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Resumen Final Gy E1 Apuntes 1234x
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1. “El género es una categoría útil porque pone en contacto múltiples intereses”
El género funciona como un esquema básico de producción, que conforma la idea y el desarrollo de la historia y nos
agiliza información. No es un término descriptivo es un concepto complejo de múltiples significados, que abarca
múltiples aspectos (diseminación) que podrían ser identificado comos:
2. “La industria cinematográfica define los géneros, la masa de espectadores los reconoce”
Citando a Schatz Altman explica que la industria y el espectador actúan como agentes uno del otro, siendo que la
industria cinematográfica establece y designa los géneros, mientras que la respuesta colectiva de los
espectadores los crean.
Los teóricos buscan un común denominador entre las películas tratando de definir la esencia que se repita, y así
establecer un género puro. Altman reniega de esto, siendo que el cine da innumerables ejemplos de películas que no
pertenecen a un género o al otro. Por lo tanto, no hay límites entre los géneros ni mucho menos son estables, dado
que cambian a través del tiempo.
Si una película es de género puro suscitará en el espectador una recognoscibilidad instantánea permitiéndole una
anticipación y saber el final de la trama. Sin embargo, las películas pueden presentar características de varios
géneros, originando un híbrido. Estas películas poseen doble lectura y a la vez debilitan las teorías anticipatorias del
espectador.
Altman cita a Stephen Neale diciendo que él ha señalado que numerosas películas han experimentado cambios en
su designación genérica a lo largo de su existencia. Neale reprocha que los críticos actuales no hayan captado con
precisión el géneros de los filmes en cuestión. Altman niega esto afirmando que no es que los críticos actuales se
confundan sino que al ser películas híbridas pueden ser redefinidas según el contexto.
Los géneros nacen con ciertas características que se mantienen en la historia. Gran parte de la actual teoría de los
géneros da por sentado que las estructuras profundas emanan directamente de las profundidades arquetípicas del mito
tanto si estas ya se habían manifestado en otros terrenos como si es el cine quien las saca a la luz. Siendo así que
cada género tiene una esencia que está constantemente presente sin importar su contexto histórico.
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Al definir los géneros con criterio transhistórico, los críticos facilitan su identificación y descripción poniendo en
manifiesto a la vez que los géneros repiten unas mismas estrategias. Se han desarrollado dos paradigmas basados en
metáforas.
Ser vivo → Los géneros son comparados con la vida, poseen un ciclo vital: nacen, tienen una época de
esplendor y mueren.
Evolución biológica → Los críticos se centran en el cambio. El género mejora, se desarrolla y se
perfecciona. Altman cree que esos dos modelos ofrecen muy escasa libertad de acción al género. 7. “Los
Los críticos al hablar de los géneros establecen cierto tema, cierta estructura y ciertas cualidades que solo comparten
las películas elegidas.
La tendencia de la crítica a localizar el género en un tema y estructura provoca que compartan atributos básicos entre
un mismo género.
Tanto en el plano intra e intertextual las películas de género emplean una y otra vez unos mismos materiales, eso
provoca naturaleza repetitiva y predecible; resuelven una y otra vez los mismos conflictos de forma similar. Varían
los detalles dejando intacto el esquema básico.
Las películas de género suelen partir de un uso simbólico de imágenes, sonidos y situaciones clave; a menudo se les
recrimina el simplificar en exceso la historia y relaciones humanas pero esa simplicidad les permite la adquisición
simbólica de manera directa y sistemática.
En los 60 y 70 dos corrientes promovieron un interés renovado por la cultura popular y sus géneros.
Ritual (Levi-Strauss) → Los géneros tienen una función narrativa folclórica. Poseen estructura mito/rito
que ofrece situaciones imaginarias para resolver problemas reales, tienen función educadora.
Consideran que los géneros son creados por el público para justificar y organizar.
Ideológica (Althusser) → Los textos narrativos son el vehículo del gobierno para dirigirse a los ciudadanos
e inculcar un sistema moral. Ofrecen “señuelos ideológicos” generadores de falsos presupuestos de
unidad social y felicidad. Géneros utilizados como canciones de cuna.
Altman está de acuerdo con las dos y cree que ambas ejercen su capacidad simultáneamente.
Los críticos son vistos como traductores de las películas que se separan de la masa de espectadores. Ese
distanciamiento ha conllevado a su exclusión de la construcción activa de los géneros. Cita a Neale “se explica que la
crítica de los géneros se ha consolidado como una industria en sí, siendo que tiene la virtud de mantener la pureza del
papel del crítico tanto en observador y no como participante.
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El género es un proceso de transformación. Lo primero que salta a la vista al analizar la terminología genérica es que
incluye a veces nombres y a veces adjetivos. En una primera etapa el término siempre se emplea como adjetivo,
como descripción y delimitación de una categoría más amplia ya existente. El uso posterior del término lo somete a
un tratamiento sustantivo en solitario, con el correspondiente cambio de estatus de la nueva categoría. Por lo tanto la
emancipación del adjetivo respecto al nombre cualificado conlleva la formación de una categoría con su propio
estatus independiente. Este proceso de gentrificación y sustitución no es estable, porque estos pueden ser
desplazados siguiendo el mismo proceso que los llevó a ostentar el primer lugar que momentáneamente ocupan. Otra
cosa que los modifica es que las productoras crean ciclos de películas que se identifiquen solamente con determinado
estudio. Estas series de películas distintas que en cada caso retenían una o varias características que habían
determinado el éxito de la película anterior, sin caer nunca en un esquema o formula totalmente imitable. Lo
segundo es que se suele afirmar que los estudios y productores usan conceptos genéricos para el desarrollo y
publicidad de los proyectos de las películas. Pero esto es falso ya que pocas veces la publicidad cinematográfica
utiliza abiertamente los términos genéricos. Hollywood no tiene ningún interés en identificar una película con un
solo género. Cuando se utilizan términos genéricos específicos, estos aparecen invariablemente en pares,
nombre/adjetivo, como adjetivo, como reclamo seguro para ambos sexos. La publicidad de los estudios, que prefiere
insinuar las afiliaciones genéricas de manera indirecta, jugando como mínimo con los vinculaciones implícitas.
En los géneros cinematográficos los términos que designan filum, clase, orden, familia y especie están
inevitablemente entremezclados, dificultando percepción clara por parte del espectador. Los géneros son
interfecundables, y además, en todo momento pueden cruzarse con géneros de todas las épocas. Una de las
principales estrategias para asegurar la continuidad del género consiste en tratarlo no como una categoría
en evolución sino como una tendencia transhistórica.
Los productores se dedican a destruir activamente los géneros al crear nuevos ciclos. Los críticos en cambio se
dedican a incluir diferencias cíclicas dentro del género, permitiendo de esta manera que se siga empleando un
término familiar, amplio, sancionado y, por lo tanto, poderoso.
Steve Neale, primer estudioso que aborda la disparidad entre definiciones actuales y tradicionales del melodrama
cinematográfico, sostiene que los críticos se han equivocado a la hora de utilizar el término. El uso que le da la
prensa le sirve para ejemplificar su teoría según la cual la industria es quién en la fase de producción establece los
géneros de una vez para siempre. Cabe señalar que Neale considera a la crítica y a la producción como partes de
una misma industria. Por nuestra parte, ya hemos visto hasta qué punto pueden divergir los intereses y los
procedimientos de estados dos actividades.
