El arte griego, que floreció desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo II d.C.

, ha dejado un
legado perdurable en la historia de la civilización occidental. Caracterizado por una
fusión de estética, filosofía y tecnología, el arte griego abarca desde la escultura
monumental hasta la cerámica decorativa y la arquitectura grandiosa.

La escultura griega, en particular, alcanzó su apogeo en el periodo clásico. Escultores

como Fidias y Praxíteles esculpieron obras maestras como el Partenón y la Afrodita de
Cnido, capturando la perfección anatómica y la expresión emocional. La filosofía
griega, con su enfoque en la proporción y la armonía, influyó en la creación artística,
reflejándose en la representación idealizada del cuerpo humano.

En arquitectura, los griegos erigieron templos majestuosos con columnas dóricas,

jónicas y corintias. El Partenón en Atenas es un ejemplo emblemático de la grandeza
arquitectónica griega.

En resumen, el arte griego no solo influyó en su tiempo, sino que también ha perdurado
como una fuente inagotable de inspiración para las generaciones futuras, encarnando la
búsqueda eterna de la belleza y la excelencia estética.