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LÍQUIDO AMNIÓTICO

El líquido amniótico constituye el medio adecuado para el desarrollo del embrión y del feto
hasta que tiene lugar el parto. Está compuesto p o r gran cantidad de sustancias orgánicas e
inorgánicas en cuya producción tienen un papel importante tanto la madre como el feto, ya que
éstos aportan la mayor parte de estos compuestos.

La presencia de LA en la gestación permite un desarrollo normal del:

 Tracto respiratorio.
 Tracto gastrointestinal.
 Tracto urinario.
 Sistema musculo esquelético.
 Crecimiento en un ambiente controlado y estéril.

Funciones del LA:

 El medio en el que el feto se mueve libremente.


 Protección mecánica contra las agresiones externas.
 Mantiene la temperatura y pH fetal uniforme.
 Protección del feto contra las Cs US.
 Ambiente óptimo para el crecimiento y desarrollo.
 Medio útil para valorar la salud y madurez fetal.
 Medio para aplicación de medicamentos al feto (casos especiales).

Componentes del LA

Alrededor del 99% del líquido amniótico está constituido por agua, pero además contiene una
gran cantidad de sustancias disueltas. Al igual que el volumen, la composición varía a lo largo de la
gestación. En u n principio es muy similar al plasma materno, pero a medida que avanza la
gestación, el feto desempeña un papel más importante en su composición.

 Dentro de los elementos inorgánicos encontramos electrólitos muy similares a los que
contiene el suero materno, como sodio, potasio, cloruro, calcio, magnesio, fósforo, cinc y
hierro.
 Proteínas: son muy abundantes, especialmente dos sustancias proteicas, como el factor
humano de crecimiento epidérmico (h-EGF), por el papel que puede desempeñar en el
desarrollo fetal, y las citosinas (principalmente las IL-1, IL-6 e IL-8 y el factor de necrosis
tumoral [TNFl), que tienen su cometido en la infección y el desencadenamiento del p arto
 Enzimas, como la fosfatasa alcalina, que aumenta sus valores a lo largo de la gestación; la
amilasa, que aumenta de forma brusca a partir de la semana 36 con la madurez pulmonar;
y otras, como la cistinoaminopeptidasa y la acetilcolinesterasa, que suele incrementarse
en defectos del tubo neural.
 Hormonas, entre las que destacan la tiroxina, la insulina, la renina, la oxitocina, la
prolactína, el lactógeno placentario, la hCG, los estrógenos y la progesterona. La mayoría
de estas hormonas son producidas por la placenta, y por difusión pasan al líquido
amniótico, donde tienen funciones determinadas.
 Elementos fetales, que pueden ser células descamadas de las mucosas y de la piel.
 Otras sustancias: la urea, la creatinina, el ácido úrico, la bilirrubina, las prostaglandinas y
las vitaminas.

Formación del LA.

En la primera semana, mientras el embrión se prepara para el final de la implantación, otro evento
importante del desarrollo está ocurriendo en la masa celular interna. Inicialmente homogéneas,
las células de la masa celular interna divergen en dos linajes distintos: las que formarán el
hipoblasto o endodermo primitivo, un linaje de células extraembrionarias y aquellas que formarán
el epiblasto, un linaje que producirá principalmente células del propio embrión.

 Las células del hipoblasto adoptan las características de las células epiteliales poco
después de su formación y forman una capa delgada, inmediatamente por debajo del
epiblasto.
 Las células del epiblasto también se configuran en una organización epitelial, que a veces
se conoce como el escudo embrionario.

Las capas juntas forman un disco plano. Al mismo tiempo una cavidad pequeña aparece dentro del
epiblasto. La cavidad se agranda para transformarse en la cavidad amniótica. Las células del
epiblasto adyacentes al citotrofoblasto reciben el nombre de amnioblastos. Junto con el resto del
epiblasto revisten la cavidad amniótica. Para este momento el estroma endometrial adyacente al
lugar de la implantación está edematoso y muy vascularizado. Las glándulas, grandes y tortuosas,
segregan abundante glucógeno y moco.

