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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales “Rómulo Gallegos”

San Juan de los Morros, estado Guárico

Área de Odontología

RELACIONES INTERMAXILARES

CUBETAS

Relaciones intermaxilares
Es un procedimiento técnico y clínico, con el cual se obtiene un registro físico
de las relaciones funcionales, dinámicas y estáticas intermaxilares, así como
también las dentales del paciente. Los registros interoclusales o intermaxilares son
céntricos y excéntricos, son útiles para realizar el montaje de los modelos de
estudio o de trabajo en los articuladores, también para programarlos y reproducir
las características biomecánicas del aparato masticatorio del paciente.

Tipos de relaciones intermaxilares:

Las relaciones intermaxilares pueden ser reproducidas a través de modelos


articulados en articuladores semi o totalmente ajustables, dichos articuladores
están programados de acuerdo a las características anatómicas, biomecánicas y
funcionales de cada paciente. Existen dos tipos de relaciones intermaxilares

A. Céntrica:
1. Relación céntrica.: es la relación de la mandíbula con el maxilar,
cuando los cóndilos están en la posición más céntrica contra la
eminencia, independiente de la posición dentaria y dimensión
vertical.
2. Relación de máxima intercuspidación: se define como la posición
mandibular lograda cuando los dientes se encuentran
completamente Inter digitados, logrando así que exista el mayor
número de contactos oclusales.
3. Relación de oclusión céntrica: se conoce como la posición de la
mandíbula al morder cuando todos los dientes se juntan.

B. Excéntricas:
1. Relación de laterotrusion derecha: se refiere a la postura en la que
los dientes se desplazan hacia la dirección derecha, en vez de hacia
el centro, cuando la boca está cerrada. Este desplazamiento lateral
se puede ver en la posición normal del cierre, o bien puede ser
provocado por un problema ocular o en la mordida.
2. Relación de laterotrusion izquierda: es el equivalente de la relación
de laterotrusion derecha, pero en el sentido opuesto. Es decir, el
desplazamiento lateral se produce hacia la izquierda, en vez de
hacia la derecha.
3. Relación protusiva: se trata de un desplazamiento hacia delante. Se
puede ver esta condición en la posición normal del cierre o como
una alteración de la posición normal de la mandíbula. La relación
protrusiva puede ser provocada por una mordida abierta, problemas
de la columna vertebral, o un desarrollo facial inadecuado.

Las técnicas de registro de relación céntrica son:


 Técnica de stop anterior o Jig de Lucia.
 Técnica de Ramfjord.
 Técnica de Dawson.

La mandíbula como único hueso móvil, se relaciona con el resto de los huesos
de la cara, a traces de una relación con el hueso temporal, por medio de las
articulaciones temporo-mandibulares, y con el maxilar por medio de las piezas
dentarias. En esta oportunidad nos referimos a las relaciones o articulaciones
interdentarias, lo que determina la manera en que ocluyen el maxilar, la mandíbula
y los dientes, es decir, la oclusión dentaria.

Los arcos dentarios mantienen una relación espacial que debe cumplir con una
serie de condiciones que permitan, además de realizar las funciones (masticación,
fonatorias, deglución, respiración), mantener la salud de las estructuras que los
conforman y dar armonía, soporte y estética al rostro y los tejidos blandos que los
recubren.

Las relaciones intermaxilares, pueden ser:

 De contacto dentario máximo o mínimo, sin movimiento en diferentes


posiciones. Ejemplo, cuando se estudia la posición de máxima
intercuspidación.
 De contacto dentario durante los movimientos. Ejemplo, bordé a borde y
lateralidad.
 Sin contacto entre los arcos dentarios: relación de cercanía durante la
locución o en la masticación de alimento interpuesto .
 En posición postural o reposo. Ejemplo, cuando prestamos atención.

Verticales:

 Oclusión: adecuada armonía entre piezas artificiales en las posiciones


 Descanso: espacio libre interoclusal.
 Dimensión vertical: relación postural de la mandíbula con el maxilar
Horizontales:

 Céntrica: posición estable del cóndilo dentro de la cavidad glenoidea en la


dimensión vertical.
 Protrusión: posición más anterior de la mandíbula con respecto al maxilar.
 Excursiones laterales: izquierda y derecha (trabajo y balance).

