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1.

-Hechos Generales:

A principios de los años noventas, concretamente en el año 1992, los empleados de la


empresa bancaria Banco del Sur del Perú, en adelante “Bancosur” y los empleados del
Banco Central de Crédito Cooperativo realizaron dos operaciones que generaron
muchos problemas y malestar en los directivos del “Bancosur”.

Ambas operaciones tuvieron lugar en un momento en donde era conocido que el


Banco de Crédito Cooperativo pasaba por un difícil momento económico y en donde
tenía problemas de liquides. Asimismo, ambas operaciones tuvieron como principales
actores al señor Leonidas Yabar Bedregal como sub gerente del “Bancosur” y al señor
Miguel Oscar Saavedra Diaz, Jefe de Bóveda del mismo banco. El subgerente de
operaciones en el banco se encargaba principalmente de supervisar que los cajeros
cierren el día con sus cajas en orden entre otras labores y el Jefe de Bóveda se
encargaba de controlar y registrar los flujos de dinero que entraban y salían de la
bóveda.

El señor Saavedra ingreso a laborar al Bancosur el 05 de enero del año 1983 en un


cargo de auxiliar. 09 años después llegó a ocupar un cargo masomenos importante, el
de jefe de bóveda, el cual desempeño hasta el 14 de mayo de 1992, su salida
repentina tuvo lugar debido a que se generó un conflicto entre el señor Saavedra y
Bancosur, este conflicto surgió por dos operaciones financieras que celebró Bancosur a
favor del Banco Cooperativo del Perú.

1. La primera operación fue desarrollada el 07 de enero del año 1992, y consistió


en que el Bancosur y una subsidiaria del Banco de Crédito Cooperativo, de
nombre Sema S.A celebraron un contrato de mutuo, un contrato de préstamo,
por un monto de S/. 1’059,300 superior.

2. En razón de ello, como garantía al préstamo que le otorgó el Bancosur, la


empresa L y V international Trading S.A, otra sociedad subsidiaria del banco
cooperativo giró una letra de cambio que fue aceptada por Sema S.A por la
totalidad del monto de S/.1’234,159 y que tuvo como beneficiario al Bancosur,
el mismo día que se celebró el préstamo el 07 de enero de 1992.

3. Finalmente, como garantía el propio banco de crédito cooperativo emitió una


carta fianza N°5884 por un monto superior al contrato de mutuo.

Con dicha documentación, se presentaron los representantes del Banco de Crédito


Cooperativo y sus subsidiarias en la sede de Miraflores del Bancosur. En ese momento,
fueron recibidos previa coordinación, por el señor Leonidas Yabar Bedegral, sub
gerente de operaciones del Bancosur. Minutos después, el señor Yabar Bedregal se
trasladó a la bóveda del Bancosur donde con ayuda del Jefe de Bóveda del Bancosur,
el señor Saavedra Díaz, dieron entrega de los montos dinerarios de S/.1’059,300.
Finalmente, tras colocar dichos montos en un camión blindado los representantes de
las otras entidades bancarias trasladaron a la bóveda del Banco de Crédito Cooperativo
el dinero.

La segunda operación financiera tuvo lugar en el mismo mes, pocos días después,
exactamente el 23 de enero de ese mismo año y tuvo la misma estructura solo que
variaron los montos, pues estos fueron menores. Nuevamente, el Bancosur celebra un
contrato de mutuo a favor de Sema S.A, sociedad subsidiaria del Banco de Crédito
Cooperativo, esta vez por un monto de S/.301,500.

Del mismo modo, la sociedad L y V International Trading emite una letra de cambio el
mismo día por un monto de S/.324,059, la cual fue aceptada por Sema S.A.

El Banco de Crédito Cooperativo, como respaldo, emite una carta fianza N°5900 por un
monto de S/.330’370 y del mismo modo el dinero es trasladado a la bóveda del Banco
de Crédito Cooperativo.

