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Se nos presenta a analizar la Ley del 25 de Octubre de 1839, también conocida como el
Abrazo de Vergara. El escrito es una fuente primaria, de naturaleza jurídica, tema político y
carácter público. La ley se marca en la época conocida como la Historia Contemporánea de
España, durante la construcción y consolidación del estado libera, más concretamente tras
el final de la I Guerra Carlista (1833-1838) que aconteció bajo la Regencia de María Cristina
de Borbón (1833-1840). Su autoría es colectiva puesto que fue redactado por las Cortes
dirigiéndose al pueblo Español, si bien principalmente iba dirigido a las provincias vascas y
Navarra.
Tras realizar el análisis de este texto podemos determinar que la idea principal que hila toda
la producción es la confirmación de los fueros en las tres provincias vascas y Navarra
adaptándolos al nuevo marco constitucional español con el objetivo de poner fin a las
guerras Carlistas, bajo condición de que acepten a Isabel II como legítima reina. El texto
comienza con un preámbulo en el que se deja constancia de las circunstancias
monárquicas que rodean a la aprobación de esta ley. Se procede a confirmar en el artículo 1
[“Se confirman los Fueros … sin perjuicio de la unidad constitucional…Monarquía”] los
fueros siempre y cuando estos no interfieran con la vigente constitución de 1837. A
continuación y en referencia a la necesidad de introducir cambios en el funcionamiento de
los fueros para conseguir lo anteriormente citado se concretan las condiciones bajo los que
estos tendrán lugar, esto es, siempre y cuando las provincias hayan sido escuchadas y las
Cortes informadas, como se indica en el artículo 2 [“…oyendo antes a las
provincias…dando de ella cuenta a las Cortes”].
Podemos concluir, que este texto es una fuente muy válida para analizar la importancia de
la cuestión foral en España. Aunque esta ley tuvo una gran polémica supuso el comienzo de
un proceso de declive del régimen foral hasta su completa desaparición en 1876. Desde
entonces, y de modo constante, se reclamó en el País la restauración foral plena lo que
llevo a la creación de un movimiento nacionalista vasco, cuya consecuencia más destacada
fue la fundación del PNV por Sabino Arana en 1894. Si bien no se volverá a conseguir
aprobar los fueros se concederán en 1878 los conciertos económicos que cedían la
responsabilidad fiscal a las diputaciones siempre y cuando contribuyan proporcionalmente a
las arcas del estado. Esta concesión del estado de la cual se esperaba una corta vigencia
durará hasta nuestros días a excepción de una pausa en los fueros de Vizcaya y Guipúzcoa
durante la dictadura franquista que será derogada con la constitución de 1978 la cual
garantizara el respeto a los derechos históricos de los territorios forales.