Está en la página 1de 8

Tema 1: Fases del desarrollo musical en Infantil

1. El concepto de educación musical:

La música ha sido usada desde hace siglos como una forma temprana de aprendizaje
integral. Este comportamiento instintivo de las madres es muy importante para la
supervivencia de sus bebés. Las experiencias musicales compartidas entre los más
pequeños y los adultos potencian una interacción constante y enriquecedora para ambas
partes, reflejando la cooperación y la vinculación afectiva, dentro de los moldes planteados
por el entorno social y cultural de ambos. Desde el enfoque pedagógico de la educación
musical debe ser humanístico y democrático.

El desarrollo musical de los niños empieza antes de su nacimiento, cuando los estímulos
musicales del período prenatal se repiten en su primer mes de vida, llevándonos a acreditar
que existe una memoria auditiva y un aprendizaje musical prenatal.

El proceso de “enculturación musical” es iniciado durante el desarrollo fetal con la audición


de las músicas escuchadas y cantadas por sus madres. Este proceso es determinante para
el desarrollo del potencial musical de los niños, por un lado, resulta de lo que es innato, y,
por otro lado, de lo que es aprendido con la educación musical a lo largo de su infancia.
Este potencial, explorado de forma más formal o informal dará lugar a capacidades
musicales específicas, dependiendo de la exposición a las interacciones musicales con los
diferentes agentes educativos.

Se concluye que la aptitud musical o el potencial musical, es universal. Incluso existen


casos de personas sordas que han podido triunfar en la música. No obstante, existen casos
de incapacidad musical en los cuales el cerebro no es capaz de distinguir intervalos
musicales o de reproducir vocalmente intervalos correctamente. Todavía no se sabe con
certeza las causas de esta discapacidad conocida por “amusia congénita”.

2. Agentes educativos en educación musical en infantil:

Dependiendo de las edades, podemos educar u orientar. Por educar se entiende la


realización de actividades más formales, estructuradas, secuenciales, organizadas por
bloques, respondiendo a las necesidades y reacciones de los niños. Por orientación
entendemos algo más informal y no estructurado, sin imponer competencias o información,
resultante de un contacto directo con el entorno cultural de los más pequeños.

El periodo de mayor aprendizaje musical es hasta los 18 meses. A través de la orientación


no estructurada el bebé continúa aprendiendo de ese modo hasta los 3 años y después,
gracias a la combinación de la orientación no estructurada y la educación estructurada,
hasta los 6 años.
3. Importancia de la educación musical en el infante:

En la etapa de Infantil, el hacer y el escuchar música son fundamentales para el desarrollo


integral, ya que son actividades únicas para la profundización de todas las dimensiones del
ser humano, despertando capacidades creativas, emocionales, morales y sociales.

Esta relación entre la educación musical y el desarrollo de habilidades que los niños
necesitan a lo largo de su vida depende de su exposición temprana a la música. En la
sociedadoccidental, se hace normalmente como oyente y como participante. Los principales
beneficios asociados a la educación musical en Educación Infantil son:

● Emocional:
○ Efecto mayor en el desarrollo de la empatía y los valores morales.
○ Autopercepción positiva facilitadora de la autoestima, de la autoidentidad y
del desarrollo de una personalidad creativa.
○ Valoración de sus acciones como las de sus compañeros a través del juego
musical y el rol de los personajes.

● Social:
○ Consciencia y respeto de diferentes puntos de vista, valoración de
opiniones y normas de comportamiento.
○ Creación de vínculos socio afectivos fuertes con el tocar y el cantar en
grupo y la coordinación de movimientos resultantes de un esfuerzo colectivo.

● Físico:
○ Desarrollo de la agilidad, coordinación motora, la voz, la respiración y la
postura.
○ Comprensión de la lateralidad y reconocimiento del esquema corporal y
espacial.
○ Calidad del desempeño locomotor y de motricidad fina.

● Mental:
○ Desarrollo de la neuroplasticidad, una capacidad relevante para el
aprendizaje en general.
○ Fomento de la creatividad, imaginación, fantasía y curiosidad aportando
beneficios en el bienestar mental del niño.