Ese mismo 23 de enero, en horas de la tarde los representantes del Banco de Crédito
Cooperativo fueron nuevamente recibidos por el señor Yabar Bedregal, quien con
ayuda del señor Saavedra Díaz recibieron el monto de S/.301,500 de la bóveda del
Bancosur.

El 29 de enero de ese mismo año, la auditoría interna del Bancosur, integrada por el
señor Miguel Oscar Saavedra Díaz, reportó el faltante de S/.301,500 en la bóveda
general del Bancosur.

Cuatro meses después, el 05 de junio de ese mismo año, la auditoría del Banco Central
de Reserva en una inspección rutinaria reportó el faltante de S/.1’059,300 en los
fondos de depósito de custodia del banco.

Hechos a considerar:

-Es importante considerar que como se muestra en el expediente, la primera operación


recién fue contabilizada el día 30 de enero del año 1992, al día siguiente de
presentado el reporte de auditoría interna del banco, llevada a cabo 29 de enero del
año 1992.

-El mismo día en que se presenta el primer reporte con el faltante de S/.301,500, el
señor Saavedra Diaz luego de que los directivos del banco le consultaran sobre ese
hecho, procede a entregarle a su jefe, el señor Yabar Bedregal, un cheque a nombre
de la empresa SUMMERBAN S.A con la suma S/.301’500. El cheque fue presentado por
el señor Yabar Bedregal ante los directivos del Bancosur, a fin de justificar dicho
faltante. El cheque termina por no tener fondos.

-El 13 de marzo de 1992, los representantes del Bancosur remiten una carta al Banco
de Crédito Cooperativo carta requiriendo el pago de la primera operación.

- El 18 de marzo de ese mismo año, la Superintendencia de Banca y Seguros declara al


Banco de Crédito Cooperativo en estado de disolución, el Bancosur se constituye como
uno de los acreedores.

-El 19 de agosto representantes del Bancosur presentan un demanda civil contra Sema
S.A y L y V International Trading SAC a fin de cobrar el monto total de sus acreencias.
-El Bancosur ejecutó ambas cartas fianzas.

-El Bancosur envía cartas notariales con fecha 23 de enero, 04 de marzo, 06 de marzo
para que se honre la carta fianza en razón a que quería que se le page por el dinero
que se había prestado.

2.-Hechos relevantes en materia penal

En razón del segundo faltante descubierto vinculado a la primera operación, el banco a


través de sus representantes legales interpone una primera denuncia el 05 de junio del
año 1992 por hurto agravado y peculado en contra de los que en ese momento ya
eran ex empleados del Bancosur, los representantes del Banco de Crédito Cooperativo
y sus subsidiarias.

De la misma forma el 22 de junio de ese mismo año y debido al segundo faltante


vinculado a la primera operación ejecutada interpone una denuncia por estafa y
apropiación ilícita en contra de las mismas personas.

Con fecha 01 de julio del año 1992 el Segundo Juzgado Penal de Lima abre auto de
apertura de instrucción por la primera denuncia de hurto y peculado y el día 22 de
noviembre del año 1993 el Quinto Juzgado Penal de Lima abre instrucción por la
segunda denuncia por los delitos de estafa y apropiación ilícita.

El 23 de mayo de 1993 el Vigésimo Quinto Juzgado Penal de Lima decide acumular


ambas instrucciones y finalmente luego de 03 sentencias de primera instancia
declaradas nulas, la Quinta Sala Penal de Lima decide absolver a los imputados por los
delitos de estafa, hurto y apropiación ilícita.

Se emitieron 03 sentencia de primera instancia las cuales fueron declaradas nulas la


primera y la segunda y finalmente se emitió una sentencia en segunda instancia que
fue la definitiva. En las tres se absolvió al señor Saavedra y a los otros imputados.

