Está en la página 1de 479

1 de 5 Rita Carlota Fernández Cartelle | Introducción

1 Introducción
Para Martina vasopressin receptor 1a) que se ha relacionado con la monogamia y
La relación en re cerebro 1 y conduc a es una de las cues iones con las preferencias de apareamien o en los perros de las
de gran calado filosófico que se han plan eado a lo largo de la praderas, el gen egr-1 (del inglés, early growth response-1) que se
adquisición del conocimien o humano, cons i uyéndose como ha implicado en el reconocimien o de los can os en los pinzones

d u
uno de los re os de mayor envergadura y rascendencia. ¿Cómo es cebra, en los es ilos ma ernales en ra as, o en las relaciones de

c.e
posible que de un conjun o ordenado de células con de erminadas dominancia que se es ablecen en peces cíclidos, o el gen per (del
propiedades elec rofisiológicas e inmersas en complejos procesos inglés, period) relacionado con los pa rones de comunicación en

uo
de comunicación química pueda emerger una conduc a, un pro- moscas de la fru a duran e el cor ejo, en re muchos o ros.

7@
ceso cogni ivo o un es ado men al? En cualquier caso, sería acer ado señalar que la conduc a se
La psicobiología es una disciplina de la psicología cuyo obje o encuen ra bajo las leyes de la teoría de la evolución por selección

76
de es udio es la conduc a y los procesos men ales que la posibili- natural. En es e sen ido, a la psicobiología le in eresa profundizar

ar
an, pero a endiendo a las bases biológicas subyacen es. La con- en cómo la conduc a puede influir sobre la eficacia biológica y en

rc
duc a, por an o, queda definida como una propiedad biológica el es udio de la evolución del feno ipo conduc ual de diferen es

rfe
que nos permi e poner en marcha una relación adap a iva con el especies, así como las implicaciones ecológicas y evolu ivas de las
en orno. Un en orno que, por ende, puede favorecer cier as es- es ra egias de compor amien o en escenarios significa ivos bajo

/a
ra egias conduc uales sobre o ras. el prisma de la teoría de la evolución por selección natural.

no
Resul a impor an e des acar que la evolución biológica es un El biólogo y ganador del premio Nobel Nikolaas Tinbergen

lum
proceso por el cual las poblaciones de organismos cambian a lo (1907-1988) propuso cua ro cues iones para proporcionar una
largo del iempo. Las mu aciones son cambios en el genoma de explicación in egral de la conduc a: ¿qué lleva a un animal a com-

a
un organismo que pueden ser beneficiosos, neu ros o incluso por arse de una de erminada manera y cómo se produce dicha
pueden ener efec os dele éreos. La selección na ural iene lugar el
conduc a?, ¿cómo cambia la conduc a a medida que se desarrolla
od
cuando las carac erís icas heredables permi en que algunos indi- el individuo?, ¿cómo influye es a conduc a en las posibilidades de
viduos sobrevivan y se reproduzcan de forma más efec iva que supervivencia y reproducción efec iva de los individuos? y, por
ad

o ros. Se ra a de un mecanismo de evolución, en re o ros, que úl imo, ¿cuál es su his oria evolu iva? En es e con ex o, por ejem-
riv

puede hacer que la composición gené ica de una población cam- plo, si es uviéramos es udiando el can o de los pájaros y
p

bie de generación en generación. En defini iva, la selección na - quisiéramos proporcionar una explicación in egral, deberíamos
so

ural ac úa sobre los individuos, pero el cambio evolu ivo se ob- ser capaces de iden ificar cómo las neuronas producen las con-
eu

serva en las poblaciones. racciones musculares necesarias para el can o, cómo los individ-
En es e con ex o, la conduc a se cons i uye como un rasgo del uos jóvenes adquieren el can o de o ros más viejos, cómo el can o
ad

feno ipo de un organismo que, como o ros rasgos feno ípicos, podría incluir sonidos que aumen aran la capacidad para sobre-
puede evolucionar a ravés de la selección na ural. Es o es así de- vivir y producir descendencia viable y cómo las es ruc uras que
ad

bido a que cumple 3 requisi os fundamen ales, a saber: puede in- producen el can o han cambiado a lo largo del iempo median e
riv

fluir sobre la eficacia biológica o capacidad de un organismo para es udios filogené icos.
p

sobrevivir y producir descendencia viable (en inglés, fitness), La conduc a en endida como una respues a generada in erna-
ia

puede variar de individuo a individuo, y dicha variación es, al men e a un es ímulo ex erno (ya sea abió ico o proceden e de
p

menos en par e, debida a los genes. o ro organismo), no se le limi a necesariamen e a los animales
co

