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Visión Clínica de las Escalas Suplementarias del MMPI-2 1

Visión Clínica de las


Escalas Suplementarias
del MMPI-2

Daniel Gomez Dupertuis

Sobre el autor:

• Fue Profesor Regular de la Universidad de Buenos Aires

• Fue Titular de la Cátedra de Psicología Experimental de la Universidad Nacional de La Plata.

• Es actualmente investigador en PROSAM, Institución afiliada a la Facultad de Medicina de la Universi-


dad de Buenos Aires.

• Ha publicado libros y artículos académicos de su especialidad en medios argentinos y extranjeros

• Es candidato doctoral en la Facultad de Psicología UBA

• Ha dictado cursos de postgrado en Estados Unidos, donde también ha realizado estudios de postgrado;

• Es investigador permanente del Lutheran Medical Center de New York

• Es miembro de diversas asociaciones profesionales argentinas e internacionales

• Es psicólogo clínico, y sus áreas de especialidad son la evaluación psicológica, la inteligencia, la psico-
logía de la personalidad y los desórdenes de alimentación.

• Ha adaptado al castellano el test TEMAS y es especialista en el MMPI-2


Visión Clínica de las Escalas Suplementarias del MMPI-2 2

Las Escalas Suplementarias. Definición.


A través de los años, desde que se publicó el MMPI en 1942, se crearon un gran
número de escalas adicionales para ampliar y profundizar la interpretación de las Escalas
Básicas y así aumentar el espectro de los problemas y desórdenes clínicos que aquéllas
describían. Desde aquel entonces hasta ahora, ha pasado mucho agua bajo los puentes
de la Psicología. En aquel entonces, el MMPI original estaba constituido por las Escalas
Básicas y algunas Suplementarias. Ahora, como se puede ver en este trabajo, en el mo-
mento de la reestandarización, en 1989, se le agregaron las Escalas de Contenido, y cin-
co años más tarde, las de Componente del Contenido, y se aumentó la cantidad de las
Suplementarias, tema que trataremos en este acápite.

En estas Escalas Suplementarias no se puede marcar de un modo riguroso la dife-


rencia entre los puntajes altos y bajos . Esto tal vez sorprenda a los psicólogos argenti-
nos, acostumbrados a las líneas de puntajes rigurosas, y por lo tanto fáciles de criticar o
aceptar. La complejidad de esta prueba, así como su desarrollo constante, y la falta en
este momento de un desarrollo acabado de la teoría psicológica ( para lo cual creemos
que todavía falta mucho tiempo), hace que muchos límites no sean claros, y den lugar
entonces al pulso del psicólogo clínico, hecho de un fino ojo y oído clínicos en su relación
con el paciente. No debemos olvidar la base cognitivo-dinámica de esta prueba, lo que
facilita este punto de vista. En términos generales, se entienden como significativos
aquellos puntajes que sean mayores de T 65 y los que sean menores de T 40.

Para algunas de esas escalas hay mayores especificaciones respecto de los punta-
jes y sus descripciones, como puede ser la “Escala Revisada de Alcoholismo de MacAn-
drew”. En otras, su desarrollo continúa.

Estas escalas adicionales que componen el espectro que estamos describiendo,


son las llamadas “Escalas Suplementarias”. De estas escalas algunas fueron formuladas y
utilizadas en los orígenes del MMPI. Estas son las que llamamos Escalas Suplementarias
Tradicionales; otras, que fueron desarrolladas con posterioridad, son las que se conocen
como Escalas Suplementarias Adicionales. Pasemos entonces a ver las Escalas Suple-
mentarias Tradicionales. La confiabilidad de estas escalas se analiza por test-retest o
bien por consistencia interna.

I. Escalas Suplementarias Tradicionales

Escala A (Ansiedad)

Welsh desarrolló esta escala en 1956 para evaluar la primera dimensión que
emerge cuando se trabajan factorialmente las escalas básicas, tanto las de validez como
las clínicas.

