Está en la página 1de 30

Planificación de

secuencia Didáctica
De Prácticas del Lenguaje para
nivel Primario
Instituto Parroquial Nuestra Señora del
Buen Viaje
Profesora de la Práctica: Adriana Noia
Docentes en formación: Gasparetto
Luciana – Carranza Verónica.

Escuela co-formador:
Docente co-formador:
Primer Ciclo
Curso: 3er año
Turno:

Área:

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Prácticas del Lenguaje. Literatura.

Ámbito:

Las Prácticas del lenguaje en el ámbito de la literatura. Textos literarios.


Cuentos Tradicionales.
Contenidos:

Escribir en torno a lo literario.

Crear narraciones considerando las obras ya leídas: contar las nuevas


aventuras de algún personaje, armar un cuento cuyo propósito sea un
personaje prototípico.

Fundamentación:

En estos momentos tan particulares que nos toca transitar un hecho histórico a
nivel mundial, una pandemia ocasionada por un virus llamado COVID 19. Nos
encontramos obligados a seguir la educación a través de plataformas virtuales.
Meet, Zoom, etc. Inés Dussel nos plantea “Las tecnologías no determinan lo
que aprendemos, sino lo condiciona, por lo que debemos crear nuevos
espacios de aprendizajes. Somos producto de los avances tecnológicos y es en
este contexto donde la escuela debe buscar los medios apropiados y cuidar la
calidad con la que se hace presente”. Por esto es importante acentuar el
trabajo áulico y virtual sobre los modos de conocer propios de las Prácticas del
Lenguaje, ya que estos revitalizan la práctica áulica y virtual, dotando de
relevancia y significatividad a los contenidos conceptuales del área.

Por otra parte El Diseño Curricular sostiene que Las Prácticas del Lenguaje
asumen la enseñanza de la producción y la comprensión de textos orales y
escritos. La narración junto con la lectura se trabaja a lo largo de toda la

PAGE \*
MERGEFORMAT2
escolaridad con distintos niveles de complejidad, ya que el gusto de la lectura
se desarrolla en la participación de los estudiantes en situaciones que ellos
puedan compartir lo leído, las emociones que la lectura produjo, las opiniones
y comentarios que generan. La literatura pide a un lector que se emocione,
que reflexione, que suelte su imaginación para la construcción de mundos
posibles, que se detenga a interrogar y disfrutar las palabras.
En cuanto a la escritura, se espera que los estudiantes puedan escribir textos
más demandantes ya sea por su extensión, por las características del género
y/o por los recursos que se ponen en juego como, por ejemplo: la inclusión de
diálogos, descripciones, fundamentaciones entre otros. Para ello se propone
una Secuencia didáctica en la cual vamos a trabajar “Cuentos tradicionales”
donde se leerán dos tipos de relatos “Caperucita roja" de Charles Perrualt y
“Lobo rojo y Caperucita feroz" de Elsa Bornemann.
En cuanto a la lectura y la escritura como prácticas sociales, el objetivo
primero y último de este enfoque equilibrado es que los estudiantes logren ser
partícipes plenos de la cultura escrita en la cual están insertos. El enfoque
equilibrado sintetiza líneas de trabajo de diferentes disciplinas - la
sociolingüística, la psicolingüística, las ciencias cognitivas, las ciencias de la
educación, la lingüística del texto, con el objetivo de construir una propuesta
para enseñar a leer y a escribir a los niños por sí mismos.
Es así como uno de los presupuestos que se sostiene en este enfoque es que se
aprende a leer leyendo y a escribir escribiendo, el aprendizaje no sucede en
forma descontextualizada ni alejada del sentido y el significado de los textos de
la función social que cumplen.
Por esto Se enseñan estrategias lectoras y de escritura que favorezcan la
comprensión y producción de textos.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
En este contexto, como docente nos encontramos con el desafío de garantizar
la continuidad pedagógica de un modo dual traduciendo en prácticas los
marcos normativos, para que no sea vulnerado el derecho que tienen los
niños/as a la educación. Esto ocurre a partir de un trabajo colectivo entre las
instituciones educativas, las familias y los estudiantes, buscando diferentes
alternativas para lograr el objetivo. El sistema dual con el cual estamos
trabajando se lleva a cabo organizando grupos de” burbujas”, que realizan las
clases presenciales y otro de manera virtual. Abriendo las puertas de la
escuela, entendiendo que es un territorio que perdura incluso cuando no hay
presecialidad y es indeterminado ya que no se puede trazar límites entre el
adentro y afuera.

