Está en la página 1de 11

Clinica en Adicciones resumen

Unidad 1

Se trata de una institución social que define roles, está regida por normas culturales y posee
una trama social. La familia se puede considerar un grupo homeostático, comprende procesos
autocorrectivos que le permiten continuar funcionando. Se la puede pensar desde 3 aspectos:
estructural (miembros que la componen), funcional (relaciones vinculares entre miembros) y
dinámico (rol que cada uno cumple) Sus funciones son: distribuir tareas y responsabilidades,
cuidar de la salud física y mental, satisfacer las necesidades materiales y educativas,
favorecer el desenvolvimiento de lo hijos transmitiendoles lenguajes, normas, valores, etc,
propiciar la independencia y la libertad. La célula de la familia en nuestra sociocultura es la
pareja, el sentimiento que inicia y construye ese vínculo es el amor, esta pareja está apoyada
en un trípode fundamental que implica integración y comunicación en el nivel emocional, en
el nivel intelectual, en el nivel sexual. Dentro de ese vínculo de pareja se producen 3 crisis,
estas permiten un cambio pero pueden llegar a un conflicto, la primera se da cuando se
produce una colisión de dos personas que vienen de distintos grupos familiares, cada uno
intenta imprimirle su sello familiar al vínculo. Si existe el trípode fundamental esta crisis será
superada. La segunda se da cuando conviven bajo un mismo techo, nuevamente cada uno
intenta imprimir su sello familiar. La tercera crisis se da cuando llegan los hijos, estos no
deben ser hijos “utilitarios”, sino ser producto del amor y la creatividad, puede llegar a
ocurrir que se quiera utilizar por alguno de los polos de la pareja, que intenta plasmarse a
través de él. En el drogadependiente estas crisis no son superadas, se trata de hijos utilitarios
insertos en un grupo familiar perturbado. Grupo familiar equilibrado: progenitores que surgen
de la integración creativa de una pareja producto del amor, la comunicación es fluida, el líder
emergente es el padre, quien mantiene el equilibrio del grupo. Grupo familiar de
drogadependientes: a. Grupo insatisfecho estable: pareja “como si”, los hijos son utilitarios,
el líder emergente que debería ser el padre no puede asumir ese rol, delega ese liderazgo que
es asumido por el “dependiente”, este aglutina el grupo, disimulando la falta de amor entre
los miembros. Mantiene una estructura insatisfecha pero estable. b. Grupo insatisfecho
inestable: los progenitores no constituyen una pareja, se encuentran aislados e
incomunicados, depositan sus problemas en el dependiente, a este le fallan las defensas, lo
segregan y se auto segrega. Este nuevamente es el líder del grupo. El padre es una figura en
crisis en la sociedad de consumo, el lugar paterno aparece fallado, se va transformando en un
personaje que admite o prohíbe los excesos, esta reglamentación de lo permitido o prohibido,
la escucha y el consejo quedan del lado materno. La familia sufre esa falta de padre a modo
de síntoma, que se manifiesta con actos fuera de la ley (adicciones o delincuencia). Al
enfrentar la ley pública el adolescente busca lo que falta en su hogar, al padre como garante
de la ley. La madre resulta impotente ya que no puede operar desde su lugar el rol paterno. En
el uso de drogas hay algo del masoquismo, hay un impulso de transgredir y buscar en el
exceso una forma de suplantar al padre. Este lema de búsqueda es imperativo, no puede ser
discutido ni puesto en duda ni por el mismo adicto, es el fundamento de la drogadicción. El
imperativo hace la adicción y la defiende contra los reproches y castigos. El imperativo es la
muerte. Hay un imperativo de goce sin freno que desata los deseos suicidas y adquiere
vértigo, cada vez que se pasa por la droga hay un desafío y una omnipotencia, un imperativo
de juego “tu debes hacerlo, nadie te lo impide. El padre deja en su reemplazo omnipotencia,
reforzada en cada acto de transgresión.
Función materna: cada sujeto se debe separar del objeto primordial y constituirse la
representación materna, el objetivo de la separación es poder tolerar la presencia-ausencia, y
constituirse como sujeto (primero debe ser alojado, sobre todo en los primeros años). En la
drogadependencia la madre confunde al sujeto, no le puede transmitir amor, el hijo queda en
total dependencia materna y su yo es omnipotente que desmiente la realidad. Hay fallas en la
constitución, un déficit en la constitución del narcisismo primario, se relaciona con la droga
como salida y repite ahí la relación con la madre. Función paterna: realiza un corte, pone
límite a la función materna, es un organizador cultural, introduce la cultura y el proceso
secundario. En la drogadependencia hay un padre ausente en su función, sin Ley no hay
renuncia, no hay desplazamiento pulsional. Hay fijación a un objeto omnipotente, se impide
la simbolización. El hijo busca al padre pero no lo encuentra, el padre no dejó de ser hijo.
Droga: es un organizador que permite desmentir todo, entonces el yo queda omnipotente y
narcisista, con el paso del tiempo no queda nada, las representaciones se van perdiendo poco
a poco (en el abuso hay una sola función que no anda, no es tan tajante, pierde novios o
trabajos por ej), no hay proceso secundario porque queda fijado en el proceso primario y
priman las pulsiones parciales, esto quiere decir que el lenguaje, los sentimientos, la
secualidad y la motilidad son únicamente de descarga, prima la inmediatez.
Drogadependencia: donde el hijo es emergente de la patología familiar, es un problema
familiar, social e individual, poco a poco se llega a la destrucción subjetiva, poco a poco
pierde su relación con los objetos y las representaciones. No es psicosis, el objeto está
inscripto pero es deficitario.
Unidad 2
Texto otra vez mamá
Introducción (del teórico):

