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HISTORIA Y HUMANIDADES

La epilepsia en la literatura, el cine y la televisión


Susana Collado-Vázquez, Jesús María Carrillo

Introducción. La literatura, el cine y la televisión han mostrado con frecuencia imágenes estereotipadas de las personas Facultad de Ciencias de la Salud;
Universidad Rey Juan Carlos
que presentan epilepsia y han contribuido a fomentar creencias erróneas sobre esta enfermedad. (S. Collado-Vázquez); Alcorcón,
Objetivo. Mostrar la imagen que la literatura, el cine y la televisión han presentado de la epilepsia. Madrid. Facultad de Psicología;
Universidad Complutense de Madrid
Desarrollo. La epilepsia se ha mostrado habitualmente en obras literarias, películas y series televisivas, relacionándola (J.M. Carrillo); Madrid, España.
con locura, delincuencia, conductas violentas o posesión divina o demoníaca, contribuyendo a perpetuar creencias ances- Correspondencia:
trales. Los relatos literarios y las imágenes que aparecen en el cine y la televisión causan un gran impacto emocional y, Dra. Susana Collado Vázquez.
Facultad de Ciencias de la Salud.
teniendo en cuenta que muchas personas sólo verán una crisis epiléptica en una película o en una serie de televisión, u Universidad Rey Juan Carlos.
obtendrán información de un texto literario, lo visto en la pantalla o lo leído en las novelas serán sus únicos puntos de Avda. Atenas, s/n.
referencia y marcarán la conciencia y conocimiento que tendrán sobre la epilepsia y su actitud hacia las personas que la E-28922 Alcorcón (Madrid).

sufren. Las novelas y películas son ficción, pero es importante mostrar imágenes realistas de la enfermedad desligadas de E-mail:
falsas creencias del pasado, que contribuyan a tener una correcta visión de la epilepsia, lejos de prejuicios y estereotipos. susana.collado@urjc.es

Conclusiones. La literatura, el cine y la televisión han abordado con frecuencia la epilepsia, en ocasiones de forma realis- Aceptado tras revisión externa:
30.08.12.
ta, pero en muchos casos han contribuido a perpetuar creencias erróneas sobre esta enfermedad.
Palabras clave. Ataque epiléptico. Cine. Convulsiones. Epilepsia. Literatura. Neurología. Televisión. Cómo citar este artículo:
Collado-Vázquez S, Carrillo JM.
La epilepsia en la literatura, el cine
y la televisión. Rev Neurol 2012;
55: 431-42.

Introducción grafía donde defendía su origen natural: ‘A mi pare- © 2012 Revista de Neurología
cer, la epilepsia no es más sagrada que otras enfer-
La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos medades, tiene una causa natural’. También Areteo
más frecuente, que afecta al 0,5-2% de la población de Capadocia (siglo ii d. de C.) atacó a aquéllos que
mundial. Se caracteriza por la aparición de una des- buscaban explicaciones sobrenaturales y no acepta-
carga sincrónica y excesiva de un grupo de neuro- ba tampoco la demonización de los pacientes [3-5].
nas que se manifiesta como crisis espontáneas y re- En la literatura se ha producido un avance en la
currentes que pueden cursar con sintomatología forma de mostrar la epilepsia, que se presenta de
motriz, sensorial, cognitiva o psicológica (Fig. 1). manera más realista; sin embargo, el cine y la tele-
Pueden ser crisis parciales cuando el origen se visión se han encargado de reforzar y perpetuar fal-
encuentra en una región perfectamente acotada de sas creencias, y con frecuencia han mostrado imá-
la corteza cerebral, o generalizadas cuando el ori- genes estereotipadas y muy alejadas de la realidad
gen se localiza en toda la corteza o en una amplia [3,4,6-8]. Además, en muchos casos se ha mostrado
parte de ésta, lo que impide identificar el lugar es- una atención incorrecta del ataque epiléptico por
pecífico de inicio [1,2]. parte de los profesionales de la salud o de las perso-
Existen múltiples creencias erróneas que vincu- nas que presencian dicho ataque. En El rey de la co­
lan la epilepsia con posesión divina o demoníaca, lina (1993), por ejemplo, una joven sufre un ataque
genialidad, locura o delincuencia. Esta enfermedad epiléptico y su madre le coloca un palo entre los
se denominaba morbus sacer (enfermedad sagrada) dientes, una práctica habitualmente mostrada en el
y ya figuraba en documentos de la antigua Mesopo- cine, pero desaconsejable.
tamia (500 a. de C.), donde se consideraba una en- Aunque actualmente se conoce mucho más so-
fermedad vergonzante y se relacionaba con ‘la mano bre la epilepsia y no es considerada una enfermedad
del pecado’ y con el dios de la Luna (‘lunáticos’). El mágica, sigue siendo un estigma y continúa exis-
Código de Hammurabi, por ejemplo, permitía de- tiendo cierto rechazo, tanto social como laboral,
volver un esclavo si padecía epilepsia. Su considera- que, en ocasiones, lleva a los pacientes a ocultar su
ción como enfermedad sagrada fue cuestionada por enfermedad y puede producir en ellos un daño psi-
Hipócrates (400 a. de C.), que le dedicó una mono- cológico [9].

