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ACTA DE NOTIFICACIÓN

Salas del Sistema Penal Acusatorio del H.


Tribunal Superior de Justicia en el Estado.
Toca Penal 87/2022.
Causa de Juicio: 108/2020
Nuc: 12-2015-08075
Circuito Judicial: PRIMER CIRCUITO JUDICIAL.
Distrito: PACHUCA DE SOTO, HIDALGO.
Sentenciado: JESÚS LÓPEZ JUARICO
Delito: ABUSO SEXUAL AGRAVADO
Víctima: MENORES DE INICIALES A.L.T. Y E.L.T.
Recurrente: DEFENSORA PARTICULAR, SENTENCIADO Y AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO
Resolución Impugnada: SENTENCIA DEFINITIVA MIXTA DE FECHA 04 DE ABRIL DE 2022;
esta Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio dictó con fecha 19 DIECINUEVE DE ENERO
DE 2024 DOS MIL VEINTICUATRO, la siguiente NUEVA RESOLUCIÓN:
PACHUCA DE SOTO, HIDALGO, A 19 DIECINUEVE DE ENERO DE 2024 DOS MIL
VEINTICUATRO.

V I S T O para dictar NUEVA RESOLUCIÓN dentro de los autos del Toca Penal número 87/2022, en
cumplimiento a la Ejecutoria dictada en fecha siete de diciembre de dos mil veintitrés por el Tercer Tribunal
Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, dentro del Amparo Directo Penal 891/2022, interpuesto por Jesús
López Juarico, por propio derecho, contra la sentencia dictada en fecha doce de julio de dos mil veintidós, por
la Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio y Oral del Honorable Tribunal Superior de Justicia del Estado
de Hidalgo, dentro del Toca Penal antes citado, que se formara con motivo del recurso de apelación interpuesto
en contra de la sentencia definitiva condenatoria-absolutoria, de fecha cuatro de abril de dos mil veintidós,
que fue dictada por el Tribunal de enjuiciamiento integrado por las Juezas Martha Ydalia Hernández Ramírez
en su carácter de presidenta y Celsa Aguilar Flores en su carácter de relatora, así como por el Juez Jesús
Anim Ope Islas en su carácter de tercero integrante, del Primer Circuito Judicial de Pachuca de Soto, Hidalgo,
dentro de la Causa Penal de Juicio Oral número 108/2020; instruida en contra de Jesús López Juarico, por
el delito de abuso sexual agravado, en agravio de las víctimas menores de edad de iniciales A. L. T., y E. L.
T. Recurso de apelación interpuesto tanto por el sentenciado Jesús López Juarico y su defensora particular
licenciada Angélica Yazmin Hernández Hernández (por lo que hace a la sentencia condenatoria dictada
por el delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor de edad de iniciales A. L. T.), como por la
licenciada Silvia Patricia Meneses Daniells, en su carácter de agente del Ministerio Público (por lo que hace
a la sentencia absolutoria dictada en favor de Jesús López Juarico, por el delito de abuso sexual agravado,
en agravio de E. L. T.).

R E S U L T A N D O S:

1.- Mediante auto dictado en fecha diecisiete de marzo de dos mil veintiuno, el Tribunal de origen tuvo por
recibidas las constancias relativas al auto de apertura a juicio oral dictado por la Jueza penal de control adscrita al Centro
de Justicia para Mujeres en el Estado de Hidalgo, perteneciente al Primer Circuito Judicial, dentro de la causa penal número
952/2019, instruida en contra de Jesús López Juarico, por el delito de abuso sexual agravado, en agravio de las víctimas
menores de edad de identidad reservada identificadas con las iniciales A. L. T., y E. L. T. Radicándose el proceso penal
seguido en contra del acusado Jesús López Juarico, ante el Tribunal de Enjuiciamiento de origen, registrándose en el
libro de gobierno correspondiente con el número de juicio oral 1108/2020; señalándose en consecuencia, las dieciséis
horas del día veintiuno de abril del año dos mil veintiuno para que tuviera verificativo la audiencia de debate; haciéndoles
saber a las partes que el Tribunal de Enjuiciamiento quedaría integrado por los Jueces Noé Hernández Rivera en su
carácter de presidente y Jesús Anim Ope Islas en su carácter de tercero integrante, así como por la Jueza Celsa Aguilar
Flores como relatora.

2.- Fecha antes indicada en la cual, ante la incomparecencia del acusado a la audiencia de debate al no encontrarse
debidamente notificado, fue que se resolvió el diferimiento de la misma, señalándose en consecuencia las diez horas del
día siete de julio de dos mil veintiuno para su celebración.

3.- Fecha y hora antes indicada en la cual, ante la solicitud del diferimiento de la celebración de la audiencia de debate,
por parte de la defensa del acusado, al exponer que el acusado presentaba síntomas de probable Covid, fue que se
señalaron las doce horas del día quince de septiembre del año dos mil veintiuno para que tuviera verificativo la misma.

4.- Día y hora antes indicado en el cual nuevamente se difirió la celebración de la audiencia de debate ante la
incomparecencia a la misma de las menores víctimas y de su representante legítimo, señalándose en consecuencia las
nueve horas del día ocho de octubre de dos mil veintiuno para su celebración.

5.- Fecha y hora anteriormente indicada en la cual de igual manera se difirió la celebración de la audiencia de debate,
ante la solicitud de la Fiscalía de diferir la audiencia a efecto de arribar a una terminación anticipada como lo es un
procedimiento abreviado, señalándose en consecuencia las nueve horas del día veinte de enero de dos mil veintidós para
la celebración de la audiencia de debate.

6.- En la mencionada fecha, ante la incomparecencia de la defensa particular del acusado a la celebración de la
audiencia de debate, se difirió la celebración de la misma y se señalaron de nueva cuenta las nueve horas del día veintidós
de marzo de dos mil veintidós para su celebración.

1
7.- En la fecha antes indicada, inició el debate, las partes expresaron alegatos de apertura, se desahogaron pruebas,
culminando su desahogo en fecha veintiocho de marzo de dos mil veintidós, en la que se desahogaron alegatos de cierre
y se dictó un fallo condenatorio, en contra de Jesús López Juarico, por el delito de abuso sexual agravado, en agravio de
la víctima A. L. T., y un fallo absolutorio en favor de Jesús López Juarico, por el delito de abuso sexual agravado, en agravio
de la víctima E. L. T. Señalándose en esa misma fecha las trece horas del día cuatro de abril de dos mil veintidós, para
que tuviera verificativo la audiencia de individualización de sanciones y reparación del daño.

8.- En la fecha antes indicada, tuvo verificativo la audiencia de individualización de sanciones y reparación del daño,
emitiéndose en la misma fecha el fallo respectivo.

9.- Finalmente, el cuatro de abril de dos mil veintidós, ante la incomparecencia de las partes para la celebración de la
audiencia de lectura y explicación de sentencia, la Jueza presidenta dispensó de la lectura y explicación de la misma,
estableciendo que a partir de esa fecha comenzaría a surtir sus efectos la sentencia dictada en esa misma fecha.

10.- En contra de la recién referida sentencia definitiva condenatoria-absolutoria, tanto el sentenciado como
su defensora particular, así como la agente del Ministerio Público interpusieron el recurso de apelación.

11.- Recurso de apelación que quedó registrado en esta instancia bajo el número de toca penal 87/2022,
el cual fue admitido en fecha ocho de junio de dos mil veintidós; con fecha 12 doce de julio de 2022, dos mil
veintidós, esta Sala Revisora dictó Resolución dentro del presente Toca Penal, en la que se confirmó la
sentencia definitiva en su parte condenatoria y por otro lado, se revocó la sentencia en su parte absolutoria,
resolución que fue dictada en fecha cuatro de abril de dos mil veintidós, por el Tribunal de Enjuiciamiento
integrado por las Juezas Martha Ydalia Hernández Ramírez en su carácter de presidenta y Celsa Aguilar Flores
en su carácter de relatora, así como por el Juez Jesús Anim Ope Islas en su carácter de tercero integrante, del
Primer Circuito Judicial de Pachuca de Soto, Hidalgo, dentro de la Causa Penal de Juicio Oral número
108/2020.

12.- Inconforme con la mencionada resolución, Jesús López Juarico, por propio derecho, interpuso en
contra de la misma el juicio de Amparo Directo Penal, correspondiéndole resolver del mismo al Tercer
Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, con residencia en esta ciudad de Pachuca de Soto, Hidalgo,
dentro del Juicio de Amparo Directo Penal número 891/2022, de su índice, Tribunal Colegiado que en fecha
siete de diciembre de dos mil veintitrés, dictó resolución mediante la que resolvió amparar y proteger a Jesús
López Juarico, en contra de los actos reclamados a la Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio y Oral
del Honorable Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, consistente en la sentencia emitida el 12
doce de julio de dos mil veintidós, dentro del toca penal 87/2022, por lo que se procede a dejar insubsistente
la sentencia mencionada y se dicta en su lugar una NUEVA RESOLUCIÓN acatando los lineamientos
establecidos en la referida Ejecutoria de Amparo, ordenando a esta Sala Colegiada que dentro del plazo de
tres días contados a partir de la legal notificación se remitiera constancia que acreditara el cumplimiento al
aspecto precisado; por tanto, dicha resolución se dicta en base a los siguientes:

C O N S I D E R A N D O S:

I. COMPETENCIA. Esta sala colegiada del sistema penal acusatorio y oral es competente para conocer y
resolver el recurso señalado en el proemio de la presente resolución conforme a lo dispuesto por los artículos
1, 14, 16, 17, 19 y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como 1, 20 y 133
fracción III del Código Nacional de Procedimientos Penales.

II.- EFECTOS DEL AMPARO. En cumplimiento a la Ejecutoria dictada en fecha siete de diciembre de dos
mil veintitrés por el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, dentro del Amparo Directo Penal
891/2022 interpuesto por Jesús López Juarico, por propio derecho, contra la sentencia dictada en fecha 12
doce de julio de 2022, dos mil veintidós, por la Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio y Oral del
Honorable Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, se procede a dictar la presente resolución bajo
los siguientes efectos:
1. “Deje insubsistente la sentencia dictada el doce de julio de dos mil veintidós;
2. Dicte otra en la que, reitere todos aquellos aspectos que no son materia de concesión.
3. Siguiendo los lineamientos de este fallo, analice si la individualización de la pena se realizó de forma
correcta, por el Tribunal de Enjuiciamiento, para lo cual deberá fundar y motivar debidamente, la ubicación
que haga del grado o índice de reprochabilidad del sentenciado, respecto de la conducta delictiva cometida
en contra de la menor A.L.T.; debiendo ajustar, de ser necesario, la pena de prisión y multa que corresponda,
sin que pueda ser aumentada la penalidad impuesta en el acto que se reclama, pero si disminuirla, al grado
de reproche en que lo ubique.
4. Sostenga que el Tribunal de Enjuiciamiento debe actualizar un concurso real de delitos, conminándolo a
determinar, de manera fundada y motivada, si en uso de sus facultades y en términos del artículo 105, del
Código Penal para el Estado de Hidalgo, a la penalidad mayor a aplicar, junto con su calificativa, será
aumentada con la diversa penalidad del distinto hecho considerado como delito de abuso sexual agravado,
cometido en perjuicio de la segunda víctima menor de edad…”.

Por tal motivo, en cumplimiento a la ejecutoria de amparo directo penal 891/2022, se emite NUEVA
RESOLUCIÓN, dejando sin efectos la dictada el doce de julio de dos mil veintidós, dentro del toca penal
número 87/2022.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

III. OBJETO Y EFECTOS DEL RECURSO. El recurso de apelación que nos ocupa, tiene por objeto, en
términos del artículo 479 del Código Nacional de Procedimientos Penales 1, que la resolución recurrida se
confirme, revoque o modifique; o bien se ordene la reposición del acto que dio lugar al recurso planteado.

IV. Quienes promueven el citado recurso de apelación resultan ser el sentenciado, su defensora particular
y la agente del Ministerio Público; de ahí que basándonos en la interpretación conforme y amplia que
realicemos respecto a diversas disposiciones y normas locales e internacionales, dentro del auto admisorio de
apelación que se dictó el ocho de junio de dos mil veintidós, se colige que los impetrantes de apelación se
encuentran legitimados para interponer el recurso que se substancia en contra de la sentencia definitiva
mixta (sentencia definitiva condenatoria por el delito de abuso sexual agravado en agravio de A. L. T., y
sentencia definitiva absolutoria por el delito de abuso sexual agravado en agravio de E. L. T.) dictada en primera
instancia en fecha cuatro de abril de dos mil veintidós.

Ahora bien, sobre el tema de los agravios, es dable precisar, que no resulta necesario que se
reproduzcan textualmente dentro de esta resolución, ya que no existe ningún precepto legal que constriña a
esta autoridad a realizar la referida cita literal, pues se considera que la transcripción innecesaria de
constancias es práctica de la que el juzgador generalmente debe abstenerse en estricto acato al principio de
legalidad.

Es por ello que, respecto al contenido de los agravios en comento, deberán de ser atendidos
integralmente los legajos que corren agregados en el toca penal, a donde nos remitimos en este momento en
aras de economía procesal, sirviendo de apoyo a lo anteriormente expuesto en los criterios con los rubros
siguientes:

“RESOLUCIONES EN MATERIA PENAL. LA TRANSCRIPCIÓN INNECESARIA DE


CONSTANCIAS ES PRÁCTICA DE LA QUE EL JUZGADOR GENERALMENTE DEBE ABSTENERSE EN
ESTRICTO ACATO AL PRINCIPIO DE LEGALIDAD.”. 2
“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PARA CUMPLIR CON LOS PRINCIPIOS DE
CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS SENTENCIAS DE AMPARO ES INNECESARIA SU
TRANSCRIPCIÓN”3.

Precisándose, además, en el presente asunto se toma en cuenta que, en el sistema procesal penal
de corte acusatorio y oral, el recurso de apelación es un medio de impugnación vertical que se tramita ante el
superior, quien puede reasumir jurisdicción para analizar los planteamientos procesales, o estudiar la legalidad
de la resolución impugnada, cuando así lo requiera.

Así, el control que el Tribunal de Apelación realiza con motivo de tal recurso, implica analizar si el
Tribunal de Enjuiciamiento (en el caso, Juez de Enjuiciamiento), expuso su decisión sobre bases racionales
idóneas para hacerla aceptable, bajo los principios de la valoración lógica (principios de identidad,
contradicción, tercero excluido y razón suficiente), de las máximas de la experiencia (conocimientos ordinarios
del quehacer cotidiano en las actividades genéricas del ser humano mediante la observación de los fenómenos
sociales, culturales, políticos y de la naturaleza) y del conocimiento científico 4.

1
“Artículo 479. Sentencia
La sentencia confirmará, modificará o revocará la resolución impugnada, o bien
ordenará la reposición del acto que dio lugar a la misma.
(…).”

2
Época: Novena Época Registro: 180262 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis:
Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XX, Octubre de 2004 Materia(s):
Penal Tesis: XXI.3o. J/9 Página: 2260

3
Época: Novena Época Registro: 164618 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XXXI, Mayo de 2010 Materia(s): Común Tesis: 2a./J.
58/2010 Página: 830.
4 Véase la tesis aislada XI.P.18 P (10a.)., publicada en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Libro 42, Mayo de 2017, Tomo III, Materia
Penal, Décima Época, visible en la página 1872, Registro: 2014244, con el
rubro: “APELACIÓN EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO. EL ARTÍCULO
468, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS
PENALES, AUTORIZA EL EXAMEN DE LA MOTIVACIÓN DE LAS
SENTENCIAS DE PRIMERA INSTANCIA IMPUGNADAS MEDIANTE ESTE
RECURSO, A PARTIR DE LA REVISIÓN DE LA RACIONALIDAD DE LOS
ARGUMENTOS EXPRESADOS POR EL TRIBUNAL DE ENJUICIAMIENTO,
LO QUE NO TRANSGREDE EL PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN.”.
3
Ahora, de acuerdo con lo previsto en los artículos 458, 461, 468, 471, 479, 480 y 481, del Código
Nacional de Procedimientos Penales, en el recurso de apelación la parte recurrente tendrá que expresar los
agravios en el escrito en que lo interponga, precisando las disposiciones violadas, en torno a los cuales, el
Tribunal de Alzada se pronunciará al momento de resolver, sin extender el examen de la decisión recurrida a
cuestiones no planteadas en los agravios o más allá de los límites del recurso, a menos que se trate de un acto
violatorio de derechos fundamentales del imputado, sin que esté obligado a dejar constancia cuando no
encuentre violaciones de esa índole.

Sin embargo, los citados numerales, no deben analizarse de manera limitativa, sino a la luz de los
derechos humanos previstos en los numerales 14 y 20 de la Constitución Federal, que tutelan tanto para la
víctima como para el imputado los derechos de defensa, audiencia y debido proceso, lo que obliga al Tribunal
de Alzada que conozca del recurso de apelación a realizar el estudio oficioso de los temas fundamentales.

Esto es, en el proceso penal acusatorio, el recurso de apelación implica el reexamen de la


determinación dictada por la autoridad de primera instancia, y decidir si se confirma, modifica o revoca, o bien,
se ordenará la reposición del acto que dio lugar a la misma; además, cuando se aleguen violaciones graves al
debido proceso, el Tribunal deberá, incluso de manera oficiosa, examinar que la resolución se haya emitido
sobre la base de un proceso sin violaciones a derechos humanos del imputado y determinar, si resulta
necesario, ordenar la reposición de actos procesales en los que se hayan violado derechos fundamentales; lo
cual, obliga al Tribunal de Alzada a analizar de oficio todo lo concerniente a la resolución recurrida,
particularmente, la manera en que el Tribunal de Enjuiciamiento realizó la calificación jurídica del hecho, si
quedó probado el delito y la participación del acusado en su comisión, así como la individualización de la pena;
por lo que sin comprometer el principio de inmediación, tiene la posibilidad de examinar los medios de prueba
desahogados en la audiencia de juicio oral, al reproducir la videograbación correspondiente y analizar la
resolución de primera instancia emitida por el A quo.

Apoya, en lo conducente, la jurisprudencia por reiteración II.1o.P. J/7 (10a.), sustentada por el Primer
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, que este Tribunal comparte, consultable en la
página 1876 de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 60, noviembre de 2018, Tomo III,
Décima Época, cuyo rubro y texto son:

“APELACIÓN EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO. PARA DETERMINAR SOBRE LA


EXISTENCIA O INEXISTENCIA DE VIOLACIONES A DERECHOS FUNDAMENTALES, EL TRIBUNAL DE
ALZADA DE OFICIO DEBE ANALIZAR INTEGRALMENTE LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA,
CON INDEPENDENCIA DE QUE EL APELANTE SE INCONFORME SÓLO CON UNO DE LOS ASPECTOS
DE ÉSTA, Y PLASMARLO EN LA SENTENCIA QUE EMITA PUES, DE LO CONTRARIO, VULNERA EL
DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL, EN SU VERTIENTE DE ACCESO A UN RECURSO EFECTIVO. De los
artículos 20, apartado A, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 2o. del
Código Nacional de Procedimientos Penales, se advierte que el respeto a los derechos fundamentales de las
personas, obliga al tribunal de alzada que conozca del recurso de apelación promovido contra la sentencia
definitiva dictada en el sistema penal acusatorio, a efectuar el estudio oficioso de los temas esenciales relativos
a la demostración de los elementos del delito, la acreditación de la responsabilidad penal del acusado, así
como la individualización de sanciones y reparación del daño, para constatar si existe o no violación en esos
aspectos, aun cuando el sentenciado no los hubiere alegado en sus agravios, pues sólo de ese modo, esto es,
examinando exhaustivamente el actuar del tribunal de enjuiciamiento, estaría en aptitud de verificar la
existencia o inexistencia de violaciones a derechos fundamentales del enjuiciado, lo cual conlleva la necesidad
de plasmarlo en la sentencia que se emita, pues la sola mención de haber efectuado el análisis integral de la
resolución apelada no basta para brindar certeza jurídica al sentenciado. En este sentido, cuando la autoridad
de segunda instancia no realiza el estudio de la acreditación del delito y la demostración de la responsabilidad
penal de los enjuiciados, limitándose únicamente a responder los agravios planteados respecto de la
individualización de las sanciones y la reparación del daño, al considerar que en términos del primer párrafo
del artículo 461 del Código Nacional de Procedimientos Penales, quedaron firmes los temas que no fueron
expresamente impugnados, dicho proceder vulnera el derecho humano de tutela judicial a un recurso efectivo,
previsto en los artículos 17 de la Constitución Federal, 8, numeral 2, inciso h), de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y 14, numeral 2, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, respecto
del cual, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia dictada en los Casos Herrera Ulloa
Vs. Costa Rica, Mohamed Vs. Argentina y Liakat Ali Alibux Vs. Suriname, determinó que, el fin del recurso es
garantizar el acceso a un medio ordinario de defensa que otorgue la posibilidad de una revisión integral y
amplia de la decisión impugnada, la cual debe incluir todas las determinaciones esenciales en las que se
sustenta el fallo recurrido pues, de otra manera, el recurso sería ilusorio, al no poder revisar la actuación del
Juez de primera instancia. En consecuencia, la autoridad de segunda instancia se encuentra obligada a realizar
el estudio integral de la sentencia de primer grado, con independencia de que la parte apelante se haya
inconformado sólo con uno de los aspectos de esa resolución, habida cuenta que el legislador federal le confirió
potestad para hacer valer y reparar de oficio a favor del sentenciado, las violaciones a sus derechos
fundamentales, encomienda que no podría cumplirse si se estimara legal la posibilidad de omitir el análisis de
los aspectos sustanciales que conforman una sentencia en materia penal”.

V. ANTECEDENTES SUCINTOS DEL CASO. Tanto de la reproducción y análisis de los discos


ópticos de almacenamiento de datos (comúnmente conocidos como DVD’S), así como del estudio y análisis
del original de la causa penal de juicio oral número 108/2020, se aprecia sustancialmente en lo que aquí
interesa:

 Conforme al auto de apertura a juicio oral de fecha 21 de mayo de 2021, se aprecia sustancialmente lo
siguiente:
ACTA DE NOTIFICACIÓN

 Que las medidas cautelares bajo las cuales se encontraba el acusado lo son las establecidas en las
fracciones VII y VIII del artículo 155 del Código Nacional de Procedimientos Penales, impuestas en
fecha diez de febrero de dos mil veinte, por un plazo de un año.

 La clasificación jurídica de los hechos por la que se acusó a Jesús López Juarico, es la del delito de:
abuso sexual agravado, previsto y sancionado por los artículos 183 y 184 en relación con el 181 fracción II,
del Código Penal vigente para el estado de Hidalgo.

 Los hechos objeto de la acusación son:


“Que Jesús López Juarico es pareja de Margarita Torres Cordero y se separaron. De su relación
procrearon a dos hijas quienes son menores de edad de iniciales E.L.T. y A.L.T. quienes nacieron el 30 de
noviembre de 2007 y 2 de agosto de 2010 respectivamente; y actualmente el acusado ya no vive con Margarita
Torres Cordero; derivado del expediente radicado en el Juzgado Segundo Familiar de esta ciudad de Pachuca
de Soto, Hidalgo, con número de expediente 1529/2014 se estableció que las convivencias del acusado con
sus hijas E. L. T. y A. L. T. serían los días miércoles y sábados de seis de la tarde a nueve de la noche y los
domingos de siete treinta de la mañana a las dos de la tarde; y el miércoles 30 de septiembre de 2015 a las
seis de la tarde el acusado se llevó a sus hijas E.L.T. y A.L.T. a su domicilio ubicado en Calle 18 número 102,
colonia Ampliación Santa Julia, en esta ciudad de Pachuca de Soto, Hidalgo, y las regreso a las nueve treinta
de la noche al domicilio de su madre Margarita Torres Cordero, ya bañadas, tiempo en el que el acusado besó
el pecho, la boca y le tocó la vagina a la menor A.L.T., y también besó en la boca a E.L.T., a quienes les dijo
que no le dijera nada a su mamá, si no ya no les compraría cosas”.

