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LOPE DE VEGA

Se trata de un poema de temática amorosa que transmite los estados de ánimo del enamorado en
ausencia de la amada. Se ofrece una definición de la ausencia mediante la enumeración de los efectos
que provoca en el amante, que se siente desesperado. El tratamiento del tema se hace desde una
profunda reflexión en la que se generalizan y universalizan los efectos del amor y del mal de ausencia,
aunque la situación concreta que puede provocar las emociones descritas no aparece reflejada en el
poema.

Este tipo de poemas concebidos como una definición mediante paradojas de sentimientos amorosos fue
habitual entre los poetas del Siglo de Oro, y son una muestra de la lírica amorosa de influencia
trovadoresca y petrarquista.

[19] “Ir y quedarse, y con quedar partirse” (1609)

Ir y quedarse, y con quedar partirse,


partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

1 Si el amante se va (ir) su alma y sus pensamientos se quedan con la amada (quedarse), y si el amante
es quien se queda (quedar), sus pensamientos y su alma van tras la amada (partirse).
2 El amante parte si alma, porque la deja con la amada, pero lleva consigo el alma de la amada (con
alma ajena).
3-4 En estos versos se alude a un episodio de la Odisea, de Homero. Ulises ordenó a sus compañeros
que le ataran al mástil (árbol) del barco para no sucumbir al canto seductor de las sirenas. En la
mitología griega, las sirenas eran seres marítimos que atraían a los marineros con sus dulces melodías;
estos, al no poder resistirse, se arrojaban al mar y perdían la vida.

arder como la vela y consumirse, 5


haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;

5-6 “Haciendo torres sobre tierna arena” equivale al actual “hacer castillos en el aire”. El poeta confiesa
haberse consumido a base de forjar vanas esperanzas.
7-8 Se alude en estos versos a los ángeles caídos de que se habla en la Biblia, los cuales fueron
expulsados del cielo, se convirtieron en demonios y, como tales, sufrieron las penas infernales (demonio
en pena). El cielo se equipara con la presencia de la amada y la pena infernal, con su ausencia. El poeta
no se arrepiente de padecer la pena que supone la ausencia de la amada.

hablar entre las mudas soledades,


pedir prestada sobre fe paciencia, 10
y lo que es temporal llamar eterno;

10 Desear, además de fe, paciencia: la fe en el reencuentro y la paciencia necesaria para soportar la


ausencia.

creer sospechas y negar verdades,


es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.

13-14 Lo descrito en los doce primeros versos es una definición del dolor provocado por la ausencia de
la amada y por el amor (el fuego) que habita en el alma del amante. Este dolor del amante es tal que es
como si viviera un infierno en vida (en la vida infierno).
Responde a las siguientes cuestiones sobre el poema de Lope de Vega “Ir y quedarse, y con
quedar partirse”:

1. Comenta el tema del poema.

Se trata de un poema de temática amorosa que transmite los estados de ánimo del enamorado
en ausencia de la amada. Se ofrece una definición de la ausencia mediante la enumeración de
los efectos que provoca en el amante, que se siente desesperado. Se hace una reflexión
general sobre el mal de ausencia, sin mencionar la situación concreta que puede provocar las
emociones descritas.

2. El contenido del poema se organiza en dos partes de desigual extensión. La primera parte la
constituyen los doce primeros versos y la segunda la forman los dos últimos versos del poema.
Comenta lo que se transmite en cada una de las partes.

En la primera parte, formada por los doce primeros versos, se describe, con diferentes
imágenes, la situación anímica del yo poético, una serie de estados de ánimo. En la segunda
parte, formada por los dos últimos versos, se revela la causa del estado de ánimo descrito en la
primera parte: la ausencia de la amada. En el último verso el poeta sintetiza en pocas palabras
los sentimientos que ha ido diseminando a lo largo de la primera parte: fuego en el alma, y en
la vida infierno: el amor que habita en el alma del amante convierte la vida en un infierno en
ausencia de la amada.

3. Todos los verbos de los doce primeros versos son formas no personales, fundamentalmente
infinitivos, y un verbo en presente de indicativo. ¿Cómo contribuyen esas formas verbales al
contenido del poema?