En relación al ercer requisi o, es necesario ener presen e que (Me azoa). Podemos considerar cier as formas de conduc a en
la

los genes se encuen ran relacionados con la conduc a de formas organismos unicelulares y en plan as. En es e sen ido, por ejem-
muy diversas. En primer lugar, la expresión gené ica puede in- plo, en el ciclo vi al de un hongo mucilaginoso (Dictyostelium dis-
a

ducir cambios en la función cerebral y viceversa. En segundo lu- coides) se liberan mixamebas unicelulares generadas a par ir de
ce

gar, las in eracciones sociales pueden in erac uar con la función esporas. Es as mixamebas se alimen an de bac erias en el suelo.
ne

cerebral para influir sobre una conduc a individual. En ercer lu- Cuando la fuen e de alimen o se ago a, se envían señales unas a
rte

gar, los genes ambién pueden afec ar a la conduc a ac uando so- o ras para formar un agregado denominado pseudoplasmodio. El
bre el curso del desarrollo. Por úl imo, los genes pueden ser pseudoplasmodio es capaz de moverse por el suelo de forma más
pe

some idos a selección en respues a a cambios que se producen en rápida que las células individuales y es capaz de responder a la
xto

el en orno an o físico como relacionado con las in eracciones so- luz y a los gradien es de empera ura para encon rar con mayor
ciales que ienen lugar. Es a compleja red de influencias hace que facilidad más bac erias de las que alimen arse. En el caso de las
te

resul e har o complicado iden ificar los efec os de genes específi- plan as, se ha podido comprobar que pueden ser sensibles a la
te

cos sobre la conduc a. Sin embargo, en los úl imos años cada vez luz, que algunas especies responden cuando se les oca y muchas
Es

son más los descubrimien os que mues ran la impor ancia de al- o ras pueden comunicarse enviando y recibiendo dis in as
gunos genes concre os como, por ejemplo, el gen v1aR (del inglés, señales químicas. Al igual que ocurre en el caso de los animales,
es as conduc as ienen una base gené ica que ha evolucionado a
lo largo del iempo.
1 En anatomía, el uso del término cerebro se utiliza para designar al telencéfa-
lo. No obstante, debido a que en la literatura anglosajona está ampliamente Las conduc as que os en a Dictyostelium discoides pueden ex-
aceptada la utilización del término Brain para referirse al encéfalo y debido a que plicarse a ravés de sencillos procesos de comunicación en re las
la traducción de dicho término a nuestro idioma sería la de cerebro, a lo largo de
este manual se utilizarán los términos de encéfalo y cerebro como sinónimos. células y median e cier os cambios en la expresión gené ica. No
obs an e, cuando emergieron los animales aparecieron nuevas

© EDITORIAL MÉDICA PANAMERICANA S.A. Todos los derechos reservados. Este libro o cualquiera de sus partes no podrán ser reproducidos ni
archivados en sistemas recuperables, ni transmitidos en ninguna forma o por ningún medio, ya sean mecánicos, electrónicos, fotocopiadoras,
grabaciones o cualquier otro, sin el permiso previo de Editorial Médica Panamericana S.A.
',
2 de 5 Rita Carlota Fernández Cartelle | Introducción

formas de conduc a gracias a la evolución de un nuevo ipo de acuerdo generalizado en pensar que el sis ema nervioso de los
célula: la neurona. En érminos generales, podemos decir que en animales evolucionó a ravés de la coop ación de genes con o ras
las especies con sis ema nervioso las neuronas presen an una funciones como podría ser, por ejemplo, la comunicación de célu-
es ruc ura y una función primordial compar ida. Se ra a de un la a célula en eucario as unicelulares. De odas formas, en lo que a
ipo de células especializadas que reciben, procesan y ransmi en día de hoy no exis e un acuerdo es en si los primeros animales
la información con gran especificidad y exac i ud, permi iendo la mul icelulares presen aban sis ema nervioso, o bien si es e sis-
comunicación en re diferen es circui os y sis emas. La po encial- ema evolucionó en un clado animal más derivado. Las esponjas

du
idad para originar señales eléc ricas se debe a las par iculares (Porifera) son organismos pluricelulares a los que diferen es es-

c.e
propiedades que presen an las membranas celulares de las neu- udios filogené icos los han posicionado como el grupo hermano
ronas. Las neuronas u ilizan dichas señales eléc ricas para co- del res o de animales. A pesar de que compar en algunas sinapo-

uo
municarse en re sí, dado que sus membranas son capaces de morfías de Me azoa, las esponjas carecen de sis ema nervioso.

