: las partes en conflicto harán distinción en todo
ción de respetar y hacer respetar el Derecho momento entre población civil y combatientes, y en-
Internacional Humanitario ha adquirido a la tre bienes de carácter civil y objetivos militares y, en
fecha rango consuetudinario, habiendo sido consecuencia, dirigirán sus operaciones únicamente
reconocido en varias oportunidades por or- contra objetivos militares.
ganismos internacionales de derechos huma-
nos y tribunales internacionales’’. Por lo tanto se hace una distinción entre:

El protocolo I (artículo1, común a las cuatro conven- • Combatientes


ciones de Ginebra) establece que las altas partes se
comprometen a respetar el protocolo en todas las • Personas Protegidas
circunstancias. Esto le otorga un carácter general e
imperativo al derecho humanitario, el cual solo obli- • Bienes de carácter civil y objetivos militares
ga a la parte a cumplirlo, sin que esta obligación esté
condicionada al cumplimiento por otro Estado (Orih- Combatientes
guela-Calatayud, 1998).
Como concepto general se dice que combatiente es
Las violaciones al Derecho Internacional Hu- la persona que en forma directa e inmediata participa
manitario son muchas y constantes. Respecto en el conflicto armado. Esa relación directa, que aquí
de ataques a la población civil: ejecuciones in- indica Golman (citado en Valencia, 1994, p. 221), im-
dividualizadas, desapariciones forzadas, toma plica una relación causal directa entre la calidad que se
de rehenes, masacres, tortura, desplazamiento desarrolla y el daño infligido al enemigo en el tiempo
forzado; ataques a bienes civiles; ataques in- y lugar en los cuales la actividad tuvo lugar. El proto-
discriminados: terrestres, aéreos, minas anti- colo I, artículos 43 y 50, adiciona que el combatiente
personas; muertes de combatientes: muertes puede ser miembro operativo de las fuerzas armadas
fuera de combate, muerte en combate; otras o de un organismo armado incorporado a estas, o de
fuerzas armadas irregulares que se enfrentan a unas
consiste en la posibilidad de terminación o suspensión que
puede derivarse de la violación grave del tratado por una de regulares dentro de un conflicto interno9; también son
las partes; sin embargo, este principio, en materia de DIH, no combatientes quienes en una confrontación de carác-
se aplica como condicionante para eludir el cumplimiento (yo
cumplo pero si él cumple). Así lo estableció la Convención
sobre el derecho de los tratados de 1969 en que se excluye la 9 A esto se refieren los conflictos armados internacionales y los
aplicación de este principio en materia humanitaria. conflictos armados sin carácter internacional.

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ter internacional dentro de un determinado territorio El protocolo II adicional a los convenios de Ginebra
se levantan en forma espontánea contra el enemigo o, establece que un grupo armado irregular es recono-
si es de carácter interno, personas que sin ser miem- cido como beligerante, entre otras consideraciones,
bros de un grupo armado organizado participan de cuando tenga mando responsable, control territorial,
forma directa en el combate de manera individual o pueda realizar operaciones concertadas y sostenidas
colectiva (Hernández Hoyos, 2000). en el territorio de un Estado y respetar el Derecho
Internacional Humanitario.
Por lo tanto, es a los combatientes a quienes se con-
sidera objetivos militares y es contra ellos que se Grupos armados organizados. Los que no
deben dirigir los ataques (protocolo I, artículo 48); pertenecen ni a las fuerzas armadas legalmente
esta distinción de la calidad de combatiente otorga el constituidas, que representan a un Estado (al-
derecho de participar en forma directa y legítima en tas partes), ni tienen calidad de beligerantes o
las hostilidades y gozar de las normas del derecho de insurgentes, pero que son considerados como
guerra; así mismo obliga a distinguir en todo tiempo partes en conflicto.
y lugar a la población civil y a observar las normas del
derecho de guerra (artículos 44 y 48, protocolo I). Personas protegidas

El Derecho Internacional Humanitario emplea la ex- Estos sujetos carecen de calidad de combatientes.
presión “partes” que se refiere exclusivamente a las Las personas protegidas por el Derecho Internacional
que participan de manera directa en un conflicto Humanitario no participan de manera directa en las
armado, es decir, los contendientes. Entre las partes hostilidades, aunque formen parte de las fuerzas ar-
se distinguen: madas; por ejemplo, el personal sanitario y religioso,
o civiles que acompañan a las fuerzas armadas sin
• Las altas partes que formen parte integral de ellas, como los corres-
ponsales de guerra.
• Beligerantes e insurgentes
También están dentro de este grupo quienes, a pesar
• Grupos armados organizados de hallarse en una zona de conflicto, realizan labores
humanitarias, como los miembros de la Cruz Roja;
Las altas partes. Los Estados a través de sus fuerzas la población civil constituida por personas, grupos
armadas regulares. humanos y comunidades; y quienes, siendo comba-
tientes, pierden esa calidad por heridas, enfermedad,
Beligerantes e insurgentes. Es un estatuto jurídico captura o cualquier otra causa.
político donde se reconoce a un grupo que se levanta
en armas en contra de un Estado. Es un acto a través Por consiguiente, son personas protegidas por el de-
del cual el gobierno reconoce, es decir, considera ju- recho internacional:
rídicamente que existen fuerzas armadas sublevadas,
y por lo tanto se reconoce cierta personalidad jurídi- “La población civil; las personas que no par-
ca que confiere derechos y obligaciones dentro de un ticipan en las hostilidades y los civiles que es-
Estado en lo que concierne al derecho de guerra, es tán en poder de la parte adversa; los heridos,
decir que a los grupos armados irregulares se les con- los enfermos o náufragos fuera de combate;
cede un “estatus político” (grupo regular) que legiti- el personal sanitario o religioso; periodistas
ma la acción de una fuerza armada que se enfrenta a en misión o personal de guerra acreditados;
un estado ilegítimo (Quintero & Torres, 1994)10. los combatientes que hayan depuesto las ar-
mas por captura, rendición o cualquier otra
10 “Las situaciones a que se refiere el párrafo precedente com- causa análoga”.
prenden los conflictos armados en que los pueblos luchan con-
tra la dominación colonial y la ocupación extranjera y contra
los regímenes racistas, en el ejercicio del derecho de los pue-
blos a la libre determinación, consagrado en la Carta de las de las Naciones Unidas”. Artículo 4, protocolo I adicional a los
Naciones Unidas y en la Declaración sobre los principios de Convenios de Ginebra, del 12 de agosto de 1949, relativo a la
derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y protección de las víctimas de los conflictos armados internacio-
a la cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta nales. 8 de junio de 1977.

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D iferencias teórico-prácticas entre Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario

La población civil personal de tales sociedades esté sometido a las leyes


y a los reglamentos militares (artículo 26).
El artículo 50 del protocolo I adicional establece:
Periodistas en misión o corresponsales de
1. Es persona civil cualquiera que no perte- guerra acreditados
nezca a una de las categorías de personas
a que se refieren el artículo 4, A. 1), 2), Los periodistas que realicen misiones profesionales pe-
3), y 6), del III Convenio, y el artículo 43 ligrosas en las zonas de conflicto armado serán consi-
del presente protocolo. En caso de duda derados personas civiles en el sentido del párrafo 1 del
acerca de la condición de una persona, artículo 50, a condición de que se abstengan de todo
se la considerará como civil. acto que afecte a su estatuto de persona. (Protocolo I,
Organización de las Naciones Unidas, 2007).
2. La población civil comprende a todas
las personas civiles. Heridos y enfermos de los ejércitos

3. La presencia entre población civil de El Convenio de Ginebra se aplicará a los heridos y a


personas cuya condición no responda a los enfermos pertenecientes a las categorías de:
la definición de persona civil no priva a
esa población de su calidad de civil. 1) Los miembros de las fuerzas armadas de una Par-
te en conflicto, así como los miembros de las mili-
La población civil y las personas civiles serán protegi- cias y de los cuerpos de voluntarios que formen
das contra las operaciones militares y no serán obje- parte de estas fuerzas armadas; 2) los miembros de
to de ataques, actos o amenazas, salvo si participan las otras milicias y los miembros de los otros cuer-
directamente en las hostilidades. Esta protección no pos de voluntarios, incluidos los de movimientos de
solo cobija a la población civil en general sino los bie- resistencia organizados, pertenecientes a una de las
nes indispensables para la supervivencia, las obras e Partes en conflicto que actúen fuera o dentro del
instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, bie- propio territorio, aunque este territorio esté ocupa-
nes culturales y lugares de culto. do, con tal de que estas milicias o estos cuerpos de
voluntarios, incluidos estos movimientos de resis-
Personal sanitario o religioso tencia organizados, deben reunir unas condiciones:
a) estar mandados por una persona que respon-
El Convenio I de Ginebra establece para esta categoría da de sus subordinados; b) tener un signo dis-
tres tipos de sujetos: personal permanente, personal tintivo fijo y reconocible a distancia; c) llevar las
temporero y personal de las sociedades de socorro. armas a la vista; d) dirigir sus operaciones de con-
formidad con las leyes y costumbres de la guerra;
El personal permanente está destinado exclusiva- así mismo aplica también para la categoría de 3) los
mente a la búsqueda, a la recogida, al transporte o miembros de las fuerzas armadas regulares que sigan
a la asistencia de los heridos y de los enfermos o a la las instrucciones de un Gobierno o de una autoridad
prevención de enfermedades, y el personal exclusiva- no reconocidos por la Potencia detenedora; 4) las
mente destinado a la administración de las unidades personas que sigan a las fuerzas armadas sin formar
y de los establecimientos sanitarios, así como los ca- realmente parte de ellas, tales como los miembros ci-
pellanes agregados a las fuerzas armadas (Convenio viles de las tripulaciones de aviones militares, corres-
de Ginebra del 12 de agosto de 1949, las Fuerzas ponsales de guerra, proveedores, miembros de uni-
Armadas en campaña, artículo 25). dades de trabajo o de servicios encargados del bien-
estar de los militares, a condición de que hayan reci-
El personal de las sociedades de socorro son las bido autorización de las fuerzas armadas a las cuales
Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de las demás acompañan; 5) los miembros de las tripulaciones,
sociedades de socorro voluntarias, debidamente incluidos los patrones, los pilotos y los grumetes de
reconocidas y autorizadas por su Gobierno, que la marina mercante, y las tripulaciones de la aviación
desempeñe las mismas tareas que el personal civil de las Partes en conflicto que no se beneficien de
mencionado en el artículo 24, a reserva de que el un trato más favorable en virtud de otras disposicio-

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nes del derecho internacional; 6) la población de un respeta las leyes y costumbres de la guerra (II
territorio no ocupado que, al acercarse el enemigo, Convenio de Ginebra, del 12 de agosto de 1949.
tome espontáneamente las armas para combatir con- Cruz Roja Colombiana, 1999).
tra las tropas invasoras, sin haber tenido tiempo para
constituirse en fuerzas armadas regulares, si lleva las Dice el convenio que en la categoría mencionada,
armas a la vista y respeta las leyes y costumbres de la encontrándose en el mar, estén heridos o enfermos o
guerra (I Convenio de Ginebra, artículo 13. Cruz Roja sean náufragos, deberán ser respetados y protegidos
Colombiana, 1999). en todas las circunstancias, debiendo entenderse que
el término “naufragio” será aplicable a todo naufra-
Heridos, enfermos y náufragos en el mar gio, sean cuales fueren las circunstancias en que se
produzca, incluido el amaraje forzoso o la caída en
Se aplica a los náufragos, a los heridos y a los enfer- el mar (II Convenio de Ginebra, del 12 de agosto de
mos en el mar pertenecientes a las categorías de: 1949. Cruz Roja Colombiana, 1999).

1) Los miembros de las fuerzas armadas de una Parte Combatientes que hayan
en conflicto, así como los miembros de las milicias depuesto las armas por captura,
y de los cuerpos de voluntarios que formen parte rendición o cualquier otra causa análoga
de estas fuerzas armadas; 2) los miembros de las
otras milicias y de los otros cuerpos de voluntarios, Se aplica a todas las personas que no participen di-
incluidos los de movimientos de resistencia rectamente en las hostilidades, o que hayan dejado
organizados, pertenecientes a una de las Partes en de participar en ellas, estén o no privadas de libertad.
conflicto y que actúen fuera o dentro del propio
territorio, aunque este territorio esté ocupado, con tal Esta calidad de personas protegidas, por ser ya no
de que estas milicias o estos cuerpos de voluntarios, combatientes y no participar de manera directa en el
incluidos estos movimientos de resistencia conflicto, adquiere el derecho a que se respeten su
organizados, reúnan las siguientes condiciones: a) persona, su honor, sus convicciones y sus prácticas re-
estar mandados por una persona que responda de ligiosas; así mismo serán tratadas con humanidad en
sus subordinados; b) tener un signo distintivo fijo y toda circunstancia, sin ninguna distinción de carácter
reconocible a distancia; c) llevar las armas a la vista; desfavorable. Queda prohibido ordenar que no haya
d) dirigir sus operaciones de conformidad con las supervivientes (protocolo II adicional a los Convenios
leyes y costumbres de la guerra; 3) los miembros de Ginebra, del 12 de agosto de 1949, relativo a la
de las fuerzas armadas regulares que sigan las protección de las víctimas de los conflictos armados
instrucciones de un Gobierno o de una autoridad sin carácter internacional, artículo 4. Organización de
no reconocidos por la Potencia detenedora; 4) las las Naciones Unidas, 2007).
personas que sigan a las fuerzas armadas sin formar
realmente parte de ellas, tales como los miembros Bienes de carácter civil y objetivos militares
civiles de tripulaciones de aviones militares,
corresponsales de guerra, proveedores, miembros El protocolo I adicional a los convenios de Ginebra,
de unidades de trabajo o de servicios encargados define los objetivos legítimos de los ataques militares,
del bienestar de los militares, a condición de que para lo cual se hará distinción, entre los bienes de ca-
hayan recibido autorización de las fuerzas armadas rácter civil y objetivos militares. Por lo tanto las ope-
a las cuales acompañan; 5) los miembros de las raciones militares se dirigirán únicamente a los bienes
tripulaciones, incluidos los patrones, los pilotos y los de objetivo militar.
grumetes de la marina mercante, y las tripulaciones
de la aviación civil de las Partes en conflicto que no El artículo 52 de este protocolo define como objetivo
se beneficien de un trato más favorable en virtud militar a “los bienes que por su naturaleza, ubicación,
de otras disposiciones del derecho internacional; finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la ac-
6) la población de un territorio no ocupado que, ción militar o cuya destrucción total o parcial ofrezca en
al acercarse el enemigo, tome espontáneamente las las circunstancias del caso una ventaja militar definida”.
armas para combatir contra las tropas invasoras, sin Por lo tanto, son bienes de carácter civil aquellos que no
haber tenido tiempo para constituirse en fuerzas corresponden a la definición anterior y cualquier ataque
armadas regulares, si lleva las armas a la vista y indiscriminado o represalia a estos están prohibidas.

Sonia Andrea Ramírez Lamy


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Además de esta prohibición que busca proteger de Principio de prohibición de causar males
manera general bienes de carácter civil, existe una superfluos o sufrimientos innecesarios
protección especial de bienes expresamente de-
signados, como son los bienes de carácter cultural Este principio restringe las tácticas militares, respec-
(monumentos históricos, obras de arte, lugares de to a los métodos y medios de la guerra (utilizados
culto); los bienes indispensables para la superviven- para lograr el objetivo), para que los efectos o conse-
cia de la población civil (reservas de agua potable, cuencias de una guerra no causen daños innecesarios
zonas agrícolas, cosechas ganado) y el medio am- contra la vida e integridad física de las personas y los
biente, que bajo ninguna circunstancia pueden ser bienes materiales. La primera medida que limita los
atacados, ni transformados en objetivos militares, ni métodos y medios de hacer la guerra dentro de las
servir de apoyo a una acción militar, dada la im- normas del DIH, se origina en la declaración de San
portancia que representan para la humanidad y la Petersburgo de 1868, donde se establece un límite
respectiva supervivencia de quienes no participan respecto a qué actos se consideran necesarios para
en el conflicto armado. cumplir con el objetivo de guerra12. Esta prohibición
entra a formar parte del derecho positivo con su in-
Principios de clusión en la Convención de La Haya de 1899 donde
Derecho Internacional Humanitario queda prohibido el empleo de armas, proyectiles,
materias y métodos de hacer la guerra que causen
Los principios del Derecho Internacional Humani- males superfluos o sufrimientos innecesarios. (Proto-
tario responden a un mínimo de humanidad. Estos colo I, artículo 35. Valencia, 2006).
deben ser tomados en cuenta durante el desarrollo
de un conflicto armado de carácter internacional o Principio de proporcionalidad
interno, en todo tiempo, lugar y circunstancia.
Si bien la guerra no está prohibida, sí está restringi-
No se pretende eliminar la guerra, pero sí aminorar/ da. Este principio consagra el uso de la fuerza para
atenuar sus efectos a través del establecimiento de cumplir las metas de la guerra, pero también restringe
ciertas reglas que deben ser tenidas en cuenta por las tácticas militares, para que los actos de guerra no
todos los que participan en el conflicto. sean excesivos o indiscriminados13. También, confor-
me al principio de proporcionalidad, se deben abste-
Prieto San Juan (2007) señala cuatro grandes princi- ner los ataques en los que se prevea que incidental-
pios que sustentan la conducción de hostilidades: mente se causarán daños a la población o bienes de
carácter civil (artículo 57.2. Protocolo I adicional a los
El principio de distinción convenios de Ginebra. ONU, 2007).

Consagrado en el artículo 48 del protocolo I, estable- El principio de precaución


ce que las Partes en conflicto deben hacer distinción
en todo momento. Esta distinción se debe hacer res- Consagra que todas las acciones militares se deben
pecto a las personas protegidas por el derecho hu- realizar buscando preservar a la población civil, a las
manitario: combatientes y no combatientes, y a los
12 Esto consistía en una delimitación al uso de armas, cuya medida
bienes: de carácter civil y objetos militares. (Artículo se consideraba el límite legítimo del objetivo de guerra, y todo
48 del protocolo I adicional a los convenios de Gine- acto militar que sobrepasaba ese límite sería considerado
bra de 1949. Organización de las Naciones Unidas, como innecesario. Se sobrepasaba este límite con el empleo
de armas que agravaban inútilmente el sufrimiento humano y
2007). Por consiguiente, las operaciones militares ocasionaban innecesariamente su muerte. (Declaración de San
solo podrán ser dirigidas hacia los combatientes y los Petersburgo).
objetivos militares11; en efecto, la población civil goza 13 “Se consideran indiscriminados, entre otros, los siguientes tipos
de ataque: a) los ataques por bombardeo, cualesquiera que
de la protección general y no será objeto de ataque. sean los métodos o medios utilizados, que traten como objetivo
(Artículo 51, protocolo I. ONU, 2007). militar único varios objetivos militares precisos y claramente
separados situados en una ciudad, un pueblo, una aldea u
otra zona en que haya concentración análoga de personas
civiles o bienes de carácter civil; b) los ataques, cuando sea de
11 “Un bien es objetivo militar cuando por su naturaleza, localiza- prever que causarán incidentalmente muertos y heridos entre
ción, propósito o uso contribuye a la acción militar del enemi- la población civil, o daños a bienes de carácter civil, o ambas
go, de tal forma que su destrucción total o parcial ofrezca una cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar
ventaja militar definida”. Citado en Colombia, Red de Promo- concreta y directa prevista”. (Artículo 51.5, protocolo I adicional
tores de Derechos Humanos (2004). a los convenios de Ginebra. ONU, 2007).

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personas civiles y los bienes de carácter civil, por lo Esta limitación prohíbe la suspensión de un determi-
tanto se deben tomar precauciones respecto a los nado catálogo de derechos o núcleo duro: derecho a
ataques y sus efectos, como verificar que los pun- la vida, derecho a la integridad personal, prohibición
tos de ataque sean objetivos militares y no personas de esclavitud o servidumbre, prohibición de discrimi-
civiles ni bienes de carácter civil, o tomar todas las nación, derecho a la personalidad jurídica, derecho
precauciones sobre la elección de los medios y méto- a la nacionalidad, derechos políticos, prohibición de
dos y así evitar o reducir en lo posible el número de pena de prisión por deuda contractual, principio de
muertos y de heridos. (Artículos 57 y 58. Protocolo I legalidad y no retroactividad, libertad de conciencia
adicional a los convenios de Ginebra. ONU, 2007). y religión, protección a la familia, derechos del niño,
garantías judiciales indispensables para la protección
PUNTOS DE CONVERGENCIA de tales derechos15.

El punto de convergencia entre DDHH y DIH es el Otro punto de convergencia de interés por la prohi-
núcleo duro de los derechos humanos porque hace bición de conductas específicas son los tratos crueles
referencia al conjunto de derechos que en ningu- o degradantes y la tortura. Muestra de ello son los
na circunstancia pueden ser restringidos, y cuya vi- mismos convenios de Ginebra que los prohíben y los
gencia subsiste incluso en situaciones de estados de convenios de las Naciones Unidas dentro del sistema
excepción o de conflicto armado interno (Amaya & internacional de protección de los derechos huma-
Rodríguez, 2004). nos que buscan prohibir y sancionar las conductas
que atentan contra la misma, como se puede leer en
Al respecto, la Corte señala en la sentencia C-1007 las declaraciones de la Asamblea General de las Na-
de 2002: ciones Unidas de 1975 y el convenio de 1987, en los
que se condena todo acto de tortura u otro trato o
(…) toda vez que cualquier Estado que ale- pena cruel, inhumano o degradante, como una ofen-
gue el acaecimiento de un conflicto armado sa a la dignidad humana.
en su territorio o de una situación grave de
violencia, no podrá, a pesar de las dificultades La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Pe-
que ello le acarree, suspender el ejercicio de nas Crueles, Inhumanas o Degradantes, aprobada
esos derechos fundamentales. Así pues, cual- por Colombia por la Ley 78 del 15 de diciembre de
quier medida que se adopte como desarrollo 1986, define la tortura como:
de una declaratoria de estado de excepción,
debe respetar un límite material de origen (...) todo acto por el cual se inflija intencio-
internacional, consistente en salvaguardar los nalmente a una persona dolores o sufrimien-
derechos humanos considerados como intan- tos graves, ya sean físicos o mentales, con el
gibles, esto es, aquellos que durante estados fin de obtener de ella o de un tercero infor-
de anormalidad no pueden ser suspendidos, mación o una confesión, de castigarla por un
ni tampoco sus respectivas garantías judiciales acto que haya omitido, o se sospeche que
(…). ha cometido, o de intimidar o coaccionar a
esa persona, o a otras, o por cualquier razón
Los tratados internacionales de derechos humanos, basada en cualquier tipo de discriminación,
cuyo objetivo es la protección de los seres humanos, cuando dichos dolores o sufrimientos sean
tienen unos mecanismos legítimos de limitación o
restricción de derechos humanos, los cuales se pue- En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que
amenace la independencia o seguridad del Estado parte, este
den aplicar bajo ciertas circunstancias y cumpliendo podrá adoptar disposiciones que, en la medida y por el tiempo
una serie de requisitos, pero solo respecto a determi- estrictamente limitados a las exigencias de la situación, suspen-
nados derechos; esto constituye una limitante a las dan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención,
siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las
facultades anteriores. Esta limitante se conoce como demás obligaciones que les impone el derecho internacional y
cláusula de no “suspensión” y en Colombia se en- no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza,
cuentra contenida en la Convención Americana de color, sexo, idioma, religión u origen social”.
15 El artículo 27.2 de la CADH y el artículo 4.2 del Pacto Internacio-
Derechos Humanos –a nivel regional– en el artículo nal de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) califican como tales
27 y en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles estos derechos; adicionalmente el PIDCP, artículo 11, consagra
y Políticos –a nivel universal– en el artículo 4.214. la prohibición de ser encarcelado por el solo hecho de no poder
cumplir una obligación contractual. Al respecto, el tratadista tiene
un informe de las violaciones de derechos humanos en Colom-
14 La Convención Americana de Derechos Humanos señala: “27.1. bia. Consultar Comisión Colombiana de Juristas (1997).

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infligidos por un funcionario público u otra Evidencia de ello se encuentra en el lenguaje, en las si-
persona en el ejercicio de funciones públi- tuaciones o elementos con que generalmente la socie-
cas, a instigación suya, o con su consenti- dad civil se refiere cuando se habla de DIH y DDHH.
miento o aquiescencia.
Estas imprecisiones se evidencian en la investiga-
Al respecto, la Corte señala en sentencia T-523 de ción sobre “Representaciones sociales de Derechos
1997: Humanos protegidos por el Derecho Internacional
Humanitario en los estudiantes de Derecho y Co-
(…) La prohibición de la tortura busca, por municación Social de la Fundación Universitaria Los
lo tanto, proteger el derecho a la integridad Libertadores”, que al utiliza el diferencial semántico
personal y la dignidad del individuo, que y constata esta información, así:
pueden ser violados por el uso arbitrario de
la fuerza. Claro está, entendiendo que no to- • En el lenguaje utilizado, ya que se hace una misma
das las sanciones que producen sufrimientos referencia tanto a los DDHH como al DIH, sin que
alcanzan esta categoría. Al respecto, la Corte se haga una distinción precisa entre estas. Térmi-
Europea de Derechos Humanos, en diferen- nos como victima, desplazamiento, secuestro, se
tes decisiones, ha establecido que no todas apelan de igual manera para las diferentes situa-
las penas corporales constituyen tortura y ciones que se generan respecto a las protección
que para que adquieran tal entidad los sufri- de los derechos humanos en situación de conflicto
mientos producidos deben ser graves y crue- armado o de paz; porque no es lo mismo un se-
les. La intensidad, entonces, deberá ser ana- cuestrado o un desplazado por militares que por
lizada a la luz de las circunstancias del caso, delincuencia común, por ejemplo.
como la duración de la condena, sus efectos
en la integridad física y moral del condena- • Respecto a la población civil, esta reconoce
do, su sexo, edad o condiciones de salud, e que hay una situación de conflicto en Colombia
incluso el contexto socio-político en el que donde se violan constantemente los derechos hu-
se practica. Estos criterios también son rele- manos, por lo que el DIH se tiende a relacionar
vantes para determinar, una vez descartada con guerra y violación a derechos humanos, pero
la tortura, si se trata de un comportamiento sin que se tenga claridad sobre las matizaciones
inhumano o degradante. que estos adquieren en situaciones de conflicto.

AMBIGÜEDADES EN EL LENGUAJE • También se evidencia esta imprecisión respecto a


escenarios de tensiones o disturbios internos, los cu-
De la pasantía de investigación se puede concluir que ales se confunden con las situaciones que caracteri-
existe una imprecisión sobre el DIH y los DDHH, in- zan el conflicto armado sin carácter internacional, y
cluso en grupos académicos de educación superior. a las cuales se apelan para referirse al conflicto.

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DIFERENCIAS ENTRE DDHH Y DIH

RESPECTO A SUS FUENTES HISTÓRICAS


DDHH DIH

El origen de los DDHH se remonta a la Grecia anti- En 1864 el Consejo Federal suizo reunió una Con-
gua; sin embargo, este origen tiene sus antecedentes ferencia Diplomática, con el fin de redactar un do-
en los Diez Mandamientos de Moisés y la Biblia, en el cumento que, en tiempos de guerra, asegurara la
código de Hammurabi, las leyes de Solón y el código protección de militares heridos, el “Convenio de
de las Diez Libertades esenciales y controles o virtu- Ginebra para mejorar la suerte que corren los mili-
des necesarias para la vida buena, de Manú y Buda, tares heridos de los ejércitos en campaña”, donde se
los cuales sentaban las bases de lo que hoy se concibe declaran y se codifican las primeras normas para la
como Derechos Humanos. Diversos factores o acon- protección de los heridos y los enfermos en el cam-
tecimientos integrantes de una sociedad en constante po de batalla; sin embargo, la historia del derecho
desarrollo fueron llevando a la pendencia y al estable- humanitario tiene raíces más antiguas, en normas no
cimiento de los DDHH. Al respecto Ortiz Rivas resalta escritas, que progresivamente se fueron incorporan-
tres factores o acontecimientos específicos: do en los tratados.

Las luchas sociales de la humanidad en la búsque- Los años de 1859 y 1949 fueron muy importantes
da de un bienestar colectivo; las ideas filosóficas, para el desarrollo del Derecho Internacional Huma-
políticas, morales y jurídicas, en pro de la libertad, nitario. En 1859 después de Batalla de Solferino se
igualdad, solidaridad, equidad, dignidad y justicia del inician las labores humanitarias en favor de los he-
hombre; y el proceso de positivización. Entre los an- ridos en la guerra, labores que conducen en 1864 a
tecedentes jurídicos se hallan la Carta Magna de 1215 la Convención de Ginebra; en 1949 la comunidad
y el Bill of Rights de 1689. internacional reacciona ante las cifras que dejaron la
primera y segunda guerra mundiales en millones de
Con la Declaración de los Derechos del Hombre y pérdidas humanas y ante los adelantos tecnológicos
del Ciudadano de 1789 y la Declaración Universal de y masificación en la producción de recursos bélicos
los Derechos del Hombre aprobada por la Asamblea cada vez más poderosos y letales, lo cual propició
General de las Naciones Unidas en 1948, universal- dos importantes hechos que contribuyeron en gran
mente se proclaman y adoptan una serie de derechos medida al desarrollo y fortalecimiento del derecho
y libertades considerados básicos para todo ser hu- humanitario: la revisión de los convenios vigentes y
mano. A partir de este último proceso evolutivo los la aprobación de los cuatro convenios de Ginebra.
doctrinantes Peces-Barba y Bobbio distinguen cuatro
estadios: positivización, generalización, especifica-
ción e internacionalización.

El primer estadio indica la incorporación progresiva de


los derechos al derecho positivo interno de los estados,
especialmente a través de las constituciones de estos;
el segundo estadio se refiere al proceso en virtud del
cual los derechos han llegado a pertenecer a todos los
hombres, por el solo hecho de ser tales; un tercer es-
tadio. Consiste en el gradual y progresivo incremento
del catálogo de los DDHH; y un último estadio hace
referencia a que el reconocimiento y protección de los
derechos superan ya el ámbito de los derechos internos
o nacionales y pasan a incorporarse al derecho positivo
internacional de los Derechos Humanos.

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RESPECTO A SU CONCEPTO
DDHH DIH

La Organización de las Naciones Unidas define los Para Swinarski (1990), el DIH puede ser entendido
DDHH como las condiciones de la existencia hu- como “El conjunto de normas internacionales, de
mana que permiten al ser humano desenvolverse origen convencional o consuetudinario, específi-
y utilizar plenamente sus dotes de inteligencia y de camente destinado a ser aplicado en los conflictos
conciencia en orden a la satisfacción de las exigen- armados internacionales o no internacionales y que
cias fundamentales que le imponen su vida espiritual limita, por razones humanitarias, el derecho de las
y natural (citado en Del Solar, 2000). Los DDHH son partes en conflicto a escoger libremente los métodos
por lo tanto, el compilado de escenarios materiales y y los medios utilizados en la guerra (Derecho de la
espirituales inherentes al ser humano para vivir digna- Haya), o que protege a las personas y a los bienes
mente. Son también los DDHH un límite al poder del afectados (Derecho de Ginebra).
Estado y a la vez su preservación una de sus tareas;
en él se busca reafirmar la dignidad de la persona en En efecto, el DIH constituye una limitación a la so-
todas sus relaciones sociales y frente al Estado, reco- beranía de los Estados respecto a situaciones de gue-
nociéndole una serie de atributos inherentes y con- rra, ya que este derecho somete una situación de
sustanciales de todos los seres humanos sin distinción conflicto a un cuerpo de normas que tienen como
alguna. (Benavides, 2003). finalidad u objetivo limitar los medios y métodos de
guerra, así como proteger a las víctimas del conflicto.
En su perspectiva actual, los derechos humanos son de- Por lo tanto el DIH hace parte del derecho interna-
rechos subjetivos que cubren la dimensión individual, cional que regula la relación entre Estados, y se crea
social y colectiva de las personas; su exigibilidad puede bajo la necesidad de encontrar un justo equilibrio de
ejercerse individual o colectivamente ( Hitters, 1991). intereses: las necesidades militares y las necesidades
de carácter humanitario (Swinarski, 1991).

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RESPECTO A SU APLICACIÓN
DDHH DIH
Los DDHH protegen a la persona humana, sin distinción Solo en situaciones de conflicto armado se puede aplicar el
alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión po- DIH. Este puede ser de dos tipos: el conflicto armado in-
lítica; por lo tanto su aplicación se da en todo tiempo y ternacional y el conflicto armado sin carácter internacional.
lugar, haya guerra o haya paz.
El conflicto armado internacional, y el conflicto armado
No obstante, hay que tener en cuenta que la legislación sin carácter internacional, contenido en los protocolos I
de los DDHH contempla, respecto a su aplicación, unas y II adicionales a los Convenios de Ginebra respectiva-
limitaciones a los derechos protegidos, bajo dos tipos de mente, son una situación de conflicto en la que, para el
circunstancias: la primera está descrita en las denomina- primer caso, se enfrentan dos o más Estados, o la lucha de
das limitaciones ordinarias a los DDHH y la segunda bajo un pueblo contra dominación colonial, ocupación extran-
estados de excepción, pero dicha suspensión debe estar jera o régimen racista; mientras que para el segundo caso
sujeta a ciertas condiciones: la estricta necesidad, la pro- se enfrentan, dentro del mismo territorio de un Estado,
porcionalidad, la temporalidad y por último el respeto a la grupos que bien pueden ser las fuerzas armadas entre sí
esencia de los DDHH, que representa el núcleo esencial o las fuerzas armadas contra grupos armados disidentes o
de derechos cuyas garantías no pueden ser suspendidas también entre grupos armados (Salmon, 2008).
bajo ninguna circunstancia (IIDH, 1997), sin embargo
estas facultades tienen también unas limitantes, que se La CICR diferencia que el primero surge del enfrenta-
conocen como la “clausula de no suspensión”, las cuales miento entre Estados, mientras que el segundo surge del
se pueden aplicar bajo ciertas circunstancias, cumplien- enfrentamiento entre las fuerzas armadas regulares y gru-
do una serie de requisitos, y solo a determinados dere- pos armados disidentes o grupos armados dentro del te-
chos, los cuales bajo ninguna circunstancia pueden ser rritorio de un mismo Estado.
restringidos y su vigencia subsiste incluso en situaciones
de estados de excepción o de conflicto armado interno
(Amaya Villareal, A. y Rodríguez Hernández, J., 2004). Por
lo tanto se prohíbe la suspensión del llamado catálogo de
derechos o núcleo duro de los derechos humanos que
adquieren un marco normativo revestido de un carácter
de lex specialis en situaciones de conflicto armado.

RESPECTO A SU FINALIDAD
DDHH DIH
El objetivo primordial de los DDHH está en el bienestar y El Derecho Internacional Humanitario tiene por objeto
protección del efectivo goce de las libertades y garantías proteger a las personas que no participan o que ya no
individuales del ser humano para favorecer su completo hacen parte de las hostilidades para así limitar los sufri-
desarrollo. mientos provocados por estas, así como limitar los medios
y métodos de guerra.

RESPECTO A SU CARÁCTER IMPERATIVO


DDHH DIH
La sociedad actual así como la comunidad internacional El DIH tiene un carácter imperativo, el cual se le otorga
reconocen que todo ser humano tiene derechos frente al a través de tratados o convenios, los cuales rigen su cum-
Estado y por consiguiente cada persona con sus respec- plimiento, basados no solamente en la reciprocidad del
tivos derechos deben ser protegidos y respetados. Por lo pacta sunt servanda, sino también en que sólo obliga a la
tanto, estos son derechos inherentes a la dignidad de toda parte a cumplirlo, sin que esta obligación esté condiciona-
persona, y no dependen del reconocimiento por parte del da al cumplimiento de otro Estado, pues las obligaciones
Estado, así como tampoco dependen de la nacionalidad, que allí se generan también son obligaciones unilaterales
origen o cultura de la persona; son derechos universales erga omnes.
que se aplican a cualquier ser humano.

