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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO

Facultad de Derecho

División de Estudios de Posgrado. Especialidad en Derecho Familiar

Materia:
DERECHO INTERNACIONAL CON RELACIÓN A LA FAMILIA

Catedrática:
Dra. Elva Leonor Cárdenas Miranda

“LAS FAMILIAS EN EL SIGLO XXI. UNA MIRADA DESDE EL DERECHO”

Alumna:
Verónica Citlally Ruiz Ríos

Ciudad de México, a 27 de abril de 2022.

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TÍTULO: “Las familias en el Siglo XXI. Una
mirada desde el Derecho”
AUTORES: CARBONELL, José
GONZÁLEZ Martín, Nuria
CARBONELL Sánchez, Miguel
EDITORIAL: Instituto de investigaciones
jurídicas - UNAM
AÑO: 2016

Los autores de esta obra la dividen en tres capítulos, el primero desarrollado por
José Carbonell quién lo denominó: “La Revolución en Marcha. La transición
demográfica y el surgimiento de nuevas formas de convivencia familiar”; el
segundo denominado: “¿Qué significa ser iguales? La equidad de Género en el
estado de bienestar”, escrito por dos autores, nuevamente José Carbonell en
compañía de Miguel Carbonell; y por último, el capítulo denominado “Modelos
Familiares ante el nuevo orden jurídico: Una aproximación Casuística” de Nuria
González Martín, los tres autores cada uno enfocado al desarrollo de su tema
específico hacen de este libro una obra resultado de una investigación exhaustiva
sobre las problemáticas sociales que se viven en la actualidad dentro de la familia
y la transformación que ha tenido ésta a los largo de los años movida por una
sociedad en constante movimiento.

Para empezar, me enfocaré en el primero de los capítulos desarrollado por el


autor José Carbonell, quien acertadamente comienza con la transformación que
ha tenido la familia desde las primeras apariciones hasta nuestros días, con sus
variantes y “nuevas formas de vida” o “convivencia familiar”, como las llama el
autor, la importancia que tiene el estudio de la familia y su transición a nuestros
días, para finalizar con algunas reflexiones y consecuencias de lo que él reconoce
como la revolución social.

De esta manera el autor comienza explicando, la influencia que ha tenido la familia


en el campo de la economía, toda vez que las desigualdades sociales existentes
tienen que ver con el origen familiar de los individuos, considerando que desde la
infancia se generan las bases de las futuras oportunidades según los estatus
sociales de sus miembros, en la actualidad, sin duda las mujeres han tenido una
participación importante en esos cambios sociales.

El autor hace referencia a Martin Carnoy, al abordar el tema de la inestabilidad


que cada día va en crecimiento en relación al entorno laboral, y nos dice, qué
dicho crecimiento se encuentra sustentado tanto en el desempleo, cómo en la
inestabilidad, y necesidad de una mayor educación para enfrentar los riesgos y las
dificultades actuales dentro de la sociedad.

Nos va llevando de la mano a tiempos remotos dónde tradicionalmente, la familia


se componía únicamente por el padre, la madre y los hijos, y en ella el varón se

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dedicaba a trabajar y ser el único soporte económico de la familia, mientras que la
mujer por otro lado, se enfocaba en la actividades puramente encaminadas al
hogar, es decir, al cuidado de los hijos e incluso en los casos necesarios al
cuidado de los adultos mayores. Por lo tanto, la mujer no aportaba prácticamente
nada para los ingresos económicos de la familia, en la actualidad este tipo de
familia ha ido cambiado, siendo de alguna manera obligada a modificarse debido a
las circunstancias actuales, hoy en día, si la mujer no tiene estudios y trabaja muy
difícilmente pueden crecer como familia, ahora ambos estudian, ambos trabajan,
ambos cocinan, ambos colaboran con la limpieza del hogar, ambos aportan
económicamente, ambos educan a los hijos e influyen en la totalidad de los
deberes de familia, por lo tanto, si ambos no cuentan con un nivel de estudios
competitivo, difícilmente pueden aspirar a un mejor salario, las mujeres sobre todo,
últimamente han ocupado un lugar primordial en la economía de la familia las
hemos visto en una participación más activa laboral, lo que ha hecho un cambio
social significativo, esto ha dado como resultado la llamada revolución
demográfica de la que nos habla el autor en ésta obra.

