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SEMANA # 6
Responsabilidad en el trabajo con el medio ambiente:
La responsabilidad profesional
Responsabilidad y empresa
El desarrollo sostenible y el medio ambiente.
Desde el principio el ser humano supo que necesitaba de otros para conseguir sus metas.
A estos grupos con un fin común los llamó empresas. Poco a poco estas organizaciones
empezaron a tener objetivos más grandes, necesitando más recursos. La búsqueda de
estos recursos ha dañado el medio ambiente.
Para lograrlo es necesario considerar todos los impactos ecológicos que generan la
producción y la operación de la empresa. Todo dirigente de una organización,
indiferentemente del tamaño que tenga o del área en que se desempeñe, debe orientarse
a buscar mejores prácticas ambientales o de producción más limpia, donde considere al
medio ambiente como un elemento imprescindible para el desarrollo de sus actividades.
De esta manera asegurará a las generaciones futuras su desarrollo, siendo una condición
imprescindible para los sistemas de producción y consumo del siglo XXI.
Se es consciente de que, para crear un modelo de sociedad sostenible, hay que incluir en
ella a las empresas como agentes con capacidad para dar respuesta a las necesidades de
la humanidad y avanzar en los proyectos sociales. Hoy en día las empresas son los
principales impulsores de la economía, los elementos que alimentan al mercado y
regulan el equilibrio entre la oferta y la demanda. Sin embargo, las empresas son
mucho más que eso: no hay que olvidar que además del descomunal impacto
social, laboral y económico que causan en la sociedad, también lo producen a nivel
medioambiental. Por ello, es indispensable trazar una línea de actuaciones para la
sostenibilidad del planeta.
El poder de las empresas es cada vez mayor debido a factores como la globalización, la
flexibilidad de los mercados o la externalización de la producción. Las leyes estatales de
cada país resultan cada vez más insuficientes y se quedan cortos a la hora de obligar a
las grandes compañías a reducir el impacto medioambiental. Sin la colaboración y la
voluntad expresa de las empresas, los esfuerzos gubernamentales son a todas luces,
ineficaces.
Desde el principio el ser humano supo que necesitaba de otros para conseguir sus metas.
A estos grupos con un fin común los llamó empresas. Poco a poco estas organizaciones
empezaron a tener objetivos más grandes, necesitando más recursos. La búsqueda de
estos recursos ha dañado el medio ambiente.
Por ejemplo: la energía eléctrica, el agua, materiales utilizados como materia prima,
materiales utilizados para el empaque o embalaje, etc.
Para lograrlo es necesario considerar todos los impactos ecológicos que generan la
producción y la operación de la empresa. Todo dirigente de una organización,
indiferentemente del tamaño que tenga o del área en que se desempeñe, debe orientarse
a buscar mejores prácticas ambientales o de producción más limpia, donde considere al
medio ambiente como un elemento imprescindible para el desarrollo de sus actividades.
De esta manera asegurará a las generaciones futuras su desarrollo, siendo una condición
imprescindible para los sistemas de producción y consumo del siglo XXI.
pongan en práctica alternativas tecnológicas para minimizar el grave daño que se le está
haciendo al ambiente. Siempre teniendo en cuenta que la ética ambiental es fundamental
para obtener resultados verdaderos.
Muchos son los temas ambientales que han cobrado importancia sobre las prácticas
empresariales, desde hace algunos años: el consumo de energía y agua, la cantidad de
desperdicios sólidos producidos, las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uso de
material reciclable, impacto ambiental sobre la cadena de producción, etc. La
Responsabilidad Ambiental Empresarial es hoy mucho más que una iniciativa de
reciclaje o de conservación de la energía. Ser una Empresa Ambientalmente
Responsable es considerar todos los impactos ecológicos que generan la producción y
operación de la empresa. Todo dirigente de una organización, indistintamente del
tamaño y del área a que ésta se dedique, puede (y esperemos deba) orientarse a un
enfoque de “mejores prácticas ambientales o producción más limpia”, donde tome al
ambiente como elemento imprescindible para el desarrollo de sus actividades, este
enfoque asegurará a las generaciones futuras su desarrollo, siendo una condición
imprescindible para los sistemas de producción y consumo del siglo XXI.
