Está en la página 1de 26

CULTURA

Los 25 escritores más famosos de la Historia, de Charles Dickens a Shakespeare

o ROSA BALLARÍN

o Facebook

o tter

o Linkedin

o Enviar por email

 31 MAY. 2023 - 16:50

Ashim D'silva/unsplash

Los 16 escritores españoles más vendidos

15 escritores españoles actuales que debes leer

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que todo el mundo los conoce, aunque es probable
que muchos no hayan leído nunca un título suyo. Su legado narrativo, no obstante, es inalterable
al paso de los siglos, igual que su influencia. Sus obras llenan los libros de texto desde que
nuestros antepasados iban a la escuela en blanco y negro. Hay premios literarios
importantísimos que llevan con gloria sus nombres. También plazas, calles y avenidas de grandes
y diminutas ciudades. Las generaciones de narradores posteriores a ellos han usado su ejemplo y
docto saber como espejo en el que inspirarse. Y, sobre todo, la historia, eso que archiva nuestra
evolución como especie humana, les ha hecho un justo sitio en el olimpo de los dioses de la
literatura.

Recordamos a los escritores más célebres de todos los tiempos, inmortales e imprescindibles a la
par. Quiénes son sus personajes, hechos de codicia o de amor, y por qué estamos moralmente
obligados a memorizar sus apellidos. Pasamos lista alfabética, aunque no estén todos los que son,
sí son los que están.

Edgar Allan Poe (Boston, EEUU, 1809-Washigton, 1849).

Novelista, poeta, crítico y periodista, es uno de los maestros del relato corto, que prácticamente
inventó él. Del mismo modo que se puede considerar que es el creador de la novela negra, ya que
renovó el género gótico, con particular incidencia en los cuentos de terror. Su influencia en
generaciones posteriores es innegable. A pesar de que tuvo una existencia corta, sus títulos son
muchos y buenos, igual que su vida, dotada de grandes contrastes como ser militar, escribir poesía
y morir de alcoholismo. El cuervo, El gato negro, sus Cuentos únicos... Un legado que sigue vivo.
Edgar Allan Poe

Jane Austen (Steventon, Reino Unido, 1775-Winchester, 1817).

Esta prolífica escritora fue, en gran medida, pionera de la literatura femenina. Sus mujeres,
sometidas a rígidas normas protocolarias y abocadas a casarse por conveniencia, reunían, sin
embargo, toda la dialéctica más exigente para enfrentarte a los hombres que no amaban y a los
padres opresores. Su estilo sinuoso y a la vez profundo, la convirtió en la gran dama de la narrativa
de su época, porque utilizaba la comicidad, la sensibilidad y el sarcasmo con idéntica habilidad.
Suyas son Orgullo y prejuicio, Sentido y sensibilidad, Emma y Persuasión, por citar algunas de sus
joyas.

Jane Austen

Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares, 1547- Madrid, 1616).


Dicen las crónicas literarias que El Quijote fue la primera novela moderna de la Historia. Poco
importa en realidad, porque lo que sabemos es que sin ella no se entendería ni el antes ni el
después de un escritor fundamental, solo superado en ventas por la Biblia. Fue Cervantes a
partes iguales soldado, viajero, político, narrador y preso, todo lo cual le proporcionó una fecunda
imaginación. Su vasta obra ha dejado huella en el teatro, la poesía, las novelas de viajes, las de
caballerías, las de tributo a los clásicos...

Quizás lo resuma todo que después del Nobel, lo más excelso para un escritor en lengua hispana
es ganar el Premio Cervantes. Su bibliografía necesaria incluye, además de El ingenioso hidalgo
don Quijote de la Mancha, sus Novelas ejemplares, La Galatea y Los trabajos de Persiles y
Segismunda, entre otros cientos de tesoros.

Miguel de Cervantes.

Agatha Chistie (Reino Unido 1890-1976).

En pleno auge y debate sobre la novela negra, no nos cuesta en prendas reconocer que si hay o
hubo una precursora del género, una gran madre del misterio, ésta era ella, la escritora inglesa
más prolífica y vendida de la historia. De su prodigiosa inventiva salió una figura estelar entre los
detectives literarios del mundo, el sagaz Hércules Poirot, hoy divina inspiración para otros
investigadores y para el cine. Aunque se divorció de su primer marido, mantuvo su apellido hasta
el fin de sus días. Con él firmó títulos tan archiconocidos como Muerte en el Nilo, Diez Negritos y
Testigo de cargo.
Agatha Chistie

Paulo Coelho (Río de Janeiro, 1948).

