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Resumen libro Maier

DERECHO GERMANO
El libro empieza con la idea de los pueblos Germanos y del derecho penal Germano, que era de corte mas
acusatorio Era una época en que el derecho penal funcionaba bajo la órbita de la idea de derecho privado. No
había un Estado que se hacía cargo del problema de la víctima. Era privado. La familia era la ofendida y decía
que tal persona cometió un delito, iban a juicio. La parte acusadora era la familia o el ofendido directamente y
se hacía de manera oral el juicio. se podía mostrar las pruebas

- Las principales características del enjuiciamiento penal germano pueden ser sintetizadas como sigue:
I. Tribunal popular.
II. Persecución penal privada en manos del ofendido y su parentela.
III. Publicidad y oralidad del juicio en el que se enfrentaban el acusador y su a
IV. Sistema de prueba para dirimir subjetivamente la contienda (un vencedor, porque presentaba mejores
testimonios de su fama u honor, o porque vencía en el duelo o combate judicial, o porque pasaba con fortuna
ciertas pruebas (juicios de Dios), métodos en que la divinidad mostraba, por signos físicos, la justicia del caso.
V. Decisión inimpugnable.

- Periodo Franco

- La primera parte de la Edad Media siguió la línea indicada y no produjo variaciones significativas del
procedimiento penal. Su cambio principal se observa en el poder jurisdiccional, en la organización judicial,
debido al creciente poder político que adquirieron las comunidades más pequeñas (locales) frente al reino y,
más adelante, las ciudades, que comenzaron no sólo su formación, sino también su hegemonía política y
económica. A más de ello, comenzó a ponerse en evidencia la división entre el poder político y el poder de la
Iglesia, ganando la jurisdicción eclesiástica un terreno considerable.

Termina la vida independiente del Derecho Germano y su sistema propio de enjuiciamiento penal. En el futuro
se asimilaría un derecho extranjero que llega hasta la actualidad con abandono de su Derecho de creación
popular. El arribo de la Inquisición y la reforma del enjuiciamiento inquisitivo del siglo XIX acompañarían un
fenómeno común a toda Europa continental.

GRECIA
- El Derecho griego superó la concepción privada del delito. Precisamente, los dividió; en públicos y privados,
según lesionaran un interés comunitario o uno individual. Su sistema de enjuiciamiento se caracterizó por
introducir para los primeros la acusación popular, facultad de cualquier ciudadano de perseguir penalmente al
infractor.
Su organización política y la concepción de que el poder residía en la soberanía ciudadana, el régimen ateniense
estableció la participación directa de los ciudadanos en la tarea de juzgar y de acusar. Los delitos privados, en
cambio, sólo permitían la persecución del ofendido o sus sustitutos (padre, tutor, amo). Como en todos los
pueblos antiguos, el juicio era oral, público y contradictorio.

El D. procesal penal ateniense para los delitos públicos puede ser caracterizado, en forma resumida:
I. Tribunal popular, conforme al principio de soberanía del pueblo.
II. Acusación popular, por la facultad acordada a cualquier ciudadano para presentar querella contra la persona
a quien creía autor de un delito público o partícipe en él.
III. Igualdad entre acusador y acusado, quien, permanecía en libertad durante su juzgamiento.
IV. Publicidad y oralidad del juicio, que se resumía en un debate contradictorio entre acusador y acusado, frente
al tribunal y en presencia del pueblo.
V. Admisión de la tortura y los juicios de Dios como medios de realización probatoria.
VI. Valoración de la prueba, cada juez, votaba a favor o en contra con un objeto que daba a conocer el sufragio.
VII. Decisión popular inimpugnable.
DERECHO ROMANO
- El Derecho romano nos proporciona por su extensión en el tiempo y por los diferentes sistemas de
organización política que se sucededieron, los cambios fueron producto de una transformación de las
instituciones: monarquia, republica e imperio no traducen divisiones tajantes de los sistemas de enjuiciamiento
penal. El Derecho romano conoció, como el Derecho griego, la clásica división entre delitos públicos y privados.

Nos detenemos en el sistema de enjuiciamiento de la República romana, conocido con el nombre de accusatio,
para algunos, gloria del Derecho romano, además de ser el mejor elaborado, es el que, para nuestra época y
organización política, deja las mejores enseñanzas y experiencias. Se verá cómo la fecundidad del Derecho
romano extiende sus enseñanzas a esta rama de las ciencias jurídicas e ilumina las instituciones del Derecho
privado, logra también inmortalidad en el Derecho público, particularmente en el Derecho procesal.

