La Bauhaus

La Staatliches Bauhaus fue una mítica Escuela de Arte y Diseño, fundada por Walter
Gropius (1883-1969) en la ciudad alemana de Weimar, que se convirtió en el ejemplo a
seguir en una nueva concepción artística basada en las vanguardias que integró todas las
artes, esta misma se centró en el diseño racionalista y produjo respuestas acertadas y útiles
a los problemas planteados por la técnica y las necesidades cotidianas.
La aparición de la Bauhaus fue el punto de confluencia de una serie de tendencias,
filosofías, estéticas y estilos que se venían desarrollando desde finales del siglo XIX e
inicios del siglo XX.
Desde su fundación en 1919, la Bauhaus no fue solo una Escuela de Artes y Oficios
tradicional, sino que tuvo una línea claramente definida que tendió a unificar arte y diseño
industrial, imponiendo un método de enseñanza que no solo se basaba en estudios
artísticos tradicionales, sino que se potenciaba el aprendizaje de oficios manuales, de
técnicas novedosas como el marketing, la fotografía o la publicidad, y sobre todo un diseño
dirigido a satisfacer las demandas del mundo industrial.

Características
● Integración de las artes: se da la misma importancia a la arquitectura que al diseño
gráfico o de productos.
● Racionalismo: se impuso un diseño de carácter geométrico y desornamentado.
● Influencia de las vanguardias: importantes arquitectos racionalistas frecuentaban
la Bauhaus, y grandes artistas de vanguardia, como Klee, Kandinsky o El Lissitzky,
trabajaron como profesores. Las más influyentes fueron el Constructivismo y el
Neoplasticismo.
● Método de estudio integral: las clases eran dirigidas por dos profesores, uno de
carácter teórico y otro de carácter práctico.
● Importancia del diseño: se dio mucha importancia al diseño limpio y racional, con
mucha influencia del Constructivismo y la Nueva tipografía.
● Uso de métodos novedosos: gran interés por técnicas novedosas como la
fotografía, el cine o el collage.
● Participación de la Escuela en el tejido social: se colaboraba de forma activa con
las empresas, atendiendo a las necesidades reales de la producción.
● Sensibilidad social: se potenció el diseño de productos económicos y fáciles de
reproducir en serie para hacerlos baratos y aptos para su producción industrial. Se
usaron materiales baratos y de uso industrial como el tubo de hierro o la madera
laminada.
● Conciencia crítica: Tanto el profesorado como el alumnado solía participar en
debates y actos izquierdistas.