Es uno de los escritores más leídos del mundo, con más de 320 millones de libros vendidos en 170
países y traducciones en 88 lenguas. Sólo El alquimista, su obra más insigne, está en el pódium de
los best sellers de la literatura contemporánea. Por medio de personajes que se buscan a sí
mismos, el brasileño ha hecho de la identidad, del bien y del mal todo un código literario. Su estilo
se basa en la percepción de que el ser humano es bondadoso y sólo debe seguir su camino para
encontrar la perfección espiritual.
Paulo Coelho

Charles Dickens (Reino Unido, 1812-1870).

No hay Navidad que se precie sin el señor Scrooge caminando solo y fantasmal bajo la nieve de
Londres. Nos referimos a su infalible Cuento de Navidad, un relato sobre la miseria del hombre
encarnada en una de las figuras más seguidas y odiadas del escritor inglés. Quizás porque él y su
familia pasaron muchas penurias, Dickens consagró buena parte de su obra a denunciar las
condiciones lamentables en que vivían las clases más humildes. A él le debemos joyas como Los
papeles póstumos del club Pickwick, Grandes esperanzas, Oliver Twist, David Copperfield y sobre
todo, Historia de dos ciudades.

Charles Dickens

Ken Follet (Cardiff, Reino Unido, 1949).

Los pilares de la tierra (1989), su libro más universal, repite año tras año en las listas de los más
vendidos. Este título es la cúspide de un imperio basado en una lograda combinación entre el
suspense y la historia. Follet, una máquina de escribir, arrolla por donde pasa. Y lo mejor es que su
imaginación no tiene límites ni freno alguno. Un mundo sin fin, la clave está en Rebeca o Nunca, el
último, están en una lista infinita de éxitos.
Ken Follet

Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, 1898-1936).

La voz poética española más conocida en el mundo, con permiso de Antonio Machado, ha dado
lugar a un adjetivo y a una categoría: el género lorquiano. Su vida y su muerte, sus sueños y sus
empeños, la lucha por reivindicar su homosexualidad y contra la desigualdad siguen alimentando
la producción literaria actual. Su figura y sus versos, también sus potentes piezas de teatro, se
versionan y se reinterpretan sin cesar. Pocos autores han estado siempre tan de moda y son tan
obligados como aldabonazo social. Una última adaptación es La casa de Bernarda Alba, en el Teatro
Fernán Gómez de Madrid, a cargo de José Carlos Plaza. Poeta en Nueva York, Doña Rosita la
soltera, Yerma... hasta el infinito y más allá.

Federico García Lorca.

Gabriel García Márquez (Colombia 1927-México 2014).

Que le dieran el Nobel de Literatura (1982) era lo menos que se podía esperar para un escritor que
lo hizo todo, literariamente hablando, en su continente. El colombiano Gabo se inventó un
universo de ensoñación que traspasó las fronteras y aglutinó a otros escritores bajo la rica capa del
realismo mágico. Su incomparable Cien años de soledad, con el coronel Aureliano Buendía a la
cabeza del pelotón, es la espina dorsal sobre la que se asienta un lenguaje único de ecos caribeños,
húmedo como la lluvia y luminoso como el cielo azul. La hojarasca, El coronel no tiene quien le
escriba, La mala hierba, El amor en los tiempos del cólera... Para qué vamos a elegir.
Gabriel García Márquez

Ernest Hemingway (EEUU 1899-1961).

Uno de los principales novelistas y periodistas americanos fue víctima de su propia leyenda, tejida
a base de excesos y dudas. Su pasión por España, como combatiente en la guerra civil y como
amante de la fiesta taurina, fue una de sus señas de identidad, así como su batalla contra el
alcoholismo y su trágico suicidio. De prosa sencilla y rotunda, sus cuentos primero y sus novelas
posteriormente están consideradas como las representantes de un tipo de realismo nuevo. El viejo
y el mar y Por quién doblan las campanas están en el cénit de la narrativa mundial. Recibió el
Nobel de Literatura en 1954.
Ernest Hemingway

Patricia Highsmith, (Texas, EEUU, 1921-Lugarno, Suiza, 1995).

Su compleja vida personal (era introvertida, lesbiana en tiempos de ocultación y alcohólica), un


carácter forjado a base de desgracias y una capacidad narrativa extraordinaria la llevaron a ser una
las mejores escritoras del siglo XX, con un dominio aplastante de la novela negra y sicológica,
como El talento de Mr. Ripley. Su fuerza es tan poderosa, que su editorial en España, Anagrama
publicó el pasado año sus Diarios, un tomo basado en cuadernos encontrados tras su muerte, que
se transformó en el acontecimiento literario de 2022.
Patricia Highsmith

Víctor Hugo (Francia 1802-1888).

