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fernando barrios1
En un trabajo anterior2 intentamos problematizar la idea de que el psicoanálisis
únicamente puede darle cabida a un sujeto constituido a partir del sujeto cartesiano,
producido en la matriz subjetiva de la espiritualidad católica.
Los parentescos- quizás convenga el plural- estarían más del lado del intercambio de
dones y de la magia, poniendo en relacionalidad seres y cosas.
La idea de enredos, está presente también en Donna Haraway7 , aunque cabe aclarar que
el enredo en Candomblé es específico en relación a Orixas y entidades de la
cosmopolítica yoruba.
Dice Haraway:
Y por otra parte, la referencia final de Flaksman a la tecnología: “…fronteras que son
fluidas y que pueden ser atravesadas con la tecnología adecuada”, nos hace pensar en
una resignificación de la noción foucaultiana de tecnologías de sí. Resignificada dado
que aquí el sí no está encarnado (con todo el lío que conlleva la carne para la
espiritualidad católica) en un ser, sino en un enredo múltiple.
Derivas que implican al ser desde el parentesco y que, entiendo que incluso lo hacen
devenir insuficiente: ya no se trata de una relacionalidad de seres que existen
separadamente sino en agenciamientos, seres que se componen mutuamente en
devenires híbridos, simbiogenéticos, interespecies.
Por razones de mi historia personal, me fue dado conocer la práctica ritual de las
llamadas religiones afroumbandistas, de raíz yoruba, que sincretismo mediante
mantienen vivas tradiciones y cosmogonías africanas. Y es a partir de allí, que me
resulta bastante evidente que, si como sugieren Jean Allouch y otrxs, la espiritualidad es
la matriz de subjetivación de lxs sujetos, al tratar con espiritualidades no centradas en el
sujeto y/o que incluso, no poseen la idea misma de sujeto, nos encontramos ante otra
realidad a no desconocer.
Hay investigadores, principalmente del campo antropológico, que son llevados a pensar
en una complejización de la noción de persona, constituida de manera ritual y en la
49442018v24n3p124
7
Donna J Haraway. Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno (2016). Ed. Consonni,
2019
8
Donna J Haraway. Seguir con el problema… op cit p.104-105
hibridación con entidades no humanas, en un largo proceso iniciático9. Pero incluso si
algo de eso sin duda porta una verdad subjetiva, entonces, la noción misma de persona
no parece sostenerse demasiado.
Quizás la suposición de alma y de persona sea tan racista como la pregunta acerca de la
existencia de alma, que se hicieran los conquistadores del territorio americano.
Desuponerle alma a alguien nos parece terrible en tanto le acordamos al alma individual
la condición misma de lo humano, que a su vez supone la superioridad especista
respecto de quienes no la posean.
Este cuestionamiento tiene ya una larga historia, como bien señala Virginia Fons, de la
Universidad Autónoma de Barcelona en Concepto de persona en África Central11:
12
Dieterleng. G. (ed.), La notion de personne en Afrique noire, París, l’Harmattan, 1993
“… que exponen dos conceptos básicos para entender la noción de persona en
África: el de unidad y el de pluralidad. Si bien ambos conceptos parecen
contradictorios, no lo son en absoluto, como veremos en este artículo.
Resumiendo la aportación de Bastide (1993 [1973]), en África las poblaciones
poseen una noción de la persona pero no poseen un concepto claro de su
individualidad. Según este autor, existen dos anti-principios de la individualidad:
la pluralidad de los elementos constitutivos de la personalidad y la fusión de la
persona en su entorno, en su alteridad. Por decirlo de otro modo, no se concibe
como divisible o autónomo, como un ser radicalmente distinto de las cosas que
lo envuelven. No está dotado de fronteras o de límites. No está fuera del grupo.
No es un miembro diferenciado, aunque puede tener una gran cantidad de fuerza
(caso del jefe, del guerrero, del cazador excepcional o del brujo)”13
No hemos podido conseguirla aún, pero incluso uno de los autores, E Ortigues
circunscribía su ponencia en relación al psicoanálisis: La théorie de la personnalité en
psychanalyse et en ethnologie.
13
Virginia Fons. Concepto de persona… op cit p.22
14
Ibid p.22
15
Jacques Lacan. De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad (1932) Ed. Siglo XXI,
México 2006
16
En El sinthome dirá Lacan que no se trata de relaciones entre la paranoia y la personalidad, sino que
ambas son una y la misma cosa; J Lacan Seminario 23 (1975) El sinthome, Ed Paidos BsAs 2006
“… lo que caracterizaría esta representación distintiva de la cultura
afrodiaspórica es una noción de la psiquis humana como múltiple, removible, y
externa al cuerpo, que funciona como receptáculo”17
Y agrega:
17
Fernando Barrios. De porqué Olodumare… op.cit p.15
18
En Uruguay y supongo que en países vecinos también la conocemos como: castaña de caju
19
Roberto Strogman. Queering Black Atlantics religions. Transcorporeality… op cit p. 2
20
Ibid p.3
Nociones como identidad, nombre propio, asignación sexo-genérica ameritan ser
entonces revisadas a la luz de esta otra matriz de subjetivación.