Marco teórico:

Leer es adentrarse en otros mundos posibles. Es indagar en la realidad para


comprenderla mejor, es distanciarse del texto y asumir una postura crítica
frente a lo que se dice y lo que se quiere decir, es sacar carta de ciudadanía en
el mundo de la cultura escrita. Elaborar una buena versión requiere no sólo
muchos ensayos sino también una reflexión crítica y profunda sobre cada uno
de ellos para que el siguiente resulte más logrado, requiere también de la
cooperación constante con colegas empeñados en la misma tarea.

En este sentido Delia Lerner sostiene que cada situación de lectura responderá
a un doble propósito: por una parte, enseñar y aprender algo acerca de la
práctica social de la lectura (propósito cuya utilidad, desde el punto de vista

PAGE \*
MERGEFORMAT2
del estudiante, es mediata); por otra parte, cumplir con un objetivo que tenga
sentido desde la perspectiva actual del alumno.

El cuento es una forma de narración que combina hechos reales e imaginarios.


La narración de mitos, leyendas y hazañas dio origen al cuento, el cual se
convirtió en las más sugestivas, fantásticas y encantadoras actividades para
formar la mente e imaginación de los niños.

Características de los cuentos Tradicionales


Tiene sus origenes en las etapas primitivas de la humanidad.

Surgen de la necesidad de explicar el mundo.

De transmisión oral, relatados por juglares o travadores.

Tienen distintas versiones.

Son anonimos.

Son acontecimientos ficticios.

Tiene una extructura de inicio, desarrollo o planteo del conflicto y cierre.

Estos cuentos se clasifican en:

❖ Cuento maravilloso

❖ Cuento Clásico

❖ Cuento pícaro

❖ Cuento folclórico

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Nos detendremos en los cuentos a utilizar que, en el marco de los relatos
tradicionales son cuentos de hadas conocidos también como cuentos
clásicos. Caperucita Roja, tiene sus orígenes en un cuento de hadas de
transmisión oral, muy difundido por gran parte de la Europa medieval. Charles
Perrault fue el primero que recogió esta historia por escrito y la incluyó en un
volumen de cuentos para niños (1697),

En las últimas décadas, el cuento clásico de Caperucita Roja se ha


reinterpretado textual y visualmente dando lugar a un amplio abanico de
versiones, que, manteniendo la esencia de la historia, presentan novedades
que hacen que ésta siga cautivando al lector. Y es que hay Caperucitas para
todos los gustos, porque el personaje es una fuente inagotable de reescrituras,
versiones, y adaptaciones; además de un elemento icónico para una legión de
ilustradores que han querido retratar a la popular niña de la capucha roja.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Propósitos:

Ofrecer condiciones didácticas que aseguren la inmersión de los niños/as en el


mundo de la cultura literaria a través de los cuentos tradicionales. Propiciar
situaciones de lectura y escritura.
Organizar propuestas de enseñanza que permitan a todos los niños/as
aprender de manera más autónoma y reflexiva a usar el lenguaje.
Ofrecer, de manera continua y sistemática, una aproximación a los saberes y a
las prácticas más relevantes de esta disciplina.

Objetivos: que los alumnos:

Ejerzan prácticas de lectura de forma autónoma de textos de diferentes


géneros discursivos literarios.
Ejerzan prácticas de escritura de forma autónoma de textos de diferentes
géneros discursivos literarios.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Disfruten del ámbito de la literatura y puedan seguir y proponer itinerarios de
lecturas de variados géneros a partir de sus propios gustos e intereses y los
que van incorporando.
Comiencen a reflexionar sobre el lenguaje, presten atención a la situación
comunicativa, a los propósitos, al género discursivo, al mensaje y al uso que se
hace de la lengua en cada contexto de uso.

Modo de conocer:
Explorar los textos para anticipar ideas sobre el género, el tema, la trama, los
personajes y/o vincularlos con otros textos escuchados o leídos. Verificar las
hipótesis al finalizar la lectura.
Escuchar a quien lee en voz alta textos y seguir la lectura en algún soporte
(digital o de papel)
Leer versiones alternativas, cuentos tradicionales, teniendo en cuenta y
estableciendo relaciones con las versiones leídas.

Situaciones de enseñanza:

Sesiones de lectura a través del docente y lectura por sí mismo en el marco de


secuencias didácticas o itinerarios de lectura, seguir un género, comparar
nuevas versiones con versiones leídas.
En el marco de actividades habituales de lectura, “volver al texto” de forma
cada vez más autónoma para confirmar o refutar hipótesis o interpretaciones,
revisar algún pasaje enigmático, volver sobre una parte graciosa, releer algún
fragmento previamente seleccionado a fin de resaltar algún aspecto específico
del texto, destacar palabras utilizadas, detenerse en la descripción de un
personaje, o espacio.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Indicadores de avances: comprobar si los estudiantes:

Opinen sobre las ideas leídas y escuchen las opiniones de los otros.
En prácticas de escritura, utilicen borradores (resúmenes, hojas de ruta,
esquema) sobre lo que van a escribir.