 En audiencia de fecha ocho de octubre de dos mil veintiuno, el Tribunal de enjuiciamiento impuso como medidas
cautelares al acusado Jesús López Juarico, las previstas por las fracciones VI, VII y VIII del Código Nacional de
Procedimientos Penales, con una vigencia de por el tiempo que dure el proceso.

 En fecha veintidós de marzo de dos mil veintidós, inició el debate, las partes expresaron alegatos de apertura,
se desahogaron pruebas, culminando su desahogo en fecha veintiocho de marzo de dos mil veintidós, en la que se
desahogaron alegatos de cierre y se dictó un fallo condenatorio, en contra de Jesús López Juarico, por el delito de abuso
sexual agravado, en agravio de la víctima A. L. T., y un fallo absolutorio en favor de Jesús López Juarico, por el delito de
abuso sexual agravado, en agravio de la víctima E. L. T. Señalándose en esa misma fecha las trece horas del día cuatro
de abril de dos mil veintidós, para que tuviera verificativo la audiencia de individualización de sanciones y reparación del
daño.

 En la fecha antes indicada, tuvo verificativo la audiencia de individualización de sanciones y reparación del daño,
emitiéndose en la misma fecha el fallo respectivo.

 Finalmente, el cuatro de abril de dos mil veintidós, ante la incomparecencia de las partes para la celebración de
la audiencia de lectura y explicación de sentencia, la Jueza presidenta dispensó de la lectura y explicación de la misma,
estableciendo que a partir de esa fecha comenzaría a surtir sus efectos la sentencia dictada en esa misma fecha; sentencia
en la cual, se dictaron como puntos resolutivos los siguientes:

“PRIMERO. Este Tribunal Colegiado ha sido y es competente para conocer y resolver en definitiva el presente
juicio oral identificado con número de causa 108/2020.
SEGUNDO. Se Absuelve a JESÚS LÓPEZ JUARICO, al no haberse acreditado la existencia del ilícito de
ABUSO SEXUAL AGRAVADO, que se dijo cometido en agracio de la menor E.L.T. al no acreditarse la tipicidad del
dicho delito.
TERCERO. JESÚS LÓPEZ JUARICO, es penalmente responsable de la comisión del delito atribuido de ABUSO
SEXUAL AGRAVADO cometido en agravio de A.L.T., como autor directo, por lo que se le condena a sufrir una PENA
DE PRISIÓN de CINCO AÑOS SIETE MESES QUINCE DIAS y una pena multa de CIENTO OCHENTA Y SIETE
días de salario mínimo, que al momento de suceder los hechos (2015) $70.10 (setenta pesos 10/100 M.N) que
equivalen a $13,108.70, (trece mil ciento ocho pesos con setenta centavos).
CUARTO. Se CONDENA de forma genérica a JESÚS LÓPEZ JUARICO al pago de daños y perjuicios en
términos de lo establecido en el considerando IX de la presente Sentencia.
QUINTO. Se suspende a JESÚS LÓPEZ JUARICO en el goce de sus derechos políticos y civiles, durante el
tiempo que permanezca privado de su libertad con motivo de la prisión impuesta en esta resolución, en términos de
lo establecido en el considerando XII de la presente resolución.
SEXTO. NO se concede a JESÚS LÓPEZ JUARICO, la conmutación de la pena de prisión impuesta, en términos
de lo dispuesto por el considerando X de la presente sentencia.
SEPTIMO. Amonéstese a JESÚS LÓPEZ JUARICO, una vez que quede firme esta sentencia, haciéndole saber
las consecuencias del delito cometido, exhortándolo a la enmienda, para prevenir su reincidencia.
OCTAVO. Con sustento en el artículo 413, párrafo segundo del Código Nacional de Procedimientos Penales,
dentro del plazo de tres días siguientes a que quede firme la presente resolución, remítase copia autorizada de la
presente al Juez de Ejecución en Turno en el Estado, director del Centro de Reinserción social para adultos de esta
ciudad y Director General de Prevención y Reinserción en el Estado.
NOVENO. Hágase saber a las partes que tienen un plazo de diez días para la inconformarse con la presente
resolución.
DECIMO. Notifíquese y cúmplase”.

Siendo precisamente dicha sentencia definitiva condenatoria- absolutoria -escrita–, de fecha 04 de abril de 2022,
la que constituye el objeto de la apelación por parte del sentenciado, su defensora particular y la agente del Ministerio
Público.

En esa virtud, se procede al:

5
VI. ESTUDIO DEL ASUNTO. Por principio de cuentas cabe decir que, una vez analizados y estudiados
los discos ópticos de almacenamiento de datos, comúnmente conocido como DVD´S, el contenido de la
resolución recurrida y el contenido de las copias auténticas de la causa penal que nos ocupa, se estima que
el ilícito de abuso sexual agravado, en agravio de la víctima de identidad reservada, de iniciales A. L. T., que
el Tribunal de enjuiciamiento tuvo por acreditado en la sentencia apelada en su parte condenatoria, sí se
encuentra actualizado, en todos sus elementos, al advertirse la actualización de una conducta, consistente en
que el treinta de septiembre del año dos mil quince, aproximadamente a las seis de la tarde, en el domicilio
ubicado en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa Julia, el hoy sentenciado Jesús López
Juarico tocó los pechos y la vagina de la menor A. L. T., con sus manos por debajo de la ropa; conducta que
resulta ser típica, antijurídica y culpable; tan es así que:

Por cuanto a la tipicidad tenemos que, el delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la
víctima de identidad reservada, de iniciales A. L. T., que el Tribunal de enjuiciamiento tuvo por acreditado, se
encuentra previsto y sancionado por los artículos 183, 184 en relación al artículo 181 fracción II, del Código
Penal vigente para el estado de Hidalgo, los cuales actualmente establecen:

"Artículo 183.- Comete el delito de abuso sexual, quien sin consentimiento de una persona y sin el
propósito de llegar a la cópula, ejecute en ella actos sexuales, la obligue a observarlos o la haga ejecutarlos
para sí o en otra persona, y se le impondrá prisión de dos a cuatro años y multa de 50 a 100 días.

Si la víctima de abuso sexual fuere persona menor de quince años de edad o que no tenga capacidad
para comprender el significado del hecho, aun con su consentimiento, o que por cualquier causa no pueda
resistirlo, se impondrá de cinco a nueve años de prisión y multa de 200 a 500 veces la Unidad de Medida y
Actualización.

Para efectos de este artículo se entiende por actos sexuales cualquier acción lujuriosa como tocamientos
o manoseos corporales obscenos, o los que representen por cualquier medio actos explícitamente sexuales u
obliguen a la víctima a representarlos".

"Articulo 184.- La punibilidad prevista en el artículo 183 y 183 bis se aumentarán una mitad, si se
empleare violencia o se efectuare con alguna de las agravantes previstas en el artículo 181 de este Código".

"Articulo 181.- Se aumentará una mitad a la punibilidad correspondiente, cuando concurra alguna de las
agravantes siguientes:
(…);
II.- El pasivo del delito sea ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta, hermano, adoptante,
adoptado, cónyuge o concubino, en relación al autor o partícipe;
(…)”.

Es de relevancia precisar que el Tribunal de Enjuiciamiento, realizó el estudio de los elementos de delito con base
en un precepto legal reformado y que no se encontraba vigente al momento en que ocurrieron los hechos, no obstante, lo
anterior resulta incólume, dado que en dicha disposición legal únicamente aumentó la punibilidad, no trasciende para la
acreditación de los elementos del delito, sin embargo, dicho aspecto se abordará en el capítulo respectivo a la
individualización de las penas.

De acuerdo con lo anterior, se desprenden como elementos, los siguientes:

a). Que sin consentimiento de una persona se ejecuten en ella actos sexuales (entendiendo como
actos sexuales cualquier acción lujuriosa como tocamientos o manoseos corporales obscenos, o los que
representen por cualquier medio actos explícitamente sexuales u obliguen a las víctimas a representarlos, o
bien, cualquier acción dolosa con sentido lascivo que se ejerza en el sujeto pasivo, sin su consentimiento, el
cual podría ser desde un roce, frotamiento o caricia 5).
b). Que dichos actos sexuales se realicen sin el propósito de llegar a la cópula.
c). Que la persona en la que se ejecuten los actos sexuales sea menor de quince años.
Y, por lo que hace a la agravante:
d). El pasivo del delito sea descendiente consanguíneo en línea recta en relación al autor.

Elementos que se desprenden plenamente acreditados con la prueba desahogada en audiencia de debate,
valorada de conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, tan es así que, se tiene convicción de la existencia de un delito de abuso sexual agravado en
agravio de A. L. T., sucedido el treinta de septiembre del año dos mil quince, aproximadamente a las seis de la tarde, en
el domicilio ubicado en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa Julia, cuando el hoy sentenciado Jesús
López Juarico tocó los pechos y la vagina de la menor A. L. T., con sus manos por debajo de la ropa.

Lo cual, se permite tener por acreditado al tomar en cuenta que por cuanto hace al primer elemento consistente
en que sin consentimiento de una persona se ejecuten en ella actos sexuales, en el caso en particular, en la persona
de la menor de iniciales A. L. T., se tiene acreditado con lo declarado por la menor de iniciales A. L. T., quien estuvo en
sala anexa de testigo protegido, acompañada de la psicóloga Mayte Edith Flores Linares, testimonio que se desahogó en
una sala especial de testigo protegido, para evitar la confrontación de la menor víctima con el acusado de conformidad con
el artículo 366 del Código Nacional de Procedimientos Penales, mismo que al ser valorado de conformidad con lo
establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, genera convicción

Época Novena Época, Registro 176408, Instancia: Primera Sala, Tipo de


5

Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,


enero de 2006, Tomo XXIII. Materia(s) Penal, Tesis 1a/J.151/2005, Página: 11,
identificada bajo el rubro y texto "ABUSO SEXUAL. ELEMENTOS PARA SU
CONFIGURACIÓN".
ACTA DE NOTIFICACIÓN

para acreditar el elemento que nos ocupa, al advertirse que el mismo fue rendido de manera verosímil, sin intención de
perjudicar al acusado, y sin que se haya realizado contrainterrogatorio que lo desvirtuara, de igual manera debe ser tomado
en cuenta que de acuerdo al Protocolo de Actuación para quienes Imparten Justicia en casos que involucren Niñas, Niños
y Adolescentes, los niños adolescentes no deben ser tratados como adultos en los procesos judiciales en que intervengan,
ya sea como víctimas o testigos; en el particular es razonable tomar en cuenta que de conformidad con el citado protocolo,
los adolescentes, cuando se encuentran bajo situaciones de angustia son susceptibles a que lo emotivo los invada por
sobre lo racional, cuando un o una adolescente se encuentra en una situación que le provoca temor, confusión, angustia,
no funcionará con el total de su potencial, sino que por el contrario, le será difícil manejar sus emociones y sobreponerse
a las mismas; de esta forma, aunque su conversación puede parecer la de un adulto, sus habilidades no corresponden
con las de esta etapa, siendo vulnerables, tienden a confundirse y las emociones los invaden con mucha fuerza,
dificultándoles la elaboración de una declaración completa. Declaración de la cual, se desprende que, en la persona de la
víctima menor de edad de iniciales A. L. T., se ejecutaron actos sexuales, tan es así que refirió, el acusado en contra de
ella había cometido abuso físico, emocional y sexual, lo cual es algo que les hizo cuando estaban en su casa, que les
tocaba sus partes íntimas que son el pecho y su vagina la cual se encuentra entre las piernas, que la tocaba con las manos
al igual que el pecho, que las tocaba cuando les tocaba ir con él que eran los miércoles, los sábados y los domingos; que
cuando le tocó a ella los pechos y la vagina ya no recuerda pero tenía cuatro o cinco años, iba en primero o segundo de
kínder; que su papá las tocaba cuando estaban en su casa, la cual está ubicada en la calle 18, en Santa Julia, que cuando
la tocaba se sentía muy incómoda, que a veces ella llevaba falda o a veces llevaba su pantalón y su playera; que su papá
la tocaba por debajo de la ropa, y que no las dejaba en paz a su hermana E. L.T., y a ella, porque a veces las mordía o
cuando llegaban con él las forzaba y les jalaba la cara para que le dieran beso en la boca a fuerzas; que cuando las tocaba
no les decía nada sólo algunas veces; que si no le daban besos en la boca no les compraba nada y si lo hacían les
compraba una paleta; que su papá las tocaba en el horario de la tarde. Que su papá la tocaba en sus partes íntimas,
debajo de la ropa, que cuando la tocaba era muy incómodo, era con las manos y era un poco fuerte para su edad. Que
recuerda que las tocaba en el momento de que su hermana o ella se quedaban embobadas en una computadora que
tenían. Lo que hace evidente la ejecución de actos sexuales en el cuerpo de la víctima A. L. T., por parte del activo, pues
la menor dijo, el activo, quien es su papá, le tocaba sus partes íntimas con sus manos por debajo de su ropa, pues le
tocaba los pechos y la vagina, además de que refirió por la fuerza la obligaba a besarlo en la boca; ahora, si bien, la menor
no precisó la fecha y hora exacta en que los hechos acontecieron pues refirió él las tocaba cuando les tocaba ir con él a
su casa, lo cual era los días miércoles, sábados y domingos y, que cuando las tocaba era por la tarde, sin embargo, se
debe tomar en cuenta que difícilmente un niño, niña o adolescente podría transmitir información vinculada a nociones del
tiempo y espacio convencionales como lo haría un adulto; máxime si se encuentra en una situación que le causa angustia
y vulnerabilidad como se desprende, en el presente caso acontece, lo cual no le resta veracidad al dicho de la menor
víctima ni lo invalida, cuando incluso se desprende, ella es la víctima del ilícito que nos ocupa, además que tampoco se
advirtió ni fue evidenciado a través de contrainterrogatorio que lo que narró la víctima fuera materia de su invención o que
ello no hubiese acontecido, cuando fue contundente en evidenciar que lo que sí recordaba y aconteció es que a ella el
activo le tocaba sus partes íntimas y la obligaba a besarlo en la boca, al igual que lo hacía con su hermana.

Lo cual, se ve corroborado con lo declarado por la perita en psicología Brenda Lazcano Valencia, probanza que
al ser valorada de conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, genera convicción para acreditar el elemento que nos ocupa y corroborar lo narrado por la menor
víctima A. L. T., ya que dicho testimonio proviene de una persona que tiene calidad de experta dado que sus conocimientos
especiales en la materia que dictaminó no fueron desvirtuados, en cuanto a su credibilidad, especificó y narró de manera
clara en interrogatorio las técnicas y métodos que empleó, no se estableció que hubiera empleado una técnica inadecuada
o que existiera otra diversa que permitiera conocer con mayor certeza la conclusión a la que arribó y, la información
brindada por la perita no fue desvirtuada en contrainterrogatorio. Probanza con la cual como se ha dicho, genera convicción
para acreditar el elemento que nos ocupa y corroborar lo narrado por la menor víctima A. L. T., en el sentido de que en su
persona se ejecutaron actos sexuales, tan es así que la perito dijo, al realizar la valoración psicológica de la menor de
iniciales A. L. T., el día cuatro de octubre de dos mil quince, que la menor A.L.T., refirió tenerle miedo a su papá porque le
da besos en la boca y refiere que le pega con el cinturón, que ello sucede cuando lo ve, que a su hermana también le da
besos en la boca y la toca, señalando entre sus piernas, que les dice que le den beso bien si no, no les va a comprar nada,
que también le toca el pecho, que a veces ella lleva vestido, a veces lleva mezclilla o a veces lleva pants y que cuando él
la toca le duele, señalando que la toca entre sus piernas; refiriendo la perita que, derivado de la valoración que realizó en
la menor A. L. T., concluyó que la menor A. L. T., se desenvuelve en un núcleo familiar inconsistente dentro del cual ella
no ha recibido muestras consistentes para darle seguridad a su figura paterna, la percibe hostil, experimenta sentimientos
de rechazo y de miedo hacia él, lo que le desencadena vulnerabilidad, temor a ser lastimada de igual manera refleja o lo
percibe lejano emocionalmente y ha desarrollado como la fantasía de anularlo de su entorno familiar, esto con el objetivo
de sentirse con mayor libertad para actuar libremente sin ser sancionada; que con respecto a su área psicosexual, se
observan indicadores de ansiedad y preocupación sexual, los cuales son indicadores inadecuados para su edad
cronológica, porque, por la edad que tiene la menor no debería de presentar ningún indicador a nivel psicosexual, el hecho
de que lo presente está hablando de un conflicto en dicha área. Que los indicadores que presentó la menor de iniciales A.
L. T., no son propios de una niña de la edad que en ese momento contaba A. L. T.

Entonces, como se ha dicho y se insiste, dicha probanza, genera convicción para acreditar el elemento que nos
ocupa y corroborar lo narrado por la menor víctima de iniciales A. L. T., en el sentido de que en su persona se ejecutaron
actos sexuales, pues se advierte, la menor A. L. T., al ser evaluada por la perita el día cuatro de octubre de dos mil quince
evidenció, el activo no solo le daba besos en la boca, sino que la tocaba en sus pechos y vagina, al señalar que cuando la
tocaba le dolía, señalando que la tocaba entre sus piernas; con lo cual la perita pudo concluir, que A. L. T., a su figura
paterna, la percibe hostil, experimenta sentimientos de rechazo y de miedo hacia él, lo que le desencadena vulnerabilidad,
temor a ser lastimada de igual manera refleja o lo percibe lejano emocionalmente y ha desarrollado como la fantasía de
anularlo de su entorno familiar, esto con el objetivo de sentirse con mayor libertad para actuar libremente sin ser
sancionada; que con respecto a su área psicosexual, se observan indicadores de ansiedad y preocupación sexual, los
cuales son indicadores inadecuados para su edad cronológica, porque, por la edad que tiene la menor no debería de
presentar ningún indicador a nivel psicosexual, el hecho de que lo presente está hablando de un conflicto en dicha área.
Que los indicadores que presentó la menor de iniciales A. L. T., no son propios de una niña de la edad que en ese momento
contaba A. L. T. Lo que revela, que el activo en la menor A. L. T., efectivamente ejecutó en ella actos sexuales.

7
Lo cual de igual manera se ve robustecido y corroborado, con lo declarado por la menor de iniciales E. L. T.,
quien estuvo en sala anexa de testigo protegido, acompañada de la psicóloga Nancy Montserrat Piñones, testimonio que
se desahogó en una sala especial de testigo protegido, para evitar la confrontación de la menor víctima con el acusado de
conformidad con el artículo 366 del Código Nacional de Procedimientos Penales, mismo que al ser valorado de
conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
genera convicción para acreditar el elemento que nos ocupa, al advertirse que el mismo fue rendido de manera verosímil,
sin intención de perjudicar al acusado, y sin que se haya realizado contrainterrogatorio que lo desvirtuara, de igual manera
debe ser tomado en cuenta que de acuerdo al Protocolo de Actuación para quienes Imparten Justicia en casos que
involucren Niñas, Niños y Adolescentes, los niños adolescentes no deben ser tratados como adultos en los procesos
judiciales en que intervengan, ya sea como víctimas o testigos; en el particular es razonable tomar en cuenta que de
conformidad con el citado protocolo, los adolescentes, cuando se encuentran bajo situaciones de angustia son susceptibles
a que lo emotivo los invada por sobre lo racional, cuando un o una adolescente se encuentra en una situación que le
provoca temor, confusión, angustia, no funcionará con el total de su potencial, sino que por el contrario, le será difícil
manejar sus emociones y sobreponerse a las mismas; de esta forma, aunque su conversación puede parecer la de un
adulto, sus habilidades no corresponden con las de esta etapa, siendo vulnerables, tienden a confundirse y las emociones
los invaden con mucha fuerza, dificultándoles la elaboración de una declaración completa. Declaración de la cual se
desprende la menor E. L. T., medularmente dijo, su papá a veces les tocaba su parte íntima, les mordía los brazos, les
tocaba su pecho y las obligaba a que le dieran beso en la boca, cuando ellas no querían, cuando les tocaba el pecho nada
más rozaba su mano. Que sus partes íntimas son sus pechos y su vagina, frotaba su mano en sus partes, que esto lo
realizaba en su casa de él, ubicada en la colonia ampliación Santa Julia, en la calle 18, ya que se encontraba ahí por las
visitas que hacía con él los fines de semana. Las visitas eran los miércoles, sábado y domingo, las realizaban su hermana
A. L. T. y ella; que cuando ocurrió esto era por la tarde y era el momento que se iban a bañar o no estaban haciendo nada,
acostadas en la cama. Que después de lo ocurrido nada más esperaron a que llegara su mamá, para decirle lo ocurrido.
Que cuando ocurrió esto ella iba en tercero de primaria, que su papá las tocaba a ella y a su hermana, que su hermana se
lo dijo cuando estaban en su casa, que su papá le tocó a su hermana su vagina y sus pechos; que el día de la semana en
que ocurrieron los hechos fue miércoles, que notó que su papá tocó a su hermana el mismo día que la tocaba a ella antes
de bañarlas que fue el día miércoles. Probanza con la cual también como se ha mencionado, se corrobora lo declarado
por A. L. T., pues refiere E. L. T., su papá a ella y a su hermana las tocaba en sus partes íntimas, particularmente sus
pechos y vagina, además de que las obligaba a besarlo en la boca, que ello fue un día miércoles y que incluso ella notó
cuando su papá tocaba a su hermana; lo que sin duda evidencia, la ejecución de actos sexuales por parte del activo en el
cuerpo de la menor de iniciales A. L. T. Ahora, si bien, la menor E. L. T., no precisó la fecha y hora exacta en que los
hechos acontecieron pues refirió fue un miércoles, sin embargo, se debe tomar en cuenta que difícilmente un niño, niña o
adolescente podría transmitir información vinculada a nociones del tiempo y espacio convencionales como lo haría un
adulto; máxime si se encuentra en una situación que le causa angustia y vulnerabilidad como se desprende, en el presente
caso acontece, lo cual no le resta veracidad al dicho de la menor víctima ni lo invalida, cuando incluso se desprende, ella
incluso también es la víctima, además que tampoco se advirtió ni fue evidenciado a través de contrainterrogatorio que lo
que E. L. T., narró fuera materia de su invención o que ello no hubiese acontecido, cuando fue contundente en evidenciar
que lo que sí recordaba y aconteció es que su papá a ella y a su hermana les tocó sus partes íntimas y las obligaba a
besarlo.

Robusteciéndose lo anterior, con lo declarado por Julieta Salazar Baños, probanza que al ser valorada de
conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
genera convicción para acreditar el elemento que nos ocupa y corroborar también, lo narrado por la menor víctima A. L.
T., pues si bien, no fue testigo presencial de los hechos que nos ocupan, dado que no puede perderse de vista que el ilícito
que ahora nos ocupa, regularmente se comete casi siempre en ausencia de testigos, pues lo que el agente del delito lo
que regularmente busca es impunidad, lo cierto es, que la declarante narra lo que escuchó cuando las menores le referían
a su mamá que su papá les agarraba su parte, les agarraba los pechitos, las mordía, las besaba a la fuerza; con lo cual
también se corrobora la ejecución de actos sexuales por parte del activo en la pasivo.