Sonia Andrea Ramírez Lamy


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GARANTÍAS JURÍDICAS O MECANISMOS DE CONTROL


DDHH DIH

Respetar, garantizar o satisfacer los DDHH es una obliga- Para garantizar su respeto, el DIH establece mecanismos
ción que responsabiliza directamente al gobierno, por lo que instituyen un tipo de control continuo de su aplica-
tanto su garantía asigna al Estado el deber de usar todos ción y hace resaltar la cooperación entre las partes en
los instrumentos a su alcance, con el fin de asegurar la conflicto y un intermediario neutral, con miras a impedir
efectividad de los DDHH. las eventuales violaciones, sustentados así en los conve-
nios y protocolos suscritos por los Estados.
Entre las acciones en Colombia se encuentran primordial-
mente las herramientas judiciales como: la Acción de tu- El derecho de la guerra, como también se suele llamar,
tela, el Derecho de petición, la Acción de cumplimiento, tradicionalmente, se ha contenido en los convenios de
las Acciones populares, el Habeas Corpus, el Habeas Data, La Haya de 1899 y 1907, con la primera y segunda Con-
los Tratados internacionales, que entran a formar parte delferencias Internacionales de Paz, celebradas en la Haya;
derecho interno a través del bloque de constitucionali- aquí se aprobaron 20 convenios y declaraciones relativos
dad, la Legislación Interna y el Derecho Internacional de a la conducción de hostilidades. El Derecho Humanita-
los Derechos Humanos. rio propiamente dicho se encuentra conformado por los
cuatro convenios de Ginebra de 1949, el artículo 3º en
Entre las instituciones internacionales se encuentran pri- común y sus protocolos adicionales de 1977, cuyo obje-
mordialmente: la Declaración Universal de los Derechos tivo principal está en proteger a las víctimas de la guerra
Humanos (DUDH) como mecanismo no contencioso, si- y limitar la misma.
tuándose por tanto en el ámbito de la promoción de los
DDHH y de las actuaciones de tipo preventivo; los me- Existen también otros instrumentos jurídicos que históri-
canismos cuasi-contenciosos que comprenden los procedi- camente han contenido el DIH. Para el Derecho de La
mientos seguidos ante los comités previstos por los pactos Haya están la Declaración de San Petersburgo de 1868;
en materia de DDHH; y los mecanismos contenciosos o los Convenios de 1899 y 1907 de la Haya; el Protoco-
judiciales, los cuales conforme a las Naciones Unidas, le lo de Ginebra de 1925 sobre la prohibición del empleo,
competen a la Corte Internacional de Justicia. en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos o similares y de
medios bacteriológicos; la Convención para la protección
De otra parte, la Convención Europea para la Protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, y
de los Derechos Humanos (CEDH) como sistema regional sus dos protocolos; y la Convención de 1972 sobre la
de protección de los Derechos Humanos y el Tribunal Eu- prohibición del desarrollo, la producción y el almacena-
ropeo o Corte Europea de Derechos Humanos, como la miento de armas bacteriológicas (biológicas) y tóxicas y
institución principal y máxima autoridad en Europa. sobre su destrucción. Posteriormente se elaboran otras
normas relativas a la conducción de hostilidades como
Para el continente americano está la Convención america- son: la Convención del 10 de octubre de 1980 sobre las
na sobre Derechos Humanos (CADH) o Pacto de San José prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas
de Costa Rica, cuyos órganos competentes para conocer convencionales que puedan considerarse excesivamente
de los asuntos relacionados con el cumplimiento de los nocivas o de efectos indiscriminados; la Convención de
compromisos contraídos por los Estados partes son la Co- 1993 sobre Armas Químicas; La Convención de Ottawa.
misión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. El Derecho de Ginebra, tradicionalmente se ha contenido
en: la Convención de Ginebra de 1864 para protección de
los militares heridos en los ejércitos en campaña, revisada
y actualizada en 1906; dos convenciones de Ginebra de
1929 que revisan y actualizan el Convenio de Ginebra de
1906 y crean uno nuevo relativo al trato de los prisioneros
de guerra.

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INSTRUMENTOS JURÍDICOS
DDHH DIH
• Declaración Universal de los Derechos Humanos (10 • Convención de Viena sobre el Derecho de los
de diciembre de 1948). Tratados del 23 de mayo de 1969, ratificada por el
Estado colombiano mediante la Ley 32 de 1981.
• Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP). • Los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, ratificados
por Colombia mediante la Ley 5 de 1960.
• Declaración contra la Tortura y el Tratamiento Cruel,
Inhumano o Degradante de 1975. • Artículo 3º común a los convenios de Ginebra de
1949.
• Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes de 1987. • Los protocolos adicionales de 1977 a los cuatro
Convenios de Ginebra.
• Constitución Política de Colombia - Preámbulo, Título
I, de los principios fundamentales, Título II de los • La Convención de La Haya de 1954 para la protección
derechos, las garantías y los deberes. de los bienes culturales en caso de conflicto armado y
sus dos Protocolos.
• Ley 589 de 2000, Ley 599 de 2000, Ley 387 de
1997, Decreto 2569 de 2000, Decreto 951 de 2001, • Ley 340 de 1996.
Decreto 2007 de 2001, Decreto 2562 de 2001
(noviembre 27). • Convención de 1972 sobre Armas Bacteriológicas.

• Convención de 1980 sobre ciertas Armas


Convencionales y sus cinco Protocolos.

• Convención de 1993 sobre Armas Químicas.

• Tratado de Ottawa de 1997 sobre las Minas


Antipersonal.

• Artículo 214; Ley 171 de 1994, que aprobó el


protocolo II de Ginebra.

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RESPECTO A LOS SUJETOS OBJETO DE PROTECCIÓN


DDHH DIH

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en digni- El DIH protege a las personas que no toman parte en las
dad y derechos y, dotados como están de razón y concien- hostilidades, asimismo a quienes ya no participan en los
cia, deben comportarse fraternalmente los unos con los combates. Esas personas tienen derecho a que se respete
su vida y su integridad física y moral, se benefician de
otros” predica el artículo 1º de la Declaración Universal de
Derechos Humanos proclamada por las Naciones Unidas. garantías judiciales y, bajo cualquier circunstancia, serán
protegidas y tratadas con humanidad, sin distinción algu-
Los DDHH son inherentes a la condición humana, por lo na de índole desfavorable.
que todas las personas son titulares y su reconocimiento
no depende de un Estado sino de su simple naturaleza Basado en el principio de distinción, el DIH busca proteger
humana. Por lo tanto la titularidad de estos derechos se tanto a quienes no participan en el conflicto como los bie-
aplica a toda persona humana, sin distinción alguna de nes que no constituyen objeto militar y a los contendientes
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de ya no combatientes, para limitar los medios y métodos de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición combate. Por lo tanto se hace una distinción entre:
económica, nacimiento o cualquier otra condición y su
aplicación es universal; nadie puede ser despojado de a) Combatientes,
ellos, y toda persona y autoridades no pueden actuar en
contra de los derechos. b) Personas protegidas y

Su aplicación es transnacional, puesto que los derechos c) Bienes de carácter civil y objetivos militares.
humanos están por encima del Estado y su soberanía, por
lo tanto no puede considerarse que se violenta el princi- Combatientes que son todas las personas que en forma
pio de no intervención cuando se ponen en movimiento directa e inmediata participan en el conflicto armado, se
los mecanismos organizados por la comunidad internacio- les considera objetivos militares y contra ellos se dirigen
nal para su promoción y protección. los ataques. Entre estos se distinguen: las altas partes, be-
ligerantes e insurgentes y los grupos armados organizados.

Las personas protegidas son sujetos que carecen de cali-


dad de combatientes. Para este grupo el DIH protege a
quienes no participan de manera directa en las hostilida-
des, incluso aunque formen parte de las fuerzas armadas,
también aquellos que a pesar de estar en una zona de
conflicto realizan labores humanitarias; protege también a
la población civil constituida por personas, grupos huma-
nos y comunidades, quienes siendo combatientes pierden
esa calidad por heridas, enfermedad, captura o cualquier
otra causa.

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CONCLUSIONES cional Humanitario solo se aplica en situaciones de


conflicto armado del cual pueden surgir dos tipos:
De lo expuesto se pueden evidenciar claramente las conflicto armado internacional y conflicto armado sin
diferencias que hay entre los Derechos Humanos ( carácter internacional. Por lo tanto la finalidad que
DDHH) y el Derecho Internacional Humanitario busca cada uno es diferente, ya que con los Derechos
(DIH) y aunque en una situación de conflicto los De- Humanos se busca el goce de las libertades, garantías
rechos Humanos se complementan con el Derecho individuales del ser humano, su bienestar y protec-
Internacional Humanitario, son ordenamientos dife- ción en general. Por su parte, Derecho Internacional
rentes, cada uno contiene principios y características Humanitario tiene como finalidad la protección debi-
propios de los cuales se puede concluir : los Dere- da a las víctimas de los conflictos armados y la restric-
chos Humanos tienen su origen en el orden inter- ción de los métodos y medios de guerra.
no de los Estados, bajo corrientes de pensamiento e
ideologías políticas, las cuales se fueron desarrollando En lo referente al carácter imperativo, los Derechos
hasta crear en cada Estado la necesidad de respetar Humanos, por ser derechos inherentes a la dignidad
y reconocer derechos a todo individuo, mientras que de toda persona, no dependen del reconocimiento
el Derecho Internacional Humanitario, se origina en por el Estado, así como tampoco dependen de la na-
las relaciones entre Estados durante la segunda parte cionalidad, origen o cultura de la persona. Por lo tanto
del siglo XIX como una respuesta de la comunidad su carácter imperativo se debe a su misma naturaleza
internacional a los horrores de la guerra, bajo ningún inherente a todo ser humano, en tanto que este carác-
pensamiento de tipo político, sino netamente asisten- ter imperativo para el caso del Derecho Internacional
cial para así limitar los sufrimientos innecesarios de Humanitario se le otorga a través de los tratados o con-
los combatientes heridos en batalla. venios que contienen su normatividad. Estos tratados
como normas internacionales tienen por definición
Respecto a la aplicación, los derechos humanos pro- carácter obligatorio, por lo tanto los Estados que son
tegen a la persona humana, sin distinción alguna de parte de los tratados del DIH deben cumplir con lo
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política; allí establecido, porque de lo contrario incurrían en
y su aplicación se da en todo tiempo y lugar, haya responsabilidad internacional, fundamentada en prin-
guerra o haya paz, mientras que el Derecho Interna- cipio de reciprocidad y pacta sunt servanda.

Sonia Andrea Ramírez Lamy


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D iferencias teórico-prácticas entre Derechos Humanos y
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Corte Constitucional (abril, 2007). Sentencia C-291/07. Magistrado ponente: Manuel José Cepeda Espinosa.
Bogotá D.C.

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Sonia Andrea Ramírez Lamy


S14-Los refugiados tienen el derecho a recibir protección
Bruno Giussani: Comisario,
gracias por venir a TED.
António Guterres: Placer.
BG: Empecemos con una cifra.
Durante 2015, casi un millón de refugiados
y migrantes llegaron a Europa
desde muchos países diferentes,
por supuesto desde Siria e Irak,
pero también desde Afganistán,
Bangladesh, Eritrea y otros lugares.
Y ha habido reacciones
de dos tipos diferentes:
fiestas de bienvenida y vallas fronterizas.
Pero quiero verlo un poco
desde la
perspectiva de corto y largo plazo.
Y la primera pregunta es muy simple: ¿
por qué el movimiento de refugiados ha
aumentado tan rápidamente en los últimos seis meses?
AG: Bueno, creo que, básicamente,
lo que desencadenó este enorme aumento
fue el grupo de refugiados sirios.
Ha habido un mayor movimiento
hacia Europa desde África, desde Asia,
pero creciendo lentamente, y de repente
tuvimos este aumento masivo
en los primeros meses de este año. ¿
Por qué? Creo que hay tres razones,
dos de largo plazo y el detonante.
La de largo plazo,
en relación con los sirios,
es que la esperanza es cada vez menos
clara para la gente.
Quiero decir, miran a su propio país
y no ven muchas esperanzas
de regresar a casa,
porque no hay una solución política,
por lo que no hay luz
al final del túnel. En
segundo lugar, las condiciones de vida
de los sirios en los
países vecinos se han ido deteriorando.
Acabamos de realizar una investigación con el Banco Mundial
y el 87 por ciento de los sirios en Jordania
y el 93 por ciento de los sirios en el Líbano
viven por debajo de los umbrales nacionales de pobreza.
Sólo la mitad de los niños van a la escuela,
lo que significa que la gente
vive muy mal.
No sólo son refugiados, están fuera de casa,
no sólo han sufrido
lo que han sufrido,
sino que viven en condiciones muy,
muy dramáticas.
Y luego el detonante
fue cuando, de repente, la
ayuda internacional disminuyó.
El Programa Mundial de Alimentos se vio obligado,
por falta de recursos,
a recortar en un 30 por ciento la ayuda alimentaria
a los refugiados sirios.
No se les permite trabajar,
por lo que dependen totalmente
del apoyo internacional
y sentían: "El mundo
nos está abandonando".
Y ese, en mi opinión, fue el detonante.
De repente, hubo prisa
y la gente empezó a moverse
en grandes cantidades
y, para ser absolutamente honesto,
si yo hubiera estado en la misma situación
y hubiera sido
lo suficientemente valiente para hacerlo, creo que lo
habría hecho. lo mismo.
BG: Pero creo que lo que sorprendió a
mucha gente es que no sólo fue repentino,
sino que no se suponía que fuera repentino.
La guerra en Siria lleva
cinco años.
Millones de refugiados se encuentran en campos,
aldeas y ciudades de toda Siria.
Usted mismo ha advertido
sobre la situación
y las consecuencias
de una desintegración de Libia, por ejemplo,
y, sin embargo, Europa parecía totalmente desprevenida.
AG: Bueno, no estás preparado porque estás dividido,
y cuando estás dividido
no quieres reconocer la realidad.
Prefieres posponer las decisiones,
porque no tienes
capacidad para tomarlas.
Y la prueba es que incluso cuando
se produjo el pico,
Europa permaneció dividida
y fue incapaz de poner en marcha
un mecanismo para gestionar la situación.
Hablas de un millón de personas.
Parece enorme,
pero la población de la Unión Europea
es de 550 millones de personas,
lo que significa que estamos hablando de uno
por cada [550] europeos.
Ahora, en el Líbano, tenemos un refugiado
por cada tres libaneses. ¿
Y el Líbano? Luchando,
por supuesto, pero se las arregla.
Entonces, la pregunta es: ¿es esto algo
que podría haberse manejado
si, sin mencionar lo más
importante,
que habría sido
abordar las causas fundamentales,
pero olvidándonos de las causas fundamentales por ahora,
mirando el fenómeno tal como es? ¿
Si Europa fuera capaz de
unirse solidariamente
para crear una
capacidad adecuada de acogida en los puntos de entrada?
Pero para eso es necesario apoyar masivamente a los países en los
puntos de entrada,
y luego controlar a la gente
con controles de seguridad
y todos los demás mecanismos,
distribuyendo los que están entrando
a todos los países europeos,
según las posibilidades
de cada país.
Quiero decir, si nos fijamos en
el programa de reubicación
que fue aprobado por la Comisión,
siempre demasiado poco y demasiado tarde,
o por el Consejo, demasiado poco y demasiado tarde...
BG: Ya se está desmoronando.
AG: Se supone que mi país
recibirá cuatro mil.
Cuatro mil en Portugal no significan nada.
Así que esto es perfectamente manejable
si se maneja,
pero en las circunstancias actuales,
la presión está en el punto de entrada,
y luego, a medida que la gente se mueve
de esta manera caótica a través de los Balcanes,
luego vienen a Alemania,
Suecia, básicamente, y Austria.
Son los tres países que,
al final, están acogiendo a los refugiados.
El resto de Europa mira
sin hacer mucho.
BG: Permítanme intentar plantear
tres preguntas,
haciendo un poco de abogado del [ __ ].
Intentaré preguntarles, hacerlos francos.
Pero creo que las preguntas están muy presentes
en la mente de muchas personas
en Europa en este momento.
La primera, por supuesto, tiene que ver con los números.
Usted dice que 550 millones frente a un millón
no es mucho, pero siendo realistas, ¿
cuántas personas puede acoger Europa?
AG: Bueno, esa es una pregunta
que no tiene respuesta,
porque los refugiados tienen
derecho a ser protegidos.
Y existe algo
llamado derecho internacional,
por lo que no hay manera de que puedas decir:
"Tomo 10.000 y se acabó". Les
recuerdo una cosa:
en Turquía, al comienzo de la crisis,
recuerdo que un ministro dijo:
"Turquía podrá recibir
hasta 100.000 personas".
Turquía tiene ahora dos millones
trescientos mil
o algo así,
si contamos a todos los refugiados.
Así que no creo que sea justo decir
cuántos podemos soportar.
Lo que es justo decir es: ¿
cómo podemos organizarnos
para asumir nuestras
responsabilidades internacionales?
Y Europa no ha podido hacerlo,
porque básicamente Europa está dividida
porque no hay solidaridad
en el proyecto europeo.
Y no se trata sólo de refugiados;
hay muchas otras áreas.
Y seamos honestos, este es el momento
en el que necesitamos más Europa
en lugar de menos Europa.
Pero como el público cree cada vez menos
en las instituciones europeas,
también es cada vez más difícil
convencer al público de
que necesitamos más Europa
para resolver estos problemas.
BG: Parece que estamos en el punto
en que las cifras se convierten en
cambios políticos, particularmente a nivel interno.
Lo hemos vuelto a ver este fin de semana en Francia,
pero lo hemos visto una
y otra vez en muchos países:
en Polonia, en Dinamarca,
en Suiza y en otros lugares,
donde el estado de ánimo cambia radicalmente
a causa de las cifras,
aunque no sean muy significativas
en términos absolutos. números.
El Primer Ministro de...
AG: Pero, si se me permite, sobre esto:
quiero decir, ¿qué ve un europeo en casa
en un pueblo donde no hay inmigrantes?
Lo que un europeo ve en la televisión,
todos los días, hace unos meses, al
abrir las noticias todos los días,
una multitud que llega, descontrolada,
moviéndose de frontera en frontera,
y las imágenes en la televisión
eran de cientos
o miles de personas moviéndose .
Y la idea es que nadie se
está ocupando de ello;
esto sucede sin ningún
tipo de gestión.
Y entonces su idea fue:
"Vienen a mi pueblo".
Entonces existía esta idea completamente falsa
de que Europa estaba siendo invadida
y que nuestra forma de vida iba a cambiar,
y todo cambiará.
Y el problema es que si esto se
hubiera gestionado adecuadamente,
si la gente hubiera sido recibida,
acogida y protegida adecuadamente en en el punto de entrada,
inspeccionados en el punto de entrada
y trasladados en avión
a diferentes países europeos,
esto no habría asustado a la gente.
Pero, desgraciadamente, tenemos a
mucha gente asustada,
simplemente porque Europa no ha sido capaz
de hacer bien el trabajo.
BG: Pero en Alemania hay pueblos
con 300 habitantes y 1.000 refugiados.
Entonces, ¿cuál es tu posición? ¿
Cómo te imaginas que reaccionará esta gente?
AG: Si hubiera una
gestión adecuada de la situación
y una distribución adecuada
de las personas en toda Europa,
siempre tendríamos
el porcentaje que he mencionado:
uno por cada 2.000.
Es porque las cosas no se
gestionan adecuadamente
que al final tenemos situaciones con las
que es totalmente imposible vivir
y, por supuesto, si tienes una aldea...
en el Líbano, hay muchas aldeas
que tienen más sirios que libaneses;
El Líbano ha estado viviendo con eso.
No pido que
en Europa pase lo mismo,
que todos los pueblos europeos tengan
más refugiados que habitantes. Lo
que pido es que Europa
haga bien su trabajo
y que sea capaz de organizarse
para recibir a la gente
como se
vieron obligados a hacer otros países del mundo en el pasado.
BG: Entonces, si nos fijamos en la
situación global y no sólo en Europa...
(Aplausos)
BG: ¡Sí!
(Aplausos)
BG: Si nos fijamos en la situación mundial,
no sólo en Europa,
sé que se puede hacer
una larga lista de países
que en realidad no están dando un paso al frente,
pero estoy más interesado
en la otra parte... ¿
Hay alguien
que esté haciendo lo correcto?
AG: Bueno, el 86 por ciento
de los refugiados del mundo
se encuentran en el mundo en desarrollo.
Y si nos fijamos en
países como Etiopía,
Etiopía ha recibido
más de 600.000 refugiados.
Todas las fronteras de Etiopía están abiertas.
Y tienen, como política, la
llamada política de "pueblo a pueblo",
según la cual todo refugiado debe ser recibido.
Y tienen sudaneses del sur,
sudaneses, somalíes.
Tienen todos los vecinos.
Tienen eritreos.
Y, en general, los
países africanos son muy
acogedores con la llegada de refugiados
y yo diría que en Oriente Medio
y Asia hemos visto una tendencia
a que las fronteras estén abiertas.
Ahora vemos algunos problemas
con la situación siria,
ya que la situación siria evolucionó hasta convertirse
también en una importante crisis de seguridad,
pero la verdad es que durante un largo período,
todas las fronteras en el Medio Oriente estuvieron abiertas.
La verdad es que para los afganos,
las fronteras de Pakistán e Irán
estaban abiertas para, en ese momento, los
seis millones de afganos que llegaron.
Así que yo diría que, incluso hoy,
la tendencia en el mundo en desarrollo
ha sido la de abrir las fronteras.
La tendencia en el mundo desarrollado
es que estas cuestiones se vuelvan cada vez
más complejas,
especialmente cuando hay,
en la opinión pública,
una mezcla de debates entre la
protección de los refugiados, por un lado,
y las cuestiones de seguridad (en mi opinión,
mal interpretadas) por el otro. el otro lado.
BG: Volveremos sobre eso también,
pero usted mencionó el recorte
de la financiación y los cupones
del Programa Mundial de Alimentos.
Esto refleja la falta de financiación general
de las organizaciones que
trabajan en estos temas.
Ahora que el mundo parece haber despertado, ¿
reciben más financiación
y más apoyo,
o sigue igual?
AG: Estamos recibiendo más apoyo.
Yo diría que nos estamos
acercando a los niveles del año pasado.
Estuvimos mucho peor durante el verano.
Pero eso es claramente insuficiente
para atender las necesidades de la gente
y atender las necesidades de los países
que apoyan a la gente.
Y aquí tenemos una revisión básica
de los criterios, los objetivos,
las prioridades de la
cooperación al desarrollo que se requiere.
Por ejemplo, el Líbano y Jordania
son países de ingresos medios.
Como son países de ingresos medios,
no pueden recibir préstamos blandos
ni subvenciones del Banco Mundial.
Ahora bien, hoy esto no tiene ningún sentido,
porque están proporcionando
un bien público global.
Tienen millones de refugiados allí
y, para ser honesto, son pilares
de la estabilidad en la región,
con todas las dificultades que enfrentan,
y la primera línea de defensa
de nuestra seguridad colectiva.
Por tanto, no tiene sentido
que estos países
no sean una primera prioridad
en las políticas de cooperación para el desarrollo.
Y no lo son.
Y no sólo los refugiados viven
en circunstancias muy dramáticas
dentro de esos países,
sino que las propias comunidades locales
están sufriendo,
porque los salarios bajaron,
porque hay más desempleados,
porque los precios y los alquileres subieron.
Y, por supuesto, si nos fijamos
en la situación actual
de los indicadores en estos países,
está claro que, especialmente
sus grupos pobres de la población,
viven cada vez peor
debido a la crisis que enfrentan.
BG: ¿Quién debería brindar este apoyo? ¿
País por país,
organizaciones internacionales, la Unión Europea? ¿
Quién debería ofrecer este apoyo?
AG: Necesitamos unir todos los esfuerzos.
Está claro que la
cooperación bilateral es esencial.
Está claro que la
cooperación multilateral es esencial.
Está claro que las instituciones financieras internacionales
deberían tener flexibilidad
para poder invertir
más masivamente
en apoyo a estos países.
Necesitamos combinar todos los instrumentos
y comprender que hoy,
en situaciones prolongadas,
en un momento determinado,
ya no tiene sentido
hacer una distinción
entre ayuda humanitaria
y ayuda al desarrollo
o procesos de desarrollo.
Porque se habla
de niños en la escuela,
se habla de salud, se
habla de infraestructuras
superpobladas.
Está usted hablando de cosas
que requieren una perspectiva a largo plazo,
una perspectiva de desarrollo
y no sólo una
perspectiva de ayuda humanitaria de emergencia.
BG: Me gustaría conocer su comentario sobre algo
que apareció en los periódicos esta mañana.
Es una declaración hecha
por el actual favorito
para la nominación republicana
a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
Ayer dijo esto.
(Risas)
No, escuchen esto. Es interesante.
Cito: "Estoy pidiendo un
cierre total y completo
de la entrada de musulmanes a Estados Unidos,
hasta que los representantes de nuestro país
puedan descubrir qué está pasando". ¿
Cómo reaccionas a eso?
AG: Bueno, no es sólo Donald Trump.
Hemos visto a varias personas con responsabilidad política
en todo el mundo
decir, por ejemplo,
que
no se deben recibir refugiados musulmanes.
Y la razón por la que dicen esto
es porque piensan
que al hacer o decir esto,
están protegiendo
la seguridad de sus países.
Ahora he estado en el gobierno.
Estoy muy interesado en la necesidad de que los gobiernos
protejan la seguridad de sus países
y sus pueblos.
Pero si dices así
en Estados Unidos o en cualquier país europeo:
"Vamos a cerrar nuestras puertas
a los refugiados musulmanes",
lo que estás diciendo
es la mejor ayuda posible
para la propaganda
de las organizaciones terroristas.
Porque lo que están diciendo...
(Aplausos) Lo que
están diciendo será escuchado
por todos los musulmanes de su propio país
y allanará el camino
para el reclutamiento
y los mecanismos que,
a través de la tecnología,
Daesh y Al-Nusra, al -Qaeda
y todos esos otros grupos
están hoy penetrando en nuestras sociedades.
Y simplemente les dice:
"Tienen razón, estamos en su contra".
Entonces, obviamente, esto está creando
en sociedades que son todas multiétnicas,
multireligiosas y multiculturales,
está creando una situación
en la que, realmente,
es mucho más fácil para la propaganda
de estas organizaciones terroristas
ser efectiva a la hora de reclutar
personas para actos terroristas
dentro de los países donde
se expresan este tipo de sentencias.
BG: ¿Los recientes atentados en París
y las reacciones a ellos
han dificultado su trabajo?
AG: Sin duda.
BG: ¿En qué sentido?
AG: En el sentido de que, quiero decir,
para muchas personas la primera reacción
en relación con este tipo de
ataques terroristas es: cerrar todas las fronteras,
sin comprender que el
problema terrorista en Europa es en gran medida de origen interno.
Tenemos miles y miles
de combatientes europeos en Siria y en Irak,
por lo que esto no es algo que se resuelva
simplemente no permitiendo que los sirios entren.
Y debo decir que estoy convencido
de que el pasaporte que apareció,
creo, fue puesto
por la persona que ha volado...
BG: -- él mismo, sí.
AG: [Creo] que fue a propósito,
porque parte de las estrategias
de Daesh es contra los refugiados,
porque ven a los refugiados como personas
que deberían estar con el califato
y están huyendo hacia los cruzados.
Y creo que eso es parte de la estrategia de Daesh
para hacer reaccionar a Europa,
cerrando sus puertas a los refugiados musulmanes
y mostrando hostilidad
hacia los musulmanes dentro de Europa,
precisamente para facilitar el trabajo de Daesh.
Y mi profunda creencia es que
no fue el movimiento de refugiados
lo que desencadenó el terrorismo.
Creo que, como dije,
esencialmente el terrorismo en Europa
es hoy un movimiento local
en relación con la situación global
que enfrentamos,
y lo que necesitamos es exactamente
demostrar que estos grupos están equivocados,
dando la bienvenida e integrando efectivamente
a aquellos que provienen
de ese parte del mundo.
Y otra cosa que creo
es que, en gran medida, lo
que hoy estamos pagando en Europa
son los fracasos de los modelos de integración
que no funcionaron en los años 60,
70, 80,
en relación con grandes flujos migratorios
que se dieron en esa época
y generaron lo que hoy es
en muchas de las personas, por ejemplo,
de la segunda generación de comunidades,
una situación de sentirse marginados,
sin trabajo,
con educación inadecuada,
viviendo en algunos de los barrios
que no están adecuadamente provistos
por la infraestructura pública.
Y este tipo de malestar,
a veces incluso de ira,
que existe en esta segunda generación
se debe en gran medida al fracaso
de las políticas de integración, al
fracaso de lo que debería haber sido
una inversión mucho más fuerte
en la creación de las condiciones para que las personas
vivan juntas y se respeten mutuamente. otro.
Para mí está claro.
(Aplausos)
Para mí está claro que todas las sociedades
serán multiétnicas, multiculturales y
multireligiosas en el futuro.
Intentar evitarlo es,
en mi opinión, imposible.
Y para mí es bueno
que sean así,
pero también reconozco que,
para que eso funcione correctamente,
se necesita una gran inversión
en la cohesión social
de nuestras propias sociedades.
Y Europa, en gran medida,
fracasó en esa inversión
en las últimas décadas.
BG: Pregunta: Usted dejará
su trabajo a finales de año,
después de 10 años.
Si miras atrás, al año 2005,
cuando entraste a esa oficina
por primera vez, ¿qué ves?
AG: Bueno, mire:
en 2005 estábamos ayudando a
un millón de personas a regresar a sus hogares
con seguridad y dignidad,
porque los conflictos habían terminado. El
año pasado ayudamos a 124.000.
En 2005, teníamos alrededor de 38 millones de personas
desplazadas por conflictos en el mundo.
Hoy tenemos más de 60 millones.
En ese momento habíamos tenido, recientemente,
algunos conflictos que se resolvieron.
Ahora vemos una multiplicación
de nuevos conflictos
y los viejos conflictos nunca murieron:
Afganistán, Somalia,
República Democrática del Congo.
Está claro que el mundo actual
es mucho más peligroso de lo que era.
Está claro que la capacidad
de la comunidad internacional
para prevenir conflictos
y resolverlos oportunamente
es, lamentablemente, mucho peor
que hace 10 años.
No existen
relaciones de poder claras en el mundo,
ni mecanismos de gobernanza global que funcionen, lo
que significa que vivimos en una situación
en la que la impunidad y la imprevisibilidad
tienden a prevalecer, y eso significa
que cada vez más personas sufren,
especialmente aquellas que son
desplazadas por los conflictos. .
BG: Es una tradición en la política estadounidense
que cuando un presidente sale de
la Oficina Oval por última vez,
deja una nota escrita a mano
en el escritorio para su sucesor,
que llega un par de horas después.
Si tuvieras que escribir una nota así
a tu sucesor, Filippo Grandi, ¿
qué le escribirías?
AG: Bueno, no creo que
escribiría ningún mensaje. Ya
sabes, una de las cosas terribles
cuando uno sale de una oficina
es tratar de convertirse en el conductor del asiento trasero,
diciéndole siempre al nuevo qué hacer.
Entonces eso no lo haré.
Si tuviera que decirle algo,
sería: "Sé tú mismo
y haz lo mejor que puedas".
BG: Comisario, gracias
por el trabajo que realiza.
Gracias por venir a TED.
(Aplausos)
Desafíos de la Corte Penal Internacional
en torno a la cooperación con los Estados*

Carolina S. Anello**

Fecha de recepción: agosto 5 de 2012.


Fecha de aprobación: junio 18 de 2013.

Para citar este artículo: ANELLO, C., “Desafíos de la Corte Penal Interna-
cional en torno a la cooperación con los Estados”, Anuario Ibero-America-
no de Derecho Internacional Penal, ANIDIP, vol. 1, 2013, pp. 43-60.

Resumen
La cooperación internacional constituye uno de los pilares sobre los que se basa la
actuación de la Corte Penal Internacional. La experiencia acumulada, sobre todo
en las situaciones remitidas por el Consejo de Seguridad de la Organización de las
Naciones Unidas, permite observar las dificultades existentes ante la negación de
los Estados de cooperar con la Corte. Este trabajo analiza las causas por las cuales
se produce el incumplimiento de los Estados y las medidas que se proponen para
fortalecer la cooperación con la Corte como presupuesto para su actuación eficaz.
Palabras clave: Corte Penal Internacional, Estatuto de Roma, Derecho Penal
Internacional, cooperación, Darfur, Libia.

Abstr ac t
International cooperation is one of the main pillars on which the performance of
the International Criminal Court is based. The experience, in particular, in the situ-
ations referred by the Security Council of the United Nations, allows seeing the dif-
ficulties derivates from the denial of States to cooperate with the Court. This paper
analyzes the causes for which this breach occurs and what measures are proposed to
strengthen cooperation with the Court as a precondition for effective action.
Keywords: International Criminal Court, Rome Statute, International Criminal
Law, cooperation, Darfur, Libya.

* El presente trabajo corresponde a las tareas de investigación realizadas en el marco del doctorado de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (tesis pendiente).
** Docente de Derecho Penal Internacional y de Derecho Internacional Público en la Facultad de Derecho
de la Universidad de Buenos Aires. Profesora de Derecho Penal Internacional y de Derecho Internacional
Humanitario en la Maestría de Derecho Penal del Mercosur de la misma Universidad. Correo electrónico:
carolina.anello@gmail.com
ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120, Vol1, pp. 43-60, 2013 43
Resumo
A cooperação internacional constitui um dos pilares sobre os quais é baseada a
atuação da Corte Penal Institucional. A experiência acumulada, em particular, nas
situações remitidas pelo Conselho de Segurança a Organização das Nações Unidas,
permite observar as dificuldades existentes ante a negação dos Estados de cooperar
com a Corte. Este trabalho analisa as causas pelas quais se produz o incumprimen-
to dos estados e quais são as medidas que se propõem para fortalecer a cooperação
cm a Corte como pressuposto para sua atuação eficaz.
Palavras-chave: Corte Penal Internacional, Estatuto de Roma, Direito
Internacional Penal, Cooperação, Darfur, Líbia.

