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Objetivos
• Analizar la evolución del rol del preceptor en la historia.
• Caracterizar las funciones del preceptor en las diferentes dimensiones
escolares.
• Analizar las diferentes zonas de tensión del trabajo del preceptor con los
diferentes actores institucionales.
Contenidos
Evolución histórica del concepto de Preceptor. Edad Antigua y Medieval. Edad Moderna y
Contemporánea. El preceptor hoy. El rol del Preceptor en la Legislación Escolar.
La función del preceptor durante las horas libres. Actividades posibles, su articulación con
el PI.
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El preceptor a través del tiempo
El preceptor en la antigüedad
Desde los tiempos más remotos, el preceptor fue el acompañante de
aquellos niños que disfrutaban del privilegio y del derecho a la educación.
Desde inmemorables épocas, los preceptores son los encargados de enseñar
no solamente los rudimentos de las letras (y del buen decir) y de las
matemáticas (algoritmos y álgebra generalmente) sino que también eran los
encargados de enseñar a los niños el difícil y, para aquellos tiempos, selecto
arte de vivir bien y de acuerdo a los preceptos morales, estéticos, sociales y
políticos de la cultura en las cuales se encontraban inmersos.
Con el trascurso del tiempo fueron creciendo las necesidades y las exigencias.
Los humanos comenzaron a agruparse para la consecución conjunta de
objetivos, tanto individuales como colectivos. El ser humano pudo construir
una noción de vida colectiva, de grupo y de trabajo en equipo que conllevó a
un más satisfactorio alcance de objetivos y metas, como así también conllevó
a la necesidad de tecnologías más sofisticadas, dado que, alcanzadas muchas
metas, indefectiblemente nacían otras de mayor complejidad de
consecución. Así fue como el desarrollo de nuevas tecnologías acrecentó la
inteligencia y el ingenio humanos, con ello nuevas necesidades nacieron y
círculo se transformó en “vicioso”, una necesidad satisfecha conlleva
inevitablemente al nacimiento de una nueva o unas nuevas necesidades.
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Entre otras cuestiones, con el correr del tiempo y de las necesidades
“satisfechas-insatisfechas” el ser humano aprendió que podía comunicarse por
medio de signos (siglo IV a.c) A través de la escritura, de la comunicación
escrita, codificada, el saber y el afán por el conocimiento se hicieron
ilimitados.
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prestigio, el educador no tenía un alto status social. Claramente hubo
escuelas independientes, pero de origen aristocrático, pertenecientes a
familias de dicho estamento social. Los niños concurrían acompañados de
esclavos, los cuales eran llamados de paidagogus que tenían las funciones de
repetidor y eran los encargados de la formación moral de los niños patricios.
Dicho sujeto acompañaba al niño desde que se levantaba hasta que iba a la
escuela, llevaba su equipaje, lo cuidaba de los peligros de la calle, también le
enseñaba buenos modales. Su función era distinta de la del maestro, dado
que este último era el encargado de acercar a los niños a la ciencia.
La edad media comienza con la caída del imperio romano. La etapa que
comenzó era diferente a la anterior, se rompió con el orden que imperaba.
Pero, en lo que respecta a educación, no podemos hablar de que los cambios
se hayan producido en el mismo momento del desmembramiento del
imperio. Debemos hablar de cambios que se fueron produciendo ya sea
antes o después de dicho hecho histórico. Si se decide colocar dichos
cambios antes de la caída, podemos establecer el nacimiento de la Edad
Media con el resurgir de las escuelas inherente a las fundaciones de órdenes
monásticas, momento en que se establece un sistema que, en continua
perfección, se extendería, con el tiempo, hasta concluir la universidad. Este
tipo de continuidad tuve un lento devenir, en el cual los monasterios se
instituyeron con los puntos clave de conservación de la cultura existente.
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cuando Alcuino se hace cargo de las escuelas carolingias, momento de la
historia en que se unen la tradición romana y las nuevas instituciones
bárbaras. A partir de este momento las escuelas ya no estarían
monopolizadas por los monasterios.