Esta no coincidencia consigo mismo del practicante del Candomblé, no creo que deba
equivalerse a la no coinicidencia resultante de la división subjetiva, tal como la
entendemos en psicoanálisis. Quizás se trata de otras divisiones y composiciones
subjetivas así como de otros agenciamientos constitutivos.
Por otra parte, recordemos que Lacan en Breve discurso a los psiquiatras23, dirá de la
declaración de sexo, en clave spinoziana:
“La experiencia / del análisis / no es otra cosa / que / realizar / lo que es / esta
función, como tal, del sujeto. Resulta / que eso abre / a cierto efecto / que nos
muestra / que en lo que está primordialmente interesado de esta función del
significante, predomina / una dificultad, una falla, un agujero, una falta, / de esta
operación significante, / que está muy precisamente ligada / a la confesión, la
articulación / del su-jeto / en tanto / que se afecta de un sexo” 24
Parece bastante evidente que sujeto es sujeto sexuado, no obstante en este modo de
decirlo Lacan deja ver la inconsistencia de eso que no será más- ni menos- que una
afectación; algo con lo que el sujeto se compone.
(In) consistencia significante que hace que el sistema sexo-género occidental no admita
sino dos posiciones: macho-hembra, hombre-mujer.
Y en esa misma conferencia, Lacan hablará del escamoteo simbólico, que hace
imposible la consistencia de lo sexual, su escritura. Falta a ese nivel el órgano de la
cópula- así le llama- y se lo buscará en lo real en tanto pene.
21
Psicoanálisis e hibridez. Género, colonialidad, subjetivaciones. Ed Navarra Unbevú, México 2020
22
Thamy Ayouch. De lo binario a lo múltiple: subjetivaciones de género en el Candomblé; 2018
https://www.cairn.info/revue-cliniques-mediterraneennes-2018-1-page-159.htm
23
Jacques Lacan. Breve discurso a los psiquiatras (1967)
https://www.lacanterafreudiana.com.ar/2.5.1.12%20%20BREVE%20DISCURSO%20A%20LOS
%20PSIQUIATRAS,%201967.pdf
24
Ibid p.19
Se trata entonces de “la confesión del sujeto como afectado de un sexo” 25,dirá Lacan en
esta ocasión; y no podemos no señalar la pertinencia del término confesión, incluso y
con más razón si el uso que se hace allí de ese término fuese irónico.
Este rodeo, para decir que aunque Occidente ha hecho de la diferencia sexual una
condición subjetiva indispensable, esta solo se sostiene en el plano significante, a pesar
de los intentos de su reificación. O como señala Paul B. Preciado, en tanto religión
científica o régimen político visual, epistemología política26.
Entonces, ¿Qué consecuencias porta para el ejercicio del análisis recibir a alguien cuya
matriz subjetiva haya tenido lugar- al menos en parte- en otra matriz espiritual?
Claro, me dirán que si va a un/x analista, participa en algo del acuerdo que ubica en el
psicoanálisis, un lugar dónde algo de su ser podría llegar a verse concernido. Sin dudas,
lo más probable- y de hecho puedo dar fe de ello (si se me permite la expresión, irónica
en este contexto) es que nos encontremos con alguien que participa de al menos dos
matrices de subjetivación, en una hibridización compleja, a no reducir, a no escamotear;
lo que, de hacerlo, constituiría una forma de violencia y dominio de amo.
Lacan mismo ya estaba advertido de algo de esto. Así, en una ocasión en que recibe
personas del Alto Togo dirá:
“[…] su inconsciente funcionaba de acuerdo con las buenas reglas del Edipo.
Era el inconsciente que les habían vendido junto con las leyes de la colonización
[…] Su inconsciente no era el de sus recuerdos de infancia -esto era palpable-
sino que su infancia era vivida retroactivamente con nuestras categorías
familiares […]”27
Sujeto, subjetividad, persona, alma, espíritu, inconciente y una larga lista de términos se
nos enrostran a ser ya no deconstruidos, sino quizás decolonizados, desuniversalizados,
situados, vueltos a decir, redescubiertos e inventados, en una práctica que no reniegue
de las improntas materiales- que incluyen la materialidad de la lengua, claro- coloniales
y subjetivopolíticas de las que somos efecto.
25
Ibid p.22
26
Paul B. Preciado Intervención en las Jornadas Nº 49 de la École de la Cause Freudienne.
Mujeres en Psicoanálisis 17 - Noviembre 2019
27
Jacques Lacan. Seminario 17 El reverso del psicoanálisis (1969-70), Paidos BsAs 2008, p.96