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1 INTRODUCCIÓN....................................................................................................................6
2 CUIDADO DE ENFERMERÍA...................................................................................................7
2.1 CUIDADO COMO PRÁCTICA HUMANO SOCIAL.............................................................7
2.2 CINCO CONCEPTOS PRINCIPALES DEL CUIDADO..........................................................7
2.2.1 Objetivo e intención de la enfermería:.................................................................7
2.2.2 Perspectiva de las personas como cuidad:...........................................................8
2.2.3 Situación enfermera:............................................................................................8
2.2.4 Personalidad:........................................................................................................8
2.2.5 Invitación directa:.................................................................................................9
2.3 EL CUIDADO COMO VALOR ÉTICO Y MORAL................................................................9
2.3.1 Cuidado de Enfermería y Ética:.............................................................................9
2.3.2 Objetivo General:...............................................................................................11
2.3.3 Objetivos Específicos:.........................................................................................11
2.4 EL CUIDADO COMO PRINCIPIO FUNDAMNETAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE........11
3 CUIDADOSOFÍA: LA RELACIÓN ENTRE CUIDADO Y FILOSOFÍA............................................12
3.1.1 Relación Terapéutica:.........................................................................................12
3.1.2 Enfoque Holístico:...............................................................................................12
3.1.3 Énfasis en la Persona:.........................................................................................12
3.1.4 Cuidado Culturalmente Sensible:.......................................................................12
3.1.5 Compromiso con la Ética:...................................................................................12
3.1.6 Investigación y Desarrollo Continuo:..................................................................13
4 JEAN WATSON Y SU TEORIA: “FILOSOFÍA DEL CUIDADO TRANSPERSONAL"......................13
4.1 ¿Qué es el cuidado transpersonal?.............................................................................13
5 CUIDADO EN LA INVESTIGACION CIENTÍFICA.....................................................................16
5.1 la responsabilidad de los científicos hacia los sujetos de investigación:.....................16
5.2 necesidades de considerar los valores y prioridades de las personas afectadas por la
investigación cientifica...........................................................................................................17
6 EL ESTUDIANTE DURANTE SU FORMACIÓN EN ENFERMERÍA............................................18
7 ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJES PROPUESTAS..................................................................20
8 LA IMPORTANCIA DE LA ETICA DEL CUIDADO EN LA TOMA DE DECISIONES CIENTIFÍCAS. 21
9 APLICACIONES DEL CUIDADO EN LA CIENCIA:....................................................................21
9.1.1 el cuidado en la medicina y la salud pública.......................................................21
9.1.2 El cuidado del medioambiente y la sostenibilidad..............................................22
9.1.3 El cuidado como enfoque en la investigación social y humanística....................22
10 CONCLUSIONES..............................................................................................................23
1 INTRODUCCIÓN
2
2 CUIDADO DE ENFERMERÍA
La palabra "cuidado" viene del latín cogitatus, que significa reflexión, pensamiento,
interés reflexivo que uno pone en algo, Por tanto, podemos decir que el cuidado, el
cuidar, parte del interés de alguien por otro, pero no solo de manera afectiva, sino
reflexiva y racional.
La actividad de cuidar es toda acción humana que contribuye a la ayuda y solicitud ante
la necesidad del otro. El cuidado profesional, como labor propia, debería acabar con la
dualidad entre las dos conocidas dimensiones del cuidar: la técnica y la humana. Dicha
dualidad no se corresponde con la realidad en que vivimos; sería absurdo e imposible
omitir o encargarnos tan solo de una de sus dimensiones. Resulta entonces
impracticable medir el cuidado en sentido estricto; el cuidar de manera profesional
comprende tanto la parte instrumental como la trascendental; no es una sin la otra. Esta
última parte, la transcendental o espiritual, si se quiere llamar así, es difícil de
cuantificar, e incluso se podría considerar el intento de hacerlo un absurdo y un fracaso
profesional, porque se trata de una aptitud, de una vocación y, en definitiva, de la
expresión de una actitud inherente al ser humano.
