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EL PLENO DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA CONSIDERA IMPROCEDENTE LA EXCUSA

PRESENTADA POR EL JUEZ NACIONAL DOCTOR MIGUEL JURADO FABARA, QUIEN DEBERÁ
SEGUIR CONOCIENDO EL CASO PENAL DE ACCIÓN PRIVADA NO. 1477-2015 EN CALIDAD DE
JUEZ DE GARANTÍAS PENALES
En el incidente de negativa de excusa No. 02-2016-Pleno, suscitado entre los doctores Miguel
Jurado Fabara y Edgar Flores Mier, Juez y Conjuez, respectivamente, de la Sala de lo Penal,
Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, dentro de la querella
propuesta por la Dra. María José Carrión Cevallos contra la Dra. Lourdes Licenia Tibán Guala,
consta:
VOTO DE MAYORÍA
Juicio No. 02-2016
Juez Ponente: Dr. Asdrúbal Granizo Gavidia
TRIBUNAL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- Quito, 02 de marzo de 2016.- Las 11h00.-
VISTOS:

PRIMERO: ANTECEDENTES.-
1. Con fecha 19 de octubre de 2015, a las 10h04, la asambleísta, doctora María
José Carrión Cevallos presentó ante la Corte Nacional de Justicia una querella en
contra de la asambleísta, abogada Lourdes Licenia Tibán Guala, a quien acusa
como autora del delito de calumnia, tipificado en el artículo 182 del Código
Orgánico Integral Penal.
2. Dicha causa fue signada con el No. 1477-2015 y, conforme con el sorteo
realizado en la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y
Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, el 19 de octubre de 2015, a las 14h34,
correspondió su conocimiento al doctor Miguel Antonio Jurado Fabara como
Juez de Garantías Penales.
3. Mediante providencia de 28 de octubre de 2015, a las 11h00, el doctor Miguel
Antonio Jurado Fabara, dispuso que, con la finalidad de asegurar la competencia
en razón del fuero de la Corte Nacional de Justicia, se notifique a la licenciada
Gabriela Rivadeneira Burbano, Presidenta de la Asamblea Nacional, para que
certifique si la querellada, doctora Lourdes Licenia Tibán Guala, es asambleísta.
4. El 13 de noviembre de 2015, a las 07h04, el doctor Miguel Antonio Jurado
Fabara avocó conocimiento de la causa penal de acción privada No. 1477-2015,
luego de incorporar al proceso la certificación emitida por el abogado Christian
Proaño Jurado, Prosecretario General de la Asamblea Nacional, por medio de la
cual se justificó el cargo que la querellada ostenta, por lo que se confirmó que
goza de fuero de Corte Nacional; y, dispuso que la ciudadana María José Carrión
Cevallos comparezca a reconocer su querella el 18 de noviembre de 2015, a las
09h00, en la Secretaría de la Sala Penal ubicada en el primer piso de la Corte
Nacional de Justicia.
5. Posteriormente, mediante providencia de 3 de diciembre de 2015, a las 09h18,
se calificó la querella penal ordenándose la citación de la querellada, doctora
Lourdes Licenia Tibán Guala, asambleísta reelecta para el período legislativo
2013-2017, conforme lo dispuesto en el artículo 648 del Código Orgánico
Integral Penal y más aspectos que constan en la indicada providencia.
6. Mediante escrito de 11 de diciembre de 2015, a las 12h56, la querellante María
José Carrión Cevallos solicitó al doctor Miguel Antonio Jurado Fabara, Juez
Nacional, que se excuse de la tramitación de la causa penal, en base al artículo
“75 numeral 3 y 7 letra k” de la Constitución de la República, artículos 856 y 880
del Código de Procedimiento Civil; y, artículo 9 del Código Orgánico de la
Función Judicial, manifestando en dicho escrito, que:
“Adjunto para su conocimiento en copia simple la sentencia que reposa dentro del Proceso
Penal que se llevó a cabo en el Tribunal Segundo de Garantías Penales de Pichincha en
contra de Marco Roberto Tibán Guala, hermano de la asambleísta Lourdes Licenia Tibán
Guala, proceso en el cual a la fecha de la sustanciación del mismo, su autoridad
desempeñaba el cargo de Fiscal de la Unidad de Delitos Contra la Administración Pública,
existiendo un pronunciamiento por parte suya en contra de dicho acusado, el mismo que
fue sentenciado el 29 de Junio del 2011 a las 15h00; a 1 año de Prisión Correccional, por ser
encubridor y responsable del delito de Atentado Contra la Seguridad Interior del Estado.”
7. Por intermedio de la providencia dictada el 16 de diciembre de 2015, a las
12h15, el doctor Miguel Antonio Jurado Fabara, entre otros aspectos señaló:
“QUINTO.- En atención a lo expuesto, tenemos que la ley adjetiva ha previsto mecanismos
procesales para garantizar y proteger la recta y debida administración de justicia, más aún
que, en la especie se ha puesto en tela de juicio la imparcialidad de este juzgador,
arguyendo que en mi calidad de Fiscal, que ostentaba a la fecha, emití un pronunciamiento
acusatorio en contra de Marco Roberto Tibán Guala, hermano de la querellada Lourdes
Licenia Tibán Guala, quien recibió sentencia condenatoria por el ilícito tipificado y
sancionado en el art. 130 del Código Penal, vigente a la fecha; lo cual per se, contraría lo
dispuesto en el art. 76.7 k) de la Constitución de la República en concordancia con el art. 9
del Código Orgánico de la Función Judicial (…)
SÉPTIMO.- Siendo así, y con el fin de evitar cualquier resquicio que permita argüir sobre la
garantía de imparcialidad del juzgador, conforme reza el art. 76.7 k) de la Constitución de la
República que proclama como garantía del debido proceso, el ser juzgada ante un juez
imparcial que garantice los postulados del derecho y mandatos de justicia, el suscrito juez
con el fin de proteger la presunción de imparcialidad, amparado en lo dispuesto en la
norma constitucional supra así como en lo establecido en los arts. 10 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, 26.2 de la Declaración Americana de los Derechos del
Hombre, 8.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, 14.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 6.1 del Convenio Europeo para la protección
de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, me separo del conocimiento de la
causa, al haber fundado mi excusa en lo dispuesto en las normas constitucionales e
internacionales referidas supra, acorde a la exigencia contenida en el art. 880 del Código de
Procedimiento Civil, por lo que solicito que dicha excusa sea aceptada suspendiéndose la
competencia, conforme reza el art.164.1 del Código Orgánico de la Función Judicial, a fin de
que se proceda según lo establece el art. 174 ibídem. Para el efecto, remítase el proceso en
original al Presidente de la Corte Nacional de Justicia y póngase en conocimiento de las
partes de la relación procesal el contenido del presente auto…”
8. Con fecha 17 de diciembre de 2015, a las 11h35, ante el Presidente (e) de la
Corte Nacional de Justicia, doctor Vicente Robalino Villafuerte, conforme el
artículo 174 del Código Orgánico de la Función Judicial y artículo 6 de la
Resolución No. 02-2012 del Pleno de la Corte Nacional de Justicia, se sorteó
entre los Conjueces hábiles de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar,
Penal Policial y Tránsito la causa No. 1477-2015, habiendo correspondido
conocerla al doctor Edgar Flores Mier, para calificar la excusa y proveer lo que
corresponda de conformidad con el artículo 875 del Código de Procedimiento
Civil.
9. Mediante providencia de 5 de enero de 2016, a las 09h33, el doctor Edgar Flores
Mier avocó conocimiento de la causa y, entre otros aspectos, señaló:
“2.6. La presente causa penal, signada con el No. 1477-2015, que por delito de calumnia,
sigue la doctora María José Carrión Cevallos contra la doctora Lourdes Licenia Tibán Guala,
es totalmente diferente de la causa mencionada por el juzgador, tanto en el tipo penal
como de los sujetos procesales, lo que es distinto al motivo materia de la indicada excusa,
por lo tanto, no se trata del mismo proceso, ni de que exista conexidad. (…)
2.8. De otro lado, por el principio de taxatividad, las causas de excusa o recusación están
expresamente señaladas como tales en el texto legal –artículo 572 del Código Orgánico
Integral Penal-, sin que pueda ampliarse o aplicarse extensivamente, pues no hay causa de
excusa o recusación si la ley no lo señala explícitamente. Debe recordarse que la finalidad
del derecho procesal es garantizar la tutela del orden jurídico y por tanto la armonía y paz
sociales.
Por lo expuesto, al no haberse justificado ninguna de las causales del artículo 572 del
Código Orgánico Integral Penal, se niega la excusa presentada por el doctor Miguel Jurado
Fabara, por improcedente; y, conforme lo dispone el artículo 886 del Código de
Procedimiento Civil, supletorio del COIP, se dispone devolver el proceso, con los
argumentos de esta decisión…”
10. La querellante María José Carrión Cevallos, el 8 de enero de 2016, apeló la
providencia indicada en el acápite precedente, y a su vez en el mismo escrito
solicitó su revocatoria; petición que fue rechazada por el doctor Edgar Flores
Mier, a través de la providencia de 15 de enero de 2016, a las 10h00.
11. Con fecha 25 de enero de 2016, a las 14h12, el doctor Miguel Jurado Fabara,
Juez Nacional, luego de realizar varias puntualizaciones en Derecho, señala:
“SÉPTIMO.- En el caso in examine, de los asertos manifestados por los sujetos procesales,
se aprecia prima facie que, la imparcialidad del suscrito juez, se vería afectada por cuanto
al haber acusado al hermano de la querellada Lourdes Tibán Guala se habría generado en el
juzgador una opinión previa y desfavorable, lo cual atentaría al principio de imparcialidad
subjetiva. Siendo así, y con el fin de garantizar el postulado de derecho y justicia, amparado
en lo dispuesto en la norma constitucional supra así como en lo establecido en los arts. 10
de la Declaración Universal de los Derecho Humanos, 26.2 de la Declaración Americana de
los Derechos del Hombre, 8.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, 14.1 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 6.1 del Convenio Europeo para la
Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, por creer se encuentra
afectada mi imparcialidad, conforme los argumentos expuestos, reitero que la petición de
excusa se encuentra debidamente fundamentada según lo previsto en el artículo 880 del
Código de Procedimiento Civil, por lo que insto a que se la acepte o contrario sensu, se dé el
trámite previsto en el artículo 886 ibídem. Para el efecto, remítase el proceso en original al
doctor Edgar Flores Mier, Conjuez Nacional quien negó la excusa presentada, y póngase en
conocimiento de las partes de la relación procesal el contenido del presente auto…”
12. Finalmente, mediante auto de 4 de febrero de 2016, a las 11h58, el doctor Edgar
Flores Mier, Conjuez Nacional, luego de realizar un resumen sobre el trámite de
excusa en análisis, concluye:
“Por lo expuesto, ratificando que no existe causa legal para que proceda la excusa del
doctor Miguel Jurado Fabara, Juez Nacional y ante el conflicto incoado, conforme lo
dispone el artículo 886 del Código de Procedimiento Civil, norma supletoria en esta
materia, se dispone elevarse ante el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, a fin de que se
resuelva lo que en derecho corresponda.”