Yo ello superyo

-Posee dependencia respecto -Posee una autonomía -Funciones:


de las exigencias del ello y relativa auto-observación,
de la realidad. conciencia moral, formación
-Es el resultado de las de ideales, se hace cargo del
identificaciones. imperativo categórico y de
-Es intermediario entre las pulsiones de vida y de
narcisismo, autoerotismo y muerte, permite relacionar la
amor objetal. pulsión con la realidad y
-Funciones: identificaciones, mediatizar la acción.
mecanismos de defensa y -Es el heredero del C.E: se
sublimación de pulsiones. constituye a imagen del SY
de los padres.
-Permite aceptar la
castración materna y hacer
una referencia al padre.

Superyó: en la adicción es una instancia des investida, no hay superyó social hay esbozo de
superyó individual, los valores son autorreferenciales. El yo ideal actúa desoyendo al
superyó y se pone a favor de la pulsión.
Suele haber una desestimación de un juicio del superyó que dictamina que es útil y que es
perjudicial.
El adicto también fracasa en lograr la identificación con un modelo, apela entonces a un
proceso de identificación restitutiva, hay una incorporación en lugar del proceso identifica
torio.

En una carta de Freud a Fliess, Freud menciona que las adicciones aparecen en la vida como
sustitutos y reemplazo de la masturbación, designa la misma como “protomania” y como un
hábito.
La protomania implicaría una matriz relacional, un modelo vincular básico. El hábito nos
lleva a la idea de circularidad, retorno, automatismo conductual, etc. (tal cual como en el
adicto).
Narcisismo: implica el amor a la imagen de sí mismo, es una etapa donde surge un “nuevo
acto psíquico”, hay un esbozo de yo, el cual es capaz de unificar la actividad erótica y
dirigirla hacia el mismo yo. Como se sabe, este yo se forma mediante el “espejo”, este espejo
sería la mirada y el reconocimiento de la madre, la posibilidad de que ese narcisismo se
constituya depende del soporte externo (la madre), un Yo externo que funcione sin obturar, en
el caso del dependiente el yo es objeto de goce materno, no deja caer el yo ideal, la madre
alimenta la completud ilusionada.
Se propone llamar narcisismo primario al momento donde “nace el yo” por efecto de la
mirada del otro y narcisismo secundario a la modalidad vincular que el sujeto muestra en el
amor de objeto. Narcisismo primario: implica la compulsión de los cuidadores de atribuirle al
niño toda clase de perfecciones, y a encubrir y olvidar todos sus defectos. Este amor parental
no es otra cosa que el narcisismo redivivo de los padres. El desarrollo del yo consiste en un
distanciamiento respecto de este narcisismo, y se engendra una aspiración a recobrarlo (el
distanciamiento se logra desplazando la libido al yo ideal).
Freud sitúa la problemática del toxicómano en la etapa del autoerotismo, cuya expresión es la
masturbación, es la etapa de la “carencia del objeto”, esta carencia es el resorte de la relación
del sujeto con el mundo. El dependiente adicto responde a la frustración y a la depresión con
un movimiento regresivo, al “narcisismo fallido”, el factor disposicional resultante de lo
heredó constitucional más las primeras experiencias infantiles (En el adicto se puede hablar
de una fragmentación a la pulsión sexual y de una independencia de las funciones no