El método más efectivo para redefinir un género no es hacerlo abiertamente, sino ascender a un subconjunto
de éste hasta que se adopte. La reescritura de la historia del cine es una de las estrategias retóricas fundamentales
que acompañan a la regenerificación.
Semántico (significado de los signos lingüísticos) Sintáctico (palabras, su combinación y relación) y Pragmático
(interpretación del discurso). Los géneros pueden variar según el contexto en el que está expuesto. Altman dice que
a lo que definimos género es algo bastante distinto a lo que siempre se ha supuesto. Altman define a al género
como un término polivalente, valorado de forma múltiple y distinta por diversos usuarios.
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Los géneros no son simplemente corpus de trabajo o grupos de films, no consisten únicamente en películas: también
consisten en sistemas específicos de expectativas e hipótesis que los espectadores llevan consigo al cine y que
interactúan con los mismos films durante el transcurso de su visión. Estos sistemas proveen al espectador de un
medio de reconocimiento y comprensión. Ayudan a que los films y los elementos que hay en ellos se vuelvan
inteligibles y, por lo tanto, explicables.
Cada género tiene una verosimilitud. La verosimilitud supone una probabilidad. Implica una noción de propiedad,
es decir, de lo que es apropiado y, por lo tanto, probable. Lo regímenes de verosimilitud varían de género a género.
Neale cita a Todorov, diciendo que existen dos tipos de verosimilitudes aplicables a las representaciones:
Verosimilitud genérica y social o cultural.
Una obra es considerada verosímil en relación a dos tipos de normas principales. El primero es el que llamamos
reglas del género: para que una obra sea considerada verosímil debe atenerse a estas reglas. La segunda es más
frecuentemente asociada con la realidad, reconocido por las distintas sociedades haciendo una discriminación y un
censurado.
*Los regímenes genéricos de verosimilitud pueden ignorar, hacer a un lado o transgredir estos regímenes
socioculturales más amplios.
*Esta transgresión de la verosimilitud cultural es característica de los géneros de Hollywood. Estos tiene
implicaciones para las nociones convencionales de realismo. El realismo como ideología puede ser definido por su
renuncia a reconocer su estatus genérico.
*Un cierto uso reciente del concepto de verosimilitud que tiende a borrar la frontera de distinción entre verosimilitud
genérica y cultural vaciando así la unidad del término. Se lo usa como sinónimo de “realismo” o “autenticidad” *Al
menos en el caso de Hollywood, los regímenes generales de verosimilitud son casi tan públicos, casi tan conocidos
como la misma opinión pública.
*Es usual que los ingredientes de verosimilitud genérica de un film, esos elementos que suelen ser menos
compatibles con la verosimilitud cultural (pj canto, baile en el musical, aparición de monstruos en film de horror)
sean de un factor de atracción y de placer.
Imagen Narrativa (John Ellis) “idea del film ampliamente distribuida y promocionada, idea que puede ser llamada la
imagen narrativa del film, respuesta anticipada de la industria a la pregunta ¿Cómo es la película?”
Los discursos del marketing y la publicidad de la industria del cine juegan un rol esencial en la construcción de la
imagen narrativa, pero también son importantes otros discursos institucionales, especialmente los de la prensa y la
televisión, los discursos no-oficiales de “boca en boca”, de la vida cotidiana. La indicación de características
genéricas relevantes es una de las funciones más importantes que tienen los avisos, afiches, notas y fotos.
Transmisión intertextual es lo que Gregory Lukow y Steven Ricci han llamado a las variadas descripciones verbales
mencionadas anteriormente. Este tipo de transmisión tiene una función genérica adicional: no solo define y difunde
imágenes narrativas para cada film así dando comienzo al proceso narrativo inmediato de expectativa y anticipación
sino que también sirve para definir y difundir en combinación con los films lo que uno podría llamar “imagenes
genericas” proveyendo etiquetas, términos y expectativas que caracterizan al género en conjunto. Este punto es la
razón por la cual Neale no está de acuerdo con Altman en la limitada importancia que le asigna al rol de los
discursos de la industria y el periodismo al establecer los corpus genéricos.
Circulación pública del género El género siempre existe independientemente del corpus de textos que se le asigne.
Los géneros crean expectativas y suponen un conocimiento previo del público y estos son de estatus público.
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Citando a Musser, Neale dice que los géneros no existen por sí mismos, son nombrados y localizados dentro de
jerarquías o sistemas de géneros y cada uno es definido en referencia al sistema y a sus miembros. Es más, cada era
tiene su propio sistema de géneros.
El género como proceso A primera vista puede parecer que la repetición y la similaridad son el sello distintivo de los
géneros, como si los géneros fueran inherentemente estáticos. Pero como señalan Jauss y Cohen (además de Neale)
los géneros son mejor comprendidos como procesos. Estos procesos pueden estar, seguramente, dominados por la
repetición pero también están marcados, fundamentalmente, por la diferencia, la variación y el cambio.
La naturaleza cambiante de los géneros se manifiesta como una interacción entre tres niveles: nivel de expectativa,
nivel de corpus genéricos y nivel de “reglas” que los gobiernan. Cada film de género nuevo constituye una adición a
un corpus genérico preexistente y supone una selección del repertorio de elementos genéricos disponible en un
determinado momento.
Horizonte de expectativa (Jauss) Es la relación entre el texto individual y la serie de textos que conforman el género,
se presenta como un proceso de continuo fundido y alteración de los horizontes. El nuevo texto evoca en el lector (u
oyente) el horizonte de expectativas que le son familiares por influencia de textos anteriores los cuales pueden ser
cambiados, extendidos, corregidos o simplemente reproducidos. Esta es una de las razones por las que es tan difícil
dar un listado exhaustivo de los componentes característicos de cada géneros.
Hibridación Los híbridos aparecen frecuentemente en el cine de Hollywood. Los films de género. los géneros y los
regímenes genéricos están siempre marcados por límites. Es así que los híbridos son siempre reconocidos como la
combinación de componentes genéricos específicos y no como géneros en sí mismos. Si estos límites son
históricamente específicos, sólo pueden ser determinados empíricamente, y no teóricamente.
Citando a Williams dice que el mayor problema de la teoría de géneros es que la palabra género es tomada de los
estudios literarios. Me pregunto si no tendríamos que considerar que los géneros principales son el film narrativo,
experimental o vanguardista y el documental. Siendo así que lo que llamamos géneros no serían más que subgeneros.
*Ningún artista en cualquier esfera de producción artística está completamente libre de convenciones y reglas
estéticas.
*Toda producción cultural y artística occidental está sujeta a mercantilización.
*Los géneros populares de producción masiva deben ser entendidos dentro de un contexto económico.
Acercamiento Ritual Se le critica que ignore el rol de las determinaciones y decisiones institucionales, pasando por
alto la industria y la esfera de producción, limitando la ecuación a la disponibilidad del mercado, la elección del
consumidor y los valores y creencias sociales y culturales
Acercamiento Ideológico Tiende al reduccionismo, al pesimismo cultural y de tener en cuenta sólo aspectos
económicos.
