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Reseña Crítica

Capitulo 5 El Dios vivo se opone a la idolatría

Por

Esteban Daniel Medellín Garza

Presentado para llenar parcialmente los requisitos de la materia:


Libros proféticos y poéticos

Que imparte el profesor:


Jorge Alberto
Carrillo Saucedo

Seminario Teológico Bautista “Dr. G. H. Lacy”

26 de noviembre de 2023
INTRODUCCIÓN

El único Dios verdadero es un Dios celoso, que demanda que nosotros le adoremos solo a Él, es
por eso que en este capítulo se muestra cómo trata la Biblia el fenómeno de seres humanos que
ofrecen culto a muchas supuestas deidades aparte del Dios de Israel. En la Biblia se mencionan
muchos dioses falsos que eran adoramos por las naciones y aún por el mismo pueblo de Dios y
en la actualidad aún existe mucha idolatría por parte de la humanidad dejando a un lado a Dios,
el único Dios viviente. El monoteísmo bíblico es necesariamente misional.
RESUMEN Y CRITICA

El pueblo de Israel vivió varias etapas en donde existían diferentes posturas acerca de reconocer
la existencia de otros dioses. Fue en el exilio tardío (Isaías 40-55) que alguien en Israel pudo
decir con claridad que no ha existido ningún otro Dios que YHVH. Por lo tanto, se puede concluir
que, dependiendo del momento en la historia, los israelitas pudieran haber reconocido que habría
otros dioses aparte de YHVH, o en otro tiempo que en realidad existían otros dioses además de
YHVH pero que solo Él es el único Dios que Israel debe adorar o finalmente la respuesta a la
pregunta que, si creían que existían otros dioses además de YHVH, seria un rotundo no, YHVH
es el único Dios.

Entonces si Dios es el único Dios verdadero que pasa con los otros dioses, ¿existen o no existen?
Hay una frase que nos deja muy claro esto: son nada en relación con YHVH; son algo en relación
con sus adoradores. Esto quiere decir que no se comparan en nada con YHVH, él es el Dios; no
hay otro fuera de él. Pero si pueden ser algo para las naciones que los adoran y que tiene un
impacto en sus vidas. Lo que Pablo quería comunicar a la iglesia en Corinto era que los dioses e
ídolos existen en verdad; pero no tienen la existencia divina que solamente posee el único Dios
viviente.

En la actualidad no podemos negar la existencia de otros dioses, y del fenómeno de la idolatría,


cuidando no caer en el politeísmo sino sabiendo que existe solo un Dios único y verdadero. Es
por ello que los ídolos y los dioses se tratan de categorizar en tres formas: (1) objetos dentro de
la creación visible, (2) demonios, o (3) productos de manos humanas. En el punto numero uno
hace referencia a la adoración de los cuerpos celestes, los animales o incluso otros seres humanos.
Cuando la gente adora a la creación en lugar del Creador, todo queda invertido. La idolatría
produce desorden en todas nuestras relaciones fundamentales. El punto numero dos nos habla
acerca de la idolatría a los demonios y en el Antiguo Testamento encontramos dos pasajes que
de manera explicita equiparan a los dioses y los ídolos con demonios: Deuteronomio 32 y Salmo
106. Entonces el nexo reversible está claro: adorar a otros dioses es adorar a demonio satánicos;
postrarse ante Satanás es tratarlo como un ser divino, que no lo es, y de este modo ser infiel al
Dios vivo de Israel. En el último punto se habla acerca de los ídolos o dioses creados por las
manos humanas. En el Antiguo Testamento podemos leer en los Salmos y en los profetas relatos
que dejan como burla a esos dioses frente a YHVH. Los salmistas y los profetas no hacen
distinción alguna entre las imágenes y los dioses que representaban- no porque no supieran que
esa distinción estaba allí en las mentes de los adoradores paganos, sino porque, en ultima
instancia, no había tal distinción en la realidad. Los ídolos visibles eran, obviamente, de
fabricación humana. Los supuestos dioses que eran representados por los ídolos no tenían
realidad divina alguna ni poder divino, porque esa realidad y ese poder pertenecían solo a YHVH.

En la sección de critica y esperanza se habla de dos paradojas de los dioses en la Biblia. La


primera de ellas es que los ídolos no son nada en términos de la realidad divina que se les
atribuye. Hay un solo Señor Dios de la revelación bíblica, Creador y Gobernante del universo.
Son algo, algo cuya existencia se da por sentado en el mandamiento de no adorarlos. Y la segunda
paradoja es que los dioses pueden representar y ser manifestación del orden demoniaco. Es claro
que los dos afirman la soberanía del Dios vivo sobre todos esos poderes, y su derrota definitiva
por Cristo en la cruz.

Pero, ¿Por qué la idolatría es una cuestión misional? Dado que la misión de Dios consiste en
restaurar la creación a su propósito original de dar toda la gloria a Dios mismo, y de este modo,
permitir que la creación íntegra disfrute de la plenitud de la bendición que él anhela que tenga,
Dios lucha contra todas las formas de la idolatría y nos llama a unirnos a él en ese conflicto.

También es necesario que nosotros entendamos cuales son las motivaciones de las personas que
se inclinan a adorar a otros dioses, un enfoque misional bíblicamente informado sobre la idolatría
procura entender toda esa gran variedad de formas en que los seres humanos se fabrican sus
dioses y poder presentar al único Dios verdadero en amor y respeto.

Por último, se nos exhorta a enfrentar la idolatría. La sabiduría en la misión nos pide que
aprendamos a discernir, y a reconocer que lo que puede ser apropiado en una situación puede no
serlo en otra. Es por ello que el apóstol Pablo nos enseña que podemos hacerlo utilizando un
argumento teológico, él ubica a la idolatría claramente dentro del reino de aquello que provoca
la ira de Dios. El ataque de Pablo a la idolatría es teológico, intelectual, ético y social. Otra de
las enseñanzas de Pablo es la actividad evangelizadora, en este caso se destaca la bondad, la
providencia y la paciencia de Dios para con aquellos que se encontraban adorando a otros dioses.
Debemos tener en claro que en ambos casos el apóstol edifica lo que tiene que decir con
fundamentos solidos bíblicos. Por ultimo, guiando pastoralmente y advirtiendo proféticamente.

Debemos estar en condiciones de discernir en cuanto a las respuestas apropiadas para los
diferentes contextos, aprendiendo este enfoque de los apóstoles y los profetas para combatir la
idolatría que se vive en nuestros días, que en muchas ocasiones puede resultar muy sutil pero que
esta trayendo graves consecuencias en la vida espiritual de las personas, aun de los mismos
cristianos. Es una realidad que existe una adicción humana a la idolatría. Los profetas y los
apóstoles nos ofrecen el claro ejemplo tanto de reclamar la universalidad y la trascendencia para
YHVH y para Cristo, como al mismo tiempo ocuparnos de los contextos particulares y locales a
los que somos enviados.
CONCLUSIÓN

Nuestra realidad humana esta inclinada a la idolatría. Estamos tan sumergidos que muchas veces
no nos damos cuenta. La realidad es que Dios es el único que merece ser adorado. Es por ello
que somos llamados a luchar contra la idolatría y buscar el rostro de Cristo cada día. Cumplir
nuestra misión como cristiano exige una devoción única a YHVH el Dios verdadero.

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