**Antes de del estudio de las diferentes épocas romanas referidas a la persecución penal, hay generalidades
que caracterizo al Derecho procesal penal romano. Como en todos los pueblos antiguos la administración
general del Estado nunca se concibió a la adm de justicia como algo separado de la administración general.
El D. procesal penal romano incorporó como meta del procedimiento la averiguación objetiva de la verdad
histórica mediante medios racionales que permitían reconstruir el acontecimiento que se atribuía al acusado.
Rompió con la concepción del procedimiento como método de lucha y de la prueba dirigida a obtener, antes
que la verdad de lo sucedido, la razón de alguno de los contendientes mediante signos exteriores por los que la
divinidad se pronunciaba a favor de uno u otro.
La publicidad fue característica principal del procedimiento, por lo menos a partir de la instauración de la
Republica y perduro hasta los tiempos del imperio, a pesar que las necesidades políticas de esta última época
fueron introducir modificaciones para abolir la institución republicana.

a) La provocatio ad populum (corte mixto más inquisitivo) (+ clase)


De la primera época del procedimiento penal Romano, al establecerse la monarquía no quedaron prácticamente
rastros. La idea de que no se conocieron normas generales procesales a las cuales sujetarse para el ejercicio del
derehco de coacción y penal. Al final de la monarquía se rescata una suerte de delegación del poder real.
El magistrado antes de hacer efectivo su poder penal en s decisión llevaba a cabo una instrucción sumarial
(cognitio).. El poder era ilimitado, el magistrado o rey reunía en si todas las funciones procesales, realizaba la
investigación a puro arbitrio.
Al lado de esta forma primaria de procedimiento (anquisitio), se desarrolló la facultad de alzarse contra la
decisión del rey o los magistrados, conocida como provocatio ad populum, derecho que competía, en principio,
a los ciudadanos varones para provocar la reunión de la Asamblea popular a fin de evitar las consecuencias
perjudiciales de la decisión del inquisidor público.

b) Accusatio o iudicium publicum (acusatorio) (+ clase)


La provocatio ad populum y el advenimiento de la República romana generaron una gran transformación de la
organización judicial, que preparó el advenimiento de un nuevo sistema de enjuiciamiento penal.

I. Las tres leyes Valeriae renovaron consecutivamente el derecho del ciudadano de provocar la intervención de
una asamblea popular y como consecuencia la transmisión del poder de juzgamiento de los magistrados a esos
tribunales populares que se llamaron comisión.
El ingreso de la nueva institución y de la incipiente organización judicial popular no varió demasiado las cosas.
Persistió un inquisidor público, pero se comienza a limitar su poder, una de las primeras limitaciones reconocía
la posibilidad de que los comicios -Asamblea popular- la anularan. Dejo afuera, mujeres, esclavos y extranjeros.

II. En el periodo final de la república una nueva transformación, ya no de carácter excepcional sino que
permanente terminó por liberalizar y democratizar el enjuiciamiento penal romano.
La transformación condujo a una nueva limitación del poder penal del Estado y fue total: cambió de manos el
poder de decidir (jurisdiccional) y el de requerir, que se trasladó de las manos del magistrado a las del
ciudadano, para convertir su ejercicio en popular, y un nuevo procedimiento, regulado por ley, reemplazó el
arbitrio -estatal o popular- por un sistema normativo.
El triunfo del sistema acusatorio, determinaron el carácter permanente que adquirieron los cuerpos judiciales.
También la persecución penal pública se trasladó dé las manos del magistrado a las del ciudadano, aspecto
fundamental del nuevo sistema (acusatorio). Cualquier ciudadanos ejercía la facultad (poder) de perseguir
penalmente, (contrario a lo que hoy en día podemos pensar, confiar la persecución en cualquier ciudadano
como representante de la comunidad).

Una de las principales funciones atribuidas al acusador era la de colectar los elementos de prueba que
demostraran la veracidad del hecho que fundaba su pretensión y, así, la sinceridad de su acusación. El plazo
para concluir esta investigación lo fijaba el magistrado.
El acusador concurría también a la integración del tribunal. El acusador respondía penalmente por el mal
ejercicio de su función.
El procedimiento acusatorio romano, único sometido a reglas y principios jurídicos que reemplazaban la
arbitrariedad para dar paso a la seguridad y equidad. Se repetía el esquema fundamental de este tipo de
enjuiciamiento, cuyo eje central era un debate oral y público que era el fundamento de la decisión del tribunal.

