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ÍNDICE

1 INTRODUCCIÓN....................................................................................................................6
2 CUIDADO DE ENFERMERÍA...................................................................................................7
2.1 CUIDADO COMO PRÁCTICA HUMANO SOCIAL.............................................................7
2.2 CINCO CONCEPTOS PRINCIPALES DEL CUIDADO..........................................................7
2.2.1 Objetivo e intención de la enfermería:.................................................................7
2.2.2 Perspectiva de las personas como cuidad:...........................................................8
2.2.3 Situación enfermera:............................................................................................8
2.2.4 Personalidad:........................................................................................................8
2.2.5 Invitación directa:.................................................................................................9
2.3 EL CUIDADO COMO VALOR ÉTICO Y MORAL................................................................9
2.3.1 Cuidado de Enfermería y Ética:.............................................................................9
2.3.2 Objetivo General:...............................................................................................11
2.3.3 Objetivos Específicos:.........................................................................................11
2.4 EL CUIDADO COMO PRINCIPIO FUNDAMNETAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE........11
3 CUIDADOSOFÍA: LA RELACIÓN ENTRE CUIDADO Y FILOSOFÍA............................................12
3.1.1 Relación Terapéutica:.........................................................................................12
3.1.2 Enfoque Holístico:...............................................................................................12
3.1.3 Énfasis en la Persona:.........................................................................................12
3.1.4 Cuidado Culturalmente Sensible:.......................................................................12
3.1.5 Compromiso con la Ética:...................................................................................12
3.1.6 Investigación y Desarrollo Continuo:..................................................................13
4 JEAN WATSON Y SU TEORIA: “FILOSOFÍA DEL CUIDADO TRANSPERSONAL"......................13
4.1 ¿Qué es el cuidado transpersonal?.............................................................................13
5 CUIDADO EN LA INVESTIGACION CIENTÍFICA.....................................................................16
5.1 la responsabilidad de los científicos hacia los sujetos de investigación:.....................16
5.2 necesidades de considerar los valores y prioridades de las personas afectadas por la
investigación cientifica...........................................................................................................17
6 EL ESTUDIANTE DURANTE SU FORMACIÓN EN ENFERMERÍA............................................18
7 ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJES PROPUESTAS..................................................................20
8 LA IMPORTANCIA DE LA ETICA DEL CUIDADO EN LA TOMA DE DECISIONES CIENTIFÍCAS. 21
9 APLICACIONES DEL CUIDADO EN LA CIENCIA:....................................................................21
9.1.1 el cuidado en la medicina y la salud pública.......................................................21
9.1.2 El cuidado del medioambiente y la sostenibilidad..............................................22
9.1.3 El cuidado como enfoque en la investigación social y humanística....................22
10 CONCLUSIONES..............................................................................................................23

1 INTRODUCCIÓN

La filosofía de la ciencia del cuidado es un campo de estudio que busca analizar y


reflexionar sobre la relación entre el cuidado y la práctica científica. Esta perspectiva
filosófica reconoce la importancia del cuidado tanto en el proceso de investigación y
desarrollo científico, como en la aplicación de los conocimientos científicos en
beneficio de la sociedad. En esta monografía, exploraremos los fundamentos de esta
filosofía, su relación con la ciencia y las implicaciones que tiene en nuestra
comprensión del mundo y nuestra forma de relacionarnos con él.
La filosofía del cuidado también es un enfoque ético y moral que se centra en la
importancia del cuidado, la empatía y la responsabilidad en las relaciones humanas y en
la toma de decisiones.

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2 CUIDADO DE ENFERMERÍA

La palabra "cuidado" viene del latín cogitatus, que significa reflexión, pensamiento,
interés reflexivo que uno pone en algo, Por tanto, podemos decir que el cuidado, el
cuidar, parte del interés de alguien por otro, pero no solo de manera afectiva, sino
reflexiva y racional.

La actividad de cuidar es toda acción humana que contribuye a la ayuda y solicitud ante
la necesidad del otro. El cuidado profesional, como labor propia, debería acabar con la
dualidad entre las dos conocidas dimensiones del cuidar: la técnica y la humana. Dicha
dualidad no se corresponde con la realidad en que vivimos; sería absurdo e imposible
omitir o encargarnos tan solo de una de sus dimensiones. Resulta entonces
impracticable medir el cuidado en sentido estricto; el cuidar de manera profesional
comprende tanto la parte instrumental como la trascendental; no es una sin la otra. Esta
última parte, la transcendental o espiritual, si se quiere llamar así, es difícil de
cuantificar, e incluso se podría considerar el intento de hacerlo un absurdo y un fracaso
profesional, porque se trata de una aptitud, de una vocación y, en definitiva, de la
expresión de una actitud inherente al ser humano.
Es entonces al proporcionar dichos cuidados invisibles cuando podemos afirmar que
existe la necesidad de un cuidado que va más allá de la necesidad física. Encontramos
una necesidad transcendental y espiritual que requiere una respuesta de por lo menos la
misma magnitud. El cuidado además es "el resultado de un proceso decisorio de lo que
se pretende hacer, de lo que se es capaz de hacer y de lo que se puede llegar a hacer".
En consecuencia, el cuidado, como decisión o actitud, tiene un significado y es entonces
cuando se hace necesario poseer unos valores que reporten una actitud para llevarlas a
cabo. Por todo esto, al ejercer de manera oficial, existe un compromiso profesional y
ético que diferencia a la actividad enfermera de la actividad espontánea de cuidado.

2.1 CUIDADO COMO PRÁCTICA HUMANO SOCIAL.


La teoría de la enfermería como cuidado surgió en los inicios de un trabajo de desarrollo
curricular en la Facultad de Enfermería de la Florida Atlantic University. Anne Boykin
y Savina Schoenhofer pertenecían a un grupo de la facultad que revisaba el currículo
basado en los cuidados. Cuando se completó e implantó el currículo revisado, cada una
reconoció la importancia y la necesidad de continuar desarrollando las ideas sobre un
marco conceptual amplio en el que se reflejara el concepto y el objetivo de la
enfermería como disciplina y profesión. La teoría de la enfermería como cuidado es un
resultado de este trabajo. El punto de partida del pensamiento tradicional fue la
aceptación de los cuidados como objetivo, más que como medios, y de la enfermería
como intención de cuidar, más que meramente como un instrumento.
2.2 CINCO CONCEPTOS PRINCIPALES DEL CUIDADO
2.2.1 Objetivo e intención de la enfermería:
El objetivo de la enfermería desde la perspectiva de la teoría de la enfermería
como cuidado es que la disciplina de conocimiento y la práctica profesional es

