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Los elementos constitutivos en el filme: tres

categorías del cine en análisis.


Por. Raul Anthony Olmedo Neri

Introducción.

El cine se ha convertido a largo del tiempo en un arte, no entra dentro de las “bellas”,
pero sí como una forma de expresión que cobra pertinencia por la consolidación de
su propio campo, sus elementos y su potencialidad no sólo como una expresión de
la realidad, sino del individuo y su concepción de la primera.

Su consolidación en el ámbito práctico se ha visto por la legitimidad y la preferencia


que ha adquirido a través de los productos simbólicos que produce; y en el ámbito
teórico-académico se ha dado una producción que ya no sólo se encarga de la
descripción de los productos, sino que ahora analizan, proponen tendencias, hacen
críticas y elaboran propuestas metodológicas sobre los que surgen. Los estudios
cinematográficos hoy toman un carácter teórico metodológico que le permite
conocer ya no sólo el filme, sino sus relaciones con el público, con la realidad y con
el propio creador del mismo. Así de complejo se vuelve el campo cinematográfico y
es por ello que en el presente trabajo realiza un estudio sobre las categorías
(también llamadas clasificaciones) que se han realizado a lo largo de la producción
cinematográfica y que aluden a la propia evolución de la creación de los filmes.

El objetivo primordial del presente trabajo es el de explicar las tres categorías


principales dentro del cine (clásico, moderno y posmoderno) mediante la filmes a fin
de caracterizar y diferenciarlos entre ellos mismos. Todo esto para poder explicar el
avance tanto en producción como de análisis del campo cinematográfico.

De las industrias culturales.


En un mundo globalizado, todos los aspectos sociales, políticos y culturales se ven
en constante cambio y adaptación, no obstante también es claro que dentro de esta
adaptación no sólo se debe a los medios, sino al mensaje y sobre todo la
codificación. Ya mencionamos de una manera somera que los productos simbólicos
son considerados como mercancías en un mercado propiamente simbólico, en este
mercado se encuentran la información, los datos personales, los gustos y las
preferencias, la música, el arte (en su sentido particular y general); bajo este sentido
las diferentes industrias creadoras tanto de contenido como de información se
convierten así en industrias culturales y el cine indudablemente constituye una.
Thompson (2002) nos dice acertadamente que este tipo de industrias se encargan
de llevar sus símbolos hacia un mayor número de personas, lo que da origen al
término comunicación de masas1.

La industria cultural también es una consecuencia del propio desarrollo tecnológico


que tuvo un crecimiento acelerado particularmente después de revolución industrial
(siglo XVIII); para el caso cinematográfico, podemos decir que su historia es reciente
y sus primeros inicios a finales del siglo XIX y es en todo el XX en el que se generan
grandes procesos de desarrollo tanto tecnológico como de creación y de innovación.

El siglo XX se vio influenciado por el arte cinematográfico. El simple hecho de ver


una serie de imágenes que representaban a personas haciendo cosas cotidianas
era simplemente un elemento del “venir tecnológico” que se anunciaba junto con la
modernidad. Y es que este hecho ha sido el que le da una característica ontológica
del cine: no es los medios de creación, sino el tiempo en sí; es una forma de
inmortalizar en el tiempo al hombre y que otros no sólo entiendan su propia visión,
cultura, postura ideológica del creador, sino también el contorno, es decir el contexto
ambiental, y político; a diferencia de la pintura, el movimiento de los personajes
imbrican una dialéctica continua en la esencia del hecho.

1
Aunque este término sólo lo mencionamos desde una perspectiva general, es necesario indicar que la
definición de Thompson van en contraposición a su concepción dentro de los estudios sociológicos que
postulan a este término como un símil de enajenación y reproducción de la cultura hegemónica. Este tipo de
análisis, diremos, tiene a bien un papel relevante, cuestión que no se pretende en este trabajo.
Es cierto que el cine pide prestado elementos de otras formas de expresión (pintura,
imágenes, música, teatro, etc), pero también es cierto que así se ha consolidado
como una nueva forma de expresión que obtiene autonomía en su proceso de
integración de los anteriores de una forma sui generis.

Sobre el género y las categorías.

Una vez adentrados en el cine, diremos que dentro de su campo se ha desarrollado


una forma de clasificación de toda la producción mundial de cine a través de
categorías que son tres clásico, moderno y posmoderno. En éstas subyacen
elementos de clasificación específicos referentes al tema en que caracterizan los
temas de cada filme, es decir, el género.