7@
ransformar es as señales de forma que puedan ser rasmi idas a Para algunos cien íficos es o se debe a que las esponjas se ramifi-
o ras neuronas. Los con ac os funcionales en re las neuronas se caron an es de que se originara el sis ema nervioso en un clado

76
denominan sinapsis. Gracias a las sinapsis, las neuronas se ac i- conocido como eume azoos. Si es o fuera así, deberíamos ser ca-

ar
van, se inhiben o sufren modificaciones de su ac ividad. La may- paces de encon rar pis as cruciales del origen del sis ema

rc
oría de los con ac os sináp icos en el sis ema nervioso de los nervioso en las esponjas. Uno de los rasgos de es os inver ebrados

rfe
mamíferos son de na uraleza química, de forma que se libera una acuá icos es que la mayoría de las células que componen su cuer-
sus ancia química, denominada sus ancia neuro ransmisora, po son o ipo en es, es decir, se ra a de células capaces de con-

/a
desde el bo ón axónico de una neurona para que se una en si ios ver irse en diferen es ipos celulares en función de las necesida-

no
especializados de o ra neurona, denominados recep ores. En el des de la esponja. Las esponjas carecen de sis ema nervioso, pero

m
ser humano, el encéfalo cuen a con unos ochen a y seis mil mil- cuen an con un ipo celular, en re la endodermis y la epidermis,

alu
lones de neuronas in erconec adas a ravés de 100 billones de capaz de responder a es ímulos químicos y mecánicos, y generar
conexiones sináp icas 2. con racciones, permi iendo, en úl ima ins ancia, que los poros de

el
Es in eresan e señalar que las neuronas raramen e ‘disparan’ es e porífero se cierren y abran. Recien emen e, se ha podido
od
con una asa máxima de respues a, incluso cuando se presen a el comprobar que en las larvas de las esponjas se expresan genes
es ímulo que les resul a preferido. Por el con rario, la mayor par e que ambién se expresan en las neuronas. Algunos cien íficos han
ad

de las células nerviosas responden sólo cuando el es ímulo sugerido que las células en las que se expresan dichos genes po-
riv

aparece o desaparece; habi uándose rápidamen e cuando el es í- drían ser capaces de recibir información del en orno y de respon-
op

mulo persis e. Una razón que lo podría explicar es que al sis ema der (las dos funciones ver ebrales de las neuronas). Pos erior-
nervioso le puede ser de mayor u ilidad recibir información sobre men e en la evolución animal, es as dos areas se dividirían en re
us

los cambios que acon ecen en el en orno o en el in erior del or- neuronas especializadas: unas neuronas serían capaces de
de

ganismo más que recibir una información cons an e. Una segun- recoger la información sensorial, mien ras que o ras se espe-
da razón es que la respues a neuronal es cos osa desde el pun o cializarían en la respues a. Algunos au ores rechazan es a hipó e-
da

de vis a me abólico. A pesar de que los po enciales de acción es én sis y sugieren que las esponjas no son el grupo hermano del res o
iva

generados por un flujo de iones a favor de su gradien e elec ro- de animales sino que és e quedaría cons i uido por los c enoforos
químico, resul a necesario la u ilización de pro eínas de rans- que sí disponen de sis ema nervioso. Es a discusión nos lleva a
pr

por e que operan en con ra del gradien e y gas an energía (ATP) dos plan eamien os, a saber: o bien el ances ro común de odos
pi a

para res aurar las concen raciones de iones a ambos lados de la los animales habría enido sis ema nervioso y és e se habría per-
membrana ras la generación de los po enciales de acción. Se es- dido en las esponjas, o bien en los c enoforos evolucionó un sis-
co

ima que el encéfalo puede llegar a gas ar más can idad de ATP ema nervioso independien emen e del res o de animales. Es e
la

