Está en la página 1de 3

América Ramírez Cázarez

2°C Bachillerato Vespertino C.E.P.L.C

El bosque de los Diversos


Había una vez en un lejano bosque, un lugar donde habitaban seres realmente fuera de lo
común. En este bosque vivían criaturas mágicas, seres mitad hombre mitad animal, y otros seres
que parecían sacados de cuentos de hadas. Estos seres, a pesar de sus diferencias, convivían en
armonía, practicando día a día los valores de la tolerancia, solidaridad y amistad.

En este bosque vivían el duende Tito, el unicornio Brillo, el hada Melisa, el hombre lobo Lucas,
y la sirena Marina, entre muchos otros seres increíbles. A pesar de sus diferencias físicas y
habilidades especiales, siempre se respetaban y ayudaban mutuamente, mostrando a los demás
que la diversidad enriquece la convivencia.

Un día, una noticia preocupante recorrió el bosque: la gran sequía estaba afectando a todas las
criaturas que habitaban en él. Los ríos se estaban secando, los árboles perdían sus hojas y el
suelo se agrietaba por la falta de agua. Al ver la angustia en los rostros de sus amigos, Tito
propuso buscar una solución entre todos.

Luego de una larga conversación, decidieron que la única forma de resolver aquella situación
era buscar el Manantial de la Vida, una fuente de agua mágica que se decía tenía el poder de
hacer florecer cualquier cosa en su camino. De inmediato, se organizaron en equipos, cada uno
con habilidades y características únicas que los ayudarían en la búsqueda de tan preciado
tesoro.

El duende Tito se encargó de liderar el equipo de exploración, el unicornio Brillo se ofreció para
transportar a los demás en su ágil lomo, el hada Melisa utilizó sus poderes para encontrar el
camino correcto, el hombre lobo Lucas se encargó de cazar para mantener alimentados a todos,
y la sirena Marina buscó en lo más profundo de los ríos cualquier indicio del manantial.

Juntos, recorrieron valles, montañas y ríos, enfrentando obstáculos y peligros, pero siempre
apoyándose los unos a los otros. Finalmente, después de días de agotadora travesía, encontraron
el preciado Manantial de la Vida. Los seres mágicos, emocionados y agradecidos, llenaron sus
cantimploras de agua mágica y regresaron al bosque.

Cuando las criaturas mágicas compartieron el agua mágica con todo el bosque, un milagro
asombroso sucedió. La tierra sedienta absorbió el agua con avidez y de
repente, todo el bosque comenzó a brillar con un resplandor mágico. Las plantas, árboles y
flores se llenaron de color y vida, y el cielo se iluminó con destellos de luz.

La magia del Manantial de la Vida no solo restauró la vegetación y el agua del bosque, sino que
también trajo consigo una energía especial que cambió a las criaturas mágicas. Después de
encontrar el Manantial de la Vida, las criaturas mágicas no solo restauraron la vegetación y el
agua del bosque, sino que también descubrieron que el agua mágica había otorgado a cada uno
de ellos habilidades especiales. Con el paso del tiempo, estas habilidades se fueron
intensificando y cambiando, convirtiendo a cada ser mágico en una entidad aún más poderosa y
sabia.

El duende Tito, quien durante años había sido conocido por su astucia y sabiduría, se convirtió en
el guardián de la sabiduría del bosque. Su capacidad para resolver problemas y mediar en
conflictos se vio potenciada por su conexión con el Manantial de la Vida, convirtiéndolo en una
especie de oráculo para las demás criaturas mágicas.

En cuanto al unicornio Brillo, su cuerno adquirió la capacidad de curar con la luz que emitía,
logrando sanar a las criaturas heridas con solamente un toque. Su aura de bondad y protección
se hizo aún más poderosa, convirtiéndose en una figura de paz y sanación para todo el bosque.

El hada Melisa, cuyos poderes de sanación ya eran conocidos, vio cómo su don se potenciaba de
manera asombrosa. No solo podía curar el cuerpo, sino también el alma de aquellos que acudían
a ella en busca de ayuda, convirtiéndola en una especie de consejera y alivio emocional para las
demás criaturas mágicas.

Por su parte, el hombre lobo Lucas encontró el control total sobre su transformación, pudiendo
cambiar de forma a voluntad y mantener su conciencia plenamente activa en cualquiera de sus
estados. Esta nueva habilidad le otorgó un equilibrio interior que antes no poseía,
convirtiéndolo en un líder natural y protector del bosque.

Finalmente, la sirena Marina, cuya conexión con el agua siempre había sido profunda, adquirió
la habilidad de purificar cualquier fuente de agua, garantizando la salud y la pureza de los ríos
y lagos del bosque. Su voz se convirtió en una melodía sanadora que atraía a las criaturas
heridas y enfermas, ofreciéndoles un alivio inigualable.

Con el paso del tiempo, las habilidades de estas criaturas mágicas se convirtieron en
leyendas que se transmitieron de generación en generación. Se decía que el Manantial de la Vida
no solo restauró el equilibrio del bosque, sino que también marcó el nacimiento de una nueva
era de magia y cooperación, uniendo a todos los seres mágicos en un propósito común de cuidar
y proteger el bosque y a sus habitantes.

Esta transformación no solo demostró el poder de la unión y la diversidad, sino que también
consolidó el legado de solidaridad y amistad que siempre había caracterizado al bosque de los
Diversos. Desde entonces, las criaturas mágicas vivieron en armonía,
protegiendo su hogar con las habilidades renovadas que el Manantial de la Vida les otorgó,
demostrando que juntos podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara en el
futuro.

Y así, el bosque de los Diversos se convirtió en un lugar legendario, donde la tolerancia, la


solidaridad y la amistad dieron forma a un nuevo reino de maravillas, donde la diversidad era
celebrada y donde la magia de la unidad reinaba profundamente. Con este giro inesperado, la
historia tomó un rumbo nuevo, dándoles a todos la certeza de que juntos podían superar
cualquier dificultad que se les presentara en el futuro. Y colorín colorado, esta nueva era de
magia y cooperación apenas comenzaba.

También podría gustarte