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HIPOCRÁTICO:

E LJURAMENTO
LUNA VENERACIÓN CIEGA?
Ali$aedro Gok C.l

Se ha sostenidoque el juramento hipocrático no guarda relación ni con la


moral actual del médico ni con la prdctica médica moderna y que se .k venera ciegamente.
Es posible que estosjuicios obedezcana un andlisis demasiadosuperficial a’elcontenidodel
juramento. Lo sustantivo de este último es su contenidoético; lo adjetivo, sus raíces his-
tóricasy culturales y su forma literaria. En el presente artículo se examina cuidadosa-
menteeljuramento hipocrático para dilucidar si contienevalores éticosy si estosaún man-
tienen su vigencia para los médicoscontempordneos.

Un análisis sistemático del jura- Polémica sobre el juramento


mento hipocrático permite destacar sus nu- y su pertinencia
merosos valores, entre ellos el respeto por la
vida humana y por la dignidad del hombre, Un distinguido médico e intelec-
así como la gratitud, compasión, justicia, ho- tual español expresa en un libro sobre voca-
nestidad, humildad, santidad, integridad y ción y ética el siguiente juicio, tan ingenioso
confidenáalidad. Al jurar, el médico asume como perturbador: “El juramento Hipocrá-
el compromiso de dar cumplimiento a estos tico . . . me hace siempre el efecto de aquel
valores, que también están presentes en los ventero que puso en su posada un cartel que
diversos códigos de ética internacional con- decía: Aquí no se roba al viajero; con lo que
temporáneos. El juramento hipocrático no es los viajeros de experiencia procuraban pasar
un tratado de ética médica y no exime a los de largo”. Mas adelante agrega: “No hay duda
médicos del estudio de los problemas mora- que hoy un médico digno se ofendería al
les específicos que enfrenta la medicina ac- jurar unos preceptos que están tan lejos de su
tual. Más bien, de él se derivan criterios fun- moral actual como el hurtarle su reloj al
damentales para abordar esos problemas. paciente” (2).
El juramento hipocrático expresa En tiempos más recientes, mé-
un ideal de comportamiento médico y, en lo dicos de menor relieve que el citado han ex-
profundo, un proyecto de vida. Todo galeno presado opiniones similares: “Sugem que este
debe esforzarse por aproximarse a este ideal juramento o cualquier parte de él debe gober-
que, proclamado hace más de 20 siglos en la nar una práctica médica moderna es sugerir
antigua Grecia e incorporado desde éntonces que nosotros creemos, como lo hizo Hipó-
a la cultura médica y general, se considera la crates, en diosas y dioses” (3), o bien, “Me
carta magna de la ética médica profesional (1). parece que hay necesidad de un nuevo jura-
Pese a ello, sin embargo, ha tenido y tiene mento para los médicos modernos. Me gus-
opositores que ponen en tela de juicio su va- tarfa ver menos veneración ciega por el jura-
lidez actual.

’ Universidad de Chile, Facultad de Medicina, Santiago,


Chile. Dirección postal: Facultad de Medicina, Universi-
dad de Chile, Casilla 13898, Santiago, Chile.
mento hipocrático, que tiene mucho menos pensamiento y la ideología de una época en
que ver con el ahruismo que con la hípica” (4). particular (24).
¿Por qué se censura tanto un ju- El juramento hipocrático surgió
ramento que la profesión médica tiene en tan en la Grecia antigua en un período de gran-
alta estima? Es posible que en algunos casos des adelantos médicos que corresponde a los
esto se deba a un análisis demasiado super- últimos cinco siglos de la era precristiana,
ficial del contenido del juramento, o a que aunque se le conoce solo desde el siglo II de
durante su formación profesional los médi- nuestra era. Pesea que no se ha determinado
cos no se detienen a examinar su significado su autoría exacta, sabemos con certeza que
más profundo (5-10). Pocas escuelas de me- representa el pensar de la escuela médica hi-
dicina en el mundo brindan a los estudiantes pocrática, cuyo representante más notable fue
la oportunidad de reflexionar; la enseñanza Hipócrates de Cos (15-17).