Así como lo declarado por Margarita Torres Cordero, probanza que al ser valorada de conformidad con lo
establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, genera convicción
para acreditar el elemento que nos ocupa y corroborar también, lo narrado por la menor víctima A. L. T., pues si bien, no
fue testigo presencial de los hechos que nos ocupan, dado que no puede perderse de vista que el ilícito que ahora nos
ocupa, regularmente se comete casi siempre en ausencia de testigos, pues lo que el agente del delito lo que busca es
impunidad, lo cierto es, que la declarante narra lo que la propia menor A. L. T., le dijo, ya que refirió ésta es su hija y le
narró lo que el activo le había hecho cuando dijo, luego de enterarse que Jesús López Juarico besaba en la boca y tocaba
a las menores A. L. T., y E. L. T., al cuestionar a sus menores hijas estas le explicaron lo que el activo les había hecho
cuando dijo, las menores A. L. T. y E. L. T., se soltaron a llorar explicándole lo que el acusado les había hecho, que no
había sido una ocasión que ya habían sido varias ocasiones pero que el papá las amenazaba diciéndoles que no les iba
a comprar nada, evidenciando que A. L. T., de propia voz le dijo que el activo le había besado los pechos y le había besado
“la cosa” llevándose su mano hacia su parte íntima, que la última vez que las menores convivieron con el activo fue el
treinta de septiembre de dos mil quince, que el horario de convivencia que el activo tenía con las menores era los miércoles
de seis de la tarde a nueve de la noche, que él vive en Ampliación Santa Julia, calle 18, número 102, Pachuca, Hidalgo.
Probanza con la cual también se evidencia que el activo ejecutó en la menor de iniciales A. L. T., actos sexuales, pues la
testigo refirió, la menor le dijo, el activo le había besado los pechos y le había besado “la cosa” llevándose su mano hacia
su parte íntima.

Actos sexuales que se desprende, fueron incluso sin consentimiento de la menor de iniciales A. L. T., cuando ella
misma refiere, el activo la obligaba a besarlo a la fuerza, además que cuando la tocaba se sentía incómoda; lo que hace
evidente que ello se hacía en contra de la voluntad de la menor de iniciales A. L. T.

Por lo tanto, las pruebas anteriormente mencionadas y valoradas permiten acreditar que efectivamente sobre la
menor de iniciales A. L. T., el activo ejecutó sin consentimiento de ésta, actos sexuales.

Por cuanto hace al elemento consistente en que, dichos actos sexuales se realicen sin el propósito de llegar
a la copula; también se tiene acreditado con lo declarado por la víctima menor de edad de identidad reservada e
identificada con iniciales A. L. T., testimonio que ha sido valorado con anterioridad en base a los artículos 265, 356, 359,
ACTA DE NOTIFICACIÓN

402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, del que se desprende que los actos realizados por el acusado
en la persona de la menor víctima, si bien eran de connotación sexual porque no solo la obligaba a besarlo en la boca,
sino que le tocó sus partes íntimas (pechos y vagina), cierto es que los mismos fueron sin el propósito de llegar a la cópula,
tan es así que la menor A. L. T., lo que dijo, fue que el activo lo que le realizó fueron tocamientos en sus partes íntimas y
la obligaba a besarlo en la boca.

Lo cual, se encuentra robustecido con lo declarado por la perita en psicología Brenda Lazcano Valencia, probanza
que ha sido valorada con anterioridad en base a los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, de la que se desprenden de igual manera y como anteriormente se ha dicho, los tocamientos
realizados por el acusado en la corporeidad de la víctima menor de edad, mismos de los que se desprende la perita dijo,
lo que la menor dijo fue su papá le daba besos en la boca, que le tocaba los pechos, que cuando la tocaba le dolía,
señalando que le tocaba entre sus piernas, lo que evidencia, la ejecución de los actos que el activo realizó sobre la menor
A. L. T., si bien fueron de connotación sexual, pero no evidencian que hayan sido con el propósito de llegar a la cópula, lo
que hace evidente, fueron actos sexuales, sin el propósito de llegar a la cópula; al no evidenciarse ninguna otra acción
ejecutada por el activo, tendiente a copular con la pasivo.

Ahora, por lo que hace elemento consistente en que la persona en la que se ejecuten los actos sexuales sea
menor de quince años; dicho elemento también se tiene acreditado, lo anterior, con el testimonio de Margarita Torres
Cordero, que al ser valorado de conformidad con los numerales 265, 356, 359, 401 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, se desprende, la menor de iniciales A. L. T., al momento de haberse ejecutado en su persona
por parte del activo los actos sexuales era menor de quince años, tan es así que dicha declarante en audiencia de debate
dijo, su hija de iniciales A. L. T., actualmente contaba con la edad de once años; lo que hace evidente, que para el treinta
de septiembre de dos mil quince era menor de quince años.

Todo lo cual se vio robustecido, con la incorporación a la audiencia de debate de la documental marcada con el
número 1 dentro del auto de apertura a juicio oral consistente en la copia certificada del acta de nacimiento, de la víctima
de iniciales A. L. T., a la que se concede valor probatorio en términos de los numerales 380, 383 y 387 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, por no haberse controvertido su autenticidad; con la cual se tiene por evidenciado que al día
treinta de septiembre de dos mil quince, la menor de iniciales A. L. T., era menor de quince años, pues contaba con la
edad de cinco años, un mes, veintiocho días.

Por cuanto hace a la agravante, consistente en que la pasivo sea descendiente consanguíneo en línea recta
en relación con el autor; dicha circunstancia también se encuentra acreditada con lo declarado por la menor de iniciales
A. L. T., con lo declarado por E. L. T., con lo declarado por Julieta Salazar Baños y lo declarado por Margarita Torres
Cordero, mismas que generan convicción al ser valorados de conformidad con los numerales 265, 356, 359, 401 y 404 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, pues fueron coincidentes en referir el activo es padre de la menor A. L. T.

Lo que se ve robustecido con la incorporación a la audiencia de debate de la documental marcada con el número
1 dentro del auto de apertura a juicio oral consistente en la copia certificada del acta de nacimiento, de la víctima de iniciales
A. L. T., a la que se concede valor probatorio en términos de los numerales 380, 383 y 387 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, por no haberse controvertido su autenticidad; de la cual también se desprende, que el padre de
la menor de iniciales A. L. T., lo es el activo.

Y por lo tanto se tiene también por acreditado, que la pasivo A. L. T., es descendiente consanguíneo en línea
recta en relación al autor.

Como consecuencia de lo anterior, consideramos que, al encontrarse reunidos los elementos y agravante,
exigidos por la descripción legal del delito de abuso sexual agravado, es que entonces también se encuentra plenamente
demostrada la tipicidad de la conducta denunciada; y que resulte infundado lo expuesto por el sentenciado y su defensora
particular en sus agravios, en el sentido de que las pruebas no son bastantes para establecer el delito de abuso sexual
agravado, en agravio de A. L. T., pues contrario a lo alegado por los apelantes en sus agravios, la prueba desahogada en
audiencia de debate resulta bastante, suficiente y pertinente, para acreditar dicho ilícito, pues se encuentra acreditado que
el activo el día treinta de septiembre del año dos mil quince, aproximadamente a las seis de la tarde, en el domicilio ubicado
en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa Julia, además de obligar a la menor A. L. T., a besarlo en la
boca, tocó los pechos y la vagina de la menor A. L. T., con sus manos por debajo de la ropa, lo cual fue sin el propósito de
llegar a la cópula.

Una vez que como parte de los elementos constitutivos del delito de abuso sexual agravado se han tenido por
acreditadas tanto la existencia de la conducta como la tipicidad de la misma, es evidente que la antijuridicidad de esa
idéntica conducta es el siguiente elemento que debe comprobarse como parte integral del ilícito que nos ocupa, para de
esa forma integrar su configuración. De ahí, que bajo éste contexto, podemos decir que la conducta en estudio igualmente
resulta antijurídica por constituir el actuar del agente del delito un proceder que contraviene lo normado por las Leyes que
reglamentan el Estado de Derecho que regula nuestro actuar o comportamiento dentro de una sociedad debidamente
constituida, el cual es creado precisamente por los representantes de la sociedad a efecto de guardar un orden público y
de esa forma procurar la estabilidad y permanencia de dicho grupo social. Tomando además en consideración que toda
conducta típica desde el momento en que el Legislador la contempla como tal es antijurídica; por lo que entonces, esta
conducta necesariamente resulta antijurídica, por no haber sido desahogada probanza alguna con la cual se demuestre
que el activo del delito realizó dicha conducta al amparo de algún precepto legal permisivo o causa de justificación, por lo
que resulta indudable que entonces dicha conducta típica resulta antijurídica.

Por último, y para verificar que el delito de referencia se encuentra debida y legalmente integrado en todos y cada
uno de sus elementos, es procedente analizar y acreditar la culpabilidad de la conducta; la cual radica en el hecho de
que el resultado típico que se ha producido debe ser totalmente atribuible o imputable a persona que cuenta con
capacidades físicas y mentales para entender y comprender el hecho delictuoso que ha realizado así como los alcances
que éste ha tenido en el mundo fáctico, y que derivado de ello, a dicha persona podía exigírsele un actuar totalmente
distinto al que desplegó en forma voluntaria.

9
Basados en lo anterior, quiénes resolvemos podemos sostener que el presente elemento se encuentra
perfectamente colmado debido a que el activo es una persona a quien podemos considerar como apto psíquica y
físicamente tanto para ser responsabilizado de un hecho que la Ley califica como delito como también para ser sujeto al
castigo o sanción que corresponde por la ejecución del mismo; dicho de manera más clara, podemos decir, que el elemento
de referencia se acredita en virtud de que el agente del delito es una persona que al momento de los hechos se encontraba
en pleno ejercicio de sus facultades físicas y mentales, al no haberse desahogado probanza alguna que demostrara lo
contrario, lo que nos permiten colegir que el agente del delito al momento de los hechos sí tuvo la capacidad de decidir y
determinar el proceder que ejecutó en agravio de la víctima y que aquél al instante de suceder los hechos no sólo tuvo la
capacidad de disponerse voluntariamente a realizar actos sexuales a la víctima sino que además, tal actuar lo hizo
plenamente consciente de que el mismo constituía o configuraba un delito, ya que es del conocer o saber del común de la
gente y más todavía de quién goza de sus facultades físicas y mentales, que ejecutar actos sexuales a una menor es algo
que va contra lo regulado por la Ley, al configurar ello un delito, por tal motivo, podemos inferir que el agente actuó con
plena conciencia de que lo que hacía era un actuar delictivo que vulneraba el Estado de Derecho que nos rige en sociedad,
más aún, cuando no fue desahogada probanza alguna que acredite lo contrario, es decir, que el agente delictivo no tuviera
conciencia de lo ilícito de su proceder o que éste haya padecido al momento de los hechos algún tipo de enajenación
mental total o parcial que pudiera exculparlo de la comisión del delito en estudio por ser inimputable. Derivado de esto, es
notorio que al activo le era totalmente exigible un actuar distinto al que desplegó, ya que al ser mentalmente capaz de
discernir entre lo bueno y lo malo éste pudo conducirse de una manera diferente a efecto de no transgredir la Norma Penal;
en consecuencia, así es como queda plenamente acreditado que la conducta denunciada es culpable.

En consecuencia, con todo lo expuesto se estima, que contrario a lo sostenido por el sentenciado y su defensora
particular apelantes en sus agravios, fue acertada la determinación tomada por el Tribulan de enjuiciamiento de tener por
acreditado, más allá de toda duda razonable, todos y cada uno de los elementos constitutivos del delito de abuso sexual
agravado, previsto y sancionado por los artículos 183, 184 en relación al artículo 181 fracción II, del Código Penal vigente
para el estado de Hidalgo, encontrándose como se ha visto, demostrada tanto la tipicidad como la antijuridicidad y
culpabilidad del mismo.

En tales condiciones y según se ha evidenciado, esta Sala determina que fue correcto que el Tribunal de
enjuiciamiento dentro de la resolución que se tilda de agraviante, haya tenido por acreditados todos y cada uno de los
elementos, constitutivos del delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la víctima menor de edad e
identificada con las iniciales A. L. T., ilícito previsto y sancionado por los artículos 183, 184 en relación al artículo 181
fracción II, del Código Penal vigente para el estado de Hidalgo.

Toda vez que precisamente son los citados elementos del delito –conducta, típica, antijurídica y culpable- los que
se deben acreditar en la emisión de una sentencia definitiva condenatoria como la que ahora nos ocupa.

Ahora, por cuanto al ilícito de abuso sexual agravado en agravio de la menor de iniciales E. L. T., que el Tribunal
de enjuiciamiento no tuvo por acreditado, y respecto del cual, la agente del Ministerio Público medularmente aduce en
sus agravios, que existe por parte del Tribunal de enjuiciamiento una falsa apreciación de los hechos, una incorrecta
aplicación de la Ley y valoración de las pruebas, cuando el delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor E. L.
T., sí se acreditó con la prueba desahogada en audiencia de debate, minimizando el abuso de la menor de iniciales E. L.
T., y dejando de observar entre otras cosas, el principio del interés superior de la menor E. L. T; lo cual es fundado, suplido
en su deficiencia, porque el Tribunal de enjuiciamiento pasó por alto que sí se formuló la acusación del Ministerio público
respecto del acto sexual ejecutado en la menor de iniciales E. L. T., pues aun cuando no se expuso de manera textual la
acción lujuriosa en la acusación, omitió aplicar el numeral 68 del Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual
impone que las sentencias deberán ser congruentes con la acusación y el contenido de autos, evitando formulismos
innecesarios, privilegiando el esclarecimiento de los hechos.

Cabe hacer hincapié que de la sentencia reclamada se advierte que, para justificar su actuación al momento de
dictar el fallo sometido a su potestad jurisdiccional, el Tribunal de enjuiciamiento estableció que estaba impedido para ir
más allá de la acusación, pues de hacerlo contravendría lo dispuesto por el artículo 21 Constitucional; por lo que se
encontraban ante un aspecto negativo del delito en específico la atipicidad, ante la falta de actualización de los elementos
del tipo penal.

Sin embargo, lo cierto es que el Tribunal de enjuiciamiento pasó por alto que, en el caso, sí se formuló la
acusación del Ministerio Público respecto del acto sexual ejecutado por el acusado en la menor E. L. T., aun cuando no se
expuso de manera textual; además, que en audiencia de debate, se pudieron escuchar los alegatos de apertura y clausura
formulados por la Representación Social, donde claramente se establecía el acto sexual ejecutado por el hoy sentenciado
en la menor víctima de iniciales E. L. T.

Esto es así, porque de la citada acusación de la representación social, se aprecia lo siguiente:

“Que Jesús López Juarico es pareja de Margarita Torres Cordero y se separaron. De su relación
procrearon a dos hijas quienes son menores de edad de iniciales E.L.T. y A.L.T. quienes nacieron el 30 de
noviembre de 2007 y 2 de agosto de 2010 respectivamente; y actualmente el acusado ya no vive con Margarita
Torres Cordero; derivado del expediente radicado en el Juzgado Segundo Familiar de esta ciudad de Pachuca
de Soto, Hidalgo, con número de expediente 1529/2014 se estableció que las convivencias del acusado con
sus hijas E. L. T. y A. L. T. serían los días miércoles y sábados de seis de la tarde a nueve de la noche y los
domingos de siete treinta de la mañana a las dos de la tarde; y el miércoles 30 de septiembre de 2015 a las
seis de la tarde el acusado se llevó a sus hijas E.L.T. y A.L.T. a su domicilio ubicado en Calle 18 número 102,
colonia Ampliación Santa Julia, en esta ciudad de Pachuca de Soto, Hidalgo, y las regreso a las nueve treinta
de la noche al domicilio de su madre Margarita Torres Cordero, ya bañadas, tiempo en el que el acusado besó
el pecho, la boca y le tocó la vagina a la menor A.L.T., y también besó en la boca a E.L.T., a quienes les dijo
que no le dijera nada a su mamá, si no ya no les compraría cosas”.
Así las cosas, al analizar la acusación del Ministerio Público en términos del citado numeral, se aprecia que
mencionó que el miércoles 30 de septiembre de 2015 a las seis de la tarde el acusado se llevó a sus hijas E.L.T. y A.L.T.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

a su domicilio ubicado en Calle 18 número 102, colonia Ampliación Santa Julia, en esta ciudad de Pachuca de Soto,
Hidalgo, y las regresó a las nueve treinta de la noche al domicilio de su madre Margarita Torres Cordero, ya bañadas,
tiempo en el que el acusado besó el pecho, la boca y le tocó la vagina a la menor A.L.T., y también besó en la boca a
E.L.T., a quienes les dijo que no le dijera nada a su mamá, si no ya no les compraría cosas.

Además, que se aprecia, la Representación Social en audiencia de debate al formular alegatos de apertura dijo,
acreditaría con el desfile probatorio, que Jesús López Juarico el día treinta de septiembre de dos mil quince, a las seis de
la tarde, en su domicilio ubicado en la calle 18, número 102, de la colonia Ampliación Santa Julia, Pachuca de Soto,
Hidalgo, el hoy sentenciado Jesús López Juarico realizó tocamientos y manoseos corporales obscenos en los cuerpos de
sus hijas A. L. T., y E. L. T.

Y en su alegato de clausura, además de evidenciar con el mismo, que se había probado que, el hoy sentenciado
forzaba a las menores a besarlo y que éste las besaba en la boca, también dijo, las menores A. L. T., y E. L. T., habían
referido haber sido víctimas de abuso con condiciones similares en relación a la mecánica delictiva, acreditándose que en
el domicilio ubicado en la calle 18, número 102, de la colonia Ampliación Santa Julia, de la ciudad de Pachuca de Soto,
Hidalgo, el hoy sentenciado Jesús López Juarico ejerció sobre las menores víctimas (A. L. T., y E. L. T.), una serie de
movimientos corporales voluntarios consistentes en realizar tocamientos en regiones erógenas hacia las víctimas,
consistentes en pechos y regiones vulvares, a las cuales las víctimas identificaban como vagina.

Todo lo cual hace evidente, que el acusado en la menor de iniciales E. L. T., sí ejecutó actos sexuales.

Esto, con fundamento en el numeral 68 del Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual impone que las
sentencias deberán ser congruentes con la acusación y el contenido de autos, evitando formulismos innecesarios
y privilegiando el esclarecimiento de los hechos.

Esta forma de valorar la acusación del Ministerio Público no implica rebasar su pretensión, en tanto que se
encuentra de por medio el interés superior de la menor ofendida, por tanto, el Tribunal de enjuiciamiento debió adoptar
de oficio, todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos que motivaron el proceso, respecto al acontecimiento
sufrido por la menor víctima del delito, porque cuando en un asunto estén involucrados, el Juzgador debe procurar
satisfacer de la mejor manera posible su interés superior, incluso, por encima de los del propio acusado, al constituir un
principio vinculante en la actividad jurisdiccional y un elemento de primer orden para delimitar el contenido y alcance de
los derechos humanos de la menor, colocándola como sujeto cuyos derechos son objeto de protección prioritaria6.

Ilustra lo anterior, por identidad jurídica, la Tesis: XVII.1o.P.A.88 P, emitida por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Décimo Séptimo Circuito, que este órgano jurisdiccional comparte, publicada en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 66, Mayo de 2019, Tomo III, Materias: Constitucional y Penal,
Página: 2617, Décima Época, Registro Digital: 2019948, de rubro y texto siguientes:

“INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. AL SER UN PRINCIPIO VINCULANTE EN LA ACTIVIDAD


JURISDICCIONAL, DEBEN ADOPTARSE DE OFICIO TODAS LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA ESCLARECER
LOS HECHOS QUE MOTIVARON EL PROCESO, COMO PRECISAR LAS CIRCUNSTANCIAS DE LUGAR RESPECTO
AL ACONTECIMIENTO SUFRIDO POR EL MENOR VÍCTIMA DEL DELITO, LO QUE NO IMPLICA REBASAR LA
ACUSACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO. De los criterios contenidos en las tesis aisladas P. XXV/2015 (10a.) y 1a.
XCVII/2016 (10a.), del Pleno y de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de títulos y subtítulos:
"INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. OBLIGACIONES QUE, PARA SU PROTECCIÓN, DERIVAN PARA EL ESTADO
MEXICANO, TRATÁNDOSE DE PROCEDIMIENTOS JURISDICCIONALES." y "MENOR DE EDAD VÍCTIMA DEL
DELITO. MEDIDAS ESPECIALES QUE EL JUZGADOR DEBE ADOPTAR PARA PROTEGERLO.", respectivamente, se
concluye que el interés superior del menor es un concepto proyectado en tres dimensiones, a saber: a) Como derecho
sustantivo, en cuanto ese interés superior sea consideración primordial y se tenga en cuenta al sopesar distintos intereses
respecto a una cuestión debatida; b) Como principio jurídico interpretativo fundamental, entendido en la elección de la
norma jurídica más satisfactoria y efectiva de sus derechos y libertades, cuando admite más de una interpretación; y, c)
Como norma de procedimiento, en tanto deberá incluirse en el proceso de decisión una estimación de las posibles
repercusiones, cuando la decisión afecte los intereses de uno o más menores de edad. Consecuentemente, cuando en un
asunto esté involucrado un menor, el Juez debe procurar satisfacer de la mejor manera posible su interés superior, incluso,
por encima de los del propio quejoso, al constituir un principio vinculante en la actividad jurisdiccional y un elemento de
primer orden para delimitar el contenido y alcance de los derechos humanos de los menores, colocándolos como sujetos
cuyos derechos son objeto de protección prioritaria. Por lo anterior, cuando al narrar los hechos, un menor de edad no es
exactamente coincidente en las circunstancias de lugar respecto al suceso sufrido como víctima del delito –imprecisión de
los lugares exactos donde se consumaron las conductas delictuosas– y el Juez, al dictar su resolución, precisa dichas
circunstancias de lugar, ello no implica rebasar la acusación realizada por el Ministerio Público, pues el proceder del
juzgador sólo constituye adoptar de oficio las medidas necesarias para esclarecer los hechos que motivaron el proceso,
como son las relativas a corroborar los elementos contextuales que permitan la precisión de tiempo y lugar en suplencia
de la incapacidad del niño para expresar dichos conceptos de forma abstracta y convencional”.

Aunado a que no debe perderse de vista que, el Tribunal de enjuiciamiento ante su inmediación, no solo pudo
percatarse directamente del desahogo de los alegatos de apertura y clausura de las partes, sino además, pudo apreciar
de manera directa las pruebas que ante su inmediación se desahogaron, dejando con ello de tomar en cuenta lo establecido
por el numeral 261 párrafo tercero del Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual dispone que “se denomina
prueba a todo conocimiento cierto o probable sobre un hecho, que ingresando al proceso como medio de prueba en una
audiencia y desahogada bajo los principios de inmediación y contradicción, sirve al Tribunal de enjuiciamiento como
elemento de juicio para llegar a una conclusión cierta sobre los hechos materia de la acusación.

