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Factores de riesgo/susceptibilidad:
Cálculos biliares:
• Pueden ser múltiples, polifacetados, o cálculos únicos (suelen ser de mayor tamaño).
• Estos se suelen formar a edades tempranas (14-15 años). El screening y la ecotomografía
puede ser útil para poder detectarlos.
• En el caso de las mujeres chilenas, la ancestria amerindia de las mujeres mapuches y la
dieta rica en altas grasas y colesterol, se asocia a una mayor prevalencia de cálculos de
vesícula, lo cual sumado a la respuesta inflamatoria que esta genera, favorece el desarrollo
posterior de cáncer.
• No todas las poblaciones que presentan una alta prevalencia de cálculos de vesícula
presentan una alta incidencia de cáncer, debido a que se necesita de una serie de factores
que desembocan en la generación de cáncer.
La mutación más frecuente en cáncer de vesícula biliar es la mutación en TP53 (equivalente a p53),
el cual es un gen correspondiente a un supresor tumoral (detiene el ciclo celular ante daños en el
DNA). Adicionalmente, determinados polimorfismos asociados al sistema inmune, inflamación y
estrés oxidativo se han asociado a un aumento del riesgo de cáncer de vesícula.
• Chile es el país número uno en mortalidad asociada al cáncer de vesícula biliar. El 90% de
estos cánceres se encuentran asociados a cálculos biliares. Sin embargo, menos del 1% de
los pacientes con cálculos desarrollan cáncer.
• El 35% de las mujeres y el 20% de los hombres mayores a 30 años presentan cálculos de
vesícula.
• Imagen que muestra la posición anatómica de la vesícula. Los cálculos obstruyen los
conductos de salida de la vesícula (conducto cístico).
• El número de cólicos biliares no se asocia al desarrollo del cáncer, pero sí el número de
veces que ocurre esta inflamación secundaria a la obstrucción del conducto (colecistitis
aguda).
• En cáncer de vesícula: Epitelio irregular, con micropapilas e infiltra a otras capas como la
serosa. Mientras más el tumor infiltre la pared, más maligno este es.
• Es común que más que por la malignidad del tumor, por la visibilidad del órgano, este
muera por un diagnóstico tardío.
• Se observa que en tumores incipientes, que solamente infiltran de manera superficial
como en la mucosa, hay un 90% de sobrevida de 5 años. Sin embargo, mientras el tumor
va infiltrando cada vez más, la sobrevida no aumenta a más de dos años.
El 95% de estos tumores son planos, por lo que mediante técnicas como la ecografía, estas
lesiones no son detectables. Por eso la mayoría de los diagnósticos son tardíos y generalmente se
opta por la extirpación de la vesícula.
Existe un grupo de cánceres que no son planos, poco frecuentes (5-10%) y asociados a esta unión
pancreatico-biliar anómala o a otros procesos inflamatorios no asociados a cálculos. Este grupo de
cánceres se asocian con la aparición de pólipos.
• Para todos los tumores sólidos, hay una secuencia histogénica que va desde la metaplasia
a la metástasis. En esta secuencia, se pueden identificar 3 problemas:
o Problema N°1: Asociadas a la aparición de todas las lesiones preneoplásicas, antes
de la aparición del carcinoma invasivo o tumor infiltrante. Hay que buscar
métodos para identificar a estos pacientes (marcadores genéticos, biomarcadores
en sangre, etc). Al identificarlos, es capaz de extirparse la vesícula como un
método preventivo (prevenir formación de cancer invasivo). Este problema esta
asociado a la prevención.
o Problema N°2: Pacientes que ya presentan cáncer, pero que son potencialmente
tratables por cirugía y terapia adyuvante. La idea es identificar marcadores de
pronóstico o diagnóstico precoz que permiten asegurar que al recibir esa terapia
tendrá alta probabilidad de remisión. Este problema esta asociado al diagnóstico y
curación.
o Problema N°3: Pacientes con carcinomas invasivos y metástasis, en donde no hay
tratamientos para sanarse. El paciente no es capaz de recibir una cirugía, por lo
que se busca seleccionar una terapia personalizada que permita de manera
efectiva aumentar la sobrevida. Este problema esta asociado a la mantención de
la sobrevida.
Búsqueda de soluciones al nivel del problema 2/3: Como tratar a pacientes con cáncer de
vesícula biliar de una manera diferente a la que se trata actualmente. Via AKT/mTOR y HSP90
(heat shock protein 90) como blancos terapéuticos.
Biomarcadores:
• Para escoger un biomarcador, existen dos posibles escenarios para tumores sólidos:
o Que el biomarcador este ausente en el epitelio normal pero que se haga presente
en la preneoplasia y que se mantenga presente en las células tumorales. Este
puede ser usado como biomarcador para una terapia dirigida solamente a las
células tumorales. Adicionalmente, se puede usar para diferenciar vesículas sanas
con las que presentan lesiones preneoplásicas o cáncer, es decir, puede usarse de
diagnóstico.
o Este presente en las células normales y se mantenga tanto en las pre-neoplasias
como en las células tumorales, sin embargo este marcador está presente en solo
ese órgano. Este marcador es usado como terapia dirigida, la cual tendrá efecto
en el tumor y en el órgano en donde se encuentre, pero no en otros órganos.
• El biomarcador CLDN18 cumple con el primer escenario de marcador.