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Sobre el autor:
• Ha dictado cursos de postgrado en Estados Unidos, donde también ha realizado estudios de postgrado;
• Es psicólogo clínico, y sus áreas de especialidad son la evaluación psicológica, la inteligencia, la psico-
logía de la personalidad y los desórdenes de alimentación.
Para algunas de esas escalas hay mayores especificaciones respecto de los punta-
jes y sus descripciones, como puede ser la “Escala Revisada de Alcoholismo de MacAn-
drew”. En otras, su desarrollo continúa.
Escala A (Ansiedad)
Welsh desarrolló esta escala en 1956 para evaluar la primera dimensión que
emerge cuando se trabajan factorialmente las escalas básicas, tanto las de validez como
las clínicas.
Un puntaje elevado en esta escala, más de T65, refleja aflicción, ansiedad, discon-
formidad y trastorno emocional general. Las personas que obtienen estos puntajes sue-
len ser inhibidas y sobrecontroladas, imposibilitadas de tomar decisiones sin hesitación ni
incertidumbre, ajustándose, como pueden, a las situaciones sociales.
Item 273: “Para mí, la vida es tensión la mayor parte del tiempo.”
Escala R (Represión).
Esta escala también fue creada por Welsh en 1956; evalúa la segunda dimensión
que emerge del análisis factorial de las escalas clínicas y de validez del MMPI. La escala R
en el MMPI-1 tenía 40 items; en el MMPI-2 consta, en cambio, de 37 items.
Los puntajes elevados muestran convencionalismo, sumisión, gente que evita lu-
char en situaciones desagradables o displacenteras y que prefiere actitudes pasivas y
escapistas.
Por el contrario, los puntajes bajos en esta escala suelen asociarse a personas ex-
trovertidas, enérgicas, expresivas, desinhibidas, informales y con entusiasmo por la vida.
Tienden a ser personas fácilmente emocionables, excitables, agresivas, perspicaces y
dominantes.
Algunos ejemplos de items que se incluyen en esta escala son los siguientes:
Item 430: “Frecuentemente lamento tener mal carácter o ser tan protestón.”
Esta escala fue construida por Barron en 1953. El objetivo específico es evaluar la
conveniencia de una psicoterapia individual o grupal, teniendo en cuenta la mayor apti-
tud de una persona para una u otra. El concepto de base de esta escala es el de fuerza
yoica planteada por la psicología del yo.
Es importante señalar que hay personas que obtienen puntajes elevados en esta
escala mostrando perfiles con evidencia de una defensividad sistemática; en estas cir-
cunstancias la elevación de la puntuación no tiene las mismas implicaciones positivas que
cuando los perfiles no son defensivos.
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Los individuos que obtienen bajos puntajes, en cambio, expresan con frecuencia
inhibición, dolencias físicas y la sensación de ser incapaces para enfrentar las presiones
del medio, y lo que definiríamos como fuerza yoica desde la psicología del yo.
Tienden a tener un concepto más bien pobre de sí mismos y dificultad para adap-
tarse a situaciones problemáticas.
Item 87: “Me he encontrado con problemas tan llenos de posibilidades que no he
podido llegar a una decisión.”
Item 391: “Me siento incapaz de contarle a alguien todas mis cosas.”
Esta escala fue formulada en 1965 por MacAndrew, utilizando dos grupos diferen-
tes de pacientes; de este modo, fueron contrastadas las respuestas de un grupo de hom-
bres diagnosticados como alcohólicos con las contestaciones de un grupo de pacientes
psiquiátricos varones. Aunque MacAndrew identificó 51 items que diferenciaban estos dos
grupos, de éstos, se ha usado frecuentemente, en el ámbito clínico, una forma de 49
items; y de aquellos 51 items, dos cuyo contenido hacía obvia referencia al consumo de
alcohol fueron omitidos.
La escala MAC-R en el MMPI-2, tiene también 49 items, pero 4 de ellos, cuyo con-
tenido era religioso, fueron reemplazados por otros tantos que están asociados, de modo
más específico, con el abuso de alcohol y también con el de drogas.
Las investigaciones realizadas con esta escala sugieren que los puntajes elevados
pueden ser asociados con una tendencia general a las adicciones más que solamente con
la predisposición al abuso de alcohol.
Los puntajes directos de 28 ó más, vale decir, cuando los items han sido contes-
tados en la dirección esperada para diagnosticar tendencia a la adicción, sugieren, con
gran probabilidad, el abuso de sustancias psicoactivas. Los puntajes directos que oscilan
entre los 24 y 27 puntos también aluden a la posibilidad de adicción, pero es frecuente
encontrar, en este nivel, falsos positivos, o sea personas que por su puntaje aparecen
identificadas como posibles adictos, pero que en realidad no lo son.