sexuales, se le llame estadio del espejo “roto” porque la imagen que le devuelve está
incompleta, trata de tapar esta incompletud con la droga. Hay una predisposición a reaccionar
a las drogas.), se habrá de encontrar con el factor actual (frustración) y desencadenante que
sólo en relación con lo constitutivo podrá constituir un efecto “traumático”.
El origen de la adicción no reside en la droga en sí misma sino en la estructura del sujeto, el
efecto de la droga para estos tiene un significado específico, es la realización de un deseo
profundo y primitivo, que sería un intento de reparar el narcisismo fallido, fallido por
omnipresencia negadora del narcisismo de la madre, entonces ese intento lleva a una
identificación primaria con el objeto que está en el lugar del otro materno (la droga) y por lo
tanto a la indiscriminación.
En el toxicómano hay una negación del momento de aparición de la madre como objeto
deseante, es decir, no hay separación, y con la droga lo que pretende el toxicómano es que ha
hallado el objeto de satisfacción (que no fue perdido), el objeto droga se convierte en fuente
exclusiva de placer, no puede faltar sin confrontar al sujeto con la carencia (hay una negación
de esta).
La incorporación del objeto sería la actividad sexual del adicto, la actividad auto erótica
reaparece como placer de órgano a través de la ingesta, la actividad adicta es una actividad
auto erótica.
Los adictos se percatan de su progresiva desintegración mental, lo perciben como un peligro,
pero carecen de otros medios para enfrentar ese peligro que el de aumentar la dosis de la
droga. Además, cuanto más intenta el adicto de alejarse del narcisismo de la madre, más se
acerca a la droga, la única posibilidad para reforzar su narcisismo fallido es alimentando, día
a día se confunde más con ese objeto, al ir perdiendo los límites, se desdibuja y se paraliza.
La regresión es a un narcisismo que está deficitario, incapaz de sostener la integración del
sujeto, amenazado constantemente por desintegrarse y borrarse. Hay un intento de reforzar
ese narcisismo deficitario mediante la incorporación de la droga. La regresión haría que el
objeto externo de la adicción sea tratado como parte del propio cuerpo y equiparado a un
órgano, cada vez más el objeto es tratado como parte del propio cuerpo, que se repone en un
cuerpo fragmentado, vivido siempre como a punto de desarmarse, la droga se hace cada vez
más fantástica e imprescindible.
La adicción es un fenómeno complejo, psico biológico y socio-político (pq hay atributos que
la cultura otorga al objeto de consumo, hay consenso o descalificación sobre ciertas prácticas
adictas), es síntoma social y a la vez efecto de estructuras personales, emergencia de un
sistema familiar, los medios de comunicación nos acostumbraron a ver el mundo de la
drogadicción como un sector delictivo, esto refuerza de alguna manera la posición desafiante
del adicto.
Es decisivo establecer si el suministro necesitado es requerido todavía de un objeto y la droga
es utilizada como un medio de facilitar el logro de un objeto o bien la droga se ha
transformado a sí misma en ese suministro y el interés por la otra ha reemplazado todo interés
dirigido hacia los objetos, esto es un aspecto de análisis y pronóstico decisivo. (Reemplazado
no en un sentido de que la droga toma su lugar, porque este sigue ahí de manera omnipotente)