Relaciones estáticas o posiciones:

Condilares o articulares

 Relación céntrica

Dentarias o de arcada

 Máxima intercuspidación
 Protrusiva
 Lateroprotusiva

Relaciones dinámicas o movimientos:

Condilares o articulares

 Rotación
 Traslación

Dentaria o de arcada

 Protrusión (guía anterior)


 Lateralidad (guía lateral)

Determinantes anatómicos de la morfología oclusal:

1. Las articulaciones temporomandibulares: guía condílea y distancia


intercondílea.
2. Oclusión de la dentición permanente: guía anterior o incisiva y
plano oclusal( curva de spee).

La relación maxilar-mandíbula se analiza en los tres planos, debiendo considerar


una relación sagital, una transversal y una vertical:
Relación sagital: a nivel dentario, la relación antero-posterior del maxilar y la
mandíbula, esta establecida en el sector posterior, en las conocidas llaves de
oclusión.

Existe una llave molar donde el primer molar superior se relaciona con el
primer molar inferior de tal manera que su cúspide mesiovestibular coincide con
el surco mesiovestibular del molar inferior: y una llave canina, donde el canino
superior ocluye, a través de su vertiente mesial con el canino inferior y por medio
de su vertiente distal con el primer premolar inferior.

En el sector anterior la relación antero-posterior de los dientes está dada por el


over jet, resalte que existe entre los dientes superiores e inferiores en sentido
antero-posterior; se determina así una distancia entre el borde incisal de los
incisivos superiores y la cara vestibular de los incisivos inferiores, cuyo rango
normal está alrededor de 2 mm.

La relación normal maxilo-mandibular en el plano sagital recibe el nombre de


neutroclusión o clase I de Angle. Una posibilidad de alteración de
esta normoclusión en el plano sagital es la llamada distoclusión, donde el
arco inferior ocluye por detrás de lo normal (más hacia distal, lo que le da el
nombre a esta anormal oclusión), también llamada clase II de Angle; a nivel
incisivo puede manifestarse como un aumento del over-jet, o con una alteración
en el plano vertical (un aumento del solapamiento de los incisivos), o ambos. La
otra alternativa de alteración de la oclusión en el plano sagital es la
llamada mesioclusión, donde el arco dentario inferior ocluye por delante de lo
normal, más hacia mesial; corresponde a la clase III de Angle. Ambas alteraciones
oclusales en el sentido antero-posterior pueden ser uní o bilaterales; dando origen,
en el primer caso, a asimetrías oclusales dentoalveolares, que pueden ser de
diverso grado.

Relación transversal:

Lateralmente, la relación maxilo-mandibular presenta una relación dentaria tal


que las cúspides vestibulares de los premolares y molares superiores
sobrepasan lateralmente y en forma simétrica, a ambos lados, a las cúspides
vestibulares de premolares y molares inferiores, cubriendo los tercios oclusales de
las caras vestibulares. La alteración más común de esta relación en el plano
transversal está dada por una relación inversa a la normal, donde los
premolares y molares inferiores sobrepasan hacia lateral a los
superiores, dando origen a una mordida cruzada; puede existir mordida cruzada
uní o bilateralmente.

Por otro lado, la sobre expresión de la relación transversal de los premolares y


molares, esto es que las piezas dentarias superiores sobrepasen
exageradamente hacia lateral a las inferiores, no existiendo una
correspondencia de las superficies oclusales, es bastante más infrecuente.
Esta última alteración está más asociada con trastornos severos del desarrollo del
maxilar o de la mandíbula, caracterizados por una micrognatia mandibular ;por su
parte, la mordida invertida está más asociada a compresiones maxilares
esqueletales o dentoalveolares, uni o bilaterales.

La abertura nasal anterior o abertura piriforme, está limitada en su


mayor extensión por el maxilar y sólo en la región superior por los huesos nasales.
En la parte inferior de la abertura piriforme se observa la espina nasal anterior del
maxilar, en cuya base se ubica el punto craniométrico naso espinal también
llamado subnasal o nasal. La abertura nasal posterior o coanas están formadas por
el borde posterior del vómer, el borde posterior de la lámina horizontal del
palatino, el cuerpo del esfenoides y la placa pterigoidea medial. En la parte
inferior de las coanas se observa la espina nasal posterior formada por los huesos
palatinos, en cuya base se ubica el punto craniométrico estafilino.

