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Tema: La Sana Doctrina en la carta de Tito.

Asunto: La sana doctrina.

Texto bíblico: Tito 2,1.

Propósito General: Ético – Moral

Propósito Especifico: Que los creyentes comprendamos que la sana doctrina es una
identificación con la persona de Cristo en las distintas áreas de la vida.

Introducción: La carta a Tito, es considerada por algunos exégetas Bíblicos como una
carta escrita con un tono personal y pastoral, por el apóstol Pablo desde Éfeso o en
Nicópolis (Tito 1,1) aproximadamente en el año 65 d.C. para su compañero y colaborador
Tito (2 Corintios 8,23) a quien había dejado en Creta para que corrigiese algunas
deficiencias en la iglesia y estableciera ministros conforme había mandado Pablo (Tito
1,5).

Ahora, es interesante notar, que Pablo en el centro de su carta escriba el texto que
hemos leído: “pero tú habla lo que está de acuerdo a la sana doctrina”. Y es que si bien,
Tito ya sabía cómo tratar algunas problemáticas, debido a que había ayudado a la
construcción y edificación de la iglesia de Corintios (2 Corintios 8,6) y se involucró en las
discusiones de Jerusalén (Gálatas 2,1) en esta ocasión solo la sana doctrina podría
solucionar las deficiencias (Tito 2,1).

Por esto mismo, utiliza la palabra sana doctrina, que en griego se lee “Hygiainó
didaskalia”, la que podría leerse como: enseñanza que higieniza o la higiénica enseñanza.
Es decir, Pablo le dice a Tito que hable la doctrina que puede producir higiene, limpieza o
pureza en medio de los oyentes. Es interesante que la palabra sana nos hable de incorrupto
o ser correcto o estar bien fundamentado.

Proposición: ¿En qué área debe la sana doctrina producir higiene según la carta de Tito?

Oración de transición: La carta de Tito nos muestra tres áreas en que la sana doctrina
debe producir higiene.

1.- La primera área que la carta de Tito nos muestra en que la sana doctrina debe
producir higiene es ministerial.

A.- Pablo abre la carta apelando maravillosamente a la verdad y lo verdadero (Tito 1,1-4),
la que es parte de la esencia de la sana doctrina, para señalar que lo primero que debe
corregir, limpiar y purificar es la característica de un anciano y un obispo (Tito 1,5-7). Los
primeros son conocidos en el texto original como los presbíteros y los segundo como los
episcopos. Ambos son agentes de autoridad dentro del plano de la iglesia.

El problema era que no tenía la pureza que tiene que tener un ministro del Señor.
Fácil ha sido para algunos ser muy malos practicantes de los principios de la sana doctrina.
al menos en esta iglesia, encontramos muy malas características.

B.- Ahora, si bien la Biblia no lo habla directamente, cada vez que se cita una característica
que deben poseer conforme a la sana doctrina es porque de ello mismo es que carecen los
ministros. En este caso las características son: Maridos de una sola mujer (No adúlteros,
ni recasados), que tengan en sujeción su casa (Dedicación familiar con los hijos), no
soberbios (No deben creerse más que los que lideran). No iracundo (Alguien que está
expuesto a airarse constantemente), no dado al vino (Borrachos), No pendenciero
(Buenos para las peleas), No codicioso de ganancias deshonestas (teología de la
prosperidad, adquisición de malos bienes), Hospedador (Que atiende bien a los viajeros),
Amante de lo bueno (Los principios de Dios), Sobrio (Discreto). Justo (Equilibrado),
Santo (Consagrado para la Obra), Dueño de sí mismo (Dominio Propio) conocedor de
la palabra para exhortarla y convencer a otros (Lectura bíblica, teología básica, saber
la doctrina).

C.- Una fábula de Esopo nos habla de una rana que estaba en el pantano y desde allá
gritaba y ofrecía a todos la sanidad para sus males diciendo: soy doctor y tengo la cura
para todos sus males. Entonces, uno de los animales le reclamo diciendo: como te atreves
ofrecer solucionar todos los problemas si tú misma no puedes sanarte de tu pata coja.

Uno de los periódicos de Louisvalle, Kentucky, en 1956 publico la noticia de que


un padre de familia había violado las leyes de tránsito y, reconociendo su culpa. la confesó
y no procuró desconocer sus responsabilidades; además, en lugar de pagar una multa
prefirió la pena máxima: la de ser encarcelado. Ese padre de familia explico su
determinación, diciendo: “Creo que de esta manera enseño a mi hijo que no debemos
menospreciar las leyes”.

