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Desde finales del siglo XIX la sociología se comenzó a plantear como una disciplina autónoma,
en la medida que el hombre es crítico de su realidad y se enfrenta a su mundo social,
encontrando en él un problema. Esta física social que va a plantear el positivismo es un ciencia
que trata las determinaciones sociales que inciden en la conducta humana. Por ello decimos
que el objeto de la sociología es la SOCIEDAD. Pero esto puede implicar diversas partes. Puede
buscar analizarla a través de indicadores como la educación, vivienda, o el origen familiar, o por
los tipos de relaciones humanas que se construyen, como lazos familiares, religiosos, de
producción, ocio o deportes. Es importante comprender que el hombre es un ser social y
cultural, por lo que vamos a entender que la sociedad es un producto del hombre. No es lo
mismo el hombre inserto que tal como se encontraba en su estado natural, como nos podría
plantear Rousseau. Esto nos permite encontrar en la sociedad una realidad objetiva: en tanto
que es producto de las actividades del hombre y por lo tanto puede ser conocida y
comprendida. Pero al mismo tiempo, el hombre es un producto de lo social, lo que nos indica
una relación simbiótica entre ambos, donde se alteran y transforman mutuamente, por lo que
necesitamos ser capaces de pensar distanciándonos del objeto de estudio.
Los primeros planteos van a ser del SOCIALISMO UTÓPICO. El padre de esta
corriente de pensamiento fue Saint Simón. Henri de Saint Simón vivió entre 1760 –
1825. Fue un francés de familia noble, que repartió sus tierras con los campesinos
durante la Revolución francesa. Fue un precursor del Positivismo, pero por su
preocupación por lo social, también fue un portavoz de las clases trabajadoras, que
va a servir de antecedente y fundamento a Marx. Otros integrantes del Socialismo
Utópico fueron Robert Owens y Charles Fourier. Se preocupaban por pensar lo
social, pero sus soluciones ante los conflictos no eran realistas.
Saint Simón comprendía a la sociedad no como una aglomeración de individuos, sino como una
máquina organizada, cuyas partes contribuían a la marcha del conjunto. Se lo considera como
el primer teórico de la sociedad industrial. Hacía una dura crítica a la industria, sostenía que era
necesario un retroceso a la producción pre industrial por artículos, y a la propiedad privada.
Porque la propiedad privada era disfrutada exclusivamente por grandes terratenientes y
burgueses, lo que limita el acceso y uso de la tierra. Además identifica la educación como una
herramienta fundamental para el pueblo, porque la ignorancia era el peor de los males y si el
pueblo estaba educado se podía hacer valer por si mismo. Para él, el capitalismo debía ser
equitativo y fomentar la solidaridad social. Según su visión los hombres debían conducirse
como hermanos uno respecto de los otros. – Funcionaba también como una crítica al
cristianismo que con la voracidad capitalista no cumplió su papel integrador-.
En 1812 se observa su crítica a la iglesia en la obra Catecismo político de los
industriales, donde propone la hermandad de la clase obrera y que esta iba a
surgir porque la fábrica genera un sentimiento de cohesión interna y
solidaridad. Con esta relación hermanada se iban a introducir mejoras
pensadas para la clase más pobre. Lo que demuestra que para Simón la
sociedad se debía organizar en función de la economía.
En 1823 Saint-Simon publica su texto Catecismo político de los industriales. En él se definen los
elementos de la estructura social que el autor cree pertinentes para articular su propuesta
política, la cual tiene por objeto conciliar los antagonismos sociales que había producido la
moderna sociedad industrial. Saint-Simon entendía que la sociedad europea posterior a la
Revolución Francesa de 1789 estaba compuesta por dos grandes grupos sociales modernos:
Los industriales: dentro de este grupo se incluían todos los hombres productores, sean
propietarios o no propietarios: jefes de industrias, obreros, campesinos, artesanos (la mayoría
de la nación francesa);
La propuesta de Saint Simon es una crítica hermosa pero inviable, sumado a que las diferencias
internas con los restantes miembros del movimiento provocó que se fraccionara cada vez más,
al igual que el rechazo social que tuvo. Pero fue el germen para los movimientos obreros.
