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En un remoto rincó n de la selva, allá donde los bosques eran oscuros y profundos, se
encontraba un pequeñ o pueblo llamado San Juan. Sus casas eran de madera y hojas que se
alineaban en armonía con la naturaleza. Y sus habitantes, conocidos por su amabilidad, vivían
en paz con los misterios del bosque. Una leyenda ancestral había dominado las
conversaciones en San Juan durante generaciones. Cuentos de un ser legendario conocido
como El “guardiá n del bosque” se transmitía de padres a hijos. Se decía que El guardiá n era un
espíritu protector que velaba por el equilibrio de la naturaleza y la seguridad del pueblo.
Un día una joven intrépida llamada Elena decidió aventurarse en lo profundo del Bosque en
busca del Guardiá n. La curiosidad y el deseo de conocer a la criatura legendaria la impulsaron
a internarse en el espeso follaje dejando atrá s el pueblo que tanto amaba. Mientras Elena
avanzaba entre los inmensos á rboles y susurros del viento, finalmente se encontró cara a cara
con el Guardiá n del Bosque. Una figura alta y misteriosa, cuyos ojos reflejaban la sabiduría de
siglos. Elena le relató su deseo de entender la magia del bosque y aprender a protegerlo. El
guardiá n la instruyó pacientemente en los secretos del bosque, desde el lenguaje de las aves
hasta las propiedades curativas de las hierbas. Con el tiempo, Elena se convirtió en una
protectora del bosque, cuidando no solo de las criaturas que lo habitaban sino también de los
á rboles y arroyos que eran su vida. Mientras el tiempo pasaba la relació n de Elena y el
guardiá n se fortaleció , Y juntos trabajaban para preservar la armonía de San Juan. Sin
embargo, un día, una amenaza oscura se cernió sobre el pueblo en forma de una manada de
lobos hambrientos que descendió del Norte causando estragos en la tranquilidad de San Juan.
El guardiá n y Elena unieron sus fuerzas y con sabiduría y valentía encontraron una manera de
disuadir a los lobos sin hacerles dañ o. La paz volvió a reinar en San Juan y los lobos se
convirtieron en guardianes del bosque en lugar de amenazas.