El matrimonio entonces se va convirtiendo en una decisión personal más que una


necesidad económica, o el simple cumplimiento de un estatus social, y con estos
cambios surgen también aspectos negativos; por ejemplo, los matrimonios son
menos estables y esto nos lleva a que se va reduciendo la posibilidad de que los
hijos vivan con ambos padres, resulta también más común la separación de la
familia nuclear, y en la mayoría de los casos, para formar otros tipos de familia que
han ido surgiendo como la que conocemos como la familia extendida, que al ser
tan compleja, sin duda presenta sus propias inseguridades y riesgos.

Dentro de esta transformación, es importante resaltar el término del autor sobre lo


que él llama la “individualización” en donde predomina sin duda el ideal del “yo” y
que lleva a un segundo plano el término de “nosotros”, contrario a lo que
caracterizaba a la clásica familia nuclear, en esta nueva transformación
prevalecen los valores como autonomía individual y libertad en detrimento de las
normas y conductas tradicionales, que sin duda los vemos reflejado en la sociedad
pero de una forma negativa: entre más alto sea el nivel de individualización
general de un país, menores resultan los niveles de filiación, menos hijos, mayor
edad para contraer matrimonio, y menor número de matrimonio.

El autor en esta obra nos muestra de manera gráfica la considerable caída que
han tenido los actos de matrimonios en los últimos años, principalmente, en los
países desarrollados y nos menciona que en algunos países como Japón,
Holanda, Reino Unido, Francia, España el índice de matrimonios se ha visto
reducido hasta en un 50%, cantidad considerable para poner a la sociedad a
pensar.

Por otro lado, en el tema de la educación también han surgido cambios


considerables, respecto al sexo femenino, nos dice el autor que el giro que ha
tenido ésta tendencia a la individualización se ve reflejado en los mayores niveles
educativos de las mujeres que al final, es lo que explica la transformación
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demográfica, social y familiar, la verdadera revolución de carácter estructural de la
familia.

En los años 70 el porcentaje de mujeres con una educación superior era mínimo, y
de las que estudiaban muy pocas se graduaban, en la actualidad, el número de
mujeres en las universidades es cada vez mayor, México en ese sentido en
comparación con otros países como Canadá, Dinamarca, Noruega, Italia Estados
Unidos donde existen menos hombres en las aulas universitarias, tiene un rezago
y no existe una paridad de género como en los países mencionados. Sin embargo,
el crecimiento de mujeres en la educación es sin duda significativo.

Pasamos ahora al segundo capítulo denominado “¿Qué significa ser iguales? La


equidad de Género en el estado de bienestar”, en dónde los autores José
Carbonell y Miguel Carbonell, comienzan con la revolución generada en el siglo
XX, que trae de la mano la incorporación de la mujer al mercado del trabajo y en la
igualdad de oportunidades, y nos hacen ver un sin número de situaciones
interesantes que iré describiendo.

Para empezar nos dicen que a pesar de las crecientes participaciones de las
mujeres en la educación y en el trabajo, persisten importantes rezagos reflejados
en la organización y el concepto del mismo, en la gran mayoría de las familias
mexicanas persiste la idea generalizada de que el hombre debe ser el “proveedor”
por lo tanto, continúa siendo el sustento principal de la familia, y el único que tiene
que prepararse para desempeñar un buen papel en el ámbito laboral, aunado a las
pocas posibilidades de que la mujer se integre a la educación y la vida laboral y
empiece a formar parte del sustento familiar, problemática que se agrava entre
otras causas, por los horarios extensos que no les permiten combinar el hogar con
su trabajo o estudios, salarios bajos por el mismo empleo desempeñado, menor
probabilidad de contratación a mujeres sobre todo con hijos, ya que esto genera
mayor responsabilidad y desatención de sus obligaciones.