Un puntaje elevado en esta escala, más de T65, refleja aflicción, ansiedad, discon-
formidad y trastorno emocional general. Las personas que obtienen estos puntajes sue-
len ser inhibidas y sobrecontroladas, imposibilitadas de tomar decisiones sin hesitación ni
incertidumbre, ajustándose, como pueden, a las situaciones sociales.

En contraste, los puntajes bajos, menos de T40, indican ausencia de ansiedad.


Los sujetos que presentan este tipo de puntuaciones tienden a ser enérgicos, competiti-
vos y extrovertidos socialmente. También suelen ser sujetos incapaces de tolerar la frus-
tración y, habitualmente, prefieren la acción a las actitudes contemplativas.
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Como ejemplo de esta escala citamos estos items:

Item 273: “Para mí, la vida es tensión la mayor parte del tiempo.”

Item 469: “Algunas veces me siento al borde de una crisis nerviosa.”

Escala R (Represión).

Esta escala también fue creada por Welsh en 1956; evalúa la segunda dimensión
que emerge del análisis factorial de las escalas clínicas y de validez del MMPI. La escala R
en el MMPI-1 tenía 40 items; en el MMPI-2 consta, en cambio, de 37 items.

Los puntajes elevados muestran convencionalismo, sumisión, gente que evita lu-
char en situaciones desagradables o displacenteras y que prefiere actitudes pasivas y
escapistas.

Por el contrario, los puntajes bajos en esta escala suelen asociarse a personas ex-
trovertidas, enérgicas, expresivas, desinhibidas, informales y con entusiasmo por la vida.
Tienden a ser personas fácilmente emocionables, excitables, agresivas, perspicaces y
dominantes.

Algunos ejemplos de items que se incluyen en esta escala son los siguientes:

Item 37: “A veces siento deseos de romper cosas.”

Item 430: “Frecuentemente lamento tener mal carácter o ser tan protestón.”

Escala Es (Fuerza del Yo)

Esta escala fue construida por Barron en 1953. El objetivo específico es evaluar la
conveniencia de una psicoterapia individual o grupal, teniendo en cuenta la mayor apti-
tud de una persona para una u otra. El concepto de base de esta escala es el de fuerza
yoica planteada por la psicología del yo.

En el MMPI-1 constaba de 68 items; en la versión MMPI-2, se compone de 52


items.

Se trata de una medida de la capacidad de adaptación, la resistencia y flexibilidad,


la iniciativa personal y el manejo efectivo del medio. También es un buen indicador gene-
ral de la salud psicológica. En la población argentina, se ve que esta escala está fuerte-
mente relacionada con las escalas de autoestima de la prueba. O sea, que en los sujetos
que tienen un puntaje que corresponde a una buena autoestima, los puntajes de ES son
altos.

Los puntajes elevados (más de T65) representan a personas espontáneas, con


buen contacto con la realidad, sentimientos de seguridad personal y buena salud física.
También son capaces de enfrentarse con situaciones de tensión y no dejarse abatir por
los problemas.

Es importante señalar que hay personas que obtienen puntajes elevados en esta
escala mostrando perfiles con evidencia de una defensividad sistemática; en estas cir-
cunstancias la elevación de la puntuación no tiene las mismas implicaciones positivas que
cuando los perfiles no son defensivos.
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Los individuos que obtienen bajos puntajes, en cambio, expresan con frecuencia
inhibición, dolencias físicas y la sensación de ser incapaces para enfrentar las presiones
del medio, y lo que definiríamos como fuerza yoica desde la psicología del yo.

Tienden a tener un concepto más bien pobre de sí mismos y dificultad para adap-
tarse a situaciones problemáticas.

Algunos items que reflejan esta escala son los siguientes:

Item 87: “Me he encontrado con problemas tan llenos de posibilidades que no he
podido llegar a una decisión.”

Item 391: “Me siento incapaz de contarle a alguien todas mis cosas.”

Escala MAC-R (Escala Revisada de Alcoholismo de MacAndrew).

