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Deduccion de Inversiones
Deduccion de Inversiones
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PRESENTACIÓN
El objetivo del presente Boletín es realizar un análisis general respecto al tratamiento fiscal que resulta
aplicable a las inversiones que llevan a cabo las personas morales, así como las distintas alternativas
con las que cuenta el contribuyente para incorporarlas como parte de sus deducciones.
Presidente Introducción 3
C.P.C. y M.A Raúl Tagle Cázares
Impuesto Sobre la Renta 4
Vicepresidente
C.P.C. Marcial Agapito Cavazos Ortiz
Régimen general 4
Coordinador de Cursos
Definición de inversión 4
C.P.C. Ernest Haiat Khabie Deducción de las inversiones 5
Secretario Momento para el inicio de la depreciación 7
C.P.C. Juan Manuel Puebla Domínguez
Reglas para la determinación de la deducción anual 8
Vocero
C.P.C. Alejandro Javier Sánchez Calderón
Aplicación de porcentajes menores 8
Integrantes
Enajenación de las inversiones 9
Lic. Elías Adam Bitar Deducción inmediata 9
C.P.C. y M.I. José Gerardo Alfaro Osorio
L.C.P. Raúl Alonso de la Torre Régimen de Ley 9
C.P.C. Angelina Arellanos Robledo
Lic. Jorge Cabello Alcérreca Decreto del 20 de junio de 2003 10
C.P. Arturo Camacho Osegueda
C.P. Plácido Aurelio del Ángel Herrera Impuesto Empresarial a Tasa Única 12
C.P.C. Ubaldo Díaz Ibarra
C.P.C. Gerardo Domínguez Gómez
Antecedentes 12
C.P.C. y M.I Jorge Marcos García Landa
L.C.P. Gustavo Gómez Carrillo
Generalidades 12
C.P. Héctor González Legorreta Problemática de las inversiones 13
Lic. y C.P.C. Víctor Hugo González Martínez
C.P. Francisco Javier Hernández Garnica Conclusiones 16
C.P.C. Pablo Alejandro Limón Mestre
C.P.C. Arturo Martínez Martínez
C.P.C. Omar de Jesús Miranda Escamilla
C.P.C. Víctor Manuel Pérez Ruiz
C.P.C. Germán Antonio Pólito Hernández
Lic. Juan Carlos Reza Priana
C.P.C. Luis Sánchez Galguera
L.C.P. Eliud Alfonso Santiago Barrientos
C.P. Juan Alejandro Solano González
C.P. Miguel Ángel Temblador Torres
C.P.C. Ernesto Torres García
C.P.C. Marcela Torres Martínez
Lic. Ángel José Turanzas Díaz
C.P. Eduardo Vivanco Sodi
C.P.C. y M.I. Elio Fernando Zurita Morales
En la práctica, una de las erogaciones más importantes para una sociedad es el rubro
de las “inversiones”, bajo el entendido de que usualmente representan importes
considerables, o bien, se obtienen préstamos con la finalidad de que los activos en los
que se invierte se deriven en beneficios futuros para el contribuyente.
Las inversiones incluyen desde el mobiliario y equipo de oficina utilizado por una
entidad para realizar sus operaciones diarias, hasta los montos pagados por una
concesionaria para estar en posibilidad de explotar bienes de dominio público como
resultado de una licitación, esto es conocido como “guante”.
Tal como sucede en el caso del IETU, los legisladores han propuesto e implementado
diversas disposiciones fiscales cuyos objetivos se encuentran encaminados a fomentar
que los contribuyentes realicen inversiones, bajo la consideración de que ello
incrementará la eficiencia y competitividad de la sociedad y, como consecuencia,
disminuya el riesgo de que la entidad caiga en los supuestos de concurso mercantil y
quiebra.
Régimen general
- Definición de inversión
Asimismo, dicho artículo define de la siguiente manera lo que deberá entenderse por
cada uno de los tipos de inversión anteriormente señalados:
a) “Activo fijo” es el conjunto de bienes tangibles que utilizan los contribuyentes para la
realización de sus actividades y que se demeritan por el uso en el servicio del
contribuyente y por el transcurso del tiempo, y que son adquiridos con la finalidad de
utilizarlos para el desarrollo de sus actividades y no así para efectos de enajenarlos en
el curso normal de sus operaciones.
b) “Gastos diferidos” son los activos intangibles representados por bienes o derechos
que permiten reducir costos de operación, mejorar la calidad o aceptación de un
producto, usar, disfrutar o explotar un bien, por un periodo limitado, inferior a la duración
de la actividad de la entidad. También se consideran como gastos diferidos los activos
intangibles que permiten a la sociedad la explotación de bienes del dominio público o la
prestación de un servicio público concesionado.