de la ética médica queda relegada a un se- El juramento hipocrático no es
gundo plano en currículos saturados de cien- una obra literaria. Es, más bien, un código de
cia y tecnología pero pobremente dotados de conducta para el médico. En consecuencia, es
humanidad (II). un documento de naturaleza ética y su aná-
Debe ser empeño de toda es- lisis debe enfocarse desde este punto de vista.
cuela de medicina modificar este panorama Lo sustantivo es su contenido ético, y lo ad-
que obstaculiza la formación integral del es- jetivo su forma literaria y las circunstancias
tudiante, particularmente porque en una históricas y culturales que le dieron origen.
época como la actual, los grandes avances del El presente ensayo se propone
conocimiento médico y la disponibilidad de determinar si el juramento encierra valores
tecnologías complejas a menudo colocan a los éticos (18)y si estos, producto del marco his-
médicos frente a delicados dilemas éticos (12, tórico y cultural de la antigua Grecia, son
13). Sabemos que hoy en día la medicina apreciados en la misma medida en el mundo
puede aportar mayores beneficios al enfermo occidental de las postrimerías del siglo XX. En
que en épocas previas, pero que también le otras palabras, se propone averiguar, escu-
puede ocasionar mayores daños. driñando detenidamente los ocho párrafos del
iSerá cierto que el juramento hi- juramento, si este sigue teniendo vigencia para
pocrático está lejos de la moral actual del mé- el médico contemporáneo.
dico? (2) o de la práctica médica moderna (3)?
iExiste, de hecho, una veneración ciega por Contenido del juramento
él (4)? Solo un análisis sistemático, aunque hipocrático
breve, del contenido del juramento puede
despejar estas interrogantes. La cultura griega de la antigüe-
dad clásica estaba plagada de mitos religio-
Orígenes y naturaleza del juramento sos y mágicos. Fue, precisamente, el gran
hipocrático mérito de la medicina hipocrática el haberse @
separado de la mitología popular para ba- 5
Los códigos morales cambian sarse en la observación directa y objetiva del
2
enormemente según la época y el lugar. En enfermo (15). Por lo tanto, no es de extrañar
consecuencia, un código determinado, como que, dadas las características de la antigua 4
cualquier documento histórico, debe anali- cultura griega, el juramento hipocrático co-
zarse en el contexto temporal, social y cultu- mience con una invocación a las divinidades 3
3
ral en que fue creado, ya que representa el mitológicas de la época. Dice el primer pá-
rrafo: ‘yuro por Apolo médico, por Asclepio,
Higiea y Panacea, así como por todos los dio-
ses y diosas, . . . dar cumplimiento a este ju-
ramento y compromiso”. Mal podrfa ha-
berse jurado en esa época y esa cultura por el
Dios de religiones monoteístas que cukural- mencionar como ejemplo el respeto y la con-
mente no prevalecían. Por lo general, se jura sideración que manifestamos hacia nuestros
por deidades y seres supremos que el espí- profesores al escuchar con atención sus opi-
ritu del hombre, en todas las culturas y los niones y consejos. Los nombramos profeso-
tiempos y bajo diversas denominaciones, ha res honorarios, miembros académicos o pro-
invocado y sigue invocando en su humana fesores eméritos de determinada facultad, o
necesidad de trascender. En cualquier época bien les concedemos el honor de entregar el
de la historia se invoca, por lo general, ala más diploma de graduación a quienes han se-
alta autoridad espiritual, cualquiera que ella guido su misma profesión. La atención gra-
sea. De esa forma se expresan la seriedad y tuita que un médico brinda a otro y a los
magnitud del compromiso que se asume con familiares más próximos de este es otra
el juramento. expresión concreta del valor moral de grati-
Huelga decir que al pronunciar el tud que postula el juramento hipocrático.