Esta escala fue formulada en 1965 por MacAndrew, utilizando dos grupos diferen-
tes de pacientes; de este modo, fueron contrastadas las respuestas de un grupo de hom-
bres diagnosticados como alcohólicos con las contestaciones de un grupo de pacientes
psiquiátricos varones. Aunque MacAndrew identificó 51 items que diferenciaban estos dos
grupos, de éstos, se ha usado frecuentemente, en el ámbito clínico, una forma de 49
items; y de aquellos 51 items, dos cuyo contenido hacía obvia referencia al consumo de
alcohol fueron omitidos.

La escala MAC-R en el MMPI-2, tiene también 49 items, pero 4 de ellos, cuyo con-
tenido era religioso, fueron reemplazados por otros tantos que están asociados, de modo
más específico, con el abuso de alcohol y también con el de drogas.

Las investigaciones realizadas con esta escala sugieren que los puntajes elevados
pueden ser asociados con una tendencia general a las adicciones más que solamente con
la predisposición al abuso de alcohol.

Los puntajes directos de 28 ó más, vale decir, cuando los items han sido contes-
tados en la dirección esperada para diagnosticar tendencia a la adicción, sugieren, con
gran probabilidad, el abuso de sustancias psicoactivas. Los puntajes directos que oscilan
entre los 24 y 27 puntos también aluden a la posibilidad de adicción, pero es frecuente
encontrar, en este nivel, falsos positivos, o sea personas que por su puntaje aparecen
identificadas como posibles adictos, pero que en realidad no lo son.

En cambio, los puntajes menores de 24 indican la ausencia de problemas relacio-


nados con el abuso de estas sustancias.

Los puntajes considerados elevados sugieren, además de la fuerte probabilidad de


tratarse de personas adictas, la posibilidad de sujetos que son socialmente extrovertidos,
exhibicionistas y dispuestos a situaciones riesgosas.

En cambio, las personas que obtienen bajos puntajes en esta escala tienden a ser
introvertidos, tímidos y carentes de confianza en sí mismos.

Por alguna razón, probablemente de orden cultural, parece ser que esta escala es
más discriminativa en la población anglosajona que en la población argentina. De cual-
quier manera, los estudios continúan. También tiene una buena correlación en la pobla-
ción argentina con la escala Es, aunque los items no son los mismos.

Ejemplos de items de la escala MAC-R:

Item 52: “No he llevado un tipo de vida adecuado y normal.”


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Item 229: “He tenido momentos de nerviosismo que interrumpieron mis activida-
des, y en los que no sabía qué ocurría a mi alrededor.”

II. Escalas Suplementarias Adicionales


Estas escalas son las últimas en agregarse en el MMPI-2, de allí su nombre de adi-
cionales. El material para interpretar en estas escalas es menos completo que el de las
anteriores, y por lo tanto, deben ser trabajadas con más cuidado; es necesario conocer al
paciente y hacer un cuidadoso análisis de la posible correlación entre las escalas a fin de
llegar a un diagnóstico más acabado.

Escala O-H (Control de la hostilidad).

Megargee, Cook y Mendelsohn (1967), desarrollaron esta escala para contrastar


las respuestas de presidiarios violentos y aquellos que no lo eran. La versión de esta es-
cala en el MMPI-1 constaba de 31 items; en el MMPI-2 se compone de 28 items.

Proporciona una medida de la capacidad de una persona para tolerar la frustración


sin adoptar actitudes vengativas. Sin embargo, se sigue trabajando en esta escala a fin
de llegar a datos más precisos.

Los puntajes elevados son indicativos de personas que tienden a responder, la


mayor parte de las veces, en forma apropiada a la provocación, pero que ocasionalmente
exhiben respuestas exageradamente agresivas sin un motivo aparente.

Respecto de los puntajes bajos, es poca la información disponible. Puede tratarse,


o de personas con agresividad crónica, o de sujetos cuya expresión de la agresividad es
apropiada a las circunstancias.

Algunos ejemplos de los items de esta escala son los siguientes:

Item 29: “A veces siento deseos de maldecir.”

