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26 de noviembre de 2023
INTRODUCCIÓN
El único Dios verdadero es un Dios celoso, que demanda que nosotros le adoremos solo a Él, es
por eso que en este capítulo se muestra cómo trata la Biblia el fenómeno de seres humanos que
ofrecen culto a muchas supuestas deidades aparte del Dios de Israel. En la Biblia se mencionan
muchos dioses falsos que eran adoramos por las naciones y aún por el mismo pueblo de Dios y
en la actualidad aún existe mucha idolatría por parte de la humanidad dejando a un lado a Dios,
el único Dios viviente. El monoteísmo bíblico es necesariamente misional.
RESUMEN Y CRITICA
El pueblo de Israel vivió varias etapas en donde existían diferentes posturas acerca de reconocer
la existencia de otros dioses. Fue en el exilio tardío (Isaías 40-55) que alguien en Israel pudo
decir con claridad que no ha existido ningún otro Dios que YHVH. Por lo tanto, se puede concluir
que, dependiendo del momento en la historia, los israelitas pudieran haber reconocido que habría
otros dioses aparte de YHVH, o en otro tiempo que en realidad existían otros dioses además de
YHVH pero que solo Él es el único Dios que Israel debe adorar o finalmente la respuesta a la
pregunta que, si creían que existían otros dioses además de YHVH, seria un rotundo no, YHVH
es el único Dios.
Entonces si Dios es el único Dios verdadero que pasa con los otros dioses, ¿existen o no existen?
Hay una frase que nos deja muy claro esto: son nada en relación con YHVH; son algo en relación
con sus adoradores. Esto quiere decir que no se comparan en nada con YHVH, él es el Dios; no
hay otro fuera de él. Pero si pueden ser algo para las naciones que los adoran y que tiene un
impacto en sus vidas. Lo que Pablo quería comunicar a la iglesia en Corinto era que los dioses e
ídolos existen en verdad; pero no tienen la existencia divina que solamente posee el único Dios
viviente.
Pero, ¿Por qué la idolatría es una cuestión misional? Dado que la misión de Dios consiste en
restaurar la creación a su propósito original de dar toda la gloria a Dios mismo, y de este modo,
permitir que la creación íntegra disfrute de la plenitud de la bendición que él anhela que tenga,
Dios lucha contra todas las formas de la idolatría y nos llama a unirnos a él en ese conflicto.
También es necesario que nosotros entendamos cuales son las motivaciones de las personas que
se inclinan a adorar a otros dioses, un enfoque misional bíblicamente informado sobre la idolatría
procura entender toda esa gran variedad de formas en que los seres humanos se fabrican sus
dioses y poder presentar al único Dios verdadero en amor y respeto.
Por último, se nos exhorta a enfrentar la idolatría. La sabiduría en la misión nos pide que
aprendamos a discernir, y a reconocer que lo que puede ser apropiado en una situación puede no
serlo en otra. Es por ello que el apóstol Pablo nos enseña que podemos hacerlo utilizando un
argumento teológico, él ubica a la idolatría claramente dentro del reino de aquello que provoca
la ira de Dios. El ataque de Pablo a la idolatría es teológico, intelectual, ético y social. Otra de
las enseñanzas de Pablo es la actividad evangelizadora, en este caso se destaca la bondad, la
providencia y la paciencia de Dios para con aquellos que se encontraban adorando a otros dioses.
Debemos tener en claro que en ambos casos el apóstol edifica lo que tiene que decir con
fundamentos solidos bíblicos. Por ultimo, guiando pastoralmente y advirtiendo proféticamente.
Debemos estar en condiciones de discernir en cuanto a las respuestas apropiadas para los
diferentes contextos, aprendiendo este enfoque de los apóstoles y los profetas para combatir la
idolatría que se vive en nuestros días, que en muchas ocasiones puede resultar muy sutil pero que
esta trayendo graves consecuencias en la vida espiritual de las personas, aun de los mismos
cristianos. Es una realidad que existe una adicción humana a la idolatría. Los profetas y los
apóstoles nos ofrecen el claro ejemplo tanto de reclamar la universalidad y la trascendencia para
YHVH y para Cristo, como al mismo tiempo ocuparnos de los contextos particulares y locales a
los que somos enviados.
CONCLUSIÓN
Nuestra realidad humana esta inclinada a la idolatría. Estamos tan sumergidos que muchas veces
no nos damos cuenta. La realidad es que Dios es el único que merece ser adorado. Es por ello
que somos llamados a luchar contra la idolatría y buscar el rostro de Cristo cada día. Cumplir
nuestra misión como cristiano exige una devoción única a YHVH el Dios verdadero.