Con dejar escrita Los miserables (1862) este escritor mayúsculo galo podría haberse muerto
tranquilo. Pero resulta que su legado no contemplaba solamente la obra maestra del esclavo Jean
Valjean y su hija Cossette. Nuestra señora de París es otra pieza cumbre de la literatura mundial de
todos los tiempos, mil veces adaptada en cine y televisión y usada como la mejor guía para
adentrarnos en el París desigual de ese siglo. Hugo, que también fue diputado durante la II
República francesa, personalizaba la épica, el romanticismo y la conciencia social.

Victor Hugo

James Joyce (Irlanda 1882-Suiza 1941).

Amado y despreciado a partes simétricas, el escritor dublinés fue un agitador de la lengua con su
estilo vanguardista, desconocido hasta su irrupción con el Ulises (1922). Extensa e intensa, esta
obra, que la mayoría dice no ha podido concluir de leer, parte de la Odisea de Homero y recoge las
aventuras en Dublín de Leopoldo Bloom a lo largo de un día, el 16 de junio de 1904. Tal es la
influencia que este personaje ha causado en la sociedad dublinesa, que todos los 16 de junio se
celebra el Bloomsday, una jornada festiva y animada en honor del escritor y su personaje estrella.
Pero Joyce escribió otros libros igual de ilustres, como Dublineses y Retrato del artista adolescente.
James Joyce

Franz Kafka (Chequia 1833-Austria 1924).

Todos nos hemos sentido alguna vez Gregorio Samsa, el protagonista de su novela La
metamorfosis, que se ve convertido de repente en un escarabajo, toda una metáfora de la
incomunicación entre los seres humanos y su desaparición. Este fue uno de los personajes
cruciales del escritor bohemio de lengua alemana, uno de los más influyentes del siglo XX por este
y otros títulos universales. Camus, Borges, Sartre... admitieron haberse dejado tentar por este
poderoso influjo de un escritor que tenía como temas predilectos los conflictos entre padres e
hijos, el existencialismo, la violencia sicológica, la culpa, el absurdo y la burocracia.
Franz Kafka

Stephen King (Maine, EEUU, 1947).

Se puede afirmar con rotundidad que es el rey absoluto de la ciencia ficción y el padrino de un
género que ha dignificado, popularizado y rentabilizado. Su obra ha vendido más de 500 millones
de libros, muchos de los cuales han sido adaptados al cine y a la televisión en formatos exitosos. A
pesar de ser denostado por activar la parte más comercial de la literatura, tiene casi todos los
premios importantes. Y sobre todo, mantiene año tras año, el fervor del público. Carrie, El
resplandor, Misery, La cúpula... llevan su firma.
Stephen King

Félix Lope de Vega (Madrid 1562-1635).

Se podría decir que el Siglo de Oro de las letras españolas lo inventó él. Se convirtió en uno de sus
mayores exponentes junto a Tirso de Molina y Calderón de la Barca. Fue amigo de otro relevante
autor del Barroco español, Quevedo, pero estaba enemistado con Luis de Góngora y con Cervantes
practicaba una rivalidad sin tregua. Su obra se contabiliza aproximadamente en 3.000 sonetos, tres
novelas largas, cuatro cortas, nueve epopeyas, tres poemas y varios cientos de comedias de todos
los géneros, entre ellas Fuenteovejuna, largamente representada en todos los teatros del mundo.

Félix Lope de Vega

Herman Melville (Nueva York- 1819-1891).

Una sola obra bastó para que este autor norteamericano, viajero y explorador, se ganara un sitio
en el altar de los inolvidables: Moby Dick. Describe esta la travesía de un barco ballenero en la
obsesiva persecución de un cachalote blanco y es, por encima de todo, una enciclopedia detallada
de la vida marinera de la época. La paradoja es que este título, que posicionó a Melville entre los
grandes, no tuvo el menor éxito comercial cuando fue publicada, en 1851. Aunque publicó otros
libros igualmente espléndidos, como Bartleby, el escribiente, y la novela Benito Cereno, el éxito le
dio siempre la espalda. Hasta el punto de que abandonó la escritura para convertirse en agente de
aduanas.
Herman Melville

Pablo Neruda (Chile, 1904-1073).

Ricardo Neftalí Reyes (su verdadero nombre) es en esencia, el poeta más conocido de su
continente, Sudamérica, y casi del mundo entero. A una vasta obra lírica premiada con el Nobel en
1971, se le une un destino ligado al comunismo y al golpe de estado que derrocó a Allende.
Cuando pensaba exiliarse de Chile a México, murió repentinamente, en lo que parece fue un
envenenamiento de sus oponentes políticos. Los versos más tristes son suyos, desde luego, pero
también fue mérito de Neruda dar a conocer una tierra por la que pocos escritores han hecho
tanto solo a golpe de verso.
Pablo Neruda

Marcel Proust (Francia, 1871-1922).