por gramo de ejido que el u ilizado por los músculos de las pier- segundo plan eamien o es á reforzado por diferen es es udios en
nas al correr una mara ón. Has a el 80% de dicha energía se u i- los que se ha podido comprobar que a diferencia del sis ema
a

liza para generar po enciales de acción, po enciales locales (exci- nervioso de o ros animales, el de es e filo es á conformado por un
ce

a orios e inhibi orios) y para re ornar la membrana neuronal a conjun o de células que se disponen en una red difusa, en la que
ne

un es ado de reposo después de que dichos even os de señal- no han diferenciado su es ruc ura desde un pun o de vis a funcio-
rte

ización hayan enido lugar. nal ni regional (no exis e polaridad en los con ac os sináp icos),
Llegados a es e pun o, una cues ión de cardinal impor ancia de manera que los impulsos eléc ricos se ransmi en de forma
pe

para la psicobiología, por odo lo que implica en el es udio de las cons an e en las odas rayec orias de la cadena neural. Asimis-
xto

bases biológicas de la conduc a, es cómo se originó el sis ema mo, es as células no expresan muchas de las pro eínas que se ex-
nervioso en los animales. Para ello, podemos es udiar fósiles que presan en el res o de animales con sis ema nervioso y u ilizan di-
te

se encuen ran en buen es ado de conservación y compararlos con versas moléculas neuro ransmisoras que no se han encon rado en
te

animales que se encuen ran presen es ac ualmen e. Por ejemplo, o ros animales.
Es

en el fósil de un ar rópodo del período cámbrico encon rado hace El origen del sis ema nervioso en los animales afec ó de
unos años en China (el denominado Alalcomenaeus) puede obser- forma significa iva a la evolución de la conduc a. De es a for-
varse una impresión bien preservada de lo que fue su sis ema ma, su surgimien o y su pos erior complejidad, posibili ó la
nervioso. Se ra a de un sis ema nervioso que podría compararse aparición de un amplio abanico de nuevos ipos de conduc a.
con el de o ro ar rópodo ac ual como el escorpión. Exis e un A enor de ello, el es udio de cómo las vías neuronales y las
hormonas regulan la conduc a cons i uye uno de los pilares
2 Cifras correspondientes en inglés estadounidense a 86 billones (billion) de de la psicobiología.
neuronas y 100 trillones (trillion) de conexiones sinápticas.

© EDITORIAL MÉDICA PANAMERICANA S.A. Todos los derechos reservados. Este libro o cualquiera de sus partes no podrán ser reproducidos ni
archivados en sistemas recuperables, ni transmitidos en ninguna forma o por ningún medio, ya sean mecánicos, electrónicos, fotocopiadoras,
grabaciones o cualquier otro, sin el permiso previo de Editorial Médica Panamericana S.A.
',
3 de 5 Rita Carlota Fernández Cartelle | Introducción

Para poner en marcha conduc as complejas no es necesario chos cien íficos las califican de cul urales. Es e podría ser el caso
evaluar cada uno de los elemen os de información presen es en el de los compor amien os cul urales vinculados con la adquisición
en orno y juzgar odas las posibles respues as que pueden ener de alimen o en orcas (Orcinus orca). Es os ce áceos se comunican
lugar. En muchos casos, los animales desarrollan conduc as in- de forma dis in a según la na uraleza de su sus en o. Y es en la
na as. Es e ipo de conduc as se han descri o en odos los ani- comunicación acús ica donde más se hace pa en e su asombrosa
males con sis ema nervioso, incluso en aquellos que presen an diversidad cul ural. Las poblaciones de orcas parecen es ar sigu-
una red difusa de neuronas sin con ar con es ruc uras cen ral- iendo sendas divergen es pese a la ausencia de barreras geográfi-

du
izadas como, por ejemplo, es el caso de las medusas. Es os cas que las separen. Se ha podido comprobar que en varias re-

c.e
cnidarios disponen de un conjun o de compor amien os que les giones marinas conviven sin confra ernizar varias formas
ayudan a prosperar en un en orno cambian e. De es a forma, por ecológicamen e dis in as (eco ipos). De es e modo, cier o ipo

uo
ejemplo, son capaces de responden a niveles bajos de oxígeno prefiere cazar focas, en an o que o ro se alimen a sobre odo de

7@
nadando hacia la superficie para acceder a condiciones más ade- una especie de pez. Recien emen e, se ha sugerido la posibilidad
cuadas, o cuando experimen an urbulencias, nadan hacia el fon- de una especiación ecológica en las orcas, de manera que las