Texto sobre las combinatorias regresivas y la regresión del yo


En las adicciones hay una desmentida del juicio proveniente de la observación, que dictamina
que existe una gran distancia entre el yo y el ideal, esto permite que sobrevenga una
convicción acerca de la grandiosidad del yo, a su vez, está desmentida permite desafiar el
superyó (dentro de este hay imperativos categóricos), y en consecuencia llevar a cabo actos
trasgresores sin oposición interna eficaz.
Además, los drogadictos parecen desafiar sobre todo un imperativo, aquel que alude a la
necesariedad del morir, y su convicción acerca de su grandiosidad les da pie para desafiar el
imperativo del trabajo para sustentar las exigencias orgánicas y el imperativo referido a las
condiciones de posibilidad de la práctica erótica.
Suele haber una desestimación de un juicio del superyó que dictamina que es útil y que es
perjudicial.
El adicto también fracasa en lograr la identificación con un modelo, apela entonces a un
proceso de identificación restitutiva, hay una incorporación en lugar del proceso identifica
torio.
Alcohólicos o Toxicómanos: Hay un paralelismo entre el alcohólico y el resto de los
toxicómanos que se da por dos rasgos: la posición del yo respecto de la ley y el efecto doble
que genera la ingesta. Existe una corriente consensual internacional que introduce a la ingesta
de alcohol en una legalidad en la cual el yo del alcohólico puede encontrar un margen de
inserción, puede producir una representación-grupo social en la cual se inserta, y se genera un
sector intermedio entre el acatamiento y el desafío, este margen no se encuentra en las
adicciones a los demás tóxicos. La otra diferencia deriva del efecto anímico de la bebida.
Relación entre las adicciones y los estados depresivos: en las primeras acecha un duelo que
culmina en un retorno de la realidad que el yo pretende rechazar mediante un acto de ingesta,
la sustancia cobra una posición de quitapenas, de un padre.
El modo particular de sostener la omnipotencia en las adicciones consiste en suponer que el
cuerpo soporta las consecuencias de la sustancia ingerida.
Tipos: en un primer grupo se encuentran los adictos desafiantes, transgresores, en algunos la
ingesta coexiste con un yo oficial que se deja corromper de un modo acotado por la tentación
(compulsivos), en estos casos el desenfreno es mayor y la elección puede recaer en cualquiera
de las drogas, ya que la meta buscada consiste en una extenuación orgánica y psíquica.
En un segundo grupo se ubican aquellos en los cuales el desafío se articula con un proceso
identificatorio conservado, y que por lo tanto, mantienen una ilusión de omnipotencia, en este
caso hay drogas que constituyen su horizonte de imposibilidad, aquellas ante las cuales se
detienen, y es precisamente este freno el que les permite conservar una identificación.
Y en un tercer grupo incluye a aquellos en los cuales la ingesta constituye el único momento
en que pueden sostener un precario sentimiento de sí, logran restringir la adicción a un
espacio psíquico delimitado la elección es la de la marihuana, el alcohol o la coca.
En todos los casos la sustancia incorporada aparece por un lado como un modo de suplir la
función faltante, y por el otro garantiza el privilegio de esa voluptuosidad hipertrófica.