En relación con lo anteriormente señalado, cabe destacar que existe cierto criterio
normativo publicado por las autoridades fiscales mexicanas que precisa que ciertos
bienes, como son los envases que no son considerados parte del producto final que
enajena el contribuyente y que son canjeados por otros de las mismas características,
son considerados como activos fijos bajo el entendido de que únicamente son un medio
para comercializar sus productos y no tienen el propósito de ser enajenados dentro del
curso normal de las operaciones.
En términos generales, las inversiones podrán ser deducidas para efectos del ISR
únicamente mediante la aplicación de manera anual de los por cientos máximos
autorizados por la Ley de la materia sobre el monto original de la inversión.
Al respecto, cabe señalar que el monto original de la inversión estará comprendido por:
(i) el precio del bien, (ii) los impuestos que efectivamente hubieran sido pagados con
motivo de la adquisición o importación del mismo, a excepción del impuesto al valor
agregado, (iii) las erogaciones por concepto de derechos, (iv) las cuotas
compensatorias, (v) los fletes, (vi) los transportes, (vii) los acarreos, (viii) los seguros
contra riesgos en la transportación, (ix) el manejo, (x) las comisiones sobre compras,
(xi) los honorarios a agentes aduanales, y (xii) el equipo de blindaje en el caso particular
de las inversiones en automóviles.
Asimismo, se establece que en caso de que con posterioridad a la compra del bien de
que se trate, se adquieran refacciones con el objeto de reponer o sustituir las adquiridas
con la inversión original, se considerarán como una deducción autorizada en el ejercicio
en el que se adquieran, siempre que reúnan los demás requisitos establecidos en la
LISR, tales como son que sean estrictamente indispensables para la actividad del
contribuyente y que estén amparadas con documentación comprobatoria emitida
conforme a lo dispuesto en el Código Fiscal de la Federación, entre otros.
Porcentaje de
Tipo de inversión Período para la deducción total
depreciación anual
Construcciones 5% 20 años
Equipo de transporte 25% 4 años
Equipo de cómputo 30% 3.33 años
Mobiliario y equipo de oficina 10% 10 años
Asimismo, el artículo 41 de la LISR establece las tasas máximas que serán aplicables
anualmente para el caso particular de ciertos tipos de maquinaria y equipo que sean
utilizados por un contribuyente, y cuyas tasas de depreciación para efectos de dicho
impuesto se encontrarán dadas en función de la actividad principal del contribuyente.
Cabe mencionar que dicho artículo da un tratamiento fiscal más favorable a las
máquinas y equipos que cuenten con controles que permitan prevenir la contaminación
ambiental y a los que fomenten la generación de energía proveniente de fuentes
renovables.
No obstante lo anterior, consideramos que las autoridades fiscales deberían emitir las
reglas generales que describan los supuestos y requisitos para que ciertas sociedades
estén en posibilidad de deducir este tipo de bienes, en el entendido de que existen
algunos casos en los que por necesidades especiales de la empresa es indispensable
el uso de una casa habitación, tal como es el caso en que se solicite a alguna parte
relacionada la expatriación de un empleado por un tiempo determinado y para
actividades relacionadas con la sociedad.
Cabe señalar que si una persona moral no inicia la deducción fiscal de una inversión a
más tardar en el ejercicio siguiente al de su utilización, perderá el derecho a la misma
hasta por las cantidades que pudieron ser deducidas en los ejercicios en que se pudo
llevar a cabo la deducción, esto es, como si se hubiera elegido iniciar la depreciación
fiscal desde el momento en el que se inició la utilización del activo.
Por otro lado, conviene señalar que las personas morales deberán ajustar el monto de
la deducción determinada con respecto a una inversión para incorporar los efectos
inflacionarios, esto es, mediante la aplicación de los Índices Nacionales de Precios al
Consumidor.
En caso de que una persona moral decida suspender sus actividades, también podrá
suspender la depreciación de sus inversiones desde el momento en que se presente el
aviso correspondiente ante el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), y hasta el
momento en que dicha entidad informe a las autoridades fiscales acerca de la
reanudación de sus actividades.
Las personas morales podrán aplicar a las inversiones, para su deducción, porcentajes
menores a los autorizados de conformidad con la LISR, siendo el porcentaje elegido
obligatorio para la deducción en este y los ejercicios siguientes, y solo tendrá la
posibilidad de modificarlo una vez durante un período de cinco años, sin necesidad de
cumplir con requisito alguno, salvo que no deberá exceder del porcentaje máximo
autorizado de conformidad con la referida Ley.