Primero, ¿Cuáles fueron las conductas que tuvieron que analizar las judicaturas y
finalmente la Sala?

• Que en dos días distintos, el señor Yabar Bedregal como sub gerente del banco
recibió a los funcionarios del banco CCCP y sus subsidiarias y con ayuda del
Jefe de Bóveda el señor Saavedra Díaz entregó de la bóveda los montos
dinerarios a dichos funcionarios de manera inconsulta con los gerentes del
banco y sin ningún tipo de poder de representación o autorización que respalde
dichas entregas, extralimitándose de sus funciones en el banco.

Segundo, ¿Qué delitos se les imputó?: Los delitos de hurto agravado, estafa y
apropiación ilícita.

Tercero:
La Quinta Sala Penal de Lima absuelve a los imputados señalando que ambas
operaciones fueron regulares como lo demuestra el hecho mismo que el Banco
interpusiera acciones civiles para recuperar sus acreencias y que se constituyera como
acreedor en el proceso de liquidación del Banco de Crédito Cooperativo. Asimismo,
señala que nunca se comprobó el benefició económico de los imputados y además
indicó que no existieron elementos probatorios suficientes para establecer la comisión
de tales delitos.

4.-Hechos en materia civil

Un año después de ser absuelto, exactamente el día 21 de julio de 1998, el señor


Miguel Oscar Saavedra Diaz, ex Jefe de Bóveda del Bancosur interpuso una demanda
por denuncia calumniosa contra el BANCOSUR por daños y perjuicios a fin de que lo
indemnicen con la suma de $ 3’000,000 en el marco del supuesto de responsabilidad
civil extra contractual del artículo 1982° del Código Civil (denuncia calumniosa).

¿Que sustenta la demanda?:

Que el BANCOSUR realiza las denuncias al señor Saavedra Diaz a sabiendas de que no
habría cometido ningún delito, ocasionándole un grave perjuicio no solo económico
sino también moral por haberlo inmerso en el proceso penal que duró 5 años. Todo
ello, con el fin de poder cobrar la Póliza de Seguros para los casos de pérdida de
dinero por infidelidad de un empleado y no perder dinero por las dos operaciones
infructuosas.

¿Qué contesta el Bancosur?

Que las denuncias fueron interpuestas en el ejercicio regular del derecho de acción y
de la tutela jurisdiccional efectiva puesto que existieron elementos materiales
suficientes como para haber realizado la denuncia.

¿Cuáles fueron los puntos controvertidos?

Determinar si el señor Saavedra Díaz merece una indemnización civil de 3’000,000 de


dólares por haber sido denunciado por el Bancosur en base a hechos falsos. En
aplicación del artículo 1982° del Código Civil referido a la figura de denuncia
calumniosa.

¿Qué se resuelve finalmente?

Luego del auto de saneamiento, la audiencia de conciliación, la audiencia de pruebas,


una sentencia en primera instancia declarada infundada y tres sentencias en segunda
instancia declaradas fundadas, finalmente el 21 de diciembre del año 2001 la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Lima declara fundada la demanda ordenando el pago
de la indemnización civil de $35’000 en favor del demandante.

Para la Sala Civil quedó demostrado que los directivos del Bancosur tuvieron
conocimiento de ambas operaciones denunciadas y que las mismas habían sido
regulares y que por tanto los representantes del banco interpusieron las denuncias
únicamente para cobrar la póliza de seguro por siniestro de infidelidad de empleados.
Además, señaló que se produjeron daños emergentes, lucro cesantes y moral a lo
largo del proceso en perjuicio del demandante.

Análisis de los problemas:

PRIMER PROBLEMA

Lo primero que tengo que decir, es que el análisis en el ámbito penal, lo centré en las
conductas del señor Yabar Bedregal como sub gerente de operaciones y de su
subalterno el señor Saavedra Díaz como jefe de bóveda ya que fueron ellos los
principales ejecutores de las operaciones bancarias.