SEGUNDO: COMPETENCIA:
El artículo 180 numeral 3 del Código Orgánico de la Función Judicial, prescribe que al Pleno de
la Corte Nacional de Justicia, entre sus funciones, le corresponde: “Dirimir los conflictos de
competencia entre salas especializadas de la Corte Nacional de Justicia”.
En la providencia de 4 de febrero de 2016, a las 11h58, el doctor Edgar Flores Mier, Conjuez
Nacional, frente a la ratificación de la excusa presentada por el doctor Miguel Jurado Fabara,
dispuso que el proceso sea puesto en conocimiento del Pleno de la Corte Nacional de Justicia a
fin de que se resuelva el conflicto de competencia producido.
Con oficio No. 429 SSPPMPPT-CNJ-2016, de fecha 12 de febrero de 2016, la doctora Ximena
Quijano Salazar, Secretaria Relatora de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal
Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, remite el expediente a la doctora Isabel
Garrido Cisneros, Secretaria General de la Corte Nacional de Justicia, a fin de que se ponga a
conocimiento del Pleno.
Según razón sentada por la doctora Isabel Garrido Cisneros, Secretaria General de la Corte
Nacional de Justicia, el 17 de febrero de 2016, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia en
cumplimiento del Art. 141 del Código Orgánico de la Función Judicial, sorteó al Juez o Jueza
ponente para esta causa, correspondiendo actuar en esta calidad al Juez Nacional doctor
Asdrúbal Granizo Gavidia.