Ambas teorías tienen la falla de prestarle poca atención a la estética. Para ellos la forma es siempre y
únicamente un envoltorio para el contenido cultural o ideológico en el que están exclusivamente interesados.
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El artista asume generalmente importantes responsabilidades de orden cognoscitivo, colabora con científicos al
establecer el saber de una época, incrementarlo. Es decir, existe un saber relacionado a los medios técnicos de
producción artística que además, es un saber hacer, una habilidad, un oficio. Las elecciones que toma el productor
de obras de arte suele definirse poética.
Actualmente, la poética existe en dondequiera que haya una zona de producción artística. La poética es la
intervención reflexiva que el poeta, el productor, el artista acompaña a su mismo hacer, quizás procediendo con
métodos toscos y reducidos, pero sin renunciar por ello al derecho-deber de dar una contribución propia de ideas, de
acompañamiento cognoscitivo al acto de la producción.
Las poéticas de las que se habla pertenecen a la familiar de estas decisiones intersubjetivas hacia las cuales cada
artista es llamado, tal vez a su pesar: los modos, a partir de los cuales se produce la innovación de un determinado
periodo, o se practica la polisemia, o se eligen las estrategias “dramáticas”, se establecen por un entendimiento.
Las poéticas no estan casi nunca aisladas, sino más bien reagrupadas en familias a tal punto de exigir el surgimiento
y la manifestación de tendencias, movimientos, climas a gusto; son las poéticas singulares las que piden
prepotentemente “hacer sistema” con las enunciaciones afines avanzadas por amigos o miembros del mismo. Se trata
en definitiva de realidades más bien dinámicas, capaces de emitir líneas de fuerza, de expresar valencias que pidan
ser saturadas, satisfechas por la estipulación de alianzas y colaboraciones.
Cada obra es un mundo e incluye una concepción personal de la realidad, cada obra contiene en sí misma una
determinada “idea del arte” y del lugar que este ocupa o merece tener o quiere conseguir en la vida espiritual. No
se puede hacer ni leer arte sin una idea del mismo y del lugar que ocupa en la vida espiritual, es decir sin una
“poética”, la cual podrá estar implícita en el estilo del autor o en el gusto del lector, o estar desplegada en un
determinado programa artístico, expresada en manifiestos o tratados o códigos normativos, trazado sobre el modelo
de obras ejemplares diseñado como propósito para obras a realizar.
Estética Tiene un carácter filosófico y puramente especulativo, dirigida a definir el concepto del arte.
vs
Poética Tiene un carácter histórico y operativo, puesto que surgen para proponer ideales artísticos y programas de
arte. Puede ser Programática (programa masomenos explícito, no promueve su realización y regula el proceso solo
si este se encamina felizmente) o Operativa (decodificables, adquiere eficacia sólo cuando la poética se vuelve un
proceso de formación)
Las películas en general han sido criticadas por su atractivo popular y comercial, pensadas al parecer primariamente
para entretener y para huir de la realidad, más que para ilustrar. Las películas de género en especial han sido
criticadas porque parecen atraer a un público preexistente, mientras que el cine clásico crea su propio público
especial a través del poder único de la sensibilidad creativa personal del artista creador de cine. Demasiado a menudo
en las películas de género el creador parece ausente y solo el público está presente, pasa ser atacado por su mal gusto
y su inadecuada postura por apreciar este arte rebajado.
El prejuicio moderno en contra del género en el arte puede ser rastreado hasta llegar a las teorías estéticas del
periodo romántico. La imitación poética la construcción de la creatividad sobre los logros del pasado, comenzó a
desvanecerse, en tanto la norma de la visión personal se hizo más importante. Los escritores románticos ingleses y
alemanes consolidaron esta tendencia al establecer la originalidad no solo como un criterio de arte, sino, en sus
declaraciones más absurdas, el único criterio de arte.
Cualquier uso del género y de la convención en tanto tales necesariamente excluye a la obra y a su autor del status de
arte verdadero. Esta creatividad absoluta es finalmente un fraude porque todo arte debe existir en alguna
relación con las formas del pasado, a manera de contraste o continuación.
En la teoría del cine de autor de los directores de películas de género que tienen un público, muy amplio y popular, se
ven transformados en artistas románticos en lucha por tratar de imponer sus visiones frente a un comercialismo de
línea de ensamble. En lugar de echar fuera del dominio del arte a las películas de género deberíamos por lo mismo
examinar lo que logran.
Las películas de género afectan a su público especialmente por su capacidad para expresar las tradiciones en
pugna en sociedad, y la importancia de entender las convenciones.
REALIZADOR Tiene una connotación neutra. Produce películas de consumo masivo, es frecuentemente
identificable con un producto que no espera ser más que empaquetado, atado, consumido y olvidado. Filma como si
se tratara de una simple actividad material y mecánica, y se aplica a todos los directores.
METTEUR EN SCENE (Puestista en escena) Nos indica que hay, como en el teatro, actores y espacio para actuar,
y sugiere conjuntos en movimiento y una producción de imágenes. Se encarga de ordenar y articular todos los
objetos de la escena.
CINEASTA Evoca a un artista creador más oscuro que se interesa más en los planos y en su disposición orgánica
que en una continuación feliz de efectos visibles. Tiene conocimiento específico de la técnica. Conoce su materia
prima. Es cineasta aquel que expresa un punto de vista sobre el mundo y sobre el cine y que en el acto mismo de
hacer un filme. Más allá de lo que diga públicamente no se satisface con hacer un film nada más que cine y continua
sin satisfacerse.
AUTOR No todo cineasta es autor. Implica instantáneamente esa conciencia indiscutida para la cual el que lleve el
título ocupa un lugar en la producción cinematográfica, asume una posición de responsabilidad y sugiere también de
un modo individualista de atropellar las cosas y de hacer un film relegando la búsqueda de belleza.
Las obras de los más grandes cineastas dejan ver una recíproca contaminación entre los tres roles, por lo tanto se
torna difícil precisar cual es considerado un film.
ANDRÉ BAZIN “La política de los autores”
André Bazin fue un crítico francés que en 1951 fundó la política de los autores junto a la Cahiers du Cinema, en esa
teoría crean la idea de “cine de autor”. Bazin dice que esta política no había sido adoptada por todos los
colaboradores de la Cahiers du Cinéma y que podría haber serias divergencias de admiración, o más exactamente en
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los grados de esta. Cuando había opiniones divergentes sobre una película, generalmente hablaba de ella aquel al que
más le gusta.
*El cine norteamericano es creador ideológico. Retrata la imagen que la sociedad se ha querido dar de sí misma.
*La libertad de Hollywood es más grande de lo que parece. Es el más realista debido a que traduce al cine hasta las
contradicciones de la sociedad norteamericana.
*El autor es aquel que habla en primera persona. La política de los autores consiste en elegir como criterio de
referencia de la obra artística al factor personal, postulando luego su permanencia e incluso su progreso de una obra a
la siguiente.
*Se puede deplorar la alabanza errónea de una obra que no la merece, pero es riesgo menos nefasto que el de
rechazar un film estimable por el simple hecho de que si realizador no haya filmado nada bueno hasta la fecha.