juramento hipocrático no se está afirmando En el tercer párrafo del jura-
una creencia en los dioses y seres mitológi- mento se encuentran las siguientes palabras:
cos de la antigua Grecia (8). Hoy en día jura- “Haré uso del régimen dietético para ayuda
riamos por Dios, por Alá, por Mahoma, por del enfermo . . .; del daño y la injusticia lo pre-
Buda, por el Supremo Arquitecto, según la servaré”. Aquí se expresan tres elementos
creencia que profesamos. Esto en nada cam- éticos, inherentes a la profesión médica, que
biaría el valor intrínseco del juramento ni mo- explican su origen y justifican su existencia.
dificaría su contenido ético esencial. Uno es el concepto de ayudar, socorrer, au-
El segundo párrafo dice: “Juro xiliar, mejorar, aliviar; otro, tan importante
tener al que me enseñó el arte en igual estima como el anterior, es el de no hacer daño. El
que a mis progenitores.. .“. Aquí la persona tercero es proteger al paciente de la injusticia.
que toma el juramento está expresando su Un ser humano enfermo es un ser
gratitud hacia aquel o aquellos que le han menesteroso. Necesita de ayuda, y el médico
adiestrado en el arte de la medicina, profe- es la persona que, por poseer determinados
sión que, como muchas otras, se basa en la conocimientos y habilidades, está en posi-
transmisión de conocimientos, habilidades y ción y obligación de prestar esa ayuda en
actitudes de una persona a otra y de una ge- cualquier lugar, tiempo y circunstancia. No
neración a la siguiente. La gratitud es tam- obstante, el médico debe precaverse de pro-
bién una disposición moral frente a alguien vocar un daño al paciente, incluso involunta-
que nos ha aportado un bien. Es, en otras pa- riamente, como consecuencia de una acción,
labras, un agradecimiento o sentimiento de omisión o palabra. En términos actuales se
aprecio por un favor conferido y lleva implí- dirfa que el médico debe evitar la yatrogenia,
cito el deseo de corresponder. que es la inducción de un daño como conse-
La gratitud en sí no es un deber; cuencia de su lenguaje, impericia o ignoran-
nadie está obligado a sentirse agradecido. Se cia técnica. Esto es particularmente impor-
trata, por lo tanto, de un vinculo moral que se tante hoy en día, dada la existencia de
establece libre y espontáneamente con la per- centenares de medicamentos de gran poten-
sona que ha conferido un favor. Mediante el cia y de tecnologías de alta complejidad. To-
acto de jurar el agradecimiento adquiere un dos los medicamentos conllevan, además de
carácter formal y se convierte en un compro- sus efectos terapéuticos, efectos indeseables,
miso (29). En el juramento hipocrático vemos contraindicaciones e incompatibilidades. Las
que la gratitud de Hipócrates hacia sus maes- técnicas de diagnóstico y tratamiento se aso-
tros era tan grande que se asemejaba a la es-
tima en que tenía a sus propios padres.
La gratitud expresada en el jura-
mento hipocrático se viene expresando de di-
versas formas hasta nuestros días. Cabe
cian, por su parte, con un riesgo mínimo pero enorgullezca de haber logrado que los ries-
real de complicaciones, incluso mortales. Todo gos de una persona de enfermar y morir sean
esto se asocia con un riesgo potencial de mucho menores que en el pasado y que la ex-
yatrogenia. pectativa de vida al nacer haya aumentado
El juramento insta también al considerablemente.