● Intelectual:
○ Competencias en comunicación lingüística y matemáticas.
○ Habilidades intelectuales de razonamiento verbal, la memoria a corto plazo
y el razonamiento visual/abstracto.
○ Desarrollo de la memoria, atención auditiva y visual, y precisión
visomotora.
4. Objetivos de la educación musical en infantil:

Los maestros deben contar con educar en los siguientes niveles:


● Sensorial.
● Motriz y corporal.
● Habilidades espacio temporales.
● Atención.
● Memoria.
● Afectividad.
● Sociabilización.
● Estética y preferencias de gusto.
● Observación.
● Juicio propio y de los demás.

Otro gran objetivo está relacionado con la creación de competencias musicales, es decir, su
musicalidad. Se entiende como musicalidad un conjunto de capacidades que van desde
competencias como la percepción del ritmo y la comprensión de la organización del sonido,
hasta otras como la presencia de ciertos rasgos de la personalidad y motivación.

La musicalidad requiere una combinación de múltiples inteligencias, siguiendo la teoría de


las inteligencias múltiples de Gardner son 9 las inteligencias requeridas en la concretización
de actividades musicales: la inteligencia lógico-matemática, la inteligencia espacial, la
inteligencia corporal-kinestésica, la inteligencia intrapersonal, la inteligencia interpersonal, la
inteligencia lingüística, la inteligencia espiritual/existencial, la inteligencia naturalista y la
inteligencia musical.

La musicalidad es una competencia que engloba el desarrollo de: capacidades musicales


especiales, como las capacidades auditivas de la altura y del ritmo, capacidades técnicas
interpretativas y creativas y capacidades musicales generales, que incluye las habilidades
cognitivas de comprensión, percepción, retención e imaginación y las capacidades
valorativas de respuesta emocional y valorización estética.

Otro objetivo de la educación musical infantil comprende la formación de una actitud musical
activa, que comprende el dominio de las actividades musicales propuestas y el desarrollo
del potencial creativo y expresivo de cada niño, con la asimilación y la transformación de la
información musical a través de las actividades y juegos musicales.

5. El desarrollo musical:

El modelo de Piaget propone que el desarrollo cognitivo es el resultado de la interacción


entre la maduración biológica y el medio ambiente, y que supone 4 fases distintas:
● Sensoriomotor (0-2 años).
● Preoperacional (2-6/7 años).
● Operacional concreto (7-11 años).
● Operacional abstracto (+12 años).
El modelo de Swanwick y Tilman propone 4 fases, interconectadas, permitiendo la inclusión
de ajustes de acuerdo con las diferencias individuales. Los niños, de los 0 a los 4 años
empiezan por la fase de maestría, donde exploran todos los elementos musicales, lo que les
permitirá desarrollar su imaginación (de los 4 a los 9 años), usando más tarde la música
como un juego imaginativo (de los 10 a los 15 años) y terminando con la fase de
metacognición (+ de 15 años).

Centrándonos solamente en la etapa infantil, de los 0 a los 4 años es la fase del dominio, en
la cual ocurre una manipulación sensorial de los objetos sonoros sin que exista una
atención al componente expresivo. En esta fase están presentes el modo sensorial y el
modo manipulativo. De los 4 a los 6 años, la fase de la imitación es aquella en la cual los
niños pueden progresar en su expresión individual hacia lo social, apropiándose de los
sonidos de su cultura (enculturación musical). En esta fase están incluidos el modo personal
y el modo vernáculo.

5.1. El rol de los juegos musicales en el aprendizaje musical:

Hasta los 5 años, los instrumentos de percusión y objetos de diferentes texturas y colores
deben tener una presencia constante en el aula, facilitando los juegos acompañados del
canto y del movimiento rítmico. De los 5 a los 6 años empezamos a cambiar un poco el
abordaje para una enseñanza con enfoque hacia la obtención de un determinado producto
sonoro, que se logra con el desarrollo de un conjunto de actividades más planeadas.

En los juegos musicales de los más pequeños se observa la espontaneidad de las


canciones transmitidas oralmente, que incorporan elementos como el texto, las palmas, la
mímica, los saltos, el contar o eliminar... Estos juegos tienen características comunes:

● El aprendizaje es multimodal: Los niños aprenden juntando estímulos


visuales,kinestésicos y auditivos, al canto y a los movimientos, y a la manipulación
de objetos en la exploración de sus sonidos.
● La imprevisibilidad: Las interacciones musicales no son planeadas, ocurren en el
momento y el maestro deberá estar atento para interactuar con estas respuestas
espontáneas.
● La interacción social: Los más pequeños comparten movimientos y objetos con
sus amigos y conjuntamente transforman sus juegos.