TERCERO: SISTEMA PROCESAL Y DEBIDO PROCESO


1. La Constitución de la República del Ecuador diseña y desarrolla un Estado
constitucional de derechos y justicia, cuyo máximo deber es respetar y hacer
respetar los derechos, garantizando la tutela efectiva, imparcial y expedita de
los mismos, así como el debido proceso que incluye la garantía de ser juzgado
por un juez competente. Por tanto la dirimencia en caso de conflictos de
competencia implica el acceso efectivo a la justicia ordinaria, cuyo sistema
procesal es un medio para su realización.
2. En el Título II, Capítulo Octavo de la Constitución de la República, se reconocen
los denominados derechos de protección, dentro de los cuales, el artículo 75
ibídem establece el derecho de toda persona al acceso gratuito a la justicia, a
la tutela efectiva y por ningún caso a quedar en indefensión; asimismo, por
disposición del artículo 76 de la Carta Fundamental se establece que en todo
proceso en el que se determinen derechos y obligaciones, se debe asegurar el
debido proceso, a través de la observancia de las garantías básicas que
desarrollan y materializan este derecho. También se halla el artículo 82, que
establece el derecho a la seguridad jurídica con fundamento en el respeto a la
Constitución “… y a la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y
aplicadas por las autoridades competentes”.
3. El Debido Proceso, a decir de Marta Inés Polanco Jaramillo, “…es un derecho
fundamental de aplicación directa a todas las actuaciones judiciales y
administrativas. Vincula a todas las autoridades, protege la libertad y
seguridad jurídica, dentro de un amplio repertorio de garantías procesales que
impiden la arbitrariedad y le brindan a quien es sometido a un proceso, medios
y oportunidades suficientes de defensa para lograr la aplicación justa de la ley”
(Debido Proceso Disciplinario, Garantías Constitucionales, Ediciones Librería
del Profesional, Primera Edición, 2001, Bogotá –Colombia, p. 176). De ahí que
Osvaldo Alfredo Gozaíni al abordar sobre este derecho, señala: “…el acceso a
la justicia es un presupuesto y, al mismo tiempo, una garantía constitucional”
(La Justicia Constitucional, Ediciones Depalma, Buenos Aires – Argentina, 1994,
p. 191); y, la Dra. Vanesa Aguirre al referirse a la tutela judicial efectiva
sostiene se trata de un derecho fundamental que aparece ligado “… al
derecho a la jurisdicción, que se conceptúa como aquel que asiste a toda
persona para requerir del Estado la prestación del servicio público –
administración de justicia…” (¿Estado Constitucional de Derechos?, Informe
sobre Derechos Humanos, Ecuador, 2009, Universidad Simón Bolívar,
Ediciones Abya-Yala, 2010, p. 13)
4. Desde esta perspectiva, entre las garantías básicas del debido proceso se
resaltan algunas de las contenidas en el artículo 76 que a su tenor dicen: “1.
Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el
cumplimiento de las normas y los derechos de las partes (…) 7. El derecho de
las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: “k) Ser juzgado por
una jueza o juez independiente, imparcial y competente. Nadie será juzgado
por tribunales de excepción o por comisiones especiales creadas para el
efecto”.
5. El artículo 156 del Código Orgánico de la Función Judicial, determina la
concepción que debe tenerse respecto de la competencia, al decir:
“Competencia es la medida dentro de la cual la potestad jurisdiccional está
distribuida entre las diversas cortes, tribunales y juzgados, en razón de las
personas, del territorio, de la materia, y de los grados”, que a decir de Hugo
Alsina la competencia debe ser entendida “… como la aptitud del juez para
ejercer su jurisdicción en un caso determinado” (Tratado Teórico Práctico de
Derecho Procesal Civil y Comercial, Tomo II, Segunda Edición, Ediar Soc. Anón.
Editores, Buenos Aires- Argentina, 1967, p.512).
6. Es conocido que varias garantías básicas del debido proceso a más de tener
rango constitucional, tienen tutela a través de instrumentos internacionales de
derechos humanos, así:
6.1 En la Declaración Universal de Derechos Humanos, los artículos 8 y 10,
establecen:
“Art. 8.- Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley”;
“Art. 10.- Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación
contra ella en materia penal”.
6.2 El artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
determina:
“1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona
tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido por la ley en la substanciación de
cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus
derechos u obligaciones de carácter civil…”.
6.3 En la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José),
en el artículo 8.1, se establece como una de las garantías judiciales, que:
“Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra
ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o
de cualquier otro carácter…”;
7. Para los efectos del presente análisis, es necesario tener en cuenta que la
Constitución de la República, en el Título IV, Capítulo Cuarto, que trata sobre la
Función Judicial y Justicia Indígena, en la Sección Cuarta precisa sobre la
Organización y Funcionamiento, y en el artículo 177 prescribe: “La Función
Judicial se compone de órganos jurisdiccionales, órganos administrativos,
órganos auxiliares y órganos autónomos. La ley determinará su estructura,
funciones, atribuciones, competencias y todo lo necesario para la adecuada
administración de justicia.”; y en el artículo 178 ibídem, singulariza los órganos
jurisdiccionales encargados de administrar justicia; al Consejo de la Judicatura
como órgano de gobierno, administración, vigilancia y disciplina de la Función
Judicial; a los órganos auxiliares como el servicio notarial, los martilladores
judiciales, depositarios y los que determine la Ley; y, a la Defensoría Pública y
Fiscalía General del Estado como órganos autónomos de la Función Judicial; en
este marco constitucional, según el artículo 167 de la Carta Fundamental: “La
potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por los órganos
de la Función Judicial y por los demás órganos y funciones establecidos en la
Constitución”; en tanto que, por disposición del artículo 195 del texto
constitucional: “La Fiscalía dirigirá, de oficio o a petición de parte, la
investigación preprocesal y procesal penal; durante el proceso ejercerá la
acción pública con sujeción a los principios de oportunidad y mínima
intervención penal, con especial atención al interés público y a los derechos de
las víctimas. De hallar mérito acusará a los presuntos infractores ante el juez
competente, e impulsará la acusación en la sustanciación del juicio penal. Para
cumplir sus funciones, la Fiscalía organizará y dirigirá un sistema especializado
integral de investigación, de medicina legal y ciencias forenses, que incluirá un
personal de investigación civil y policial; dirigirá el sistema de protección y
asistencia a víctimas, testigos y participantes en el proceso penal; y, cumplirá
con las demás atribuciones establecidas en la ley”; por tanto, sólo a juezas y
jueces la Constitución ha asignado la potestad de administrar justicia, en tanto
que, a la Fiscalía le ha concedido la titularidad de la acción penal pública; ello
explica que el artículo 172 de la Constitución establece la triple sumisión de
juezas y jueces en cada acto jurisdiccional que se emita, al decir en su primer
inciso: “Las juezas y jueces administrarán justicia con sujeción a la
Constitución, a los instrumentos internacionales de derechos humanos y a la
ley…”; de manera que si juezas y jueces sometemos nuestros actos
jurisdiccionales del modo que dispone la Constitución se materializa el
principio de imparcialidad, que se encuentra implícitamente comprendido en
el de independencia; en tanto, juezas y jueces hacen valer el derecho con
ausencia total, de expresar en su accionar un interés en la causa.
Por ello, Hernando Devis Echandía, sostiene: “Esta imparcialidad es una de las razones que
exigen la independencia del órgano judicial en el sentido expuesto. Pero con ella se contempla
además la ausencia de todo interés en su decisión, distinto del de la recta aplicación de la
justicia. Al juez le está vedado conocer y resolver asuntos en que sus intereses personales se
hallen en conflicto con su obligación de aplicar rigurosamente el derecho. No se puede ser
juez y parte a un mismo tiempo. De ahí las causales de impedimento y de recusación que en
todos los códigos de procedimiento se han establecido” (Compendio de Derecho Procesal,
Tomo I, Novena Edición, Editorial ABC, Colombia-Bogotá, 1983, p.38.)
De tal manera que la esencia de la jurisdicción supone que el titular de la potestad
jurisdiccional no puede ser al mismo tiempo parte en el conflicto que se somete a su decisión.
Por tanto al momento que el Juez es un tercero, esta calidad de no ser parte en la contienda
jurídica le genera su posición de imparcialidad; misma que no puede suponer sólo que el
titular de la potestad jurisdiccional no sea parte, sino que implica también que su juicio ha de
estar determinado únicamente por el cumplimiento correcto de su función, es decir, por la
actuación del derecho objetivo en el caso concreto, sin que ninguna circunstancia ajena a esa
función influya en su decisión jurisdiccional, sino que ésta responda en forma estricta al mérito
de los autos.
De ahí que, la determinación de la condición de jueza, juez, juezas o jueces competentes e
imparciales, es un derecho y una garantía esencial que permite la concreción del debido
proceso y la tutela judicial efectiva, precautelando que el órgano jurisdiccional que conoce y
resuelve un proceso, actúe conforme el Derecho prescribe, con el propósito de resolver sobre
los intereses de las partes y materializar la justicia.