Texto: aproximación psicoanalítica a la toxicomanía


Regla de abstinencia (para comenzar el tratamiento): la presencia de la droga es un obstáculo
para el tratamiento, su consumo y el placer que produce no permiten que haya un duelo por la
pérdida de objeto, pero paradójicamente, esta regla convoca su presencia, se aliena en una
relación imaginaria con el analista basado en la frustración con respecto a la droga que,
mantenida a distancia, continuará siendo para el adicto el único y real objeto del cual espera
satisfacción.
Con esta regla se corre el riesgo de olvidar que en la dependencia lo esencial no son las
propiedades químicas del objeto ni el placer supuesto en el consumo sino autoerotismo
subyacente en tanto ideal narcisista de independencia, además, condena al analista a aparecer
como una entidad de quien el toxicómano nada espera y cuyo único poder consiste en frustrar
del objeto.
Es necesario que el abandono de la droga tenga lugar en el interior de la relación con el
analista y solo en el momento en que esta relación haya cobrado tanta importancia como la
que tiene con la droga. Esta relación va a constituir la experiencia inaugural de una relación
posible y verdadera con el otro, a partir de la cual la experiencia autoerótica con la droga
perderá su carácter exclusivo.
Vínculo del toxicómano con la droga: implica necesidad y exclusividad, lo primero porque
ese objeto no puede faltar en plano vital, y exclusivo porque no se supera nunca hacia otra
cosa, invalida de entrada toda posibilidad para los demás objetos de constituirse como objetos
de placer, de esta manera aspira a un ideal narcisista de autonomía en el goce. El objeto droga
es un obturante que da placer, no es contingente, biologizar la pulsión y la manda al cuerpo.
Se impone como objeto necesario, es exclusivo y excluyente. Además, la droga cumple una
función mediadora de los conflictos y de restitución narcisista del sujeto.
El estado de dependencia se asemeja a una perversión porque hay también una
sobreestimación del objeto, que es amado.
Introducción del narcisismo
Yo ideal: La formación del ideal sería la condición de la represión (de las mociones
pulsionales libidinosas). Sobre este recae ahora el amor de sí mismo que en la infancia gozó
el yo real. Este yo es poseedor de todas las perfecciones como en el narcisismo infantil, es
omnipotente y narcisista. Es sustituto del narcisismo primario perdido de la infancia, es decir
que se constituye por sostén imaginario.
La formación del ideal aumenta las exigencias del yo, y es el más fuerte favorecedor de la
represión, la sublimación es lo que logra que se pueda cumplir esas exigencias sin dar lugar a
la represión.
Superyó: es la instancia que vela por el aseguramiento de la satisfacción narcisista
proveniente del ideal del yo, observa continuamente al yo real, midiéndose con el ideal. Es lo
que llamamos nuestra conciencia moral, esta es en el fondo una encarnación de la crítica de
los padres y de la crítica de la sociedad.
Ideal del yo: la vara con la cual se mide el yo real, es un ideal de aspiración, es la sumatoria
del narcisismo y la identificación con los padres o sustitutos, se constituyen tomando a otros
como referencia, es heredero de la adolescencia.
Conclusiones (del teórico 4):
El consumo es el anhelo de la satisfacción continua del principio del placer, consume para
evitar el displacer y el consumo se retira para tapar el dolor psíquico que le produce la falta
de representación, no puede responder a las exigencias del mundo interno y externo.
Con respecto al principio de realidad, en el adicto ningún objeto le produce el placer
esperado, desmiente la realidad, no se adapta, en cada encuentro con la droga se descalifica
más este principio, va creando un mundo propio y se separa de la sociedad. No tolera la
tensión ni las pulsiones, todo se resuelve de forma inmediata.
Con respecto al deseo, que es el motor del aparato psíquico, este está ocupado por la droga,
no se ocupa de sus propias necesidades (hambre, sueño) sino que solo hay necesidad de
droga, y sin esto el aparato se desequilibra. Aparece un ser omnipotente que todo lo puede
(por la idealización de la droga).
Es importante aclarar que el drogadependiente tiene todas las funciones inhibidas, el
abusador puede tener 1 o 2, se diferencian en que el segundo tiene un proyecto de vida, hay
creación.
Hay 3 puntos claves en el drogadependiente: el déficit en la constitución del yo, el punto de
fijación en el narcisismo primario y la regresión al yo ideal (el yo está totalmente identificado
a este y se habla de regresión porque se catectiza lo orgánico, el modelo es el de la necesidad
de la satisfacción autoerótica). No hay pasaje del ppio de placer al de realidad, del proceso
primario al secundario, de la identidad de percepción a la identidad del pensamiento, no hay
progreso yoico.
La droga es la única forma de relacionarse con la realidad, es un objeto insustituible, impide
la realización de estados: de amor/deseo, de empatía y de ternura, e instala, ansiedad,
angustia, frustración y dolor psíquico, instala actuación, ante cualquier exigencia se responde
consumiendo.

Unidad 3:

Adicción según la OMS: es un estado de intoxicación crónico o periódico que se caracteriza


por la compulsión, la tendencia a aumentar la dosis y la dependencia psíquica y física (esta se
da en solamente en el consumo de opioides), conlleva efectos perjudiciales para el individuo
y la sociedad.
Dependencia psíquica: el consumo alivia situaciones conflictivas o desagradables.
Dependencia física: el organismo necesita la sustancia para sobrevivir.
Uso: cualidad de prueba, el consumo no está presente regularmente.
Abuso: la sustancia posibilita la ejecución de una función que estaría sufriendo una
inhibición, se acude a la sustancia cada vez que se encuentra con una situación relacionada a
esa inhibición. Hay frecuencia en el consumo y hay una predisposición psicológica al abuso.
Dependencia: dependencia a un objeto vivo o inerte, cuya privación provoca el síndrome de
abstinencia físico y psíquica, se caracteriza por un impulso irrefrenable. El consumo es
necesario y reiterativo. Hay dificultad de aceptación del principio de realidad y predominio
del principio de placer con evitación del displacer. Hay poca tolerancia a la frustración y poca
capacidad de espera. No hay posibilidad de actuar libremente, se vive por y para la sustancia.

