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Exposición Explicación
Ofrecen información sobre un tema
Intencionalidad:
- solo presenta el contenido - facilitar la compresión.
informativo. - Desarrollo o expansión del tema.
- Se tiene en cuenta al destinatario.
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Situaciones en las que se requieren explicaciones
Usos de la explicación
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Puesto que las preguntas son inherentes a la curiosidad humana, las
explicaciones tendrán lugar en cualquier contexto en el que se formule
un interrogante del tipo de los que mencionamos antes y, al mismo
tiempo, exista algo o alguien con la intención de responderlo. De esta
forma, tanto los diccionarios como las entradas enciclopédicas
constituyen un conjunto de explicaciones elaboradas para responder
preguntas. Asimismo, los medios de comunicación presentan
explicaciones constantemente. Por ejemplo, en algún programa de
investigación periodística se pueden explicar los diversos intereses
involucrados en el comercio de la venta de armas, así como en un canal
de cocina se ofrecerán explicaciones sobre cómo cocinar una torta.
También en la universidad circulan asiduamente las explicaciones de
diverso tipo. Como ya dijimos, cuando en una clase un profesor expone
oralmente una teoría científica deberá desplegar una serie de habilidades
explicativas a fin de facilitar su comprensión.
Situación de comunicación
Géneros explicativos
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En determinados géneros discursivos, propios del ámbito académico,
como las monografías, los informes de lectura y los textos científico-
teóricos que conforman la bibliografía de las distintas materias,
predominan las secuencias expositivo-explicativas y las
argumentativas. A diferencia de los textos con preponderancia de
secuencias argumentativas, que suelen orientarse hacia la creación de
nuevos saberes, aquellos en los que predominan las secuencias
expositivo-explicativas, por el contrario, presentan una tendencia a
la consolidación de saberes legitimados socialmente. En este sentido,
lo que se pretende explicar goza del estatuto de verdadero y no es
puesto en duda por el destinatario del texto. De esta manera, la figura
del explicador se construye en el discurso o en el texto como un sujeto
transparente, objetivo, que no falseará los contenidos que pretende
explicar.
Estructura textual
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“Ante todo ¿a qué llamaremos equilibrio en el terreno psicológico?”
(Jean Piaget, Seis estudios de psicología, Barcelona, Planeta-Agostini,
1964).
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distintos aspectos que caracterizan los diferentes tipos de secuencias
(ver capítulo 5). Con respecto a las explicativas, conviene en primer
término respetar, como ya se dijo, la estructura completa de la
secuencia. Por lo tanto lo mejor será elaborar, antes de lo que se
denomina la escritura propiamente dicha, un plan de texto (ver
capítulo 3) que responda a esa ordenación. Dado que la explicación
consiste fundamentalmente en brindar una respuesta a una situación
considerada problemática, en el momento de elaborar su desarrollo
puede resultar útil formular una serie de preguntas para luego
comprobar si lo que se escribió constituye un conjunto de respuestas
correctas. Al mismo tiempo habrá que estar atento a las estrategias
que se utilizan para ampliar el desarrollo explicativo.
La polifonía
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de la palabra del otro en las secuencias explicativas. Esta inclusión se
puede realizar mediante el uso de citas textuales o a través de la cita
indirecta. Las secuencias explicativas se caracterizan por mantener una
distancia nítida entre la voz del explicador y las palabras que cita. Por
otra parte, las fuentes se indican con precisión ya sea en las notas al pie
de página, por medio de la nota final o a través del sistema autor-año.
De esta manera, el destinatario de la explicación no sólo podrá identificar
al autor de la cita sino también localizar el texto en el cual figura el
fragmento mencionado. Este recurso permite, entre otros, mantener el
efecto de objetividad característico de la explicación o exposición.
“De manera resumida, puede decirse que Miller, Galanter y Pribram (1960),
partiendo de la noción de esquema –que toman directamente de Bartlett (1932)–
y apoyándose en buena medida en los pioneros intentos de Newell, Shaw y
Simon (1958), sin olvidar la aportación de Chomsky (1957), llegan a la formación
de algunos conceptos esenciales en nuestra disciplina que, aunque son
ampliamente conocidos, no podemos por menos de recordar [...].”