Recursos Humanos:

Docentes
Familia

Recursos materiales:

Cuentos: “Caperucita roja” de Charles Perrault. “Caperucita roja y el lobo


feroz” de Elsa Bornemann.
Plataforma virtual
Afiche.
Fibrón.

Tiempo:

Cuatro clases

Organización del espacio

Las casas
El aula

Organización del Grupo

Individual
Grupal

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Actividad nº1

Inicio

Actividad de Anticipación

La docente comenzará la clase indagará con los niños/as saberes previos


acerca de los cuentos que ellos han leído,
¿Qué cuentos conocen? ¿Cómo los conocieron? ¿Quiénes les contaba
cuentos? ¿Alguna vez les leyeron el cuento de Caperucita Roja?

Luego la docente le enseñara la tapa del libro y les propone a los nenes
escuchar el cuento de Caperucita Roja de Charles Perrault propiciando un
clima ameno, la docente pone una música suave de fondo, para luego escuchar
atentamente la historia.

Caperucita roja
____________________________
Charles Perrault

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Érase una vez una niña, que vivía en
un pueblo, las más bonita que se
hubiera visto; su madre la quería
con locura, y su abuela todavía la
quería más. Esa buena mujer hizo
para su pequeña una capa con
capucha de color rojo, que le
quedaba tan bien, que en todas
partes le llamaban Caperucita roja. Un día su madre, después de
cocinar un
bizcocho, le dijo:
—Vete a ver qué tal está la abuela, porque tenía un fuerte resfriado y
quiero que le lleves este bizcocho y un poco de mantequilla, para
que se ponga mejor.

Caperucita salió hacia casa de su abuela, que vivía en otro pueblo. El


camino atravesaba un gran bosque, y fue allí donde se encontró con
un lobo hambriento con ganas de comérsela. Pero no se atrevió
porque en ese momento el bosque estaba lleno de leñadores,
entonces el lobo le preguntó a Caperucita.
—¿A dónde vas tan contenta por el camino del bosque? —preguntó
el lobo con cierto interés.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
—Voy a casa de mi abuela —respondió Caperucita sin saber lo
peligroso que era pararse a hablar con el lobo— le llevó
bizcocho porque está malita y necesita que alguien la cuide.
—Y tu abuela, ¿vive lejos de aquí? —le dijo el lobo— me gustaría
hacerle una visita para ver si se encuentra mejor.
—¡Oh sí! —dijo Caperucita— vive después del molino que está más
allá del bosque, la primera casa del pueblo.
—Si, ya sé dónde es —dijo el lobo— yo iré por este camino y tú por
ese otro, a ver quién llega antes.
El lobo señaló a Caperucita el camino más largo y él echó a correr por
el camino más corto, teniendo la seguridad de que llegaría antes que
ella. Sin sospechar nada, Caperucita fue con calma, parándose a
coger nueces por el camino, corriendo tras las mariposas y
recogiendo
algunas flores para llevarle un lindo ramo a su abuela. El lobo no
tardó en llegar a la casa de abuela y llamó a la puerta:
Toc
—¿Quién es? —dijo la abuela.
—Soy Caperucita, —dijo el lobo imitando su voz— traigo bizcocho
que hizo mamá.
—Adelante, tira de la manilla y abre —dijo la abuela que estaba
metida en cama con un poco de fiebre.
El lobo abrió la puerta, se echó sobre la abuela y se la comió en un
abrir y cerrar de ojos. Tenía mucha hambre pues llevaba tres días sin
comer. Enseguida fue a cerrar la puerta y se metió en cama a esperar
la llegada de Caperucita. Poco tiempo después alguien llamó a la
puerta:
Toc
—¿Quién es? —dijo el lobo imitando la voz de la abuela.
Caperucita tuvo un poco de miedo cuando escuchó la voz ronca de la
abuela, pero pensó que tenía la nariz atascada del resfriado, y
contestó:
—Soy yo, Caperucita. —dijo la niña— Traigo bizcocho y mantequilla
para que te pongas bien.
—Entra —dijo el lobo— tira de la manilla y abre la puerta.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
El lobo al ver entrar a Caperucita se escondió bajo las mantas y dijo:
—Deja el bizcocho sobre la mesa y ven a la cama conmigo.
Caperucita se quitó la capa roja y los zapatos, y al entrar en la cama
se
Se sorprendió de ver a su abuela sin ropa. Entonces dijo:
—Abuelita, ¿cómo es que tienes los brazos tan grandes? —dijo
Caperucita.
—Son para abrazarte mejor, mi hijita — respondió el lobo.
—Abuelita, ¿y esas piernas tan largas?
— continuó Caperucita.
—Son para andar más rápido, mi
pequeña —dijo el lobo.
—Abuelita, pero qué grandes tienes las
orejas —dijo Caperucita.
—Son para oírte mejor —dijo el lobo.
—Abuelita, y que grandes tienes los
ojos—dijo Caperucita.
—Son para verte mejor —respondió el lobo.
—Abuelita, ¿y porque tienes esos dientes tan grandes? —dijo
Caperucita.
—Son para comerte —dijo el lobo. Y pronunciando estas palabras, el
El malvado lobo cogió a Caperucita y se la comió.
FIN