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S. Collado-Vázquez, et al

En cuanto al tratamiento que la literatura da a


Figura 1. Ataque epiléptico (ilustración de J.F. Badoureau). esta enfermedad, es variable; en ocasiones se refuer-
zan estereotipos, se presentan imágenes fantasiosas
o deformadas, o, por el contrario, se trata de des-
cripciones muy detalladas y realistas, por ejemplo,
de la mano de escritores que padecieron epilepsia,
como Dostoievski. En las obras literarias pueden
encontrarse descripciones de la sintomatología de la
epilepsia, de los diversos tratamientos o de las im-
plicaciones psicológicas, familiares, sociales o labo-
rales de esta enfermedad. Con frecuencia esta pato-
logía se utiliza para introducir un elemento dramá-
tico o crear una trama sofisticada y misteriosa.
Las primeras referencias a esta enfermedad se
encuentran en Egipto 3.000 años a. de C. y en Me-
sopotamia 1.700 años a. de C. En la época faraónica
se consideraba una enfermedad misteriosa y sobre-
natural, y en los jeroglíficos se identificaba la epilep-
sia con figuras que simbolizaban la entrada de una
persona muerta o un demonio dentro de la víctima.
Entre 1.000-2.000 años a. de C., en la antigua Ba-
bilonia, se escribió el Sakiku en tablas de piedra,
donde se describían distintos tipos de epilepsia, y
Las descripciones literarias de la epilepsia, y más cada tipo se relacionaba con algún espíritu, dios o
aún las imágenes que aparecen en el cine y la televi- demonio. Igualmente se mencionaba esta enferme-
sión, causan un gran impacto emocional y, teniendo dad en el Código de Hammurabi [13-15].
en cuenta que muchas personas sólo verán una cri- En la literatura ayurvédica de Charaka Samhita,
sis epiléptica en una película o en una serie televisi- 400 años a. de C., se describe la epilepsia como apas­
va, o leerán sobre esta patología en alguna novela, mara o pérdida de conciencia, y se menciona la sin-
lo visto en la pantalla, o lo leído en obras literarias, tomatología, etiología, diagnóstico y tratamiento [14].
serán sus únicos puntos de referencia y marcarán la Herodoto de Halicarnaso (484-425 a. de C.), con-
conciencia y conocimiento que tendrán sobre la siderado el padre de la Historia, en el tercer libro de
epilepsia, así como su actitud hacia las personas su obra Las historias, se refiere de forma indirecta a
que la sufren [4]. Por ello, aun partiendo de la base la epilepsia que padece el rey persa Cambises II,
de que las novelas, las películas y las series para la cuyo comportamiento errático es atribuido a la ‘en-
pequeña pantalla son ficción, es importante mos- fermedad sagrada’ [15].
trar imágenes realistas de la enfermedad desligadas Al parecer, Heracles, hijo de Zeus, padecía epi-
de mitos del pasado y que contribuyan a tener una lepsia, o al menos eso es lo que se desprende de una
correcta visión de la epilepsia, lejos de prejuicios y escena del drama Heracles de Eurípides (480-406
estereotipos. a. de C.): ‘… y todos miran hacia el hombre que ha
enmudecido de repente, totalmente transformado,
a quien le dan vueltas los ojos enrojecidos; de la
La epilepsia en la literatura barba gotea espuma…’. También Séneca (4 a. de C.-
65) hizo referencia a la probable epilepsia del hijo
En muchas obras literarias aparecen personajes con de Zeus, e Hipócrates (460-370), quien quitó el ca-
patologías de origen neurológico, como lesión me- rácter sagrado a esta patología, la denominaba ‘en-
dular, hemiplejía, enfermedad de Alzheimer, paráli- fermedad de Hércules’.
sis cerebral, síndrome de cautiverio o epilepsia. En- Aristóteles elaboró un catálogo de personajes fa-
tre estas patologías es la epilepsia una de las más mosos que habían padecido epilepsia y en él inclu-
retratadas en la literatura de todos los tiempos y gé- yó a Hércules, Sócrates, Platón y Empédocles, entre
neros, convirtiéndose las obras literarias en un es- otros [16].
pejo que refleja la concepción que la sociedad ha En la época helenística proliferan las obras poé-
tenido de la epilepsia en cada época histórica [8,10- ticas atribuidas a Orfeo, poeta y líder religioso, que
12] (Tabla I). no era otro que un personaje mitológico hijo de la

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La epilepsia en la literatura, el cine y la televisión

musa Calíope y de Eagro, aunque también se men-


ciona que era hijo de Apolo. Orfeo es mencionado, Tabla I. Algunas obras literarias en las que aparece la epilepsia.
por ejemplo, por Virgilio y Ovidio. En el poema Li­ Título Año Autor
thica, Orfeo describe la venganza de la diosa Mene
Heracles 420-414 a. de C. Eurípides
en forma de epilepsia. Para describir la ‘enfermedad
sagrada’, se dice que se doblaban e inclinaban hacia La furia de Hércules 53-54 Séneca
delante rápidamente como si la tierra los atrajera, La Divina Comedia 1307 Dante Alighieri
se daban la vuelta y se revolvían en el suelo. Ade-
más, se manchaban con la espuma que emanaba de Aucassin y Nicolette Finales del siglo xii Desconocido

su propia boca [15,17]. Julio César 1599 William Shakespeare


En la Biblia existen múltiples referencias a la epi- La ciudad del sol 1602 Tomasso Campanella
lepsia. A las personas que la presentaban se les solía
denominar ‘endemoniados’. Probablemente, el El Quijote 1605-1615 Miguel de Cervantes
ejemplo más claro es el del episodio del ‘niño luná- El ingrato arrepentido 1621 Lope de Vega
tico’ o del ‘endemoniado epiléptico’, que se produce
Berenice 1835 Edgard Allan Poe
después del descenso del monte Tabor tras la trans-
figuración, y que narran tres de los evangelistas, Oliver Twist 1837-1839 Charles Dickens
que aportan síntomas compatibles con una posible Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit 1844 Charles Dickens
crisis epiléptica [18]: ‘es lunático [...] muchas veces
La patrona 1847 Fiodor Dostoievski
cae en el fuego y muchas en el agua’ (Mt. 17, 14-18);
‘que tiene un espíritu mudo [...] se apodera de él, le The princess 1847 Alfred Tennyson
derriba, le hace echar espumarajos, rechinar los Casa desolada 1852-1853 Charles Dickens
dientes y lo deja rígido’ (Mc. 9, 14-29); ‘un espíritu
Humillados y ofendidos 1861 Fiodor Dostoievski
se apodera de él [...] empieza a dar gritos, le hace
retorcerse echando espuma’ (Lc. 9, 37-43). Nuestro común amigo 1865 Charles Dickens
Plinio el Viejo (23-79) escribió una importante El idiota 1868 Fiodor Dostoievski
obra enciclopédica, titulada Naturalis Historiae, en
Los demonios 1872 Fiodor Dostoievski
la que hace referencia a la epilepsia y sugiere reme-
dios mágicos, lo que coincide con la concepción Pobre señorita Finch 1872 William Wilkie Collins
mágico-religiosa que esta enfermedad ha tenido Los hermanos Karamazov 1880 Fiodor Dostoievski
durante siglos [15].
La epilepsia aparece ocasionalmente en la litera- Otra vuelta de tuerca 1898 Henry James
tura medieval, por ejemplo, en la historia de amor Epilepsia 1933 Georges Simenon
entre Aucassin y Nicolette, obra procedente de Fran-
Sinuhé, el egipcio 1945 Mika Waltari
cia, escrita a finales del siglo xii o principios del si-
glo xiii por un autor desconocido que alterna prosa Owls do cry 1957 Janet Frame
y verso [19]. The bachelors 1960 Muriel Spark
En la Divina Comedia de Dante (1307), en el 24.º
La amenaza de Andrómeda 1969 Michael Crichton
Canto del Infierno, se compara la condición del pe-
cador con una crisis atónica y desorientación pos- El hombre terminal 1972 Michael Crichton
terior. El mismo Dante, en su viaje por el Purgatorio La storia 1974 Elsa Morante
y el Infierno, cae varias veces al suelo de forma sú-
Tratado de las pasiones del alma 1990 Antonio Lobo Antunes
bita y queda inconsciente por un breve espacio de
tiempo. La sintomatología descrita podría corres- The falling woman 1992 Susan Hawthorne
ponderse con una crisis epiléptica, que en este caso Esplendor de Portugal 1997 Antonio Lobo Antunes
el autor relaciona con el pecado [20].
Tomasso Campanella (1568-1639) escribió el tra- Epiléptico. La ascensión del gran mal 2002 David Beauchard
tado utópico La ciudad del sol en 1602, mientras Electricidad 2008 Ray Robinson
estaba en la cárcel, aunque no fue publicado hasta
Vidas de hojalata 2010 Paul Harding
1623. En esta obra, el autor describe cómo concibe
la ciudad ideal, y menciona que los habitantes de Crisis de gran mal 2011 Jesús Gil Vilda
esta ciudad usaban frecuentemente medicinas con- La pócima de las ausencias 2011 Patricia Smeyers
tra ‘la enfermedad sagrada’, que sufrían muchos de
La isla de los malditos 2012 Rebecca Gablé
ellos; y agregaba que eso era signo de gran talento,