Saint Simon propone una serie de etapas para la evolución social hasta la revolución
industrial:
1. FEUDAL TEOLÓGICA: donde hay orden, pero no hay progreso. Es la edad media.
2. ETAPA DE TRANSICIÓN: Donde aparece el progreso pero no hay orden social. Es un
período de inestabilidad política y conflictos como la Revolución Francesa.
3. ETAPA INDUSTRIAL: Camino del orden y progreso. Es donde triunfan la ciencia y la
industria y se organiza la sociedad.
LEY FUNDAMENTAL: Comte propone la transición por tres estadios de cualquier grupo social.
Comte concuerda con Saint Simon en la necesidad de una ciencia de lo social. Mientras que
para Saint Simon podríamos hablar más de una biología de lo social por su concepción orgánica
de la sociedad, y la cooperación funcional de todos los grupos sociales, sin antagonismos de
clase, Comte se decanta por entender la sociología como una FÍSICA SOCIAL, ya que propone
un conocimiento más abstracto, donde hay leyes que establecen relaciones entre los hechos de
la sociedad estudiada en base a la estética y dinámica social. Comte define la estética social
como las condiciones de existencia de la sociedad, y la dinámica social como los análisis de sus
movimientos y progreso. La idea del cambio social para Comte solo es admisible dentro de
estos límites. Comte busca asemejar el estudio de la sociedad con el de la naturaleza, ya que el
propio individuo es un producto de las leyes que rigen el progreso social.
El positivismo es un saber basado en hechos reales. Es la filosofía del dato, no busca causas ni
principios esenciales, solo los hechos. La sociología adquiere independencia de las otras
ciencias con el positivismo y reclama su autonomía. Desde el positivismo nada avanza que no
sea perfectamente demostrable y esté acorde con los hechos cuyas leyes invariables descubre
como único camino seguro al progreso científico. La realidad empírica se convierte en lo
verdadero y en el único objeto de conocimiento. Se trata de emplear cualquier fenómeno,
social o natural, con el método científico. Si no, no tenía valor, lo reduce a fantasía. Por eso
rechaza los juicios de valor, ya que no son certezas o leyes, al igual que la metafísica. El
empirismo es el único medio de llevar a cabo observaciones sistemáticas y ciertas, que nos
conduzcan a conclusiones válidas.
- Observables
- Medibles
- Cuantificables
- Manipulables (en el sentido de experimentales para que se puedan repetir y de esa
manera establecer leyes)
Los hechos debían ser el punto de partida para formar hipótesis a partir de las cuales con su
resolución se llegaría a leyes comprobables. La ciencia debía ser clara, que no diera lugar a
dudas o especulaciones, al igual que útil, es decir, que sus conocimientos debían ser prácticas y
aplicables ya que benefician a la sociedad, trayendo el orden y progreso. El orden y el progreso
es un concepto fundamental del positivismo, que estaban interrelacionados. Al descubrir leyes
se podía establecer el orden en la sociedad y por lo tanto el progreso sería posible. Pero
también era necesario el progreso para crear leyes que dieran orden.
Comte comparte con Saint Simon, la idea de un gobierno liderado por consejos científicos, que
lograrían un orden social absolutos y mejoras constantes de la ciencia y la técnica. Clasifica las
ciencias en tres ramas: cálculo, geometría y mecánica. A partir de estas tres, establece seis
ciencias fundamentales que surgen de la conjugación en diversas formas de las tres anteriores:
Matemática, Astronomía, Física, Química, y Biología.
La doctrina social de Comte se basaba en el progreso social de los proletarios porque asegura
la educación normal y el trabajo regular. Señala la existencia de dos clases, desiguales, que se
combinan y son indispensables por igual:
Las clases sociales se presentan como una exigencia de la acción de la Humanidad en el camino
de la organización que se puede perfeccionar cada vez más, regido por el orden y el progreso.
Los conflictos que crea el trabajo, para Comte, son transitorios, solo hasta lograr la
armonía como Estado. Para Comte iban a destacar las inclinaciones de solidaridad
social que se impondrán sobre los egoísmos individuales tanto del capital como
del trabajo. Así lograrían una alianza pacífica al lograr el fin de las luchas y
hostilidades.