AUTOR: Charles Perrault


Moraleja
Aquí vemos que la adolescencia,
en especial las señoritas,
bien hechas, amables y bonitas
no deben a cualquiera oír con
complacencia,
y no resulta causa de extrañeza
ver que muchas del lobo son la presa.
Y digo el lobo, pues bajo su envoltura

PAGE \*
MERGEFORMAT2
no todos son de igual calaña:
Los hay con no poca maña,
silenciosos, sin odio ni amargura,
que, en secreto, pacientes, con dulzura
van a la siga de las damiselas
hasta las casas y en las callejuelas;
más, bien sabemos que los zalameros
entre todos los lobos ¡ay! son los más
fieros.

Desarrollo

Actividad de Construcción de conocimiento

 Luego de haber escuchado el cuento, la docente les explicará a los


niños/as las características de los cuentos tradicionales para luego
conversar sobre las características del cuento leído, ¿Quiénes son los
personajes del cuento?, ¿Qué paso en el cuento? (Se comentará, y se
hablará sobre el narrador.) Escribiremos en el pizarrón todas las
reflexiones. Escribiremos en el
pizarrón todas las reflexiones que los
niños/as plasmarán en sus cuadernos

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Cierre

Actividad de Consolidación del saber.

● El docente con los niños/as reflexionaremos sobre los valores que

resalta el cuento.

Actividad n°2

Inicio

Actividad de Anticipación

● Comenzaremos la clase conversando sobre la lectura anterior del cuento

de Caperucita de Roja, indagando los saberes aprendidos, ¿Se acuerdan


cuáles eran los cuentos tradicionales ?, ¿Qué cuento les leyó la Seño?,
¿Qué tipo de cuento era? La docente les propone la lectura a los
niños/as en voz alta del cuento Lobo rojo y Caperucita feroz de Elsa
Bornemann. Los niños leerán por sí mismos y a través del docente,
poniendo en acción sus conocimientos previos para enfrentar y resolver
problemas relativos a la comprensión de lo que está escrito, con la
intervención activa del docente.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Lobo Rojo y Caperucita feroz

En el bosque de Zarzabalanda –precioso bosque


que queda bastante lejos de aquí– había una vez
en la que la paz era la reina del lugar. Sus
habitantes convivían felices y contentos: desde
los troncos más anchos y las copas más

altas hasta las hierbas más delicadas… desde los


osos más corpulentos hasta la más frágil de las
mariposas. Todos, felices y contentos. Las personas no habían penetrado aún
en ese bosque y a este cuento habría que colocarle –ya mismo– el cartelito de
“colorín colorado” si no fuera porque llegó un día en el que esa paz, esa
tranquilidad del “había una vez” del principio se convirtió en “otra vez”. Y esa
“otra vez” empezó un tiempo de miedo en el bosque de Zarzabalanda. Claro
que únicamente para las lobitos, pero miedo al fin... por lo que la maravillosa
paz, de la que todos disfrutaban hasta entonces, pasó a ser un recuerdo.

El caso es que los lobitos comenzaron a vivir muertos de miedo. ¡Ah…! Los
pobres tenían razón de sentirse así… Las lechuzas habían visto algo que… y los
pájaros madrugadores habían contado que…

PAGE \*
MERGEFORMAT2
¡Ah!, ¡qué mala suerte! ¿Qué habían visto las lechuzas? Pues a una nena
solitaria, silenciosa y cubierta con una caperuza, recorriendo –de noche– los
dos únicos caminitos que daban vueltas como serpentinas a través del bosque
de

Zarzabalanda. Ella los atravesaba una y otra vez, como si quisiera aprender sus
recorridos de memoria. Los dos caminitos los habían abierto los animales –de

tanto ir y venir de un lado al otro– y comunicaban cuevas, madrigueras, nidos,


tal cual se comunican las casas de los hombres en cualquier barrio del mundo.