médico a proteger al paciente de la injusticia. El sufrimiento y, en último tér-
Dado que en la relación con el médico el pa- mino, la muerte son, por otra parte, enemi-
ciente está en situación de dependencia, un gos irreconciliables de la medicina. Esta ha
médico puede, en algún momento, llegar a luchado y seguirá luchando por aliviar el su-
portarse injustamente con un paciente de va- frimiento e impedir la muerte evitable. Pesea
rias maneras. Puede, por ejemplo, abusar de la oposición de algunos, los códigos de ética
la condición menesterosa e ignorancia del médica prohiben la eutanasia. El juramento
enfermo en materia de salud; solicitar más de Hipócrates lo hace explícitamente: “No
exámenes de los estrictamente necesarios para daré a nadie, aunque me lo pida, ningún fár-
el diagnóstico y tratamiento; recetar más me- maco letal . . .” La muerte inducida para poner
dicamentos de los indispensables o prescribir fin al sufrimiento de un paciente desahu-
los más caros cuando hay varios que son ciado es una acción reñida con el fin funda-
equivalentes, o cobrar honorarios excesivos en mental de la disciplina médica, que es la de-
relación con la realidad económica del psis o fensa de la vida. Otra cosa es que el médico
del paciente y su familia. La justicia también tenga la obligación de aliviar el sufrimiento de
entra en juego en la manera en que la socie- un paciente desahuciado, aplicando juiciosa-
dad organiza la atención médica de la pobla- mente los métodos extraordinarios de trata-
ción y asegura o no su accesibilidad equi- miento para ayudar al enfermo a morir con
tativa, sin discriminación 0 reparo en la dignidad.
condición social, económica o cultural de la Ala eutanasia se le ha llamado la
persona. Esto es especialmente pertinente en “muerte buena”. Sin embargo, la medicina no
un campo como la salud, que reviste una reconoce ninguna muerte buena que no sea
importancia literalmente vital para todo ser la muerte natural por vejez, enfermedad in-
humano (7). curable o accidente. La “máquina de la
Las dos primeras oraciones del muerte” inventada por un médico estadou-
cuarto párrafo del juramento hipocrático se nidense, objeto de gran publicidad última-
refieren a valores cruciales para la profesión mente, no es más que un brutal atentado
médica: ‘TV0 daré a nadie, aunque me lo pida, contra el valor de la vida. Esta se defiende de
ningún fármaco letal, ni haré semejante su- manera explícita en el juramento hipocrático 8
gerencia. Igualmente, tampoco proporcio- y en todos los códigos éticos contemporá- \$
nare a mujer alguna un pesario abortivo”. De neos de la profesión médica (20). En la his-
este modo se define categóricamente el com- toria reciente de nuestra cultura, el extermi- 8
promiso de la profesión médica de proteger nio premeditado y en masa de millones de
la vida por encima de todo (5). personas en cámaras de gas, el empleo de la $o
La medicina tiene como objeti- tortura, otros actos crueles, inhumanos y de-
vos fundamentales defender la vida humana; nigrantes, y la experimentación aberrante con ki
prevenir la enfermedad; curar, o al menos ali- seres humanos revelan la persistencia de una
viar las dolencias cuando no es posible pre- valoración insuficiente de la vida humana Yde
3
venirlas, y tratar de prolongar la vida. De ahí la dignidad del hombre, pese a los avances de 3
que actualmente la disciplina médica se la cultura y la civilización.
Desde un punto de vista estric- .l
tamente médico, el aborto voluntario es ina- 8
ceptable, puesto que destruye una vida hu-
mana. Este es el hecho central, al margen de
cualquier otra consideración. La interrup- 143
ción del embarazo, cuando no es para fines mildad que debe tener el médico, entendién-
terapéuticos específicos, no es un acto pro- dose por estas la capacidad de reconocer sus
piamente médico. El hecho de que en algo- propias limitaciones y de proceder en conse-
nos países se haya legalizado el aborto o se cuencia, para no arriesgar la salud del en-
entrene a los estudiantes en su práctica (4) no fermo por desconocimiento o impericia. En
cambia en nada el valor moral que la defensa otras palabras, este párrafo condena la men-
de la vida encierra para la profesión médica y tira y el engaño y ensalza la honradez y
que es consustancial a ella. Asimismo, un país humildad.