*El cine norteamericano es un arte clásico, pero por qué no admirar en él, justamente, aquello que tiene más
admirable, es decir, no solo el talento de tal o cual de sus cineastas, sino el genio del sistema, la riqueza de sus
tradiciones siempre vivientes y su fecundidad en contacto con nuevos aportes.
Conclusión de Bazin
La pelicula de genero atrae a su público hacia un mundo aparentemente familiar, lleno de tranquilizadores
estereotipos de personajes, acción y trama. Pero el mundo puede no ser realmente tan tranquilizador y, en algunos
casos, el consentimiento respecto a las convenciones resultará ser un juicio erróneo o aún una falta moral. Las
películas de género son primariamente cerradas por una convención. La situación género típica es un contraste entre
forma y contenido. Con las expectativas de personajes, situaciones o ritmos narrativos de repertorio, el director
puede escoger ahí áreas de juego estético libre.
“...Seremos entonces capaces de apreciar más plenamente la manera en que las películas pueden romper las viejas
visiones entre arte popular y arte de elite para establecer, casi de manera desapercibida para la estética y la crítica, un
interjuego vital entre ellos.”
Barthes crea una polémica oponiéndose a la forma de entender el arte de las posturas dominantes de la época:
psicoanálisis, marxismo y existencialismo donde el crítico literario busca la intención del autor al escribir.
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En cuanto un hecho pasa a ser relatado, con fines intransitivos y no con la finalidad de actuar directamente sobre lo
real, es decir, en definitiva, sin más función que el propio ejercicio del símbolo, se produce esa ruptura, la voz pierde
su origen, el autor entra en su propia muerte y comienza la escritura.
El alejamiento del autor no es tan solo un hecho histórico o un acto de escritura: transforma de cabo a rabo el texto
moderno. Para empezar, el tiempo ya no es el mismo.
*Cuando se cree en el autor, este se concibe siempre como el pasado de su propio libro: el libro y el autor se sitúan
en la misma línea, distribuida en un antes y un después, se sufre y vive para él, mantiene con su obra una relación
padre-hijo.
*Por el contrario, el escritor moderno nace a la vez que su texto; no está provisto en absoluto de un ser que preceda
o exceda su escritura, no existe otro tiempo que el de la enunciación y todo texto está escrito eternamente aquí y
ahora. Es que escribir ya no puede seguir designando una operación de registro, de constatación, de representación,
de pintura, sino más bien es lo que los lingüistas siguiendo la filosofía oxfordiana llaman un ACTO
PERFORMATIVO.
El acto performativo es una forma verbal extraña (que se da exclusivamente en primera persona y en presente) en la
que la enunciación no tiene más contenido (o enunciado) que el acto por el cual ella misma se profiere: algo así como
el “Yo declaro” de los reyes o el “Yo canto” de los más antiguos poetas. El moderno después de enterrar al autor no
puede ya creer según la patética visión de sus predecesores que su mano es demasiado lenta para su pensamiento o
pasión, y que, en consecuencia convirtiendo la necesidad en ley debe acentuar ese retraso y trabajarlo por un mero
gesto de inscripción y no de expresión.
Una vez alejado el autor, se vuelve inútil la pretensión de descifrar un texto. Darle a un texto un autor es imponer un
seguro, proveerse de un significado último, cerrar la escritura. Esta concepción le viene muy bien a la crítica que
entonces pretende dedicarse a la importante tarea de descubrir el autor bajo la obra. En la escritura múltiple todo está
por desenredar pero nada por descifrar, puede seguirse la estructura, se la puede reseguir en todos sus nudos y todos
sus niveles pero no hay un fondo.
“De la obra al texto”
● La obra como un objeto computable, un objeto material que ocupa una porción de espacio, y el texto como
una producción del lenguaje.
● El texto como una ruptura de las clasificaciones y jerarquías que rompe la división entre géneros existiendo
obras imposibles de clasificar.
● La obra se mantiene en el espacio del significado mientras que el texto se mantiene en el espacio del
significante.
● El texto es fundamental que tenga pluralidad irreductible, diseminación de sentidos e intertextualidad (citas
Foucault no considera suficiente la muerte del autor de Barthes, a pesar de eso el autor vive porque sigue cumpliendo
funciones y generando consecuencias. Los limites del autor y su obra no son claros. El nombre del autor sigue
existiendo porque asegura una función clasificatoria que agrupa conjuntos de textos y porque genera formas de
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recepción que condicionan al espectador. En lugar de hablar de la muerte del autor hay que hablar de la función del
autor.
Las modalidades de representación son formas básicas de organizar textos en relación con ciertos
rasgos o convenciones recurrentes. En el documental, destacan cuatro modalidades de representación
como patrones organizativos dominantes en torno a los que se estructuran la mayoría de los textos:
expositiva, de observación, interactiva y reflexiva.
La modalidad expositiva
El texto expositivo se dirige al espectador directamente, con intertítulos o voces que exponen una
argumentación acerca del mundo histórico. Es la modalidad más cercana al ensayo o al informe
expositivo clásico y ha seguido siendo el principal método para transmitir información y establecer una
cuestión al menos desde la década de los veinte. La modalidad expositiva suscita cuestiones éticas
sobre la voz: sobre cómo el texto habla objetiva o persuasivamente.
Las imágenes sirven como ilustración o contrapunto, prevalece el sonido no sincrónico, la argumentación del
comentarista desempeña la función de dominante textual, haciendo que el texto avance al servicio de su
necesidad de persuasión. El montaje suele servir para establecer y mantener la continuidad retórica más que
la continuidad espacial o temporal.
El modo expositivo hace hincapié en la impresión de objetividad y de juicio bien establecido. Esta
modalidad apoya generosamente el impulso hace la generalización. El conocimiento en este tipo de
documental suele ser epistemológico (formas de certeza que están en conformidad con las categorías y
concepciones que se aceptan en ciertos tiempos o con una ideología dominante).
La exposición puede dar cabida a elementos de entrevistas, pero éstos suelen quedar subordinados a una
argumentación ofrecida por la propia película, a menudo a través de una invisible voz omnisciente o de una
voz de autoridad proveniente de la cámara que habla en nombre del texto.
El espectador de documentales expositivos suele albergar la expectativa de que se desplegará ante él un
mundo racional en lo que respecta al establecimiento de una conexión lógica causa/efecto entre secuencias y
sucesos. La presencia del autor realizador queda representada a través del comentario y en algunos casos la
voz de autoridad será el propio realizador.
Ejemplo visualizado en clase: Grass de Ron Mann (1999) ensambla históricos e histéricos documentos anti marihuana,
imágenes divertidas para narrar la oscura y cómica historia de esta hierba, elegida por el gobierno de Estados Unidos
como símbolo de la destrucción de una sociedad, y por millones de jóvenes a lo largo de muchas décadas como
elemento de júbilo, distracción y liberación de la mente. Divertida y esclarecedora, Grass denuncia las penosas
campañas y los billones de dólares malgastados en la lucha contra la marihuana.
