Boris Cyrulnik 1. Resiliencia y Poesía.

“La poesía es la primera forma de resistencia al sufrimiento.”

Boris Cyrulnik

La poesía es la médula misma del lenguaje de quien es conocido como el padre de

la resiliencia. Este neurólogo, psiquiatra y escritor para explicarnos y convencernos de
nuestra capacidad de reconstruirnos acude a la imagen, a la metáfora, al oxímoron.
Además en forma continua busca con devoción en la poesía de Baudelaire, Víctor Hugo,
Gérard de Merval, Hôlderling y muchos otros referencias a nuestra capacidad de
transformarnos. Al observar la realidad humana una y otra vez, concuerda con lo que la
psicóloga Emily Warner observó en el mundo de la Física: hay personas que en forma
individual o agrupadas una vez heridas por la adversidad resisten lo que parece irresistible
así como lo hacen una viga o un submarino. “Todos los seres humanos experimentan
pruebas en la vida. Algunos se dejan abatir, todos son heridos y algunos se vuelven a
reconstruir a pesar de ello. Esa es la definición de resiliencia.”

Cyrulnik insiste en que la palabra al comunicar y representar nuestro dolor es un

factor determinante de curación. Es la palabra la que nos contacta con nuestro dolor al
contarlo y es una opción para superar lo que él llama “miserabilismo occidental” o sea
experimentar el desamparo y mudarnos a él. La palabra activa nuestros recursos internos,
esa esperanza de que somos capaces de reconstruirnos. “Si usted no hace nada, seguirá
estando herido toda su vida, pero si usted hace algo con nuestra ayuda va a hacer una
filosofía, una poesía. Cuando un alma está herida, el medio más seguro para no someterse
a la herida es transformarla en belleza, en poesía, en filosofía, en compromiso político,
en altruismo. Yo, como niño herido no soporto que se hiera a un niño. Voy a
comprometerme para que no se hiera más a un niño. Y de esta forma le damos sentido a
nuestra vida.”

La belleza, la estética, la poesía, el arte son factores importantes para la resiliencia.

Es más, el escribir como acto íntimo y solitario no deja de ser un acto relacional donde
nos dirigimos a un amigo invisible y perfecto. “La poesía es anticuada para quienes están
saciados, pero cuando lo real es insoportable, adquiere el valor de un arma para
sobrevivir” (1) La poesía es un proceso de metamorfosis del dolor, nos libera y nos
comunica con el otro que puede escucharnos sin rechazo y es más, puede interesarse por
lo que nos pasó. Cyrulnik llama a esto el “efecto mariposa” de la palabra. “La oruga vive
en un mundo de sombras, de humedad y en el suelo. La mariposa habita en un mundo de
aire, sequía y sol. Ambas viven en universos totalmente diferentes pero están en
continuidad uno con otro habiendo pasado por la fase de crisálida, la de nosotros los
humanos, es la palabra.” Estamos llamados a ser mariposas asombradas y asombrosas.

(1) Cyrulnik, Boris. La maravilla del dolor: el sentido de la resiliencia. 1ª edición. Buenos Aires,
Garnica,2006. pág. 38

El resto de las citas fueron tomadas de la Transcripción de entrevista a Boris Cyrulnik grabada por Cristian
Warken en Julio de 2003, en Santiago de Chile y que publica www.unanuevabelleza.org