Está en la página 1de 2

Los Zulúes.

A pesar de que los zulúes tienen su apogeo militar durante la segunda mitad del siglo XIX
debemos de pensar en ellos como en un pueblo de la antigüedad, aunque no por ello menos
interesante y precisamente por ello más digno de admiración debido al poderío de los
enemigos que enfrentó y en tan desiguales condiciones.

El primer rasgo a destacar de ellos son los fuertes lazos que los mantienen cohesionados pues
son prácticamente de carácter familiar y ancestral ya que a alcanzar la dignidad de guerreros
se les hace sentir como parte de una institución en la que la fuerza de todos sus integrantes
presentes y pasados reside en cada uno de los guerreros admitidos y que son admitidos con
beneplácito por los mismos, compartiendo sus experiencias y glorias.

El artífice de este ejército es Shaka Zulú quien no solo es para ellos un líder militar sino que es
el creador de su idiosincrasia militar, tácticas, armas, etc. Shaka empezó por establecer la
rigidez de la disciplina militar en unos guerreros valientes en el combate pero carentes de
espíritu de cuerpo, para ello estableció una autentica academia militar en la que los reclutas
nuevos eran separados por grado e instruidos por aquellos de “grado” inmediatamente
superior. Esto tenía un doble efecto pues por una parte afirmaba el conocimiento de los
instructores y les infundía confianza y por otra afirmaba el respeto y la obediencia hacia sus
superiores de los instruidos además de servirles como aliciente para superarse y estrechaba
sus lazos de hermandad.

Un aspecto sumamente fascinante es la especialización y funcionalidad de sus armas, Su


homogenización y el desarrollo de movimientos y técnicas especiales para su utilización, artes
marciales en toda regla, ello explica por qué sus armas son ligeras y de manufactura sencilla.

Este tipo de armas en sí mismas ya acarrean una ventaja estratégica, pero combinadas con las
capacidades y estilo de lucha de los zulúes atraían también una gran ventaja táctica pues no
solo cumplían las funciones que nominalmente tenían asignadas sino que adicionalmente
realizaban alguna otra de igual o mayor valor. Un ejemplo de ello es su escudo, útil para
desviar casi cualquier tipo de ataque pero utilizado también para obstruir la línea de visión del
enemigo y ocultarle en que momento y dirección se ha iniciado un ataque y de que naturaleza
es, acortando muchísimo su tiempo de reacción y poniéndole en desventaja. Algunas otras
armas como sus “Knobkierrie” eran utilizadas de tal forma que el final de un golpe de ellas
preparaba el camino para otro ataque.

La eficacia del sistema de instrucción y su cadena de mando queda plenamente demostrada en


la rápida expansión territorial y el aumento en el número de efectivos del ejército zulú que
prácticamente se multiplico por diez en apenas una generación, al conquistar, asimilar e
integrara a los reinos vecinos y convertirlos en zulúes al enseñarles a pelear como ellos. Sus
tácticas no son muy diferentes a las usadas por las infanterías de la antigüedad y la Edad
Media en el Mediterráneo y Europa por lo que la guerra de asedio, las emboscadas, los
hostigamientos y desde luego, las batallas en campo abierto no tenían secretos para ellos.

Desgraciadamente al hallarse en pleno siglo XIX se vieron impotentes ante la superioridad


tecnológica y material de los ingleses que en 1879 se lanzaron a la conquista de Sudáfrica para
controlar los enormes yacimientos de diamantes y oro existentes en la región. La campaña no
fue fácil para los británicos, pues una primera invasión fue casi exterminada en la Batalla de
Isandhlwana, pero la flota británica podía llevar refuerzos, víveres y municiones en cantidad,
aunado a esto los británicos auxiliados por sus rifles platearon de ahí en adelante batallas a
larga distancia anulando así la ventaja de los zulúes en el cuerpo a cuerpo y explotando al
máximo la capacidad y precisión de sus rifles. Al final los zulúes dejarían de existir como pueblo
soberano y su reino habría de extinguirse, pero su recuerdo se mantiene como el último grito
de guerra de los grandes pueblos guerreros del África subsahariana.

También podría gustarte