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atender a las personas que viven el cuidado y que crecen en el cuidado. La
intención general de la enfermería es conocer a las personas durante el cuidado,
y apoyarlas y reconocerlas como personas cuidadas. Este papel se refleja
excepcionalmente cuando la enfermera establece una relación con la persona
cuidada con la intención de conocerla como persona cuidada, y reconociendo y
celebrando dicha persona como persona cuidada.
2.2.2 Perspectiva de las personas como cuidad:
El supuesto fundamental de la teoría es que todas las personas son cuidado. El
cuidado es vivido por cada persona, momento a momento, y es una característica
esencial del ser humano. El cuidado es un proceso y, durante la vida, cada
persona crece con la capacidad de expresar cuidado. Por tanto, la persona se
reconoce como una manifestación constante de cuidado. Desde la perspectiva de
la teoría, «fundamental, potencial y realmente, cada persona es cuidado», aunque
cada acto de la persona pueda no entenderse como cuidado. Es básico para la
teoría conocer a la persona que vive en cuidados y crece en cuidados.
2.2.3 Situación enfermera:
El cuidado es un servicio que ofrece la enfermería y vive en el contexto de la
situación enfermera. La situación de enfermería es el lugar donde todo se conoce
y realiza en enfermería y se conceptualiza como «la experiencia vivida y
compartida donde los cuidados entre la enfermera y la persona cuidada
potencian a la persona». La situación de enfermería es lo que está en la mente de
la enfermera siempre que su intención sea «cuidar». Es dentro de la situación de
enfermería que la enfermera atiende llamadas de cuidados o extiende la mano a
la persona cuidada, con la práctica de la enfermería y el conocimiento práctico
de la enfermería colocados en este contexto relacional. La situación de
enfermería supone la expresión de unos valores, intenciones y acciones de dos o
más personas que eligen vivir una relación de cuidado. En esta relación vivida,
todo el conocimiento de la enfermería se crea y se entiende.
2.2.4 Personalidad:
La personalidad es un proceso de vida que se basa en el cuidado. Implica ser
uno mismo como persona cuidada auténtica y estar abierta a desplegar
posibilidades de cuidados. Los profesionales de enfermería viven
constantemente el significado de su cuidado de momento a momento. Dentro de
la situación de enfermería, la experiencia vivida y compartida de los cuidados
potencia la personalidad, y tanto la enfermera como la persona atendida crecen
en cuidados.
En la intimidad de los cuidados, el respeto por uno mismo como persona y el
respeto por los demás son valores que afirman la personalidad. «Un
entendimiento profundo de la personalidad comunica la paradoja de una
comunión persona como persona y persona en comunión a la vez».

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2.2.5 Invitación directa:
Dentro de la situación de enfermería, la invitación directa abre la relación al
verdadero cuidado entre el profesional de enfermería y la persona atendida. La
invitación directa de este profesional ofrece la oportunidad al atendido de
compartir lo que verdaderamente importa en ese momento. Con la intención de
llegar a conocer de verdad a la persona a la que cuida, el profesional de
enfermería se arriesga a entrar en el mundo del otro y a llegar a saber lo que
tiene sentido para él. El enfoque se dirige al significado de la persona a la que se
proporcionan los cuidados. En el lenguaje personal del profesional de enfermería
se transmiten invocaciones a compartir lo que importa, con reflexiones del estilo
de «¿cómo puedo cuidarlo de manera que tenga sentido para usted?» o «¿qué es
lo que más le importa en este momento?».
2.3 EL CUIDADO COMO VALOR ÉTICO Y MORAL.
¿Cuál es la reflexión ética sobre el cuidado, cuál es la reflexión desde el cuidado
sobre la ética?
La relación de ida y vuelta entre la filosofía y la enfermería se podría tematizar también
como una relación de ida y vuelta entre la ética y el cuidado, representando la ética a la
filosofía y el cuidado a la enfermería. Se puede ver, de esta manera, la relación
comprendida como una reflexión ético-filosófica sobre el cuidado y una reflexión desde
el cuidado sobre la ética y la filosofía. Tanto en un sentido como en otro se encauzan
numerosas de nuestras reflexiones, las cuales trataremos de desarrollar a partir de aquí.
Comenzaremos, en primera instancia, por las reflexiones que se pueden situar en el lado
de la ida, es decir, en aquel que va desde la ética hacia el cuidado, para posteriormente
ocuparnos de las que se desplazan desde el lado del cuidado hacia el de la filosofía o la
ética.

2.3.1 Cuidado de Enfermería y Ética:

La enfermería considera a la persona como un sistema integral, único en un contexto


socio cultural en que nace y que debe ser considerado y respetado en el quehacer de la
acción profesional. Las determinantes sociales que incluyen las condiciones de vida de
la población requieren necesariamente de un enfoque integral y sistémico, pero a la vez
a partir de la perspectiva teórica de la profesión. En este aspecto, las enfermeras deben
estar preparadas para identificar y respetar pautas culturales, espirituales, sociales,
demográficas y psicológicas de cada población, relevando formas y condiciones de vida
de las personas, sus necesidades y de quienes los cuidan, valorando la diversidad
humana. Es por ello, que las enfermeras han de nutrirse de saberes y actitudes que
permitan que sus acciones de cuidado tengan pertinencia socio-cultural, sin exclusión de
ningún tipo y respetando los derechos humanos de toda condición humana.
El concepto de cuidado desde la disciplina enfermera es base de sustentación de la
discusión. Para Colliére, el cuidado de los pacientes representa una serie de actos que
tienen por finalidad y función mantener a los seres humanos vivos y sanos para
reproducirse y perpetuarse. Así, el cuidado consiste en mantener la vida asegurando la
satisfacción de un conjunto de necesidades para el individuo, familia, y comunidad, que
en continua interacción con su entorno vive experiencias de salud. El cuidado requiere
de conocimientos que lo singularizan como cuidado humano y profesional, siendo sobre