Lo que nos lleva sin duda a plantearnos la siguiente pregunta: ¿Que significa
entonces la igualdad entre hombres y mujeres?, partiendo del sustento
constitucional establecido en el artículo cuarto, donde se establece que el hombre
y mujer son iguales ante ley, concatenado con el artículo primero donde se
estipula que queda prohibida cualquier discriminación por razón de género, y los
textos internacionales que hacen referencia a este tema, podemos concluir que
esta igualdad se asume por la inexistencia de cualquier forma de discriminación y
trato igualitario en relación a los salarios de las mujeres y hombres en las mismas
circunstancias laborales. No existe plan de estudio en las escuelas y
universidades que diferencie a las mujeres y hombres, ni se aplican exámenes
profesionales para hombres y mujeres, ¿Por qué entonces si ambos recibieron el
mismo título profesional, en la vida laboral se hace una distinción entre hombres y
mujeres a la hora de fijar la remuneración? Y a la hora de elegir quien se quedará
con el puesto vacante.

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Sin duda es parte de la desigualdad que siempre ha vivido el sexo femenino a lo
largo de los años, y que como bien dicen los autores, se encuentra arraigada
desde lo más profundo de las tradiciones, nuestra historia, la cultura y la religión,
situación por la cual ha resultado tan difícil cambiar los patrones establecidos,
incluso en la vida pública se ha comprobado que las mujeres reciben menos
información en la política que los hombres, esto como un ejemplo, considerando
la doble carga que tienen las mujeres en la vida laboral ya que desempeñan
también la obligación de mantener un hogar y atender a los hijos, que genera una
necesidad de crear una conciliación entre ambos, la vida laboral y las
obligaciones familiares, derivados de los cambios en la estructura social y la
organización de la familia, así como la tendencia hacia una independencia
económica por parte de las mujeres, lo que sin duda ha generado que las uniones
matrimoniales sean menos estables.

Ambos autores nos hablan del contexto histórico mediante el cual se da el Estado
social, que conforme va avanzando el proceso de urbanización, las personas se
vuelven más indefensas, ya que resultan incapaces de satisfacer por si mismas
sus propias necesidades básicas, y que a diferencia de las sociedades rurales, sí
encontramos los sistemas de auto-abastecimiento.

Desde otro punto de vista los autores nos llevan a la situación de pobreza, que ha
resultado ser un problema social también muy grave y trascendente, el hecho de
carecer de los recursos para satisfacer las necesidades básicas de cada persona
y que sean compatibles para la preservación de la dignidad humana, genera la
necesidad de que el Estado le dé más importancia a estos asuntos y trabajar para
asegurar a su población una subsistencia segura y una vida digna.

Los autores también nos dicen que durante varias generaciones el acceso a los
recursos sociales ha dependido en gran parte del género, la vida se ha divido en el
aspecto público y privado, en el público se encuentra el trabajo remunerado y la
vida política; y en el privado la familia, el hogar y toda la vida del entorno donde
encontramos la función principal de las mujeres, como una especie de pacto
contrato social implícito, donde nos encontramos los roles determinados para cada
género.

En relación al “Estado de Bienestar” clásico nos dicen los autores que esto
implicaba la existencia de una familia nuclear convencional, donde el sostén
económico era sin duda el lado masculino y la asistencia social y la procreación
pertenecía al lado femenino, las pocas mujeres que llegaban a trabajar, en
ocasiones se veían obligadas a abandonar su trabajo al casarse y ser madres,
debido al cuidado de los hijos y a los padres, por su parte, los hombres estudiaban
más o menos hasta los 16 años, luego trabajaban durante casi toda su vida hasta
la jubilación, y como el índice de mortandad era alto para ese rango de edad, les
quedaba muy poco tiempo para disfrutar de su jubilación y por lo tanto de su vida
y de su familia.

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Posteriormente, describen los autores como surge una transición familiar y el
nuevo papel de la mujer, cuando la familia continuaba siendo el pilar principal de la
organización social, entonces surge la injerencia de la mujer en el mercado laboral
sin abandonar la familia, por supuesto, se generan las familias llamadas atípicas
que empiezan a convertirse en una tendencia universal.