Item 420: “Me pone nervioso tener que esperar.”

Escala Do (Dominancia).

Esta escala fue ideada en 1951 por Gough, McClosky y Meehl, contrastando las
respuestas a los items de un grupo de estudiantes secundarios y universitarios que fue-
ron señalados por sus pares como, o bien muy dominantes, o muy poco dominantes en
sus relaciones interpersonales. La escala original incluía 28 items; en el MMPI-2 se com-
pone de 25, y trata de medir las tendencias de los individuos a ser controladores e influ-
yentes en sus relaciones interpersonales.

Los puntajes altos en esta escala suelen reflejar personas con equilibrio y confian-
za en sí mismos y con iniciativa social. La perseverancia, la resolución y las condiciones
para el liderazgo grupal son otras de las características de este tipo de personas.

Los sujetos que obtienen puntuaciones bajas en esta escala son descriptos como
sumisos, poco asertivos y fácilmente influenciables por otras personas. También son fal-
tos de confianza en sí mismos, y suelen sentirse incapaces en el manejo de sus proble-
mas.
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A continuación se citan algunos ejemplos de items de esta escala:

Item 207: “Me gustaría pertenecer a varios clubes o asociaciones.”

Item 243: “Cuando estoy con un grupo de personas, me altera tener que pensar
en un tema de conversación.”

Escala Re (Responsabilidad Social)

Esta escala fue desarrollada por Gough, McClosky y Meehl en 1952 para contras-
tar las respuestas dadas a los items por estudiantes que fueron señalados por sus pares
o sus maestros como muy responsables, o poco responsables.

La escala original contenía 32 items, pero en la versión MMPI-2 está compuesta


por 30.

Suelen presentar puntuaciones elevadas las personas que se ven a sí mismas, y


son vistas por los demás, como dispuestas a aceptar las consecuencias de su conducta,
seguras de sí mismas, dignas de confianza y con sentido de su responsabilidad frente al
grupo.

Las personas que obtienen bajos puntajes en esta escala no se perciben a sí mis-
mas, ni son percibidas por los demás, como dispuestas a aceptar la responsabilidad so-
bre su propia conducta. También sugieren carencias o deficiencias respecto de la seguri-
dad en sí mismos, confiabilidad al encomendársele una tarea, integridad personal y sen-
tido de la responsabilidad frente al grupo.

Ejemplos de items de esta escala:

Item 84: “Siendo joven me echaron de clase, una ó más veces, por portarme
mal.”

Item 266: “Nunca he tenido problemas con la ley.”

Escala Mt (Inadaptación Universitaria).

Kleinmuntz (1961) desarrolló esta escala para discriminar entre aquellos estudian-
tes bien adaptados emocionalmente al ámbito universitario y aquellos en quienes la
adaptación era deficiente.

La escala original contenía 43 items; en el MMPI-2 está compuesta por 41 items.

Las investigaciones posteriores han demostrado que los puntajes obtenidos pue-
den utilizarse para identificar la existencia de problemas emocionales entre estudiantes
universitarios, pero no son útiles para predecir dificultades de adaptación en el futuro.

En la población argentina esta escala se muestra muy discriminadora de conflictos


interpersonales. Tal vez por la forma en que se conducen los estudiantes universitarios
en USA, se puede plantear como una escala muy discriminadora de cualquier conflicto
interpersonal con personas del medio ambiente del sujeto, ya sea del área laboral o fami-
liar, y por lo tanto se observa que un alto puntaje en esta escala se corresponde, por
ejemplo, con un alto puntaje en la nueva escala MDS, que fue pensada para analizar,
como veremos más adelante, conflictos matrimoniales.

Las personas que obtienen puntuaciones elevadas en esta escala tienden, proba-
blemente, a ser poco adaptados, ineficaces, pesimistas y ansiosos.
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Los sujetos que presentan bajos puntajes tienden a ser bien adaptados, optimis-
tas y conscientes de sus límites.

Se cita el siguiente item como ejemplo:

Item 15: “Trabajo bajo una presión muy grande.”