En la primera parte del poema destaca la constante presencia del infinitivo verbal y algún
gerundio, formas no personales, y un único verbo en forma personal, el presente de indicativo
“es”. Las formas no personales tienen un carácter atemporal, así como el presente de
indicativo, que también tiene valor atemporal, de manera que contribuyen al carácter universal
de lo expresado en el poema. El poema presenta la descripción de un estado anímico y hace
una reflexión general sobre la ausencia, por lo que recurre a formes verbales de carácter
atemporal.

4. Comenta la figura retórica que aparece en el primer verso: Ir y quedarse, y con quedar
partirse y qué contenido contribuye a expresar.

La antítesis Ir y quedarse, y con quedar partirse presentan términos contradictorios que


contribuyen a acentuar las contradicciones internas que la ausencia de la amada ha provocado
en el yo poético. Si el amante se va (ir) su alma y sus pensamientos se quedan con la amada
(quedarse), y si el amante es quien se queda (quedar), sus pensamientos y su alma van tras la
amada (partirse).

5. Comenta el contenido del segundo cuarteto.

Arder como la vela y consumirse, / haciendo torres sobre tierna arena: el yo poético se va
consumiendo a base de forjar vanas esperanzas, haciéndose ilusiones que se le desmoronan.
El fuego amoroso se reaviva y de la misma manera que la vela arde y, poco a poco, se va
consumiendo, el amor encendido del enamorado lo va también consumiendo por dentro,
porque ella ya no está y no puede conseguir aquello que anhela, estar con ella.
Caer de un cielo, y ser demonio en pena es una imagen para transmitir que la felicidad del yo
poético, su llama de amor, simbolizada en el cielo, se ha acabado y ahora es como un demonio
que sufre en las llamas del infierno. El cielo se equipara con la presencia de la amada y la pena
infernal, con su ausencia. Sin embargo, no se arrepiente del sufrimiento que está teniendo, no
se arrepiente de sufrir por amor, puesto que ese sufrimiento, de alguna manera, lo acerca a la
amada.

6. Comenta el valor que tiene la palabra infierno con la que se cierra el poema.

El poema concluye transmitiendo que la vida del yo poético, en ausencia de la amada, se ha


convertido en un infierno. Con la palabra infierno que cierra el poema, el poeta sintetiza toda su
angustia, pues el infierno en la cultura cristiana simboliza la acumulación de todo el sufrimiento.
LOPE DE VEGA

“Suelta mi manso, mayoral extraño”


Este soneto pertenece al llamado “ciclo de los mansos” de Lope, un grupo de sonetos de ambientación
pastoril que tienen como protagonista a un manso (cordero que guía al resto del rebaño). En este caso,
el manso se ha perdido y lo encuentra otro pastor (el mayoral), Alcino, quien no duda en atraerlo con un
collar de oro y llevárselo con él. Cuando el verdadero dueño del manso da con el pastor, le pide que se
lo devuelva y trata de demostrarle que sólo él es su verdadero dueño.

El contenido de este soneto se relaciona con el final de la relación entre Lope de Vega y Elena Osorio,
ya que esta lo abandonó por Francisco Perrenot Granvela, un hombre más rico y poderoso. Perrenot se
correspondería con Alcino, el mayoral extraño (desconocido) que consigue atraer al manso con sus
riquezas; el manso sería Elena Osorio y Lope se identifica con el pastor que lamenta la pérdida de su
manso querido.

Suelta mi manso, mayoral extraño,


pues otro tienes de tu igual decoro;
deja la prenda que en el alma adoro,
perdida por tu bien y por mi daño.

Ponle su esquila de labrado estaño 5


y no le engañen tus collares de oro;
toma en albricias este blanco toro
que a las primeras yerbas cumple un año.

Si pides señas, tiene el vellocino


pardo, encrespado, y los ojuelos tiene 10
como durmiendo en regalado sueño.

Si piensas que no soy su dueño, Alcino,


suelta y verasle si a mi choza viene,
que aún tienen sal las manos de su dueño.

2 de tu igual decoro: de tu mismo rango, del mismo valor.