Ahora tenemos que hacernos la pregunta:

De revisar sus conductas descritas en los hechos debemos hacernos la pregunta:


¿Realmente cometieron los delitos de hurto, estafa y apropiación ilícita? ¿Estuvimos
frente a conductas típicas, antijurídicas y culpables en el marco de los delitos
mencionados?

Hurto 185°

Respecto al delito de hurto, descarté el hecho que las conductas de los señores
puedan adecuarse al tipo de hurto porque no se cumple con el tipo objetivo del hurto,
concretamente en la conducta típica se exige que en la perfección delictiva el sujeto
activo deba haber sustraído el bien de la esfera de custodia del sujeto activo.
En este caso, los bienes ya se encontraban legítimamente en la esfera de custodia de
los empleados del banco, no eran agentes ajenos al banco y tampoco tenían deberes
concretos o limitados sobre los mismos.

Estafa 196°

En cuanto al delito de estafa, descarté también que este pudiera darse pues, no se
cumplió con el tipo objetivo del delito. En primer lugar debemos recordar que según se
desprende de la denuncia realizada por el Bancosur el cheque sin fondos presentado
por el Yabar Bedregal y Saavedra Díaz ante los directivos del Bancosur fue el
instrumento material empleado por los imputados para lograr engañar a los directivos
del Bancosur y hacerse con los bienes . Frente a ello, debemos recordar que la
conducta típica de estafa reconoce cuatro momentos que deben darse de manera
secuencial, el 1)engaño, 2)la inducción, 3) el acto de disposición y finalmente 4) el
perjuicio patrimonial en provecho del sujeto activo o de un tercero.

En el presente caso, el supuesto engaño se realizó 7 días luego de que los bienes
fueran trasladados y puestos a disposición del Banco de Crédito Cooperativo como
tercero beneficiado con el delito. Por lo que no se cumple con la secuencia que exige la
conducta típica.

Apropiación ilícita artículo 190° del Código Penal

Por último, respecto al delito de apropiación ilícita sí se presentaron los elementos de


tipicidad, antijuricidad y culpabilidad en el marco del delito mencionado.

El Bancosur contrató a los señores Yabar Bedregal y Saavedra Días otorgándole


deberes y funciones especiales de administración sobre sus bienes, estos deberes y
funciones se encontraron establecidos en el Manuel de Organización y Funciones del
propio banco transcrito por el Segundo Juzgado Penal de Lima de fecha 13 de octubre
del año 1994:

Leonidas Yabar Bedregal (Subgerente de Operaciones):

Su función consistía en ejercer el control y la supervisión de las agencias de Lima,


impulsando su desarrollo e informando de sus operaciones al gerente del Área de
Operaciones, manteniendo relaciones periódicas con los administradores.

Miguel Óscar Saavedra Díaz (Jefe de Bóveda):

Se encargaba de controlar las operaciones de bóveda, las remesas a sucursales y las


agencias, y el control del cajero automático. Además, registraba y acompañaba a las
personas a que ingresaban a la bóveda del banco, llevaba la contabilidad del dinero
existente en la misma, anotando los ingresos y salidas. Emitía sus informes al
Departamento de Contabilidad.

De ninguna de estas funciones se desprende alguna facultad o prerrogativa para


realizar sin ningún tipo de autorización o poder especial las operaciones bancarias que
realizaron los señores Yabar Bedregal con la ayuda del señor Saavedra Díaz. De los
hechos se desprende que se apropiaron de los bienes del banco en beneficio de
terceros.
Asimismo, sumado a mi hipótesis de imputación hay una serie de datos fácticos que
me gustaría mencionar:

 Los préstamos otorgados hacia Sema S.A de más de un millón de soles no


contaron con ningún informe favorable de ningún comité de crédito, siendo
más grave aún el hecho de que haya sido una cooperativa la persona jurídica
que respaldó ambas operaciones.