Es entonces al proporcionar dichos cuidados invisibles cuando podemos afirmar que
existe la necesidad de un cuidado que va más allá de la necesidad física. Encontramos
una necesidad transcendental y espiritual que requiere una respuesta de por lo menos la
misma magnitud. El cuidado además es "el resultado de un proceso decisorio de lo que
se pretende hacer, de lo que se es capaz de hacer y de lo que se puede llegar a hacer".
En consecuencia, el cuidado, como decisión o actitud, tiene un significado y es entonces
cuando se hace necesario poseer unos valores que reporten una actitud para llevarlas a
cabo. Por todo esto, al ejercer de manera oficial, existe un compromiso profesional y
ético que diferencia a la actividad enfermera de la actividad espontánea de cuidado.
3
atender a las personas que viven el cuidado y que crecen en el cuidado. La
intención general de la enfermería es conocer a las personas durante el cuidado,
y apoyarlas y reconocerlas como personas cuidadas. Este papel se refleja
excepcionalmente cuando la enfermera establece una relación con la persona
cuidada con la intención de conocerla como persona cuidada, y reconociendo y
celebrando dicha persona como persona cuidada.
2.2.2 Perspectiva de las personas como cuidad:
El supuesto fundamental de la teoría es que todas las personas son cuidado. El
cuidado es vivido por cada persona, momento a momento, y es una característica
esencial del ser humano. El cuidado es un proceso y, durante la vida, cada
persona crece con la capacidad de expresar cuidado. Por tanto, la persona se
reconoce como una manifestación constante de cuidado. Desde la perspectiva de
la teoría, «fundamental, potencial y realmente, cada persona es cuidado», aunque
cada acto de la persona pueda no entenderse como cuidado. Es básico para la
teoría conocer a la persona que vive en cuidados y crece en cuidados.
2.2.3 Situación enfermera:
El cuidado es un servicio que ofrece la enfermería y vive en el contexto de la
situación enfermera. La situación de enfermería es el lugar donde todo se conoce
y realiza en enfermería y se conceptualiza como «la experiencia vivida y
compartida donde los cuidados entre la enfermera y la persona cuidada
potencian a la persona». La situación de enfermería es lo que está en la mente de
la enfermera siempre que su intención sea «cuidar». Es dentro de la situación de
enfermería que la enfermera atiende llamadas de cuidados o extiende la mano a
la persona cuidada, con la práctica de la enfermería y el conocimiento práctico
de la enfermería colocados en este contexto relacional. La situación de
enfermería supone la expresión de unos valores, intenciones y acciones de dos o
más personas que eligen vivir una relación de cuidado. En esta relación vivida,
todo el conocimiento de la enfermería se crea y se entiende.
2.2.4 Personalidad:
La personalidad es un proceso de vida que se basa en el cuidado. Implica ser
uno mismo como persona cuidada auténtica y estar abierta a desplegar
posibilidades de cuidados. Los profesionales de enfermería viven
constantemente el significado de su cuidado de momento a momento. Dentro de
la situación de enfermería, la experiencia vivida y compartida de los cuidados
potencia la personalidad, y tanto la enfermera como la persona atendida crecen
en cuidados.
En la intimidad de los cuidados, el respeto por uno mismo como persona y el
respeto por los demás son valores que afirman la personalidad. «Un
entendimiento profundo de la personalidad comunica la paradoja de una
comunión persona como persona y persona en comunión a la vez».
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2.2.5 Invitación directa:
Dentro de la situación de enfermería, la invitación directa abre la relación al
verdadero cuidado entre el profesional de enfermería y la persona atendida. La
invitación directa de este profesional ofrece la oportunidad al atendido de
compartir lo que verdaderamente importa en ese momento. Con la intención de
llegar a conocer de verdad a la persona a la que cuida, el profesional de
enfermería se arriesga a entrar en el mundo del otro y a llegar a saber lo que
tiene sentido para él. El enfoque se dirige al significado de la persona a la que se
proporcionan los cuidados. En el lenguaje personal del profesional de enfermería
se transmiten invocaciones a compartir lo que importa, con reflexiones del estilo
de «¿cómo puedo cuidarlo de manera que tenga sentido para usted?» o «¿qué es
lo que más le importa en este momento?».
