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DE MÉXICO
Facultad de Derecho
Materia:
DERECHO INTERNACIONAL CON RELACIÓN A LA FAMILIA
Catedrática:
Dra. Elva Leonor Cárdenas Miranda
Alumna:
Verónica Citlally Ruiz Ríos
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TÍTULO: “Las familias en el Siglo XXI. Una
mirada desde el Derecho”
AUTORES: CARBONELL, José
GONZÁLEZ Martín, Nuria
CARBONELL Sánchez, Miguel
EDITORIAL: Instituto de investigaciones
jurídicas - UNAM
AÑO: 2016
Los autores de esta obra la dividen en tres capítulos, el primero desarrollado por
José Carbonell quién lo denominó: “La Revolución en Marcha. La transición
demográfica y el surgimiento de nuevas formas de convivencia familiar”; el
segundo denominado: “¿Qué significa ser iguales? La equidad de Género en el
estado de bienestar”, escrito por dos autores, nuevamente José Carbonell en
compañía de Miguel Carbonell; y por último, el capítulo denominado “Modelos
Familiares ante el nuevo orden jurídico: Una aproximación Casuística” de Nuria
González Martín, los tres autores cada uno enfocado al desarrollo de su tema
específico hacen de este libro una obra resultado de una investigación exhaustiva
sobre las problemáticas sociales que se viven en la actualidad dentro de la familia
y la transformación que ha tenido ésta a los largo de los años movida por una
sociedad en constante movimiento.
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dedicaba a trabajar y ser el único soporte económico de la familia, mientras que la
mujer por otro lado, se enfocaba en la actividades puramente encaminadas al
hogar, es decir, al cuidado de los hijos e incluso en los casos necesarios al
cuidado de los adultos mayores. Por lo tanto, la mujer no aportaba prácticamente
nada para los ingresos económicos de la familia, en la actualidad este tipo de
familia ha ido cambiado, siendo de alguna manera obligada a modificarse debido a
las circunstancias actuales, hoy en día, si la mujer no tiene estudios y trabaja muy
difícilmente pueden crecer como familia, ahora ambos estudian, ambos trabajan,
ambos cocinan, ambos colaboran con la limpieza del hogar, ambos aportan
económicamente, ambos educan a los hijos e influyen en la totalidad de los
deberes de familia, por lo tanto, si ambos no cuentan con un nivel de estudios
competitivo, difícilmente pueden aspirar a un mejor salario, las mujeres sobre todo,
últimamente han ocupado un lugar primordial en la economía de la familia las
hemos visto en una participación más activa laboral, lo que ha hecho un cambio
social significativo, esto ha dado como resultado la llamada revolución
demográfica de la que nos habla el autor en ésta obra.
El autor en esta obra nos muestra de manera gráfica la considerable caída que
han tenido los actos de matrimonios en los últimos años, principalmente, en los
países desarrollados y nos menciona que en algunos países como Japón,
Holanda, Reino Unido, Francia, España el índice de matrimonios se ha visto
reducido hasta en un 50%, cantidad considerable para poner a la sociedad a
pensar.
En los años 70 el porcentaje de mujeres con una educación superior era mínimo, y
de las que estudiaban muy pocas se graduaban, en la actualidad, el número de
mujeres en las universidades es cada vez mayor, México en ese sentido en
comparación con otros países como Canadá, Dinamarca, Noruega, Italia Estados
Unidos donde existen menos hombres en las aulas universitarias, tiene un rezago
y no existe una paridad de género como en los países mencionados. Sin embargo,
el crecimiento de mujeres en la educación es sin duda significativo.
Para empezar nos dicen que a pesar de las crecientes participaciones de las
mujeres en la educación y en el trabajo, persisten importantes rezagos reflejados
en la organización y el concepto del mismo, en la gran mayoría de las familias
mexicanas persiste la idea generalizada de que el hombre debe ser el “proveedor”
por lo tanto, continúa siendo el sustento principal de la familia, y el único que tiene
que prepararse para desempeñar un buen papel en el ámbito laboral, aunado a las
pocas posibilidades de que la mujer se integre a la educación y la vida laboral y
empiece a formar parte del sustento familiar, problemática que se agrava entre
otras causas, por los horarios extensos que no les permiten combinar el hogar con
su trabajo o estudios, salarios bajos por el mismo empleo desempeñado, menor
probabilidad de contratación a mujeres sobre todo con hijos, ya que esto genera
mayor responsabilidad y desatención de sus obligaciones.