6
Lo asentado, tomando en cuenta lo resuelto dentro del Amparo Directo Penal número
1387/2018, del Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito con Sede en
esta Ciudad de Pachuca de Soto, Hidalgo.
11
Siendo la inmediación, uno de los pilares sobre el cual se funda el sistema acusatorio, que consiste en que el
Juez de forma directa y sin intermediarios debe conocer la prueba 7 , con la finalidad de que por medio de la propia
percepción, pueda tener mayor grado cognoscitivo, respecto de la práctica probatoria y así poder juzgar con mayor
plenitud; la inmediación, es el contacto del Juez sin intermediarios con la prueba para poder juzgar; principio que se
encuentra contenido en el artículo 20 apartado A, fracción II8 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
y 99 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

Así, de lo anterior, el que valorara la prueba desahogada en audiencia de debate y con ello fundara una sentencia
condenatoria, tendiendo por acreditado el delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor de iniciales E. L. T., de
ninguna manera implicaba rebasar la acusación formulada por la Representación Social, pues ello obedecería a lo que su
inmediación pudo apreciar en la audiencia de debate, máxime cuando se expuso, en audiencia de debate no solo se
escuchó en qué consistía la acusación formulada por la Representación Social, sino también los alegatos de apertura y
clausura formulados por la Representación Social, de los que se desprendía la acción voluntaria desplegada por el activo
y los actos sexuales ejecutados en la menor de iniciales E. L. T., aunado a la apreciación que pudo realizar de manera
directa de la prueba desahogada en audiencia de debate, que le permitían analizar la prueba desahogada en su integridad
contextual y de manera conjunta, a efecto de convalidar la valoración de la prueba conforme a lo establecido por el artículo
359 del Código Nacional de Procedimientos Penales, que dispone “el Tribunal de enjuiciamiento valorará la prueba de
manera libre y lógica, deberá hacer referencia en la motivación que realice, de todas las pruebas desahogadas, incluso de
aquellas que se hayan desestimado, indicando las razones que se tuvieron para hacerlo. La motivación permitirá la
expresión del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones contenidas en la resolución jurisdiccional. Sólo se
podrá condenar al acusado si se llega a la convicción de su culpabilidad más allá de toda duda razonable. En caso de
duda razonable, el Tribunal de enjuiciamiento absolverá al imputado”.

De ahí que, atendiendo a lo anterior, es procedente revocar la sentencia absolutoria dictada en favor de Jesús
López Juarico, en tanto que el delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor E. L. T., contrario a lo que resolvió
el Tribunal de enjuiciamiento y como así lo expone la agente del Ministerio Público apelante en sus agravios, sí se
encuentra acreditado; al tomarse en cuenta que el treinta de septiembre del año dos mil quince, aproximadamente a las
seis de la tarde, en el domicilio ubicado en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa Julia, el hoy sentenciado
Jesús López Juarico además de besar en la boca a la menor E. L. T., también le realizó tocamientos en su parte íntima,
conducta que resulta ser típica, antijurídica y culpable; si se toma en cuenta que:

7
Registro digital: 2020268; Instancia: Primera Sala; Décima Época; Materias(s):
Constitucional, Penal; Tesis: 1a./J. 54/2019 (10a.); Fuente: Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación. Libro 68, Julio de 2019, Tomo I, página 184; Tipo:
Jurisprudencia. “PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN COMO HERRAMIENTA
METODOLÓGICA PARA LA FORMACIÓN DE LA PRUEBA. EXIGE EL CONTACTO
DIRECTO Y PERSONAL DEL JUEZ CON LOS SUJETOS Y EL OBJETO DEL PROCESO
DURANTE LA AUDIENCIA DE JUICIO. Del proceso legislativo que culminó con la
instauración del Nuevo Sistema de Justicia Penal, se advierte que para el Poder
Reformador de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en vigor, el
principio de inmediación presupone que todos los elementos de prueba vertidos en un
proceso y que servirán para decidir sobre la responsabilidad penal de una persona, deben
ser presenciados sin mediaciones o intermediarios por el juez en una audiencia. Los
alcances de dicho propósito implican reconocer que es en la etapa de juicio donde la
inmediación cobra plena aplicación, porque en esta vertiente configura una herramienta
metodológica para la formación de la prueba, la cual exige el contacto directo y personal
que el juez debe tener con los sujetos y el objeto del proceso durante la realización de
la audiencia de juicio, porque de esa manera se coloca al juez en las mejores condiciones
posibles para percibir –sin intermediarios– toda la información que surja de las pruebas
personales, es decir, no sólo la de contenido verbal, sino que la inmediación también lo
ubica en óptimas condiciones para constatar una serie de elementos que acompañan a
las palabras del declarante, habilitados para transmitir y recepcionar de mejor manera
el mensaje que se quiere entregar, como el manejo del tono, volumen o cadencia de la
voz, pausas, titubeos, disposición del cuerpo, dirección de la mirada, muecas o sonrojo,
que la doctrina denomina componentes paralingüísticos”.

8
Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

A. De los principios generales:

(…);

II. Toda audiencia se desarrollará en presencia del juez, sin que pueda delegar en
ninguna persona el desahogo y la valoración de las pruebas, la cual deberá realizarse de
manera libre y lógica;
(…)”.

9
“Artículo 9o. Principio de inmediación
Toda audiencia se desarrollará íntegramente en presencia del Órgano jurisdiccional, así
como de las partes que deban de intervenir en la misma, con las excepciones previstas
en este Código. En ningún caso, el Órgano jurisdiccional podrá delegar en persona alguna
la admisión, el desahogo o la valoración de las pruebas, ni la emisión y explicación de la
sentencia respectiva”.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

Por cuanto a la tipicidad tenemos que, el delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la
víctima de identidad reservada, de iniciales E. L. T., se encuentra previsto y sancionado por los artículos 183,
184 en relación al artículo 181 fracción II, del Código Penal vigente para el estado de Hidalgo, los cuales
establecen:

"Artículo 183.- Comete el delito de abuso sexual, quien sin consentimiento de una persona y sin el
propósito de llegar a la cópula, ejecute en ella actos sexuales, la obligue a observarlos o la haga ejecutarlos
para sí o en otra persona, y se le impondrá prisión de dos a cuatro años y multa de 50 a 100 días.

Si la víctima de abuso sexual fuere persona menor de quince años de edad o que no tenga capacidad
para comprender el significado del hecho, aun con su consentimiento, o que por cualquier causa no pueda
resistirlo, se impondrá de cinco a nueve años de prisión y multa de 200 a 500 veces la Unidad de Medida y
Actualización.

Para efectos de este artículo se entiende por actos sexuales cualquier acción lujuriosa como tocamientos
o manoseos corporales obscenos, o los que representen por cualquier medio actos explícitamente sexuales u
obliguen a la víctima a representarlos".

"Articulo 184.- La punibilidad prevista en el artículo 183 y 183 bis se aumentarán una mitad, si se
empleare violencia o se efectuare con alguna de las agravantes previstas en el artículo 181 de este Código".

"Articulo 181.- Se aumentará una mitad a la punibilidad correspondiente, cuando concurra alguna de las
agravantes siguientes:
(…);

II.- El pasivo del delito sea ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta, hermano, adoptante,
adoptado, cónyuge o concubino, en relación al autor o partícipe;
(…)”.

Es de relevancia precisar que el Tribunal de Enjuiciamiento, realizó el estudio de los elementos de delito con base
en un precepto legal reformado y que no se encontraba vigente al momento en que ocurrieron los hechos, no obstante, lo
anterior resulta incólume, dado que en dicha disposición legal únicamente aumentó la punibilidad, no trasciende para la
acreditación de los elementos del delito, sin embargo, dicho aspecto se abordará en el capítulo respectivo a la
individualización de las penas.

De acuerdo con lo anterior, se desprenden como elementos, los siguientes:

a). Que sin consentimiento de una persona se ejecuten en ella actos sexuales (entendiendo como
actos sexuales cualquier acción lujuriosa como tocamientos o manoseos corporales obscenos, o los que
representen por cualquier medio actos explícitamente sexuales u obliguen a las víctimas a representarlos, o
bien, cualquier acción dolosa con sentido lascivo que se ejerza en el sujeto pasivo, sin su consentimiento, el
cual podría ser desde un roce, frotamiento o caricia 10).
b). Que dichos actos sexuales se realicen sin el propósito de llegar a la cópula.
c). Que la persona en la que se ejecuten los actos sexuales sea menor de quince años.
Y, por lo que hace a la agravante:
d). El pasivo del delito sea descendiente consanguíneo en línea recta en relación al autor.
Elementos que se desprenden plenamente acreditados con la prueba desahogada en audiencia de debate,
valorada de conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, tan es así que, se tiene convicción de la existencia de un delito de abuso sexual agravado en
agravio de E. L. T., sucedido el treinta de septiembre del año dos mil quince, aproximadamente a las seis de la tarde, en
el domicilio ubicado en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa Julia, cuando el hoy sentenciado Jesús
López Juarico besó en la boca a la menor de iniciales E. L. T.

Lo cual, se permite tener por acreditado al tomar en cuenta que por cuanto hace al primer elemento consistente
en que sin consentimiento de una persona se ejecuten en ella actos sexuales, en el caso en particular, en la persona
de la menor de iniciales E. L. T., se tiene acreditado con Lo declarado por la menor de iniciales E. L. T., quien estuvo en
sala anexa de testigo protegido, acompañada de la psicóloga Nancy Montserrat Piñones, testimonio que se desahogó en
una sala especial de testigo protegido, para evitar la confrontación de la menor víctima con el acusado de conformidad con
el artículo 366 del Código Nacional de Procedimientos Penales, mismo que al ser valorado de conformidad con lo
establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, genera convicción
para acreditar el elemento que nos ocupa, al advertirse que el mismo fue rendido de manera verosímil, sin intención de
perjudicar al acusado, y sin que se haya realizado contrainterrogatorio que lo desvirtuara, de igual manera debe ser tomado
en cuenta que de acuerdo al Protocolo de Actuación para quienes Imparten Justicia en casos que involucren Niñas, Niños
y Adolescentes, los niños adolescentes no deben ser tratados como adultos en los procesos judiciales en que intervengan,
ya sea como víctimas o testigos; en el particular es razonable tomar en cuenta que de conformidad con el citado protocolo,
los adolescentes, cuando se encuentran bajo situaciones de angustia son susceptibles a que lo emotivo los invada por
sobre lo racional, cuando un o una adolescente se encuentra en una situación que le provoca temor, confusión, angustia,
no funcionará con el total de su potencial, sino que por el contrario, le será difícil manejar sus emociones y sobreponerse
a las mismas; de esta forma, aunque su conversación puede parecer la de un adulto, sus habilidades no corresponden

Época Novena Época, Registro 176408, Instancia: Primera Sala, Tipo


10

de Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta, enero de 2006, Tomo XXIII. Materia(s) Penal, Tesis 1a/J.151/2005,
Página: 11, identificada bajo el rubro y texto "ABUSO SEXUAL. ELEMENTOS
PARA SU CONFIGURACIÓN".
13
con las de esta etapa, siendo vulnerables, tienden a confundirse y las emociones los invaden con mucha fuerza,
dificultándoles la elaboración de una declaración completa. Declaración de la cual se desprende la menor E. L. T.,
medularmente dijo, su papá le tocaba sus partes íntimas, que ella iba en tercero de primaria, que su papá a veces les
tocaba su parte íntima, les mordía los brazos, les tocaba su pecho y las obligaba a que le dieran beso en la boca, cuando
ellas no querían, cuando le tocaba el pecho nada más rozaba su mano. Que sus partes íntimas son sus pechos y su
vagina, frotaba su mano en sus partes, que esto lo realizaba en su casa de él, ubicada en la colonia ampliación Santa
Julia, en la calle 18, ya que se encontraba ahí por las visitas que hacía con él los fines de semana. Las visitas eran los
miércoles, sábado y domingo el horario no lo recuerda, que cuando ocurrió eso era por la tarde, y era el momento que se
iban a bañar o no estaban haciendo nada, acostadas en la cama. Que después de lo ocurrido nada más esperaron a que
llegara su mamá, para decirle lo ocurrido. Que cuando ocurrió esto ella iba en tercero de primaria, que su papá las tocaba
a ella y a su hermana; que el día de la semana en que ocurrieron los hechos fue miércoles; que su papá rozaba sus partes
íntimas cuando se iban a bañar, las tocaba con sus manos y ya después las metía a bañar; que los besos eran a la hora
de despedirlo o saludarlo, ellas no querían dar el beso en la boca sino en el cachete pero él las obligaba o les agarraba la
cara y las cambiaba. Probanza con la cual como se ha mencionado, se evidencia el acto sexual ejecutado por el activo en
la menor de iniciales E. L. T., y que evidentemente también pone de manifiesto el acto lascivo del activo, pues refiere la
menor, el activo no solo la obliga a darle el beso en la boca, sino además le tocaba sus pechos y sus partes íntimas no
solo a ella, sino también a su hermana, lo que evidentemente pone de manifiesto la ejecución de un acto sexual en la
menor de iniciales E. L. T., por parte del activo, pues qué otro significado puede tener el mismo si además de tocarle los
pechos y la vagina refiere, obligaba a la menor E. L. T., a darle besos en la boca, lo que evidencia la acción lujuriosa del
activo, pues qué otra intención tendría si obligaba a la menor de iniciales E. L. T., a besarlo en la boca, además de realizarle
tocamientos en su parte íntima, lo cual refiere la menor E. L. T., ocurrió un día miércoles en la tarde cuando iban de visita
ella y su hermana a la casa del activo; lo que sin duda evidencia, la ejecución de actos sexuales por parte del activo en la
menor de iniciales E. L. T. Ahora, si bien, la menor E. L. T., no precisó la fecha y hora exacta en que los hechos acontecieron
pues refirió fue un miércoles, sin embargo, se debe tomar en cuenta que difícilmente un niño, niña o adolescente podría
transmitir información vinculada a nociones del tiempo y espacio convencionales como lo haría un adulto; máxime si se
encuentra en una situación que le causa angustia y vulnerabilidad como se desprende, en el presente caso acontece, lo
cual no le resta veracidad al dicho de la menor víctima ni lo invalida, cuando incluso se desprende, ella es la víctima en el
ilícito que nos ocupa, además que tampoco se advirtió ni fue evidenciado a través de contrainterrogatorio que lo que E. L.
T., narró fuera materia de su invención o que ello no hubiese acontecido, cuando fue contundente en evidenciar que lo que
sí recordaba y aconteció es que su papá a ella y a su hermana les tocó sus partes íntimas y las obligaba a besarlo.

Lo cual, se ve corroborado con lo declarado por la perita en psicología Brenda Lazcano Valencia, probanza que
al ser valorada de conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, genera convicción para acreditar el elemento que nos ocupa y corroborar lo narrado por la menor
víctima E. L. T., ya que dicho testimonio proviene de una persona que tiene calidad de experta dado que sus conocimientos
especiales en la materia que dictaminó no fueron desvirtuados, en cuanto a su credibilidad, especificó y narró de manera
clara en interrogatorio las técnicas y métodos que empleó, no se estableció que hubiera empleado una técnica inadecuada
o que existiera otra diversa que permitiera conocer con mayor certeza la conclusión a la que arribó y, la información
brindada por la perita no fue desvirtuada en contrainterrogatorio. Probanza con la cual como se ha dicho, genera convicción
para acreditar el elemento que nos ocupa y corroborar lo narrado por la menor víctima E. L. T., en el sentido de que en su
persona se ejecutaron actos sexuales, tan es así que la perito dijo, al realizar la valoración psicológica de la menor de
iniciales E. L. T., el día cuatro de octubre de dos mil quince, la menor E.L.T., refirió que iba en tercer año de primaria y
recordaba que desde que tenía cuatro años su papá Jesús López Juarico le daba besos en la boca y le tocaba el pecho
debajo de la ropa, lo cual sucede los días miércoles, sábados y domingos, que son los días que lo ve, que la última vez
que fue a la casa de su papá fue el miércoles anterior, donde le dio dos veces besos en la boca, la primera cuando la
saludó y la segunda cuando estaba en su casa, que la jaló de la ropa, la apretó muy fuerte y que le dio un beso en la boca,
que cuando le toca el pecho es cuando la baña y que le dice que si no le da beso no le va a comprar nada, que también la
menor refirió que el activo le dijo que no le dijera nada a su mamá pero que no le hizo caso y sí le dijo a su mamá lo que
su papá le hacía; que refirió que incluso ella tenía los labios rasposos porque le da besos; refiriendo la perita que, derivado
de la valoración que realizó en la menor E. L. T., concluyó que la menor E. L. T., con respecto a su figura paterna lo percibe
hostil, experimenta sentimientos de rechazo y miedo hacia él, reflejando temor a ser lastimada en su integridad física lo
que le desencadena inseguridad y vulnerabilidad al igual que desvinculación afectiva con él, con respecto a su hermana
entabla buena comunicación y tiende a sentirse responsable de su bienestar, ella es una menor, qué consecutiva a la
dinámica familiar en la cual se desenvuelve, experimenta sentimientos de desamparo, sufrimiento, inadecuación y en
general siente la necesidad de cuidarse a sí misma, por otro lado refleja rasgos depresivos que se caracterizan por
sentimientos de tristeza, defensividad y desesperanza. De igual forma, ella ha generalizado la percepción de este entorno
familiar a su entorno exterior reflejando temor ante el mundo, además de que se percibe amenazada dentro de este, lo
que la lleva a irrumpir en conductas de sobre vigilancia como una forma de protección, de igual forma debido a que en el
entorno familiar ella no ha recibido muestras consistentes de seguridad, pues ella experimenta baja autoestima
caracterizada por una visión negativa de sí misma y deseando ser normal y semejante a otras personas con respecto a su
área social, pues es una menor quien tiende a aislarse, refleja dificultad para establecer dicho contacto social, teniendo
aislarse a mostrarse introvertida y retraída y con respecto al área psicosexual pues refleja indicadores de conflicto y de
preocupación sexual. Que con relación a la norma oficial NOM 046 SSA2 2005 para la violencia familiar sexual y contra
las mujeres, en la menor E.L.T. de los puntos contenidos en dicha norma se refleja baja autoestima, alteración en estado
emocional caracterizados por rasgos depresivos, incremento en sus indicadores de ansiedad, alteración en área
psicosexual debido a que se observan indicadores de confusión y preocupación sexual, encontrando en la menor alteración
en el área psicosexual debido a que refleja ansiedad sexual y preocupación de tipo sexual.

Entonces, como se ha dicho y se insiste, dicha probanza, genera convicción para acreditar el elemento que nos
ocupa y corroborar lo narrado por la menor víctima de iniciales E. L. T., en el sentido de que en su persona se ejecutaron
actos sexuales, pues se advierte, la menor E. L. T., al ser evaluada por la perita el día cuatro de octubre de dos mil quince
evidenció, el activo no solo le daba besos en la boca, sino que también la tocaba, con lo cual la perita pudo concluir, que
E. L. T., a su figura paterna, lo percibe hostil, experimenta sentimientos de rechazo y miedo hacia él, reflejando temor a
ser lastimada en su integridad física lo que le desencadena inseguridad y vulnerabilidad al igual que desvinculación afectiva
con él, reflejando en el área psicosexual indicadores de conflicto y de preocupación sexual.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

Lo cual de igual manera se ve robustecido y corroborado, con lo declarado por la menor de iniciales A. L. T.,
quien estuvo en sala anexa de testigo protegido, acompañada de la psicóloga Mayte Edith Flores Linares, testimonio que
se desahogó en una sala especial de testigo protegido, para evitar la confrontación de la menor víctima con el acusado de
conformidad con el artículo 366 del Código Nacional de Procedimientos Penales, mismo que al ser valorado de
conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
genera convicción para acreditar el elemento que nos ocupa, al advertirse que el mismo fue rendido de manera verosímil,
sin intención de perjudicar al acusado, y sin que se haya realizado contrainterrogatorio que lo desvirtuara, de igual manera
debe ser tomado en cuenta que de acuerdo al Protocolo de Actuación para quienes Imparten Justicia en casos que
involucren Niñas, Niños y Adolescentes, los niños adolescentes no deben ser tratados como adultos en los procesos
judiciales en que intervengan, ya sea como víctimas o testigos; en el particular es razonable tomar en cuenta que de
conformidad con el citado protocolo, los adolescentes, cuando se encuentran bajo situaciones de angustia son susceptibles
a que lo emotivo los invada por sobre lo racional, cuando un o una adolescente se encuentra en una situación que le
provoca temor, confusión, angustia, no funcionará con el total de su potencial, sino que por el contrario, le será difícil
manejar sus emociones y sobreponerse a las mismas; de esta forma, aunque su conversación puede parecer la de un
adulto, sus habilidades no corresponden con las de esta etapa, siendo vulnerables, tienden a confundirse y las emociones
los invaden con mucha fuerza, dificultándoles la elaboración de una declaración completa. Declaración de la cual, como
se dijo, corrobora lo de declarado por la menor de iniciales E. L. T., y evidencia los actos sexuales que en esta se ejecutaron
por parte del activo, cuando A. L. T., dijo, que su papá les tocaba sus partes íntimas que son el pecho y su vagina la cual
se encuentra entre las piernas, que las tocaba cuando les tocaba ir con él que eran los miércoles, los sábados y los
domingos; que su papá las tocaba cuando estaban en su casa, la cual está ubicada en la calle 18, en Santa Julia; que no
las dejaba en paz a su hermana E. L.T., y a ella, porque a veces las mordía o cuando llegaban con él las forzaba y les
jalaba la cara para que le dieran un beso en la boca a fuerzas; que su hermana le contó que también la tocaba y a veces
ella veía como la tocaba en su pecho y en la vagina, que cuando las tocaba no les decía nada sólo algunas veces; que les
jalaba la cara y le tenían que dar a fuerzas el beso en la boca; que si no le daban besos en la boca no les compraba nada
y si lo hacían les compraba una paleta; que su papá las tocaba en el horario de la tarde. Que recuerda que su papá las
tocaba en el momento de que su hermana o ella se quedaban embobadas en una computadora que tenían; lo que hace
evidente la ejecución de actos sexuales en el cuerpo de la víctima E. L. T., por parte del activo, pues la menor dijo, el
activo, quien es su papá, no solo la tocaba a ella, sino también a su hermana E. L. T., ya que incluso refirió ella veía a
veces como tocaba a su hermana en el pecho y su vagina, refiriendo que las obligaba a besarlo en la boca; ahora, si bien,
la menor no precisó la fecha y hora exacta en que los hechos acontecieron pues refirió su papá las tocaba cuando les
tocaba ir con él a su casa, lo cual era los días miércoles, sábados y domingos y, que cuando las tocaba era por la tarde,
sin embargo, se debe tomar en cuenta que difícilmente un niño, niña o adolescente podría transmitir información vinculada
a nociones del tiempo y espacio convencionales como lo haría un adulto; máxime si se encuentra en una situación que le
causa angustia y vulnerabilidad como se desprende, en el presente caso acontece, lo cual no le resta veracidad al dicho
de la menor A. L. T., ni lo invalida, cuando incluso se desprende, ella también fue víctima del activo, además que tampoco
se advirtió ni fue evidenciado a través de contrainterrogatorio que lo que narró A. L. T., fuera materia de su invención o
que ello no hubiese acontecido, cuando fue contundente en evidenciar que lo que sí recordaba y aconteció es que a ella
el activo le tocaba sus partes íntimas y la obligaba a besarlo, al igual que lo hacía con su hermana E. L. T.

Robusteciéndose lo anterior, con lo declarado por Julieta Salazar Baños, probanza que al ser valorada de
conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
genera convicción para acreditar el elemento que nos ocupa y corroborar también, lo narrado por la menor víctima E. L.
T., pues si bien, no fue testigo presencial de los hechos que nos ocupan, dado que no puede perderse de vista que el ilícito
que ahora nos ocupa, regularmente se comete casi siempre en ausencia de testigos, pues lo que el agente del delito
regularmente lo que busca es impunidad, lo cierto es, que la declarante narra lo que escuchó cuando las menores le
referían a su mamá que el activo les agarraba su parte, les agarraba los pechitos, las mordía, las besaba a la fuerza; con
lo cual también se corrobora la ejecución de actos sexuales por parte del activo en la pasivo.