2.3 EL CUIDADO COMO VALOR ÉTICO Y MORAL.
¿Cuál es la reflexión ética sobre el cuidado, cuál es la reflexión desde el cuidado
sobre la ética?
La relación de ida y vuelta entre la filosofía y la enfermería se podría tematizar también
como una relación de ida y vuelta entre la ética y el cuidado, representando la ética a la
filosofía y el cuidado a la enfermería. Se puede ver, de esta manera, la relación
comprendida como una reflexión ético-filosófica sobre el cuidado y una reflexión desde
el cuidado sobre la ética y la filosofía. Tanto en un sentido como en otro se encauzan
numerosas de nuestras reflexiones, las cuales trataremos de desarrollar a partir de aquí.
Comenzaremos, en primera instancia, por las reflexiones que se pueden situar en el lado
de la ida, es decir, en aquel que va desde la ética hacia el cuidado, para posteriormente
ocuparnos de las que se desplazan desde el lado del cuidado hacia el de la filosofía o la
ética.
5
el que se articula la profesión de enfermería. Nigthingale fue capaz de darse cuenta de
que el cuidado natural de las personas, basado en amor y dedicación por otros, no
bastaban para fomentar la salud o curar una enfermedad, sino que el cuidado dependía
de ciertas habilidades, experiencias y conocimientos específicos, sentando las bases para
el cuidado profesional. Los estereotipos femeninos como fuente de cuidados naturales,
también se asociaron a sumisión y subordinación, atributos descritos como propios de
las mujeres. Esto es traspasado a la profesión de enfermería desde sus inicios como
auxiliar del médico, con vocación de servir al enfermo, al médico y a la institución. De
tal manera, esto trajo grandes efectos en su desarrollo futuro, pues el estatus profesional
históricamente ha sido moldeado por relaciones de género que han limitado a las
enfermeras para acceder a cargos de poder, con condiciones de trabajo y salarios que la
mayoría de las veces son menores que los hombres.
El valor social de los cuidados realizado por mujeres, basado en experiencia vivida con
su propio cuerpo, ejercido por madres, hermanas, abuelas o suegras y estrechamente
relacionado con la reproducción y la maternidad, fueron marcando la forma de ejercer el
cuidado natural, que por extensión alcanza a las enfermeras profesionales, para que
sigan siendo abnegadas, generosas y desinteresadas, propio de una profesión
mayoritariamente femenina.
Para la enfermería, el cuidado se considera la esencia de la disciplina que implica no
solamente al sujeto de cuidado, sino a las enfermeras en una relación caracterizada por
la bidireccionalidad Kérouack plantea en este sentido, que “la práctica enfermera se
centra en el cuidado de la persona y familia en continua interacción con el entorno”.
Henderson esboza que el cuidado enfermero implica ofrecer asistencia en todas aquellas
actividades que una persona no puede realizar por sí mismo, con el objetivo de
contribuir a su salud y ayudarle a aumentar sus capacidades para llegar a un nivel de
independencia en su vida cotidiana y adaptarse a su situación de enfermedad . La
dedicación en el cuidar a un ser humano implica valores universales como la ternura,
flexibilidad y generosidad . También, Feito destaca que la enfermería es una práctica
moral, puesto que incorpora una actitud o comportamiento ético basado en una virtud
moral reflejada en la solidaridad y preocupación por el bien de los seres humanos, y por
la que se exige responsabilidad para dar mayor dignidad a las personas. Esta
responsabilidad constituye un elemento intrínseco del cuidado a través del cual se
ejercen los derechos humanos a la salud y la vida .
Los primeros códigos éticos han constituido la base ética de la práctica médica e
influenciado otras disciplinas de las ciencias de la salud, tal como es el caso de
enfermería. Si bien se constata una ética vinculada al cuidar humano, el nacimiento de
la ética enfermera se sitúa en el mismo punto que el de la enfermería como profesión.