 Como se muestra en uno de las hojas de los libros contables que muestra el
expediente la segunda operación no fue contabilizada el mismo día en que se
realizó sino 7 días después luego que se presentara el primer reporte de la
auditoría interna.

Sobre el tipo subjetivo, este también se cumplió en las conductas de los imputados ya
que el delito ejecutado se hizo con plena consciencia y voluntad de la realización típica,
siendo que el delito de apropiación ilícita exige que la conducta sea dolosa.

Por el lado de la antijuricidad, las conductas no presentaron ninguna causa de


justificación de las que se señalan en el artículo 20° del Código Penal, asimismo en el
ámbito de la culpabilidad las conductas no presentan ninguna causal de
inimputabilidad de ningún tipo o alguna exclusión de la conducta como miedo
insuperable, estado de necesidad exculpante u obediencia jerárquica.

Por último, se determinó que el señor Yabar Bedregal fue el autor del delito de
apropiación ilícita en beneficio de los terceros pues fue el mismo quien tuvo dominio de
la realización típica, mientras que el señor Saavedra Díaz fue un partícipe necesario
pues dejó ingresar al señor Yabar Bedregal a la bóveda, no informó al departamento
de contabilidad de manera inmediata acerca de las operaciones, no registró la
operaciones en los libros de caja, siendo que su conducta omisiva fue necesaria para la
perpetración del delito.

Segundo problema:

¿Las denuncias contra el señor Saavedra Díaz fueron conductas antijurídicas?

Lo primero que debemos analizar al momento de revisar si es que se cumplen los


elementos conformantes de la responsabilidad civil, es la antijuridicidad, es decir
debemos verificar si es que las conductas que generaron el daño estuvieron en
contravención de la totalidad del ordenamiento jurídico, en concreto si estuvieron en
contra de alguna norma prohibitiva, el orden público o las buenas costumbres.

En nuestro normativa la verificación de la antijuricidad la podemos realizar aplicando el


inciso 1) del artículo 1971 que señala como causal liberadora de responsabilidad civil a
quien actuó en ejercicio legítimo de un derecho.
En ese sentido, para comprobar que las denuncias de los representantes del Bancosur
fueron antijurídicas o no, tendríamos que analizar si es que las mismas fueron
realizadas en el ejercicio legítimo de derecho de acción. Ello nos llevaría al mismo
tiempo a descartar que las denuncias se hayan hecho en base a hechos falsos o sin
motivo suficiente, por tanto, supondría por tanto que las conductas analizadas no se
adecuarían al supuesto regulado del artículo 1982° sobre la denuncia calumniosa.

Es decir, si comprobásemos que en efecto los denunciantes tuvieron elementos


materiales suficientes para haber sido realizadas no estaríamos antes una denuncia
calumniosa.

Lo primero que hay que preguntarnos es: ¿Hasta que punto un ciudadano puede
ejercer su derecho de acción e interponer una denuncia contra una persona de manera
legítima?.

Si bien no existe una norma que establezca de manera expresa límites y mucho menos
un estándar al respecto, los filtros procesales dentro del proceso penal nos brindan
valiosa información.

Y es que un fiscal para formalizar una denuncia solo le basta con comprobar los
requisitos de procedibilidad, individualizar al imputado y que exista causa razonable es
decir que existan pruebas suficiente o suficientes indicios de la comisión del hecho
punible como se establece en el artículo 94° de la LOMP.

Otro de los filtros que debemos verificar sí es que están presentes en estos casos, es el
que se establece en el artículo 77° del Código de Procedimientos Penales, en donde
establece que el Juez Instructor si considera que el hecho denunciado constituye delito
debido a los elementos de juicio reveladores se procederá a abrir auto de apertura de
instrucción y a continuar con la investigación del delito.