**La persecución podría ser por una persona extraña al órgano de jurisdicción, el acusador promovida la acción,
se tenía que admitir la acusación y luego se iba al debate oral y público.
El acusador llevaba una investigación preliminar. Constituido el tribunal de jurados se producía la contradicción
entre las partes y se recibían las pruebas, finalizando con la sentencia que condenaba, absolvía o mandaba a
ampliar la vista.
El debate comenzaba con la exposición del acusador, quien exponía el hecho que imputaba y luego respondía el
acusado que se defendía, (más adelante se permitió que lo asistiera un defensor). Seguía la recepción de la
prueba, documentos, luego testigos y (luego la tortura, como modo de obtener la verdad, discutido por los
romanos. Se utilizó la tortura en algunos casos, pero la que instaura la tortura como método, el inquisitivo).
Luego comparecían los amigos y conocidos del acusado exponiendo hechos de su vida. El debate terminaba con
la orden de quien lo presidia para comenzar el juzgamiento.

El presidente como parte de los árbitros escuchaban el debate oral y público e intervenían al dictar la sentencia
que en un comienzo votaban oral y públicamente y posteriormente en forma secreta, mediante tabellas, en que
cada uno tenía 3 con la letra A (absolusion), B (condena) y la ultima con la letra NL (non liquet), esta tercera
tablilla reenviaba a un nuevo proceso, un nuevo procedimiento con un nuevo debate. El presidente escrutaba
los votos y la mayoría determinaba la sentencia en caso de empate triunfaba la mas favorables para el acusado.

En el sistema de prueba, como principio fundamental que incorporó el Derecho romano y subsiste hasta hoy en
que desapareció el sentido subjetivo, mítico, de la prueba, con como medio por el cual la divinidad demostraba
por signos exteriores la razón de uno y el combate judicial, para dar paso al conocimiento objetivo, al sentido de
la prueba como forma de reconstrucción histórica de un acontecimiento.
El acusado recibía trato de inocente, podía se r privado de su libertar si confesaba ante el pretor.

La creación de este tipo de enjuiciamiento, su aplicación y formas variaron en relación a las diversas leyes, por lo
que sólo ha sido posible una caracterización y descripción general de su sistema.

e) La cognitio extra ordinem (inquisitivo) (+ clase)


Una nueva transformación del sistema,de enjuiciamiento penal acaeció durante el Imperio, acorde con las
necesidades del nuevo régimen político que, al variar la fuente de la soberanía -antes la ciudadanía, ahora el
emperador- modificó la residencia de las funciones estatales.
Conforme al espíritu conservador de los romanos, la accusatio sobrevivió y aun se perfeccionó durante el
Imperio y el nuevo procedimiento no irrumpió en las costumbres romanas para cesar de inmediato el sistema
anterior, sino que se introdujo lentamente en la vida del Imperio, por medio de leyes extraordinarias para
delitos específicos, característica que determinó, en parte, su denominación, cognitio extra ordinem.

La soberanía estaba concentrada en poder del emperador y no en los ciudadanos, que debieron abandonar su
función representativa de la comunidad a manos del emperador y sus delegados. Esto modificó la composición
de los tribunales y el ejercicio de perseguir penalmente, ambas entonces en manos de los funcionarios estatales
desplazando a los ciudadanos.
Lo que mostraron la ruina del régimen establecido en la republica fue la extensión de la facultad de perseguir
penalmente más de personas y trajo consigo el crecimiento extraordinario de acusaciones infundadas por
venganza, provocando abuso y conflictos.
Observamos de nuevo la desestabilización del sistema y la pérdida de derechos ciudadanos, cuya conquista
había sido difícil, por la desaparición de las virtudes republicanas.
Nació el sistema de persecución penal pública que llega hasta nuestros días, como pilar fundamental de la
Inquisición. A pesar de que este poder convivió con las antiguas formas de la accusatio.

El procedimiento de oficio, por iniciativa del magistrado, resucitó por el derrumbe del sistema acusatorio;
aparecieron las características ligadas a su realización: la escritura como forma de documentar los actos
procesales, el secreto de los actos, la recurribilidad de las decisiones ante aquel que había delegado el poder de
administrar justicia, en una suerte de devolución de ese poder.
Se conservó el debate oral y público como culminación del enjuiciamiento penal, que nunca desapareció, lo
cierto es que la instrucción, escrita y secreta, derivada de los poderes crecientes del aparato oficial para
perseguir penalmente, ganó terreno hasta constituirse en la parte principal del procedimiento; la Inquisición,
desarrollada con precisión en el Derecho canónico.