*Eclesiásticos
*Caballeros
*Artesanal
*Agrícolas
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severos castigos a modo de condicionantes de conducta de alumnos,
estableciendo frías y distantes relaciones entre estudiantes y maestros.
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Algunas características del Renacimiento:
El preceptor medieval:
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escuelas urbanas se desarrollaron y tomaron la delantera sobre las
monásticas.
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Escritura:
Cálculo:
La utilidad del cálculo para los mercaderes es aún más evidente. Con ábacos y
tableros los estudiantes aprendían rudimentos matemáticos para
desarrollarse en las actividades mercantiles que posteriormente serían sus
medios de vida.
Geografía:
Lenguas vulgares:
Manuales de comercio:
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medidas, las monedas, las tarifas aduaneras y los itinerarios que realizaban
por sus actividades.
Así, en el trascurso de los siglos XII y XIII tuvo lugar la creación de las
Universidades. En realidad eran corporaciones de maestros y de alumnos que
se dedicaban al estudio. Dicha institución contaba con el aval de la iglesia,
quien brindaba privilegios a quienes formaban parte y les permitían regirse
según sus propios reglamentos.
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Montpellier y Toulouse, en Francia; y las de Módena, Bolonia, Siena, Roma y
Piacenza, en Italia.
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desempeños y de responsabilidades compartidas para el sostén óptimo de la
institución. Ahora bien, yendo en dirección al tema específico que nos atañe:
Los preceptores, en sus labores diarias, son quienes más tiempo pasan cerca
de los alumnos dentro del horario escolar. Son quienes se encargan de
generar y reflejar información respecto de las trayectorias escolares de los
chicos. Son los mediadores de comunicación entre la escuela y los
responsables de los alumnos. El flujo informativo dentro del cual llevan a
cabo sus actividades es realmente considerable. Son ellos entonces (los
preceptores) quienes pueden tomar en consideración varios indicadores de
posibles deserciones o permanencias (repitencias) para prevenirlas
proponiendo o participando de mecanismos que brinden apoyo a las
escolaridades de jóvenes y adolescentes.
Es sabido que los preceptores, entre otras, tienen las siguientes tareas y
funciones:
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asistencias, inasistencia o falta de puntualidad de los alumnos y del personal
docente.
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confianza y de afecto entre dicho agente y los estudiantes. No es el preceptor
el que califica, no es quien toma exámenes, tampoco exige estudiar, ni que se
sienten en sus asientos para atender lo que él dice, se vincula desde otro
lugar con los estudiantes, ellos ven en él otra figura. ¿Por qué no aprovechar
dicha relación entre alumnos y preceptores para que éstos intervengan
activamente en cuestiones pedagógicas?
Visto desde ese lugar, el rol del preceptor puede tomar ubicación dentro de
una dimensión diferente a las que se desenvuelve cotidianamente. Es quien
acompaña de manera personalizada a los estudiantes en sus trayectos
formativos, quien les brinda la contención afectiva necesaria en los
momentos oportunos y construye lazos que favorecen (y, en oportunidades,
determinan) las continuidades y las finalizaciones de los pasos de los chicos
por la escuela.
¿De qué manera “anticiparse” a las situaciones que podrían poner en riesgo la
escolaridad de los estudiantes?
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escolaridad de adolescentes y jóvenes que puedan hipotéticamente surgir en
un futuro no lejano.
Claramente, se deben tener en cuenta las situaciones específicas que hoy por
hoy pueden afectar los trayectos escolares de los chicos. Entre ellas, las más
habituales resultan ser responsables adultos ausentes (por distintos
motivos), crisis familiares, maternidad o paternidad, nacimiento y cuidados
de hermanos menores, problemas con distintos profesores, superposiciones
horarias entre sus trabajos y los horarios de clase, cuestiones que generan
inasistencias reiteradas y problemas frecuentes de conducta o de adaptación
al ritmo escolar cotidiano.