CUARTO: ANÁLISIS DE LA EXCUSA EN EL PRESENTE CASO


En el presente caso, el conflicto por negativa de excusa se ha producido por cuanto el doctor
Miguel Jurado Fabara, Juez Nacional, designado Juez de Garantías Penales dentro de la causa
No. 1477-2015, mediante el sorteo realizado en la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar,
Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, el 19 de octubre de 2015, a las 14h34,
se excusó del conocimiento de la causa como se expuso anteriormente. En tanto que el doctor
Edgar Flores Mier, Conjuez Nacional, quien conoció la excusa previamente detallada, en virtud
del sorteo de fecha 17 de diciembre de 2015, a las 11h35, sobre la base de los artículos 75, 76
numeral 3, 82 y 226 de la Constitución de la República, y por considerar que no se ha señalado
ninguna de las causas previstas en el artículo 572 del Código Orgánico Integral Penal, negó
dicha excusa.
Como quedó anotado previamente, el doctor Miguel Jurado Fabara, Juez Nacional, designado
Juez de Garantías Penales dentro de la causa No. 1477- 2015, insistió en su excusa, por lo que,
para resolver el presente conflicto, se advierte:
1. El debido proceso, establecido en el artículo 76 de la Constitución de la
República, constituye un derecho de protección y un principio constitucional
elemental, siendo el conjunto de derechos y garantías propias de las
personas, así como las condiciones de carácter sustantivo y procesal que
deben cumplirse en procura de que quienes son sometidos a procesos en los
cuales se determinen derechos y obligaciones, gocen de las garantías para
ejercer su derecho de defensa y obtener de los órganos judiciales y
administrativos un proceso exento de arbitrariedades. Una de dichas
garantías básicas que prevé la Constitución, es la constante en el artículo 76
numeral 1, que prescribe: “Corresponde a toda autoridad administrativa o
judicial garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las
partes”.
La garantía de cumplimiento de normas y los derechos de las partes estructura un nivel de
limitación para la actuación de la autoridad pública, evitando que incurra en discrecionalidad
en el ejercicio de las funciones públicas; según lo ha indicado la Corte Constitucional, aquel
límite: “… se encuentra dado por las normas y los derechos de las partes a ser aplicadas y
garantizados dentro de un proceso administrativo o judicial en el que se ventila una
controversia, en virtud de la cual se demanda una resolución que tutele de manera adecuada
los derechos de las partes en litigio, evitando en todo momento la indefensión” (Corte
Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 081-14-SEP-CC, caso N.º 1031-11-EP.)
En este contexto, la garantía de cumplimiento de normas comprende la necesidad de los
operadores de justicia de someter irrestrictamente el examen de los casos que son puestos a
su conocimiento a los preceptos normativos del ordenamiento jurídico, legitimando así la
actuación del órgano jurisdiccional.
Por tal motivo, la referida garantía del debido proceso guarda íntima relación con el derecho a
la seguridad jurídica, que según la Corte Constitucional: “…permite generar una condición de
juridicidad que se traduce en la confianza que el auditorio social tiene respecto de las normas
que regulan las relaciones sociales, y el cumplimiento de éstas por parte de las autoridades,
garantizando en las controversias jurisdiccionales el derecho a la tutela judicial efectiva de las
partes, en base a un adecuado pronunciamiento y resolución sobre sus derechos e intereses.”
(Corte Constitucional del Ecuador, sentencia Nº. 169-15-SEP-CC, caso Nº. 0680-10-EP.)
2. Ahora bien, la excusa es un mecanismo procesal regulado por la normativa
jurídica especializada que permite la abstención de los jueces para conocer y
resolver un proceso cuando en ellos concurran algunas de las circunstancias
legales que hacen dudosa su imparcialidad, garantizando así, una tutela
efectiva e imparcial de los derechos e intereses de los usuarios del sistema de
administración de justicia y el pleno ejercicio de las garantías del debido
proceso.
3. Para tal efecto, y con el propósito de garantizar la aplicación de normas y el
derecho a la seguridad jurídica anteriormente desarrollados, el marco jurídico
del Estado ha determinado taxativamente las causas mediante las cuales los
órganos jurisdiccionales tienen la potestad legal para perder la competencia
para conocer un caso por la figura de la excusa; o, para que las propias partes
procesales, soliciten la recusación de juezas, jueces y Tribunales impugnando
su competencia.
4. En materia penal, el Código Orgánico Integral Penal, dentro del artículo 572,
establece:
“Causas de excusa y recusación.- Son causas de excusa y recusación de las o los juzgadores,
las siguientes:
1. Ser cónyuge, pareja en unión de hecho o pariente dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad de alguna de las partes, de su representante legal,
de su mandatario o de sus defensores.
2. Ser acreedor, deudor o garante de alguna de las partes, salvo cuando sea de las
entidades del sector público, de las instituciones del sistema financiero o cooperativas. Da
lugar a la excusa o recusación establecida en este numeral sólo cuando conste el crédito
por documento público o por documento privado reconocido o inscrito, con fecha anterior
al juicio.
3. Tener juicio con alguna de las partes o haberlo tenido dentro de los dos años
precedentes si el juicio es civil y cinco años si el juicio es penal. La misma regla se aplicará
en el caso de que el juicio sea con su cónyuge, pareja en unión de hecho o pariente dentro
del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
4. Tener interés personal en la causa por tratarse de sus negocios, de los de su cónyuge,
pareja en unión de hecho o de sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad.
5. Ser asignatario, donatario, empleador o socio de alguna de las partes.
6. Fallar en otra instancia y en el mismo proceso la cuestión que se ventila u otra conexa
con ella.
7. Intervenir en el proceso como parte, representante legal, apoderado, juzgador, defensor,
fiscal, acusador, perito, testigo o intérprete.
8. Tener amistad íntima o enemistad manifiesta con alguno de los sujetos procesales.
9. Ser penado, multado o condenado en costas en la causa que conoce, en caso de que la
sanción sea impuesta por otro juzgador.
10. Tener vínculo con las partes, la víctima o sus defensores por intereses económicos.
11. Dar consejos o manifestar su opinión sobre la causa.
12. No sustanciar el proceso en el triple del tiempo señalado por la ley.
En la medida en que sean aplicables, las y los fiscales deberán excusarse ante la o el fiscal
superior o podrán ser separados del conocimiento del proceso por los mismos motivos
determinados respecto de los juzgadores.
Las o los juzgadores y fiscales presentarán sus excusas con juramento.”
5. En el presente caso, si bien es cierto que el doctor Miguel Jurado Fabara, Juez
Nacional, fundamentó su excusa en el artículo 76 numeral 7 literal k) de la
Constitución de la República y en disposiciones de instrumentos
internacionales de Derechos Humanos, relacionadas con la imparcialidad de
los órganos judiciales, no circunscribió expresamente su alegada falta de
imparcialidad en ninguna de las causales citadas en el acápite anterior. Por el
contrario, su único argumento para declinar la competencia de la causa penal
de acción privada No. 1477- 2015, fue que la querellante: “… ha puesto en
tela de juicio la imparcialidad de este juzgador, arguyendo que en mi calidad
de Fiscal, que ostentaba a la fecha, emití un pronunciamiento acusatorio en
contra de Marco Roberto Tibán Guala, hermano de la querellada Lourdes
Licenia Tibán Guala, quien recibió sentencia condenatoria por el ilícito
tipificado y sancionado en el art. 130 del Código Penal, vigente a la fecha”
6. Al respecto, se observa que el hecho de que el Juez Nacional, doctor Miguel
Jurado Fabara, haya actuado como Fiscal en un proceso judicial ajeno al que
le correspondía conocer como Juez de Garantías Penales por el fuero de la
querellada, y del cual se excusó, no es motivo bajo ningún concepto ni razón
para que proceda dicha excusa, dado que no se tratan de los mismos
procesos, pues es evidente que el proceso al cual hizo referencia el Juez
Nacional, cuenta con distintas partes procesales a la querellante y querellada;
y, con un objeto a su vez diferente. Se debe indicar que al tenor del numeral 7
del artículo 572 del Código Orgánico Integral Penal, la participación como
Fiscal sólo ameritaría causal de excusa, cuando haya ocurrido en cualquier
etapa o grado de la misma causa; caso contrario, la excusa sería
improcedente, pues no se adecúa a las normas jurídicas previas, claras y
públicas que regulan la excusa en materia penal.
7. En tal virtud, toda vez que la excusa constituye una herramienta procesal de
procedencia excepcional y acorde a las causas taxativamente establecidas en
la Ley, en procura de garantizar el derecho al debido proceso en la garantía de
aplicación de normas y el derecho a la seguridad jurídica, en el presente caso
no se evidencia que el Juez Nacional, doctor Miguel Jurado Fabara, haya
incurrido en alguna de las causales establecidas para el efecto en el Código
Orgánico Integral Penal, sin que se desprenda razón alguna para que no
conozca la causa. Aquello, además, evidencia que el referido Juez no adolece
de imparcialidad, por lo que su ejercicio jurisdiccional en calidad de Juez de
Garantías Penales de la causa No. 1477- 2015, no afecta el derecho a la tutela
efectiva, imparcial y expedita de los derechos de las partes procesales.
RESOLUCIÓN
Por lo expuesto, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia en mérito a lo previsto en los artículos
76 numeral 7 literal k) de la Constitución de la República y lo constante en los artículos 164.1
del Código Orgánico de la Función Judicial y 886 del Código de Procedimiento Civil, considera
improcedente la excusa presentada por el Juez Nacional doctor Miguel Jurado Fabara, quien
deberá seguir conociendo el caso penal de acción privada No. 1477-2015 en calidad de Juez de
Garantías Penales. Devuélvase el expediente para que continúe con el trámite.- NOTIFÍQUESE
Y CÚMPLASE.-
f) Dr. Carlos Ramírez Romero, PRESIDENTE; Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dr. Vicente Robalino
Villafuerte, Dra. María Rosa Merchán Larrea, Dr. Álvaro Ojeda Hidalgo, Dra. María del Carmen
Espinoza Valdiviezo, Dr. Merck Benavides Benalcázar, Dra. Tatiana Pérez Valencia, Dr. Wilson
Andino Reinoso, Dr. Asdrúbal Granizo Gavidia, Dra. Rocío Salgado Carpio, Dr. José Luis Terán
Suárez, Dra. Ana María Crespo Santos, Dr. Luis Enríquez Villacrés, Dr. Pablo Tinajero Delgado
(V.S.), Dra. Cynthia Guerrero Mosquera, JUECES Y JUEZAS NACIONALES; Dr. Carlos Teodoro
Delgado Alonso, CONJUEZ NACIONAL. Certifico Dra. Isabel Garrido Cisneros SECRETARIA
GENERAL