Como características principales de este sistema: Reunir en una única mano, por lo menos dos de las funciones
principales del procedimiento, la requirente (acusar) y la decisoria y su regulación a suplir la inactividad del
antiguo régimen acusatorio c y a otorgar poder a la necesidad de la nueva organización política.

El resultado de la nueva cognitio fue el triunfo de la inquisición pública, secreta y escrita que ganó considerable
terreno frente al debate oral y, por ende, la pérdida de posiciones del acusado, ahora perseguido de oficio,
interrogado y hasta sometido al encarcelamiento preventivo

LA INQUISICION:
El advenimiento y la implantación del sistema inquisitivo como modo de enjuiciamiento penal en el Derecho
laico recorrió seis siglos de la historia de Europa continental, desde el siglo XIII, época en la que comenzó a
arraigarse, hasta el siglo XVII( momento de su decadencia. El siglo XIX marcó su transformación definitiva, por lo
menos en el continente europeo, no sin antes dejar tras de sí profundas huellas que aún perduran en el
procedimiento penal de nuestros días.

Su desarrollo fue el producto de un cambio político. Durante la última parte de la Edad Media entraron en
conflicto los señoríos locales (poder feudal) con el poder del monarca, quien pretendía aglutinar las comarcas,
bajo su dominio, sobre la base de una única forma de organización política central. La lucha se decidió a favor
del rey y el triunfo abrió paso -ya de manera genérica en la Edad Moderna- a la creación de los estados
nacionales que aún hoy perduran como idea cultural, y al sistema de organización política llamado monarquía
absoluta. La base del sistema político fue la concentración de todos los atributos de la soberanía -legislar, juzgar
y administrar- en un poder central, el monarca, identificándose con el mismo Estado.

El período también reflejó, a manera de conclusión de la Edad Media, el notable crecimiento de la Iglesia
Católica que viene a ceder, como el feudalismo al final de la Edad Media, a favor del comienzo de formación de
los estados nacionales, organización política perfectamente estructurada durante la Edad Moderna.
La lucha entre el señorío local, feudal y el poder central real, se tradujo como el avasallamiento del Derehco
romano (imperial) canónico.
La recepción del derecho romano canónico y del que Europa, solo resulto una excepción Inglaterra.

La transformación de la organización política fue la causa principal del cambio. El Derecho romano-canónico se
acomodaba a la idea del imperio que reinó en la época. (Alemania creo la invasión bárbara en el continente
europeo a la caída del Imperio Romano, y, después, a la consolidación de un fuerte poder central, las
monarquías absolutas).
El Derecho romano imperial, terminó por imponerse como forma de realización de aquella idea. He aquí el
mundo en el que nació y se desarrolló el sistema de enjuiciamiento penal que adquirió celebridad bajo el
nombre de Inquisición

2. El derecho canónico:
a) Los orígenes de la expansión de la jurisdicción de la Iglesia
La organización creciente de la Iglesia y su tendencia a la universalidad y expansión. La organización política de
la época feudal, arribó el sistema de enjuiciamiento acusatorio germano.
Lo que hoy conocemos como garantías individuales para cualquier habitante, en la igualdad de todos ante la ley,
que reconoció sus primeras formulaciones en el Derecho feudal, eran entonces privilegios de la jurisdicción
feudal que abarcaban a unos pocos y sometían a muchos bajo su señorío.

La expansión de la jurisdicción eclesiástica, en que se juzgó a los clérigos, laicos, también juzgar ataques directos
contra la fe (por ej., herejía) y a cualquiera en contra de los intereses de la Iglesia.
Parecía haber una competencia mixta conflictos que condujeron, en la Edad Moderna, a la lucha por el
predominio entre el poder real y el de la Iglesia

b) El enjuiciamiento penal canónico


Fue INOCENCIO III quien, fundado en la herencia del Derecho romano imperial de la última época, modifico las
formas del derecho canónico, al introducir la inquisición (siglo XII).
La abolición del procedimiento acusatorio comenzó cuando se autorizó la denuncia, incluso anónima, como
forma de iniciación de una investigación, primer paso para la admisión del procedimiento de oficio.
De un debate oral y público frente a jueces populares, se giró ciento ochenta grados hacia la ·concepción
opuesta: una investigación cumplida por un inquisidor en secreto y por escrito.

La tortura, practicada por los germanos en casos excepcionales, retornó aplicada él todos los acusados -y no
sólo a los testigos esclavos o indignos, incapaces de prestar juramento, como método para averiguar la verdad.
La confesión era un fin del procedimiento. La posición del acusado perdió toda posibilidad de defenderse, toda
facultad como sujeto del procedimiento, al reputarse de antemano como cierto el temor de que él obstruyera la
averiguación de la verdad, razón por la cual su prisión y significó un método adecuado para la expiación.