3 la prenda se refiere al manso; ambos tienen el mismo referente: Elena Osorio.
4 la pérdida del manso supone para el yo poético una desgracia y para el pastor que la ha encontrado,
una suerte.
5-6 El mayoral le ha quitado el cencerro (esquila) de metal (de labrado estaño) al manso y le ha puesto
un collar de oro para tratar de engañarlo y conseguir que no vuelva con su verdadero amo.
7-8 albricias: regalo que se da a quien trae buenas noticias (en este caso al mayoral, puesto que ha
encontrado al manso perdido) El yo poético le ofrece como recompensa, a cambio del corderillo, un toro
blanco muy joven, que en la próxima primavera (a las primeras yerbas) cumplirá un año.
9-11 El mayoral le pide pruebas (si me pides señas) que corroboren que realmente el manso es suyo el
yo poético describe al corderillo. Vellocino: lana; regalado sueño: sueño duce y placentero.
14 Es habitual que el ganado lama la sal de la mano de su dueño. Las manos del dueño del cordero aún
tienen sal porque el manso estaba hasta hacía poco con él, era suyo.
Responde a las siguientes cuestiones sobre el poema de Lope de Vega “Suelta mi manso,
mayoral extraño”:

1. Comenta el tema del poema.

El poema está centrado en la reclamación por parte de un pastor (referencia a Lope de Vega)
de un manso perdido (símbolo de la amada) y que otro pastor ha encontrado (símbolo del
nuevo amante que le ha arrebatado a la mujer) y se ha llevado con él. Cuando el dueño del
manso encuentra a quien se lo ha arrebatado, le pide que se lo devuelva y trata de demostrarle
que él es el verdadero dueño.

2. El poema recoge de forma alegórica un episodio de la vida de Lope de Vega. Comenta la


alegoría, es decir, con qué personas reales se corresponden los personajes del poema.

El poema recoge de forma alegórica un episodio de la vida de Lope: el final de la relación entre
Lope de Vega y Elena Osorio, ya que esta posiblemente lo abandonó por Francisco Perrenot
Granvela, un hombre más rico y poderoso.

El poema debe interpretarse en clave simbólica, pues Alcino, el mayoral, es, probablemente,
Francisco Perrenot Granvela que, según cree Lope, le arrebató a su amada Elena Osorio,
aunque seguramente fue ella quien lo abandonó. Considera que su cordero, Elena Osorio, ha
sido engañado por las riquezas, pero cree que en el fondo sigue enamorado de él y acabará
volviendo a su lado. Perrenot aparece en el poema como un pastor malvado que ha robado el
cordero a otro pastor, el propio Lope de Vega, que lamenta la pérdida de su manso y está
seguro de que cuando lo deje libre volverá otra vez con él.

3. El contenido del poema se organiza en tres partes: el primer cuarteto, el segundo cuarteto y
los dos tercetos. Comenta lo que se transmite en cada una de las partes.

La primera parte la constituye el primer cuarteto y en ella el yo poético exige al receptor de sus
palabras, el “mayoral extraño” (pastor desconocido), que deje en libertad al manso que era
suyo.

En la segunda parte, constituida por el segundo cuarteto, el yo poético le ofrece al mayoral un


torillo blanco muy joven si le devuelve el manso con la esquila de estaño que antes llevaba y no
con el collar de oro que le ha puesto él.

La tercera parte la forman los dos tercetos, en los que se hace referencia a las pruebas que el
yo poético aporta al mayoral para que se cerciore de que el manso es de quien lo reclama.

4. Comenta qué contribuye a expresar la presencia destacada del imperativo a lo largo del
poema: suelta (v. 1), deja (v. 3), ponle (v. 5), toma (v. 7), suelta (v. 13).

El uso del imperativo pone de manifiesto la exigencia con la que el yo poético se dirige al
mayoral, contribuye a remarcar las órdenes dirigidas al mayoral.

5. Comenta por qué el último verso del soneto, “que aún tienen sal las manos de su dueño”,
constituye la prueba directa de que el manso pertenece al yo poético.

Este verso supone la prueba de la relación directa del yo poético con el manso y de que le
pertenece, porque es común que el ganado lama la sal de la mano de su pastor. Si las manos
del dueño del cordero aún tienen sal es porque el manso estaba hasta hacía poco con él, lo
que significa que era suyo.

6. En el último verso del primer cuarteto aparece una antítesis; y en los dos primeros versos del
segundo cuarteto también se observa otra antítesis. Identifica las antítesis y comenta su
significado.

La antítesis con que acaba el primer cuarteto, “perdida por tu bien y por mi daño”, se produce
entre los términos “bien” y “daño”, que sintetizan la situación en que se encuentra el yo poético
por la pérdida del manso (la mujer amada): suerte para quien encuentre el cordero y desgracia
para quien lo ha perdido.