Escalas GM y GF (Escalas de roles y géneros).

Estas dos escalas de género-rol han sido formuladas para el MMPI-2 bajo la direc-
ción de Grant Dahlstrom entre 1988 y 1989. O sea que no estaban en el MMPI original.

Las escalas GM (Rol de género masculino) y GF (Rol de género femenino) (Dahls-


trom, 1988; Peterson, 1989) se administran, ambas, a hombres y mujeres.

En la construcción de estas escalas se ha empleado el mismo método empírico y


el mismo criterio que en las primeras investigaciones con el MMPI, y el utilizado por Bau-
com (1976, 1980) para la escala de género-rol masculino (MSC) y la escala de género-rol
femenino (FMN), respectivamente, para el Inventario Psicológico de California, o C.P.I.
Estas escalas fueron designadas como B-MS y B-FM en el C.P.I. en la versión revisada.

Estos métodos empíricos contrastan con otros que son usados en el desarrollo de
escalas basadas en el juicio clínico, que enfocan únicamente atributos positivos social-
mente deseables. La escala de Peterson está compuesta por autodescripciones caracte-
rísticas de un género u otro, suministradas por un conjunto de items dados.

Estas nuevas escalas fueron desarrolladas sobre los datos provenientes de la


muestra de estandarización utilizada para el MMPI-2, que está conceptuada como la me-
jor de los últimos años.

Los items incluidos en la escala GM fueron aquellos confirmados en la dirección


puntuada por la mayoría de los varones de la muestra, y respondidos en la misma direc-
ción como mínimo por un 10% menos de mujeres.

Concomitantemente, los items incluidos en la escala GF fueron aquellos confirma-


dos en la dirección puntuada por la mayoría de las mujeres de la muestra y respondidos
en la misma dirección, como mínimo, por un 10% menos de varones.

De los items propuestos, 47 reunieron el criterio para ser incluidos en la escala


GM, y 46 en la escala GF. Nueve de los items de la escala GM también aparecen para la
escala 5 (Mf), así como también aparecen 16 de los 46 items de la escala GF en la escala
5 (Mf).

La investigación preliminar de estas dos medidas (Peterson, 1989) indican que,


para sujetos masculinos, la escala GM se relaciona con elevada confianza en sí mismo,
tenacidad y amplia gama de intereses, así como ausencia de miedo y sentimientos de
auto referencia. Para las mujeres, la escala GM también está relacionada con la alta con-
fianza en sí mismas, así como con la honestidad y la voluntad de probar nuevas alterna-
tivas, y sin preocupaciones o sentimientos de auto referencia.

De modo similar, para temas masculinos la escala GF está relacionada con reli-
giosidad, eludir los juramentos y las maldiciones, y franqueza para señalar a otros sus
defectos personales.

Esta escala también está correlacionada con la prepotencia y un pobre control del
temperamento, así como susceptibilidad al abuso de alcohol y drogas no prescriptas. Pa-
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ra las mujeres, la escala GF también está vinculada a la religiosidad y a problemas con el


alcohol y las drogas.

Será necesaria una investigación considerablemente mayor para evaluar todo el


potencial de estas nuevas escalas GR.

Futuras investigaciones dedicadas al uso conjunto de estas dos escalas aportarán,


probablemente, importantes distinciones atingentes al hallazgo de patrones individuales
de GR, que perderían relieve si sólo se usara una medida bipolar como la escala 5.

Es decir, si una persona tiene un puntaje alto en una de las dos escalas (GM y
GF), bien podría ser identificada por un puntaje en un extremo o en el otro de la escala
5, pero si alguien tiene puntaje alto en las dos o un bajo puntaje en las dos, podría caer
en los valores medios de la escala 5 (Mf). O sea que un valor alto en las dos escalas GM
y GF se correspondería a un valor medio de las cinco (Mf).

GM-M, Item: “Me gustan más las historias de aventura que las románticas.”

Escala PK y PS (Escala de desorden por estrés post-traumático).