(Mario Carretero, Introducción a la Psicología Cognitiva, Buenos Aires,
Aique, 1997).
Estrategias explicativas
-El ejemplo:
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histórica, como Bismark, o la de un hecho, como la Revolución Francesa.
Pero usualmente se designa con la expresión concepto una representación
universal, es decir, tal que su significación consiste en que expresa algo común
que comprende muchas representaciones individuales [...] El medio más
conocido de formar conceptos y el único atendido antes es el de la
consideración comparativa de varias representaciones individuales. Si se
comparan entre sí, por ejemplo, un cierto número de animales particulares,
se encuentra que difieren en un número de propiedades, llamadas notas en
lógica; por ejemplo, sexo, tamaño, figura, etcétera, pero que coinciden en
otro cierto número de notas.”
(Rudolf Lehmann, Introducción a la Filosofía, Buenos Aires, Losada,
1958).
-La definición:
-La analogía:
A es a B “como” C es a D
tema foro
-La metáfora:
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Para ilustrar esto veamos específicamente la interpretación
que realizó un alumno respecto de la siguiente metáfora:
-La paráfrasis:
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“Chomsky distingue dos tipos distintos de universales, los formales y los
sustantivos. Una teoría de los universales sustantivos afirmará que los elementos
lingüísticos de cierto tipo deben, para cualquier lengua, ser extraídos de un
conjunto fijo de tales elementos. Es decir, los universales sustantivos no son
conjuntos de elementos todos los cuales hayan de aparecer en todas las lenguas,
sino conjuntos de elementos a los cuales pertenecen los elementos de ese tipo
que aparecen en todas las lenguas. O dicho de otra forma: para cada conjunto
de elementos, si estos son efectivamente universales, no habrá lengua alguna
en la que haya elementos que no pertenezcan al conjunto, pero puede haber
elementos del conjunto que no se encuentren en algunas lenguas. Digámoslo
aún de otra manera: para todo conjunto de elementos de cierto tipo, este
conjunto es un conjunto de universales sustantivos si, para cualquier lengua,
los elementos de ese tipo que en ella aparecen constituyen un subconjunto de
aquellos.”
(José Hierro Pescador, Principios de Filosofía del Lenguaje, Madrid,
Alianza, 1980).
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ser reduccionistas si no se presenta una complejización de los
fenómenos expuestos. Por lo general, un determinado hecho no es la
consecuencia de un único acontecimiento sino que deben tenerse en
cuenta diversos factores simultáneamente.
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(Dominique Perrot y Roy Preiswerk, Etnocentrismo e Historia, México,
Nueva Imagen, 1979).
“Mi tema es ‘el delito’. Pero no uso la palabra solamente en sentido jurídico
sino entre comillas, en sentido metafórico y en todos los sentidos del término,
porque mi campo es la ficción, ‘los cuentos de delitos’ sexuales, sociales,
nacionales, raciales, políticos, económicos, religiosos, de profesionales, oficios
y estados. El delito en la ficción puede afectar al conjunto de diferencias porque
en realidad funciona como un instrumento (teórico, si se quiere) que sirve
para trazar límites, diferenciar y excluir: una línea de demarcación que cambia
el estatus simbólico de un objeto, una posición o una figura. Si está de un lado
del límite la figura puede ser sublime; si está del otro, cae y se degrada.” [...]
“En el vasto mundo de los cuentos de delitos, desde fin del siglo XlX hasta
hoy, aparece un caso específico de relación entre crimen y género femenino
en la literatura argentina. Es el ‘cuento’ de las mujeres que matan hombres
para ejercer una justicia que está por encima del estado, y que parece condensar
todas las justicias, y me gustaría titularlo ‘Para una historia popular de algunas
criminales latinoamericanas’.