La responsabilidad profesional
La Responsabilidad es una de las virtudes más importantes para todo empresario. Todo
empresario debe estar animado de un espíritu de servicio a la sociedad. Y este servicio
prestarlo con calidad. Responsabilidad profesional Profesión es la actividad puesta de
una manera estable y honrada al servicio de los demás y a beneficio propio, a impulso
de la propia vocación y con la dignidad que comprende a una persona humana. Todo
acto profesional es moral, porque las actividades humanas están reguladas por una
norma moral. El sentido de la vida como responsabilidad por la promoción humana
tiene como característica la productividad de crear por sí mismo. Un trabajo será mejor
para nosotros en la medida no de que sea rutinario y bien remunerado, sino de que
ofrezca mayores posibilidades para expresarnos de una manera personal. El trabajo es
algo más que un medio para ganarse la vida: es una ocasión para expresarse
personalmente. “La vida no es algo, sino que es siempre, simplemente, la ocasión para
algo” (Hebbel). Para sentirse realizado en la vida no importa en el fondo el tipo de
profesión que se ejerza, sino el modo como se ejerce. Un profesional se realiza no
simplemente por aplicar las reglas de su profesión, sino por la forma como realice una
obra personal, por medio de actos personales.
Para sentirse realizado en la vida no importa en el fondo el tipo de profesión que se ejerza,
sino el modo como se ejerce. Un profesional se realiza no simplemente por aplicar las
reglas de su profesión, sino por la forma como realice una obra personal, por medio de
actos personales.
Responsabilidad en la empresa
Los empleados y la estructura organizacional y sus interacciones son los que dan forma
a la responsabilidad empresarial, que se nutre de las interacciones con el contexto en
que opera, con todos sus stakeholders, (grupos de interés) incluyendo sus competidores.
Ing. Georgina Jácome Lara
DOCENTE FAFI-UTB
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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE BABAHOYO
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN, FINANZAS E INFORMÁTICA
ESCUELA DE ADMINISTRACIÒN ÉTICA
PERIODO ACADÉMICO: OCTUBRE 2023-MARZO 2024
Aún hoy en día hay alguna discusión sobre si las empresas como tales tienen
responsabilidades, con el argumento de que solo las personas individuales pueden
tenerlas. Un comentarista de mediados del siglo XIX decía que “las empresas no tienen
cuerpos que puedan ser castigados ni almas que puedan ser condenadas y por ello hacen
lo que les da la gana. Es cierto que las personas, dentro de las empresas, actúan a
nombre de las empresas y no a título individual y son ellas las que deben ejecutar la
responsabilidad social y ambiental. Pero estas ejecutarán lo que colectivamente se haya
decidido, vía las decisiones, los procedimientos y políticas internas a la empresa, que
han sido elaboradas por individuos. Si bien la responsabilidad de la empresa de ser
responsable recae en los individuos que la conforman, el colectivo es responsable de su
implementación y por ello podemos hablar de “responsabilidad de la empresa”.
Claro está que, como en toda organización o burocracia, es posible esconderse detrás
del colectivo para evitar tomar responsabilidad individual. También es posible que el
colectivo tome decisiones que estén en contra de la ética o sentido de responsabilidad de
algunos individuos. De cualquier manera, es claro que la responsabilidad social de la
empresa depende de la responsabilidad y ética de los individuos que la conforman, con
mayor o menor posibilidad de influencia. Aunque es posible que esa responsabilidad no
sea la suma de las responsabilidades individuales.