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ataque epiléptico, y especulan con la posibilidad de


Figura 2. Charles Dickens. Figura 3. Edgar Allan Poe. que sufriera un síncope [22,23]. Bergfeldt registró
en la obra de Shakespeare 18 desmayos por emo-
ciones fuertes, lo que hoy se conoce como síncope
vasovagal, que a veces puede acompañarse de sacu-
didas mioclónicas que podrían confundirse con una
crisis epiléptica [24].
En la obra de Charles Dickens (Fig. 2) existen
múltiples ejemplos de personajes que sufren alguna
enfermedad de origen neurológico. El autor britá-
nico describe de manera realista y precisa varias
crisis epilépticas que afectan a distintos persona-
jes de sus novelas: Monks (villano de Oliver Twist,
1837-39), Guster (Casa desolada, 1852-53), An-
thony Chuzzlewit (Vida y aventuras de Martin
Chuzzlewit, 1844) y Bradley Heastone (Nuestro co­
mún amigo, 1865) [25,26].
pues grandes personajes de la historia, como Hér- También Henry James reflejó esta enfermedad
cules, Sócrates, Mahoma, Escoto y Calímaco, la ha- en Otra vuelta de tuerca (1898), en la que la prota-
bían padecido. Y es que, aunque en muchos casos gonista sufre una epilepsia del lóbulo temporal, tal
se relacionaba la epilepsia con una posesión demo- como se puede interpretar de los 10 episodios des-
níaca o una maldición, también en otros casos era critos de alucinaciones visuales complejas, cambios
relacionada con un don divino o con una prodigio- premonitorios de tipo emocional, como miedo o
sa inteligencia [16]. ansiedad, o alteraciones del pensamiento, como el
En el capítulo XLVII de la principal obra de Mi- fenómeno dejà vu, y finalmente una pérdida de
guel de Cervantes, El Quijote (1605-1615), se des- conciencia, sintomatología que está descrita con
cribe un caso de epilepsia: Sancho Panza es gober- gran detalle y precisión [27]. Henry James proba-
nador de la ínsula de Barataria, y durante su gobier- blemente se inspiró en las alucinaciones visuales de
no, un labrador solicita su ayuda para consumar el su padre alcohólico, la obra Principios de psicología
matrimonio de su hijo, que padece epilepsia, con de su hermano Williams o su fascinación por Edgar
una joven paralítica de la familia de ‘los Perlerines’. Allan Poe (Fig. 3), autor que sufrió esta enfermedad
El labriego describe a su hijo de la siguiente mane- y la reflejó con frecuencia en sus obras, por ejemplo
ra: ‘mi hijo es endemoniado y no hay día que tres o en Berenice (1835), en la que la joven que da título a
cuatro veces no le atormenten los malignos espíri- la historia presenta una epilepsia de la que el autor
tus’, mostrando en esta descripción que la epilepsia menciona que en algunos casos termina en una ca-
era considerada en el pasado como una enfermedad talepsia [19,20]. Poe también habla de la catalepsia
relacionada con posesión demoníaca [21]. en La caída de la casa Usher (1839) y en El entierro
Félix Lope de Vega hizo referencia a la epilepsia prematuro (1844). Es preciso mencionar que la epi-
en varias obras, como La difunta pleiteada (fecha- lepsia y la catalepsia no estaban claramente diferen-
da entre 1588-1604) (actos 2 y 3) o El ingrato arre­ ciadas en el siglo xix. Lord Alfred Tennyson, en The
pentido (1621): ‘La desdichada Isabela / de improvi- princess (1847), describe bajo el diagnóstico de ca-
so mide el suelo / con un espantoso grito / con un talepsia, lo que probablemente era una epilepsia del
desmayo violento. / ¿No ve que brama y patea? / lóbulo temporal. El autor conocía muy bien cómo
–Ay / ¡Habló! / –No hay mal que sea / tan semejan- era una crisis, pues su padre las había sufrido, si bien
te a morir’ (La difunta pleiteada, acto 3). había sido diagnosticado de catalepsia [28-30].
En Julio César (1599), de William Shakespeare, En la novela Pobre señorita Finch (1872), de Wi-
el autor británico hace referencia a la epilepsia de lliam Wilkie Collins, Óscar, uno de los personajes
César: ‘entonces perdió el conocimiento y se cayó’, y principales de la obra, padece epilepsia postraumá-
más adelante dice: ‘se cayó en la plaza del mercado, tica y se utiliza como tratamiento el nitrato de pla-
tenía espuma en la boca y no hablaba’. También en ta. El autor describe que el paciente experimenta
Otelo (1604) describe una posible crisis epiléptica una pigmentación oscura de la piel, que es un efec-
de este personaje tras un ataque de celos, aunque to adverso del citado tratamiento. Asimismo, expo-
algunos autores que han analizado esta obra dudan ne de forma detallada una crisis epiléptica [28,31]:
de que el citado personaje realmente presentara un ‘Una grotesca mueca invadió a Óscar, giró su cabe-