Además del compromiso explícito de Nightingale y de su obra, las bases de la ética
enfermera se encuentran ligadas a algunas corrientes que han emergido a lo largo de la
historia. Las más influyentes han sido la ética prescriptiva, ética de la virtud y Ética del
cuidado que constituyen referentes para la ética enfermera.
La ética prescriptiva o normativa es una corriente ética que apela a la naturaleza de la
acción moral, utiliza normas generales para establecer que una acción es moralmente
buena cuando está acorde a un principio universal, es decir, válida para todos los seres
humanos y situaciones posibles. Será, por tanto, moralmente mala cuando contradice
estas normas universales. Por otra parte, la ética de la virtud reúne una serie de
discursos de la filosofía moral contemporánea que ha tratado de recuperar la categoría
de virtud y que al mismo tiempo, busca estructurar un modelo para la comprensión y
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orientación de la moralidad, mientras la Ética del cuidado apela a los apegos y la
responsabilidad.
2.3.2 Objetivo General:
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3 CUIDADOSOFÍA: LA RELACIÓN ENTRE CUIDADO Y FILOSOFÍA
Este término fruto de un acrónimo entre filosofía y cuidado, mantiene dos nociones
fundamentales. Pues bien, “cuidado” que también significa pensamiento y la reflexión
de tratar, el hacer avanzar y el conducir o el guiar. Añadiéndole “sofía”, que es una
palabra griega que se traduce como “sabiduría”.
Entonces la "filosofía de la ciencia del cuidado en enfermería" se refiere a un enfoque
específico dentro del ámbito de la enfermería que aborda la atención y el cuidado de los
pacientes desde una perspectiva filosófica y científica. Esta filosofía reconoce la
importancia del cuidado como un componente esencial en la profesión de enfermería y
busca comprenderlo, definirlo y aplicarlo de manera más profunda y significativa.
En enfermería, el cuidado no se limita simplemente a la aplicación de procedimientos
médicos o administración de tratamientos, sino que también implica una conexión
interpersonal y emocional con los pacientes. La filosofía de la ciencia del cuidado en
enfermería se basa en la idea de que la atención a los pacientes debe ir más allá de lo
puramente técnico y debe incluir aspectos como la empatía, la compasión, el respeto y
la consideración de las necesidades individuales de cada paciente.
Algunos de los elementos principales de esta filosofía son:
3.1.1 Relación Terapéutica:
La filosofía del cuidado en enfermería enfatiza la importancia de establecer una
relación terapéutica sólida entre el personal de salud y el paciente. Esta relación
se basa en la confianza, la comunicación efectiva y la empatía, lo que permite
comprender las necesidades del paciente a nivel físico y emocional.
3.1.2 Enfoque Holístico:
Se considera al paciente como un ser humano completo y se valora la atención
integral que abarca tanto el bienestar físico como el emocional y espiritual.
3.1.3 Énfasis en la Persona:
Se reconoce que cada individuo es único y se respeta su dignidad y autonomía
en el proceso de atención médica.
3.1.4 Cuidado Culturalmente Sensible:
Se consideran las diferencias culturales y las creencias personales del paciente
al proporcionar atención, lo que contribuye a un cuidado más efectivo y
respetuoso.
3.1.5 Compromiso con la Ética:
La filosofía del cuidado en enfermería está intrínsecamente ligada a la ética y la
moral. Los profesionales de enfermería se esfuerzan por tomar decisiones éticas
y respetar los valores de los pacientes en su atención.
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3.1.6 Investigación y Desarrollo Continuo:
Esta filosofía también puede abogar por la investigación y la mejora continúa de
las prácticas de atención, con el objetivo de brindar una atención más efectiva y
de alta calidad hacia el paciente.
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La base de la teoría de Watson es la práctica enfermera en los siguientes 10 factores de
cuidados. Cada uno de ellos tiene un componente fenomenológico relativo a los
individuos implicados en la relación que abarca la enfermería.