El concepto de género es un tanto polisémico debido al ámbito teórico en que se


quiera utilizar, no obstante bajo el ámbito en el que estamos trabajando podremos
decir que una definición de “gabinete” podría de algún modo abarcar la complejidad
que presenta éste en los productos simbólicos. El género debe estar “definido por
la industria y reconocido por el público” (Altman, 2000; 37), y esto es cierto en la
medida de la propia mercancía que se vende ya que no sólo se trata de responder
al valor uso como la satisfacción de una necesidad (Marx, 1980), sino que también
entra en referencia una esencia de identidad, acumulación cultural, reproducción
ideológica y construcción simbólica de nuevas expectativas y formas de ver el
mundo (tanto el real como el cultural).

Es por ello que el género es entendido en el cine como “una forma organizativa que
caracteriza los temas e ingredientes narrativas elegidas por el autor” (MediaCine,
2008). Es organizativa de acuerdo a la trama del filme, es característica por ciertos
elementos organizados de una manera ad hoc por los cuales podemos inferir la
temática del filme.

Dentro de los géneros podemos decir que existen varios, ya sean de terror,
comedia, acción, ciencia-ficción, western, musical, etc. Todos y cada uno de ellos
comparten elementos indispensables de la propia creación cinematográfica, lo que
es importante es el tipo de esos elementos2.

Estos elementos constitutivos no sólo afectan el propio desarrollo del filme, sino que
también influyen en la categoría en que son clasificados; de acuerdo con Altman
(2000), las películas no son estáticas en la categoría en que se insertan, por el
contrario, son la industria y el público quienes dan la clasificación a partir del uso de
los elementos (la industria) y su interpretación (el público). Para complementar esta
explicación pasaremos a dar una ejemplificación con películas, que a nuestra
consideración, exponen de manera clara tanto el efecto de los elementos
constitutivos en el género como en la categoría en la que son clasificadas. Los
elementos constitutivos del filme son muchos, pero en este caso y de acuerdo con
Zavala (2005) podemos mencionar los más importantes como lo son: composición
visual, punto de vista, la edición, las imágenes, la narración, la ideología y sonido.

La primera categoría que se menciona es, por lógica aquella que inició con el propio
arte del cine, me refiero a la categoría de cine clásico. Este tipo de cine se
caracteriza por el respeto a “las convenciones visuales, sonoras, genéricas e
ideológicas cuya naturaleza didáctica permite que cualquier espectador reconozca
el sentido último de la historia” (Zavala, 2005). Podemos resumir los elementos
constitutivos característicos de esta categoría en el siguiente cuadro.

Elemento constitutivo característico Función


Sonido Función didáctica (intensifica o
corrobora la propia narración)
Imágenes Tienen una sucesión lógica y
cronológica, es decir, va guiada por la
narración del filme

2
Por ejemplo, aunque en todas las películas necesitan de personajes principales y de secundarios, no es lo
mismo el tipo de personaje en una película de amor al de una de acción; el ambiente en el que se desarrollen
y la trama también son elementos que determinan a los personajes.
Puesta en escena Está sometida a la narración, de tal
manera que el espacio acompaña al
personaje.
La estructura y la narración Son idénticas
Final Es epifánico, es decir, totalmente
concluyente y relativamente sorpresivo
para el espectador.

Todo lo anterior básicamente es la forma más simple y más apegada a lo que el


cine tiende por clásico debido a su relación con lo literario; la narración viene a ser
la estructura y el sistema que permite que la trama se lleve a cabo sin mayores
complejidades. En este tipo de cine se busca la exaltación de una realidad
representada y que puede en algún momento dado puede ser vivida. Se intenta
hacer espectacular la temática aun a pesar de ser algo posiblemente cotidiano.

Esto lo podemos ejemplificar con la película Trick (1999) en la que podemos


encontrar que la trama es una aventura amorosa entre dos hombres que por
razones desconocidas se encuentran en un tren e intentan tener una noche
placentera y que sin embargo se vuelve una noche en donde se conocen más y
más.

De acuerdo con lo clásico en el cine, se respetan todas las “reglas” que primaron en
los inicios del propio cine; en este filme podemos encontrar que la misma gira
alrededor de un personaje principal y su relación que establece con otro personaje
secundario; la película cuenta con un tiempo circular que es aquel que “está
determinado por una sucesión de acontecimiento ordenados de tal modo que el
punto de llegada de la serie resulte ser siempre idéntico al de origen” (Casetti, 1991).