Así como lo declarado por Margarita Torres Cordero, probanza que al ser valorada de conformidad con lo
establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, genera convicción
para acreditar el elemento que nos ocupa y corroborar también, lo narrado por la menor víctima E. L. T., pues si bien, no
fue testigo presencial de los hechos que nos ocupan, dado que no puede perderse de vista que el ilícito que ahora nos
ocupa, regularmente se comete casi siempre en ausencia de testigos, pues lo que el agente del delito lo que busca es
impunidad, lo cierto es, que la declarante narra lo que la propia menor E. L. T., le dijo, ya que refirió ésta es su hija y le
narró lo que el activo le había hecho cuando dijo, luego de enterarse que Jesús López Juarico besaba en la boca y tocaba
a las menores A. L. T., y E. L. T., al cuestionar a sus menores hijas estas le explicaron lo que el activo les había hecho
cuando dijo, las menores A. L. T. y E. L. T., se soltaron a llorar explicándole lo que el acusado les había hecho, que no
había sido una ocasión que ya habían sido varias ocasiones pero que el papá las amenazaba diciéndoles que no les iba
a comprar nada; que E. L. T., le dijo que no le decía porque su papá las había amenazado, que era no comprándoles
cosas, que la última vez que las menores convivieron con el activo fue el treinta de septiembre de dos mil quince, que el
horario de convivencia que el activo tenía con las menores era los miércoles de seis de la tarde a nueve de la noche, que
él vive en Ampliación Santa Julia, calle 18, número 102, Pachuca, Hidalgo. Probanza con la cual también se evidencia que
el activo ejecutó en la menor de iniciales E. L. T., actos sexuales, pues la testigo refirió, al cuestionar a sus hijas sobre lo
que le habían dicho de que el activo las besaba en la boca y las tocaba, ésta y la diversa menor A. L. T., se soltaron a
llorar y le explicaron lo que el activo les hacía y que las amenazaba diciéndoles que no les iba a comprar nada.

Actos sexuales que se desprende, fueron incluso sin consentimiento de la menor de iniciales E. L. T., cuando ella
misma refiere, el activo la obligaba a besarlo a la fuerza, que ella no quería; lo que hace evidente que ello se hacía en
contra de la voluntad de la menor de iniciales E. L. T.

Por lo tanto, las pruebas anteriormente mencionadas y valoradas permiten acreditar que efectivamente sobre la
menor de iniciales E. L. T., el activo ejecutó sin consentimiento de ésta, actos sexuales.

Por cuanto hace al elemento consistente en que, dichos actos sexuales se realicen sin el propósito de llegar
a la copula; también se tiene acreditado con lo declarado por la víctima menor de edad de identidad reservada e
identificada con iniciales E. L. T., testimonio que ha sido valorado con anterioridad en base a los artículos 265, 356, 359,

15
402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, del que se desprende que los actos realizados por el acusado
en la persona de la menor víctima, si bien eran de connotación sexual porque no solo la obligaba a besarlo en la boca,
sino que también la tocaba, cierto es que los mismos fueron sin el propósito de llegar a la cópula, tan es así que la menor
E. L. T., lo que dijo, fue que el activo lo que le realizó fueron tocamientos en sus partes íntimas y la obligaba a besarlo en
la boca.

Lo cual, se encuentra robustecido con lo declarado por la perita en psicología Brenda Lazcano Valencia, probanza
que ha sido valorada con anterioridad en base a los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, de la que se desprenden de igual manera y como anteriormente se ha dicho, los actos sexuales
realizados por el acusado en la corporeidad de la víctima menor de edad, mismos de los que se desprende la perita dijo,
lo que la menor dijo fue desde que tenía cuatro años su papá Jesús López Juarico le daba besos en la boca y le tocaba el
pecho debajo de la ropa, lo cual sucede los días miércoles, sábados y domingos, que son los días que lo ve, que la última
vez que fue a la casa de su papá fue el miércoles anterior, donde le dio dos veces besos en la boca, la primera cuando la
saludó y la segunda cuando estaba en su casa, que la jaló de la ropa, la apretó muy fuerte y que le dio un beso en la boca,
que cuando le toca el pecho es cuando la baña y que le dice que si no le da beso no le va a comprar nada, que también la
menor refirió que el activo le dijo que no le dijera nada a su mamá pero que no le hizo caso y sí le dijo a su mamá lo que
su papá le hacía; que refirió que incluso ella tenía los labios rasposos porque su papá le da besos; lo que evidencia, la
ejecución de los actos que el activo realizó sobre la menor E. L. T., si bien fueron de connotación sexual, pero no evidencian
que hayan sido con el propósito de llegar a la cópula, lo que advierte, fueron actos sexuales, sin el propósito de llegar a la
cópula; al no evidenciarse ninguna otra acción ejecutada por el activo tendiente a copular con la pasivo.

Ahora, por lo que hace elemento consistente en que la persona en la que se ejecuten los actos sexuales sea
menor de quince años; dicho elemento también se tiene acreditado, lo anterior, con el testimonio de Margarita Torres
Cordero, que al ser valorado de conformidad con los numerales 265, 356, 359, 401 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, se desprende, la menor de iniciales E. L. T., al momento de haberse ejecutado en su persona
por parte del activo los actos sexuales era menor de quince años, tan es así que dicha declarante en audiencia de debate
dijo, su hija de iniciales E. L. T., tenía como fecha de nacimiento el treinta de noviembre de dos mil siete; lo que hace
evidente, que para el treinta de septiembre de dos mil quince era menor de quince años, pues contaba con la edad de
siete años, diez meses.

Todo lo cual se vio robustecido, con la incorporación a la audiencia de debate de la documental marcada con el
número 2 dentro del auto de apertura a juicio oral consistente en la copia certificada del acta de nacimiento, de la víctima
de iniciales E. L. T., a la que se concede valor probatorio en términos de los numerales 380, 383 y 387 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, por no haberse controvertido su autenticidad; con la cual se tiene por evidenciado que al día
treinta de septiembre de dos mil quince, la menor de iniciales E. L. T., era menor de quince años, pues contaba con la
edad de ocho años, diez meses.

Por cuanto hace a la agravante, consistente en que la pasivo sea descendiente consanguíneo en línea recta
en relación con el autor; dicha circunstancia también se encuentra acreditada con lo declarado por la menor de iniciales
A. L. T., con lo declarado por E. L. T., con lo declarado por Julieta Salazar Baños y lo declarado por Margarita Torres
Cordero, mismas que generan convicción al ser valorados de conformidad con los numerales 265, 356, 359, 401 y 404 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, pues fueron coincidentes en referir el activo es padre de la menor E. L. T.

Lo que se ve robustecido con la incorporación a la audiencia de debate de la documental marcada con el número
2 dentro del auto de apertura a juicio oral consistente en la copia certificada del acta de nacimiento, de la víctima de iniciales
E. L. T., a la que se concede valor probatorio en términos de los numerales 380, 383 y 387 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, por no haberse controvertido su autenticidad; de la cual también se desprende, que el padre de
la menor de iniciales E. L. T., lo es el activo.

Y por lo tanto se tiene también por acreditado, que la pasivo E. L. T., es descendiente consanguíneo en línea
recta en relación al autor.

Como consecuencia de lo anterior, consideramos que al encontrarse reunidos los elementos y agravante,
exigidos por la descripción legal del delito de abuso sexual agravado, es que entonces también se encuentra plenamente
demostrada la tipicidad de la conducta denunciada; y que contrario a lo resuelto por el Tribunal de enjuiciamiento en la
sentencia apelada y como buen lo alega la Ministerio Público apelante en sus agravios, se encuentre demostrado con la
prueba desahogada en audiencia de debate, que el activo el día treinta de septiembre del año dos mil quince,
aproximadamente a las seis de la tarde, en el domicilio ubicado en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa
Julia, besó a la menor E. L. T., en la boca además de que se desprende de la prueba desahogada en audiencia de debate,
también le realizó tocamientos, lo cual fue sin el propósito de llegar a la cópula.

Una vez que como parte de los elementos constitutivos del delito de abuso sexual agravado se han tenido por
acreditadas tanto la existencia de la conducta como la tipicidad de la misma, es evidente que la antijuridicidad de esa
idéntica conducta es el siguiente elemento que debe comprobarse como parte integral del ilícito que nos ocupa, para de
esa forma integrar su configuración. De ahí, que bajo éste contexto, podemos decir que la conducta en estudio igualmente
resulta antijurídica por constituir el actuar del agente del delito un proceder que contraviene lo normado por las Leyes que
reglamentan el Estado de Derecho que regula nuestro actuar o comportamiento dentro de una sociedad debidamente
constituida, el cual es creado precisamente por los representantes de la sociedad a efecto de guardar un orden público y
de esa forma procurar la estabilidad y permanencia de dicho grupo social. Tomando además en consideración que toda
conducta típica desde el momento en que el Legislador la contempla como tal es antijurídica; por lo que entonces, esta
conducta necesariamente resulta antijurídica, por no haber sido desahogada probanza alguna con la cual se demuestre
que el activo del delito realizó dicha conducta al amparo de algún precepto legal permisivo o causa de justificación, por lo
que resulta indudable que entonces dicha conducta típica resulta antijurídica.

Por último, y para verificar que el delito de referencia se encuentra debida y legalmente integrado en todos y cada
uno de sus elementos, es procedente analizar y acreditar la culpabilidad de la conducta; la cual radica en el hecho de
que el resultado típico que se ha producido debe ser totalmente atribuible o imputable a persona que cuenta con
ACTA DE NOTIFICACIÓN

capacidades físicas y mentales para entender y comprender el hecho delictuoso que ha realizado así como los alcances
que éste ha tenido en el mundo fáctico, y que derivado de ello, a dicha persona podía exigírsele un actuar totalmente
distinto al que desplegó en forma voluntaria.

Basados en lo anterior, quiénes resolvemos podemos sostener que el presente elemento se encuentra
perfectamente colmado debido a que el activo es una persona a quien podemos considerar como apto psíquica y
físicamente tanto para ser responsabilizado de un hecho que la Ley califica como delito como también para ser sujeto al
castigo o sanción que corresponde por la ejecución del mismo; dicho de manera más clara, podemos decir, que el elemento
de referencia se acredita en virtud de que el agente del delito es una persona que al momento de los hechos se encontraba
en pleno ejercicio de sus facultades físicas y mentales, al no haberse desahogado probanza alguna que demostrara lo
contrario, lo que nos permiten colegir que el agente del delito al momento de los hechos sí tuvo la capacidad de decidir y
determinar el proceder que ejecutó en agravio de la víctima y que aquél al instante de suceder los hechos no sólo tuvo la
capacidad de disponerse voluntariamente a realizar actos sexuales a la víctima sino que además, tal actuar lo hizo
plenamente consciente de que el mismo constituía o configuraba un delito, ya que es del conocer o saber del común de la
gente y más todavía de quién goza de sus facultades físicas y mentales, que ejecutar actos sexuales a una menor es algo
que va contra lo regulado por la Ley, al configurar ello un delito, por tal motivo, podemos inferir que el agente actuó con
plena conciencia de que lo que hacía era un actuar delictivo que vulneraba el Estado de Derecho que nos rige en sociedad,
más aún, cuando no fue desahogada probanza alguna que acredite lo contrario, es decir, que el agente delictivo no tuviera
conciencia de lo ilícito de su proceder o que éste haya padecido al momento de los hechos algún tipo de enajenación
mental total o parcial que pudiera exculparlo de la comisión del delito en estudio por ser inimputable. Derivado de esto, es
notorio que al activo le era totalmente exigible un actuar distinto al que desplegó, ya que al ser mentalmente capaz de
discernir entre lo bueno y lo malo éste pudo conducirse de una manera diferente a efecto de no transgredir la Norma Penal;
en consecuencia, así es como queda plenamente acreditado que la conducta denunciada es culpable.

En consecuencia, con todo lo expuesto se estima, como se ha mencionado inicialmente al realizar el estudio del
presente ilícito, procedente revocar la sentencia absolutoria dictada por el Tribunal de enjuiciamiento, en favor de Jesús
López Juarico por el delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor de iniciales E. L. T., ya que contrario a lo
errado por el Tribunal de enjuiciamiento, el ilícito en comento sí se encuentra acreditado en todos y cada uno de sus
elementos que lo integran, ilícito que como se ha visto, se encuentra previsto y sancionado por los artículos 183, 184 en
relación al artículo 181 fracción II, del Código Penal vigente para el estado de Hidalgo, encontrándose como se ha visto,
demostrada tanto la tipicidad como la antijuridicidad y culpabilidad del mismo.

En tales condiciones y según se ha evidenciado, esta Sala determina que fue incorrecto que el Tribunal de
enjuiciamiento dentro de la resolución que se tilda de agraviante, no haya tenido por acreditados todos y cada uno de los
elementos constitutivos del delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la víctima menor de edad e
identificada con las iniciales E. L. T., pues como se ha visto el mismo sí se encuentra acreditado.

Toda vez que precisamente son los citados elementos del delito –conducta, típica, antijurídica y culpable- los que
se deben acreditar en la emisión de una sentencia definitiva condenatoria como la que ahora nos ocupa y los cuales se
han actualizado; de ahí que como se ha mencionado, lo procedente sea revocar la sentencia absolutoria dictada en favor
de Jesús López Juarico, al advertirse que el ilícito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor de iniciales E. L. T.,
sí se encuentra acreditado en todos y cada uno de sus elementos que lo integran.

Por otro lado, por cuanto hace al estudio de la RESPONSABILIDAD PENAL de Jesús López Juario, como así
ésta Colegiada lo puede apreciar, del contenido de las pruebas ofrecidas por la Representación Social, desahogadas en
la audiencia de debate, valoradas de manera libre y lógica, apreciadas de forma conjunta integral y armónica, con acierto
se acreditó más allá de toda duda razonable, que Jesús López Juarico, cometió el delito de abuso sexual agravado que
se le imputa, en agravio de las víctimas menores de edad de identidad reservada e identificadas con las iniciales A. L. T.,
y E. L. T., como autor directo del mismo en términos de lo establecido por la fracción I, del artículo 16 del Código Penal
para el Estado de Hidalgo.

Lo anterior, al encontrarse demostrado que fue Jesús López Juarico la persona que el día treinta de septiembre
del año dos mil quince, aproximadamente a las seis de la tarde, en el domicilio ubicado en la calle 18 número 102 de la
colonia Ampliación Santa Julia, además de obligar a la menor A. L. T., a besarlo en la boca, tocó los pechos y la vagina de
la menor A. L. T., con sus manos por debajo de la ropa, lo cual fue sin el propósito de llegar a la cópula; así, como también
fue la persona que, el día treinta de septiembre del año dos mil quince, aproximadamente a las seis de la tarde, en el
domicilio ubicado en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa Julia, besó a la menor E. L. T., en la boca
además de que se desprende de la prueba desahogada en audiencia de debate, también le realizó tocamientos en su
parte íntima, lo cual fue sin el propósito de llegar a la cópula.

Lo cual, se tiene acreditado con lo declarado por la menor A. L. T., quien estuvo en sala anexa de testigo
protegido, acompañada de la psicóloga Mayte Edith Flores Linares, testimonio que se desahogó en una sala especial de
testigo protegido, para evitar la confrontación de la menor víctima con el acusado de conformidad con el artículo 366 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, mismo que al ser valorado de conformidad con lo establecido por los artículos
265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, genera convicción para acreditar la
responsabilidad penal imputada a Jesús López Juarico, al advertirse que el mismo fue rendido de manera verosímil, sin
intención de perjudicar al acusado, y sin que se haya realizado contrainterrogatorio que lo desvirtuara, de igual manera
debe ser tomado en cuenta que de acuerdo al Protocolo de Actuación para quienes Imparten Justicia en casos que
involucren Niñas, Niños y Adolescentes, los niños adolescentes no deben ser tratados como adultos en los procesos
judiciales en que intervengan, ya sea como víctimas o testigos; en el particular es razonable tomar en cuenta que de
conformidad con el citado protocolo, los adolescentes, cuando se encuentran bajo situaciones de angustia son susceptibles
a que lo emotivo los invada por sobre lo racional, cuando un o una adolescente se encuentra en una situación que le
provoca temor, confusión, angustia, no funcionará con el total de su potencial, sino que por el contrario, le será difícil
manejar sus emociones y sobreponerse a las mismas; de esta forma, aunque su conversación puede parecer la de un
adulto, sus habilidades no corresponden con las de esta etapa, siendo vulnerables, tienden a confundirse y las emociones
los invaden con mucha fuerza, dificultándoles la elaboración de una declaración completa. Declaración de la cual, se

17
desprende la imputación directa que la menor de iniciales A. L. T., realiza en contra de Jesús López Juarico, de quien
refirió, es su padre, como la única persona que de manera directa a ella y a su hermana E. L. T., les realizó tocamientos
en sus partes íntimas y las obligaba a besarlos en la boca, cuando la menor al rendir su declaración medularmente refirió,
Jesús López Juarico cuando estaban en su casa les tocaba sus partes íntimas, que son el pecho y su vagina la cual, se
encuentra entre las piernas, que la tocaba con las manos al igual que el pecho; que las tocaba cuando les tocaba ir con él
que eran los miércoles, los sábados y los domingos; que cuando le tocó a ella los pechos y la vagina ya no recuerda pero
tenía cuatro o cinco años de edad, iba en primero o segundo de kínder; que su papá las tocaba cuando estaban en su
casa, la cual está ubicada en la calle 18, en Santa Julia, que cuando la tocaba se sentía muy incómoda, que a veces ella
llevaba falda o a veces llevaba su pantalón y su playera; que su papá la tocaba por debajo de la ropa, y que no las dejaba
en paz a su hermana E. L.T., y a ella, porque a veces las mordía o cuando llegaban con él las forzaba y les jalaba la cara
para que le dieran beso en la boca a fuerzas; que su hermana le contó que también la tocaba y a veces ella veía cómo la
tocaba en su pecho y en la vagina; que cuando las tocaba no les decía nada sólo algunas veces; que les jalaba la cara y
le tenían que dar a fuerzas el beso en la boca; que si no le daban besos en la boca no les compraba nada y si lo hacían
les compraba una paleta; que su papá las tocaba en el horario de la tarde. Que su papá la tocaba en sus partes íntimas,
debajo de la ropa, que cuando la tocaba era muy incómodo, era con las manos y era un poco fuerte para su edad. Que
recuerda que las tocaba en el momento de que su hermana o ella se quedaban embobadas en una computadora que
tenían. Lo que hace evidente como se ha mencionado, la imputación directa que la menor de iniciales A. L. T., realiza en
contra de Jesús López Juarico, de quien refirió, es su padre, como la única persona que de manera directa a ella y a su
hermana E. L. T., les realizó tocamientos en sus partes íntimas y las obligaba a besarlos en la boca; ahora, si bien, la
menor no precisó la fecha y hora exacta en que los hechos acontecieron pues refirió él las tocaba cuando les tocaba ir con
él a su casa, lo cual era los días miércoles, sábados y domingos y, que cuando las tocaba era por la tarde, sin embargo,
se debe tomar en cuenta que difícilmente un niño, niña o adolescente podría transmitir información vinculada a nociones
del tiempo y espacio convencionales como lo haría un adulto; máxime si se encuentra en una situación que le causa
angustia y vulnerabilidad como se desprende, en el presente caso acontece, lo cual no le resta veracidad al dicho de la
menor víctima ni lo invalida, cuando incluso se desprende, ella es la víctima del ilícito que nos ocupa, además que tampoco
se advirtió ni fue evidenciado a través de contrainterrogatorio que lo que narró la víctima fuera materia de su invención o
que ello no hubiese acontecido, cuando fue contundente en evidenciar que lo que sí recordaba y aconteció es que a ella
el activo le tocaba sus partes íntimas y la obligaba a besarlo en la boca, al igual que lo hacía con su hermana.

Sumándose a lo anterior, la imputación que de manera directa realiza la menor E. L. T., en contra de Jesús López
Juarico al declarar en audiencia de debate, quien estuvo en sala anexa de testigo protegido, acompañada de la psicóloga
Nancy Montserrat Piñones, testimonio que se desahogó en una sala especial de testigo protegido, para evitar la
confrontación de la menor víctima con el acusado de conformidad con el artículo 366 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, mismo que al ser valorado de conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359,
402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, genera convicción para acreditar la responsabilidad penal que
a Jesús López Juarico se le imputa, al advertirse que el mismo fue rendido de manera verosímil, sin intención de perjudicar
al hoy sentenciado, y sin que se haya realizado contrainterrogatorio que lo desvirtuara, de igual manera debe ser tomado
en cuenta que de acuerdo al Protocolo de Actuación para quienes Imparten Justicia en casos que involucren Niñas, Niños
y Adolescentes, los niños adolescentes no deben ser tratados como adultos en los procesos judiciales en que intervengan,
ya sea como víctimas o testigos; en el particular es razonable tomar en cuenta que de conformidad con el citado protocolo,
los adolescentes, cuando se encuentran bajo situaciones de angustia son susceptibles a que lo emotivo los invada por
sobre lo racional, cuando un o una adolescente se encuentra en una situación que le provoca temor, confusión, angustia,
no funcionará con el total de su potencial, sino que por el contrario, le será difícil manejar sus emociones y sobreponerse
a las mismas; de esta forma, aunque su conversación puede parecer la de un adulto, sus habilidades no corresponden
con las de esta etapa, siendo vulnerables, tienden a confundirse y las emociones los invaden con mucha fuerza,
dificultándoles la elaboración de una declaración completa. Declaración de la cual, se desprende la imputación directa que
la menor de iniciales E. L. T., realiza en contra de Jesús López Juarico, de quien refirió, es su padre, como la única persona
que de manera directa la besó a ella en la boca, además que a ella y a su hermana A. L. T., les realizó tocamientos en sus
partes íntimas, cuando la menor al rendir su declaración medularmente refirió, que Jesús López Juarico quien
desgraciadamente es su papá realizó un abuso hacia ella, al tocarle sus partes íntimas, que ella iba en tercero de primaria,
que su papá a veces les tocaba su parte íntima, les mordía los brazos, les tocaba su pecho y las obligaba a que le dieran
beso en la boca, cuando ellas no querían, que cuando le tocaba el pecho nada más rozaba su mano. Que sus partes
íntimas son sus pechos y su vagina, frotaba su mano en sus partes, que esto lo realizaba en su casa de él, ubicada en la
colonia ampliación Santa Julia, en la calle 18, ya que se encontraba ahí por las visitas que hacía con él los fines de semana.
Las visitas eran los miércoles, sábado y domingo, las realizaban su hermana A. L. T. y ella; que cuando ocurrió esto era
por la tarde y era el momento que se iban a bañar o no estaban haciendo nada, acostadas en la cama. Que después de
lo ocurrido nada más esperaron a que llegara su mamá, para decirle lo ocurrido. Que cuando ocurrió esto ella iba en tercero
de primaria, que su papá las tocaba a ella y a su hermana, que su hermana se los dijo cuando estaban en su casa que la
tocó y que tenía miedo, que su papá le tocó a su hermana su vagina y sus pechos; que el día de la semana en que
ocurrieron los hechos fue miércoles, que su papá rozaba sus partes íntimas cuando se iban a bañar, que las tocaba con
su mano y ya después las metía a bañar, que los besos eran a la hora de despedirlo o saludarlo, que ellas no querían darle
el beso en la boca, en el cachete, pero él las obligaba o les agarraba la cara y las cambiaba, lo cual sucedía cuando iban
de visita con su papá; que el día de la semana en que ocurrieron los hechos fue miércoles, que en algún momento ella
notó que su papá tocó a su hermana el mismo día que la tocaba a ella antes de bañarlas que fue el día miércoles. Probanza
con la cual también como se ha mencionado, se evidencia la imputación directa que la menor de iniciales E. L. T., realiza
en contra de Jesús López Juarico, como la única persona que a ella la besó en la boca, y quien a ella y a su hermana A.
L. T., además de obligarlas a besarlo en la boca, les realizaba tocamientos en sus partes íntimas. Ahora, si bien, la menor
E. L. T., no precisó la fecha y hora exacta en que los hechos acontecieron pues refirió fue un miércoles, sin embargo, se
debe tomar en cuenta que difícilmente un niño, niña o adolescente podría transmitir información vinculada a nociones del
tiempo y espacio convencionales como lo haría un adulto; máxime si se encuentra en una situación que le causa angustia
y vulnerabilidad como se desprende, en el presente caso acontece, lo cual no le resta veracidad al dicho de la menor
víctima ni lo invalida, cuando incluso se desprende, ella también es víctima, además que tampoco se advirtió ni fue
evidenciado a través de contrainterrogatorio que lo que E. L. T., narró fuera materia de su invención o que ello no hubiese
acontecido, cuando fue contundente en evidenciar que lo que sí recordaba y aconteció es que su papá a ella la besó en la
boca, y a ella y a su hermana les tocó sus partes íntimas y las obligaba a besarlo.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