‘Mujeres que matan’: no solo indica una acción femenina en delito, sino que
es sobre todo una expresión que se refiere a un tipo de mujer que produce en
los hombres una muerte figurada porque tiene algo, armas. La metáfora está
inscripta en la lengua: una matahombres, una killer woman. Ciertas
formaciones lingüísticas con marcas de delito constituyen relatos e historias,
y también constituyen ‘la realidad’ misma: el derecho, la medicina, la vida
cotidiana, el erotismo. Un tipo de ‘delito’ femenino inscripto en la lengua,
puesto en relato, en cadena, y en una red de correlaciones: es lo que trataremos
de recorrer con ‘el cuento’.
Las mujeres que matan hombres aparecen a fin de siglo XlX en la literatura
argentina, junto con las prostitutas y las adúlteras. Aparecen en el primer año
de vida de Caras y Caretas y en el tono festivo del Buenos Aires de entonces
[...]”.
(Josefina Ludmer, El cuerpo del delito. Un manual, Buenos Aires, Perfil,
1999).
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-La descripción:
“Los argot o hablas especiales son de varios tipos. El primer grupo que
podemos llamar dialectos subregionales o regionales se prestan para
comunicación en los mercados y como un medio de comunicación entre
los grupos. Se asemejan a los idiomas mercantiles de áreas de tribus en
cuanto muestran poca codificación y no son de gran prestigio. [...] El segundo
grupo de argot es el empleado por ciertos grupos sociales o profesionales al
cumplir con sus actividades especiales. Aquí podemos incluir el habla
especial de ciertos grupos de comerciantes, el argot de los ladrones y los
estilos literarios y de recitación propios de los narradores de cuentos
populares. La función social parece ser la de mantener exclusividad de grupo.
[...] La tercera categoría incluye los códigos sagrados y administrativos, los
cuales se distribuyen en regiones más vastas y geográfica y socialmente
más diversas que las del grupo anterior. Así, en Europa medieval, el latín se
usaba como idioma administrativo y sagrado en áreas de habla germánica,
romance y eslava [...].”
(Joshua Fishman, “Conservación y desplazamiento del idioma como
campo de investigación. (Reexamen)” en Paul Garvin y Yolanda Lastra
de Suárez, Antología de estudios de etnolingüística y sociolingüística,
México, UNAM, 1984).
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Géneros discursivos: Monografías, informes de lectura, textos
científicos.
Estructura:
-Introducción.
-Planteo del interrogante (implícito o explícito).
-Desarrollo (respuesta al interrogante inicial). Incluye un
conjunto de estrategias explicativas: ejemplo, definición, analogía,
metáfora, paráfrasis.
-Conclusión.
Enunciador:
-Imagen de transparencia, sinceridad, autoridad.
-Ausencia de marcas de subjetividad: nominalizaciones,
oraciones impersonales, 3° persona gramatical, 1° persona del plural,
verbos en presente, pretérito perfecto compuesto y futuro imperfecto.
-Distancia afectiva entre el enunciador y el objeto de
explicación.
Polifonía:
-Uso de citas textuales y cita indirecta.
-Distancia nítida entre discurso citante y discurso citado.
-Indicación precisa de las fuentes.
Modos de organizar la información:
- La narración.
- La comparación y el contraste.
- El análisis.
- La descripción.
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de América Latina en materia educativa y universitaria. La ley 1420,
por ejemplo y por supuesto, la reforma universitaria de 1918, que
produjo cambios de vastos alcances regionales, reconocidos por la
UNESCO en 1998.