A grandes rasgos mencionaremos las características de los elementos para poder


justificar nuestra posición sobre esta película dentro de la categoría de lo clásico.
Primero diremos que la trama amorosa-aventurera se ve de principio a fin; si en
primeras escenas se ven relaciones de amor con otras personas es porque tienen
a función de introducirnos al propia temática del filme. En segundo lugar tenemos el
sonido, éste cumple dos funciones importantes: el primero es el sonido in
caracterizado por “aquel cuya fuente aparece en la imagen y pertenece a la realidad
que ésta evoca” (Chion, 1993; 75-76), por un lado, y por su énfasis en el género
medio amoroso del mismo, por otro.

En tercer lugar podemos decir que las imágenes cumplen con la lógica causal
cronológica, ya que a pesar de utilizar herramientas como la elipsis (de un antro gay
en el que se encuentran por primera vez, Gabriel sale, camina por la calle y después
pasa una imagen donde él está en el metro subterráneo), éstas no trastocan la
secuencia cronológica de la propia historia, es decir, no hay escenas que remonten
a la infancia de alguno de ellos o que se evoque algún sueño que distancie el tiempo
de la historia. La cuestión de la narración y la estructura se explican implícitamente
con las argumentaciones anteriores y sólo queda hablar del final ya que aunque se
infiere que este será una relación de amor entre los personajes, llega un momento
en que las circunstancias de la propia historia introducen el suspenso sobre si se
creará la relación o se echará abajo.

Por todo lo anterior consideramos que este filme representa a bien las
características del cine clásico.

Ilustración 1. Inicio de filme, Segundo 39


Ilustración 2Final de filme, Minuto 83

El cine moderno, por otra parte, se constituye como la antítesis de combinación de


los elementos en relación con el clásico. Él representa la ruptura de creación en el
cine y su característica es ésa: la vanguardia e innovación. Dice Zavala (2005) “por
definición, no puede haber ninguna regla para la creación de una película moderna”.
Por ello colocamos sus características principales en el siguiente cuadro:

Elementos constitutivos característicos Función


Sonido Tiene una función asincrónica (precede
a la imagen o es autónoma)
Edición Es paratáctica (cada imagen puede ser
autónoma con respecto a las demás)
Estructura Tiende más a una descripción que una
narración
Imágenes La sucesión puede ser asincrónica, en
la fragmentación se inserta la
dramatización.

Otra característica de esta categoría no sólo es la ruptura con las


convencionalidades de o clásico, sino que su ruptura va en busca de nuevas formas
del plano por ejemplo y del montaje. La visión de creador ya no está en representar
la realidad tal como es, sino darle un punto de vista artístico individual (de él mismo
en este caso).

La propuesta que damos para ejemplificar este tipo de filmes es la titulada La vida
precoz y breve de Sabina Rivas (2012), en esta podemos ver que no es que se
cuente una historia de vida, por el contrario, e describe una situación real que va
más allá incluso de ésta. Se integra de una manera sui generis proveniente del
director que permite dar nuevos toques al montaje del filme. Por mencionar ejemplo
podemos poner la forma el ángulo como el de cámara lenta al principio de esta que
permite ver no sólo a un individuo, sino a toda una banda que camina hacia un lugar
específico. Otro vanguardia que se establece con el cine moderno es la utilización
de una secuencia fragmentada llena de desviaciones escénicas que no consolidan
la cronología, pero sí la descripción de la historia del filme.

Bajo este contexto podemos ver que la puesta en escena es independiente del
personaje ya que se relacionan dos eventos diferentes que se cruzan en varios
momentos y de manera indirecta. Es más, en este filme ponemos la siguiente
argumentación: el personaje no define al ambiente, sino al contrario. La situación
que se vive en esa parte del país no sólo se ve reflejada en el filme, también se ve
la postura ideológica de cómo lo ven y lo viven los extranjeros y los propios
mexicanos. Es decir se ven más de una historia que tienen el mismo tema, lo viven.

Ilustración 3. Cámara lenta en "La vida precoz..."


Ilustración 4. Las escenas se vuelven autónomas al personaje

El caso del sonido independiente en este ejemplo tiene la función más bien de
entorno, rara vez se utiliza una música off, incluso a veces cumpla la función de
preceder a las propias escenas, lo que induce al suspenso y a la expectativa de lo
que viene. Por todo lo anterior este filme, desde nuestra perspectiva cumple las
características del cine moderno.