Los tres primeros factores independientes sirven como “fundamento filosófico para la
ciencia del cuidado”.
A medida que las ideas y los valores de Watson han evolucionado, ha trasladado los 10
factores de cuidados a los procesos caritas. Los procesos caritas incluyen una dimensión
decididamente espiritual y una evocación manifiesta al amor y al cuidado.
2. INCULCACIÓN DE LA FE-ESPERANZA.
Este factor, que incorpora valores humanísticos y altruistas, facilita la promoción del
cuidado enfermero holístico y del cuidado positivo dentro de la población de pacientes.
También describe el papel de la enfermera a la hora de desarrollar interrelaciones
eficaces enfermera-paciente y a la hora de promover el bienestar ayudando al paciente
para que adopte las conductas que buscan la salud.
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El hecho de compartir los sentimientos es una experiencia de riesgo tanto para la
enfermera como para el paciente. La enfermera debe estar preparada tanto para
sentimientos positivos como negativos. La enfermera debe reconocer la comprensión
intelectual y emocional de una situación distinta de las demás.
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factor es difícil de comprender. Se incluye para ofrecer una experiencia que estimule el
pensamiento a una mejor comprensión de uno mismo y de los demás.
Watson cree que la responsabilidad de las enfermeras tiene que ir más allá de los 10
factores de cuidado y facilitar el desarrollo en el área de promoción de la salud mediante
las acciones preventivas de salud. Esta meta se alcanza enseñando cambios personales a
los pacientes para fomentar la salud, ofreciendo apoyo situacional, enseñando métodos
de resolución de problemas y reconociendo las capacidades de superación y la
adaptación a la pérdida.
5 CUIDADO EN LA INVESTIGACION CIENTÍFICA
5.1 la responsabilidad de los científicos hacia los sujetos de investigación:
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del
", tales medidas no deben, por ejemplo, estar reguladas por la ley o ya adoptadas por la
psicología social. Un acto normativo que concierne a los filósofos morales es aquel cuy
os principios y preceptos constituyen el único motivo de ese acto normativo, y que mere
ce la etiqueta exclusiva de "moral".
5.2 necesidades de considerar los valores y prioridades de las personas
afectadas por la investigación cientifica.
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la comprensión y la observación clínica especializada, originada por la experiencia
(considera el conocimiento y experiencia) ligada en el ser profesional (Blum, 2010).
El estudio de la práctica de enfermería clínica permitió a Benner descubrir y describir el
conocimiento que sustentaba la práctica de enfermería, estableció la diferencia entre
conocimiento práctico y conocimiento teórico. Benner, en Brykczynski (2015), afirmó
que el desarrollo del conocimiento en una disciplina práctica «consiste en ampliar el
conocimiento práctico (saber práctico) mediante investigaciones científicas basadas en
la teoría y mediante la exploración del conocimiento práctico existente desarrollado por
medio de la experiencia clínica en la práctica de esta disciplina» (p. 120). En la filosofía
de Benner, la experiencia es «el resultado de cuestionar, especificar o negar las nociones
preconcebidas en una situación» (p. 121). Esto fue retomado de Heidegger y Gadamer,
quienes coincidieron que a medida que el egresado de enfermería gana experiencia,
desarrolla una mezcla de conocimiento teórico y práctico lo cual da como resultado el
conocimiento clínico, por lo tanto, adquiere pericia ya que es capaz de actuar bajo
principios y de modificarlos según una situación real específica. Para Heidegger, el
conocimiento práctico fue reconocido como «el que se obtiene cuando un individuo se
ve implicado en una situación» (Brykczynski, 2015, p. 121), tomando en cuenta que el
individuo comparte conocimientos, habilidades y hábitos procedentes de sus prácticas
culturales.