Es otra la dinámica que los une en estos momentos de recreos. Hay espacios
y tiempos que llenar desde otros lugares, hay lugar a los imprevistos, a las
charlas espontáneas, a que los chicos se suelten más y refuercen, desde otro
lugar, la relación con su preceptor. Es un momento en que hay intercambio
fluido de información, surgen cuestiones que, de otra manera, tal vez nunca
surgirían. Los alumnos se sueltan, aprovechan el vínculo e informan a sus
preceptores sobre cuestiones de sus vidas que, insistimos, de otra manera
sería raro, por qué no imposible, que lo hablen dentro de los muros
escolares. Ésa es otra oportunidad para detectar determinados problemas
que pongan en peligro las escolaridades de los chicos, qué los afecta de
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manera negativa, cuáles son los problemas puntuales con los que se
enfrentan en sus trayectos por la escuela, etc. De esta manera se deben crear
situaciones que tiendan a resolver los conflictos enunciados en confianza por
los estudiantes.
Los recreos resultan otro buen momento para llevar a cabo la propuesta de
acompañamiento. Dicho momento escolar debe darse bajo la presencia de
los preceptores. Es posible que en esos momentos los estudiantes compartan
con ellos sus preocupaciones tanto escolares como así también extra-
escolares. En base a la “buena transferencia” que los preceptores deben
forjar con los chicos es más que plausible que durante los minutos de recreo
éstos puedan soltarse y explayarse sobre sus preocupaciones, anhelos, sobre
todo tipo de pensamientos y sentimientos, sobre sus dudas y sus posibles
respuestas ante la interacción con el mundo que los rodea. Es, también, otra
buena oportunidad de estar más cerca de los adolescentes y jóvenes, de ver
qué es lo que comparten y cómo lo hacen.
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Claro que el preceptor solo no puede llevar adelante tamaño plan. Es
necesario contar con el apoyo del cuerpo directivo, del equipo de orientación
escolar, de los otros preceptores, de las familias y de la comunidad educativa
que circunda e interactúa con la institución. Planteado así pareciera o sonaría
a pura utopía; pero desde allí partimos, hay tiempo para ceder y “bajar la
expectativa”. Siempre algún agente institucional va a tomar las riendas de
cualquier proyecto que beneficie a los chicos. A su vez, éstos, se sentirán
escuchados, sentirán que sus palabras e inquietudes tiene buen peso dentro
de la institución, el intercambio estudiante-escuela será más fluido, más
fuerte y la escuela no sólo intentará cumplir con cuestiones estrictamente
dedicada a los contenidos curriculares.
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los datos personales de los chicos, sino también sus notas. Rodeado de dicha
información el preceptor tendría la posibilidad de llevar a cabo acciones
pedagógicas en pos del mejoramiento del rendimiento del alumno que lo
necesite. Tiene la posibilidad de conversar con ellos mismos para saber qué
es lo que le está ocurriendo con la/s materia/ que estén desaprobando, o en
las cuales no lleguen a obtener la nota suficiente para aprobar los trimestres.
Luego, también tiene la oportunidad de conversar con los profesores que
“firman las notas”, para escuchar también la versión del docente que toma la
decisión de que el estudiante no llegue a aprobar. Escuchando “las dos
campanas” es mejor proponerles a ambas que se escuchen de otra manera y desde
otro lugar. Puede acercarse, a modo de mediador, para que entre ambas
partes propongan una nueva vía para la resolución del problema o él mismo
puede ser quien la proponga (sujeta a cambios y otras propuestas,
obviamente)
Cada preceptor deberá evaluar cuáles son las demandas prioritarias o con
necesidad de abordaje urgente para actuar coherentemente. De esta
manera, el eje de trabajo con los alumnos irá modificándose en base a las
urgencias de las demandas detectadas y/o conversadas.
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marcha un dispositivo o una red de trabajo para intervenir en las situaciones
donde detecte que debe hacerlo.
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donde socializar problemáticas y otras cuestiones que inquietan a los
estudiantes con el fin de que la unión común los fortalezca y se instituya en la
escuela como parte del cotidiano de la misma.