5.2. El rol de los instrumentos musicales:

Los instrumentos musicales y objetos sonoros que elegimos para las clases de educación
musical en infantil son muy importantes, ya que potencian la exploración sonora del
ambiente, una actividad inherente al desarrollo musical en la etapa infantil.
El primer instrumento musical disponible en la etapa infantil será el propio cuerpo del niño.
Después, tendremos objetos de su entorno de origen natural, siempre que sean adecuados
a sus edades y siempre que sirvan para el enriquecimiento de las posibilidades sonoras. La
transformación de estos objetos en instrumentos musicales también contribuye a una
educación para la sostenibilidad del planeta.

La base de las capacidades musicales auditivas y performativas se desarrollan con el canto,


además del ritmo y del movimiento. En la primera etapa de infantil, los niños se comunican
con sus cuidadores a través de la voz. La exploración sonora empieza desde el segundo
mes de vida con la voz. Los niños usan también la voz para imitar los sonidos de su entorno
social y natural. Esta primera fase de desarrollo musical se hace a través de una
comunicación vocal difusa. En el tercer año, el niño ya es capaz de componer canciones
sociales o personales. Las primeras son creadas en situaciones de convivencia social. Son
canciones más habladas, con una estructura rítmica regular asociada a la construcción
silábica de palabras. Las segundas, las canciones personales tienen una estructura más
variada y contemplan: las expresiones vocálicas, los monólogos y las canciones.

Durante la segunda etapa de infantil, el repertorio de canciones crece, acompañando los


juegos entre los niños y el aprendizaje de socialización. Las capacidades vocales del
maestro son determinantes: la capacidad de entonación correcta, una voz flexible y de gran
rango y la habilidad de usar la voz en diferentes registros. Estas capacidades permiten que
la voz sea usada sin limitaciones en los juegos musicales y en la interpretación de sus
diferentes personajes.

6. Fases del desarrollo musical en infantil:


6.1. Periodo prenatal:

Los 5 sentidos ya se encuentran desarrollados antes del nacimiento del feto. El sonido
intrauterino es el estímulo sensorial más complejo al cual está expuesto el feto, por lo que
es el más estimulante. La audición del feto está plenamente desarrollada en la semana 25
de gestación, pero el feto podrá responder a estímulos auditivos externos desde la semana
16 de su desarrollo.

La manera en que el feto escucha los estímulos musicales no es la misma que la del adulto.
No existe una apreciación cognitiva o estética de la música, pero su ritmo, contornos
melódicos, tiempo e intensidad ya son procesados y determinan ciertos comportamientos.
A partir de las semanas 36 a la 39, el feto ya escucha las frecuencias más agudas y por lo
tanto escucha la música, percibiendo los cambios del tono y el timbre de la voz. El habla es
un tipo de sonido muy bien reconocido por el feto. Además de la capacidad para la escucha,
la capacidad musical del feto engloba también su capacidad de movimiento, de equilibrio y
de emociones.

La cóclea es el órgano del oído responsable de transformar las frecuencias escuchadas en


estímulos cerebrales, inicia este proceso entre las semanas 16 y 20 de gestación. El
vestíbulo está formado a la semana 25 de gestación. La interacción madre-feto es más
significativa a partir de la semana 32 de gestación, cuando hay claramente una respuesta
cardíaca del feto a la voz de su madre, demostrando que además de la capacidad auditiva,
es necesaria la maduración cerebral del feto.

Son varios los estudios que destacan los efectos positivos del canto improvisado y de las
vocalizaciones (toning) en los adultos, mejorando su función cardiovascular, sus patrones
respiratorios y su bienestar y disminuyendo sus niveles de estrés. Las experiencias
proporcionadas por el canto grupal revelan efectos positivos a nivel biológico y psicológico
asociados a la vinculación social mejorando el humor y el estado del sistema inmunológico
de las personas que cantan en grupo, el canto materno prenatal y las vocalizaciones en
grupo aportan beneficios a la madre que canta, ayudándola a relajarse y aumentando en
ella la sensación de bienestar general durante el embarazo.