6 EL ESTUDIANTE DURANTE SU FORMACIÓN EN ENFERMERÍA
14
respecto, Girau y Juanes (2009) mencionan que «las habilidades tienen una estructura
integrada por tres elementos: conocimiento específico, sistema operacional específico
(acciones) y conocimiento y operaciones lógicas» (p. 1); sin embargo, hace referencia a
que las habilidades prácticas conforman el núcleo eje del proceso de enfermería,
llevando implícitas un grupo de habilidades elementales que deben cumplirse, tomando
en cuenta el estado de dependencia de la persona.
Por ello, es importante identificar qué nivel de habilidad/conocimiento tiene el/la
estudiante para establecer o diseñar estrategias específicas de aprendizaje. El
aprendizaje, según la RAE, es entendido como «la acción y efecto de aprender algún
arte, oficio u otra cosa, permite la adquisición por la práctica de una conducta
duradera», Asimismo, etimológicamente, aprender (latín apprehenděre) es adquirir el
conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia. En ese sentido, el/la
estudiante de enfermería, a través de su formación académica, va a desarrollar una
conducta que le permitirá desenvolverse en un futuro en diversos campos de la
enfermería. Cestari y Loureiro (2005) señalaron que la práctica de enfermería se ha
convertido en toda la actividad, debido a que desde la formación académica los docentes
tienen «la práctica concreta de enfermería como horizonte y objetivo».
Para que el/la estudiante desarrolle un aprendizaje, no solo práctico, sino actitudinal y
cognitivo, este debe ser significativo. Al respecto, Acevedo y Beltrán (2014) hacen
referencia a que se debe propiciar que «el/la estudiante de enfermería aprenda
significativamente lo que implica atribuirle un significado al material objeto de
aprendizaje a partir de los conocimientos previos y la actualización de esquemas de
conocimiento congruentes con cada situación» (p. 19) que se les presente durante su
formación académica. Esto permitirá que el/la estudiante de enfermería dé importancia
y prioridad real a las necesidades de cada persona.
Benner, en Kérouac et al. (1996), menciona que se debe incentivar el desarrollo de un
cuidado individualizado, especifico y contextual tomando en cuenta la experiencia
particular de la salud. Para aplicar este cuidado, a las futuras/os enfermeras/os se les
deben reconocer diferentes grados de experiencia, desde principiante hasta llegar a ser
un experto/a en el cuidado. El grado de experiencia desarrollado exige compromiso,
pero también implica poder. Habitualmente, un estudiante o recién egresado de
enfermería cuenta con bases teóricas sólidas, pero no cuenta con las
capacidades/habilidades suficientes para afrontar una situación clínica real que amerite
un actuar expedito y oportuno. Cuando se está en formación, cuenta con el apoyo del
docente-tutor, pero en el ámbito profesional debe ser autónomo en la toma de
decisiones. Para poder desarrollar «ese poder», debe enfrentarse a situaciones de
cuidado que le permitan integrar sus capacidades en determinado tipo de pacientes y
entorno. Según Benner (citada por Carillo et al., 2013, p. 353) «cuanto mayor tiempo
esté en contacto con algún tipo de paciente, mayor es la capacidad de predecir y de
actuar basado en la experiencia».
En el cuidado que brinda la enfermería, el poder consiste en reforzar el potencial (to
empower) de la persona. Es por esto que se deben potenciar aspectos formativos y
actitudinales en el/la estudiante para que pueda cumplir con un perfil de egreso acorde
con las necesidades sociales e individuales de los pacientes, realizando valoraciones de
enfermería holística (que aborde las esferas biológicas, psicológicas, espirituales y
sociales), que le permita identificar ese potencial en las personas para generar su propio
cuidado y así fortalecer, mantener, mejorar o iniciar el empoderamiento de ellos
mismos. Con respecto a la incorporación del análisis crítico en el currículo de
enfermería, Kerouac, citado por Eterovic y Stiepovich (2010), reconoce que se debería
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preparar a los estudiantes en la toma de conciencia y en la coherencia entre los
pensamientos y acciones, tener la disposición a revisarlas y la importancia de compartir
estas actividades y reflexiones con otras personas. Kerouac expresa que «la formación
contemporánea en cuidados enfermeros consiste en la adquisición de aptitudes
intelectuales como el análisis, la resolución de problemas, el juicio y el pensamiento
crítico».