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el que se articula la profesión de enfermería. Nigthingale fue capaz de darse cuenta de
que el cuidado natural de las personas, basado en amor y dedicación por otros, no
bastaban para fomentar la salud o curar una enfermedad, sino que el cuidado dependía
de ciertas habilidades, experiencias y conocimientos específicos, sentando las bases para
el cuidado profesional. Los estereotipos femeninos como fuente de cuidados naturales,
también se asociaron a sumisión y subordinación, atributos descritos como propios de
las mujeres. Esto es traspasado a la profesión de enfermería desde sus inicios como
auxiliar del médico, con vocación de servir al enfermo, al médico y a la institución. De
tal manera, esto trajo grandes efectos en su desarrollo futuro, pues el estatus profesional
históricamente ha sido moldeado por relaciones de género que han limitado a las
enfermeras para acceder a cargos de poder, con condiciones de trabajo y salarios que la
mayoría de las veces son menores que los hombres.
El valor social de los cuidados realizado por mujeres, basado en experiencia vivida con
su propio cuerpo, ejercido por madres, hermanas, abuelas o suegras y estrechamente
relacionado con la reproducción y la maternidad, fueron marcando la forma de ejercer el
cuidado natural, que por extensión alcanza a las enfermeras profesionales, para que
sigan siendo abnegadas, generosas y desinteresadas, propio de una profesión
mayoritariamente femenina.
Para la enfermería, el cuidado se considera la esencia de la disciplina que implica no
solamente al sujeto de cuidado, sino a las enfermeras en una relación caracterizada por
la bidireccionalidad Kérouack plantea en este sentido, que “la práctica enfermera se
centra en el cuidado de la persona y familia en continua interacción con el entorno”.
Henderson esboza que el cuidado enfermero implica ofrecer asistencia en todas aquellas
actividades que una persona no puede realizar por sí mismo, con el objetivo de
contribuir a su salud y ayudarle a aumentar sus capacidades para llegar a un nivel de
independencia en su vida cotidiana y adaptarse a su situación de enfermedad . La
dedicación en el cuidar a un ser humano implica valores universales como la ternura,
flexibilidad y generosidad . También, Feito destaca que la enfermería es una práctica
moral, puesto que incorpora una actitud o comportamiento ético basado en una virtud
moral reflejada en la solidaridad y preocupación por el bien de los seres humanos, y por
la que se exige responsabilidad para dar mayor dignidad a las personas. Esta
responsabilidad constituye un elemento intrínseco del cuidado a través del cual se
ejercen los derechos humanos a la salud y la vida .
Los primeros códigos éticos han constituido la base ética de la práctica médica e
influenciado otras disciplinas de las ciencias de la salud, tal como es el caso de
enfermería. Si bien se constata una ética vinculada al cuidar humano, el nacimiento de
la ética enfermera se sitúa en el mismo punto que el de la enfermería como profesión.
Además del compromiso explícito de Nightingale y de su obra, las bases de la ética
enfermera se encuentran ligadas a algunas corrientes que han emergido a lo largo de la
historia. Las más influyentes han sido la ética prescriptiva, ética de la virtud y Ética del
cuidado que constituyen referentes para la ética enfermera.
La ética prescriptiva o normativa es una corriente ética que apela a la naturaleza de la
acción moral, utiliza normas generales para establecer que una acción es moralmente
buena cuando está acorde a un principio universal, es decir, válida para todos los seres
humanos y situaciones posibles. Será, por tanto, moralmente mala cuando contradice
estas normas universales. Por otra parte, la ética de la virtud reúne una serie de
discursos de la filosofía moral contemporánea que ha tratado de recuperar la categoría
de virtud y que al mismo tiempo, busca estructurar un modelo para la comprensión y

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orientación de la moralidad, mientras la Ética del cuidado apela a los apegos y la
responsabilidad.
2.3.2 Objetivo General:

Normalizar, asesorar, conducir y controlar la gestión del cuidado de enfermería, que se


le brinda en forma integral a las familias en los diferentes niveles de atención con
enfoque en la atención primaria en salud integral, procurando que esta sea con calidad,
calidez, oportuna y libre de riesgo.
2.3.3 Objetivos Específicos:
Desarrollar procesos para la instrumentalización técnica y administrativa que respalda el
accionar disciplinar en la atención de salud a fin de garantizar la calidad del cuidado de
enfermería en los diferentes niveles de atención.
Asesorar la gerencia de enfermería en la administración de los recursos y la gestión del
conocimiento para responder con calidad técnica y humana a las necesidades de
atención en salud de las personas.
Conducir y apoyar técnicamente, en conjunto con el equipo multidisciplinario, los procesos
de trabajo en la atención integral en salud a las personas, incorporando en estos
procesos la especificidad del cuidado de enfermería.
Desarrollar intervenciones de coordinación, asesoría y capacitación con las instituciones
formadoras de recursos humanos de enfermería para cualificar los procesos de
enseñanza aprendizaje a nivel de docencia y servicio a fin de incidir en la calidad
técnica de los y las nuevas profesionales.
Controlar a través del monitoreo, supervisión y evaluación de las intervenciones de
enfermería la aplicación efectiva de la normativa técnica y administrativa del cuidado de
enfermería y de los diferentes programas de atención integral e integrada.
Conducir los procesos de investigación científica generando nuevos conocimientos que
sustenten el desarrollo de procesos de mejora en la práctica de enfermería.
Gestionar proyectos de apoyo técnico y financiero para el fortalecimiento de la calidad
técnica y humana de los recursos de enfermería en el marco de la educación
permanente.

2.4 EL CUIDADO COMO PRINCIPIO FUNDAMNETAL DEL


DESARROLLO SOSTENIBLE
El cuidado es considerado como principio fundamental del desarrollo sostenible en
la filosofía de enfermería. La enfermería se basa en la idea de promover la salud y el
bienestar de las personas, así como en proporcionar cuidados de calidad a los pacientes.
Esto se refiere a garantizar que las necesidades actuales de las personas sean satisfechas
sin comprometer las capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades.esto adopta un enfoque holístico que tenga en cuenta no solo la salud
física,si no también la salud mental, emocional y espiritual de las personas.
El cuidado en la filosofía de la dignidad y la autonomía de las personas, la justicia y la
equidad en la distribución de los recursos de la salud. Tambien implica la promoción de
la participación activa de las personas en su propio cuidado y la colaboración con otros
profesionales de la salud para brindar el cuidado integral y de calidad.

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3 CUIDADOSOFÍA: LA RELACIÓN ENTRE CUIDADO Y FILOSOFÍA
Este término fruto de un acrónimo entre filosofía y cuidado, mantiene dos nociones
fundamentales. Pues bien, “cuidado” que también significa pensamiento y la reflexión
de tratar, el hacer avanzar y el conducir o el guiar. Añadiéndole “sofía”, que es una
palabra griega que se traduce como “sabiduría”.
Entonces la "filosofía de la ciencia del cuidado en enfermería" se refiere a un enfoque
específico dentro del ámbito de la enfermería que aborda la atención y el cuidado de los
pacientes desde una perspectiva filosófica y científica. Esta filosofía reconoce la
importancia del cuidado como un componente esencial en la profesión de enfermería y
busca comprenderlo, definirlo y aplicarlo de manera más profunda y significativa.
En enfermería, el cuidado no se limita simplemente a la aplicación de procedimientos
médicos o administración de tratamientos, sino que también implica una conexión
interpersonal y emocional con los pacientes. La filosofía de la ciencia del cuidado en
enfermería se basa en la idea de que la atención a los pacientes debe ir más allá de lo
puramente técnico y debe incluir aspectos como la empatía, la compasión, el respeto y
la consideración de las necesidades individuales de cada paciente.
Algunos de los elementos principales de esta filosofía son:
3.1.1 Relación Terapéutica:
La filosofía del cuidado en enfermería enfatiza la importancia de establecer una
relación terapéutica sólida entre el personal de salud y el paciente. Esta relación
se basa en la confianza, la comunicación efectiva y la empatía, lo que permite
comprender las necesidades del paciente a nivel físico y emocional.
3.1.2 Enfoque Holístico:
Se considera al paciente como un ser humano completo y se valora la atención
integral que abarca tanto el bienestar físico como el emocional y espiritual.
3.1.3 Énfasis en la Persona:
Se reconoce que cada individuo es único y se respeta su dignidad y autonomía
en el proceso de atención médica.
3.1.4 Cuidado Culturalmente Sensible:
Se consideran las diferencias culturales y las creencias personales del paciente
al proporcionar atención, lo que contribuye a un cuidado más efectivo y
respetuoso.
3.1.5 Compromiso con la Ética:
La filosofía del cuidado en enfermería está intrínsecamente ligada a la ética y la
moral. Los profesionales de enfermería se esfuerzan por tomar decisiones éticas
y respetar los valores de los pacientes en su atención.

