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*QUE IKEA NO REDECORE NI TU VIDA, NI TU MUNDO*

No creas lo que leas aquí, compruébalo tras investigar y si es cierto, actúa congruentemente.
Ya en México la primera tienda IKEA, y la gente ansiosa de tal evento corre a saturar sus líneas de
cajas y cargará con cajas y más cajas de su basura de ínfima calidad.
IKEA hará quebrar a la industria local del mueble tal como lo han hecho alrededor del planeta en
donde se instalan, además es una empresa investigada y sancionada internacionalmente por
malversación, corrupción y evasión fiscal,
consorcio dividido en múltiples microempresas y
fundaciones apócrifas con residencia en Holanda, todas estructuradas
para el engaño fiscal.
Vaya ejemplos de valor y honestidad decorada bajo la supuesta pureza Sueca y el glamour de la
libre empresa enredado todo en el cuento romántico que rodea a su creador, (solo la parte que se
conoce publicitariamente), ya que fue un comprobado participante del partido NAZI en la segunda
guerra mundial y cómplice del genocidio barbárico, lo que solo tras ventilarse lo apenó muchísimo.
IKEA hoy por hoy, es reconocida predadora del medio ambiente tras erradicar bosques enteros
para fabricar sus productos, ellos compran madera de bosques talados indiscriminadamente,
maderas provenientes del mercado negro fortaleciendo a las mafias y matando a lo que se les
ponga al paso, producen a bajos costos con la cruel explotación de humanos, tantos muebles y
baratijas caras, tan peligrosos, de muy mala calidad y sin durabilidad,.
Lo que va cayendo en eso que lo barato cuesta muy caro y tras desechar los muebles inservibles,
se impacta doblemente al ambiente, creándose un círculo de insostenible depredación constante
apoyada en el desconocimiento del consumidor que cree ahorrar y de paso estar muy a la moda,
pero resulta todo lo contrario, es víctima de la vileza de los mercadólogos y las empresas que los
contratan.
La última escandalosa demanda contra IKEA fue millonaria en dólares, hay bebés muertos y gente
lesionada por el mal diseño de la marca, muebles que colapsan por sí mismos, o que durante su
uso se desploman fácilmente encima del usuario, lo que no son accidentes, es homicidio.
No alimentes a la sedienta bestia destructiva, evita comprar en esos sitios, se fiel a ti ya tu gente,
invierte en artículos duraderos del mercado local, compra el producto artesanal que alimenta y
fortalece a tus grupos sociales enteros dentro de tu comunidad, haz que la economía de tu
entorno sea sana, lo que impulsará positivamente a los tuyos y a ti.
No pienses en beneficios a futuro, los que jamás verás, haz para ti el mundo que mereces hoy
mismo para que lo disfrutes plenamente, a tus hijos y nietos les tocará hacer lo pertinente en su
momento.
Obvio que la delincuencia y las mafias nos han rebasado gracias a que anulamos nuestros valores y
capacidades sociales, también perdimos el *Producto Interno Bruto* generándose un incremento
en la pobreza al abrirse nuestra economía “libre mercado internacional” sometiéndonos a las
empresas extranjeras y sus caprichos.
*VKE*