VOTO SALVADO DEL SEÑOR JUEZ NACIONAL DOCTOR PABLO TINAJERO DELGADO
TRIBUNAL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- Quito, 02 de marzo de 2016.- Las 11h00.-
VISTOS:
Ponente: Dr. Pablo Tinajero Delgado.
En virtud de que el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, en sesión realizada el 02 de marzo de
2016, conoció y aprobó la ponencia modificada presentada por el doctor Asdrúbal Granizo
Gavidia dentro del juicio de competencia No. 02-2016, por lo que al no encontrarme de
acuerdo con la resolución adoptada, presento mi posición respecto al caso, en los siguientes
términos:
1.- El 19 de octubre de 2015 la asambleísta doctora María José Carrión Cevallos planteó ante la
Corte Nacional de Justicia una querella penal en contra de la asambleísta abogada Lourdes
Licenia Tibán Guala, acusándola del delito de calumnia, tipificado en el artículo 182 del Código
Orgánico Integral Penal, producto del sorteo de ley, correspondió su conocimiento al doctor
Miguel Jurado Fabara para que actúe como Juez de Garantías Penales.
2.- Con escrito de 11 de diciembre de 2015, la querellante solicitó la excusa del doctor Miguel
Jurado Fabara, fundamentando su petición en los numerales 3 y 7 del literal k) del artículo 75
de la Constitución de la República, artículos 856 y 880 del Código de Procedimiento Civil y
artículo 9 del Código Orgánico de la Función Judicial, señalando para el efecto que: “Adjunto
para su conocimiento en copia simple la sentencia que reposa dentro del Proceso Penal que se
llevó a cabo en el Tribunal Segundo de Garantías Penales de Pichincha en contra de Marco
Roberto Tibán Guala, hermano de la asambleísta Lourdes Licenia Tibán Guala, proceso en el
cual a la fecha de la sustanciación del mismo, su autoridad desempeñaba el cargo de Fiscal de
la Unidad de Delitos Contra la Administración Pública, existiendo un pronunciamiento por parte
suya en contra de dicho acusado, el mismo que fue sentenciado el 29 de junio de 2011 a las
15h00; a 1 año de Prisión Preventiva Correccional, por ser encubridor y responsable del delito
de Atentado Contra la Seguridad Interior del Estado”.
3.- El numeral 3 del artículo 572 del Código Orgánico Integral Penal establece como una de las
causales de excusa y recusación de las o los juzgadores, tener juicio con alguna de las partes o
haberlo tenido dentro de los dos años precedentes si el juicio es civil y cinco años si el juicio es
penal. La misma regla se aplicará en el caso de que el juicio sea con su cónyuge, pareja en
unión de hecho o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
En el caso, considero aplicable la causal de excusa reseñada toda vez que como se mencionó
con anterioridad, el doctor Miguel Jurado Fabara emitió su pronunciamiento fiscal dentro del
juicio penal que por atentado contra la seguridad interior del Estado concluyó sentenciado el
señor Marco Roberto Tibán Guala, hermano de la asambleísta querellada; en tal sentido, se
encuentra cumplido el presupuesto legal previsto en la norma indicada, más aún debe
considerarse que la actuación fiscal del doctor Miguel Jurado Fabara dentro del juicio penal en
referencia, compromete ciertamente la imparcialidad del juzgador respecto al caso actual
puesto en su conocimiento.
4.- El artículo 75 de la Constitución de la República garantiza el derecho al acceso gratuito a la
justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de los derechos e intereses, de su parte la
letra k) del numeral 7 del artículo 76 ibídem establece como una de las garantías del debido
proceso ser juzgado por una jueza o juez independiente, imparcial y competente, en
concordancia con el artículo 9 del Código Orgánico de la Función Judicial que dispone que la
actuación de las juezas y jueces de la Función Judicial será imparcial, respetando la igualdad
ante la ley.
5.- Por los argumentos expuestos en líneas anteriores, considero que la excusa presentada por
el doctor Miguel Jurado Fabara en calidad de Juez de Garantías Penales dentro del juicio No.
1477-2015 debe ser aceptada, procediéndose conforme lo dispone el numeral 1 del artículo
164 y artículo 174 del Código Orgánico de la Función Judicial.
f) Dr. Carlos Ramírez Romero, PRESIDENTE; Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dr. Vicente Robalino
Villafuerte, Dra. María Rosa Merchán Larrea, Dr. Álvaro Ojeda Hidalgo, Dra. María del Carmen
Espinoza Valdiviezo, Dr. Merck Benavides Benalcázar, Dra. Tatiana Pérez Valencia, Dr. Wilson
Andino Reinoso, Dr. Asdrúbal Granizo Gavidia, Dra. Rocío Salgado Carpio, Dr. José Luis Terán
Suárez, Dra. Ana María Crespo Santos, Dr. Luis Enríquez Villacrés, Dr. Pablo Tinajero Delgado
(V.S.), Dra. Cynthia Guerrero Mosquera, JUECES Y JUEZAS NACIONALES; Dr. Carlos Teodoro
Delgado Alonso, CONJUEZ NACIONAL. Certifico Dra. Isabel Garrido Cisneros SECRETARIA
GENERAL

AUTO RESUELVE PETICIÓN DE AMPLIACIÓN


En el incidente de negativa de excusa No. 02-2016-Pleno, suscitado entre los doctores Miguel
Jurado Fabara y Edgar Flores Mier, Juez y Conjuez, respectivamente, de la Sala de lo Penal,
Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, dentro de la querella
propuesta por la Dra. María José Carrión Cevallos contra la Dra. Lourdes Licenia Tibán Guala,
consta:
Juicio No. 02-2016