podría legalizar la eutanasia, sin que ello im- “A cualquier casa que entrare
plique que esta es moralmente sana. Asuntos acudiré para asistencia del enfermo, fuera de
de esta índole no se deciden por número de todo agravio intencionado o corrupción.. .“,
votos. El hecho de que ocurran decenas de prosigue el juramento en el sexto párrafo. Se
miles de abortos provocados solo indica que resalta nuevamente la ayuda al enfermo y, por
se deben corregir las causas, bien sean de or- otra parte, el no provocarle daño, específica-
den cultural, educacional, económico o so- mente por agravio o mala intención. Es decir,
cial. Esto constituye una obligación de los go- se expresa oposición a cualquier acto que
biernos y políticos sensibles a las necesidades ofenda o humille al paciente o que lo per-
humanas. El compromiso ético que impone vierta. El juramento se refiere explícitamente
al médico obrar siempre en defensa dela vida alas prácticas sexuales con pacientes de cual-
también le impide, en principio, participar en quier sexo. Veinte siglos después de Hipócra-
los actos de pena de muerte. tes, el tema sigue siendo motivo de preocu-
“En pureza y santidad manten- pación y debate para el público y la profesión
dré mi vida y mi arte.. .“, continúa el mismo médica (20). El sexto párrafo exige al médico,
párrafo. La santidad denota un sentimiento por lo tanto, integridad, equidad y un pro-
religioso, puesto que lo santo es el valor su- fundo respeto ala dignidad de la persona.
premo de la religión. Esta expresión de Hi- En su penúltimo párrafo, el ju-
pócrates refleja su voluntad de elevarse espi- ramento se refiere expresamente al secreto
ritualmente por encima de los egoístas profesional: “Lo que en el tratamiento, 0 in-
intereses mundanos, para acercarse al amor cluso fuera de él, viere u oyere . . . aquello que
y a los sentimientos nobles, tanto en su vida jamás deba trascender, lo callaré, teniéndolo
personal como en el ejercicio de la profesión por secreto”. Está así expresado el valor de la
médica. La invocación inicial del juramento confidencialidad que los médicos están obli-
hipocrático es congruente con el sentido re- gados a observar, de la cual depende en gran
ligioso y moral expresado en este párrafo. El parte la confianza que debe existir entre el
concepto religioso de santidad se puede ex- médico y el paciente.
2H tender a la vida moral para significar lo mo- El secreto profesional no es solo
ralmente perfecto. De un hombre que des- aquel que se guarda para no perjudicar a otro,
?’
-4 taca por su rectitud y bondad solemos decir, sino el que se inscribe en el denominado se-
x por consiguiente, que es un “santo”. creto confiado: es decir, un acuerdo explícito
:: El próximo párrafo contiene la si- o implícito contraído antes de revelado el se-
E guiente afirmación: “No haré uso del bisturí creto. El paciente que acude a un médico sabe
E ni aun con los que sufren del mal de piedra; de antemano que todo lo que se diga en el
k
.$ dejaré esa práctica a los que la realizan”. A consultorio será estrictamente confidencial,
juzgar por su contenido literal y su contexto, y con esa convicción concurre a consultar.
3 este párrafo afirma que todo médico debe li- El secreto profesional se ha visto
B mitarse a aquellas acciones para las cuales está menoscabado por los sistemas de provisión
õ preparado y delegar al especialista (en el vo-
w
cabulano actual) la atención de enfermos cuya
dolencia debe ser tratada por un experto. En
144 esta actitud se encierran la honestidad y hu-
contemporáneos, que exigen documentar los último y explica por qué se sigue usando en
diagnósticos de los paáentes para fines de li- muchas escuelas de medicina del mundo en-
cencias médicas y compensación económica, tero para consolidar el compromiso que
así como para satisfacer otras particularida- adquieren quienes se inician en la profesión.
des legales y judiciales de la vida actual. Para El juramento hipocrático también revela un
muchos moralistas, el resguardo del secreto valor ético global que es pertinente resaltar:
profesional no tiene excepciones. la proclamación libre y voluntaria de fideli-
dad al vínculo o compromiso adquirido con
el juramento (19). Lo que se expresa me-
diante el mismo, que se toma libre y volun-
C ONCLUSIONES tariamente, es aquello que el galeno quiere ser
y la finalidad que quiere dar a su vida. Cons-
Entre los valores sustantivos del tituye un compromiso de orden espiritual y
juramento hipocrático, explícitamente seña- moral. En definitiva, la vida moral del hom-
lados en su texto, figuran la gratitud, la vo- bre no radica en un acto ético aislado u oca-
luntad de auxiliar, la justicia, la honestidad, sional, sino en un modelo de conducta que
el respeto por el ser humano y por la vida, la se observa cotidianamente yen toda circuns-
santidad, la integridad y la confidenáalidad. tancia. La fidelidad al compromiso trasciende
Todo ello constituye el contenido medular del las épocas y culturas históricas, así como la
juramento. manera meramente externa y formal de
A juzgar por las normas de los expresarlo.