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za a derecha, y luego sus ojos hacia arriba, cayó al móvil en medio de las comidas con el tenedor sus-
suelo con una convulsión de todo su cuerpo. El pendido como si se hubiese ido muy lejos’ [34].
doctor retiró algunos muebles para evitar que se Este autor también hizo referencia a la epilepsia
golpeara, y le pregunté: por Dios ¿qué es esto? ¿Qué en Tratado de las pasiones del alma (1990): ‘es la
se puede hacer? El doctor movió negativamente la epilepsia –explicaba el padrastro alzando, como si
cabeza y dijo: nada, es una crisis epiléptica’ [31]. amaneciese, la calva tranquila del periódico–. No
En esta novela, la epilepsia de Óscar se describe de querrá creer el dineral que hemos gastado en radio-
forma muy correcta y no se presenta con connotacio- grafías y en médicos. Y quitando los ataques, fíjese,
nes negativas, al contrario, el enfermo no es rechaza- no existe una persona tan normal’ [35].
do y recibe el apoyo de los que lo rodean [28,31]. Diversos escritores aquejados de epilepsia refle-
La novela Sinuhé, el egipcio (1945), del finlandés jaron su experiencia personal, su vivencia de la en-
Mika Waltari, recoge numerosos tratamientos, en- fermedad en la descripción de algunos de sus per-
tre los que destaca la trepanación craneal aplicada sonajes. En el caso de Dostoievski, esto ocurrió de
en traumatismos craneoencefálicos y en epilepsia manera recurrente. La primera novela en la que
postraumática, describiéndose con gran detalle la aparece un personaje con esta enfermedad es La
técnica y el material utilizados [32]. patrona (1847), en la que hay dos personajes aque-
El hombre terminal, de Michael Crichton, que se jados de epilepsia [36-41]: ‘Con todo su cuerpo
publicó en 1972 y obtuvo un gran éxito, también temblando, se inclinó sobre el viejo. Murin yacía en
aborda el tratamiento quirúrgico en la epilepsia. el piso, retorciéndose en convulsiones; su rostro es-
Cuenta la historia de un hombre que sufre ataques taba desfigurado por el dolor y de sus contraídos
epilépticos y tiene un comportamiento muy violen- labios brotaba espuma. Ordínov adivinó que el des-
to, por lo que los cirujanos Ellis y Morris deciden dichado tenía un violento ataque de epilepsia’.
llevar a cabo una compleja intervención quirúrgica, En varias novelas, Dostoievski describe a algún
consistente en implantar unos electrodos y un mi- personaje con epilepsia: Murin y Ordínov en La pa­
niordenador en el cerebro del paciente para contro- trona (1847), Nelly en Humillados y ofendidos (1861),
lar los ataques y los impulsos asesinos. Aunque este Mishkin en El idiota (1868), Kirillov en Los demo­
procedimiento experimental es cuestionado por nios (1872) y Smerdiákov en Los hermanos Karama­
otros doctores, que ven posibles consecuencias ne- zov (1879-1880). Asimismo, en otras obras hace al-
gativas en este tratamiento, los cirujanos, más inte- guna referencia a la enfermedad, como, por ejemplo,
resados en su investigación que en el propio pacien- en Apuntes del subsuelo (1865), Crimen y castigo
te, deciden llevar a cabo la operación, sin preocu- (1866) y Diario de un escritor (1873-1881) [39-42].
parse por sus consecuencias. El sudafricano John Maxwell Coetzee, que ganó
En 1974 se publica La storia, de la escritora ita- el premio Nobel en 2003, recreó de forma muy par-
liana Elsa Morante, en la que recrea la Roma de los ticular la figura de Dostoievski en su obra El maes­
años cuarenta. Los protagonistas son una madre y tro de San Petersburgo (1994). En esta novela relata
dos hijos, los tres con epilepsia. Mientras la madre un viaje del autor ruso a San Petersburgo para ave-
es violada por un soldado alemán, sufre una crisis riguar las circunstancias de la muerte de su hijastro
de gran mal que el soldado interpreta como un or- Pavel, que aparentemente se ha suicidado. Coetzee
gasmo. Con este ejemplo, la novela quiere mostrar hace referencia a la epilepsia de Dostoievski: ‘Es el
que situaciones de miedo y tensión pueden desen- momento perfecto para un acceso, piensa. Será la
cadenar una crisis, incluso en personas que, como gota que colme el vaso. Se ve a sí mismo en plena
la protagonista de esta novela, llevaban años sin su- convulsión, soltando espumarajos por la boca; ve la
frir ninguna crisis [33]. multitud que se congrega a su alrededor, ve al de las
El psiquiatra portugués Antonio Lobo Antunes, barbas grises señalar, en beneficio de todos, en dón-
en Esplendor de Portugal (1997), habla de una fami- de está la pistola posada sobre el hielo. Un acceso
lia en la que el padre es alcohólico y Rui, uno de los igual que un rayo caído del cielo, caído para abatir
hijos, padece epilepsia: ‘¿Qué tiene el pequeño, al pecador. Pero ese rayo no llega’.
doctor? –Un problema hereditario en el cerebro, También Joaquim Machado de Assís padeció
señora, corrientes eléctricas desordenadas, su com- epilepsia, y al abordarla en sus obras no lo hacía di-
portamiento puede cambiar, volverse agresivo, por rectamente, sino mediante la utilización de eufe-
ejemplo, volverse rebelde, dele estos comprimidos mismos, como, por ejemplo, ‘el mal que me acom-
en la comida y en la cena, y en mayo, ya veremos, paña’ [41,42]. Otro famoso escritor con epilepsia
tráigalo de nuevo a la consulta [...]. Rui no era como fue el británico Graham Greene. El diagnóstico de
los otros, no hablaba como los otros, se quedaba in- esta enfermedad, tal como relata en su autobiogra-