Juez Ponente: Dr. Asdrúbal Granizo Gavidia

TRIBUNAL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- Quito, 23 de marzo de 2016.-


Las 11h35.- VISTOS:

VISTOS: Dentro del incidente de excusa signado con el No. 02-2016, con fecha 15 de
marzo de 2016 la doctora Lourdes Licenia Tibán Guala, en su calidad de Asambleísta
Nacional y como querellada dentro de juicio penal No. 1477-2015, presentó una
solicitud de ampliación del auto de mayoría dictado por el Pleno de la Corte Nacional
de Justicia de 02 de marzo de 2016, a las 11h00, notificado a las partes el 11 de
marzo de 2016, a partir de las 15:30, y una vez cumplido con el traslado ordenado, se
considera:

PRIMERO.- El artículo 281 del Código de Procedimiento Civil, establece que: “El juez
que dictó sentencia, no puede revocarla ni alterar su sentido en ningún caso; pero
podrá aclararla o ampliarla, si alguna de las partes lo solicitare dentro de tres días.”
Mientras que el artículo 282 ibídem, señala: “La aclaración tendrá lugar si la sentencia
fuere obscura; y la ampliación, cuando no se hubiere resuelto alguno de los puntos
controvertidos, o se hubiere omitido decidir sobre frutos, intereses o costas…” Por
tanto, conviene anotar que la ampliación tendrá lugar si no se hubieren resuelto todos
los asuntos sometidos a la decisión del órgano competente, por lo que bajo esa
precisión, se examinarán los argumentos de la peticionaria.

SEGUNDO.- La doctora Lourdes Licenia Tibán Guala, en la calidad previamente


indicada y por intermedio de su abogado defensor, señaló: “3.1.- En el obiter dicta de
la resolución, no se indica que presente petición de excusa, a través de la contestación
de la querella, con fecha 18 de diciembre de 2015; antes de la hora que presentó la
querellante. Por lo tanto para efectos de evitar que la motivación sea deturpada,
solicito se haga mención a mi pedido que también originó este conflicto de
competencia. Además debe rectificarse de ser procedente que no fue el 11 de
diciembre de 2015, las 12h59 la presentación de excusa hacia el señor doctor Miguel
Jurado, como Juez Nacional, por parte de la querellante sino posterior a mi
presentación y pedido. 3.2.- Se indique el motivo por el cual no se tomó en cuenta
para la fundamentación de la resolución expedida, el CÓDIGO DE ÉTICA DE LOS
SERVIDORES Y TRABAJADORES DE LA FUNCIÓN JUDICIAL DEL ECUADOR, en
su artículo 4.2.c, transcrito textualmente.”

TERCERO.- El primer punto de la petición de ampliación, se circunscribe a que se


haga mención al pedido de excusa que habría sido solicitado por la doctora Lourdes
Licenia Tibán Guala, el mismo que no se encontraría en la parte de antecedentes del
auto objeto del presente recurso horizontal. Sobre este aspecto, de la revisión del
expediente se desprende que efectivamente la querellada y actual peticionaria, dentro
de la contestación a la querella que obra a fojas 227-240, de fecha 18 de diciembre de
2015, manifiesta: “… solicito que al amparo de lo que dispone el artículo 572 numeral
8 del COIP, se digne considerar su EXCUSA del conocimiento de este juicio de acción
penal privada, por cuanto su Autoridad acusó a mi hermano Marco Tibán Guala lo que
produjo una sentencia condenatoria y ahora es mi Juez natural que por su intermedio
la querellante intenta condenarme al máximo de la pena y al pago de medio millón de
dólares de los Estados Unidos de América.”; mientras que en el auto expedido por el
Pleno de la Corte Nacional de Justicia el 2 de marzo de 2016, a las 11h00, en el punto
6 del Considerando Primero correspondiente a los antecedentes, se hace mención
únicamente al pedido de excusa realizado por la querellante, María José Carrión
Cevallos, el día 11 de diciembre de 2015. En este sentido, se observa que
efectivamente el auto omitió señalar como antecedente que la querellada pidió
también que el doctor Miguel Antonio Jurado Fabara, Juez Nacional, se excuse. Sin
embargo, a pesar de lo anotado, se debe indicar que dentro del incidente de excusa lo
que le correspondía resolver al Pleno de la Corte Nacional de Justicia era la
procedencia o no de la excusa presentada mediante providencia de 16 de diciembre
de 2015 por el doctor Miguel Antonio Jurado Fabara, Juez Nacional, y su reiteración
pronunciada el 25 de enero de 2016; por lo tanto, aunque se dejó de mencionar que la
querellada dentro del proceso penal solicitó la excusa del nombrado Juez Nacional, el
auto emitido por el Pleno del Organismo resolvió el punto controvertido en el incidente
de excusa, determinando expresamente que: “… considera improcedente la excusa
presentada por el Juez Nacional doctor Miguel Jurado Fabara, quien deberá seguir
conociendo el caso penal de acción privada No. 1477-2015 en calidad de Juez de
Garantías Penales”. En razón de lo expuesto, se amplía la resolución adoptada el 2 de
marzo de 2016, única y exclusivamente en lo concerniente a que conste, como obra
de autos, que la querellada doctora Lourdes Licenia Tibán Guala, con fecha 18 de
diciembre de 2015, pidió la excusa del conocimiento del juicio penal No. 1477-2015,
del doctor Miguel Jurado Fabara, Juez Nacional, sin que esto implique alteración
alguna a la parte motiva del auto, ni que se haya dejado de pronunciar sobre algún
punto controvertido en el incidente de excusa, el mismo que fue resuelto
motivadamente. En cuanto a que se rectifique que la presentación de excusa de la
querellante fue posterior a la presentada por la doctora Lourdes Licenia Tibán Guala,
ésta no procede, pues en líneas previas quedó indicado con absoluta precisión las
fechas de presentación, tal y como obran del proceso, sin que exista nada que ampliar
en este sentido.