I. Introducción
Ante las masivas y sistemáticas violaciones a los derechos fundamentales aconte-
cidas durante el siglo XX, de las que aún hoy en día la comunidad internacional es
testigo, la Corte Penal Internacional (CPI o Corte) nace con el doble objetivo de
poner fin a la impunidad y prevenir la comisión de nuevos crímenes1. De naturale-
za permanente y con un carácter complementario de las jurisdicciones nacionales,
el establecimiento de la CPI —desde la entrada en vigor del Estatuto de Roma (ER)
a partir del 1 de julio de 20022— ha supuesto el comienzo de un cambio, no exento
de grandes desafíos, para cumplir con eficacia sus funciones.
La CPI está investigando ocho situaciones —República Democrática del Congo,
República Centroafricana, Uganda, Darfur (Sudán), Kenia, Costa de Marfil, Libia
y Mali—, de las cuales se han abierto dieciocho casos3. Además, el 14 de marzo
de 2012 la CPI dictó su primera sentencia en el caso del fiscal contra Thomas Lu-
banga Dyilo4 y condenó al acusado a catorce años de prisión, como coautor de los
crímenes de guerra de alistar y reclutar niños menores de 15 años para participar
activamente en los enfrentamientos presentados en la región de Ituri (República
Carolina S. Anello

Democrática del Congo) entre septiembre de 2002 y agosto de 2003 en el marco de

1 ONU, Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, A/CONF. 183/9, Roma, de 17 de julio de 1998,
UNTS, vol. 2187, Preámbulo, párr. 4-5.
2 UN. Doc. A/CONF. 183/9, de 17 de julio de 1998, enmendado por los procès-verbaux de 10 de noviembre
de 1998, 12 de julio de 1999, 30 de noviembre de 1999, 8 de mayo de 2000, 17 de enero de 2001 y 16 de
enero de 2002. Adoptado en la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas,
que tuvo lugar en Roma del 15 de junio al 17 de julio de 1998. El Estatuto entró en vigor el 1º de julio de
2002. Al 14 de julio de 2012 cuenta con la ratificación de 121 Estados parte.
3 Información disponible en la página web de la Corte Penal Internacional: www.icc-cpi.int
4 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Judgment Pursuant to Article 74 of the Statute, ICC-01/04-01/06-2842,
AnxA y AnxB, de 14 de marzo de 2012.
44 ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120 , Vol1, pp. 43-60, 2013
un conflicto armado de carácter no internacional5. El caso Lubanga demuestra la
capacidad de la CPI para desarrollar sus procesos, a pesar de los muchos obstácu-
los que debió superar.
La importancia de la cooperación en el eficaz funcionamiento de la CPI se re-
fleja en el hecho de que constituyera uno de los temas centrales en la agenda de la
Conferencia de Revisión del Estatuto, que tuvo lugar en Kampala entre el 31 de
mayo y el 11 de junio de 20106 y que finalizó con una declaración de los Estados
parte que refuerza su compromiso de garantizar su plena cooperación mediante su
apoyo político y diplomático y reconoce la necesidad de contar con una legislación
nacional de aplicación para fortalecer la cooperación con la Corte7.
Diversos informes elaborados por la Asamblea de los Estados parte afirman
también que la CPI depende de la cooperación de los Estados para el desempe-
ño de sus funciones, en especial, en los ámbitos relacionados con los exámenes
preliminares, la investigación, la detención y entrega de acusados, la detección y
la congelación de activos, la protección de las víctimas y los testigos, la libertad
provisional, la ejecución de sentencias y el cumplimiento de las resoluciones y

Desafíos de la Corte Penal Internacional en torno a la cooperación con los Estados


órdenes de la Corte8. De ahí la relevancia de las dificultades que persisten en
ámbitos como en la detención y entrega de personas, la reubicación de testigos
y la identificación, localización y congelación o el decomiso de activos9 y, en
particular, en el arresto y la entrega de personas, puesto que en los dieciocho
casos abiertos hasta el momento existen al menos nueve solicitudes de órdenes
de arresto que no han sido ejecutadas10.
Por estas razones, el presente trabajo se dirige a identificar las dificultades que
enfrenta la CPI en materia de cooperación internacional, así como sus causas prin-

5 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Decision on Sentence Pursuant to Article 76 of the Statute, ICC-01/04-
01/06-2901, de 10 de julio de 2012.
6 CORTE PENAL INTERNACIONAL, ASAMBLEA DE ESTADOS PARTE, Declaración sobre la Cooperación, RC/
Decl.2, de 8 de junio de 2010, párr. 8 y 11.
7 CORTE PENAL INTERNACIONAL, ASAMBLEA DE ESTADOS PARTE, Declaración de Kampala, RC/4, 4 de
junio de 2010, párr. 7.
8 Esto surge de varios documentos, entre ellos: ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, Informe
de la Corte Penal Internacional a las Naciones Unidas correspondiente a 2009/10, A/65/313, de 19 de
agosto de 2010; Informe de la Corte Penal Internacional a las Naciones Unidas correspondiente a 2010/11,
A/66/309, de 19 de agosto de 2011. El secretario general eleva a la Asamblea General el informe de la
Corte Penal Internacional sobre sus actividades, conforme al Artículo 6 del Acuerdo de relación entre
la Corte Penal Internacional y las Naciones Unidas y al párrafo 17 de la Resolución 64/9 de la Asamblea
General.
9 CORTE PENAL INTERNACIONAL, ASAMBLEA DE ESTADOS PARTE, Informe de la Corte sobre la cooperación:
actualización, RC/2, de 11 de mayo de 2010, párr. 12; Informe de la Corte sobre la cooperación, ICC-
ASP/10/40, de 18 de noviembre de 2011, párr. 2.
10 ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, Informe de la Corte Penal Internacional a las Naciones
Unidas correspondiente a 2009/10, cit., párr. 49; CORTE PENAL INTERNACIONAL, ASAMBLEA DE ESTADOS
PARTE, Informe de la Corte sobre la cooperación, ICC-ASP/10/40, cit.
ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120, Vol1, pp. 43-60, 2013 45
cipales, para determinar cuáles podrían ser las medidas más eficaces para su for-
talecimiento. Con ese fin se analizará, en primer lugar, el modelo de cooperación
adoptado por el Estatuto de Roma. A continuación, este estudio se centrará en los
supuestos de inejecución de las solicitudes de arresto y entrega en aquellas situa-
ciones remitidas por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones
Unidas, pues, en principio, la intervención del órgano de la comunidad interna-
cional encargado del mantenimiento de la paz y seguridad internacional debería
servir como acicate para incentivar la cooperación de los Estados con la CPI.

II. El modelo de cooperación adoptado


en el Estatuto de Roma
El modelo de cooperación de relevancia fundamental11, previsto en el Estatuto de
Roma, ha sido el resultado de los debates que tuvieron lugar en la Conferencia
de Roma, en la que se observó el enfrentamiento entre los Estados que abogaban
por una nueva forma de cooperación que pudiera estar a la altura de la posición
especial de la CPI (lo que apoya la idea de una obligación jurídica inequívoca
frente a un pedido de este Tribunal) y la postura de los Estados más escépticos,
que partían del Derecho interestatal tradicional de extradición y asistencia judi-
cial12. Como resultado de la negociación, se optó por un mecanismo mixto13 en el
que se establece una obligación general de cooperar y, a su vez, se disponen deter-
minados criterios para postergar una solicitud de cooperación emitida por la CPI.

11 TRIFFTERER, O., Commentary on the Rome Statute of the International Criminal Court, Beck-Hart-Nomos,
2a ed., Múnich, 2008, pp. 10 y 1507 y ss.; CASSESE, A., International Criminal Law, Oxford University
Press, 2a ed., Nueva York, 2008, p. 346; CASSESE, A., “The Statute of the International Criminal Court:
Some Preliminary Reflections”, European Journal of International Law, vol. 10, núm. 1, 1999, p. 164;
MOCHOCHOKO, P., “International Cooperation and Judicial Assistance”, en LEE, R., The International
Criminal Court. The Making of the Rome Statute. Issues, Negotiations, Results, Kluwer Law International,
Carolina S. Anello

The Hague, 2002, pp. 306-307; Kreb, C., “Penalties, Enforcement and Cooperation in the ICC Statute”,
European Journal of Crime, Criminal Law and Criminal Justice ,vol. 6, núm. 4, 1998, pp. 126-144.
12 Entre las alternativas se distinguían el sistema horizontal y el vertical; vid. MALAGUTI, M. C., “Article
88 of the Rome Statute: ‘Horizontal’ versus ‘vertical’ cooperation”, en M. C. MALAGUTI (ed.), ICC and
International Cooperation in Light of the Rome Statute, Argo, Lecce, 2007, pp. 75-102; AMBOS, K., “La
implementación del Estatuto de la Corte Penal Internacional en Alemania”, en AMBOS, K., MALARINO,
E. y WOISCHNIK J. (eds.), Dificultades jurídicas y políticas para la ratificación o la implementación del
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, Fundación Konrad Adenauer, Montevideo, 2006, pp.
34 y ss.; KAUL, H. y KREB, C. “Jurisdicción y cooperación en el Estatuto de la Corte Penal Internacional:
principios y compromisos”, en AMBOS, K. (coord.), La nueva justicia penal supranacional. Desarrollos
post-Roma, Tirant lo Blanch, Valencia, 2002, pp. 318 y ss; KARAYÁN, M., “La cooperación con una
corte penal internacional permanente”, en AMBOS, K. (coord.), La nueva justicia penal supranacional.
Desarrollos post-Roma, Tirant lo Blanch, Valencia, 2002, pp. 343 y ss.
13 AMBOS, K., “Enjuiciamiento de crímenes internacionales en el nivel nacional e internacional: entre
justicia y realpolitik”, [En línea], Política Criminal, A1, núm. 4, 2007, pp. 1-16. Disponible en <http://www.
politicacriminal.cl/n_04/a_1_4.pdf> [Consulta: 29.07.2012].
46 ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120 , Vol1, pp. 43-60, 2013
Así, respecto a las solicitudes de entrega, se establece que la CPI no dará curso a
estos requerimientos de cooperación cuando su cumplimiento por el Estado parte
requerido entrañe una violación a obligaciones contraídas con un tercer Estado
en materia de inmunidades, salvo que este renuncie previamente a invocar esa in-
munidad14 o cuando el Estado parte requerido deba actuar de forma incompatible
con las obligaciones que le imponga un acuerdo internacional, conforme al cual
se requiera el consentimiento de un tercer Estado para entregar a la Corte a una
persona sujeta a la jurisdicción de este último Estado15.
En lo concerniente a las “otras formas de cooperación”, referidas a las medidas
necesarias para producir pruebas y otras destinadas a facilitar la investigación y
enjuiciamiento, se prevé que los Estados parte puedan negarse a cumplir si alega-
sen que la medida pone en juego su seguridad nacional o que se trata de una me-
dida prohibida en Derecho interno16. Además, se dispone un mecanismo flexible
de consultas tendientes a resolver los obstáculos o impedimentos que le puedan
surgir al Estado parte requerido frente a una solicitud de cooperación de la Corte17.
En consecuencia, se puede afirmar que el Estatuto de Roma señala un sistema

Desafíos de la Corte Penal Internacional en torno a la cooperación con los Estados


que no es vertical, como en el caso de los tribunales ad hoc18, sin acoger tampoco
un modelo de cooperación horizontal, como la que se da entre Estados.
El Estatuto de Roma también define los mecanismos aplicables cuando los Esta-
dos se nieguen a cooperar con la CPI, distinguiendo a estos efectos entre Estados
parte y los que no lo son. Respecto a los Estados parte, la CPI tiene la facultad de
constatar el incumplimiento de las solicitudes de cooperación enviadas a las auto-
ridades nacionales del Estado parte de que se trate y de remitir esta cuestión a la
Asamblea de los Estados Parte (AEP)19 o al Consejo de Seguridad, si este último
le hubiese remitido la situación objeto de investigación20. Las medidas que puede
adoptar la AEP en casos de la falta de cooperación de un Estado parte son de índole
14 ONU, cit., Art. 98.1.
15 Id., Art. 98.2.
16 Id., Art. 72 y 93.
17 Id., Art. 72, 89, 93 y 97; Vid. ZARAGOZA, J. M., “Cooperación internacional y asistencia judicial entre
los Estados y la Corte”, en YAÑEZ BARRIONUEVO, J. A. (coord.), La Justicia Penal Internacional: una
perspectiva iberoamericana. Encuentro internacional sobre justicia penal internacional, Casa de
América, Madrid, 2001, p. 207.
18 Los Estatutos de los Tribunales Penales Internacionales para la antigua Yugoslavia y Ruanda establecen
la obligación de cooperar, de conformidad con los Artículos 29, ETPIY y 28, ETPIR. Esa obligación de
cooperar prevalece por sobre las normas nacionales sobre extradición. ONU, Reglas de Procedimiento
y Prueba, IT/32/Rev. 45, enmendadas el 8 de diciembre de 2008, Regla 58, RPP sobre la extradición de
nacionales.
19 ONU, Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, cit., Art. 112. La Asamblea de Estados Parte se
integra con un representante por cada Estado parte y los Estados signatarios del Estatuto o del Acta Final
podrán actuar como observadores.
20 ONU, Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, cit., Art. 87.7. El procedimiento de constatación y
de incumplimiento está regulado por las Normas 108 y 109 del Reglamento de la Corte.
ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120, Vol1, pp. 43-60, 2013 47
económica o política, como restringir la capacidad de voto a ese Estado o incre-
mentar la cuota presupuestaria en beneficio de la CPI u otra sanción económica.
En cuanto a los Estados no parte, en principio no se hallan vinculados por el
Estatuto de Roma. Sin embargo, pueden firmar una declaración en la cual aceptan
la competencia de la CPI para una situación concreta; de esa manera, se vinculan
a las normas del Estatuto y quedan obligados a cooperar, de conformidad con la
Parte IX21. Por lo tanto, en caso de incumplimiento, rigen las mismas disposiciones
que para los Estados parte.
Asimismo, la CPI puede invitar a un Estado no parte a prestar asistencia judicial
para la investigación en un caso determinado, sobre la base de un arreglo o acuer-
do especial con ese Estado o de cualquier otra manera adecuada. El reglamento de
la CPI regula dos tipos de acuerdos de cooperación ad hoc: (i) aquellos en que se
establezca un marco general de cooperación para los asuntos de competencia de
más de un órgano de la Corte, que son negociados bajo la autoridad del presidente
y (ii) los que se celebren con cada uno de los órganos de la Corte respecto a una
medida de cooperación determinada22.
En caso de incumplimiento por un Estado no parte de cualquiera de estos dos ti-
pos de acuerdos de cooperación, la CPI puede informar a la AEP, cuando la situación
haya sido iniciada por un Estado o por el fiscal de oficio o al Consejo de Seguridad,
si este le hubiese remitido el asunto23. Ahora bien, al tratarse de un Estado no parte,
la AEP no tendrá la capacidad de imponer ciertas sanciones previstas para el caso de
incumplimiento de Estados parte, como la restricción del derecho de voto o el incre-
mento de las cuotas de aportación a la Organización. Esta limitación no opera en el
caso del Consejo de Seguridad que, una vez informado del incumplimiento, puede
adoptar cualquiera de las medidas que le confiere la Carta de Naciones Unidas, in-
cluido el uso de la fuerza, de conformidad con el Capítulo VII de la Carta, decisión
que sería obligatoria para todos los Estados miembros de la Organización.
Carolina S. Anello

En consecuencia, de acuerdo con los casos que se estudiarán a continuación, se


puede decir que los mecanismos previstos en el Estatuto de Roma ante el incumpli-

21 ONU, Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, cit., Art. 12.3. Como ejemplo de esto, el 18 de abril
de 2003 Costa de Marfil, que no es parte en el Estatuto de Roma, envió una declaración a la Corte en la
que acepta su jurisdicción. Asimismo, el 14 de diciembre de 2010 y el 3 de mayo de 2011 la Corte recibió
dos cartas del Gobierno de ese Estado, reconfirmando la aceptación de la jurisdicción del Tribunal
Internacional. La situación se abrió bajo la numeración ICC-2/11.
22 ONU, Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, cit., Art. 87.5 a); CORTE PENAL INTERNACIONAL,
Reglamento de la Corte, Norma 107. Como ejemplo de un acuerdo especial se puede pensar en la
autorización de tránsito de una persona que va a ser entregada a la Corte y debe permanecer en el
territorio de un Estado no parte, de conformidad con la Regla 182 (solicitud de autorización de tránsito
con arreglo al párrafo 3 e) del Artículo 89).
23 ONU, Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, cit., Art. 87.5.b).
48 ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120 , Vol1, pp. 43-60, 2013
miento de las medidas de cooperación resultan insuficientes. Podría alegarse que la
Corte, al no poder establecer sanciones directas, no cuenta con un sistema efectivo
de hacer cumplir sus decisiones. Sin embargo, coincido con parte de la doctrina24,
en cuanto a que la adopción de un sistema de sanciones más duras no garantiza
una mayor cooperación por parte de los Estados.

III. La situación de la región de Darfur (Sudán)


El 31 de marzo de 2005, el Consejo de Seguridad dictó la Resolución 159325 en la
que, actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, remitió al
fiscal de la CPI la situación de Darfur, en Sudán (Estado no parte en el Estatuto de
Roma), para que iniciase una investigación por entender que existía una amenaza a
la paz y seguridad internacional26. Dos meses después, el 6 de junio de 2005, el fiscal
de la CPI abrió investigación oficial sobre la presunta comisión de crímenes interna-
cionales en esa región. Desde entonces, la Sala de Cuestiones Preliminares I (SCP), a
petición de la Fiscalía de la CPI, ha emitido órdenes de arresto contra los siguientes
miembros del Gobierno de Sudán y de grupos paramilitares (milicias Janjaweed)
que actuaron en coordinación con las Fuerzas Armadas y de Policía de Sudán: el

Desafíos de la Corte Penal Internacional en torno a la cooperación con los Estados


actual presidente de Sudán, Omar Hassan Ahmad Al-Bashir (2009-2010)27, el ex
ministro del Interior y actual ministro de Defensa, Abdelrahim Mohamed Hussein
(2012), el ex viceministro del Interior Ahmad Harun (2007)28 y el dirigente de las
milicias Janjaweed Ali Kushayb (2007).
Al no ser Sudán un Estado parte del Estatuto de Roma, su obligación de cooperar
con la CPI no se deriva de ese Tratado. Por el contrario, la base jurídica de dicha
obligación se encuentra en la propia Resolución 1593 del Consejo de Seguridad,
que en el segundo párrafo de su parte dispositiva establece lo siguiente:

Decide que el Gobierno de Sudán y todas las demás partes en el


conflicto de Darfur deben cooperar plenamente con la Corte y el fiscal
y prestarles toda la asistencia necesaria en la aplicación de la presente
Resolución y, aunque reconoce que los Estados que no son parte en
24 CÁRDENAS ARAVENA, C. “La cooperación de los Estados con la Corte Penal Internacional a la luz del
principio de complementariedad”, [En línea], Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso, núm. 34, 2010, pp. 281-304. Disponible en <http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-
68512010000100008&script=sci_arttext> [Consulta: 30.03.2013].
25 CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS, S/RES/1593, de 31 de marzo de 2005.
26 ONU, Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, cit., Art. 13.b).
27 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Orden de detención de Omar Hassan Ahmad Al-Bashir, ICC-02/05-
01/09-1-tSPA, de 4 de marzo de 2009; Segunda orden de detención de Omar Hassan Ahmad Al-Bashir,
ICC-02/05-01/09-95-tSPA, de 12 de julio de 2010.
28 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Orden de detención de Ahmad Harun, ICC-02/05-01/07-2, de 27 de abril
de 2007; CORTE PENAL INTERNACIONAL, Orden de detención de Ali Kushayb, ICC-02/05-01/07-3. 27 de
abril de 2007.
ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120, Vol1, pp. 43-60, 2013 49
el Estatuto de Roma no tienen obligación alguna con arreglo a dicho
Estatuto, exhorta a todos los Estados y las organizaciones regionales
y demás organizaciones internacionales competentes a que también
cooperen.

Conforme a los Artículos 25 y 103 de la Carta de las Naciones Unidas, los Esta-
dos parte de esta Organización tienen la obligación de cumplir las disposiciones
impuestas por las resoluciones del Consejo de Seguridad con carácter preferente
a cualquier otra obligación contraída en virtud de un convenio internacional. De
ahí la responsabilidad de Sudán de “cooperar plenamente con la Corte y el fiscal”, a
pesar de no ser un Estado parte del Estatuto de Roma.
Si bien el alcance preciso de las modalidades de cooperación de Sudán con la CPI
no aparecen definidas en la Resolución 1593, se ha de entender que la referencia a
“cooperar plenamente” incluye las formas de cooperación recogidas en el Estatuto
de Roma, puesto que la CPI ha de actuar en todo caso conforme al mismo a la
hora de ejecutar sus actuaciones por los crímenes internacionales cometidos en
Darfur29. De hecho, la doctrina se ha venido preguntando si, debido a que según
el Estatuto de Roma los Estados parte pueden suspender o no cumplir con las so-
licitudes de cooperación de la CPI ante ciertos supuestos30, Sudán también podría
invocar las normas del Estatuto para suspender los requerimientos de la Corte.
En cuanto al grado de cumplimiento de Sudán con sus obligaciones de cooperar
con la CPI, lo cierto es que, desde que se produjo en 2009 la primera solicitud de
detención y entrega del actual presidente Omar Al-Bashir, el Gobierno sudanés in-
formó a la Fiscalía de la CPI y al propio Consejo de Seguridad que no continuaría
cooperando con la CPI31.
Esto provocó que en el caso seguido contra Ali Kushayb y Ahmad Harun, confor-
me al Artículo 87 ER, la SCP I afirmara que Sudán había incumplido con sus obliga-
ciones de cooperar y transmitiera al Consejo de Seguridad la decisión en que decla-
Carolina S. Anello

29 SLUITER, G., “Obtaining Cooperation from Sudan- Where is the Law?”, Journal of International Criminal
Justice, vol. 6, núm. 5, 2008, p. 871.
30 AKANDE, D., “The effect of Security Council Resolutions and Domestic Proceedings on State Obligations
to Cooperate with the ICC”, Journal of International Criminal Justice, vol. 10, núm. 2, 2012, pp. 299-324.
31 A junio de 2013, el fiscal de la Corte Penal Internacional presentó diecisiete informes al Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas, de conformidad con la Resolución 1593 de 2005. Asimismo, da cuenta
de esto en A/65/313, Informe de la Corte Penal Internacional a las Naciones Unidas correspondiente a
2009/10, 19 de agosto de 2010. También en la decisión: ICC-02/05-01/07-48- Conf. y anexos A y B. Versión
pública expurgada ICC-02/05-01/07-48-Red y anexos A y B.
50 ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120 , Vol1, pp. 43-60, 2013
raba esta situación de incumplimiento para que tomara las medidas que considerase
oportunas32. El Consejo de Seguridad no se ha pronunciado hasta el momento.
Ahora bien, ha sido en el caso contra el propio presidente de Sudán, Omar
Al-Bashir, en el que la CPI ha analizado en mayor profundidad los repetidos pro-
blemas de falta de cooperación del propio Sudán y de terceros Estados parte del
Estatuto de Roma por incumplimiento con las solicitudes de la CPI de detención y
entrega del señor Al-Bashir.
Frente a la visita de Al-Bashir a Chad, la SCP I informó primero al Consejo de Se-
guridad de Naciones Unidas y a la Asamblea de Estados parte33. Luego, solicitó a las
autoridades del Gobierno de ese país que formularan observaciones y el 29 de sep-
tiembre de 2010 el Ministerio de Relaciones Exteriores respondió que, al ser Chad
miembro de la Unión Africana y de acuerdo con la posición de esta organización en
relación con la orden dictada contra Omar Al-Bashir, Chad no podía cumplir con
la solicitud de detención y entrega de la CPI. Una vez que en 2011 la CPI tuvo co-
nocimiento de una segunda visita de Omar Al-Bashir a Chad, de conformidad con
el Artículo 87.7 ER, decidió que la República de Chad incumplió con su obligación

Desafíos de la Corte Penal Internacional en torno a la cooperación con los Estados


de cooperación con la CPI y se lo transmitió al Consejo de Seguridad y a la Asam-
blea de Estados Parte34. Al-Bashir visitó Chad dos veces más, lo que el 26 de marzo
de 2013 provocó una segunda decisión de la SCP sobre la falta de cooperación de
ese Estado con la Corte y la envió a conocimiento del Consejo de Seguridad y a la
Asamblea de Estados Parte, de conformidad con el Artículo 87.7 del Estatuto de
Roma y la Regla 109.435.
Lo mismo ocurrió en la visita de Al-Bashir a la República de Malawi en octubre
de 2011. La SCP I invitó a las autoridades de ese país a presentar sus observaciones
y el 12 de diciembre de 2011 esa sala dictó una decisión acerca de la negativa de
Malawi de cooperar, de acuerdo con el Artículo 87.7 del Estatuto de Roma y la

32 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Decision informing the United Nations Security Council about the Lack
of Cooperation by the Republic of the Sudan, ICC-02/05-01/07-57, de 25 de mayo de 2010. Mediante
la decisión No. ICC-02/05-01/07, la Corte notificó a las autoridades sudanesas sobre la decisión de
informar al Consejo de Seguridad la falta de cooperación de ese Estado.
33 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Decisión por la que se informa al Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas y a la Asamblea de los Estados Parte en el Estatuto de Roma de la reciente visita de Omar Al-Bashir
a la República del Chad, ICC-02/05-01/09-109, de 27 de agosto de 2010.
34 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Decision Pursuant to Article 87(7) of the Rome Statute on the Refusal of
the Republic of Chad to Comply with the Cooperation Requests Issued by the Court with Respect to the
Arrest and Surrender of Omar Hassan Ahmad Al-Bashir, ICC-02/05-01/09-140, de 13 de diciembre de
2011.
35 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Decision on the Non-compliance of the Republic of Chad with the
Cooperation Requests Issued by the Court Regarding the Arrest and Surrender of Omar Hassan Ahmad
Al-Bashir, ICC-02/05-01/09-151, de 26 de marzo de 2013.
ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120, Vol1, pp. 43-60, 2013 51
remitió a conocimiento del Consejo de Seguridad por medio del secretario general
de Naciones Unidas y a la Asamblea de Estados Parte36.
En esta última decisión, además de subrayar el incumplimiento de Malawi de su
obligación de cooperar con la Corte por no proceder a la detención y entrega de
Al-Bashir, la SCP I afirmó que no había conflicto entre las obligaciones de Malawi
con la CPI y sus obligaciones bajo el Derecho Internacional consuetudinario. La
CPI señaló que la posición de Al-Bashir como jefe de un Estado no parte del Esta-
tuto de Roma no afectaba a su jurisdicción sobre el caso, según el Artículo 27 ER37
y recordó que el Derecho Internacional consuetudinario crea una excepción a la
inmunidad de los jefes de Estado cuando existe una orden de detención por parte
de tribunales penales internacionales por la comisión de crímenes internacionales.
En opinión de la CPI, en caso de duda acerca de la presunta inmunidad de Al-Bas-
hir, Malawi debería haber consultado con la SCP I, de manera que al decidir no
cooperar en su detención y entrega sin consulta previa con la SCP I, Malawi habría
incumplido con sus obligaciones. Tanto Chad como Malawi son Estados parte del
Estatuto de Roma y, en consecuencia, están obligados a cooperar con la CPI. Sin
embargo, ambos alegan su pertenencia a la Unión Africana y los compromisos in-
ternacionales asumidos por ambos países para no arrestar al presidente de Sudán,
ya que este goza presuntamente de inmunidad como jefe de Estado. La CPI ha sido
enfática en rechazar la existencia de dicha inmunidad, con base en la irrelevancia
del cargo oficial del acusado a la hora de ejercer su competencia (Artículo 27 ER) y
en el Derecho Internacional consuetudinario.
Lo cierto es que esta norma se encuentra en tensión con el Artículo 98.1 ER, en
tanto establece que la CPI no solicitará la entrega de una persona cuando el Esta-
do requerido deba actuar en forma incompatible con obligaciones internacionales
contraídas con un tercer Estado. De ahí que la discusión se centre en la posible
relación entre ambas normas. Aquí surgen entonces, dos interpretaciones: una, que
Carolina S. Anello

restringe el principio de inmunidad de los jefes de Estado o de Gobierno en los


casos en que se los impute por la comisión de crímenes internacionales, en especial
a los efectos de la competencia de la CPI, más allá de la disposición del Artículo
98, al entender que esta última disposición solo se refiere a Estados no parte del
Estatuto, entre otras interpretaciones; la otra, que limita a la Corte la solicitud de
la detención y entrega de oficiales que gozan de inmunidad de los Estados parte

36 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Decision Pursuant to Article 87(7) of the Rome Statute on the Failure by the
Republic of Malawi to Comply with the Cooperation Requests Issued by the Court with Respect to the Arrest
and Surrender of Omar Hassan Ahmad Al Bashir, ICC-02/05-01/09-139, de 12 de diciembre de 2011.
37 ONU, Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, cit., Art. 27.
52 ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120 , Vol1, pp. 43-60, 2013
cuando exista una obligación internacional previa con un tercer Estado, dando
primacía al principio de inmunidad38.
En todo caso, con independencia de la solución que se acoja respecto a esta
cuestión por parte del Consejo de Seguridad y/o de la Asamblea de Estados Parte,
que todavía no se han pronunciado acerca de los incumplimientos de cooperación
mencionados, lo cierto es que, como demuestran los casos del Chad y Malawi,
la falta de cooperación de los Estados con la Corte en la detención y entrega de
los acusados por ella constituye una de las mayores dificultades que enfrenta la
CPI, como ya había ocurrido con anterioridad en los tribunales ad hoc. Más aún,
la fiscal de la CPI da cuenta de esto en su último informe referente a la situación
de Sudán, donde señala con profunda preocupación la falta de cooperación en
hacer efectiva la orden de arresto del presidente Al-Bashir por parte de ese país
y los Estados parte del Estatuto de Roma, a quienes insta a hacer todo lo posible
para promover la cooperación y detención de las personas buscadas por la CPI,
así como también pide en forma expresa al Consejo de Seguridad que garantice el
cumplimiento de Sudán con la Resolución 159339.

Desafíos de la Corte Penal Internacional en torno a la cooperación con los Estados


IV. La situación de Libia
El 26 de febrero de 2011, el Consejo de Seguridad remitió a la CPI, por unanimi-
dad, la situación de la Jamahiriya Árabe Libia para que fueran investigados los
crímenes cometidos en la misma desde el 15 de febrero de 2011. El 3 de marzo de
2011, la Fiscalía de la CPI inició la investigación formal y el 27 de junio de 2011 la
SCP I emitió tres órdenes de detención contra el ex jefe de Estado de Libia, Muam-
mar al-Gaddafi, su hijo y ex primer ministro de facto Saif al-Islam al-Gaddafi y el
líder de la inteligencia libia Abdullah al-Senussi, por los presuntos crímenes de lesa
humanidad cometidos en Libia desde el 15 de febrero de 2011. El 22 de noviembre
de 2011, la SCP I cerró el caso contra Muammar al-Gaddafi debido a su muerte.
Por su parte, Said al-Islam Gaddafi y Abdullah al-Senussi fueron arrestados, el pri-
mero en Libia y el segundo en Mauritania.

38 Sobre el tema de la inmunidad de jefes de Estados, vid. AKANDE, D., “The Legal Nature of Security Council
Referrals to the ICC and its Impact on Al-Bashir’s Immunities”, Journal of International Criminal Justice,
vol. 7, núm. 2, 2009, pp. 333-352; GAETA, P., “Official Capacity and Immunities”, en A. CASSESE, P. GAETA
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INTERNACIONAL DE JUSTICIA, Judgement Democratic Republic of the Congo v. Belgium, de 14 de febrero
de 2002; Judgement Djibouti v. France, de 4 de junio de 2008.
39 CORTE PENAL INTERNACIONAL, ICC Prosecutor Seventeenth Report to the United Nations Security
Council on the Situation in Darfur, the Sudan, Pursuant to UNSCR 1593 (2005), de 5 de junio de 2013, párr.
50.
ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120, Vol1, pp. 43-60, 2013 53
Al igual que en el caso de Sudán, Libia tampoco es un Estado parte del Estatuto de
Roma, de manera que su obligación de cooperar con la CPI no se deriva del Estatuto,
sino de la Resolución 1970 del Consejo de Seguridad, que en el quinto párrafo de su
parte dispositiva, al seguir el modelo de la Resolución 1593, define lo siguiente:

Decide que las autoridades libias deben cooperar plenamente con


la Corte y el fiscal y prestarles toda la asistencia necesaria de confor-
midad con la presente Resolución y, aunque reconoce que los Esta-
dos que no son partes en el Estatuto de Roma no tienen obligación
alguna en virtud de él, insta a todos los Estados y organizaciones
regionales y demás organizaciones internacionales competentes a
que cooperen plenamente con la Corte y el fiscal 40.

Sobre esta base jurídica, la SCP I solicitó a Libia la entrega de Said al-Islam Gad-
dafi, conforme al Artículo 94.1 ER. Las autoridades libias requirieron la suspensión
del cumplimiento de dicha solicitud de entrega. La SCP I denegó este pedido, por
entender que dicha disposición era solo de aplicación a solicitudes de asistencia ju-
dicial, pero no de detención y entrega. De esta manera, el 4 de abril de 2012 la SCP
I reiteró su solicitud para que Libia entregase a Saif al-Islam Gaddafi a la CPI. Un
mes después, el 1 de mayo de 2012, Libia impugnó la admisibilidad del caso, por
lo que la CPI decidió suspender la ejecución de la solicitud de entrega, de acuer-
do con lo dispuesto en el Artículo 95 ER, hasta tanto se resuelva la admisibilidad
del caso41. El 31 de mayo de 2013, la SCP I decidió rechazar el pedido de Libia y
declaró admisible el caso contra Saif Al-Islam Gaddafi, en virtud del Artículo 19
del Estatuto de Roma. Asimismo, le recordó a Libia su obligación de entregar al
acusado a la Corte42.
Para considerar la cuestión de la admisibilidad de un caso, la Sala debe tener en
cuenta dos cuestiones: (i) si en el momento del procedimiento de un pedido de ad-
Carolina S. Anello

misibilidad hay una investigación o enjuiciamiento del caso en el ámbito local y (ii)
si el Estado no está dispuesto o no puede llevar a cabo una investigación o enjui-
ciamiento. El Estado que impugnó la admisibilidad de la Corte deberá demostrar
que el caso es inadmisible.
Con respecto al primer punto, la Sala concluyó que en Libia se estaba desarro-
llando una investigación que daba cuenta de una misma línea de conducta de las

40 ONU, S/Res/1970 (2011), de 26 de febrero de 2011, párr. 4-5.


41 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Decision on the Postponement of the Execution of the Request for
Surrender of Saif Al-Islam Gaddafi Pursuant to Article 95 of the Rome Statute, ICC-01/11-01/11-163, de 1
de junio de 2012.
42 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Decision on the Admissibility of the Case Against Saif Al-Islam Gaddafi,
ICC-01/11-01/11 (ICC-01/11-01/11-344-Red.- Public redacted), de 31 de mayo de 2013.
54 ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120 , Vol1, pp. 43-60, 2013
fuerzas de seguridad bajo el control de Gaddafi, lo que coincidía con algunos as-
pectos del caso ante la Corte, pero no logró probar con suficiente especificidad y
valor probatorio que se trataba del mismo caso que está en la Corte.
En cuanto a la segunda cuestión, la Sala determinó que Libia no había sido
capaz de asegurar la transferencia de Gaddafi, bajo custodia del Estado, desde su
lugar de detención en Zintan ni una representación legal segura para el acusado.
Si bien reconoció los esfuerzos de Libia en la reconstrucción de las instituciones
y la restauración del Estado de Derecho, la Sala estableció que Libia no puede
adelantar la investigación o el enjuiciamiento de Gaddaffi, por lo que no abordó
la cuestión de la voluntad de ese país.
Por último, la Sala recordó que la constatación sobre la admisibilidad de un caso
se basa en hechos, por lo que, si se cumplen las condiciones del Artículo 19 (4) del
Estatuto, Libia podrá presentar una nueva impugnación de la admisibilidad de la
causa contra Gaddafi.

V. Reflexiones finales
Como ya previeron los negociadores del Estatuto de Roma, la experiencia de la

Desafíos de la Corte Penal Internacional en torno a la cooperación con los Estados


CPI en sus primeros diez años de práctica judicial muestra que la eficacia en el
desarrollo de sus investigaciones y enjuiciamientos depende en gran medida de la
cooperación de los Estados, sobre todo en lo referente a la detención y entrega de
personas, la identificación y congelación de sus activos y la reubicación de testigos
y víctimas, entre otros.
Las situaciones de Sudán y Libia nos muestran las dificultades que se han presen-
tado, en particular, frente al efectivo cumplimiento de las órdenes de detención y
entrega de las personas objeto de investigación, a pesar de que ambas están siendo
investigadas a instancia del propio Consejo de Seguridad, por constituir una ame-
naza para la paz y la seguridad internacional.
Es por eso que, como ha reiterado la CPI, es necesario reforzar y profundizar
en el modelo de cooperación entre los Estados y la CPI43. No existe para ello una
única solución, sino que es necesario adoptar un conjunto de medidas que permita
alcanzar este objetivo gradualmente. Por un lado, entendemos que la CPI realiza
grandes esfuerzos por lograr una mayor difusión de su actuación y presencia en el
terreno, y creemos que este es uno de los caminos apropiados, así como también
generar más espacios de diálogo con las autoridades estatales, a efectos de que se
conozca mejor su funcionamiento. Por otro lado, la CPI debe brindar un mayor

43 CORTE PENAL INTERNACIONAL, Informe de la Corte sobre la estrategia de información pública 2011-
2013, ICC-ASP/9/29, de 22 de noviembre 2010.
ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120, Vol1, pp. 43-60, 2013 55
apoyo a las jurisdicciones nacionales, para que ellas mismas puedan desarrollar la
capacidad de juzgar a los autores de crímenes internacionales y así cumplir con su
responsabilidad primaria de investigación y enjuiciamiento44.
Asimismo, es importante que la CPI clarifique, mediante la jurisprudencia de su
Sala de Apelaciones, ciertas cuestiones como las relativas al alcance de las obliga-
ciones de los Estados no parte en casos de remisiones del Consejo de Seguridad o
la tan debatida cuestión de las inmunidades de los jefes de Estado y de Gobierno,
sobre todo de Estados no parte y su relación con el Artículo 98 ER, por poner solo
algunos ejemplos analizados en este trabajo.
En todo caso, no podemos perder la perspectiva de que será, en última instancia,
el compromiso de los Estados, ya sea considerados en forma individual, como parte
de la Asamblea de los Estados Parte o incluso si actuan en calidad de miembros del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el que determinará el grado de eficacia
del modelo de cooperación previsto en el Estatuto de Roma. A la Corte no le queda
sino adoptar las medidas ya señaladas para incentivar un refortalecimiento de dicho
compromiso.