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fía, le marcó e influyó en su vida y obra, llegando a rancia a través del relato, que muestra de forma
considerar el suicidio. Según sus propias palabras, cruda la infancia del autor y las relaciones con su
la epilepsia, el cáncer y la lepra eran los tres térmi- hermano enfermo.
nos médicos que causaban mayor temor en aquel
momento. En la actualidad, existen algunas dudas
acerca del diagnóstico de Greene, pero, en cual- La epilepsia en el cine
quier caso, pensar que sufría epilepsia condicionó
su vida y su obra [41,43]. La epilepsia se ha mostrado con frecuencia en el
Margiad Evans fue diagnosticada de epilepsia y cine, habitualmente relacionándola con locura, de-
reflejó su vivencia de la enfermedad en 1952, en su lincuencia, conductas violentas o posesión divina o
novela autobiográfica A ray of darkness. En ella des- demoníaca, contribuyendo a perpetuar falsas creen-
cribe su enfermedad, haciendo hincapié en el inicio cias ancestrales. Son muchos los títulos que abor-
de sus crisis, la parálisis poscrítica y los problemas dan este cuadro patológico, a veces de forma tan-
psicológicos asociados a la progresión de la epilep- gencial; en otros casos, sin embargo, con un papel
sia, y, asimismo, menciona el tratamiento antiepi- primordial en la trama [3,4,47] (Tabla II).
léptico con fenobarbital y fenitoína [41,44,45]. Una de las primeras representaciones de la epi-
La escritora australiana Susan Hawthorne relata lepsia en el cine puede observarse en la película de
sus experiencias personales en The falling woman Georges Mèlies de 1900 titulada Le deshabillage
(1992), donde critica el tratamiento médico y la es- imposible, en la que un hombre que se aloja en una
casa atención recibida [46]. pensión tiene grandes dificultades para desnudarse,
También se pueden mencionar algunos escrito- pues cada vez que se quita una prenda le aparece
res que, sin padecer epilepsia, han tenido alguna vi- otra puesta y nunca consigue quitarse toda la ropa.
vencia cercana de la enfermedad, por tener familia- Esto le produce un gran nerviosismo e irritación y
res o amigos afectados de epilepsia, como Janet Fra- acaba sufriendo una crisis epiléptica [6].
me, Kenzaburo Oé, Paul Harding o David Beauchrad. La película Cleopatra (1963), por ejemplo, mues-
La neozelandesa Janet Frame, al tener un herma- tra un ataque epiléptico de Julio César que presenta
no con epilepsia, describió de forma muy realista la una sensación inicial de malestar y, en el momento
enfermedad y lo que supone vivir con epilepsia de la crisis, introducen un objeto en su boca, y en El
en Owls do cry (1957) y en The edge of the alphabet idiota (1951), de Akira Kurosawa, basada en una
(1962) [46]. novela de Dostoievski, el protagonista presenta epi-
El premio Nobel japonés Kenzaburo Oé, en mu- lepsia, y están descritos con gran realismo los pró-
chas de sus obras, habla de la epilepsia, inspirándo- dromos y algunos factores que podrían contribuir
se en la propia sintomatología de su hijo, que nació al desencadenamiento de la crisis [47]. Otra obra de
con hidrocefalia y tenía crisis convulsivas, retraso Dostoievski llevada al cine es Los hermanos Kara­
mental, autismo y problemas visuales y de lenguaje. mazov (1958), en la que también está presente la
El nacimiento de su hijo marcó su obra, y en mu- epilepsia, enfermedad que padecía el autor y que
chas de sus novelas están presentes la epilepsia y el reflejó en muchas de sus novelas.
retraso mental. Pueden citarse El grito silencioso Almas en tinieblas es una película de 1945 en la
(1967) y la trilogía Green tree in flames, publicada que un científico con epilepsia prefiere dejar a su
en la década de los noventa del siglo xx [46]. novia antes que contarle la verdad sobre su enfer-
Paul Harding, autor de Vidas de hojalata (2009) medad, la cual se considera un terrible estigma.
y ganador del premio Pulitzer en 2010, manifestó Otro título que aborda la epilepsia es Las manos
que para su obra se inspiró en diversas historias de en los bolsillos (1965), en la que en una familia hay
su abuelo, que padeció epilepsia, enfermedad sobre dos hermanos con epilepsia, uno de ellos incapaz
la cual existen muchas ideas erróneas, tal como de razonar, mientras que el otro es muy inteligente
manifestó el propio autor. Por ese motivo, Harding y capaz de urdir planes diabólicos, con lo que se
quiso centrarse, más que en la descripción de la pa- presenta un trastorno asociado en algunos casos, el
tología, en la vivencia personal de la enfermedad. retraso mental, y también se relaciona la enferme-
La novela gráfica también se ha interesado por la dad con la maldad o con comportamientos agresi-
epilepsia: Epiléptico. La ascensión del gran mal vos, algo que es bastante habitual en el cine.
(2001-2007), de David Beauchard, narra la historia Asimismo, puede citarse El exorcista (1973), en
de un joven que se enfrenta a su enfermedad con el cuya primera mitad los doctores afirman que la niña
apoyo de su familia. El cómic habla del desconoci- padece epilepsia del lóbulo temporal, aunque pos-
miento de la epilepsia, el rechazo social o la intole- teriormente se indicará que lo que realmente sufre

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La epilepsia en la literatura, el cine y la televisión

Tabla II. Películas en las que aparece algún personaje con epilepsia.

Título Año Director Título Año Director

Le deshabillage imposible 1900 Georges Mèlies JFK 1991 Oliver Stone

Le Redingote epileptique 1913 Hermanos Pathé Una flor salvaje 1991 Diane Keaton

The supreme temptation 1916 Harry Davenport Megaville 1991 Peter Lehner

Blancanieves y los siete enanitos 1937 David Hand Vampire trailer park 1991 Steve Latshaw

Michael Powell, Simple men 1992 Hal Hartley


A vida o muerte 1946
Emeric Pressburger
El rey de la colina 1993 Steven Soderbergh
Almas en tinieblas 1949 Don Siegel
Mesmer 1994 Roger Spottiswoode
El idiota 1951 Akira Kurosawa
Buenas noches madre 1996 Keith Gordon
Su última victoria 1952 Lewis Seiler
El impostor 1997 Jonas Pate, Josh Pate
El idiota 1958 Ivan Pyryev
El coleccionista de huesos 1999 Phillip Noyce
Cleopatra 1963 Joseph L. Mankiewicz
Black Hawk derribado 2001 Ridley Scott
Otelo 1965 Stuart Burge
Scott
El exorcismo de Emily Rose 2005
Las manos en los bolsillos 1965 Marco Bellocchio Derrickson

El aura 2006 Fabián Bielinsky


La amenaza de Andrómeda 1971 Robert Wise
Hans-Christian
Malas calles 1973 Martin Scorsese Réquiem 2006
Schmid

El hombre terminal 1974 Mike Hodges Control 2007 Anton Corbijn

Alguien voló sobre el nido del cuco 1975 Milos Forman The exploding girl 2009 Bradley Rust Gray

