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Las drogas son sustancias que, cuando se introducen en el organismo, actúan sobre el sistema
nervioso central. Esto provoca cambios que pueden afectar a la conducta, el estado de ánimo o
la percepción. Además, su consumo puede comportar:
Las personas adictas a menudo tienen uno o más problemas de salud relacionados con las
drogas, que pueden incluir enfermedades pulmonares o cardíacas, embolia, cáncer o problemas
de salud mental. Las radiografías de tórax y los análisis de sangre pueden comprobar los efectos
perjudiciales del consumo de drogas a largo plazo en todo el organismo.
Enfermedades cardíacas
Embolia
Cáncer
VIH o sida
Hepatitis B o C
Endocarditis
Celulitis
Enfermedades pulmonares
Trastornos de salud mental
El consumo de drogas o medicamentos por parte de una mujer embarazada puede hacer que el
bebé sufra de abstinencia al nacer, una afección conocida como síndrome de abstinencia
neonatal (SAN). Los síntomas serán distintos dependiendo de la droga que haya consumido la
madre, pero pueden incluir temblores, problemas para dormir y alimentarse, y hasta
convulsiones.
Mayor riesgo de sufrir un accidente de auto: El consumo de drogas ilícitas o el uso indebido
de drogas recetadas puede convertir en peligrosa la conducción de un automóvil, en forma
similar a cuando se conduce después de beber alcohol. Quien conduce drogado pone en peligro
no solo su propia vida, sino también la de los pasajeros y otras personas que están en la vía
pública. En el año 2016, casi 12 millones de personas de 16 años o más reportaron haber
conducido bajo los efectos de drogas ilícitas, incluida la marihuana. Después del alcohol, la
marihuana es la droga que más frecuentemente se asocia a la conducción de automóviles con
capacidades disminuidas. Estudios de investigación han demostrado los efectos negativos de la
marihuana en los conductores, entre ellos mayor zigzagueo entre carriles, poca velocidad de
reacción y falta de atención al camino.
Opioides
o Metadona
o Buprenorfina
o Naltrexona de liberación prolongada
o Lofexidina
Nicotina
o Tratamientos de reemplazo de nicotina (disponibles en forma de parches,
inhaladores o goma de mascar)
o Bupropión
o Vareniclina
Alcohol
o Naltrexona
o Disulfirám
o Acamprosato