*“REDECORA TU VIDA” REZA LA PUBLICIDAD DE IKEA.*


Antes, cuando uno quería dar un giro a su vida pensaba y repensaba cómo hacerlo, se apoyaba en
los amigos, la familia, los vecinos… ahora todo eso sobra, IKEA como coca cola o una inyección de
droga nos brindan alternativas mucho más fáciles, si las cosas no van bien consume lo que quieras
y la propuesta de IKEA es: redecora tu casa y así “cambiarás tu vida”.
Con este eslogan esta empresa multinacional sueca, que se creó románticamente hace seis
décadas, consigue vender mucho más que muebles, vende estilos de vida, una forma de ver el
mundo, una forma de actuar.
En una sociedad en la que apenas hay tiempo para
otra cosa que no sea trabajar y ver la tele, la
insatisfacción y la infelicidad de muchas personas se
hace cada día más evidente.
*(ESTE HECHO IMPULSADO JUSTAMENTE POR EL
CONSUMISMO INSACIABLE.)*
Los publicistas de IKEA han decidido aprovechar la
inercia, ideando campañas publicitarias que
consiguen manipular los sentimientos del
consumidor, reconduciendo esa insatisfacción vital
hacia una única dirección, el desaforado consumo.
De este modo la multinacional IKEA va expandiendo
como un veneno mortal su mensaje, que cala a la
perfección en los cerebros que buscan soluciones
fáciles ante problemas complejos.
Ya son muchos los países del mundo en los que IKEA
tiene tiendas, y en los que, por lo tanto, promueven
un estilo de vida basado en un consumo sin sentido,
en un consumo irracional que tira de nuestros
sentimientos más profundos para animarnos a
consumir.
Esta es quizás la parte más cruel del engaño de IKEA,
porque la felicidad no viene enganchada a los bienes
de consumo, ni uno soluciona sus problemas o
insatisfacciones cambiando los muebles.
Pero el asunto no queda ahí, en su página web hay un apartado titulado
“¿Por qué nos importa tanto el medio ambiente?”
Donde se dice literalmente “También en nuestras tiendas desarrollamos una política de gestión
medioambiental muy exigente, basada en la norma de las tres “R” (reciclar, reducir y reutilizar)”.
Resulta curioso ver cómo esta multinacional consigue mantener una imagen de respeto por el
individuo y el medio ambiente, a pesar de que es un ejemplo perfecto de deslocalización de la
producción, con todos los costos energéticos y ambientales que esto lleva asociado.
Una empresa que sitúa sus tiendas a las afueras de las ciudades, lo que obliga a un determinado
modelo de transporte, el coche, uno de los principales agentes causantes del cambio climático.
Y es, además, un ejemplo característico de empresa que vende productos de muy corta duración,
de usar y tirar, ya que la mala calidad de los muebles (debida a los materiales que usan para
producirlos), y que son de temporada (se pasan de moda), hace que haya que redecorar (por lo tanto
tirar, generar residuos, volver a producir, comprar) cada poco tiempo.
Pero no sólo se han esforzado en mejorar su imagen ecológica, en su página web también se
puede leer la *“RESPONSABILIDAD SOCIAL DE IKEA”*, donde cuenta, sin dar muchos detalles, que
“participa en proyectos de desarrollo en países menos favorecidos, especialmente en el ámbito
de la infancia”.
Es curiosa la forma que tiene de entender la responsabilidad social esta empresa, que tiene
muchas denuncias por explotación laboral.
Y mientras tanto, los consumidores pensamos que nos
sale barato consumir en IKEA, aunque al salir de una de
sus tiendas te des cuenta que has comprado mucho
más de lo que pensabas antes de entrar (quizás, entre
otras cosas, porque hay que recorrerla entera para llegar a
la salida), aunque tú pagas tu transporte en coche y el
trabajo de ensamblar el mueble también lo pone cada
uno. (Quede bien o mal ensamblado o que el inexperto
comprador lo dañe irremediablemente)
Aun así, seguimos empeñados en que resulta barato, y
nos engañamos pensando que es el “Hazlo tú mismo”
lo que abarata los precios, cuando en realidad son los recortes en las condiciones laborales e
irresponsabilidades ambientales los que rebajan el precio del producto.
En una sociedad en la que somos tremendamente conservadores para algunas cosas, no
cambiamos de trabajo aunque las condiciones sean pésimas y nos endeudamos en préstamos a 50
años para comprar una casa de la que no pensamos movernos, queda poco espacio para la
rebeldía.
Y, por si acaso, los dueños de la empresa multinacional IKEA no dudan en utilizar estrategias
publicitarias y comerciales que reconducen los sentimientos de necesidad de cambio hacia el
consumo, mientras nosotros, como espectadores pasivos, dejamos que nos redecoren nuestras
vidas según la moda del bolsillo ajeno.

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