76
do para encon rar aguas más ranquilas. No obs an e, la conduc a radiciones cul urales u ilizadas por es as ballenas en la adquisi-

ar
de muchas de las especies de animales es incluso más adap a iva, ción del alimen o podrían conllevar al surgimien o de un ais-

rc
en an o que permi e flexibilidad. Incluso animales con sis emas lamien o reproduc ivo de poblaciones. Que esas orcas desplieguen

rfe
nerviosos simples pueden aprender nuevas conduc as, almace- compor amien os comunes eco ípicos y eludan el con ac o social
nando la información para guiar la conduc a en el fu uro. Es e es y el apareamien o con ex rañas de o ros eco ipos pese a la ausen-

/a
el caso de la Aplysia californica, un molusco gas erópodo con sólo cia de barreras de carác er geográfico o biológico, sugiere que la

no
20.000 neuronas. Tal como ocurriría con nues ro ojo cuando lo cul ura es á man eniendo separados a esos eco ipos. Si esa segre-

m
cerramos después de que alguien nos sople suavemen e, la Aplysia gación perdura duran e el iempo suficien e de generaciones, los

alu
re rae su branquia de manera refleja si se le es imula con un cho- eco ipos seguirán acumulando diferencias en su ADN que
rro de agua en una es ruc ura denominada sifón. Sin embargo, acabarán por hacerlas gené icamen e incompa ibles. En defini i-

l
an o en noso ros como en Aplysia, la respues a refleja puede dis-
minuir no ablemen e si el es ímulo que la desencadena se pre-
de
va, según es a hipó esis la cul ura de las orcas podría es ar ocu-
pando el lugar del aislamien o geográfico en el proceso de espe-
do
sen a repe idamen e. Es decir, noso ros dejaríamos de cerrar el ciación al evi ar la mezcla de las poblaciones.
a

ojo y la Aplysia dejaría de con raer su branquia si alguien nos so- Como o ros aspec os de la conduc a, el aprendizaje iene el po-
riv

plara o le echara agua persis en emen e. Es aríamos en onces ha- encial para evolucionar. Tadeusz Kawecki y o ros inves igadores
p

bi uados y, en el sen ido es ric o, nues ra conduc a cambiaría de- de la Universidad de Fribourg lo llevan demos rando desde prin-
so

bido a un aprendizaje. En el caso de la habi uación del reflejo cipios del 2000 en sus inves igaciones con Drosophila
eu

branquial, habría que pregun arse qué cambia en el sis ema ner- melanogaster, la comúnmen e denominada mosca del vinagre o
vioso del animal a medida que se produce el aprendizaje y és e mosca de la fru a. Es os inves igadores en sus inves igaciones
ad

deja de responder con re racción branquial an e la es imulación proporcionaban a las moscas dos recipien es con dos ipos de
del sifón. Los rabajos experimen ales de Eric Kandel y o ros in- gela ina, una de naranja y la o ra de piña. Uno de los recipien es
d
iva

ves igadores han demos rado que el pun o ver ebral para respon- ambién con enía quinina, lo que le confería un marcado sabor
der a es a cues ión es riba en las sinapsis que comunican a la amargo. Después de unas horas, las moscas desarrollaban una
pr

neurona sensorial que inerva la piel del sifón con la neurona mo- fuer e preferencia por la gela ina que no llevaba quinina:
pi a

ora que hace que el músculo se con raiga. Es decir, es e apren- aprendieron a asociar los olores de las gela inas para evi ar la
dizaje se genera debido a los cambios en los con ac os sináp icos quinina. Es os inves igadores se dieron cuen a de que algunas de
co

que es ablecen las neuronas de la Aplysia para comunicarse en re las moscas aprendían a asociar la quinina con un ipo de gela ina
la

sí. Es udios pos eriores han pues o de manifies o que los seres de forma más rápida que o ras. Asimismo, es as moscas que
humanos requerimos de la misma maquinaria bioquímica para el aprendían con mayor rapidez endían a producir crías que am-
a

aprendizaje. Algunas conexiones sináp icas se for alecen, mien- bién aprendían con rapidez. Es os inves igadores les dieron a las
ce

ras que o ras se debili an. Asimismo, se forman nuevas sinapsis moscas 3 horas para diferenciar qué gela ina con enía la quinina,
ne