En la actualidad nos dicen los autores, el porcentaje de mujeres trabajadoras es


muy alto y va en crecimiento, acompañado del descenso que se muestra en la
tasa de participación de los hombres, en México este fenómeno se presentó más
tarde que en la mayoría de los países desarrollados, aunado a la situación laboral
encontramos la disminución de matrimonios, problemática que se ha venido dando
a nivel mundial, concatenado con el menor número de nacimientos y el mayor
incremento de la edad para contraer matrimonio, así como el incremento de los
casos de divorcios que se han presentado en general en todo el mundo, esta
problemática, sin duda, se ha dado no sólo en sociedades como Japón o el
Oriente donde conocemos la existencia desde hace mucho del llamado “control de
natalidad estricto”, establecido como una medida para el control del crecimiento de
la población en esas urbes, y en las sociedad que contemplan esta política de
control de natalidad, sino en todas las sociedades en general simplemente
tenemos que aceptar que la mentalidad y los intereses de la mujer cambiaron,
ahora están más enfocadas a crecer en el ámbito profesional antes que casarse y
tener hijos, se casan a mayor edad, tienen menos hijos, viven más, trabajan más,
se divorcian con más facilidad, porque ya no existe la dependencia económica que
existió por muchos tiempos en la sociedad, y las creencias tradicionalistas de que
el matrimonio era para siempre, lo que va llevando a las nuevas generaciones a
crear nuevas formas de familias extensas.

Aunado a esto también se ha incrementado el número de nacimiento de hijos


fuera de matrimonio, fenómeno que se ha venido dando por simple convicción
social, y no por abandono. Lo que llevó a nuestros autores a concluir que en la
actualidad hay menos matrimonios, son más tardíos, y las familias son más
pequeñas e inestables, la familia nuclear ha dejado de ser norma y cada vez
vemos situaciones más diversas en la sociedad.

Finalmente, entramos al análisis del capítulo tercero denominado por su autora


“Modelos Familiares ante el nuevo orden jurídico: Una aproximación Casuística”,
inicia con una nota introductoria en la cual nos hace referencia al cambio que
sufren las relaciones personales con el paso del tiempo y con ellas cambian
también las normas que regulan dichas relaciones, por lo tanto, los legisladores
nacionales e internacionales deben plasmar situaciones nuevas que se enfoquen
en pro de los principios de igualdad, no discriminación, igualdad de oportunidades,
cuotas preferenciales, y otras, acordes a los cambios de la sociedad y a las
nuevas estructuras familiares.

La autora nos dice que no existe un concepto general de familia desde un contexto
internacional y de derecho comparado, si no que éste concepto ha ido cambiando
desde el siglo XVIII hasta el siglo XX, ha tenido diferentes connotaciones
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anteriormente el matrimonio estaba fundado en la procreación, después en el
amor, después comienza a cambiar el interés por la celebración del matrimonio.

Continúa la autora haciendo énfasis en lo necesario de contar con un concepto o


definición de familia y hace alusión a la doctrina elaborada por Andrés Linares que
define a la familia como un concepto que a criterio de la autora se adapta muy
bien a la sociedad mexicana y la define como el “conjunto de personas, unidas por
un lazo de filiación, adopción, matrimonio, concubinato u otra que tenga por objeto
la realización de una comunidad de vida, o bien actos de solidaridad y que pueden
o no habitar en el mismo lugar”. Ya que no todos los conceptos de familia se
adaptan a todas las culturas internacionales, por lo tanto, en el derecho
internacional la familia es lo que cada Estado contemple o defina como familia.

En relación al tema de la familia como un valor, la familia ha tenido diversas


connotaciones a lo largo del tiempo: los matrimonios tardíos, los matrimonios de
poca duración, los otros formados con hijos extramatrimoniales, la diversidad en
edad en la que se contraen, el número de matrimonios registrados, los divorcios y
el número de personas que vuelven a contraerlo después de divorciados. Las
familias monoparentales también han revolucionado, mayor número de mujeres
forman familias monoparentales por simple convicción, no derivado de una
separación o abandono o viudez. A todo esto la autora se plantea la pregunta
¿Qué valores se han perdido para que suceda esto?, ¿Qué valores nuevos han
surgido?, las familias son escaparates, nos muestran sólo aquello que quieren
mostrar y no lo que realmente son y de alguna manera es una realidad lo expuesto
por autora, sin duda las mentes de la sociedad han cambiado, nos hemos
acostumbrado a ver y aceptar situaciones que antes eran inaceptables, no se si
por la pérdida de algunos valores o por la existencia de otros valores diferentes y
formas de pensar distintas, pero al final es una realidad no vivimos los mismos
tiempos, ni pensamos igual, para bien o para mal la sociedad ha cambiado.