6.2. De los 0 a los 3 años:


La etapa de los 0 a los 3 años es la etapa en la cual los niños están más capacitados para
explorar los sonidos de su entorno. Cabe al educador potenciar esta capacidad,
proporcionando un ambiente rico en sonidos para la experimentación y el crecimiento. Las
actividades musicales en esta etapa de infantil son acompañadas de juegos con objetos de
colores y de diferentes formas y texturas.

De los 0 a los 4 meses, los bebés son más sensibles a los patrones o contornos melódicos
que a la entonación. Los bebés reaccionan más a la voz cantada de las madres que al
habla, usando un tono de voz más agudo, más emotivo y con un ritmo más lento. Los bebés
les responden con sonidos que suelen incluir glissando, arrullos y la repetición de patrones
consonante-vocal muy simples como da-da-da.
De los 4 a los 8 meses, los bebés son ya más sensibles a la estructura de la música.
Empiezan explorando los sonidos con su voz y golpean los objetos. Los bebés distinguen
frecuencias de las diferentes vocales del habla y aparecen las primeras continelas
repetitivas.

Los bebés de los 8 a los 12 meses empiezan a matizar más intencionadamente los sonidos,
rítmicamente ya distinguen patrones y tiran objetos porque poseen una cierta expectativa
sobre sus sonidos. De los 12 a los 18 meses surge el canto silábico espontáneo con una
cierta regularidad rítmica, imitando primero las palabras, después el ritmo y por último la
altura, reaccionando corporalmente al sonido de forma articulada e intencional. También
empiezan a imitar la voz de quiénes interactúan con ellos.

De los 18 a los 24 meses empiezan a sustituir las manipulaciones por las representaciones.
El ritmo y el movimiento corporal asumen un rol más importante que la melodía. Aparece
también la imaginación musical, representando a personajes con movimientos corporales.
Primero se desarrolla el lenguaje, después la capacidad rítmica y por último la capacidad de
repetición de intervalos. En una primera fase las palabras de las canciones poseen más
interés que la melodía. En una segunda fase, se reconocen más los diferentes intervalos
musicales. En una tercera fase, los intervalos melódicos son más precisos y los cambios de
tonalidad pueden ocurrir asociados al uso incorrecto de los registros vocales.

En la fase de 2 a 3 años, los niños pueden interpretar frases sencillas, cortas y hacer
improvisaciones espontáneas, cada vez más afinadas en el sistema diatónico musical.
Interpretan personajes con movimientos característicos, distinguen cambios de dinámica y
cambian sus movimientos corporales según el carácter de la música y del tiempo.

6.3. De los 3 a los 6 años:


En esta etapa preescolar, la mayor parte de las actividades musicales están acompañadas
del canto. Las actividades musicales se dividen en tres categorías: canciones, juego con
instrumentos y otros objetos que producen sonido y movimientos corporales con la música.

Las canciones pueden ser clasificadas en dos tipos: las que son más cortas y repetitivas y
las que son más difusas, improvisadas en momentos solitarios, de introversión. En esta
etapa es muy difícil que los niños realicen actividades en solitario, por lo que el aprendizaje
de un instrumento musical no debe ocurrir antes de los 4 años. Los niños entre 3 y 4 años
revelan capacidades musicales cognitivas, valorativas, auditivas y técnicas.
Existen ya capacidades imaginativas para interpretar un personaje musical. La capacidad
para distinguir timbres sonoros también está presente. Participan en los juegos musicales
interpretando personajes diferentes. También participan del acompañamiento con canciones
musicales conocidas, creando movimientos con objetos imaginarios y haciendo
improvisaciones.

Ya tienen capacidad de entonar sin acompañamiento musical y van aumentando su


representación simbólica de los sonidos. La destreza para memorizar canciones e inventar
melodías también es mayor y ya nombran sus canciones y obras preferidas.

A partir de los 5 y hasta los 6 años, los niños empiezan a cambiar su percepción del
entorno, dejando de tener esa visión de que son el centro del mundo y todo en el mundo se
relaciona con el ser humano. Ya tienen capacidad de describir verbalmente una obra y
detectar errores en la entonación o en el ritmo, Sus preferencias musicales están más
perfiladas, eligiendo los instrumentos con los que quieren acompañar las canciones. La
capacidad de composición también aparece, siendo capaces de componer una melodía de
un texto conocido de una o dos estrofas. Reconocen el timbre de varios instrumentos y lo
relacionan con los diferentes instrumentos.

También podría gustarte