en re neuronas que previamen e no es aban conec adas. A es a después de que las moscas se aparearan y pusieran los huevos en
rte

maleabilidad nos referimos como plas icidad sináp ica. Por o ro los recipien es de gela ina, recogieron los huevos del recipien e
lado, es impor an e ener en cuen a que el aprendizaje puede au- de gela ina que no con enía quinina y los criaron para ob ener la
pe

men ar la eficacia biológica (fitness) de un organismo de difer- siguien e generación. Algunos de los huevos procedían de moscas
xto

en es formas. La Aplysia, por ejemplo, puede ajus ar la respues a que habían pues o sus huevos en el recipien e por casualidad;
de re racción de la branquia a medida que aprende acerca de lo mien ras que o ros provenían de las moscas que habían aprendi-
te

que ocurre en su en orno. Re irar su branquia y sifón rápidamen e do que el olor de un sabor par icular de gela ina señalizaba la
te

resul a en una buena es ra egia si un depredador es á in en ando presencia de quinina. La segunda generación se enfren ó al mis-
Es

suje arla. No obs an e, man ener una respues a acusada an e el mo desafío, excep o que los cien íficos habían cambiado la quini-
con ac o con inuo de las algas o de o ros obje os inofensivos po- na al o ro sabor de gela ina. Con la ercera generación, repi ieron
dría in erferir con el consumo de oxígeno y con la alimen ación el procedimien o. Los cien íficos predijeron que es e proced-
de es e molusco. imien o fomen aría la evolución del aprendizaje general, más que
Exis en diferen es conduc as que sólo se observan en algunas una suges iva a racción hacia un sabor par icular. En o al, cri-
poblaciones, donde parece ransmi irse en re los miembros de la aron las moscas a lo largo de 15 generaciones de selección. Luego
misma generación y de una generación a o ra a ravés de la in er- compararon es as moscas con líneas de con rol que habían sido
acción social (aprendizaje social); En lugar de ser inna as, mu- criadas duran e 15 generaciones sin es e ipo de selección. Encon-

© EDITORIAL MÉDICA PANAMERICANA S.A. Todos los derechos reservados. Este libro o cualquiera de sus partes no podrán ser reproducidos ni
archivados en sistemas recuperables, ni transmitidos en ninguna forma o por ningún medio, ya sean mecánicos, electrónicos, fotocopiadoras,
grabaciones o cualquier otro, sin el permiso previo de Editorial Médica Panamericana S.A.
',
4 de 5 Rita Carlota Fernández Cartelle | Introducción

raron que el linaje seleccionado necesi aba menos de una hora encéfalos rela ivamen e grandes en comparación con o ros
para aprender a evi ar la gela ina que con enía quinina, mien ras mamíferos. Una de las hipó esis más acep adas por la comunidad
que la población con rol de moscas necesi aba varias horas para cien ífica se asien a en la premisa de que la complejidad social se
aprender a evi ar la quinina. Es a manifies a diferencia demos ró puede cons i uir como el principal impulsor de la complejidad
que la población de moscas de rápido aprendizaje había evolu- cogni iva de los prima es, y que las presiones sociales han con-
cionado en pocas generaciones. No obs an e, las moscas pagaron ducido, en úl ima ins ancia, a la evolución del cerebro humano.
un precio por es a capacidad más rápida de aprendizaje: vivían No obs an e, recien emen e se ha sugerido que la die a podría ser

du
menos iempo. La explicación a es e cos e en el aprendizaje no una variable predic ora más impor an e para el amaño encefáli-

c.e
es á clara a día de hoy. Podría ser que se deba a los produc os co. En es e sen ido, en un es udio recien e se ha pues o de mani-
producidos en la formación sináp ica. Sea cual sea la explicación a fies o que los prima es frugívoros cuen an con encéfalos de may-

uo
es e fenómeno, la selección na ural puede favorecer una po en- or amaño en comparación con los folívoros. Según es a hipó esis,

7@
ciación del aprendizaje sólo si los cos es son superados por los la die a frugívora no sólo proporcionaría presiones selec ivas so-
beneficios. Es e equilibrio resul a muy diferen e para cada especie bre el procesamien o cogni ivo, sino que compensaría los cos es