En el caso de que la sociedad enajene las inversiones o cuando estas dejen de ser
útiles para obtener sus ingresos, podrá disminuir de su base gravable en el ejercicio en
que esto ocurra, el total del saldo pendiente por deducir de la inversión actualizado con
la inflación, lo anterior mediante el uso de los Índices Nacionales de Precios al
Consumidor y manteniendo en los registros un valor equivalente a un peso.
Deducción inmediata
- Régimen de Ley
a) Los activos fijos deberán ser nuevos, incluyéndose como parte de dicha
definición también aquéllos que sean utilizados por primera vez en México 1.
b) Deberán utilizarse permanentemente en Territorio Nacional y fuera del Área
Metropolitana del Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey.
c) Los activos fijos por los que se opte aplicar la deducción inmediata sean bienes
distintos de mobiliario, equipo de oficina, automóviles, autobuses, camiones de
carga, tractocamiones, remolques, bienes de activo fijo no identificable
individualmente y aviones de uso distinto a la aerofumigación agrícola.
1
El artículo 8 del Código Fiscal de la Federación prevé que se entenderá por México, lo que conforme a
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos integra el territorio nacional y la zona
económica exclusiva situada fuera del mar territorial, esto es, hasta el equivalente a doscientas millas
náuticas medidas a partir de la línea de base desde la cual se mide el mar territorial.
En este sentido, para efectos de llevar a cabo la deducción del activo fijo, el monto
original de la inversión deberá ser ajustado mediante la aplicación de los Índices
Nacionales del Precio al Consumidor.
Cabe señalar que la porción del monto original de la inversión que no fue deducido en
el ejercicio de adquisición del activo fijo, inicio de utilización o en el ejercicio siguiente,
podrá ser parcialmente deducible en el caso de que el contribuyente lo enajene, se
pierda o deje de ser útil para la obtención de ingresos. Lo anterior en el entendido de
que se deberá aplicar la tasa que corresponda de conformidad con cierta tabla
establecida en el artículo 221 de la LISR.
En términos generales, las reglas para la aplicación del referido estímulo son las
mismas que se establecen para estos efectos en la LISR; sin embargo, las tasas de
deducción de los bienes de activo fijo más representativas que deberán ser aplicadas
por una sola vez al monto original de la inversión actualizado son las siguientes:
- Antecedentes
El IETU es un impuesto mínimo respecto del ISR cuyo objeto consiste en gravar el flujo
derivado de la enajenación de bienes, prestación de servicios u otorgamiento del uso o
goce temporal de bienes que no hubiera sido utilizado para retribuir a los factores de la
producción.
Dicho impuesto fue incorporado al Régimen Fiscal Mexicano a partir del 1° de enero de
2008 en sustitución al Impuesto al Activo.
Dentro de los objetivos señalados por el legislador para justificar la entrada en vigor del
IETU se encuentra incentivar a los contribuyentes para que lleven a cabo inversiones.
En este sentido, se menciona que con anterioridad a la entrada en vigor de dicho
ordenamiento, la Ley del Impuesto al Activo penalizaba la inversión al gravar los activos
de las empresas.
Como parte del estudio se señala que el referido impuesto, en comparación con el
Impuesto al Activo, ha tenido un efecto positivo sobre la inversión, ya que actualmente
esta se encuentra en los niveles más altos de por lo menos seis años; sin embargo, en
el mismo informe se menciona que un plazo de tres años no es suficiente para estimar
el efecto que tendría el IETU en el largo plazo sobre la inversión, ya que para ello sería
necesario implementar un modelo econométrico que permita aislar el efecto de dicho
impuesto de otras variables, tales como es la crisis mundial que sobrevino durante
dicho periodo.
- Generalidades
Con respecto a las inversiones nuevas que hubieran sido adquiridas dentro del plazo
comprendido dentro de los meses de septiembre hasta diciembre de 2007 (antes de la
entrada en vigor de la Ley de la materia), estas podrán ser deducidas de la base del
IETU de una sociedad, totalmente y en partes iguales, dentro de un período que
comprenderá desde el ejercicio fiscal de 2008 hasta el ejercicio de 2010.
Derivado de lo anterior, el crédito a que se refiere el párrafo anterior podrá ser aplicado
hasta por un monto total equivalente al 50% del saldo pendiente por deducir de un
activo fijo al 31 de diciembre de 2007.
Cabe señalar que el crédito señalado no sería aplicable a las inversiones nuevas
adquiridas entre los meses de septiembre y diciembre de 2007, en la medida en que se
hubieran deducido conforme a lo establecido en el Artículo Quinto Transitorio del
Decreto mediante el cual se publicó la LIETU (deducible totalmente dentro de los tres
ejercicios siguientes a la entrada en vigor de dicho ordenamiento).
