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Esta parte incluye una breve introducción sobre el resultado de la conquista asiria del
levante y la situación geopolítica durante la segunda mitad del siglo VIII y la primera
mitad del siglo VII a.C. Es el trasfondo esencial para el entendimiento de la historia de
Judá cuando fue conquistada por los babilonios. La conquista asiria del levante
conformó su carácter geopolítico y administrativo para las generaciones venideras.
Tiglatpileser III, que gobernó entre 745 y 727 a.C., estableció las bases para la
organización administrativa asiria y dio forma a la situación geopolítica sobre todo de
esta zona.
Tiglatpileser III conquistó el más fuerte y grande de los reinos en la región, causando
grandes destrucciones. Deportó a una gran parte de la población, sustituyéndola con
exiliados de regiones remotas, y anexionando su territorio a Asiria. convirtiendo los
reinos destruidos en provincias asirias.
El éxito de Tiglatpileser fue aniquilar el poder de los reinos sirios, y la abolición de las
distinciones nacionales de su población, puede ser demostrado por el hecho que
ninguna entidad política independiente se desarrolló en las áreas asirias conquistadas
en los siguientes siglos. Tampoco había ninguna amenaza militar al control de los
egipcios, babilonios o imperios persas. Después de la conquista asiria, la población en
aquellas áreas no demostró más, ninguna distinción nacional.
Este estado de las cosas, permitió al imperio asirio, y después a los egipcios,
babilonios, e imperios persas, e incluso a la dinastía Seléucida a controlar estas
regiones y explotar su potencial económico, comercial y estratégico.
Este proceso continuó durante los 60 años tras el gobierno de Tiglatpileser, y el
imperio asirio extendió su control sobre todo el levante.
Me gustaría describir las disposiciones que fueron formadas por los asirios y que
aparentemente fueron válidas cuando los babilonios, y después de ellos los persas,
controlaron el área. Judá fue sólo una pequeña parte de esta área, y con el fin de
entender su historia, es esencial situarla en el trasfondo de toda la región.
Como punto de partida, me gustaría destacar un punto importante.
Está claro que las disposiciones hechas por Tiglatpileser III en las antiguas áreas del
reino de Israel, el reino del norte, el norte de Judá existió hasta el control de los
imperios babilonio y persa. Conquistó y estableció dos provincias en las tierras
arrebatadas al reino de Israel ya en el 732 a.C. La provincia de Dor se extendía a lo
largo de la costa mediterránea, y la provincia de Megido abarcaba la alta y la baja
Galilea, el valle de Beit She'an, y la llanura de Jezreel.
Después de la destrucción del reino de Israel, Sargón II, anexionó el resto del territorio
a Asiria en 720 a.e.c. y estableció una tercera provincia en ella, la provincia de
Samaria.
Las tierras de esta provincia consistían principalmente en las colinas samaritanas, el
corazón del anterior reino de Israel.
Al este de Judá, y al sur de la provincia de Du'ru en Filistea, las gestiones asirias
habían sido establecidas en el tardío siglo VIII a.e.c., durante el reinado de Sargón II y
después durante el reinado de Senaquerib. Ashdod era una provincia asiria aislada
entre las ciudades-estado vasallas de la región.
El norte y el sur de Ashdod, las ciudades-estado de Ashkelon, Ekron y Gaza que
siguieron manteniendo su existencia. Estas ciudades-estado se reforzaron
territorialmente y económicamente bajo el reinado de los reyes asirios, aparentemente
porque los reyes reconocieron la importancia estratégica de Filistea como la puerta a
Egipto, y tanto como su importancia económica.
Ashkelon era un puerto importante, un centro comercial central, y una vasta industria
de producción de vino prosperó allí también.