3. la recepción del Derecho romano-canónico en la legislación laica de Europa continental


La transformación total de sus principios, sus fines, su estructura y de sus formas, transformación que quedaría
completamente operada y consolidada ya en el siglo XV, y que perduraría hasta el siglo XVIII, a cuyo fin se asistió
a su decadencia y caída por vía de una nueva revolución -ideológica, política y social- que volvió a transformar el
enjuiciamiento penal.

I. La jurisdicción real terminó, alrededor del siglo XV, por avasallar todas las facultades que antes pertenecieron
a tribunales locales y populares, proceso que siguió al político de supremacía central y creación de los estados
nacionales.

Dos armas jurídicas principales que utilizó el rey en la lucha por el predominio: la variación del punto de
referencia de la competencia de los tribunales y la organización jerárquica. El poder de administrar justicia,
como integrante de la soberanía, residió en el rey. Cuando él pudo imponer ese poder absoluto lo delegó en
tribunales y funcionarios permanentes y organizó esta delegación jerárquicamente. Estaba la posibilidad de
recurrir las decisiones de funcionarios inferiores porque la potestad de juzgar pertenecía, al rey, y la queja sobre
sus funcionarios debía regresar a él, como devolución del poder delegado.

II. Un segundo cambio fundamental ocurrió en torno a la finalidad que perseguía el procedimiento penal y,
como consecuencia, a su estructura.
Someter al hombre a la peor servidumbre e indignidad. Consecuencia de esta transformación fue el reemplazo
del combate judicial por la prueba testimonial para decidir el pleito, método para conocer la verdad de lo
sucedido.
III. La estructura del procedimiento varió para acomodarse a las necesidades políticas. Se afirmó la persecución
de oficio, manera de consolidar la autoridad real.

IV. La idea del procedimiento como una pura investigación de los hechos (instrucción). El desarrollo de la
organización judicial jerárquica fue la documentación formal de los actos del procedimiento, el triunfo de la
escritura. sobre la oralidad de la audiencia. Los jueces juzgarían, con fundamento en los documentos escritos,
sin citar delante de ellos, para oírlos, a los testigos. La publicidad de la audiencia seria reemplazada por el
secreto de la investigación.
El acusado quedaría prisionero durante el procedimiento y sin poder influir en la decisión con su defensa.

V. La aplicación de la tortura, tormento como método ordinario para conocer la verdad, acusado se transformó:
de sujeto procesal se convirtió en objeto de investigación y órgano de prueba. La tortura, extraída de los textos
del Derecho romano, se desenvolvió, gracias a la investigación secreta y escrita en que consistía el proceso.
Se le hacían preguntas interrogando, para lograr la confesión, podía repetirse varias veces la tortura. La
aplicación del tormento exigía ciertas condiciones.

VII. Organizada la justicia de forma jerárquica, en que los funcionarios juzgaban, por delegación, en que el poder
derivaba del soberano, en que el poder derivaba del soberano. La apelación era uno de los caracteres
sobresalientes del sistema, en que aseguraba la centralización del poder y la organización jerárquica y no una
garantía para el imputado…
Del sentido político de la institución emergió el efecto devolutivo de los recursos, atribuyéndole competencia
para el caso a un superior devolviéndole la jurisdicción delegada.

4. Las Partidas y el Derecho inquisitivo español


a) las Partidas
El Libro de las Leyes, conocido como Las Partidas o Las siete Partidas, sancionado por ALFONSO X, siglo XIII, el
que recibió en España el Derecho romano-canónico e introdujo el método inquisitivo y arraso con el acusatorio.
(Las Partidas, además de conocer el procedimiento por acusación, que permitía la defensa del inculpado como
en el procedimiento civil, respetaron dos principios el in dubio pro reo, que prescribía la absolución en caso de
duda, y el ne bis in idem, que prohibía para el absuelto ser acusado otra vez por lo mismo, salvo acusación
fraudulenta).

b) El Tribunal del Santo Oficio o de la Inquisición y la Santa Hermandad


El sistema inquisitivo adquirió vigor en España bajo los Reyes Católicos mediante las dos organizaciones
judiciales, una religiosa y otra laica, nombradas en el título.