Tal y como fue señalado con anterioridad, las inversiones son conceptos que podrán
ser totalmente deducibles en el ejercicio en el que son efectivamente pagadas de
conformidad con lo dispuesto en la LIETU, por lo que, en términos generales,
representan disminuciones importantes de la base gravable de dicho impuesto.
Por su parte, la LISR establece tasas máximas para la deducción de las inversiones.
Por lo tanto, en caso de que las inversiones fueran de tal monto que generaran un
crédito fiscal en materia de IETU, este no podrá ser acreditable contra el ISR que se
hubiera causado en ese mismo ejercicio, por lo que el beneficio no podrá observarse en
el mismo ejercicio tal y como sucedía al momento en que entró en vigor la LIETU. Es
decir, el crédito en comento se podrá acreditar únicamente contra el IETU que se
genere en ejercicios subsecuentes, situación que pudiera no ser de utilidad si se
determinara ISR por pagar.
Es importante recordar que el principal objetivo de una Persona Moral al realizar una
inversión es que sea una erogación que potencialmente le genere un beneficio futuro,
por lo que en algún punto es lógico pensar que esta no requerirá de mayores
inversiones, ya que deberá llevar a cabo otro tipo de gastos para continuar con su
proceso de crecimiento, tal como puede ser la contratación de personal especializado
en el uso del equipo en el que ha venido invirtiendo o el mantenimiento menor de los
activos fijos adquiridos para efectos de que no dejen de ser útiles para la entidad.
Bajo la perspectiva del legislador, entendemos que para efectos de que funcione la
LIETU como un generador de inversiones adicionales, es necesario que la sociedad
tuviera activos en los que invertir de manera indefinida, ya que de lo contrario si una
entidad hubiera venido efectuando inversiones en ejercicios consecutivos y dejara de
hacerlo, la base gravable para efectos del ISR es previsible que sería significativamente
menor a la correspondiente al IETU, por lo que es probable que se generaría este
último impuesto.
En adición a lo anterior y en este mismo sentido, cabe recordar que las utilidades por
las que un contribuyente paga el IETU no generan un incremento en el saldo de la
Cuenta de Utilidad Fiscal Neta, por lo que no se podrían distribuir dividendos libres de
gravamen con respecto a dichas utilidades ya que es tanto como si no se hubieran
pagado impuestos por las mismas.
Por otro lado, existen ciertos casos en los que una sociedad pudiera verse obligada a
enajenar sus activos fijos, tal como es el caso de entidades que requieran llevar a cabo
dicha transacción a efectos de capitalizarse por la existencia de problemas de liquidez o
derivado de un entorno de recesión, en cuyo caso, de conformidad con la LIETU, el
ingreso se adicionará en su totalidad a la base gravable de la compañía sin estar ligada
a deducción alguna, ya que esta fue efectuada en el ejercicio en el que se adquirió el
bien.
Para efectos de lo anterior, la alternativa que consideramos más eficiente sería optar
por la deducción inmediata de los bienes de conformidad con el “Decreto por el que se
otorga un estímulo fiscal en materia de deducción inmediata de bienes nuevos de activo
fijo”, para efectos de equiparar lo más posible la base gravable del ISR con la del IETU.
Con ello, en caso de que existiera una utilidad en ambos impuestos, el ISR sería mayor;
con la ventaja de que el pago de dicho impuesto sí incrementa el saldo de la Cuenta de
Utilidad Fiscal Neta.
Aun cuando las disposiciones fiscales que regulan el tratamiento que resulta aplicable a
las inversiones no han sufrido modificaciones directas en los últimos años, la sustitución
del Impuesto al Activo por el IETU ha derivado en un factor adicional que resulta de
relevancia para el análisis que deberá efectuar un contribuyente en cuanto a la forma y
los momentos para tomar las decisiones de inversión y desinversión.
No obstante que como parte de los argumentos para la incorporación del IETU al
régimen fiscal vigente, los legisladores señalaron que dicho gravamen fomentaría que
los contribuyentes realizaran inversiones, tal como ha sido comentado a lo largo del
presente boletín, bajo ciertas características y condiciones particulares de los
contribuyentes, los efectos fiscales de una inversión bajo el régimen fiscal actual
pudieran generar incluso el pago del ISR y del IETU en distintos ejercicios.
Lo anterior, ya que de ser efectuado el análisis sin considerar la totalidad de los factores
antes mencionados, el impacto para el contribuyente pudiera tener repercusiones
importantes en algún momento determinado.
* * *