La modalidad observacional
Esta modalidad hace hincapié en la no intervención del realizador. Este tipo de películas ceden el control más
que cualquier otra modalidad a los sucesos que se desarrollan delante de la cámara. En vez de construir un
marco temporal, o ritmo, a partir del proceso de montaje, las películas de observación se basan en el montaje
para potenciar la impresión de temporalidad auténtica. El comentario en voice-over, la música ajena a la
escena observada, los intertítulos, las reconstrucciones e incluso las entrevistas quedan completamente
descartados. Este tipo de observaciones suelen tomar forma en torno a la representación de lo típico.
Las convenciones de la observación restan probabilidades de que los cambios bruscos de tiempo o
localización se utilicen como modos de sorprender al espectador con nuevas perspectivas. Es más
probable que sean cambios bruscos, sorprendentes o inesperados en la perspectiva de presentación que
un actor social hace de sí mismo. La modalidad de observación ha sido utilizada con una frecuencia
considerable como herramienta etnográfica, permitiendo a los realizadores observar las actividades de otros
sin recurrir a técnicas de exposición que convierten los sonidos y las imágenes de otros en cómplices de
una argumentación ajena.
El cine de observación ofrece al espectador una oportunidad de echar un vistazo y oír casi por casualidad
un retazo de la experiencia vivida de otras personas, de encontrar sentido a los ritmos característicos de la
vida cotidiana, de ver los olores, las formas y las relaciones espaciales entre las personas y sus
posesiones.
Para el espectador, los documentales de observación establecen un marco de referencia muy afín al del
cine de ficción. Observamos y oímos durante un instante a actores sociales, que raramente presentan un
comportamiento preparado o coaccionado. A través de este parentesco con la ficción estas películas
invitan al espectador a establecer una relación más compleja incluso con la dimensión referencial de la
película.
El espectador experimenta el texto como una reproducción de la vida tal y como se vive; la actitud tomada
hacia el mismo como si estuviera en el lugar, sin modificación alguna, colocado en una posición en la que se
esperase la interacción de la que la cámara se mantiene al margen.
Se basa en la presencia del realizador o autoridad como una ausencia, una presencia ausente cuyo efecto
se nota pero cuya presencia física no solo permanece invisible sino que, en su mayor parte, pasa
desapercibida.
Ejemplo visualizado en clase: Ser y tener de Nicolas Philibert Toda la película está filmada con gran acierto en las
composiciones, casi siempre con cámara fija, con algunos movimientos de cámara puntuales y necesarios, coordinados
y ejecutados como si se tratara de una película de ficción.Los planos tienen una continuidad perfecta, tenemos la
sensación de que todo está pasando al mismo tiempo, como si estuviera filmado en directo por múltiples cámaras.
Yatasto de Hermes Paralluelo el director se anima - sin estridencias, ni voces explicativas en off, ni músicas piadosas, ni
búsqueda de alegorías conmovedoras- a mirar a la pobreza de frente, desde adentro, sin demagogia ni preconceptos ni
estereotipos ni golpes bajos: sin hablar en nombre de; con una naturalidad difícil de encontrar en otros documentales
intimistas. Habla de personas, con nombres y vidas y sueños postergados, que no se automargina del sistema sino que
busca entrar en él (los porqué quedan para otro filme) y logra mostrarlos en su trabajo diario y también en sus vínculos
familiares, casi siempre complejos y fragmentados. Los chicos aparecen desenvueltos, olvidados de la cámara, y todo
fluye como en cualquier vida, incluso con destellos de humor y esperanza.
La modalidad interactiva
¿Y qué ocurre si el realizador interviene o interactúa? ¿Qué ocurre si se rasga el velo de la ausencia ilusoria?
El documental interactivo hace hincapié en las imágenes de testimonio o intercambio verbal y en las
imágenes de demostración. La autoridad textual se desplaza hacia los actores sociales reclutados: sus
comentarios y respuestas ofrecen una parte esencial de la argumentación de la película. Predominan varias
formas de monólogo y diálogo. Esta modalidad introduce una sensación de parcialidad, de presencia situada
y de conocimiento local que se deriva del encuentro real entre el realizador y otro. Surgen cuestiones de
comprensión e interpretación como una función del encuentro físico: ¿como responden mutuamente el
realizador y el ente social? Reaccionan a los matices o implicaciones que pueda haber en el discurso del
otro.
El montaje tiene la función de mantener una continuidad lógica entre los puntos de vista individuales, por
regla general sin la ventaja de un comentario global, cuya lógica pasa a la relación entre las afirmaciones
más fragmentarias de los sujetos de las entrevistas o al intercambio conversacional entre el realizador y los
agentes sociales. Las relaciones espaciales pueden no ser contiguas o incluso resultar desproporcionadas
(saltos espaciales de una entrevista a otra).
Estas posibilidades plantean diversas cuestiones éticas a los practicantes. ¿Hasta dónde puede ir la
participación? ¿Cuales son los limites mas alla de los que un realizador no puede establecer una
negociación? La relación con los testigos puede estar más cerca de la de un defensor público que de la de
un acusador: no es habitual que se establezca una relación de confrontación sino una relación en la que se
busca información para un razonamiento. La cuestión ética de una relación semejante estriba en el modo en
que el realizador representa a sus testigos, en particular cuando funcionan motivos, prioridades o
necesidades contradictorias. La interacción a menudo gira en torno a la forma conocida como entrevista.
Esta forma plantea cuestiones éticas propias: las entrevistas son una forma de discurso jerárquico que se
deriva de la distribución desigual del poder, como ocurre con la confesión y el interrogatorio. ¿Como se
manipula la estructura inherentemente jerárquica de esta forma?
El texto interactivo adopta muchas formas pero todas ellas llevan a los actores sociales hacia el encuentro
directo con el realizador. Cuando se oye, la voz del realizador se dirige a los actores sociales que aparecen
en pantalla en vez de al espectador. La cualidad de tiempo presente es intensa y la sensación de
contingencia clara. Los acontecimientos que van a tener lugar pueden tomar caminos alternativos según el
proceso de interacción de que somos testigos. Cuando las entrevistas contribuyen a una modalidad
interactiva de representación, suelen hacer las veces de prueba de una argumentación presentada como el
producto de la interacción de realizador y sujeto. El grado en el que los actores sociales pueden implicarse
en el proceso de presentación varía considerablemente, desde la máxima autonomía que permite el cine de
observación hasta las limitaciones sumamente restrictivas de las entrevistas formales.
En un extremo estaría la conversación, un intercambio sin trabas entre realizador y sujeto que parece seguir
un curso no predeterminado y abordar una serie de temas que no están claramente definidos. Una variación
de la mera conversación es la entrevista encubierta. En este caso el realizador está fuera de la pantalla y no
se le oye. Tan importante como esto es el hecho de que el entrevistado ya no se dirige al realizador, que está
fuera del encuadre sino que conversa con otro actor social.