códigos de ética médica emitidos por la pro- En definitiva, como documento
fesión en el siglo XX, los valores postulados ético el juramento hipocrático tiene la pecu-
por los médicos contemporáneos son simila- liaridad de no ser un código prohibitivo, sino
res. En efecto, los mismos valores contenidos la expresión de un ideal de conducta, una as-
en el juramento hipocrático los encontramos piración a un comportamiento médico ejem-
en los siguientes: el Código de Nuremberg plar y, en lo profundo, un proyecto de vida.
(1947) sobre la experimentación en seres hu- Lo importante es que ese ideal de conducta
manos; el Código Internacional de Ética Mé- médica sigue siendo hoy, en las postrimenas
dica de Londres (1949)sobre los deberes de los del siglo XX, tan valedero como lo era hace
médicos; la Declaración de Helsinki (1964) 2500 años. Si no fuera así, el juramento hi-
sobre la investigación en seres humanos; la pwático se habría perdido en la oscuridad de
Declaración de Ginebra (1968) sobre la fideli- los tiempos.
dad profesional; la Declaraáón de los Médi- El juramento no trata, claro está, u
cos de Francia (1973)sobre el aborto; la Decla- todos los problemas éticos específicos que
ración de Tokio (1975) sobre los derechos de preocupan al médico hoy en día. No obs- \g
detenidos y prisioneros; la Declaración de los tante, profesa vaLores éticos esenciales para
Médicos de Europa (1976)sobre los derechos este y criterios aplicables a muchas de las si- %
de enfermos y agonizantes; la Declaración de tuaáones que se enfrentan en la práctica z
Lisboa (1981)sobre los derechos del paciente; médica contemporánea (22,23,22). Cabe se- 2
el Código Internacional de ÉticaMédica (1983) ñalar, al mismo tiempo, que la mera com- 5
sobre los deberes del médico, y muchos otros prensión del juramento hipocrático no exime
códigos nacionales e internacionales (21). al médico de la obligación de reflexionar pro-
Esta convergencia de los valores 3
fundamente sobre los problemas éticos es- 3
contenidos en los códigos médicos moder- pecíficos generados por el progreso de los co- 7
nos y en el juramento hipocrático es preása- nocimientos y de la tecnología, especialmente u
mente lo que fundamenta la vigencia de este en los últimos decenios. 3
Finalmente, hay que reconocer
que el juramento hipocrático ha impuesto
grandes ideales a la profesión médica. Es un 145
riguroso código de comportamiento seme- z E:lkins TE. Introductory course in biomedical
jante al que deben acatar quienes se inician en ethics in the obstetrics-gynecology residency. JMed
E:duc. 1988;63:294-300.
el sacerdocio. Este código no siempre es fácil
de observar, como lo han demostrado inves- 8. Savitz R. Why the Hippocratic Oath is Worth
tigaciones empíricas sobre la conducta de los lreserving. Pharos. 1984;winter:37-39.
médicos, que en algunos casos se aparta cla- 9. /Ioffic HS, Bayer VT, Coverdale J. The Hippocra-
ramente de los preceptos hipocráticos (23). La ic Oath and medical students [carta]. Acad Med.
historia esta llena de ejemplos de médicos que, .990;65300-101.
en momentos de prueba, han faltado lamen-
10. ‘ellegrino ED. The Hippocratic Oath [carta]. CA.
tablemente en el cumplimiento de sus debe- 990;40:126-128.
res profesionales. Lo mismo sucede en nues-
tra sociedad, pero esto no es óbice para que ll. spooner GE. On the importance of ethics. J Med
los médicos se esfuercen por cumplir con sus Zduc. 1988;63:339-340.
deberes rigurosamente y por alcanzar los 12. kholle Cormor S, Fuenzalida-Puebna HL. Bioé-
ideales promulgados por los médicos de la ica: presentación del numero especial. Bol Of Sa-
época de Hipócrates. 2it Panatu. 1990;108:369-373.