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Cabe aclarar que, en ciertos casos, es posible plantear como metodología de
trabajo algunas entrevistas individuales previas a la charla común. Dado que
muchas veces son los mismos alumnos los que solicitan al preceptor una
conversación privada para contarle alguna cuestión que los inquieta y que no
desean hacerlo delante de docentes, directivos, ni de sus propios
compañeros. En esos casos es probable que la entrevista surja de manera
espontánea y sin preparación metodológica alguna; aunque, es claro, el
preceptor nunca interviene desde el sentido común y sí desde su propia
formación académica docente y desde sus saberes generados en su
trayectoria institucional general y puntual por las escuelas. Dichas entrevistas
espontáneas pueden generar mucha riqueza y dar el puntapié inicial para una
nueva charla o para introducir el tema en el próximo encuentro. Siempre
preservando la intimidad del estudiante y sin puntualizar en detalles que
particularicen al sujeto que atraviesa la problemática en cuestión, ya sea que
provenga de la vida personal o familiar, de cuestiones curriculares, con
determinados profesores o compañeros, etc.
Este primer paso hará que se pueda conceptualizar una problemática común
para abordarla y proponer distintas vías de acción para la consecución de una
posible solución o de una nueva postura frente a ella a través de su abordaje
común y democrático dentro de las paredes de la escuela.
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diarios y algunas de las cuales son vividas como problemáticas por diversas
causas (generalmente cuando se afectan intereses y objetivos individuales o
colectivos de algún o algunos sectores de la organización)
Allí vuelve a tener sentido la intervención del preceptor, testigo del devenir
de muchas situaciones institucionales, mediador en tantas otras cuestiones
vividas como problemáticas, “registrador” de tanta información. Volver a
indagar, pero esta vez consultando por las causas de las situaciones que
inquietan y merecen ser temas de charlas o de talleres. Se debe registrar la
información que se obtenga, ya sea por escrito, grabándola (con el debido
permiso del interlocutor) en forma de cuadros, mapas conceptuales, etc.
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Este tipo de metodología de construcción de información sobre una
determinada realidad puede resultar válida llevándose a cabo en el marco de
una primera charla o taller, resultando el punto de partida para agendar
nuevos temas a abordar en próximos encuentros institucionales.
Es necesario que los preceptores pasen bastante tiempo con los alumnos y,
de ser posible, también con sus familias. Lo mismo con sus colegas docentes
a cargo de materias en la escuela en cuestión. También es necesario que
mantenga una fluida comunicación con el equipo directivo y con el equipo de
orientación escolar, en caso que la escuela cuente con uno. No sólo debe
vincularse a todos los sujetos miembros de la comunidad educativa
nombrados de manera directa, también es esperable que participe desde la
observación activa. ¿De qué manera? Observando y registrando las formas
de relacionarse que poseen los miembros de la institución, prestando
atención a la enunciación espontánea (o inconsciente) de situaciones
problemáticas, agendando posibles ideas y propuestas de resolución para
presentar posteriormente en las reuniones.
Con este tipo de actividades los adolescentes y jóvenes que transitan los
espacios de la escuela secundaria continúan aprendiendo a socializarse, se
les sigue brindando herramientas en las experiencias de sentirse y estar
acompañados y de ser comprendidos en sus dificultades y obstáculos, se
fomenta que compartan con sus pares ciertas cuestiones, que reciban ayuda
como así también que la brinden a los demás; se escuchan entre ellos,
trabajan en equipo, comparten objetivos comunes, más allá de los propios e
individuales, se elaboran proyectos a futuro y sus formas de organización y
relación que darán sentido a sus actuaciones tanto dentro como fuera de las
reuniones, charlas y/o talleres que se proponen.
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y sus contenidos, cuáles son los que los docentes decidirán enlazar por medio
de los temas que se traten en las charlas o talleres.