D.- Esta doble realidad la podemos ver en la iglesia en general, ya que por una parte
tenemos a ministros y lideres ofreciendo muy buenos remedios, como se dice en Chile para
los callos, pero tienen juanetes. O que escriben con la mano y borran con el codo. Es decir,
hay muy buenos hombres con mensajes totalmente extraordinarios, pero tienen con una
muy mala fama, con un pésimo perfume o mal testimonio en sus vidas personales. De
hecho, Pablo menciona la razón por la que deben higienizar el ministerio, cuando nos dice
que algunos solo son malos ejemplos, que abusan incluso introduciéndose en la casa de los
hermanos (Tito 1,10-13).

Y es que la sana doctrina genera una cadena totalmente extraordinaria, un efecto


domino, que comenzará con la palabra de Dios, continuara con buenos ministros y podrá
generar un ejemplo fuerte para que los hermanos los imiten y esto se ve a las partes más
profundas de la iglesia.

II.- La segunda área que la carta de Tito nos muestra en que la sana doctrina debe
producir higiene es doctrinal.
A.- En conexión con el primer punto, se manifiesta que hay algunos de la circuncisión a
los que con el buen ejemplo y la sana doctrina se le procura tapar la boca (Tito 1,10-11).
Estos, usan normalmente fábulas judaicas y mandamientos de hombres (Tito 1,14) y que
se dan vueltas en cosas necias, en genealogías y discusiones sobre la ley que son vanas y
sin provecho (Tito 3,9).

Estas áreas normalmente enfatizaban en la persona que es centro de todo nuestro


evangelio, me refiero a Jesús el Mesías. Y es que, si bien el evangelio tiene muchas aristas,
existen muchos ministros que han distraído a los hombres de lo que realmente es relevante,
perdiéndose como dice la Escritura en cosas vanas. Pero, el que quiera vivir la sana
doctrina, debe hacer los máximos esfuerzos por recuperar la imagen de Cristo el Señor para
que la iglesia sepa a quien debe parecerse. Ya que, el máximo ejemplo al que debemos
imitar, es el Señor Jesús a quien el Padre ha puesto por imagen original a la que todos
debemos llegar (Genesis 1,26; Romanos 8,29; 1 Pedro 2,21).

B.- Es interesante notar que incluso en medio de algunas iglesias donde el avivamiento se
está viviendo no se conoce muy bien a Jesús de Nazaret. Un día el gran evangelista David
Wilkerson, nos dejo registro escrito sobre un periodista que fue a interrogar a los hermanos
de la calle Azuza, lugar desde donde comenzó a moverse el avivamiento a distintos lugares.
La gran sorpresa que se llevó el periodista, fue cuando pregunto por Jesús y nadie sabía
muy bien quien realmente era.

C.- La sana doctrina es capaz de higienizar entonces todos los aspectos que nos
distorsionan y quitan la mirada de los planes eternos de Dios en nosotros, de la Formación
de su imagen en los seres humanos. Esto puede ayudarnos, incluso son la puerta giratoria
que hace que personas constantemente estén saliendo de la iglesia.

III.- La tercera área que la carta de Tito nos muestra en que la sana doctrina debe
producir higiene es la eclesiástica.

Cuando nos referimos a lo eclesiástico apuntamos a la iglesia. Y es que, si hoy vemos tanto
desorden, divisiones, abusos de autoridad, mal administraciones de los dones y ministerios,
erróneas maneras de adorar o buscar a Dios etc. Es por que falta la sana doctrina, ya que la
sana doctrina trae ORDEN, DECENCIA, IDONEIDAD, FIDELIDAD,
SOMETIMIENTO, ARREPENTIMIENTO Y UNA VIDA ESPRITUAL SANA.

Ahora bien, en esta carta, Pablo si bien toca el concepto de los ancianos declarando que
deben ser sobrios nuevamente. Va a desarrollar más abiertamente los aspectos de las
ancianas, es decir, las mujeres adultas (Tito 2,3) y, a las jóvenes (Tito 2, 4-5), a los
jóvenes (Tito 2,6-7) pasa por los esclavos que eran típicos trabajadores del hogar (Tito
2,9-10). Que importante es que se hagan Dorcas clase de jóvenes que haya instrucción,
formación en nuestras iglesias.

Ahora si nos fijamos bien Pablo da la razón de que el evangelio (Tito 2,12-13)
mencionando que, si la gracia nos alcanzó para salvación, entonces, debemos vivir como
quienes esperamos la esperanza bienaventurada, es decir, el retorno de Cristo (Tito 2:13).

Conclusión:

La sana doctrina entonces en la carta de Pablo a Tito, no se resume simplemente a un


conjunto de enseñanzas por las que hay que dar la vida. Más bien, es una verdad relacionada
directamente a la persona de Cristo como fuente purificadora e higienizadora de las
distintas áreas de la iglesia: partiendo por los ministros, pasando por su enseñanza, pero
profundizando en la iglesia. Y mucho más, que Dios nos ayude a predicar y vivir la sana
doctrina porque así sin lugar a dudas estaremos encendiendo la el amor por Jesucristo.

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