El juramento hipocrático es un 13. Aguilera l? En lafrontcra vida-muerte: problemasbioé-
gran desafío para los médicos de todo el bicos. Santiago de Chile: Editorial Universitaria;
mundo y para los jóvenes que se inician en el 1991.
ejercicio de una profesión llena de sacrificio
14. Russell B. Sociedadhumana: ética y política. Madrid:
pero al mismo tiempo hermosa y portadora Ediciones Cátedra, S.A.; 1987
de gran satisfacción espiritual. Confiemos en
que, a la hora de verse obligados a tomar de- 15. Lafn Entra@ E Volumen II: Historia universaldeZa
medtina: antigiieaki cldsica.Barcelona: Salvat; 1972.
cisiones éticas cruciales, los médicos recuer-
den los nobles preceptos de Hipócrates para 16. Sigerist HE. Los grandes médicos: historia biogr@ca
poder aproximarse a las fronteras, tal vez de la medicina. Barcelona: Ediciones Ave; 1949:
inaccesibles, del ideal médico de todos los 17-24.
tiempos. 17. Lyons AS. The Oath. En: Lyons AS, Fktrucelli RJ.
Medicine: an illustrakd histoq New York: Harry N
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[carta]. Ann Infern Med. 1991;115:750.
while the style is shaped by its cultural and
historical roots and its literary form. This ar-
ticle carefully examines the Hippocratic oath
in order toe elucidate the ethikl values it
contains and consider whether or not these
continue to have relevance for contemporary
_ _
physicians.
It has been suggested that the
Hippocratic oath is no longer relevant in the
context of modem morals and current medi-
cal practice and that it continues to be admin-
istered simply out of blind adherente to tra-
dition. Such judgments may be the result of
too superficial an analysis of the oath. The
substance of the oath is its ethical content,

6” Congreso
Latinoamericano “La saludal final del milenio:desafrosy alterna-
tivas para el cambio” seti la ideaorientadorade
y 80CongresoMundial lasaciiidades planeadasparael 6” CongresoLa-
tinoamericanoy B” CongresoMundialde Medi-
de MedicinaSocial cinaSocialque se celeb&. en Guadalajara,M8
ti,del20al23dematzode1994.Conestetile
congreso,la AsociaciónLatinoamericana de Me-
dicinasocial, la International
Awktion of Heal!h
Policyy la Universidadde Guadalajara. proponen
generaruna oportunidadpara que los proksio-
nalesinteresadosen los aspectossocialesde la
salud intercambienexperienciasy analicen los
muchos problemasque enfrentanactualmente.
Entre los temas de discusibn previstosfiguran
“perspectivasteóricasy metodológicasde la me
dicinasocial”, “polltkas socialesy su impactoen
la salud”, “nuevos perfiles epidemiológicos”,
“desigualdadsocial,pobrezay salud”, y muchos
más. Se dictar& cursos precongresoen la Uni-
versidadde Guadalajaralos dlas 17a 19de marzo
de 1994. La fechaIImite para la recepciónde re-
súmeneses el 30 de septiembrede 1993.In&
macibn: Comité Organizador;6” CongresoLati-
noamericanoy 8” CongresoMundialde Medicina
Social,JesúsGalindoy Villa 2941,Jardinesde la
Faz,Guadalajara,M&ko 44860. Conw electró-
nico Bitnet: alames@leon.dca.udg.mx y ala-
mes@sectet.sscnet.ucla.edu: Fax: (52)(3) 635
91-22y (52)(3)617-55-06;Telefono:(52)(3)617-
78-46.

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