Novecento 1976 Bernardo Bertolucci Cosmonauta 2009 Susanna Nicchiarelli

Buenas noches madre 1986 Tom Moore Todo lo que tú quieras 2010 Achero Mañas

Drugstore cowboy 1989 Gus van Sant Cicatrices 2011 Daniel Padro

es una posesión demoníaca [6]. Siguiendo con la te- ingresada en un centro psiquiátrico y sometida a
mática del exorcismo, en 2005 se rodó una película varios exorcismos, pues la joven decía ver al demo-
basada en hechos reales sucedidos en los años se- nio. Si bien se le diagnosticó una epilepsia, lo más
tenta del siglo xx y que se tituló El exorcismo de probable es que tuviera crisis epileptiformes rela-
Emily Rose. En este caso, una joven es sometida a cionadas con un trastorno de conversión. También
un exorcismo y fallece dos días después. El sacerdo- podría tratarse de una encefalitis antirreceptor de
te es acusado de homicidio por negligencia, pues NMDA, que cursa con convulsiones, alucinaciones,
animó a Emily a dejar la medicación que tomaba movimientos involuntarios complejos y alteracio-
para la epilepsia. Otra paciente que abandona la nes respiratorias, síntomas que se asemejan a los
medicación para la epilepsia es Michaela, la prota- que presentaba la paciente. Sirva este ejemplo para
gonista de Réquiem (2006) [48]. hacer hincapié en la relevancia de establecer el
Las películas citadas sobre exorcismos están ba- diagnóstico diferencial entre epilepsia y otros cua-
sadas en el caso real de la alemana Anneliese Mi- dros, como trastorno de conversión, tumores o en-
chel, que fue diagnosticada de epilepsia y depresión, cefalitis antirreceptor de NMDA [49,50].

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S. Collado-Vázquez, et al

En relación con el diagnóstico diferencial de la soldado norteamericano padece un ataque en el


epilepsia, Hughes analizó los casos de 43 persona- transcurso de una peligrosa misión en Somalia, o
jes famosos diagnosticados de esta enfermedad, en Otelo (1965), en la que el protagonista sufre una
pero que pudieron sufrir, en realidad, ataques psi- crisis durante un ataque de celos, aunque algunos
cogénicos, trastorno de conversión, ataques de an- autores, como se ha mencionado anteriormente,
gustia, miedo, agitación, debilidad o abstinencia de ponen en duda que sufriera crisis epilépticas y pien-
alcohol, entre otros cuadros [51]. san que, en realidad, se trató de un síncope [23].
Michael Crichton, médico y novelista, adquirió En otros títulos, las crisis convulsivas se asocian a
fama como escritor cuando publicó en 1969 la no- impulsos violentos, habitualmente en personajes
vela La amenaza de Andrómeda, que fue llevada al masculinos, que les conducen a cometer algún cri-
cine en 1971 bajo la dirección de Robert Wise. En men, como en el caso de la película El impostor
esta película, un personaje presenta una crisis epi- (1997). En las mujeres, es más frecuente que las con-
léptica desencadenada por una luz intermitente, vulsiones se produzcan como consecuencia de la
mostrando un posible factor desencadenante de una excitación sexual, por ejemplo, en Novecento (1976),
crisis [6]. que muestra un ataque epiléptico de una prostituta
En The exploding girl (2009), se muestra el intere- cuando está yaciendo con dos hombres [4].
sante comportamiento de una joven estudiante de Algunos títulos hacen referencia al tratamiento
20 años con epilepsia mioclónica juvenil que ha farmacológico de la epilepsia, al temor a los efectos
aprendido a controlar sus sentimientos para reducir colaterales que puede tener, o al tratamiento quirúr-
el estrés y poder así controlar sus crisis epilépticas. gico que suele plantearse como el último recurso po-
También se pueden citar diversos ejemplos de sible y que es fuente de múltiples temores: El hombre
simulación de crisis epilépticas para conseguir al- terminal (1974), en la que al protagonista le insertan
gún fin. Es el caso de la película El fugitivo (1993), unos electrodos en el cerebro para poder controlar
en la que un preso al que están trasladando en un sus crisis y sus ataques violentos, Megaville (1991) o
furgón finge una crisis convulsiva para poder esca- A fighting choice (1986) son algunos ejemplos.
par. Asimismo, en JFK (1991), un hombre simula Habitualmente, la epilepsia se asocia en el cine
una crisis antes del asesinato del presidente Ken- con delincuencia, comportamientos violentos o con
nedy [4], y en Arsène Lupin (2004), una joven aspi- diversos trastornos, como dificultades de aprendi-
rante a actriz simula un ataque de gran mal en un zaje, retraso mental, alcoholismo, psicosis, ceguera
tren para que Arsène pueda robar una cruz. o sordera [4,6]. El séptimo arte ha mostrado con
Baxendale estudió la presencia de la epilepsia en mucha frecuencia una relación entre epilepsia y en-
el cine, para lo cual analizó 62 películas producidas fermedad mental. De hecho, durante mucho tiem-
en diversos países y de nueve géneros cinematográ- po la epilepsia fue considerada una enfermedad
ficos distintos, aunque con un predominio del dra- mental y clasificada como tal, hasta que en 1978, en
ma. La autora insistió en que el cine ha contribuido la novena revisión de la Clasificación Internacional
a perpetuar muchos mitos relacionados con esta de las Enfermedades, empezó a considerarse como
enfermedad, y añadió la existencia de un sesgo de una enfermedad neurológica [9] (Tabla III).
género, pues los hombres con epilepsia idiopática Kerson et al analizaron, en un estudio publicado
tienden a mostrarse como locos, malvados y peli- en 2006, 192 fragmentos de películas y series de te-
grosos, mientras que si se trata de mujeres, su tras- levisión en los que aparecía algún personaje con
torno se encuadra en una trama de intriga exótica y convulsiones, en algunos casos en pacientes con epi-
misteriosa, como en Laia (1971) o en Simple men lepsia, en otros provocadas por el consumo de dro-
(1992), o se las presenta como seres vulnerables y gas o alcohol, por factores psicológicos o, simple-
necesitados de ayuda, como, por ejemplo, en Nove­ mente, se trataba de crisis simuladas para obtener
cento (1976) o Malas calles (1973). También se es- algún beneficio. En algunas películas no se mostra-
tablecen diferencias en cuanto a la etiología. Se ha ba el ataque epiléptico, pero alguno de los persona-
mencionado anteriormente cómo son mostrados jes refería que lo había sufrido. Las películas estu-
los varones que padecen epilepsia idiopática; sin diadas son, en su mayoría, del género dramático,
embargo, si la epilepsia es de origen postraumático, aspecto en que coincide con el estudio de Baxenda-
los personajes son considerados como héroes, por le, aunque también se encuentran numerosas co-
ejemplo, en El coleccionista de huesos (1997) [4,6]. medias y películas de terror y de ciencia ficción. Los
En el cine, las crisis epilépticas suelen desenca- títulos analizados comprenden el período de 1900-
denarse por alguna situación estresante, por ejem- 2005, perteneciendo 10 de ellas al cine mudo, lo
plo, en Black Hawk derribado (2001), en la que un que demuestra que desde los inicios del cine hubo