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3.1.6 Investigación y Desarrollo Continuo:
Esta filosofía también puede abogar por la investigación y la mejora continúa de
las prácticas de atención, con el objetivo de brindar una atención más efectiva y
de alta calidad hacia el paciente.

A lo largo de su evolución como ciencia, uno de los problemas de la enfermería ha


radicado en comprender los fundamentos ontológicos del cuidado y sus componentes
teóricos para dar un sentido coherente y consistente a la enfermería como una ciencia
humana.
La inteligencia emocional y la teoría de Jean Watson: Filosofía y Ciencia de la
asistencia; aplicada por el personal de enfermería al arte del cuidado es una estrategia en
la cual la investigación puede apoyar la práctica así aumentando los beneficios para la
disciplina y las personas en general, sustentando la experiencia clínica de cada
profesional y permitiendo mejorar la toma de decisiones sobre las acciones
profesionales.
4 JEAN WATSON Y SU TEORIA: “FILOSOFÍA DEL CUIDADO
TRANSPERSONAL"
Según Watson (1988), la palabra nurse, que es una palabra en inglés traducido al
español enfermera(o).
Para ella, la enfermería consiste en “conocimiento, pensamiento, valores, filosofía,
compromiso y acción, con cierto grado de pasión”.
4.1 ¿Qué es el cuidado transpersonal?
Se basa en la armonía entre cuerpo, mente y alma, a través de una relación de ayuda y
confianza entre la persona cuidada y el cuidador.

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La base de la teoría de Watson es la práctica enfermera en los siguientes 10 factores de
cuidados. Cada uno de ellos tiene un componente fenomenológico relativo a los
individuos implicados en la relación que abarca la enfermería.
Los tres primeros factores independientes sirven como “fundamento filosófico para la
ciencia del cuidado”.
A medida que las ideas y los valores de Watson han evolucionado, ha trasladado los 10
factores de cuidados a los procesos caritas. Los procesos caritas incluyen una dimensión
decididamente espiritual y una evocación manifiesta al amor y al cuidado.

1: FORMACIÓN DE UN SISTEMA HUMANÍSTICO-ALTRUISTA DE VALORES.


Los valores humanísticos y altruistas se aprenden pronto en la vida, pero pueden recibir
una gran influencia por parte de las enfermeras-educadores. Este factor se puede definir
como una satisfacción a través de la cual se puede dar una extensión del sentido de uno
mismo.

2. INCULCACIÓN DE LA FE-ESPERANZA.
Este factor, que incorpora valores humanísticos y altruistas, facilita la promoción del
cuidado enfermero holístico y del cuidado positivo dentro de la población de pacientes.
También describe el papel de la enfermera a la hora de desarrollar interrelaciones
eficaces enfermera-paciente y a la hora de promover el bienestar ayudando al paciente
para que adopte las conductas que buscan la salud.

3. CULTIVO DE LA SENSIBILIDAD HACIA UNO MISMO Y HACIA LOS DEMÁS:


El reconocimiento de los sentimientos lleva a la auto evaluación a través de la auto
aceptación tanto para la enfermera como para el paciente. A medida que las enfermeras
reconocen su sensibilidad y sus sentimientos, estos se vuelven más genuinos, auténticos
y sensibles hacia los demás.

4. DESARROLLO DE UNA RELACIÓN DE AYUDA-CONFIANZA:


El desarrollo de una relación de ayuda-confianza entre la enfermera y el paciente es
crucial para el cuidado transpersonal. Una relación de confianza fomenta y acepta la
expresión tanto de los sentimientos positivos como de los negativos. Implica
coherencia, empatía, acogida no posesiva y comunicación eficaz. La coherencia implica
ser real, honesto, genuino y auténtico. La empatía es la capacidad para la experiencia y,
por tanto, sirve para comprender las percepciones y sensaciones de otra persona y para
comunicar aquellas comprensiones. La acogida no posesiva se manifiesta con un
volumen moderado del habla, una postura relajada, abierta, y las expresiones faciales,
que son coherentes con el resto de las comunicaciones. La comunicación eficaz tiene
componentes de respuestas cognitivas, afectuosas y conductuales.

5. PROMOCIÓN Y ACEPTACIÓN DE LA EXPRESIÓN DE LOS SENTIMIENTOS


POSITIVOS Y NEGATIVOS:

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El hecho de compartir los sentimientos es una experiencia de riesgo tanto para la
enfermera como para el paciente. La enfermera debe estar preparada tanto para
sentimientos positivos como negativos. La enfermera debe reconocer la comprensión
intelectual y emocional de una situación distinta de las demás.

6. USO SISTEMÁTICO DEL MÉTODO CIENTÍFICO DE SOLUCIÓN DE PROBLEMAS


PARA LA TOMA DE DECISIONES:
El uso del proceso de enfermería aporta un enfoque científico de solución de problemas
en el cuidado enfermero, disipando la imagen tradicional de la enfermera como la
ayudante de un médico. El proceso enfermero es similar al proceso de investigación en
lo que se refiere a la sistematización y a la organización.

7. PROMOCIÓN DE LA ENSEÑANZA-APRENDIZAJE INTERPERSONAL:


Este factor es un concepto importante para la enfermería porque separa el cuidado de la
curación. Permite que el paciente esté informado y cambia la responsabilidad por el
bienestar y la salud del paciente. La enfermera facilita este proceso con las técnicas de
enseñanza-aprendizaje diseñadas para permitir que los pacientes realicen el
autocuidado, determinar las necesidades personales y ofrecer oportunidades para su
crecimiento personal.

8. PROVISIÓN DEL ENTORNO DE APOYO, PROTECCIÓN Y CORRECTIVO MENTAL,


FÍSICO, SOCIOCULTURAL Y ESPIRITUAL:
Las enfermeras tienen que reconocer la influencia que los entornos internos y externos
tienen en la salud y la enfermedad de los individuos. Los conceptos relevantes para el
entorno interno incluyen el bienestar mental y espiritual, y las creencias socioculturales
de un individuo. Además de las variables epidemiológicas, se incluyen otras variables
externas como la comodidad, la privacidad, la seguridad y los entornos limpios,
estéticamente agradables.