En síntesis:
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El preceptor y la dimensión administrativa:
Además de arbitrar todos los medios necesarios para que los docentes
puedan desarrollar sus actividades áulicas normalmente, el preceptor debe
permanecer en la escuela mientras las actividades que se desarrollan dentro
de la misma se estén llevando a cabo. Es el encargado de llevar el registro de
asistencia de los alumnos y de los docentes, de confeccionar los partes
diarios y los libros de temas de los profesores, de confeccionar y entregar a
los profesores las planillas de notas de los alumnos y de transcribirlas a los
boletines que previamente debe llenar con los datos pertinentes.
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parte al directivo, a los responsables por el alumno, elaborar la
correspondiente acta, etc.) citar a los responsables por los alumnos cuando
esto sea necesario, llevar a cabo planes de contingencia en las horas libres,
acompañar a los chicos durante el tiempo que pasan en los comedores
escolares, etc.…
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de decisiones que puedan considerarse acertadas, coherentes y funcionales a
todas las partes intervinientes en el proceso. También debe colaborar en que
se reconozcan los sentimientos, valores e intereses de los otros y, sobre todo,
tiene que favorecer la construcción de procedimientos y registro de la
comunicación y de la información más efectivos, con el fin de modificar la
realidad para todas las partes intervinientes.
Una vez que el paso anterior fue dado, para evaluar (o sea, para
autoevaluarse) si realmente “escuchó” lo que el otro dijo, debe llevar a cabo una
paráfrasis. Es decir, se reemplazan las palabras y la sintaxis utilizada por
quien relató por las propias para corroborar que se haya internalizado el
sentido y el significado del otro. Debe llevarse a cabo este punto sí o sí,
porque al “parafrasear” el mediador no está haciendo más que confirmar si la
forma en la que “escuchó” (pensó, desde su propio universo de
significaciones) el discurso ajeno realmente coincide con lo que el otro quiso
manifestar. Uno escucha en base a la propia historia de su propio
pensamiento y esa historia, esa forma de pensar, interpretar y entender es
única; por lo mismo, debe llevarse a cabo un “control” para saber, al fin y al
cabo, “si nos estamos entendiendo”.
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Una vez que tuvieron lugar estos dos recursos (escucha activa y paráfrasis) se
puede establecer claramente cuáles son las necesidades y los intereses en
pugna para posteriormente pensar en la propuesta de posibles vías de
solución, plasmarlas a modo de plan y ponerlo en práctica.
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Rol y funciones del preceptor:
Entender que la educación es un derecho social implica establecer acuerdos
entre quienes la desarrollan y quienes la requieren específicamente para el
desarrollo óptimo de sus vidas dentro del entramado societal. Desde este
punto de vista resulta indispensable comenzar por definir las funciones y los
roles que deben desempeñar los encargados de la educación dentro del
sistema educativo mismo.
Debemos abordar la educación no sólo como un derecho social, sino que más
específicamente dentro de valores éticos y democráticos de participación,
libertad y solidaridad, de resolución de conflictos, respeto de los derechos
humanos, responsabilidad, honestidad y preservación de los patrimonios
naturales y culturales de la humanidad.
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-Participar en la elaboración y ejecución de los distintos proyectos
curriculares intra / inter institucionales:
Aquí podrían citarse las más variadas situaciones para ejemplificar: viajes
didácticos, organización de conferencias de diversas temáticas junto a otras
instituciones educativas (no necesariamente escolares), participación en
distintos proyectos educativos en conjunto con docentes de áreas
específicas, etc.
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Un ejemplo para este caso sería la participación en la confección, a principio
de año, del estado de situación inicial, junto a docentes, de los grupos que
tenga a cargo.
De cada una de las funciones enunciadas se desprenden tareas que, sin lugar
a dudas, presentan algunas variaciones al momento de observar cómo se
manifiestan en la vida cotidiana escolar. Siguiendo esta línea, es necesario
pensar en qué nivel o modalidad desarrolla sus actividades cada preceptor.