Conforme se forma el amnios, el disco embrionario y la vesícula umbilical primaria, aparecen


lagunas (espacios pequeños) en el sincititrofoblasto. Las lagunas se llenan de una mescla de sangre
materna procedentes de los capilares endometriales rotos y de restos celulares procedentes de las
glándulas uterinas erosionadas.

El líquido de los espacios lagunares, denomina dado embriotrofo, llega al disco embrionario por
difusión y proporciona nutrición al embrión.

Por lo tanto, la comunicación entre los capilares endometriales erosionados y las lagunas del
sincitiotrofoblasto establecen la circulación uteroplacentaria primodial.

En la actualidad se acepta que se produce a partir del ectodermo del disco embrionario. La
vesícula amniótica, al crecer, hace desaparecer el celoma extraem brionario, y el amnios se pone
entonces en contacto íntimo con el corion. En su crecimiento, la cavidad amniótica llega a ocupar
todo el útero.

La membrana amniótica recubre la cara interna del corion, la superficie fetal de la placenta y el
cordón umbilical.

Histológicam ente, el amnios está constituido p o r una capa interna formada por un epitelio
cúbico y una capa externa conjuntiva.

El amnios participa activamente en el paso de agua y solutos al líquido amniótico. Al comienzo del
embarazo, las células amnióticas son capaces de producir cierta cantidad de líquido amniótico,
pero posteriormente la membrana corioamniótica (corion y amnios unidos), que recubre la
decidua parietal y capsular fusionada, constituye una importan te zona de paso de agua y solutos
por difusión para la formación de líquido amniótico.

Las células amnióticas producen el Secretory Leukocyte Protease Inhibitor (SLPI) en respuesta a la
concentración de citocinas; el contenido de SLPI en el líquido amniótico puede contribuir al
mecanismo de inmunodefensa en el embarazo.

Producción de LA

Numerosos factores contribuyen a la formación y renovación del LA, durante el primer trimestre,
constituye un dializado de suero materno y fetal. Después de la queratinización de la piel, cerca de
las 22-23 semas de gestación, se considera que el líquido amniótico es de origen fetal, que se
produce diariamente, siendo esta aproximadamente el 30%del peso fetal y que en una gestación a
término varia de 600 y 1200 ml/día

Al principio del embarazo, la cavidad amniótica está llena de un

líquido que es similar en composición al líquido extracelular. Durante

la primera mitad del embarazo, la transferencia de agua y otras moléculas pequeñas tiene lugar a
través del amnios —flujo transmembranoso—; a través de los vasos fetales en la superficie de la
placenta —flujo intramembranoso-—; y a través de la piel fetal —flujo transcutáneo. La
producción fetal de orina comienza entre las 8 y 11 semanas de gestación, pero esto no se
convierte en un componente principal del líquido amniótico hasta el segundo trimestre, lo que
explica por qué los fetos con anomalías letales renales pueden no manifestar oligohidramnios
graves hasta después de las 18 semanas. El transporte de agua a través de la piel del feto continúa
hasta que la queratinización ocurra de las 22 a 25 semanas. Esto explica por qué los recién nacidos
extremadamente prematuros logran experimentar pérdida significativa de líquidos a través de su
piel.

Con el avance de la gestación, cuatro vías juegan un papel importante en la regulación del
volumen del líquido amniótico:

 Primero, la micción fetal es la principal fuente de líquido amniótico en la segunda mitad