Pero la empresa es mucho más que esos componentes humanos. Está constituida
además por las interacciones entre ellos, con sus acuerdos y sus conflictos, con las
sinergias y con sus discordancias. Adicionalmente la empresa en su evolución y en sus
actividades desarrolla políticas, estrategias, procedimientos, procesos para tomar
decisiones y, en general, una ética y una cultura que le son específicas, que constituyen
su estructura organizacional. Son el resultado de las infinitas interacciones entre sus
empleados y entre estos y el entorno en que operan y con los demás stakeholders,
pasados, presentes y en las expectativas del futuro, evolucionadas a través de muchos
años.
Que, si bien los valores de sus empleados son un punto de partida, son las múltiples
interacciones las que conducen a la estructura organizacional y esta a su vez determina
los empleados que se incorporan y cómo se desarrollan y adaptan dentro de la empresa.
Y en esto juegan un papel clave las políticas y prácticas de selección del personal que
deberían reflejar los valores de la empresa y a su vez influir en la conformación de esos
valores. Si bien muchas empresas dicen utilizar criterios de compatibilidad en la
selección, es más teoría que práctica ya que no son muchas las que analizan
explícitamente los valores de los potenciales empleados en su selección.
Los valores individuales son un punto de referencia, pero es la colegiación de todos esos
valores la que constituye la responsabilidad de la empresa. Y dentro de este proceso de
Un factor decisivo para la toma de iniciativas por parte de las compañías es la presión
social, cada vez más concienciada con el impacto medioambiental negativo. Esto hace
posible que las empresas adopten decisiones unilaterales y voluntarias como por
ejemplo la sustitución de sus flotas contaminantes, por vehículos híbridos para
disminuir la emisión de CO2. La sociedad valora positivamente este tipo de acciones
reconociéndolo con el consumo de sus productos.
La RSE es un instrumento perfecto para impulsar el avance social, por el que las
empresas que quieran realmente ser competitivas, deberán adoptar la excelencia
tanto en lo que respecta a sus empleados como en lo concerniente al medio
ambiente y al entorno.
Ya en el año 1972, la ONU lanzó una primera advertencia sobre las consecuencias del
impacto medioambiental ocasionadas por la actividad humana. En 1987, la Primera
Ministra noruega, Gro Brundtland, definió oficialmente lo que significaba el desarrollo
sostenible calificándolo como: “aquél que permite satisfacer las necesidades del
presente sin perjudicar la posibilidad de que las generaciones venideras puedan atender
a sus propias demandas”. Brundtland también definió el concepto de Empresa
Responsable y Sostenible:
Un año después, en 1988, se alertaba a la población mundial sobre los peligros reales
del calentamiento global. La Organización Meteorológica Mundial y Naciones Unidas
Ing. Georgina Jácome Lara
DOCENTE FAFI-UTB
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para el Medio Ambiente crearon una asociación internacional sobre el cambio climático,
a través de la cual se pedía a la comunidad internacional que adoptara las medidas
necesarias para evitar o minimizar los efectos del sobrecalentamiento.
Todos estos datos recordatorios sirven para demostrar que en las últimas décadas
muchas empresas y multinacionales se han sumado al sostenimiento medioambiental,
incorporando a sus estrategias el respeto y mantenimiento del entorno. Desde finales de
los años 90 existe una red empresarial comprometida con el desarrollo sostenible
compuesta por más de 160 multinacionales que consideran que la RSE es vital para
avanzar hacia un futuro sostenible mediante una mezcla responsable del crecimiento
económico, el equilibro ambiental y el progreso.
El desarrollo sostenible
Unos años más tarde, en 1997, fue en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro donde se
oficializó el concepto de desarrollo sostenible.