La escala original (aquí designada como PK), que fue construida por Keane, Malloy
y Fairbank (1984), estaba basada en las respuestas de un grupo de pacientes psiquiátri-
cos veteranos de la guerra de Vietnam, que tenían varios diagnósticos de Eje 1, contras-
tando a los que manifestaban el desorden de estrés post-traumático, y los estaban libres
de esta complicación adicional.

El método fue muy similar al usado por MacAndrew en la escala de alcoholismo.


La escala PK ha sido utilizada en otros grupos de veteranos del hospital y ha recibido un
considerable sustento de la validación cruzada. Sin embargo, persiste la necesidad de
mediciones adicionales para ayudar a identificar subgrupos de hombre y mujeres que
sufren de este desorden emocional.

Una segunda escala, la llamada PS, es el resultado del trabajo de Schlenger y Kul-
ka (1987). Esta escala, a diferencia de la escala PK, fue desarrollada contrastando vete-
ranos emocionalmente sanos de la era de Vietnam con aquellos identificados por mostrar
primariamente un desorden de estrés post-traumático sin otras implicaciones psiquiátri-
cas. Las escalas parecen ser bastante independientes entre sí; no obstante podrían ser
usadas en forma conjunta para una mejor clasificación diagnóstica. Los autores de ambas
escalas siguen investigando para afinar sus alcances.

Escala de Desavenencia Conyugal (MDS)

La escala de Desavenencia Conyugal fue construida por Hjemboe, Almagor y But-


cher fue diseñada para el análisis de los conflictos que se producen en las relaciones
cercanas y personales. Esta escala fue construida de manera empírica, lo que significa
que se tomaron los enunciados que aparecen en el campo clínico como claros represen-
tantes del problema. Consta de 14 items.

El contenido de los items trata de la calidad de vida en el hogar, las peleas fami-
liares, el sexo y la intimidad. Nueve de los items también están en la escala 4 (Pd), y
también en FAM, de modo que la correlación entre estas escalas es alta.

La escala MDS ha probado ser un instrumento de buena discriminación en los pun-


tajes T60, tanto para sujetos que hacen terapia como para aquellos que compusieron la
muestra normativa y reconocieron una pobre relación conyugal. El puntaje de corte se
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estableció por debajo de T65, que es el puntaje reconocido como de una significación
clínica, porque de lo contrario, un umbral muy alto para una condición tan corriente
hubiera dado el resultado falso de describir la variable como una condición poco frecuen-
te.

Como ya hemos dicho, esta escala es un buen descriptor de cualquier desavenen-


cia en relaciones cercanas.

Escala de Potencial de Adicción (APS)

Esta escala fue desarrollada por Butcher, el director de la estandarización del


MMPI-2, y está compuesta por 39 items del MMPI-2 que caracterizan a los sujetos con
potencial para desarrollar problemas por abuso de sustancias.

Ninguno de los items contiene referencias obvias al uso de alcohol o drogas, pero
se refieren a las dimensiones de la personalidad, y a situaciones de la vida cotidiana que
están relacionadas con el abuso de sustancias.

En este momento, el mejor modo de interpretar la escala APS es el probabilístico,


con lo cual los puntajes altos sugieren una alta probabilidad de que haya problemas im-
portantes de abuso de sustancias. Un individuo con dificultades psicológicas significati-
vas, y que además tenga problemas con el abuso de sustancias, es probable que en esta
escala obtenga un puntaje más bajo que un individuo cuyos problemas se concentren
solamente en el abuso de sustancias. O sea que un puntaje alto en esta escala solamente
marca dificultades significativas en el abuso de sustancias.

Los puntajes bajos, entonces, dentro de este análisis probabilístico, serían de su-
jetos sin problemas con el abuso de sustancias, y que tampoco presentan problemas psi-
cológicos.

