Aunque los investigadores también descubrieron que los hombres declararon
un consumo indebido de drogas superior al de las mujeres, la magnitud de la diferencia registrada en la mortalidad por sobredosis entre hombres y mujeres fue notablemente mayor que la diferencia del consumo indebido de drogas declarado. Plantean la hipótesis de que esto se debe a una combinación de factores biológicos (por ejemplo, los hombres pueden tener una mayor vulnerabilidad a la toxicidad de las drogas que las mujeres), conductuales (por ejemplo, los hombres pueden usar estas drogas de una forma más arriesgada que las mujeres), así como otros factores sociales y relacionados con el género. Para avanzar, será importante que los investigadores sigan estudiando cómo la biología, los factores sociales y los comportamientos se entrecruzan con los factores de sexo y género, y cómo todo ello puede influir en el consumo de drogas adictivas y en las muertes por sobredosis.
FACTORES DE RIESGO DE SUFRIR UNA SOBREDOSIS DE OPIOIDES
Se conocen varios factores de riesgo de sufrir una sobredosis de opioides: tener un trastorno por consumo de opioides; inyectarse opioides; retomar el consumo de opioides tras un periodo de abstinencia prolongado (por ejemplo, tras una desintoxicación, a la salida de la cárcel o tras interrumpir un tratamiento); consumir, sin supervisión médica, opioides de venta solo con receta; consumir dosis elevadas de opioides siguiendo la posología establecida por un médico (más de 100 mg de morfina o una cantidad diaria equivalente); consumir opioides junto con bebidas alcohólicas u otras sustancias o medicamentos que deprimen la función respiratoria, como las benzodiazepinas, los barbitúricos, los anestésicos o algunos analgésicos; y presentar otros problemas de salud, como una infección por VIH, enfermedades hepáticas o pulmonares o trastornos de salud mental. Los varones, las personas de edad avanzada y la población de nivel socioeconómico bajo corren más riesgo de sufrir sobredosis de opioides que las mujeres, los jóvenes y las que tienen un nivel socioeconómico más alto.
ATENCIÓN DE URGENCIA ANTE UNA SOBREDOSIS DE OPIOIDES
Cuando una persona presenta una sobredosis de opioides, se puede evitar que tenga un desenlace mortal si se aplican las reglas básicas de primeros auxilios y se administra naloxona a tiempo. La naloxona es un antídoto contra los opioides que, administrada a tiempo, revierte por completo los efectos de una sobredosis, pero prácticamente no afecta a las personas que no han tomado dichas sustancias. Por lo general, solo los profesionales de la salud tienen acceso a la naloxona. En muchos países, la disponibilidad de este fármaco sigue siendo reducida, incluso en algunos establecimientos de salud y en las ambulancias, mientras que, en otros, ya puede adquirirse sin receta en las farmacias. Varios países (Australia, Canadá, Italia, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y Ucrania) han autorizado recientemente la venta sin receta de naloxona y han tomado la iniciativa de distribuirla a determinados colectivos. En años recientes, distintos programas en todo el mundo han puesto de manifiesto que se puede reducir considerablemente la mortalidad causada por las sobredosis de opioides si se proporciona naloxona a personas susceptibles de presenciar estos episodios en otras personas, se les explica cómo utilizarla y se les capacita en las técnicas de reanimación pertinentes. Por ejemplo, ello podría ser muy útil para las personas que salen de la cárcel, puesto que muchas de ellas presentan trastornos por consumo de opioides y que, en las cuatro semanas posteriores a dicha salida, se registran muchas defunciones por sobredosis de estas sustancias. PERSONAS CON MÁS PROBABILIDADES DE PRESENCIAR UNA SOBREDOSIS DE OPIOIDES Las personas que tienen más probabilidades de presenciar una sobredosis de opioides son: las propias personas con riesgo de sufrirla; los amigos y familiares de las personas que consumen opioides con regularidad; y los profesionales de la salud y de los servicios de urgencias, las personas que ofrecen alojamiento a consumidores de opioides, los trabajadores de proximidad o que imparten formación entre pares y otras personas que, por su trabajo, están en contacto con personas con riesgo elevado de sufrir una sobredosis.
PREVENCIÓN DE LA SOBREDOSIS DE OPIOIDES
Además de las estrategias de reducción del consumo de drogas en general entre la población, se pueden aplicar medidas específicas para prevenir la sobredosis de opioides. Por ejemplo: aumentar la disponibilidad de tratamientos contra la dependencia de los opioides, incluso para las personas dependientes de los opioides de venta solo con receta; prescribir menos opioides de forma ilógica o inadecuada; supervisar la prescripción y dispensación de opioides; y evitar la venta sin receta de opioides no permitida. Sin embargo, estas recomendaciones se aplican poco. Solo la mitad de los países ofrece tratamientos eficaces contra la dependencia de los opioides y, a nivel mundial, estos se prestan a menos del 10% de las personas que los necesitan. ¿CÓMO ACTÚAN LOS OPIOIDES? ¿Cómo actúan los opioides? Los opioides afectan las células nerviosas (neuronas) en el cerebro y el cuerpo. Le ordenan al cerebro que bloquee el dolor y además te hacen sentir tranquilo y feliz.
Si eres adicto a los opioides, la droga puede adueñarse de tu vida. Conseguir más opioides y lograr ese estado de euforia puede llegar a ser lo único en lo que piensas. Y eso hace que resulte difícil disfrutar de cosas que antes te hacían feliz.
¿QUÉ DEBO HACER SI ALGUIEN QUE CONOZCO NECESITA AYUDA?
Si piensas que un amigo o familiar tiene un problema de drogas, habla inmediatamente con un adulto de confianza, como tus padres, un entrenador o un profesor. Recuerda, hay tratamientos disponibles y las personas pueden mejorar.