CUARTO.- En relación con el segundo punto del pedido de ampliación, la


compareciente solicita se indique por qué no se tomó en cuenta el artículo 4.2. literal c)
del Código de Ética de los Servidores y Trabajadores de la Función Judicial del
Ecuador. Al respecto, se indica que si bien es cierto dicho precepto normativo
establece una situación que, de llegar a verificarse, afectaría a la imparcialidad del
juzgador, el presupuesto de hecho que prevé dicha norma, no agota el contenido del
principio constitucional de la imparcialidad, que forma parte de la tutela judicial
efectiva. En este sentido, la imparcialidad en tanto principio, es una norma con una
función de orden fundamental, lo que en palabras de Guastini conlleva que “… son
normas fundamentales en el sentido que dan fundamento y/o justificación axiológica
(ético-política) a otras normas: por lo general, todo principio constituye el fundamento
axiológico de una multiplicidad de otras normas” (Guastini, Ricardo. Interpretar y
Argumentar. Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2014.); es decir,
que los principios sustentan el desarrollo normativo sobre la base de su contenido,
pero sin que aquello implique que el alcance de un principio se encuentre delimitado
únicamente por la normativa inferior que fundamenta, pues por ser una disposición
constitucional es una norma jurídica directamente aplicable por toda autoridad pública,
administrativa y judicial, al tenor del artículo 426 de la Constitución de la República. En
el caso resuelto por el Pleno de la Corte Nacional de Justicia mediante el auto
expedido el 2 de marzo de 2016, se determinó que la condición previa del Juez
Nacional, doctor Miguel Jurado Fabara, como fiscal que ha emitido dictamen
acusatorio al hermano de la querellada, no contraviene de modo alguno la
imparcialidad, por lo que el estudio desarrollado en la resolución cuya ampliación se
solicita, examinó si la circunstancia indicada anteriormente comprometía la
imparcialidad del juzgador, concluyendo que no existe motivo alguno para suponer
aquello. De este modo, no se aplicó la norma contenida en el artículo 4.2 literal c) del
Código de Ética de Servidores y Trabajadores de la Función Judicial, puesto que se
examinó si la conducta motivo de la excusa conllevaba la afectación del principio de
imparcialidad como parte de la tutela judicial efectiva, a la luz de lo previsto en el
artículo 172 de la Constitución, determinándose al respecto que: “Por tanto al
momento que el Juez es un tercero, esta calidad de no ser parte en la contienda
jurídica le genera su posición de imparcialidad; misma que no puede suponer sólo que
el titular de la potestad jurisdiccional no sea parte, sino que implica también que su
juicio ha de estar determinado únicamente por el cumplimiento correcto de su función,
es decir, por la actuación del derecho objetivo en el caso concreto, sin que ninguna
circunstancia ajena a esa función influya en su decisión jurisdiccional, sino que ésta
responda en forma estricta al mérito de los autos. De ahí que, la determinación de la
condición de jueza, juez, juezas o jueces competentes e imparciales, es un derecho y
una garantía esencial que permite la concreción del debido proceso y la tutela judicial
efectiva, precautelando que el órgano jurisdiccional que conoce y resuelve un proceso,
actúe conforme el Derecho prescribe, con el propósito de resolver sobre los intereses
de las partes y materializar la justicia.” Lo que llevó a concluir al Pleno de la Corte
Nacional, que no está afectado de falta de imparcialidad, por lo que su ejercicio
jurisdiccional en calidad de Juez de Garantías Penales de la causa No. 1477- 2015, no
afecta el derecho a la tutela efectiva, imparcial y expedita de los derechos de las
partes procesales.” Bajo estas precisiones, el doctor Miguel Jurado Fabara no está
inmerso en la norma invocada por la doctora Lourdes Tibán Guala y por tanto no
existe nada que ampliar, ya que el examen realizado por el Pleno de la Corte Nacional
de Justicia contrastó el motivo de la excusa no sólo con las normas jurídicas previstas
en el Código Orgánico Integral Penal, sino que analizó el fondo del asunto
confrontándolo con el principio de imparcialidad, cuyo contenido trasciende de las
disposiciones infra constitucionales que lo desarrollan, dado que su correcta aplicación
conlleva tácitamente la observancia de las normas que son fundamentadas en el
principio, llegando a la plena convicción de que no existe motivo alguno por el cual se
afecte la imparcialidad del juzgador, sin que se haya verificado el presupuesto de
hecho de dicha norma.
En esta forma el Pleno de la Corte Nacional de Justicia atiende la petición que
antecede.

Finalmente, al haberse producido un lapsus calami en la parte resolutiva del auto de 2


de marzo de 2016, de oficio se lo corrige, por lo que donde se lee “no adolece de
imparcialidad” debe leerse, como señaló el Pleno al discutir la ponencia, que “no
adolece de falta de imparcialidad”. NOTIFÍQUESE.-

f) Dr. Carlos Ramírez Romero, PRESIDENTE; Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dra. María
Rosa Merchán Larrea, Dr. Álvaro Ojeda Hidalgo (V.S.), Dra. María del Carmen
Espinoza Valdiviezo, Dr. Merck Benavides Benalcázar, Dra. Tatiana Pérez Valencia,
Dr. Wilson Andino Reinoso, Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Asdrúbal Granizo
Gavidia, Dra. Rocío Salgado Carpio, Dr. José Luis Terán Suárez, Dra. Ana María
Crespo Santos, Dr. Luis Enríquez Villacrés, Dr. Pablo Tinajero Delgado (V.S.), Dra.
Cynthia Guerrero Mosquera, JUECES Y JUEZAS NACIONALES; Dr. Richard
Villagómez Cabezas CONJUEZ NACIONAL (V.S.). Certifico Dra. Isabel Garrido
Cisneros SECRETARIA GENERAL.

VOTO SALVADO DEL SEÑOR JUEZ NACIONAL DOCTOR PABLO TINAJERO


DELGADO

Juicio No. 02-2016

Juez Ponente: Dr. Pablo Tinajero Delgado

TRIBUNAL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- Quito, 23 de marzo de 2016.-


Las 11h35.- VISTOS: En virtud de que en sesión anterior salvé mi voto en el juicio del
Plano No. 02-2016, en esta ocasión me abstengo de emitir mi voto respecto a la
petición de ampliación que se ha presentado dentro de dicho juicio.

f) Dr. Carlos Ramírez Romero, PRESIDENTE; Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dra. María
Rosa Merchán Larrea, Dr. Álvaro Ojeda Hidalgo (V.S.), Dra. María del Carmen
Espinoza Valdiviezo, Dr. Merck Benavides Benalcázar, Dra. Tatiana Pérez Valencia,
Dr. Wilson Andino Reinoso, Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Asdrúbal Granizo
Gavidia, Dra. Rocío Salgado Carpio, Dr. José Luis Terán Suárez, Dra. Ana María
Crespo Santos, Dr. Luis Enríquez Villacrés, Dr. Pablo Tinajero Delgado (V.S.), Dra.
Cynthia Guerrero Mosquera, JUECES Y JUEZAS NACIONALES; Dr. Richard
Villagómez Cabezas CONJUEZ NACIONAL (V.S.). Certifico Dra. Isabel Garrido
Cisneros SECRETARIA GENERAL.

VOTO SALVADO DEL SEÑOR JUEZ NACIONAL DOCTOR ÁLVARO OJEDA


HIDALGO

Juicio No. 02-2016

Juez Ponente: Dr. Alvaro Ojeda Hidalgo

PLENO DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- Quito, 23 de marzo de 2016.- Las


11h35.-

Por estar en desacuerdo con la resolución de mayoría, respecto a la petición de


ampliación en el proceso No. 2-2016, de incidente de excusa para conocimiento del
Pleno de la Corte Nacional de Justicia, emito el presente voto salvado exponiendo el
motivo de mi discrepancia en los siguientes términos:

PRIMERO.- Mediante resolución de 2 de marzo de 2016, las 11h00, el Pleno de la


Corte Nacional de Justicia (CNJ), conforme el artículo 180 numeral 8 del Código
Orgánico de la Función Judicial en concordancia con el artículo 886 del Código de
Procedimiento Civil, resolvió: “RESOLUCIÓN: Por lo expuesto, el Pleno de la Corte
Nacional de Justicia en mérito a lo previsto en los artículos 76 numeral 7 literal k) de la
Constitución de la República y lo constante en los artículos 164.1 del Código Orgánico
de la Función Judicial y 886 del Código de Procedimiento Civil, considera
improcedente la excusa presentada por el Juez Nacional doctor Miguel Jurado Fabara,
quien deberá seguir conociendo el caso penal de acción privada No. 1477-2015 en
calidad de Juez de Garantías Penales. Devuélvase el expediente para que continúe
con el trámite.- NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.-”

SEGUNDO.- Es necesario partir del hecho procesal, que en el presente caso nunca
se instauró un juicio de competencia, ni negativo ni positivo, entre un Juez Nacional
de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la CNJ
y un Conjuez de la misma Sala; toda vez que el Juez Nacional que presentó la excusa
no lo hizo porque dudase de su competencia en razón de la materia, personas,
territorio o grado; y por tanto evidentemente no se ha dado por preparado y
suficientemente instruido ningún juicio de competencia, tal como lo señalan los
artículos 850 y 855 del Código de Procedimiento Civil (CPC).
TERCERO.- Tampoco se trata de un juicio de recusación, pues simplemente no se
ha citado con ninguna demanda de recusación al Juez Nacional en cuestión, como lo
señalan los artículos 869 a 871 del CPC.