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TRIFFTERER, O., Commentary on the Rome Statute of the International Criminal


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60 ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120 , Vol1, pp. 43-60, 2013


Estatuto de Roma
de la
Corte Penal Internacional*

* El texto del Estatuto de Roma que se distribuyó como documento A/CONF.183/9, de 17 de julio de 1998, enmendado por los procès-
verbaux de 10 de noviembre de 1998, 12 de julio de 1999, 30 de noviembre de 1999, 8 de mayo de 2000, 17 de enero de 2001 y 16 de
enero de 2002. El Estatuto entró en vigor el 1o de julio de 2002.
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional

PREÁMBULO

Los Estados Partes en el presente Estatuto,


Conscientes de que todos los pueblos están unidos por estrechos lazos y sus culturas
configuran un patrimonio común y observando con preocupación que este delicado mosaico
puede romperse en cualquier momento,
Teniendo presente que, en este siglo, millones de niños, mujeres y hombres han sido
víctimas de atrocidades que desafían la imaginación y conmueven profundamente la conciencia
de la humanidad,
Reconociendo que esos graves crímenes constituyen una amenaza para la paz, la
seguridad y el bienestar de la humanidad,
Afirmando que los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional
en su conjunto no deben quedar sin castigo y que, a tal fin, hay que adoptar medidas en el plano
nacional e intensificar la cooperación internacional para asegurar que sean efectivamente
sometidos a la acción de la justicia,
Decididos a poner fin a la impunidad de los autores de esos crímenes y a contribuir así a la
prevención de nuevos crímenes,
Recordando que es deber de todo Estado ejercer su jurisdicción penal contra los
responsables de crímenes internacionales,
Reafirmando los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y, en
particular, que los Estados se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la
integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado o en cualquier otra forma
incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas,
Destacando, en este contexto, que nada de lo dispuesto en el presente Estatuto deberá
entenderse en el sentido de que autorice a un Estado Parte a intervenir en una situación de
conflicto armado o en los asuntos internos de otro Estado,
Decididos, a los efectos de la consecución de esos fines y en interés de las generaciones
presentes y futuras, a establecer una Corte Penal Internacional de carácter permanente,
independiente y vinculada con el sistema de las Naciones Unidas que tenga competencia sobre los
crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto,
Destacando que la Corte Penal Internacional establecida en virtud del presente Estatuto
será complementaria de las jurisdicciones penales nacionales,
Decididos a garantizar que la justicia internacional sea respetada y puesta en práctica en
forma duradera,
Han convenido en lo siguiente:

PARTE I. DEL ESTABLECIMIENTO DE LA CORTE

Artículo 1
La Corte
Se instituye por el presente una Corte Penal Internacional (“la Corte”). La Corte será una
institución permanente, estará facultada para ejercer su jurisdicción sobre personas respecto de los
crímenes más graves de trascendencia internacional de conformidad con el presente Estatuto y
tendrá carácter complementario de las jurisdicciones penales nacionales. La competencia y el
funcionamiento de la Corte se regirán por las disposiciones del presente Estatuto.

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Artículo 2
Relación de la Corte con las Naciones Unidas
La Corte estará vinculada con las Naciones Unidas por un acuerdo que deberá aprobar la
Asamblea de los Estados Partes en el presente Estatuto y concluir luego el Presidente de la Corte
en nombre de ésta.

Artículo 3
Sede de la Corte
1. La sede de la Corte estará en La Haya, Países Bajos (“el Estado anfitrión”).
2. La Corte concertará con el Estado anfitrión un acuerdo relativo a la sede que
deberá aprobar la Asamblea de los Estados Partes y concluir luego el Presidente de la Corte en
nombre de ésta.
3. La Corte podrá celebrar sesiones en otro lugar cuando lo considere conveniente, de
conformidad con lo dispuesto en el presente Estatuto.

Artículo 4
Condición jurídica y atribuciones de la Corte
1. La Corte tendrá personalidad jurídica internacional. Tendrá también la capacidad
jurídica que sea necesaria para el desempeño de sus funciones y la realización de sus propósitos.
2. La Corte podrá ejercer sus funciones y atribuciones de conformidad con lo
dispuesto en el presente Estatuto en el territorio de cualquier Estado Parte y, por acuerdo especial,
en el territorio de cualquier otro Estado.

PARTE II. DE LA COMPETENCIA, LA ADMISIBILIDAD


Y ELDERECHO APLICABLE

Artículo 5
Crímenes de la competencia de la Corte
1. La competencia de la Corte se limitará a los crímenes más graves de trascendencia
para la comunidad internacional en su conjunto. La Corte tendrá competencia, de conformidad
con el presente Estatuto, respecto de los siguientes crímenes:
a) El crimen de genocidio;
b) Los crímenes de lesa humanidad;
c) Los crímenes de guerra;
d) El crimen de agresión.
2. La Corte ejercerá competencia respecto del crimen de agresión una vez que se
apruebe una disposición de conformidad con los artículos 121 y 123 en que se defina el crimen y
se enuncien las condiciones en las cuales lo hará. Esa disposición será compatible con las
disposiciones pertinentes de la Carta de las Naciones Unidas.

Artículo 6
Genocidio
A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por “genocidio” cualquiera de los actos
mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un
grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal:

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a) Matanza de miembros del grupo;
b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de
acarrear su destrucción física, total o parcial;
d) Medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo;
e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.

Artículo 7
Crímenes de lesa humanidad
1. A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por “crimen de lesa humanidad”
cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o
sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque:
a) Asesinato;
b) Exterminio;
c) Esclavitud;
d) Deportación o traslado forzoso de población;
e) Encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas
fundamentales de derecho internacional;
f) Tortura;
g) Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado,
esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable;
h) Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos
políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género definido en el párrafo 3, u
otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional,
en conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de la
competencia de la Corte;
i) Desaparición forzada de personas;
j) El crimen de apartheid;
k) Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes
sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física.
2. A los efectos del párrafo 1:
a) Por “ataque contra una población civil” se entenderá una línea de conducta que
implique la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1 contra una población civil, de
conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer ese ataque o para
promover esa política;
b) El “exterminio” comprenderá la imposición intencional de condiciones de vida,
entre otras, la privación del acceso a alimentos o medicinas, entre otras, encaminadas a causar la
destrucción de parte de una población;
c) Por “esclavitud” se entenderá el ejercicio de los atributos del derecho de propiedad
sobre una persona, o de algunos de ellos, incluido el ejercicio de esos atributos en el tráfico de
personas, en particular mujeres y niños;
d) Por “deportación o traslado forzoso de población” se entenderá el desplazamiento
forzoso de las personas afectadas, por expulsión u otros actos coactivos, de la zona en que estén
legítimamente presentes, sin motivos autorizados por el derecho internacional;

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e) Por “tortura” se entenderá causar intencionalmente dolor o sufrimientos graves, ya
sean físicos o mentales, a una persona que el acusado tenga bajo su custodia o control; sin
embargo, no se entenderá por tortura el dolor o los sufrimientos que se deriven únicamente de
sanciones lícitas o que sean consecuencia normal o fortuita de ellas;
f) Por “embarazo forzado” se entenderá el confinamiento ilícito de una mujer a la
que se ha dejado embarazada por la fuerza, con la intención de modificar la composición étnica de
una población o de cometer otras violaciones graves del derecho internacional. En modo alguno se
entenderá que esta definición afecta a las normas de derecho interno relativas al embarazo;
g) Por “persecución” se entenderá la privación intencional y grave de derechos
fundamentales en contravención del derecho internacional en razón de la identidad del grupo o de
la colectividad;
h) Por “el crimen de apartheid” se entenderán los actos inhumanos de carácter similar
a los mencionados en el párrafo 1 cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de
opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la
intención de mantener ese régimen;
i) Por “desaparición forzada de personas” se entenderá la aprehensión, la detención o
el secuestro de personas por un Estado o una organización política, o con su autorización, apoyo o
aquiescencia, seguido de la negativa a admitir tal privación de libertad o dar información sobre la
suerte o el paradero de esas personas, con la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley por
un período prolongado.
3. A los efectos del presente Estatuto se entenderá que el término “género” se refiere
a los dos sexos, masculino y femenino, en el contexto de la sociedad. El término “género” no
tendrá más acepción que la que antecede.

Artículo 8
Crímenes de guerra
1. La Corte tendrá competencia respecto de los crímenes de guerra en particular
cuando se cometan como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran escala de
tales crímenes.
2. A los efectos del presente Estatuto, se entiende por “crímenes de guerra”:
a) Infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber,
cualquiera de los siguientes actos contra personas o bienes protegidos por las disposiciones del
Convenio de Ginebra pertinente:
i) El homicidio intencional;
ii) La tortura o los tratos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos;
iii) El hecho de causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar gravemente
contra la integridad física o la salud;
iv) La destrucción y la apropiación de bienes, no justificadas por necesidades
militares, y efectuadas a gran escala, ilícita y arbitrariamente;
v) El hecho de forzar a un prisionero de guerra o a otra persona protegida a servir en
las fuerzas de una Potencia enemiga;
vi) El hecho de privar deliberadamente a un prisionero de guerra o a otra persona
protegida de su derecho a ser juzgado legítima e imparcialmente;
vii) La deportación o el traslado ilegal o el confinamiento ilegal;
viii) La toma de rehenes;

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b) Otras violaciones graves de las leyes y usos aplicables en los conflictos armados
internacionales dentro del marco establecido de derecho internacional, a saber, cualquiera de los
actos siguientes:
i) Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o contra
personas civiles que no participen directamente en las hostilidades;
ii) Dirigir intencionalmente ataques contra bienes civiles, es decir, bienes que no son
objetivos militares;
iii) Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades
o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz o de asistencia
humanitaria de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, siempre que
tengan derecho a la protección otorgada a civiles o bienes civiles con arreglo al
derecho internacional de los conflictos armados;
iv) Lanzar un ataque intencionalmente, a sabiendas de que causará pérdidas
incidentales de vidas, lesiones a civiles o daños a bienes de carácter civil o daños
extensos, duraderos y graves al medio ambiente natural que serían
manifiestamente excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa de
conjunto que se prevea;
v) Atacar o bombardear, por cualquier medio, ciudades, aldeas, viviendas o edificios
que no estén defendidos y que no sean objetivos militares;
vi) Causar la muerte o lesiones a un combatiente que haya depuesto las armas o que,
al no tener medios para defenderse, se haya rendido a discreción;
vii) Utilizar de modo indebido la bandera blanca, la bandera nacional o las insignias
militares o el uniforme del enemigo o de las Naciones Unidas, así como los
emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra, y causar así la muerte o
lesiones graves;
viii) El traslado, directa o indirectamente, por la Potencia ocupante de parte de su
población civil al territorio que ocupa o la deportación o el traslado de la totalidad
o parte de la población del territorio ocupado, dentro o fuera de ese territorio;
ix) Dirigir intencionalmente ataques contra edificios dedicados a la religión, la
educación, las artes, las ciencias o la beneficencia, los monumentos históricos, los
hospitales y los lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, siempre que no
sean objetivos militares;
x) Someter a personas que estén en poder de una parte adversa a mutilaciones físicas
o a experimentos médicos o científicos de cualquier tipo que no estén justificados
en razón de un tratamiento médico, dental u hospitalario, ni se lleven a cabo en su
interés, y que causen la muerte o pongan gravemente en peligro su salud;
xi) Matar o herir a traición a personas pertenecientes a la nación o al ejército enemigo;
xii) Declarar que no se dará cuartel;
xiii) Destruir o apoderarse de bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la
guerra lo hagan imperativo;
xiv) Declarar abolidos, suspendidos o inadmisibles ante un tribunal los derechos y
acciones de los nacionales de la parte enemiga;
xv) Obligar a los nacionales de la parte enemiga a participar en operaciones bélicas
dirigidas contra su propio país, aunque hubieran estado al servicio del beligerante
antes del inicio de la guerra;
xvi) Saquear una ciudad o una plaza, incluso cuando es tomada por asalto;

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xvii) Emplear veneno o armas envenenadas;
xviii) Emplear gases asfixiantes, tóxicos o similares o cualquier líquido, material o
dispositivo análogos;
xix) Emplear balas que se ensanchan o aplastan fácilmente en el cuerpo humano, como
balas de camisa dura que no recubra totalmente la parte interior o que tenga
incisiones;
xx) Emplear armas, proyectiles, materiales y métodos de guerra que, por su propia
naturaleza, causen daños superfluos o sufrimientos innecesarios o surtan efectos
indiscriminados en violación del derecho internacional de los conflictos armados, a
condición de que esas armas o esos proyectiles, materiales o métodos de guerra,
sean objeto de una prohibición completa y estén incluidos en un anexo del
presente Estatuto en virtud de una enmienda aprobada de conformidad con las
disposiciones que, sobre el particular, figuran en los artículos 121 y 123;
xxi) Cometer atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos
humillantes y degradantes;
xxii) Cometer actos de violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo
forzado, definido en el apartado f) del párrafo 2 del artículo 7, esterilización
forzada y cualquier otra forma de violencia sexual que tambien constituya una
infracción grave de los Convenios de Ginebra;
xxiii) Utilizar la presencia de una persona civil u otra persona protegida para poner
ciertos puntos, zonas o fuerzas militares a cubierto de operaciones militares;
xxiv) Dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y medios de
transporte sanitarios, y contra personal que utilice los emblemas distintivos de los
Convenios de Ginebra de conformidad con el derecho internacional;
xxv) Hacer padecer intencionalmente hambre a la población civil como método de
hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para su supervivencia,
incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro de
conformidad con los Convenios de Ginebra;
xxvi) Reclutar o alistar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o
utilizarlos para participar activamente en las hostilidades;
c) En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional, las violaciones
graves del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber,
cualquiera de los siguientes actos cometidos contra personas que no participen directamente en las
hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las
personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa:
i) Los atentatos contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en
todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura;
ii) Los ultrajes contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y
degradantes;
iii) La toma de rehenes;
iv) Las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal
regularmente constituido, con todas las garantías judiciales generalmente
reconocidas como indispensables.
d) El párrafo 2 c) del presente artículo se aplica a los conflictos armados que no son
de índole internacional, y por consiguiente, no se aplica a las situaciones de tensiones internas y de
disturbios interiores, tales como los motines, los actos esporádicos y aislados de violencia u otros
actos análogos.

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e) Otras violaciones graves de las leyes y los usos aplicables en los conflictos
armados que no sean de índole internacional, dentro del marco establecido de derecho
internacional, a saber, cualquiera de los actos siguientes:
i) Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil como tal o contra civiles
que no participen directamente en las hostilidades;
ii) Dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y medios de
transporte sanitarios y contra el personal que utilicen los emblemas distintivos de
los Convenios de Ginebra de conformidad con el derecho internacional;
iii) Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades
o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz o de asistencia
humanitaria de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, siempre que
tengan derecho a la protección otorgada a civiles o bienes civiles con arreglo al
derecho internacional de los conflictos armados;
iv) Dirigir intencionalmente ataques contra edificios dedicados a la religión, la
educación, las artes, las ciencias o la beneficencia, los monumentos históricos, los
hospitales y otros lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, a condición de
que no sean objetivos militares;
v) Saquear una ciudad o plaza, incluso cuando es tomada por asalto;
vi) Cometer actos de violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo
forzado, definido en el apartado f) del párrafo 2 del artículo 7, esterilización
forzada o cualquier otra forma de violencia sexual que constituya también una
violación grave del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra;
vii) Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o grupos o
utilizarlos para participar activamente en hostilidades;
viii) Ordenar el desplazamiento de la población civil por razones relacionadas con el
conflicto, a menos que así lo exija la seguridad de los civiles de que se trate o por
razones militares imperativas;
ix) Matar o herir a traición a un combatiente adversario;
x) Declarar que no se dará cuartel;
xi) Someter a las personas que estén en poder de otra parte en el conflicto a
mutilaciones físicas o a experimentos médicos o científicos de cualquier tipo que
no estén justificados en razón del tratamiento médico, dental u hospitalario de la
persona de que se trate ni se lleven a cabo en su interés, y que provoquen la muerte
o pongan gravemente en peligro su salud;
xii) Destruir o apoderarse de bienes de un adversario, a menos que las necesidades del
conflicto lo hagan imperativo;
f) El párrafo 2 e) del presente artículo se aplica a los conflictos armados que no son
de índole internacional y, por consiguiente, no se aplica a las situaciones de tensiones internas y de
disturbios interiores, tales como los motines, los actos esporádicos y aislados de violencia u otros
actos análogos. Se aplica a los conflictos armados que tienen lugar en el territorio de un Estado
cuando existe un conflicto armado prolongado entre las autoridades gubernamentales y grupos
armados organizados o entre tales grupos.
3. Nada de lo dispuesto en los párrafos 2 c) y e) afectará a la responsabilidad que
incumbe a todo gobierno de mantener o restablecer el orden público en el Estado o de defender la
unidad e integridad territorial del Estado por cualquier medio legítimo.

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Artículo 9
Elementos de los crímenes
1. Los Elementos de los crímenes, que ayudarán a la Corte a interpretar y aplicar los
artículos 6, 7 y 8 del presente Estatuto, serán aprobados por una mayoría de dos tercios de los
miembros de la Asamblea de los Estados Partes.
2. Podrán proponer enmiendas a los Elementos de los crímenes:
a) Cualquier Estado Parte;
b) Los magistrados, por mayoría absoluta;
c) El Fiscal.
Las enmiendas serán aprobadas por una mayoría de dos tercios de los miembros de la
Asamblea de los Estados Partes.
3. Los Elementos de los crímenes y sus enmiendas serán compatibles con lo
dispuesto en el presente Estatuto.

Artículo 10
Nada de lo dispuesto en la presente parte se interpretará en el sentido de que limite o
menoscabe de alguna manera las normas existentes o en desarrollo del derecho internacional para
fines distintos del presente Estatuto.

Artículo 11
Competencia temporal
1. La Corte tendrá competencia únicamente respecto de crímenes cometidos después
de la entrada en vigor del presente Estatuto.
2. Si un Estado se hace Parte en el presente Estatuto después de su entrada en vigor,
la Corte podrá ejercer su competencia únicamente con respecto a los crímenes cometidos después
de la entrada en vigor del presente Estatuto respecto de ese Estado, a menos que éste haya hecho
una declaración de conformidad con el párrafo 3 del artículo 12.

Artículo 12
Condiciones previas para el ejercicio de la competencia
1. El Estado que pase a ser Parte en el presente Estatuto acepta por ello la
competencia de la Corte respecto de los crímenes a que se refiere el artículo 5.
2. En el caso de los apartados a) o c) del artículo 13, la Corte podrá ejercer su
competencia si uno o varios de los Estados siguientes son Partes en el presente Estatuto o han
aceptado la competencia de la Corte de conformidad con el párrafo 3:
a) El Estado en cuyo territorio haya tenido lugar la conducta de que se trate, o si el
crimen se hubiere cometido a bordo de un buque o de una aeronave, el Estado de matrícula del
buque o la aeronave;
b) El Estado del que sea nacional el acusado del crimen.
3. Si la aceptación de un Estado que no sea Parte en el presente Estatuto fuere
necesaria de conformidad con el párrafo 2, dicho Estado podrá, mediante declaración depositada
en poder del Secretario, consentir en que la Corte ejerza su competencia respecto del crimen de
que se trate. El Estado aceptante cooperará con la Corte sin demora ni excepción de conformidad
con la Parte IX.

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Artículo 13
Ejercicio de la competencia
La Corte podrá ejercer su competencia respecto de cualquiera de los crímenes a que se
refiere el artículo 5 de conformidad con las disposiciones del presente Estatuto si:
a) Un Estado Parte remite al Fiscal, de conformidad con el artículo 14, una situación
en que parezca haberse cometido uno o varios de esos crímenes;
b) El Consejo de Seguridad, actuando con arreglo a lo dispuesto en el Capítulo VII de
la Carta de las Naciones Unidas, remite al Fiscal una situación en que parezca haberse cometido
uno o varios de esos crímenes; o
c) El Fiscal ha iniciado una investigación respecto de un crimen de ese tipo de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 15.

Artículo 14
Remisión de una situación por un Estado Parte
1. Todo Estado Parte podrá remitir al Fiscal una situación en que parezca haberse
cometido uno o varios crímenes de la competencia de la Corte y pedir al Fiscal que investigue la
situación a los fines de determinar si se ha de acusar de la comisión de tales crímenes a una o
varias personas determinadas.
2. En la medida de lo posible, en la remisión se especificarán las circunstancias
pertinentes y se adjuntará la documentación justificativa de que disponga el Estado denunciante.

Artículo 15
El Fiscal
1. El Fiscal podrá iniciar de oficio una investigación sobre la base de información
acerca de un crimen de la competencia de la Corte.
2. El Fiscal analizará la veracidad de la información recibida. Con tal fin, podrá
recabar más información de los Estados, los órganos de las Naciones Unidas, las organizaciones
intergubernamentales o no gubernamentales u otras fuentes fidedignas que considere apropiadas y
podrá recibir testimonios escritos u orales en la sede de la Corte.
3. El Fiscal, si llegare a la conclusión de que existe fundamento suficiente para abrir
una investigación, presentará a la Sala de Cuestiones Preliminares una petición de autorización
para ello, junto con la documentación justificativa que haya reunido. Las víctimas podrán
presentar observaciones a la Sala de Cuestiones Preliminares, de conformidad con las Reglas de
Procedimiento y Prueba.
4. Si, tras haber examinado la petición y la documentación que la justifique, la Sala
de Cuestiones Preliminares considerare que hay fundamento suficiente para abrir una
investigación y que el asunto parece corresponder a la competencia de la Corte, autorizará el inicio
de la investigación, sin perjuicio de las resoluciones que pueda adoptar posteriormente la Corte
con respecto a su competencia y la admisibilidad de la causa.
5. La negativa de la Sala de Cuestiones Preliminares a autorizar la investigación no
impedirá que el Fiscal presente ulteriormente otra petición basada en nuevos hechos o pruebas
relacionados con la misma situación.
6. Si, después del examen preliminar a que se refieren los párrafos 1 y 2, el Fiscal
llega a la conclusión de que la información presentada no constituye fundamento suficiente para
una investigación, informará de ello a quienes la hubieren presentado. Ello no impedirá que el
Fiscal examine a la luz de hechos o pruebas nuevos, otra información que reciba en relación con la
misma situación.

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Artículo 16
Suspensión de la investigación o el enjuiciamiento
En caso de que el Consejo de Seguridad, de conformidad con una resolución aprobada con
arreglo a lo dispuesto en el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, pida a la Corte que no
inicie o que suspenda por un plazo de doce meses la investigación o el enjuiciamiento que haya
iniciado, la Corte procederá a esa suspensión; la petición podrá ser renovada por el Consejo de
Seguridad en las mismas condiciones.

Artículo 17
Cuestiones de admisibilidad
1. La Corte teniendo en cuenta el décimo párrafo del preámbulo y el artículo 1,
resolverá la inadmisibilidad de un asunto cuando:
a) El asunto sea objeto de una investigación o enjuiciamiento por un Estado que
tenga jurisdicción sobre él salvo que éste no esté dispuesto a llevar a cabo la investigación o el
enjuiciamiento o no pueda realmente hacerlo;
b) El asunto haya sido objeto de investigación por un Estado que tenga jurisdicción
sobre él y éste haya decidido no incoar acción penal contra la persona de que se trate, salvo que la
decisión haya obedecido a que no esté dispuesto a llevar a cabo el enjuiciamiento o no pueda
realmente hacerlo;
c) La persona de que se trate haya sido ya enjuiciada por la conducta a que se refiere
la denuncia, y la Corte no pueda adelantar el juicio con arreglo a lo dispuesto en el párrafo 3 del
artículo 20;
d) El asunto no sea de gravedad suficiente para justificar la adopción de otras
medidas por la Corte.
2. A fin de determinar si hay o no disposición a actuar en un asunto determinado, la
Corte examinará, teniendo en cuenta los principios de un proceso con las debidas garantías
reconocidos por el derecho internacional, si se da una o varias de las siguientes circunstancias,
según el caso:
a) Que el juicio ya haya estado o esté en marcha o que la decisión nacional haya sido
adoptada con el propósito de sustraer a la persona de que se trate de su responsabilidad penal por
crímenes de la competencia de la Corte, según lo dispuesto en el artículo 5;
b) Que haya habido una demora injustificada en el juicio que, dadas las
circunstancias, sea incompatible con la intención de hacer comparecer a la persona de que se trate
ante la justicia;
c) Que el proceso no haya sido o no esté siendo sustanciado de manera independiente
o imparcial y haya sido o esté siendo sustanciado de forma en que, dadas las circunstancias, sea
incompatible con la intención de hacer comparecer a la persona de que se trate ante la justicia.
3. A fin de determinar la incapacidad para investigar o enjuiciar en un asunto
determinado, la Corte examinará si el Estado, debido al colapso total o sustancial de su
administración nacional de justicia o al hecho de que carece de ella, no puede hacer comparecer al
acusado, no dispone de las pruebas y los testimonios necesarios o no está por otras razones en
condiciones de llevar a cabo el juicio.

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Artículo 18
Decisiones preliminares relativas a la admisibilidad
1. Cuando se haya remitido a la Corte una situación en virtud del artículo 13 a) y el
Fiscal haya determinado que existen fundamentos razonables para comenzar una investigación, o
el Fiscal inicie una investigación en virtud de los artículos 13 c) y 15, éste lo notificará a todos los
Estados Partes y a aquellos Estados que, teniendo en cuenta la información disponible, ejercerían
normalmente la jurisdicción sobre los crímenes de que se trate. El Fiscal podrá hacer la
notificación a esos Estados con carácter confidencial y, cuando lo considere necesario a fin de
proteger personas, impedir la destrucción de pruebas o impedir la fuga de personas, podrá limitar
el alcance de la información proporcionada a los Estados.
2. Dentro del mes siguiente a la recepción de dicha notificación, el Estado podrá
informar a la Corte que está llevando o ha llevado a cabo una investigación en relación con sus
nacionales u otras personas bajo su jurisdicción respecto de actos criminales que puedan constituir
crímenes contemplados en el artículo 5 y a los que se refiera la información proporcionada en la
notificación a los Estados. A petición de dicho Estado, el Fiscal se inhibirá de su competencia en
favor del Estado en relación con la investigación sobre las personas antes mencionadas, a menos
que la Sala de Cuestiones Preliminares decida, a petición del Fiscal autorizar la investigación.
3. El Fiscal podrá volver a examinar la cuestión de la inhibición de su competencia al
cabo de seis meses a partir de la fecha de la inhibición o cuando se haya producido un cambio
significativo de circunstancias en vista de que el Estado no está dispuesto a llevar a cabo la
investigación o no puede realmente hacerlo.
4. El Estado de que se trate o el Fiscal podrán apelar ante la Sala de Apelaciones de la
decisión de la Sala de Cuestiones Preliminares, de conformidad con el artículo 82. La apelación
podrá sustanciarse en forma sumaria.
5. Cuando el Fiscal se haya inhibido de su competencia en relación con la
investigación con arreglo a lo dispuesto en el párrafo 2, podrá pedir al Estado de que se trate que le
informe periódicamente de la marcha de sus investigaciones y del juicio ulterior. Los Estados
Partes responderán a esas peticiones sin dilaciones indebidas.
6. El Fiscal podrá, hasta que la Sala de Cuestiones Preliminares haya emitido su
decisión, o en cualquier momento si se hubiere inhibido de su competencia en virtud de este
artículo, pedir a la Sala de Cuestiones Preliminares, con carácter excepcional, que le autorice a
llevar adelante las indagaciones que estime necesarias cuando exista una oportunidad única de
obtener pruebas importantes o exista un riesgo significativo de que esas pruebas no estén
disponibles ulteriormente.
7. El Estado que haya apelado una decisión de la Sala de Cuestiones Preliminares en
virtud del presente artículo podrá impugnar la admisibilidad de un asunto en virtud del artículo 19,
haciendo valer hechos nuevos importantes o un cambio significativo de las circunstancias.

Artículo 19
Impugnación de la competencia de la Corte
o de la admisibilidad de la causa
1. La Corte se cerciorará de ser competente en todas las causas que le sean sometidas.
La Corte podrá determinar de oficio la admisibilidad de una causa de conformidad con el
artículo 17.
2. Podrán impugnar la admisibilidad de la causa, por uno de los motivos
mencionados en el artículo 17, o impugnar la competencia de la Corte:
a) El acusado o la persona contra la cual se haya dictado una orden de detención o
una orden de comparecencia con arreglo al artículo 58;

13
b) Un Estado que tenga jurisdicción en la causa porque está investigándola o
enjuiciándola o lo ha hecho antes; o
c) Un Estado cuya aceptación se requiera de conformidad con el artículo 12.
3. El Fiscal podrá pedir a la Corte que se pronuncie sobre una cuestión de
competencia o de admisibilidad. En las actuaciones relativas a la competencia o la admisibilidad,
podrán presentar asimismo observaciones a la Corte quienes hayan remitido la situación de
conformidad con el artículo 13 y las víctimas.
4. La admisibilidad de una causa o la competencia de la Corte sólo podrán ser
impugnadas una sola vez por cualquiera de las personas o los Estados a que se hace referencia en
el párrafo 2. La impugnación se hará antes del juicio o a su inicio. En circunstancias
excepcionales, la Corte podrá autorizar que la impugnación se haga más de una vez o en una fase
ulterior del juicio. Las impugnaciones a la admisibilidad de una causa hechas al inicio del juicio, o
posteriormente con la autorización de la Corte, sólo podrán fundarse en el párrafo 1 c) del
artículo 17.
5. El Estado a que se hace referencia en los apartados b) y c) del párrafo 2 del
presente artículo hará la impugnación lo antes posible.
6. Antes de la confirmación de los cargos, la impugnación de la admisibilidad de una
causa o de la competencia de la Corte será asignada a la Sala de Cuestiones Preliminares. Después
de confirmados los cargos, será asignada a la Sala de Primera Instancia. Las decisiones relativas a
la competencia o la admisibilidad podrán ser recurridas ante la Sala de Apelaciones de
conformidad con el artículo 82.
7. Si la impugnación es hecha por el Estado a que se hace referencia en los
apartados b) o c) del párrafo 2, el Fiscal suspenderá la investigación hasta que la Corte resuelva de
conformidad con el artículo 17.
8. Hasta antes de que la Corte se pronuncie, el Fiscal podrá pedirle autorización para:
a) Practicar las indagaciones necesarias de la índole mencionada en el párrafo 6 del
artículo 18;
b) Tomar declaración a un testigo o recibir su testimonio, o completar la recolección
y el examen de las pruebas que hubiere iniciado antes de la impugnación; y
c) Impedir, en cooperación con los Estados que corresponda, que eludan la acción de
la justicia personas respecto de las cuales el Fiscal haya pedido ya una orden de detención en
virtud del artículo 58.
9. La impugnación no afectará a la validez de ningún acto realizado por el Fiscal, ni
de ninguna orden o mandamiento dictado por la Corte, antes de ella.
10. Si la Corte hubiere declarado inadmisible una causa de conformidad con el
artículo 17, el Fiscal podrá pedir que se revise esa decisión cuando se haya cerciorado cabalmente
de que han aparecido nuevos hechos que invalidan los motivos por los cuales la causa había sido
considerada inadmisible de conformidad con dicho artículo.
11. El Fiscal, si habida cuenta de las cuestiones a que se refiere el artículo 17 suspende
una investigación, podrá pedir que el Estado de que se trate ponga a su disposición información
sobre las actuaciones. A petición de ese Estado, dicha información será confidencial. El Fiscal, si
decide posteriormente abrir una investigación, notificará su decisión al Estado cuyas actuaciones
hayan dado origen a la suspensión.

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Artículo 20
Cosa juzgada
1. Salvo que en el presente Estatuto se disponga otra cosa, nadie será procesado por
la Corte en razón de conductas constitutivas de crímenes por los cuales ya hubiere sido condenado
o absuelto por la Corte.
2. Nadie será procesado por otro tribunal en razón de uno de los crímenes
mencionados en el artículo 5 por el cual la Corte ya le hubiere condenado o absuelto.
3. La Corte no procesará a nadie que haya sido procesado por otro tribunal en razón
de hechos también prohibidos en virtud de los artículos 6, 7 u 8 a menos que el proceso en el otro
tribunal:
a) Obedeciera al propósito de sustraer al acusado de su responsabilidad penal por
crímenes de la competencia de la Corte; o
b) No hubiere sido instruido en forma independiente o imparcial de conformidad con
las debidas garantías procesales reconocidas por el derecho internacional o lo hubiere sido de
alguna manera que, en las circunstancias del caso, fuere incompatible con la intención de someter
a la persona a la acción de la justicia.

Artículo 21
Derecho aplicable
1. La Corte aplicará:
a) En primer lugar, el presente Estatuto, los Elementos de los crímenes y sus Reglas
de Procedimiento y Prueba;
b) En segundo lugar, cuando proceda, los tratados aplicables, los principios y normas
del derecho internacional, incluidos los principios establecidos del derecho internacional de los
conflictos armados;
c) En su defecto, los principios generales del derecho que derive la Corte del derecho
interno de los sistemas jurídicos del mundo, incluido, cuando proceda, el derecho interno de los
Estados que normalmente ejercerían jurisdicción sobre el crimen, siempre que esos principios no
sean incompatibles con el presente Estatuto ni con el derecho internacional ni las normas y
estándares internacionalmente reconocidos.
2. La Corte podrá aplicar principios y normas de derecho respecto de los cuales
hubiere hecho una interpretación en decisiones anteriores.
3. La aplicación e interpretación del derecho de conformidad con el presente artículo
deberá ser compatible con los derechos humanos internacionalmente reconocidos, sin distinción
alguna basada en motivos como el género, definido en el párrafo 3 del artículo 7, la edad, la raza,
el color, el idioma, la religión o el credo, la opinión política o de otra índole, el origen nacional,
étnico o social, la posición económica, el nacimiento u otra condición.

PARTE III. DE LOS PRINCIPIOS GENERALES DE DERECHO PENAL

Artículo 22
Nullum crimen sine lege
1. Nadie será penalmente responsable de conformidad con el presente Estatuto a
menos que la conducta de que se trate constituya, en el momento en que tiene lugar, un crimen de
la competencia de la Corte.

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2. La definición de crimen será interpretada estrictamente y no se hará extensiva por
analogía. En caso de ambigüedad, será interpretada en favor de la persona objeto de investigación,
enjuiciamiento o condena.
3. Nada de lo dispuesto en el presente artículo afectará a la tipificación de una
conducta como crimen de derecho internacional independientemente del presente Estatuto.

Artículo 23
Nulla poena sine lege
Quien sea declarado culpable por la Corte únicamente podrá ser penado de conformidad
con el presente Estatuto.

Artículo 24
Irretroactividad ratione personae
1. Nadie será penalmente responsable de conformidad con el presente Estatuto por
una conducta anterior a su entrada en vigor.
2. De modificarse el derecho aplicable a una causa antes de que se dicte la sentencia
definitiva, se aplicarán las disposiciones más favorables a la persona objeto de la investigación, el
enjuiciamiento o la condena.