En el proceso enseñanza-aprendizaje para abordar el cuidado (lo cual no es una tarea
fácil), se requiere de profesores docentes que seleccionen las estrategias educativas más
apropiadas para que el la estudiante adquiera habilidades y destrezas propias del
ejercicio profesional, basados en una concepción de la disciplina (uso de teorías y
modelos) que le permita integrar los postulados y valores propios de la enfermería para
guiar su propia actuación (Mantilla-Pastrana y Gutiérrez-Agudelo, 2013).
Bahamón (s.f.) afirma que el docente profesor es el responsable de asegurar que el la
estudiante identifique y emplee las estrategias de aprendizaje, además que desarrolle las
habilidades necesarias para llevar a cabo cada actividad de aprendizaje, que le permitan
fortalecer su disposición a descubrir sus potencialidades para modificar y generar
nuevos conocimientos. Esto implica proponer diversas estrategias educativas
innovadoras, tomando en cuenta que los estudiantes aprenden de diversas formas; por lo
tanto, se debe estimular el desarrollo de sus competencias para que cumpla con un perfil
profesional deseable (Acuña, Silva y Maluenda, 2015). Un ejemplo es mencionado por
Martínez-Castillo y Matus-Miranda (2015), quienes hacen referencia que, para
incentivar el desarrollo del juicio clínico en el/la estudiante (entendido este como la
capacidad de anticiparse a eventos o sucesos y responder de una forma pertinente a la
situación clínica que se presenta, evitando así secuelas o complicaciones a la persona),
es necesario emplear estrategias educativas innovadoras que permitan la integración de
conocimientos, habilidades y destrezas en la formación de estudiantes como la
simulación clínica de alta eficiencia, la cual brinda experiencia clínica incentivando la
adquisición de confianza al ejecutar intervenciones de enfermería especificas con el
paciente, disminuyendo el error técnico al momento de realizarlo en una situación real,
favoreciendo la reflexión y la toma de decisiones derivados del proceso de valoración e
identificación de necesidades y/o problemas presentados en la simulación clínica.
El estudiante, al adquirir las competencias deseables para el desarrollo de la práctica de
enfermería, debe ser capaz de reconocer a la persona en el proceso del cuidado,
demostrar interacciones normadas por el respeto mutuo, establecer un compromiso con
el tratamiento de enfermería, que sea sensible y profundo, basado en las necesidades
reales y potenciales del paciente, establecer relaciones de confianza y mostrar
compasión ante la situación de salud que experimenta la persona. Todo ello, a través de
una comunicación autentica y actitudes apropiadas para el acto de cuidar (Kérouac et
al.). La calidad en la formación del futuro enfermero/a dependerá de los intereses y
valores que le admitan desarrollar una actuación profesional de calidad, no solo basada
en conocimientos y habilidades (Paravic, 2010).
7 ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJES PROPUESTAS
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Favorecer la explicación del significado de los fenómenos de la enfermería a
través del análisis, del razonamiento y del argumento o exposición lógica
Estimular el aprendizaje clínico del estudiante para que aprenda a reconocer
patrones y comportamientos de las personas y pueda determinar qué elementos
de la situación merecen atención y cuáles no
En el proceso de aprendizaje, considerar al estudiante como un individuo que
comparte conocimientos, habilidades y hábitos procedentes de sus prácticas
culturales
Incentivar a través de su formación académica el desarrollo de un aprendizaje
significativo para favorecer una práctica clínica autónoma, innovadora y
sustentada
Integrar una práctica clínica donde se desarrolle «el qué» del cuidado y «el
cómo» de la interacción persona-enfermero/a
Fomentar la adquisición de aptitudes intelectuales como el análisis, la resolución
de problemas, el juicio y el pensamiento crítico
Guiar a los estudiantes a integrar experiencias de aprendizajes durante cada clase
y cada experiencia clínica para incentivar el desarrollo de la percepción, el juicio
y la acción ética
Favorecer la toma de decisiones clínicas analíticas e intuitivas al tomar en cuenta
factores como la reflexión, la investigación y la curiosidad clínica.