9. ASISTENCIA EN LA GRATIFICACIÓN DE LAS NECESIDADES HUMANAS:


La enfermera reconoce sus propias necesidades biofísicas, psicofísicas, psicosociales e
intrapersonales y las del paciente. Los pacientes tienen que satisfacer las necesidades de
menor rango antes de intentar cubrir las de un rango superior. La comida, la eliminación
de residuos y la ventilación son algunos de los ejemplos de las necesidades biofísicas de
mayor rango, mientras que la actividad, la inactividad y la sexualidad se consideran
necesidades psicofísicas de menor rango. La consecución y la afiliación son necesidades
psicosociales de rango superior. La auto-actualización es una necesidad superior
intrapersonal-interpersonal.

10. PERMISIÓN DE FUERZAS EXISTENCIALES-FENOMENOLÓGICAS:


La fenomenología describe los datos de la situación inmediata que ayudan a la gente a
comprender los fenómenos en cuestión. La psicología existencial es una ciencia de la
existencia humana que utiliza los análisis fenomenológicos. Watson considera que este

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factor es difícil de comprender. Se incluye para ofrecer una experiencia que estimule el
pensamiento a una mejor comprensión de uno mismo y de los demás.
Watson cree que la responsabilidad de las enfermeras tiene que ir más allá de los 10
factores de cuidado y facilitar el desarrollo en el área de promoción de la salud mediante
las acciones preventivas de salud. Esta meta se alcanza enseñando cambios personales a
los pacientes para fomentar la salud, ofreciendo apoyo situacional, enseñando métodos
de resolución de problemas y reconociendo las capacidades de superación y la
adaptación a la pérdida.
5 CUIDADO EN LA INVESTIGACION CIENTÍFICA
5.1 la responsabilidad de los científicos hacia los sujetos de investigación:

El filósofo y escritor francés JeanPaul Sartre justificó su agnosticismo y enfatizó la conc


iencia de la muerte de Heidegger. Sartre argumentó que los individuos tienen la respons
abilidad ética de participar en las actividades sociales y políticas de su tiempo.
No había ningún sentido de trascendencia para el individuo, como en
no había nada que impidiera que el supuesto conflicto sobre la existencia omnipresente
de Dios obrara sobre la libertad individual. Algunos otros filósofos contemporáneos, co
mo John Dewey en Estados Unidos, están interesados en el pensamiento ético desde un
punto de vista instrumentalista, sugiriendo que el bien se define sólo después de la conte
mplación tanto de las circunstancias como de las posibilidades. Las consecuencias consi
deran buena o buena la realización del acto. El debate moderno sobre la ética continuó c
on los escritos de George Edward Moore, quien demostró que los principios éticos pued
en definirse en términos de "bueno" pero no de "bueno". Porque la bondad es una cualid
ad simple que no se puede analizar.
Cortina A (1996), por su parte, señala que “la ética es la parte de la filosofía dedicada a l
as consideraciones morales”, que es un tipo de conocimiento que busca construir racion
almente, y que para ello el concepto Utiliza rigor riguroso y uso de conceptos. Un méto
do de análisis y explicación propio de la filosofía. Haciendo eco de las cuestiones moral
es de
, la ética pretende presentar conceptos y argumentos que nos permitan comprender la di
mensión moral de los seres humanos. Cuando se trata de la dimensión moral, la ética no
reduce el mundo moral a factores psicológicos, sociológicos, económicos o de otro tipo,
sino al hecho de que tales factores realmente determinan el mundo moral. Soy conscient
e de ello. Por otro lado, el autor antes mencionado afirma que una vez que se introducen
los conceptos y argumentos apropiados, se puede decir que la ética ha logrado dar razon
es para los fenómenos morales y racionalizar la moral humana. dimensiones; es decir, h
emos aumentado nuestro conocimiento de nosotros mismos, alcanzando así mayores gra
dos de libertad. Entonces filosofar es el acto de pensar que nos permite comprender qué
somos y qué estamos haciendo y aquietar nuestro deseo de libertad. Otros autores, como
Bilbeny (1992), han sostenido que "la ética propone el estudio de un cierto tipo de cond
ucta humana normativa, llamada conducta moral, cuyo propósito es examinar la legitimi
dad de sus mandamientos y privilegios. Es confirmar la Aclaraciones sobre su concepto,
en el que afirma: "La regulación no debe limitarse o regularse simplemente en el sentido

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del
", tales medidas no deben, por ejemplo, estar reguladas por la ley o ya adoptadas por la
psicología social. Un acto normativo que concierne a los filósofos morales es aquel cuy
os principios y preceptos constituyen el único motivo de ese acto normativo, y que mere
ce la etiqueta exclusiva de "moral".
5.2 necesidades de considerar los valores y prioridades de las personas
afectadas por la investigación cientifica.

Algunos autores abordan la fenomenología como una filosofía y método de


investigación para poder captar la experiencia vivida, explorar y captar la experiencia
subjetiva del individuo, cómo la está percibiendo y qué significado tiene para este,
partiendo de la conciencia (Rubio y Arias, 2013). El enfoque fenomenológico planteado
por Patricia Benner permite explicar el significado de los fenómenos de la enfermería a
través del análisis, del razonamiento y del argumento o exposición lógica (Brykczynski,
2015). Benner reconoce como fuente de inspiración e influencia los trabajos realizados
por Heidegger y Gadamer, quienes incursionaron en el campo de la fenomenología
existencial y la hermenéutica filosófica, siendo esta una filosofía innovadora y muy
influyente que permitió descubrir la naturaleza de la comprensión humana (De la Maza,
2005). Otra influencia importante fue la de Hubert y Stuart Dreyfus quienes la
introdujeron en la fenomenología, con el planteamiento del modelo Dreyfus de
adquisición y desarrollo de habilidades que utilizó en su obra From Novice to expert
(1984) (Benner, 2004).
El modelo de Dreyfus de adquisición y desarrollo de habilidades fue desarrollado a
partir del rendimiento situado y aprendizaje experiencial. La atención se centra en el
desempeño real y los resultados que se obtienen en situaciones particulares que pueden
ser comparadas a través del tiempo. Este modelo no identifica rasgos particulares o
talentos de la persona que genera el desarrollo de las habilidades, se centra en el
comportamiento demostrado en situaciones donde desarrolla las habilidades y el
conocimiento (Benner, Tanner y Chelsea, 2009).
Benner adaptó el modelo de Dreyfus, el cual describe cinco niveles de competencia:
principiante, principiante avanzado, competente, eficiente y experto. Este modelo
postula que los cambios en los cuatro aspectos de la ejecución tienen lugar en la
transición a través de los niveles de adquisición de habilidades: a) se transita de confiar
en los principios y normas abstractas a emplear la experiencia específica y pasada; b) se
transforma la confianza en el pensamiento analítico basado en normas por la intuición;
c) se pasa de percibir que toda la información de una situación es igual de importante a
pesar que algunos datos son más importantes que otros; y d) se transcurre de ser un
observador individual externo a la situación, a tener una participación activa en la
misma. Brykczynski (2015), hace referencia a que, con la aplicación de este modelo a la
enfermería, Benner observó que «la adquisición de habilidades basada en la experiencia
es más segura y más rápida cuando tiene lugar a partir de una base educativa sólida».
En cada una de las etapas de transición, Benner hace referencia a la responsabilidad
hacia las personas, la cual se va desarrollando con las habilidades que proporciona la
experiencia en la práctica y el conocimiento perceptivo; ambos son claves para
desarrollar una práctica intuitiva, la cual permite a los egresados de enfermería buscar
evidencias para confirmar los cambios observados en los pacientes y tomar decisiones
que permitan guiar sus acciones (Brykczynski, 2015). El conocimiento intuitivo admite