Es decir, no es lo mismo un preceptor de escuelas primarias, designado por
un caso específico, por una necesidad puntual, que un preceptor de primer
ciclo de escuelas secundarias, que uno de segundo ciclo o tampoco resulta
igual a éstas la tarea de un preceptor de escuelas nocturnas para adultos o
las de aquél que desempeña su rol en talleres de escuelas técnicas. También
hay preceptores en institutos terciarios de formación docente y técnica,
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como así también en escuelas de modalidad especial y hasta en zonas rurales
existió (no hace mucho tiempo) la figura del “preceptor de viaje” que era
quien acompañaba en los viajes que realizaban los niños que vivían en
campos desde sus hogares hasta las escuelas en las que llevaban a cabo sus
escolaridades.
Insistimos, no serán las mismas funciones ni tareas las de todos los tipos de
preceptores que acabamos de nombrar. Pero; a modo general, es posible
plantear actividades y cuestiones esperables de su rol en términos globales y
luego cada uno, desde su lugar y desde la especificidad de su “tipo de
preceptoría” irá adaptando o resignificando las tareas que puede llegar a
realizar para adaptar y particularizar a su rol las funciones generales de un
preceptor.
Dicho ausentismo genera lo que se conoce como “horas libres”. Las mismas son las
horas en las que los estudiantes no tienen un docente a cargo del curso
porque no se ha presentado a trabajar.
-Cine-debate:
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Proyección de películas relacionadas a contenidos curriculares o a materias
específicas. Posteriormente es de esperar que se lleve a cabo un debate, un
intercambio de ideas respecto de las interpretaciones que tuvieron lugar
entre los chicos. Son muchas las cuestiones que pueden abordarse con este
tipo de actividad; el respeto al momento de exponer pensamientos propios y
escuchar atentamente los ajenos; el libre intercambio de opiniones respecto
del film; recomendaciones de otras películas que, por su temática, se
relacionen con la vista; se puede también investigar sobre las obras
cinematográficas del director, de distintos actores que participaron en la
película, etc.; hasta se puede investigar sobre la historia misma del cine.
Puede resultar positivo abordar temas que hagan a una vida sana.
Alimentación, sexualidad, hábitos diarios, higiene, etc. También se puede
trabajar en proyectos implementados en la materia Construcción de la
ciudadanía o de prácticas deportivas, llevados a cabo en Educación Física.
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Estilos de liderazgo:
Para que los preceptores desarrollen las reflexiones y actividades propuestas
en el presente módulo es necesario que posean conocimientos teóricos
respecto del Liderazgo, dado que deberán ejercerlo. La pregunta que nos
orienta es ¿Qué tipo de líder se espera que sea el preceptor? A partir del
siguiente análisis esperamos que los lectores puedan optar por la forma que
más se adapte a sus principios y convicciones y que le agreguen su propia
idiosincrasia al momento de ejercerlo.
1- Liderazgo autocrático:
2- Liderazgo democrático:
3- Liderazgo liberal:
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Poder y autoridad:
Al abordar el concepto poder varios son los autores que han tomado como
punto de partida la definición de Max Weber, como la posibilidad de tomar
decisiones que tengan consecuencias en las vidas de otros sujetos, más allá
de la resistencia que éstos opongan.
Ahora bien, existen otros tipos de poder, uno de ellos es aquél que se ejerce
por la fuerza y mediante la violencia. Otro es la manipulación, que es aquel
poder que se lleva a la práctica escondiendo esa intención de influir en las
respuestas de sujetos, grupos o comunidades a quienes no se les comunican
las verdaderas intenciones del poderoso. Este tipo de poder se ejerce
cuando, por ejemplo, se induce a la compra irreflexiva de productos del
mercado, como también cuando se lleva a las masas a votar por
determinados candidatos políticos.
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Autoridad y persuasión:
Antigüedad:
¿En qué consistía la educación? ¿Cuáles eran las formas de evaluar a los
alumnos?
Edad Media:
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¿Cuáles fueron las causas sociales que llevaron a la laicización de las
escuelas?
Dimensión pedagógica:
¿Cuál sería (en base a lo leído en el módulo) el rol ideal que podría
desempeñar un preceptor hoy por hoy?
¿Concuerda con las funciones que, según las normas, los preceptores deben
cumplir? ¿Considera que todas se cumplen? ¿Cuáles cree que son las causas?
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