Durkheim piensa la sociología como una biología social, ya que busca establecer una analogía
entre lo vial y lo social que se logra por medio de la experimentación, observación pura y
comparación. Solo el modelo científico de las ciencias naturales es válido para la observación y
experimentación que apuntaba a construir leyes o enunciados generales de alto alcance. Esto
es lo que distinguía a la sociología de las demás ciencias que buscaban comprender el mundo
humano, a pesar de su gran parecido. Lo que está denotando, es que la sociología era una
ciencia nueva, mientras que las demás áreas eran disciplinas, que tenían por objeto el estudio
de los hechos sociales.
El HECHO SOCIAL es “lo que era” y no “lo que debía ser” según el sociólogo. Es decir, se debía
tratar al objeto como cosa, en el sentido de todo lo que el espíritu no puede llegar a
comprender más que saliéndose de si mismo para observar y experimentar. Características más
importantes del hecho social:
Durkheim se pregunta por el orden y la moral ¿cómo volver a crear un orden social estables en
medio del caos? Era consciente de que las sociedades industriales contenían un alto grado de
conflictividad social, pero también creía posible que de las sociedades avanzadas surgiera una
nueva forma de orden. Para él, el orden social se cristaliza en las instituciones y de estructuras
explicables y racionales como la familia, corporaciones, el estado y las clases. A través de ellos
la sociedad está interiorizada en cada individuo. Sostiene que la sociedad es anterior al
individuo y que la primacía de la sociedad es la que determina los modos de actuar y límites
sobre el individuo y que los comportamientos individuales son reacciones a lo dado, a los
hechos exteriores.
Para Durkheim la conciencia colectiva se encontraba por encima de la individual. No son una
suma, de conciencias individuales la conciencia colectiva sino que el exterior estaba por sobre
el individuo.
La ´solidaridad orgánica está· asociada a la primacía de la división del trabajo en las sociedades
industriales, que supone una diferenciación de los individuos libres (desvinculados de las
tradiciones de parentesco). Según Durkheim, en estas sociedades más complejas prima la
solidaridad orgánica. La emergencia de conflictos puede ser zanjada con la intervención de
alguna autoridad exterior que fije los límites. Es una regulación moral y jurídica (normativa). Es
la solidaridad propia del industrialismo. Esta postura conduce a la identificación del bien (lo
que mantiene la cohesión social) con el deber (lo que se impone desde el exterior, lo que tiene
autoridad por sobre la conciencia individual). De este modo, Durkheim postula el origen común
del bien y del deber a la ´razón de estado, al régimen de las costumbres y decir· que ´un acto es
socialmente malo porque lo rechaza la sociedad.
La noción de castigo en Durkheim: ¿Por qué se castiga? ¿Se pacta lo permitido y lo prohibido?
Es la ´conciencia colectiva, es el grupo el que pide resarcimiento. Hay una idea de expiación en
Durkheim: que el culpable pague, así, en el acto de castigar el grupo se siente grupo. La pena
tendría su origen, según esta línea de pensamiento, en la venganza pública. Pero Durkheim
quiere que se castigue por previsión y no por venganza. Al mismo tiempo, señala que la pena
es una reacción pasional propia de las sociedades primitivas, donde priman las sanciones
represivas, esto es, el Derecho Penal. En cambio, en las sociedades modernas, la división del
trabajo se desarrolló en un grado tal que las personas pueden considerarse como individuos;
de allí que predominen el tipo de sanciones restitutivas (Derecho Civil, Procesal,
Administrativo, etc.). En definitiva, Durkheim considera la penalidad a partir de sus funciones
simbólicas para confirmar la validez de la norma en la conciencia colectiva.
Para Emile Durkheim, una consecuencia del advenimiento de la modernidad era su estado
anómico (ausencia de reglas) producto de la compleja división del trabajo social entre los
individuos. Pero ese estado era transitorio, no era producto de un antagonismo insoluble y
necesario. Para explicar esto, él estudió en su libro La división del trabajo social (1893) los
efectos de la vida moderna. La consecuencia de la división del trabajo social había sido el de
separar al individuo de la colectividad. En las sociedades anteriores, el individuo no se
desligaba nunca de su grupo de pertenencia; en la actualidad el individuo desarrollaba su vida
sin un control social permanente. Por ejemplo, su vida económica se desenvolvía fuera de la
familia y podía elegir recorrer grandes distancias separándose de su grupo social de origen (la
familia, su ciudad o su país). El papel de control social que habían jugado en otra Época la
familia o la religión no había sido suplantado por otras instituciones. La modernidad había
disuelto a las sociedades anteriores en individuos, que ahora se relacionaban de otro modo
con la totalidad.