Artículo 25
Responsabilidad penal individual
1. De conformidad con el presente Estatuto, la Corte tendrá competencia respecto de
las personas naturales.
2. Quien cometa un crimen de la competencia de la Corte será responsable
individualmente y podrá ser penado de conformidad con el presente Estatuto.
3. De conformidad con el presente Estatuto, será penalmente responsable y podrá ser
penado por la comisión de un crimen de la competencia de la Corte quien:
a) Cometa ese crimen por sí solo, con otro o por conducto de otro, sea éste o no
penalmente responsable;
b) Ordene, proponga o induzca la comisión de ese crimen, ya sea consumado o en
grado de tentativa;
c) Con el propósito de facilitar la comisión de ese crimen, sea cómplice o encubridor
o colabore de algún modo en la comisión o la tentativa de comisión del crimen, incluso
suministrando los medios para su comisión;
d) Contribuya de algún otro modo en la comisión o tentativa de comisión del crimen
por un grupo de personas que tengan una finalidad común. La contribución deberá ser intencional
y se hará:
i) Con el propósito de llevar a cabo la actividad o propósito delictivo del grupo,
cuando una u otro entrañe la comisión de un crimen de la competencia de la Corte;
o
ii) A sabiendas de que el grupo tiene la intención de cometer el crimen;
e) Respecto del crimen de genocidio, haga una instigación directa y pública a que se
cometa;
f) Intente cometer ese crimen mediante actos que supongan un paso importante para
su ejecución, aunque el crimen no se consume debido a circunstancias ajenas a su voluntad. Sin
embargo, quien desista de la comisión del crimen o impida de otra forma que se consume no

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podrá ser penado de conformidad con el presente Estatuto por la tentativa si renunciare íntegra y
voluntariamente al propósito delictivo.
4. Nada de lo dispuesto en el presente Estatuto respecto de la responsabilidad penal
de las personas naturales afectará a la responsabilidad del Estado conforme al derecho
internacional.

Artículo 26
Exclusión de los menores de 18 años de la competencia de la Corte
La Corte no será competente respecto de los que fueren menores de 18 años en el
momento de la presunta comisión del crimen.

Artículo 27
Improcedencia del cargo oficial
1. El presente Estatuto será aplicable por igual a todos sin distinción alguna basada en
el cargo oficial. En particular, el cargo oficial de una persona, sea Jefe de Estado o de Gobierno,
miembro de un gobierno o parlamento, representante elegido o funcionario de gobierno, en
ningún caso la eximirá de responsabilidad penal ni constituirá per se motivo para reducir la pena.
2. Las inmunidades y las normas de procedimiento especiales que conlleve el cargo
oficial de una persona, con arreglo al derecho interno o al derecho internacional, no obstarán para
que la Corte ejerza su competencia sobre ella.

Artículo 28
Responsabilidad de los jefes y otros superiores
Además de otras causales de responsabilidad penal de conformidad con el presente
Estatuto por crímenes de la competencia de la Corte:
a) El jefe militar o el que actúe efectivamente como jefe militar será penalmente
responsable por los crímenes de la competencia de la Corte que hubieren sido cometidos por
fuerzas bajo su mando y control efectivo, o su autoridad y control efectivo, según sea el caso, en
razón de no haber ejercido un control apropiado sobre esas fuerzas cuando:
i) Hubiere sabido o, en razón de las circunstancias del momento, hubiere debido
saber que las fuerzas estaban cometiendo esos crímenes o se proponían
cometerlos; y
ii) No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para
prevenir o reprimir su comisión o para poner el asunto en conocimiento de las
autoridades competentes a los efectos de su investigación y enjuiciamiento.
b) En lo que respecta a las relaciones entre superior y subordinado distintas de las
señaladas en el apartado a), el superior será penalmente responsable por los crímenes de la
competencia de la Corte que hubieren sido cometidos por subordinados bajo su autoridad y
control efectivo, en razón de no haber ejercido un control apropiado sobre esos subordinados,
cuando:
i) Hubiere tenido conocimiento o deliberadamente hubiere hecho caso omiso de
información que indicase claramente que los subordinados estaban cometiendo
esos crímenes o se proponían cometerlos;
ii) Los crímenes guardaren relación con actividades bajo su responsabilidad y control
efectivo; y

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iii) No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para
prevenir o reprimir su comisión o para poner el asunto en conocimiento de las
autoridades competentes a los efectos de su investigación y enjuiciamiento.

Artículo 29
Imprescriptibilidad
Los crímenes de la competencia de la Corte no prescribirán.

Artículo 30
Elemento de intencionalidad
1. Salvo disposición en contrario, una persona será penalmente responsable y podrá
ser penada por un crimen de la competencia de la Corte únicamente si los elementos materiales
del crimen se realizan con intención y conocimiento de los elementos materiales del crimen.
2. A los efectos del presente artículo, se entiende que actúa intencionalmente quien:
a) En relación con una conducta, se propone incurrir en ella;
b) En relación con una consecuencia, se propone causarla o es consciente de que se
producirá en el curso normal de los acontecimientos.
3. A los efectos del presente artículo, por “conocimiento” se entiende la conciencia
de que existe una circunstancia o se va a producir una consecuencia en el curso normal de los
acontecimientos. Las palabras “a sabiendas” y “con conocimiento” se entenderán en el mismo
sentido.

Artículo 31
Circunstancias eximentes de responsabilidad penal
1. Sin perjuicio de las demás circunstancias eximentes de responsabilidad penal
establecidas en el presente Estatuto, no será penalmente responsable quien, en el momento de
incurrir en una conducta:
a) Padeciere de una enfermedad o deficiencia mental que le prive de su capacidad
para apreciar la ilicitud o naturaleza de su conducta, o de su capacidad para controlar esa conducta
a fin de no transgredir la ley;
b) Estuviere en un estado de intoxicación que le prive de su capacidad para apreciar
la ilicitud o naturaleza de su conducta, o de su capacidad para controlar esa conducta a fin de no
transgredir la ley, salvo que se haya intoxicado voluntariamente a sabiendas de que, como
resultado de la intoxicación, probablemente incurriría en una conducta tipificada como crimen de
la competencia de la Corte, o haya hecho caso omiso del riesgo de que ello ocurriere;
c) Actuare razonablemente en defensa propia o de un tercero o, en el caso de los
crímenes de guerra, de un bien que fuese esencial para su supervivencia o la de un tercero o de un
bien que fuese esencial para realizar una misión militar, contra un uso inminente e ilícito de la
fuerza, en forma proporcional al grado de peligro para él, un tercero o los bienes protegidos. El
hecho de participar en una fuerza que realizare una operación de defensa no bastará para constituir
una circunstancia eximente de la responsabilidad penal de conformidad con el presente apartado;
d) Hubiere incurrido en una conducta que presuntamente constituya un crimen de la
competencia de la Corte como consecuencia de coacción dimanante de una amenaza de muerte
inminente o de lesiones corporales graves continuadas o inminentes para él u otra persona, y en
que se vea compelido a actuar necesaria y razonablemente para evitar esa amenaza, siempre que
no tuviera la intención de causar un daño mayor que el que se proponía evitar. Esa amenaza podrá:
i) Haber sido hecha por otras personas; o

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ii) Estar constituida por otras circunstancias ajenas a su control.
2. La Corte determinará si las circunstancias eximentes de responsabilidad penal
admitidas por el presente Estatuto son aplicables en la causa de que esté conociendo.
3. En el juicio, la Corte podrá tener en cuenta una circunstancia eximente de
responsabilidad penal distinta de las indicadas en el párrafo 1 siempre que dicha circunstancia se
desprenda del derecho aplicable de conformidad con el artículo 21. El procedimiento para el
examen de una eximente de este tipo se establecerá en las Reglas de Procedimiento y Prueba.

Artículo 32
Error de hecho o error de derecho
1. El error de hecho eximirá de responsabilidad penal únicamente si hace desaparecer
el elemento de intencionalidad requerido por el crimen.
2. El error de derecho acerca de si un determinado tipo de conducta constituye un
crimen de la competencia de la Corte no se considerará eximente. Con todo, el error de derecho
podrá considerarse eximente si hace desaparecer el elemento de intencionalidad requerido por ese
crimen o si queda comprendido en lo dispuesto en el artículo 33 del presente Estatuto.

Artículo 33
Órdenes superiores y disposiciones legales
1. Quien hubiere cometido un crimen de la competencia de la Corte en cumplimiento
de una orden emitida por un gobierno o un superior, sea militar o civil, no será eximido de
responsabilidad penal a menos que:
a) Estuviere obligado por ley a obedecer órdenes emitidas por el gobierno o el
superior de que se trate;
b) No supiera que la orden era ilícita; y
c) La orden no fuera manifiestamente ilícita.
2. A los efectos del presente artículo, se entenderá que las órdenes de cometer
genocidio o crímenes de lesa humanidad son manifiestamente ilícitas.

PARTE IV. DE LA COMPOSICIÓN Y ADMINISTRACIÓN


DE LA CORTE

Artículo 34
Órganos de la Corte
La Corte estará compuesta de los órganos siguientes:
a) La Presidencia;
b) Una Sección de Apelaciones, una Sección de Primera Instancia y una Sección de
Cuestiones Preliminares;
c) La Fiscalía;
d) La Secretaría.

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Artículo 35
Desempeño del cargo de magistrado
1. Todos los magistrados serán elegidos miembros de la Corte en régimen de
dedicación exclusiva y estarán disponibles para desempeñar su cargo en ese régimen desde que
comience su mandato.
2. Los magistrados que constituyan la Presidencia desempeñarán sus cargos en
régimen de dedicación exclusiva tan pronto como sean elegidos.
3. La Presidencia podrá, en función del volumen de trabajo de la Corte, y en consulta
con los miembros de ésta, decidir por cuánto tiempo será necesario que los demás magistrados
desempeñen sus cargos en régimen de dedicación exclusiva. Las decisiones que se adopten en ese
sentido se entenderán sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 40.
4. Las disposiciones financieras relativas a los magistrados que no deban desempeñar
sus cargos en régimen de dedicación exclusiva serán adoptadas de conformidad con el artículo 49.

Artículo 36
Condiciones que han de reunir los magistrados,
candidaturas y elección de los magistrados
1. Con sujeción a lo dispuesto en el párrafo 2, la Corte estará compuesta de
18 magistrados.
2. a) La Presidencia, actuando en nombre de la Corte, podrá proponer que aumente el
número de magistrados indicado en el párrafo 1 y señalará las razones por las cuales considera
necesario y apropiado ese aumento. El Secretario distribuirá prontamente la propuesta a todos los
Estados Partes;
b) La propuesta será examinada en una sesión de la Asamblea de los Estados Partes
que habrá de convocarse de conformidad con el artículo 112. La propuesta, que deberá ser
aprobada en la sesión por una mayoría de dos tercios de los Estados Partes, entrará en vigor en la
fecha en que decida la Asamblea;
c) i) Una vez que se haya aprobado una propuesta para aumentar el número de
magistrados con arreglo al apartado b), la elección de los nuevos
magistrados se llevará a cabo en el siguiente período de sesiones de la
Asamblea de los Estados Partes, de conformidad con los párrafos 3 a 8 del
presente artículo y con el párrafo 2 del artículo 37;
ii) Una vez que se haya aprobado y haya entrado en vigor una propuesta para
aumentar el número de magistrados con arreglo a los apartados b) y c) i), la
Presidencia podrá en cualquier momento, si el volumen de trabajo de la
Corte lo justifica, proponer que se reduzca el número de magistrados,
siempre que ese número no sea inferior al indicado en el párrafo 1.
La propuesta será examinada de conformidad con el procedimiento
establecido en los apartados a) y b). De ser aprobada, el número de
magistrados se reducirá progresivamente a medida que expiren los
mandatos y hasta que se llegue al número debido.
3. a) Los magistrados serán elegidos entre personas de alta consideración moral,
imparcialidad e integridad que reúnan las condiciones requeridas para el ejercicio de las más altas
funciones judiciales en sus respectivos países;
b) Los candidatos a magistrados deberán tener:
i) Reconocida competencia en derecho y procedimiento penales y la
necesaria experiencia en causas penales en calidad de magistrado, fiscal,
abogado u otra función similar; o

20
ii) Reconocida competencia en materias pertinentes de derecho internacional,
tales como el derecho internacional humanitario y las normas de derechos
humanos, así como gran experiencia en funciones jurídicas profesionales
que tengan relación con la labor judicial de la Corte;
c) Los candidatos a magistrado deberán tener un excelente conocimiento y dominio
de por lo menos uno de los idiomas de trabajo de la Corte.
4. a) Cualquier Estado Parte en el presente Estatuto podrá proponer candidatos en las
elecciones para magistrado de la Corte mediante:
i) El procedimiento previsto para proponer candidatos a los más altos cargos
judiciales del país; o
ii) El procedimiento previsto en el Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia para proponer candidatos a esa Corte.
Las propuestas deberán ir acompañadas de una exposición detallada acerca del grado en
que el candidato cumple los requisitos enunciados en el párrafo 3;
b) Un Estado Parte podrá proponer un candidato que no tenga necesariamente su
nacionalidad, pero que en todo caso sea nacional de un Estado Parte;
c) La Asamblea de los Estados Partes podrá decidir que se establezca un comité
asesor para las candidaturas. En ese caso, la Asamblea de los Estados Partes determinará la
composición y el mandato del comité.
5. A los efectos de la elección se harán dos listas de candidatos:
La lista A, con los nombres de los candidatos que reúnan los requisitos enunciados en el
apartado b) i) del párrafo 3; y
La lista B, con los nombres de los candidatos que reúnan los requisitos enunciados en el
apartado b) ii) del párrafo 3.
El candidato que reúna los requisitos requeridos para ambas listas podrá elegir en cuál desea
figurar. En la primera elección de miembros de la Corte, por lo menos nueve magistrados serán
elegidos entre los candidatos de la lista A y por lo menos cinco serán elegidos entre los de la lista
B. Las elecciones subsiguientes se organizarán de manera que se mantenga en la Corte una
proporción equivalente de magistrados de ambas listas.
6. a) Los magistrados serán elegidos por votación secreta en una sesión de la Asamblea
de los Estados Partes convocada con ese fin con arreglo al artículo 112. Con sujeción a lo
dispuesto en el párrafo 7, serán elegidos los 18 candidatos que obtengan el mayor número de
votos y una mayoría de dos tercios de los Estados Partes presentes y votantes;
b) En el caso de que en la primera votación no resulte elegido un número suficiente
de magistrados, se procederá a nuevas votaciones de conformidad con los procedimientos
establecidos en el apartado a) hasta cubrir los puestos restantes.
7. No podrá haber dos magistrados que sean nacionales del mismo Estado.
Toda persona que, para ser elegida magistrado, pudiera ser considerada nacional de más de un
Estado, será considerada nacional del Estado donde ejerza habitualmente sus derechos civiles y
políticos.
8. a) Al seleccionar a los magistrados, los Estados Partes tendrán en cuenta la necesidad
de que en la composición de la Corte haya:
i) Representación de los principales sistemas jurídicos del mundo;
ii) Distribución geográfica equitativa; y
iii) Representación equilibrada de magistrados mujeres y hombres;

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b) Los Estados Partes tendrán también en cuenta la necesidad de que haya en la Corte
magistrados que sean juristas especializados en temas concretos que incluyan, entre otros, la
violencia contra las mujeres o los niños.
9. a) Con sujeción a lo dispuesto en el apartado b), los magistrados serán elegidos por
un mandato de nueve años y, con sujeción al apartado c) y al párrafo 2 del artículo 37, no podrán
ser reelegidos;
b) En la primera elección, un tercio de los magistrados elegidos será seleccionado por
sorteo para desempeñar un mandato de tres años, un tercio de los magistrados será seleccionado
por sorteo para desempeñar un mandato de seis años y el resto desempeñará un mandato de nueve
años;
c) Un magistrado seleccionado para desempeñar un mandato de tres años de
conformidad con el apartado b) podrá ser reelegido por un mandato completo.
10. No obstante lo dispuesto en el párrafo 9, un magistrado asignado a una Sala de
Primera Instancia o una Sala de Apelaciones de conformidad con el artículo 39 seguirá en
funciones a fin de llevar a término el juicio o la apelación de los que haya comenzado a conocer
en esa Sala.

Artículo 37
Vacantes
1. En caso de producirse una vacante se celebrará una elección de conformidad con
el artículo 36 para cubrirla.
2. El magistrado elegido para cubrir una vacante desempeñará el cargo por el resto
del mandato de su predecesor y, si éste fuera de tres años o menos, podrá ser reelegido por un
mandato completo con arreglo al artículo 36.

Artículo 38
Presidencia
1. El Presidente, el Vicepresidente primero y el Vicepresidente segundo serán
elegidos por mayoría absoluta de los magistrados. Cada uno desempeñará su cargo por un período
de tres años o hasta el término de su mandato como magistrado, si éste se produjere antes. Podrán
ser reelegidos una vez.
2. El Vicepresidente primero sustituirá al Presidente cuando éste se halle en la
imposibilidad de ejercer sus funciones o haya sido recusado. El Vicepresidente segundo sustituirá
al Presidente cuando éste y el Vicepresidente primero se hallen en la imposibilidad de ejercer sus
funciones o hayan sido recusados.
3. El Presidente, el Vicepresidente primero y el Vicepresidente segundo constituirán
la Presidencia, que estará encargada de:
a) La correcta administración de la Corte, con excepción de la Fiscalía; y
b) Las demás funciones que se le confieren de conformidad con el presente Estatuto.
4. En el desempeño de sus funciones enunciadas en el párrafo 3 a), la Presidencia
actuará en coordinación con el Fiscal y recabará su aprobación en todos los asuntos de interés
mutuo.

Artículo 39
Las Salas
1. Tan pronto como sea posible después de la elección de los magistrados, la Corte se
organizará en las secciones indicadas en el artículo 34 b). La Sección de Apelaciones se

22
compondrá del Presidente y otros cuatro magistrados, la Sección de Primera Instancia de no
menos de seis magistrados y la Sección de Cuestiones Preliminares de no menos de seis
magistrados. Los magistrados serán asignados a las secciones según la naturaleza de las funciones
que corresponderán a cada una y sus respectivas calificaciones y experiencia, de manera que en
cada sección haya una combinación apropiada de especialistas en derecho y procedimiento
penales y en derecho internacional. La Sección de Primera Instancia y la Sección de Cuestiones
Preliminares estarán integradas predominantemente por magistrados que tengan experiencia en
procedimiento penal.
2. a) Las funciones judiciales de la Corte serán realizadas en cada sección por las Salas;
b) i) La Sala de Apelaciones se compondrá de todos los magistrados de la
Sección de Apelaciones;
ii) Las funciones de la Sala de Primera Instancia serán realizadas por tres
magistrados de la Sección de Primera Instancia;
iii) Las funciones de la Sala de Cuestiones Preliminares serán realizadas por
tres magistrados de la Sección de Cuestiones Preliminares o por un solo
magistrado de dicha Sección, de conformidad con el presente Estatuto y las
Reglas de Procedimiento y Prueba;
c) Nada de lo dispuesto en el presente párrafo obstará a que se constituyan
simultáneamente más de una Sala de Primera Instancia o Sala de Cuestiones Preliminares cuando
la gestión eficiente del trabajo de la Corte así lo requiera.
3. a) Los magistrados asignados a las Secciones de Primera Instancia y de Cuestiones
Preliminares desempeñarán el cargo en esas Secciones por un período de tres años, y
posteriormente hasta llevar a término cualquier causa de la que hayan empezado a conocer en la
sección de que se trate;
b) Los magistrados asignados a la Sección de Apelaciones desempeñarán el cargo en
esa Sección durante todo su mandato.
4. Los magistrados asignados a la Sección de Apelaciones desempeñarán el cargo
únicamente en esa Sección. Nada de lo dispuesto en el presente artículo obstará, sin embargo, a
que se asignen temporalmente magistrados de la Sección de Primera Instancia a la Sección de
Cuestiones Preliminares, o a la inversa, si la Presidencia considera que la gestión eficiente del
trabajo de la Corte así lo requiere, pero en ningún caso podrá formar parte de la Sala de Primera
Instancia que conozca de una causa un magistrado que haya participado en la etapa preliminar.

Artículo 40
Independencia de los magistrados
1. Los magistrados serán independientes en el desempeño de sus funciones.
2. Los magistrados no realizarán actividad alguna que pueda ser incompatible con el
ejercicio de sus funciones judiciales o menoscabar la confianza en su independencia.
3. Los magistrados que tengan que desempeñar sus cargos en régimen de dedicación
exclusiva en la sede de la Corte no podrán desempeñar ninguna otra ocupación de carácter
profesional.
4. Las cuestiones relativas a la aplicación de los párrafos 2 y 3 serán dirimidas por
mayoría absoluta de los magistrados. El magistrado al que se refiera una de estas cuestiones no
participará en la adopción de la decisión.

23
Artículo 41
Dispensa y recusación de los magistrados
1. La Presidencia podrá, a petición de un magistrado, dispensarlo del ejercicio de
alguna de las funciones que le confiere el presente Estatuto, de conformidad con las Reglas de
Procedimiento y Prueba.
2. a) Un magistrado no participará en ninguna causa en que, por cualquier motivo,
pueda razonablemente ponerse en duda su imparcialidad. Un magistrado será recusado de
conformidad con lo dispuesto en el presente párrafo, entre otras razones, si hubiese intervenido
anteriormente, en cualquier calidad, en una causa de la que la Corte estuviere conociendo o en una
causa penal conexa sustanciada a nivel nacional y que guardare relación con la persona objeto de
investigación o enjuiciamiento. Un magistrado será también recusado por los demás motivos que
se establezcan en las Reglas de Procedimiento y Prueba;
b) El Fiscal o la persona objeto de investigación o enjuiciamiento podrá pedir la
recusación de un magistrado con arreglo a lo dispuesto en el presente párrafo;
c) Las cuestiones relativas a la recusación de un magistrado serán dirimidas por
mayoría absoluta de los magistrados. El magistrado cuya recusación se pida tendrá derecho a
hacer observaciones sobre la cuestión, pero no tomará parte en la decisión.

Artículo 42
La Fiscalía
1. La Fiscalía actuará en forma independiente como órgano separado de la Corte.
Estará encargada de recibir remisiones e información corroborada sobre crímenes de la
competencia de la Corte para examinarlas y realizar investigaciones o ejercitar la acción penal
ante la Corte. Los miembros de la Fiscalía no solicitarán ni cumplirán instrucciones de fuentes
ajenas a la Corte.
2. La Fiscalía estará dirigida por el Fiscal. El Fiscal tendrá plena autoridad para
dirigir y administrar la Fiscalía, con inclusión del personal, las instalaciones y otros recursos. El
Fiscal contará con la ayuda de uno o más fiscales adjuntos, que podrán desempeñar cualquiera de
las funciones que le correspondan de conformidad con el presente Estatuto. El Fiscal y los fiscales
adjuntos tendrán que ser de diferentes nacionalidades y desempeñarán su cargo en régimen de
dedicación exclusiva.
3. El Fiscal y los fiscales adjuntos serán personas que gocen de alta consideración
moral, que posean un alto nivel de competencia y tengan extensa experiencia práctica en el
ejercicio de la acción penal o la sustanciación de causas penales. Deberán tener un excelente
conocimiento y dominio de al menos uno de los idiomas de trabajo de la Corte.
4. El Fiscal será elegido en votación secreta y por mayoría absoluta de los miembros
de la Asamblea de los Estados Partes. Los fiscales adjuntos serán elegidos en la misma forma de
una lista de candidatos presentada por el Fiscal. El Fiscal propondrá tres candidatos para cada
puesto de fiscal adjunto que deba cubrirse. Salvo que en el momento de la elección se fije un
período más breve, el Fiscal y los fiscales adjuntos desempeñarán su cargo por un período de
nueve años y no podrán ser reelegidos.
5. El Fiscal y los fiscales adjuntos no realizarán actividad alguna que pueda interferir
en el ejercicio de sus funciones o menoscabar la confianza en su independencia. No podrán
desempeñar ninguna otra ocupación de carácter profesional.
6. La Presidencia podrá, a petición del Fiscal o de un fiscal adjunto, dispensarlos de
intervenir en una causa determinada.
7. El Fiscal y los fiscales adjuntos no participarán en ningún asunto en que, por
cualquier motivo, pueda razonablemente ponerse en duda su imparcialidad. Serán recusados de

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conformidad con lo dispuesto en el presente párrafo, entre otras razones, si hubiesen intervenido
anteriormente, en cualquier calidad, en una causa de que la Corte estuviere conociendo o en una
causa penal conexa sustanciada a nivel nacional y que guardare relación con la persona objeto de
investigación o enjuiciamiento.
8. Las cuestiones relativas a la recusación del Fiscal o de un fiscal adjunto serán
dirimidas por la Sala de Apelaciones:
a) La persona objeto de investigación o enjuiciamiento podrá en cualquier momento
pedir la recusación del Fiscal o de un fiscal adjunto por los motivos establecidos en el presente
artículo;
b) El Fiscal o el fiscal adjunto, según proceda, tendrán derecho a hacer observaciones
sobre la cuestión.
9. El Fiscal nombrará asesores jurídicos especialistas en determinados temas como,
por ejemplo, violencia sexual, violencia por razones de género y violencia contra los niños.

Artículo 43
La Secretaría
1. La Secretaría, sin perjuicio de las funciones y atribuciones del Fiscal de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 42, estará encargada de los aspectos no judiciales de la
administración de la Corte y de prestarle servicios.
2. La Secretaría será dirigida por el Secretario, que será el principal funcionario
administrativo de la Corte. El Secretario ejercerá sus funciones bajo la autoridad del Presidente de
la Corte.
3. El Secretario y el Secretario Adjunto deberán ser personas que gocen de
consideración moral y tener un alto nivel de competencia y un excelente conocimiento y dominio
de al menos uno de los idiomas de trabajo de la Corte.
4. Los magistrados elegirán al Secretario en votación secreta por mayoría absoluta y
teniendo en cuenta las recomendaciones de la Asamblea de los Estados Partes. De ser necesario
elegirán, por recomendación del Secretario y con arreglo al mismo procedimiento, un Secretario
Adjunto.
5. El Secretario será elegido por un período de cinco años en régimen de dedicación
exclusiva y podrá ser reelegido una sola vez. El Secretario Adjunto será elegido por un período de
cinco años, o por uno más breve, si así lo deciden los magistrados por mayoría absoluta, en el
entendimiento de que prestará sus servicios según sea necesario.
6. El Secretario establecerá una Dependencia de Víctimas y Testigos dentro de la
Secretaría. Esta Dependencia, en consulta con la Fiscalía, adoptará medidas de protección y
dispositivos de seguridad y prestará asesoramiento y otro tipo de asistencia a testigos y víctimas
que comparezcan ante la Corte, y a otras personas que estén en peligro en razón del
testimonio prestado. La Dependencia contará con personal especializado para atender a las
víctimas de traumas, incluidos los relacionados con delitos de violencia sexual.

Artículo 44
El personal
1. El Fiscal y el Secretario nombrarán los funcionarios calificados que sean
necesarios en sus respectivas oficinas. En el caso del Fiscal, ello incluirá el nombramiento de
investigadores.
2. En el nombramiento de los funcionarios, el Fiscal y el Secretario velarán por el
más alto grado de eficiencia, competencia e integridad y tendrán en cuenta, mutatis mutandis, los
criterios establecidos en el párrafo 8 del artículo 36.

25
3. El Secretario, con la anuencia de la Presidencia y del Fiscal, propondrá un
reglamento del personal que establecerá las condiciones en que el personal de la Corte será
designado, remunerado o separado del servicio. El Reglamento del Personal estará sujeto a la
aprobación de la Asamblea de los Estados Partes.
4. La Corte podrá, en circunstancias excepcionales, recurrir a la pericia de personal
proporcionado gratuitamente por Estados Partes, organizaciones intergubernamentales u
organizaciones no gubernamentales para que colabore en la labor de cualquiera de los órganos de
la Corte. El Fiscal podrá aceptar ofertas de esa índole en nombre de la Fiscalía. El personal
proporcionado gratuitamente será empleado de conformidad con directrices que ha de establecer
la Asamblea de los Estados Partes.

Artículo 45
Promesa solemne
Antes de asumir las obligaciones del cargo de conformidad con el presente Estatuto, los
magistrados, el fiscal, los fiscales adjuntos, el secretario y el secretario adjunto declararán
solemnemente y en sesión pública que ejercerán sus atribuciones con toda imparcialidad y
conciencia.

Artículo 46
Separación del cargo
1. Un magistrado, el fiscal, un fiscal adjunto, el secretario o el secretario adjunto será
separado del cargo si se adopta una decisión a tal efecto de conformidad con lo dispuesto en el
párrafo 2 cuando se determine que:
a) Ha incurrido en falta grave o en incumplimiento grave de las funciones que le
confiere el presente Estatuto y según lo establecido en las Reglas de procedimiento y prueba; o
b) Está imposibilitado de desempeñar las funciones descritas en el presente Estatuto.
2. La decisión de separar del cargo a un magistrado, el fiscal o un fiscal adjunto de
conformidad con el párrafo 1 será adoptada por la Asamblea de los Estados Partes en votación
secreta:
a) En el caso de un magistrado, por mayoría de dos tercios de los Estados Partes y
previa recomendación aprobada por mayoría de dos tercios de los demás magistrados;
b) En el caso del fiscal, por mayoría absoluta de los Estados Partes;
c) En el caso de un fiscal adjunto, por mayoría absoluta de los Estados Partes y previa
recomendación del fiscal.
3. La decisión de separar del cargo al secretario o a un secretario adjunto será
adoptada por mayoría absoluta de los magistrados.
4. El magistrado, fiscal, fiscal adjunto, secretario o secretario adjunto cuya conducta
o cuya idoneidad para el ejercicio de las funciones del cargo de conformidad con el presente
Estatuto haya sido impugnada en virtud del presente artículo podrá presentar y obtener pruebas y
presentar escritos de conformidad con las Reglas de Procedimiento y Prueba; sin embargo, no
podrá participar por ningún otro concepto en el examen de la cuestión.

Artículo 47
Medidas disciplinarias
El magistrado, fiscal, fiscal adjunto, secretario o secretario adjunto que haya incurrido en
una falta menos grave que la establecida en el párrafo 1 del artículo 46 será objeto de medidas
disciplinarias de conformidad con las Reglas de Procedimiento y Prueba.

26
Artículo 48
Privilegios e inmunidades
1. La Corte gozará en el territorio de cada Estado Parte de los privilegios e
inmunidades que sean necesarios para el cumplimiento de sus funciones.
2. Los magistrados, el fiscal, los fiscales adjuntos y el Secretario gozarán, cuando
actúen en el desempeño de sus funciones o en relación con ellas, de los mismos privilegios e
inmunidades reconocidos a los jefes de las misiones diplomáticas y, una vez expirado su mandato,
seguirán gozando de absoluta inmunidad judicial por las declaraciones hechas oralmente o por
escrito y los actos realizados en el desempeño de sus funciones oficiales.
3. El Secretario Adjunto, el personal de la Fiscalía y el personal de la Secretaría
gozarán de los privilegios e inmunidades y de las facilidades necesarias para el cumplimiento de
sus funciones, de conformidad con el acuerdo sobre los privilegios e inmunidades de la Corte.
4. Los abogados, peritos, testigos u otras personas cuya presencia se requiera en la
sede de la Corte serán objeto del tratamiento que sea necesario para el funcionamiento adecuado
de la Corte, de conformidad con el acuerdo sobre los privilegios e inmunidades de la Corte.
5. Se podrá renunciar a los privilegios e inmunidades:
a) En el caso de un magistrado o el Fiscal, por decisión de la mayoría absoluta de los
magistrados;
b) En el caso del Secretario, por la Presidencia;
c) En el caso de los Fiscales Adjuntos y el personal de la Fiscalía, por el Fiscal;
d) En el caso del Secretario Adjunto y el personal de la Secretaría, por el Secretario.

Artículo 49
Sueldos, estipendios y dietas
Los magistrados, el fiscal, los fiscales adjuntos, el secretario y el secretario adjunto
percibirán los sueldos, estipendios y dietas que decida la Asamblea de los Estados Partes. Esos
sueldos y estipendios no serán reducidos en el curso de su mandato.

Artículo 50
Idiomas oficiales y de trabajo
1. Los idiomas oficiales de la Corte serán el árabe, el chino, el español, el francés, el
inglés y el ruso. Las sentencias de la Corte, así como las otras decisiones que resuelvan cuestiones
fundamentales de que conozca la Corte, serán publicadas en los idiomas oficiales. La Presidencia,
de conformidad con los criterios establecidos en las Reglas de Procedimiento y Prueba,
determinará cuáles son las decisiones que resuelven cuestiones fundamentales a los efectos del
presente párrafo.
2. Los idiomas de trabajo de la Corte serán el francés y el inglés. En las Reglas de
Procedimiento y Prueba se determinará en qué casos podrá utilizarse como idioma de trabajo otros
idiomas oficiales.
3. La Corte autorizará a cualquiera de las partes o cualquiera de los Estados a que se
haya permitido intervenir en un procedimiento, previa solicitud de ellos, a utilizar un idioma
distinto del francés o el inglés, siempre que considere que esta autorización está adecuadamente
justificada.

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Artículo 51
Reglas de Procedimiento y Prueba
1. Las Reglas de Procedimiento y Prueba entrarán en vigor tras su aprobación por
mayoría de dos tercios de los miembros de la Asamblea de los Estados Partes.
2. Podrán proponer enmiendas a las Reglas de Procedimiento y Prueba:
a) Cualquier Estado Parte;
b) Los magistrados, por mayoría absoluta; o
c) El Fiscal.
Las enmiendas entrarán en vigor tras su aprobación en la Asamblea de los Estados Partes por
mayoría de dos tercios.
3. Una vez aprobadas las Reglas de Procedimiento y Prueba, en casos urgentes y
cuando éstas no resuelvan una situación concreta suscitada en la Corte, los magistrados podrán,
por una mayoría de dos tercios, establecer reglas provisionales que se aplicarán hasta que la
Asamblea de los Estados Partes las apruebe, enmiende o rechace en su siguiente período ordinario
o extraordinario de sesiones.
4. Las Reglas de Procedimiento y Prueba, las enmiendas a ellas y las reglas
provisionales deberán estar en consonancia con el presente Estatuto. Las enmiendas a las Reglas
de Procedimiento y Prueba, así como las reglas provisionales, no se aplicarán retroactivamente en
detrimento de la persona que sea objeto de la investigación o el enjuiciamiento o que haya sido
condenada.
5. En caso de conflicto entre las disposiciones del Estatuto y las de las Reglas de
Procedimiento y Prueba, prevalecerá el Estatuto.

Artículo 52
Reglamento de la Corte
1. Los magistrados, de conformidad con el presente Estatuto y las Reglas de
Procedimiento y Prueba, aprobarán por mayoría absoluta el Reglamento de la Corte que sea
necesario para su funcionamiento ordinario.
2. Se consultará al Fiscal y al Secretario en la preparación del Reglamento y de
cualquier enmienda a él.
3. El Reglamento y sus enmiendas entrarán en vigor al momento de su aprobación, a
menos que los magistrados decidan otra cosa. Inmediatamente después de su aprobación, serán
distribuidos a los Estados Partes para recabar sus observaciones. Se mantendrán en vigor si en un
plazo de seis meses no se han recibido objeciones de una mayoría de los Estados Partes.

