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El entonces Valle del Maíz sufrió algunas contingencias, el 13 de febrero del año
1746 se quemaron todos los libros del Archivo y buena parte de la construcción del
templo católico, el techo era de paja y todo lo que era de madera ardió, sólo
quedaron los adobes ahumados.
Para el año de 1789 el templo llevaba ya un gran avance, una de las esculturas, la
titular, la de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, supuestamente fue
esculpida por Manuel Tolsá y según cuenta la leyenda. Se dice, que más o menos
por el año de 1791, cuando estaba a punto de terminarse el templo, don Florencio
Barragán un personaje de los más ricos de la comarca, en uno de sus viajes de
política y negocios a la Ciudad de México vio por casualidad al gran artista Manuel
Tolsá, quien era un arquitecto y escultor español muy famoso y que en la Ciudad de
México ya casi terminaba la escultura de la Purísima Concepción e iban a llevarla a
la Catedral de Guatemala, ya que de allá la habían encargado, se cuenta que el
señor Barragán convenció al escultor de que se la vendiera, pero ya al tenerla no
sabía qué hacer, si donarla a la iglesia del Valle del Maíz. don Felipe Barragán, como
poderoso de aquel tiempo, mandó traer dos esculturas, la de la Purísima Concepción
y la del Santo Entierro a Guatemala, ya que ese lugar tenía fama de que había
buenos escultores, total, que las dos esculturas fueron compradas y llegaron a la
capital de la Nueva España, las recibió ahí don Felipe y las envió en una carreta con
destino al Valle del Maíz, pero al pasar por Alaquines la carga se puso muy pesada,
tan pesada que se sumieron las ruedas de la carreta en la tierra y ésta se detuvo,
le picaban con el gorguz a los animales, les daban latigazos, pero nada, la carreta no
pudo salir, entonces se les ocurrió bajar la escultura del Santo Entierro para liberar
de peso a la carreta, pero cuál fue su sorpresa que al tomarla era demasiado liviana,
la depositaron en la iglesia de la Villa de Alaquines supuestamente temporalmente,
pero debido a lo sucedido nadie se atrevió a cambiarla y como si fuera un mandato
de la Purísima Concepción el Hijo se quedó en la Villa de Alaquines y después la
carreta pudo caminar fácilmente hasta llegar la escultura de la Purísima Concepción
a la iglesia del Valle del Maíz y a través de cientos de años los pueblos siguen
venerándolas con profunda devoción.
Esta peregrinación a caballo en la que participan personas de todas las edades sigue
una tradición. Se dice que la primera peregrinación de San José de los Montes,
mpio de Alaquines hacia el Valle del Maíz, se debió realizarse el 8 de diciembre de
1790, hace 6 años el Sr. José O. Mendiola R., coordinador de peregrinos a caballo,
reinicio esta peregrinación a caballo, para seguir manteniendo la hermandad de esto
dos municipios y sus feligreses, en fecha tan importante para el pueblo maicense.
“Todo gracias a Dios ha salido bien, bendito sea Dios no hemos tenido problemas de
nada, la única experiencia es que cada día más la gente nos sigue apoyando y es lo
bueno que estamos aquí para seguir haciendo la peregrinación que ya es una
tradición”, siempre lo dice Don José O. Mendiola.
Luego de un largo camino, los peregrinos entraran a Ciudad del Maíz, por la calle
Zaragoza a la altura de la esquina del Moro hasta llegar al atrio de la Parroquia de
Nuestra Purísima Concepción del Valle del Maíz, donde se celebra la Eucaristía
presidida por el Sr. Obispo de Matehuala. Don José O. Mendiola estaba convencido
de que las peregrinaciones a caballo “son expresiones de la fe del pueblo, el pueblo
sencillo expresa su fe así, y que bueno que Dios nos bendiga a todos y nos ayude a
defender nuestra fe, de creyentes y que nos conserve la amistad con Dios que es lo
que se necesita”
Que Dios y su Inmaculada madre “La Purísima Concepción del Valle del Maiz,
bendiga a Don José O. Mendiola R. que en paz descanse.