La autora, asegura que el derecho de familia interno y el derecho de familia


internacional en un mundo globalizado demanda un estudio especial que dará
respuestas a muchas situaciones cada vez más cotidianas. Por ejemplo, nos
menciona que en el derecho internacional privado se dan muchas problemáticas
en cuánto a las reclamaciones relacionadas con pensiones alimenticias por padres
que emigran a su país de origen abandonando a sus familias, o forman familias en
otro país, adolescentes que emigran solos expuestos a explotación laboral, abuso
sexual e incluso la muerte, secuestros que sufren los menores por parte de uno de
los progenitores, casos de adopción internacional por motivos personales o de
comercio y no por el bienestar del menor.

En general la autora nos presenta un panorama muy interesante y por demás real
de los casos actuales que se dan a nivel familiar y que en materia internacional se
complican, generado por las relaciones entre personas casadas con extranjeros,
que al surgir diferencias éstos se vuelven mucho más complejos.

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En la actualidad la vida laboral y familiar en el ámbito internacional, presenta un
nuevo modelo en el cual tanto hombres y mujeres trabajan y aportan al hogar, y
generan lo que la autora llama solidaridad familiar. Dónde todos pueden aportar
para beneficio de la familia, incluso los hijos cuando crecen y trabajan ayudan con
los gastos para el sustento familiar.

Por otro lado, la autora nos expone los llamados matrimonios y divorcios de
conveniencia, que es otro fenómeno social ligado a la migración, éste se da entre
personas que más que formar una familia para fines netamente de amor,
procreación y convivencia, buscan quizá una nacionalidad o un empleo en otro
país, dándose muchas variantes como los ya conocidos matrimonios simulados,
que lejos de estar dentro de los parámetros de un verdadero matrimonio, no se
forma una verdadera familia, no es más que un mero trámite administrativo con la
finalidad de alcanzar intereses internacionales de ciudadanía, y de la misma
manera, del lado contrario, también se dan los divorcios de conveniencia, estos
están motivados regularmente con la protección de bienes inmuebles o
monetarios.

Dentro de las problemáticas descritas también encontramos las familias


reconstituidas o ensambladas, que constituyen una familia nueva creada por
parejas que tuvieron una familia antes y ambos forman una nueva familia, este
tipo de familia está siendo cada vez más común en la sociedad.

La familia adoptiva internacional, este aspecto en especial es muy delicado,


muchas personas buscan adoptar niños no para beneficio del menor si no propio,
para que los cuiden si son adultos mayores, o para ponerlos a trabajar, o incluso
en el peor de los casos hay muchos menores explotados sexualmente, hay una
gran demanda de adopciones internacionales, que requiere una exhaustiva
legislación y control para evitar un mal uso de la adopción y ayudar a los menores
en los casos en donde se quedan huérfanos, sobre todo en los países donde viven
en extrema pobreza o que salen de un conflicto internacional, o una guerra, es
aquí donde la Organización de la Naciones Unidas ha creado programas en apoyo
a los menores y ayuda para las adopciones, sin embargo, es algo que no se ha
unificado es un tema que se rige por las legislaciones de cada Estado.

Luego vienen los casos de los niños sin cuidado parental, niños solos que cruzan
una frontera sin acompañamiento o niños separados de sus familias muchas
veces por motivos migratorios, entonces se tiene que proteger a estos menores
desde diferentes variantes, algunas de ellas plasmadas en el Convenio de la Haya
de 19 de octubre de 1996, que han creado además diversos organismos en pro
del cuidado infantil con la cooperación de los países involucrados para intercambio
de información.

La autora también nos habla de las llamadas familias de profesión, que son las
que se distinguen por acoger para su guarda a un menor tutelado separado de su
familia biológica a cambio de una remuneración. Este acogimiento conlleva un

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proceso que lleva a desempeñar esta figura de manera profesional siguiendo
lineamientos establecidos para tales efectos.

El tema de la familia de reproducción asistida también es problema que la autora


trata de manera especial por la importancia del mismo, forma parte de los cambios
sociales actuales de donde surge la necesidad inmediata de legislar de manera
especial ésta figura tomando en cuenta aspectos relevantes que señala la autora,
algunos de ellos es el de establecer un límite de edad para ser madres o padres,
la elección de sexo del bebé, la posibilidad de que el bebé nazca sano, adopción
de embriones como solución a la esterilidad biológica, y la maternidad subrogada.
Nos comenta la autora que en los últimos años España se ha convertido en un
gran atractivo para estos procesos por parte de extranjeros.