I. El Tribunal del Santo Oficio, o de la Inquisición, con fama por la crueldad de sus procedimientos y de sus
penas, creado en 1480, conformado sus comienzos por cuatro clérigos que lo integraron se extendió a casi toda
España y a América hispana. Su organización, era de un Consejo Supremo de Apelación, presidido por el
Inquisidor General e integrado por tres monjes, y tribunales inferiores y fue abolido definitivamente en 1820.
Se creó para conocer en artículos de fe, las herejías y delitos conexos, pronto sirvió para asegurar el poder real y
el absolutismo real.
Las acusaciones eran secreto absoluto, incluso los denunciantes y los testigos y hasta la misma sentencia. Ell
interrogatorio del imputado bajo tortura.

II. Por la misma época nacieron en Castilla corporaciones, se constituyó la Santa Hermandad en 1498,
competente para juzgar delitos contra la propiedad y las personas que fueran cometidos con violencia o en
despoblado.

5. La carolina y el derecho inquisitivo Alemán


Alemania, soportó dos veces consecutivas, en la época moderna, la invasión del Derecho extranjero. La
Recepción del Derecho romano-canónico constituyó la primera de ellas. Es por ello que la implantación del
sistema inquisitivo cerró, para el Derecho procesal penal germano, una época de ideas y desarrollo propios,
para comenzar la del Derecho extranjero.
La Carolina como primer código Penal Alemán. En que destaca la idea de persecución penal pública u oficial,
madre del proceso inquisitivo, dando origen al proceso penal como instrumento para averiguar la verdad
histórica. Así ingreso Alemania a la inquisición.
La Carolina contenía reglas de Derecho procesal esas reglas, exponían los principales cambios de la organización
judicial y de los principios que regían el procedimiento penal en el Derecho germano antiguo.

- El procedimiento perdió, además, su continuidad y concentración, transformándose, por imperio de la


escritura, en una investigación.
- En el sistema de prueba fue donde surgen las principales modificaciones.
- Instituciones fundamentales del D probatorio fueron: la valoración de la prueba y el tormento.
- La minuciosa teoría de los indicios y su valor probatorio fue otro de los logros de la Carolina.

Procedimiento: La Carolina desarrolló una reglamentación cuidadosa de la tortura o tormento para obtener la
confesión: la aplicación del tormento dependía de una sentencia intermedia -finalización de la inquisitio
generalis que fundara la sospecha sobre un hecho punible por una persona con prueba indicios, antes de aplicar
el tormento, el imputado era preguntado, en presencia del juez, dos escabinos como testigos y el actuario del
tribunal, e intimado a responder la verdad bajo amenaza de tortura; antes de su aplicación tenia oportunidad
de eliminar la sospecha, mediante prueba en contrario que afirmara de su inocencia; si no lo conseguía, se
procedía a torturarlo para obtener su confesión. Una vez obtenida se debía verificar por preguntas cercanas al
hecho, que permitieran averiguar si era verdad la confesión; (esa confesión bajo tormento debía ser ratificada
sin tormento uno o varios días después).

La sentencia era producto del juez y de los escabinos, sobre la base de las actas escritas y secretas que
contenían la investigación del inquisidor sobre la verdad de la imputación; se lograba por mayoría y versaba
sobre la condena o la absolución. La Carolina no conoció absolutio ap instantia del procedimiento posterior.
Tampoco conoció recursos contra la sentencia. El juez unipersonal adquirió gran significado, a él se le confiaba la
tarea de investigación, asentaba en actas, sobre las cuales decidía un colegio judicial que él mismo integraba.

El imputado dejo de ser un sujeto de derechos, del antiguo procedimiento penal germano y pasó a ser el objeto
de la inquisición, perdió su libertad y cayó bajo la tutela del Estado policial. Su encarcelamiento preventivo se
transformó en regla y aunque tenía el derecho de elegir un defensor, que en algunos casos era nombrado de
oficio, él no participaba en el procedimiento más que para presentar un escrito de defensa después de recibida
la prueba, y tenía una intervención más débil que la de los oradores de parte en el proceso germano antiguo.
Su procedimiento paso a documentarse en actas escritas y se llevaba a “ puertas cerradas”. Desaparecieron los
límites de tortura, se comenzó a atormentar sin reunir los indicios suficientes sobre la sospecha del imputado.

Durante el siglo XVII buscan el camino inverso en hacer desaparecer la tortura, (en Prusia, Austria..)
La última etapa del procedimiento inquisitivo eliminó la tortura, pero no modificó radicalmente el sistema de
enjuiciamiento.