Fortaleciéndose lo anterior, con lo declarado por la perita en psicología Brenda Lazcano Valencia, probanza
que al ser valorada de conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, genera convicción para acreditar la responsabilidad penal que a Jesús López Juarico se le imputa
y corroborar lo narrado por las menores víctimas A. L. T., y E. L. T., ya que dicho testimonio proviene de una persona que
tiene calidad de experta dado que sus conocimientos especiales en la materia que dictaminó no fueron desvirtuados, en
cuanto a su credibilidad, especificó y narró de manera clara en interrogatorio las técnicas y métodos que empleó, no se
estableció que hubiera empleado una técnica inadecuada o que existiera otra diversa que permitiera conocer con mayor
certeza la conclusión a la que arribó y, la información brindada por la perita no fue desvirtuada en contrainterrogatorio.
Probanza con la cual como se ha dicho, genera convicción para acreditar el aspecto que nos ocupa y corroborar lo narrado
por las menores víctimas A. L. T., y E. L. T., en el sentido de que en sus personas Jesús López Juarico ejecutó actos
sexuales, cuando la perito dijo, al realizar la valoración psicológica de la menor de iniciales A. L. T., el día cuatro de octubre
de dos mil quince, la menor A. L. T., refirió tenerle miedo a su papá porque le da besos en la boca y refirió que le pega con
el cinturón, que ello sucede cuando lo ve, que a su hermana también le da besos en la boca y la toca, señalando entre sus
piernas, que les dice que le den beso bien si no, no les va a comprar nada, que también le toca el pecho, que a veces ella
lleva vestido, a veces lleva mezclilla o a veces lleva pants y que cuando él la toca le duele, señalando que la toca entre
sus piernas; refiriendo la perita que, derivado de la valoración que realizó en la menor A. L. T., concluyó que la menor A.
L. T., se desenvuelve en un núcleo familiar inconsistente dentro del cual ella no ha recibido muestras consistentes para
darle seguridad a su figura paterna, la percibe hostil, experimenta sentimientos de rechazo y de miedo hacia él, lo que le
desencadena vulnerabilidad, temor a ser lastimada de igual manera refleja o lo percibe lejano emocionalmente y ha
desarrollado como la fantasía de anularlo de su entorno familiar, esto con el objetivo de sentirse con mayor libertad para
actuar libremente sin ser sancionada; que con respecto a su área psicosexual, se observan indicadores de ansiedad y
preocupación sexual, los cuales son indicadores inadecuados para su edad cronológica, porque, por la edad que tiene la
menor no debería de presentar ningún indicador a nivel psicosexual, el hecho de que lo presente está hablando de un
conflicto en dicha área. Que los indicadores que presentó la menor de iniciales A. L. T., no son propios de una niña de la
edad que en ese momento contaba A. L. T. Así mismo refirió que al valorar a la menor E. L. T., la menor E. L. T., refirió
que iba en tercer año de primaria y recordaba que desde que tenía cuatro años su papá Jesús López Juarico le daba
besos en la boca y le tocaba el pecho debajo de la ropa, lo cual sucede los días miércoles, sábados y domingos, que son
los días que lo ve, que la última vez que fue a la casa de su papá fue el miércoles anterior, donde le dio dos veces besos
en la boca, la primera cuando la saludó y la segunda cuando estaba en su casa, que la jaló de la ropa, la apretó muy fuerte
y que le dio un beso en la boca, que cuando le toca el pecho es cuando la baña y que le dice que si no le da beso no le va
a comprar nada, que también la menor refirió que el activo le dijo que no le dijera nada a su mamá pero que no le hizo
caso y sí le dijo a su mamá lo que su papá le hacía; que refirió que incluso ella tenía los labios rasposos porque le da
besos; refiriendo la perita que, derivado de la valoración que realizó en la menor E. L. T., concluyó que la menor E. L. T.,
con respecto a su figura paterna lo percibe hostil, experimenta sentimientos de rechazo y miedo hacia él, reflejando temor
a ser lastimada en su integridad física lo que le desencadena inseguridad y vulnerabilidad al igual que desvinculación
afectiva con él, con respecto a su hermana entabla buena comunicación y tiende a sentirse responsable de su bienestar,
ella es una menor, qué consecutiva a la dinámica familiar en la cual se desenvuelve, experimenta sentimientos de
desamparo, sufrimiento, inadecuación y en general siente la necesidad de cuidarse a sí misma, por otro lado refleja rasgos
depresivos que se caracterizan por sentimientos de tristeza, defensividad y desesperanza. De igual forma, ella ha
generalizado la percepción de este entorno familiar a su entorno exterior reflejando temor ante el mundo, además de que
se percibe amenazada dentro de este, lo que la lleva a irrumpir en conductas de sobre vigilancia como una forma de
protección, de igual forma debido a que en el entorno familiar ella no ha recibido muestras consistentes de seguridad, pues
ella experimenta baja autoestima caracterizada por una visión negativa de sí misma y deseando ser normal y semejante a
otras personas con respecto a su área social, pues es una menor quien tiende a aislarse, refleja dificultad para establecer
dicho contacto social, teniendo aislarse a mostrarse introvertida y retraída y con respecto al área psicosexual pues refleja
indicadores de conflicto y de preocupación sexual. Que con relación a la norma oficial NOM 046 SSA2 2005 para la
violencia familiar sexual y contra las mujeres, en la menor E.L.T. de los puntos contenidos en dicha norma se refleja baja
autoestima, alteración en estado emocional caracterizados por rasgos depresivos, incremento en sus indicadores de
ansiedad, alteración en área psicosexual debido a que se observan indicadores de confusión y preocupación sexual,
encontrando en la menor alteración en el área psicosexual debido a que refleja ansiedad sexual y preocupación de tipo
sexual.

Entonces, como se ha dicho y se insiste, dicha probanza, genera convicción para acreditar la responsabilidad
penal que a Jesús López Juarico se le imputa, y corroborar lo narrado por las menores víctimas de iniciales A. L. T., y E.
L. T., en el sentido de que Jesús López Juarico en sus personas ejecutó actos sexuales, pues se advierte, la menor A. L.
T., al ser evaluada por la perita el día cuatro de octubre de dos mil quince evidenció, Jesús López Juarico no solo le daba
besos en la boca, sino que la tocaba en sus pechos y vagina, al señalar que cuando la tocaba le dolía, señalando que la
tocaba entre sus piernas; con lo cual la perita pudo concluir, que A. L. T., a su figura paterna, la percibe hostil, experimenta
sentimientos de rechazo y de miedo hacia él, lo que le desencadena vulnerabilidad, temor a ser lastimada de igual manera
refleja o lo percibe lejano emocionalmente y ha desarrollado como la fantasía de anularlo de su entorno familiar, esto con
el objetivo de sentirse con mayor libertad para actuar libremente sin ser sancionada; que con respecto a su área
psicosexual, se observan indicadores de ansiedad y preocupación sexual, los cuales son indicadores inadecuados para
su edad cronológica, porque, por la edad que tiene la menor no debería de presentar ningún indicador a nivel psicosexual,
el hecho de que lo presente está hablando de un conflicto en dicha área. Que los indicadores que presentó la menor de
iniciales A. L. T., no son propios de una niña de la edad que en ese momento contaba A. L. T. Así mismo la menor E. L.
T., al ser evaluada por la perita el día cuatro de octubre de dos mil quince evidenció, Jesús López Juarico no solo la besó
en la boca, sino que también la tocaba, con lo cual la perita pudo concluir, que E. L. T., a su figura paterna, lo percibe
hostil, experimenta sentimientos de rechazo y miedo hacia él, reflejando temor a ser lastimada en su integridad física lo
que le desencadena inseguridad y vulnerabilidad al igual que desvinculación afectiva con él, reflejando en el área
psicosexual indicadores de conflicto y de preocupación sexual. Lo que revela, que los indicadores psicológicos que las
menores A. L. T., y E. L. T., presentaron fueron consecuencia de la conducta ejecutada por Jesús López Juarico en las
menores víctimas, pues éstas no solo refirieron que éste las besaba en la boca y las obligaba a hacerlo, sino que también
les realizaba tocamientos en sus cuerpos.

Imputación en contra de Jesús López Juarico que también se encuentra robustecida con lo declarado por Julieta
Salazar Baños, probanza que al ser valorada de conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404

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del Código Nacional de Procedimientos Penales, genera convicción para acreditar la responsabilidad penal que a Jesús
López Juarico se le imputa y corroborar también, lo narrado por las menores víctimas A. L. T., y E. L. T., pues si bien, no
fue testigo presencial de los hechos que nos ocupan, dado que no puede perderse de vista que el ilícito que ahora nos
ocupa, regularmente se comete casi siempre en ausencia de testigos, pues lo que el agente del delito lo que regularmente
busca es impunidad, lo cierto es, que la declarante narra lo que escuchó cuando las menores le referían a su mamá que
su papá les agarraba su parte, les agarraba los pechitos, las mordía, las besaba a la fuerza.

Sumándose también, la declaración rendida por Margarita Torres Cordero, probanza que al ser valorada de
conformidad con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
genera convicción para acreditar la responsabilidad penal que a Jesús López Juarico y corrobora también, lo narrado por
las menores víctimas A. L. T., y E. L. T., pues si bien, no fue testigo presencial de los hechos que nos ocupan, dado que
no puede perderse de vista que el ilícito que ahora nos ocupa, regularmente se comete casi siempre en ausencia de
testigos, pues lo que el agente del delito lo que busca es impunidad, lo cierto es, que la declarante narra lo que las propias
menores A. L. T., y E. L. T., le dijeron, ya que refirió, éstas son sus hijas y luego de enterarse que Jesús López Juarico
besaba en la boca y tocaba a las menores A. L. T., y E. L. T., al cuestionar a sus menores hijas estas le explicaron lo que
el activo les había hecho cuando dijo, las menores A. L. T. y E. L. T., se soltaron a llorar explicándole lo que el acusado
les había hecho, que no había sido una ocasión que ya habían sido varias ocasiones pero que el papá las amenazaba
diciéndoles que no les iba a comprar nada, evidenciando que A. L. T., de propia voz le dijo que el activo le había besado
los pechos y le había besado “la cosa” llevándose su mano hacia su parte íntima, que E. L. T., le dijo que no había dicho
nada porque el papá las había amenazado que era no comprándoles cosas, que le mencionaron que el hecho de verlo les
provoca miedo, que la última vez que las menores convivieron con Jesús López Juarico fue el treinta de septiembre de
dos mil quince, que el horario de convivencia que el activo tenía con las menores era los miércoles de seis de la tarde a
nueve de la noche, que él vive en Ampliación Santa Julia, calle 18, número 102, Pachuca, Hidalgo. Que le dijeron que su
papá le besó los pechos y A. L. T., le comentó que su papá le había agarrado “la cosa” llevándose la mano hacia su parte.
Por lo tanto, con dicha probanza también se pone de manifestó la imputación que de manera directa realiza Margarita
Torres Cordero en contra de Jesús López Juarico.

Por lo tanto, las probanzas anteriormente mencionadas y valoradas de conformidad con lo establecido por los
artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales, permiten tener por acreditado, más
allá de toda duda razonable, por ser aptas, bastantes y suficientes para demostrar que fue Jesús López Juarico la única
persona que el día treinta de septiembre del año dos mil quince, aproximadamente a las seis de la tarde, en el domicilio
ubicado en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa Julia, además de obligar a la menor A. L. T., a besarlo
en la boca, tocó los pechos y la vagina de la menor A. L. T., con sus manos por debajo de la ropa, lo cual fue sin el propósito
de llegar a la cópula; así, como también fue la persona que, el día treinta de septiembre del año dos mil quince,
aproximadamente a las seis de la tarde, en el domicilio ubicado en la calle 18 número 102 de la colonia Ampliación Santa
Julia, besó a la menor E. L. T., en la boca además de que se desprende de la prueba desahogada en audiencia de debate,
también le realizó tocamientos en su parte íntima, lo cual fue sin el propósito de llegar a la cópula; responsabilidad que se
advierte plenamente demostrada, en términos del artículo 16 fracción I, del Código Penal vigente en el estado de Hidalgo,
en su carácter de autor directo, por haber realizado por sí mismo los actos que produjeron el resultado típico de abuso
sexual agravado en agravio de las menores de edad de identidad reservada e identificadas con las iniciales A. L. T., y E.
L. T.

Dicho lo anterior, se puede apreciar del escrito de apelación que vierten el sentenciado y su defensora particular
apelante, que los mismos, luego de enunciar y transcribir los puntos considerativos IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI y XII de la
sentencia dictada por el Tribunal de enjuiciamiento, enuncia y transcribe el contenido de los numerales 1, 14 párrafo
segundo y tercero, 16 párrafo primero, 17 párrafo segundo, 20 inciso A) y B), 21 párrafos primero, segundo y tercero y 133
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los numerales 2, 3, 8 y 11 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, 1 y 8 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa Rica”,
130, 259, 261, 263, 265, 359, 402 y 406 del Código Nacional de Procedimientos Penales. De lo anterior, cabe decir al
sentenciado y a su defensora particular apelante que, el hecho de que transcriban parte de los puntos considerativos de
la sentencia apelada, así como el que enuncien y transcriban el contenido de los artículos que menciona en sus agravios,
ello no es suficiente para tener por debidamente formulados sus agravios, pues no basta que transcriban lo mencionado,
sino que además, se requería que los recurrentes enderezaran razonamiento lógico-jurídico tendiente a evidenciar si es
que lo consideraban, qué parte de ello fue lo que el Tribunal de enjuiciamiento violó o dejó de observar, y cómo debía
dictar su resolución para no generarles agravio, lo que en este caso no aconteció, pues los apelantes sólo se limitaron a
enunciar y transcribir parte de los puntos considerativos de la sentencia apelada y los preceptos que se han mencionado,
pero sin exponer razonamiento lógico-jurídico al respecto. Por tanto, la enunciación de lo anteriormente mencionado, no
puede ser suficiente para formular un agravio, pues no basta la simple expresión de manifestaciones generales y
abstractas, sino que es necesaria la expresión de un razonamiento lógico-jurídico al respecto; por lo que lo manifestado
en este sentido resulta inoperante; sustenta lo anterior el criterio de Rubro:

“AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS EN LOS QUE EL RECURRENTE SÓLO MANIFIESTA


QUE LA SENTENCIA IMPUGNADA VIOLA DIVERSOS PRECEPTOS CONSTITUCIONALES O LEGALES Y LOS
TRANSCRIBE”11.

Ahora, en cuanto a lo manifestado por el sentenciado y su defensora particular apelantes, en el sentido de que
no existe prueba que acredite el fin lascivo de la conducta ejercida sobre la pasivo (A. L. T.); es infundado, pues contrario
a lo que sostienen y como se ha visto en el presente considerando, particularmente en lo relativo al estudio del delito de

11
Época: Décima Época: Registro: 2011952; Instancia: Segunda Sala; Tipo
de Tesis: Aislada; Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro
31, Junio de 2016, Tomo II; Materia(s): Común; Tesis: 2a. XXXII/2016 (10a.);
Página: 1205.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

abuso sexual agravado, en agravio de la menor A. L. T., ello sí se encuentra acreditado con lo declarado por la menor A.
L. T., cuando dijo, Jesús López Juarico en contra de ella había cometido abuso físico, emocional y sexual, que les tocaba
sus partes íntimas que son el pecho y su vagina, la cual se encuentra entre las piernas, que su papá la tocaba por debajo
de la ropa, y les jalaba la cara para que le dieran beso en la boca a fuerzas, que su papá la tocaba en sus partes íntimas,
debajo de la ropa, que cuando la tocaba era muy incómodo, era con las manos y era un poco fuerte para su edad. Por lo
que contrario a lo referido por los apelantes sí existe prueba que acredita el fin lascivo de la conducta ejercida en la pasivo,
pues es claro que los tocamientos que el acusado realizaba en el cuerpo de la pasivo A. L. T., al tocarla con sus manos
por debajo de la ropa en su pecho y vagina, además de besarla en la boca, evidentemente advierten una actividad sexual
por parte del activo. De ahí que lo manifestado en este sentido resulte infundado.

Por otro lado, contrario a lo que refieren el sentenciado y su defensora particular apelantes en sus agravios, el
testimonio de Julieta Salazar Baños, sí es de tomarse en cuenta en el caso que nos ocupa, pues valorada de conformidad
con lo establecido por los artículos 265, 356, 359, 402 y 404 del Código Nacional de Procedimientos Penales no contraviene
los principios reguladores de la valoración de la prueba, ni la interpretación y aplicación exacta de la Ley, pues si bien
como se ha mencionado dentro del considerando que nos ocupa, no fue testigo presencial de los hechos, dado que no
puede perderse de vista que el ilícito que ahora nos ocupa, regularmente se comete casi siempre en ausencia de testigos,
pues lo que el agente del delito lo que regularmente busca es impunidad, lo cierto es, que la declarante narra lo que
escuchó cuando las menores le referían a su mamá que su papá les agarraba su parte, les agarraba los pechitos, las
mordía, las besaba a la fuerza. Por lo tanto, contrario a lo que solicitan, dicho testimonio sí es de tomarse en cuenta.

De igual manera, exponen los apelantes que el Tribunal de enjuiciamiento las contradicciones de Margarita Torres
Cordero en cuanto a la fecha en que sucedieron los hechos; es infundado, lo anterior, porque además, que de ello el
Tribunal de enjuiciamiento en la sentencia apelada sí se hizo cargo, también lo es que se comparte lo expuesto por el
Tribunal de enjuiciamiento en la sentencia apelada en el sentido de que si bien al declarar dicha testigo, refirió
equivocadamente la fecha en que sucedieron los hechos, sin embargo, en un ejercicio de superar contradicción se dejó
claro que los hechos ocurrieron el miércoles 30 de septiembre del 2015, por lo que su testimonio no pierde valor convictico,
ni mucho menos se desprende una contradicción sustancial para desestimar la actualización de los hechos que nos
ocupan, cuando se dejó en claro, que los hechos por los cuales inició la carpeta de investigación, acontecieron el día 30
de septiembre del 2015.

Aunado a que contrario a lo que sostiene el sentenciado y su defensora particular apelante en sus agravios, y
como se ha visto al realizar el estudio del delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la menor de iniciales
A. L. T., así como lo relativo al estudio de la responsabilidad penal de Jesús López Juarico en la comisión del mismo, a
donde nos remitimos para evitar obvias e innecesarias repeticiones, la Representación Social sí cumplió con la carga de
la prueba, pues probó tanto la existencia del delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la menor de iniciales
A. L. T., como la responsabilidad penal de Jesús López Juarico en la comisión del mismo, más allá de toda duda razonable;
además, que el Tribunal de enjuiciamiento sí realizó la valoración de la prueba desahogada en audiencia de debate de
manera libre y lógica, con base en la apreciación conjunta, integral y armónica de las mismas; pruebas que en ningún
momento se advirtieron, carecieran de licitud probatoria o que estuvieran contaminadas, pues como se ha mencionado, el
Tribunal de enjuiciamiento valoró en base a la apreciación conjunta, integral y armónica todos y cada uno de los elementos
probatorios que se desahogaron en dicha audiencia de debate, según la sana crítica, observando las reglas de la lógica,
los conocimientos científicos y las máximas de la experiencia. Sustentando lo anterior, la tesis 1a. LXXIV/2019 (10a.) de
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 1320, registro 2020480, Libro 69, agosto
de 2019, Tomo II, Décima Época, Materias(s): Penal, de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, de rubro:

“PRUEBAS EN EL SISTEMA PROCESAL PENAL ACUSATORIO. SU VALORACIÓN LIBRE Y LÓGICA POR


EL JUZGADOR EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 20, APARTADO A, FRACCIÓN II, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS”.

Por otro lado, exponen el sentenciado y su defensora particular apelantes en sus agravios, que el
Ministerio Público estuvo apoyado en conjeturas, creencias, suposiciones y presentimientos insuficientes para
fundar una sentencia; es infundado, pues de lo desahogado en audiencia de debate se desprende, que además
de que no es así, sino que se sustentó en probanzas que fueron desahogadas en audiencia de debate; también
lo es que las pruebas desahogas dentro de la misma y como se ha visto a lo largo del presente considerando,
particularmente por lo que hace a la acreditación del delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor
de iniciales A. L. T., y la responsabilidad penal de Jesús López Juarico en la comisión del mismo, a donde nos
remitimos para evitar obvias e innecesarias repeticiones, sí resultan suficientes, bastantes y pertinentes para
fundar una sentencia condenatoria como la que ahora nos ocupa; de ahí que lo manifestado en este sentido
también devenga infundado.

De igual manera, es infundado lo expuesto por el sentenciado y su defensora particular apelantes,


en el sentido de que la declaración de A. L. T., no es verosímil y no se corrobora con otro indicio; lo anterior,
porque además que, en audiencia de debate no se desacreditó lo declarado por la menor de iniciales A. L. T.,
ni se probó o evidenció que lo declarado por dicha menor haya sido falto de verdad y con la intención de
perjudicar al sentenciado, también lo es que en audiencia de debate no se desahogó probanza para
desacreditar su testimonio; además que, contrario a lo que sostienen y como se ha visto a lo largo del presente
considerando, particularmente por lo que hace a la acreditación del delito de abuso sexual agravado, en agravio
de la menor de iniciales A. L. T., y la responsabilidad penal de Jesús López Juarico en la comisión del mismo,
a donde nos remitimos para evitar obvias e innecesarias repeticiones, el dicho de la menor de iniciales A. L.T.,
sí se encuentra sustentado y corroborado con lo declarado por la menor de iniciales E. L. T., lo declarado por
Julieta Salazar Baños, lo declarado por Margarita Torres Cordero y lo declarado por la perita en materia de
psicología Brenda Lazcano Valencia. De ahí que, lo manifestado en este sentido por el sentenciado y su
defensora particular apelantes, resulte infundado, al igual que lo manifestado en el sentido de que no se probó
más allá de toda duda razonable la existencia de una acción desplegada en forma voluntaria por el agente del
delito, cuando se ha mencionado, de las probanzas desahogadas en audiencia de debate ello sí se evidenció
y probó con las declaraciones que anteriormente se han mencionado, donde se acreditó que el hoy

21
sentenciado, además de obligar a la menor A. L. T., a besarlo en la boca, tocó los pechos y la vagina de la
menor A. L. T., con sus manos por debajo de la ropa, lo cual fue sin el propósito de llegar a la cópula; además
que como se insiste y se ha mencionado, en audiencia de debate también se evidenció y dejó en claro que los
hechos por los cuales Margarita Torres Cordero denunció ocurrieron el miércoles 30 de septiembre del 2015.
De ahí que lo alegado en este sentido como se ha mencionado, resulte infundado.