La argumentación de cada uno de estos filmes surge indirectamente, a partir de la selección y organización
de los testigos, en vez de directamente, del comentario en voice-over de un narrador. Aunque este tipo de
películas sigue haciendo una declaración acerca del mundo histórico, tal y como podria hacer un documental
histórico, la hace de un modo característico. Captan nuestra atención tanto los modos y medios que tienen
los individuos para contar su parte de una historia como las tácticas del realizador para combinar cada
narración en un marco más amplio. La presencia visible del actor social como testigo fehaciente y la ausencia
visible del realizador otorga a este tipo de entrevista la apariencia de pseudo monólogo. Aquí el realizador
logra un efecto de sutura, situando al espectador en relación directa con la persona entrevistada, a través del
efecto de tornarse el mismo ausente. El pseudo monólogo convierte al espectador en el sujeto al que se
dirige la película, eliminando las mediaciones de realizador/sujeto/espectador que acentúan la modalidad
interactiva. Las expectativas del espectador son muy diferentes para las películas interactivas y para las de
observación. Las películas expositivas y de observación, a diferencia de las interactivas o reflexivas, tienden
a ocultar el trabajo de producción, los efectos del aparato cinematográfico en sí y el proceso tangible de
enunciación, verbalización de algo distinto de lo que se dice. Cuando la película interactiva adopta la forma
de historias orales encadenadas para reconstruir un suceso o acontecimiento histórico, la reconstrucción es a
todas luces el resultado de la ensambladura de estos testimonios independientes.
El espectador del texto interactivo tiene la esperanza de ser testigo del mundo histórico a través de la
representación de una persona que habita en él y que hace de ese proceso de habitacion una dimensión
característica del texto. Se trata del encuentro entre una persona que blande una cámara cinematográfica y
otra que no lo hace.
La modalidad reflexiva
Si el mundo histórico es un lugar de encuentro para el proceso del intercambio y la representación sociales en
la modalidad interactiva, la representación del mundo históricos se convierte en sí misma en el tema de
meditación cinematográfica de la modalidad reflexiva. En vez de oír al realizador implicarse únicamente de
un modo interactivo con otros actores sociales, ahora vemos u oímos que el realizador también aborda el
metacomentario, hablándonos menos del mundo histórico en sí, como en las modalidades expositiva y
poética o en la interactiva y la que se presenta a modo de diario personal, que sobre el proceso de
representación en sí.
La modalidad reflexiva aborda la cuestión de cómo hablamos acerca del mundo histórico. La exposición
poética dirige nuestra atención hacia los placeres de la forma, haciéndonos reflexionar sobre sus problemas.
Los textos reflexivos son conscientes de sí mismos no solo en lo que respecta a forma y estilo, como ocurre
con los poéticos, sino también en lo tocante a estrategia, estructura, convenciones, expectativas y efectos.
Las películas interactivas pueden dirigir nuestra atención hacia el proceso de la realización cuando este
proceso plantea un problema a quienes participan en él; el modo reflexivo dirige la atención del espectador
hacia este proceso cuando le plantea problemas a dicho espectador.
El texto reflexivo opta por una interpretación como tal en vez de exigir a otros que disfracen de interpretación
virtual la representación de sí mismos. Este mismo razonamiento hace que muchos textos reflexivos
presenten al propio realizador -en la pantalla, dentro del encuadre- no como un participante-observador sino
como un agente de autoridad, dejando esta función abierta para su estudio.
En todos estos casos el reconocimiento por parte de los realizadores de su propia diferencia con respecto
a quienes representan -su función como representantes de la película y las limitaciones que impone esta
función en su capacidad de interacción con otros-los sitúan dentro del texto como ocupante de un espacio
cuestiones en las que se puede decir sin lugar a dudas que esta diferencia tiene una importancia capital.
Lo que podriamos denominar axiografia pasa a un primer plano. Este neologismo deriva de la axiología, el
estudio de los valores (ética, estética, religión, etcétera) con particular referencia al modo en que pueden
conocerse o experimentarse. La axiografía trataría la cuestión de cómo llegan a conocerse y experimentarse
los valores, en particular una ética de la representación, en relación con el espacio. ¿Como situar al
realizador con respecto al mundo histórico las representaciones visuales de la cámara?
La axiografia se extiende a estos temas clasicos de debate ético -la naturaleza del consentimiento, los
derechos de propiedad de las imágenes grabadas; el derecho a saber frente al derecho a la intimidad; las
responsabilidades del realizador con respecto a su tema y su público, o su jefe; los códigos de conducta y
las complejidades del recurso legal- para incluir las implicaciones éticas que transmite la propia
representación de tiempo y espacio.
La relación del espectador con respecto a la imagen, por tanto, está invadida por una conciencia de la
política y la ética de la mirada. Existe un nexo indicativo entre la imagen y la ética que la produce. La
imagen no solo ofrece pruebas en beneficio de una argumentación sino que ofrece testimonio de política y
la ética de su creado. La axiografía nos pide que examinemos cómo la mirada de la cámara documental
adquiere cualidades características y plantea cuestiones concretas sobre política, ética e ideología en
términos de espacio.
Puesto que el documental no aborda el espacio ficticio de la narrativa clásica sino un espacio historiográfico,
prevalece la premisa y asunción de que lo que ocurrió frente a la cámara no se representó en su totalidad
pensando en la camara.
La mirada en el documental
Los principales indicadores de posición, o lugar ocupado, son el sonido y la imagen que se le transmiten al
espectador. Hablar de la mirada de la cámara es, en esta locución en concreto, mezclar dos operaciones
distintas: la operación mecánica, literal, de un dispositivo para reproducir imágenes, y el proceso humano,
metafórico de mirar el mundo. La mirada de la cámara puede indicar la perspectiva ética, política e
ideológica del realizador. Un acontecimiento que da a este proceso un énfasis especial es el momento de la
muerte. Presenciar el acto de morir, que en la película de ficción solo puede imitarse, ejerce una intensa
presión ética y emotiva sobre el documentalista.
La mirada accidental:
La cámara estaba allí en el momento de la muerte inesperadamente. Los indicios de accidentalidad son los
mismos indicios que significan contingencia y vulnerabilidad en el documental en general: encuadre caótico,
enfoque borroso, escasa calidad de sonido -si es que hay sonido sincronizado-, el uso repentino de un zoom,
movimientos espasmódicos de la cámara, incapacidad para predecir o seguis los sucesos más importantes y
una distancia entre sujeto y cámara que puede ser excesivamente larga o corta según unos criterios estéticos
o informativos. La duración de la mirada accidental depende de una ética de la curiosidad. La curiosidad
legítima el proceso de grabación de lo que ha entrado en el campo de visión accidentalmente: como acertijo
o enigma que aún no ha desvelado su secreto, las imágenes incitan a su reorganización o modificación con
la esperanza de que podamos inferir los secretos explicativos que contienen y de este modo convertir la
curiosidad en conocimiento.
La mirada impotente
El metraje demuestra su incapacidad para afectar a una serie de sucesos que puede haberse dispuesto a
registrar pero de los que no es cómplice. Los registros filmados de ejecuciones son un ejemplo. La
indefensión no sólo atestigua la nula afiliación con la entidad de la muerte por parte del realizador sino
también su impulso de suplicar, disuadir o de otro modo de enfrentarse a dicha entidad, junto con la
incapacidad para hacerlo. Los indicios de indefensión pueden incluir el énfasis en el contexto espacial y la
situación restringida de la cámara dentro del mismo, en particular si hay barreras físicas entre la cámara y el
suceso. Posición pasiva/activa desde la que puede ver y registrar pero no actuar ni intervenir. La indefensión
es una marca estilística evidente de un observador o agente autoral que se siente obligado a seguir
observando sin dejar de indicar su incapacidad para intervenir. El resultado suele ser el registro de la
pasividad involuntaria para atravesar la distancia entre cámara y sujeto físicamente.
