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REDACCIÓN III – VERANO – LIC.

JAIME ITURRI SALMÓN


CONTROL DE LECTURA: DANZA, COMUNICACIÓN Y RESISTENCIA ANTICOLONIAL
ESTUDIANTE: CHUQUIMIA ALIAGA CRISTHIAN ALEJANDRO – 13676650 L.P.

1) Aplique el método propuesto en el texto para analizar los Pacochis a otra danza indígena:

AYMAÑA: FEMINIDAD, FERTILIDAD Y CICLO SIN FIN

Cargada de una pesada pollera roja y un aguayo abultado la mujer se adentra entre los surcos.

Mientras por el cerro se retira el astro rey, ella inicia con su danza crepuscular. A su alrededor la

cosecha florece lentamente. A los pies de la chacra la espera el resto del pueblo acompañando

con tarkas y bombos el contoneo que realiza. En su mano izquierda tiene una lijuana con la que

abre la tierra suavemente para descubrir ante el crepúsculo los primeros brotes del año. Con su

mano derecha toma el amqa (planta de la papa) y la levanta para arrancar suavemente sus

frutos en señal de petición y agradecimiento.

En las regiones andinas, denominadas por Machicado “Jach’a Umasuyu o Nación del agua”

existen manifestaciones culturales que persisten desde la colonia. Nos situaremos en principio

en la región de Laja, más específicamente Sullcataca Baja – Laja. Lugar donde se manifiesta la

aymaña, que significa “bailar en la chacra”. La aymaña en un principio se caracteriza por ser una

danza ritual de agradecimiento a la Pachamama, es a menudo acompañada por el ritual de la

wajt’a y encuentra ritmo en la tarqueada.

La aymaña se caracteriza por ser una danza femenina. En la región andina y citando a

Machicado (2011) “La encargada que por tradición es la mujer, madre, la que ordena y prepara.”

La región andina incentivada por la adoración a la Pachamama encuentra en la feminidad este

sentido de fertilidad y ciclo sin fin. Siendo representada en la cosmovisión andina como un ser
que provee, protege y cuida. Las ofrendas, como en el caso de la aymaña tienen un sentido

comunitario y, en este caso, liderado por una mujer quien es la encargada de descubrir el primer

brote de cosecha y agradecer por el a la Pachamama.

El principal objetivo de la aymaña es el agradecimiento a la Pachamama, en la visión de Narciso

“La Pachamama, que es entendida a partir del término pacha, cuyo significado de tiempo y

espacio reconoce el universo entre el de arriba, el del medio y el de abajo. Es la tierra o terreno

que nos cobija; como sufijo, pacha añade la idea de la totalidad y de precisión; aquí y ahora.

Mama, con significado maternal y protector, en aymara significa señora y en quechua, madre”.

(Narciso, 1999)

La danza aymaña tiene un ritual de inicio sencillo. Los pobladores se sitúan a orillas de la chacra

en época de cosecha y, acompañados por una tarqueada (en algunas regiones pinkillos), se

dirigen en fila india hacia el borde inferior de la chacra, principalmente el lado contrario al cerro

por el que se esconde el sol. Allí, en parejas, comienzan con una danza adicional conocida

como patac polleras o danza de las cien polleras. En medio de las parejas se alzan las figuras

de la warmi y el chacha (mujer y hombre) que son los pasantes de la fiesta. Ambos, encargados

de dirigir al resto de pobladores entonan los pasos bamboleantes al ritmo de tarqueada.

El primer paso es que la pareja, chacha y warmi se posicionan al frente del todo de las parejas

que bailan, en general es el hombre quien lleva a la mujer. El hombre, más estático, se encarga

de hacer que la mujer de giros, cruces y vueltas alrededor suyo. A su vez, la danza se centra

siempre en dar vueltas en sentido contrario a las manecillas del reloj, de derecha a izquierda.

Este sentido contrario no es casualidad, Lozada explica que “El sentido en el que se hacen los

rituales, bailes y demás actividades no es arbitrario, se realizan de derecha a izquierda por ser
en la cosmovisión andina el sentido del flujo normal de las cosas, ir en contra; significaría la

inmovilización” (Lozada, 2004)

En la danza de patac polleras el paso es errático, siempre yendo a ritmo del bombo de la

tarqueada, se va en fila india girando en pareja en sentido contrario a las manecillas del reloj. A

su vez, en el momento que el varón hace girar a su pareja lo hace también en este sentido. La

comunidad con las parejas en fila, encabezadas por el chacha y la warmi, avanzan hasta un

punto en el que se separan al avanzar, formando dos círculos que posteriormente se unen

nuevamente como se puede ver en el siguiente gráfico.