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La epilepsia en la literatura, el cine y la televisión

interés por esta patología [4]. Posteriormente, se


amplió el estudio, analizando 242 películas y episo- Tabla III. Trastornos asociados con epilepsia en el cine.
dios de series de televisión [52].
Anteriormente a estas investigaciones, se habían Título Año Trastorno asociado
realizado otros estudios centrados en una única pe-
Estigma macabro 1964 Psicosis con impulsos asesinos. Catalepsia
lícula o en un número reducido de títulos [53-55].
De hecho, Kerson et al ya habían realizado un estu- El hombre terminal 1974 Conducta violenta
dio más limitado, en el que analizaron 20 películas
y concluyeron que la presencia de epilepsia se utili- Alguien voló sobre el nido del cuco 1975 Enfermedad psiquiátrica
zaba para caracterizar al personaje, para desarrollar
Promise 1986 Esquizofrenia
algún aspecto de la narración o para conseguir un
mayor dramatismo. Ocasionalmente, el personaje Una flor salvaje 1991 Dificultades de aprendizaje. Mudez
que sufre epilepsia es el protagonista; sólo en esos
casos la enfermedad es relevante en la trama. Los La horca depende de la gramática 1991 Delincuencia
autores consideran que la enfermedad es mostrada
habitualmente de forma sensacionalista y distorsio- Mesmer 1994 Ceguera
nada, asociada con conductas violentas o con en-
El impostor 1997 Alcoholismo. Comportamiento violento
fermedad mental [55].
Friedman se centró en la película A vida o muer­ El coleccionista de huesos 1999 Tetraplejía
te (1946), en la que el protagonista, Peter Carson,
pasa por momentos de conciencia alterada precipi- Lighthouse 2000 Psicosis con impulsos asesinos
tados por un olor a cebolla frita. El autor del trabajo
considera que el personaje padece alguna forma de
epilepsia, aunque en la película no se hace ninguna
referencia explícita a esta enfermedad [53]. (A wedding, 1978), o intentos de comunicarse du-
También se ha analizado la película de Walt Dis- rante la crisis convulsiva (Romper stomper, 1992).
ney Blancanieves y los siete enanitos (1937), pues, al En la pantalla grande es más frecuente ver varo-
parecer, Mudito (Dopey en la versión original), uno nes con epilepsia, en una relación hombre/mujer de
de los siete enanos de la película de animación, pa- 2 a 1. En la realidad, la epilepsia también es más fre-
dece el síndrome de Angelman y presenta mioclo- cuente en varones.
nías, temblor y convulsiones tonicoclónicas noctur- Otro aspecto que se ve frecuentemente en el cine
nas. En una escena en la que todos están dormidos es la asociación de epilepsia con conductas crimi-
y roncando, a excepción de Mudito, éste comienza nales, sobre todo en personajes del sexo masculino,
a moverse de forma extraña y sufre violentas sacu- aunque no siempre, como, por ejemplo, en la pelí-
didas que hacen pensar en una crisis epiléptica [54]. cula Drugstore cowboy (1989), en la que es una mu-
Es preciso señalar que la película se estrenó en 1937, jer la que padece epilepsia y la que convence a un
veintiocho años antes de que Harry Angelman des- hombre para robar en una droguería.
cribiera en tres pacientes el síndrome que lleva su En cuanto a la etiología, lo más habitual es que
nombre y que se caracteriza por un síndrome dis- sean epilepsias idiopáticas, pero, en el cine, las que
mórfico (cara ancha, prognatismo, occipucio plano se muestran con más frecuencia son las postraumá-
y microcefalia), trastornos de la conducta, risa fá- ticas. En la realidad representan un 3% de todos los
cil, facies risueña, letargia, retraso mental, marcha cuadros de epilepsia, pero, en el cine, este porcen-
atáxica, falta de adquisición del lenguaje y, en un taje se eleva alrededor del 10%. Dichos traumatis-
80-90% de los casos, epilepsia [52,54-59]. mos se han producido con frecuencia en la guerra
En el cine, en más del 50% de los casos los pa- (El idiota, 1951; A vida o muerte, 1946; La horca
cientes con epilepsia presentan crisis de gran mal, y depende de la gramática, 1991) [6], aunque tam-
en porcentajes muy inferiores crisis parciales, crisis bién como consecuencia de accidentes laborales (El
no bien clasificadas, ausencias, etc., lo cual coincide coleccionista de huesos, 1999) o deportivos (Su últi­
con las cifras reales. El cine elige con más frecuen- ma victoria, 1952).
cia las crisis tonicoclónicas, porque son más dra- Además de las películas que se han mencionado,
máticas, sobrecogedoras y sensacionalistas. En oca- también contamos con cortometrajes que abordan
siones se han representado de forma muy realista, la epilepsia, como Epilepsia idiopática (Ecuador,
en otros casos existen algunos errores, como, por 2010), que se basa en un fragmento de la novela El
ejemplo, una recuperación inmediata tras la crisis idiota, y Extraño juguete, de Santy GG, en el que