En Épocas de grandes cambios o crisis se corrompen los valores, y muchos quebrantan las
reglas: esta anomia fomenta el individualismo, y se resquebraja la antigua solidaridad que
existía con los semejantes. Durkheim consideró que esto estaba sucediendo con la división del
trabajo, y era necesario fortificar la solidaridad orgánicamente (sabiendo que uno depende del
otro) para sostener el orden social. El conflicto se debía a que la sociedad había liberado
fuerzas económicas, creyendo que no era necesario, (o incluso que era contraproducente)
ponerles reglamentaciones morales. Con esta conclusión, Durkheim también criticaba a los
economistas que pensaban que las fuerzas de mercado libradas a su arbitrio eran suficientes
para el orden social. El individuo que había perdido su sentido comunitario, no se encontraba
controlado por ningún agente social alternativo. Durkheim no buscaba un control social en la
imposición de normas exteriores, sino en la creación de reglas dentro de las tendencias
espontáneas que generaba el propio desenvolvimiento de la nueva estructura social. En esta
tarea debían tener un papel protagónico las corporaciones (sindicatos modernos de
empresarios y obreros) y el Estado. Las corporaciones
podían brindar soluciones en dos sentidos: como agentes
de control y fuentes de moralidad alternativa a la familia, y
como defensores de la igualdad de condiciones
económicas. Esta igualdad debe existir para que no entren
en conflicto la función social asignada por la división del
trabajo y la naturaleza individual de las personas (aptitudes
personales). Por otro lado, el Estado, como reglamentador
de estas asociaciones, podía darles la legalidad necesaria
para su funcionamiento y mediar en sus posibles
conflictos.
Los tipos ideales son construcciones teóricas, abstractas basadas en los datos observables de la
realidad, dando sentido por medio de la relación entre los medios y los fines.
TIPOS DE IDEALES:
La creación consciente de nuevos órdenes fue originariamente obra de las revelaciones dadas a
los profetas. “Los agentes pueden atribuirle legitimidad a un orden: a) en virtud de la tradición:
la legitimidad de lo que ha existido siempre, b) en virtud de una creencia arraigada en el
ánimo, específicamente de carácter emocional: la legitimidad de lo revelado y de lo modélico,
c) en virtud de una creencia en que algo tiene un valor absoluto: la legitimidad de lo
considerado como absolutamente válido, d) en virtud de que esté estatuido positivamente,
creyendo en la legalidad de lo estatuido. Los partícipes pueden considerar esta legalidad
legítima o en virtud de un acuerdo de los interesados a favor de esta legalidad o en virtud de la
imposición y del sometimiento (sobre la base de un poder de hombres sobre hombres
considerado como legítimo). (Weber, 2010:125)
Max Weber. Las clases y el poder En sus escritos Max Weber clasificó teóricamente los distintos
agrupamientos sociales modernos, y los distingue de los antiguos, pero advirtió sobre su
supervivencia o adaptación a las condiciones sociales actuales. Weber también ideó un sistema
de clasificación social, que pusiera el acento en la distribución del poder en los grupos sociales,
opuesto al que atendía sólo a la posición económica de los actores, En primer lugar, distinguió
la ´situación de clase de la ´situación estamental. La situación estamental de un individuo hace
referencia a las evaluaciones que otros hacen de él, atribuyéndole prestigio social. Las personas
que conforman un estamento comparten ´un modo de vivir específico y son conscientes de su
situación común. El estamento se caracteriza por otorgar a sus integrantes: protección de
privilegios (positivos y negativos) en la consideración social; modo de vida; educación; prestigio
hereditario o profesional.
Weber entendía a los grupos humanos en igual ´situación de clase como los que podían,
potencialmente, emprender una acción comunitaria y transformarse en clase social. Distinguía
entre ellas:
BIBLIOGRAFÍA:
Introduccion-a-la-Sociologia2013.pdf (unaj.edu.ar)
SociologÌa / Daniel Paradeda ; Esteban W. Pintos Andrade ; Alejandra RÌos 2a ed. -
ItuzaingÛ : Maipue, 2007
Fernandez Cardoso, S.; Comuzzi, I. Teoría Social. Conocimiento de la realidad social.
Práctica científica y periodística.