RECORRIDO DE LA MUJER Recorrido de Pareja RECORRIDO DEL VARÓN


A la vez que se separan se vuelven a juntar creando un ciclo que no tiene fin. A esto Rita

Choque, pobladora de Laja, lo reconoce como la repetición del tiempo y se hace con la intención

de que la cosecha de ese año vuelva a florecer al siguiente.

Por otro lado, mientras la danza patac polleras se da en las afueras de la chacra se desprenden

del grupo común los pasantes de la fiesta que, a diferencia del resto de parejas, lleva consigo

cada uno un aguayo envuelto en diagonal en su torso. La mujer lleva en el aguayo un t’ari,

cuatro lujmas amarillas, flores y coca. El varón, por su parte, trae en su aguayo serpentina y

alcohol.

Ambos, aun bailando, se dirigen a cercanías de la chacra donde el varón se queda esperando a

la mujer mientras que ella ingresa entre los surcos agarrando una liujana (pico para escarbar) en

su mano izquierda. Al dirigirse hacia los brotes de papa abre con cuidado uno de ellos, el que

vea más grande, y saca el amqa (planta de la papa) para revelarlo a su comunidad.

Es en medio de la chacra que la warmi da inicio a la danza de la aymaña, en el mismo paso

bamboleante que el resto de la comunidad se adentra en la chacra con el amqa. En medio de la

chacra desenvuelve el t’ari, en el coloca las cuatro lujmas formando un cuadrado (según Rita

Choque en representación a los suyos), en el centro las papas que sacó del amqa y los cubre

levemente con flores y coca. Envuelve su t’ari para colocarlo otra vez en el aguayo y continúa

bailando haciendo giros de derecha a izquierda dirigiéndose hacia el borde de la chacra donde

la espera el chacha.

Al llegar al borde de la chacra, el chacha adorna a la warmi con serpentina y hace que beba

alcohol vertiéndolo en sus manos. Una vez realizada esta corta danza ceremonial se dirigen

hacia el resto de parejas para continuar con la celebración y el agradecimiento. Los comunarios
que no bailan preparan un apthapi alrededor de la chacra. en el centro se posiciona el aguayo

de la warmi que es a su vez adornado con la comida del apthapi como ofrenda a la Pachamama.

El carácter cíclico que tiene, tanto la danza patac polleras que realiza el resto de parejas como

la aymaña que realiza la pasante, trata de evocar el paso del tiempo y la repetición de la

abundancia para años futuros. Al preguntar sobre el sentido que tiene que sea la mujer que lleve

la ofrenda y haga la danza ritual aymaña, Rita Choque considera que “es porque la mujer es la

que lleva al hijo en vientre, es fertilidad y fuerza, la mujer que baila la aymaña tiene que ser

casada y haber tenido un hijo, sino no puede recibir la fiesta”. Este sentido de fertilidad es señal

de amplias cosechas para la comunidad.

De hecho, uno de los arquetipos de mayor repercusión e incluso de los más antiguos de la

humanidad es el arquetipo de la Diosa femenina materna. Dunn considera que: “Entre los

símbolos de la deidad femenina de la maternidad se encuentra la unión del cielo y la tierra

dentro del cuerpo de la madre, pues ella encarna las cualidades humanas y al mismo tiempo es

receptáculo e instigadora de la ley divina por la que todas las cosas son concebidas y nutridas,

ingresando en la vida.” (Dunn, M. 1998: Pg. 181)

La aymaña, caracterizada por ser una danza ritual en agradecimiento a la Pachamama, tiene, a

su vez, un carácter femenino avocado a la vida, la fertilidad y la renovación. No solo en el

entorno de la agricultura, sino también en la fertilidad de la comunidad, el ganado y la tierra.

Esta tradición se dio en Laja hasta más o menos el 2005 de ahí en adelante los pasantes de la

fiesta fueron cambiando y modificando ciertos aspectos de la celebración. Sin embargo, cabe

recalcar el papel importante que juega la mujer en la aymaña, siendo ella la elegida para

recolectar el primer fruto de la cosecha y la primera en agradecer a la Pachamama por la

abundancia de la misma.
BIBLIOGRAFÍA

Dunn, M. (1998) Diosas: La Canción de Eva. Robin Book.


Machicado, J. (2011) El Rito-Ceremonia Aymaña. Asociación de conjuntos folclóricos y
tradicionales señor de la exaltación.
Narciso, V. (1999). La Pachamama: revelación del dios creador. Puno. Editorial: Abya-Yala
Entrevista a Rita Garzofino Vda. de Choque. Pobladora de la región de Sullcataca baja – Laja.

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