CUARTO.- Lo que se dio, más bien, es un incidente de excusa, que como sabemos
es algo totalmente distinto a las dos instituciones procesales antes mencionadas en
los considerandos segundo y tercero, y que en lo fundamental sigue el procedimiento
establecido en el artículo 886 del CPC. Un incidente de excusa no constituye un juicio.

QUINTO.- La peticionaria, a través de su abogado defensor, conforme el artículo 282


del CPC solicita una ampliación a la resolución de 2 de marzo de 2016 del Pleno de la
CNJ. Tal pedido es improcedente y no puede ser atendido, al menos por las siguientes
razones procesales: A) La peticionaria, simplemente no es parte en el incidente de
excusa suscitado entre el Juez Nacional y el Conjuez de la Sala especializada
mencionada; B) No puede confundirse las instituciones del “juicio de recusación” (en
el cual de haberlo propuesto la peticionaria entonces sí sería parte procesal en el
mismo, y podría presentar los recursos horizontales respectivos, la ampliación entre
ellos) con “el incidente de excusa”, que no es un juicio, y en el cual las partes son los
jueces involucrados; C) No son aplicables en este caso los artículos 282 ni 281 del
CPC, pues el Pleno de la Corte Nacional de Justicia no expidió una “sentencia” el 2 de
marzo de 2016, 11h00, toda vez el que se haya considerado improcedente una excusa
presentada por un Juez Nacional, no equivale en forma alguna a decidir acerca del
asunto o asuntos principales del juicio.

Por todo lo anterior, considero que: debería rechazarse de plano el escrito de


ampliación presentado, y sin más trámite disponer que se cumpla con lo dispuesto en
la resolución del Pleno de 2 de marzo de 2016, 11h00, esto es que el Juez Nacional
doctor Miguel Jurado Fabara, siga conociendo el caso penal de acción privada No.
1477-2015 en calidad de Juez de Garantías Penales. Notifíquese y cúmplase.-

f) Dr. Carlos Ramírez Romero, PRESIDENTE; Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dra. María
Rosa Merchán Larrea, Dr. Álvaro Ojeda Hidalgo (V.S.), Dra. María del Carmen
Espinoza Valdiviezo, Dr. Merck Benavides Benalcázar, Dra. Tatiana Pérez Valencia,
Dr. Wilson Andino Reinoso, Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Asdrúbal Granizo
Gavidia, Dra. Rocío Salgado Carpio, Dr. José Luis Terán Suárez, Dra. Ana María
Crespo Santos, Dr. Luis Enríquez Villacrés, Dr. Pablo Tinajero Delgado (V.S.), Dra.
Cynthia Guerrero Mosquera, JUECES Y JUEZAS NACIONALES; Dr. Richard
Villagómez Cabezas CONJUEZ NACIONAL (V.S.). Certifico Dra. Isabel Garrido
Cisneros SECRETARIA GENERAL.

VOTO SALVADO DEL SEÑOR CONJUEZ NACIONAL DOCTOR RICHARD


VILLAGÓMEZ CABEZAS

Juicio No. 02-2016

Juez Ponente: Dr. Richard Villagómez Cabezas

TRIBUNAL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- Quito, 23 de marzo de 2016.-


Las 11h35.- VISTOS:

Avoco conocimiento de la presente causa en virtud del oficio nro. 348-SG-CNJ-MBZ


de 22 de marzo de 2016, suscrito por el señor doctor Carlos Ramírez Romero 1,
Presidente de la Corte Nacional de Justicia por el que se me encarga el despacho del
señor doctor Jorge Blum Carcelén, Juez Nacional. En lo principal, el Pleno de la Corte
Nacional de Justicia, al resolver el conflicto de competencia derivado de la petición de
excusa realizada por el señor doctor Miguel Jurado Fabara, Juez Nacional; y,
negativa a tal pedimento efectuado por el señor doctor Edgar Flores Mier, Conjuez
Nacional, emite resolución de fecha 2 de marzo de 2016, las 11:00, con ponencia del
señor doctor Asdrúbal Granizo, Juez Nacional, decisión de la cual, ha solicitado
aclaración y ampliación por parte de la señora Lourdes Tibán, considerándose que:

1. No participé del Pleno de la Corte Nacional de Justicia, órgano jurisdiccional,


que tomó la decisión ut supra, de modo que nada tengo que aclarar ni ampliar,
al no haber radicado competencia ni decidido la causa.

2. La solicitante, ciudadana Lourdes Tibán, no es parte procesal en el conflicto de


competencia derivado entre los señores: Juez Nacional y Conjuez Nacional,
consecuentemente no le asiste derecho de aclarar ni ampliar, tanto más que la
excusa planteada por el señor doctor Miguel Jurado Fabara, Juez Nacional es

1
El oficio de la referencia textualmente dice:
“Por cuanto con of. 0334-SG-CNJ-MBZ de 21 de marzo de 2016, se le había encargado a usted,
el despacho de la (Sic) doctor Jorge Blum Carcelén, Juez de la Sala de lo Penal, Penal Militar,
Penal Policial, y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia desde las 09h45 del día 21 de marzo
hasta las 10h00 del día 23 de marzo de 2016, y, con of. Nro. 360-SP-CNJ-2016 de 22 de marzo
de 2016, he extendido la licencia de dicho magistrado hasta las 12h00 del día 23 de marzo de
2016, extiendo el encargo del despacho realizado a usted para que en remplazo de dicho
magistrado asuma todas las causa que se tramitan en esa Sala, con las mismas atribuciones y
deberes del principal, hasta las 12h00 del día 23 de marzo de 2016”.
facultad del órgano jurisdiccional, aunque esto a instancia o sugerencia de la
señora Tibán Guala quien no ejerció derecho a recusar, limitándose a sugerir al
Juez Nacional su apartamiento de la causa. En este sentido, hay que
diferenciar la excusa como potestad del órgano jurisdiccional y la recusación
como derecho de la parte. 2 Por tanto, improcede la solicitud de aclaración y
ampliación conforme se deja sentado en líneas precedentes.

f) Dr. Carlos Ramírez Romero, PRESIDENTE; Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dra.
María Rosa Merchán Larrea, Dr. Álvaro Ojeda Hidalgo (V.S.), Dra. María del
Carmen Espinoza Valdiviezo, Dr. Merck Benavides Benalcázar, Dra. Tatiana Pérez
Valencia, Dr. Wilson Andino Reinoso, Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Asdrúbal
Granizo Gavidia, Dra. Rocío Salgado Carpio, Dr. José Luis Terán Suárez, Dra. Ana
María Crespo Santos, Dr. Luis Enríquez Villacrés, Dr. Pablo Tinajero Delgado
(V.S.), Dra. Cynthia Guerrero Mosquera, JUECES Y JUEZAS NACIONALES; Dr.
Richard Villagómez Cabezas CONJUEZ NACIONAL (V.S.). Certifico Dra. Isabel
Garrido Cisneros SECRETARIA GENERAL.

2
Fernando Flores Trejo, Consideraciones en torno a los conceptos de impedimento, recusación y excusa.
Disponible en file:///C:/Users/rvillagomez/Desktop/recusacion.pdf

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