13
la comprensión y la observación clínica especializada, originada por la experiencia
(considera el conocimiento y experiencia) ligada en el ser profesional (Blum, 2010).
El estudio de la práctica de enfermería clínica permitió a Benner descubrir y describir el
conocimiento que sustentaba la práctica de enfermería, estableció la diferencia entre
conocimiento práctico y conocimiento teórico. Benner, en Brykczynski (2015), afirmó
que el desarrollo del conocimiento en una disciplina práctica «consiste en ampliar el
conocimiento práctico (saber práctico) mediante investigaciones científicas basadas en
la teoría y mediante la exploración del conocimiento práctico existente desarrollado por
medio de la experiencia clínica en la práctica de esta disciplina» (p. 120). En la filosofía
de Benner, la experiencia es «el resultado de cuestionar, especificar o negar las nociones
preconcebidas en una situación» (p. 121). Esto fue retomado de Heidegger y Gadamer,
quienes coincidieron que a medida que el egresado de enfermería gana experiencia,
desarrolla una mezcla de conocimiento teórico y práctico lo cual da como resultado el
conocimiento clínico, por lo tanto, adquiere pericia ya que es capaz de actuar bajo
principios y de modificarlos según una situación real específica. Para Heidegger, el
conocimiento práctico fue reconocido como «el que se obtiene cuando un individuo se
ve implicado en una situación» (Brykczynski, 2015, p. 121), tomando en cuenta que el
individuo comparte conocimientos, habilidades y hábitos procedentes de sus prácticas
culturales.
6 EL ESTUDIANTE DURANTE SU FORMACIÓN EN ENFERMERÍA

La educación superior, como fenómeno socializador, permite forjar seres humanos


idóneos y competentes, para satisfacer las necesidades de una sociedad determinada
(Cegueda-Benítez, Gaña-Eretza, Uribe-Ravell y Andrade-Padilla, 2013), como es el
caso de formar recursos humanos en enfermería, cuya función sustancial es brindar
cuidados para garantizar la salud individual, familiar o comunal contribuyendo a elevar
la calidad de vida y reducir los índices de morbi-mortalidad de la población que
atienden (Hernández, Lemus, Salgueiro, Morejón y Rodríguez, 2007).
Malvárez (2005) menciona que «la educación juega un papel central en la composición
y dinámica de la fuerza de trabajo en enfermería, en la calidad y pertinencia de los
cuidados y en el desarrollo de la capacidad institucional en salud» (p. 3). Así mismo,
sugiere realizar transformaciones al reformular los sistemas educativos para articular los
distintos niveles de formación, reorientar los contenidos curriculares hacia los
conocimientos, prácticas y ética de los cuidados de enfermería basados en las
necesidades de salud y la condición del sujeto como ser cultural. Además, propone la
modernización pedagógica hacia modelos que consideren las condiciones de
aprendizaje de adultos, que integren la teoría, la práctica, la investigación y las
prioridades de salud, promoviendo el pensamiento complejo y el trabajo
interdisciplinario, entre otros aspectos.
Soto-Fuentes, Reynaldos-Grandón, Martínez-Santana y Jerez-Yañez (2014) hacen
referencia a que la formación del profesional de enfermería es amplia y diversa. En esta,
los estudiantes inician la adquisición del conocimiento científico teórico en
combinación con el conocimiento práctico que se obtiene de una situación determinada
y de las experiencias laborales de los enfermeros asistenciales. La Secretaría de Salud
de México (2012) al respecto señala que «asegurar la calidad de la enseñanza a los
recursos en formación se vuelve fundamental, al ser la piedra angular para hacer frente a
la problemática de salud de la población y contar con profesionales capacitados y
especializados» (p. 3). El desarrollo de habilidades se vuelve importante en el acto de
brindar el cuidado de enfermería, considerando las necesidades de la persona. Al

14
respecto, Girau y Juanes (2009) mencionan que «las habilidades tienen una estructura
integrada por tres elementos: conocimiento específico, sistema operacional específico
(acciones) y conocimiento y operaciones lógicas» (p. 1); sin embargo, hace referencia a
que las habilidades prácticas conforman el núcleo eje del proceso de enfermería,
llevando implícitas un grupo de habilidades elementales que deben cumplirse, tomando
en cuenta el estado de dependencia de la persona.
Por ello, es importante identificar qué nivel de habilidad/conocimiento tiene el/la
estudiante para establecer o diseñar estrategias específicas de aprendizaje. El
aprendizaje, según la RAE, es entendido como «la acción y efecto de aprender algún
arte, oficio u otra cosa, permite la adquisición por la práctica de una conducta
duradera», Asimismo, etimológicamente, aprender (latín apprehenděre) es adquirir el
conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia. En ese sentido, el/la
estudiante de enfermería, a través de su formación académica, va a desarrollar una
conducta que le permitirá desenvolverse en un futuro en diversos campos de la
enfermería. Cestari y Loureiro (2005) señalaron que la práctica de enfermería se ha
convertido en toda la actividad, debido a que desde la formación académica los docentes
tienen «la práctica concreta de enfermería como horizonte y objetivo».
Para que el/la estudiante desarrolle un aprendizaje, no solo práctico, sino actitudinal y
cognitivo, este debe ser significativo. Al respecto, Acevedo y Beltrán (2014) hacen
referencia a que se debe propiciar que «el/la estudiante de enfermería aprenda
significativamente lo que implica atribuirle un significado al material objeto de
aprendizaje a partir de los conocimientos previos y la actualización de esquemas de
conocimiento congruentes con cada situación» (p. 19) que se les presente durante su
formación académica. Esto permitirá que el/la estudiante de enfermería dé importancia
y prioridad real a las necesidades de cada persona.
Benner, en Kérouac et al. (1996), menciona que se debe incentivar el desarrollo de un
cuidado individualizado, especifico y contextual tomando en cuenta la experiencia
particular de la salud. Para aplicar este cuidado, a las futuras/os enfermeras/os se les
deben reconocer diferentes grados de experiencia, desde principiante hasta llegar a ser
un experto/a en el cuidado. El grado de experiencia desarrollado exige compromiso,
pero también implica poder. Habitualmente, un estudiante o recién egresado de
enfermería cuenta con bases teóricas sólidas, pero no cuenta con las
capacidades/habilidades suficientes para afrontar una situación clínica real que amerite
un actuar expedito y oportuno. Cuando se está en formación, cuenta con el apoyo del
docente-tutor, pero en el ámbito profesional debe ser autónomo en la toma de
decisiones. Para poder desarrollar «ese poder», debe enfrentarse a situaciones de
cuidado que le permitan integrar sus capacidades en determinado tipo de pacientes y
entorno. Según Benner (citada por Carillo et al., 2013, p. 353) «cuanto mayor tiempo
esté en contacto con algún tipo de paciente, mayor es la capacidad de predecir y de
actuar basado en la experiencia».
En el cuidado que brinda la enfermería, el poder consiste en reforzar el potencial (to
empower) de la persona. Es por esto que se deben potenciar aspectos formativos y
actitudinales en el/la estudiante para que pueda cumplir con un perfil de egreso acorde
con las necesidades sociales e individuales de los pacientes, realizando valoraciones de
enfermería holística (que aborde las esferas biológicas, psicológicas, espirituales y
sociales), que le permita identificar ese potencial en las personas para generar su propio
cuidado y así fortalecer, mantener, mejorar o iniciar el empoderamiento de ellos
mismos. Con respecto a la incorporación del análisis crítico en el currículo de
enfermería, Kerouac, citado por Eterovic y Stiepovich (2010), reconoce que se debería