Relación vertical:

En los segmentos posteriores la relación vertical está dada por el


encaje recíproco de cúspide a fosa entre los premolares y molares superiores con
los inferiores. En la zona anterior la relación vertical está dada por el over bite,
discreto entrecruzamiento (1 a 3 mm.) de los bordes incisales de los dientes
anteriores, de tal manera que los bordes incisales de los superiores cubren
discretamente la cara vestibular de los incisivos inferiores.
Las disarmonías relacionales entre ambos maxilar y mandíbula en el plano
vertical se pueden dar en dos sentidos: por una parte se pueden traducir en un
aumento del entrecruzamiento de los dientes anteriores, más allá de lo normal, lo
que se conoce como sobremordida, mordida cerrada o mordida en tapa de caja; y,
por otra parte, se pueden traducir en una ausencia de entre cruzamiento de los
incisivos, conocido como mordida abierta anterior, la que puede llegar a tener
dimensiones exageradas, con graves consecuencias fisiopatológicas en la
articulación temporo-mandibular.

El grado de entrecruzamiento de los dientes anteriores, en los planos vertical y


antero-posterior, definirá la inclinación que tendrá el plano de deslizamiento de
los incisivos inferiores sobre las caras palatinas de los incisivos superiores y el
grado de distoclusión canina, cada vez que el individuo realice movimientos
mandibulares excesivos.

Las arcadas dentarias presentan también ciertos patrones de crecimiento cuyo


estudio permite definir ciertos planos, curvas y ejes de desarrollo. Algunos de
ellos son:

CURVAS DE SPEE Y DE WILSON Y PERFILES FACIALES

Curva de Spee: que se define como la curvatura que forma la línea que une las
superficies de oclusión de los dientes, desde el vértice del canino inferior,
siguiendo las cúspides vestibulares inferiores, hasta la cúspide disto vestibular del
último molar inferior.

Curva de Wilson: es una línea curva que se forma en un plano frontal al unir
con una línea imaginaria las cúspides vestibulares y linguales de premolares y
molares inferiores de un lado con las linguales y vestibulares del otro lado.

Plano de oclusión: Es una línea imaginaria que va del borde de los incisivos
inferiores hasta la cúspide disto vestibular de los segundos molares inferiores.
Visto en el plano frontal es paralelo a la línea bipupilar mientras que en plano
sagital es paralelo al plano de Camper.
Plano de Camper: Es un plano imaginario que une el borde superior del
tragus con el borde inferior del ala de la nariz. En el plano sagital forma un ángulo
de5o con el plano oclusal y de 10o con el plano de Frankfurt.

CUBETAS PARA IMPRESIONES

La cubeta se define como un dispositivo empleado para transportar, confinar y


controlar materiales durante la toma de impresiones, o bien como un contenedor
en el que se pone el material da impresión con el fin de crear una copia en
negativo. La cubeta es, por tanto, el medio que permite aplicar el material de
impresión donde sea necesario y obtener esa copia en negativo.

Todas las cubetas se caracterizan por tres elementos básicos: el mango, el suelo y
los rebordes.

A la hora de elegir el dispositivo que nos permita transportar, confinar y controlar


el material durante la fase de toma de impresión, habrá que tener en cuenta la
variabilidad del material de impresión y de lo que se copia con él.

Existen cubetas ya disponibles comercialmente, así como cubetas personalizadas.

Las cubetas personalizadas

Las cubetas personalizadas se hacen a medida para cada paciente. Tener una
cubeta que refleje fielmente la anatomía de la arcada de un paciente supone una
ventaja porque el material de impresión que se utilice para impresiones de
precisión deberá distribuirse, lógicamente, de manera precisa y homogénea donde
considere necesario el dentista.

Pueden hacerse con técnicas clásicas sobre un modelo de yeso o digitalmente.


Respecto a las cubetas disponibles comercialmente, las personalizadas ofrecen la
ventaja de poder controlar y mantener constante el espesor del material de
impresión.

Las cubetas personalizadas hechas con técnica clásica suelen hacerse de resina
mientras que las creadas digitalmente en CAD/CAM suelen hacerse mediante
impresión 3D en PLA (ácido poliláctico). Hoy en día, la técnica más utilizada es
la tradicional: sobre un modelo de yeso espaciado se extiende una capa de resina
de cierto espesor, se eliminan los excesos de material, se crea el mango y se
completa la polimerización.

Por lo general, las cubetas personalizadas no ofrecen una retención mecánica al


material de impresión, a menos que se hayan practicado perforaciones con una
fresa, para lo cual hace falta aplicar, antes de la frase de impresión, un adhesivo
específico para el material de impresión que se vaya a utilizar.

Las cubetas pueden contar con bordes para las impresiones en pacientes
edéntulos, o con agujeros correspondientes a las transferencias de los implantes en
la técnica de cubeta abierta.

Las cubetas disponibles comercialmente

Las cubetas disponibles comercialmente, por su parte, se venden listas para


utilizar y se basan en medidas y formas de arcada estandarizadas. En el mercado
existen diferentes tipos de cubetas: A continuación, vamos a ver las principales
diferencias entre ellas.