76
y para cada si uación de aprendizaje. El aprendizaje se podría ver de un encéfalo ‘caro’ desde el pun o de vis a me abólico, facili-

ar
favorecido cuando una especie no puede confiar en las respues as ando un mayor volumen de energía y/o una menor asignación de

rc
inna as, es decir cuando su en orno se vuelve menos predecible y energía a la diges ión. La necesidad de almacenamien o y recu-

rfe
necesi a una mayor flexibilidad en las respues as. Los experi- peración de la información espacial, así como o ras demandas
men os de es os inves igadores de la Universidad de Fribourg han cogni ivas, son carac erís icas de una die a frugívora en la que se

/a
demos rado que las moscas cuen an con el po encial gené ico ienen que ob ener los fru os y las semillas. Asimismo, es e ipo

no
para conver irse en mejores aprendedoras, pero sólo en las de die a en comparación con la die a basada en la inges ión de

m
condiciones de su labora orio la evolución se mueve hacia esa di- o ras par es de las plan as (como son las hojas), genera un mayor

alu
rección. En la vida fuera del labora orio, es a clase de cambio po- volumen de energía, siendo superior la calidad de la die a para
dría imponer un cos e demasiado al o. En defini iva, un equilibrio proporcionar la energía necesaria duran e el crecimien o del

el
evolu ivo en re los cos es y los beneficios del aprendizaje influye encéfalo en el periodo fe al.
od
en el nivel de aprendizaje y memoria en una población de ermi- A la psicobiología le in eresa en ender cómo nues ra propia
nada. La capacidad de aprender rápido iene un cos e que puede conduc a podría es ar labrada por nues ra his oria evolu iva.
ad

compensar los beneficios del aprendizaje en algunas si uaciones. La selección na ural ha ido modelando paula inamen e a lo
riv

En base a odo ello, podemos poner en relieve que a la psi- largo de la evolución diferen es aspec os relacionados con el
op

cobiología no sólo le corresponde en ender cómo es posible sis ema nervioso, como el número de neuronas de la cor eza
que del conjun o de células que componen el sis ema nervioso cerebral, el número de con ac os sináp icos, la velocidad de
us

pueda emerger una conduc a, ambién le concierne es udiar conducción del po encial de acción y la especialización es ruc-
de

cómo de es as células surgen los procesos cogni ivos o los es- ural y funcional de diferen es regiones encefálicas. La flexibi-
ados men ales. lidad cogni iva y conduc ual para responder de forma adecua-
da

La flexibilidad conduc ual y cogni iva para responder de forma da a los requerimien os de un medio cambian e se ha desa-
iva

adecuada a los requerimien os de un medio eminen emen e cam- rrollado de forma paralela, abriendo múl iples vías filogené i-
bian e es á muy relacionada con el éxi o reproduc ivo y con la es- cas, una de las cuales ha conducido al ser humano y es la que
pr

ruc ura y función del encéfalo. En es e sen ido, a la psicobiología en es e momen o de la his oria evolu iva demarca el lími e de
pi a

le in eresa conocer cómo es a es ruc ura y su funcionamien o del dicha capacidad.


encéfalo de los ver ebrados (incluyendo el del ser humano) ha in- En defini iva, la psicobiología es el área cien ífica que es u-
co

fluido sobre la evolución de la conduc a. Los ver ebrados son dia la biología del compor amien o humano y los procesos
la

inusuales en el mundo animal en an o que presen an encéfalos cogni ivos y men ales subyacen es. En es e sen ido, a la psico-
har o complejos y de gran amaño en comparación con la alla biología le in eresa conocer cuáles son los procesos biológicos
a

corporal. La evolución del encéfalo de los ver ebrados y sobre que posibili an la conduc a humana y de qué manera, a lo
ce

odo de los mamíferos es á influenciada, en re o ros aspec os, por largo de la filogenia, és a ha sido modelada por la evolución.
ne

los nichos ecológicos en los que viven. Den ro de los ver ebrados, Diego Redolar,
rte

los prima es, especialmen e los an ropoides, presen an unos Barcelona, febrero de 2018.
pe
xto
te
te
Es

© EDITORIAL MÉDICA PANAMERICANA S.A. Todos los derechos reservados. Este libro o cualquiera de sus partes no podrán ser reproducidos ni
archivados en sistemas recuperables, ni transmitidos en ninguna forma o por ningún medio, ya sean mecánicos, electrónicos, fotocopiadoras,
grabaciones o cualquier otro, sin el permiso previo de Editorial Médica Panamericana S.A.
',

También podría gustarte