En cambio, las personas que obtienen bajos puntajes en esta escala tienden a ser
introvertidos, tímidos y carentes de confianza en sí mismos.
Por alguna razón, probablemente de orden cultural, parece ser que esta escala es
más discriminativa en la población anglosajona que en la población argentina. De cual-
quier manera, los estudios continúan. También tiene una buena correlación en la pobla-
ción argentina con la escala Es, aunque los items no son los mismos.
Item 229: “He tenido momentos de nerviosismo que interrumpieron mis activida-
des, y en los que no sabía qué ocurría a mi alrededor.”
Escala Do (Dominancia).
Esta escala fue ideada en 1951 por Gough, McClosky y Meehl, contrastando las
respuestas a los items de un grupo de estudiantes secundarios y universitarios que fue-
ron señalados por sus pares como, o bien muy dominantes, o muy poco dominantes en
sus relaciones interpersonales. La escala original incluía 28 items; en el MMPI-2 se com-
pone de 25, y trata de medir las tendencias de los individuos a ser controladores e influ-
yentes en sus relaciones interpersonales.
Los puntajes altos en esta escala suelen reflejar personas con equilibrio y confian-
za en sí mismos y con iniciativa social. La perseverancia, la resolución y las condiciones
para el liderazgo grupal son otras de las características de este tipo de personas.
Los sujetos que obtienen puntuaciones bajas en esta escala son descriptos como
sumisos, poco asertivos y fácilmente influenciables por otras personas. También son fal-
tos de confianza en sí mismos, y suelen sentirse incapaces en el manejo de sus proble-
mas.
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Item 243: “Cuando estoy con un grupo de personas, me altera tener que pensar
en un tema de conversación.”
Esta escala fue desarrollada por Gough, McClosky y Meehl en 1952 para contras-
tar las respuestas dadas a los items por estudiantes que fueron señalados por sus pares
o sus maestros como muy responsables, o poco responsables.
Las personas que obtienen bajos puntajes en esta escala no se perciben a sí mis-
mas, ni son percibidas por los demás, como dispuestas a aceptar la responsabilidad so-
bre su propia conducta. También sugieren carencias o deficiencias respecto de la seguri-
dad en sí mismos, confiabilidad al encomendársele una tarea, integridad personal y sen-
tido de la responsabilidad frente al grupo.
Item 84: “Siendo joven me echaron de clase, una ó más veces, por portarme
mal.”
Kleinmuntz (1961) desarrolló esta escala para discriminar entre aquellos estudian-
tes bien adaptados emocionalmente al ámbito universitario y aquellos en quienes la
adaptación era deficiente.
Las investigaciones posteriores han demostrado que los puntajes obtenidos pue-
den utilizarse para identificar la existencia de problemas emocionales entre estudiantes
universitarios, pero no son útiles para predecir dificultades de adaptación en el futuro.
Las personas que obtienen puntuaciones elevadas en esta escala tienden, proba-
blemente, a ser poco adaptados, ineficaces, pesimistas y ansiosos.
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Los sujetos que presentan bajos puntajes tienden a ser bien adaptados, optimis-
tas y conscientes de sus límites.
Estas dos escalas de género-rol han sido formuladas para el MMPI-2 bajo la direc-
ción de Grant Dahlstrom entre 1988 y 1989. O sea que no estaban en el MMPI original.
Estos métodos empíricos contrastan con otros que son usados en el desarrollo de
escalas basadas en el juicio clínico, que enfocan únicamente atributos positivos social-
mente deseables. La escala de Peterson está compuesta por autodescripciones caracte-
rísticas de un género u otro, suministradas por un conjunto de items dados.
De modo similar, para temas masculinos la escala GF está relacionada con reli-
giosidad, eludir los juramentos y las maldiciones, y franqueza para señalar a otros sus
defectos personales.
Esta escala también está correlacionada con la prepotencia y un pobre control del
temperamento, así como susceptibilidad al abuso de alcohol y drogas no prescriptas. Pa-
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Es decir, si una persona tiene un puntaje alto en una de las dos escalas (GM y
GF), bien podría ser identificada por un puntaje en un extremo o en el otro de la escala
5, pero si alguien tiene puntaje alto en las dos o un bajo puntaje en las dos, podría caer
en los valores medios de la escala 5 (Mf). O sea que un valor alto en las dos escalas GM
y GF se correspondería a un valor medio de las cinco (Mf).
GM-M, Item: “Me gustan más las historias de aventura que las románticas.”