Uno era un largo camino. El otro, un corto camino.

¿Qué habían contado los pájaros madrugadores?

Pues que durante sus valores más allá de Zarzabalanda, ellos llegaban a los
alrededores de un pueblo vecino donde vivía esa nena y que se decía que era
la mismísima Caperucita Feroz.

¡Ay, qué desgracia! ¡La Caperucita Feroz andaba ahora suelta en el bosque de
Zarzabalanda! ¡Y se comentaba que su mayor deseo era conseguir pieles de
lobitos para confeccionar sus capas! Nada menos que la peligrosa Caperuza
Feroz… Una nena parecidisima a la Caperucita del viejo cuento que todos
conocemos, sí, aunque parecida
solamente porque también era una
nena… también usaba una graciosa
caperuza para cubrir cabellos y
espalda… y también

acostumbraba a atravesar los bosques… Pero mientras que la antigua


Caperucita era buena como el pan, está –la de nuestra historia– no, nada que
ver. Lo cierto es que era una criatura mala, muuuy mala, remala, malísima,

PAGE \*
MERGEFORMAT2
supermala, a la que –por supuesto– nada le encantaba más que hacer
maldades.

El que más asustado estaba –desde que se había enterado de que la


Caperucita Feroz andaba recorriendo el bosque lo más campante– era el lobito
Rojo, un animal hermoso como nunca nadie viera. (Lo llamaban “Rojo” porque
era totalmente pelirrojo).

Cada mañana su mamá lo cepillaba desde las orejas hasta la punta de la cola.
Su pelaje colorado quedaba –entonces– tan brillante que algunos animales
vecinos

opinaban que se lo lustraban con pomada. Y decían, cuchicheando muy bajito,


que la Caperuza Feroz justo andaba en busca de una piel como aquella para
hacerse una capita de invierno…

Una tarde, la mamá llamó a Rojito y le anunció:

—Querido hijo mío, vas a tener que ir hasta la casa


de la abuela para llevarle estas lanas. Me mandó a
avisar que ya se le acabó el montón que le
enviamos el mes pasado.

—Y le dio una cesta repleta de madejas con las que


la abuela loba solía tejer abrigadas mantas. El lobito se puso a temblar.

—Brrr… Ir… ¿yo solo? —preguntó, porque, hasta ese día, él siempre había
visitado a la abuela junto con su madre.

—Sí, hoy no puedo acompañarte, pero ya estás crecidito y es hora de que


empieces a atravesar el bosque solito y solo.

—Pero… mamá… —protestó Rojo—, ¿y si se me aparece la Caperuza Feroz?

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Un poquito disgustada debido a que su pequeño no demostraba ser valiente, la
madre resopló, dando fin a la charla:

—¡Si se te aparece esa fiera de dos patas y trenzas rubias… a espantarla con un
horrible gruñido y una serie de dentelladas frente a su misma nariz! ¿O acaso
mi hijo no es todo un señorito lobo?

Rojo se sintió un poco avergonzado, porque la verdad era que no tenía el


coraje que esperaba su mamá. Pero tragó saliva y se quedó callado, pensando
que debía animarse a salir solo, por primera vez. Y se animó. Por eso, al rato
partió rumbo a la casa de la
abuelita, canasta en pata y
tratando de “hacerse el
valiente” …

(¡pero con un miedo…!)

Uno de los hijos de su vecino, la pequeña lobito negro, lo vio partir y pensó; “?
¿Adónde irá Rojo solito y solo? ¡Qué Rara!”.

Y, curioso como era, empezó a seguirlo sin que el otro se diera cuenta.

Por más “Señorito Lobo” que fuera, como decía su mamá, Rojo tomó el camino
más corto, ese tapizado de piedrecitas y apenas bordeando por algunas matas
enanas. Bien sabía él que el largo era más hermoso, cercado por hileras de
pinos que perfumaban el aire con el olorcito a siempre verde, que tanto le
gustaba. Pero no se atrevía a surcarlo sin la compañía de su mamá. “Solo, ni
loco,”, pensaba, mientras apuraba el paso a través del camino corto. Y por allí
andaba -medio al trotecito y silbando para espantar el susto- cuando oyó una
vocecita que lo llamaba:

-Roooojoooo…Roooojoooo…Roooojoooo.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Enseguida, una nena de trenzas rubias y bien encaperuzada saltó a su lado,
saliendo de atrás de unos arbustos.