Efectos:
Cocaína: sensación de capacidad psíquica, incremento del erotismo, euforia y exaltación,
locuacidad, incremento de la atención, disminución de la depresión, hay vencimientos de las
resistencias. Esto va acompañado de bajón, ansiedad, tristeza, depresión y alucinaciones en
el momento de la privación, con el tiempo produce minusvalía intelectual, apatía y abulia.
Marihuana: modificar e intensificar las percepciones sobre los ruidos y el tiempo, conlleva
modificaciones en el humor con facilitación del habla. Junto con el alcohol es una droga
psicoactiva, y este es calificado de un sedante hipnótico.
Anfetaminas: estimulan el sistema nervioso, incrementa el rendimiento, la capacidad de
trabajo, la autoestima y la iniciativa.

Resumen prácticas desgravado CLASE DIANA creo q unidad 2

Clase 2

Carácter Carácter: es un proceso integrativo que jerarquiza el proceso secundario, implica la


reestructuración de las funciones psíquicas, la forma definitiva se da al final de la
adolescencia gracias a que el Edipo se re edita, en su constitución intervienen los factores
constitutivos y los antecedentes familiares. Es: Una rta, una conducta del yo que tiende a
repetirse, una respuesta pautada frente a situaciones de conflicto. Determina el estilo de vida
(pq equilibra el autoestima, regula la angustia, forma la identidad y consolida la
estructuración subjetiva) Se encarga de: Espacio (nocion del propio cuerpo) Tiempo (nocion
del pasado, presente y futuro) Lenguaje (simbolización) Sentimiento (amor, deseo y
empatía) Axiología (valores socialmente aceptados y de la legalidad, es decir, las normas y
leyes) Contiene: Traumas residuales (todo residuo es posible de ser activado) Jerarquizacion
de las funciones yoicas (prima el proceso secundario y la simbolización, la razón, se instala el
proceso “yo soy yo”, que es el segundo proceso de identificación secundaria, el primero es
“yo- no yo”) Identidad sexual (se establecen los ligares de sujeto y objeto y se busca el
objeto sexual exogámico, prima el placer final por sobre las pulsiones parciales)
Consolidación del ideal del yo (permite el paso de la corriente tierna, la consideración por
otro) Accion propositiva (esto implica poner el deseo en acción, a toda acción le precede una
decisión y un propósito, precedido este por un deseo, en el deseo predomina el sentir y en los
propósitos y decisiones el pensar, que es lo que tiene que predominar cuando se forma el
carácter) Predictibilidad de la conducta (el sujeto elije objetos para resolver cada problema)
Integracion social (aceptación de las instituciones) Constancia emocional (relacionado con el
ideal del yo, permite que el sujeto tolere la angustia, frustración y tenga capacidad de espera)
Adicto Relación pasiva con su cuerpo porque no está libidinizado, en la búsqueda de placer
degrada el cuerpo, es decir, no hay noción de cuerpo entero sino de zonas. Detenido en el
tiempo, vive en presencia- ausencia de la droga. Lenguaje de descarga, no busca el cambio
sino justificar su consumo. Sentimientos, vive en un mundo omnipotente, no puede
transmitir sentimientos de ternura. Axiología, no tolera la autoridad, lo codifica como
autoritarismo y no como orden, esto puede llevar a la soledad y sobredosis. Ley, Posee una
ley propia, la de la droga. Desmiente la legalidad para no perder su omnipotencia. No hay
proceso secundario, hay puro proceso primario, no se puede elaborar residuos traumáticos (el
trauma insiste, resiste y persiste) El yo narcisista idealizado que tramita todo a través de la
ingesta no tiene cómo responder o sea que responde con la sustancia. Posee conducta de la
inmediatez, no puede responder y consumo No hay posibilidad de objeto sustitutivo, hay
idealización de la sustancia, la sustancia siempre está primero No hay propósito de la acción
que lleve a un acto creativo, hay repetición de la ingesta. Si puede crear no es droga
dependencia. No se puede predecir la conducta porque se van perdiendo representaciones.
No hay integración ni constancia emocional, no tolera los sentimientos. Sujeto en adicción:
queda fijado a un yo idealizado, queda instalado en el proceso primario (en el paso del
autoerotismo al narcisismo)

También podría gustarte