15
preparar a los estudiantes en la toma de conciencia y en la coherencia entre los
pensamientos y acciones, tener la disposición a revisarlas y la importancia de compartir
estas actividades y reflexiones con otras personas. Kerouac expresa que «la formación
contemporánea en cuidados enfermeros consiste en la adquisición de aptitudes
intelectuales como el análisis, la resolución de problemas, el juicio y el pensamiento
crítico».
En el proceso enseñanza-aprendizaje para abordar el cuidado (lo cual no es una tarea
fácil), se requiere de profesores docentes que seleccionen las estrategias educativas más
apropiadas para que el la estudiante adquiera habilidades y destrezas propias del
ejercicio profesional, basados en una concepción de la disciplina (uso de teorías y
modelos) que le permita integrar los postulados y valores propios de la enfermería para
guiar su propia actuación (Mantilla-Pastrana y Gutiérrez-Agudelo, 2013).
Bahamón (s.f.) afirma que el docente profesor es el responsable de asegurar que el la
estudiante identifique y emplee las estrategias de aprendizaje, además que desarrolle las
habilidades necesarias para llevar a cabo cada actividad de aprendizaje, que le permitan
fortalecer su disposición a descubrir sus potencialidades para modificar y generar
nuevos conocimientos. Esto implica proponer diversas estrategias educativas
innovadoras, tomando en cuenta que los estudiantes aprenden de diversas formas; por lo
tanto, se debe estimular el desarrollo de sus competencias para que cumpla con un perfil
profesional deseable (Acuña, Silva y Maluenda, 2015). Un ejemplo es mencionado por
Martínez-Castillo y Matus-Miranda (2015), quienes hacen referencia que, para
incentivar el desarrollo del juicio clínico en el/la estudiante (entendido este como la
capacidad de anticiparse a eventos o sucesos y responder de una forma pertinente a la
situación clínica que se presenta, evitando así secuelas o complicaciones a la persona),
es necesario emplear estrategias educativas innovadoras que permitan la integración de
conocimientos, habilidades y destrezas en la formación de estudiantes como la
simulación clínica de alta eficiencia, la cual brinda experiencia clínica incentivando la
adquisición de confianza al ejecutar intervenciones de enfermería especificas con el
paciente, disminuyendo el error técnico al momento de realizarlo en una situación real,
favoreciendo la reflexión y la toma de decisiones derivados del proceso de valoración e
identificación de necesidades y/o problemas presentados en la simulación clínica.
El estudiante, al adquirir las competencias deseables para el desarrollo de la práctica de
enfermería, debe ser capaz de reconocer a la persona en el proceso del cuidado,
demostrar interacciones normadas por el respeto mutuo, establecer un compromiso con
el tratamiento de enfermería, que sea sensible y profundo, basado en las necesidades
reales y potenciales del paciente, establecer relaciones de confianza y mostrar
compasión ante la situación de salud que experimenta la persona. Todo ello, a través de
una comunicación autentica y actitudes apropiadas para el acto de cuidar (Kérouac et
al.). La calidad en la formación del futuro enfermero/a dependerá de los intereses y
valores que le admitan desarrollar una actuación profesional de calidad, no solo basada
en conocimientos y habilidades (Paravic, 2010).
7 ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJES PROPUESTAS

Sobre la base de lo anterior, se plantean algunas estrategias de aprendizajes que pueden


promover e incentivar el desarrollo de habilidades, no solo técnicas, y favorecer la
competencia en los estudiantes de enfermería.
Las estrategias de aprendizaje propuestas son:

16
 Favorecer la explicación del significado de los fenómenos de la enfermería a
través del análisis, del razonamiento y del argumento o exposición lógica
 Estimular el aprendizaje clínico del estudiante para que aprenda a reconocer
patrones y comportamientos de las personas y pueda determinar qué elementos
de la situación merecen atención y cuáles no
 En el proceso de aprendizaje, considerar al estudiante como un individuo que
comparte conocimientos, habilidades y hábitos procedentes de sus prácticas
culturales
 Incentivar a través de su formación académica el desarrollo de un aprendizaje
significativo para favorecer una práctica clínica autónoma, innovadora y
sustentada
 Integrar una práctica clínica donde se desarrolle «el qué» del cuidado y «el
cómo» de la interacción persona-enfermero/a
 Fomentar la adquisición de aptitudes intelectuales como el análisis, la resolución
de problemas, el juicio y el pensamiento crítico
 Guiar a los estudiantes a integrar experiencias de aprendizajes durante cada clase
y cada experiencia clínica para incentivar el desarrollo de la percepción, el juicio
y la acción ética
 Favorecer la toma de decisiones clínicas analíticas e intuitivas al tomar en cuenta
factores como la reflexión, la investigación y la curiosidad clínica.