PARTE V. DE LA INVESTIGACIÓN Y EL ENJUICIAMIENTO

Artículo 53
Inicio de una investigación
1. El Fiscal, después de evaluar la información de que disponga, iniciará una
investigación a menos que determine que no existe fundamento razonable para proceder a ella con
arreglo al presente Estatuto. Al decidir si ha de iniciar una investigación, el Fiscal tendrá en cuenta
si:
a) La información de que dispone constituye fundamento razonable para creer que se
ha cometido o se está cometiendo un crimen de la competencia de la Corte;

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b) La causa es o sería admisible de conformidad con el artículo 17;
c) Existen razones sustanciales para creer que, aun teniendo en cuenta la gravedad del
crimen y los intereses de las víctimas, una investigación no redundaría en interés de la justicia.
El Fiscal, si determinare que no hay fundamento razonable para proceder a la
investigación y la determinación se basare únicamente en el apartado c), lo comunicará a la Sala
de Cuestiones Preliminares.
2. Si, tras la investigación, el Fiscal llega a la conclusión de que no hay fundamento
suficiente para el enjuiciamiento, ya que:
a) No existe una base suficiente de hecho o de derecho para pedir una orden de
detención o de comparecencia de conformidad con el artículo 58;
b) La causa es inadmisible de conformidad con el artículo 17; o
c) El enjuiciamiento no redundaría en interés de la justicia, teniendo en cuenta todas
las circunstancias, entre ellas la gravedad del crimen, los intereses de las víctimas y la edad o
enfermedad del presunto autor y su participación en el presunto crimen; notificará su conclusión
motivada a la Sala de Cuestiones Preliminares y al Estado que haya remitido el asunto de
conformidad con el artículo 14 o al Consejo de Seguridad si se trata de un caso previsto en el
párrafo b) del artículo 13.
3. a) A petición del Estado que haya remitido el asunto con arreglo al artículo 14 o del
Consejo de Seguridad de conformidad con el párrafo b) del artículo 13, la Sala de Cuestiones
Preliminares podrá examinar la decisión del Fiscal de no proceder a la investigación de
conformidad con el párrafo 1 o el párrafo 2 y pedir al Fiscal que reconsidere esa decisión;
b) Además, la Sala de Cuestiones Preliminares podrá, de oficio, revisar una decisión
del Fiscal de no proceder a la investigación si dicha decisión se basare únicamente en el párrafo 1
c) o el párrafo 2 c). En ese caso, la decisión del Fiscal únicamente surtirá efecto si es confirmada
por la Sala de Cuestiones Preliminares.
4. El Fiscal podrá reconsiderar en cualquier momento su decisión de iniciar una
investigación o enjuiciamiento sobre la base de nuevos hechos o nuevas informaciones.

Artículo 54
Funciones y atribuciones del Fiscal con respecto
a las investigaciones
1. El Fiscal:
a) A fin de establecer la veracidad de los hechos, ampliará la investigación a todos los
hechos y las pruebas que sean pertinentes para determinar si hay responsabilidad penal de
conformidad con el presente Estatuto y, a esos efectos, investigará tanto las circunstancias
incriminantes como las eximentes;
b) Adoptará medidas adecuadas para asegurar la eficacia de la investigación y el
enjuiciamiento de los crímenes de la competencia de la Corte. A esos efectos, respetará los
intereses y las circunstancias personales de víctimas y testigos, entre otros la edad, el género,
definido en el párrafo 3 del artículo 7, y la salud, y tendrá en cuenta la naturaleza de los crímenes,
en particular los de violencia sexual, violencia por razones de género y violencia contra los niños;
y
c) Respetará plenamente los derechos que confiere a las personas el presente
Estatuto.
2. El Fiscal podrá realizar investigaciones en el territorio de un Estado:
a) De conformidad con las disposiciones de la Parte IX; o

29
b) Según lo autorice la Sala de Cuestiones Preliminares de conformidad con el
párrafo 3 d) del artículo 57.
3. El Fiscal podrá:
a) Reunir y examinar pruebas;
b) Hacer comparecer e interrogar a las personas objeto de investigación, las víctimas
y los testigos;
c) Solicitar la cooperación de un Estado u organización o acuerdo intergubernamental
de conformidad con su respectiva competencia o mandato;
d) Concertar las disposiciones o los acuerdos compatibles con el presente Estatuto
que sean necesarios para facilitar la cooperación de un Estado, una organización
intergubernamental o una persona;
e) Convenir en que no divulgará en ninguna etapa del procedimiento los documentos
o la información que obtenga a condición de preservar su carácter confidencial y únicamente a los
efectos de obtener nuevas pruebas, salvo con el acuerdo de quien haya facilitado la información; y
f) Adoptar o pedir que se adopten las medidas necesarias para asegurar el carácter
confidencial de la información, la protección de una persona o la preservación de las pruebas.

Artículo 55
Derechos de las personas durante la investigación
1. En las investigaciones realizadas de conformidad con el presente Estatuto:
a) Nadie será obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable;
b) Nadie será sometido a forma alguna de coacción, intimidación o amenaza, a
torturas ni a otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes;
c) Quien haya de ser interrogado en un idioma que no sea el que comprende y habla
perfectamente contará, sin cargo alguno, con los servicios de un intérprete competente y las
traducciones que sean necesarias a los efectos de cumplir el requisito de equidad; y
d) Nadie será sometido a arresto o detención arbitrarios ni será privado de su libertad
salvo por los motivos previstos en el presente Estatuto y de conformidad con los procedimientos
establecidos en él.
2. Cuando haya motivos para creer que una persona ha cometido un crimen de la
competencia de la Corte y esa persona haya de ser interrogada por el Fiscal o por las autoridades
nacionales, en cumplimiento de una solicitud hecha de conformidad con lo dispuesto en la
Parte IX, tendrá además los derechos siguientes, de los que será informada antes del
interrogatorio:
a) A ser informada de que existen motivos para creer que ha cometido un crimen de
la competencia de la Corte;
b) A guardar silencio, sin que ello pueda tenerse en cuenta a los efectos de determinar
su culpabilidad o inocencia;
c) A ser asistida por un abogado defensor de su elección o, si no lo tuviere, a que se le
asigne un defensor de oficio, siempre que fuere necesario en interés de la justicia y, en cualquier
caso, sin cargo si careciere de medios suficientes; y
d) A ser interrogada en presencia de su abogado, a menos que haya renunciado
voluntariamente a su derecho a asistencia letrada.

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Artículo 56
Disposiciones que podrá adoptar la Sala de Cuestiones
Preliminares cuando se presente una oportunidad única
de proceder a una investigación
1. a) El Fiscal, cuando considere que se presenta una oportunidad única de proceder a
una investigación, que tal vez no se repita a los fines de un juicio, de recibir el testimonio o la
declaración de un testigo o de examinar, reunir o verificar pruebas, lo comunicará a la Sala de
Cuestiones Preliminares;
b) La Sala, a petición del Fiscal, podrá adoptar las medidas que sean necesarias para
velar por la eficiencia e integridad de las actuaciones y, en particular, para proteger los derechos de
la defensa;
c) A menos que la Sala de Cuestiones Preliminares ordene otra cosa, el Fiscal
proporcionará la información correspondiente a la persona que ha sido detenida o que ha
comparecido en virtud de una citación en relación con la investigación a que se refiere el
apartado a), a fin de que pueda ser oída.
2. Las medidas a que se hace referencia en el apartado b) del párrafo 1 podrán
consistir en:
a) Formular recomendaciones o dictar ordenanzas respecto del procedimiento que
habrá de seguirse;
b) Ordenar que quede constancia de las actuaciones;
c) Nombrar a un experto para que preste asistencia;
d) Autorizar al abogado defensor del detenido o de quien haya comparecido ante la
Corte en virtud de una citación a que participe o, en caso de que aún no se hayan producido esa
detención o comparecencia o no se haya designado abogado, a nombrar otro para que comparezca
y represente los intereses de la defensa;
e) Encomendar a uno de sus miembros o, de ser necesario, a otro magistrado de la
Sección de Cuestiones Preliminares o la Sección de Primera Instancia que formule
recomendaciones o dicte ordenanzas respecto de la reunión y preservación de las pruebas o del
interrogatorio de personas;
f) Adoptar todas las medidas que sean necesarias para reunir o preservar las pruebas.
3. a) La Sala de Cuestiones Preliminares, cuando considere que el Fiscal no ha
solicitado medidas previstas en el presente artículo que, a su juicio, sean esenciales para la defensa
en juicio, le consultará si se justificaba no haberlas solicitado. La Sala podrá adoptar de oficio esas
medidas si, tras la consulta, llegare a la conclusión de que no había justificación para no
solicitarlas.
b) El Fiscal podrá apelar de la decisión de la Sala de Cuestiones Preliminares de
actuar de oficio con arreglo al presente párrafo. La apelación se sustanciará en un procedimiento
sumario.
4. La admisibilidad o la forma en que quedará constancia de las pruebas reunidas o
preservadas para el juicio de conformidad con el presente artículo se regirá en el juicio por lo
dispuesto en el artículo 69 y la Sala de Primera Instancia decidirá cómo ha de ponderar esas
pruebas.

Artículo 57
Funciones y atribuciones de la Sala de Cuestiones Preliminares
1. A menos que el presente Estatuto disponga otra cosa, la Sala de Cuestiones
Preliminares ejercerá sus funciones de conformidad con las disposiciones del presente artículo.

31
2. a) Las providencias u órdenes que la Sala de Cuestiones Preliminares dicte en virtud
de los artículos 15, 18 ó 19, el párrafo 2 del artículo 54, el párrafo 7 del artículo 61 o el artículo 72
deberán ser aprobadas por la mayoría de los magistrados que la componen;
b) En todos los demás casos, un magistrado de la Sala de Cuestiones Preliminares
podrá ejercer las funciones establecidas en el presente Estatuto, a menos que las Reglas de
Procedimiento y Prueba dispongan otra cosa o así lo acuerde, por mayoría, la Sala de Cuestiones
Preliminares.
3. Además de otras funciones que le confiere el presente Estatuto, la Sala de
Cuestiones Preliminares podrá:
a) A petición del Fiscal, dictar las providencias y órdenes que sean necesarias a los
fines de una investigación;
b) A petición de quien haya sido detenido o haya comparecido en virtud de una orden
de comparecencia expedida con arreglo al artículo 58, dictar esas órdenes, incluidas medidas tales
como las indicadas en el artículo 56 o solicitar con arreglo a la Parte IX la cooperación que sea
necesaria para ayudarle a preparar su defensa;
c) Cuando sea necesario, asegurar la protección y el respeto de la intimidad de
víctimas y testigos, la preservación de pruebas, la protección de personas detenidas o que hayan
comparecido en virtud de una orden de comparencia, así como la protección de información que
afecte a la seguridad nacional;
d) Autorizar al Fiscal a adoptar determinadas medidas de investigación en el territorio
de un Estado Parte sin haber obtenido la cooperación de éste con arreglo a la Parte IX en el caso
de que la Sala haya determinado, de ser posible teniendo en cuenta las opiniones del Estado de
que se trate, que dicho Estado manifiestamente no está en condiciones de cumplir una solicitud de
cooperación debido a que no existe autoridad u órgano alguno de su sistema judicial competente
para cumplir una solicitud de cooperación con arreglo a la Parte IX.
e) Cuando se haya dictado una orden de detención o de comparecencia con arreglo al
artículo 58, y habida cuenta del valor de las pruebas y de los derechos de las partes de que se trate,
de conformidad con lo dispuesto en el presente Estatuto y las Reglas de Procedimiento y Prueba,
recabar la cooperación de los Estados con arreglo al párrafo 1 k) del artículo 93 para adoptar
medidas cautelares a los efectos de un decomiso que, en particular, beneficie en última instancia a
las víctimas.
Artículo 58
Orden de detención u orden de comparecencia dictada
por la Sala de Cuestiones Preliminares
1. En cualquier momento después de iniciada la investigación, la Sala de Cuestiones
Preliminares dictará, a solicitud del Fiscal, una orden de detención contra una persona si, tras
examinar la solicitud y las pruebas y otra información presentadas por el Fiscal, estuviere
convencida de que:
a) Hay motivo razonable para creer que ha cometido un crimen de la competencia de
la Corte; y
b) La detención parece necesaria para:
i) Asegurar que la persona comparezca en juicio;
ii) Asegurar que la persona no obstruya ni ponga en peligro la investigación
ni las actuaciones de la Corte; o
iii) En su caso, impedir que la persona siga cometiendo ese crimen o un
crimen conexo que sea de la competencia de la Corte y tenga su origen en
las mismas circunstancias.

32
2. La solicitud del Fiscal consignará:
a) El nombre de la persona y cualquier otro dato que sirva para su identificación;
b) Una referencia expresa al crimen de la competencia de la Corte que presuntamente
haya cometido;
c) Una descripción concisa de los hechos que presuntamente constituyan esos
crímenes;
d) Un resumen de las pruebas y cualquier otra información que constituya motivo
razonable para creer que la persona cometió esos crímenes; y
e) La razón por la cual el Fiscal crea necesaria la detención.
3. La orden de detención consignará:
a) El nombre de la persona y cualquier otro dato que sirva para su identificación;
b) Una referencia expresa al crimen de la competencia de la Corte por el que se pide
su detención; y
c) Una descripción concisa de los hechos que presuntamente constituyan esos
crímenes.
4. La orden de detención seguirá en vigor mientras la Corte no disponga lo contrario.
5. La Corte, sobre la base de la orden de detención, podrá solicitar la detención
provisional o la detención y entrega de la persona de conformidad con la Parte IX del presente
Estatuto.
6. El Fiscal podrá pedir a la Sala de Cuestiones Preliminares que enmiende la orden
de detención para modificar la referencia al crimen indicado en ésta o agregar otros. La Sala de
Cuestiones Preliminares enmendará la orden si estuviere convencida de que hay motivo razonable
para creer que la persona cometió los crímenes en la forma que se indica en esa modificación o
adición.
7. El Fiscal podrá pedir a la Sala de Cuestiones Preliminares que, en lugar de una
orden de detención, dicte una orden de comparecencia. La Sala, de estar convencida de que hay
motivo razonable para creer que la persona ha cometido el crimen que se le imputa y que bastará
con una orden de comparecencia para asegurar que comparezca efectivamente, dictará, con o sin
las condiciones limitativas de la libertad (distintas de la detención) que prevea el derecho interno,
una orden para que la persona comparezca. La orden de comparecencia consignará:
a) El nombre de la persona y cualquier otro dato que sirva para su identificación;
b) La fecha de la comparecencia;
c) Una referencia expresa al crimen de la competencia de la Corte que presuntamente
haya cometido; y
d) Una descripción concisa de los hechos que presuntamente constituyan esos
crímenes.
La notificación de la orden será personal.

Artículo 59
Procedimiento de detención en el Estado de detención
1. El Estado Parte que haya recibido una solicitud de detención provisional o de
detención y entrega tomará inmediatamente las medidas necesarias para la detención de
conformidad con su derecho interno y con lo dispuesto en la Parte IX del presente Estatuto.

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2. El detenido será llevado sin demora ante la autoridad judicial competente del
Estado de detención, que determinará si, de conformidad con el derecho de ese Estado:
a) La orden le es aplicable;
b) La detención se llevó a cabo conforme a derecho; y
c) Se han respetado los derechos del detenido.
3. El detenido tendrá derecho a solicitar de la autoridad competente del Estado de
detención la libertad provisional antes de su entrega.
4. Al decidir la solicitud, la autoridad competente del Estado de detención examinará
si, dada la gravedad de los presuntos crímenes, hay circunstancias urgentes y excepcionales que
justifiquen la libertad provisional y si existen las salvaguardias necesarias para que el Estado de
detención pueda cumplir su obligación de entregar la persona a la Corte. Esa autoridad no podrá
examinar si la orden de detención fue dictada conforme a derecho con arreglo a los apartados a)
y b) del párrafo 1 del artículo 58.
5. La solicitud de libertad provisional será notificada a la Sala de Cuestiones
Preliminares, que hará recomendaciones a la autoridad competente del Estado de detención. Antes
de adoptar su decisión, la autoridad competente del Estado de detención tendrá plenamente en
cuenta esas recomendaciones, incluidas las relativas a medidas para impedir la evasión de la
persona.
6. De concederse la libertad provisional, la Sala de Cuestiones Preliminares podrá
solicitar informes periódicos al respecto.
7. Una vez que el Estado de detención haya ordenado la entrega, el detenido será
puesto a disposición de la Corte tan pronto como sea posible.

Artículo 60
Primeras diligencias en la Corte
1. Una vez que el imputado haya sido entregado a la Corte o haya comparecido
voluntariamente o en cumplimiento de una orden de comparecencia, la Sala de Cuestiones
Preliminares se asegurará de que ha sido informado de los crímenes que le son imputados y de los
derechos que le reconoce el presente Estatuto, incluido el de pedir la libertad provisional.
2. Quien sea objeto de una orden de detención podrá pedir la libertad provisional. Si
la Sala de Cuestiones Preliminares está convencida de que se dan las condiciones enunciadas en el
párrafo 1 del artículo 58, se mantendrá la detención. En caso contrario, la Sala de Cuestiones
Preliminares pondrá en libertad al detenido, con o sin condiciones.
3. La Sala de Cuestiones Preliminares revisará periódicamente su decisión en cuanto
a la puesta en libertad o la detención, y podrá hacerlo en cualquier momento en que lo solicite el
Fiscal o el detenido. Sobre la base de la revisión, la Sala podrá modificar su decisión en cuanto a la
detención, la puesta en libertad o las condiciones de ésta, si está convencida de que es necesario en
razón de un cambio en las circunstancias.
4. La Sala de Cuestiones Preliminares se asegurará de que la detención en espera de
juicio no se prolongue excesivamente a causa de una demora inexcusable del Fiscal. Si se
produjere dicha demora, la Corte considerará la posibilidad de poner en libertad al detenido, con o
sin condiciones.
5. De ser necesario, la Sala de Cuestiones Preliminares podrá dictar una orden de
detención para hacer comparecer a una persona que haya sido puesta en libertad.

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Artículo 61
Confirmación de los cargos antes del juicio
1. Con sujeción a lo dispuesto en el párrafo 2 y dentro de un plazo razonable tras la
entrega de la persona a la Corte o su comparecencia voluntaria ante ésta, la Sala de Cuestiones
Preliminares celebrará una audiencia para confirmar los cargos sobre la base de los cuales el Fiscal
tiene la intención de pedir el procesamiento. La audiencia se celebrará en presencia del Fiscal y
del imputado, así como de su defensor.
2. La Sala de Cuestiones Preliminares, a solicitud del Fiscal o de oficio, podrá
celebrar una audiencia en ausencia del acusado para confirmar los cargos en los cuales el Fiscal se
basa para pedir el enjuiciamiento cuando el imputado:
a) Haya renunciado a su derecho a estar presente; o
b) Haya huido o no sea posible encontrarlo y se hayan tomado todas las medidas
razonables para asegurar su comparecencia ante la Corte e informarle de los cargos y de que se
celebrará una audiencia para confirmarlos,
En este caso, el imputado estará representado por un defensor cuando la Sala de
Cuestiones Preliminares resuelva que ello redunda en interés de la justicia.
3. Dentro de un plazo razonable antes de la audiencia:
a) Se proporcionará al imputado un ejemplar del documento en que se formulen los
cargos por los cuales el Fiscal se proponga enjuiciarlo; y
b) Se le informará de las pruebas que el Fiscal se proponga presentar en la audiencia.
La Sala de Cuestiones Preliminares podrá dictar providencias respecto de la revelación de
información a los efectos de la audiencia.
4. Antes de la audiencia, el Fiscal podrá proseguir la investigación y modificar o
retirar los cargos. Se dará al imputado aviso con antelación razonable a la audiencia de cualquier
modificación de los cargos o de su retiro. En caso de retirarse cargos, el Fiscal comunicará las
razones a la Sala de Cuestiones Preliminares.
5. En la audiencia, el Fiscal presentará respecto de cada cargo pruebas suficientes de
que hay motivos fundados para creer que el imputado cometió el crimen que se le imputa. El
Fiscal podrá presentar pruebas documentales o un resumen de las pruebas y no será necesario que
llame a los testigos que han de declarar en el juicio.
6. En la audiencia, el imputado podrá:
a) Impugnar los cargos;
b) Impugnar las pruebas presentadas por el Fiscal; y
c) Presentar pruebas.
7. La Sala de Cuestiones Preliminares determinará, sobre la base de la audiencia, si
existen pruebas suficientes de que hay motivos fundados para creer que el imputado cometió cada
crimen que se le imputa. Según cual sea esa determinación, la Sala de Cuestiones Preliminares:
a) Confirmará los cargos respecto de los cuales haya determinado que existen
pruebas suficientes y asignará al acusado a una Sala de Primera Instancia para su enjuiciamiento
por los cargos confirmados;
b) No confirmará los cargos respecto de los cuales haya determinado que las pruebas
son insuficientes;

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c) Levantará la audiencia y pedirá al Fiscal que considere la posibilidad de:
i) Presentar nuevas pruebas o llevar a cabo nuevas investigaciones en
relación con un determinado cargo; o
ii) Modificar un cargo en razón de que las pruebas presentadas parecen
indicar la comisión de un crimen distinto que sea de la competencia de la
Corte.
8. La no confirmación de un cargo por parte de la Sala de Cuestiones Preliminares no
obstará para que el Fiscal la pida nuevamente a condición de que presente pruebas adicionales.
9. Una vez confirmados los cargos y antes de comenzar el juicio, el Fiscal, con
autorización de la Sala de Cuestiones Preliminares y previa notificación al acusado, podrá
modificar los cargos. El Fiscal, si se propusiera presentar nuevos cargos o sustituirlos por otros
más graves, deberá pedir una audiencia de conformidad con el presente artículo para confirmarlos.
Una vez comenzado el juicio, el Fiscal, con autorización de la Sala de Primera Instancia, podrá
retirar los cargos.
10. Toda orden ya dictada dejará de tener efecto con respecto a los cargos que no
hayan sido confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares o hayan sido retirados por el
Fiscal.
11. Una vez confirmados los cargos de conformidad con el presente artículo, la
Presidencia constituirá una Sala de Primera Instancia que, con sujeción a lo dispuesto en el
párrafo 9 del presente artículo y en el párrafo 4 del artículo 64, se encargará de la siguiente fase del
procedimiento y podrá ejercer las funciones de la Sala de Cuestiones Preliminares que sean
pertinentes y apropiadas en ese procedimiento.

PARTE VI. DEL JUICIO

Artículo 62
Lugar del juicio
A menos que se decida otra cosa, el juicio se celebrará en la sede de la Corte.

Artículo 63
Presencia del acusado en el juicio
1. El acusado estará presente durante el juicio.
2. Si el acusado, estando presente en la Corte, perturbare continuamente el juicio, la
Sala de Primera Instancia podrá disponer que salga de ella y observe el proceso y dé instrucciones
a su defensor desde fuera, utilizando, en caso necesario, tecnologías de comunicación. Esas
medidas se adoptarán únicamente en circunstancias excepcionales, después de que se haya
demostrado que no hay otras posibilidades razonables y adecuadas, y únicamente durante el
tiempo que sea estrictamente necesario.

Artículo 64
Funciones y atribuciones de la Sala de Primera Instancia
1. Las funciones y atribuciones de la Sala de Primera Instancia enunciadas en el
presente artículo deberán ejercerse de conformidad con el presente Estatuto y las Reglas de
Procedimiento y Prueba.
2. La Sala de Primera Instancia velará por que el juicio sea justo y expedito y se
sustancie con pleno respeto de los derechos del acusado y teniendo debidamente en cuenta la
protección de las víctimas y de los testigos.

36
3. La Sala de Primera Instancia a la que se asigne una causa de conformidad con el
presente Estatuto:
a) Celebrará consultas con las partes y adoptará los procedimientos que sean
necesarios para que el juicio se sustancie de manera justa y expedita;
b) Determinará el idioma o los idiomas que habrán de utilizarse en el juicio; y
c) Con sujeción a cualesquiera otras disposiciones pertinentes del presente Estatuto,
dispondrá la divulgación de los documentos o de la información que no se hayan divulgado
anteriormente, con suficiente antelación al comienzo del juicio como para permitir su preparación
adecuada.
4. La Sala de Primera Instancia podrá, en caso de ser necesario para su
funcionamiento eficaz e imparcial, remitir cuestiones preliminares a la Sala de Cuestiones
Preliminares o, de ser necesario, a otro magistrado de la Sección de Cuestiones Preliminares que
esté disponible.
5. Al notificar a las partes, la Sala de Primera Instancia podrá, según proceda, indicar
que se deberán acumular o separar los cargos cuando haya más de un acusado.
6. Al desempeñar sus funciones antes del juicio o en el curso de éste, la Sala de
Primera Instancia podrá, de ser necesario:
a) Ejercer cualquiera de las funciones de la Sala de Cuestiones Preliminares indicadas
en el párrafo 11 del artículo 61;
b) Ordenar la comparecencia y la declaración de testigos y la presentación de
documentos y otras pruebas recabando, de ser necesario, la asistencia de los Estados con arreglo a
lo dispuesto en el presente Estatuto;
c) Adoptar medidas para la protección de la información confidencial;
d) Ordenar la presentación de pruebas adicionales a las ya reunidas con antelación al
juicio o a las presentadas durante el juicio por las partes;
e) Adoptar medidas para la protección del acusado, de los testigos y de las víctimas;
y
f) Dirimir cualesquiera otras cuestiones pertinentes.
7. El juicio será público. Sin embargo, la Sala de Primera Instancia podrá decidir que
determinadas diligencias se efectúen a puerta cerrada, de conformidad con el artículo 68, debido a
circunstancias especiales o para proteger la información de carácter confidencial o restringida que
haya de presentarse en la práctica de la prueba.
8. a) Al comenzar el juicio, la Sala de Primera Instancia dará lectura ante el acusado de
los cargos confirmados anteriormente por la Sala de Cuestiones Preliminares. La Sala de Primera
Instancia se cerciorará de que el acusado comprende la naturaleza de los cargos. Dará al acusado
la oportunidad de declararse culpable de conformidad con el artículo 65 o de declararse inocente;
b) Durante el juicio, el magistrado presidente podrá impartir directivas para la
sustanciación del juicio, en particular para que éste sea justo e imparcial. Con sujeción a las
directivas que imparta el magistrado presidente, las partes podrán presentar pruebas de
conformidad con las disposiciones del presente Estatuto.
9. La Sala de Primera Instancia podrá, a petición de una de las partes o de oficio,
entre otras cosas:
a) Decidir sobre la admisibilidad o pertinencia de las pruebas;
b) Tomar todas las medidas necesarias para mantener el orden en las audiencias.

37
10. La Sala de Primera Instancia hará que el Secretario lleve y conserve un expediente
completo del juicio, en el que se consignen fielmente las diligencias practicadas.

Artículo 65
Procedimiento en caso de declaración de culpabilidad
1. Si el acusado se declara culpable en las condiciones indicadas en el párrafo 8 a) del
artículo 64, la Sala de Primera Instancia determinará:
a) Si el acusado comprende la naturaleza y las consecuencias de la declaración de
culpabilidad;
b) Si esa declaración ha sido formulada voluntariamente tras suficiente consulta con
el abogado defensor; y
c) Si la declaración de culpabilidad está corroborada por los hechos de la causa
conforme a:
i) Los cargos presentados por el Fiscal y aceptados por el acusado;
ii) Las piezas complementarias de los cargos presentados por el Fiscal y
aceptados por el acusado; y
iii) Otras pruebas, como declaraciones de testigos, presentadas por el Fiscal o
el acusado.
2. La Sala de Primera Instancia, de constatar que se cumplen las condiciones a que se
hace referencia en el párrafo 1, considerará que la declaración de culpabilidad, junto con las
pruebas adicionales presentadas, constituye un reconocimiento de todos los hechos esenciales que
configuran el crimen del cual se ha declarado culpable el acusado y podrá condenarlo por ese
crimen.
3. La Sala de Primera Instancia, de constatar que no se cumplen las condiciones a
que se hace referencia en el párrafo 1, tendrá la declaración de culpabilidad por no formulada y, en
ese caso, ordenará que prosiga el juicio con arreglo al procedimiento ordinario estipulado en el
presente Estatuto y podrá remitir la causa a otra Sala de Primera Instancia.
4. La Sala de Primera Instancia, cuando considere necesaria en interés de la justicia y
en particular en interés de las víctimas, una presentación más completa de los hechos de la causa,
podrá:
a) Pedir al Fiscal que presente pruebas adicionales, inclusive declaraciones de
testigos; u
b) Ordenar que prosiga el juicio con arreglo al procedimiento ordinario estipulado en
el presente Estatuto, en cuyo caso tendrá la declaración de culpabilidad por no formulada y podrá
remitir la causa a otra Sala de Primera Instancia.
5. Las consultas que celebren el Fiscal y la defensa respecto de la modificación de los
cargos, la declaración de culpabilidad o la pena que habrá de imponerse no serán obligatorias para
la Corte.

Artículo 66
Presunción de inocencia
1. Se presumirá que toda persona es inocente mientras no se pruebe su culpabilidad
ante la Corte de conformidad con el derecho aplicable.
2. Incumbirá al Fiscal probar la culpabilidad del acusado.
3. Para dictar sentencia condenatoria, la Corte deberá estar convencida de la
culpabilidad del acusado más allá de toda duda razonable.

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Artículo 67
Derechos del acusado
1. En la determinación de cualquier cargo, el acusado tendrá derecho a ser oído
públicamente, habida cuenta de las disposiciones del presente Estatuto, y a una audiencia justa e
imparcial, así como a las siguientes garantías mínimas en pie de plena igualdad:
a) A ser informado sin demora y en forma detallada, en un idioma que comprenda y
hable perfectamente, de la naturaleza, la causa y el contenido de los cargos que se le imputan;
b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su
defensa y a comunicarse libre y confidencialmente con un defensor de su elección;
c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas;
d) Con sujeción a lo dispuesto en el párrafo 2 del artículo 63, el acusado tendrá
derecho a hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistido por un
defensor de su elección; a ser informado, si no tuviera defensor, del derecho que le asiste a tenerlo
y, siempre que el interés de la justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio,
gratuitamente si careciere de medios suficientes para pagarlo;
e) A interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia
de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las mismas condiciones que los
testigos de cargo. El acusado tendrá derecho también a oponer excepciones y a presentar cualquier
otra prueba admisible de conformidad con el presente Estatuto;
f) A ser asistido gratuitamente por un intérprete competente y a obtener las
traducciones necesarias para satisfacer los requisitos de equidad, si en las actuaciones ante la Corte
o en los documentos presentados a la Corte se emplea un idioma que no comprende y no habla;
g) A no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable y a guardar
silencio, sin que ello pueda tenerse en cuenta a los efectos de determinar su culpabilidad o
inocencia;
h) A declarar de palabra o por escrito en su defensa sin prestar juramento; y
i) A que no se invierta la carga de la prueba ni le sea impuesta la carga de presentar
contrapruebas.
2. Además de cualquier otra divulgación de información estipulada en el presente
Estatuto, el Fiscal divulgará a la defensa, tan pronto como sea posible, las pruebas que obren en su
poder o estén bajo su control y que, a su juicio, indiquen o tiendan a indicar la inocencia del
acusado, o a atenuar su culpabilidad, o que puedan afectar a la credibilidad de las pruebas de
cargo. En caso de duda acerca de la aplicación de este párrafo, la Corte decidirá.

Artículo 68
Protección de las víctimas y los testigos y su
participación en las actuaciones
1. La Corte adoptará las medidas adecuadas para proteger la seguridad, el bienestar
físico y psicológico, la dignidad y la vida privada de las víctimas y los testigos. Con este fin, la
Corte tendrá en cuenta todos los factores pertinentes, incluidos la edad, el género, definido en el
párrafo 3 del artículo 7, y la salud, así como la índole del crimen, en particular cuando éste entrañe
violencia sexual o por razones de género, o violencia contra niños. En especial, el Fiscal adoptará
estas medidas en el curso de la investigación y el enjuiciamiento de tales crímenes. Estas medidas
no podrán redundar en perjuicio de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni
serán incompatibles con éstos.
2. Como excepción al principio del carácter público de las audiencias establecido en
el artículo 67, las Salas de la Corte podrán, a fin de proteger a las víctimas y los testigos o a un

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acusado, decretar que una parte del juicio se celebre a puerta cerrada o permitir la presentación de
pruebas por medios electrónicos u otros medios especiales. En particular, se aplicarán estas
medidas en el caso de una víctima de violencia sexual o de un menor de edad que sea víctima o
testigo, salvo decisión en contrario adoptada por la Corte atendiendo a todas las circunstancias,
especialmente la opinión de la víctima o el testigo.
3. La Corte permitirá, en las fases del juicio que considere conveniente, que se
presenten y tengan en cuenta las opiniones y observaciones de las víctimas si se vieren afectados
sus intereses personales y de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del
acusado o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos. Los representantes legales
de las víctimas podrán presentar dichas opiniones y observaciones cuando la Corte lo considere
conveniente y de conformidad con las Reglas de Procedimiento y Prueba.
4. La Dependencia de Víctimas y Testigos podrá asesorar al Fiscal y a la Corte
acerca de las medidas adecuadas de protección, los dispositivos de seguridad, el asesoramiento y
la asistencia a que se hace referencia en el párrafo 6 del artículo 43.
5. Cuando la divulgación de pruebas o información de conformidad con el presente
Estatuto entrañare un peligro grave para la seguridad de un testigo o de su familia, el Fiscal podrá,
a los efectos de cualquier diligencia anterior al juicio, no presentan dichas pruebas o información y
presentar en cambio un resumen de éstas. Las medidas de esta índole no podrán redundar en
perjuicio de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni serán incompatibles con
éstos.
6. Todo Estado podrá solicitar que se adopten las medidas necesarias respecto de la
protección de sus funcionarios o agentes, así como de la protección de información de carácter
confidencial o restringido.

Artículo 69
Práctica de las pruebas
1. Antes de declarar, cada testigo se comprometerá, de conformidad con las Reglas
de Procedimiento y Prueba, a decir verdad en su testimonio.
2. La prueba testimonial deberá rendirse en persona en el juicio, salvo cuando se
apliquen las medidas establecidas en el artículo 68 o en las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Asimismo, la Corte podrá permitir al testigo que preste testimonio oralmente o por medio de una
grabación de vídeo o audio, así como que se presenten documentos o transcripciones escritas, con
sujeción al presente Estatuto y de conformidad con las Reglas de Procedimiento y Prueba. Estas
medidas no podrán redundar en perjuicio de los derechos del acusado ni serán incompatibles con
éstos.
3. Las partes podrán presentar pruebas pertinentes a la causa, de conformidad con el
artículo 64. La Corte estará facultada para pedir todas las pruebas que considere necesarias para
determinar la veracidad de los hechos.
4. La Corte podrá decidir sobre la pertinencia o admisibilidad de cualquier prueba,
teniendo en cuenta, entre otras cosas, su valor probatorio y cualquier perjuicio que pueda suponer
para un juicio justo o para la justa evaluación del testimonio de un testigo, de conformidad con las
Reglas de Procedimiento y Prueba.
5. La Corte respetará los privilegios de confidencialidad establecidos en las Reglas de
Procedimiento y Prueba.
6. La Corte no exigirá prueba de los hechos de dominio público, pero podrá
incorporarlos en autos.
7. No serán admisibles las pruebas obtenidas como resultado de una violación del
presente Estatuto o de las normas de derechos humanos internacionalmente reconocidas cuando:

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a) Esa violación suscite serias dudas sobre la fiabilidad de las pruebas; o
b) Su admisión atente contra la integridad del juicio o redunde en grave desmedro de él.
8. La Corte, al decidir sobre la pertinencia o la admisibilidad de las pruebas
presentadas por un Estado, no podrá pronunciarse sobre la aplicación del derecho interno de ese
Estado.

Artículo 70
Delitos contra la administración de justicia
1. La Corte tendrá competencia para conocer de los siguientes delitos contra la
administración de justicia, siempre y cuando se cometan intencionalmente:
a) Dar falso testimonio cuando se esté obligado a decir verdad de conformidad con el
párrafo 1 del artículo 69;
b) Presentar pruebas a sabiendas de que son falsas o han sido falsificadas;
c) Corromper a un testigo, obstruir su comparecencia o testimonio o interferir en
ellos, tomar represalias contra un testigo por su declaración, destruir o alterar pruebas o interferir
en las diligencias de prueba;
d) Poner trabas, intimidar o corromper a un funcionario de la Corte para obligarlo o
inducirlo a que no cumpla sus funciones o a que lo haga de manera indebida;
e) Tomar represalias contra un funcionario de la Corte en razón de funciones que
haya desempeñado él u otro funcionario; y
f) Solicitar o aceptar un soborno en calidad de funcionario de la Corte y en relación
con sus funciones oficiales.
2. Las Reglas de Procedimiento y Prueba establecerán los principios y
procedimientos que regulen el ejercicio por la Corte de su competencia sobre los delitos a que se
hace referencia en el presente artículo. Las condiciones de la cooperación internacional con la
Corte respecto de las actuaciones que realice de conformidad con el presente artículo se regirán
por el derecho interno del Estado requerido.
3. En caso de decisión condenatoria, la Corte podrá imponer una pena de reclusión
no superior a cinco años o una multa, o ambas penas, de conformidad con las Reglas de
Procedimiento y Prueba.
4. a) Todo Estado Parte hará extensivas sus leyes penales que castiguen los delitos
contra la integridad de su propio procedimiento de investigación o enjuiciamiento a los delitos
contra la administración de justicia a que se hace referencia en el presente artículo y sean
cometidos en su territorio o por uno de sus nacionales;
b) A solicitud de la Corte, el Estado Parte, siempre que lo considere apropiado,
someterá el asunto a sus autoridades competentes a los efectos del enjuiciamiento. Esas
autoridades conocerán de tales asuntos con diligencia y asignarán medios suficientes para que las
causas se sustancien en forma eficaz.