La mirada en peligro
El metraje muestra al realizador o al cámara como un riesgo personal. Este tipo de riesgo es habitual en el
metraje documental bélico. El peligro en el documental es auténtico. La posibilidad de que el riesgo tenga
consecuencias reales: el cámara en peligro puede incluso registrar los últimos momentos de un cámara
que se ha arriesgado fatalmente.
Lo que legitima seguir filmando a pesar del peligro es una ética del valor. Una prioridad superior a la
seguridad personal autoriza al cámara a correr riesgos. El riesgo corre por una causa más elevada. Esta
causa más elevada puede ir desde poner a prueba el temple de uno mismo frente a la muerte hasta
registrar desinteresadamente información que se considera vital, incluyendo el coraje y heroísmo de
otros.
La mirada de intervención
La cámara abandona la condición previa de la distancia, transformando el distanciamiento de una mirada en
la implicación de una visión, la intervención suele realizarse en favor de alguien o algo que corre un peligro
más inmediato que el propio cámara. Colocar el propio cuerpo del realizador en el mismo plano de
contingencia histórica que sus sujetos en vez de mantener la distancia y la seguridad relativa que permite la
mirada. También está alineada con la modalidad interactiva. La amenaza de la muerte establece interacción o
afinidad, compromiso y solidaridad con las personas filmadas según una carga emocional. Estas ocasiones
son poco comunes pero indican que riesgos hay cuando el realizador elige actuar en la historia junto a las
personas filmadas en vez de operar desde la posición paradójicamente segura del agente autoral, una
posición que nunca puede ser del todo segura en el documental.
La mirada de intervención, que ya no es impotente ni se contenta con registrar el peligro, está dispuesta a
anularse, a abandonar la filmación en el curso de la intervención. También concibe una ética de la
irresponsabilidad; en vez de adoptar un papel de testigo contra el acto de arrebatar la vida, esta ética
transmite una complicidad con el asesinato y con las razones que lo apoyan.
La mirada compasiva
La película registra una respuesta subjetiva respecto al momento o proceso de muerte que representa. La
intervención puede considerarse como una forma de mirada humana que pertenece a situaciones en las que
la intercesión puede tener algún efecto. Tanto la mirada de intervención como la compasiva quebrantan el
proceso de grabación fijo y mecánico para hacer hincapié en el agente humano que está detrás de la cámara
pero la mirada compasiva se produce en aquellos casos en los que la muerte no se puede evitar por medio de
la intervención.
Al igual que la mirada en peligro, la mirada compasiva también toma su motivación de una causa más
elevada, a menudo el objetivo consiste en ayudar a otros a comprender y anticipar lo que conlleva un
proceso como el de una enfermedad terminal.
Si se ha de diferenciar de la mirada de intervención sin limitarse a las imágenes fijas, la mirada compasiva
requiere la misma barrera de distancia u obstáculo que describe la mirada impotente. El nexo entre cámara y
sujeto tiene prioridad sobre la subjetividad de la mirada de la cámara en sí misma.
Una ética de responsabilidad, encauzada principalmente a través de la empatía en vez de la intervención,
legitima el proceso de formación continuada. Al igual que la mirada de intervención, la mirada compasiva
da la impresión categórica de la que filmación continuada no es tan importante como la respuesta personal.
Un espectador está en varios lugares al mismo tiempo: con el espectador ficticio (o posición de cámara y
realizador), con el individuo observado y al mismo tiempo en posición de evaluar y responder a las
afirmaciones de cada uno de ellos. La alteración del tratamiento del espacio queda registrado como una
diferencia etica/politica/ideologica. Ética en tanto que plantea la cuestión de la responsabilidad del realizador
en la representación del funeral, Política en la tanto que plantea la cuestión de la representación como
cuestión social, Ideológica en tanto que indica como nuestra propia subjetividad está constituida en parte por
nuestro compromiso con el texto.
La ventana documental
El documental comparte las propiedades de un texto con otras ficciones pero aborda el mundo en el que
vivimos en vez de mundos en los que imaginamos vivir. La diferencia entre la dirección hacia el mundo y un
mundo se puede ilustrar imaginándonos en relación con una habitación. En la ficción, miramos una
habitación bien iluminada oyendo y viendo lo que ocurre en su interior, aparentemente sin que lo sepan sus
ocupantes. En el documental, miramos hacia el exterior desde una habitación escasamente iluminada,
oyendo y viendo lo que ocurre en el mundo que nos rodea.
(voiceover o autoridades que aparecen en la pantalla) sino también otras técnicas o recursos que distraen
nuestra atención de una perspectiva sobre el mundo para dirigirla hacia una relación más distanciada y
conceptual del mismo.
Todos los documentales, no solo los reflexivos, establecen una relación específica con su comentario o
perspectiva.
Grado de conocimiento: lo que aprendemos puede estar limitado a lo que sabe un solo personaje o el
comentarista puede ir más allá de una única fuente. En documentales expositivos clásicos con comentario en
voice over nuestro conocimiento está directamente relacionado con lo que nos dice un narrador anónimo que
todo lo sabe. Otras películas alinean el conocimiento con un único personaje o agente. Las personas
entrevistadas aportan pruebas independientes que contribuyen a una argumentación que parece derivar del
agente expositivo del texto en sí y no de la persona de la de realizadora. Un personaje también puede
delimitar aquello que descubrimos y cuando lo descubrimos, pero este es un formato muy poco habitual.
Grado de conocimiento de sí mismo: es el punto hasta el que un agente expositivo se reconoce a sí mismo
de tal modo que el espectador nota “se me está exponiendo una argumentación”. La conciencia que el
texto tiene de sí mismo es muy variable en el cine de ficción: va desde el estilo relativamente poco
consciente de sí mismo de una buen parte de la producción de Hollywood hasta el estilo sumamente
consciente de sí mismo del cine soviético. Donde menos evidente resulta la conciencia del propio filme es
en las películas de observación, la modalidad documental más afín a la ficción. La conciencia del
espectador de que hay una argumentación, causa o representación define estas modalidades y establece
las expectativas del público en lo tocante a demostración o ejemplificación.
Grado de comunicatividad: es el punto hasta el que la exposición revela lo que sabe. Las demoras y los
retrasos, los enigmas y el suspense son aspectos intrínsecos tanto de la ficción como de la exposición.
Sirven para captar o mantener la atención. La exposición se invoca una ansia de conocimiento y la promesa
de que aplacara dicha ansia, a su debido tiempo: el tiempo que tarda la argumentación en desarrollarse.
Puede que una falta de comunicatividad que, en la ficción, achacamos a un intento de demorar o retrasar la
transferencia de información no sea, en el documental, un intento de ocultar información en absoluto. Es
posible que la información no esté disponible. Por el contrario, puede haber información disponible que el
realizador prefiere suprimir o ignorar y puede suprimirse de modos diseñados para que no reparemos de la
omisión.