De igual importancia las llamadas uniones de hecho, que no derivan


especialmente de un matrimonio, son acuerdos de voluntades entre las partes
más encaminados a la figura del concubinato, que al igual que la clásica familia
monoparental también ha tenido una gran proliferación cada vez más común, las
madres que se hacen cargo de los hijos ya sea derivado de un divorcio, una
separación o simplemente porque han decidido ser madres solteras, sin embargo,
éstas familias no dejan de ser atractivas para los casos de adopción donde se
busca incorporar a los menores en hogares que les proporcionen una calidad de
vida saludable.

Asimismo, habla de la familia de padres separados constituida por personas que


han estado regularmente en una familia nuclear derivada de un matrimonio y por
circunstancias personales han decido vivir cada quien por su lado y continuar con
sus obligaciones con los hijos, sin necesidad de un divorcio.

Por otro lado, los hogares unifamiliares también ocupan un lugar importante en
este capítulo, están constituidos por personas solas, ya sean solteros, divorciados
o de la tercera edad y/o jóvenes emancipados, que los caracteriza la decisión de
vivir solos e independientes.

Resalta la autora lo importante dar un lugar a las familias homoparentales, (que ni


el corrector ortográfico reconoce) que han venido revolucionando la figura de
matrimonio en las últimas décadas, son personas del mismo sexo que deciden
formar una familia y se encuentran con muchas dificultades para contraer
matrimonio legal en su lugar de origen, ya que no todos los países lo tienen
contemplado en su legislación, el verdadero problema se presenta cuando éstas
familias deciden tener hijos, tienen muchas limitaciones, a las mujeres en un inicio
se les permitía formar una familia por medio de la adopción, de hijos fuera de
matrimonio, o por fecundación in vitro, pero al tratarse de matrimonio entre
hombres no tenían la opción de adopción o estaba muy limitada pero muchos
países han sido muy renuentes para otorgar este derecho a familias de sexo
masculino, por lo menos en México la Suprema Corte de Justicia determinó que
no permitir los mismos derechos en este aspecto a los hombres y mujeres es un
acto de discriminación y la determinaron que las parejas del mismo sexo sean
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hombres y mujeres si son aptas para desempeñar la paternidad, lo que significó
un avance en la legislación mexicana.

Las sociedades de convivencia, es otra vertiente, visto como el acto jurídico


generalmente llevado a cabo a través de personas del mismo sexo, que
generalmente era utilizado como una opción derivado de la ausencia de
legislación o autorización de matrimonio, ésta opción fue creada en México con el
objetivo principal de definir y regular un nuevo tipo de asociación voluntaria entre
dos personas que pueden o no ser del mismo sexo, cumpliendo con ciertos
requisitos como mayoría de edad, con capacidad jurídica, que no están unidas por
matrimonio, y que no sean parientes, registrados en el Registro Civil, generaba
legalmente los mismos derechos y obligaciones que la figura del concubinato.

No podía faltar en las estructuras de organización la figura del llamado “poliamor”


o “multiamor” que consiste en las relaciones entre tres o más personas que no
necesariamente llevan a cabo la figura del matrimonio, sin embargo, adquieren el
compromiso de amarse, y respetar los amores que sus parejas puedan o quieran
tener, en este tipo de organización algunos deciden vivir bajo el mismo techo,
algunos cada quien en su casa, forman parte ya de una nueva tendencia mundial
que se caracterizan por tener la capacidad de llevar una relación intima
simultánea, amorosa y sexual, para algunos representa una ventaja de ayuda
comunitaria en las labores domésticas, en la educación, en los gastos, etc. Nos
dice la autora que no se debe confundir esta figura con los llamados “swingers”
que a diferencia de éstos son familias normalmente estables calificadas como
liberales en la sexualidad con conocimiento de su pareja de manera honesta y
clara.

Por último, concluye la autora que nada de lo que plantea forma parte de una
ciencia ficción, si no que por contrario forman parte de una realidad actual, que se
está dando en la nuevas formas de organización y que tarde o temprano
demandarán una regulación jurídica específica a nivel no únicamente local si no
también internacional.