8 LA IMPORTANCIA DE LA ETICA DEL CUIDADO EN LA TOMA


DE DECISIONES CIENTIFÍCAS

Se realizó una revisión bibliográfica sobre la ética de la investigación científica


y su inclusión en las ciencias de la salud, se abordó su surgimiento y se enfatizó
sobre la importancia de la creación de los Comités de Ética de la Investigación,
los principales requisitos éticos presentes en toda investigación científica, la
aplicación de la ética de la investigación en las diferentes ciencias médicas, con
énfasis en el consentimiento informado, el principio de la beneficencia y la
justicia. Se fundamentaron criterios entre práctica clínica e investigación según
la intención de quien realiza la acción y con qué finalidad va dirigida. Se
exponen resultados investigados sobre conocimientos de ética de la
investigación, así como su visualización desde el pregrado y la necesidad de
incorporar en el currículum los contenidos relacionados con la actividad
investigativa.
9 APLICACIONES DEL CUIDADO EN LA CIENCIA:
9.1.1 el cuidado en la medicina y la salud pública.
La salud pública se refiere a la atención y promoción de la salud de toda la población o
de grupos específicos de personas. Aunque la salud pública no significa directamente
brindar atención médica a las personas, la AMM afirma el papel de los médicos en la
salud pública. Es deber de los médicos cuidar la salud de las personas y al mismo
tiempo promover la conciencia pública sobre la salud. La AMM insiste en que la salud

17
pública no debe verse como una cuestión independiente, ya que está estrechamente
relacionada con la salud, los problemas médicos y la atención sanitaria de todos. La
AMM aboga por el desarrollo de sistemas de salud integrados donde la salud pública y
la individual sean tratadas por igual. La atención primaria, secundaria o terciaria de la
más alta calidad es esencial para un sistema de salud eficaz. Los viajes aéreos entre
regiones y continentes, la epidemia de VIH/SIDA, el resurgimiento de la tuberculosis, la
persistencia de la malaria, las pandemias de SARS y de influenza han demostrado que la
atención de la salud pública es más importante que nunca. Las regulaciones sanitarias
internacionales emitidas por la Organización Mundial de la Salud exigen un sistema de
información y alerta mutua para ayudar a combatir y contener cualquier brote de
enfermedades infecciosas (Mundial, 2023).
9.1.2 El cuidado del medioambiente y la sostenibilidad.
La salud humana está estrechamente relacionada con el medio ambiente. Por citar tres
ejemplos, todos respiramos el aire ambiente, ingerimos diversas sustancias a través de
los alimentos o estamos expuestos al ruido de la ciudad. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) estima que 12,6 millones de personas murieron por vivir o trabajar en
condiciones insalubres en 2012, casi una cuarta parte de todas las muertes en todo el
mundo. Estas impresionantes tasas de mortalidad se encuentran al final de la cadena, y
no debemos olvidar las consecuencias inconmensurables, como el asma, las alergias, las
enfermedades auditivas y neurológicas, algunos tipos de cáncer... Los niños lisiados,
distraídos o hiperactivos reducen nuestra calidad de vida y somos los más vulnerables
de la sociedad: fetos, niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con inmunidad
debilitada.
Los principales problemas ambientales relacionados con la salud humana son: la
contaminación del aire, el agua y el suelo, el ruido, las emisiones químicas, la
contaminación de los alimentos y los efectos del cambio climático (Ecodes, 2021).
9.1.3 El cuidado como enfoque en la investigación social y humanística.
Actualmente, la humanización de la enfermería es un elemento esencial del ejercicio
profesional de la enfermería. Sin embargo, se puede señalar que en la práctica este
elemento queda en un segundo plano debido a diversos factores, por ejemplo, la gestión
de la institución está influenciada por las circunstancias personales de los profesionales
de la salud. Este artículo identifica estos elementos utilizando un enfoque
multidisciplinario para proporcionar insumos para futuras investigaciones y/o
preparación para programas y estándares de acreditación que apuntan a humanizar la
enfermería.
De hecho, independientemente de los factores que contribuyen a la deshumanización del
cuidado, el problema se aborda tradicionalmente desde una perspectiva objetiva y
procedimental, olvidando las demandas y condiciones físicas, psicológicas y espirituales
de quienes reciben el cuidado. Teniendo en cuenta lo anterior, hay que responder a la
pregunta "¿Quién es mi otra mitad?" tanto desde el punto de vista teórico como práctico.
Esta respuesta debe incluir una visión holística de los profesionales y usuarios de la
salud para brindar una atención global centrada en la persona (Zambrano, 2016).

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10 CONCLUSIONES
1. En conclusión, la filosofía de la ciencia del cuidado en enfermería se centra en la
relación humana y en cómo los aspectos emocionales, éticos y culturales
influyen en la forma en que se brinda una atención hacia el paciente.
Esta filosofía puede ayudar a guiar a los profesionales de enfermería en la
búsqueda de un enfoque más profundo y completo para la atención del paciente.

Por lo tanto la teoría de Jean Watson también nos serviría como una guía para
mejorar la atención al paciente teniendo en cuenta no solo su estado salud pero
también su lado humano. (Por Ximena A.P.)

2. La filosofía fenomenológica de Patricia Benner, al aplicar el modelo de


adquisición y desarrollo de habilidades, se centra en el comportamiento
desarrollado en situaciones reales de la aplicación de habilidades y
conocimientos del personal de enfermería; además, permite sustentar el nivel de
habilidades que tiene el/la enfermero/a dentro de situaciones específicas de su
práctica. Los aportes de Benner han sido estudiados en diversos ámbitos de la
disciplina (a nivel asistencial, investigación y educación). Se ha demostrado que
puede ser un modelo útil a desarrollar a nivel curricular desde la formación del
estudiante de pregrado de la licenciatura en Enfermería, para favorecer el
desarrollo del ser y del actuar del mismo como principiante, hasta favorecer el
desarrollo de capacidades y habilidades con las cuales debe contar un recién
egresado haciéndolo competente profesionalmente, avanzando gradualmente
hasta adquirir un cierto nivel de experiencia en la práctica clínica. (Yenifer F.C)

3. El estudiante de enfermería en formación y futuro profesional es un recurso


valioso para las instituciones de salud, las cuales demandarán sus servicios
profesionales y este deberá demostrar las competencias profesionales adquiridas
durante su formación universitaria. Gradualmente, irá adquiriendo experiencia
personal y profesional ante situaciones reales. Esta experiencia desarrollada
exige compromiso, pero al mismo tiempo le brindará el poder de desarrollarse
profesionalmente. (Gloria B. B.)

4. La ciencia de enfermería o ciencia del cuidado es integradora; las teorías y


modelos constituyen el marco teórico de la profesión, el cual se incrementa con
el desarrollo de la investigación aplicada a los fenómenos de la enfermería que
se deriva y conducen a la filosofía. El personal de enfermería contribuye a través
del pensamiento crítico al desarrollo de la epistemología de la enfermería a
medida que investiga el origen, desarrollo, estructura, construcción del
conocimiento, los métodos: éticos, estéticos, lógicos, prácticos que se emplean,
y la forma de generar y evaluar la enfermería basada en la experiencia (saber
práctico), la evidencia científica, la evidencia ética y moral. (Leydiliz A.LL)

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BIBLIOGRAFIA

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