La escala original (aquí designada como PK), que fue construida por Keane, Malloy
y Fairbank (1984), estaba basada en las respuestas de un grupo de pacientes psiquiátri-
cos veteranos de la guerra de Vietnam, que tenían varios diagnósticos de Eje 1, contras-
tando a los que manifestaban el desorden de estrés post-traumático, y los estaban libres
de esta complicación adicional.
Una segunda escala, la llamada PS, es el resultado del trabajo de Schlenger y Kul-
ka (1987). Esta escala, a diferencia de la escala PK, fue desarrollada contrastando vete-
ranos emocionalmente sanos de la era de Vietnam con aquellos identificados por mostrar
primariamente un desorden de estrés post-traumático sin otras implicaciones psiquiátri-
cas. Las escalas parecen ser bastante independientes entre sí; no obstante podrían ser
usadas en forma conjunta para una mejor clasificación diagnóstica. Los autores de ambas
escalas siguen investigando para afinar sus alcances.
El contenido de los items trata de la calidad de vida en el hogar, las peleas fami-
liares, el sexo y la intimidad. Nueve de los items también están en la escala 4 (Pd), y
también en FAM, de modo que la correlación entre estas escalas es alta.
estableció por debajo de T65, que es el puntaje reconocido como de una significación
clínica, porque de lo contrario, un umbral muy alto para una condición tan corriente
hubiera dado el resultado falso de describir la variable como una condición poco frecuen-
te.
Ninguno de los items contiene referencias obvias al uso de alcohol o drogas, pero
se refieren a las dimensiones de la personalidad, y a situaciones de la vida cotidiana que
están relacionadas con el abuso de sustancias.
Los puntajes bajos, entonces, dentro de este análisis probabilístico, serían de su-
jetos sin problemas con el abuso de sustancias, y que tampoco presentan problemas psi-
cológicos.
Estudios recientes han demostrado que tanto APS como AAS son buenos discrimi-
nadores e personas con abuso de sustancias y sin compromiso. (Greene, 1991; Weed,
Butcher & Ben-Porath, 1991.) Es bueno advertir que estas escalas, APS y AAS, junto con
la ya vista MDS, se agregaron en 1993 al test, ya que no estaban en la estandarización
de 1989.
Las nuevas escalas muestran una confiabilidad test-retest muy alta, y aunque no
poseen ningún item en común, la correlación entre ellas es alta al analizar diferentes
muestras. El uso de ambas en conjunto permite discriminar con más efectividad que cada
una de ellas por separado, entre muestras normales y con abuso de sustancias. Pero
contrariamente a lo que dice el manual de la prueba, en la población argentina el uso de
la escala AAS se demuestra como un poco más discriminadora que APS. Por lo tanto,
recomendamos tener muy en cuenta los puntajes obtenidos en AAS.
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La escala AAS también puede ser interpretada de modo probabilístico, o sea que
cuanto más alto es el puntaje, más probabilidad hay de abuso de sustancias; esto sin
destacar otros problemas psicológicos asociados al abuso de sustancias como pueden
serlo una baja autoestima o una alta ansiedad. La investigación continúa.
Otra alternativa para el uso profesional es usar esta escala como un listado de
items críticos para, de esta manera, tener una visión más puntual de los problemas es-
pecíficos de cada persona con el uso de sustancias.
Una investigación más dilatada en el tiempo nos podrá dar la razón en lo que de-
cimos, o no. Mientras tanto, es evidente que estas escalas dan más datos en los puntajes
altos, lo que se corresponde con lo que es la definición de una variable psicológica, que
se define tanto mejor por su presencia.
En suma, los puntajes altos reflejan timidez, preferencia por estar solo y carencia
de autoafirmación social. Hestetler, Ben Porath, Butcher y Graham (1989) construyeron
un conjunto de subescalas para la escala Si. Por medio de procedimiento racionales, de-
sarrollaron las subescalas a las que luego se les aplicó el análisis factorial de los items, y
así quedaron constituidas tres subescalas que pasaron a formar parte de las escalas su-
plementarias.
Si1: Timidez/inseguridad.
Los sujetos con alto puntaje se muestran tímidos en presencia de otros, se aver-
güenzan con facilidad, actúan inhibidos en situaciones sociales, y las situaciones nuevas
los ponen muy incómodos.
A los sujetos con puntajes elevados en esta subescala, todas las actividades gru-
pales y aglomeraciones les provocan un gran desagrado. Dentro de lo posible tratan de
no contactarse con otros.
Los sujetos que puntúan alto en esta subescala muestran baja autoestima y poca
confianza en sí mismos. Actúan muy autocríticamente, tanto en su capacidad de juicio
como en su capacidad de autodestrucción y elección de opciones a futuro. Los puntajes
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