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Viene en el Evangelio una frase de Jesús que es más bien un consejo: “Sed
perfectos como vuestro padre celestial es perfecto”. ¿Qué quiere decir esto de
ser perfecto? Quiere decir ser santo, cuidar cada día en hacer y comportarse
bien. Y es santo aquel que se esfuerza por imitar a Cristo, por dar buen ejemplo.
Es una persona que quiere a su familia, la respeta y cuida de ella cuando está
enferma, que es generoso y pide perdón sin pedir nada a cambio. Los santos son
personas como nosotros que también han cometido pecados, se han arrepentido y
buscado a Jesús en lo que realizaban cada día, en el encuentro con las demás
personas.
Un secreto: si te haces amigo de la Virgen serás un gran santo. La Virgen
nació sin pecado original y amó tanto a Dios que no cometió ningún pecado en toda
su vida. ¡Qué buena! La Virgen no dijo nunca mentiras, ni pegó patadas con mala
idea en la espinilla, ni llamó a otro imbécil, ni comió de las galletas prohibidas que
guardaba su madre para obsequiar a las visitas, ni metió el dedo en el bote de la
mermelada…
Nosotros, al igual que la Virgen, también amamos a Dios, pero como
cometemos pecados, es necesario confesarse con frecuencia para no acumularlos.
Es bonito eso de confesarse: cuando tienes pecados, vas a un sacerdote, te
confiesas. Dios te perdona, te pone el marcador a cero y empiezas de nuevo. Y es
mejor todavía si es toda la familia junta la que va a confesarse: ¡es fantástico! Y
luego, tras recibir todos el perdón, podemos ir a celebrarlo juntos. Al
confesarnos, Jesús que está en la cruz con los brazos extendidos, nos da un
abrazo y se alegra junto a nosotros.
Un consejo: nunca te acuestes enfadado con alguien de tu familia. Si hemos
hecho algo mal, antes de irnos a dormir, pedimos perdón a papá, a mamá, a los
hermanos… porque Jesús nos perdona siempre.
Antes de acostaros acordarse del Padre-Dios, darle las gracias por las cosas
buenas que has hecho y pedirle perdón por las que has hecho mal. Con ayuda de
los padres pensar: ¿qué hice hoy bien?, ¿qué hice mal?, ¿qué puedo hacer mejor?
¿Qué es lo que más nos cuesta perdonar de los demás?
¿En qué ocasiones y porqué motivos nos solemos pelear entre nosotros?
¿Podemos expresar lo que sentimos por dentro cuando estamos enfadados
con los otros?
Y cuando nos perdonamos y hacemos las paces ¿qué sentimos?
¿De qué manera o con qué gestos expresamos el perdón?
Además de la lectura del hijo pródigo otra lectura que también se puede
hacer es otra parábola de Jesús sobre el perdón, la de Mt 18, 23-35. Se puede
trabajar qué personajes aparecen y las actitudes de cada uno; ¿Qué es lo que
más nos llama la atención de cada personaje y por qué?
Transmitirles como los amigos de Jesús están dispuestos a hacer como él:
.- Perdonar siempre aunque sea difícil.
.- Reconocer sus propios fallos y pedir perdón.
.- Reunirse para recordar al amigo Jesús y celebrar el perdón de Dios.
A todo esto los cristianos llamamos sacramento del perdón. ¡DIOS PERDONA
SIEMPRE!
*Se puede hacer un mural cuyo título sea “DIOS PERDONA SIEMPRE”, se
puede traer recortado fotos donde venga ilustrado situaciones de conflicto y
perdón. Se recortan también algunos folios o papeles de colores dándoles forma
de globos y dentro en uno pueden poner cosas que hemos recibido en la vida; otro
cómo podemos ser generosos y justos; en otro situaciones que recuerden que
hayan perdonado de corazón; en otro como podemos querer a las personas.
*Otra actividad que se puede hacer es repartir una hoja en blanco o de
color a cada niño y se les comunica que entre todos vamos a construir un abrazo.
Pensamos en una persona a quien de manera especial nos gustaría dar un abrazo
de perdón. Cada niño escribe en la hoja el nombre de esa persona. Después, entre
todos se construye el abrazo (se unen todas las hojas y en los extremos se
dibujan unas manos abiertas). Se coloca en el suelo y todos lo contemplan,
mientras se abre un diálogo con todos:
¿Cuándo se abrazan las personas? ¿Por qué se abrazan?
¿Cómo nos sentimos cuando nos abrazamos?
Nos abrazamos cuando nos queremos, cuando nos perdonamos de corazón, cuando
somos capaces de pedir perdón. Se puede invitar a los niños a decir el nombre de
la persona que quieren abrazar.