Lo que nos lleva sin duda a plantearnos la siguiente pregunta: ¿Que significa
entonces la igualdad entre hombres y mujeres?, partiendo del sustento
constitucional establecido en el artículo cuarto, donde se establece que el hombre
y mujer son iguales ante ley, concatenado con el artículo primero donde se
estipula que queda prohibida cualquier discriminación por razón de género, y los
textos internacionales que hacen referencia a este tema, podemos concluir que
esta igualdad se asume por la inexistencia de cualquier forma de discriminación y
trato igualitario en relación a los salarios de las mujeres y hombres en las mismas
circunstancias laborales. No existe plan de estudio en las escuelas y
universidades que diferencie a las mujeres y hombres, ni se aplican exámenes
profesionales para hombres y mujeres, ¿Por qué entonces si ambos recibieron el
mismo título profesional, en la vida laboral se hace una distinción entre hombres y
mujeres a la hora de fijar la remuneración? Y a la hora de elegir quien se quedará
con el puesto vacante.
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Sin duda es parte de la desigualdad que siempre ha vivido el sexo femenino a lo
largo de los años, y que como bien dicen los autores, se encuentra arraigada
desde lo más profundo de las tradiciones, nuestra historia, la cultura y la religión,
situación por la cual ha resultado tan difícil cambiar los patrones establecidos,
incluso en la vida pública se ha comprobado que las mujeres reciben menos
información en la política que los hombres, esto como un ejemplo, considerando
la doble carga que tienen las mujeres en la vida laboral ya que desempeñan
también la obligación de mantener un hogar y atender a los hijos, que genera una
necesidad de crear una conciliación entre ambos, la vida laboral y las
obligaciones familiares, derivados de los cambios en la estructura social y la
organización de la familia, así como la tendencia hacia una independencia
económica por parte de las mujeres, lo que sin duda ha generado que las uniones
matrimoniales sean menos estables.
Ambos autores nos hablan del contexto histórico mediante el cual se da el Estado
social, que conforme va avanzando el proceso de urbanización, las personas se
vuelven más indefensas, ya que resultan incapaces de satisfacer por si mismas
sus propias necesidades básicas, y que a diferencia de las sociedades rurales, sí
encontramos los sistemas de auto-abastecimiento.
Desde otro punto de vista los autores nos llevan a la situación de pobreza, que ha
resultado ser un problema social también muy grave y trascendente, el hecho de
carecer de los recursos para satisfacer las necesidades básicas de cada persona
y que sean compatibles para la preservación de la dignidad humana, genera la
necesidad de que el Estado le dé más importancia a estos asuntos y trabajar para
asegurar a su población una subsistencia segura y una vida digna.
Los autores también nos dicen que durante varias generaciones el acceso a los
recursos sociales ha dependido en gran parte del género, la vida se ha divido en el
aspecto público y privado, en el público se encuentra el trabajo remunerado y la
vida política; y en el privado la familia, el hogar y toda la vida del entorno donde
encontramos la función principal de las mujeres, como una especie de pacto
contrato social implícito, donde nos encontramos los roles determinados para cada
género.
En relación al “Estado de Bienestar” clásico nos dicen los autores que esto
implicaba la existencia de una familia nuclear convencional, donde el sostén
económico era sin duda el lado masculino y la asistencia social y la procreación
pertenecía al lado femenino, las pocas mujeres que llegaban a trabajar, en
ocasiones se veían obligadas a abandonar su trabajo al casarse y ser madres,
debido al cuidado de los hijos y a los padres, por su parte, los hombres estudiaban
más o menos hasta los 16 años, luego trabajaban durante casi toda su vida hasta
la jubilación, y como el índice de mortandad era alto para ese rango de edad, les
quedaba muy poco tiempo para disfrutar de su jubilación y por lo tanto de su vida
y de su familia.
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Posteriormente, describen los autores como surge una transición familiar y el
nuevo papel de la mujer, cuando la familia continuaba siendo el pilar principal de la
organización social, entonces surge la injerencia de la mujer en el mercado laboral
sin abandonar la familia, por supuesto, se generan las familias llamadas atípicas
que empiezan a convertirse en una tendencia universal.
La autora nos dice que no existe un concepto general de familia desde un contexto
internacional y de derecho comparado, si no que éste concepto ha ido cambiando
desde el siglo XVIII hasta el siglo XX, ha tenido diferentes connotaciones
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anteriormente el matrimonio estaba fundado en la procreación, después en el
amor, después comienza a cambiar el interés por la celebración del matrimonio.