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pública no debe verse como una cuestión independiente, ya que está estrechamente
relacionada con la salud, los problemas médicos y la atención sanitaria de todos. La
AMM aboga por el desarrollo de sistemas de salud integrados donde la salud pública y
la individual sean tratadas por igual. La atención primaria, secundaria o terciaria de la
más alta calidad es esencial para un sistema de salud eficaz. Los viajes aéreos entre
regiones y continentes, la epidemia de VIH/SIDA, el resurgimiento de la tuberculosis, la
persistencia de la malaria, las pandemias de SARS y de influenza han demostrado que la
atención de la salud pública es más importante que nunca. Las regulaciones sanitarias
internacionales emitidas por la Organización Mundial de la Salud exigen un sistema de
información y alerta mutua para ayudar a combatir y contener cualquier brote de
enfermedades infecciosas (Mundial, 2023).
9.1.2 El cuidado del medioambiente y la sostenibilidad.
La salud humana está estrechamente relacionada con el medio ambiente. Por citar tres
ejemplos, todos respiramos el aire ambiente, ingerimos diversas sustancias a través de
los alimentos o estamos expuestos al ruido de la ciudad. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) estima que 12,6 millones de personas murieron por vivir o trabajar en
condiciones insalubres en 2012, casi una cuarta parte de todas las muertes en todo el
mundo. Estas impresionantes tasas de mortalidad se encuentran al final de la cadena, y
no debemos olvidar las consecuencias inconmensurables, como el asma, las alergias, las
enfermedades auditivas y neurológicas, algunos tipos de cáncer... Los niños lisiados,
distraídos o hiperactivos reducen nuestra calidad de vida y somos los más vulnerables
de la sociedad: fetos, niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con inmunidad
debilitada.
Los principales problemas ambientales relacionados con la salud humana son: la
contaminación del aire, el agua y el suelo, el ruido, las emisiones químicas, la
contaminación de los alimentos y los efectos del cambio climático (Ecodes, 2021).
9.1.3 El cuidado como enfoque en la investigación social y humanística.
Actualmente, la humanización de la enfermería es un elemento esencial del ejercicio
profesional de la enfermería. Sin embargo, se puede señalar que en la práctica este
elemento queda en un segundo plano debido a diversos factores, por ejemplo, la gestión
de la institución está influenciada por las circunstancias personales de los profesionales
de la salud. Este artículo identifica estos elementos utilizando un enfoque
multidisciplinario para proporcionar insumos para futuras investigaciones y/o
preparación para programas y estándares de acreditación que apuntan a humanizar la
enfermería.
De hecho, independientemente de los factores que contribuyen a la deshumanización del
cuidado, el problema se aborda tradicionalmente desde una perspectiva objetiva y
procedimental, olvidando las demandas y condiciones físicas, psicológicas y espirituales
de quienes reciben el cuidado. Teniendo en cuenta lo anterior, hay que responder a la
pregunta "¿Quién es mi otra mitad?" tanto desde el punto de vista teórico como práctico.
Esta respuesta debe incluir una visión holística de los profesionales y usuarios de la
salud para brindar una atención global centrada en la persona (Zambrano, 2016).
18
10 CONCLUSIONES
1. En conclusión, la filosofía de la ciencia del cuidado en enfermería se centra en la
relación humana y en cómo los aspectos emocionales, éticos y culturales
influyen en la forma en que se brinda una atención hacia el paciente.
Esta filosofía puede ayudar a guiar a los profesionales de enfermería en la
búsqueda de un enfoque más profundo y completo para la atención del paciente.
Por lo tanto la teoría de Jean Watson también nos serviría como una guía para
mejorar la atención al paciente teniendo en cuenta no solo su estado salud pero
también su lado humano. (Por Ximena A.P.)
19
20
BIBLIOGRAFIA
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