Artículo 71
Sanciones por faltas de conducta en la Corte
1. En caso de faltas de conducta de personas presentes en la Corte, tales como
perturbar las audiencias o negarse deliberadamente a cumplir sus órdenes, la Corte podrá imponer
sanciones administrativas, que no entrañen privación de la libertad, como expulsión temporal o
permanente de la sala, multa u otras medidas similares establecidas en las Reglas de
Procedimiento y Prueba.

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2. El procedimiento para imponer las medidas a que se refiere el párrafo 1 se regirá
por las Reglas de Procedimiento y Prueba.

Artículo 72
Protección de información que afecte a la seguridad nacional
1. El presente artículo será aplicable en todos los casos en que la divulgación de
información o documentos de un Estado pueda, a juicio de éste, afectar a los intereses de su
seguridad nacional. Esos casos son los comprendidos en el ámbito de los párrafos 2 y 3 del
artículo 56, el párrafo 3 del artículo 61, el párrafo 3 del artículo 64, el párrafo 2 del artículo 67, el
párrafo 6 del artículo 68, el párrafo 6 del artículo 87 y el artículo 93, así como los que se presenten
en cualquier otra fase del procedimiento en el contexto de esa divulgación.
2. El presente artículo se aplicará también cuando una persona a quien se haya
solicitado información o pruebas se niegue a presentarlas o haya pedido un pronunciamiento del
Estado porque su divulgación afectaría a los intereses de la seguridad nacional del Estado, y el
Estado de que se trate confirme que, a su juicio, esa divulgación afectaría a los intereses de su
seguridad nacional.
3. Nada de lo dispuesto en el presente artículo afectará a los privilegios de
confidencialidad a que se refieren los apartados e) y f) del párrafo 3 del artículo 54 ni la aplicación
del artículo 73.
4. Si un Estado tiene conocimiento de que información o documentos suyos están
siendo divulgados o pueden serlo en cualquier fase del procedimiento y estima que esa
divulgación afectaría a sus intereses de seguridad nacional, tendrá derecho a pedir que la cuestión
se resuelva de conformidad con el presente artículo.
5. El Estado a cuyo juicio la divulgación de información afectaría a sus intereses de
seguridad nacional adoptará, actuando en conjunto con el Fiscal, la defensa, la Sala de Cuestiones
Preliminares o la Sala de Primera Instancia según sea el caso, todas las medidas razonables para
resolver la cuestión por medio de la cooperación. Esas medidas podrán ser, entre otras, las
siguientes:
a) La modificación o aclaración de la solicitud;
b) Una decisión de la Corte respecto de la pertinencia de la información o de las
pruebas solicitadas, o una decisión sobre si las pruebas, aunque pertinentes, pudieran obtenerse o
se hubieran obtenido de una fuente distinta del Estado;
c) La obtención de la información o las pruebas de una fuente distinta o en una forma
diferente; o
d) Un acuerdo sobre las condiciones en que se preste la asistencia, que incluya, entre
otras cosas, la presentación de resúmenes o exposiciones, restricciones a la divulgación, la
utilización de procedimientos a puerta cerrada o ex parte, u otras medidas de protección
permitidas con arreglo al Estatuto o las Reglas de Procedimiento y Prueba.
6. Una vez que se hayan adoptado todas las medidas razonables para resolver la
cuestión por medio de la cooperación, el Estado, si considera que la información o los documentos
no pueden proporcionarse ni divulgarse por medio alguno ni bajo ninguna condición sin perjuicio
de sus intereses de seguridad nacional, notificará al Fiscal o a la Corte las razones concretas de su
decisión, a menos que la indicación concreta de esas razones perjudique necesariamente los
intereses de seguridad nacional del Estado.
7. Posteriormente, si la Corte decide que la prueba es pertinente y necesaria para
determinar la culpabilidad o la inocencia del acusado, podrá adoptar las disposiciones siguientes:
a) Cuando se solicite la divulgación de la información o del documento de
conformidad con una solicitud de cooperación con arreglo a la Parte IX del presente Estatuto o en

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las circunstancias a que se refiere el párrafo 2 del presente artículo, y el Estado hiciere valer para
denegarla el motivo indicado en el párrafo 4 del artículo 93:
i) La Corte podrá, antes de adoptar una de las conclusiones a que se refiere el
inciso ii) del apartado a) del párrafo 7, solicitar nuevas consultas con el fin
de oír las razones del Estado. La Corte, si el Estado lo solicita, celebrará las
consultas a puerta cerrada y ex parte;
ii) Si la Corte llega a la conclusión de que, al hacer valer el motivo de
denegación indicado en el párrafo 4 del artículo 93, dadas las
circunstancias del caso, el Estado requerido no está actuando de
conformidad con las obligaciones que le impone el presente Estatuto,
podrá remitir la cuestión de conformidad con el párrafo 7 del artículo 87,
especificando las razones de su conclusión; y
iii) La Corte, en el juicio del acusado, podrá extraer las inferencias respecto de
la existencia o inexistencia de un hecho que sean apropiadas en razón de
las circunstancias; o
b) En todas las demás circunstancias:
i) Ordenar la divulgación; o
ii) Si no ordena la divulgación, en el juicio del acusado, extraer las inferencias
respecto de la existencia o inexistencia de un hecho que sean apropiadas en
razón de las circunstancias.

Artículo 73
Información o documentos de terceros
Si la Corte pide a un Estado Parte que le proporcione información o un documento que
esté bajo su custodia, posesión o control y que le haya sido divulgado por un Estado, una
organización intergubernamental o una organización internacional a título confidencial, éste
recabará el consentimiento de su autor para divulgar la información o el documento. Si el autor es
un Estado Parte, deberá consentir en divulgar dicha información o documento o comprometerse a
resolver la cuestión con la Corte, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 72. Si el autor no es un
Estado Parte y no consiente en divulgar la información o el documento, el Estado requerido
comunicará a la Corte que no puede proporcionar la información o el documento de que se trate
en razón de la obligación contraída con su autor de preservar su carácter confidencial.

Artículo 74
Requisitos para el fallo
1. Todos los magistrados de la Sala de Primera Instancia estarán presentes en cada
fase del juicio y en todas sus deliberaciones. La Presidencia podrá designar para cada causa y
según estén disponibles uno o varios magistrados suplentes para que asistan a todas las fases del
juicio y sustituyan a cualquier miembro de la Sala de Primera Instancia que se vea imposibilitado
para seguir participando en el juicio.
2. La Sala de Primera Instancia fundamentará su fallo en su evaluación de las
pruebas y de la totalidad del juicio. El fallo se referirá únicamente a los hechos y las circunstancias
descritos en los cargos o las modificaciones a los cargos, en su caso. La Corte podrá fundamentar
su fallo únicamente en las pruebas presentadas y examinadas ante ella en el juicio.
3. Los magistrados procurarán adoptar su fallo por unanimidad, pero, de no ser
posible, éste será adoptado por mayoría.
4. Las deliberaciones de la Sala de Primera Instancia serán secretas.

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5. El fallo constará por escrito e incluirá una exposición fundada y completa de la
evaluación de las pruebas y las conclusiones. La Sala de Primera Instancia dictará un fallo.
Cuando no haya unanimidad, el fallo de la Sala de Primera Instancia incluirá las opiniones de la
mayoría y de la minoría. La lectura del fallo o de un resumen de éste se hará en sesión pública.

Artículo 75
Reparación a las víctimas
1. La Corte establecerá principios aplicables a la reparación, incluidas la restitución,
la indemnización y la rehabilitación, que ha de otorgarse a las víctimas o a sus causahabientes.
Sobre esta base, la Corte, previa solicitud o de oficio en circunstancias excepcionales, podrá
determinar en su decisión el alcance y la magnitud de los daños, pérdidas o perjuicios causados a
las víctimas o a sus causahabientes, indicando los principios en que se funda.
2. La Corte podrá dictar directamente una decisión contra el condenado en la que
indique la reparación adecuada que ha de otorgarse a las víctimas, incluidas la restitución, la
indemnización y la rehabilitación. Cuando proceda, la Corte podrá ordenar que la indemnización
otorgada a título de reparación se pague por conducto del Fondo Fiduciario previsto en el
artículo 79.
3. La Corte, antes de tomar una decisión con arreglo a este artículo, podrá solicitar y
tendrá en cuenta las observaciones formuladas por el condenado, las víctimas, otras personas o
Estados que tengan un interés, o las que se formulen en su nombre.
4. Al ejercer sus atribuciones de conformidad con el presente artículo, la Corte,
una vez que una persona sea declarada culpable de un crimen de su competencia, podrá
determinar si, a fin de dar efecto a una decisión que dicte de conformidad con este artículo, es
necesario solicitar medidas de conformidad con el párrafo 1 del artículo 93.
5. Los Estados Partes darán efecto a la decisión dictada con arreglo a este artículo
como si las disposiciones del artículo 109 se aplicaran al presente artículo.
6. Nada de lo dispuesto en el presente artículo podrá interpretarse en perjuicio de los
derechos de las víctimas con arreglo al derecho interno o el derecho internacional.

Artículo 76
Fallo condenatorio
1. En caso de que se dicte un fallo condenatorio, la Sala de Primera Instancia fijará la
pena que proceda imponer, para lo cual tendrá en cuenta las pruebas practicadas y las
conclusiones relativas a la pena que se hayan hecho en el proceso.
2. Salvo en el caso en que sea aplicable el artículo 65, la Sala de Primera Instancia
podrá convocar de oficio una nueva audiencia, y tendrá que hacerlo si lo solicitan el Fiscal o el
acusado antes de que concluya la instancia, a fin de practicar diligencias de prueba o escuchar
conclusiones adicionales relativas a la pena, de conformidad con las Reglas de Procedimiento y
Prueba.
3. En el caso en que sea aplicable el párrafo 2, en la audiencia a que se hace
referencia en ese párrafo o, de ser necesario, en una audiencia adicional se escucharán las
observaciones que se hagan en virtud del artículo 75.
4. La pena será impuesta en audiencia pública y, de ser posible, en presencia del
acusado.

44
PARTE VII. DE LAS PENAS

Artículo 77
Penas aplicables
1. La Corte podrá, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 110, imponer a la
persona declarada culpable de uno de los crímenes a que se hace referencia en el artículo 5 del
presente Estatuto una de las penas siguientes:
a) La reclusión por un número determinado de años que no exceda de 30 años; o
b) La reclusión a perpetuidad cuando lo justifiquen la extrema gravedad del crimen y
las circunstancias personales del condenado.
2. Además de la reclusión, la Corte podrá imponer:
a) Una multa con arreglo a los criterios enunciados en las Reglas de Procedimiento y
Prueba;
b) El decomiso del producto, los bienes y los haberes procedentes directa o
indirectamente de dicho crimen, sin perjuicio de los derechos de terceros de buena fe.

Artículo 78
Imposición de la pena
1. Al imponer una pena, la Corte tendrá en cuenta, de conformidad con las Reglas de
Procedimiento y Prueba, factores tales como la gravedad del crimen y las circunstancias
personales del condenado.
2. La Corte, al imponer una pena de reclusión, abonará el tiempo que, por orden
suya, haya estado detenido el condenado. La Corte podrá abonar cualquier otro período de
detención cumplido en relación con la conducta constitutiva del delito.
3. Cuando una persona haya sido declarada culpable de más de un crimen, la Corte
impondrá una pena para cada uno de ellos y una pena común en la que se especifique la duración
total de la reclusión. La pena no será inferior a la más alta de cada una de las penas impuestas y no
excederá de 30 años de reclusión o de una pena de reclusión a perpetuidad de conformidad con el
párrafo 1 b) del artículo 77.

Artículo 79
Fondo fiduciario
1. Por decisión de la Asamblea de los Estados Partes se establecerá un fondo
fiduciario en beneficio de las víctimas de crímenes de la competencia de la Corte y de sus
familias.
2. La Corte podrá ordenar que las sumas y los bienes que reciba a título de multa o
decomiso sean transferidos al Fondo Fiduciario.
3. El Fondo Fiduciario será administrado según los criterios que fije la Asamblea de
los Estados Partes.

Artículo 80
El Estatuto, la aplicación de penas por los países
y la legislación nacional
Nada de lo dispuesto en la presente parte se entenderá en perjuicio de la aplicación por los
Estados de las penas prescritas por su legislación nacional ni de la legislación de los Estados en
que no existan las penas prescritas en la presente parte.

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PARTE VIII. DE LA APELACIÓN Y LA REVISIÓN

Artículo 81
Apelación del fallo condenatorio o absolutorio o de la pena
1. Los fallos dictados de conformidad con el artículo 74 serán apelables de
conformidad con las Reglas de Procedimiento y Prueba, según se dispone a continuación:
a) El Fiscal podrá apelar por alguno de los motivos siguientes:
i) Vicio de procedimiento;
ii) Error de hecho; o
iii) Error de derecho;
b) El condenado, o el Fiscal en su nombre, podrá apelar por alguno de los motivos
siguientes:
i) Vicio de procedimiento;
ii) Error de hecho;
iii) Error de derecho;
iv) Cualquier otro motivo que afecte a la justicia o a la regularidad del proceso
o del fallo.
2. a) El Fiscal o el condenado podrán apelar de una pena impuesta, de conformidad con
las Reglas de Procedimiento y Prueba, en razón de una desproporción entre el crimen y la pena;
b) La Corte, si al conocer de la apelación de una pena impuesta, considerase que hay
fundamentos para revocar la condena en todo o parte, podrá invitar al Fiscal y al condenado a que
presenten sus argumentos de conformidad con los apartados a) o b) del párrafo 1 del artículo 81 y
podrá dictar una decisión respecto de la condena de conformidad con el artículo 83;
c) Este procedimiento también será aplicable cuando la Corte, al conocer de una
apelación contra el fallo condenatorio únicamente, considere que hay fundamentos para reducir la
pena en virtud del párrafo 2 a).
3. a) Salvo que la Sala de Primera Instancia ordene otra cosa, el condenado
permanecerá privado de libertad mientras se falla la apelación;
b) Cuando la duración de la detención fuese mayor que la de la pena de prisión
impuesta, el condenado será puesto en libertad; sin embargo, si el Fiscal también apelase, esa
libertad podrá quedar sujeta a las condiciones enunciadas en el apartado siguiente;
c) Si la sentencia fuere absolutoria, el acusado será puesto en libertad de inmediato,
con sujeción a las normas siguientes:
i) En circunstancias excepcionales y teniendo en cuenta entre otras cosas, el
riesgo concreto de fuga, la gravedad del delito y las probabilidades de que
se dé lugar a la apelación, la Sala de Primera Instancia, a solicitud del
Fiscal, podrá decretar que siga privado de la libertad mientras dure la
apelación;
ii) Las decisiones dictadas por la Sala de Primera Instancia en virtud del
inciso precedente serán apelables de conformidad con las Reglas de
Procedimiento y Prueba.
4. Con sujeción a lo dispuesto en los apartados a) y b) del párrafo 3, la ejecución del
fallo o de la pena será suspendida durante el plazo fijado para la apelación y mientras dure el
procedimiento de apelación.

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Artículo 82
Apelación de otras decisiones
1. Cualquiera de las partes podrá apelar, de conformidad con las Reglas de
Procedimiento y Prueba, de las siguientes decisiones:
a) Una decisión relativa a la competencia o la admisibilidad;
b) Una decisión por la que se autorice o deniegue la libertad de la persona objeto de
investigación o enjuiciamiento;
c) Una decisión de la Sala de Cuestiones Preliminares de actuar de oficio de
conformidad con el párrafo 3 del artículo 56;
d) Una decisión relativa a una cuestión que afecte de forma significativa a la justicia y
a la prontitud con que se sustancia el proceso o a su resultado y respecto de la cual, en opinión de
la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera Instancia, una resolución inmediata de la
Sala de Apelaciones pueda acelerar materialmente el proceso.
2. El Estado de que se trate o el Fiscal, con la autorización de la Sala de Cuestiones
Preliminares, podrá apelar de una decisión adoptada por esta Sala de conformidad con el
párrafo 3 d) del artículo 57. La apelación será sustanciada en procedimiento sumario.
3. La apelación no suspenderá por sí misma el procedimiento a menos que la Sala de
Apelaciones así lo resuelva, previa solicitud y de conformidad con las Reglas de Procedimiento y
Prueba.
4. El representante legal de las víctimas, el condenado o el propietario de buena fe de
bienes afectados por una providencia dictada en virtud del artículo 75 podrán apelar, de
conformidad con las Reglas de Procedimiento y Prueba, de la decisión por la cual se conceda
reparación.

Artículo 83
Procedimiento de apelación
1. A los efectos del procedimiento establecido en el artículo 81 y en el presente
artículo, la Sala de Apelaciones tendrá todas las atribuciones de la Sala de Primera Instancia.
2. La Sala de Apelaciones, si decide que las actuaciones apeladas fueron injustas y
que ello afecta a la regularidad del fallo o la pena o que el fallo o la pena apelados adolecen
efectivamente de errores de hecho o de derecho o de vicios de procedimiento, podrá:
a) Revocar o enmendar el fallo o la pena; o
b) Decretar la celebración de un nuevo juicio en otra Sala de Primera Instancia.
A estos efectos, la Sala de Apelaciones podrá devolver una cuestión de hecho a la Sala de
Primera Instancia original para que la examine y le informe según corresponda, o podrá ella
misma pedir pruebas para dirimirla. El fallo o la pena apelados únicamente por el condenado, o
por el Fiscal en nombre de éste, no podrán ser modificados en perjuicio suyo.
3. La Sala de Apelaciones, si al conocer de una apelación contra la pena, considera
que hay una desproporción entre el crimen y la pena, podrá modificar ésta de conformidad con lo
dispuesto en la Parte VII.
4. La sentencia de la Sala de Apelaciones será aprobada por mayoría de los
magistrados que la componen y anunciada en audiencia pública. La sentencia enunciará las
razones en que se funda. De no haber unanimidad, consignará las opiniones de la mayoría y de la
minoría, si bien un magistrado podrá emitir una opinión separada o disidente sobre una cuestión
de derecho.

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5. La Sala de Apelaciones podrá dictar sentencia en ausencia de la persona absuelta o
condenada.

Artículo 84
Revisión del fallo condenatorio o de la pena
1. El condenado o, después de su fallecimiento, el cónyuge, los hijos, los padres o
quien estuviera vivo al momento de la muerte del acusado y tuviera instrucciones escritas del
acusado de hacerlo, o el Fiscal en su nombre, podrá pedir a la Sala de Apelaciones que revise el
fallo definitivo condenatorio o la pena por las siguientes causas:
a) Se hubieren descubierto nuevas pruebas que:
i) No se hallaban disponibles a la época del juicio por motivos que no cabría
imputar total o parcialmente a la parte que formula la solicitud; y
ii) Son suficientemente importantes como para que, de haberse valorado en el
juicio, probablemente hubieran dado lugar a otro veredicto;
b) Se acabare de descubrir que un elemento de prueba decisivo, apreciado en el juicio
y del cual depende la condena, era falso o habría sido objeto de adulteración o falsificación;
c) Uno o más de los magistrados que intervinieron en el fallo condenatorio o en la
confirmación de los cargos han incurrido, en esa causa, en una falta grave o un incumplimiento
grave de magnitud suficiente para justificar su separación del cargo de conformidad con el
artículo 46.
2. La Sala de Apelaciones rechazará la solicitud si la considera infundada. Si
determina que la solicitud es atendible, podrá, según corresponda:
a) Convocar nuevamente a la Sala de Primera Instancia original;
b) Constituir una nueva Sala de Primera Instancia; o
c) Mantener su competencia respecto del asunto,
para, tras oír a las partes en la manera establecida en las Reglas de Procedimiento y Prueba,
determinar si ha de revisarse la sentencia.

Artículo 85
Indemnización del detenido o condenado
1. El que haya sido ilegalmente detenido o recluido tendrá el derecho efectivo a ser
indemnizado.
2. El que por decisión final hubiera sido condenado por un crimen y hubiere
cumplido pena por tal motivo será indemnizado conforme a la ley de ser anulada posteriormente
su condena en razón de hechos nuevos que demuestren concluyentemente que hubo un error
judicial, salvo que la falta de conocimiento oportuno de esos hechos le fuera total o parcialmente
imputable.
3. En circunstancias excepcionales, la Corte, si determina la existencia de hechos
concluyentes que muestran que hubo un error judicial grave y manifiesto tendrá la facultad
discrecional de otorgar una indemnización, de conformidad con los criterios establecidos en las
Reglas de Procedimiento y Prueba, a quien hubiere sido puesto en libertad en virtud de una
sentencia definitiva absolutoria o de un sobreseimiento de la causa por esa razón.

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PARTE IX. DE LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL
Y LA ASISTENCIA JUDICIAL

Artículo 86
Obligación general de cooperar
Los Estados Partes, de conformidad con lo dispuesto en el presente Estatuto, cooperarán
plenamente con la Corte en relación con la investigación y el enjuiciamiento de crímenes de su
competencia.

Artículo 87
Solicitudes de cooperación: disposiciones generales
1. a) La Corte estará facultada para formular solicitudes de cooperación a los Estados
Partes. Éstas se transmitirán por vía diplomática o por cualquier otro conducto adecuado que haya
designado cada Estado Parte a la fecha de la ratificación, aceptación, aprobación o adhesión.
Cada Estado Parte podrá cambiar posteriormente esa designación de conformidad con las
Reglas de Procedimiento y Prueba.
b) Cuando proceda, y sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado a), las solicitudes
podrán transmitirse también por conducto de la Organización Internacional de Policía Criminal o
de cualquier organización regional competente.
2. Las solicitudes de cooperación y los documentos que las justifiquen estarán
redactados en un idioma oficial del Estado requerido, o acompañados de una traducción a ese
idioma, o a uno de los idiomas de trabajo de la Corte, según la elección que haya hecho el Estado
a la fecha de la ratificación, aceptación, aprobación o adhesión.
El Estado Parte podrá cambiar posteriormente esa elección de conformidad con las Reglas
de Procedimiento y Prueba.
3. El Estado requerido preservará el carácter confidencial de toda solicitud de
cooperación y de los documentos que las justifiquen, salvo en la medida en que su divulgación sea
necesaria para tramitarla.
4. Con respecto a las solicitudes de asistencia presentadas de conformidad con la
presente Parte, la Corte podrá adoptar todas las medidas, incluidas las relativas a la protección de
la información, que sean necesarias para proteger la seguridad y el bienestar físico o psicológico
de las víctimas, los posibles testigos y sus familiares. La Corte podrá solicitar que toda
información comunicada en virtud de la presente Parte sea transmitida y procesada de manera que
se proteja la seguridad y el bienestar físico o psicológico de las víctimas, los posibles testigos y sus
familiares.
5. a) La Corte podrá invitar a cualquier Estado que no sea parte en el presente Estatuto a
prestar la asistencia prevista en la presente Parte sobre la base de un arreglo especial, un acuerdo
con ese Estado o de cualquier otra manera adecuada.
b) Cuando un Estado que no sea parte en el presente Estatuto y que haya celebrado
un arreglo especial o un acuerdo con la Corte se niegue a cooperar en la ejecución de las
solicitudes a que se refieran tal arreglo o acuerdo, la Corte podrá informar de ello a la Asamblea
de los Estados Partes o al Consejo de Seguridad, si éste le hubiese remitido el asunto.
6. La Corte podrá solicitar de cualquier organización intergubernamental que le
proporcione información o documentos. Asimismo, la Corte podrá solicitar otras formas de
cooperación y asistencia que se hayan acordado con cualquiera de esas organizaciones, de
conformidad con su competencia o mandato.
7. Cuando, en contravención de lo dispuesto en el presente Estatuto, un Estado Parte
se niegue a dar curso a una solicitud de cooperación formulada por la Corte, impidiéndole ejercer

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sus funciones y atribuciones de conformidad con el presente Estatuto, ésta podrá hacer una
constatación en ese sentido y remitir la cuestión a la Asamblea de los Estados Partes o al Consejo
de Seguridad, si éste le hubiese remitido el asunto.

Artículo 88
Procedimientos aplicables en el derecho interno
Los Estados Partes se asegurarán de que en el derecho interno existan procedimientos
aplicables a todas las formas de cooperación especificadas en la presente parte.

Artículo 89
Entrega de personas a la Corte
1. La Corte podrá transmitir, junto con los antecedentes que la justifiquen de
conformidad con el artículo 91, una solicitud de detención y entrega de una persona a todo Estado
en cuyo territorio pueda hallarse y solicitará la cooperación de ese Estado. Los Estados Partes
cumplirán las solicitudes de detención y entrega de conformidad con las disposiciones de la
presente parte y el procedimiento establecido en su derecho interno.
2. Cuando la persona cuya entrega se pida la impugne ante un tribunal nacional
oponiendo la excepción de cosa juzgada de conformidad con el artículo 20, el Estado requerido
celebrará de inmediato consultas con la Corte para determinar si ha habido una decisión sobre la
admisibilidad de la causa. Si la causa es admisible, el Estado requerido cumplirá la solicitud. Si
está pendiente la decisión sobre la admisibilidad, el Estado requerido podrá aplazar la ejecución de
la solicitud de entrega hasta que la Corte adopte esa decisión.
3. a) El Estado Parte autorizará de conformidad con su derecho procesal el tránsito por
su territorio de una persona que otro Estado entregue a la Corte, salvo cuando el tránsito por ese
Estado obstaculice o demore la entrega;
b) La solicitud de la Corte de que se autorice ese tránsito será transmitida de
conformidad con el artículo 87 y contendrá:
i) Una descripción de la persona que será transportada;
ii) Una breve exposición de los hechos de la causa y su tipificación; y
iii) La orden de detención y entrega;
c) La persona transportada permanecerá detenida durante el tránsito;
d) No se requerirá autorización alguna cuando la persona sea transportada por vía
aérea y no se prevea aterrizar en el territorio del Estado de tránsito;
e) En caso de aterrizaje imprevisto en el territorio del Estado de tránsito, éste podrá
pedir a la Corte que presente una solicitud de tránsito con arreglo a lo dispuesto en el apartado b).
El Estado de tránsito detendrá a la persona transportada mientras se recibe la solicitud de la Corte
y se efectúa el tránsito; sin embargo, la detención no podrá prolongarse más de 96 horas contadas
desde el aterrizaje imprevisto si la solicitud no es recibida dentro de ese plazo.
4. Si la persona buscada está siendo enjuiciada o cumple condena en el Estado
requerido por un crimen distinto de aquel por el cual se pide su entrega a la Corte, el Estado
requerido, después de haber decidido conceder la entrega, celebrará consultas con la Corte.

Artículo 90
Solicitudes concurrentes
1. El Estado Parte que haya recibido una solicitud de la Corte relativa a la entrega de
una persona de conformidad con el artículo 89, y reciba además una solicitud de cualquier otro
Estado relativa a la extradición de la misma persona por la misma conducta que constituya la base

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del crimen en razón del cual la Corte ha pedido la entrega, notificará a la Corte y al Estado
requirente ese hecho.
2. Si el Estado requirente es un Estado Parte, el Estado requerido dará prioridad a la
solicitud de la Corte cuando ésta:
a) Haya determinado, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 18 ó 19, que
la causa respecto de la cual se solicita la entrega es admisible y en su decisión haya tenido en
cuenta la investigación o el enjuiciamiento que lleva a cabo el Estado requirente con respecto a la
solicitud de extradición que éste ha presentado; o
b) Adopte la decisión a que se refiere el apartado a) como consecuencia de la
notificación efectuada por el Estado requerido de conformidad con el párrafo 1.
3. Cuando no se haya adoptado la decisión a que se hace referencia en el párrafo 2 a),
el Estado requerido tendrá la facultad discrecional, hasta que se dicte la decisión de la Corte
prevista en el párrafo 2 b), de dar curso a la solicitud de extradición presentada por el Estado
requirente, pero no la hará efectiva hasta que la Corte haya resuelto que la causa es inadmisible.
La Corte adoptará su decisión en procedimiento sumario.
4. Si el Estado requirente no es parte en el presente Estatuto, el Estado requerido, en
caso de que no esté obligado por alguna norma internacional a conceder la extradición al Estado
requirente, dará prioridad a la solicitud de entrega que le haya hecho la Corte si ésta ha
determinado que la causa era admisible.
5. Cuando la Corte no haya determinado la admisibilidad de una causa de
conformidad con el párrafo 4, el Estado requerido tendrá la facultad discrecional de dar curso a la
solicitud de extradición que le haya hecho el Estado requirente.
6. En los casos en que sea aplicable el párrafo 4, y salvo que el Estado requerido esté
obligado por alguna norma internacional a extraditar la persona al Estado requirente que no sea
parte en el presente Estatuto, el Estado requerido decidirá si hace la entrega a la Corte o concede la
extradición al Estado requirente. Para tomar esta decisión, el Estado requerido tendrá en cuenta
todos los factores pertinentes, entre otros:
a) Las fechas respectivas de las solicitudes;
b) Los intereses del Estado requirente y, cuando proceda, si el crimen se cometió en
su territorio y cuál es la nacionalidad de las víctimas y de la persona cuya entrega o extradición se
ha solicitado; y
c) La posibilidad de que la Corte y el Estado requirente lleguen posteriormente a un
acuerdo respecto de la entrega.
7. Cuando el Estado Parte que reciba una solicitud de la Corte de entrega de una
persona reciba también una solicitud de otro Estado relativa a la extradición de la misma persona
por una conducta distinta de la que constituye el crimen en razón del cual la Corte solicita la
entrega:
a) El Estado requerido, si no está obligado por ninguna norma internacional a
conceder la extradición al Estado requirente, dará preferencia a la solicitud de la Corte;
b) El Estado requerido, si está obligado por una norma internacional a conceder la
extradición al Estado requirente, decidirá si entrega la persona a la Corte o la extradita al Estado
requirente. En esta decisión, el Estado requerido tendrá en cuenta todos los factores pertinentes y,
entre otros, los enumerados en el párrafo 6, pero tendrá especialmente en cuenta la naturaleza y la
gravedad relativas de la conducta de que se trate.
8. Cuando, como consecuencia de una notificación efectuada con arreglo al presente
artículo, la Corte haya determinado la inadmisibilidad de una causa y posteriormente se deniegue
la extradición al Estado requirente, el Estado requerido notificará su decisión a la Corte.

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Artículo 91
Contenido de la solicitud de detención y entrega
1. La solicitud de detención y entrega deberá formularse por escrito. En caso de
urgencia, se podrá hacer por cualquier otro medio que permita dejar constancia escrita, a
condición de que la solicitud sea confirmada en la forma indicada en el párrafo 1 a) del
artículo 87.
2. La solicitud de detención y entrega de una persona respecto de la cual la Sala de
Cuestiones Preliminares haya dictado una orden de detención de conformidad con el artículo 58
deberá contener los elementos siguientes o ir acompañada de:
a) Información suficiente para la identificación de la persona buscada y datos sobre
su probable paradero;
b) Una copia de la orden de detención; y
c) Los documentos, las declaraciones o la información que sean necesarios para
cumplir los requisitos de procedimiento del Estado requerido relativos a la entrega; sin embargo,
esos requisitos no podrán ser más onerosos que los aplicables a las solicitudes de extradición
conforme a tratados o acuerdos celebrados por el Estado requerido y otros Estados y, de ser
posible, serán menos onerosos, habida cuenta del carácter específico de la Corte.
3. La solicitud de detención y entrega del condenado deberá contener los siguientes
elementos o ir acompañada de:
a) Copia de la orden de detención dictada en su contra;
b) Copia de la sentencia condenatoria;
c) Datos que demuestren que la persona buscada es aquella a la que se refiere la
sentencia condenatoria; y
d) Si la persona que se busca ha sido condenada a una pena, copia de la sentencia y,
en el caso de una pena de reclusión, una indicación de la parte de la pena que se ha cumplido y de
la que queda por cumplir.
4. A solicitud de la Corte, un Estado Parte consultará con ésta, en general o con
respecto a un asunto concreto, sobre las disposiciones de su derecho interno que puedan ser
aplicables de conformidad con el apartado c) del párrafo 2 del presente artículo. En esas consultas,
el Estado Parte comunicará a la Corte los requisitos específicos de su derecho interno.

Artículo 92
Detención provisional
1. En caso de urgencia, la Corte podrá solicitar la detención provisional de la persona
buscada hasta que se presente la solicitud de entrega y los documentos que la justifiquen de
conformidad con el artículo 91.
2. La solicitud de detención provisional deberá hacerse por cualquier medio que
permita dejar constancia escrita y contendrá:
a) Información suficiente para identificar a la persona buscada y datos sobre su
probable paradero;
b) Una exposición concisa de los crímenes por los que se pida la detención y de los
hechos que presuntamente serían constitutivos de esos crímenes, inclusive, de ser posible, la
indicación de la fecha y el lugar en que se cometieron;
c) Una declaración de que existe una orden de detención o una decisión final
condenatoria respecto de la persona buscada; y

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d) Una declaración de que se presentará una solicitud de entrega de la persona
buscada.
3. La persona sometida a detención provisional podrá ser puesta en libertad si el
Estado requerido no hubiere recibido la solicitud de entrega y los documentos que la justifiquen,
de conformidad con el artículo 91, dentro del plazo fijado en las Reglas de Procedimiento y
Prueba. Sin embargo, el detenido podrá consentir en la entrega antes de que se cumpla dicho plazo
siempre que lo permita el derecho interno del Estado requerido. En ese caso, el Estado requerido
procederá a entregar al detenido a la Corte tan pronto como sea posible.
4. El hecho de que la persona buscada haya sido puesta en libertad de conformidad
con el párrafo 3 no obstará para que sea nuevamente detenida y entregada una vez que el Estado
requerido reciba la solicitud de entrega y los documentos que la justifiquen.

Artículo 93
Otras formas de cooperación
1. Los Estados Partes, de conformidad con lo dispuesto en la presente Parte y con los
procedimientos de su derecho interno, deberán cumplir las solicitudes de asistencia formuladas
por la Corte en relación con investigaciones o enjuiciamientos penales a fin de:
a) Identificar y buscar personas u objetos;
b) Practicar pruebas, incluidos los testimonios bajo juramento, y producir pruebas,
incluidos los dictámenes e informes periciales que requiera la Corte;
c) Interrogar a una persona objeto de investigación o enjuiciamiento;
d) Notificar documentos, inclusive los documentos judiciales;
e) Facilitar la comparecencia voluntaria ante la Corte de testigos o expertos;
f) Proceder al traslado provisional de personas, de conformidad con lo dispuesto en
el párrafo 7;
g) Realizar inspecciones oculares, inclusive la exhumación y el examen de cadáveres
y fosas comunes;
h) Practicar allanamientos y decomisos;
i) Transmitir registros y documentos, inclusive registros y documentos oficiales;
j) Proteger a víctimas y testigos y preservar pruebas;
k) Identificar, determinar el paradero o inmovilizar el producto y los bienes y haberes
obtenidos del crimen y de los instrumentos del crimen, o incautarse de ellos, con miras a su
decomiso ulterior y sin perjuicio de los derechos de terceros de buena fe; y
l) Cualquier otro tipo de asistencia no prohibida por la legislación del Estado
requerido y destinada a facilitar la investigación y el enjuiciamiento de crímenes de la
competencia de la Corte.
2. La Corte podrá dar seguridades a los testigos o expertos que comparezcan ante ella
de que no serán enjuiciados o detenidos ni se restringirá su libertad personal por un acto u omisión
anterior a su salida del Estado requerido.
3. Cuando la ejecución de una determinada medida de asistencia detallada en una
solicitud presentada de conformidad con el párrafo 1 estuviera prohibida en el Estado requerido
por un principio fundamental de derecho ya existente y de aplicación general, el Estado requerido
celebrará sin demora consultas con la Corte para tratar de resolver la cuestión. En las consultas se
debería considerar si se puede prestar la asistencia de otra manera o con sujeción a condiciones. Si,
después de celebrar consultas, no se pudiera resolver la cuestión, la Corte modificará la solicitud
según sea necesario.