Siendo así, que los agravios vertidos por el sentenciado y su defensora particular apelantes resulten
infundados y, que resulte acertado que el Tribunal de enjuiciamiento haya tenido por acreditado el delito de
abuso sexual agravado, cometidos en agravio de la menor de iniciales A. L. T., así como el que resulte de igual
manera acertado que se haya tenido por demostrada la responsabilidad penal de Jesús López Juarico en la
comisión del mismo a título de autor directo, de conformidad con lo establecido por la fracción I del artículo 16
del Código Penal vigente en la entidad; pues no existe duda alguna de que fue Jesús López Juarico, la persona
que lo cometió, ya que ello así se tiene plenamente acreditado, pues las probanzas que fueron desahogadas
en audiencia de debate contrario a lo sostenido por el sentenciado y su defensora particular apelantes en sus
agravios, son bastantes, suficientes y pertinentes para demostrarlo más allá de toda duda razonable.

Así, contrario a lo sostenido por el sentenciado y su defensora particular apelantes, estamos en una
debida fundamentación y motivación de la sentencia apelada en su parte condenatoria, hecha por el Tribunal
de enjuiciamiento, en términos de lo dispuesto por el artículo 16 constitucional, en lo relativo a la acreditación
de los delitos de abuso sexual agravado en agravio de la menor de iniciales A. L. T., así como la plena
responsabilidad penal del hoy sentenciado en su comisión a título de autor directo, pues ello así se demostró
más allá de toda duda razonable.

VII. INDIVIDUALIZACIÓN DE SANCIONES POR CUANTO HACE AL DELITO DE ABUSO SEXUAL


AGRAVADO EN AGRAVIO DE LA MENOR DE INICIALES A. L. T. En cumplimiento a la Ejecutoria dictada
en fecha siete de diciembre de dos mil veintitrés por el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito,
dentro del Amparo Directo Penal 891/2022 interpuesto por Jesús López Juarico, por propio derecho, contra
la sentencia dictada en fecha 12 doce de julio de 2022, dos mil veintidós, por la Sala Colegiada del Sistema
Penal Acusatorio y Oral del Honorable Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, se procede a
realizar un análisis de las penas impuestas por el Tribunal de enjuiciamiento establecidas en la sentencia
condenatoria impugnada, concretamente en lo relativo al estudio sobre individualización de sanciones –de
prisión y multa- realizado en el considerando VIII de la sentencia impugnada, debiendo enfatizar que bajo la
óptica de esta Sala Colegiada se advirtieron violaciones a los derechos fundamentales del sentenciado Jesús
López Juarico los cuales deberán ser reparados de oficio en suplencia de la deficiencia de los agravios
expresados.

En esa tesitura, el Tribunal de enjuiciamiento, a efecto de individualizar las penas derivadas de la comisión del
delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la menor A. L. T., acertadamente atendió lo establecido en el
artículo 410 del Código Nacional de Procedimientos Penales; exponiendo para ello lo siguiente:

“Este órgano colegiado considera que el grado de culpabilidad del acusado JESÚS LÓPEZ JUARICO, está
ubicado en el punto equidistante entre la mínima y la media, pues si bien es cierto la fiscalía pide una pena máxima, no se
estima procedente, pero este órgano tripartito si advierte circunstancias que fueron alegadas que le perjudican al enjuiciado
y que a criterio de esta autoridad justifican elevar el grado de reproche, haciendo uso de la facultad que nos concede el
artículo 21 de la Constitución Federal.

Como primer aspecto que le perjudica este órgano colegiado considera que la conducta típica y antijurídica fue
grave, ya que la misma fue cometida en la casa del padre de la menor víctima, donde el acusado tenía dominio del lugar,
lo que aumentaba la vulnerabilidad de la menor víctima, se toma en cuenta que el acusado aprovecho que la menor estaba
en su domicilio debido de un mandato judicial, que derivó de una solicitud hecha por el mismo acusado, por lo que se
suponía que la menor debería de estar más segura en dicho lugar; de igual manera tomamos en consideración que
pertenece a un grupo vulnerable por ser menor de edad y se trata de personas víctimas merecedoras de alta protección
tutelar, respecto de las cuales estos juzgadores deben privilegiar su absoluta seguridad, ya que se incrementa su
vulnerabilidad, lo que tiene que ver con aspectos que impactan en el menoscabo de los derechos que tiene un infante,
pues de acuerdo a la convención sobre los derechos del niño y la ley general de los derechos de niños, niñas y
adolescentes establece que tienen derecho al desarrollo, interpretado como un concepto integral que involucra todos los
aspectos de la vida del niño, tales como el desarrollo físico, mental, espiritual, psicológico y social elementos todos
necesarios para el desarrollo integral del infante, así como, cuestiones que le permitan un crecimiento saludable y
armonioso libre de toda forma de violencia, en esas condiciones, el ilícito cometido impacto de tal manera en la victima
que ha tenido consecuencias en su vida, ya que la menor victima manifiesto ante este Tribunal que pensaba mucho en
eso y consideraba que el acusado había cometido como quince delitos, abuso físico, emocional y sexual de lo que se
puede advertir la menor a pesar de su corta edad se siente afectada, lo que resulta relevante para la individualización de
la sanción, ya que forman convicción en este órgano colegiado para establecer que efectivamente la ejecución de la
conducta delictiva si ha repercutido en la vida y en el desarrollo de la víctima, cuestión que se hace verosímil.

Lo anterior es un aspecto que le perjudica al acusado pues se advierte una afectación que se produjo en la victima
que impacta en su vida cotidiana, posterior a la ejecución del delito y que es derivado de la conducta delictiva del acusado,
ya que reiteramos de la información que se escuchó fue la propia víctima la que de manera directa estableció que el origen
de lo que le estaba sucediendo, su preocupación, fue por lo que el enjuiciado le hizo.

Le perjudica que se trata de una persona mayor de edad y que de acuerdo a la cedula de identificación de los
datos que el propio inculpado proporcionó y firmó ante la administración se advierte que tenía 59 años de edad años, sabía
leer y escribir por haber cursado una carrera técnica y tenía una ocupación, pues refirió trabajar como carpintero,
cuestiones que le permitan respetar la norma jurídica quebrantada y le era exigible de comportarse de manera distinta.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

La naturaleza dolosa de la acción no puede tomarse en cuenta porque es propia de la descripción típica, ya que
tiene que ver con la acreditación del delito de abuso sexual gravado al ser abordadas en este momento recalificara la
conducta; le beneficia la forma de intervención, ya que al ser autor directo facilitó su identificación.

En otro aspecto existen tópicos que no pueden ser tomados en cuenta ni para beneficiarle ni perjudicarle al
enjuiciado al no haber sido probados por las partes como son las condiciones fisiológicas y psicológicas especificas en las
que se encontraba el acusado al momento del hecho, las costumbres, las condiciones sociales y culturales, que pertenezca
a un grupo étnico o pueblo indígena, sus usos y costumbres.
En conclusión, no se comulga con el pedimento de la fiscalía en el sentido de que se imponga la pena máxima a
JESÚS LÓPEZ JUARICO, porque en todo caso constituye su obligación procesal justificarlo, puesto que ni siquiera hizo
un estudio pormenorizado del numeral 410 del Código Nacional de Procedimientos Penales”.

En base a dichas argumentaciones, el Tribunal de enjuiciamiento estimó procedente ubicar al


sentenciado de cuenta, en un grado de culpabilidad ubicado en el punto equidistante entre la mínima y la
media; de lo cual esta Sala Colegiada discrepa, debido a que, de lo transcrito, se advierte que las circunstancias
que en concepto del Tribunal de Enjuiciamiento perjudican al sentenciado son:

1. Que la conducta se cometió en el domicilio del padre de la menor, aumentando la vulnerabilidad de la


víctima, al ser un lugar donde debía estar segura.
2. Que la víctima era menor de edad, además de ser mujer.
3. Que el sentenciado contaba con cincuenta y nueve años, sabía leer y escribir por haber cursado una carrera
técnica, además de ser carpintero.

Aspectos que, se estima que no son idóneos ni bastantes para justificar el aumento en el grado de
culpabilidad del sentenciado.

No debemos soslayar que, para la imposición de la pena superior a la mínima, debe ser atendiendo
a razonamientos lógico jurídicos a través de los cuales se valoren las circunstancias favorables y desfavorables
que pudieran influir en ello; y en el caso de las últimas, que deberán ser idóneas para justificar el aumento de
la pena a imponer, sobre todo que en el particular, se determinó que el grado de culpabilidad era el ubicado en
el punto equidistante entre el mínimo y el medio, de la pena correspondiente al delito de que se trata.

Que de facto, es considerable; al estar frente a la comisión de un ilícito respecto del cual se aumenta
la pena si se comete en contra de personas menores de quince años, circunstancia que exige la expresión por
parte de la Autoridad de verdaderos argumentos jurídicos que en realidad justifiquen un aumento en el grado
de reproche.

Relacionado con lo anterior, es aplicable y se comparte, la jurisprudencia VI. 2ºP. J/8, sustentada por
el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, visible en la página 1325, del Tomo XIX,
Junio de 2004, Novena Época, Materia Penal del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice:

“PENA, INDIVIDUALIZACIÓN DE LA. CUANDO NO SE IMPONE LA MÍNIMA DEBEN RAZONARSE LAS


CIRCUNSTANCIAS FAVORABLES Y DESFAVORABLES AL REO QUE INFLUYERON EN EL JUZGADOR
PARA AUMENTARLA. La cuantificación de la pena corresponde exclusivamente al juzgador, quien goza de plena
autonomía para fijar el monto que estime justo dentro de los mínimos y máximos señalados en la ley; por tanto, no está
obligado a imponer la pena mínima conforme a las tesis de jurisprudencia de la entonces Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicadas en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo II,
Materia Penal, páginas 178 y 182, respectivamente, de rubros: "PENA, INDIVIDUALIZACIÓN DE LA. ARBITRIO
JUDICIAL." y "PENA MÍNIMA NO OBLIGATORIA."; sin embargo, esa discrecionalidad debe basarse en las reglas
normativas de la individualización de la pena, y cuando no se fija la peligrosidad del acusado como mínima, la autoridad
está obligada a señalar y fundar las razones por las cuales aumentó -poco o mucho- la sanción, mediante el análisis de
las circunstancias favorables y desfavorables al reo, lo que no ocurre cuando sólo se mencionan sus características tales
como la edad, ocupación, si es delincuente primario, la forma en que realizó el delito, grado de intervención, etcétera, pues
si no se analizan dichas circunstancias ello implica que el juzgador realice esa cuantificación con base en apreciaciones
subjetivas, atendiendo a la conciencia o ánimo en que se encuentre al momento de resolver el asunto, lo que jurídicamente
es inadmisible, en virtud de que conforme al artículo 18 constitucional, el sistema penitenciario se basa en la readaptación
y no en el castigo; por tanto, resulta ilegal que no se consideren las circunstancias favorables al sentenciado, cuando no
hay en su contra aspectos que le perjudiquen como sería la reincidencia o proclividad a las conductas delictivas”.

Así, no debe ignorarse que la circunstancia de que los hechos ocurrieran en el interior del domicilio
del activo, constituye un aspecto que ya se ha tomado en consideración para establecer las circunstancias de
lugar, tiempo y ejecución en que se cometió el hecho que la ley señala como delito de abuso sexual agravado.

Mientras que, en lo relativo a la edad del sentenciado, no necesariamente constituye un factor


relevante que por sí solo aumente la pena, pues de ser así, a guisa de ejemplo, una persona por el simple
hecho de ser mayor de edad, invariablemente, en todos los casos tendría una culpabilidad superior a la mínima.

La vulnerabilidad de la víctima, consistente en que es mujer y menor de edad, como se indicó, es


motivo de incremento de la pena, en términos del artículo 183 del Código Penal para el Estado de Hidalgo, que
la aumenta en una mitad, si la víctima es menor de quince años-edad.

Ello aunado a que el tipo penal no agrava o aumenta la pena, por el hecho de que la víctima sea
mujer, lo que no puede entonces considerarse por las autoridades jurisdiccionales para aumentar la penalidad
que estableció el legislador.
23
Se insiste pues, que la labor de individualización judicial de las sanciones aplicables, estriba
en hacer un pronunciamiento tendente a justificar las razones por las cuales se toma la determinación de ubicar
al sentenciado en cierto grado de culpabilidad, pero ello, luego de realizar un estudio acucioso, profundo y
justificado previa confrontación entre factores que beneficien al reo y los que le perjudican.

Sin mayores exigencias que las que imponga el tipo penal, o bien, aquellas que ameriten un
verdadero aumento en el grado de reproche por ser notoriamente relevantes y por ende, en la pena a imponer,
siguiendo los lineamientos que para ello establece el artículo 410 del Código Nacional de Procedimientos
Penales.

Lo que exige la exposición de verdaderos argumentos jurídicos por parte de la autoridad


judicial, que demuestren plenamente que el grado de reproche del sentenciado es mayor, al mínimo y no meras
afirmaciones imprecisas, como las consideradas en el caso concreto por el Tribunal de Enjuiciamiento, que
como se ha precisado, no basan al no ser idóneas, para aumentar el grado de culpabilidad del sentenciado.

Esto es, no basta que la autoridad se limite a citar los factores que benefician al sentenciado
y particularmente, aquéllos que lo perjudican, sino que, es necesario y exigible, a efecto de brindar seguridad
jurídica y emitir una determinación acorde con la conducta realizada por el activo, realice una verdadera
confronta de los mismos y aporte razonamientos idóneos que justifiquen su determinación de elevar o no el
grado de reproche.

Por tanto, al resultar insuficientes los argumentos expuestos por el Tribunal de Enjuiciamiento
nos encontramos imposibilitados para tomar en consideración aspectos que no fueron considerados
atendiendo al principio del debido proceso, al no haberse realizado una correcta motivación en los términos
que exigen los numerales 14 y 16 de la Constitución y por ende, tampoco resultan idóneas para el aumento en
el grado de culpabilidad en que se ubicó, es violatorio de los derechos fundamentales del sentenciado, en
cuanto este aspecto se refiere.

Por lo tanto, al no haber factores que le perjudican al sentenciado, lo procedente es imponerle


a Jesús López Juarico, el grado de reproche mínimo, por lo que se modifica este aspecto de la sentencia
recurrida.

Ahora bien, atendiendo a lo anterior y tomando en cuenta lo dispuesto por los artículos 183 y 181
fracción II, del Código Penal vigente en el Estado de Hidalgo, debemos referir que si bien es cierto el Tribunal
de Enjuiciamiento transcribió en el considerando respectivo al estudio de los delitos las disposiciones legales
anteriormente referidas, no obstante, como ya se previno anteriormente dicho texto legal no se encontraba
vigente en el momento en que ocurrieron los hechos, lo cual no causó trascendencia en la acreditación de los
elementos del delito, pero si causa impacto al individualizar las penas, puesto que hubo un aumento en su
punibilidad.

No obstante, el Tribunal de Enjuiciamiento al imponer las penas aplicó el texto legal vigente al
momento en que ocurrieron los hechos, es decir, el treinta de septiembre de dos mil quince, la ley establecía
que la pena prevista para el delito de abuso sexual agravado era de tres a seis años de prisión y cien a
doscientos días de multa, lo que implica que a la pena calificada por tratarse de descendientes del activo, es
de cuatro años seis meses a nueve años de prisión, así como de ciento cincuenta a trescientos días de multa-
ahora Unidad de Medida de Actualización, por ende, esta Sala Colegiada estima que los límites de punibilidad
establecidos por el Tribunal de Enjuiciamiento resultan congruentes.

Empero, al concurrir una modificación en el grado de reproche que se deba imponer al sentenciado,
lo procedente es imponerle a Jesús López Juarico, una condena por el delito de abuso sexual agravado,
cometido en agravio de la menor de iniciales A. L. T., a una pena de prisión de cuatro años seis meses y
pena multa de 150 días, equivalentes a la cantidad de $10,515.00 (diez mil quinientos quince pesos 00/100
Moneda Nacional).

Siendo así, que resulta fundado lo manifestado por los apelantes en el sentido de que les genera
agravio que se haya considerado por el Tribunal de enjuiciamiento al momento de individualizar la pena, que
se trataba de una menor de edad, lo cual ya ha sido resarcido dado que se expusieron los argumentos por los
cuales no es dable considerar ese aspecto como una circunstancia que perjudique al sentenciado, dado que
como se indicó, es motivo de incremento de la pena, en términos del artículo 183 del Código Penal para el
Estado de Hidalgo, que la aumenta en una mitad, si la víctima es menor de quince años, por tal motivo se
modificó la pena en beneficio de éste atendiendo al principio del debido proceso.

Ahora, si bien, de conformidad con el artículo 20, apartado B, fracción IX último párrafo, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dispone que en toda pena de prisión que imponga
una sentencia, se computará el tiempo de la detención, disposición que es contemplada también por el numeral
28 del Código Penal en vigor. También cierto es, que como lo expuso el Tribunal de enjuiciamiento en la
sentencia apelada, Jesús López Juarico llevó todo su proceso en libertad, esto es, no estuvo privado de su
libertad por estos hechos; por lo cual el hoy sentenciado tendrá que compurgar su condena de manera íntegra.

En tales condiciones al demostrarse una violación a derechos humanos en la imposición de la pena


al sentenciado, se modificó el grado de reproche impuesto al sentenciado, considerado adecuado el grado de
reproche mínimo, y tomando en cuenta los límites de punibilidad establecidos en la ley, lo procedentes es
imponerle al sentenciado Jesús López Juarico por su responsabilidad penal como autor directo en la comisión
del delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor de iniciales A. L. T., a una pena de prisión de
cuatro años, seis meses y pena multa de 150 días, equivalentes a la cantidad de $10,515.00 (diez mil
ACTA DE NOTIFICACIÓN

quinientos quince pesos 00/100 Moneda Nacional);y, por ende, lo relativo a la imposición de las penas por
parte del Tribunal de enjuiciamiento al sentenciado Jesús López Juarico, se modifica.

VIII. REPARACIÓN DEL DAÑO Y PERJUICIOS POR CUANTO HACE A LA MENOR DE INICIALES A. L. T.
Por otra parte, en relación a lo establecido en el considerando IX (reparación de daños y perjuicios) de la sentencia
impugnada, donde el Tribunal de enjuiciamiento también realizó el pronunciamiento respectivo en relación a la -reparación
del daño y perjuicios-, se estima correcto que haya determinado condenar por dichos conceptos al hoy sentenciado Jesús
López Juarico, si se toma en cuenta que:

Respecto a dicha pena pública, la misma constituye un derecho de la víctima u ofendido de acuerdo al artículo
20, apartado C, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 1, 2, 4, 7, 11, 12 26 y 27 de la
Ley General de Víctimas; 406, del Código Nacional de Procedimientos Penales; con la finalidad de que se restablezca el
orden jurídico alterado por el delito cometido, por lo que se considera como una pena pública, de satisfacción preferente y
que tiene por objeto restituir a la víctima u ofendido de los daños que se le hayan ocasionado como consecuencia directa
del delito y por ende tiene la finalidad de que se restablezca el orden jurídico alterado por el mismo. En ese sentido, resulta
acertado que el Tribunal de enjuiciamiento haya atendido a lo establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, 7, 26 y 27 de la Ley General de Víctimas, dado que no se puede absolver de la reparación
de daños y perjuicios si se emite fallo de condena; por lo que resulta acertado que el Tribunal de enjuiciamiento haya
establecido en la sentencia apelada que:

“…En este apartado debe decirse, el artículo 20, Apartado B, Fracción IV, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos (antes de la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el dieciocho de junio del
dos mil ocho), en lo que interesa dice:

Articulo 20.- En todo proceso del orden penal, el inculpado, la víctima o el ofendido, tendrán las siguientes
garantías: (...)--- B. De la Victima o del ofendido: (…) --- IV Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente,
el Ministerio Público estará obligado a solicitar la reparación del daño y el Juzgador no podrá absolver al sentenciado de
dicha reparación si ha emitido una sentencia condenatoria..."

Al no existir cantidad específica se deja el quantum que resulte para la etapa de ejecución de sentencia que
deberá incluir tratamiento psicológico a favor de la victima de iniciales A.L.T. como una medida de rehabilitación que es
un aspecto inherente a la reparación del daño integral prevista por el numeral 20 apartado "C" de la Constitución Federal
en relación con los artículos 26 y 27 de la Ley General de Victimas que constituye un ordenamiento de orden público,
interés social y observancia obligatoria en el territorio nacional, que deberá pagar el acusado a favor de la sujeto pasivo,
pero se insiste dichas cuestiones deberán realizarse lo que corresponde en diversa etapa procesal.

En efecto, como pena de reparación integral del daño, al constituir un derecho fundamental de la víctima que
permite anular todas las consecuencias del acto ilícito y restablecer la situación que debió haber existido con toda
probabilidad, si el acto no se hubiera cometido, como un resarcimiento adecuado, de conformidad con lo establecido por
el artículo 4 cuarto de la Constitución Federal y 7 de la Ley General de Víctimas, a la menor de iniciales A.L.T. deberá
tener un tratamiento psicológico, que correrá a cargo del enjuiciado, por los efectos causados por el delito cometido, ya
que tratándose de la reparación del daño en materia penal cuando se vean involucrados menores de edad, las juzgadoras
y juzgador que integramos el Tribunal de Enjuiciamiento debe proteger y privilegiar sus derechos, aun cuando no formen
parte de la litis o las partes no los hagan valer adecuadamente, o incluso cuando el material probatorio sea insuficiente
para esclarecer la verdad de los hechos.

De esa manera, si durante un proceso penal surgen indicios de que un niño, niña o adolescente, puede tener el
carácter de víctima del delito, el juzgador tiene el deber de verificar oficiosamente tal situación, a fin de determinar si es
acreedor o no a la reparación integral del daño.

Por tanto, al amparo del principio de interés superior del menor, mediante un enfoque diferencial y especializado
ante la obligación de este órgano jurisdiccional de proteger los derechos de la infante y lograr que tenga un adecuado
desarrollo como se estableció en la audiencia respectiva se deberá girar el oficio a la Titular de la Procuraduría de la
Defensa del menor y la familia a efecto de que comisione personal a su cargo y le otorgue tratamiento psicológico a A.L.T.
desde este momento e instruya al personal que estime idóneo para que se dé el seguimiento necesario y lograr que se
haga efectiva la protección a la menor.

En su caso, la madre de la menor, la representante coadyuvante y la fiscalía deberán realizar lo conducente, con
la finalidad de que coadyuvan en la materialización de este mandato.

En resumidas cuentas, como se indicó, se condena al acusado al pago de la de daños y perjuicios, pero se deja
su cuantificación que resulte para ejecución de sentencia…".

En tales condiciones, es que se confirma la condena por reparación de daños y perjuicios, decretada
por el Tribunal de Enjuiciamiento, en contra del sentenciado Jesús López Juarico en el considerando IX, de la
sentencia apelada.

IX. AMONESTACIÓN POR CUANTO HACE AL DELITO DE ABUSO SEXUAL AGRAVADO EN


AGRAVIO DE LA MENOR DE INICIALES A. L. T. En lo concerniente a lo establecido en el considerando XI
(amonestación) de la resolución apelada donde se impuso la amonestación al sentenciado Jesús López
Juarico, el mismo también debe confirmarse; en primer término, a falta de motivos de disenso respecto a su
imposición.

Aunado a ello, debe reiterarse en la presente resolución de segunda instancia y por ello se determina
que en términos de lo dispuesto por el artículo 50 del Código Penal vigente en la entidad, amonéstese al

25
sentenciado Jesús López Juarico, explicándole las consecuencias del delito que cometió y exhortándolo a la
enmienda.