Escala de Admisión de Adicción (AAS)

El autor de esta escala también es Butcher, con la idea de complementar la escala


APS, y de construcción racional, o sea, con el uso de items que por definición debieran
tener relación con el abuso de sustancias. Se buscó en el conjunto de items del MMPI-2
aquellos cuyo contenido indicaría el problema de abuso de sustancias. Se localizaron 14
items de tales características. Se eliminaron 3 que no contribuían a la consistencia inter-
na de la escala, y se los reemplazó con otros 2 que la mejoraban, y cuyo contenido se
creyó consistente con el de los items ya identificados. Estos son los items que componen
la escala.

Estudios recientes han demostrado que tanto APS como AAS son buenos discrimi-
nadores e personas con abuso de sustancias y sin compromiso. (Greene, 1991; Weed,
Butcher & Ben-Porath, 1991.) Es bueno advertir que estas escalas, APS y AAS, junto con
la ya vista MDS, se agregaron en 1993 al test, ya que no estaban en la estandarización
de 1989.

Las nuevas escalas muestran una confiabilidad test-retest muy alta, y aunque no
poseen ningún item en común, la correlación entre ellas es alta al analizar diferentes
muestras. El uso de ambas en conjunto permite discriminar con más efectividad que cada
una de ellas por separado, entre muestras normales y con abuso de sustancias. Pero
contrariamente a lo que dice el manual de la prueba, en la población argentina el uso de
la escala AAS se demuestra como un poco más discriminadora que APS. Por lo tanto,
recomendamos tener muy en cuenta los puntajes obtenidos en AAS.
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La escala AAS también puede ser interpretada de modo probabilístico, o sea que
cuanto más alto es el puntaje, más probabilidad hay de abuso de sustancias; esto sin
destacar otros problemas psicológicos asociados al abuso de sustancias como pueden
serlo una baja autoestima o una alta ansiedad. La investigación continúa.

Otra alternativa para el uso profesional es usar esta escala como un listado de
items críticos para, de esta manera, tener una visión más puntual de los problemas es-
pecíficos de cada persona con el uso de sustancias.

Una investigación más dilatada en el tiempo nos podrá dar la razón en lo que de-
cimos, o no. Mientras tanto, es evidente que estas escalas dan más datos en los puntajes
altos, lo que se corresponde con lo que es la definición de una variable psicológica, que
se define tanto mejor por su presencia.

III. Las Subescalas de la Escala de Introversión Social (Si)


Como ya hemos dicho, la escala 0 es una escala bipolar; los puntajes superiores a
la media significan conductas socialmente introvertidas, y cuanto más alto es el puntaje,
más introvertido es el sujeto. Los puntajes bajos representan conductas socialmente ex-
trovertidas.

En suma, los puntajes altos reflejan timidez, preferencia por estar solo y carencia
de autoafirmación social. Hestetler, Ben Porath, Butcher y Graham (1989) construyeron
un conjunto de subescalas para la escala Si. Por medio de procedimiento racionales, de-
sarrollaron las subescalas a las que luego se les aplicó el análisis factorial de los items, y
así quedaron constituidas tres subescalas que pasaron a formar parte de las escalas su-
plementarias.

Si1: Timidez/inseguridad.

Los sujetos con alto puntaje se muestran tímidos en presencia de otros, se aver-
güenzan con facilidad, actúan inhibidos en situaciones sociales, y las situaciones nuevas
los ponen muy incómodos.

Si2: Evitación social.

A los sujetos con puntajes elevados en esta subescala, todas las actividades gru-
pales y aglomeraciones les provocan un gran desagrado. Dentro de lo posible tratan de
no contactarse con otros.

Si3: Alienación respecto de sí y de los otros.

Los sujetos que puntúan alto en esta subescala muestran baja autoestima y poca
confianza en sí mismos. Actúan muy autocríticamente, tanto en su capacidad de juicio
como en su capacidad de autodestrucción y elección de opciones a futuro. Los puntajes
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altos reflejan nerviosismo, miedos e indecisión, y también la aparición de actitudes suspi-


caces respecto de los otros.

En este momento, estas subescalas continúan en desarrollo, y es de esperar que


haya más puntualizaciones por parte de los integrantes del Comité de Reestandarización
del MMPI-2.

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