La antítesis con que se inicia el segundo cuarteto, “Ponle su esquila de labrado estaño / y no le
engañen tus collares de oro”, se produce entre los términos “estaño” y “oro”, y con ella se
pretende mostrar que el abandono que sufre el poeta se debe a la inferioridad material en la
que se encuentra respecto a su oponente, pues este ha seducido al manso con sus riquezas.
LOPE DE VEGA

“Mira, Zaide, que te aviso”


Los romances de tema morisco gozaron de gran popularidad en la época, sobre todo los de Lope de
Vega y Luis de Góngora. En este romance morisco de Lope, uno de sus poemas más famosos, la mora
Zaida se lamenta porque Zaide, el galán que la cortejaba, no ha mantenido el secreto y ha hecho
públicos sus amores. Zaide mostró a un morillo la trenza que le había regalado Zaida en señal de su
amor, y este se apresuró a airear las relaciones entre ambos. En este romance, el poeta recoge un
episodio autobiográfico: Lope da a conocer sus amores secretos con Elena Osorio, una mujer casada, lo
que provoca la ira y el rechazo de esta. El yo lírico del poema es Zaida, Elena Osorio, que se dirige a
Zaide, Lope de Vega.

Mira, Zaide, que te aviso


que no pases por mi calle,
no hables con mis mujeres
ni con mis cautivos trates,
no preguntes en qué entiendo 5
ni quién viene a visitarme,
qué fiestas me dan contento
ni qué colores me aplacen;
basta que son por tu causa
las que en el rostro me salen, 10
corrida de haber mirado
moro que tan poco sabe.

3-4 Zaida le pide que no hable con sus sirvientas (mujeres) ni con sus cautivos, cristianos a quienes los
moros habían hecho prisioneros y que a menudo ejercían de esclavos.
11 corrida: avergonzada.

Confieso que eres valiente,


que hiendes, rajas y partes,
y que has muerto más cristianos 15
que tienes gotas de sangre;
que eres gallardo jinete,
que danzas, cantas y tañes,
gentilhombre, bien criado
cuanto puede imaginarse; 20
blanco, rubio por extremo,
señalado entre linajes,
el gallo de los bravatos,
la nata de los donaires;

14 Los tres verbos de este verso hacen referencia al buen manejo de la espada por parte de Zaide.
22-24 señalado entre linajes: destacado entre las mejores familias; el gallo de los bravatos: el más
valeroso y arrogante; la nata de los donaires: el más gentil e ingenioso.

que pierdo mucho en perderte 25


y gano mucho en ganarte,
y que si nacieras mudo
fuera posible adorarte;
mas por este inconveniente
determino de dejarte, 30
que eres pródigo de lengua
y amargan tus liviandades;
y habrá menester ponerte
la que quisiere llevarte
un alcázar en el pecho 35
y en los labios un alcaide.
Mucho pueden con las damas
los galanes de tus partes,
porque los quieren briosos,
que hiendan y que desgarren; 40
mas, con esto, Zaide amigo,
si algún banquete les hacen
del plato de sus favores
quieren que coman y callen.
Costoso me fue el que heciste; 45
¡qué dichoso fueras, Zaide,
si conservarme supieras
como supiste obligarme!
Mas no bien saliste apenas
de los jardines de Atarfe, 50
cuando hiciste de la mía
y de tu desdicha alarde.

33-36 La mujer que quiera tenerte tendrá que ponerte una fortaleza (alcázar) en el pecho y un guardián
(alcaide) en los labios para evitar que Zaide pueda hablar, pueda irse de la lengua.
37-38 Mucho gustan a las damas los hombres de tu condición, con tus cualidades (de tus partes).
42-44 Zaida advierte a su amigo que si las damas corresponden a sus galanes concediéndoles su amor
(si algún banquete les hacen), esperan que se contenten con ello y mantengan en secreto su relación
(del plato de sus favores quieren que coman y callen).
45 Costoso me fue el banquete que hiciste, es decir, he sufrido mucho por tu culpa.
48 obligarme: conquistarme.
49-52 Cuando apenas habían salido de sus encuentros amorosos (en los jardines de Atarfe, municipio
de la provincia de Granada), Zaide ya alardeaba de su relación amorosa, lo que supuso la desdicha para
ambos.