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4. El Estado Parte podrá no dar lugar a una solicitud de asistencia, en su totalidad o
en parte, de conformidad con el artículo 72 y únicamente si la solicitud se refiere a la presentación
de documentos o la divulgación de pruebas que afecten a su seguridad nacional.
5. Antes de denegar una solicitud de asistencia de conformidad con el párrafo 1 l), el
Estado requerido considerará si se puede prestar la asistencia con sujeción a ciertas condiciones, o
si es posible hacerlo en una fecha posterior o de otra manera. La Corte o el Fiscal, si aceptan la
asistencia sujeta a condiciones, tendrán que cumplirlas.
6. Si no se da lugar a una solicitud de asistencia, el Estado Parte requerido deberá
comunicar sin demora los motivos a la Corte o al Fiscal.
7. a) La Corte podrá solicitar el traslado provisional de un detenido a los fines de su
identificación o de que preste testimonio o asistencia de otra índole. El traslado podrá realizarse
siempre que:
i) El detenido dé, libremente y con conocimiento de causa, su
consentimiento; y
ii) El Estado requerido lo acepte, con sujeción a las condiciones que hubiere
acordado con la Corte.
b) La persona trasladada permanecerá detenida. Una vez cumplidos los fines del
traslado, la Corte la devolverá sin dilación al Estado requerido.
8. a) La Corte velará por la protección del carácter confidencial de los documentos y de
la información, salvo en la medida en que éstos sean necesarios para la investigación y las
diligencias pedidas en la solicitud.
b) El Estado requerido podrá, cuando sea necesario, transmitir al Fiscal documentos o
información con carácter confidencial. El Fiscal únicamente podrá utilizarlos para reunir nuevas
pruebas.
c) El Estado requerido podrá, de oficio o a solicitud del Fiscal, autorizar la
divulgación ulterior de estos documentos o información, los cuales podrán utilizarse como medios
de prueba de conformidad con lo dispuesto en las partes V y VI y de conformidad con las Reglas
de Procedimiento y Prueba.
9. a) i) El Estado Parte que reciba solicitudes concurrentes de la Corte y de otro
Estado de conformidad con una obligación internacional y que no se
refieran a la entrega o la extradición, procurará, en consulta con la Corte y
el otro Estado, atender ambas solicitudes, de ser necesario postergando o
condicionando una de ellas.
ii) Si esto no fuera posible, la cuestión de las solicitudes concurrentes se
resolverá de conformidad con los principios enunciados en el artículo 90.
b) Sin embargo, cuando la solicitud de la Corte se refiera a información, bienes o
personas que estén sometidos al control de un tercer Estado o de una organización internacional en
virtud de un acuerdo internacional, el Estado requerido lo comunicará a la Corte y la Corte dirigirá
su solicitud al tercer Estado o a la organización internacional.
10. a) A solicitud de un Estado Parte que lleve a cabo una investigación o sustancie un
juicio por una conducta que constituya un crimen de la competencia de la Corte o que constituya
un crimen grave con arreglo al derecho interno del Estado requirente, la Corte podrá cooperar con
él y prestarle asistencia;

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b) i) La asistencia prestada de conformidad con el apartado a) podrá
comprender, entre otras cosas:
a. La transmisión de declaraciones, documentos u otros elementos de prueba
obtenidos en el curso de una investigación o de un proceso sustanciado por
la Corte; y
b. El interrogatorio de una persona detenida por orden de la Corte;
ii) En el caso de la asistencia prevista en el apartado b) i) a.:
a. Si los documentos u otros elementos de prueba se hubieren obtenido con la
asistencia de un Estado, su transmisión estará subordinada al
consentimiento de dicho Estado;
b. Si las declaraciones, los documentos u otros elementos de prueba hubieren
sido proporcionados por un testigo o un perito, su transmisión estará
subordinada a lo dispuesto en el artículo 68.
c) La Corte podrá, de conformidad con el presente párrafo y en las condiciones
enunciadas en él, acceder a una solicitud de asistencia presentada por un Estado que no sea parte
en el presente Estatuto.

Artículo 94
Aplazamiento de la ejecución de una solicitud de asistencia con
respecto a una investigación o un enjuiciamiento en curso
1. Si la ejecución inmediata de una solicitud de asistencia interfiriere una
investigación o enjuiciamiento en curso de un asunto distinto de aquel al que se refiera la solicitud,
el Estado requerido podrá aplazar la ejecución por el tiempo que acuerde con la Corte. No
obstante, el aplazamiento no excederá de lo necesario para concluir la investigación o el
enjuiciamiento de que se trate en el Estado requerido. Antes de tomar la decisión de aplazar la
ejecución de la solicitud, el Estado requerido debería considerar si se podrá prestar
inmediatamente la asistencia con sujeción a ciertas condiciones.
2. Si, de conformidad con el párrafo 1, se decidiere aplazar la ejecución de una
solicitud de asistencia, el Fiscal podrá en todo caso pedir que se adopten las medidas necesarias
para preservar pruebas de conformidad con el párrafo 1 j) del artículo 93.

Artículo 95
Aplazamiento de la ejecución de una solicitud por
haberse impugnado la admisibilidad de la causa
Cuando la Corte proceda a examinar una impugnación de la admisibilidad de una causa
de conformidad con los artículos 18 ó 19, el Estado requerido podrá aplazar la ejecución de una
solicitud hecha de conformidad con esta Parte hasta que la Corte se pronuncie sobre la
impugnación, a menos que ésta haya resuelto expresamente que el Fiscal podrá continuar
recogiendo pruebas conforme a lo previsto en los artículos 18 ó 19.

Artículo 96
Contenido de la solicitud relativa a otras formas de asistencia
de conformidad con el artículo 93
1. La solicitud relativa a otras formas de asistencia a que se hace referencia en el
artículo 93 deberá hacerse por escrito. En caso de urgencia, se podrá hacer por cualquier otro
medio que permita dejar constancia escrita, a condición de que la solicitud sea confirmada en la
forma indicada en el párrafo 1 a) del artículo 87.

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2. La solicitud deberá contener los siguientes elementos o estar acompañada de,
según proceda:
a) Una exposición concisa de su propósito y de la asistencia solicitada, incluidos los
fundamentos jurídicos y los motivos de la solicitud;
b) La información más detallada posible acerca del paradero o la identificación de la
persona o el lugar objeto de la búsqueda o la identificación, de forma que se pueda prestar la
asistencia solicitada;
c) Una exposición concisa de los hechos esenciales que fundamentan la solicitud;
d) Las razones y la indicación detallada de cualquier procedimiento que deba
seguirse o requisito que deba cumplirse;
e) Cualquier información que pueda ser necesaria conforme al derecho interno del
Estado requerido para cumplir la solicitud; y
f) Cualquier otra información pertinente para que pueda prestarse la asistencia
solicitada.
3. A solicitud de la Corte, todo Estado Parte consultará con la Corte, en general o
respecto de un asunto concreto, sobre las disposiciones de su derecho interno que puedan ser
aplicables de conformidad con el párrafo 2 e). En esas consultas, los Estados Partes comunicarán a
la Corte las disposiciones específicas de su derecho interno.
4. Las disposiciones del presente artículo serán también aplicables, según proceda,
con respecto a las solicitudes de asistencia hechas a la Corte.

Artículo 97
Consultas con la Corte
El Estado Parte que reciba una solicitud de conformidad con la presente parte celebrará
sin dilación consultas con la Corte si considera que la solicitud le plantea problemas que puedan
obstaculizar o impedir su cumplimiento. Esos problemas podrían ser, entre otros:
a) Que la información fuese insuficiente para cumplir la solicitud;
b) Que, en el caso de una solicitud de entrega, la persona no pudiera ser localizada,
pese a los intentos realizados, o que en la investigación realizada se hubiere determinado
claramente que la persona en el Estado requerido no es la indicada en la solicitud; o
c) Que el cumplimiento de la solicitud en su forma actual obligare al Estado
requerido a no cumplir una obligación preexistente en virtud de un tratado con otro Estado.

Artículo 98
Cooperación con respecto a la renuncia a la inmunidad
y consentimiento a la entrega
1. La Corte no dará curso a una solicitud de entrega o de asistencia en virtud de la
cual el Estado requerido deba actuar en forma incompatible con las obligaciones que le imponga
el derecho internacional con respecto a la inmunidad de un Estado o la inmunidad diplomática de
una persona o un bien de un tercer Estado, salvo que la Corte obtenga anteriormente la
cooperación de ese tercer Estado para la renuncia a la inmunidad.
2. La Corte no dará curso a una solicitud de entrega en virtud de la cual el Estado
requerido deba actuar en forma incompatible con las obligaciones que le imponga un acuerdo
internacional conforme al cual se requiera el consentimiento del Estado que envíe para entregar a
la Corte a una persona sujeta a la jurisdicción de ese Estado, a menos que ésta obtenga primero la
cooperación del Estado que envíe para que dé su consentimiento a la entrega.

56
Artículo 99
Cumplimiento de las solicitudes a que se hace referencia
en los artículos 93 y 96
1. Las solicitudes de asistencia se cumplirán de conformidad con el procedimiento
aplicable en el derecho interno del Estado requerido y, salvo si ese derecho lo prohíbe, en la forma
especificada en la solicitud, incluidos los procedimientos indicados en ella y la autorización a las
personas especificadas en ella para estar presentes y prestar asistencia en el trámite.
2. En el caso de una solicitud urgente y cuando la Corte lo pida, los documentos o
pruebas incluidos en la respuesta serán transmitidos con urgencia.
3. Las respuestas del Estado requerido serán transmitidas en su idioma y forma
original.
4. Sin perjuicio de los demás artículos de la presente parte, cuando resulte necesario
en el caso de una solicitud que pueda ejecutarse sin necesidad de medidas coercitivas, en
particular la entrevista a una persona o la recepción de pruebas de una persona voluntariamente,
aun cuando sea sin la presencia de las autoridades del Estado Parte requerido si ello fuere esencial
para la ejecución de la solicitud, y el reconocimiento de un lugar u otro recinto que no entrañe un
cambio en él, el Fiscal podrá ejecutar directamente la solicitud en el territorio de un Estado según
se indica a continuación:
a) Cuando el Estado Parte requerido fuere un Estado en cuyo territorio se hubiera
cometido presuntamente el crimen, y hubiere habido una decisión de admisibilidad de
conformidad con los artículos 18 ó 19, el Fiscal podrá ejecutar directamente la solicitud tras
celebrar todas las consultas posibles con el Estado Parte requerido;
b) En los demás casos, el Fiscal podrá ejecutar la solicitud tras celebrar consultas con
el Estado Parte requerido y con sujeción a cualquier condición u observación razonable que
imponga o haga ese Estado Parte. Cuando el Estado Parte requerido considere que hay problemas
para la ejecución de una solicitud de conformidad con el presente apartado, celebrará consultas sin
demora con la Corte para resolver la cuestión.
5. Las disposiciones en virtud de las cuales una persona que sea oída o interrogada
por la Corte con arreglo al artículo 72 podrá hacer valer las restricciones previstas para impedir la
divulgación de información confidencial relacionada con la seguridad nacional serán igualmente
aplicables al cumplimiento de las solicitudes de asistencia a que se hace referencia en el presente
artículo.

Artículo 100
Gastos
1. Los gastos ordinarios que se deriven del cumplimiento de las solicitudes en el
territorio del Estado requerido correrán a cargo de éste, con excepción de los siguientes, que
correrán a cargo de la Corte:
a) Gastos relacionados con el viaje y la seguridad de los testigos y peritos, o el
traslado, con arreglo al artículo 93, de personas detenidas;
b) Gastos de traducción, interpretación y transcripción;
c) Gastos de viaje y dietas de los magistrados, el fiscal, los fiscales adjuntos, el
secretario, el secretario adjunto y los funcionarios de cualquier órgano de la Corte;
d) Costo de los informes o dictámenes periciales solicitados por la Corte;
e) Gastos relacionados con el transporte de la persona que entregue a la Corte un
Estado de detención; y

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f) Previa consulta, todos los gastos extraordinarios que puedan ser resultado del
cumplimiento de una solicitud.
2. Las disposiciones del párrafo 1 serán aplicables, según proceda, a las solicitudes
hechas por los Estados Partes a la Corte. En ese caso, los gastos ordinarios que se deriven de su
cumplimiento correrán a cargo de la Corte.

Artículo 101
Principio de la especialidad
1. Quien haya sido entregado a la Corte en virtud del presente Estatuto no será
procesado, castigado o detenido por una conducta anterior a su entrega, a menos que ésta
constituya la base del delito por el cual haya sido entregado.
2. La Corte podrá pedir al Estado que hizo la entrega que la dispense del
cumplimiento de los requisitos establecidos en el párrafo 1 y, si fuere necesario, proporcionará
información adicional de conformidad con el artículo 91. Los Estados Partes estarán facultados
para dar esa dispensa a la Corte y procurarán hacerlo.

Artículo 102
Términos empleados
A los efectos del presente Estatuto:
a) Por “entrega” se entenderá la entrega de una persona por un Estado a la Corte de
conformidad con lo dispuesto en el presente Estatuto;
b) Por “extradición” se entenderá la entrega de una persona por un Estado a otro
Estado de conformidad con lo dispuesto en un tratado o convención o en el derecho interno.

PARTE X. DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA

Artículo 103
Función de los Estados en la ejecución de las
penas privativas de libertad
1. a) La pena privativa de libertad se cumplirá en un Estado designado por la Corte
sobre la base de una lista de Estados que hayan manifestado a la Corte que están dispuestos a
recibir condenados;
b) En el momento de declarar que está dispuesto a recibir condenados, el Estado
podrá poner condiciones a reserva de que sean aceptadas por la Corte y estén en conformidad con
la presente Parte;
c) El Estado designado en un caso determinado indicará sin demora a la Corte si
acepta la designación.
2. a) El Estado de ejecución de la pena notificará a la Corte cualesquiera circunstancias,
incluido el cumplimiento de las condiciones aceptadas con arreglo al párrafo 1, que pudieren
afectar materialmente a las condiciones o la duración de la privación de libertad. Las
circunstancias conocidas o previsibles deberán ponerse en conocimiento de la Corte con una
antelación mínima de 45 días. Durante este período, el Estado de ejecución no adoptará medida
alguna que redunde en perjuicio de lo dispuesto en el artículo 110;
b) La Corte, si no puede aceptar las circunstancias a que se hace referencia en el
apartado a), lo notificará al Estado de ejecución y procederá de conformidad con el párrafo 1 del
artículo 104.

58
3. La Corte, al ejercer su facultad discrecional de efectuar la designación prevista en
el párrafo 1, tendrá en cuenta:
a) El principio de que los Estados Partes deben compartir la responsabilidad por la
ejecución de las penas privativas de libertad de conformidad con los principios de distribución
equitativa que establezcan las Reglas de Procedimiento y Prueba;
b) La aplicación de normas de tratados internacionales generalmente aceptadas sobre
el tratamiento de los reclusos;
c) La opinión del condenado;
d) La nacionalidad del condenado; y
e) Otros factores relativos a las circunstancias del crimen o del condenado, o a la
ejecución eficaz de la pena, según procedan en la designación del Estado de ejecución.
4. De no designarse un Estado de conformidad con el párrafo 1, la pena privativa de
libertad se cumplirá en el establecimiento penitenciario que designe el Estado anfitrión, de
conformidad con las condiciones estipuladas en el acuerdo relativo a la sede a que se hace
referencia en el párrafo 2 del artículo 3. En ese caso, los gastos que entrañe la ejecución de la pena
privativa de libertad serán sufragados por la Corte.

Artículo 104
Cambio en la designación del Estado de ejecución
1. La Corte podrá en todo momento decidir el traslado del condenado a una prisión
de un Estado distinto del Estado de ejecución.
2. El condenado podrá en todo momento solicitar de la Corte su traslado del Estado
de ejecución.

Artículo 105
Ejecución de la pena
1. Con sujeción a las condiciones que haya establecido un Estado de conformidad
con el párrafo 1 b) del artículo 103, la pena privativa de libertad tendrá carácter obligatorio para
los Estados Partes, los cuales no podrán modificarla en caso alguno.
2. La decisión relativa a cualquier solicitud de apelación o revisión incumbirá
exclusivamente a la Corte. El Estado de ejecución no pondrá obstáculos para que el condenado
presente una solicitud de esa índole.

Artículo 106
Supervisión de la ejecución de la pena
y condiciones de reclusión
1. La ejecución de una pena privativa de libertad estará sujeta a la supervisión de la
Corte y se ajustará a las normas generalmente aceptadas de las convenciones internacionales sobre
el tratamiento de los reclusos.
2. Las condiciones de reclusión se regirán por la legislación del Estado de ejecución
y se ajustarán a las normas generalmente aceptadas de las convenciones internacionales sobre el
tratamiento de los reclusos; en todo caso, no serán ni más ni menos favorables que las aplicadas a
los reclusos condenados por delitos similares en el Estado de ejecución.
3. La comunicación entre el condenado y la Corte será irrestricta y confidencial.

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Artículo 107
Traslado una vez cumplida la pena
1. Una vez cumplida la pena, quien no sea nacional del Estado de ejecución podrá, de
conformidad con la legislación de dicho Estado, ser trasladado al Estado que esté obligado a
aceptarlo o a otro Estado que esté dispuesto a hacerlo, teniendo en cuenta si quiere ser trasladado a
éste, a menos que el Estado de ejecución lo autorice a permanecer en su territorio.
2. Los gastos derivados del traslado de conformidad con lo dispuesto en el párrafo 1,
de no ser sufragados por un Estado, correrán por cuenta de la Corte.
3. Con sujeción a lo dispuesto en el artículo 108, el Estado de ejecución también
podrá, de conformidad con su derecho interno, extraditar o entregar por cualquier otra vía a la
persona a un Estado que haya pedido la extradición o entrega para someterla a juicio o para que
cumpla una pena.

Artículo 108
Limitaciones al enjuiciamiento o la sanción por otros delitos
1. El condenado que se halle bajo la custodia del Estado de ejecución no será
sometido a enjuiciamiento, sanción o extradición a un tercer Estado por una conducta anterior a su
entrega al Estado de ejecución, a menos que, a petición de éste, la Corte haya aprobado el
enjuiciamiento, la sanción o la extradición.
2. La Corte dirimirá la cuestión tras haber oído al condenado.
3. El párrafo 1 del presente artículo no será aplicable si el condenado permanece de
manera voluntaria durante más de 30 días en el territorio del Estado de ejecución después de haber
cumplido la totalidad de la pena impuesta por la Corte o si regresa al territorio de ese Estado
después de haber salido de él.

Artículo 109
Ejecución de multas y órdenes de decomiso
1. Los Estados Partes harán efectivas las multas u órdenes de decomiso decretadas
por la Corte en virtud de la Parte VII, sin perjuicio de los derechos de terceros de buena fe y de
conformidad con el procedimiento establecido en su derecho interno.
2. El Estado Parte que no pueda hacer efectiva la orden de decomiso adoptará
medidas para cobrar el valor del producto, los bienes o los haberes cuyo decomiso hubiere
decretado la Corte, sin perjuicio de los derechos de terceros de buena fe.
3. Los bienes, o el producto de la venta de bienes inmuebles o, según proceda, la
venta de otros bienes que el Estado Parte obtenga al ejecutar una decisión de la Corte serán
transferidos a la Corte.

Artículo 110
Examen de una reducción de la pena
1. El Estado de ejecución no pondrá en libertad al recluso antes de que haya
cumplido la pena impuesta por la Corte.
2. Sólo la Corte podrá decidir la reducción de la pena y se pronunciará al respecto
después de escuchar al recluso.
3. Cuando el recluso haya cumplido las dos terceras partes de la pena o 25 años de
prisión en caso de cadena perpetua, la Corte examinará la pena para determinar si ésta puede
reducirse. El examen no se llevará a cabo antes de cumplidos esos plazos.

60
4. Al proceder al examen con arreglo al párrafo 3, la Corte podrá reducir la pena si
considera que concurren uno o más de los siguientes factores:
a) Si el recluso ha manifestado desde el principio y de manera continua su voluntad
de cooperar con la Corte en sus investigaciones y enjuiciamientos;
b) Si el recluso ha facilitado de manera espontánea la ejecución de las decisiones y
órdenes de la Corte en otros casos, en particular ayudando a ésta en la localización de los bienes
sobre los que recaigan las multas, las órdenes de decomiso o de reparación que puedan usarse en
beneficio de las víctimas; o
c) Otros factores indicados en las Reglas de Procedimiento y Prueba que permitan
determinar un cambio en las circunstancias suficientemente claro e importante como para
justificar la reducción de la pena.
5. La Corte, si en su examen inicial con arreglo al párrafo 3, determina que no
procede reducir la pena, volverá a examinar la cuestión con la periodicidad y con arreglo a los
criterios indicados en las Reglas de Procedimiento y Prueba.

Artículo 111
Evasión
Si un condenado se evade y huye del Estado de ejecución, éste podrá, tras consultar a la
Corte, pedir al Estado en que se encuentre que lo entregue de conformidad con los acuerdos
bilaterales y multilaterales vigentes, o podrá pedir a la Corte que solicite la entrega de
conformidad con la Parte IX. La Corte, si solicita la entrega, podrá resolver que el condenado sea
enviado al Estado en que cumplía su pena o a otro Estado que indique.

PARTE XI. DE LA ASAMBLEA DE LOS ESTADOS PARTES

Artículo 112
Asamblea de los Estados Partes
1. Se instituye una Asamblea de los Estados Partes en el presente Estatuto. Cada
Estado Parte tendrá un representante en la Asamblea que podrá hacerse acompañar de suplentes y
asesores. Otros Estados signatarios del presente Estatuto o del Acta Final podrán participar en la
Asamblea a título de observadores.
2. La Asamblea:
a) Examinará y aprobará, según proceda, las recomendaciones de la Comisión
Preparatoria;
b) Ejercerá su supervisión respecto de la Presidencia, el Fiscal y la Secretaría en las
cuestiones relativas a la administración de la Corte;
c) Examinará los informes y las actividades de la Mesa establecida en el párrafo 3 y
adoptará las medidas que procedan a ese respecto;
d) Examinará y decidirá el presupuesto de la Corte;
e) Decidirá si corresponde, de conformidad con el artículo 36, modificar el número
de magistrados;
f) Examinará cuestiones relativas a la falta de cooperación de conformidad con los
párrafos 5 y 7 del artículo 87;
g) Desempeñará las demás funciones que procedan en virtud del presente Estatuto y
las Reglas de Procedimiento y Prueba.
3. a) La Asamblea tendrá una Mesa, que estará compuesta de un Presidente, dos
Vicepresidentes y 18 miembros elegidos por la Asamblea por períodos de tres años;

61
b) La Mesa tendrá carácter representativo, teniendo en cuenta, en particular, el
principio de la distribución geográfica equitativa y la representación adecuada de los principales
sistemas jurídicos del mundo;
c) La Mesa se reunirá con la periodicidad que sea necesaria, pero por lo menos una
vez al año, y prestará asistencia a la Asamblea en el desempeño de sus funciones.
4. La Asamblea podrá establecer los órganos subsidiarios que considere necesarios,
incluido un mecanismo de supervisión independiente que se encargará de la inspección, la
evaluación y la investigación de la Corte a fin de mejorar su eficiencia y economía.
5. El Presidente de la Corte, el Fiscal y el Secretario o sus representantes podrán,
cuando proceda, participar en las sesiones de la Asamblea y de la Mesa.
6. La Asamblea se reunirá en la sede de la Corte o en la Sede de las Naciones Unidas
una vez al año y, cuando las circunstancias lo exijan, celebrará períodos extraordinarios de
sesiones. Salvo que se indique otra cosa en el presente Estatuto, los períodos extraordinarios de
sesiones serán convocados por la Mesa de oficio o a petición de un tercio de los Estados Partes.
7. Cada Estado Parte tendrá un voto. La Asamblea y la Mesa harán todo lo posible
por adoptar sus decisiones por consenso. Si no se pudiere llegar a un consenso y salvo que en el
presente Estatuto se disponga otra cosa:
a) Las decisiones sobre cuestiones de fondo serán aprobadas por mayoría de dos
tercios de los presentes y votantes, a condición de que una mayoría absoluta de los Estados Partes
constituirá el quórum para la votación;
b) Las decisiones sobre cuestiones de procedimiento se tomarán por mayoría simple
de los Estados Partes presentes y votantes.
8. El Estado Parte que esté en mora en el pago de sus contribuciones financieras a los
gastos de la Corte no tendrá voto en la Asamblea ni en la Mesa cuando la suma adeudada sea igual
o superior al total de las contribuciones adeudadas por los dos años anteriores completos. La
Asamblea podrá, sin embargo, permitir que dicho Estado vote en ella y en la Mesa si llegare a la
conclusión de que la mora se debe a circunstancias ajenas a la voluntad del Estado Parte.
9. La Asamblea aprobará su propio reglamento.
10. Los idiomas oficiales y de trabajo de la Asamblea serán los de la Asamblea
General de las Naciones Unidas.

PARTE XII. DE LA FINANCIACIÓN

Artículo 113
Reglamento Financiero
Salvo que se prevea expresamente otra cosa, todas las cuestiones financieras relacionadas
con la Corte y con las reuniones de la Asamblea de los Estados Partes, inclusive su Mesa y sus
órganos subsidiarios, se regirán por el presente Estatuto y por el Reglamento Financiero y
Reglamentación Financiera Detallada que apruebe la Asamblea de los Estados Partes.

Artículo 114
Pago de los gastos
Los gastos de la Corte y de la Asamblea de los Estados Partes, incluidos los de su Mesa y
órganos subsidiarios, se sufragarán con fondos de la Corte.

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Artículo 115
Fondos de la Corte y de la Asamblea de los Estados Partes
Los gastos de la Corte y de la Asamblea de los Estados Partes, inclusive su Mesa y sus
órganos subsidiarios, previstos en el presupuesto aprobado por la Asamblea de los Estados Partes,
se sufragarán con cargo a:
a) Cuotas de los Estados Partes;
b) Fondos procedentes de las Naciones Unidas, con sujeción a la aprobación de la
Asamblea General, en particular respecto de los gastos efectuados en relación con cuestiones
remitidas por el Consejo de Seguridad.

Artículo 116
Contribuciones voluntarias
Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 115, la Corte podrá recibir y utilizar, en calidad
de fondos adicionales, contribuciones voluntarias de gobiernos, organizaciones internacionales,
particulares, sociedades y otras entidades, de conformidad con los criterios en la materia que
adopte la Asamblea de los Estados Partes.

Artículo 117
Prorrateo de las cuotas
Las cuotas de los Estados Partes se prorratearán de conformidad con una escala de cuotas
convenida basada en la escala adoptada por las Naciones Unidas para su presupuesto ordinario y
ajustada de conformidad con los principios en que se basa dicha escala.

Artículo 118
Comprobación anual de cuentas
Los registros, los libros y las cuentas de la Corte, incluidos sus estados financieros
anuales, serán verificados anualmente por un auditor independiente.

PARTE XIII. CLÁUSULAS FINALES

Artículo 119
Solución de controversias
1. Las controversias relativas a las funciones judiciales de la Corte serán dirimidas por
ella.
2. Cualquier otra controversia que surja entre dos o más Estados Partes respecto de la
interpretación o aplicación del presente Estatuto que no se resuelva mediante negociaciones en un
plazo de tres meses contado desde el comienzo de la controversia será sometida a la Asamblea de
los Estados Partes. La Asamblea podrá tratar de resolver por sí misma la controversia o
recomendar otros medios de solución, incluida su remisión a la Corte Internacional de Justicia de
conformidad con el Estatuto de ésta.

Artículo 120
Reservas
No se admitirán reservas al presente Estatuto.

63
Artículo 121
Enmiendas
1. Transcurridos siete años desde la entrada en vigor del presente Estatuto, cualquier
Estado Parte podrá proponer enmiendas a él. El texto de toda enmienda propuesta será presentado
al Secretario General de las Naciones Unidas, que lo distribuirá sin dilación a los Estados Partes.
2. Transcurridos no menos de tres meses desde la fecha de la notificación, la
Asamblea de los Estados Partes decidirá en su próxima reunión, por mayoría de los presentes y
votantes, si ha de examinar la propuesta, lo cual podrá hacer directamente o previa convocación de
una Conferencia de Revisión si la cuestión lo justifica.
3. La aprobación de una enmienda en una reunión de la Asamblea de los Estados
Partes o en una Conferencia de Revisión en la que no sea posible llegar a un consenso requerirá
una mayoría de dos tercios de los Estados Partes.
4. Salvo lo dispuesto en el párrafo 5, toda enmienda entrará en vigor respecto de los
Estados Partes un año después de que los siete octavos de éstos hayan depositado en poder del
Secretario General de las Naciones Unidas sus instrumentos de ratificación o de adhesión.
5. Las enmiendas a los artículos 5, 6, 7 y 8 del presente Estatuto entrarán en vigor
únicamente respecto de los Estados Partes que las hayan aceptado un año después del depósito de
sus instrumentos de ratificación o aceptación. La Corte no ejercerá su competencia respecto de un
crimen comprendido en la enmienda cuando haya sido cometido por nacionales o en el territorio
de un Estado Parte que no haya aceptado la enmienda.
6. Si una enmienda ha sido aceptada por los siete octavos de los Estados Partes de
conformidad con el párrafo 4, el Estado Parte que no la haya aceptado podrá denunciar el presente
Estatuto con efecto inmediato, no obstante lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 127 pero con
sujeción al párrafo 2 de dicho artículo, mediante notificación hecha a más tardar un año después
de la entrada en vigor de la enmienda.
7. El Secretario General de las Naciones Unidas distribuirá a los Estados Partes las
enmiendas aprobadas en una reunión de la Asamblea de los Estados Partes o en una Conferencia
de Revisión.

Artículo 122
Enmiendas a disposiciones de carácter institucional
1. No obstante lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 121, cualquier Estado Parte
podrá proponer en cualquier momento enmiendas a las disposiciones del presente Estatuto de
carácter exclusivamente institucional, a saber, el artículo 35, los párrafos 8 y 9 del artículo 36, el
artículo 37, el artículo 38, los párrafo 1 (dos primeras oraciones), 2 y 4 del artículo 39, los
párrafos 4 a 9 del artículo 42, los párrafos 2 y 3 del artículo 43 y los artículos 44, 46, 47 y 49.
El texto de la enmienda propuesta será presentado al Secretario General de las Naciones Unidas o
a la persona designada por la Asamblea de los Estados Partes, que lo distribuirá sin demora a los
Estados Partes y a otros participantes en la Asamblea.
2. Las enmiendas presentadas con arreglo al presente artículo respecto de las cuales
no sea posible llegar a un consenso serán aprobadas por la Asamblea de los Estados Partes o
por una Conferencia de Revisión por una mayoría de dos tercios de los Estados Partes. Esas
enmiendas entrarán en vigor respecto de los Estados Partes seis meses después de su aprobación
por la Asamblea o, en su caso, por la Conferencia.

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Artículo 123
Revisión del Estatuto
1. Siete años después de que entre en vigor el presente Estatuto, el Secretario General
de las Naciones Unidas convocará una Conferencia de Revisión de los Estados Partes para
examinar las enmiendas al Estatuto. El examen podrá comprender la lista de los crímenes
indicados en el artículo 5 pero no se limitará a ellos. La Conferencia estará abierta a los
participantes en la Asamblea de los Estados Partes y en las mismas condiciones que ésta.
2. Posteriormente, en cualquier momento, a petición de un Estado Parte y a los efectos
indicados en el párrafo 1, el Secretario General de las Naciones Unidas, previa la aprobación de una
mayoría de los Estados Partes, convocará una Conferencia de Revisión de los Estados Partes.
3. Las disposiciones de los párrafos 3 a 7 del artículo 121 serán aplicables a la
aprobación y entrada en vigor de toda enmienda del Estatuto examinada en una Conferencia de
Revisión.

Artículo 124
Disposición de transición
No obstante lo dispuesto en los párrafos 1 y 2 del artículo 12, un Estado, al hacerse parte
en el presente Estatuto, podrá declarar que, durante un período de siete años contados a partir de la
fecha en que el Estatuto entre en vigor a su respecto, no aceptará la competencia de la Corte sobre
la categoría de crímenes a que se hace referencia en el artículo 8 cuando se denuncie la comisión
de uno de esos crímenes por sus nacionales o en su territorio. La declaración formulada de
conformidad con el presente artículo podrá ser retirada en cualquier momento. Lo dispuesto en el
presente artículo será reconsiderado en la Conferencia de Revisión que se convoque de
conformidad con el párrafo 1 del artículo 123.

Artículo 125
Firma, ratificación, aceptación, aprobación o adhesión
1. El presente Estatuto estará abierto a la firma de todos los Estados el 17 de julio de
1998 en Roma, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación. Posteriormente, y hasta el 17 de octubre de 1998, seguirá abierto a la firma en
Roma, en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia. Después de esa fecha, el Estatuto estará
abierto a la firma en Nueva York, en la Sede de las Naciones Unidas, hasta el 31 de diciembre del
año 2000.
2. El presente Estatuto estará sujeto a la ratificación, aceptación o aprobación de los
Estados signatarios. Los instrumentos de ratificación, aceptación o aprobación serán depositados
en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
3. El presente Estatuto estará abierto a la adhesión de cualquier Estado.
Los instrumentos de adhesión serán depositados en poder del Secretario General de las Naciones
Unidas.

Artículo 126
Entrada en vigor
1. El presente Estatuto entrará en vigor el primer día del mes siguiente al sexagésimo
día a partir de la fecha en que se deposite en poder del Secretario General de las Naciones Unidas
el sexagésimo instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión.
2. Respecto de cada Estado que ratifique, acepte o apruebe el presente Estatuto o se
adhiera a él después de que sea depositado el sexagésimo instrumento de ratificación, aceptación,
aprobación o adhesión, el Estatuto entrará en vigor el primer día del mes siguiente al sexagésimo

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día a partir de la fecha en que haya depositado su instrumento de ratificación, aceptación,
aprobación o adhesión.

Artículo 127
Denuncia
1. Todo Estado Parte podrá denunciar el presente Estatuto mediante notificación por
escrito dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas. La denuncia surtirá efecto un año
después de la fecha en que se reciba la notificación, a menos que en ella se indique una fecha
ulterior.
2. La denuncia no exonerará al Estado de las obligaciones que le incumbieran de
conformidad con el presente Estatuto mientras era parte en él, en particular las obligaciones
financieras que hubiere contraído. La denuncia no obstará a la cooperación con la Corte en el
contexto de las investigaciones y los enjuiciamientos penales en relación con los cuales el Estado
denunciante esté obligado a cooperar y que se hayan iniciado antes de la fecha en que la denuncia
surta efecto; la denuncia tampoco obstará en modo alguno a que se sigan examinando las
cuestiones que la Corte tuviera ante sí antes de la fecha en que la denuncia surta efecto.

Artículo 128
Textos auténticos
El original del presente Estatuto, cuyos textos en árabe, chino, español, francés, inglés y
ruso son igualmente auténticos, será depositado en poder del Secretario General de las Naciones
Unidas, que enviará copia certificada a todos los Estados.
EN TESTIMONIO DE LO CUAL, los infrascritos, debidamente autorizados por sus
respectivos Gobiernos, han firmado el presente Estatuto.
HECHO EN ROMA, el día diecisiete de julio de mil novecientos noventa y ocho.

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