El problema crucial en toda sociedad democrática es el de la
igualdad de oportunidades para que los ciudadanos puedan
realizarse como individuos útiles más allá de sus fortunas personales
y familiares. En los países del llamado “Primer Mundo”, las
universidades, más allá de su condición estatal o privada, dependen
para su financiamiento primero de sustanciales subsidios y
secundariamente del arancelamiento. Con esos subsidios, el Estado
y las empresas impulsan a las universidades en su producción
científica y tecnológica para promover y afianzar la modernización,
las transformaciones socioculturales y la prosperidad material. Los
aranceles no son significativos en el conjunto de sus presupuestos
totales, valga como ejemplo el caso de la Universidad de Harvard
(EE.UU.) donde el ingreso por aranceles no excede el 4 por ciento
del presupuesto tota l. Por ello el recurren te tema del
arancelamiento en el debate universitario argentino desvía el foco
de atención de la cuestión sustancial: la del financiamiento que el
Estado y la sociedad están dispuestos a comprometer para garantizar
el normal funcionamiento y adecuado crecimiento de las
instituciones universitarias que deben comprometerse con
programas de reformas para mejorar su calidad y adecuar la
pertinencia de sus carreras a las demandas sociales. En tal sentido,
es obvio que los recursos destinados a las universidades estatales
deberán provenir, como ocurre hasta ahora, del presupuesto
nacional y la recaudación impositiva. Ese es el tema que debería
ocupar un lugar destacado en la agenda política y social del país.
En el futuro inmediato la sociedad deberá decidir cuánto de la carga
impositiva que grava sus patrimonios y consumos está dispuesta a
destinar a la educación en general y en la educación superior en
particular y para ello tendrá que tomar en consideración que Brasil,
nuestro principal socio del MERCOSUR, invierte anualmente solo
en una universidad –la de San Pablo– el equivalente al 90 por ciento
de todo el presupuesto universitario argentino que atiende a 41
instituciones universitarias repartidas por todo el territorio
nacional. Semejante desproporción evidencia el retraso
presupuestario de nuestra educación superior y la suicida actitud
de desentendernos del problema. Para que las universidades
cambien en la dirección que reclama el momento histórico se
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necesita una sociedad civil que intervenga activamente en la
redefinición del papel del Estado y su relación con el mercado,
evitando que la lógica económica subordine y desvirtúe los fines
específicamente culturales y científicos que le dan contenido
académico a la educación superior. Este es el desafío del debate
necesario y urgente que incluye a todos los actores e instituciones
sociales con capacidad de intervención”.
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-Teniendo en cuenta que este género discursivo debe ser una
reformulación de un texto fuente, que implique una exposición y
una explicación del mismo, señalar las dificultades que presenta este
trabajo. Para esto, considere:
Notas
1. Los géneros discursivos son variedades relativamente estables de enunciados que tienen en común
tanto características concernientes a aspectos temáticos, como aquellas vinculadas con lo estilístico y lo
estructural. Así, existen diversas clases, a saber, las recetas de cocina, las sentencias judiciales, el editorial
de un diario, una monografía, las entrevistas laborales, etc.
2. Las construcciones impersonales fueron caracterizadas por la tradición gramatical española como
oraciones sin sujeto (ni predicado). Las estructuras más frecuentes son aquellas que incluyen el verbo
haber y hacer en tercera persona del singular; las llamadas impersonales con se; y las que contienen
verbos referidos a fenómenos atmosféricos. Los verbos haber y hacer en tercera persona del singular,
pueden ser utilizados en construcciones impersonales:
Habrá elecciones.
n od
Las impersonales con se son construcciones en las que está ausente el sujeto nocional e incluyen
el elemento se antepuesto al verbo principal:
Estas estructuras deben distinguirse de la pasiva con se, puesto que esta última también contiene
el elemento se en posición pre-verbal:
Se venden lechones.
v Suj.
Como se ilustra en los ejemplos, en las oraciones pasivas existe una concordancia en número y
persona entre el verbo y el núcleo del sujeto, mientras que en las impersonales el giro concertado está
ausente.
Los verbos que indican fenómenos de la naturaleza, por su significado, no se refieren a ningún
sujeto. Por este motivo, son considerados por las gramáticas tradicionales como impersonales:
Nieva en la montaña.
n cl
3. Se denomina nominalización al proceso de conversión sintáctica que consiste en la transformación de
una palabra en un sintagma nominal, es decir, en una construcción cuyo núcleo es un sustantivo que
puede o no tener modificadores (artículos, adjetivos y sintagmas preposicionales). Por ejemplo, una oración
como El estado reprimió puede parafrasearse por medio de la nominalización (en este caso, del verbo).
Da como resultado: La represión del estado.