6. La Ordenanza criminal francesa de 1670 y el Derecho inquisitivo francés


Francia fue una confirmación de la evolución política y jurídica.
I. La introducción del Derecho romano-canónico apareció en Francia con la Ordenanza de 1254, debida a LUIS
IX. El procedimiento inquisitivo se encaminó hacia su codificación definitiva, por la Ordenanza de 1498, Luis XII,
y a través de la Ordenanza de 1539, obra de FRANCISCO I, siguiendo el molde de una Ordenanza previa (1535)
para la reforma en Bretaña. Esta última ley fijó definitivamente el procedimiento inquisitivo en Francia y selló el
triunfo de la jurisdicción real; la Ordenanza criminal de 1670, obra legislativa cumbre del sistema inquisitivo,
recibió el sistema que ella organizó y lo pulió en detalles y técnica, agravando su rigor.

II. El motivo real de la Ordenanza criminal de 1670 fue, como en 1539, terminar con el caos en la administración
de justicia sobre la base de ordenar, por una parte, las distintas jurisdicciones y oficios judiciales existentes en el
reino y, por la otra, el procedimiento y legislación aplicable, de modo tal de obtener certeza en la administración
de justicia, conforme a las ideas políticas dominantes.
IV. La persecución penal era absolutamente pública. El acusador era el rey, se admitía la intervención de
personas privadas, del ofendido o los legitimados para obrar por el.

V. El imputado perdió su carácter de sujeto del procedimiento, transformándose en un objeto de la


investigación. Su defensa y asistencia técnica fueron negada, ya que era secreto el procedimiento. El detenido
estaba incomunicado, se lo sometía a prisión durante el procedimiento. Se lo torturaba para obtener confesión.
El ejercicio del poder penal por el Estado alcanza su cumbre.

VI. El procedimiento seguía 3 principios rectores: No había debate, en que cada parte se podía defender, con las
mismas facultades que su parte contraria. Se procedía a una investigación oficial de la verdad, que era secreta y
documentada en actas escritas, investigación, secreto y escritura eran las metas para alcanzar la inquisición

La Ordenanza no contenía reglas acerca de la forma de los tormentos. Se distinguían la intensidad de los
tormentos, la primera para obligar al imputado a confesar. La segunda para forzar a los condenados a revelar
quienes eran sus cómplices.
La tortura, a más de representar la idea absoluta de conseguir averiguar la verdad como fin del procedimiento,
era la consecuencia lógica del sistema de valoración de la prueba (legal) que utilizó la Ordenanza.
La decisión final tenía 3 posibilidades: La absolución, por demostración de la inocencia (el acusado podía
reclamar daños de la parte civil). La absolución incompleta (no lo autorizaba a reclamar daños). La última
solución representaba, sin duda, la pena de los indicios graves no purgados.
La Ordenanza no exigía la fundamentación ele la sentencia

VII. Lo último que caracterizaba a este sistema de enjuiciamiento era la teoría de las pruebas legales, como
valoración para una decisión sobre un hecho. El sistema exigía que el tribunal para condenar reúna pruebas.

La tortura, como fin absoluto de averiguar la verdad, meta del procedimiento penal, emanaba del sistema
probatorio. La exigencias para reunir una prueba completa tornaron necesaria, en casi todos los casos, para
arribar a una condena, la confesión del imputado. Así verificado un hecho punible y con indicios de sospecha
sobre él (prueba semiplena), el camino era su propia confesión voluntaria o su sometimiento a los tormentos.

ITALIA
El Derecho canónico, cuna del sistema inquisitivo, tuvo su nacimiento, desarrollo y se expandió desde allí al
continente europeo. La Inquisición italiana o las diversas maneras de proceder según este sistema en las
ciudades italianas no alcanzaron nunca el rigor que la caracterizó en España, Alemania y Francia.

En cuanto al procedimiento subsistió el acusatorio y el inquisitivo, el acusatorio se dio de forma excepcional, ya


que el inquisitivo se impuso. Frente al debate oral y público, predomino la escritura y la ausencia de debate.
La tortura estaba regulada y no solo para los imputados, sino también para testigos sospechosos de ocultar la
verdad. Habia 3 grados para el tormento: El primero era la amenaza. El segundo, la primera aplicación del
tormento. El tercer grado, implicaba una agravación de su aplicación. Se podía repetir 3 veces 3 días distintos.
Su representación defensor estaba prohibida cuando la pena amenazada ·era la privación de libertad o una más
grave. El encarcelamiento preventivo no estaba reglado y dependía del arbitrio del juez.