La argumentación en el documental
La argumentación acerca del mundo, o representación en el sentido de exponer pruebas con objeto de
transmitir un punto de vista particular, constituye la espina dorsal organizativa del documental. Esta espina
dorsal constituye una lógica o economía del texto. La argumentación considera el mundo histórico como base
de su representación documental. La argumentación nos da una sensación de presencia autoral o expositiva.
Esto crea el contexto para una visión particular del mundo y una disposición particular de las pruebas acerca
del mismo.
El comentario sirve para provocar una sensación de distanciamiento con propósitos orientativos, de
evaluación, juicio reflexión, reconsideración, persuasión o cualificación entre el texto como conjunto y las
pruebas que presenta. El comentario permite la aplicación al mundo de un cobertura moral/política
reconocible, a menudo utilizando las mismas técnicas o recursos estilísticos. El comentario ofrece una
orientación didáctica hacia la argumentación. El comentario guía nuestra comprensión de la visión moral y
política que ofrece el texto documental.
La distinción entre comentario y perspectiva también se puede hacer por contraste entre una posición del
espectador que es relativamente activa en lo que respecta a la determinación del tema político o moral del
texto y una posición del espectador en la que este adopta un papel más pasivo. La primera, especialmente
pronunciada en las películas de observación, tendría un efecto que se podría describir como “Vealo usted
mismo”, frente a la segunda que sería “Vea A mi manera”. Una perspectiva del tipo “Vealo usted mismo! esta
mas proxima a la experiencia de la mayoría de las obras de ficción.
Lo principal es identificar un nivel de presencia del autor o voz que el espectador pueda experimentar
como algo diferente de la mera réplica o reproducción del mundo.
La perspectiva puede encarnar momentos tanto objetivos como subjetivos; puede someterse al punto de
vista de los individuos reclutados en el mundo para hablar en la películas pero no en nombre de la
misma; puede ser una voz totalmente embutida dentro opciones estilísticas de selección y organización.
El origen del concepto se remonta a la Edad Media, es de origen militar y designa la punta de lanza del
ejército, la cabeza de tropa. Concepto combativo y elitista. En segundo lugar muta a un signo político en la
Revolución Francesa, el jacobinismo político y más tarde la revolución rusa de 1917, acá el concepto militar
se convierte en metáfora. La última opción del concepto se sitúa en el ámbito de la estética y alude al
combate de ideas artísticas, esto lo ubica en la Modernidad.
Estas rebeliones estéticas, crisis de las ideas se acentúan en las primeras décadas del siglo XX con el
estallido de la Primera Guerra Mundial y el fin de la Segunda, donde se consuma no solo la más absoluta
destrucción física de europa sino también sus ideales de humanidad, progreso y civilización.
El escenario de la primera vanguardia, entre 1905 y 1933 aprox, coincide precisamente con la
inestabilidad, sin lugar a dudas fascinante, que vivió el Viejo Continente en una época en la que el
combate estético no estaba del todo separado de una dimensión filosófica y moral. Sus centros neurálgicos
pasaron al otro lado del Océano y Nueva York se convirtió en la sucesora de París, Viena y Berlín.
El cine de vanguardia nace en el 1920, calificado como vanguardia por Jean Mitry, si bien el cine
hollywoodense de la década del 10 podría haberse considerado vanguardia no califica como tal por ser en
sí experimental.
El cinematógrafo aparece en el marco de la diversión popular y se dirige por lo general a un público de nula
cultura libresca y escasa alfabetización. El cinematógrafo nació como una máquina sin vocación artística así
como la fotografía. El expresionismo ignora por completo el cine, mientras que cubismo y futurismo se hallan
empeñados en investigaciones: En 1912 Picasso había fraguado la idea de utilizar el cine para representar
el movimiento. Kandinsky acaricio dos proyectos que no llegaron a buen puerto; ambos persiguen una obra
de arte sintética en la que color, movimiento y sonido se fusionaron en el espíritu del espectador. En ningún
caso el cine era concebido como algo independiente sino como un conjunto de potencialidades que unidas a
las artes tradicionales, generaron nuevas formas expresivas.
Cine underground, implica películas que emergen debajo de la superficie de la conciencia pública,
espectáculos clandestinos producidos para exhibirse en subterráneos o refugios antiaéreos; experiencias
compartidas por una cultura anormal; películas sujetas a constantes hostigamientos policiales; un cine
antiburgués, antipatriótico, antirreligioso y anti-Hollywood. El cine underground se distingue de modalidades
previas del cine experimental por su mezcla de primitivismo deliberado, sexualidad explícita anti tabú (hetero
y homosexual) y ambivalencia obsesiva respecto a la cultura popular norteamericana.
A medida que el underground se hizo popular, el término se volvió genérico. El underground se proclamó el
11 de noviembre de 1959 y dejó de serlo el 1 de diciembre de 1966 cuando The Chelsea Girls de Andy
Warhol se estrenó en un cine comercial y recaudó más de 12 mil dólares.
Una Europa destruida no podía ser foco de atracción mientras que la América liberadora de las garras del
nazismo se había enriquecido con los artífices del arte moderno y disfrutaba de este privilegio. A este
movimiento más adelante se lo llamaría Expresionismo Abstracto.
prólogo y epílogo así acercándose más al relato de ficción y generando una unidad de sentido con fines
narrativos; sin alejarse de la novedad de la vanguardia intenta contar una historia de una forma poco
convencional.El conjunto del relato hace que no se haga posible tampoco deslindar los niveles de realidad. El
vocabulario visual del filme brilla de figuras retóricas del emergente cine negro, tanto en el espacio de
mansiones californianas como en los procedimientos técnicos (movimientos violentos)
Mekas, “New American Cinema”. Varios autores, “Declaración del New American Cinema Group”.
El 28 de septiembre de 1960 se reúnen un grupo de 26 personas por invitación de Lewis Alien y el realizador
Jonas Mekas, en el que se encuentran representadas distintas ramas de la creación y el negocio del cine.
Por voto unánime se auto constituye en una organización libre y abierta del New American Cinema
denominada «The Group». A diferencia de los primeros films de vanguardia, estos no están afligidos por la
mitología o el simbolismo. Estilística y formalmente, su obra representa la creación más alta y pura que se
haya conseguido en el cine poético.
Nota sobre improvisación: la improvisación es la forma más alta de la condensación, y apunta a la
esencia misma de una idea, de una emoción, de un movimiento. Cuando la imaginación comienza a
descartar lo pre-arreglado, las estructuras mentales artificiosas, y va directamente a la profundidad del
asunto. Este es el verdadero sentido de la improvisación.
Nota sobre la cámara vacilante: Si estudiamos la moderna poesía cinematográfica, descubrimos
que aun los errores, los planos desenfocados, los pasos inseguros, los movimientos vacilantes, los
fragmentos de mucha o escasa exposición, se han convertido en una parte del nuevo vocabulario del
cine y son parte de la realidad psicológica y visual del hombre moderno.
Segunda nota sobre la improvisación: Su espontaneidad, su anarquía, hasta su pasividad, son sus
actos de libertad.
Sobre la actuación: La verdad cinematográfica no requiere palabras. Hay más verdad y real
inteligencia en su «balbuceo» que en todas las palabras claramente pronunciadas en Broadway a lo largo
de cinco temporadas. Su incoherencia es tan expresiva como cinco mil palabras.
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