El lobito se puso a temblar.

-Brrrr…! ¡La Caperucita Feroz…!

(escondido entre unas matas, la lobito Negro también temblaba…).

- ¿A dónde vas? - le preguntó ella al lobo Rojo, con una sonrisa que dejaba al
aire una hilera de dientes serruchitos.

-A…a…la…la.ca…Sa de mi abueli…de mi abuelita…-contestó Rojo, mientras el


corazón le hacía chiqui-trac, debido al miedo que tenía.

¡Por su parte, el corazón de la lobito Negro se arrugó como una pasa de uva…!
pero las orejas no! Por eso, pudo escuchar perfectamente la conversación
entre los otros dos.

- ¿Así que vas a visitar a la abuela? Entonces…. equivocaste el camino -siguió


diciendo Caperucita Feroz-. Por aquel se llega más rápido al otro lado del
bosque -y la nena le indicó a Rojo el sendero más largo.

Claro que Rojo sabía que por aquel camino se tardaba el doble de tiempo en
llegar a la casa de la abuela, pero como estaba tan asustado, lo único que
deseaba era alejarse de la Caperuza, Por eso, le hizo caso y salió disparado por
allí.

Siempre ocultándose, la lobito


Negro también disparó, a la cola
de Rojo.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
La nena se puso a reír y su risa era aguda y finita como picoteos de aguja de
coser.

De inmediato, echó a correr a través del camino más corto.

Así fue como la viva llegó antes que nadie a la casa de la abuela de Rojo.

La vieja loba estaba en la cama -tapada hasta la nariz a causa de un fuerte


resfrío- cuando oyó que golpeaban a su puerta.

Toc toc toc.

- ¿Quién es?

-Yo, tu nieto Rojito, abuela -le contestó, entonces, la Caperucita, fingiendo la


voz.

-Adelante, querido: la puerta está abierta….

La Caperucita Feroz entró a la casa más rápido que el viento. Y como la vieja
loba no tenía puestos sus anteojos, no puso ver que quien había llegado no era
su nieto…. ¡Sino la temible
Caperucita!

¡Tarde se dio cuenta! Y tarde


para defenderse de esa malísima
criatura que la atacó sin darle
tiempo ni para calzarse las lentes
ni para pegar un aulladito de
socorro siquiera.

Fue así como -al ratito no más- la pobre anciana se encontró en una bolsa, con
una mordaza que no le permitía quejarse, dentro del ropero.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
La Caperucita Feroz se puso -entonces- la cofia y los anteojos que le había
quitado a la abuela, se tapó su propia ropa con otro camisón de la loba y se
metió en la cama, a esperar al lobito Rojo.

¡Ja! ¡Ya pronto lo cazaría como a un ratón y podría hacerse la capa de invierno
con su preciosa piel colorada!

Entretanto, Rojo se aproximaba a la casa de su abuelita contento, porque


suponía que el peligro había quedado atrás.

Pero el peligro lo estaba esperando….

(Lo que había quedado atrás…era el curioso lobito Negro, que corría con la
lengua afuera para espiar a su vecino son que este se diera cuenta…)

Finalmente, Rojo llegó a la casa de su


abuelita.

El Negro se escondió detrás de un árbol


cercano a la puerta de entrada.

Toc toc, oyó que Rojo golpeaba.

- ¿Quién es? -oyó que le contestaban.

-Soy yo, tu nieto Rojito, abu……

-Adelante, querido, la puerta está abierta….

Y el negrito vio cómo su vecino entraba a la casa.

Apenas el lobo Rojo miró hacia la cama de su abuela, se quedó duro: ¡Allí
estaba la Caperucita Feroz, disfrazada de abuela loba! ¡Él no era ningún tonto
como para confundirla!

Pero…. ¿y su querida abuelita…? ¿Dónde estaría…?

PAGE \*
MERGEFORMAT2
¿Qué le habría hecho esa fiera de trenzas rubias y dientes como serruchitos?

¡Tenía que averiguarlo!

Entonces, muerto de miedo, Rojo se hizo el zonzo.

Y, muerto de miedo, se acercó a la cama…pero no tanto….

-Ho…hola, abu…

- ¡A mis brazos, tesorito! -exclamó la Cape, imitando la voz de la vieja loba.

Pensando en su abuela, la lobito Rojo juntó coraje.

-Te…te…tras…je estas lanas ... -y puso la cesta sobre los pies de la cama
mientras trataba de elegir alguna de las más gruesas madejas, a todo lo que
daba.