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S. Collado-Vázquez, et al

una niña sufre extraños desmayos que se atribuyen crisis convulsiva y, además, aprovechan su debili-
a una epilepsia. dad para ejercer su violencia sobre él.
En la televisión también se muestra cómo, en al-
gunos casos, se ha intentado esconder a la persona
La epilepsia en la televisión con epilepsia y apartarla de la sociedad. Un ejemplo
es el episodio Boy in the storm (1955) de la serie
La epilepsia también ha aparecido frecuentemente Medic, que muestra al joven huérfano Robert Max­
en la pequeña pantalla y, al igual que en el cine, en well, de 17 años, que procede de una familia muy
algunos casos ha servido para mantener estereoti- adinerada. Como sufre epilepsia, su tutora lo ha
pos, falsas creencias o envolver al personaje con un mantenido aislado desde su infancia por miedo,
halo de misterio. vergüenza e ignorancia, pero, al morir ésta, Robert
Existen algunos telefilmes en los cuales se abor- podrá tener la atención médica necesaria y llevar
da la epilepsia, como El príncipe perdido (2003), de una vida normal.
Stephen Poliakoff, que narra la historia real del Asimismo, en muchos casos, en las series de te-
príncipe John, que vive en la corte del rey Eduardo levisión se ha mostrado una actuación inadecuada
VIII y la reina Alejandra. Como padece ataques epi- por parte de los profesionales de la salud o de las
lépticos, los médicos lo consideran un niño débil y personas que atienden la crisis, como intentar dete-
torpe y una carga para la familia. Lo apartan de la ner las convulsiones, colocar al paciente en posicio-
vida pública y lo envían con una enfermera a una nes inadecuadas, introducir objetos en la boca o
granja muy alejada. Otro ejemplo es Juramento hi­ practicar una trepanación de urgencia, como ocu-
pocrático (1997), de Jim Abrahams protagonizado rrió en un episodio de la serie House.
por Meryl Streep, que muestra el sufrimiento de En la Universidad de Dalhouise se realizó un estu-
una familia cuando su hijo empieza a sufrir crisis dio sobre la atención de las crisis epilépticas en series
epilépticas que no responden al tratamiento farma- de televisión como Doctor House, Anatomía de Grey,
cológico y ha de ser ingresado en el hospital. Sin cita previa y varias temporadas de la serie Urgen­
Otro telefilme es Una flor salvaje (1991), am- cias, y observaron múltiples errores en las actuacio-
bientado en los años treinta, que muestra a Alice, nes del personal sanitario televisivo, hasta el punto
una joven muda con ataques epilépticos cuyo pa- de que cerca de la mitad de las crisis eran atendidas
drastro la mantiene encerrada en un cobertizo. de forma incorrecta y los telespectadores podrían
Se pueden citar muchos ejemplos de series tele- llevarse una falsa impresión acerca de los primeros
visivas en las que aparecen crisis epilépticas, como auxilios necesarios en estos casos [60-62].
Doctor Kildare, House, Anatomía de Grey, Hospital Entre las actuaciones inapropiadas (el 46% de los
Central o Urgencias. casos) se encontraban: intentar detener los movi-
Pero no sólo han estado presentes en series de mientos involuntarios, colocarlos en posiciones in-
temática médica u hospitalaria, sino también en se- correctas o introducir objetos en la boca. El 29% de
ries de todos los géneros y contenidos, por ejemplo, las crisis, por el contrario, fueron atendidas adecua-
en Roma (2005), en la que se muestra un ataque de damente, y el resto no pudieron ser catalogadas o
Julio César; Huff (2006), en la que un personaje fin- no se mostraron las actuaciones de profesionales de
ge padecer epilepsia para evitar ser procesado; o la salud. Moller insiste en las medidas correctas en
Deadwood (2004), en la que un hombre muere aho- estos casos, como despejar el área alejando del pa-
gado durante una crisis. También pueden citarse ciente objetos peligrosos con los que pueda dañar-
otros títulos, como The young and the Restless (2006 se, si es posible, poner algo blando bajo la cabeza,
y 2007), Man Hunt (2000) o Hollyaks (1995). colocarlos en decúbito lateral y no introducir obje-
En un episodio de la serie Los Soprano (2004) se tos en la boca [60-62].
produce un hecho terrible relacionado con una cri- La doctora Lisa Sanders, supervisora técnica de
sis epiléptica. Un camarero se queja por la escasa Doctor House, manifestó que los tratamientos que
propina y, como consecuencia de su queja, recibe se muestran en esta serie han mejorado, y que tras
un golpe en la cabeza con un ladrillo. El camarero su insistencia de que en un ataque epiléptico no se
se siente mareado, se cae al suelo y sufre una crisis debe introducir objeto alguno en la boca, en un epi-
tonicoclónica. Los mafiosos murmuran en tono de sodio un médico llama la atención a otro por hacer-
burla: ‘¿Estas personas no saben que han de tomar lo, ya que el paciente podría asfixiarse. Otra imagen
la medicación?’, y a continuación le disparan, lo ma- errónea es que cerca del 80% de los casos de epilep-
tan y se llevan el dinero con el que habían pagado la sia mostrados en televisión son crisis de gran mal,
cena. Se burlan de una persona por presentar una con convulsiones tonicoclónicas, pues ofrecen una

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La epilepsia en la literatura, el cine y la televisión

imagen más dramática, pero este porcentaje no se de Cervantes en materia neuropsiquiátrica. Rev Neurol 2008;
corresponde con la realidad. La Sociedad Española 46: 489-501.
13. López-Martínez M. El doctor Manuel González Echeverría
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que considera un magnífico medio para que la so- www.sld.cu/sitios/neurocuba/. [11.08.2012].
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leas en racimo, entre otras, que aparecen en famo- the history of epilepsy: epilepsy in antiquity. Epilepsy Behav
sas series de televisión como Urgencias, Anatomía 2010; 17: 103-8.
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de Grey u Hospital Central. Pero, para conseguir Elementos 1992; 17: 3-10.
este objetivo de acercar las enfermedades neuroló- 17. Bernabé A, Casadesús F. Orfeo y la tradición órfica.
Un reencuentro. Madrid: Akal; 2008.
gicas a la población general de manera adecuada, es 18. Ruiz-Ezquerro JJ. Semiología neurológica en las Sagradas
necesario que las series cuenten con asesores médi- Escrituras. Kranion 2011; 8: 22-32.
cos y trabajen con cierto rigor científico [60-62]. 19. Sherman J. Storytelling. An encyclopedia of mythology
and folklore. New York: Sharpe; 2011.
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con frecuencia la epilepsia, de forma relevante o URL: http://www.bmj.com/rapid-response/2011/11/01/
has-shakespeares-iago-deceived-again. [02.02.2012].
tangencial. Dicho abordaje se ha realizado, en oca- 23. Bergfeldt L. Differential diagnosis of cardiogenic syncope
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contribuido a perpetuar estereotipos y creencias 24. Cosnett JE. Charles Dickens and epilepsy. Epilepsia 1994;
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Epilepsy in literature, cinema and television

Introduction. Literature, cinema and television have often portrayed stereotypical images of people that have epilepsy
and have helped foster false beliefs about the disease.
Aim. To examine the image of epilepsy presented by literature, cinema and television over the years.
Development. Epilepsy has frequently been portrayed in literary works, films and television series, often relating it with
madness, delinquency, violent behaviours or possession by the divine or the diabolical, all of which has helped perpetuate
our ancestral beliefs. The literary tales and the images that appear in films and on television cause an important emotional
impact and, bearing in mind that many people will only ever see an epileptic seizure in a film or in a TV series or might
gain some information about the disorder from a literary text, what they see on the screen or read in the novels will be
their only points of reference. Such experiences will therefore mark the awareness and knowledge they will have about
epilepsy and their attitudes towards the people who suffer from it. Novels and films are fiction, but it is important to show
realistic images of the disease that are no longer linked to the false beliefs of the past and which help the general public to
have a more correct view of epilepsy that is free from prejudices and stereotypes.
Conclusions. Literature, cinema and television have often dealt with the subject of epilepsy, sometimes realistically, but in
many cases they have only helped to perpetuate false beliefs about this disease.
Key words. Cinema. Convulsions. Epilepsy. Epileptic seizure. Literature. Neurology. Television.

442 www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 55 (7): 431-442

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