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"Lean" es un enfoque de gestión y producción que se centra en la eficiencia, eliminación de

desperdicios y mejora continua. Se originó en el sistema de producción de Toyota y se ha aplicado


con éxito en diversas industrias y sectores. Aquí hay algunos aspectos clave del enfoque Lean:

Eliminación de Desperdicios: Se busca identificar y eliminar cualquier actividad o recurso que no


agregue valor al producto o servicio final. Los desperdicios se definen en términos de
sobreproducción, tiempo de espera, transporte, procesamiento innecesario, inventario excesivo,
movimiento innecesario y defectos.

Mejora Continua: Se fomenta la cultura de mejora continua, donde los empleados en todos los
niveles de la organización están involucrados en la identificación y solución de problemas. Se utiliza
el concepto japonés de "Kaizen" para lograr mejoras incrementales de manera constante.

Entrega Justo a Tiempo (Just-In-Time): El objetivo es producir y entregar productos justo cuando se
necesitan, eliminando el almacenamiento innecesario y reduciendo los costos asociados con el
inventario.

Calidad: Se enfoca en la producción de productos de alta calidad desde el principio para evitar
defectos y retrabajo. La calidad se considera una parte integral del proceso, no solo un control al
final de la línea de producción.

Respeto por las Personas: Se valora la participación y contribución de los empleados, reconociendo
que son una fuente invaluable de conocimiento y experiencia. Se fomenta un ambiente de trabajo
que promueve el respeto y la colaboración.

Flexibilidad: El enfoque Lean busca la flexibilidad en la producción y la capacidad de respuesta


rápida a cambios en la demanda del mercado.

El enfoque Lean se ha aplicado con éxito en una variedad de industrias, desde manufactura hasta
servicios y salud, con el objetivo de mejorar la eficiencia operativa, reducir costos y mejorar la
satisfacción del cliente.

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