- ¿No vas a darme un abrazo, mi vida? -le dijo Caperucita.

- ¡Claro que sí! -y Rojo se abalanzó sobre ella con una resistente madeja
estirada.

La sorpresa que se llevó Caperucita fue tan grande que la lobito pudo atarla a
la cama con las lanas. Tuvo que usar casi todas y sí que le dio trabajo, porque
ella - ¡cosa de no creer! -tenía la fuerza de un leñador.

La chica pataleaba y chillaba a más no poder y ya empezaba a cortar las lanas


con sus afilados dientes cuando la lobito Negro -que por unza ventana había
espiado lo sucedido- empezó a aullar desesperado.

- Auuuuuu…auuuuu…aaaauuuuuuu.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
En el bosque de Zarzabalanda, las lobitos habían aprendido que ese aullido
quería decir: “¡La Caperucita Feroz al ataque!”.

Por eso, rápidamente salieron de sus


moisés, de sus cunas, de sus camitas
o abandonaron sus juegos todos los
pequeños lobos y dispararon hacia el
lugar de donde surgía el aullido de
socorro.

Si desde lo alto hubieran podido


verse los dos caminos en esos
momentos, ambos habrían parecido ríos oscuros, ocupados como estaban por
tanto lobitos en movimiento.

Pronto llegaron a la casa de la abuelita de Rojo, cansadisimos y con los


corazones batiéndoles como tamborcitos debido a la carrera.

Entretanto, en la habitación de la
abuela loba las cosas habían
empezado a ponerse muy
difíciles para Rojo.

La Caperucita Feroz ya estaba


casi suelta y sujetaba
fuertemente de la cola al pobre
Rojito cuando vio -pasmada-
como diez, treinta, sesenta, noventa, más de cien lobitos entraban a la casa
dispuestos a defenderlo.

Se lanzaron encima de ella. Se le abalanzaron como una ola lobuna.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
- ¡Perdón! ¡No me coman! ¡Piedad! ¡No me maten! -gritó entonces ella, al
borde de un ataque de nervios.

Las lobitos no tenían ninguna intención de comerla, aunque sí de darle un


escarmiento, un susto grandote, para que no le quedaron ganas de estrenar
maldades.

- ¿No pensabas usar mi piel para hacerte una capa de invierno? -protesto Rojo.

- ¡Nunca te importaron nuestras vidas! -dijo el Negro-}.

- ¿Dónde está la vieja abuelita? -aullaron todos-. Ya vas a ver lo que te pasa,
Caperucita Feroz, si fuiste capaz de dañarla……

La nena estaba realmente aterrorizada por primera vez en sus siete años.

Antes de caer desmayada debido al susto, alcanzó a decir:

-No me comí a la abuelita de Rojo…. Está encerrada en el ropero….

¡Qué alegría se desparramó entonces dentro de la casa!

La abuela fue rescatada de su encierro y -durante un rato- todos festejaron el


reencuentro.

Los ojitos de Rojo brillaban, cargados de lagrimones.

(Y sí…. A veces, también se llora de alegría…).

Más tarde, un divertido desfile atravesó el bosque de Zarzabalanda de un lado


a otro: allá iban todas las lobitos más la vieja loba.

Llevaban la cama en andas y en la cama -bien atada con sogas que les había
dado la abuela- iba la Caperucita Feroz, todavía desmayada.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
La nena recién abrió los ojos y volvió en sí cuando las lobitos apoyaron la cama
junto a un cartel -después de mucho andar- y le tiraron de las trenzas para
despabilarla.

En el cartel decía: AQUÍ TERMINA EL BOSQUE S ZARABALANDA.

Entonces, cortaron las sogas y la dejaron escapar rumbo a su pueblo.

A medida que huía de Zaravalanda -corriendo de un modo que en vez de una


criatura parecía un avión- la Cape pudo escuchar las enojadas voces de los
lobitos, amenazandola.

- ¡Si te vemos otra vez por


estos pagos va a ser tu último
paseo! -Le decían.

- ¡Ni se te ocurra volver!

Pero ni falta que hacía que se


lo dieron porque la Caperuza
Feroz no le quedaron ganas
de molestar a ninguna lobito.

Desarrollo
Actividad de Construcción de conocimiento

● La docente comenzará con la lectura en voz alta y los niños continuarán


la lectura por sí mismos. Una vez terminada la lectura conversaremos y
estableceremos las diferencias y las similitudes entre los dos cuentos,
¿Cómo era Caperucita en el primer cuento que leimos? ¿Y en el
segundo? ? ¿Cómo es el Lobo en cada cuento?
En el cuento de Elsa Boreman ¿Quién era el que daba miedo? Los
cuentos ¿Son iguales?