Ante todos los problemas que existen en el planeta como consecuencia del crecimiento
de la población, el desarrollo económico y tecnológico que ha impactado sobre los
recursos naturales, el medio ambiente y en efecto sobre la calidad de vida de las
sociedades. Es que hay que buscar un nuevo cambio social, económico, político y
cultural. Que permita garantizar y conservar el entorno para las presentes y futuras
En ese sentido, resulta importante hoy más que nunca un cambio de conducta,
comportamiento, explotación, consumo y una forma de utilizar conscientemente los
recursos naturales para lograr un desarrollo que permita un progreso que conserve el
medio ambiente, la diversidad biológica, la vida, y todo el potencial de la naturaleza
para satisfacer las necesidades de los niños presentes, sin poner en peligro la de las
futuras generaciones que merecen una mejor calidad de vida.
Por otra parte, el desarrollo sostenible busca que la actividad social y económica
asegure y mantenga el medio ambiente. Haciendo uso eficiente de los recursos
renovables y no renovales, así como también reducir la contaminación por medio de las
energías renovables. La protección de la diversidad biológica y los ecosistemas, el
reciclaje. El estudio de impacto ambiental, entre otros aspectos ambientales para
mejorar la calidad de vida de toda la humanidad.
Para lograrlo, los poderes públicos, las empresas y la sociedad civil en su conjunto
deben trabajar de manera coherente a fin de reconciliar estos retos económicos, sociales
y medioambientales. A largo plazo, no hay desarrollo posible si no es económicamente
eficaz, socialmente equitativo y ecológicamente tolerable.
Para alcanzar el denominado desarrollo sostenible se tienen que cumplir una serie de
requisitos que permitan alcanzar un estado de equilibrio entre economía, sociedad y
medio ambiente:
Como ciudadanos podemos ejercer presión sobre las autoridades locales para que tomen
medidas en la dirección del desarrollo sostenible. Además, podemos adoptar hábitos
para cuidar el medio ambiente en nuestro día a día. Toda acción cuenta para promover
el cambio social y concienciar sobre la necesidad de proteger los espacios naturales.
Sin duda alguna, son muchos los objetivos del desarrollo sostenible para construir un
mundo mejor, pero que el más importante para asegurar y garantizar una mejor calidad
de vida, es un desarrollo económico y social con el medio ambiente y todos sus recursos
naturales. Al mismo tiempo, la ejecución de proyectos sostenibles para reducir los
impactos ambientales de las actividades humanas y progresar sin tener que destruir los
entornos naturales.
Finalmente, la humanidad no debe poner en riesgo la salud y el único hogar para las
presentes y futuras generaciones por medio de la explotación irracional de los elementos
del ambiente. Todas las actividades humanas deben y tienen que ser sostenibles con el
medio ambiente.
En sí, la sociedad en general ante los problemas ambientales que destruyen la calidad de
vida de todos, debe inmediatamente sin perder tiempo, promover la agricultura
ecológica, energías renovables, la sostenibilidad, la movilidad sostenible. El consumo
Como una nueva hoja de ruta para lograr un desarrollo sostenible, Naciones Unidas
aprobó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que plantea
los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una serie de metas comunes para proteger el
planeta y garantizar el bienestar social. Al adoptar esta nueva estrategia, los estados se
comprometieron, durante los próximos quince años, a movilizar todos los medios
necesarios para su implementación.
El ser humano se enfrenta a retos diversos, tales como el cambio climático, el respeto
por los derechos humanos, el hambre, la escasez de agua, etc. Estos retos sólo se pueden
resolver desde una perspectiva global y promoviendo el desarrollo sostenible a través de
diversas acciones sostenibles. Así, con el fin de promover el desarrollo sostenible y
movilizar a los ciudadanos, muchas organizaciones están organizando eventos o
iniciativas.
La Semana Europea de la Reducción de los Desechos (del inglés European Week for
Waste Reduction, EWWR) es una iniciativa anual para crear conciencia sobre la gestión
sostenible de los recursos y la reducción de los desechos mediante acciones de
sensibilización.
CONSULTA:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/40155/24/S1801141_es.pdf
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