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TRABAJO PRACTICO INTEGRADOR

MATERIA: LENGUA Y LITERATURA CURSO: 4° año


TURNO: TARDE Divisiones: TODAS
DOCENTES
APELLIDO Y NOMBRE CURSO CORREO
Fernández, Sandra 4° 1° sandri65fernandez@gmail.com

Imperatrice, Flavia 4° 2° aino_perla@hotmail.com

Laura, Marcelina 4° 3° marcelina-05@hotmail.com

ACTIVIDADES

1) Lea el siguiente escrito:


EL LOBO CALUMNIADO

“El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo
ordenado y limpio. Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos
turistas sentí unos pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi llegar a una niña vestida de
una forma muy divertida: toda de rojo y su cabeza cubierta, como si no quisieran que la
viesen. Caminaba feliz y comenzó a cortar las flores de nuestro bosque, sin pedir permiso a
nadie, quizás ni se le ocurrió que estas flores no le pertenecían. Naturalmente, me puse a
investigar. Le pregunté quién era, de dónde venía, a dónde iba, a lo que ella me contestó,
cantando y bailando, que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo. Me
pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque cortando flores. De repente, sin
ningún remordimiento, mató a un mosquito que volaba libremente, pues el bosque también
era para él. Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en el bosque
sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a sus habitantes.
La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Cuando llegué me abrió la puerta
una simpática viejecita. Le expliqué la situación y ella estuvo de acuerdo en que su nieta
merecía una lección. La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista. Cuando llegó la niña
la invité a entrar al dormitorio donde yo estaba acostado vestido con la ropa de la abuelita.
La niña llegó sonrojada, y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido
insultado antes, así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran para oírla
mejor.
Ahora bien, la niña me agradaba y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra observación
insultante acerca de mis ojos saltones. Comprenderán que empecé a sentirme enojado. La
niña mostraba una apariencia tierna y agradable, pero comenzaba a caerme antipática. Sin
embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me ayudaban a verla
mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizó. Siempre he tenido problemas con mis
grandes y feos dientes y esa niña hizo un comentario realmente grosero.
Reconozco que debí haberme controlado, pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda
mi dentadura y gritándole que era así de grande para comérmela mejor. Ahora, piensen
ustedes: ningún lobo puede comerse a una niña. Todo el mundo lo sabe. Pero esa niña
empezó a correr por toda la habitación gritando mientras yo corría detrás suya tratando de
calmarla. Como tenía puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr me la quité,
pero fue mucho peor. La niña gritó aún más. De repente la puerta se abrió y apareció un
leñador con un hacha enorme y afilada. Yo lo miré y comprendí que corría peligro, así que
salté por la ventana y escapé corriendo. Me gustaría decirles que éste es el final del cuento,
pero desgraciadamente no es así. La abuelita jamás contó mi parte de la historia y no pasó
mucho tiempo sin que se corriera la voz de que yo era un lobo malo y peligroso. Todo el
mundo comenzó a evitarme y a odiarme.
Desconozco qué le sucedió a esa niña tan antipática y vestida de forma tan rara, pero sí les
puedo decir que yo nunca pude contar mi versión. Ahora ya la conocen…”

A- ¿Por qué es un texto literario? ¿Qué tipo de intertextualidad observa?


B- Reescriba la historia de Caperucita Roja desde la perspectiva de otro personaje. Sea
creativo. (10 renglones)

2) A- Lea atentamente el ensayo de Beatriz Sarlo:

LA MÁQUINA DE LEER

Leer: una de las operaciones más complejas. No es sorprendente que adquirir un manejo de
la máquina de leer sea difícil y, en períodos de mutación cultural, se corra el riesgo de perder
la máquina y la destreza para manejarla. Para decirlo con algunas comparaciones evidentes:
es más difícil aprender a leer que aprender a conducir un coche o una bicicleta, jugar al tenis,
cocinar comida china, andar a caballo o tejer. Por supuesto, aunque vale la pena recordarlo,
es más difícil aprender a leer que a mirar televisión.
En lo escrito hay una clave de bóveda del mundo. Todavía no se ha inventado nada más
allá: los hipertextos, Internet, los CDROM y los programas de computadora suponen la
lectura, obligan a la lectura y no son más sencillos que los libros tal como los conocimos
hasta hoy. Quien afirme algo diferente nunca vio un CDROM ni un programa de hipertexto,
o quiere engañarnos haciendo barato populismo tecnológico. Si el futuro son las
computadoras, la lectura es indispensable. Ténganlo en cuenta quienes profesan la optimista
superstición del futuro.
Pero no querría hablar del futuro, porque ya los suplementos de ciencia de los diarios exaltan
suficientemente el mundo maravilloso que nos espera. Querría hablar del pasado y del
presente. La lectura opera con una máquina del tiempo que hasta hoy no ha igualado
ninguna otra máquina: bajo la forma de página impresa o de pantalla de computadora que
imita o perfecciona la página impresa, están el mundo que fue y el mundo que es. Hasta hoy,
nuestra cultura (quiero decir la cultura llamada occidental en sus diversas versiones) es
visual y escrita. Esto no la hace superior a las grandes culturas orales del pasado:
simplemente, marca su diferencia y el ser de su diferencia. Se puede valorar la oralidad,
pero no se puede volver a ella como instrumento básico de la continuidad cultural. Se podrá
prever un futuro donde la lectura resigne su hegemonía frente a otras formas de transmisión,
pero ese futuro todavía no ha llegado y, si llega, llegará por la lectura y no a pesar de ella.
Es indiferente el soporte material de la lectura: ¿una página impresa, un microfilm, la pantalla
de una computadora, un holograma? En el límite, todos exigen esa capacidad infinitamente
difícil: interpretar algo que ha sido escrito por otro. Leer es, siempre, de algún modo, traducir.
La máquina de leer pide ser accionada con sutileza. Pero admite que se la ponga en marcha
en las condiciones más libres. Difícilmente pueda ponerse en otra máquina que sea, a la
vez, tan complicada en su manejo y tan abierta a los usos más personales, secretos,
innovadores, transgresivos. La máquina de leer nos permite prácticamente todo.
La máquina está allí: mucho menos servil que un televisor, mucho más compleja que una
computadora, pero también más esquiva porque exige más de quien la opera. La máquina
de leer, instalada en la larga duración de la historia, sigue funcionando cuando otros
instrumentos hoy sólo pueden ser vistos como curiosidades en los museos de la técnica. La
máquina de leer: una hipermáquina, una nave espacial, una cápsula de tiempo, un espejo,
un Aleph.”
Sarlo, Beatriz; Instantáneas. Medios, ciudad y costumbres en el fin de siglo; Ariel, Buenos Aires; 1997.

B- ¿Cuál de los siguientes enunciados se ajusta a la tesis propuesta en el texto? Marque


con X.
- Los distintos modos de leer suponen formas de interpretar que van variando según
cada momento.
- La lectura fue, es y será igual sin importar el soporte de lo que se lea.
- Los tipos de lectura varían según el soporte en el que se expresen.
- La tecnología destronará a la lectura.
C- ¿Por qué es más difícil leer que cualquiera de las otras actividades mencionadas por
Sarlo en el primer párrafo?
D- Identifique en el escrito: marcas lingüísticas del emisor y del receptor, ejemplificaciones,
comparaciones, relaciones de causa – consecuencia.

3) Lea la novela “Del amor y otros demonios” de Gabriel García Márquez, luego:
A- Redacte un breve argumento de la historia.
B- Justifique los siguientes temas:
- Las supersticiones y los mitos.
- La falta de libertad femenina.
- La opresión religiosa.
C- Escriba un ensayo sobre un tema que Ud. haya observado en la novela.

Observaciones:
• El trabajo integrador deberá ser enviado a los correos de las respectivas profesoras,
según el curso y división, digitalizados y con todos los datos personales (nombre y
apellido, curso, división y turno).
• Plazo de entrega: hasta el 10 de febrero de 2021.

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