En el presente caso los fiscales formalizaron las denuncias debido a que sí encontraron
pruebas o indicios claros de la comisión de hechos delictivos en las cuales estuvo
vinculado el demandante como Jefe de Bóveda.

Asimismo, los jueces instructores encontraron elementos materiales reveladores de la


comisión delictiva.

Estos 05 hechos presentes en la denuncia fueron claves para la formalización y el auto


de apertura de instrucción:

1. La existencia de dos faltantes de dinero en la bóveda del banco de más de un millón


de soles conjuntamente. Estos hechos se corroboraron con las actas de inspección de
bóveda adjuntas en los atestados policiales.

2. Las dos operaciones bancarias que dieron como resultado ambos faltantes no fueron
contabilizadas el mismo día en que se sustrajeron los montos de dinero.

3. Las operaciones realizadas no fueron sustentadas con algún tipo de poder de


representación o autorización expresa de los gerentes del banco.
4. El demandante, al momento de justificar el segundo faltante de dinero, presentó ante
la gerencia administrativa un cheque de la empresa Covise S.A. que resultó no tener
fondos.

5. El demandante, en el momento de los hechos, era el Jefe de Bóveda del Bancosur,


por tanto, tenía a cargo el control de los flujos de dinero que entraban y salían de la
bóveda.

Frente a ello, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Las denuncias interpuestas se


hicieron en el ejercicio de regular del derecho de acción?

Solo cabe afirmar que sí, porque la imputación estuvo nutrida por elementos
materiales que evidenciaban la comisión de un hecho punible y que además
transcurrieron por los filtros procesales existentes en el proceso penal.

De esa manera también podemos concluir que no se realizaron las denuncias en base
a hechos falsos como presume el demandante al invocar el artículo 1982° en su
demanda.

Tercer Problema

¿Podemos considerar que las denuncias interpuestas por el Bancosur produjeron daño
moral en perjuicio del señor Saavedra Díaz?

El daño moral, es reconocido como un daño extra patrimonial dentro del


ordenamiento, que sufren los sujetos que se ven perjudicados con un daño. Debe
entenderse como la aflicción, pena y tristeza usualmente transitoria que sufre la
víctima.

El demandante señaló como daños morales- sentimiento de tristeza, angustia y de


aflicción:

1.- Por haber estado detenido en la carceleta del Poder Judicial por 24 horas por un
crimen que supuestamente no cometió.
2.- Por haber tenido que cumplir injustamente con las medidas de comparecencia
restringida que trajo como consecuencia el hecho de no haber podido salir del país.

3.-El perjuicio a su imagen personal, buen nombre y reputación producto


de los medios de comunicación que lo presentaron como un delincuente.

De estos tres supuestos, los dos primeros SÍ habrían podido ser considerados como
daños morales debido a que significaron un perjuicio sentimental en la esfera interna
del señor Saavedra Díaz, mientras que respecto del tercero no podemos decir lo mismo
puesto que en primer lugar en este supuesto tiene lugar una ruptura del nexo causal
como hecho determinante de un tercero puesto que los daños señalados no pudieron
ser atribuidos al Bancosur sino que más bien a los medios de comunicación que
difundieron las noticias.

Conclusiones:

• Los señores Yabar Bedregal y Saavedra Díaz no cometieron los delitos de hurto
ni de estafa, pero el señor Yabar Bedregal sí cometió el delito de apropiación
ilícita con participación necesaria del señor Saavedra Días quien desempeñaba
el cargo de jefe de bóveda.

• Las denuncias interpuestas por los representantes del banco fueron realizadas
en el ejercicio regular del derecho de acción y liberaron de responsabilidad civil
al Bancosur, pues los denunciantes sí contaron con los indicios suficientes o
elementos reveladores que justificaron ambas denuncias.

• En el supuesto de encontrarnos ante una conducta antijurídica, sí se habrían


producido el daño moral concretamente en las medidas de detención policial y
en las medidas de comparecencia restringida de derechos.

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