A un morillo mal nacido


he sabido que enseñaste
la trenza de mis cabellos 55
que te puse en el turbante.
No quiero que me la vuelvas,
ni tampoco que la guardes,
mas quiero que entiendas, moro,
que en mi desgracia la traes. 60
También me certificaron
cómo le desafiaste
por las verdades que dijo,
que nunca fueran verdades.
De mala gana me río, 65
¡qué donoso disparate!,
no guardaste tu secreto
y quieres que otro lo guarde.
No puedo admitir disculpa,
otra vez torno a avisarte 70
que esta será la postrera
que te hable y que me hables.
Dijo la discreta Zaida
al gallardo Abencerraje,
y al despedirse replica: 75
Quien tal hace, que tal pague.

55 La entrega de una trenza o unos cabellos por parte de la dama en señal de amor era un tópico muy
frecuente en la literatura de la época. Zaide hace publica su relación en el momento que muestra la
trenza al morillo.
61-64 Zaide desafió o retó al morillo a un duelo por hacer públicos los amores entre Zaida y Zaide,
alegando que era mentira lo que el morillo decía. Zaida desea ahora que nunca hubieran sido ciertos
esos amores (que nunca fueran verdades).
74 Al apuesto miembro de la familia Abencerraje, distinguida familia noble de la Granada musulmana.

Responde a las siguientes cuestiones sobre el poema de Lope de Vega “Mira, Zaide, que te
aviso”:

1. Comenta el esquema métrico del poema y concreta cuáles son los sonidos que entran en
rima.

El poema es un romance tradicional, serie poética formada por versos octosílabos con rima
asonante (á-e) en los versos pares y libres los impares.

2. Comenta el tema del poema y concreta quién es el yo poético y a quién se dirige.

En el poema se transmite el rechazo de una dama hacia su galán por haber hecho pública su
relación amorosa: la mora Zaida se lamenta porque Zaide, el galán que la cortejaba, no ha
mantenido el secreto de su relación y ha hecho públicos sus amores. Zaide mostró a un morillo
la trenza que le había regalado Zaida en señal de su amor, y este se apresuró a airear las
relaciones entre ambos.

El yo poético es la voz de Zaida, trasunto de Elena Osorio, que se dirige a Zaide, Lope de
Vega, para avisarle de que la deje en paz y de que no quiere saber más de él por el daño que
le ha causado al haber hecho pública la relación amorosa que ambos mantenían.

3. Comenta por qué el poema se considera un romance morisco.


Esta composición puede ser clasificada como romance morisco porque se trata de un diálogo
entre supuestos moros granadinos. En el poema destaca el uso del léxico propio de este tipo
de composiciones, como cautivos, cristianos, alcaide, abencerraje, moro y, por supuesto, los
nombres de los dos personajes, Zaide y Zaida, que presentan cierta comicidad pues son la
versión masculina y femenina del mismo nombre.

4. A largo del parlamento de Zaida, que ocupa prácticamente todo el poema, de los versos 1 al
72, ella trata distintos aspectos o cuestiones, concretamente cuatro. Concreta de qué se habla
en los siguientes grupos de versos: vv. 1-12; vv. 13-26; vv. 27-44; vv. 45-72.

En los versos 1-12, Zaida avisa o advierte a Zaide de que la deje en paz y de no se acerque
más a ella. En los versos 13-26, describe el aspecto y la forma de ser de Zaide, y lo presenta
como valiente, hombre de armas y de letras, atrevido y gentil. En los versos 27-44, Zaida le
reprocha su forma de ser, que sea tan charlatán y explica cómo les gusta a las mujeres que
sean los hombres: fuertes y briosos, pero discretos, que no alardeen de sus relaciones
amorosas. Finalmente, en los versos 45-72, explicita que mantenía una relación con Zaide y
expresa el daño que le ha causado que él haya hecho pública su relación amorosa con ella.
Por eso acaba advirtiéndole de nuevo, como al inicio del poema, que no quiere saber nada más
de él.

5. El último verso del poema, “Quien tal hace, que tal pague”, es un refrán popular con el que
Zaida amenaza a Zaide. Comenta el significado del refrán en relación con el contenido del
poema.

Con el refrán se pone de manifiesto que Zaide ha obrado mal al alardear de su relación
amorosa con Zaida y al hacerla pública, por lo que debe pagar por su mala acción y sufrir las
consecuencias que se derivan de ese acto: el rechazo de la dama, que no quiere verlo nunca
más.

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