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CONCLUSIONES

Sin duda una lectura bastante enriquecedora y nos da una visión real de las
problemáticas actuales, sin duda los tres autores muestran un panorama real de la
evolución que ha tenido la familia hasta nuestros días en el ámbito internacional y
en el derecho comparado haciendo un análisis de cada una de las problemáticas
que vive día a día la sociedad, y que al estar dentro de un ámbito internacional se
complican aún más que en el ámbito interno de cada país.

El primer autor, se enfoca en la familia en sí desde sus orígenes y costumbres,


nos remonta a aquellos años cuando la familia era el único modo existente y
aprobado por la sociedad para procrear en las distintas culturas, como se ha
repetido el modelo familiar nuclear, tradicionalmente siempre fue vista la familia
como un ente necesario para la procreación y el patriarcado como una forma de
organización social convencional, el tema de la mujer relegada a las labores
exclusivas del cuidado del hogar y de los hijos, la poca o nula intervención de la
mujer en los aspectos económicos de la familia, que arraigada a las costumbres
predominantes, las mujeres no tenían participación en la educación, eran
“educadas” para cocinar, bordar, tratar bien al marido, limpiar y ser esposas
sumisas, la educación no era parte ni siquiera importante, en algunas culturas las
mujeres eran ingresadas a las escuelas como una inversión, es decir, sólo para
que se relacionaran socialmente y encontrarán marido mientras estudiaban si bien
concluían sus estudios, el título era un mero adorno en la sala de estar, el
verdadero objeto era conseguir marido.

Actualmente, todas esas formas de convencionalismos sociales han ido


cambiando y no solamente en nuestro país, es un fenómeno que se ha dado de
manera general en el mundo, en unos países antes que en otros, pero al final esta
modernización está alcanzando a casi todas las culturas, las mujeres estudian, se
titulan, no les interesa casarse, algunas se casan pero no tienen hijos prefieren
sus intereses profesionales que dedicarse completamente al hogar y encerrarse a
su casa y cuidar de su marido y de sus hijos, eso ya está siendo poco atractivo
para la mayoría de las generaciones, las mujeres hoy en día quieren estudiar,
superarse, viajar, conocer, algunas casarse y tener una familia, pero muy pocas,
los matrimonios duran menos, ya no se tiene la idea de que el matrimonio es para
siempre y de que la mujer no puede vivir sola, y que tener hijos representa la única
forma de “realizarte como mujer”.

Los tipos de matrimonios que existían eran reducidos, han ido creciendo, ahora
existen matrimonios entre hombres y mujeres que anteriormente estaban lejos de
ser legalizados en muchos países, y que todavía existen algunos que no lo han
alcanzado, quizá no tardará en alcanzarlos la modernidad, el tipo de familia
extensiva que está cada vez más en crecimiento de todas las culturas pero genera
una gran problemática como explica a detalle la autora Nuria González, en su
capítulo correspondiente.

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Esta lectura abarca casi todos los problemas que se presentan en el interior de
una familia y que cuando se encuentra formada por integrantes de diferentes
países se presentan conflictos de leyes y es entonces que interviene el derecho
internacional y se vuelve más complicado, las separaciones ya no son sólo de
familia o de colonia o de estado, las separaciones pueden llegar a ser de país a
país, lo que resulta más complicado en esos casos para la convivencia de los hijos
con sus padres, los matrimonios por conveniencia migratoria y los divorcios por
conveniencia económica.

El aspecto económico que exponen tanto José y Miguel Carbonell, en su capítulo


respectivo resulta también relevante en esta obra, la integración de la mujer en el
mundo laboral y los problemas que acarrea, los limites y las desigualdades que
ha tenido que enfrentar sin duda es a nivel internacional y con ello el sustento de
la familia, los roles invertidos o compartidos para el cuidado de los hijos y del
hogar.

El papel que juega actualmente la educación en la mujer para su crecimiento y los


cambios que han tenido en las distintas formas de matrimonios que van surgiendo
con los cambios sociales.

Sin duda una obra interesante que nos deja pensando en los problemas de
adopción las formas y tonalidades que pueden darse de país en país. El derecho
internacional es evidentemente un tema relevante en el derecho familiar, y en esta
obra se plasman muy bien los temas de manera muy comprensible e interesante
que vale la pena leer.

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