Finalmente y no por ello menos importante es la categoría del cine posmoderno.


Este tipo de cine no se caracteriza ni se independiza como lo hizo el moderno del
clásico, más bien este se caracteriza por ser una combinación de los dos anteriores,
el no separa, sino que integra los dos cines para sacar los mejor de ambos. La vista
del autor ya no se ve como un filtro primordial, sigue siendo importante pero no
como en el caso del cine moderno; tampoco pretende una representación exacta de
la realidad como lo hace el clásico, más bien lo que pretende el cine posmoderno
es llamar a la reflexión a partir de la creación de realidades posibles como
imaginarias que permitan la conjugación de los propios elementos y el contexto
creado por el mismo filme.

Para esta categoría proponemos el filme El día después de mañana (2004). Este
filme tiende a hacer una mezcla tanto de la realidad como de la propuesta a ésta
bajo ciertas circunstancias que se exponen en la misma. No ni una narración, ni una
descripción totalmente, más bien es una predicción con la que se integran los dos
elementos. De acuerdo al siguiente cuadro seguiremos con la explicación.
Elementos constitutivos característicos Función
Sonido Puede cumplir una función didáctica,
asincrónica o sinestésica
Imagen Intenta representar una realidad que
sólo existe en el contexto de la misma
película
Puesta en escena Es fractal, es autónoma frente al
personaje y no está sometida a la
naturaleza de éste.

En este caso podemos adicionar que el caso de los efectos especiales cobran
mayor sentido en este tipo de cine por el intento de crear una realidad propia del
filme. Aquí se relacionan tanto la imagen como la puesta en escena.

Desde nuestro punto de vista, el cine posmoderno intenta ser una


complementariedad entre los individuos y las circunstancias.

Ilustración 5. Inicio de "El día…"

Tanto la música como el montaje van acorde en gran medida con los efectos
especiales que permiten la consolidación de la propia temática del filme.
Este tipo de cines se ha visto más favorecido, seguimos insistiendo, en el desarrollo
de los medios electrónicos que ya no sólo nos ayudan a exaltar lo cotidiano, sino
crear alternativas e incluso proponer lo cotidiano. Así el cine posmoderno busca dar
una nueva orientación a la producción cinematográfica para llevar más allá la
expresión de una ideología.

Conclusión.

A manera de conclusión podemos decir que los géneros son un conjunto de


elementos constitutivos seleccionados que bajo ciertas relaciones y acciones
permiten que todo el filme pueda ser clasificado según su tema principal; llámese
terror, comedia, acción, drama, todos y cada uno de ellos tienen características que
los identifican con sus similares y otros más que los diferencian. Estos elementos y
la forma en que se utilizan dan paso a la clasificación según la categoría, sea
clásico, moderno o posmoderno, que está relacionada en parte con los elementos
y en otra por el desarrollo de creación y de innovación en la producción
cinematográfica. Las propuestas fílmicas que damos en cada categoría están
sujetas a debate debido a la complejidad de la propia clasificación (recordando a los
dos clasificadores).
Lo más importante es que queda claro que los propios proceso de clasificación no
pueden quedar en un ámbito meramente académico y teórico, sino que tiene la
obligación de ir a los consumidores y a los productores y debe surgir de los mismos.
Esos son algunos de los requisitos que conllevan estos productos sombólicos.

Bibliografía.

 Altman, Rick, “Los géneros cinematográficos”, Barcelona, ed. Paidós, 2000

 Casetti, F. & Di CHio, F., 1991. Cómo analizar un film. Barcelona: Paidós.

 Thompson, John B. “Ideología y cultura moderna”, México, ed. UAM-X, 2002

 Ministerio de Educación de España, “Géneros cinematográficos”, encontrado


el 31/05/2015 en:
http://recursos.cnice.mec.es/media/cine/bloque4/index.html

 Marx, Karl, “El capital”, México, ed. FCE, 1980.

 “Trick” (1999), EU, Roadside attractions & good machine production, Director
Jim Fall, duración: 89 minutos

 “La vida precoz y breve de Sabina Rivas”, (2012), México, Director Luis
Mandoki, duración: 115 minutos.

 “El día después de mañana” (2004), EU, Century Fox, Drector Roland
Emmerich, duración: 124 minutos.

 Zavala, Lauro, “Cine clásico, moderno y posmoderno” en Razón y Palabra,


*bimestral Ago-Sep 2005, número 46.

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