PAGE \*
MERGEFORMAT2
Cierre
Actividad de Consolidación del saber.

● Entre todos reflexionamos sobre los cuentos leídos, ¿Cómo se sintieron


al leerlos? ¿Qué enseñanzas le dejó cada cuento? Habilitará espacios de
intercambio, la docente plasmará lo transmitido en un afiche.

Actividad nº3

Inicio.

Actividad de Anticipación

● La docente junto con los niños/as retomará la lectura de las conclusiones

arribadas a las clases anteriores.

Desarrollo

Actividad de Construcción de conocimiento

● Juntos con la intervención del docente, los niños/as analizaran


Cierre
Actividad de Consolidación del saber.

● La docente arma un video de los niños/as leyendo el cuento creado por


los niños/as para luego compartirlo con la familia y en la plataforma
escolar.

Evaluación:

PAGE \*
MERGEFORMAT2
● En las situaciones en que lee el docente o la lectura es compartida:

Seguir la lectura; animarse a formular preguntas sobre lo que


comprendieron; intervenir en discusiones acerca de los sentidos de las
obras literarias, pudiendo avanzar en una progresiva fundamentación de su
opinión; formular interrogantes sobre lo que leen o escuchan leer y estar
dispuestos a responder los planteados por otros; localizar en la relectura la
información buscada.

En las situaciones de lectura por sí mismos:

Poder leer cada vez de forma más autónoma.

En el intercambio sobre la lectura:

Hablar sobre sus experiencias de lectura y escuchar las de sus compañeros;


comentar y seleccionar partes o episodios de su interés; fundamentar sus
preferencias en lo que dice el texto, sus conocimientos sobre el autor, sobre
otros textos similares; descubrir las características de los personajes, del
espacio, o del lenguaje a partir de lo leído y de la confrontación con las
opiniones de los otros; reflexionar sobre distintas informaciones que
puedan no estar explícitas en la obra (motivaciones de los personajes y
otras relaciones de causalidad en la narración, connotaciones de algunos
términos

poéticos, etc.); defender sus interpretaciones e intentar comprender las de


sus compañeros; relacionar lo que está leyendo con experiencias vividas,
con otros textos leídos, con películas vistas u otras obras de arte que la
experiencia escolar les haya permitido conocer.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
En las situaciones de escritura

Seguir las consignas o restricciones propuestas por el docente. Planificar y


participar en las situaciones de planificación colectiva aportando ideas,
formas de ordenar el texto, alternativas posibles. Desplegar estrategias
para revisar sus textos de manera cada vez más autónoma y ajustada: leer o

proponer leer “cómo va quedando” antes de continuar; reponer


información importante que se omitió sobre lo que se quiere contar,
describir, explicar, recomendar, etc.; detectar repeticiones innecesarias a
partir de la reflexión sobre lo que se escribió.

En el desarrollo general de secuencias didácticas

Colaborar cada vez más activamente en el desarrollo de las actividades para


compartir la experiencia literaria: aportar sus creaciones; estar abiertos a
los juicios de los otros y a compartir sus propias valoraciones; contemplar
las sugerencias del docente y de sus compañeros para revisar sus escritos.

Participar progresivamente de las actividades propuestas por el docente:


acordar y seguir criterios para llevar a cabo la secuencia de actividades.

Bibliografía:

❖ Diseño Curricular para Educación Primaria. Año 2018

❖ Diseño curricular. Año 2008

❖ ¿Es posible leer en la escuela? Delia Lerner. Conferencia dictada en el

2do. Congreso Nacional de Lectura “Lectura - Escuela –Biblioteca”, que


tuvo lugar en el marco de la 8a. Feria Internacional del Libro de Bogotá,
en mayo de 1995.

PAGE \*
MERGEFORMAT2
❖ Nuestra Escuela CTERA. Los desafíos de la lengua escrita para aprender

a leer y a escribir. Alisedo, Graciela y Melgar, Sara (2015). Clase Nro. 3.


Los desafíos de la lengua escrita para el que aprende a leer y escribir.
Módulo Aportes de la Lingüística General y de la Historia de la Escritura.
Especialización Docente Superior en alfabetización inicial. Buenos Aires:
Ministerio de Educación de la Nación.

❖ Caperucita Roja. Charles Perrault

❖ Lobo rojo y Caperucita Feroz. Elsa Bornemann.

PAGE \*
MERGEFORMAT2

También podría gustarte