Lo anterior, ya que su imposición de ningún modo es indignante, ni puede cuestionarse acorde a los
parámetros previstos en el artículo 22 de la Constitución Federal y, por tanto, no trastoca derechos humanos,
sirviendo de soporte a lo antes expuesto, el razonamiento que a continuación su rubro se trascribe:

“AMONESTACIÓN EN UNA SENTENCIA PENAL. AL NO SER UNA PENA SINO UNA MEDIDA DE
SEGURIDAD QUE EN SÍ MISMA NO ES INDIGNANTE, NO PUEDE CUESTIONARSE ACORDE A LOS
PARÁMETROS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL Y, POR TANTO, NO
TRASTOCA DERECHOS HUMANOS”12.

X. SUSPENSIÓN DE LOS DERECHOS POLÍTICOS Y CIVILES DEL SENTENCIADO POR


CUANTO HACE AL DELITO DE ABUSO SEXUAL AGRAVADO EN AGRAVIO DE LA MENOR DE
INICIALES A. L. T. En lo concerniente a lo establecido en el considerando XII (suspensión de derechos
civiles y políticos) de la resolución apelada donde se impuso la suspensión de los derechos políticos y civiles
del sentenciado Jesús López Juarico, el mismo también debe confirmarse; en primer término, a falta de motivos
de disenso respecto a su imposición.

Aunado a que, la imposición hecha por el Órgano Jurisdiccional no irroga agravio alguno al
sentenciado, ni es violatorio de derechos fundamentales, ya que la citada suspensión de los derechos políticos
y civiles del sentenciado, se surte por Ministerio de Ley, en tanto que no se trata de una sanción autónoma e
independiente, sino de una consecuencia jurídica del delito, así como de la pena de prisión y por ende, la citada
suspensión estará vigente durante todo el tiempo que dure la mencionada condena privativa de libertad.

Por ello es que, se estima que la misma en lo absoluto resulta violatoria de algún derecho del
sentenciado, ya que incluso la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado que
para su imposición no es necesario que la hubiere solicitado el Ministerio Público, sirviendo para reforzar lo
antes expuesto, los criterios que a continuación sus rubros se trascriben:

“SUSPENSIÓN DE LOS DERECHOS CIVILES DEL SENTENCIADO. SU IMPOSICIÓN NO


REQUIERE LA PETICIÓN EXPRESA DEL MINISTERIO PÚBLICO”13.
“SUSPENSIÓN DE DERECHOS CIVILES PREVISTA EN EL ARTÍCULO 45, FRACCIÓN I, DEL
CÓDIGO PENAL FEDERAL. EL TRIBUNAL DE ALZADA PUEDE PRONUNCIARSE SOBRE SU
IMPOSICIÓN AUN CUANDO EL JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA OMITA HACERLO O SE ABSTENGA DE
DECRETARLA POR NO MEDIAR SOLICITUD AL RESPECTO POR PARTE DEL MINISTERIO PÚBLICO
DE LA FEDERACIÓN”14.

En tales condiciones y por lo antes mencionado, es que una vez que las constancias se pongan a
disposición del Juzgado Penal de Ejecución correspondiente, tal y como se dispondrá más adelante dentro de
esta resolución de segunda instancia, su Titular en términos del penúltimo párrafo del numeral 163 de la Ley
Nacional de Ejecución Penal, deberá girar el Oficio a que haya lugar al Vocal del Registro Nacional de Electores
de la Junta Local Ejecutiva en el Estado de Hidalgo para los efectos legales conducentes.

XI. PRONUNCIAMIENTO EN RELACIÓN A LOS AGRAVIOS DE LA AGENTE DEL MINISTERIO


PÚBLICO. Toda vez, que como se ha visto en el considerando que VI, de la presente resolución, los agravios
expuestos por la licenciada Silvia Patricia Meneses Daniells, en su carácter de agente del Ministerio Público
han resultado ser fundados, suplida en lo conducente su deficiencia en favor de la menor de iniciales E. L. T.,
lo procedente es revocar y revoca la sentencia definitiva en su parte absolutoria, dictada en fecha cuatro
de abril de dos mil veintidós, por el Tribunal de Enjuiciamiento integrado por las Juezas Martha Ydalia
Hernández Ramírez en su carácter de presidenta y Celsa Aguilar Flores en su carácter de relatora, así como
por el Juez Jesús Anim Ope Islas en su carácter de tercero integrante, del Primer Circuito Judicial de Pachuca
de Soto, Hidalgo, dentro de la Causa Penal de Juicio Oral número 108/2020; para en su lugar dictar y, se dicta
sentencia definitiva condenatoria en contra de Jesús López Juarico, al resultar ser penalmente
responsable más allá de toda duda razonable, en la comisión del delito de abuso sexual agravado, cometido
en agravio de la menor de iniciales E. L. T.

Consecuencia de lo anterior, se ordena al Tribunal de enjuiciamiento de origen, continúe con la secuela


del procedimiento, de conformidad con lo establecido por el capítulo VI (deliberación, fallo y sentencia), Título

12
Época: Décima Época Registro: 2003917 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro
XXII, Julio de 2013, Tomo 2 Materia(s): Constitucional, Penal Tesis: II.3o.P.13 P (10a.)
Página: 1321.
13
Época: Novena Época Registro: 167054 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis:
Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XXIX,
Junio de 2009 Materia(s): Penal Tesis: 1a./J. 39/2009 Página: 267.

14
Época: Novena Época Registro: 164888 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis:
Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XXXI,
Marzo de 2010 Materia(s): Penal Tesis: 1a./J. 133/2009 Página: 858.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

Octavo (etapa de juicio) del Código Nacional de Procedimientos Penales, realizando de manera inmediata lo
conducente, a efecto de llevar a cabo la celebración de la audiencia de individualización de sanciones,
reparación del daño y demás consecuencias jurídicas derivadas de la comisión del delito.

Por cuanto hace a la imposición de medidas cautelares, se deja a salvo el derecho del Ministerio
Público para realizar la solicitud correspondiente en términos del artículo 157 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, así como para la continuación del procedimiento; y, para lo cual, se
encomienda al Tribunal de enjuiciamiento provea lo conducente para hacer comparecer al acusado
Jesús López Juarico al proceso.

XII. En cumplimiento a la Ejecutoria dictada en fecha siete de diciembre de dos mil veintitrés por el
Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, dentro del Amparo Directo Penal 891/2022
interpuesto por Jesús López Juarico, por propio derecho, contra la sentencia dictada en fecha 12 doce de
julio de 2022, dos mil veintidós, por la Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio y Oral del Honorable
Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, tomando en consideración que la resolución que nos ocupa
fue recurrida tanto por el sentenciado y su defensora particular, así como por la Representación Social, en la
cual como se ha visto en el considerando VI, de la presente resolución de segunda instancia, en la que se han
tenido por acreditados los delitos de abuso sexual agravado, en agravio de las menores de iniciales A. L. T., y
E. L. T., así como la responsabilidad penal del sentenciado Jesús López Juarico en la comisión de los mismos,
más allá de toda duda razonable; es por lo que, el Tribunal de enjuiciamiento al momento de imponer las penas
que correspondan al sentenciado por la comisión del delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor
de iniciales E. L. T., también deberá pronunciarse por cuanto hace al concurso real de delitos,
conminándolo a determinar, de manera fundada y motivada, si en uso de sus facultades y en términos del
artículo 105, del Código Penal para el Estado de Hidalgo, a la penalidad mayor a aplicar, junto con su
calificativa, será aumentada con la diversa penalidad del distinto hecho considerado como delito de abuso
sexual agravado, cometido en perjuicio de la segunda víctima menor de edad, tal y como lo establece la
Autoridad Federal en la ejecutoria que se cumplimenta.

Adentrándose a dicho tópico, se cita el texto vigente del artículo 105 del Código Penal para el Estado
de Hidalgo, el cual dispone lo siguiente:

“Artículo 105.- En caso de concurso ideal, se impondrán las sanciones correspondientes al delito que
merezca la mayor penalidad, las cuales podrán aumentarse sin rebasar la mitad del máximo de la duración de
las penas correspondientes de los delitos restantes, siempre que las sanciones aplicables sean de la misma
naturaleza; cuando sean de diversa naturaleza, podrán imponerse las consecuencias jurídicas señaladas para
los restantes delitos.

En caso de concurso real se impondrá la sanción del delito más grave, la cual podrá aumentarse
con las penas que la Ley contempla para cada uno de los delitos restantes.

Cuando en el concurso de delitos referido en el párrafo que antecede, la suma exceda del límite
máximo previsto por el artículo 28 de este Código, podrá imponerse punición total hasta por sesenta años de
prisión”.

Del párrafo segundo transcrito, se deriva que tratándose de concurso real –como en el caso
indudablemente ocurre- se impondrá la sanción del delito más grave –con sus calificativas- la cual se “podrá”
aumentar con las penas que la ley contempla para cada uno de los delitos restantes.

Es decir, la decisión de aumentar la pena con la que corresponda al segundo o diversos hechos
delictuosos por los que se dicte sentencia, es potestad del Tribunal de Enjuiciamiento, que deberá emitir
una resolución fundada y motivada en la que justifique la razón por la que decida, si lo considera, sumar las
punibilidades que correspondan a los delios que en el caso particular se cometieron en contra de dos personas
–menores de edad- distintas.

Por lo que esta Sala Colegiada estima que, si bien se actualiza un concurso real de delitos,
el Tribunal de Enjuiciamiento tendrá la potestad para pronunciarse en términos del artículo 105 párrafo
segundo, del Código Penal para el Estado de Hidalgo, fundando y motivando si estima pertinente y procedente
sumar a la pena mayor que corresponda, incluida su calificativa, la diversa que corresponde al distinto hecho
que la ley señala como delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la segunda de las víctimas
menores de edad.

Lo que encuentra apoyo en la Jurisprudencia 1ª/J. 97/2012, de la Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, visible en foja 551, Libro XVI, Enero de 2013, Tomo I, Décima Época, Materias
Constitucional y Penal, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto siguientes:

“CONCURSO REAL DE DELITOS CALIFICADOS. LA AUTORIDAD JUDICIAL DEBE IMPONER


LAS PENAS INHERENTES A CADA UNO DE LOS TIPOS BÁSICOS, ADEMÁS DE SUS RESPECTIVAS
CALIFICATIVAS, SIN QUE ELLO IMPLIQUE UNA VIOLACIÓN AL DERECHO FUNDAMENTAL NON BIS IN
IDEM PREVISTO EN EL ARTÍCULO 23 CONSTITUCIONAL. Los tipos penales complementados
o calificados se conciben como aquellos tipos básicos a los cuales el legislador incorporó determinadas
circunstancias modificativas que atenúan o agravan la punibilidad prevista, es decir, complementos o partículas
que forman parte del propio tipo penal y que, incluso, debe analizar la autoridad judicial al emitir las primeras
resoluciones intraprocesales, ya sean órdenes de aprehensión o autos de plazo constitucional. Por otra parte,
el concurso real o material de delitos se actualiza cuando con una pluralidad de conductas realizadas por la
misma persona se cometen varios delitos, no conectados entre sí, y cuya nota distintiva es la independencia

27
de las acciones ilícitas que lo conforman, esto es, la concurrencia de varios hechos autónomos e
independientes entre sí. De ahí que, tratándose de la punición de un concurso real de delitos, integrado por
dos o más ilícitos calificados, la autoridad judicial de instancia debe imponer las penas inherentes a cada uno
de los tipos básicos integrantes del concurso, además de sus respectivas calificativas, esto es, las
circunstancias modificativas que se actualicen, sean agravantes o atenuantes, pues conforman una auténtica
unidad delictiva, sin que ello implique una violación al derecho fundamental non bis in idem previsto en el
artículo 23 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, toda vez que dicha vulneración
se actualiza cuando el Estado juzga dos veces a una persona con motivo de los mismos hechos delictivos,
mas no con aquellos casos donde el legislador establece una penalidad agravada diversa a la del tipo básico”.

XIII. ATENCIÓN PARA LAS VÍCTIMAS. En atención a que A. L. T., y E. L. T., fueron víctimas de
ilícitos de índole sexual, esta alzada estima que deben tomarse medidas para beneficiar su sano desarrollo
sexual, siendo al Estado al que le corresponde resarcir ese daño, proporcionando el tratamiento psicológico
especializado que necesiten las víctimas con el propósito de hacer efectivo el derecho humano consagrado en
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Por lo cual, se ordena al Tribunal de Enjuiciamiento del Primer Circuito Judicial de Pachuca de Soto,
Hidalgo, gire el oficio correspondiente a la Directora de la Unidad Especializada para la Prevención y Atención
de la Violencia Familiar y Sexual, por las siglas “UEPAVFS”, para tales efectos; asimismo, se deberá notificar
lo anterior a la representante legal15, de las aquí víctimas a fin de hacerle saber el derecho que tienen para
acudir a la citada institución y recibir atención especializada.

XIV. REMISIÓN DE AUTOS.- Se instruye al Tribunal de enjuiciamiento que, con la finalidad de que
se ejecuten las penas impuestas al sentenciado Jesús López Juarico, dé cumplimiento a lo establecido en el
artículo 413 del Código Nacional de Procedimientos Penales, ello de conformidad además, con lo establecido
por los artículos 3, fracción XI, 24 y 25 y 102 de la Ley Nacional de Ejecución Penal.

Debiendo remitir las constancias respectivas al Juzgado Penal de Ejecución del Primer Circuito
Judicial, órgano jurisdiccional a quien le corresponderá la ejecución de las penas impuestas al sentenciado
mencionado; siendo útil para sustentar lo antes mencionado, el criterio que a continuación su rubro se trascribe:

“PENAS. SU EJECUCIÓN ES COMPETENCIA EXCLUSIVA DEL PODER JUDICIAL, A PARTIR


DEL 19 DE JUNIO DE 2011”16.

Órgano Jurisdiccional que deberá requerir al sentenciado conforme a lo establecido por el artículo 102 de la Ley
Nacional de Ejecución Penal para que se interne voluntariamente en el Centro de Reinserción Social de Pachuca de
Soto Hidalgo, y en caso de no hacerlo, ordenará su reaprehensión inmediata.

XV. TRANSPARENCIA. En virtud de que la presente resolución es una sentencia definitiva, su


versión pública se emitirá conforme a lo dispuesto por el artículo 73 fracción II de la Ley General de
Transparencia y Acceso a la Información Pública. Por cuanto hace a lo dispuesto en el artículo 7 fracción III de
la Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados para el estado de Hidalgo, no
podrán tratarse datos personales sensibles, salvo que se cuente con el consentimiento expreso y por escrito
del titular.
Por lo anteriormente expuesto y fundado, es de resolverse y se:
R E S U E L V E:
PRIMERO. Esta Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio y Oral del Honorable Tribunal Superior
de Justicia del Estado de Hidalgo, ha sido competente para conocer y resolver el presente Toca Penal 87/2022,
de conformidad con lo expuesto en el Considerativo I de la presente sentencia de segunda instancia.

SEGUNDO. En cumplimiento a la Ejecutoria de Amparo dictada en fecha siete de diciembre de dos mil
veintitrés, por el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, dentro del Amparo Directo Penal
891/2022 promovido por el quejoso Jesús López Juarico, por propio derecho, se deja INSUBSISTENTE la
resolución dictada en fecha 12 doce de julio de 2022 dos mil veintidós, dentro del Toca Penal número 87/2022,
dictada por la Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio y Oral del Honorable Tribunal Superior de Justicia
del Estado de Hidalgo, dictando en su lugar una NUEVA RESOLUCIÓN en la que se han adoptado y
cumplimentado todos los lineamientos que se precisaron dentro de la Ejecutoria de Amparo que se menciona.

TERCERO. Por las razones expuestas en el Considerando VI, de esta Resolución de Segunda
Instancia, se concluye que los agravios expuestos por el sentenciado Jesús López Juarico y su defensora
particular licenciada Angélica Yazmin Hernández Hernández, resultan ser parcialmente fundados pero
insuficientes para revocar la sentencia apelada, por consiguiente, al advertirse violación a los derechos
fundamentales del sentenciado, misma que deberá de ser reparada de oficio.

CUARTO. En consecuencia del punto resolutivo TERCERO que antecede y de conformidad con lo
expuesto en el considerando VI, de la presente resolución, se MODIFICA la sentencia definitiva en su parte
condenatoria dictada por el Tribunal de enjuiciamiento en fecha cuatro de abril de dos mil veintidós, integrado
por las Juezas Martha Ydalia Hernández Ramírez en su carácter de presidenta y Celsa Aguilar Flores en su
carácter de relatora, así como por el Juez Jesús Anim Ope Islas en su carácter de tercero integrante, del Primer

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Margarita Torres Cordero, madre de las menores de iniciales A. L. T., y E. L. T.
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Época: Décima Época. Registro: 2001988. Instancia: Pleno. Tipo de
Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Libro XIII, Octubre de 2012, Tomo 1. Materia(s): Constitucional, Penal. Tesis:
P./J. 17/2012 (10a.). Página: 18.
ACTA DE NOTIFICACIÓN

Circuito Judicial de Pachuca de Soto, Hidalgo, dentro de la Causa Penal de Juicio Oral número 108/2020;
instruida en contra de Jesús López Juarico, por el delito de abuso sexual agravado, en agravio de la víctima
menor de edad de iniciales A. L. T., en su considerando VIII, en relación a su resolutivo TERCERO, para
quedar de la siguiente manera:

“TERCERO. Jesús López Juarico, es penalmente responsable de la comisión del delito atribuido de
abuso sexual agravado cometido en agravio de A.L.T. como autor directo, por lo que se le condena a sufrir
una pena de prisión de cuatro años seis meses y una pena multa de ciento cincuenta días de salario mínimo
que al momento de suceder los hechos (2015) $70.10 (setenta pesos 10/100 M.N.) que equivalen a $10,515.00
(diez mil quinientos quince pesos 00/100 M.N.)” quedando firmes y vigentes los demás resolutivos de la
resolución apelada.

QUINTO. Por las razones expuestas en el Considerando VI, de esta Resolución de Segunda Instancia,
se concluye que los agravios expuestos por la licenciada Silvia Patricia Meneses Daniells, en su carácter de
agente del Ministerio Público, han resultado ser fundados, suplida en lo conducente su deficiencia en favor de
la menor de iniciales E. L. T.

SEXTO. En consecuencia del punto resolutivo QUINTO que antecede, se revoca la sentencia
definitiva en su parte absolutoria, dictada en fecha cuatro de abril de dos mil veintidós, por el Tribunal de
Enjuiciamiento integrado por las Juezas Martha Ydalia Hernández Ramírez en su carácter de presidenta y
Celsa Aguilar Flores en su carácter de relatora, así como por el Juez Jesús Anim Ope Islas en su carácter de
tercero integrante, del Primer Circuito Judicial de Pachuca de Soto, Hidalgo, dentro de la Causa Penal de Juicio
Oral número 108/2020; para en su lugar dictar y, se dicta sentencia definitiva condenatoria en contra de
Jesús López Juarico, al resultar ser penalmente responsable más allá de toda duda razonable, en la comisión
del delito de abuso sexual agravado, cometido en agravio de la menor de iniciales E. L. T.

SÉPTIMO. Consecuencia de lo anterior, se ordena al Tribunal de enjuiciamiento de origen, continúe


con la secuela del procedimiento, de conformidad con lo establecido por el capítulo VI (deliberación, fallo y
sentencia), Título Octavo (etapa de juicio) del Código Nacional de Procedimientos Penales, realizando de
manera inmediata lo conducente, a efecto de llevar a cabo la celebración de la audiencia de individualización
de sanciones, reparación del daño y demás consecuencias jurídicas derivadas de la comisión del delito.

OCTAVO. Por cuanto hace a la imposición de medidas cautelares, se deja a salvo el derecho del
Ministerio Público para realizar la solicitud correspondiente en términos del artículo 157 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, así como para la continuación del procedimiento; y, para lo cual,
se encomienda al Tribunal de enjuiciamiento provea lo conducente para hacer comparecer al acusado
Jesús López Juarico al proceso.

NOVENO. Tomando en consideración que la resolución que nos ocupa fue recurrida tanto por el
sentenciado y su defensora particular, así como por la Representación Social, en la cual como se ha visto en
el considerando VI, de la presente resolución de Segunda Instancia, se han tenido por acreditados los delitos
de abuso sexual agravado, en agravio de las menores de iniciales A. L. T., y E. L. T., así como la
responsabilidad penal del sentenciado Jesús López Juarico en la comisión de los mismos, más allá de toda
duda razonable; es por lo que, el Tribunal de enjuiciamiento al momento de imponer las penas que
correspondan al sentenciado por la comisión del delito de abuso sexual agravado, en agravio de la menor de
iniciales E. L. T., deberá pronunciarse por cuanto hace al concurso real de delitos, conminándolo a
determinar, de manera fundada y motivada, si en uso de sus facultades y en términos del artículo 105, del
Código Penal para el Estado de Hidalgo, a la penalidad mayor a aplicar, junto con su calificativa, será
aumentada con la diversa penalidad del distinto hecho considerado como delito de abuso sexual agravado,
cometido en perjuicio de la segunda víctima menor de edad; atendiendo a lo establecido en el considerando
XII, de la presente resolución de segunda instancia.

DÉCIMO. Se ordena al Tribunal de Enjuiciamiento del Primer Circuito Judicial de Pachuca de Soto,
Hidalgo, dar cumplimiento a los establecido en el considerando XIII, de la presente resolución.

DÉCIMO PRIMERO. Se instruye al Tribunal de enjuiciamiento que, con la finalidad de que se ejecuten
las penas remita las constancias respectivas al Juzgado Penal de Ejecución del Primer Circuito Judicial, órgano
jurisdiccional a quien le corresponderá la ejecución de las penas impuestas al sentenciado Jesús López
Juarico. Órgano Jurisdiccional que deberá requerir al sentenciado conforme a lo establecido por el artículo
102 de la Ley Nacional de Ejecución Penal para que se interne voluntariamente en el Centro de
Reinserción Social de Pachuca de Soto Hidalgo, y en caso de no hacerlo, ordenará su reaprehensión
inmediata.

DÉCIMO SEGUNDO. Con testimonio auténtico de esta resolución, devuélvanse las constancias que
en su momento hubieren sido remitidas y previas las anotaciones que se hagan en el libro de gobierno,
archívese el presente toca penal como asunto totalmente concluido.

DÉCIMO TERCERO. En virtud de que la presente resolución es una sentencia definitiva, su versión
pública se emitirá conforme a lo dispuesto por el artículo 73 fracción II de la Ley General de Transparencia y
Acceso a la Información Pública. Por cuanto hace a lo dispuesto en el artículo 7 fracción III de la Ley de
Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados para el estado de Hidalgo, no podrán
tratarse datos personales sensibles, salvo que se cuente con el consentimiento expreso y por escrito del titular.

DÉCIMO CUARTO. Infórmese de la presente Resolución, a través de copia debidamente certificada


al Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, para su conocimiento y efectos legales
conducentes.

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DÉCIMO QUINTO. Notifíquese y Cúmplase.

A S Í lo resolvieron por Unanimidad las Magistradas y el Magistrado, integrantes de la Sala Colegiada


del Sistema Penal Acusatorio y Oral del Honorable Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo,
Licenciada CLAUDIA LORENA PFEIFFER VARELA (como presidenta y relatora), Licenciada ARIADNA
MARICELA MARTÍNEZ AUSTRIA, y Licenciado ESTEBAN ESPINOSA RAMÍREZ. DAMOS FE.

Lo que notifico a Usted por medio de la presente, y surtirá los efectos legales
correspondientes, conforme al artículo 82 fracción I, inciso b, 86 y 87 del Código Nacional
de Procedimientos Penales.

PACHUCA DE SOTO, HIDALGO; A 19 DIECINUEVE DE ENERO DE 2024 DOS MIL


VEINTICUATRO

LICENCIADO JESÚS SAMPERIO VERA


NOTIFICADOR DE LAS SALAS DEL SISTEMA PENAL ACUSATORIO

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