del embarazo. Al término, la producción de orina fetal puede exceder 1 litro por día, y
todo el volumen de líquido amniótico se recircula diariamente. La osmolaridad de la orina
fetal es similar a la del líquido amniótico y significativamente hipotónico al del plasma
materno y fetal. Específicamente, la osmolaridad materna y del plasma fetal se aproximan
a 280 mOsm/mL, mientras que la del líquido amniótico es de aproximadamente 260
mOsm/L.
 La hipotonicidad del líquido amniótico es responsable de la transferencia significativa de
fluido intramembranoso a través y hacia los vasos fetales en la superficie de la placenta.
Esta transferencia alcanza los 400 mL por día y es un segundo regulador del volumen de
líquido (Mann, 1996). En el contexto de la deshidratación materna, el aumento resultante
de la osmolaridad materna favorece la transferencia de líquidos del feto a la madre, y
luego del compartimiento de líquido amniótico al feto.
 Una tercera fuente importante de regulación del líquido amniótico es el tracto
respiratorio. Aproximadamente 350 mL de fluido pulmonar es producido a diario al final
de la gestación, y la mitad es deglutido inmediatamente.
 La deglución fetal es el mecanismo principal para la reabsorción de líquido amniótico y
promedia de 500 a 1 000 mL por día. El trastorno de deglución, secundario a una anomalía
del sistema nervioso central o una obstrucción del tracto gastrointestinal (GI), puede dar
como resultado un grado impresionante de hidramnios.
 Las vías restantes son los flujos transmembranoso y transcutáneo, que en conjunto
representan una proporción mucho menor del transporte de líquidos en la segunda mitad
del embarazo.

Eliminación del LA

la producción del líquido amniótico, las membranas ovulares y el cordón umbilical


desempeñan el papel más importa n te en la circulación y el equilibrio del líquido amniótico,
tanto en lo que se refiere al volumen como en su composición, manteniendo u n equilibrio
entre los compartimentos fetales y maternos. Por tanto, ésta es la vía más importante de
eliminación del líquido amniótico para la renovación del mismo. Pero, al igual que cuando
hemos tratado la producción de líquido, él feto tiene también un papel importante mediante
la deglución y la posterior absorción en los aparatos respiratorios y principalmente digestivos
fetales. Se estima que en las etapas finales de la gestación el feto puede deglutir hasta 400 ml
de líquido en un día, de ahí que alteraciones en esta deglución puedan provocar un
desequilibrio en la cantidad de líquido amniótico formado y eliminado.

Cantidad y circulación del LA

La cantidad de líquido amniótico varía según la semana de gestación: el volumen aumenta a


medida que se incrementan las semanas de gestación, ya que también aumenta la cavidad
amniótica que lo contiene. En la décima semana de gestación, el volumen de líquido amniótico
es aproximadamente de 30 mL, que aumenta hasta 50 mL en la semana 12; a partir de
entonces, el incremento en la cantidad de líquido es mucho más notable, de entre 350 y 400
mL en la semana 20, alcanzando el volumen máximo en las semanas 37-38, en las que la
cantidad de líquido amniótico varía entre 700 y 1.000 mL. Posteriormente a estas semanas, y a
medida que nos acercamos a las semanas 41-42, se produce una disminución fisiológica en la
cantidad de líquido amniótico.

Durante el tercer trimestre de embarazo el líquido amniótico se renueva por completo cada 3
horas, y en la gestación a término la tasa de intercambio de líquido puede aproximarse a 500
ml/h. Aunque gran parte del líquido amniótico se intercambia a través de la membrana
amniótica, la deglución fetal es un mecanismo significativo en las fases finales de la gestación,
en las que el feto deglute aproximadamente 20 ml de líquido a la hora. En última instancia, el
líquido amniótico deglutido alcanza el torrente sanguíneo fetal tras su absorción a través de la
pared intestinal. El agua ingerida puede abandonar la circulación fetal a través de la placenta.
Durante el periodo fetal, la orina excretada por el feto contribuye a la formación del líquido
amniótico.
Alteraciones patológicas.

OLIGOHIDRAMNIOS:

Ésta es una cantidad anormalmente disminuida de líquido amniótico. El oligohidramnios


complica aproximadamente del 1 al 2% de los embarazos. Su importancia viene determinada
porque la escasez de LA puede dificultar el crecimiento y los movimientos fetales, así como
producir compresiones fetales y del cordón umbilical, e incluso la muerte fetal. Generalmente
pone de manifiesto la existencia de un trastorno y hace que la gestación deba considerarse de
riesgo.

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