Fin de las vacaciones: Evita riesgos psicosociales en la vuelta al trabajo
El síndrome postvacacional es algo que, de una forma u otra, nos afecta a todas las personas tras el regreso a la rutina después de unas vacaciones. Niños y mayores lo sufrimos alguna vez en nuestra vida y en mayor o menor medida. Pero, ¿cómo podemos controlarlo y hacer que la vuelta sea más llevadera? ¿Qué es el síndrome post vacacional? Todavía a día de hoy, no existe consenso sobre qué es el síndrome post vacacional o si este existe en realidad o es solo una invención de la sociedad actual. El famoso síndrome post-vacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional, es un concepto que describe la ansiedad o presión emocional que sentimos cuando comenzamos el proceso de readaptación a las tareas laborales después de un período de vacaciones. Dicha readaptación supone cambios de horarios, de rutinas, de obligaciones y de estilo de vida en general. En la mayoría de personas la vuelta a la rutina después de las vacaciones no supone ningún problema, sin embargo, si hay a quienes les afecta más el cambio drástico y sufre lo que conocemos como estrés postvacacional del que hablamos. ¿Cómo evitar los efectos de la vuelta a la rutina? ¿Es cierto que existe lo que comúnmente conocemos como síndrome post-vacacional? ¿Sabemos exactamente qué es? Lo primero es que hay que tener en cuenta que no es una enfermedad ni ninguna patología, simplemente es un problema o dificultad en la adaptación cuando volvemos de las vacaciones. Generalmente dura entre 2-3 días hasta 21 días en algún caso más excepcional y hay estudios que dicen que puede afectar a entre un 20 y un 30% de los trabajadores. ¿Cómo afecta el síndrome postvacacional a los trabajadores? Como puede verse y como se recoge en varios estudios, los síntomas más comunes que afectan cuando la gente vuelve de vacaciones pueden ser tristeza, apatía, que es esa falta de ganas por hacer cosas; falta de energía, bajo estado de ánimo... Hay veces que hay incluso síntomas físicos, como dolor muscular, dolor de cabeza, o incluso síntomas digestivos. Se puede ver afectado el apetito y, sobre todo, el sueño. Y, además, pueden presentarse síntomas como la falta de concentración, sobre todo los primeros días, y, en ocasiones, ansiedad o irritabilidad. Es habitual que, aquellas personas que tienen una sintomatología ansiosa en su vida en general, la vuelta al trabajo les resulte más problemática que a otras personas. Luego hay quienes son muy planificadores o controladores y son más propensos a sufrir este tipo de síndrome.
Ing. Marian Ch Rodella D
Charlas de Seguridad Ocupacional
¿Qué debemos tener en cuenta?
Hay que tener en cuenta que, cuanto más largas sean las vacaciones, es más probable que la persona tenga dificultades al volver, porque ha desconectado más, le ha dado tiempo a crear más hábitos diferentes, y volver a una nueva rutina es mucho más difícil. Digamos que 15 días o menos es lo ideal para que la vuelta al trabajo sea lo menos dura posible para el personal. ¿Qué podemos hacer para evitar que aparezca? Podemos hacer muchas cosas que pueden ayudar, lo importante y una de las cosas principales es intentar no volver al trabajo de golpe, intentar ir despacio. Por ejemplo, si nos hemos ido de vacaciones a otra ciudad o incluso a otro país, no volver el día de antes de incorporarnos al trabajo, sino volver, por lo menos, dos o tres días antes para que nos dé tiempo a regresar a casa, a organizar todo y a hacer ciertas tareas como, por ejemplo, ir a la compra para que luego no se junte con el primer día de trabajo. Otra de las cosas que se pueden hacer es intentar regular los horarios de sueño también unos días antes. La forma de hacerlo es acostarnos a la hora que nos acostaremos en nuestro horario habitual. Por otra parte, mantener los hábitos saludables también es importante. Aunque, si hemos estado bastante relajados en este sentido durante las vacaciones, deberemos incluir la alimentación y el deporte de nuevo en nuestra rutina de forma progresiva. Asimismo, marcarse pequeños objetivos diarios también sería una tarea bastante beneficiosa. Ya que puede ayudar a no sentir esa ansiedad.
¿Qué se puede hacer a nivel interno?
Es cierto que el síndrome, además de afectar a los trabajadores, afecta a la empresa. Entonces, es algo que deberían tener en cuenta también los jefes, digamos, y que puede jugar, incluso, a su favor. Hay cosas que pueden hacer, para evitar esa falta de productividad. Por ejemplo, algo que se recomienda siempre es que, si es posible, el trabajador no vuelva de las vacaciones un lunes, porque, quizás, la semana se le va a hacer muy larga. Y, además, intentar también ir escalonando los objetivos, comenzar el primer día de vuelta de vacaciones con objetivos sencillos e ir aumentando la intensidad de los mismos conforme pasan los días.