Una madalena y una saga sobre el tiempo han bastado para que este escritor enfermizo,
paradójicamente hijo de un médico, sea uno de los clásicos modernos más trascendentales.
Aunque escribió varios libros, después de abandonar los estudios de Derecho y Ciencias Políticas,
fue la muerte de su madre lo que le hizo sentarse a construir una de las maravillas de la literatura:
En busca del tiempo perdido (1913-1927). Siete volúmenes de tintes autobiográficos, una pieza
mastodóntica y esencial de la literatura francesa y mundial, donde el autor, homosexual, explora
sus propios sentimientos y retrata la sociedad de su tiempo. También es suyo Jean Santeuil
(póstumo), y Los placeres y los días.

Marcel Proust

William Shakespeare (Reino Unido 1564-1616).

El más grande escritor en lengua inglesa de la historia murió, como otro gigante, Cervantes, el 23
de abril del mismo año, una coincidencia más si consideramos que los que les unió realmente fue
su impresionante legado cultural. Sólo sus poesías le hubieran podido dar el pasaporte a la
posteridad, pero fue su genio teatral el que le puso el calificativo del mejor de todos los tiempos.
Considerado el padre del teatro moderno, de su cabeza infatigable salieron títulos como Hamlet,
Romeo y Julieta, Macbeth, Otelo, El sueño de una noche de verano... El escritor inglés ha sido
versionado y representado en el cine y el teatro millones de veces. Y así seguirá siendo.
William Shakespeare

Mary Shelley (Londres, Reino Unido 1797-1851).

Puede resultar extraño que de la mente de una casi adolescente saliera una de las criaturas más
fascinantes de todos los tiempos: Frankenstein. Pero así fue. Contaba apenas 18 años cuando de
una noche con amigos, entre los que estaba Lord Byron, esta niña precoz desarrollara un relato
sensacional, cumbre de la literatura gótica. Hija de un escritor y de una avanzada feminista, de su
mente sólo podía salir algo magistral. Como lo fue también El moderno Prometeo.
Mary Shelly

Leon Tolstoi. (Rusia, 1828-1910).

Solo con la escritura de Guerra y Paz, este enorme autor debería haberse consagrado como uno de
los más célebres del mundo. Pero a este imprescindible título se añaden muchos más salidos de su
cabeza y de su pluma, en particular, Anna Karenina, otro libro fundamental de la literatura rusa y
planetaria. Culto, pobre, tremendamente reivindicativo de la justicia social de su
tiempo, Tolstoi describió todas las capas de la sociedad rusa, con sus contradicciones y errores,
también con su esplendor.

Leon Tolstoi

Julio Verne. (Nantes, Fracia, 1828-Amiens, 1901).

Pocos autores han tenido una visión del futuro tan atinada como la que plasmó este grande de la
prosa francesa. De su mente creativa salieron viajes imposibles, viajes en globo, submarinos
inexistentes entonces, naves voladoras... Para mucho, Verne representa la quintaesencia del
ilusionismo, solo que todo aquello que pronosticó, se ha hecho con los lustros, realidad. 20.000
leguas de viaje submarino o La vuelta al mundo en 80 días son tan nuevos como si los hubiera
redactado ayer.
Julio Verne

Oscar Wilde (Dublín, 1854-París 1900).

El escritor irlandés se fue de este mundo tal y como había vivido, por encima de sus posibilidades.
Así lo admitió en su lecho de muerte, después de una existencia prolífica y de cárcel, debida a las
acusaciones de homosexualidad que él siempre negó. Fue un maestro de la dramaturgia con piezas
como La importancia de llamarse Ernesto; un poeta excepcional y un cuentista de aguzado ingenio.
Viajero y periodista, publicó una única y elogiada novela: El retrato de Dorian Gray. A pesar de que
fue aplaudido y se convirtió en el adalid del hedonismo, sus últimos días parisinos los pasó en la
indigencia. Entre sus muchas frases célebres figura una que resume muy bien su evolución: "Escribí
cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo que escribir. La vida no
puede escribirse; solo puede vivirse".

Oscar Wilde

Virginia Woolf (Inglaterra 1882-1941).

Si su contemporánea Christie podría ser elegida por votación popular la creadora de lo noir, ella, la
londinense Woolf lo es del movimiento feminista, al menos, en terreno literario. Su ensayo Una
habitación propia reivindicó el papel de la mujer como ente creador y puso en evidencia todas las
dificultades que el género femenino tenía que afrontar en el estallido del siglo XX. Reconocida por
la crítica y admirada por su osadía, se quitó la vida sumergiéndose en un río con piedras en los
bolsillos. Las olas, La señora Dalloway... recogen en parte fragmentos de su rica personalidad, entre
el trastorno y la genialida

También podría gustarte