En general la autora nos presenta un panorama muy interesante y por demás real
de los casos actuales que se dan a nivel familiar y que en materia internacional se
complican, generado por las relaciones entre personas casadas con extranjeros,
que al surgir diferencias éstos se vuelven mucho más complejos.
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En la actualidad la vida laboral y familiar en el ámbito internacional, presenta un
nuevo modelo en el cual tanto hombres y mujeres trabajan y aportan al hogar, y
generan lo que la autora llama solidaridad familiar. Dónde todos pueden aportar
para beneficio de la familia, incluso los hijos cuando crecen y trabajan ayudan con
los gastos para el sustento familiar.
Por otro lado, la autora nos expone los llamados matrimonios y divorcios de
conveniencia, que es otro fenómeno social ligado a la migración, éste se da entre
personas que más que formar una familia para fines netamente de amor,
procreación y convivencia, buscan quizá una nacionalidad o un empleo en otro
país, dándose muchas variantes como los ya conocidos matrimonios simulados,
que lejos de estar dentro de los parámetros de un verdadero matrimonio, no se
forma una verdadera familia, no es más que un mero trámite administrativo con la
finalidad de alcanzar intereses internacionales de ciudadanía, y de la misma
manera, del lado contrario, también se dan los divorcios de conveniencia, estos
están motivados regularmente con la protección de bienes inmuebles o
monetarios.
Luego vienen los casos de los niños sin cuidado parental, niños solos que cruzan
una frontera sin acompañamiento o niños separados de sus familias muchas
veces por motivos migratorios, entonces se tiene que proteger a estos menores
desde diferentes variantes, algunas de ellas plasmadas en el Convenio de la Haya
de 19 de octubre de 1996, que han creado además diversos organismos en pro
del cuidado infantil con la cooperación de los países involucrados para intercambio
de información.
La autora también nos habla de las llamadas familias de profesión, que son las
que se distinguen por acoger para su guarda a un menor tutelado separado de su
familia biológica a cambio de una remuneración. Este acogimiento conlleva un
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proceso que lleva a desempeñar esta figura de manera profesional siguiendo
lineamientos establecidos para tales efectos.
Por otro lado, los hogares unifamiliares también ocupan un lugar importante en
este capítulo, están constituidos por personas solas, ya sean solteros, divorciados
o de la tercera edad y/o jóvenes emancipados, que los caracteriza la decisión de
vivir solos e independientes.
Por último, concluye la autora que nada de lo que plantea forma parte de una
ciencia ficción, si no que por contrario forman parte de una realidad actual, que se
está dando en la nuevas formas de organización y que tarde o temprano
demandarán una regulación jurídica específica a nivel no únicamente local si no
también internacional.
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CONCLUSIONES
Sin duda una lectura bastante enriquecedora y nos da una visión real de las
problemáticas actuales, sin duda los tres autores muestran un panorama real de la
evolución que ha tenido la familia hasta nuestros días en el ámbito internacional y
en el derecho comparado haciendo un análisis de cada una de las problemáticas
que vive día a día la sociedad, y que al estar dentro de un ámbito internacional se
complican aún más que en el ámbito interno de cada país.
Los tipos de matrimonios que existían eran reducidos, han ido creciendo, ahora
existen matrimonios entre hombres y mujeres que anteriormente estaban lejos de
ser legalizados en muchos países, y que todavía existen algunos que no lo han
alcanzado, quizá no tardará en alcanzarlos la modernidad, el tipo de familia
extensiva que está cada vez más en crecimiento de todas las culturas pero genera
una gran problemática como explica a detalle la autora Nuria González, en su
capítulo correspondiente.
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Esta lectura abarca casi todos los problemas que se presentan en el interior de
una familia y que cuando se encuentra formada por integrantes de diferentes
países se presentan conflictos de leyes y es entonces que interviene el derecho
internacional y se vuelve más complicado, las separaciones ya no son sólo de
familia o de colonia o de estado, las separaciones pueden llegar a ser de país a
país, lo que resulta más complicado en esos casos para la convivencia de los hijos
con sus padres, los matrimonios por conveniencia migratoria y los divorcios por
conveniencia económica.
Sin duda una obra interesante que nos deja pensando en los problemas de
adopción las formas y tonalidades que pueden darse de país en país. El derecho
internacional es evidentemente un tema relevante en el derecho familiar, y en esta
obra se plasman muy bien los temas de manera muy comprensible e interesante
que vale la pena leer.
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