El primer factor que presupone cierta variabilidad en las cubetas es la anatomía


del paciente, que es, por definición, variable. Las diferencias anatómicas tienen un
papel fundamental en la selección de la cubeta: usaremos cubetas más o menos
grandes según el paciente del que tengamos que registrar la impresión. Existen
diversos métodos para determinar las dimensiones correctas de la cubeta. Puede
probarse directamente en la cavidad bucal, o bien puede utilizarse un compás
especial para determinar intraoralmente el diámetro de arcada y elegir la cubeta
con medidas más adecuadas.

Por lo general, las cubetas comerciales se ofrecen en 6 medidas numeradas del 1


al 6 del diámetro más pequeño al más grande, o bien (sobre todo en el caso de las
de plástico) van identificadas por tamaños o tallas (xs, s, m, l y xl).

Existen cubetas que abarcan toda la arcada del paciente, otras que abarcan solo
media arcada (es decir, un cuadrante) y otras, que se conocen como «seccionales»,
que cubren solo una sección concreta de la arcada, como por ejemplo el grupo
anterior (sextantes segundo y quinto).

Hay cubetas de metal y de plástico

Las cubetas de metal

Las cubetas de metal, al ser más rígidas, ofrecen mayor exactitud y precisión en
comparación con las de plástico (más flexibles). (7) Las cubetas rígidas son
preferibles en los casos en que se necesite un alto nivel de precisión, ya que no
ofrecen grados de flexibilidad durante el posicionamiento y la retirada de la
impresión.

Las cubetas metálicas pueden contar con agujeros y tener bordes de retención
(Rim-Lock), aunque no es siempre el caso.

Una cubeta con orificios y bordes de retención ofrece, durante la retirada de la


cavidad bucal, una elevada retención mecánica al material de impresión, que
difícilmente tenderá a despegarse de la cubeta, lo cual causaría importantes
distorsiones. Sin embargo, el material, al salir por los orificios, no ofrecerá la
misma presión (vis a tergo) que podríamos notar si usamos una cubeta sin
orificios.

Las cubetas sin ningún tipo de retención mecánica (orificios o bordes retentivos)
hay que tratarlas con uno adhesivo específico para el material de impresión que
vaya a utilizarse (8). Al no presentar retención mecánica, hace falta crear una
adhesión química entre la cubeta y el material de impresión.

Las cubetas metálicas específicas para pacientes edéntulos se conocen en inglés


como Schreinemakers (9). Están disponibles con diversas medidas superiores e
inferiores y en diferentes formas de arcada. Las Schreinemakers tienen una forma
y rebordes adaptados a la anatomía particular de los pacientes edéntulos. Para
elegir la medida correcta, se realiza una medición intraoral con un compás
especial.

Las cubetas comerciales de plástico


Las cubetas comerciales de plástico se ofrecen en muy diversas variantes. Se
prefieren las de plástico rígido (7). Pueden tener orificios o no tenerlos, y ser más
o menos retentivas. La ventaja principal de las cubetas de plástico es la
posibilidad de practicar orificios, una eventualidad muy frecuente al tomar
impresiones sobre implantes con la técnica de cubeta abierta, en la cual se hacen
agujeros correspondientes a las transferencias de los implantes mediante los
cuales se puede despegar la transferencia que pasa a la cubeta.

Por lo general, las cubetas de plástico son desechables.

Otro tipo especial de cubetas de plástico son las denominadas dual-arch o de doble
arcada. Constan de un mango, una estructura externa (vestibular y lingual) de
plástico rígido en forma de «U» y un suelo compuesto por una malla plástica
flexible. En esta técnica, se aplica el material de impresión sobre ambos lados de
la malla flexible y se registra la impresión pidiendo al paciente que cierre la boca
en máxima intercuspidación. Con esta técnica, por tanto, se puede registrar la
arcada que nos interese (donde tengamos la preparación), la arcada antagonista y
el registro oclusal de las relaciones intermaxilares en una sola fase.

Eso sí, la técnica de impresión de doble arcada tiene importantes limitaciones:


puede utilizarse con buen resultado en impresiones donde haya una o como
máximo dos preparaciones en el mismo cuadrante y, en máxima intercuspidación,
debe haber siempre unos contactos oclusales estables.

Selección de la cubeta

La elección de la cubeta debe ser el adecuado al tamaño de la cavidad bucal a


reproducir, debe cubrir toda la zona y quedar espacio para el material de
impresión, el definitiva la cubeta tiene que ser de mayor tamaño que la arcada.

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