LA REFORMA DEL SISTEMA INQUISITIVO


El siglo XVIII fue uno de aquellos en los cuales la renovación intelectual y cultural alcanza su cenit
Los filósofos, los ideólogos, pusieron en tela de juicio todas las instituciones del D. penal y las del D. procesal
penal, características de la ideología imperante. Indignados por el sistema de persecución penal que utilizaba la
tortura.
Al contrario, los juristas apegados a la ley, representaron el espíritu conservador que defendió las instituciones
jurídicas existentes.

Un magistrado Agustín, en Francia, a poco de sancionada la Ordenanza de 1670, levantó su voz contra la tortura
y las persecuciones de brujas, sin ser escuchado en su tiempo, pero reivindicado por los hombres del siglo XVIII.
El se dio cuenta de que la tortura no era más que una consecuencia inevitable del sistema de pruebas legales,
para evitar absoluciones escandalosas.
Filósofos del siglo XVIII, en especial Montesquieu, Voltaire emprendieron camino para la reforma del
enjuiciamiento penal.

A partir de la necesidad de imponer un sistema republicano de gobierno que reemplazara al absolutismo


monárquico, y de la dignidad del ser humano, con valores individuales superiores en rango a la propia defensa
social, se postuló un nuevo sistema de enjuiciamiento penal, bajo dos fuentes principales: el Derecho romano
republicano y el Derecho practicado en Inglaterra, que, no sufrió el fenómeno de la recepción del Derecho
romano-canónico, al final de la Edad Media.
El nuevo modelo proponía, en lugar de la escritura y el secreto de los procedimientos, de la negación de la
defensa y de los jueces delegados del poder imperial, la publicidad y oralidad de los debates, la libertad de la
defensa y el juzgamiento por jurados. Se abrió debate contra la tortura, como método para averiguar la verdad.

La idea de que el procedimiento penal no es sólo un medio de lucha contra la delincuencia, sino, antes bien,
representa la garantía de todas las libertades; la exigencia de un procedimiento regulado, de formas ciertas y
fijas para los actos que lo integran; la necesidad de garantizar en él la libre defensa del imputado; tribunales
populares, juicio oral y público., la necesidad de la certeza para condenar (in dubio pro reo), la libre defensa,
entre otras.

Montesquieu, exigió que cada uno sea responsable de lo que denuncia. “Un hombre no puede ser llamado
culpable antes de la sentencia del juez, ni la sociedad puede quitarle la protección pública sino cuando se haya
decidido que violó los pactos con los que aquella protección le fue acordada” Voltaire, fue un crítico de la
Ordenanza criminal Francesa de 1670. Critico los procedimientos secretos, la privación de la defensa, el sistema
de prueba legal, en contraposición a defender el juicio oral y público, que se pueda defender por abogado al
imputado, el sistema de la valoración de una prueba propio del juicio por jurados.

Durante la segunda mitad del siglo XVIII, las nuevas ideas habían ganado la conciencia pública de tal manera que
incluso los jueces reclamaban un cambio.

2. las leyes procesales penales de la Revolución Francesa


I. En la antesala de su derrocamiento (1788) y cuando por última vez la monarquía (Luis XVI) ejerció su poder de
legislación penal. Se configuro una protesta social. Se llamó a todos los espíritus selectos de Francia a colaborar
con la reforma.

II. Así se arribó a la Revolución en Francia. El 8-9/10/1789 la Asamblea constituyente produjo la primer reforma
del enjuiciamiento penal.

III. En 1790, la Asamblea constitucional, el 16-29/9/1791, da a luz la 1ra ley procesal penal de la Revolución,
organizando un nuevo sistema de enjuiciamiento penal y derogando la Ordenanza de 1670.

La nueva ley estableció distintas fases diferenciadas por los distintos tribunales que intervenían. Se observó la
influencia del derecho inglés como las principales modificaciones frente al sistema anterior.
La persecución penal publica se mantuvo de la inquisición no se derogo.
El imputado volvió a adquirir el carácter de sujeto del procedimiento, antes era, tan sólo, un mero objeto de la
persecución penal. Él tenía amplia posibilidad de contradecir la imputación desde el comienzo del
procedimiento, en el debate ante el tribunal de jurados. Esos tribunales eran garantía para evitar la condena a
un inocente.

Pese a las dificultades prácticas en su aplicación y las críticas y la efímera duración, esta ley representa, a la par
el fin de la Inquisición en Francia, hito revolucionario inicial en materia de enjuiciamiento penal para toda
Europa continental. Luego se reemplazó la ley de 1791, cuyo mérito fue terminar con los siglos de inquisición.
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